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LA G.:\OSEOLOGIA DEL ERROR
POI' CARLOS COSSIO

SU~IARIO: I. El descubrinliento n1arxis- les, entre Jos filósofos de ·1a Ideología (Des·
ta de las ideologías. El n1arxlsn10 con10 tutt de Tracy. Volney, Cabanis, LaromiguiC-
nieridiano del pensaaliento social niundial. re l, cuyos an1igos y adeptos don1inaban en el
Necesidac\. egológica de ton1ar partido por Instituto de Francia e integraban un buen con-
tercera vez. - II. La paradoja del n1arxis- tingente de diputados en la Asan1blea de los
n10. El escepticlsn10 de las posiciones y la
i·enuncia a la verdad. Disolución egológica Quinientos. Ellos usaban la palabra etimológi·
de la pat·adoja. La legitiniaclón egológica can'1ente, corrió el estudio positivo de la forma· ·
de 1Iarx. La superación egológ:ica de :i.\tarx. ción de las ideas y del lenguaje, con funda-
., ... III. a) Paralelo entre el n1at·xisn10 y la n1ento antin1etafísico sobre la antropología y
egologia jui·idica, El aspecto lfnpugnadol' la psicología principalmente. Al rechazar la ten.
de la c1·itica rnarxista. I.:.a creación judicial tativa napoleónica, Bonapa1·te les devolvió la
y ta instrtunentación pn.ra lo singular; h) dcno1ninación co1no un n1ote, para aludir a la
La radicación del control jurídico suprcn10. conciencia falsa ·que se tiene de la situación
La peligrosidad de los jueces den1ocr:iti~
cos para el capitalismo. La ldi::o!ogia de la social; y así, con este alcance peyorativo don-
Irresponsabilidad judicial; c) La separación de se desprecia la validez del pensamiento ad-
de verdad y .Justicia. El capitallsn10 ton1a versario por juzgárselo apartado de la reali-
pal'lido por la verdad. El n1arxlsn)O ton1a dad práctica, la palabra hizo fortuna y a<lqul·
partido pOl' la justicia. El partido que tonHL rió su significado actual ( 1). Sobre ello, Car-
la egologia. La radicación de la justicia los l\{arx logró una tematización del fenón1e-
en Rousseau. La radicación dt'! la justicia no iclcológico que tiene el alcance·' de un dcs-
en ?.larx. l,a radicación de la justicia en la
egología. cubri1niento genial. Hoy, ninguna ciencia SO·
cial o humana puede pretender dar un paso
sin afrontar la tesis marxista. Desde .diversos
I ángulos se ha ensayado replantearla, para sus.
tituirla o para mejoral'.'la (2); pero de ningu.
na manera cabe eludir Ja problen1ática cientí-
El Derecho que viven las sociedades, con· fica que 1Iarx ha legado a Ja posteridad so·
cierne al hombre; también le concierne Ja cien· bre este tema.
cia del Derecho que elaboran los juristas al Como es sabido, la tesis de 1\Iarx separa las
ten1atizar aquel Derecho. Tanto en las norn1as ciencias de la Naturaleza -::.· las ciencias que
rnediante las cuales el legislador se expresa hacen del hombre el objeto de su preocupa·
o el juez se encuadra, coino en las teo1·ías que ción. Las prilneras son propiamente ciencias;
sustentan los juristas, es cierta peculiar con· esto es, se realizan con10 conocin1icnto de un
ducta hu1nana lo que C'Stá aluditlo en últi1110 ohj0to: sobre la hase ele la neutralidad que
y definitivo térrnino. Pcl'o por sc1· así, por ser puede asurnir el Investigador con relaciún a
cosa hun1ana el motivo del pe-nsan1icnto fun· un objeto que no con1plica al propio investi·
ciona1n1cnte norn1ativo y el d~I pensanliento gador, la investigación no estaría compronie·
doctrinariamente norn1ativo, en an1bas fonnas tida por su radicación en Jos ineludibles inte·
el Derecho cae fulminado por el estigtna mar· reses sociales de quien la lleva a cabo; y· el
xista de las ideologías: de cualquier n1anera ca111ino hacia Ja verdad queda expedito como
el pensamiento jurídico habl'ía de ser pura posibilidad de estas ciencias.
(
ideología. En cambio. las pretensas ciencias ele lo 11ll·
El general Bonaparte fue quien por prln1e- n1ano son ideologías; no serian propiamente
ra vez intuyó el fenón1eno ic!<?oló2"ico. Había conocimientos que toman su sentido de la ver·
buscado apoyo para sus an1b'.cion'€.s in1pcria· dad suministrada por el objeto del que ha·

1•) Especin.1 pn.ra L.\ Lr.Y. Der~chos rescr\'ados c2) Ve1· en :!\1!<:111-:1, DF.1nn·:-.:. "Idcologla e nenli-
<ley ll.'123). dadc" <Río de J.1nci1·0, 19.'59. Pd. l. R. E. B.), un
111 Vt~1· <lt:'tallcs del napoleónico. f'n
í'pi;;;od~o <:ln:i.lisis lúcido, co111pl0to e ini<up1'rabll' (),~ la;; di·
l\:,\1:1. ).!AN!"HP.Dl. "Idcolog-ia
y l"to¡;ía", ps. 63 y vcrs:;u~ e.xplic:i.cioncs del fcnón1eno idP,o\ógico da-
sigts. E.) y en H.\:Sf> B.~r:TH,
1 )!éxico. 19·11. F. de C. das hasta hoy.
"Vel'da<l e l<leología", ps. 9 a 2"3 ()!éxico. 1951.
F. de C. E.).

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1080 CARLOS cossro
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blan·; son racionalizaciones ·intelectuales que rníSffio ocurre con la ptoducclón espiritual, tal
corresponden a Jos intereses económicos de y como se manifiesta en el lenguaje de la po.
donde en rigor emanan y que mediante ·ellas Jitica, de las leyes, de la moral, de la religión,
se defienden en el campo del pensan1iento. de "la tnetafisica, etc., de un pueblo. Los hom·
· Aquí no se articula la posibilidad de que un·a bres son los productores de sus representa·
intuición confirffie ·1a enunciación ·conceptual ciones, de sus ideas, etc., pero los hon1bres son
Y por eso estaríamos en un campo ajeno al reales y actuantes, tal y como se hal1an con·
: de la verdad; aquí no hay de por n1edio nin- dicionados por un detern1inado desarrollo de
guna verdad, porque las ideas que integran sus fuerzas producth·as y por el intercan1bio
\ nuestra conciencia social e histórica sólo se· que a él corresponde,· hasta Jlegar a sus for.
rían la prolongación intel~ctual de la· situa· n1aciones 1nás an1plias. La conciencia no pue.
ción real de cada uno, de n1odo que ellas es· de ser nunca otra cosa que et ser consciente,
tán diciendo a su n1odo únican1cnte to que v el ser de los hon.1hres es su proceso de vi-
con1porta esa situación que nos concierne por ~la real'' (4). La idcoiof:ia aparece como con·
darnos estado, por 111ucho que en fo1·111a des- secuencia de la división del trabajo social,
personalizada parezcan cstai· hablando de otras cuando la sociedad, para estructurarse, lleva
cosas. "Las ideas de la clase don1inante son tas a separar el trabajo n1aterial o técnico y el
ideas clo111innntcs en cada época: o, dicho en trahajo espiritual. En el seno de la clase diri·
otros térrninos, la clase que ejerce el poder gente nace, asi, un subgrupo encargado de
ntaterial don1inante en la sociedad es, al n1iS· pensar: y entonces, r.desde .este instante, pue-
n10 tiempo, su poder cspiritua.l dominante. La de ya la,, cotlciencia irnaginars_e _realn1e11te que
clase que tiene a su disposición los niedios pa- es algo. n1ás y algo distinto que la conciencia
ra la producción n1aterial dispone con ello, al de la práctica existente, que representa real·
n1ismo tic1npo, de los n1edios para la produc· 1ncnte algo sin representar .algo real: desde
ción espiritual, to que hace que se le son1c· este instante, se halla la conciencia en condi·
tan, al propio tiernpo, por t~rinino rncdio, las cienes de emanciparse del mundo y entregar·
ideas de quienes carecen de Jos rncdios nece· se a Ja creación de la teoría ,pu.ra, de la teolo·
sarios para producir espiritualmente. Las ideas gía pura, la filosofía y la moral pur.as, etcé-
dominantes no son otra cosa que la expresión tera" (5). En esto, demás está decirlo, no hay
ideal de las relaciones n1ateriales dominantes, un n1aquiavelismo intencionado; hay sin1ple·
las. mismas relaciones nlateriales don1inantcs n1ente 1.1na conciencia falsa, por cuanto no Jo
conc.ebidas con10 ideas; por tanto. las relacio· es de aquello acerca de lo cual declara serlo;
nes que hacen de una detern1inada clase la la utilización de la ideología se verifica espon-
clase· dominante son tan1bién las que confíe· táncarnente, como cosa natural, por todo in·
rcn ·et papel dominante a sus ideas. Los indi· dividuo o grupo interesado en el statn quo,
vid~os que forman la clase dominante tienen comenzando por el ideólogo que la fo1mula
también;· ··erffte otras cosas, 13. · conciencia de como autor, quien así salda et con1proml·
ello y piensan ·a tono con eIIo; por eso. en so vital que a él lo define corno n1ien1bro
cuanto dominan con10 clase y en cuanto de· de la clase domlnante y como deudor de·
terminan todo el ftn1bito de una época histó· ella por 1o que e11a lo encun1bra. La divi·
rica, se comprende de suyo que lo hagan en sión del trabajo social condiciona la apa.
toda su extensión y, por tanto. entre otras rición de las ideologías, no sólo porque da ori·
cosas, tan1bién con10 pensadores. con10 pl'O· gen a actividades cada vez más diversificadas,
ductores de ideas, que regulen Ja producción sino también porque Ja especialización les des·
~·· distribución de las ideas de su tien1po; y conecta entre si tornándolas independientes.
que sus ideas sean, por ello n1isn10, las ideas Con ello se pierde por enajenación Ja visión
dominantes de la época" <3). "L::i. producción del todo social para cada uno de sus n1iC>n1bros
ele las ideas y representaciones, d0 la concien· y ·1a: de la n1archa de la sociedad en su con·
cia, aparece al principio (lircctan1(·nte entrela- jltnto; r.0 se apr·ecia el papel del trabajo de
zada con Ja actividad n1aterial y el con1crcio cada cu::Jl en el interior de ese conjunto que.
rnatedaI de los ho111bt·cs, corno el lenguaje de con10. tal. les resulta ajeno; cada cual puede
la \'ida real. Las representaciones. los pensa· cl·eet, a.si, que su parte es la más in1portan·
n1ientos, el con1ercio espiritual de los hon1bres te. con lo que el ic112ólogo, juzgando· la suya.
se presentan todavía, aquí. con10 en1anación se convencerá que sus ideas hacen la historia
directa de su comportamiento material. Y lo y la gobiernan; la sociedad como un todo' se

(3) Z..L\RX·ENCf:L~. "La Idr?Olog-ía AIErn<lna", r~. 48 nocid6s Pesajes del J.i!111rifiesto Co1111111i.'lfn.
a 49 (:\Iontevideo. 1958. cd. Pueblos ünidos. trád. <4) !>Lu~x-E:--:a~:1.¡:;, "La Ideología Alemana". p. 25,
"\V. Roces). Ver tan1bién el famo!'io Pref<icio de ed, citada.
?II.\llX a su libro "Cont~·ibution 3- un~ Critique de 15) !ll.\RX-E::-;cEt.s, ''La Ideolo_g_ía .. Ale_ryiana'', p. 31.
l'Economie Politique":··" e,·ig,ualm,e-.nte algunos co. ed. citada. · , · · ·, · · · · ·

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LA G,,VOSEOLOGIA DEL ERROR 1081

hace sentir como un poder extraño y con10 una n1lento contemporáneo, como lo comprueba el
realidad trascendente a los Individuos que la hecho del grado, mayor o menor,. en que le
constituyen, dando un obje.to fantasmal de co· tesultan tributarias todas las teorlas posterio-
nocimiento a la especulación Ideológica enaje· res y actuales que tematizan el problema.··
nada. Sin embargo, al eriraizar en este punto el
No se entienda que habria en todo esto, una problema de la ciencia juridica que la Teoría
equivalencia mecánica entre la !deologia y· su egológica ha denominado gnoseología del
fuente (lo cual eliminarla a la par, tocio disi· error, con el carácter de un problema perisis-
mulo y toda conciencia falsa). La ideologia ten1ático para esta cfencia l 7), se coi:re un
no duplica la realidad social; apenas se. co· riesgo de escándalo por razones ajenas al pro·
rresponde con ella con10 un reflejo, porque blen1a misn10. El n1a1xismo es, hoy en día,
únicamente duplica el ser de aquella realidad el n1cridiano del pensan1iento social mundial.
social; esto es. duplica el sentido de esa rea· Podría decirse que así resulta, en razón de la
lidad social en cuanto que consigna la cstruc· tirantez conflictual entre ios Estados Unidos
tura de la misma; por eso cabe alguna 111a1·gi· y Rusia· como protagonistas de una política
nal desavenencia crítica entre_ las idcologias y ccun1énica. En parte es asi, sin duda. Pero si
la realidad promotora, o entre ellas n1is· en aquella <litncnsión n1undial del marxismo

, mas (6). Sólo se trata, pues, de que el Ideó-


logo, fabricando por su cuenta una teoría, co·
n10 está inmerso en una situación social que
no hubiera nada inás que esto, ·lucha de ideo·
logias, no se explica la eficacia práctica con
que gana terreno la teoretizada icleologia ru·
~,, a .. él mismo lo integr·a. está deterrninado a fa· sa; pues si el marxismo ha adquirido un ca·
bricarla apta para justificar el statn Quo so· tácter de meridiano aún para el pensan1iento
•'
,;:
cial ·y para contrarrestar las críticas intclec·
tuales al mismo. encontrando en ello Ja auto-
ridad con que se lo prestlgla.
adversario, se debe n1ucho más a la verdad que
Preteride y en la medida en que se la com·
pruebe, que no a la extensión de su .Presen·
•'; Tal es, a grandes rasgos, la tesis de 1'-Iarx cia, pa1·alela y sinlilar a la de la ideología ca-
sobre las ideologías, con .Ja que consun1ó el pitalista. En la lucha de ideas, Rusia no ofre·

~;
descubrimiento temático del fenónieno idco1ó·
gico y ensaya una explicación del mismo. Hoy,
ce sin1plc1nente nleras promesas para,.. el fu·
turo, sino que ·presenta resultados insólitos,
nadie discute la existencia de ese fenón1eno; con10 ·por ejen1plo su extraordinario desarrollo
~ la sociología del conocimiento se ha constitui· industrial logrado en un tiempo mínimo y des-

•,•
do como disciplina autónoma, precisamente pa· de las nlás desfavorables condiciones ( 8). En
ra investigarlo. Aclen1ás, la explicación de la medida en que estos resultados -dicen de·
lYfarX está en general, esto es con referencia a x·ivarse de una tco1·ia soclal, habría. ,-de por
puntos capitales, convalidada por el pcnsa· medio una verdad social en el asuntO; y esto
~
~ (6) MARX~E:O:GELS, "La Ideología Alemana", p. 49, mo sostiene. El autor ya ha rnostrado que la an-
e'd; citada. Ver tan1bién: ?YI1cftEL -DEBRCN, "Ideolo- títesis entre esta planificación y la libertad es
ll gía e Realidades", p. 30, ed. cit. falsa -p. 131-. Por lo demás, en forma expresa
(7) Coss.10, 'Panorarna de la Teoría Egológica
4
ha elucidado que la "situación laboral" co1no in-
t del Derecho... proposición XVIII <Buenos Aires, fraestructura social en el sentido n1arxista, co-
1949, en Revista de la Facultad de Derecho, núm. rresponde exactan1ente al "estar en situaCión", al

'
¡,
13) En la Teoría Egológica del Derecho (1944),
el problema también está denominado, aunque ape-
"estar-siendo-en" de la filosofía existencial con10
típico modo de ser humano, ps. 107 a 108). Y este


nas planteado. sacerdote, cuya ason1brosa serenidad. intelectual
(8) RE~tY. C. K\\"ANT, O. S. A., en su profundo se mantiene a lo largo de toda et libro, después
libro "Philosophy of Labor", p, 157 <Pittsburgh, de haber dicho que "los paises del riiundo libre
9 1960, Duqucsnc Unlvcrsity) <licc: "El Co1nunisn10 pod1·án vencer nl l\Iarxismo únican1ente si pueden
ta1nbién ha logrado un progreso cnsi increíble. To~ pron1eter un futuro n\cjor que el que el I\.!arxismo

•'
nió el poder en un país agricoln que habla sido ofrece", esto es, "ú1dcan1ente to1·n.indolo supér-
arruinado por una guerra dcsasti·osn y en el <1uc ftuo" (p. 1·1·1), concluye su obra con .estas pala-
Ja industria no estaba desarrollada. La Unión So- bras: "Debenlos distinguir entre valores· y erro-
,. viética no fue ayudada por los otros países, pues , rei;. Ln crítica que no sea nada nláS que un re-
t se la consideraba como un peligro internacional. pudio total es muy peligl'osa. El Comunisn10 no
Ella únicamente tuvo sus recursos naturales y su seda un enemigo poderoso si no poseyera ciertos
t propia fuerza laboral. Sus planes quinquenales valores reales". Pero la cuestión radica en saber

' fueron generaln1ente tomados a risa. Pero después


de 40 años, la Unión Soviética ha llegado a ser una
si corresponde hablar de descartarlo, tomando co-
n10 criterio general "la corrección de los errores

''"
potencia n1undiat de prin1er orden. Esto es u.na del capitalismo que lo ocasionaron", con10 dice
prueba de que tenemos que creer en las.inmensas l{\\.-'ANT (p. 144); o de asun1irlo en sus verdades
posibilidades de un 1nUndo de trabajo concentra- y completarlo sien1pre con ta verdad, pa-ra llevar
do" (Con esta últhna expresión, el autor alude la vida hun1ana~ en el curso histórico, a la pleni~
a la total planificación económico., que el marxis- tud de su ser .
.)
T. 101, Se.e. doctrino
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1082 CARLOS cossro

tm·pone al cicntlfico una inexcusable tarea de A 1Iarx le <lebcn1os n1uchas .Verdades hn·
verificación. con prescindencia del escándalo portantes y algunos errores también impar·
que muy a su pesar ocasionare. tantes. J.~ es rnenester darse'· cuenta- que las
En rigor, si hoy· en día el marxismo cOnstl· ve'rdades de l'viarx: no. son· ·verdades soviéticas:
tuye el n1eridiano del pensamiento social del son verdades para· todo· el mundo ··y: están al
n1undo, ello se debe a la gran dosis -.. <le ver· servicio de quien las aproveche. La apropia·
da_d que contiene como teorí_a, n1uchas veces ción de estas verdades nos .pern1itirá algunos
a\in en contra de Ja fuerza política que. pre- esclarecin1ientos· jurídicos que no podrían ha·
tende apropiárselo como ortodoxia. El niar· berse ·obtenido al tnargen de la -enseñanza de
xi.Smo es la prin1era filosofía de la si~uación 1'.Iarx, pero que tampoco se obtienen con SÓ·
que aparece en el Occidente, si bien para nos· lo esta etiseiianza._. Al ampliar ·et repertorio
otros cst1·echa en 1nás de un punto al cote· de verdades dentro del cual las verdades n1ar-
jarla con Ja ilurninaclón existencial y aunque xistas adquieren recién pleno valimiento, sal·
esto no sea, cJaro está, para achacárselo a .l\1arx vatnos la teoría del Derecho al salvarlas a és·
cotno una ·:culpa, sino la consecuencia de ha· tas, precisamente por no incurrir en un nue·
bcrse anticipado tanto a su ticrnpo. Los con· vo dogn1atisn1ó con elJas. Así se hace la conti·
tactos que cada vez tnás s·¡llcn a 1Uz entre el nuidad acumulativa dc1 .saber científico, tan·
tnar.xis1no por un lado y la fcnon1cnología y to co1no una historia' de verdades, cuanto co·
f'1 cxistcnclalístno por otro l 9), se e:xplican en 1110 un cl'iterio vigente -para entender· rnejor
la n1cdida en que !viarx hace fenornenologia y la realidad. En la -polétnica entre ... Hege!_. y }
es un existencialista. La izquierdá. con Sar- ;Saviqny, que. con1prometia el, probten1a on-
fre o h'lerleau-Ponfy y la derecha con K\vant, tológico del Derecho, la Teoría· egológica to. mó
reconocen sin an1bages esos contactos. ·1rarx partido por Savigny porque éste se radicó en
es grande a pesar de Hegel; es grande por si la experiencia y señaló que la· experiencia, ju·
tn.ismo. Diga Jo que dijere lá ortodoxia poli· ridica es una experiencia histórica; aunque,
tica que de él se nutre, lo q-ue es cosa n1uerta claro está, n.o le era .dado saber a Sav.igny, co·
en él, es lo. hegeliano,_ incluso la dialéctica poi mo lo sabemos nosotros, en qué. __ consiste de
lo que significa siempre ·ae ati.tomatismo. En verdad la experiencia histórica. En la· polé-
cambio, lo qtie concierne a Ja conciencia de mica de Ketsen contra KeJsen, que compro· .
clase y a la necesidad :r n1odo de despertar· mete el probten1a lógico del E>erecho, Ja Teo-
la, son grandes tematizaciones de la libertad ría egológica ha tomado partido por el pri·
existencial al vivir como proyec'to y en pro· mer Kclsen no obstante que el maestro vie·
yccción. Ashnismo, lo que concierne a ta arti· nés en persona to haya tom.ado por el segun·
culación vital que ocasionan los n1cclios de do, porque el .prin1er Kelsen se radicó en 1a
producción, ·:son análisis situacionales insupe- norma .Y señaló que la nolma es un juicio
rables de eso· que nos define corno entes bo· del de her ser; aunque, claro está, sin feno·,
tados en el mundo. La poiaridad política en· nienologla no Je era dado saber a I<elsen, co·
tre los Estados Unidos y Rusia que da fiso· mo lo sabemos nosotros, por qué la norma es
nomía a este n1omento de la historia del mun- efectivamente· un juicio de deber ser. Ahora en
do, si bien refuerza y hace patente que el me· la pplémica de ~-Iarx, que ya veremos pronto
ridiano del pensamiento social n1undial está contra quién, está comprometido ·el fenómeno
ideológico; y Ja Teoria ego1ógica toma parti-
dadO por el marxismo, eñ el fondo perturba do por 1!arx, aunque, ya lo hemos insinuado,
la recepción del· juicio científico que pudiera no le era dado ~aber a 1\iarx, como se puede
llegar a la gente. Pues a Iv!arx no se Jo re· saber ahora,· dentro de qué limites su teoria
futa con hacerle evidente sus errores minin1os 'd_e. . las ideologías se convalida como gnoseo·
ni con recordarle la frustración de algunas d~ logia del error.
sus profecías; ningún 'filósofo reprocha a sus
predecesores por no haher obsel'vado Jo que II
en Ja época de ellos no era observable toUa·
vía.. Y abrir un frente ·cohti'a lVIarx para desoir El fenómeno ideológico que Thlarx descu-
t?do. cuanto dijo,_. sobre . la base de que él ·se" bre· tcn1átican1ente. es indudable; y la expli·
ria un equivocado· crónico o un demonio pcr· cación dada por· él. es de una enorn1e trascen·
verso,. cat·ece·' de sentido para la ciencia, por dencia. Las innutnerables v fáciles verificacio·
mucho. que la. política se sostenga de esta n1a· nes que su teoria tiene, 13. invisten de auto·
nera con- ~n resultado,. claro está, eontrapro" rielad suficiente con10 para hacer imposible
ducente- en conjunto y a corto plazo. · su recusación, aun reconociendo que· ciertos
tipos de casos le crean dificultades o que la
(9) K"·":-:-T, en el- citado ,lib_ro, ~_eñala algunos de explicación puede con1plicarse. Sin e_n1bargo,
esos contactos en las Ps: 15;-:66.~ 67,"'69, $5 n., 101 ·a la teorla marxista ele las·.'.idCó1o'g'ía-S;-: tal con10
108 y 148. fue formulada y, de modo muy especial, tal

T. 101. Sec. doctrina


LA GNOSE:OLOGIA DEL ERROR 1083

como ha sido utilizada por partidarios y ad· conociendo el carácter ideológico del marxis·
vetsarlos hasta el presente, con n1otivo de ra mo. pero arguyendo que seria Ja ldeol.ogia de

•,..···.·•
,,. 1·
expansión beligerante del pensan1iento n1ar··
xist8:~ contiene una paradoja racional que, de
subsistir, la deshace.
En efecto: si Ja enunciación marxista va~
una sociedad sin clases; o arguyendo que se·
da la ldcologia del prnlotariado, el cual, co·
1110 clase nlayo1·Jtaria o como clase en advcni·
n1iento, ·tendría un titulo político superior a
liera sin restricciones; tal como resulta de la · las demás. Pero invocar una sociedad sin cla·
.¡j• presentación de sus fundamentos, qu€:rria de- ses, Cosa harto p1·oblemática en sí misma, no
cit· que también el propio marxismo es una es convencer nlediante un hecho, sino recu·
4
....."'
ideologia; esto es, que tampoco hab1·ía en él rrir a una n1era idea.
niriiuna verdad en Jo que como doctrina con· Asil11isn10, invocar el caráctct· de clase en
trapone a sus adveL-Sarios para recian1ar. Un a<lveni!niento que tendría el proletariado pa-
reajuste científico de la vida ·social. Tan1bién ra asun1ir Ja conducción social. -cosa que sig·
el ·marxismo resultaría ser sólo una racion-ali- nific2.ria _tomar con10 verdad esta enunciación
zación intelectual de Jos intereses econón1icos marxista antes de q\le. el advenin1iento se pro-
que le corresponderían, los cuales se estarían duzca o descuidando las variantes con que po·

""
..,, deféndiendo así en el ca1:npo del pensanliento.
igual que los otros. No !::>ói.o la do_ctl'ina n1ar-
xisla que conciC"rne a) reajuste científico de la
dría advenir-.- sólo acentúa nuestra parado·
ja. porqúc ahora la 11iis111a afiruiación (el ad'.·
vcnin1iento del proletariado), seria las dos co·
~ vida soeial, seda ideológica; ta1nbién habría sas: por un lado, vc1·dad, y por otro, idcolo·
de· serlo la propia tesis báslca y con1ún. que gia e,xtraña a la verdad; por un lado, cono·
.~
..... la integra sistemátican1.ente, de. que todo gru·
po de lnterescS económicos origina, con10 ideo·
cin1iento de un objeto, y por otro, intelcctua·
Iización de los intereses ~conón1icos del grupo
logia, una racionalfzaclón intelectual para de·
~.
p1·oleta1·io. Pc1·0 esta dualidad e.s. 1.nsostenible;
fenderse en el can1po del pensamiento. Asi las o to uno o Jo otro. Con todo, esta alternativa
......
,·-

~,,,
l
cosas, la teoría nlarxista d& las ideologías ter· nos suministra una pista para acceder- a nues·
n1ina devorándose a si misma: en el n1arxis· tra idea. En efecto; si la afirmación ·d€1 adve·
·~ n10 no habria ni más ni menos verdad que nimiento del proletariado corresponde a los
en las otras ideologías, porque la naturaleza hechos, entonces se trataría de una verdad;
...,~ de la ideología no es Ja del conocimiento. Este,
si, ton1a su sentido de la ve1·dad suministra·
y con :ello, claro está, la ideología queda sin
papel con10 una invención inútil y superabun·

.... da por el objeto -a que. se refiet·e.


Si hub.iera una conexión indestructible, co·
n1o resulta dentro del puro raciocinio y en
dante, porque basta y sobra }a verdad para
defender en Ia emergencia los intereses del
prolctat·iado .. En catnbio, la afirn1aciÓp. resulta
4 put·a Lógica, entre csla conclusión y el pun· i~leólógica sólo en el caso de que no -,corres·
4 to de partida de la teoría n1arxista do las pCincla a Jos hechos; es decir, sólo suponiendo
ideologías, la teoría íntegra está aniquil.ada
.....
,,..,..
Pot; su autocontradicción. Una _t~ot·ia. q~e se
devora a si misma, no puede subsistir ni si·
que SCél; in1agina1·io scn1cjantc adveniiniento
del ·proletariado, sólo ent.onces la afirn1ación
involucra una nüstica respecto de su adveni·
quiera ante si misma. Para salvar Ja ve_rdad n1iento y resulta ser una defensa intelectUal
~- . -4 n1arxista del punto de partida, si verdad fue· de sus intereses de clase, en ta n1edid3. en que
te, habría que desconectarla de la conclusión ·.su exaltación sustituye a su efectividad. La
,' ...¡ descubriendo el error de su falso ligan1en. Y conclusión que poden1os saciar es in1porta.1·

,'
,' ..11
,
...
en la n1edida en que los hechos'. acreditan la
verdad de aquel punto de partid.a, resulta cien·
tífican1ente indispensable con1ptetar la teoría
n1arxista con una rectificación que asegure
te y es la siguiente: la explicación inarxista
de un fenón1eno ideológico es de todo punto
correcta, sicn1prc que se trate de- un fenón1e·
no ideológico; pero picrd0 su sentido intrin·

'~-"-~'"
.•. .iJ
para Jas ideologías el valin1icnto de un e1To1·
dentro de la. verdad; <.le una verdad, claro
está, independiente de elias porque Ja· tonü1."
seco si se la extiende con10 explicación de
afirn1acio11cs vcrtladcras, aunque estas afirn1a·

... rían1os directan1ente de! objeto a conocer: Ya cionC's conciernan al hon1b1 c. La teoría de las
la verdacl de aquel punto de partida sostcni· i_geologías postula que Jos intereses· cconórni·
~ da por hechos verificables, nos alienta acerca c_os de una clase social, por enajenación, se
de Ja justeza de nuestra pretensión; pero disfrázan y originan ideologías para defen·

·':...'"-,'"
n1ientras no se puntualice y jtistifi.que Cual es tlerSc en el campo clel pensa1niento. Este pos·
la rectificación co1nple1nenta1·ia que sugcrin1os, tulado permite rastrear y dcsenn1ascarar el

. ,,
' ....
.....
es y será grande la perplejidad que oca-
siona a1 intelectual este precioso instrun1ento
teórico del marxisn10. Pues ha de Teconocer-
interés cconóinico de clase que estuviere así
operando encubiertamente a través tle los in·
telcctuales. Pero es ilegitin10 extender este
se que el n1arxismo ortodoxo no ha sabido postulado al can1po de las verdade's sociales,
-~ . ) salvar la paradoja. Ha pretendido salvarl.a re· sobre el presupuesto de que no habría ver·.
:.,.,) Sec.
-......,
r, T. 101. doctrina

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r-~ ...'J*
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! .\ ¡¡¡.e'f
f 1084 CARLOS cossro
j
1 dades sociales porque el hombre no podrla per- Cada cual tendrá, ·sin duda, ta creencia per·
in~necer neutral cuando habla de Jos intereses son'al de que su· posición ·corresponde a Ja
''. qlle le dan situación. Con la actitud legitima, verdad; pero esta creencia no resulta .anali·
la investigación torna transparente ·el alean· zad·a.. ni es ellá lo ·que -se.. ·lleva, a_ discusión.
ce de una ideología cualquiera; pero con Ia POr et contrario,_ esa- creen-cla es el dogma a
extensión ilegitima, devoramos la verdad. Y que cada cual se adhiere y que ·Je .da su· po·
en . esto la v~rdad no ofrece dudas, .porque sición; de· modo que -·Ja tarea .del p~nsamiento·
tratándose de una verdad de hecho, bastan tos se reduce a una lucidez posicional ajena a to-
hechos para e'star cieitos de ella. . da fundan1entación objetiva.
La ntisma concltisión Je hace n1ás evidcn· Esta renuncia a la verdad tiene consecuen-
te todavía si consideran1os la invocación del cias trc1ncr1das para ·et ho1nbrc conten1poráneo.
proletariado con10 clase n1ayoritaria. Con10 es En función de ella;-- nadie puede asombrars'S'
ntucho mas fácil deternlinar este carácter n1a· que el ~l de hoy ayude tan poco a
yoritario que el de una clase social en ad\·e- su sociedad. para superar los problcn1as socia-
nin1icnto. Ja alternativa no puede ser discuti· les que estarnos viviendo. El intelectual que
da aqui. En la hipótesis de que el proleta· renuncia a Ja verdad se da a sí n1ismo la
l'iado sea efectivamente la tnayoria del grupo condena de' ser estéril. El misn10 está clau-
societario, Ja invocación, claro está, ·Sería. ver· surando la posibilidacl de diálogo, que es, co-
da0era y no ideológica; y en la hipótesis con- n10 razón compartida, Jo que la sociedad puede
traria, siendo minoría, la invocación,, al revé:::. esperar de él. Es tremendamente ·co.ntradic-
seria ideológica y no verdadera. Y ·n1ás aún: tol'ia Ja· actitud de quien, creyendo que su
si cabe derivar de la n1ayoria algtína vCrdad posicióh correSponde a la verdad, no tralga al
social, como sin di.Jda cabe según pronto ve- debate los fundamentos de esta creencia y se
remos,. seria posible incluso oponer alguna ver- conforn1é sólo con definirla y-exp1icitarla como
dad a la ideología proletat·ia. De cualquier n1.1· posición, para correr ta suerte que este des·
nera. salta a Ja vista otl'a vez que la teoría arrollo posicional tuviere. Si las posiciones só·
n1arxista de las ideologías vale para expli- lo fueran posiciones, es rnütit Ja controvci·sia
car_ el fenórncno ideológico, pero no para ex- entre ellas; tortas tendrían el m!sn10 .titulo, al
plicar el fcnórncno de la verdad que pudieran no tener ninguna el titulo de la verd.ad; mien·
lcgitin1ar las ciencias que conciernen·<\! hornbre. tras no se incomoden, habrían de tolerarse
Al restringirse de esta nlanera, la teoría de recíprocamente, pero en tiegancJ'o a incomodal'-
las ideologias se salva precisamente ··porque se sc entre si, sólo cabe clin1inar p'or la violencia
presenta con10 la verdadera verdad de las a la que sea causa de ·perturbación; y esto.
ideOiogias. claro está, no puede ser la recomendación' del
A~te_s de avanzar hacia nuestra idea, que
intcl('ctual que crea en la verdad como un
con~dlidará la b~oria rnarxista de las ideolo·
factor dé paz. Las posiciones, desligadas de
gias en una órbita legitima y que definirá la verdad, son ideologias. En este sentido, la
en qué sentido la Egología. toma partido por teoría marxista de las ideologías, al expandir·
l\farx en este problerna, conviene toclavía pun- se y originar el escepticismo de las posicion~s
tualizar la situación de grave desconcierto que a qu? estan1os aludiendo, ha multiplicado las
ella ha creado al intelectual contcn1poránco. ideologías ton1ando de ellas otras tantas pruf?·
Con10 su punto de partida es exacto, como bas de su acierto en la medida en que tes
el fenó111eno ideológico es indudable, la teo- desencubrc Jos intereses que las originan y
ría mal'xista de las ideologías se ha cxpancli- que n1cdiantc ellas se defienden en el ca111po
do y· se ha irnpucsto entre los estudiosos; ya del pensamiénto. Pot' eso es urgente que la
hen1os recordado cón10 significa una convali- t_area,, Intelectual retroceda al debate de los
dación, el tributo· 1nayor o menor que Je pa- f~ridamcntos en las ciencias del hon1bre. En
gan todos los· que tratan- el tema. Pero, a su estas ciencias hay .que reganar el derecho: de
vez, como su conclusión t?S falsa, corno se dc- referirse a la verdad, que las ideologías han
vor:a -a si n1isn1a y disuelve en ideologías to· puesto en crisis. Pronto vamos a ver concre·
das las especulaciones que 'conciernen al hor'n· tamente lo que esto significa en la ciencia .del
bre, ha ocasionado ese· peculiar escepticismo· l)erecho. Por ahot·a recordemos una vez nlás
gnoseológico, domiriant_e. en el n1undo actual que "un arguinento es ideológico cuando pre·
de las ciencias hun1anas. Es el esccpticis1110 senta una· situación vigente o un nlolde social
de las posiciones. Quien<.?s reflexionan sobre como si fuera un valor 3.hsoiuto. Esta es una
los ·problemas. sociales, .se han allanado a de· fácil manera de defender un n1oldc social; ~i
finir posiCiones-·y a dcfCndcr Ja propia. El es· se ~:prueba·~ que una condición social es un
fuerzo i11telcctt1al ~e cst1·th'.tura conlo posiCíón valor absoluto, no puede ser cambiada. La ar·
Y con. eso se satisface; nadie parece pretender gun1cntación ideológica es u.n _a,,r_n1.~ ?eJ con-
una fuerza de convicclón m~dia,n,te Ja verdad. servatismo; pero es una rlesv"alo-rizaC'ióh de Jos
,.,. ,. '>·

T. 101. Scc. doctrina

~·.·
..·.. ·•·
~~~~ r.
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LA GNOSSOLOGIA DBL ERROR 1085

·•"'~\
•::::,. principios absolutos, hacerlos proteger condi· que pronto profundizaremos: ~a creación judi·
cienes periclitadas" (10). cial del Derecho es un dato ontológic·o que se

.•.•
>• Ahora bien; la llmitación de la teoría mai'- exhi~e al análisis metódico y que se verifica
< xista de las ideologías al fenómeno ideológico siempre por la expe1·iencia, Cualquiera sea la
y Su consiguiente exclusión del ámbito de la
r•.;· , án1plitud, mayor o menor, con que esa crea·
verdad en las ciencias ·históricas y s.ociales, ción aparezca en el caso concreto. De -tiempo
crea el problen1a de señalar el cr.iteriO q uC e"rl tien1po los jÚeces cambian la jurisprudencia
ga1·antice ta legitin1idad de este ámbito. Sin reinante, o consagran el desuso de. alguna ley,
resqlver eSta cuestión de fundamento, no ha· o dictan alguna de esas sentencias que los
brí3.mos hecho nad8. positivo; pues con10 todo juristas crilifican de conttu lt.:ge·ui, pero que
•• jt:iicio, aun el ideológico, tiene por csttuctura se defienden a sí rnisn1a pot• el ·cntendiriliento

•.. ·~
•••• una pretensión 'de Vcrd<;id, cada Ideología· se societa1·io que formalizan, to1Jo _to cual son
sentirla lib1·e del cstig1na idcológiCo par .. Cl actos -.Creadores innegables. Una teoría juri<li·
n1ero hecho de consun1ar su pt'opla enuncia· ca puede negar esa creación judicial o cncu·
e\.··
.... i
ción verbal. brirla con el silencio· o con coloretes verbales;
Sobre la base de la fenomenología existeh· no in1porta, pues la experiencia sigue presen·
cial de la cultut·a, e.n que se susterlta, la teoría tándose con:io es a peSar de l~ teoría y los
.·.. '
e;c::- ·~ egológica puede señalar ese criterio ·en ge- jueces siguen, <le tien1po en ·uen1pO, can1biando
neral para las ciencias culturales Y. veiificarlo la jUrisprudencia, consagrando el desuso de al·
a111plian1ente en especial dentro de la especu· guna ley o dictando alguna sentencia contra,
!ación ju1·idica, convalidando y salvando asi la lcgcnt; aquella negación o aquel cncubrimicn·
tesis n\arxista_ al corregirle su apuntado errot'. to s~n ideológicos y cot'rcsponden claran1ente
La intologia deslinda el ámbito de Ja verdad a· la defensa de los intereses de .algún grupo
en la Ciencia Dogn1ática del Derecho, como social_ éCoriómicamente prevalente .. Pero ·1a teo·
en cualesquiera otras ciencias cultu1·ales ( 11); ría· jurídica puede, tan1bién, reconocer csá crea-
el ser del objeto jul'idico puede encubrirse por ción judicial del Derecho _y explicitarle· .'sú. lu-
las ideologías, pero no constituirse por ellas. gar sistcn1ático; en este caso se trata de una
la ct·itica' de Alarx es ·exacta respecto de verdad radicada en el ser de la cxpcdcncia
toda tcoria jurídica sin base ontológica. Estas cOrresponcliente, siendo vano e inconducente
teorías sin base ontológica son ideologías, ~n buscarle ahora un origen en la defensa de los
el sentido que l\.1arx dio a esta palabra; ·.Y intereses econón\icos de algún grupo social
lo son, por las razones que él puntualizó; por que, esta vez, ninguna claridad agregaría a
eso la teoría egológica las. tcrnatiza con10 gno· un fenómeno que ya resulta claro por la co1n-
scolo&ia del error. Pero_ la critica. inatxista es p1·ensión de la propia naturaieza de es_a .expe.
fnoperante respecto de una teol'ia jurídica que fiencia.
se desarrolle desde la ontología del Derecho Así, pues, la teoría egológica puede·· arrojar
cqino punto de partida. No se entienda en con10 gnoseología del error, contra las teorías
eslo una infalibilidad para el investigador, p:ues jurídicas sin base ontológica, _el peso forn1ida-
el error sien1pre nos acecha en' la búsqueda ble de la crltica n1arxista, aparte de lo que
de la verdad aún disponiendo de la proliicción por su propia cuenta les señale como c1To1:es
n1etódfca de la fenorncnología. 1\-Ias en tal caso ontológicos, lógicos y a.-..:iológicos en el can1po
nuestro error seria un erl'Ol' de hecho, qüe sistcn1ático. En aquel sentido·· la teoría ego. · !
es cosa diferente al erl'or ideológico. Lo que lógica se acopla a 1\-larx y lo sigüe en su
nosotros estan1os diciendo señala únican1ente cdtic'a a las teor·ías jurídicas¡ Jo aprovecha,
que contra toda teo1·ia juridica sin base onto· pues, en sus verdades con un resultado bcnc·
lógica, vale el cstign1a n\al'xista relativo a ·las ficioso para verlas bien y aprcciarl.a·s n\cjor.
ideologías y procede desecharla desen111asca- En esta tarea el n1arxismo' sunlinistra un
rando el interés de clase a cuyo servicio está; hilo conductor de claridad sÚpet·lativa, cuya
asi co1no también. al revés, que .toda tcOría eficacia es· hoy indiscutible dentro del ·análisis
jurídica con base ontológica escapa a este ·CS· científico. En la n1cdida ~n que el capitalisn10
tigina porque Ja ontología jurídica es Una aparece tan\bién co1no sin.tesis de la Crisis ju-
cuestión de hecho que proviene de1 ser de los rídica· que padece el n1un<lo, el marxis,fno pone
hechos, con entera independencia d.e los inte· a la gnoseología del error en la tar·ea de des-
reses que alguna ·clase social desee _defender. cnn1ascarar al capitalisn10 dentro de las teo·
Júzguese por el siguiente ejen1plo que· ahora r.ías jurídicas acadén1icamcnte don1inantes:
anticipan1os para dejar ]l)S · cosas en c1ar0 y descnn1ascaran1iento que significa n1ostrat·lo
(10) R}:M\", C. l(\\.AN'f, O. S. A .. "Philosophy no.ció.ri ontológica t 11-I c<litat.'ioú es .so/>l'e _la cic11 t if ¡e¡*
of Labor", p. 1lt. n.; c<l. citnd::i.. f[q([ dof¡1i11i/iClt ilCl Dci·echo p1·oce.~·al. A.pé,ndiCC Sú*
(11) Profundan\entc ha: hecho noto.l' ALff)~:;:o IDA· brc "El Ego1ogisn10, Filosofía de la Ciencia lle\
:Sr.:z DE ALDECO.-\, que se puede tener un conocinlicn· Derecho", p. 126, Buenos Aires, 1954, e(f.., Aragü>.
to científico de todo objeto susceptible de d.cternii·

T._ 101, S.:~. doctrina


IÓSG CARLOS CO_SSIO

ccfr~10 el intetés parcelario de ta burguesia. La biéil su tierra nutricia'"' .(14), pues "de nin·
gnoseología del error nos llc\·a, asi1 a ver el guna manera el . arte griego hubiera ·podido
juego del capitalismo tanto en las norffia.S jU· aflorar ·en una ,sociedad que_ ··.excluyera .toda
ridicas injustas como en esa Ciencia del De· rf?laclón mitológica con la ..Naturaleza,-- que so.
recho que se da a si misma por ·fundamento llcítara del .artista una- Jmagtnación sin apoyo
nada tnás que su autoridad forn1at En an1bo~ sobre la mltologla" (15). Todo esto es lmpor·
aspectos vale sin restricciones_ eJ, pcnsainlcnto tante· para sostener nuestra Iclea de que Marx
de Marx atinente a las ldeologlas y la; tcoria é_ntrevió Úna ontologia_ social de naturaleza
egológlca puede seguirlo sin tropiezos contra existencial; pero todávia: nos parece mucho
los juristas jusnaturalistas, racionalistas, exé· n1ás ·punzante en este sentido, la Pregunta con
getas, historicistas •y tan1bién, en menoi: the· que finaliza esas páginas y para Ja cual el
elida, contra los sociologistas. Sin !\Ia1·x, -la tea· propio ~Iarx no tiene una respuesta atendible.
ria·· egológica no podria atacarlos con_ la gno- Dice asi: .. La cuestió"ri dificil no radica en com·
seología del error; pero t!arx no es suficiente prend2r que el arte griego y la epopeya estén
para desplegar el ataque egológico, porque los ligados a ciertas formas del 'descnvoJvimicnto
fúndamentos ontológicos de la Egologia le pcr· social, sfno en comprender que puedan propor·
tniten desplegarlo con una riqueza y precisió.n cionarnos satisfacciones cs~éticas todavia hoy
que no son cotnpalibles con Ja tesis ·ortodoxa y que sean "considerados en ciertos aspectos co·
c!el· niarxisn10, para Ja cual la teoría egológica rno norma y como modelo inaccesibles" (16>.
también habría de ser una ·i<leologfa; Habida cuenta la total desaparición de Ja es-
I-Iay 'n1otivos suficientes para cr~er que 1\-'!arx tructura cconón1ica del nlUndo . a,n.t.jgtJq~_ ·este
catrcvió Ja existencia de una ontologja social fenón1cno, éstético acredita mediante n:ucstra
--.de rnayor hot·izonte. que el cconórnico -Y de Que propia c·~:periericia, algo tnás que un retüoto
lo concerniente a esta ontología escapaba a·..su c¡)ifenón1cno social .H_gado como conciencia Ideo·
tesiS critica. de las ideologías. Esto, que -es lógica a tina realidad económJca dcsaparecltja,
congruente con la rcínterpretación c:.-dstencial la cual, al deSaparccer, dCbcria de ·haber atras·
del .marxisrno en cuanto filosofía de la situa· trado consigo Ja po.sihilidad de comprend'er:lo.
c1ón,:: nos .diria con· suave ironía cuanto Marx Con todo, no basta esta independE.:nc!a onto·
fue más profundo y sagaz que sus partidarios lógica de la \'erdad jur!dica compatible con el
ortodoxos y que sus adVersarios ilnpenitentes marxisn10 al reajustársele su teoría de las ideo·
de hoy. un párrafo de 1\-larx correspondiP.nte Jogias, para que a· la Teoría egoÍógica le baste
al arte con10 superestructura social, dice así: la interpretación n1arxista como verdad juricli·
"I{cspcc~o del arte, es sabido que dctern1ina· ca. Con1parada con la interpretación existen·
dos periodos de florecimiento, de ninguna n1a· cial de la EgoJogia, ta interpretación de Ja ver·.
nera ·'están en relación con el dc~arrollo ge· dad jt:i:idica' que hiciete un marxista ortodo:"o
nerat de. la sociedad y, por consigu_iente, ta1n· tiene que resultar estrecha y escuálida; en un .:!
poc°-_::cc)n la_ P.a.se 1natcriat de su organización orden t!e-: ideas diferente pero paralelo, esf.a
<f~!(', dC atgún modo, es su esqueleto. Por cjcin·
doble pobreza se ha hecho inanifie_sta ·en la
plJ, los griegos con1parados con los n1odernos,
o Shakespcare incluso" (12). Según la cxpli· p;)!étnica sostenida por Sartre con~ra Lukacs
cación que subsigue, Ja producción artistica no ( 17). Pero esto no es todo; aun al desenn1asca-
tesulta ·condicionada por Ja estructura econó· rar el juego ideológico del capitalismo en la
mica, sino directamente por "la Natúraleza y doctrina jurídica, como quería 1\-íarx, la supe·
Ja sociedad, ellas misn1as a su \'ez ya n1odc· ración· egológica se h8.ce patente porque la
ladas de algún modo inconscienten1cnte artís· Egologia cumple este cometido con un ins·
tico por la fantasía popular" (13); y asi, con trumento que no le da· e1 r11arxis1no . ni se lo
singula~ agudeza. l'vla1:x destaca a renglóh se· puede dar, sino _que se la -da la ontología ju-
guido la conexión entre la· mitologia griega rídic'a teniatlzada precisan1ente ·-por la· invcsti·
Y el arte griego, esa mitologi:a que fue •·no gaCi.óh cgólói;ica. Esta superación se radiCa
solan1ente el arsenal del arté griego, sino tarn· · en .tres aspectos que actúan aglutinados:
--------
(12) lVL\ltX, "Introduction 3. une_ Critique de !'Eco. (1·1) ?-L\RX., "lntroduction ñ une Critique de J'Ecó-
notriie Polltique", p~ 350, Esta -·ohra. <lcjnda incon- nonile Politique", p. ·350.
<:lusa. por su autoc se publicó_ en· forrna póstun1a (15) r.L\RX, "Intro<luction il. une Critique· de l'Eco~
recién: en 1903 y estaha destinada a ser la Intro- nomic Po!:tique", p. 351.
ducción· a la famosa "Co'ntrlbution it Ja Critique (16) r.f.\P.X,_"Introduction ñ une Critique de !"Eco.
de l'Econonlic Politiquc" que publicó en 1859. Las non1ie Politique", p. 352.
citas corresponden a la edición fi·anccsa de Ci:ird,
(17) S.\RTRF:. "Qucstions de ~Iéthodcs: l·Exlstcn·
1928, de. csta última, que t1·ae corno Apéndice el
texto cornpleto de -af}Uélla. tialisnle et :r.tarxisnle", en "Les Tcn1ps i-rodernes",
(13) 1IAnx, ''lntroduction á une Critique de l'Eco- nún1s. 139 y 140, París, setiembre-octubre de 1957.
nomie Po!Hique", p. 351. -:¡_·.'

T. 101, Sec. doct \na


Se: Ja ve. por de pronto, como referencia a que teoriza. Pero Heidegger ha mostrado irre·
una situación. No sólo por la exigencia tlpica· cusablemente qi.te en la acción se tlespliega tam·
mente ·egológica de considerar lo peculiar de. bi'én un pensamiento, aunque no con aquellas
cada. caso juridico, en cuanto que la vida soci.al caracteristfcas; que la conducta prdctica no es
existe asumida por personalidades in!lividua· ateorética en el sentido de la falta de visión
les; no sólo por la peculiar implantación so· intelectual ( 19); su análisis de la proyección
ciológica de cada colectividad, a través de lo intelectual del carpintero cuando emplea su
cual .se experimentan los apr·e~ios de 13. exfs: martiJlo, ·destacando lo que significa el pcnsa·
tencia según el marxismo 10 ha nlost.rádo rhejpr nticnto en el acto de nlal·tillar, ·ha: hecho época.
que nadie; no sólo por la peculiar historia qtie Por ·eso r.lerleau·Ponty, que ha confirmado
en (!a.da instante sobrevive como tradición, dátl~ r.aSta e'n sus n1enores detalles. este punto' de
doriOs un temple colectivo que dista n1ucho :'l<·ista (20), propone la denominación de prac·
de ser un epifenóméno ideológico, como pue. fognósis para este Conocilniento en acción o
de cl'eer el nlarxista ortodoxo computando -el CorioCimiento encarnado, que es una compl'en·
tien1po con la' ten1poralidad física sin1plen1en· sión intelectual concteta difícilmente conscien-
te. Tan1bién se ve aquella superación egológi- te de sí n1iSn1a r q~tc integra la conducta. Lo
ca con10· referencia a una situación, en Cuanto que .conocen1os de esta n1ane1·a 1 lo podemos ha·
·'que nos haCemos cargo que el hoinbfe se rea- cer, pero no explicar; podemos enseñárselo a
liza de diferentes m·oaos esenciales. y no úni· otros sólo si les n1ostramos cón10 hacerlo. La
can1cnte con el trabajo como dice la tesis n1ar· cuestión es convincente: si observan1os un par·
xis~.a.·. El trabajo es, sin ninguna duda, uno de tido de tenis, hablamos de jugadores "inteli·
esos n1odos esenciales-; y ya es n\Ucho que ?-.Iarx gentes" en la n1eJida en que clJos conocen las
haya podido legarnos este cl~scubrin1iento, que posibilidades de sus raquetas, los botes de la
hace de su filosofia la primera filosofi3. del pelota, la intención del adversario, etc.; en to·
trabajo conocida en la historia (18). ·Pero la do esto 'háy como con1prensión un_ conocimien·
filosofía existencial nos au.toriza -.y- obHga a to por practognosis; en los jugadores n9 hay
ampliar ese horizonte, justo en ·la medida ·en. un análisis intelectivo, ni el .partido se presen·
qu.e convalida aquella intérp'retación del tra- ta como. una teoría puesta en práctica. Y bien,
bajo .para la comprensión de la vida hun1an~. la novedad egológica consiste en haber .n1ostra·
Además, se ve la superación egológica como do que el conocin1iento juridico que ·tlene.n el
referencia a un co11oci1niento ele protagonista. juez y el legislador (y tan1bién el tratadista en
Expli'quémonos brevemente: La filosofía occi· cuanto que éste se pone en el lugar de aqué·
dental n1aduró distinguiendo y contraponieúdO llos). es con10 idea una practognosiS. con al·
el pensanliento y la acción; para el hon1bre con· canee teox::ético; en este conocin1iento cabe el
terµporáneo, la distinción y cont1·aPosición vic· análisis y puCdc ser una teoría puesta .en_,prác·
ne a ser entre la ciencia y el trabajo. En e.sta tica; si la Egologia habla de una gnoscologia
dualidad, "pensa1nicnto'' resultaba sinónin16 de del error y de un conocin1lento de protago·
"pe;nsamiento conceptual", es ·decir, se aludía nista (21) es, precisamente, porque el pensa·
, al .:pens·anliento abstracto, al pensan1ien to que n1iento del órgano puede ser analítico de lo
se expresa por 1nedlo .<le uniVcrsales, al que que él nüsmo _hace y porque lo que él hace
SÍl'Ve para indicar objetos sin ser él n1ismo una puede ser co:-npren<lido, incluso a su .. Pcsat:,
parte del objeto por él nlentado, al pensanlien· corrl.o la aplicación de una teoría. Ell'o es po·
to que nos permite conocer un objeto por su sible porque el pensan1iento jurldico de ,sl mis·
análisis al declarar un consistir adecuado a la ma con que la conducta se integra, es un pen·
n1ismidad del objeto, en suma al pensamiento samiento normativo y porque, ·ta Ciencia del

(18) Dice Rr.:.tY c. KWANT en su "Philosophy of el cspiritu ni:irxista que le otorga: al prOblenut su
Labo1·", p, 59, ed. cit.: "La filosofía n1arxista. hizo verdadera. vita !idad,
del tl'abajo, el centro de su pensa1nicnto fllosóficc. (19) Hr:mr:ccr.:R. "El Ser y el Tiempo", parágs. 15
En la historia de la filosoiia fue la prin1era ve~ y. sigui en fes.
que se asignaba al trabajo se1nejantc posíción· ccr:~ (20l 11AL"R!('!: ?.Ir.Rt.I:.•.t:-PONTY' "Phénoménologie
tral. No podc1nos ignorar la filosofía marxista, E:o de la Pei·ception", Prin1era Parte, caps~· III y IV
la priinera filosofía del trab.."\jo y quienquiera qu.: tPad;;:, 19·15. Gallin1ard).
escriba sobrc·.cst:c tcina debe aceptar el nlnrxisn1:. <21 > Cosfiw. "Ciencia del Derecho y SÜclología
o al ·n1enos cxnn1inn.rlo" ... T;:uubién ST.\:.1:.1t..t:1t, (·~ J uritÍica" 11950). "l'.'otas Para el Estudio de la
su "Econon1í.a y Derecho Según la Conce¡)ci6:-, Norrun y el In1peralivo en HussC'rl" (1951), en es~
1Iaterialista de 1a I-!lstoria", y NAT'HtP, en Su "P<:~ pecio.! el cap. 5'' contenido en la reedición; "La.
dagogia Social", hnpulsados por· el -pensanliento.-C.,, Irituición, el Pensamiento y el Conocimiento Ju~
!\f.\RX sienten la necesidad ele da1· al trabi:i.jo \..::1. ridico" ( 19511; "Teoría de la Verdad. Jurídica",
puesto central .'en la fHosofía social; pero .en co:-,· caps. III y V (19541; "La Polén1ica A,nti-egológi-
traste con·la aütentícidad que nianUene Kw":-;T, .:-! ca." 1195-11; "Verflad del Ente y Verdad-de; ..la Con~
intento de aquéllos se realiza perdiendo totaln1€r;:e ducta" (1955i.

T. 101, Sec.· doctrina


.,
10.88 CARLOS COSS/0

Det·echo se sirve también de un pensarriien to probablemente Savigny; lo esperaba¡ sino. que.


normativo al referirse a esa conducta cómo ofrezca un desarrollo arborescente. multiplican·
objeto de su conocimiento. De aqui se sfgue do escuelas y subeScuelas en·. lucha de .recipro-
una peculiar unión entre teoría y práctica· en co aniquilamiento pero sin aptitud. para anlqul-
el ámbito de la_ Ju~isprudenCia, más profunda larSe. --Y esto determina, ·claro: ·está, que. la .na·
que la de ta practognosls espontánea pór ·su al- turaleza del sab'ci:- jurtdicO ·resulte .la.~,sá.­
cance clentiflco en sus consecuencias técnicas¡ bcr polémico (24), donde la' polémica signlfl-
de aquí resulta también la necesidad de inte· .ca. no sólo descartar un error, sino a ta- vez
grar el desen1nascaramiento .ideológico de las remoVer un obstáculo ·social, "remover la resis·
normas jurídicas y Qe las teotias juridiCa:s; con tencia de las clases ecOnó.micamente dominan-
el 'examen de la preparación. para el Derecho tes para quienes la cosa irripllca.sostenerse en
que· suministran las univers.idades como fUn· sus posiciqnes o perderlas en parte, al estar
ción social, cuando se trata de realizar aque- ellas defendidas por. fas ideologías jurldlcas que
lla'· tarea con referencia a una comunidad de· imponen su prestigio de autorl.d3.d sobre Jos
terminada.· Todo ésto, y en especial esta cien- jueces y abogados.
tificidad dél conocín1icnto jurídico, e$ algo que Ahora bien; ta gnoscologia del error, al ar·
Ivlarx no vio, ni lo pudo haber visto c'on el ba· licular de esta manera el desenmascaramiento
gaje· intelectual de su época. de las ideologías tanto en el pensamiento fun·
Por últin10, y a n1odo de corolario de las dos cionaln1ente norn1ativo como en el pensamiento
apt·cciacioncs precedentes, lan1bién se ve la su· doctrínariamente ·normativo del Derecho, tiene
pct·ación egológica como referencia a Ja divi· tan1bién en la experiencia .su catnpo de verl·
sión del trabajo social, en la parte que la crea· ficación. Pó.ngase bajo ·examen ···Un'· sistema ju-
ción del Derecho como fenómeno del conJunto rídico cualquiera, vigente en· ·el mundo· con·
societario queda en manos de los juristas. Aquí tempo1·áneo, cuidando de tomarlo ·por lo menos
debemos retrotraernos a aquella certera ob· durante el lapso de una o 'dos gene1·aciones
serVación de Savigny (22), cuando subrayó que para evitar que nos despiste el aislado·. Caso
en:el mundo modern0 la creación del Derecho excepcional, y se tendrá un· esclareCimi.ento
corresponde no sólo al juego directo de las efectivo de'· la verdad situacional que-. lo· ·pro·
fuerzas sociales a traVés de su organización, mueve. No es que haya de verse como ·fesul·
sino también a la parte no despreciable que lado, por aquí el capitalismo y por allá el co-
ton1an los juristas como clase técnica en razón munismo según el pais de quq se tratare, por·
de su mayor pericia. En este sentido y en cuan· que decir esto serta una perogrullada innece·
to ·que el :Oerecho, por ser conducta. existe for- saria. Se ver·ia algo más; se vería-· en el Dere·
zos·amente cbmo actualidad, Ja actualización del cho, con10 verdad jurídica, Ja peripecia del ca·
De·~echo está pe·rn1anentemente en1pujada por pitalisn10 o del con1unisn10 en ese momento, el
la ·Jdea .de... Ja verdad jurídica qtii? ldS juristas trance que estuVieren pasando por estar sien·
hubieran asun1ido (23). Con ello, vamos a ver· do vivid.os, los giros concretos de su déspliegtie
lo, se abren las puertas· a la ideología cienti· conflictUa1; se vería (cosa que la ld.eologia
fica con10 una peculiar n1ancra del control no puede n1ostrar), aquello que fuere acierto
ideológico que ejercitan las clases económica· o desacierto para ellos mismos dentro de. sus
nlente do111inantes; y se hace patente también propios lin1ites; se vería aquello que para uno
el desastre social que llega a significar Ja de· u otfo fuere a\'anzar o retroceder; se verían las
cadencia ele los estudios jurídicos de carácter posibÜidades de entendimiento societario- que
teórico, en la medida en que la idea prevalen· ellos contienen con10 efectividad, confirmando
te de la verdad jurídica se aleje de sus funda· o d'esautorizando las anticipaciones especulati·
mentos ontológicos. Esto explica que la cien· vas. S.e vería, en fin, algo del porvenir inme·
cia del DerechO no presente el recorrido de una diato como integración de lo que aparezca lo·
línea' recta como un saber acumulativo, según grado ya en ese lapso, porque la verdad· jurl·

(22) S>.vtGN\", "Síste1na de Derecho Romano Ac- (23) Ver el desatTollo de este tema en COS.$10,
tual", especialmente el parág;-.14. Ver en c3stellano "Para ?.!editar Sobre las Tendencias Actuales del
la traducción. directa. en el volumen "La Ciencia Derecho'', en Revista de ta Facultad de Derecho
del Derecho''., ps, 59 a 63, Buenos Aires. 19·i9. ed. de ~Iéxico, t. VIII. n'üni.. 30, año 1958-.
Losnda, Biblioteca det Instituto Argentino rJe- Fi- C24) Sobre esta característica del saber jurídico
losofía Juddica y Socio.!. La idea cst;í convalidado. con10 s::i.bcr t>olCm'ir.:o, ver CO!;.O:::!Q,_ "L;e1._Plenlt1,1d del
por nurncrosos ·autores; asi Fmr:n:i.tANN \e dcdic:l. ,Q.~n_2.J:!.iento- J~rídico", 2• ed., cap. III, ps., 115 a
un largo co1ncntario, cuya prin1era. frase 1·cz.'.l n.si: lll- (Buenos Aires. 10-17, ed. Losada); y Coss10,
"Sólo una inco1nprcnsión <l~ la función dd Dere-
"El Derecho·cn el Derecho Judicial", 2• ed.,· ps. 256
cho, puede desligar al abogado <l8 J(l. parte que
toma en Ja evolución de la sociedad". (Lega.l Titeo.~
y sigts. (Buenos Aires, 1959, ed, Abeledo-Perrotl.
ry, p, 410, London. 1949, Stevens & Sons).

T. 101. Sec. doctrina

Av
.:. LA GNOSEOLOGIA DEL ERROR

:···• dica es dinámica siendo siempre la verdad de


una actualizacióp; de modo que, como verdad
comQ Ja reducción de las posibÍlidades de en·
dudable; y porque su teorla de 1115 ldeologlas
suministra un punto de partida para ambos
axiologica, lo · desvalioso para ella se. define -lados .
Peft>· en la medida ·en que el marxisn10 to·
•••
•"•¡'• tendimiento sC>cietario. En contraste, el pensa· davla no ha desenvuelto una teorla juridica pro-
miento ideológico es estático porque es la .exal· ·pla; .en la· medida en que a este respecto es tri·
tación de un Interés . como ya estuviere. cons· butario del pensamiento jurldico pre·egológi·
tituido; por lo cuál, para él, Jo desvalloso se co· (25),. ·pensamiento del que se s_irve como
define como lo contrario a él, con prescinden- puede para presentar analíticamente las institu·

...•
cia del criterio convlvencial del entendimiento ·ciones ·Comunistas, la critica ·del marxismo a
societario. las ideologias de los juristas no puede superar
Hefii·os de recurrir,. pues, ·más adelante, a . la enunciación negativa que significa denunciar·
la verifiéación de 1a gnoseología del error con las y nacla más; no puede discutirlas paso a
un ejemplo de ~xperiencia. Nos servirá para paso y punto por· punto, en el nlismo terreno

•• ello, la vida juridica argentina entre 1930 y


1960. Pero antes cot'responde concluir esta fun·
donde los juristas se sitúan, porque el marxis·
n1o tan1Poco cuenta con una teoria general del
dame,ptación en forma tal, que no sólo sumi- Derecho ontológican1ente fundan1entada, que le
nistre· .un instrun1ento .inequivoco en la inves· permita señalar los errores metodológicos de

•• ligación de la gnoseología del error, sino que sus adv(,'t"Sarios, y advertir los propios.
adcn1ás permita un paralelo tan1bién inequívo· En c'ste aspecto negativo de la critica n1ar·

,.,••.
co con la actitud critica del n1arxisn10 orto· xista que lleva a dcsenn1ascarar las ideologías

•• doxo, a fin de que se vea el verdadero senti· de las doctrinas jurídicas, la Teoria .egológica
do que tiene pal'a nosotros. este contacto con coincide.con el marxismo porque la actitud ego-
el p'ensamiento de ·carios Marx.

III
lógiCa e'S· la ·actitud marxista Uevadfl;_ tJl~s·..Jejos;
esto es, justificando in'cluso que el marxismo
se ·devorara a si mismo, si él incurriera en el

.•
· Respecto del pensa1niento jurídico· marxista, n1isnlo pecado que enrostra a los juristas ... Pe·
el pensan1iento jurídico acadén1ico guarda un ro en el aspecto positivo de aquella crítica, con
sospechoso silencio y sin1ula ignorarlo en el el cual se la lleva a plenitud, la superación e·go.
án1bito intrasisten1fitico de la Ciencia norn'1ati· lógica se n1anifiesta en un triple niv(!l :con
va del De1·echo. Este silencio es ideológico por- sólo cst3.blecer un paralelo entre ·el pensamien·
que, aparentando ser una neutralidad hacia la to egológico y el del marxismo ortodoxo. Esos

•• tres niveles serían el de la experiencia jurídica,

.,
verdad,. traduce en el caso el escepticismo de
las posiciones y se contenta con desenvolver la el de la ciencia jurídica y el de la filosofia j~·
propia. Y aquella ighoranCia es posible en la ridica.

• medida en que el n1arxismo jurídico carece de Pongámonos en marxistas ortodoxos.· Y ade·


los rn~dios. para salirte al paso en el plano téc· : n1ás, por claridad metódica, permítasehos li·

..
ni.co e·n ·que.. Ias teorías normativas del Derecho mitar la eje1nplificación a aquel ámbito de las

• se desenvuelven . : relaciones civiles (án1bito, por ·otra parte, de


La Teoría egológica, al tachar con10 'icteolo· abt'umadora extensión dentro del código argen·
gias a las doctrinas juridicas carentes de base tirio) 0onde el motivo económico es directamen·
ontológica, las obliga a enfl"Cntar el pcnsan1icn· te determinante de la relación jurídica,: ·pro·
to jurídico n1at·xista. Con Ja gnoscotogia del piedad, contratos, herencia, etc. Dejcn1os de la·
... error, caen en crisis aquel sospechoso silencio , do instituciones co1no la fa1nilia, · pat·a eludir

.••
y aquella simulada ignorancia; sólo que la cri· la discusión previa de si aquí Ja institució'n co·
sis también alcanza, claro. está, al pensan1lento tTcsponde a una ideologia de otro tipo, por
marxista de su propia teoría jurídica en la ejcmp'lo religiosa: en cuyo caso procedería a su
n1edida en que é~ta resultara una construc· ycz discutir si la ideología religiosa, ya es un
ción ideológica para Ja defensa de su ortodoxia trasunto del sistema económico capitalista; Co·
política. De cualquier manera, el marxismó rno -desviar el análisis en este sentido -no·:con·

•• tiene la iniciativa critica porque el fenón1eno dúce ..Práctican1ente a nada, frente al VOiun1cn
.ideológico por él descubierto, es un hecho in· ·preponderante que dentro de un código· civil

••
.
(25) Ver Cos810. "Tcor-ía de la Verdad .Jurídica"; '10 dicho. La reciente polé1uica que, con motivo de
ps. 37 y 38 (Buenos Ait·es, 1954, Ed. -LoSada). Ver está publicación. les hace I<Et..SES a todos ellos,

...
en el volumen "Soviet Legal Philosophy" (Ca1n- no cbn1porta nada nuevo; apen.as tiene el modes~
bdclge, 1951, Harvard University PresS:) las obras "to !'iignificado de repetir los argurncntos que el
jul'idicas n1ás sigtiificntivas de LE:if!'l, STt'CHKA, racionalisn10 yn tiene n1uchas veces exPr.esado
REISNER, PASHL'KANIS, STALl:-C, V\"SH!:-<SKY, Yl'DlN, conlt:a el sociologisn10 ecléctico, mostrando. ·a su
Got..CNSKU, STROCO\"ICK y _TR>.1,::•lt:-i, que confirman. turno errores n1etodológicos contrapuestoS .

•• 35 - 101 T. 101. Sec. doctrina

...

f ..
109.0. CAR LOS COSSIO
1) l ... ,_,

tle~'en las relaciones jurídicas. directamente de· tractuat Bastará admitir, mientra$ no. se. prue-
tenl:'ilnadas por los intereses. económicos, use· be lo contrario; que et-. acreed.or .de cada -reta·(
mos nuestra ejemplificación dentro del áni.bi· clón juridica aislada es el capitalista, para
to de las transacciones. Poniéndonos en mat·· ver el preciso punto de engaste d~ la ldeologia1,
xistas ortodoxos, esto es, utilizando el ·an;e- capitalista con la. técnica. juridlca¡' p()rque, en
nat conceptual q"ue Vale ·con10 · dogma pftra 105 general, la teoría de la ·imprevisión ··favorece
facctoriarioS. cnconti-aríamos que el desenmas· a los deudores. La su·posición de que el acree-
cara.miento n1atxista de la ideología CapitaUstá dor es el capitalista, desencUQre el transfondo
en··lá.s ·teorías jurídicas. se lin1itaria, en prin'1er ideológico que estuviere moViendo el manejo
lug.~t"t a señalar las. diversas posiciones anta- técnico cuando se rechaza la solución de aque-
gónicas de las clases sociales definidas por süs lla teoría. Y el hecho .de que excepcionalmen·
intCrcses econónticos contrapuestos, en cuanto te quepa la prueba de to contrario respecto de ,
que ·posccdot'as o dcsposcidas de los nlcdios de aquella sup6sición, no altera la exactitud <le
p1·oducci6n;. luego, a referirse en conjunto a la apreciación global ·resultante. porque la es·
cada doctrina jurídica burguesa como defensa· tadistica con!irtna que, en conjurlto, los capita-
ra ·del statu, quo, sobre la base de que ellas listas son los acreedores. Como los jueces re-
quitan su historicidad a las instituciones (por suelven casos singulares, la suposición es de·
ejcinplo, el Derecho con10 norn1a; o la propie· cisiva para ver la actuación judicial por el re·
daci' como derecho natural; ·o el Estado con10 \"Ct'So social que tiene y _que su anverso téc-
creador extrajur.idico del Derecho, etc.); y por nico disin1uta.
último, a levantar en contra un clan1ot· de jus· ~Iarx no andaba descaminado_cuando exigia
ticia sobre la única y otnnicomprensiva base ele transferir las· teorías juridicas a.··los:·:h~~.bres
la revolución proletaria 1. sin hacersé cuestión de carne y hueso, aunque lo reclamara· .en for·
de detalles en cuaiito que el pensan1iento orto· ma niuy general; la exigencia tiene base onto·
doxo del marxismo está en un juego de todo lógica porque el Derecho es conducta hun1ana.
o I).a<la, en razón pt'ecisamcnte de su carácter Y basta transferir cualquier teoría juri~lica·· de
revolucionario. Cotno no le interesa el frag· carácter técnico a los hon1bres que se benefi-
n1ento, ni el episodio, ni la pequeña conquis· cian con ella; como se ha visto en nuesti·o ejem·
ta, . el marxismo carece de conceptuación para plo, para tener el hilo conductor ·qu~ nluestre
esta vida en tono menor; .sólo ha elaborado su ale.anee ideológico si lo hubiere, porque atrás
conceptos de conjunto y sólo se siente con1· de las enunciaciones abstractamentc univ.ersa·
pt·ornetido con relación al conjunto total con10 les del lenguaje técnico, en la· experiencia co-
reyolución. múnmente se encuentran sólo grupos de poder
Pongámonos .ahora en cgológicos. sin posibilidades de totalidad, para cotTespon·
a~... En la ·medida en que nuestro punto de der a esas enunciaciones. Así, nadie duda que
pat'tid.a. es..l¿t experiencia jurídica, ha de re· favorece a los capitalistas, la tesis de· que las
conocerse qUe nin-gúri ptantcari1iento global de petsonas colectivas no pueden delinquir. en
esa experiencia- como fCnón1cno de conjunto, cuanto que carecen e.le ánin101 porque· son
puede resultar suficiente para la actuación téc· los capitalistas quienes pueden asociarse con
nica de un juez o de un abogado, porque el propósitos económicos :r porque el típico delito
juez actúa pronunciándose sobre casos singu· de una asociación licita es de naturaleza eco·
lares y el abogado actúa patt'ocinando casos nón1ica.
singulares. Esta instrun1cntación p'ara lo sin· Pero el déficit marxista para instrumentarse
gular es ajena al 1narxisn10 ortodoxo, que sólo co,n\o con1pt'ensión de lo singuta1·, que tanto
se siente comprorneti<lo con la revolución pro· interesa a la ciencia del Derecho, tiene otra
letaria¡ y nb con la técnica judicial. No obstan· laguna ontológica decisiva. Nos. referimos a la
te, si el marxt'smo ha de- fecundar la- Ciencia creación interticial del Derecho por parte del
del Derecho, tiene que inst1·un1entat"Se para juez, que es un' dato ontológico. Téngase pre·
con1prentler lo singular, Porque se trata de ver, scnte que ontológico no es lo que a un tnves·
precisan1entc, en qué fonna concreta un juez tígador se le ocurra calificarlo así; lo ontoló·
de buena fe torna partido por la ideología ca·· gico corresponde por necesidad a lós heichos y
pitalista o por la verdad societaria; La cuest.ión se lo aprehende:. a partir de un hecho_ verifica-
interesa .no sólo para el análisis de la actuación ble, siendo aquello que subsiste como la mis·
judicial, sino· tan1bién para abrirle al juez.·l_as midad ele los hechos a pesar de todas las va·
posibilidades. de su autenticidad como órgano riacipncs· que fa imaginación le hiciere. Lo onto·
del entendimiento societario. lógico se in1pone asi con10 la tacionalidacl-.inhc-
Consicleren1os,. por cjen1plo, la controversia rente a cada u110 de los hechos que nuestra
suscitada por una de las teorías jurídicas n1ás , intuición .atestiguare. La afirmación de que
características e in1portantcs de nuestra épo-_ Dios ha creado el mundo, por ejen1plo, .no es
1
ca:- la teoría de la imprevisión en materf3. con· on_tológica pórque no se sustenta sobre un he·

T. 101. $(!c. doctrina


cho; puede ser la co'.ncluslón de un raciocinio, Y todo esto, comO pOslbilidad de obscure<:erse
pero no más. por las ideologlas o de iluminarse por la ver·
Ahora bien; la creación intersticial del Dere- _dad,. no resulta hacedero si tampoco fuera
cho ·:p·or parte del juez, se impone con este ca· verdad Jo de la creación intersticial del Derecho
poi parte de los jueces. Esta verdad ontológica
:¡ ráct.er forzoso. Nada ni nadie la puede suprl·
mir .de la experiencia jurldlca; podrá el juez
ejercitarla para innovar o para reiterar Jo exls·
suministra el punto de apoyo a todo Jo que se
despliega arriba de ella Y por eso no es una
l'·
¡ /.
tente, podrá ejercitarla con mayor o · menor.
latitud; no impoÍ't3.i 'siempre ocurre en alguna
caimalidad. que sea lo primero que temática-
mente nieguen las teorías jurídicas que .ideoló·
medida. Para todo el que tiene alguna expe- gicamente defienden al capitalismo.
'f,.
"'". riencia judicial, resulta de inmediata eviden-
cia·. "'.que, en parte, el Derecho es el propio he·
Pero .·las paradojas de una !deolog!a como
conciencia falsa, son grandes. Una ideología
!4 cho .del juez" {26). E;¡ta afirinación prueba-poi·
si nlis1na, en contra de la tesis ottocloxa del
jurídica que, como doctrina, niegue la c1·eación
judicial intc.rsticial puede, sin duda, favorecer
.!- • n1a·rxisn10, que no es pu1·a ideología todo.cuanto al capitalis1no si por esto se entiende prolon·
r-.3 enunc_le una. Ciencia referente al ho1nbr.e. AqÚí, gar el n1antcnln1ien~Q. de un statu quo y obs·
sobre base -ontológica, tenen1os enunciada una taculizar la evolución de las instituciones, ya
verda~ rigúrosa, situada más allá del cainpo que la eficacia de semejante d.octrina significa·
4 ideológico; y no faltan autores mar~istas, co· ria reduci1· al mínimo la posibilidad· funcional
4; n10 Pashukanis (27) que han advertido hoy de los jueces .de abrir la sociedad a su porve·
esta diferencia aunque no hayan log·rado sa· nir en advenimiento, en la fo1·n1a escalonada
- 4l carle mucho provecho.


y ramificada que resulta por la pluralidad de
· El n1arxismo ortodoxo pasa de lado respecto jueces y la. diversidad de fueros. Pero todavia
del problema que suscita la creaci_ón judicial queda por decidir si no se trataría de una vic·
-4 del Derecho; encerrándose a si mlsn10 en· el tor.ia ·a lo Pirro, porque. no advertimos· que así
; 4 clainor general de justicia de la reVolución se· Consiga hacer desaparecer las te·n.sioncs ser
l proletaria, que da ajeno a aquel problen1a. Ocu- ciales que el capitalisn10 engendra co'n n10.tivo
.. 4 rre .• sin embargo, que en la n1edid8: en que la de la nueva situación advenida; por el coritra·
creación judicial del Derecho no es una afirrna· rio, pudiera creerse que las tensiones. au~en·
_4 ción ideológica, ella suministra el punto preci- tan ele volun1en paralelan1ente a su contención
y que, con ello, gana prestigio la racionalidad
~ 4 so para enlazar inrnediatan1ente el proble.n1a
de la violencia co1no n1étodo de encauzan1ien·
1 marxista de las ideologías con la ·ciencia del
4 jurista y esclarecer muchas de las paradojas to. Así, es elocuente el hecho no casual, de que
1 que presenta esta ciencia con la única luz que donde menos se siente la crisis del capitalismo
4
.~
y donde con seguridad no se·la·siente en·fonna
se verifica esclarecedora. Si se admite. como
14 vefdad científica que el juez efectúa una crea- catastrófica, sea en los paises del Coinmon
·~ ción jurídica intersticial, esto lleva a adn1itir La\V,- y -en Escandinavia, I-Iolanda, y Suiza,
que son los países donde la doctrina jurídica
"1""
la.·p_osibilidad de una mejor o peor juSticia den·
allí prcdotninante ni siquiera (liscute la crea·
..... t1·0 ;11.1isn10 .. de cualquier sisten1a. jurídico y ,'en
conforn1idad con las máxin1a.S posibilidades del ción judici<il intersticial del Derecho.
J
J4 sistema en cuestión. No -_se requiere la revolu·
ción proletaria para poder n1ejorar en algo
Por lo demás, claro está, esta creación inters·
ticial del Derecho que legitima el tratan1lento
34 la justicia que nos sea posible vivir; y resulta
infundado suspender todo juicio al respecto o
del problen1a de las ideologías,. en sus térmi·
nos marxistas, dentro de los problemas técni·
~4 c;lesconectarlo de las verdades marxistas que cos del jurista, no agota el análisis Ideológico
.4 pudiéramos aprovechar pal'a explicarlo, sólo pertinente. Por el contrario; como punto de
porque no se trataría de la revolución prole· partida, la creación judicial intersticial, si bien

""..,
4
taria. La revolución proletaria vcnd1·á o no
vendrá en los términos que 1\4"arx la vaticinó;
pero micnll'as Clla no llegue, es .asunto n1uy
opera la incorporación de toda Ht prohlen1ática
ideológica. apenas la clesencubré en un prin1cr
n'iveL Parafra:seando a Pashukanis. nos toca
in1portante pa1·a el ho1nbre ele carne y hú.cso, deCiÍ; que no corresponde identificar al Juez en

. "" la mejor justicia que ya misn10 pudiere vivir. cuanto función judicial. con la ideolog.ia del

...."" .,.. (26) Cossw, "La Teoria ·Egológica. del Derecho",


p. 48; asin1isn)O en ps. 82, 86, 237 y 263 tB1,1enos Ai~
res, 1944, Ed. Losnda). Ver igualrnente Coss!O, "El
Legal Philosophy", ed. cit., llega a decir que no
cotTesponde identificar "el Estado con ta ideología
del ·Estado". "E! Estado no es meranH~nte una
4 Derecho en ~1 Derecho Judicial'', 2-1 ed., p. 105 fonua i<lcológica: ta1nhi&n es al n1is1no tien1po
\ <Buenos Aíres. 1959, Abcledo~Perrot). uiia fornui. del ser soci~l. El idcologisn)o· de un
4 (27) E. B. PASHVKANIS, ~·The Gencl'al Theory o( co.ncepto no o.nula la rcaliJad y la nlatcria:lidad de
La\V and Marxism", p. 132, eri el volun1en "Soyiet tas relaciones que el co:-.cepto expresO:'·.

T. 101, Sec .. doctrinn


1092 ... CARLOS. cossro

juez. Inmediatamente después de que acePtá· siempre presenta. Se .trata-de una argucia para
ramos·. como una verdad cicntifica, que el juCz eludir las dificultades clentlficas. Pero también
realiza: una creación intersticial del DerechO, precisan1ente por eso, Ja ·gnoseotogfa· del error
el problema tdcológico se replantea sobre. esta tiene que hablar de la creación judlcjal en la
nueva base al tener que analizar ahora elcrlte· . actuación ·del juez, no sólo para legitimar los
rio de la opción judicial. Pues todo juez, como análisis ·ideológicos ulter.iores .a .este punto de
lo supuso Marx. y como lo sabía Holmes, 3:ctú.a partida, sino también. para:. ·des~nn1asc3.rar ·1a
sobre la base de ·una premisa ·ma.yor ina'rticu· ideología ya existente en la maniobra .teórica
lada ·...(28). Y si· en esta premisa mayor hu· de la negativa inicial.
hiere'··. alguna verdad general suficiente para b) El problema que plantea la creación ju.
descartar ciertos intereses ideológicamente de· dicial del Derecho, aun como creación intersti-
fcndidos. de nuevo rcapareccria el problcn1a cial. va n1ás ll?jos de lo que en un primer 1no-
ideológico a un nivel n1ás alto aunque. más n1ento pudiel'a creerse .. En rigor, incon1o<la a Ja
circunsct'ipto, al tener que analizar el criterio estructura capitalista· del podCr, .- tanto n1ás
de la' opción judicial en los diversos detalles; cuanto rnús fosilizada fuere la sobr·c\tivencia de
pues· bien puede ocutTir que una solución. adc· es:t. estructura. Y de ahi, Ja cxtrcn1a suscepti-
cuada en conjunto a Ja verdad a:-.iológica del bilidad ele .las teorias ideológicas de los juris·
grupo en total, peque de ideología en algún tas cuando se aborda el tema judicial y 1a per-
detalle. Y de la misma manera; sobre la base fecta disimulación con que esas teorías ocultan
restrictiva que diere la verdad concern.iente a el compromiso ideológico que les toca asumir;
este detalle, el problema ideológico podría lo uno y lo otro n1idiendo la importancia de la
reaparecer de nuevo a un· nivel más alto, con jugada inicial. Veámoslo:
motivo de los detalles de aquel detalle. Y así El problema que la creación judicial del De·
sucestvamente. · recho plantea al jurista, desemboca en aquel
El ·ÍUétodo- resultante, avalado por. verdades otro de saber quién tiene. el supren10 control
escalonadas y estrechándose como un en1budo jurídico. Esta última es una cuestión ineludl:
en Ia··dirección de su orificio de salida, se. hace ble e inherente a cualquier sistema (29) ;·y ·.en
cargo de que el saber juridico sea un saber la n1edida en que el DcreCho es conducta, la
polémico contra las tcorias ideológicas; pero cuestión significa señalar normativan1ente la
al propio tiempo que sea un saber acumulativo o las. personas de carne y hueso que. cómo ór-
con relación a la linea ontológica en que se ganos del sistema, tienen la atribu,ción de aquel
fuere· haciendo pie. De esto resulta que el en· supremo control.
masc_~ramiento ideológico con el que el jurista En los Estados tota.litarios, tanto· de derecha
se complica en la defensa forense· del capita· como de izquierda, ese supremo control se asig·
listnó,. s_icmprc puede recurrir a un combate na al Podet· Ejccu tivo.: pc.r·o ·tos Estados con
parci~1.·,at1.n._d,espués de haber perdido ·ta bata· fisonomía den1ocrfl.tica siguen dos corrientes:
Ha científica del punto de partida, donde va· unos, corn'o Inglaterra, radic_an el c.ontrol su-
lía la pena jugarse por el todo, ya que la po· pren10 en el Poder Legis1ativ6"; y otros, . como
sibilidad ideológica de ocultarlo todo, no tenía Estados Unidos, lo radican en el Poder Judi·
a su frente el riesgo de que quedase al des· cial {30), n1ediante el expediente de _una cons·
cubie1·to todo. Bastaría, en efecto. imponer co· litución escrita que hace viable la declaración
mo verdad la noción falsa· de que no hay tal de inconstituclonalidad de las leyes. Pero esta
creación intersticial del Derecho por parte de alternativa de Ja democracia, como todo pro·
los jueces, para que ~odo análisis de un pro· blema de mención normativa, no es una cues·
blema en términos ideológicos- aparezca espurio tión que tiene su razón suficiente en el campo
dentro del án1bilo forense y se juzgue con10 simbólico <le las normas: por el contrario, en
\·crdadcra sapic·iicia jurídica prescindir de él. Ja medida en que se trata de _legalizar el do-
arrun1bándoló en algún c3.sillet·o de cxtra1nu·
ros. Por eso las teorías jut"idicas riuc necesitan
n-ii·nio de 1a burguesía como clase social. la
alternativa .se decide por el más conducente y ~ .
snlvar su pureza y su intcgridacl así con1pron1c· efectivo control, norn1ativo y extrano1·matlvo
li<las·, rehuyen encontrarse. con el juez y no se
interesan por alumbrar 'Jo que su actuación
( 31). de las fuerzas capitalistas don1inantes, so-
·~ los órganos e~tatales que figuren como .!3U·
)
<28) 01.n-eR \VEstir~t.L f{OLHF.:S. ''The Path of the <3Dl Por eso Eool;.\no- LA)tBF:nT, con so1·presa
La\v", p, 80. en la compilación comentada "The y algo de exageración, habló a este propósito de
1'.Iind· a·nd Faith of Justice· Holmes" a cargo de un "gobiel'nO de. los jueces". Ver su libro "Le Gou~
11-L.\x LF:.nNER (Bbston. 1951. Littte. BrO\\;n & C?). vernement des Juges et la Lutte Contre la Legis-
C29l Sobre· este ineludible problema y sus. alter- lation Socia le aux Etats Unls" (París, 1921,: _ed.
nativas, ver el lúcido planteamiento que trae \V. Girardl.
FntEO_HANN". en su "Legal Theory", ps. 306 a_ .316 · (31l Conviene percatarse de lo que en este punto
(London, 1949. Stevens ~ . ~91:.1~..' sfiñiticá. eso que l<El.SEN llam~ la norma funda-
.·.·'-·c,; ,:,\·,·
T. 101. Sec. doctrin;i.
LA GNOSEOLOGIA DEL ERROR 1093

premos. Y el hecho comprensible de ·Suyo es Sobre esta situaclon realista co:no base. claro
que el control capitalista del Poder Leglslati· está que habrla de insinuarse comQ. predoml·
vo es algo más hacedero y fácil que el control Dante y originarla, la idea de otorgar al Po·
·¡· capitalista del Poder Judicial. ·Los. legisladores,
en ·.efecto, son muy pocos. comparados· cOn. ta
de!' Legislativo el supremo control jurídico. La
idea de cuidarse de los jueces, resultaba por si

r!~:
cantidad de jueces que requiere la. vida de los ·misma una necesidad ·apremiante :para el ca-
tribunales. Además, los legisladores actúan co· pitalismo. La dificultad. se supera automática·
,::.j:. lectivamente por, n1ayoria, es· decir, operan eri mente.. :cada ·-vez que el .órgano· estatal (juez
! ., una actuación única; en tanto que Jos jueces
actúan individualmente en un
frente. desaÍ'ticu-
o -legislador). eS personalmente .un miembro
integrante ~del ·grupo capitalista; en este caso,
l . ;,

' " lado>que por eso resulta imposible apresar -de


un solo golpe. Por último -last, but not least-,
Ja· propia· convicción del 'juez o del legislador
constituye de por si una garantia suficiente -

•• los- 'legisladores en una democracia, -se resp3.l~


dan en partidos politices, los cuales correspon~
y ·en rigor, Ja n1ejor ·garantía_:· para los intere·
ses del capitalismo. Pero al ser más fácil, con10

. •: den a grupos· de intereses diferenciados que


luchan por el poder y que nutren ·espiritual y
económicamente la actuación partidaria; en
hemOs explicado, posesionarse de ·1a mayoría
legisl8.tiva, que no ·ae todos los cargos judi·
ciales, resulta apren1iante cuidarse en primer

•• tanto que los jueces._ provienen de diversas cla-


ses ,y estratos sociales, como consccu'encia de
la habilidad de la estructu1·a dc1noc1·ática, que
término· de los jueces. Sin embargo, para cun1·
plir es.te cometido, existe una dificultad radi-
cad~ en la creación judicial del Derecho, en

..• a todo el n1undo pern1ite el acceso a la función


pública cbn sólo tener la idoneidad necesaria.
La sensibilidad social de los jueces en una
democracia, puede ser anárquica comparada
con la uniformidad que a ese respecto tienen
cuanto que esta creación tiene un fundamento
ontológico. Se hacía necesario asi, crear ideo·
lógic3.mente en los jueces un convencimiento
de sumisi_ón, diferente de aquel c:.onvencimien·
tó por participación clasista, con ..el fin de que

•• los dirigentes de un partido .político gobernan-


te¡ y por eso en las designaciones judiciales,
ellos .mi,smos ejercitaran su ineliminable Po.der
creador en la forn1a de una opción conservado·

..
gravita tan desembozadamente el control ex- ra disfrazada de neutralidad. científica .. Lo per-

'• tranorn1ativo de quienes realmente tienen el


supremo control del poder social.
tinente, en consecuencia, era la inculcación de
una conciencia judicial que defiriiera el poder

.• niental y que, sin vuelta de hoja, para toda inter-


pretación no ·egológica de la Teol'ia pura del De-
recho, es sencillan1ente un hecho de poder soclnl.
No .es exacto que el pei'linente hecho de poder so-
cial. pueda ser llevado a un pasado tan re1noto,
ñata. con nlgo de· l'etórica. en aquella otra frase
de RoL:s.sE ..\t: tan conocida: "El pueblo inglés cree
ser li_bre, se equivoca n1ucho; no lo es sino durante
la elección de los nlien1bros del Parlamento-: tan
pl'onto co1110 son elegidos, es esclavo, no es nada ...

••
que al final resulte ajeno a la ex.pcriencla vivien- Sea lo que fuere, en el instante en que un pueblo
te, con10 l'esulta en KELBEN cuando este autor pasn se da representantes, ya no es libre, ya no existe"
de· la, ·enunciación conceptual del problen1a al cjen1- {"Du é;::ontrat Social", ps. 86 y- 87, Paris, ed. 11ig·

•.
plo desti'tiiidó a ilustrarlo (ver _KELSEN;·- "La Teó- not). Lo decisivo sobre el punto, es tener en cuenta.
ría Pura del Derecho", ps. 98 y sigts., Buenos ·A¡. la rehi.ción dialéctica que se establece entre.,aquel
l'es, 1941, Losada). KELSEN incurre en un artificio hecho- de poder social como substrato de conducta
ideológico con objeto de ganar para las nOrnias y Ct sistema nor1natívo con10 sentido de conducta;
una máxln1a independencia ¡·especto de la conduc- porque no es ú.nicanlente que la validez de las

•• ta -humana. La verdad es que el hecho de poder so-


cial que Interesa al contenido de la norn1a funda-
1nental, se reactualiza siemp1·e en forn1a parcial
y con el carácter asunlplivo del tie1npo existen-
norn1as requiera suponer que en1el·gen de aquel
hecho, sino a la vez que aquel h('cho se legaliza
en la.· 1nedida en que el sistc1na no1:1natiVo ii él se
refiere. Po_Le&q__naraJa._Te9rla.. _eg.Ql§_gk~.1..:ll.! riorrna
•'t cial, cada vez que la comunidad exterioriza un fµriEq.r..i~iiit.~L ~Q.~.Ll.!n._rp~[q _h~~l"J9..~.e P.l?P.~r..sQslat.

•·•
con1po1tan1iento de conjunto.. Por eso gana el con- sino. el nlinimg C_Q_nQ.cjmi~n.to... ju,t::~~\co. ~-e .. ~.P.njunto
trol nonnativo del orden jurídico, tanto el que {il~(;··~a~.é .so.i~i~e .u-~~ _derecho positiv,o.- De ,cual<1uic1·
1 tl'iunfrl df~ jure en un coruicio. cou10 1~1 que triunf•.• ruuncra,· basta pone!' en l'xh!hició11 el· contenido
1 ({e f1u:to en una revolución. f-laciéndole justicia ·a ConcrClo ele una nor1na fun<lantcntal c_n Sentido

• HoBBES, hay que reconocer que él, n1ejor que nadie,


nos esclarece este aspecto de Ja norn1a fundan1cn.
tal kelseniana, al tlecir "el legisladot· no es aquél
por cuya autoridad se hicieron inlcialn1ente las
leyes, sino ·aquel otro por cuya autori.dad conti-
kelseniano, para desencubrit· sin engaño lo que
el ordenan1iento jurídico estuviere realn1ente con-
validando <Sobre la necesidad de distinguü· en la
norma fundanlentat kelseniana, entre su enuncia-
ción abstracta y su enunciación concreta, ver
núan siendo leyes, ahora" ("!.. evintán", ·P. 220, 1'.-!é- Co.smo, -"El Concepto Puro ele Revolución", ps. 21·1
::dco. 19·10, F. de C, E.), después de scilaln.r que "el y .sigts., I~arcelona, 1936, cd. Bo;t>ch; y m<!jOt' toda·
legislador- en todos tos Esta<los es sólo el sobera- vin.;·,por su n1ayor acuidnd y cotnplcto scnti4o crí·
no, Ya sea un hon1bre como en la ·n1onarquia, o t!co. Jos}; ·vu.ANO\'A, "Vigencia y Validez en·.et Dc-
una asan1blea de hombres con10 en una deruOcra- 1·ec;:ho", ps. 147 y sigts., en el volumen "El Hecho
cia o aristocr:lcia" (p. 218). La misma cosa se se- d;ef Derecho", Buenos Aires, 1956, ed. Losada).

T. 101. Sec. cloctrina


.''-!'

1094. CARLOS C:OSSIO

del juez como un deber de renuncia a su con- no _.es~·proPiamente un pnrticipa·nte directo de


ciencia- particip3.nte; esto venia a resultar aptO la situación· que juzga. Para el juez- queda ocul- 'I
para. evitar innovaciones intranquilizadoras en ta la· responsabilidad .de su claudicación, me~
."
el statu quo capitalista, por parte de un _cuer- <liante el artificio Ideológico de que, en tanto
po judicial de sensibilidad social heterogénea; : que ju_ez, ·no le cabe· claudicación· alguna porque
O diciéndolo de otra ·manera: ya qué lgual- no tiéne ·una responsabilidad·· propia; só1o el
n1ente hay opción judicial al .conservar -ti al Ie_gislador tendría la· reSponsabilidad del- caso. 1
lnnova,r, se hace .-necesario presentar la opció_n Y cSto quiere- decir que Ja teoría le oculta ál '
conservadora en pro del capitalismo, como si juez sus posibilidades de ser un buen juez, me-
no fuera opción; como .si fuera neutt~alidad Ió: diante la idea de que su función, por desperso-
gica Carente de toda valoración, incluso lntcrs· nalizada, es automática. -Al 'juez se le·. deja asl
ticial, disfrazando así lo que, a pesar de todo, la paradojal responsabilidad de cuidar única-
es en· ello· n1ismo una valoración conservadora. mente su irresPonsabiUdad.
. En:.resumen.: la .ideología juridica ~l servi· Tal es la ideología básica del capitalismo li·
cio de.l capita:Iismo liberal, cumpl.e su .c.on1pro· bcral respecto de la creación intersticial del
miso ideológico creando el mito de la omnipo· Derecho que está en manos de los jueces. A
[ tencia .del legislador y de la nihilidad del juez. través de este ·arbitrio, el juez .se escuda en la
Y para ello trata· de dotar··a,-·¡a,· iey· cte tiria Sü· ley para désoir los reclamos comunitarios que
ficiencla Intrínseca, que opera no sólo cuando le ltegan precisan1ente por la ·-.función que ejer·
es aparente a través de Jos textos, sino tam· ce; y con la esperanza dí? una reforma legisla·
bién cuando no es aparente a través de.su es· Uva que se 1in1ita a señalar, el juez- satisface
piritu. La- prilncra ele estas cartas fue jugada los cargos ·cte· conciencia que le ocasiona~ ta:· con·
tcn1pr·anatncnte pot· l\>Iontcsquieu, con palabras ciencia de Su Cargo. La refotma legislativa, Cla-
in!$UStituibles: -"Podría ocurrir que la ley, que' ro está, no 11ega nunca, porque ahora actúa
al n1isn10 tien1po es- clarivldente y ciega, fuese, el control que el capitalismo detenta sobre el
en algunos casos, demasiado rigurosa. Pero, co· Poder Legislativo, cuya manera efectiva de·
mo lo_. hemos dicho, los jueces de la Nación no funcionar está organizada aparentando· ·que
son sino la boca qtie pronuncia las palabras de aquel cont_rol tió existe en modo alguno. En
la ley, seres inanimados que no pueden mode· efecto; para mantener el statu- quo no- es ne-
rarJe ni su fuerza ni sU rigor". "De los tres cesario que el Parlamento se pronuncie en.con·
poderes de que hemos hablado, el de juzgar tra de la señalada reforma; es st.Jficiente_ que
es. en cierto sentido, nulo. No quedan, pues, no se avoque a considerarla bajo la aparien-
rnás tjUe dos" (32). La segunda carta se jue· cia de desidia o de falta de tiempo. Tar es la
ga ctiándo la doctrina se arroga la ortodoxia situación con que, desde Ja Revolución France·
acerca del significado de las leyes .. sea sobre sa- en adelante, se organiza el ·poder forense de
la hase''·de intenciones atribuidas al_- legislador., la burguesía capitalista. para defender sus In~
sea sbbrc \ttia prestidigitación rcCiproca de tercses ecohón1icos de· clase en los estrados ju.:
los textos para hacerlos decir por sí ntisn1os dieiales. Allí donde el capitalismo liberal mar·
n1áS de lo que buena o rnalan1cnte dicen, corno cha con retraso, conservando sus formas pri·
si se tratara de una investigación que descubre mitivas; donde no se ha trasmutado en ca·
ese significado sobre el vocablo legal n1isrno. pitalismo industrial y sobrevive como capitalis·
De cualquier manera, se lleva al juez, a enmu· mo del rentista o del terrateniente. el aparato
decer frente al legislador~ o frente al jurista que ele dominación ideológica de los jueces subsis·
se presenta co1no el encargado de descifrar los te acentuando el papel pasivo de éstos frente
textos cn1bara·zosos. Al juez no le ha de llegar al legislador. En cambio, alli donde el capi·
.otra :Palabra que la del legislador, si ésta le talisrno liberal se }Ja superado con10 capitalis·
resultare clara; o é¡ue la <lcl ju1·ista si aquélla, n10 in~lustrial. a<lvirtienclo sus posibilidades de
por ser obscura, hubiere de aclararse rrcu· ser tlli capila.lisn10 ·social; alli donde Cl em·
rricndo a su latente espíritu. Lo in1portantc prcsai:io rccn1plaza al rentista en la responsa·
aqui es que el juez no descubra que lo cslún bilida<l econót'nica. allí nadie discute la creación
haciendo valorai· inauténtican1enle, con10 endo· judicial del Del"echo y Ja teoría jurídica habla
sante, con claudicación- de sU responsahilidacl dcsen1bozadan1entc de una legislación judicial
inalienable por _ser stlya Ja actuación; lo cual paralela y completa171entaria de la legisla'ción
puede suceder si 'estuviere convencido de que legislativa (33).

(32)- MoNTESQt'"lEr;, "De l'Esprit des Lois'', Livre tersticialmente; están confinados desde nlovin1ien·
XI, VI. tos de \·olt1n1cncs a n1ovin1icntos rnolt>culrtrr:~"
(33) HOL~tF.!':, en su voto en disiclcncia en el caso lp. 195 de In citada con1pilación "Thc 1.!ind und
"Southc1·n Pacific C'' v. Jenscn", año 191i, <lijo: Faith of Ju!'>tice J:-Ioln1csl. Y en d caso "Sprlngc1·
"Reconozco sin ningún titubeo que los jueces !C'gis~ v. Phil\ipine Islonds", año 1928, Insistió con n1uyor
lan y deben legislar, pero. d_e~~_r. hacer.lo sólo· in~ a1nplitud: "Hacer aplicable u_n.~ regla, d_e derecho

T. 101, Sec. doctrina


LA GNOSE.OLOGIA DEL ERROR 1095

Porque ocurre que ni aquella carta que l\1on· servadora, plegándose asi a los intereses en·
tesquieu jugó en favor del legislador, ni aquella cun1brados en el statu qi'to. Con todo lo ~ual no
otra que las teorias juridlcas sin base ontoló· puede _ya mantenerse teóricamente" como una
gica juegan en favor de la ley,· pueden niante· verdád, que al juez sólo Je cabe :esperar ·una
nerse·· con coherencla dentro de sus p1·oplas reforma legislativa.
premisas. Después de servh·se del legislador Hemos llegado a una 'conclusión .científica·
para Culdal'se de los jueces, la burguesía sien· . n1ente n1uy in1portante. ·La creación judicial
te la necesidad de. cuidarse también del lcgis· del Derecho, que supera la tacha de ideología
lador mediante las no·rrnas constitucionales,·· si por -ser una verdad ontológlca, .nos .da el hilo
es que sus intereses económicos han de gozar conduCtor pa.ra rastrear el juego ideológico del
\
\
de una máxima firn1eza. Surge .así, la exigen· capitalisn10 dentro de la Jurisprudencia dog- '
cía de· anular algunas leyes por· su inconstitu· inática. En función de esa creación judicial po·
cionalidad. Sólo que ño es ·la ·constitución la deinos. ver lo que .f\Iarx quería ver, pero con
que ejerce este control limítrofe; tienen .(¡ue un instrun1ento· qúe no lo da el marxismo, sino
ejercerlo siempre hon1bres de carne y hueso¡ la ontología. jurídica. La ideología jurídica
y en el caso· son los jueces de la jurisdicción del capitalis1110 h_a intentado cubrir este hilo
constitucional, por la razón ineludible de que conductor n1ediante la tesis, ella nlisma ideo·
el Derecho es. c·onducfa y no norma, y de que lógica, de que el juez debe esperar. una· reforma
la creación judicial del Derecho es .de carác· legislativa cada vez que el entendimiento so-
ter ontológico. Las palabras de Charles Evans cietario con1pron1eta el n1antenimiento del stlt·
llughes son cl:ísica..s porque alcanzó en persona tu. q1~0 que llega del pasado. En este mlsrno
los rnás elevados c:.1.rgos en el EslallO 1nodcrno: propósito coinciden, tanto la idea de que el juez
gobc1·nador del Estado de Nc\V York, candida· frente a la ley tiene un papel rnccánico y pasi·
to a. la presidencia de los Estádos Uriidos, pre· vo, con10. la de que las leyes tienen ·en .si nlis·
sidente de la Corte Suprerna de su pals. Y pudC? n1as ·un Contenido autosuficiente para :.una. se·
decir: 1'Vivimos bajo una Constitución; mas mejante actuación judicial.
la Constitución "es lo que los jueces dicen que Siguiendo este hilo conductor y en la medida
es" (34). en que se teorizare al margen de los datos
De la misn1a n1anera también se esfuma la ontológicos, se puede percibir la ideologia c'a·
pretensión del jurista cuya doctrina pretende pitalista en la variante con que se presentare,
establecer lo que dice Ja ley en sí n1isma, pues en ·cualquier sentencia, en cualquier código •. en
en la n1edida en que el juez es el canon del su- cualquier tratadista, en cualquier escu.ela. No
jeto .cognoscente· (35), es decir, en la inedida es que no quepa verla tan1bién en el legislador
en que el jurista escribe poniéndose .en lugar y en el constituyente; pero se la ve mucho me·
del· juez y diciéndole a éste lo que él haria si jor con su técnica de ocultan1íento en el nivel
del juez, porque aquí culmina su pretensióh
fuera juez, justo en esa tn'editla queda en claro
Científica, al situarse en el juez el canC!n del
no sólo la .posibilidad de ·que el juez asun1a por
sujeto cognoscente. Por esto mismo, cada error
sí n1is1no la tarea de pensar y valorar, sino tan1· n1et6dológico que el analista encuentre, es tan1·
bién q:ue eStá en juego con10 cosa principal, 1a bién una advertencia para exan1inarlo por el
naturaleza de la función judicial, sobre la cuál, reverso, en cuanto que algún interés ideológi·
si cabe decir alguna verdad, sera porque se la co ~dría estar promoviéndolo o aproyec~án·
ton1a de la función n1isma en su dimensión dolo en la coyuntura.
oritológica. Como la experiencia jurídica es el Un sentido ideológico de conjunto, claro es·
car-ilpo de la c1·eación intersticial del Derecho, tá, es n1ás fácil de señalar que el que· habría
la ·Creación judicial, encubierta o <lcscncubier· de ser apresado en un acto sing'ulá,r, porque Ja
ta, sien1pre puC>de ser percibida por una visión ideología con10 fenóineno corresp·~nde. a una
ontológica; y aunque el juez llegare a creor que din1ensión· de clase social. Asi, con10 sentido de
no existe por la renuncia ideológicri que de ella conjL1nto, nadie dcjat·ú de ver, por cjcn1plo,
hace, nada cuesta_ advertir que, entonces, en cuanto ·es el· jusnaturalisn10 teológico de Santo
rigor está única1nc'nte valorando en fonna con· 'l'oiúás, la ideología del poder ccJasiástico con·
a un individuo quien seda libre de ella a 110 se1· no1·tcan1ericana" <I\I¿xico, lD-19, F. de C. E.). Lo
P~l' tal acción, es legislal'". \.YtLt.1A~t EB~:NsT1<:1N, en nli:Síno puede verse en PEKF-U."L "La Tecla para una
su libro "La Teoda Pura del Derecho", p. 230, i·e- Cie:ncia' Jul'idicu Estinu1tiva'' rBuenos Aíres, 1951,
firiéndose a la· tesis kelseniana ·Sobre el punto, <li~ ed.;, Losacla), 'sin desperdicio.
ce: "La teoda pura del del'echO llega· aRi a· una t,3-!) HL'GHf.S. "Lu Suprerna Co!'tc de los Estados
posición que· es tan revolucional'ia para' los juris~ UriiJos".· p. 7 <:!l.!úxico. HH6, F. de C. E.).
tas· <lel continente eul'opco. coino cosa con1l1n y · <35) \.'e1· Cris.-iio. "Teo1·ia de la \ti.'r<lad Jurídica",
cortiente para los juristas ingleses y úortca1neríca- cap. "\l, par:lít. 3; y Cosi:;w. "LLPolétniCa J\nti·
nos". Y en la p. 162: "La función creadora del ·egplógica",. en Re\· L\ LEY, t. 76, p. 76·i, Buenos Ai·
derecho de la_ decisión judicial, hace tiempo que res,. 1954.
ha sido reconocida por la jurisprudencia anglo-

T. 101, Sec. doctrina


1096 CA~LOS COSSIO

trolirido una sociedad estamental; y cuanto .es· gios d.e antaño, sea para articularlo ·en la es·
el jusnaturalismo metafísico de los siglos· XVII pe_ranza irrenunciable de un.. mundo- mejor~
y XVIII, la ldeologla capitalista anterior 'a la e) En esle paralelo que estamos haciendo
conquista del poder por la burguesía, tratando entre cl n1arxista ortod.oxo y el jurista ·egoló·
0

de garantizarle a ésta·sus-dcrCchos de proplc· gico, cuando ellos hablan de la ldeologla jurl·


dad privada frente a un gobierno monárquico dlca del capitalismo, todavta queda un· punto
donq,e sólo la nobleza tenia titulo a la tierra.
De la ·misma manera, después la burguesi_a
conq'.uista el poder dE!'I Estado con Ja Revo·
lución Francesa, y nada cuesta. ver cuanto ·hay
de _ideología capitalista en el empirismo exe·
pen:diente al cual es necesario llegar si quere~
mos ver nuestro recorrido" en _perspectiva.
Hemos destacado que la teoría egológica ha·
b. Hita al juez, mediante, el recurso de su :rea·
ción intersticial, para hacer una mejor JUSti-
¡
gético' qüe desde Francia cunde por el área la· cia dentro de cualquier régimen juridico. Po· -J
tina y en el racionalismo dogmático que se dria preguntarse, por consiguiente, si no es
itnpone en el área germana, porque ya con el esto nlismo lo que cualquier teoria juridica
podc_r estatal en sus manos, es obvio que los pretende. Pero la respuesta es negativa. ~n
órganos del Estado significan una garantía ello no· se trata únicamente de que la teor1a
burguesa tnás eficiente y tangible que las fuer· egológica, al despertar al j~tez hacia sus po·
zas as.trates de la nlctafisica r<it!ionalista; sólo sibilidades, está ya impulsándolo hacía ta me·
que la Escuela de ta Exégesis ton1arii:t. con10 jor de ellas mediante la explor:l.ción de su pro·
""·gozne teórico la intención psicológica del Icgis· r
pia situación,, con que .lo comprom_ete _en que'
lador, al encontrarse con un gobierno centrali· aquel despcrt~r consiste; pues esto· ya cStá; ,en
zado como órgano de la sociedad capitalista; Ja conciencia de un juez del Comri1bn Law, aun
en tanto que la deScentralización politica del sin haberse alcanzado el rigor egológico de· la
área germana habría de determinar· que se total fundamentación. Se trata· toda via de a~·
busca1·a el control judicial a .través de una ju- go nlás donde queda sellada la suerte del ca-
risptudencia conceptual que emanaba directa· pitalismo como ideologia juridica.
mente de los representantes intelectuales del El capitalismo cómO ideología juri.dica. en
capitalismo. Y tampoco nada cuesta advertir efecto, separa por completo la verdad jurídica
cuarito hay de ideología capitalista más socia· y 1a justicia viviente, para poder sacrificar la
lizacla, en el historicisn10 casuístico genuino de justicia nada nienos que a nombre de la verdad
Inglaterra y en el sociologisn10 ecléctico de los mientras el legislador no Se mueva para j.un·
Estados Unidos, por cuanto en el área del Corn· larlas (El rechazo de la teoría de la in1pr'evi·
mon .'.Law ya era manifiesta la evolución del sión en el orden civil, la impunidad del delito
capitalismo del rentista hacia et capitalisn10 in· eConómico en el ordc.n penal, el decurso del
dustrial, ést.e obviamente necesitado de una procedilniento a instancia de las partes en el
nlás· libi·e··ácti.tación judicial creadora para adap· orden próCcsat, son ·ejemplos P.recipuos con los
tar el capitalisn10. sin deSarticularlo, a las po· que ilustraremos este problema más ade.lante
sibilidades de un mejor reparto contenidas en refiriéndonos a la vida jurídica argentina). El
la gran industria. capitalismo contrapone la norma que debe .ser
Sea de todo esto lo que fuere, la base onto· a la norn1a que es, para presentar en divorcio
lógica de un análisis pern1ite ver eri estas es· la justicia y la seguridad; y opta auton1átlca·
cuelas, lo que hubiere en ellas de verdad o mente por la segunda, para lo cual el jurista
error; y atrás del error, eventualmente, de ideo· positivo sólo en la segunda ve una verdad so·
logia capitalista. La teoría .egológica del De· cial y en la primera,. apenas una aspiración
recho ihtenta, precisamente, llevar esta posibi- emotiva. La· astucia tde·oJógica es evidente: la
lidad de la verdad jurídica a sus últin1os Ji. verdad es cosa tan radical e importante, que
niites. Pero en la medida en que ella no es una elia y solan1ente ella puede legitimarse con10
filosofía del Derecho, sinó una filosofía de la un ·titulo contra la justicia. Y en la medida· en
Ciencia del Derecho, se hace cargo di.! que en que el jurista se asuma con10 un hombre de
lo que concierne al problema de las .icleólogias cief1cia, ,habrá de rendirse a l~ verdad 'y a nada
jurídicas, no basta referfrse a un sentido ideo· más.
l_ógico de conjunto. Le es preciso además apl·e· En contra de ·este planteamiento, l\.Iarx toma
sar el sentido ideológico de los detalles, para . ·partido por la justicia. Para él, interesado sólo
adquirir un· valor instrun1cntal a este respecto · c-n la revolución social. se trata, sin duda. de
en· el catnpo donde el jurista· dogn1ático descn· la justicia proletaria; pero de cualquier 1nn-
vuelve sus actividades; Y el. análisis ideológico nr;ra, se trata de la justicia; y esto sin ningún
al contraluz de la creación judicial del. Derc. equivoco, porque para él la justicia proleta-
cho, satisface ampliamente aquella exigencia;., ria es precisamente Ia justicia. No es que. un
en esta creación se reflejan como en un espc· filósofo de su talla pueda desconocer el papel
jo, las ideologías juridicap. ·quQ- emanan del ca- supremo de la verdad dentro :9.~l,.P_~:r:i;;¡:i.n1iento.
pitalismo, sea para cons.erv.arlO en sus privile- Se trata de que no hay oposicióri. con ninguna

T. 101, Sec. doctrina


LA GNOSEOLOGIA DEL ERROR
. . ' .
verdiid :porque. no hay verdad algüna. en la tima
frent~ " las. IdeotogiáS juridiGas y a. las
cuestión; sólo habrlan ldeologfas. Y ei:.se decide · ide.ologias en. ge'!etal. La justicia como ver·
por la justicia proletaria en cuanto ldeologla dad de Ja vida b!ografica:-y hüelga deélr qu~
del proletariado (36). · toda v~.rdadera·'justlc!a es juStlcia social-,
La teoria egológlca, con su fundamentación ¿_dón_de es~á? Sl es arduo esclarecer en qué
de que la verdad jurldica es una verdad .estl· co_nsiste, no lo es menos establecer el medio pa·
matlva; une verdad y justicia sin posibilidad de ra dctermfnarJa .y ·cómo ponerla en -nuestras
desarticularlas. Hablando del jurista científico ·m.anos: cosas ambas .sumamente Jnipdrtant:es·
frente a su verdad positiva y a la justicia vi· 'para: no ··incurrir .en u·na ·pura especuJació.n
viente,_ cabe decir: "En esta justicia _está su inoperante. Y aqul. _como ·hombres- inoderrios,
verdad_;. para el juez. la verdad aParece' como tenemos· que recib~r una sorpresa. porque es con
justicia; para la doctrtna, la justicia aparece motivo del problen1a de la justicia socia}, que
como verdad" (37), Para: romper egológicamen· encontramos a ?v1arx .en una polémica, hasta
~ te la ldeologla 0apltallsta concerniente a este hoy ·inadvertida po_r los estudiosos, nada me·

t
• problema, bas~a· reconocer que la justicia es nos que ·con ROuSseau y precisamente sobr'e
seguridad y a la inve1sa que Ja seguridad es ese cómo ponéi:Ia en ~t:t~stras manos.
justici3.: (con lo cual cae· por su base el planteo
ideológico del capitalismo que las separa); pe·
Rousseau nos lleva a· ella mediante la volun·

••
tad. general, Ja cual no podría errar: "es siem·
ro a la vez. que la justicia es orden .y a la in· pre recta y siempre tiende a la utilidad púbJi·
vc1·sa; que la justicia es pOder y_ a _la inversa; ca" (39). Pero to decisivo está en el siguiente
que la. ju.sticia e~ paz ·y_ a )~ inversa, qu_e la p3-saje: "Se debe concebir, según esto, que lo

•• justicia es cooperación y a la inversa; y .que la q1,1e generaliza la voluntad es ·menos el nún1e·


justi~ia es solidaridad y a Ja inversa (eón Jo ró de votoS, que ·el interés conit.ín q~i.e lo.s.. un~';
cual estalla el marco que servía al· capitalismo ºla voluntad general, para ser verdaderamente

•••
para darse su situación) (38). tal, debe serlo· en sti objeto· tanto como. _en su
Pero surge . ahora la cuestión definitiva y úl· esencia" ( 40). La justicia, obsérvese, se radica·
l36J En este -punto, STA~IMLER se hace Presente candoroso ig1101'a:tio elenchl. Pues si hay algo claro
que las n1asas proletarias del mundo actual, pre- en aquella ·concepción, a pesar de su anticipada

••
cisan1ente al influjo del marxismo, se han n1ovi~ fecha, es el papel creador del ser hun1ano en tér-
lizµ.do hacia la justicia social con10 asph·ación. Y 1ninos rlgurosan1ente existenciales: "Los hombrés
desenvuelve la idea que esto significa una "con- tienen histo·i·ia porque se ven obligados a p·roducir
tradicción irreductible con la concepción materia- su vida y deQen, aden1ás, prodUclrla P.e un dete1_·11d-

•• lista de la historia, tal como l'tIARX la formula"


{StA:'>~~t.ER., "Economía y Derecho Según la Con-
cepción 1.Iateriallsta de la H\storia", p. 54, 1'Iadrid,
1929, Reus). El raciocinio de StAt.lMLER es el si-
nado modo", "Las circunstancias hacen al hon;'bre
en la n1lsma medida en que éste hace a las cir-
cunstancias" (t.!ARX~Esctt.s, "La Ideología Alema-
na.", ps. 30 y 39, ed. cit.>. '

•• guiente: para 1'.l.1.Rx no tendría sentido hablar de


finalidades, ni de ideales eiectivamente pron1oto~
res d·el curso -de los sucesos sociales, porque según
De cualquier n1anera, es indudable que las_ n1a~
sas contemporáneas han sido n1ovilizadas. hacia
ta justicia social por el pensamiento marxista, Y


1IARX la historia se mueve en un juego rigurosa- el hecho de que esta justicia no le sirviera a hIARX
n1ente n1ecánico de causas y efectos, sin diferen- con10 argumento revolucionarlo, por reputarlo ideo~

•• cia con la Naturaleza; no sería que la propiedad


priv::ula debiera sucumbir :-por injitsta, sino que ca-
ducará sola y necesariamente por no col'respon-
d"'1·se c:on. las actu_ales fuerzas productoras (p. 45,
lógico, no significa que no advirtiera el resultado,
quP. no sC plegara al n1ovimiento proletario y que
no ton,ara pattido por ella reconociéndole la co-
rrecta ideología del mismo. Si no para modlficar

•• ob. cit.>; cada vez que 1.tARX ·habla de ·aspiraciones


sociales o de n1iras del proletariado, seria infiel
a su n\aterialisffio histórico, pues dentro de éste,
la estructura social, si para definir una posición,
la justicia soCial no es ajena ni siquiera .al mar~
xismo ortodoxo.

••
··1a clase obrera no tiene ideal alguno que reali- (_37) Coss10, "Teoría de la Verdad J.Uridlca'', p. 246,
z-ar" ( ps. 53 y 652. ob. cit.). ed .. cit. Para este problema es deci$ivo el análisis
Es cierto que 1-1.i.Rx no hace cuf'stión de la jus- contenido en las ps. 231 n 241 de este libro, contra-
ticia o injusticia sociales. con10 argu1nento; pero poniendo la verdad del ente a la verdad de con·

•• no por estas razones que da StAMMLF.R al atribuirle


tan ciega1nente una noción n1ecánica de la historia,
sino por ta que hen1os dado nosotros; es decir, por
ducta .
(38) Para todo esto. ver Coss10, "Los Valores
Jurídicos", Segunda 1teditación sobre ti Justicia,

..
... el ca1·áctel' ideológico. que tan1bién tendria esa jus~ cap. 6.
licia social si· se la separara de su situación his- (39) !toes1->E.\l.I", "Du Contrat Social'', Livre Deu-
tórica. Pero esto acusaría, a to n1á.s, una deficien- xi&n1e, chapitre III, cd. cit. En contra de ésto,
cia del pcns:ln1iento n1nrxista, que· su interpretO.- ~r.,nx dirá terminnntenH?nle que "lo general C'S
ción existencial solventa nnlpliarnentc. St.\~t:-.ILF.:n; sión1pre la. forn1a llusorii de la comunidnd" ("La
. que no llegó a conocer· "La Ideología Alen1a11a"
{cuyo texto le hubiera presentado Un auténtico
Ideologin Alcrnana". p. 34., ed. citadn.) .
(40) RovssF..\U, "Du Contrat Social", Lívre Deu-
1. 1\L.1.Rx sobre el punto), se fragua una noción de la xi€rne, chap. IV. .<E:l subrayado es nuestro, 'con el
¡ .. teoría marxista de la historia que constituye un pr-opósito de destacar la clave de la cuestión>.

1. T. 101, So:-c. doctrina

1.-
Le
1.-
l:
1098 CARLOS COSSIO

ria, pot:. Janto, en una. calidad que la nlayoria que les incumbe, no aparezca 'otra calidad que
y sólo ella, aprehende pero no más que apre- la de Ja voluntad general misma ( 45).
hende, pues, claro está, la voluntad general :rviarx, en cambio, para radicar la" justicia So-
por esencia compren.de a todos; y más a la cial, determina un quien. por medio de un qué;
mano ta tenemos cuanto inás grande sea la ma· la radica en la comunidad Integra determlnán-
yoria que la determina. "Hay con fi;e'cuenc!a dOla totalmente con otra estructura, por me-
bastante diferencia entre la voluntad de todos dio de un-a calidad, la caltdad ptoleta:ri.a; -pues
y la vo,Iuntad general. Esta sólo tiene en cuen- el proletariado no necesita ser mayoría para
ta el ititerés común; la otra atiende al interés investirse con esta funcióri. •'Huelga decir que
privadci Y no es sino una suma de voluntades la gran industria no alcanza el mismo nivel de
particulares: pero quitad de estas mismas vo- desarrollo en todas y cada una de las locali-
luntades el más y el menos con que se destru· dades de un paiS. Sin emb.argo, esto no· detiene
yen reciprocamente y queda como suma de las el movirniento de clase del proletariado, ya que
diferencias la v.oluntad general" (41). "Cuanto los proletarios engendrados por Ja gran lndus·
rnás laS opiniones de los convocados se acercan tria se ponen a la cabeza de este rnovitnicnto
a la unanhnidad, tanto n1ás resulta c1on1inante y arrastran consigo a toda la n1asa, y puesto
la volúntad general". "Por tanto, cuando la que los obrerbs elin1inados por ta gran indus-
opinión,contraria vence a la inia (en una asan1· tria se ven empujados por ésta a una sittta·
blca del pueblo), esto sólo prueba que yo n1c ción de vida aún peor que la de los obreros de
h3--bia equivocado, y que lo que yo estimaba la gran industria misma. Y, del mismo modo,
set• la voluntad general no 10 era" (42). los paises en que se ha desal'ro11ado una g,ran
Rousseau, pues, para radicar la justicia so· industria influyen sobre los p3.íses Tnás- "ó '·fqri:
cial, determina un qué por medio de un qui€rt; nos no industriales, en la medida eh que éstos
se ven in1pulsados por el intercambio mundial
determina aquella calidad conitbi que._ hen1os
subrayado -en su texto, aquel objeto de ·ta vo· a la lucha universal por la competencia" (46).
Ahora bien; con10 en el planteamiento niar·
luntad'-gencral. por nH?dio de la mayoría ciuda- xista, el nion1ento substantivo <le Ja radicación
dana (La unaniinidad rousseauníana, tan ca· está en los quiénes del grupo social que sopor·
careada, es i·ctórica, no sólo porque la experien- tan la determinación emergente de la calidad
cia no la presenta, sino porque antes de que proletaria, al dar esta calidad la tónica del
llegáramos a ella, ya la mayoría ha cumplido conjunto. la justicia social marxista nos lleva
la determinación operante). En consecuencia, de entrada a una justicia existencial :: no - en-
P~ousseaU nos lleva de entrada a una Justicia titativ.a; y esto así, no sólo porque se la radica
entitativa, porque el 1non1cnto substantivo de en el hombre, sino también porque la radica·
aq.uellct·.)·adicación está en el qué cualitativo ción misma decidirá acerca de su consistir. Es
que h3;,' de ser detern1inado por eJ quién. Esto verdad que en el n1omento adjetivo, cuando
lo confirn1a él misn10 cuando insiste especial· r-.Iarx recurre a la calidad proletaria. la justi-
n1ente en que "no existe voluntad general sobre cia marxista deviene una justicia entitativa;
un objeto particular" ( 43); "que Ja voluntad y por eso resulta una justicia de clase social.
gcnel'al can1bia de naturaleza (se hace conten- Pero_ paralelan1ente ha de deCirse que la justi·
ciosa, es decisión, etc) teniendo un objeto par· cía social de Rousseau, por su momento adje·
ticulaz·. y no puede, corno gcnet-al, pronunciarse tivo, 'no se rcct1pcra de la codificación cnlita·
ni sobre un hon1bre ni sobre un hecho" <4-1); tiva con que ha nacido, porque Rousseatt recu·
que los ciuda(lanos, en fin, carezcan de situa· lTe en ese segundo n1omento, según hcn1os vis·
ción social o neutralicen' sus calidades <le esta to, al n1itq inexistente del hon1bre adiá(oro. del
especie ·para qu.e, al cun1p1ir la determinación ciudadano neu tr.o; lo . cual es inoperante. Y cs~o

(41) Rocsr.:E.\l!. "Du Contrat Social"', Livre Deu- uníos!", Con10 es subido, et diputado Le Chape\ier
xli!me, chap.' IIÍ. se inspiraba en RocssF:,\U cuando en la Constitu-
<42~ Rou.s~EAt:, ''Du Central Social", Livre Qua- yente, en 1791. pron1ovió la ley que abolla las cor-
ll'i(~me, chap. II. po1·aciones y prohibía a los obreros asociarse en
(43) Rot:.s.s&AU. "Du Conlt·at Social", Livre Deu- cofradías o ir a ta huelga.
xienu~. chao. VI. ('16J' r-.r.~nx-E:-:cELr.:, ".La Ideología A\cn1ann", p. 67,
(-14) Rot;~.SEAe, ''Du Contrat Social", Livre Deu- ed. cit. Y luego en l:i p. 83: "En can1bio, con la
xienH!, chap. IV. r.on1unidad de los proletarios revolucion:lrio~. que
<45) Rocs::-EAlJ, "Du Contrat Social", Livre Deu- tonian bajo su control sus condiciones de existen~
xiCn1e, chap. III: "ln1porta. pues, para lograr l;ien cia y las de todos los 1Hicntbros ele la socicclnd,
el enunciado de Iu voh1nta<l general, que no haya sucede cahn.lnlcnte lo contrario" CE\ subrayado Cs
ninguna sociedad pat·cial en el Estado y que cada nuestro. Se contrapone aquí tus relaciones de -co-
ciudadano opine exclusivanicnte segün él n1isn10". n1unidad lintitadas a los Individuos de una claSc,
Esto, claro esta, se cncuent1·a en oposición fron- a las relaciones de co1nunidad que alcanzan a· to-
tal con la exhortación de :r..I~nx, e:n el ~Ianifiesto dos los miembros sin excepción).
Co»tttnista: "¡Proletarios de ·'to~Os Jos países,

T. 101. Sec. doctrina


LA GNOSEOLOGIA JJ.bL. J!.JtJtU1'

explica que toda la ideologia democrática, des· nera que cuanto la mayoría más s~ aproxime
de hace 200 años, haya estado prestando su a· la totalidad, más a la mano tenemos esa ra·
adhesión u la tesis de Rousseau porque era una dicación con sólo referirnos a esa mayOria, por·
adhesión que quedaba en el papel. Nadie igno· que-lá mismidad de un grupo social se fenome·
ra, ·en efecto, la alarma, e incluso el pavor, que naliza numéricamente como mayorla en la .me·
ocasionaba a la burguesia la idea de llevar a la dlda en que el grupo no tiene otra existencia
realidad el sufragio universal; y que se ha que la de los individuos que lo componen. Un
llegado a este extremo sólo cuando la sociedad· grupo social está dado c·omo el mismo, alli don·
capitalista pudo contar con centros de poder de está la mayoría de la población; hablamos
!;!' eficaces, aptos para contrarrestar en el seno ónticamente de una ntisnia Nación por refe·
de Jos gobiernos, el resultado puran1ente n1a· rencia al sector n1ayoritario de su pueblo, sin
~ yoritario del sufragio universal. Tal así el Ejér- que esa mismidad se afecte por la emigración
~ cito al estilo prusiat\o, con su apa1·ato admi· de las minorías; y, al revés, siguiéndola en el
nistrativo pcrniancnte y omnicotnprcnsivo; o caso. de que la n1ayoria c111igre, co1no en la
~· las Iglesias;· entrando recién en nuestra época
en· la política educacional, con miras a la en·
Diáspora judia o en la moderna evacuación de
la Prusia oriental.
? señanza superior y preparatoria de las clases Pero si ónticamente la sociedad está dada en
dirigentes, más que a la desanalfabetización po-
~· pular; o los consorcios industriales y bancarios
la mayoría de -la población porque alli se ra·
dica lo que nos permite hablar de una n1i.sn1_a
~ capacitados, como acreedores de los gobiernos, sociedad, ha de advertirse que con10 justicia,
para hacerles sentir su ºinfluencia"; o los par- no se trata de la voluntad de esa mayoria, sino
~ tidos politices regin1entados, etc., todo lo cual de ·sus mejores posibilidades. Y no es la n1a·
~ juega _precaucionalmente contra la an1enaza rna· yo1·ía quien de hecho ve, ni puede ver, estas
yoritaria de la democracia rousseauniana y posibilidades mejores del grupo social en con·
~ también, claro está, positivan1ente contra la or· junto, según to hemos explicado ··en Ja teoria
ganización grc1nial del proletariado marxista. de la justicia (48) ;· las ven los hombres de
~ En esta ·ctivergencia entre Rousseau y 1-.Iarx vocación_ que la sociedad contenga articulánd~·

:1i
para radicar el problen1a de la juslicfa social, le sus vocaciones mediante el estrato de Ja op1·
nos interesa el n1on1ento substantivo de la n1is· Íiión pública, a_l ser aquellos hombres los. que
n1a. Y a este respecto, la teoría egológica ton1a exploran todas las posibilidades que la -s1tua·
el-partido de hi1arx, que es existencialista, por ción ofrece como salida, en el tránsito forzoso

"¡,
I' !
un doble motivo: porque la radicación rousseau·
niana esta invalidada por el n1ilenario argu-
mento, que Stammler se lo repite irreprocha·
blemente a Rousseau (47), de que el asenti·
1n.iento mayo1·itario de ninguna manera puede
del presente al porvenir. Pues es cosa· diferente
a la n1isn1idad del grupo social "lo que la opi·
nión pública diría como interpretación del con·
junto según priricipios, dándole su concíen·cia
a una realidad que, en su n1ismidad, ya _estaria
valer con10 criterio para decidir acerca de la dada" (49). Con10 radicación de la justicia, se·
lt
'" 1
1 ver0-ad de una solución; y porque la radica- ñalamos, así, un quien determinado por un
cióri de- ~farx sitúa la justicia en el homb1·e, quien,- la sociedad en su conjunto integrada
.. J cosa que la filosofía existencial muestra como por múltiples quienes, y sus hombres de voca·
I' t ¡'
exacta e indubitable.
Pero la teoría egológica, claro está, mantiene
ción cada uno en su quien privativo. Pasamos
así. del can1po ideológico al campo ontológico,
11' 1 el criterio existencial tarnbién en el n1omcnto para hablar <le la justicia en térn1inos. ~e ~~a

..1,
adjetivo de la i·adicación de la justicia, que verdad estin1ativa que soporta la ver1f1cac1on
estamos analizando. A este respecto, ya scfiala· de los hechos. Contamos para ello, según sa·
" 1
•,f' mes la justicia clasista con10 el error de Marx; bemos con un punto _de apoyo (enon1enológica·
mente' indubitable: el hecho d.~cisivo de que
,, y la justicia imposible como el error de Rous·
un gran juez supone, por nece_sidad, un hom·

"1'
seau. La Egología, para radicar la justicia SO·
cial, no determina un qHé por medio de un bre con vocación por la justicia.

.1, quien; ni un quien por rnedio ele un qué. Deter·


n1ina un c1uicn por Inedio de un quien.
La investigación egológica confirma que el
Al desembocar ahora en Ja axiología juridica
pur·a, séanos suficiente recordar que se tr~la
del entendimiento societario. El vocablo "JUS·

.1,
quien de la radicación de la justicia es la so· ticia", claro está, es el insustituible Y origina·
cie<lad íntegra, como un conjunto, de tal n1a· río; es 1?1 que tiene todos los títulos históricos
f; l' (4-7) STA!>!MLEn, "Econonib. y Dcr<:cho Según la Tan1bién !'>L\RX.- ya lo destacan\os, considera que
... ; Concepción l\"Iateria.lista de la Historia", p. 568, •·to general es siernp1·e la fo1nH1. ilusoria de la

.: ;'
ed. citada. con1uni<lad" ("La Ideología Alen1ana", p. _31.).
• f (48) Ver CossJO, "Segunda 11editación Sobre la
Justicia", en "Anuario de Filosofía del Derecho",
(49) Coss10. "La Opinión Pública", p. ,45,. ,Buenos
Aires, 1958, Losada.

.
t. LX, l>fadrid, Instituto rle Estudios Juridicos,

T. 101. Sec. doctrln:l

.,.
.

... .
it •
1- •

.
11(}() . CARLOS COSSIO

para resultar la piedra de toque;_ es el que nos societª_r!p, en cuanto que d~ntro de esta noción
expreS(l. toda la gama emocional del problema aparecen dá.ndole contenido, sobre una estruc·
con u:na fuerza y una claridad tales, que él tura asumptiva, nociones ónticas y existencia·
está 11amado a decidir en el momento de la les como "normalidad", "standards", "opinión
verificactón intuitiva. poniendo en movimiento .pública", etc., según el <fesarro1lo que hemos
la emoción correspondiente con lo que . ta pre-. presentado .en nuestra Segunda Meditacidn so--
sencia del objeto autorizará o desautorizará al bre la Justicia.
intelecto. Precisamente y en forma bien inequtvoca,
Pero' la cuestión está, para el filósofo, en en· alli donde los pueblos occidentales han optado
contrar una expresión iutelectuat que desentra- por la expresión codificada del Derecho, se ve
ñe ae·. aquel contenido en1ocional. tan matiza- con10 entendimiento societario la radicación de·
do Y ~0111plcjo, un contenido analizable que ha· n1ocrática del control jurídico suprcn1·0, jugan·
ga explicito co1110 concepto, lo que con aquella do en balancin·altcrnativan1cnte entre el Poder
ctnoción se vive. Y en la búsqueda de una pa· Legislativo y el Podet:. Judicial. Y -es por lo
labra r¡uc co1no hilo conductor, no's haga pensar que esta alternación vate con10 er1tcndirnicnto
con ra 1náxhna claridad lo n1is1no que tan bien socictal"io en ta experiencia, que resulta razo·
nos hace sentir la palabra justicia. tos juristas nable para el espirítu; v no por lo que valdrta
nortéarnericanos, ya desde los tiempos del ge- a priori conlo razonable para el espíritu, que
nial ·Holmes (50), están en1pleando los vocablos habría de resultar un entendimiento societai·io
"razonabilidad" y "razonable". Desde alli, es- en la experiencia. La división del poder jurídico
tos vocablos han pasado al habla española en supren10 es a priori, claro está, Ja n1ejor ga·
-fOrma temática, primero en 1944 y dentro de rantia contra su uso abusivo o faccionario; pe·
la escuela egológica, merced a un libro de Juan ro cón10 efectuar y articular tal ·división;· es_ al·
F. Linares que ·ha ténido inmensa y merecida go que sólo puede determinarse ·como "un me-
repercuslón entre los juristas clentiflcos del jor" considerando el entendimiento recíproco
habla (51), y recientemente. en 1956, por otro que así alcancen quienes conviven, estando obli·
libro de Luis Recanséns Siches (52). La nueva gados a entenderse. por el mero hecho de con·
locución con1porta, sin duda, un gran progreso vivir.
de inteligibilidad del problema; pero en ta Si se atiende a la división democt·ática del
n1edida en que la razón se radica en la n1ente supren10 poder jurídico, se ve un control de los
del sujeto cognoscente y en que es razonable legisladores sobre los jueces, en la designación
todo cuanto de la razón emana, el nuevo va. y ren1oción de éstos; pero apare~e un control
cabulario mantiene una intrínseca ambigüedad de los jueces sobre los legisladores toda vez
Y deja escapar lo que como razonabilidad es· que hubiere una constitución escrita, a través
pecifica de una ciencia de realidades habría ele de la inconstitucionalidad de las leyes. Y cuan·
radicarse más que en la mente del investiga· do se llega a la expresión codificada del De·
dar. en· el propio objeto real que. n10Uva la pes- recho, se ve otra vez el control de los legisln·
quisa. Esta an1bigücdad no ha escapado a Li- dores, sobre los jueces en la medida en que la
nares, quien, para superarla, se lin1ita a seña· expresión verbal pueda crear Una vivencia de
1arla y ten1atizarla (53), en vez de hacerla contradicción al juez; pero reaparece el con·
desaparecer recurriendo a un vocablo específi· trol de los jueces sobre las leyes por su creación
ca; y tan1poco escapó a Carclozo. que en los intersticial, siempre posible en algún geado.
Estados Unidos lle\'Ó a su máximo el esfuerzo dentro de éstas. Por una razón ontológica, el
de esclarecimiento apuntando correctamente a funcionario a quien le cabe la aplicación últi·
lo especifico del objeto· (5-1), en forma tal que 1na de una norma. tiene en eso nlismo el su·
nos ha servido directamente de hilo conductor premo control jurídico; la razón p¡ita que lo
para llegar a nyestra noción de entendimiento tengan los jueces es, en su esfera. la misn1a por

(50) El tenia fu": pron1ovido <.'n ~l voto en d'si- rcstdng-i<lo r v<1.loraclón e.le justicia racionnl l un
tlcncia <le l[!Jl,ME~. ~n el rncniornhlc c.n~o "Lochn!.~t· scnti(Jo nn1plio. En c:;lc $\Cntido a1nplio inrluyc
v. Nc\V Yot·k", afio 1\)05. Ver IIoL~!E:-;, l:l coni¡¡i\a- tan1bién valo1·.:iclo11c.s <le tos \'<J.lon!s Inferior<'$ a
ciOn antes citada "The r.·tind and Failh of Justicc ta justicia, en el plexo axiológico: solidaridad.
Holmes", ps. 143 a 150. cooperación. paz, poder, seguridad. orden ... ".
(51) L1~ARES. "El <<Debido Proceso)) Como Ga- (54.) CARoozo, "Pa-radoxes oí Legal Science",
1·antía Innomi~ada en la Constitución Argentina'', p. 297: "Dos factores, ambos sociales, contribu-
ps. 27 a 31 y 131 a 157 (Buenos Aires, 1944, ed. De· yen a la paradoja. El prin1ero es la concepción del
palma). honibre razonable. el hon1bre que se acomoda con
(52) RECABE~s StcHr.~, "Nueva Filosofía de la In- su conducta a los. standn.rds comunes de la sócie·
terpretación del Derecho", cap. III (!viéxico, 1956, dad" (en la compilación "Sclectcd \.Vritings of
F. de C. E.J. Benjamin Nathan Cardozo", dirigida por 11argaret
(53) LtNARES, ob. cit., p. 135: "Pero lo ra::onable Hall, Ne\V York, 1947, Fallan Publications).
o racional llene además de un sentido estrecho

T. lOt. Sec. doctrino.

22
la que lo tjencn et constituyente o el legisla· na, granos, lino, tanino, etc.). Es un periodo
dor. Cabe claro está, explorar ·las ideologías de particularn1ente elocuente, para quien no me-
éstos en sus creaciones nonnativas; pero en nosprecie el significado de la América Latina
cuanto· que la realidad jurídica .se integra con en la.. etapa imperialista del capitalismo. El
casos singulares. el supremo control judicial hundimiento del poder inglés deja a Ja Argen·
en té1minos intersticiales es inelimlnable, a la tina librada a sus solas fuerzas, esto es, en so·
par que es el de máximo interés en la vida !edad; si bien dotada de una estructura capi·
práctica (espontánea o técnica), para tomar· talista de terratenientes y rentistas que condi·
lo como guía en el desencubrimiento de las cionó el ent€ndímiento imperial con la. madrasta
ideologías juridicas. Inglaterra sin sujeción colonial; .soledad con
De·acuerdo a toda esta fundamentación, cual· un futuro dificil porque la articulación dentro
quier estudioso podrá poner bajo .exan1en el de· del imperialisrno norteamericano requiere otras
recho positivo que le.. interese y, al hilo de bases econórnicas, con10 el petróleo por ejen1plo,
la creación intersticial de sus jueces prevalentc y soledad con el eSplritu n1cdioeva_l de la Colo·
cou10 jurisprudencia, sacar a luz las ideologías nia co1110 prc>scncin del pasado, que controla la
juriclicas opcra11lcs, loB'. inlcrcscs cconónl.icos Iglt~sin Calúli'cn. l~a iglt•sia. con10 intcré~ fJI'O·
cnn1ascarados con ellas en el can1po intelectual pio, lucha contra el póder protestante, a fin de
y el juego del capitalismo con10 clase don1i· conservar el único continente que la historia le
nante, imponiéndose rnediante esta utilización ha dejado; y po1· eso entre nosotros ella se ha·
del Estado en beneficio propio. ce nacionalista, pues una intron1isión econón1i-
Nosotros van1os a utilizar con10 ilustración, ca de aquel poder pronto la desplazaría a se·
dos generaciones ele la vida jurídica argentina, gundo. lugar. El capitalisn10 nortcarnericano lu·
ton1ando el periodo 1930-1960. Es el período en cha, co1no interés propio, para asegurarse su
que sucu1nbc la hegernonia de Inglaterra en el zona in1perial de don1inio, ahora que son proble-
n1undo; fenón\cno que nos concierne más de lo rnáticos los nexos durables con Asia y, Africa.
que se sospecha y que en 1igor, nos a1Tastra, Junto a estos dos grandes centros de poder
porque hasta entonces la Argentina vivió arti· capitalista, en una circunstancia local enrique-
culada al sisten1a colonial inglés con10 sun1inis· cida durante ese periodo por coyunturas im·
tradora de materias prin1as (carne, cuel'OS, la· portantísimas para ton1ar decisiones (55) .'Y

f55) Entt·e las coyunturas circunstanciales que han a las naciones no católicas de Europa, con10
es preciso tenel' en cuenta, para seguir la tt·uyec- n1odelos ínstitucionales. El sufragio universal. que
toria de la clase don\inante en la Argentina, du- en 1912 in1plantó esta nlinorla ilustrada de estirpe
rante este período, se destacan las siguientes: rousseauniana. selló definítivan1en~e por sus resul.
a) La fot·nlación prusiana del Ejército Argcnti~ tados' aquella desconfianza. Los terratenientes Y
no, iniciada en 1901, cuya ic.lca, después de 1930, es rentistas no han penJonado ja.n1tis este pccad'o de
ya una idea que gana terreno ('n todas las fuerzas sus conductol'cs ilustrados; pero no advirtieron
arn1adas. Esta forn1::i.ción prusiana se define con cuanto se debilitaban al quedarse sin conducción
la ideil. de"que Ju fuen:a n1i!ítar tanlbién es una e invertir la escala de valores que asigna a los
fuerza politica autónonHl. con su horizonte propio ho1nbres Su papel en la sociedad.
de problemas; el cual gira (;O torno de la p1·escr~ c) La desapa1·iclón de auténticos dil'igentes po.
vación de un orden social que acepte esta autono· liticos en la vida norn1al, al advenir los dirigen-
n1ía y que pague lo que costare. Sólo que en la tes populares de la pequeña burguesía con el SU·
Argentina, la integración den1ocrá.tica de los cua~ fragio universal. A la pequeña burguesía, según
dros de oficiales, le quitaba a aquella idea su base es sabido, la nutre el espiritu de los legistas; bus-
estamental y nobiliaria, necesaria para darle el ca allí una seguridad que a otros se Ja otorgan las
sentido coherente con que se institucionalizó en armas, la tierra, el capital, la devoción organiza.
Alemania, una vez que la nobleza entregó la ex- da, etc. Los dirigentes políticos pop~Ulares que ad-
plotación de sus tierrns a la industria y al agrl· vienen, carecen de tacto para la ponderación del
cultor. Y eslo explica. la división de la sí1npatia conju1llo con sus 1nUltiplcs realidades. Ellos cuen-
de nuestras f110r1,:is :11·n1:ir.l:L.<;, por !:L Tr,h!si:.1. para tun con una llHl.YOria porlulnr que los hace prcpo-
un sector; y por los r•:!>ta<los lJnidos, pa1·a oll·o; tcnles, pon¡u<' esri. ninyol'ÍU, nl ser pensn<la con el
es decir, un sector extrcinisla y cerrado con es· racionalisrno juridico de los legistas, significa el
píritu tradiciono.l y totalitario y otl'o sector tno- 1nito ideológico de la hnpcrntívidad de las nortnas
derado y abierto con espíritu den;ocnitico y pro~ jui·ic.licas, esto es, el in1perio n1ecánico de la volun-
grcsista. tad del legislador: lo que es una falsa conciencia
b) El capitalisn10 tradicionalnH;nte gobernante del Det'echo, que puede jugar corno ideología opc*
en la Argentina, se encontraba, además, ·desorien· rante cuando el poder econón1ico está en posesión
tado y entró a vivir con ur.a escala invertida <le del Estado, pero no, como en la Argentina ya ocu~
valores, al haberse privado a si nlisn10 d~ sus tTia, éuan<lo el poder estaba en tos centros de pre-
conductores naturales, en cuanto que se le hicie· sión ex ti-a nonnatlvos.
ron sospechosos todos los intelectuales nacidos dJ La tremenda advertencia, para nuestro capi.
en su seno, por la devoción ideológica que paga- talismo colonial, de que podía perder la alianza

T. 101, $ec. doctrina


•• 23
1102 CARLOS COSSIO

frente a un movlnllcnto sindical creciente cuya raciones, nadie creerá que es porque hay una
actuación acentuaba, cada vez más, su con- armonía preestablecida entre eJ capitalismo y
ciencia proletaria, el capitalismo colonial da. la verdad jurídica; nadie creerá que se trata
minante en la Argentina, al sucumbir la hege- de· un paralelismo casual entre uno y otra, en
monía inglesa que le daba sustentación y sus- la emergencia; nadie creerá que la fundamen·
tento, hubo de entrar en transacciones de equi· tación del mismo resultado, que presenta el
librio con Jos Estados Unidos y la Iglesia, al jurista silenciando el motivo económico, es tan
solicitar su alianza para defender lo que le neutral con10 él lo pretende respecto de ese mo·
quedaba de predorriinio o· recuperar sus posi· tivo y de su resultado pol1tico. La explicación
cioncs anteriores. ·Entre 1930 y 1960, hay tres se hace n1anifiesta con sólo suponer que ese
revoluciones y, en rigor, 27 años de visible go· pensamiento doct~·inarian1cnte norn1ativo es, él
bierno militar con sugestiones, plantearniC'ntos niisn10, ideológico, porque. no obstante estar
y pronunciamientos alternantes. En ese lapso pron1ovido por un interés de la clase don1inan·
se desvanece la ilusión· argentina de su estabi· te, enn1ascara este interés para defenderlo con
1idad institucional, pcr·o se salva el capitalisn10 otro ropaje en el campo del pensarniento. Aqui,
individualista; el cual, como suptcmo poder en conexión· con las teorias jurídicas y en la
social, rii pasa a otras nlanos, ni se supera co· verificación de aquel supuesto, está el proble·
n\o capitalismo industrial. En ·este retorno a n1a de la Gnoseología del etTor que ten1atiza
una situación económica y social cuya razón de la teoría egológica. Lo tematiza al contraluz
_sei- có1·rcspondía al siglo XIX, nuestra vida ju. axiológico del entendimiento societario con10
ridica acusa, claro está, el impactó de los inte· verdad de la justicia, según hemos dicho._ Por~
reses actuantes y triunfantes; esto es, los de que escapa al desenmascaramiento ideológico
los propietai-ios de las ntatcrias prin1as y de de la Gnoseologia del error, lo que en aquellas
su comercio y los de los dos aliados que con· teorias se acredlta1·e como verdad por su base
tribuyeron al triunfo, todo ello en detrin1ento ontológica. En este sentido, el entendimiento
de quienes sólo aportan su trabajo cotizado societario da un claro hilo conductor, al apa·
como_ sueldo o salario. De todo esto, las valo· recer sín esfuerzo con10 verdad societaria. Y en
raciones norn1ativas de nuestros legisladores, ta medida en que el pensamiento funcionalmen·
gobernantes y jueces, que otorgan fisonomía te normativo recurre al pensamiento doctrina·
jurídica a la época, dan un testimonio directo 1·ian1ente normativo para asun1irse como verdad
en sus leyes, decretos y sentencias como re· jurídica, la Gnoseología del error ha.delimitado
sultado. todo su can1pQ y juega en pendant con la Axio·
Ahota bien; si se observa el acople perfecto logia jurídica. Pero su problema 'especifico es·
que hay entre este resultado y lo que nuestros tá en dcsenn1ascarar la función ideológica. de
juristas (tratacli~ta.s o jueces) presentan coino esa a1monía preestablecida entt'c el capitalismo
teoría jurídica. inc.lcpendicntc de aquellas va1o· y la verdad jutídica, que da situación al pensa·
raciones; si se advierte cuanto coincide este pen· rnicntb <le los juristas, investido de una neutra·
samiento doctrinariamente normativo con el in· lidad que, de no ser apariencia, testimoniaría
terés económico que promueve aquellas va1o· un milagro.

del Ejército y de la Iglesia si no se les concedla camcnte hoy adquiere cualquier movimiento de
su pa1·te, al haberlos visto integrando el fascisnlo las clases desposeid.as. con motivo de que Rusia
peronista. · comparte la hegen1onia mundial después de la
e) La nueva significación política que automátf~ Segunda Gran Guerra.

T. 101, Sec. doctrina

2l./

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