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Ernesto Mejia

21-0287

Comunicación II

Ensayo Académico
Tema: Los videojuegos

Tesis: Los videojuegos pueden tener un efecto negativo en el estilo de vida de las personas,

especialmente en los jóvenes que han crecido con esta tecnología.

Preguntas:

¿De qué forma los videojuegos pueden crear hábitos que interfieren con la educación de los

jóvenes?

¿Pueden los videojuegos afectar como una persona interactúa con los demás?

Argumentos:

Pro:

-Los juegos electrónicos pueden llegar a ser extremadamente adictivos, distrayendo a los jóvenes

de la escuela, responsabilidades o actividades más productivas.

-El uso excesivo de los videojuegos puede llevar a un estilo de vida que aísla a la persona del

mundo exterior y otras personas, inclusive tienen el potencial de tener efectos psicológicos

negativos.

Con:

-En moderación, los videojuegos son una excelente fuente de entretenimiento y tranquilidad, que

incluso puede beneficiar al usuario.

-Especialmente en estos tiempos de pandemia, los juegos online son una excelente forma de

conectar y socializar.
Recuerdo un día, debía tener unos 9 años, estaba jugando con mi PlayStation 3 una tarde

en mi casa, de repente mi mamá entra de prisa a la casa buscando las llaves de su carro y me dice

que mi mejor amigo (en ese entonces) había atravesado una puerta de cristal mientras jugaba en

el parqueo y se estaba desangrando, me dijo que fuera a acompañarlo al hospital. Dije que no, me

quedé jugando en mi consola mientras había una crisis de vida o muerte, de lo más tranquilo por

cierto. Pienso en ese día cada cierto tiempo, por suerte mi amigo se recuperó, pero miro atrás y

quiero cambiar las cosas, quisiera que mi mama hubiera dicho que deje el maldito juego y que

fuera a apoyar a mi amigo cuando más lo necesitaba, pero realísticamente yo hubiera empeorado

la situación ¿Qué iba a hacer un niño de 9 años viendo toda esa sangre a parte de entrar en

pánico? Aun así es este evento el que inspira este ensayo, no necesariamente porque apoye mi

punto de vista ni nada, solo me pone a pensar sobre el tema. Con cada generación vemos como

los videojuegos se van popularizando como un hobby “mainstream”, cada vez volviéndose más

accesibles y divertidos, mi generación y las que han seguido (y por supuesto varias anteriores)

hemos crecido viendo la existencia y la influencia de los videojuegos como un hecho de la vida,

y creo que esto me ha dado una buena posición para analizar el efecto de esto en las personas en

mi alrededor, y en mí.

Los videojuegos son una fuente de infinita diversión, pero recientemente he empezado a

verlos como una droga, una que me encanta. Puedo decir con toda seguridad que actualmente

estoy adicto a los videojuegos, y puedo confirmar que los videojuegos definitivamente pueden

llegar a tener un efecto negativo en el estilo de vida de las personas. Veo casi a diario como los

juegos electrónicos afectan mi vida, la de mis amigos y ahora la de mi hermano menor, cuya

generación verdaderamente nació con un juego en la mano. Veo amigos reprobar materias por
estar jugando sin haber hecho su tarea, veo gente aislarse socialmente, me veo a mi mismo

desperdiciando horas y horas frente una pantalla, horas que preferiría dedicar a otros hobbies

más productivos, me veo descuidando tareas por querer ir a jugar (incluso procrastiné sentarme a

empezar este ensayo porque prefería jugar). Esta es una de las definiciones que tiene Oxford

Languages para droga: “Cosa por la que se tiene gran afición, a la que se le dedica mucho tiempo

y esfuerzo y de la cual es difícil prescindir.”, si usted lector no cree que esto aplica para los

videojuegos a este punto del texto, debo estar haciendo algo muy mal.

Para muchos, una adicción a los videojuegos parece algo poco probable para muchos,

argumenta el Dr. Mark D. Griffiths, pero es algo muy real, y se ha visto un incremento de casos

exponencial, especialmente con los juegos en línea. Aunque la adicción a los videojuegos no es

una adicción convencional, o provocada por sustancias como las drogas, es una adicción de tipo

conductual, como lo es la adicción a juegos de azar, pero esto no significa que sea menos grave

(Griffiths, 1996). Al igual que con cualquier otra adicción, los sujetos dedican el mayor tiempo

posible alimentando dicha adicción, lo que puede llegar a niveles extremos y distraer a las

personas de sus responsabilidades o actividades más importantes, algo que veo frecuentemente

con mis compañeros de juego. Susumu Higichi es un doctor que ha estado trabajando tratando

adictos al internet y los videojuegos desde el 2011, y cuenta que uno de los síntomas que poseen

sus pacientes (casi tres cuartos de ellos estudiantes) es que no pueden controlar el tiempo que

pasan jugando, aunque esto les traiga consecuencias en el ámbito escolar e incluso físico,

algunos han perdido su empleo. Un caso extremo es el de un joven de 22 años que “Había

abandonado la escuela dos años antes y se negaba a salir de su habitación, donde jugaba 18 horas

al día. Debido al sedentarismo, se le habían formado coágulos sanguíneos en las piernas” cuenta
la Dra. Achab, otra experta en el área. Ahora no cabe duda que esta es una adicción que consume

el tiempo de las personas, causando que los adictos, la mayoría de ellos jóvenes estudiantes,

pierdan interés en los estudios y en actividades necesarias como los deportes, algo que puede

perjudicarlos gravemente más adelante.

¿Que tipo de persona imaginas cuando digo “adicto a los videojuegos”? Estoy seguro que

no piensas en una persona atlética ni una muy social, piensas en una persona que vive encerrado

en un cuarto, aislado de los demás. Aunque esto es una descripción muy estereotipada, todos los

estereotipos tienen algún fundamento, y este no es una excepción. El uso excesivo de los

videojuegos puede llevar a un estilo de vida que aísla a la persona del mundo exterior y otras

personas, inclusive tienen el potencial de tener efectos psicológicos negativos. Aunque es un

tema muy debatido, las consecuencias al nivel emocional causadas por el juego excesivo se han

estudiado desde la popularización de los videojuegos, algunos consideran que el juego se

convierte en un sustituto, un “amigo electrónico” (Selnow, 1984), aunque personalmente

considero esto poco probable. Una adicción a los videojuegos, y un uso prolongado puede causar

que el individuo tenga una menor inteligencia emocional o incluso puede causar alexitimia

(Fernández, 2019), también queda claro que los videojuegos online, aunque sean una forma de

socializar, no substituye interacciones en vivo. También se ha encontrado en una minoría de

casos, que un uso no saludable de los videojuegos puede llevar a una mayor desaprobación

familiar, una percepción de menor apoyo familiar de parte del afectado, puede provocar

ansiedad, depresión, conductas obsesivas-compulsivas, soledad, psicoticismo, o una menor

sensibilidad interpersonal (Fernández, 2019). Un aspecto que le suele dar mala fama a los

videojuegos es como la violencia que tan frecuentemente se representa en los juegos puede
causar trastornos en personas que ya tienen bajos niveles de empatía o alga otra condición

(Stockdale, 2017). Tanto como los efectos físicos, los efectos psicológicos de los videojuegos no

son algo que se debe tomar a la ligera.

¿Entonces los videojuegos son una invención maligna, diseñada para distraer a los

jóvenes de la escuela y transformarlos en pequeños psicópatas? Por supuesto que no, hemos

estado hablando de la adicción a los videojuegos, ninguna adicción es buena, cuando se usan de

forma saludable pueden ser increíbles fuentes de diversión. No hace falta una cita de un experto

para decirte que los videojuegos son divertidísimos, y son una muy buena forma de liberar estrés,

pero recientemente muchos expertos han empezado a investigar los beneficios que pueden traer

los videojuegos al que lo juega. Según Norman Osa Fernandez (2019), los videojuegos son muy

buenos para regular emociones, especialmente en adolescentes, que de por si tienen un mal

control de emocional, el juego puede aliviar ansiedad, mejorar el autoestima e incluso ayudar con

la depresión, demostrando su utilidad como vía de desahogo emocional. Diferentes juegos

también tienen diferentes beneficios cognitivos, juegos en los que haya toma de decisiones

significativas que hagan efecto en la trama ayudan al desarrollo moral y la capacidad de tomar

decisiones del jugador, juegos “sandbox” como el popular minecraft desarrollan la creatividad,

juegos de estrategia tienen beneficios parecidos al ajedrez, y en general se ha encontrado que los

juegos agudizan los reflejos, la memoria y el pensamiento lógico.


Otro beneficio de los videojuegos que recientemente he llegado a apreciar más viene en

el ámbito social, y aunque sea verdad que una adicción al juego puede provocar aislación social,

en mi experiencia los videojuegos son una muy buena forma de conectar con otras personas,

especialmente en estos tiempos de pandemia. Los juegos en línea se han vuelto la norma hoy en

día, estos son juegos en los que múltiples jugadores juegan entre si no importa donde estén, esto

proporciona una plataforma para socializar ideal para muchos jóvenes como yo, que por la

pandemia no pueden verse cara a cara con sus amigos de forma segura. Los juegos online

también permiten el contacto con personas de todo el mundo, (aunque no sean todas muy

amigables) puedo decir que esto es algo muy interesante de experimentar, y sin darme cuenta

ayudó a mi inglés.

No cabe duda que los videojuegos son unos de los hobbies más populares hoy en día,

especialmente entre los jóvenes, y su popularidad va aumentando exponencialmente, pero

lamentablemente, también la adicción a estos juegos. Esta es una adicción tan real como la

adicción a las drogas, y trae consecuencias negativas en las vidas de los adictos, consecuencias

en el ámbito escolar, personal e incluso psicológico, consecuencias que he vivido yo mismo.

Habiendo visto estos efectos a primera mano, tengo que decir que es preocupante el impacto que

esta teniendo en los jóvenes de mi generación, y aun mas preocupante ver cómo afecta a las mas

jóvenes, como la de mi hermano de 11 años. Pero esto no significa que los videojuegos en si son

algo malo, todo lo contrario, un tiempo juego moderado no trae efectos negativos, a lo contrario,

puede traer efectos positivos. Los videojuegos tienen un poder increíble, y es imperativo que

aprendamos a utilizarlos de forma correcta y que se enseñe a los jóvenes y las próximas

generaciones el uso en moderación, o ese poder vendrá en nuestra contra.

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