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La enseñanza musical no siempre ha estado considerada como 

un componente
relevante en la formación integral, mientras que en algunas épocas únicamente
estaba contemplado como una disciplina artística, en otras ha adquirido una
orientación práctica, vivencial y motivadora con la que descubrir un nuevo mundo
sonoro (Campbell, 2016). Avanzando en esta idea, la pedagogía musical ha
incorporado además nuevas funciones: transmisión de valores, cohesión social,
inclusión y transversalidad.

}La pedagogía musical proporciona recursos para


desarrollar habilidades que contribuyen a la mejora
de múltiples disciplinas y es una magnífica
herramienta para trabajar en el aula.
A inicios del siglo XX, la pedagogía activa se incorporó al ámbito musical
cambiando los planteamientos y aplicaciones del aprendizaje musical. Orff,
Kodaly, Dalcroze, Willems, Suzuki y Ward diseñaron sus métodos con la intención
de incorporar la pedagogía musical en la formación global del alumnado. La
música adquiere relevancia como un elemento potenciador en el desarrollo
expresivo, comunicativo, creativo y emocional, entre otros (Hemsy de Gainza,
2004).

La democratización iniciada por el filósofo y pedagogo John Dewey, defensor de la


educación universal en la que todo ciudadano puede acceder al aprendizaje,
transforma la rígida enseñanza musical en una experiencia motivadora. Dalcroze
se centra en la percepción rítmica mediante la expresión corporal, Orff combina
palabra con música y movimiento, Kodaly recopiló temas del folclore húngaro
para su interpretación colectiva, Ward reforzó el canto vocal, Willems incorporó la
mímica, Suzuki planteó el aprendizaje del violín como una lengua materna con la
implicación familiar. Métodos variados y complementarios centrados en el
desarrollo global.

¿Cómo lo hacemos en la escuela? Música en el aula, audiciones y Dinámicas


expresivas.
La actividad musical en la escuela está presente a lo largo de todo el día a través
de canciones en el aula que acompañan nuestras rutinas habituales de asamblea,
de recoger, de cambiar de tarea o salir al patio, de juegos de falda con los más
pequeños, de rimas y ritmos que mejoran su conciencia fonológica. 
Asimismo, están previstas dos audiciones diarias, por la mañana y por la tarde,
que siguen una programación establecida y que nos ayudan a iniciar la franja de
la mañana o la tarde con concentración y una actitud relajada. 
La música también está muy presente en las fiestas populares que se celebran en
la escuela: La castañada, Santa Cecilia, Navidad, San Jordi... y que conforman un
repertorio básico que nos ayuda a mantener nuestras tradiciones ya introducir de
otros. 
Otra forma básica de trabajar la educación musical es abrirnos de manera
consciente a la realidad sonora que nos rodea: los sonidos de la escuela, de la
calle, de la naturaleza. Activar una escucha atenta y ayudarles a respetar y
disfrutar del entorno sonoro de la escuela. 
Pero, la música está especialmente presente en el módulo de Dinámicas
Expresivas. Con este nombre queremos englobar todas aquellas dinámicas,
actividades, enseñanzas que nos ayudan a educar la sensibilidad musical de los
niños: la audición, la danza, el canto, el aprendizaje de canciones, el ritmo, el
movimiento, la expresión corporal, el acercamiento a los instrumentos
musicales... pero también tienen cabida actividades de drama, de relajación o de
respiración que favorecen la educación musical. 
Los dos ejes fundamentales de Dinámicas Expresivas son la música y el
movimiento como recursos privilegiados para trabajar la sensibilidad, la
expresión emocional, la expresión corporal y la creatividad musical, pero las
estrategias teatrales y dinámicas de grupo también estarán presentes favoreciendo
el crecimiento en otras capacidades como las habilidades sociales o lingüísticas. 
Estamos muy ilusionadas con este proyecto que nos ayudará a canalizar una
necesidad de educación emocional y relacional (a través de la música) que cada
vez más se impone como fundamental en nuestra sociedad.
La educación musical
La educación musical juega un papel fundamental en la formación
integral de los niños: amplía su capacidad de percepción auditiva,
favorece la expresión de los sentimientos y emociones, estimula la
creatividad, les ayuda a disfrutar del entorno sonoro y de la cultura
musical, es una herramienta para trabajar el conocimiento y dominio
corporal, incluso puede ser un instrumento para mejorar la timidez o la
capacidad de concentración y relajación. 
La base fundamental de la educación musical es la audición, el canto, el
ritmo, la expresión corporal, la creación, la apreciación musical, ejercitar
con instrumentos musicales... 
Esta educación es importante para todos los niños y niñas, no sólo para
aquellos que parecen tener una predisposición natural. Todos podemos
mejorar nuestras capacidades musicales, especialmente en estas
edades y es importante, tanto en la escuela como en casa, prever
momentos de escucha, hacer juegos de falda, cantar con los niños, jugar
a improvisar melodías, etc.

Aprender música es tan antiguo como hacer música en sí, remontándose a los primeros
tiempos de la civilización, eso es prehistoria. Desde entonces, las culturas del mundo han
desarrollado diferentes sistemas de enseñanza y aprendizaje. Uno puede pensar
en maguru panggul, literalmente “enseñando con el mazo” en Bali y Java. Otro ejemplo es
el sistema de Xhosa en Ngqoko, Sudáfrica, que se basa en el incentivo de progresión
canciones, técnicas y terminología. Los enfoques de maestro - aprendiz han sido
comunes en muchas culturas de todo el mundo y a lo largo de la historia desde los
trovadores hasta la tradición guru-śiṣya paramparā en India y la familia Bach. Pero como
campo de estudio, la educación musical solo se estableció en la modernidad posterior y
no fue sino hasta el siglo XX que se movió para convertirse en una disciplina por derecho
propio: la pedagogía musical.

evolución de la pedagogía musical.

Aprender música es tan antiguo como hacer música en sí, remontándose a los
primeros tiempos de la civilización, eso es prehistoria. Desde entonces, las
culturas del mundo han desarrollado diferentes sistemas de enseñanza y
aprendizaje. Uno puede pensar en maguru panggul, literalmente “enseñando con
el mazo” en Bali y Java. Otro ejemplo es el sistema de Xhosa en Ngqoko,
Sudáfrica, que se basa en el incentivo de progresión canciones, técnicas y
terminología. Los enfoques de maestro - aprendiz han sido comunes en muchas
culturas de todo el mundo y a lo largo de la historia desde los trovadores hasta la
tradición guru-śiṣya paramparā en India y la familia Bach. Pero como campo de
estudio, la educación musical solo se estableció en la modernidad posterior y no
fue sino hasta el siglo XX que se movió para convertirse en una disciplina por
derecho propio: la pedagogía musical.

En su sentido más amplio, la pedagogía musical se refiere a todos los esfuerzos


prácticos, orientados a la aplicación y académicos destinados a la enseñanza y la
instrucción. Las tareas de la pedagogía musical se centran en la capacidad, el
conocimiento, la experiencia, la comprensión y la interpretación en todas las áreas
de la música. Como tal, la pedagogía musical incluye los conceptos relacionados
de educación musical, didáctica, enseñanza e instrucción en música, aunque sus
distinciones no son claras ni consensuadas.

En su sentido más estricto, la pedagogía musical se ha referido a la reflexión


académica y a la formación de teorías en todos sus campos. La pedagogía
musical sistemática proporciona así las áreas prácticas y aplicadas con una base
teórica para sus acciones y reflexiona sobre cuestiones estéticas, psicológicas y
sociológicas sobre el significado y el efecto de la música y sobre la recepción del
arte en las más diversas formas de música. Como tal, sirve a la práctica artística,
académica y didáctica.

Con la evolución de la pedagogía musical en el siglo XX, muchos enfoques


distintivos se desarrollaron o recibieron refinamiento y aparecieron nuevos
métodos. Entre ellos, el método Kodály que lleva el nombre del carismático
compositor y pedagogo de Hungría, eurhythmics desarrollado por el músico y
educador suizo Émile Jaques-Dalcroze, el Schulwerk de Carl Orff en Alemania y el
método Suzuki creado por el violinista y pedagogo japonés.

Paralelamente a su establecimiento como una disciplina independiente, también


comenzó la institucionalización de la pedagogía musical. Además de su lugar en la
academia, la universidad de música, y la escuela, la educación musical también se
lleva a cabo en contextos de aprendizaje individualizado y comunitario. Tanto los
músicos aficionados como los profesionales suelen tomar clases de música,
breves sesiones privadas con un profesor individual. En todos estos esfuerzos y
enfoques diversos, todos comparten el objetivo de educar a las personas sobre
cómo producir sonido organizado, hacer y transmitir música, y hacerlo bien.

RILM resume e indexa temas de pedagogía musical, representando tantos países


e idiomas como sea posible. RILM también ofrece una selección de revistas de
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