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Tesista: SILVIO RICARDO GUTIÉRREZ POLO

Proyecto: UN ESTUDIO INTERPRETATIVO DESDE LAS PRÁCTICAS


PEDAGÓGICAS DE LOS DOCENTES EN UNA INSTITUCIÓN DISTRITAL EN LA
CIUDAD DE BARRANQUILLA. UNA MIRADA DESDE LA ETNOEDUCACIÓN
PARA LA COMUNIDAD AFROCOLOMBIANA

CONSIDERACIONES

La propuesta de trabajo es más que interesante, no solo porque resulta genuina y


novedosa, sino porque a un nivel “macro” puede hacer posible otras
investigaciones necesarias en el ámbito de la formación, me refiero a los
conceptos de diversidad, igualdad, diferencia e inclusión presentes (o no) en la
lógica institucional. Cuestión que aquí en Argentina no ha sido tema frecuente de
investigación. En efecto, poder desentrañar los modelos de inclusión y/o abordaje
de la diversidad étnica implicaría la apertura hacia análisis nuevos sobre la
escuela en los tiempos del capitalismo global o pos-global.

Siempre que se trate de un abordaje sobre la diversidad cultural, hay


problemáticas que no deben eludirse, empezando por el sentido mismo con que
designamos y pensamos lo diverso. Es decir, podemos asumir una visión de lo
diverso a partir de su fragmentariedad respecto de la unicidad de una cultura
llamada dominante, o podemos concebirla desde su particularidad dentro de un
campo amplio de otros particularismos, o podemos concebirla desde sus diálogos
y tensiones con los modelos culturales hegemónicos, etc. Cuestión que hace al
trasfondo de la investigación. En todo caso, no hay dudas de que en Colombia se
ha avanzado bastante en el reconocimiento de la autonomía de los pueblos
originarios y esto se expresa con claridad en las reglamentaciones de vieja data
que exponés en este resumen.
Otro poco puede decirse del modo en que se encara la cuestión de las prácticas
de enseñanza. Los aportes de Félix Temporetti (autor del que te servís) clarifican
bastante las relaciones y articulaciones entre la educación, el Estado y la cultura
dentro de la cual la educación en sentido amplio se inscribe como una forma
cultural más, quizás la más determinante de la continuidad de las instituciones, y
la escuela como instrumento para la adscripción de las nuevas generaciones a la
estructura social, productiva, económica. Este autor no rehúye el tema de la
ideología como sustrato sobre el cual han de operar ciertas prácticas y sobre el
cual se producen determinados discursos, ni la transversalidad de la desigualdad
en el sistema de formación. Además, en su encuadre las tareas de enseñanza
asumen distintos matices dependiendo de si se la concibe desde la pedagogía,
desde la didáctica o desde la psicología, cuestiones todas atendibles en una
investigación del tipo que estás llevando adelante.

Respecto del método que explicitas, hay que considerar los alcances y límites de
la observación participante. Dependiendo del enfoque, ésta puede constituirse en
una herramienta fundamental para la recolección de datos o puede incidir sobre la
dinámica del hecho observado, forzando – por decirlo – cierta ficción en el actuar
de los sujetos: la observación supone una distinción entre observador y
observados o informantes que promueve resistencias de todo tipo. A la par, la
interpretación debe asumirse en toda su complejidad, es decir, no como un
ejercicio de “pasar en limpio” lo que está implícito en los hechos, sino como
movimiento intelectual que amplia lo observado mediante la formulación de líneas
de reflexión que totalicen o completen un panorama certero de lo que ocurre en
las prácticas profesionales de los docentes en virtud del tema de investigación.
Más que interpretación, pues, hablaríamos propiamente de una hermenéutica que
rescate las experiencias valiosas de los docentes en la trama de su trabajo
cotidiano en pos de habilitar prácticas educativas de nuevo sesgo cultural.

Determinar los límites y posibilidades de la observación participante supone el


ejercicio de elaborar el método desde un enfoque amplio, a sabiendas que los
progresos en el campo de la etnografía (y la antropología social en general) fueron
posibles por una buena comprensión y utilización de la observación participante.
Si es que entendemos que la observación participante exige un verdadero
compromiso con la realidad observada, quizás lleguemos a una comprensión
profunda de la dinámica de los hechos, de sus riquezas, de esas instancias de
contradicción que constituyen lo real mismo. Postura radicalmente opuesta a
interpretar en el vacío, a teorizar sin arraigo empírico sobre la labor docente y sus
problemas específicos. Participar significa actuar, no solo observar con la mente
puesta en ubicar cada instancia en categorías rígidas, es acompañar los
desplazamientos de los actores, los gestos, colegir de aquello que no se dijo o no
se hizo alguna clave para seguir pensando.

Para cerrar, y reiterando lo afirmado al principio, tu trabajo se perfila como un


significativo aporte a la comprensión de la relación entre la escuela y la diversidad
cultural en el marco de nuestros respectivos (y diferentes) sistemas de enseñanza.

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