Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
e.o01.1~>
1
l •¡
LA G.:\OSEOLOGIA DEL ERROR
POI' CARLOS COSSIO
SU~IARIO: I. El descubrinliento n1arxis- les, entre Jos filósofos de ·1a Ideología (Des·
ta de las ideologías. El n1arxlsn10 con10 tutt de Tracy. Volney, Cabanis, LaromiguiC-
nieridiano del pensaaliento social niundial. re l, cuyos an1igos y adeptos don1inaban en el
Necesidac\. egológica de ton1ar partido por Instituto de Francia e integraban un buen con-
tercera vez. - II. La paradoja del n1arxis- tingente de diputados en la Asan1blea de los
n10. El escepticlsn10 de las posiciones y la
i·enuncia a la verdad. Disolución egológica Quinientos. Ellos usaban la palabra etimológi·
de la pat·adoja. La legitiniaclón egológica can'1ente, corrió el estudio positivo de la forma· ·
de 1Iarx. La superación egológ:ica de :i.\tarx. ción de las ideas y del lenguaje, con funda-
., ... III. a) Paralelo entre el n1at·xisn10 y la n1ento antin1etafísico sobre la antropología y
egologia jui·idica, El aspecto lfnpugnadol' la psicología principalmente. Al rechazar la ten.
de la c1·itica rnarxista. I.:.a creación judicial tativa napoleónica, Bonapa1·te les devolvió la
y ta instrtunentación pn.ra lo singular; h) dcno1ninación co1no un n1ote, para aludir a la
La radicación del control jurídico suprcn10. conciencia falsa ·que se tiene de la situación
La peligrosidad de los jueces den1ocr:iti~
cos para el capitalismo. La ldi::o!ogia de la social; y así, con este alcance peyorativo don-
Irresponsabilidad judicial; c) La separación de se desprecia la validez del pensamiento ad-
de verdad y .Justicia. El capitallsn10 ton1a versario por juzgárselo apartado de la reali-
pal'lido por la verdad. El n1arxlsn)O ton1a dad práctica, la palabra hizo fortuna y a<lqul·
partido pOl' la justicia. El partido que tonHL rió su significado actual ( 1). Sobre ello, Car-
la egologia. La radicación de la justicia los l\{arx logró una tematización del fenón1e-
en Rousseau. La radicación dt'! la justicia no iclcológico que tiene el alcance·' de un dcs-
en ?.larx. l,a radicación de la justicia en la
egología. cubri1niento genial. Hoy, ninguna ciencia SO·
cial o humana puede pretender dar un paso
sin afrontar la tesis marxista. Desde .diversos
I ángulos se ha ensayado replantearla, para sus.
tituirla o para mejoral'.'la (2); pero de ningu.
na manera cabe eludir Ja problen1ática cientí-
El Derecho que viven las sociedades, con· fica que 1Iarx ha legado a Ja posteridad so·
cierne al hombre; también le concierne Ja cien· bre este tema.
cia del Derecho que elaboran los juristas al Como es sabido, la tesis de 1\Iarx separa las
ten1atizar aquel Derecho. Tanto en las norn1as ciencias de la Naturaleza -::.· las ciencias que
rnediante las cuales el legislador se expresa hacen del hombre el objeto de su preocupa·
o el juez se encuadra, coino en las teo1·ías que ción. Las prilneras son propiamente ciencias;
sustentan los juristas, es cierta peculiar con· esto es, se realizan con10 conocin1icnto de un
ducta hu1nana lo que C'Stá aluditlo en últi1110 ohj0to: sobre la hase ele la neutralidad que
y definitivo térrnino. Pcl'o por sc1· así, por ser puede asurnir el Investigador con relaciún a
cosa hun1ana el motivo del pe-nsan1icnto fun· un objeto que no con1plica al propio investi·
ciona1n1cnte norn1ativo y el d~I pensanliento gador, la investigación no estaría compronie·
doctrinariamente norn1ativo, en an1bas fonnas tida por su radicación en Jos ineludibles inte·
el Derecho cae fulminado por el estigtna mar· reses sociales de quien la lleva a cabo; y· el
xista de las ideologías: de cualquier n1anera ca111ino hacia Ja verdad queda expedito como
el pensamiento jurídico habl'ía de ser pura posibilidad de estas ciencias.
(
ideología. En cambio. las pretensas ciencias ele lo 11ll·
El general Bonaparte fue quien por prln1e- n1ano son ideologías; no serian propiamente
ra vez intuyó el fenón1eno ic!<?oló2"ico. Había conocimientos que toman su sentido de la ver·
buscado apoyo para sus an1b'.cion'€.s in1pcria· dad suministrada por el objeto del que ha·
1•) Especin.1 pn.ra L.\ Lr.Y. Der~chos rescr\'ados c2) Ve1· en :!\1!<:111-:1, DF.1nn·:-.:. "Idcologla e nenli-
<ley ll.'123). dadc" <Río de J.1nci1·0, 19.'59. Pd. l. R. E. B.), un
111 Vt~1· <lt:'tallcs del napoleónico. f'n
í'pi;;;od~o <:ln:i.lisis lúcido, co111pl0to e ini<up1'rabll' (),~ la;; di·
l\:,\1:1. ).!AN!"HP.Dl. "Idcolog-ia
y l"to¡;ía", ps. 63 y vcrs:;u~ e.xplic:i.cioncs del fcnón1eno idP,o\ógico da-
sigts. E.) y en H.\:Sf> B.~r:TH,
1 )!éxico. 19·11. F. de C. das hasta hoy.
"Vel'da<l e l<leología", ps. 9 a 2"3 ()!éxico. 1951.
F. de C. E.).
(3) Z..L\RX·ENCf:L~. "La Idr?Olog-ía AIErn<lna", r~. 48 nocid6s Pesajes del J.i!111rifiesto Co1111111i.'lfn.
a 49 (:\Iontevideo. 1958. cd. Pueblos ünidos. trád. <4) !>Lu~x-E:--:a~:1.¡:;, "La Ideología Alemana". p. 25,
"\V. Roces). Ver tan1bién el famo!'io Pref<icio de ed, citada.
?II.\llX a su libro "Cont~·ibution 3- un~ Critique de 15) !ll.\RX-E::-;cEt.s, ''La Ideolo_g_ía .. Ale_ryiana'', p. 31.
l'Economie Politique":··" e,·ig,ualm,e-.nte algunos co. ed. citada. · , · · ·, · · · · ·
hace sentir como un poder extraño y con10 una n1lento contemporáneo, como lo comprueba el
realidad trascendente a los Individuos que la hecho del grado, mayor o menor,. en que le
constituyen, dando un obje.to fantasmal de co· tesultan tributarias todas las teorlas posterio-
nocimiento a la especulación Ideológica enaje· res y actuales que tematizan el problema.··
nada. Sin embargo, al eriraizar en este punto el
No se entienda que habria en todo esto, una problema de la ciencia juridica que la Teoría
equivalencia mecánica entre la !deologia y· su egológica ha denominado gnoseología del
fuente (lo cual eliminarla a la par, tocio disi· error, con el carácter de un problema perisis-
mulo y toda conciencia falsa). La ideologia ten1ático para esta cfencia l 7), se coi:re un
no duplica la realidad social; apenas se. co· riesgo de escándalo por razones ajenas al pro·
rresponde con ella con10 un reflejo, porque blen1a misn10. El n1a1xismo es, hoy en día,
únicamente duplica el ser de aquella realidad el n1cridiano del pensan1iento social mundial.
social; esto es. duplica el sentido de esa rea· Podría decirse que así resulta, en razón de la
lidad social en cuanto que consigna la cstruc· tirantez conflictual entre ios Estados Unidos
tura de la misma; por eso cabe alguna 111a1·gi· y Rusia· como protagonistas de una política
nal desavenencia crítica entre_ las idcologias y ccun1énica. En parte es asi, sin duda. Pero si
la realidad promotora, o entre ellas n1is· en aquella <litncnsión n1undial del marxismo
•,•
do como disciplina autónoma, precisamente pa· de las nlás desfavorables condiciones ( 8). En
ra investigarlo. Aclen1ás, la explicación de la medida en que estos resultados -dicen de·
lYfarX está en general, esto es con referencia a x·ivarse de una tco1·ia soclal, habría. ,-de por
puntos capitales, convalidada por el pcnsa· medio una verdad social en el asuntO; y esto
~
~ (6) MARX~E:O:GELS, "La Ideología Alemana", p. 49, mo sostiene. El autor ya ha rnostrado que la an-
e'd; citada. Ver tan1bién: ?YI1cftEL -DEBRCN, "Ideolo- títesis entre esta planificación y la libertad es
ll gía e Realidades", p. 30, ed. cit. falsa -p. 131-. Por lo demás, en forma expresa
(7) Coss.10, 'Panorarna de la Teoría Egológica
4
ha elucidado que la "situación laboral" co1no in-
t del Derecho... proposición XVIII <Buenos Aires, fraestructura social en el sentido n1arxista, co-
1949, en Revista de la Facultad de Derecho, núm. rresponde exactan1ente al "estar en situaCión", al
'
¡,
13) En la Teoría Egológica del Derecho (1944),
el problema también está denominado, aunque ape-
"estar-siendo-en" de la filosofía existencial con10
típico modo de ser humano, ps. 107 a 108). Y este
•
nas planteado. sacerdote, cuya ason1brosa serenidad. intelectual
(8) RE~tY. C. K\\"ANT, O. S. A., en su profundo se mantiene a lo largo de toda et libro, después
libro "Philosophy of Labor", p, 157 <Pittsburgh, de haber dicho que "los paises del riiundo libre
9 1960, Duqucsnc Unlvcrsity) <licc: "El Co1nunisn10 pod1·án vencer nl l\Iarxismo únican1ente si pueden
ta1nbién ha logrado un progreso cnsi increíble. To~ pron1eter un futuro n\cjor que el que el I\.!arxismo
•'
nió el poder en un país agricoln que habla sido ofrece", esto es, "ú1dcan1ente to1·n.indolo supér-
arruinado por una guerra dcsasti·osn y en el <1uc ftuo" (p. 1·1·1), concluye su obra con .estas pala-
Ja industria no estaba desarrollada. La Unión So- bras: "Debenlos distinguir entre valores· y erro-
,. viética no fue ayudada por los otros países, pues , rei;. Ln crítica que no sea nada nláS que un re-
t se la consideraba como un peligro internacional. pudio total es muy peligl'osa. El Comunisn10 no
Ella únicamente tuvo sus recursos naturales y su seda un enemigo poderoso si no poseyera ciertos
t propia fuerza laboral. Sus planes quinquenales valores reales". Pero la cuestión radica en saber
''"
potencia n1undiat de prin1er orden. Esto es u.na del capitalismo que lo ocasionaron", con10 dice
prueba de que tenemos que creer en las.inmensas l{\\.-'ANT (p. 144); o de asun1irlo en sus verdades
posibilidades de un 1nUndo de trabajo concentra- y completarlo sien1pre con ta verdad, pa-ra llevar
do" (Con esta últhna expresión, el autor alude la vida hun1ana~ en el curso histórico, a la pleni~
a la total planificación económico., que el marxis- tud de su ser .
.)
T. 101, Se.e. doctrino
'.I
~
.,
:t
:JI
:\
1082 CARLOS cossro
tm·pone al cicntlfico una inexcusable tarea de A 1Iarx le <lebcn1os n1uchas .Verdades hn·
verificación. con prescindencia del escándalo portantes y algunos errores también impar·
que muy a su pesar ocasionare. tantes. J.~ es rnenester darse'· cuenta- que las
En rigor, si hoy· en día el marxismo cOnstl· ve'rdades de l'viarx: no. son· ·verdades soviéticas:
tuye el n1eridiano del pensamiento social del son verdades para· todo· el mundo ··y: están al
n1undo, ello se debe a la gran dosis -.. <le ver· servicio de quien las aproveche. La apropia·
da_d que contiene como teorí_a, n1uchas veces ción de estas verdades nos .pern1itirá algunos
a\in en contra de Ja fuerza política que. pre- esclarecin1ientos· jurídicos que no podrían ha·
tende apropiárselo como ortodoxia. El niar· berse ·obtenido al tnargen de la -enseñanza de
xi.Smo es la prin1era filosofía de la si~uación 1'.Iarx, pero que tampoco se obtienen con SÓ·
que aparece en el Occidente, si bien para nos· lo esta etiseiianza._. Al ampliar ·et repertorio
otros cst1·echa en 1nás de un punto al cote· de verdades dentro del cual las verdades n1ar-
jarla con Ja ilurninaclón existencial y aunque xistas adquieren recién pleno valimiento, sal·
esto no sea, cJaro está, para achacárselo a .l\1arx vatnos la teoría del Derecho al salvarlas a és·
cotno una ·:culpa, sino la consecuencia de ha· tas, precisamente por no incurrir en un nue·
bcrse anticipado tanto a su ticrnpo. Los con· vo dogn1atisn1ó con elJas. Así se hace la conti·
tactos que cada vez tnás s·¡llcn a 1Uz entre el nuidad acumulativa dc1 .saber científico, tan·
tnar.xis1no por un lado y la fcnon1cnología y to co1no una historia' de verdades, cuanto co·
f'1 cxistcnclalístno por otro l 9), se e:xplican en 1110 un cl'iterio vigente -para entender· rnejor
la n1cdida en que !viarx hace fenornenologia y la realidad. En la -polétnica entre ... Hege!_. y }
es un existencialista. La izquierdá. con Sar- ;Saviqny, que. con1prometia el, probten1a on-
fre o h'lerleau-Ponfy y la derecha con K\vant, tológico del Derecho, la Teoría· egológica to. mó
reconocen sin an1bages esos contactos. ·1rarx partido por Savigny porque éste se radicó en
es grande a pesar de Hegel; es grande por si la experiencia y señaló que la· experiencia, ju·
tn.ismo. Diga Jo que dijere lá ortodoxia poli· ridica es una experiencia histórica; aunque,
tica que de él se nutre, lo q-ue es cosa n1uerta claro está, n.o le era .dado saber a Sav.igny, co·
en él, es lo. hegeliano,_ incluso la dialéctica poi mo lo sabemos nosotros, en qué. __ consiste de
lo que significa siempre ·ae ati.tomatismo. En verdad la experiencia histórica. En la· polé-
cambio, lo qtie concierne a Ja conciencia de mica de Ketsen contra KeJsen, que compro· .
clase y a la necesidad :r n1odo de despertar· mete el probten1a lógico del E>erecho, Ja Teo-
la, son grandes tematizaciones de la libertad ría egológica ha tomado partido por el pri·
existencial al vivir como proyec'to y en pro· mer Kclsen no obstante que el maestro vie·
yccción. Ashnismo, lo que concierne a ta arti· nés en persona to haya tom.ado por el segun·
culación vital que ocasionan los n1cclios de do, porque el .prin1er Kelsen se radicó en 1a
producción, ·:son análisis situacionales insupe- norma .Y señaló que la nolma es un juicio
rables de eso· que nos define corno entes bo· del de her ser; aunque, claro está, sin feno·,
tados en el mundo. La poiaridad política en· nienologla no Je era dado saber a I<elsen, co·
tre los Estados Unidos y Rusia que da fiso· mo lo sabemos nosotros, por qué la norma es
nomía a este n1omento de la historia del mun- efectivamente· un juicio de deber ser. Ahora en
do, si bien refuerza y hace patente que el me· la pplémica de ~-Iarx, que ya veremos pronto
ridiano del pensamiento social n1undial está contra quién, está comprometido ·el fenómeno
ideológico; y Ja Teoria ego1ógica toma parti-
dadO por el marxismo, eñ el fondo perturba do por 1!arx, aunque, ya lo hemos insinuado,
la recepción del· juicio científico que pudiera no le era dado ~aber a 1\iarx, como se puede
llegar a la gente. Pues a Iv!arx no se Jo re· saber ahora,· dentro de qué limites su teoria
futa con hacerle evidente sus errores minin1os 'd_e. . las ideologías se convalida como gnoseo·
ni con recordarle la frustración de algunas d~ logia del error.
sus profecías; ningún 'filósofo reprocha a sus
predecesores por no haher obsel'vado Jo que II
en Ja época de ellos no era observable toUa·
vía.. Y abrir un frente ·cohti'a lVIarx para desoir El fenómeno ideológico que Thlarx descu-
t?do. cuanto dijo,_. sobre . la base de que él ·se" bre· tcn1átican1ente. es indudable; y la expli·
ria un equivocado· crónico o un demonio pcr· cación dada por· él. es de una enorn1e trascen·
verso,. cat·ece·' de sentido para la ciencia, por dencia. Las innutnerables v fáciles verificacio·
mucho. que la. política se sostenga de esta n1a· nes que su teoria tiene, 13. invisten de auto·
nera con- ~n resultado,. claro está, eontrapro" rielad suficiente con10 para hacer imposible
ducente- en conjunto y a corto plazo. · su recusación, aun reconociendo que· ciertos
tipos de casos le crean dificultades o que la
(9) K"·":-:-T, en el- citado ,lib_ro, ~_eñala algunos de explicación puede con1plicarse. Sin e_n1bargo,
esos contactos en las Ps: 15;-:66.~ 67,"'69, $5 n., 101 ·a la teorla marxista ele las·.'.idCó1o'g'ía-S;-: tal con10
108 y 148. fue formulada y, de modo muy especial, tal
como ha sido utilizada por partidarios y ad· conociendo el carácter ideológico del marxis·
vetsarlos hasta el presente, con n1otivo de ra mo. pero arguyendo que seria Ja ldeol.ogia de
•,..···.·•
,,. 1·
expansión beligerante del pensan1iento n1ar··
xist8:~ contiene una paradoja racional que, de
subsistir, la deshace.
En efecto: si Ja enunciación marxista va~
una sociedad sin clases; o arguyendo que se·
da la ldcologia del prnlotariado, el cual, co·
1110 clase nlayo1·Jtaria o como clase en advcni·
n1iento, ·tendría un titulo político superior a
liera sin restricciones; tal como resulta de la · las demás. Pero invocar una sociedad sin cla·
.¡j• presentación de sus fundamentos, qu€:rria de- ses, Cosa harto p1·oblemática en sí misma, no
cit· que también el propio marxismo es una es convencer nlediante un hecho, sino recu·
4
....."'
ideologia; esto es, que tampoco hab1·ía en él rrir a una n1era idea.
niriiuna verdad en Jo que como doctrina con· Asil11isn10, invocar el caráctct· de clase en
trapone a sus adveL-Sarios para recian1ar. Un a<lveni!niento que tendría el proletariado pa-
reajuste científico de la vida ·social. Tan1bién ra asun1ir Ja conducción social. -cosa que sig·
el ·marxismo resultaría ser sólo una racion-ali- nific2.ria _tomar con10 verdad esta enunciación
zación intelectual de Jos intereses econón1icos marxista antes de q\le. el advenin1iento se pro-
que le corresponderían, los cuales se estarían duzca o descuidando las variantes con que po·
""
..,, deféndiendo así en el ca1:npo del pensanliento.
igual que los otros. No !::>ói.o la do_ctl'ina n1ar-
xisla que conciC"rne a) reajuste científico de la
dría advenir-.- sólo acentúa nuestra parado·
ja. porqúc ahora la 11iis111a afiruiación (el ad'.·
vcnin1iento del proletariado), seria las dos co·
~ vida soeial, seda ideológica; ta1nbién habría sas: por un lado, vc1·dad, y por otro, idcolo·
de· serlo la propia tesis báslca y con1ún. que gia e,xtraña a la verdad; por un lado, cono·
.~
..... la integra sistemátican1.ente, de. que todo gru·
po de lnterescS económicos origina, con10 ideo·
cin1iento de un objeto, y por otro, intelcctua·
Iización de los intereses ~conón1icos del grupo
logia, una racionalfzaclón intelectual para de·
~.
p1·oleta1·io. Pc1·0 esta dualidad e.s. 1.nsostenible;
fenderse en el can1po del pensamiento. Asi las o to uno o Jo otro. Con todo, esta alternativa
......
,·-
~,,,
l
cosas, la teoría nlarxista d& las ideologías ter· nos suministra una pista para acceder- a nues·
n1ina devorándose a si misma: en el n1arxis· tra idea. En efecto; si la afirmación ·d€1 adve·
·~ n10 no habria ni más ni menos verdad que nimiento del proletariado corresponde a los
en las otras ideologías, porque la naturaleza hechos, entonces se trataría de una verdad;
...,~ de la ideología no es Ja del conocimiento. Este,
si, ton1a su sentido de la ve1·dad suministra·
y con :ello, claro está, la ideología queda sin
papel con10 una invención inútil y superabun·
,'
,' ..11
,
...
en la n1edida en que los hechos'. acreditan la
verdad de aquel punto de partid.a, resulta cien·
tífican1ente indispensable con1ptetar la teoría
n1arxista con una rectificación que asegure
te y es la siguiente: la explicación inarxista
de un fenón1eno ideológico es de todo punto
correcta, sicn1prc que se trate de- un fenón1e·
no ideológico; pero picrd0 su sentido intrin·
'~-"-~'"
.•. .iJ
para Jas ideologías el valin1icnto de un e1To1·
dentro de la. verdad; <.le una verdad, claro
está, independiente de elias porque Ja· tonü1."
seco si se la extiende con10 explicación de
afirn1acio11cs vcrtladcras, aunque estas afirn1a·
... rían1os directan1ente de! objeto a conocer: Ya cionC's conciernan al hon1b1 c. La teoría de las
la verdacl de aquel punto de partida sostcni· i_geologías postula que Jos intereses· cconórni·
~ da por hechos verificables, nos alienta acerca c_os de una clase social, por enajenación, se
de Ja justeza de nuestra pretensión; pero disfrázan y originan ideologías para defen·
·':...'"-,'"
n1ientras no se puntualice y jtistifi.que Cual es tlerSc en el campo clel pensa1niento. Este pos·
la rectificación co1nple1nenta1·ia que sugcrin1os, tulado permite rastrear y dcsenn1ascarar el
. ,,
' ....
.....
es y será grande la perplejidad que oca-
siona a1 intelectual este precioso instrun1ento
teórico del marxisn10. Pues ha de Teconocer-
interés cconóinico de clase que estuviere así
operando encubiertamente a través tle los in·
telcctuales. Pero es ilegitin10 extender este
se que el n1arxismo ortodoxo no ha sabido postulado al can1po de las verdade's sociales,
-~ . ) salvar la paradoja. Ha pretendido salvarl.a re· sobre el presupuesto de que no habría ver·.
:.,.,) Sec.
-......,
r, T. 101. doctrina
r~-
,.,•. ..,J
r-~ ...'J*
,_-1
! .\ ¡¡¡.e'f
f 1084 CARLOS cossro
j
1 dades sociales porque el hombre no podrla per- Cada cual tendrá, ·sin duda, ta creencia per·
in~necer neutral cuando habla de Jos intereses son'al de que su· posición ·corresponde a Ja
''. qlle le dan situación. Con la actitud legitima, verdad; pero esta creencia no resulta .anali·
la investigación torna transparente ·el alean· zad·a.. ni es ellá lo ·que -se.. ·lleva, a_ discusión.
ce de una ideología cualquiera; pero con Ia POr et contrario,_ esa- creen-cla es el dogma a
extensión ilegitima, devoramos la verdad. Y que cada cual se adhiere y que ·Je .da su· po·
en . esto la v~rdad no ofrece dudas, .porque sición; de· modo que -·Ja tarea .del p~nsamiento·
tratándose de una verdad de hecho, bastan tos se reduce a una lucidez posicional ajena a to-
hechos para e'star cieitos de ella. . da fundan1entación objetiva.
La ntisma concltisión Je hace n1ás evidcn· Esta renuncia a la verdad tiene consecuen-
te todavía si consideran1os la invocación del cias trc1ncr1das para ·et ho1nbrc conten1poráneo.
proletariado con10 clase n1ayoritaria. Con10 es En función de ella;-- nadie puede asombrars'S'
ntucho mas fácil deternlinar este carácter n1a· que el ~l de hoy ayude tan poco a
yoritario que el de una clase social en ad\·e- su sociedad. para superar los problcn1as socia-
nin1icnto. Ja alternativa no puede ser discuti· les que estarnos viviendo. El intelectual que
da aqui. En la hipótesis de que el proleta· renuncia a Ja verdad se da a sí n1ismo la
l'iado sea efectivamente la tnayoria del grupo condena de' ser estéril. El misn10 está clau-
societario, Ja invocación, claro está, ·Sería. ver· surando la posibilidacl de diálogo, que es, co-
da0era y no ideológica; y en la hipótesis con- n10 razón compartida, Jo que la sociedad puede
traria, siendo minoría, la invocación,, al revé:::. esperar de él. Es tremendamente ·co.ntradic-
seria ideológica y no verdadera. Y ·n1ás aún: tol'ia Ja· actitud de quien, creyendo que su
si cabe derivar de la n1ayoria algtína vCrdad posicióh correSponde a la verdad, no tralga al
social, como sin di.Jda cabe según pronto ve- debate los fundamentos de esta creencia y se
remos,. seria posible incluso oponer alguna ver- conforn1é sólo con definirla y-exp1icitarla como
dad a la ideología proletat·ia. De cualquier n1.1· posición, para correr ta suerte que este des·
nera. salta a Ja vista otl'a vez que la teoría arrollo posicional tuviere. Si las posiciones só·
n1arxista de las ideologías vale para expli- lo fueran posiciones, es rnütit Ja controvci·sia
car_ el fenórncno ideológico, pero no para ex- entre ellas; tortas tendrían el m!sn10 .titulo, al
plicar el fcnórncno de la verdad que pudieran no tener ninguna el titulo de la verd.ad; mien·
lcgitin1ar las ciencias que conciernen·<\! hornbre. tras no se incomoden, habrían de tolerarse
Al restringirse de esta nlanera, la teoría de recíprocamente, pero en tiegancJ'o a incomodal'-
las ideologias se salva precisamente ··porque se sc entre si, sólo cabe clin1inar p'or la violencia
presenta con10 la verdadera verdad de las a la que sea causa de ·perturbación; y esto.
ideOiogias. claro está, no puede ser la recomendación' del
A~te_s de avanzar hacia nuestra idea, que
intcl('ctual que crea en la verdad como un
con~dlidará la b~oria rnarxista de las ideolo·
factor dé paz. Las posiciones, desligadas de
gias en una órbita legitima y que definirá la verdad, son ideologias. En este sentido, la
en qué sentido la Egología. toma partido por teoría marxista de las ideologías, al expandir·
l\farx en este problerna, conviene toclavía pun- se y originar el escepticismo de las posicion~s
tualizar la situación de grave desconcierto que a qu? estan1os aludiendo, ha multiplicado las
ella ha creado al intelectual contcn1poránco. ideologías ton1ando de ellas otras tantas pruf?·
Con10 su punto de partida es exacto, como bas de su acierto en la medida en que tes
el fenó111eno ideológico es indudable, la teo- desencubrc Jos intereses que las originan y
ría mal'xista de las ideologías se ha cxpancli- que n1cdiantc ellas se defienden en el ca111po
do y· se ha irnpucsto entre los estudiosos; ya del pensamiénto. Pot' eso es urgente que la
hen1os recordado cón10 significa una convali- t_area,, Intelectual retroceda al debate de los
dación, el tributo· 1nayor o menor que Je pa- f~ridamcntos en las ciencias del hon1bre. En
gan todos los· que tratan- el tema. Pero, a su estas ciencias hay .que reganar el derecho: de
vez, como su conclusión t?S falsa, corno se dc- referirse a la verdad, que las ideologías han
vor:a -a si n1isn1a y disuelve en ideologías to· puesto en crisis. Pronto vamos a ver concre·
das las especulaciones que 'conciernen al hor'n· tamente lo que esto significa en la ciencia .del
bre, ha ocasionado ese· peculiar escepticismo· l)erecho. Por ahot·a recordemos una vez nlás
gnoseológico, domiriant_e. en el n1undo actual que "un arguinento es ideológico cuando pre·
de las ciencias hun1anas. Es el esccpticis1110 senta una· situación vigente o un nlolde social
de las posiciones. Quien<.?s reflexionan sobre como si fuera un valor 3.hsoiuto. Esta es una
los ·problemas. sociales, .se han allanado a de· fácil manera de defender un n1oldc social; ~i
finir posiCiones-·y a dcfCndcr Ja propia. El es· se ~:prueba·~ que una condición social es un
fuerzo i11telcctt1al ~e cst1·th'.tura conlo posiCíón valor absoluto, no puede ser cambiada. La ar·
Y con. eso se satisface; nadie parece pretender gun1cntación ideológica es u.n _a,,r_n1.~ ?eJ con-
una fuerza de convicclón m~dia,n,te Ja verdad. servatismo; pero es una rlesv"alo-rizaC'ióh de Jos
,.,. ,. '>·
~·.·
..·.. ·•·
~~~~ r.
.,,.~::~···
LA GNOSSOLOGIA DBL ERROR 1085
·•"'~\
•::::,. principios absolutos, hacerlos proteger condi· que pronto profundizaremos: ~a creación judi·
cienes periclitadas" (10). cial del Derecho es un dato ontológic·o que se
.•.•
>• Ahora bien; la llmitación de la teoría mai'- exhi~e al análisis metódico y que se verifica
< xista de las ideologías al fenómeno ideológico siempre por la expe1·iencia, Cualquiera sea la
y Su consiguiente exclusión del ámbito de la
r•.;· , án1plitud, mayor o menor, con que esa crea·
verdad en las ciencias ·históricas y s.ociales, ción aparezca en el caso concreto. De -tiempo
crea el problen1a de señalar el cr.iteriO q uC e"rl tien1po los jÚeces cambian la jurisprudencia
ga1·antice ta legitin1idad de este ámbito. Sin reinante, o consagran el desuso de. alguna ley,
resqlver eSta cuestión de fundamento, no ha· o dictan alguna de esas sentencias que los
brí3.mos hecho nad8. positivo; pues con10 todo juristas crilifican de conttu lt.:ge·ui, pero que
•• jt:iicio, aun el ideológico, tiene por csttuctura se defienden a sí rnisn1a pot• el ·cntendiriliento
•.. ·~
•••• una pretensión 'de Vcrd<;id, cada Ideología· se societa1·io que formalizan, to1Jo _to cual son
sentirla lib1·e del cstig1na idcológiCo par .. Cl actos -.Creadores innegables. Una teoría juri<li·
n1ero hecho de consun1ar su pt'opla enuncia· ca puede negar esa creación judicial o cncu·
e\.··
.... i
ción verbal. brirla con el silencio· o con coloretes verbales;
Sobre la base de la fenomenología existeh· no in1porta, pues la experiencia sigue presen·
cial de la cultut·a, e.n que se susterlta, la teoría tándose con:io es a peSar de l~ teoría y los
.·.. '
e;c::- ·~ egológica puede señalar ese criterio ·en ge- jueces siguen, <le tien1po en ·uen1pO, can1biando
neral para las ciencias culturales Y. veiificarlo la jUrisprudencia, consagrando el desuso de al·
a111plian1ente en especial dentro de la especu· guna ley o dictando alguna sentencia contra,
!ación ju1·idica, convalidando y salvando asi la lcgcnt; aquella negación o aquel cncubrimicn·
tesis n\arxista_ al corregirle su apuntado errot'. to s~n ideológicos y cot'rcsponden claran1ente
La intologia deslinda el ámbito de Ja verdad a· la defensa de los intereses de .algún grupo
en la Ciencia Dogn1ática del Derecho, como social_ éCoriómicamente prevalente .. Pero ·1a teo·
en cualesquiera otras ciencias cultu1·ales ( 11); ría· jurídica puede, tan1bién, reconocer csá crea-
el ser del objeto jul'idico puede encubrirse por ción judicial del Derecho _y explicitarle· .'sú. lu-
las ideologías, pero no constituirse por ellas. gar sistcn1ático; en este caso se trata de una
la ct·itica' de Alarx es ·exacta respecto de verdad radicada en el ser de la cxpcdcncia
toda tcoria jurídica sin base ontológica. Estas cOrresponcliente, siendo vano e inconducente
teorías sin base ontológica son ideologías, ~n buscarle ahora un origen en la defensa de los
el sentido que l\.1arx dio a esta palabra; ·.Y intereses econón\icos de algún grupo social
lo son, por las razones que él puntualizó; por que, esta vez, ninguna claridad agregaría a
eso la teoría egológica las. tcrnatiza con10 gno· un fenómeno que ya resulta claro por la co1n-
scolo&ia del error. Pero_ la critica. inatxista es p1·ensión de la propia naturaieza de es_a .expe.
fnoperante respecto de una teol'ia jurídica que fiencia.
se desarrolle desde la ontología del Derecho Así, pues, la teoría egológica puede·· arrojar
cqino punto de partida. No se entienda en con10 gnoseología del error, contra las teorías
eslo una infalibilidad para el investigador, p:ues jurídicas sin base ontológica, _el peso forn1ida-
el error sien1pre nos acecha en' la búsqueda ble de la crltica n1arxista, aparte de lo que
de la verdad aún disponiendo de la proliicción por su propia cuenta les señale como c1To1:es
n1etódfca de la fenorncnología. 1\-Ias en tal caso ontológicos, lógicos y a.-..:iológicos en el can1po
nuestro error seria un erl'Ol' de hecho, qüe sistcn1ático. En aquel sentido·· la teoría ego. · !
es cosa diferente al erl'or ideológico. Lo que lógica se acopla a 1\-larx y lo sigüe en su
nosotros estan1os diciendo señala únican1ente cdtic'a a las teor·ías jurídicas¡ Jo aprovecha,
que contra toda teo1·ia juridica sin base onto· pues, en sus verdades con un resultado bcnc·
lógica, vale el cstign1a n\al'xista relativo a ·las ficioso para verlas bien y aprcciarl.a·s n\cjor.
ideologías y procede desecharla desen111asca- En esta tarea el n1arxismo' sunlinistra un
rando el interés de clase a cuyo servicio está; hilo conductor de claridad sÚpet·lativa, cuya
asi co1no también. al revés, que .toda tcOría eficacia es· hoy indiscutible dentro del ·análisis
jurídica con base ontológica escapa a este ·CS· científico. En la n1cdida ~n que el capitalisn10
tigina porque Ja ontología jurídica es Una aparece tan\bién co1no sin.tesis de la Crisis ju-
cuestión de hecho que proviene de1 ser de los rídica· que padece el n1un<lo, el marxis,fno pone
hechos, con entera independencia d.e los inte· a la gnoseología del error en la tar·ea de des-
reses que alguna ·clase social desee _defender. cnn1ascarar al capitalisn10 dentro de las teo·
Júzguese por el siguiente ejen1plo que· ahora r.ías jurídicas acadén1icamcnte don1inantes:
anticipan1os para dejar ]l)S · cosas en c1ar0 y descnn1ascaran1iento que significa n1ostrat·lo
(10) R}:M\", C. l(\\.AN'f, O. S. A .. "Philosophy no.ció.ri ontológica t 11-I c<litat.'ioú es .so/>l'e _la cic11 t if ¡e¡*
of Labor", p. 1lt. n.; c<l. citnd::i.. f[q([ dof¡1i11i/iClt ilCl Dci·echo p1·oce.~·al. A.pé,ndiCC Sú*
(11) Profundan\entc ha: hecho noto.l' ALff)~:;:o IDA· brc "El Ego1ogisn10, Filosofía de la Ciencia lle\
:Sr.:z DE ALDECO.-\, que se puede tener un conocinlicn· Derecho", p. 126, Buenos Aires, 1954, e(f.., Aragü>.
to científico de todo objeto susceptible de d.cternii·
ccfr~10 el intetés parcelario de ta burguesia. La biéil su tierra nutricia'"' .(14), pues "de nin·
gnoseología del error nos llc\·a, asi1 a ver el guna manera el . arte griego hubiera ·podido
juego del capitalismo tanto en las norffia.S jU· aflorar ·en una ,sociedad que_ ··.excluyera .toda
ridicas injustas como en esa Ciencia del De· rf?laclón mitológica con la ..Naturaleza,-- que so.
recho que se da a si misma por ·fundamento llcítara del .artista una- Jmagtnación sin apoyo
nada tnás que su autoridad forn1at En an1bo~ sobre la mltologla" (15). Todo esto es lmpor·
aspectos vale sin restricciones_ eJ, pcnsainlcnto tante· para sostener nuestra Iclea de que Marx
de Marx atinente a las ldeologlas y la; tcoria é_ntrevió Úna ontologia_ social de naturaleza
egológlca puede seguirlo sin tropiezos contra existencial; pero todávia: nos parece mucho
los juristas jusnaturalistas, racionalistas, exé· n1ás ·punzante en este sentido, la Pregunta con
getas, historicistas •y tan1bién, en menoi: the· que finaliza esas páginas y para Ja cual el
elida, contra los sociologistas. Sin !\Ia1·x, -la tea· propio ~Iarx no tiene una respuesta atendible.
ria·· egológica no podria atacarlos con_ la gno- Dice asi: .. La cuestió"ri dificil no radica en com·
seología del error; pero t!arx no es suficiente prend2r que el arte griego y la epopeya estén
para desplegar el ataque egológico, porque los ligados a ciertas formas del 'descnvoJvimicnto
fúndamentos ontológicos de la Egologia le pcr· social, sfno en comprender que puedan propor·
tniten desplegarlo con una riqueza y precisió.n cionarnos satisfacciones cs~éticas todavia hoy
que no son cotnpalibles con Ja tesis ·ortodoxa y que sean "considerados en ciertos aspectos co·
c!el· niarxisn10, para Ja cual la teoría egológica rno norma y como modelo inaccesibles" (16>.
también habría de ser una ·i<leologfa; Habida cuenta la total desaparición de Ja es-
I-Iay 'n1otivos suficientes para cr~er que 1\-'!arx tructura cconón1ica del nlUndo . a,n.t.jgtJq~_ ·este
catrcvió Ja existencia de una ontologja social fenón1cno, éstético acredita mediante n:ucstra
--.de rnayor hot·izonte. que el cconórnico -Y de Que propia c·~:periericia, algo tnás que un retüoto
lo concerniente a esta ontología escapaba a·..su c¡)ifenón1cno social .H_gado como conciencia Ideo·
tesiS critica. de las ideologías. Esto, que -es lógica a tina realidad económJca dcsaparecltja,
congruente con la rcínterpretación c:.-dstencial la cual, al deSaparccer, dCbcria de ·haber atras·
del .marxisrno en cuanto filosofía de la situa· trado consigo Ja po.sihilidad de comprend'er:lo.
c1ón,:: nos .diria con· suave ironía cuanto Marx Con todo, no basta esta independE.:nc!a onto·
fue más profundo y sagaz que sus partidarios lógica de la \'erdad jur!dica compatible con el
ortodoxos y que sus adVersarios ilnpenitentes marxisn10 al reajustársele su teoría de las ideo·
de hoy. un párrafo de 1\-larx correspondiP.nte Jogias, para que a· la Teoría egoÍógica le baste
al arte con10 superestructura social, dice así: la interpretación n1arxista como verdad juricli·
"I{cspcc~o del arte, es sabido que dctern1ina· ca. Con1parada con la interpretación existen·
dos periodos de florecimiento, de ninguna n1a· cial de la EgoJogia, ta interpretación de Ja ver·.
nera ·'están en relación con el dc~arrollo ge· dad jt:i:idica' que hiciete un marxista ortodo:"o
nerat de. la sociedad y, por consigu_iente, ta1n· tiene que resultar estrecha y escuálida; en un .:!
poc°-_::cc)n la_ P.a.se 1natcriat de su organización orden t!e-: ideas diferente pero paralelo, esf.a
<f~!(', dC atgún modo, es su esqueleto. Por cjcin·
doble pobreza se ha hecho inanifie_sta ·en la
plJ, los griegos con1parados con los n1odernos,
o Shakespcare incluso" (12). Según la cxpli· p;)!étnica sostenida por Sartre con~ra Lukacs
cación que subsigue, Ja producción artistica no ( 17). Pero esto no es todo; aun al desenn1asca-
tesulta ·condicionada por Ja estructura econó· rar el juego ideológico del capitalismo en la
mica, sino directamente por "la Natúraleza y doctrina jurídica, como quería 1\-íarx, la supe·
Ja sociedad, ellas misn1as a su \'ez ya n1odc· ración· egológica se h8.ce patente porque la
ladas de algún modo inconscienten1cnte artís· Egologia cumple este cometido con un ins·
tico por la fantasía popular" (13); y asi, con trumento que no le da· e1 r11arxis1no . ni se lo
singula~ agudeza. l'vla1:x destaca a renglóh se· puede dar, sino _que se la -da la ontología ju-
guido la conexión entre la· mitologia griega rídic'a teniatlzada precisan1ente ·-por la· invcsti·
Y el arte griego, esa mitologi:a que fue •·no gaCi.óh cgólói;ica. Esta superación se radiCa
solan1ente el arsenal del arté griego, sino tarn· · en .tres aspectos que actúan aglutinados:
--------
(12) lVL\ltX, "Introduction 3. une_ Critique de !'Eco. (1·1) ?-L\RX., "lntroduction ñ une Critique de J'Ecó-
notriie Polltique", p~ 350, Esta -·ohra. <lcjnda incon- nonile Politique", p. ·350.
<:lusa. por su autoc se publicó_ en· forrna póstun1a (15) r.L\RX, "Intro<luction il. une Critique· de l'Eco~
recién: en 1903 y estaha destinada a ser la Intro- nomic Po!:tique", p. 351.
ducción· a la famosa "Co'ntrlbution it Ja Critique (16) r.f.\P.X,_"Introduction ñ une Critique de !"Eco.
de l'Econonlic Politiquc" que publicó en 1859. Las non1ie Politique", p. 352.
citas corresponden a la edición fi·anccsa de Ci:ird,
(17) S.\RTRF:. "Qucstions de ~Iéthodcs: l·Exlstcn·
1928, de. csta última, que t1·ae corno Apéndice el
texto cornpleto de -af}Uélla. tialisnle et :r.tarxisnle", en "Les Tcn1ps i-rodernes",
(13) 1IAnx, ''lntroduction á une Critique de l'Eco- nún1s. 139 y 140, París, setiembre-octubre de 1957.
nomie Po!Hique", p. 351. -:¡_·.'
(18) Dice Rr.:.tY c. KWANT en su "Philosophy of el cspiritu ni:irxista que le otorga: al prOblenut su
Labo1·", p, 59, ed. cit.: "La filosofía n1arxista. hizo verdadera. vita !idad,
del tl'abajo, el centro de su pensa1nicnto fllosóficc. (19) Hr:mr:ccr.:R. "El Ser y el Tiempo", parágs. 15
En la historia de la filosoiia fue la prin1era ve~ y. sigui en fes.
que se asignaba al trabajo se1nejantc posíción· ccr:~ (20l 11AL"R!('!: ?.Ir.Rt.I:.•.t:-PONTY' "Phénoménologie
tral. No podc1nos ignorar la filosofía marxista, E:o de la Pei·ception", Prin1era Parte, caps~· III y IV
la priinera filosofía del trab.."\jo y quienquiera qu.: tPad;;:, 19·15. Gallin1ard).
escriba sobrc·.cst:c tcina debe aceptar el nlnrxisn1:. <21 > Cosfiw. "Ciencia del Derecho y SÜclología
o al ·n1enos cxnn1inn.rlo" ... T;:uubién ST.\:.1:.1t..t:1t, (·~ J uritÍica" 11950). "l'.'otas Para el Estudio de la
su "Econon1í.a y Derecho Según la Conce¡)ci6:-, Norrun y el In1peralivo en HussC'rl" (1951), en es~
1Iaterialista de 1a I-!lstoria", y NAT'HtP, en Su "P<:~ pecio.! el cap. 5'' contenido en la reedición; "La.
dagogia Social", hnpulsados por· el -pensanliento.-C.,, Irituición, el Pensamiento y el Conocimiento Ju~
!\f.\RX sienten la necesidad ele da1· al trabi:i.jo \..::1. ridico" ( 19511; "Teoría de la Verdad. Jurídica",
puesto central .'en la fHosofía social; pero .en co:-,· caps. III y V (19541; "La Polén1ica A,nti-egológi-
traste con·la aütentícidad que nianUene Kw":-;T, .:-! ca." 1195-11; "Verflad del Ente y Verdad-de; ..la Con~
intento de aquéllos se realiza perdiendo totaln1€r;:e ducta" (1955i.
(22) S>.vtGN\", "Síste1na de Derecho Romano Ac- (23) Ver el desatTollo de este tema en COS.$10,
tual", especialmente el parág;-.14. Ver en c3stellano "Para ?.!editar Sobre las Tendencias Actuales del
la traducción. directa. en el volumen "La Ciencia Derecho'', en Revista de ta Facultad de Derecho
del Derecho''., ps, 59 a 63, Buenos Aires. 19·i9. ed. de ~Iéxico, t. VIII. n'üni.. 30, año 1958-.
Losnda, Biblioteca det Instituto Argentino rJe- Fi- C24) Sobre esta característica del saber jurídico
losofía Juddica y Socio.!. La idea cst;í convalidado. con10 s::i.bcr t>olCm'ir.:o, ver CO!;.O:::!Q,_ "L;e1._Plenlt1,1d del
por nurncrosos ·autores; asi Fmr:n:i.tANN \e dcdic:l. ,Q.~n_2.J:!.iento- J~rídico", 2• ed., cap. III, ps., 115 a
un largo co1ncntario, cuya prin1era. frase 1·cz.'.l n.si: lll- (Buenos Aires. 10-17, ed. Losada); y Coss10,
"Sólo una inco1nprcnsión <l~ la función dd Dere-
"El Derecho·cn el Derecho Judicial", 2• ed.,· ps. 256
cho, puede desligar al abogado <l8 J(l. parte que
toma en Ja evolución de la sociedad". (Lega.l Titeo.~
y sigts. (Buenos Aires, 1959, ed, Abeledo-Perrotl.
ry, p, 410, London. 1949, Stevens & Sons).
Av
.:. LA GNOSEOLOGIA DEL ERROR
...•
cia del criterio convlvencial del entendimiento ·ciones ·Comunistas, la critica ·del marxismo a
societario. las ideologias de los juristas no puede superar
Hefii·os de recurrir,. pues, ·más adelante, a . la enunciación negativa que significa denunciar·
la verifiéación de 1a gnoseología del error con las y nacla más; no puede discutirlas paso a
un ejemplo de ~xperiencia. Nos servirá para paso y punto por· punto, en el nlismo terreno
•• ligación de la gnoseología del error, sino que sus adv(,'t"Sarios, y advertir los propios.
adcn1ás permita un paralelo tan1bién inequívo· En c'ste aspecto negativo de la critica n1ar·
,.,••.
co con la actitud critica del n1arxisn10 orto· xista que lleva a dcsenn1ascarar las ideologías
•• doxo, a fin de que se vea el verdadero senti· de las doctrinas jurídicas, la Teoria .egológica
do que tiene pal'a nosotros. este contacto con coincide.con el marxismo porque la actitud ego-
el p'ensamiento de ·carios Marx.
III
lógiCa e'S· la ·actitud marxista Uevadfl;_ tJl~s·..Jejos;
esto es, justificando in'cluso que el marxismo
se ·devorara a si mismo, si él incurriera en el
.•
· Respecto del pensa1niento jurídico· marxista, n1isnlo pecado que enrostra a los juristas ... Pe·
el pensan1iento jurídico acadén1ico guarda un ro en el aspecto positivo de aquella crítica, con
sospechoso silencio y sin1ula ignorarlo en el el cual se la lleva a plenitud, la superación e·go.
án1bito intrasisten1fitico de la Ciencia norn'1ati· lógica se n1anifiesta en un triple niv(!l :con
va del De1·echo. Este silencio es ideológico por- sólo cst3.blecer un paralelo entre ·el pensamien·
que, aparentando ser una neutralidad hacia la to egológico y el del marxismo ortodoxo. Esos
.,
verdad,. traduce en el caso el escepticismo de
las posiciones y se contenta con desenvolver la el de la ciencia jurídica y el de la filosofia j~·
propia. Y aquella ighoranCia es posible en la ridica.
..
ni.co e·n ·que.. Ias teorías normativas del Derecho mitar la eje1nplificación a aquel ámbito de las
.••
y aquella simulada ignorancia; sólo que la cri· la discusión previa de si aquí Ja institució'n co·
sis también alcanza, claro. está, al pensan1lento tTcsponde a una ideologia de otro tipo, por
marxista de su propia teoría jurídica en la ejcmp'lo religiosa: en cuyo caso procedería a su
n1edida en que é~ta resultara una construc· ycz discutir si la ideología religiosa, ya es un
ción ideológica para Ja defensa de su ortodoxia trasunto del sistema económico capitalista; Co·
política. De cualquier manera, el marxismó rno -desviar el análisis en este sentido -no·:con·
•• tiene la iniciativa critica porque el fenón1eno dúce ..Práctican1ente a nada, frente al VOiun1cn
.ideológico por él descubierto, es un hecho in· ·preponderante que dentro de un código· civil
••
.
(25) Ver Cos810. "Tcor-ía de la Verdad .Jurídica"; '10 dicho. La reciente polé1uica que, con motivo de
ps. 37 y 38 (Buenos Ait·es, 1954, Ed. -LoSada). Ver está publicación. les hace I<Et..SES a todos ellos,
...
en el volumen "Soviet Legal Philosophy" (Ca1n- no cbn1porta nada nuevo; apen.as tiene el modes~
bdclge, 1951, Harvard University PresS:) las obras "to !'iignificado de repetir los argurncntos que el
jul'idicas n1ás sigtiificntivas de LE:if!'l, STt'CHKA, racionalisn10 yn tiene n1uchas veces exPr.esado
REISNER, PASHL'KANIS, STALl:-C, V\"SH!:-<SKY, Yl'DlN, conlt:a el sociologisn10 ecléctico, mostrando. ·a su
Got..CNSKU, STROCO\"ICK y _TR>.1,::•lt:-i, que confirman. turno errores n1etodológicos contrapuestoS .
...
•
f ..
109.0. CAR LOS COSSIO
1) l ... ,_,
tle~'en las relaciones jurídicas. directamente de· tractuat Bastará admitir, mientra$ no. se. prue-
tenl:'ilnadas por los intereses. económicos, use· be lo contrario; que et-. acreed.or .de cada -reta·(
mos nuestra ejemplificación dentro del áni.bi· clón juridica aislada es el capitalista, para
to de las transacciones. Poniéndonos en mat·· ver el preciso punto de engaste d~ la ldeologia1,
xistas ortodoxos, esto es, utilizando el ·an;e- capitalista con la. técnica. juridlca¡' p()rque, en
nat conceptual q"ue Vale ·con10 · dogma pftra 105 general, la teoría de la ·imprevisión ··favorece
facctoriarioS. cnconti-aríamos que el desenmas· a los deudores. La su·posición de que el acree-
cara.miento n1atxista de la ideología CapitaUstá dor es el capitalista, desencUQre el transfondo
en··lá.s ·teorías jurídicas. se lin1itaria, en prin'1er ideológico que estuviere moViendo el manejo
lug.~t"t a señalar las. diversas posiciones anta- técnico cuando se rechaza la solución de aque-
gónicas de las clases sociales definidas por süs lla teoría. Y el hecho .de que excepcionalmen·
intCrcses econónticos contrapuestos, en cuanto te quepa la prueba de to contrario respecto de ,
que ·posccdot'as o dcsposcidas de los nlcdios de aquella sup6sición, no altera la exactitud <le
p1·oducci6n;. luego, a referirse en conjunto a la apreciación global ·resultante. porque la es·
cada doctrina jurídica burguesa como defensa· tadistica con!irtna que, en conjurlto, los capita-
ra ·del statu, quo, sobre la base de que ellas listas son los acreedores. Como los jueces re-
quitan su historicidad a las instituciones (por suelven casos singulares, la suposición es de·
ejcinplo, el Derecho con10 norn1a; o la propie· cisiva para ver la actuación judicial por el re·
daci' como derecho natural; ·o el Estado con10 \"Ct'So social que tiene y _que su anverso téc-
creador extrajur.idico del Derecho, etc.); y por nico disin1uta.
último, a levantar en contra un clan1ot· de jus· ~Iarx no andaba descaminado_cuando exigia
ticia sobre la única y otnnicomprensiva base ele transferir las· teorías juridicas a.··los:·:h~~.bres
la revolución proletaria 1. sin hacersé cuestión de carne y hueso, aunque lo reclamara· .en for·
de detalles en cuaiito que el pensan1iento orto· ma niuy general; la exigencia tiene base onto·
doxo del marxismo está en un juego de todo lógica porque el Derecho es conducta hun1ana.
o I).a<la, en razón pt'ecisamcnte de su carácter Y basta transferir cualquier teoría juri~lica·· de
revolucionario. Cotno no le interesa el frag· carácter técnico a los hon1bres que se benefi-
n1ento, ni el episodio, ni la pequeña conquis· cian con ella; como se ha visto en nuesti·o ejem·
ta, . el marxismo carece de conceptuación para plo, para tener el hilo conductor ·qu~ nluestre
esta vida en tono menor; .sólo ha elaborado su ale.anee ideológico si lo hubiere, porque atrás
conceptos de conjunto y sólo se siente con1· de las enunciaciones abstractamentc univ.ersa·
pt·ornetido con relación al conjunto total con10 les del lenguaje técnico, en la· experiencia co-
reyolución. múnmente se encuentran sólo grupos de poder
Pongámonos .ahora en cgológicos. sin posibilidades de totalidad, para cotTespon·
a~... En la ·medida en que nuestro punto de der a esas enunciaciones. Así, nadie duda que
pat'tid.a. es..l¿t experiencia jurídica, ha de re· favorece a los capitalistas, la tesis de· que las
conocerse qUe nin-gúri ptantcari1iento global de petsonas colectivas no pueden delinquir. en
esa experiencia- como fCnón1cno de conjunto, cuanto que carecen e.le ánin101 porque· son
puede resultar suficiente para la actuación téc· los capitalistas quienes pueden asociarse con
nica de un juez o de un abogado, porque el propósitos económicos :r porque el típico delito
juez actúa pronunciándose sobre casos singu· de una asociación licita es de naturaleza eco·
lares y el abogado actúa patt'ocinando casos nón1ica.
singulares. Esta instrun1cntación p'ara lo sin· Pero el déficit marxista para instrumentarse
gular es ajena al 1narxisn10 ortodoxo, que sólo co,n\o con1pt'ensión de lo singuta1·, que tanto
se siente comprorneti<lo con la revolución pro· interesa a la ciencia del Derecho, tiene otra
letaria¡ y nb con la técnica judicial. No obstan· laguna ontológica decisiva. Nos. referimos a la
te, si el marxt'smo ha de- fecundar la- Ciencia creación interticial del Derecho por parte del
del Derecho, tiene que inst1·un1entat"Se para juez, que es un' dato ontológico. Téngase pre·
con1prentler lo singular, Porque se trata de ver, scnte que ontológico no es lo que a un tnves·
precisan1entc, en qué fonna concreta un juez tígador se le ocurra calificarlo así; lo ontoló·
de buena fe torna partido por la ideología ca·· gico corresponde por necesidad a lós heichos y
pitalista o por la verdad societaria; La cuest.ión se lo aprehende:. a partir de un hecho_ verifica-
interesa .no sólo para el análisis de la actuación ble, siendo aquello que subsiste como la mis·
judicial, sino· tan1bién para abrirle al juez.·l_as midad ele los hechos a pesar de todas las va·
posibilidades. de su autenticidad como órgano riacipncs· que fa imaginación le hiciere. Lo onto·
del entendimiento societario. lógico se in1pone asi con10 la tacionalidacl-.inhc-
Consicleren1os,. por cjen1plo, la controversia rente a cada u110 de los hechos que nuestra
suscitada por una de las teorías jurídicas n1ás , intuición .atestiguare. La afirmación de que
características e in1portantcs de nuestra épo-_ Dios ha creado el mundo, por ejen1plo, .no es
1
ca:- la teoría de la imprevisión en materf3. con· on_tológica pórque no se sustenta sobre un he·
•
y ramificada que resulta por la pluralidad de
· El n1arxismo ortodoxo pasa de lado respecto jueces y la. diversidad de fueros. Pero todavia
del problema que suscita la creaci_ón judicial queda por decidir si no se trataría de una vic·
-4 del Derecho; encerrándose a si mlsn10 en· el tor.ia ·a lo Pirro, porque. no advertimos· que así
; 4 clainor general de justicia de la reVolución se· Consiga hacer desaparecer las te·n.sioncs ser
l proletaria, que da ajeno a aquel problen1a. Ocu- ciales que el capitalisn10 engendra co'n n10.tivo
.. 4 rre .• sin embargo, que en la n1edid8: en que la de la nueva situación advenida; por el coritra·
creación judicial del Derecho no es una afirrna· rio, pudiera creerse que las tensiones. au~en·
_4 ción ideológica, ella suministra el punto preci- tan ele volun1en paralelan1ente a su contención
y que, con ello, gana prestigio la racionalidad
~ 4 so para enlazar inrnediatan1ente el proble.n1a
de la violencia co1no n1étodo de encauzan1ien·
1 marxista de las ideologías con la ·ciencia del
4 jurista y esclarecer muchas de las paradojas to. Así, es elocuente el hecho no casual, de que
1 que presenta esta ciencia con la única luz que donde menos se siente la crisis del capitalismo
4
.~
y donde con seguridad no se·la·siente en·fonna
se verifica esclarecedora. Si se admite. como
14 vefdad científica que el juez efectúa una crea- catastrófica, sea en los paises del Coinmon
·~ ción jurídica intersticial, esto lleva a adn1itir La\V,- y -en Escandinavia, I-Iolanda, y Suiza,
que son los países donde la doctrina jurídica
"1""
la.·p_osibilidad de una mejor o peor juSticia den·
allí prcdotninante ni siquiera (liscute la crea·
..... t1·0 ;11.1isn10 .. de cualquier sisten1a. jurídico y ,'en
conforn1idad con las máxin1a.S posibilidades del ción judici<il intersticial del Derecho.
J
J4 sistema en cuestión. No -_se requiere la revolu·
ción proletaria para poder n1ejorar en algo
Por lo demás, claro está, esta creación inters·
ticial del Derecho que legitima el tratan1lento
34 la justicia que nos sea posible vivir; y resulta
infundado suspender todo juicio al respecto o
del problen1a de las ideologías,. en sus térmi·
nos marxistas, dentro de los problemas técni·
~4 c;lesconectarlo de las verdades marxistas que cos del jurista, no agota el análisis Ideológico
.4 pudiéramos aprovechar pal'a explicarlo, sólo pertinente. Por el contrario; como punto de
porque no se trataría de la revolución prole· partida, la creación judicial intersticial, si bien
""..,
4
taria. La revolución proletaria vcnd1·á o no
vendrá en los términos que 1\4"arx la vaticinó;
pero micnll'as Clla no llegue, es .asunto n1uy
opera la incorporación de toda Ht prohlen1ática
ideológica. apenas la clesencubré en un prin1cr
n'iveL Parafra:seando a Pashukanis. nos toca
in1portante pa1·a el ho1nbre ele carne y hú.cso, deCiÍ; que no corresponde identificar al Juez en
. "" la mejor justicia que ya misn10 pudiere vivir. cuanto función judicial. con la ideolog.ia del
juez. Inmediatamente después de que acePtá· siempre presenta. Se .trata-de una argucia para
ramos·. como una verdad cicntifica, que el juCz eludir las dificultades clentlficas. Pero también
realiza: una creación intersticial del DerechO, precisan1ente por eso, Ja ·gnoseotogfa· del error
el problema tdcológico se replantea sobre. esta tiene que hablar de la creación judlcjal en la
nueva base al tener que analizar ahora elcrlte· . actuación ·del juez, no sólo para legitimar los
rio de la opción judicial. Pues todo juez, como análisis ·ideológicos ulter.iores .a .este punto de
lo supuso Marx. y como lo sabía Holmes, 3:ctú.a partida, sino también. para:. ·des~nn1asc3.rar ·1a
sobre la base de ·una premisa ·ma.yor ina'rticu· ideología ya existente en la maniobra .teórica
lada ·...(28). Y si· en esta premisa mayor hu· de la negativa inicial.
hiere'··. alguna verdad general suficiente para b) El problema que plantea la creación ju.
descartar ciertos intereses ideológicamente de· dicial del Derecho, aun como creación intersti-
fcndidos. de nuevo rcapareccria el problcn1a cial. va n1ás ll?jos de lo que en un primer 1no-
ideológico a un nivel n1ás alto aunque. más n1ento pudiel'a creerse .. En rigor, incon1o<la a Ja
circunsct'ipto, al tener que analizar el criterio estructura capitalista· del podCr, .- tanto n1ás
de la' opción judicial en los diversos detalles; cuanto rnús fosilizada fuere la sobr·c\tivencia de
pues· bien puede ocutTir que una solución. adc· es:t. estructura. Y de ahi, Ja cxtrcn1a suscepti-
cuada en conjunto a Ja verdad a:-.iológica del bilidad ele .las teorias ideológicas de los juris·
grupo en total, peque de ideología en algún tas cuando se aborda el tema judicial y 1a per-
detalle. Y de la misma manera; sobre la base fecta disimulación con que esas teorías ocultan
restrictiva que diere la verdad concern.iente a el compromiso ideológico que les toca asumir;
este detalle, el problema ideológico podría lo uno y lo otro n1idiendo la importancia de la
reaparecer de nuevo a un· nivel más alto, con jugada inicial. Veámoslo:
motivo de los detalles de aquel detalle. Y así El problema que la creación judicial del De·
sucestvamente. · recho plantea al jurista, desemboca en aquel
El ·ÍUétodo- resultante, avalado por. verdades otro de saber quién tiene. el supren10 control
escalonadas y estrechándose como un en1budo jurídico. Esta última es una cuestión ineludl:
en Ia··dirección de su orificio de salida, se. hace ble e inherente a cualquier sistema (29) ;·y ·.en
cargo de que el saber juridico sea un saber la n1edida en que el DcreCho es conducta, la
polémico contra las tcorias ideológicas; pero cuestión significa señalar normativan1ente la
al propio tiempo que sea un saber acumulativo o las. personas de carne y hueso que. cómo ór-
con relación a la linea ontológica en que se ganos del sistema, tienen la atribu,ción de aquel
fuere· haciendo pie. De esto resulta que el en· supremo control.
masc_~ramiento ideológico con el que el jurista En los Estados tota.litarios, tanto· de derecha
se complica en la defensa forense· del capita· como de izquierda, ese supremo control se asig·
listnó,. s_icmprc puede recurrir a un combate na al Podet· Ejccu tivo.: pc.r·o ·tos Estados con
parci~1.·,at1.n._d,espués de haber perdido ·ta bata· fisonomía den1ocrfl.tica siguen dos corrientes:
Ha científica del punto de partida, donde va· unos, corn'o Inglaterra, radic_an el c.ontrol su-
lía la pena jugarse por el todo, ya que la po· pren10 en el Poder Legis1ativ6"; y otros, . como
sibilidad ideológica de ocultarlo todo, no tenía Estados Unidos, lo radican en el Poder Judi·
a su frente el riesgo de que quedase al des· cial {30), n1ediante el expediente de _una cons·
cubie1·to todo. Bastaría, en efecto. imponer co· litución escrita que hace viable la declaración
mo verdad la noción falsa· de que no hay tal de inconstituclonalidad de las leyes. Pero esta
creación intersticial del Derecho por parte de alternativa de Ja democracia, como todo pro·
los jueces, para que ~odo análisis de un pro· blema de mención normativa, no es una cues·
blema en términos ideológicos- aparezca espurio tión que tiene su razón suficiente en el campo
dentro del án1bilo forense y se juzgue con10 simbólico <le las normas: por el contrario, en
\·crdadcra sapic·iicia jurídica prescindir de él. Ja medida en que se trata de _legalizar el do-
arrun1bándoló en algún c3.sillet·o de cxtra1nu·
ros. Por eso las teorías jut"idicas riuc necesitan
n-ii·nio de 1a burguesía como clase social. la
alternativa .se decide por el más conducente y ~ .
snlvar su pureza y su intcgridacl así con1pron1c· efectivo control, norn1ativo y extrano1·matlvo
li<las·, rehuyen encontrarse. con el juez y no se
interesan por alumbrar 'Jo que su actuación
( 31). de las fuerzas capitalistas don1inantes, so-
·~ los órganos e~tatales que figuren como .!3U·
)
<28) 01.n-eR \VEstir~t.L f{OLHF.:S. ''The Path of the <3Dl Por eso Eool;.\no- LA)tBF:nT, con so1·presa
La\v", p, 80. en la compilación comentada "The y algo de exageración, habló a este propósito de
1'.Iind· a·nd Faith of Justice· Holmes" a cargo de un "gobiel'nO de. los jueces". Ver su libro "Le Gou~
11-L.\x LF:.nNER (Bbston. 1951. Littte. BrO\\;n & C?). vernement des Juges et la Lutte Contre la Legis-
C29l Sobre· este ineludible problema y sus. alter- lation Socia le aux Etats Unls" (París, 1921,: _ed.
nativas, ver el lúcido planteamiento que trae \V. Girardl.
FntEO_HANN". en su "Legal Theory", ps. 306 a_ .316 · (31l Conviene percatarse de lo que en este punto
(London, 1949. Stevens ~ . ~91:.1~..' sfiñiticá. eso que l<El.SEN llam~ la norma funda-
.·.·'-·c,; ,:,\·,·
T. 101. Sec. doctrin;i.
LA GNOSEOLOGIA DEL ERROR 1093
premos. Y el hecho comprensible de ·Suyo es Sobre esta situaclon realista co:no base. claro
que el control capitalista del Poder Leglslati· está que habrla de insinuarse comQ. predoml·
vo es algo más hacedero y fácil que el control Dante y originarla, la idea de otorgar al Po·
·¡· capitalista del Poder Judicial. ·Los. legisladores,
en ·.efecto, son muy pocos. comparados· cOn. ta
de!' Legislativo el supremo control jurídico. La
idea de cuidarse de los jueces, resultaba por si
r!~:
cantidad de jueces que requiere la. vida de los ·misma una necesidad ·apremiante :para el ca-
tribunales. Además, los legisladores actúan co· pitalismo. La dificultad. se supera automática·
,::.j:. lectivamente por, n1ayoria, es· decir, operan eri mente.. :cada ·-vez que el .órgano· estatal (juez
! ., una actuación única; en tanto que Jos jueces
actúan individualmente en un
frente. desaÍ'ticu-
o -legislador). eS personalmente .un miembro
integrante ~del ·grupo capitalista; en este caso,
l . ;,
..
gravita tan desembozadamente el control ex- ra disfrazada de neutralidad. científica .. Lo per-
••
que al final resulte ajeno a la ex.pcriencla vivien- Sea lo que fuere, en el instante en que un pueblo
te, con10 l'esulta en KELBEN cuando este autor pasn se da representantes, ya no es libre, ya no existe"
de· la, ·enunciación conceptual del problen1a al cjen1- {"Du é;::ontrat Social", ps. 86 y- 87, Paris, ed. 11ig·
•.
plo desti'tiiidó a ilustrarlo (ver _KELSEN;·- "La Teó- not). Lo decisivo sobre el punto, es tener en cuenta.
ría Pura del Derecho", ps. 98 y sigts., Buenos ·A¡. la rehi.ción dialéctica que se establece entre.,aquel
l'es, 1941, Losada). KELSEN incurre en un artificio hecho- de poder social como substrato de conducta
ideológico con objeto de ganar para las nOrnias y Ct sistema nor1natívo con10 sentido de conducta;
una máxln1a independencia ¡·especto de la conduc- porque no es ú.nicanlente que la validez de las
•·•
con1po1tan1iento de conjunto.. Por eso gana el con- sino. el nlinimg C_Q_nQ.cjmi~n.to... ju,t::~~\co. ~-e .. ~.P.njunto
trol nonnativo del orden jurídico, tanto el que {il~(;··~a~.é .so.i~i~e .u-~~ _derecho positiv,o.- De ,cual<1uic1·
1 tl'iunfrl df~ jure en un coruicio. cou10 1~1 que triunf•.• ruuncra,· basta pone!' en l'xh!hició11 el· contenido
1 ({e f1u:to en una revolución. f-laciéndole justicia ·a ConcrClo ele una nor1na fun<lantcntal c_n Sentido
(32)- MoNTESQt'"lEr;, "De l'Esprit des Lois'', Livre tersticialmente; están confinados desde nlovin1ien·
XI, VI. tos de \·olt1n1cncs a n1ovin1icntos rnolt>culrtrr:~"
(33) HOL~tF.!':, en su voto en disiclcncia en el caso lp. 195 de In citada con1pilación "Thc 1.!ind und
"Southc1·n Pacific C'' v. Jenscn", año 191i, <lijo: Faith of Ju!'>tice J:-Ioln1csl. Y en d caso "Sprlngc1·
"Reconozco sin ningún titubeo que los jueces !C'gis~ v. Phil\ipine Islonds", año 1928, Insistió con n1uyor
lan y deben legislar, pero. d_e~~_r. hacer.lo sólo· in~ a1nplitud: "Hacer aplicable u_n.~ regla, d_e derecho
Porque ocurre que ni aquella carta que l\1on· servadora, plegándose asi a los intereses en·
tesquieu jugó en favor del legislador, ni aquella cun1brados en el statu qi'to. Con todo lo ~ual no
otra que las teorias juridlcas sin base ontoló· puede _ya mantenerse teóricamente" como una
gica juegan en favor de la ley,· pueden niante· verdád, que al juez sólo Je cabe :esperar ·una
nerse·· con coherencla dentro de sus p1·oplas reforma legislativa.
premisas. Después de servh·se del legislador Hemos llegado a una 'conclusión .científica·
para Culdal'se de los jueces, la burguesía sien· . n1ente n1uy in1portante. ·La creación judicial
te la necesidad de. cuidarse también del lcgis· del Derecho, que supera la tacha de ideología
lador mediante las no·rrnas constitucionales,·· si por -ser una verdad ontológlca, .nos .da el hilo
es que sus intereses económicos han de gozar conduCtor pa.ra rastrear el juego ideológico del
\
\
de una máxima firn1eza. Surge .así, la exigen· capitalisn10 dentro de la Jurisprudencia dog- '
cía de· anular algunas leyes por· su inconstitu· inática. En función de esa creación judicial po·
cionalidad. Sólo que ño es ·la ·constitución la deinos. ver lo que .f\Iarx quería ver, pero con
que ejerce este control limítrofe; tienen .(¡ue un instrun1ento· qúe no lo da el marxismo, sino
ejercerlo siempre hon1bres de carne y hueso¡ la ontología. jurídica. La ideología jurídica
y en el caso· son los jueces de la jurisdicción del capitalis1110 h_a intentado cubrir este hilo
constitucional, por la razón ineludible de que conductor n1ediante la tesis, ella nlisma ideo·
el Derecho es. c·onducfa y no norma, y de que lógica, de que el juez debe esperar. una· reforma
la creación judicial del Derecho es .de carác· legislativa cada vez que el entendimiento so-
ter ontológico. Las palabras de Charles Evans cietario con1pron1eta el n1antenimiento del stlt·
llughes son cl:ísica..s porque alcanzó en persona tu. q1~0 que llega del pasado. En este mlsrno
los rnás elevados c:.1.rgos en el EslallO 1nodcrno: propósito coinciden, tanto la idea de que el juez
gobc1·nador del Estado de Nc\V York, candida· frente a la ley tiene un papel rnccánico y pasi·
to a. la presidencia de los Estádos Uriidos, pre· vo, con10. la de que las leyes tienen ·en .si nlis·
sidente de la Corte Suprerna de su pals. Y pudC? n1as ·un Contenido autosuficiente para :.una. se·
decir: 1'Vivimos bajo una Constitución; mas mejante actuación judicial.
la Constitución "es lo que los jueces dicen que Siguiendo este hilo conductor y en la medida
es" (34). en que se teorizare al margen de los datos
De la misn1a n1anera también se esfuma la ontológicos, se puede percibir la ideologia c'a·
pretensión del jurista cuya doctrina pretende pitalista en la variante con que se presentare,
establecer lo que dice Ja ley en sí n1isma, pues en ·cualquier sentencia, en cualquier código •. en
en la n1edida en que el juez es el canon del su- cualquier tratadista, en cualquier escu.ela. No
jeto .cognoscente· (35), es decir, en la inedida es que no quepa verla tan1bién en el legislador
en que el jurista escribe poniéndose .en lugar y en el constituyente; pero se la ve mucho me·
del· juez y diciéndole a éste lo que él haria si jor con su técnica de ocultan1íento en el nivel
del juez, porque aquí culmina su pretensióh
fuera juez, justo en esa tn'editla queda en claro
Científica, al situarse en el juez el canC!n del
no sólo la .posibilidad de ·que el juez asun1a por
sujeto cognoscente. Por esto mismo, cada error
sí n1is1no la tarea de pensar y valorar, sino tan1· n1et6dológico que el analista encuentre, es tan1·
bién q:ue eStá en juego con10 cosa principal, 1a bién una advertencia para exan1inarlo por el
naturaleza de la función judicial, sobre la cuál, reverso, en cuanto que algún interés ideológi·
si cabe decir alguna verdad, sera porque se la co ~dría estar promoviéndolo o aproyec~án·
ton1a de la función n1isma en su dimensión dolo en la coyuntura.
oritológica. Como la experiencia jurídica es el Un sentido ideológico de conjunto, claro es·
car-ilpo de la c1·eación intersticial del Derecho, tá, es n1ás fácil de señalar que el que· habría
la ·Creación judicial, encubierta o <lcscncubier· de ser apresado en un acto sing'ulá,r, porque Ja
ta, sien1pre puC>de ser percibida por una visión ideología con10 fenóineno corresp·~nde. a una
ontológica; y aunque el juez llegare a creor que din1ensión· de clase social. Asi, con10 sentido de
no existe por la renuncia ideológicri que de ella conjL1nto, nadie dcjat·ú de ver, por cjcn1plo,
hace, nada cuesta_ advertir que, entonces, en cuanto ·es el· jusnaturalisn10 teológico de Santo
rigor está única1nc'nte valorando en fonna con· 'l'oiúás, la ideología del poder ccJasiástico con·
a un individuo quien seda libre de ella a 110 se1· no1·tcan1ericana" <I\I¿xico, lD-19, F. de C. E.). Lo
P~l' tal acción, es legislal'". \.YtLt.1A~t EB~:NsT1<:1N, en nli:Síno puede verse en PEKF-U."L "La Tecla para una
su libro "La Teoda Pura del Derecho", p. 230, i·e- Cie:ncia' Jul'idicu Estinu1tiva'' rBuenos Aíres, 1951,
firiéndose a la· tesis kelseniana ·Sobre el punto, <li~ ed.;, Losacla), 'sin desperdicio.
ce: "La teoda pura del del'echO llega· aRi a· una t,3-!) HL'GHf.S. "Lu Suprerna Co!'tc de los Estados
posición que· es tan revolucional'ia para' los juris~ UriiJos".· p. 7 <:!l.!úxico. HH6, F. de C. E.).
tas· <lel continente eul'opco. coino cosa con1l1n y · <35) \.'e1· Cris.-iio. "Teo1·ia de la \ti.'r<lad Jurídica",
cortiente para los juristas ingleses y úortca1neríca- cap. "\l, par:lít. 3; y Cosi:;w. "LLPolétniCa J\nti·
nos". Y en la p. 162: "La función creadora del ·egplógica",. en Re\· L\ LEY, t. 76, p. 76·i, Buenos Ai·
derecho de la_ decisión judicial, hace tiempo que res,. 1954.
ha sido reconocida por la jurisprudencia anglo-
trolirido una sociedad estamental; y cuanto .es· gios d.e antaño, sea para articularlo ·en la es·
el jusnaturalismo metafísico de los siglos· XVII pe_ranza irrenunciable de un.. mundo- mejor~
y XVIII, la ldeologla capitalista anterior 'a la e) En esle paralelo que estamos haciendo
conquista del poder por la burguesía, tratando entre cl n1arxista ortod.oxo y el jurista ·egoló·
0
t
• problema, bas~a· reconocer que la justicia es nos que ·con ROuSseau y precisamente sobr'e
seguridad y a la inve1sa que Ja seguridad es ese cómo ponéi:Ia en ~t:t~stras manos.
justici3.: (con lo cual cae· por su base el planteo
ideológico del capitalismo que las separa); pe·
Rousseau nos lleva a· ella mediante la volun·
••
tad. general, Ja cual no podría errar: "es siem·
ro a la vez. que la justicia es orden .y a la in· pre recta y siempre tiende a la utilidad púbJi·
vc1·sa; que la justicia es pOder y_ a _la inversa; ca" (39). Pero to decisivo está en el siguiente
que la. ju.sticia e~ paz ·y_ a )~ inversa, qu_e la p3-saje: "Se debe concebir, según esto, que lo
•••
para darse su situación) (38). tal, debe serlo· en sti objeto· tanto como. _en su
Pero surge . ahora la cuestión definitiva y úl· esencia" ( 40). La justicia, obsérvese, se radica·
l36J En este -punto, STA~IMLER se hace Presente candoroso ig1101'a:tio elenchl. Pues si hay algo claro
que las n1asas proletarias del mundo actual, pre- en aquella ·concepción, a pesar de su anticipada
••
cisan1ente al influjo del marxismo, se han n1ovi~ fecha, es el papel creador del ser hun1ano en tér-
lizµ.do hacia la justicia social con10 asph·ación. Y 1ninos rlgurosan1ente existenciales: "Los hombrés
desenvuelve la idea que esto significa una "con- tienen histo·i·ia porque se ven obligados a p·roducir
tradicción irreductible con la concepción materia- su vida y deQen, aden1ás, prodUclrla P.e un dete1_·11d-
•
1IARX la historia se mueve en un juego rigurosa- el hecho de que esta justicia no le sirviera a hIARX
n1ente n1ecánico de causas y efectos, sin diferen- con10 argumento revolucionarlo, por reputarlo ideo~
••
··1a clase obrera no tiene ideal alguno que reali- (_37) Coss10, "Teoría de la Verdad J.Uridlca'', p. 246,
z-ar" ( ps. 53 y 652. ob. cit.). ed .. cit. Para este problema es deci$ivo el análisis
Es cierto que 1-1.i.Rx no hace cuf'stión de la jus- contenido en las ps. 231 n 241 de este libro, contra-
ticia o injusticia sociales. con10 argu1nento; pero poniendo la verdad del ente a la verdad de con·
..
... el ca1·áctel' ideológico. que tan1bién tendria esa jus~ cap. 6.
licia social si· se la separara de su situación his- (39) !toes1->E.\l.I", "Du Contrat Social'', Livre Deu-
tórica. Pero esto acusaría, a to n1á.s, una deficien- xi&n1e, chapitre III, cd. cit. En contra de ésto,
cia del pcns:ln1iento n1nrxista, que· su interpretO.- ~r.,nx dirá terminnntenH?nle que "lo general C'S
ción existencial solventa nnlpliarnentc. St.\~t:-.ILF.:n; sión1pre la. forn1a llusorii de la comunidnd" ("La
. que no llegó a conocer· "La Ideología Alen1a11a"
{cuyo texto le hubiera presentado Un auténtico
Ideologin Alcrnana". p. 34., ed. citadn.) .
(40) RovssF..\U, "Du Contrat Social", Lívre Deu-
1. 1\L.1.Rx sobre el punto), se fragua una noción de la xi€rne, chap. IV. .<E:l subrayado es nuestro, 'con el
¡ .. teoría marxista de la historia que constituye un pr-opósito de destacar la clave de la cuestión>.
1.-
Le
1.-
l:
1098 CARLOS COSSIO
ria, pot:. Janto, en una. calidad que la nlayoria que les incumbe, no aparezca 'otra calidad que
y sólo ella, aprehende pero no más que apre- la de Ja voluntad general misma ( 45).
hende, pues, claro está, la voluntad general :rviarx, en cambio, para radicar la" justicia So-
por esencia compren.de a todos; y más a la cial, determina un quien. por medio de un qué;
mano ta tenemos cuanto inás grande sea la ma· la radica en la comunidad Integra determlnán-
yoria que la determina. "Hay con fi;e'cuenc!a dOla totalmente con otra estructura, por me-
bastante diferencia entre la voluntad de todos dio de un-a calidad, la caltdad ptoleta:ri.a; -pues
y la vo,Iuntad general. Esta sólo tiene en cuen- el proletariado no necesita ser mayoría para
ta el ititerés común; la otra atiende al interés investirse con esta funcióri. •'Huelga decir que
privadci Y no es sino una suma de voluntades la gran industria no alcanza el mismo nivel de
particulares: pero quitad de estas mismas vo- desarrollo en todas y cada una de las locali-
luntades el más y el menos con que se destru· dades de un paiS. Sin emb.argo, esto no· detiene
yen reciprocamente y queda como suma de las el movirniento de clase del proletariado, ya que
diferencias la v.oluntad general" (41). "Cuanto los proletarios engendrados por Ja gran lndus·
rnás laS opiniones de los convocados se acercan tria se ponen a la cabeza de este rnovitnicnto
a la unanhnidad, tanto n1ás resulta c1on1inante y arrastran consigo a toda la n1asa, y puesto
la volúntad general". "Por tanto, cuando la que los obrerbs elin1inados por ta gran indus-
opinión,contraria vence a la inia (en una asan1· tria se ven empujados por ésta a una sittta·
blca del pueblo), esto sólo prueba que yo n1c ción de vida aún peor que la de los obreros de
h3--bia equivocado, y que lo que yo estimaba la gran industria misma. Y, del mismo modo,
set• la voluntad general no 10 era" (42). los paises en que se ha desal'ro11ado una g,ran
Rousseau, pues, para radicar la justicia so· industria influyen sobre los p3.íses Tnás- "ó '·fqri:
cial, determina un qué por medio de un qui€rt; nos no industriales, en la medida eh que éstos
se ven in1pulsados por el intercambio mundial
determina aquella calidad conitbi que._ hen1os
subrayado -en su texto, aquel objeto de ·ta vo· a la lucha universal por la competencia" (46).
Ahora bien; con10 en el planteamiento niar·
luntad'-gencral. por nH?dio de la mayoría ciuda- xista, el nion1ento substantivo <le Ja radicación
dana (La unaniinidad rousseauníana, tan ca· está en los quiénes del grupo social que sopor·
careada, es i·ctórica, no sólo porque la experien- tan la determinación emergente de la calidad
cia no la presenta, sino porque antes de que proletaria, al dar esta calidad la tónica del
llegáramos a ella, ya la mayoría ha cumplido conjunto. la justicia social marxista nos lleva
la determinación operante). En consecuencia, de entrada a una justicia existencial :: no - en-
P~ousseaU nos lleva de entrada a una Justicia titativ.a; y esto así, no sólo porque se la radica
entitativa, porque el 1non1cnto substantivo de en el hombre, sino también porque la radica·
aq.uellct·.)·adicación está en el qué cualitativo ción misma decidirá acerca de su consistir. Es
que h3;,' de ser detern1inado por eJ quién. Esto verdad que en el n1omento adjetivo, cuando
lo confirn1a él misn10 cuando insiste especial· r-.Iarx recurre a la calidad proletaria. la justi-
n1ente en que "no existe voluntad general sobre cia marxista deviene una justicia entitativa;
un objeto particular" ( 43); "que Ja voluntad y por eso resulta una justicia de clase social.
gcnel'al can1bia de naturaleza (se hace conten- Pero_ paralelan1ente ha de deCirse que la justi·
ciosa, es decisión, etc) teniendo un objeto par· cía social de Rousseau, por su momento adje·
ticulaz·. y no puede, corno gcnet-al, pronunciarse tivo, 'no se rcct1pcra de la codificación cnlita·
ni sobre un hon1bre ni sobre un hecho" <4-1); tiva con que ha nacido, porque Rousseatt recu·
que los ciuda(lanos, en fin, carezcan de situa· lTe en ese segundo n1omento, según hcn1os vis·
ción social o neutralicen' sus calidades <le esta to, al n1itq inexistente del hon1bre adiá(oro. del
especie ·para qu.e, al cun1p1ir la determinación ciudadano neu tr.o; lo . cual es inoperante. Y cs~o
(41) Rocsr.:E.\l!. "Du Contrat Social"', Livre Deu- uníos!", Con10 es subido, et diputado Le Chape\ier
xli!me, chap.' IIÍ. se inspiraba en RocssF:,\U cuando en la Constitu-
<42~ Rou.s~EAt:, ''Du Central Social", Livre Qua- yente, en 1791. pron1ovió la ley que abolla las cor-
ll'i(~me, chap. II. po1·aciones y prohibía a los obreros asociarse en
(43) Rot:.s.s&AU. "Du Conlt·at Social", Livre Deu- cofradías o ir a ta huelga.
xienu~. chao. VI. ('16J' r-.r.~nx-E:-:cELr.:, ".La Ideología A\cn1ann", p. 67,
(-14) Rot;~.SEAe, ''Du Contrat Social", Livre Deu- ed. cit. Y luego en l:i p. 83: "En can1bio, con la
xienH!, chap. IV. r.on1unidad de los proletarios revolucion:lrio~. que
<45) Rocs::-EAlJ, "Du Contrat Social", Livre Deu- tonian bajo su control sus condiciones de existen~
xiCn1e, chap. III: "ln1porta. pues, para lograr l;ien cia y las de todos los 1Hicntbros ele la socicclnd,
el enunciado de Iu voh1nta<l general, que no haya sucede cahn.lnlcnte lo contrario" CE\ subrayado Cs
ninguna sociedad pat·cial en el Estado y que cada nuestro. Se contrapone aquí tus relaciones de -co-
ciudadano opine exclusivanicnte segün él n1isn10". n1unidad lintitadas a los Individuos de una claSc,
Esto, claro esta, se cncuent1·a en oposición fron- a las relaciones de co1nunidad que alcanzan a· to-
tal con la exhortación de :r..I~nx, e:n el ~Ianifiesto dos los miembros sin excepción).
Co»tttnista: "¡Proletarios de ·'to~Os Jos países,
explica que toda la ideologia democrática, des· nera que cuanto la mayoría más s~ aproxime
de hace 200 años, haya estado prestando su a· la totalidad, más a la mano tenemos esa ra·
adhesión u la tesis de Rousseau porque era una dicación con sólo referirnos a esa mayOria, por·
adhesión que quedaba en el papel. Nadie igno· que-lá mismidad de un grupo social se fenome·
ra, ·en efecto, la alarma, e incluso el pavor, que naliza numéricamente como mayorla en la .me·
ocasionaba a la burguesia la idea de llevar a la dlda en que el grupo no tiene otra existencia
realidad el sufragio universal; y que se ha que la de los individuos que lo componen. Un
llegado a este extremo sólo cuando la sociedad· grupo social está dado c·omo el mismo, alli don·
capitalista pudo contar con centros de poder de está la mayoría de la población; hablamos
!;!' eficaces, aptos para contrarrestar en el seno ónticamente de una ntisnia Nación por refe·
de Jos gobiernos, el resultado puran1ente n1a· rencia al sector n1ayoritario de su pueblo, sin
~ yoritario del sufragio universal. Tal así el Ejér- que esa mismidad se afecte por la emigración
~ cito al estilo prusiat\o, con su apa1·ato admi· de las minorías; y, al revés, siguiéndola en el
nistrativo pcrniancnte y omnicotnprcnsivo; o caso. de que la n1ayoria c111igre, co1no en la
~· las Iglesias;· entrando recién en nuestra época
en· la política educacional, con miras a la en·
Diáspora judia o en la moderna evacuación de
la Prusia oriental.
? señanza superior y preparatoria de las clases Pero si ónticamente la sociedad está dada en
dirigentes, más que a la desanalfabetización po-
~· pular; o los consorcios industriales y bancarios
la mayoría de -la población porque alli se ra·
dica lo que nos permite hablar de una n1i.sn1_a
~ capacitados, como acreedores de los gobiernos, sociedad, ha de advertirse que con10 justicia,
para hacerles sentir su ºinfluencia"; o los par- no se trata de la voluntad de esa mayoria, sino
~ tidos politices regin1entados, etc., todo lo cual de ·sus mejores posibilidades. Y no es la n1a·
~ juega _precaucionalmente contra la an1enaza rna· yo1·ía quien de hecho ve, ni puede ver, estas
yoritaria de la democracia rousseauniana y posibilidades mejores del grupo social en con·
~ también, claro está, positivan1ente contra la or· junto, según to hemos explicado ··en Ja teoria
ganización grc1nial del proletariado marxista. de la justicia (48) ;· las ven los hombres de
~ En esta ·ctivergencia entre Rousseau y 1-.Iarx vocación_ que la sociedad contenga articulánd~·
:1i
para radicar el problen1a de la juslicfa social, le sus vocaciones mediante el estrato de Ja op1·
nos interesa el n1on1ento substantivo de la n1is· Íiión pública, a_l ser aquellos hombres los. que
n1a. Y a este respecto, la teoría egológica ton1a exploran todas las posibilidades que la -s1tua·
el-partido de hi1arx, que es existencialista, por ción ofrece como salida, en el tránsito forzoso
"¡,
I' !
un doble motivo: porque la radicación rousseau·
niana esta invalidada por el n1ilenario argu-
mento, que Stammler se lo repite irreprocha·
blemente a Rousseau (47), de que el asenti·
1n.iento mayo1·itario de ninguna manera puede
del presente al porvenir. Pues es cosa· diferente
a la n1isn1idad del grupo social "lo que la opi·
nión pública diría como interpretación del con·
junto según priricipios, dándole su concíen·cia
a una realidad que, en su n1ismidad, ya _estaria
valer con10 criterio para decidir acerca de la dada" (49). Con10 radicación de la justicia, se·
lt
'" 1
1 ver0-ad de una solución; y porque la radica- ñalamos, así, un quien determinado por un
cióri de- ~farx sitúa la justicia en el homb1·e, quien,- la sociedad en su conjunto integrada
.. J cosa que la filosofía existencial muestra como por múltiples quienes, y sus hombres de voca·
I' t ¡'
exacta e indubitable.
Pero la teoría egológica, claro está, mantiene
ción cada uno en su quien privativo. Pasamos
así. del can1po ideológico al campo ontológico,
11' 1 el criterio existencial tarnbién en el n1omcnto para hablar <le la justicia en térn1inos. ~e ~~a
..1,
adjetivo de la i·adicación de la justicia, que verdad estin1ativa que soporta la ver1f1cac1on
estamos analizando. A este respecto, ya scfiala· de los hechos. Contamos para ello, según sa·
" 1
•,f' mes la justicia clasista con10 el error de Marx; bemos con un punto _de apoyo (enon1enológica·
mente' indubitable: el hecho d.~cisivo de que
,, y la justicia imposible como el error de Rous·
un gran juez supone, por nece_sidad, un hom·
"1'
seau. La Egología, para radicar la justicia SO·
cial, no determina un qHé por medio de un bre con vocación por la justicia.
.1,
quien de la radicación de la justicia es la so· ticia", claro está, es el insustituible Y origina·
cie<lad íntegra, como un conjunto, de tal n1a· río; es 1?1 que tiene todos los títulos históricos
f; l' (4-7) STA!>!MLEn, "Econonib. y Dcr<:cho Según la Tan1bién !'>L\RX.- ya lo destacan\os, considera que
... ; Concepción l\"Iateria.lista de la Historia", p. 568, •·to general es siernp1·e la fo1nH1. ilusoria de la
.: ;'
ed. citada. con1uni<lad" ("La Ideología Alen1ana", p. _31.).
• f (48) Ver CossJO, "Segunda 11editación Sobre la
Justicia", en "Anuario de Filosofía del Derecho",
(49) Coss10. "La Opinión Pública", p. ,45,. ,Buenos
Aires, 1958, Losada.
.
t. LX, l>fadrid, Instituto rle Estudios Juridicos,
.,.
.
... .
it •
1- •
.
11(}() . CARLOS COSSIO
para resultar la piedra de toque;_ es el que nos societª_r!p, en cuanto que d~ntro de esta noción
expreS(l. toda la gama emocional del problema aparecen dá.ndole contenido, sobre una estruc·
con u:na fuerza y una claridad tales, que él tura asumptiva, nociones ónticas y existencia·
está 11amado a decidir en el momento de la les como "normalidad", "standards", "opinión
verificactón intuitiva. poniendo en movimiento .pública", etc., según el <fesarro1lo que hemos
la emoción correspondiente con lo que . ta pre-. presentado .en nuestra Segunda Meditacidn so--
sencia del objeto autorizará o desautorizará al bre la Justicia.
intelecto. Precisamente y en forma bien inequtvoca,
Pero' la cuestión está, para el filósofo, en en· alli donde los pueblos occidentales han optado
contrar una expresión iutelectuat que desentra- por la expresión codificada del Derecho, se ve
ñe ae·. aquel contenido en1ocional. tan matiza- con10 entendimiento societario la radicación de·
do Y ~0111plcjo, un contenido analizable que ha· n1ocrática del control jurídico suprcn1·0, jugan·
ga explicito co1110 concepto, lo que con aquella do en balancin·altcrnativan1cnte entre el Poder
ctnoción se vive. Y en la búsqueda de una pa· Legislativo y el Podet:. Judicial. Y -es por lo
labra r¡uc co1no hilo conductor, no's haga pensar que esta alternación vate con10 er1tcndirnicnto
con ra 1náxhna claridad lo n1is1no que tan bien socictal"io en ta experiencia, que resulta razo·
nos hace sentir la palabra justicia. tos juristas nable para el espirítu; v no por lo que valdrta
nortéarnericanos, ya desde los tiempos del ge- a priori conlo razonable para el espíritu, que
nial ·Holmes (50), están en1pleando los vocablos habría de resultar un entendimiento societai·io
"razonabilidad" y "razonable". Desde alli, es- en la experiencia. La división del poder jurídico
tos vocablos han pasado al habla española en supren10 es a priori, claro está, Ja n1ejor ga·
-fOrma temática, primero en 1944 y dentro de rantia contra su uso abusivo o faccionario; pe·
la escuela egológica, merced a un libro de Juan ro cón10 efectuar y articular tal ·división;· es_ al·
F. Linares que ·ha ténido inmensa y merecida go que sólo puede determinarse ·como "un me-
repercuslón entre los juristas clentiflcos del jor" considerando el entendimiento recíproco
habla (51), y recientemente. en 1956, por otro que así alcancen quienes conviven, estando obli·
libro de Luis Recanséns Siches (52). La nueva gados a entenderse. por el mero hecho de con·
locución con1porta, sin duda, un gran progreso vivir.
de inteligibilidad del problema; pero en ta Si se atiende a la división democt·ática del
n1edida en que la razón se radica en la n1ente supren10 poder jurídico, se ve un control de los
del sujeto cognoscente y en que es razonable legisladores sobre los jueces, en la designación
todo cuanto de la razón emana, el nuevo va. y ren1oción de éstos; pero apare~e un control
cabulario mantiene una intrínseca ambigüedad de los jueces sobre los legisladores toda vez
Y deja escapar lo que como razonabilidad es· que hubiere una constitución escrita, a través
pecifica de una ciencia de realidades habría ele de la inconstitucionalidad de las leyes. Y cuan·
radicarse más que en la mente del investiga· do se llega a la expresión codificada del De·
dar. en· el propio objeto real que. n10Uva la pes- recho, se ve otra vez el control de los legisln·
quisa. Esta an1bigücdad no ha escapado a Li- dores, sobre los jueces en la medida en que la
nares, quien, para superarla, se lin1ita a seña· expresión verbal pueda crear Una vivencia de
1arla y ten1atizarla (53), en vez de hacerla contradicción al juez; pero reaparece el con·
desaparecer recurriendo a un vocablo específi· trol de los jueces sobre las leyes por su creación
ca; y tan1poco escapó a Carclozo. que en los intersticial, siempre posible en algún geado.
Estados Unidos lle\'Ó a su máximo el esfuerzo dentro de éstas. Por una razón ontológica, el
de esclarecimiento apuntando correctamente a funcionario a quien le cabe la aplicación últi·
lo especifico del objeto· (5-1), en forma tal que 1na de una norma. tiene en eso nlismo el su·
nos ha servido directamente de hilo conductor premo control jurídico; la razón p¡ita que lo
para llegar a nyestra noción de entendimiento tengan los jueces es, en su esfera. la misn1a por
(50) El tenia fu": pron1ovido <.'n ~l voto en d'si- rcstdng-i<lo r v<1.loraclón e.le justicia racionnl l un
tlcncia <le l[!Jl,ME~. ~n el rncniornhlc c.n~o "Lochn!.~t· scnti(Jo nn1plio. En c:;lc $\Cntido a1nplio inrluyc
v. Nc\V Yot·k", afio 1\)05. Ver IIoL~!E:-;, l:l coni¡¡i\a- tan1bién valo1·.:iclo11c.s <le tos \'<J.lon!s Inferior<'$ a
ciOn antes citada "The r.·tind and Failh of Justicc ta justicia, en el plexo axiológico: solidaridad.
Holmes", ps. 143 a 150. cooperación. paz, poder, seguridad. orden ... ".
(51) L1~ARES. "El <<Debido Proceso)) Como Ga- (54.) CARoozo, "Pa-radoxes oí Legal Science",
1·antía Innomi~ada en la Constitución Argentina'', p. 297: "Dos factores, ambos sociales, contribu-
ps. 27 a 31 y 131 a 157 (Buenos Aires, 1944, ed. De· yen a la paradoja. El prin1ero es la concepción del
palma). honibre razonable. el hon1bre que se acomoda con
(52) RECABE~s StcHr.~, "Nueva Filosofía de la In- su conducta a los. standn.rds comunes de la sócie·
terpretación del Derecho", cap. III (!viéxico, 1956, dad" (en la compilación "Sclectcd \.Vritings of
F. de C. E.J. Benjamin Nathan Cardozo", dirigida por 11argaret
(53) LtNARES, ob. cit., p. 135: "Pero lo ra::onable Hall, Ne\V York, 1947, Fallan Publications).
o racional llene además de un sentido estrecho
22
la que lo tjencn et constituyente o el legisla· na, granos, lino, tanino, etc.). Es un periodo
dor. Cabe claro está, explorar ·las ideologías de particularn1ente elocuente, para quien no me-
éstos en sus creaciones nonnativas; pero en nosprecie el significado de la América Latina
cuanto· que la realidad jurídica .se integra con en la.. etapa imperialista del capitalismo. El
casos singulares. el supremo control judicial hundimiento del poder inglés deja a Ja Argen·
en té1minos intersticiales es inelimlnable, a la tina librada a sus solas fuerzas, esto es, en so·
par que es el de máximo interés en la vida !edad; si bien dotada de una estructura capi·
práctica (espontánea o técnica), para tomar· talista de terratenientes y rentistas que condi·
lo como guía en el desencubrimiento de las cionó el ent€ndímiento imperial con la. madrasta
ideologías juridicas. Inglaterra sin sujeción colonial; .soledad con
De·acuerdo a toda esta fundamentación, cual· un futuro dificil porque la articulación dentro
quier estudioso podrá poner bajo .exan1en el de· del imperialisrno norteamericano requiere otras
recho positivo que le.. interese y, al hilo de bases econórnicas, con10 el petróleo por ejen1plo,
la creación intersticial de sus jueces prevalentc y soledad con el eSplritu n1cdioeva_l de la Colo·
cou10 jurisprudencia, sacar a luz las ideologías nia co1110 prc>scncin del pasado, que controla la
juriclicas opcra11lcs, loB'. inlcrcscs cconónl.icos Iglt~sin Calúli'cn. l~a iglt•sia. con10 intcré~ fJI'O·
cnn1ascarados con ellas en el can1po intelectual pio, lucha contra el póder protestante, a fin de
y el juego del capitalismo con10 clase don1i· conservar el único continente que la historia le
nante, imponiéndose rnediante esta utilización ha dejado; y po1· eso entre nosotros ella se ha·
del Estado en beneficio propio. ce nacionalista, pues una intron1isión econón1i-
Nosotros van1os a utilizar con10 ilustración, ca de aquel poder pronto la desplazaría a se·
dos generaciones ele la vida jurídica argentina, gundo. lugar. El capitalisn10 nortcarnericano lu·
ton1ando el periodo 1930-1960. Es el período en cha, co1no interés propio, para asegurarse su
que sucu1nbc la hegernonia de Inglaterra en el zona in1perial de don1inio, ahora que son proble-
n1undo; fenón\cno que nos concierne más de lo rnáticos los nexos durables con Asia y, Africa.
que se sospecha y que en 1igor, nos a1Tastra, Junto a estos dos grandes centros de poder
porque hasta entonces la Argentina vivió arti· capitalista, en una circunstancia local enrique-
culada al sisten1a colonial inglés con10 sun1inis· cida durante ese periodo por coyunturas im·
tradora de materias prin1as (carne, cuel'OS, la· portantísimas para ton1ar decisiones (55) .'Y
f55) Entt·e las coyunturas circunstanciales que han a las naciones no católicas de Europa, con10
es preciso tenel' en cuenta, para seguir la tt·uyec- n1odelos ínstitucionales. El sufragio universal. que
toria de la clase don\inante en la Argentina, du- en 1912 in1plantó esta nlinorla ilustrada de estirpe
rante este período, se destacan las siguientes: rousseauniana. selló definítivan1en~e por sus resul.
a) La fot·nlación prusiana del Ejército Argcnti~ tados' aquella desconfianza. Los terratenientes Y
no, iniciada en 1901, cuya ic.lca, después de 1930, es rentistas no han penJonado ja.n1tis este pccad'o de
ya una idea que gana terreno ('n todas las fuerzas sus conductol'cs ilustrados; pero no advirtieron
arn1adas. Esta forn1::i.ción prusiana se define con cuanto se debilitaban al quedarse sin conducción
la ideil. de"que Ju fuen:a n1i!ítar tanlbién es una e invertir la escala de valores que asigna a los
fuerza politica autónonHl. con su horizonte propio ho1nbres Su papel en la sociedad.
de problemas; el cual gira (;O torno de la p1·escr~ c) La desapa1·iclón de auténticos dil'igentes po.
vación de un orden social que acepte esta autono· liticos en la vida norn1al, al advenir los dirigen-
n1ía y que pague lo que costare. Sólo que en la tes populares de la pequeña burguesía con el SU·
Argentina, la integración den1ocrá.tica de los cua~ fragio universal. A la pequeña burguesía, según
dros de oficiales, le quitaba a aquella idea su base es sabido, la nutre el espiritu de los legistas; bus-
estamental y nobiliaria, necesaria para darle el ca allí una seguridad que a otros se Ja otorgan las
sentido coherente con que se institucionalizó en armas, la tierra, el capital, la devoción organiza.
Alemania, una vez que la nobleza entregó la ex- da, etc. Los dirigentes políticos pop~Ulares que ad-
plotación de sus tierrns a la industria y al agrl· vienen, carecen de tacto para la ponderación del
cultor. Y eslo explica. la división de la sí1npatia conju1llo con sus 1nUltiplcs realidades. Ellos cuen-
de nuestras f110r1,:is :11·n1:ir.l:L.<;, por !:L Tr,h!si:.1. para tun con una llHl.YOria porlulnr que los hace prcpo-
un sector; y por los r•:!>ta<los lJnidos, pa1·a oll·o; tcnles, pon¡u<' esri. ninyol'ÍU, nl ser pensn<la con el
es decir, un sector extrcinisla y cerrado con es· racionalisrno juridico de los legistas, significa el
píritu tradiciono.l y totalitario y otl'o sector tno- 1nito ideológico de la hnpcrntívidad de las nortnas
derado y abierto con espíritu den;ocnitico y pro~ jui·ic.licas, esto es, el in1perio n1ecánico de la volun-
grcsista. tad del legislador: lo que es una falsa conciencia
b) El capitalisn10 tradicionalnH;nte gobernante del Det'echo, que puede jugar corno ideología opc*
en la Argentina, se encontraba, además, ·desorien· rante cuando el poder econón1ico está en posesión
tado y entró a vivir con ur.a escala invertida <le del Estado, pero no, como en la Argentina ya ocu~
valores, al haberse privado a si nlisn10 d~ sus tTia, éuan<lo el poder estaba en tos centros de pre-
conductores naturales, en cuanto que se le hicie· sión ex ti-a nonnatlvos.
ron sospechosos todos los intelectuales nacidos dJ La tremenda advertencia, para nuestro capi.
en su seno, por la devoción ideológica que paga- talismo colonial, de que podía perder la alianza
•
•• 23
1102 CARLOS COSSIO
frente a un movlnllcnto sindical creciente cuya raciones, nadie creerá que es porque hay una
actuación acentuaba, cada vez más, su con- armonía preestablecida entre eJ capitalismo y
ciencia proletaria, el capitalismo colonial da. la verdad jurídica; nadie creerá que se trata
minante en la Argentina, al sucumbir la hege- de· un paralelismo casual entre uno y otra, en
monía inglesa que le daba sustentación y sus- la emergencia; nadie creerá que la fundamen·
tento, hubo de entrar en transacciones de equi· tación del mismo resultado, que presenta el
librio con Jos Estados Unidos y la Iglesia, al jurista silenciando el motivo económico, es tan
solicitar su alianza para defender lo que le neutral con10 él lo pretende respecto de ese mo·
quedaba de predorriinio o· recuperar sus posi· tivo y de su resultado pol1tico. La explicación
cioncs anteriores. ·Entre 1930 y 1960, hay tres se hace n1anifiesta con sólo suponer que ese
revoluciones y, en rigor, 27 años de visible go· pensamiento doct~·inarian1cnte norn1ativo es, él
bierno militar con sugestiones, plantearniC'ntos niisn10, ideológico, porque. no obstante estar
y pronunciamientos alternantes. En ese lapso pron1ovido por un interés de la clase don1inan·
se desvanece la ilusión· argentina de su estabi· te, enn1ascara este interés para defenderlo con
1idad institucional, pcr·o se salva el capitalisn10 otro ropaje en el campo del pensarniento. Aqui,
individualista; el cual, como suptcmo poder en conexión· con las teorias jurídicas y en la
social, rii pasa a otras nlanos, ni se supera co· verificación de aquel supuesto, está el proble·
n\o capitalismo industrial. En ·este retorno a n1a de la Gnoseología del etTor que ten1atiza
una situación económica y social cuya razón de la teoría egológica. Lo tematiza al contraluz
_sei- có1·rcspondía al siglo XIX, nuestra vida ju. axiológico del entendimiento societario con10
ridica acusa, claro está, el impactó de los inte· verdad de la justicia, según hemos dicho._ Por~
reses actuantes y triunfantes; esto es, los de que escapa al desenmascaramiento ideológico
los propietai-ios de las ntatcrias prin1as y de de la Gnoseologia del error, lo que en aquellas
su comercio y los de los dos aliados que con· teorias se acredlta1·e como verdad por su base
tribuyeron al triunfo, todo ello en detrin1ento ontológica. En este sentido, el entendimiento
de quienes sólo aportan su trabajo cotizado societario da un claro hilo conductor, al apa·
como_ sueldo o salario. De todo esto, las valo· recer sín esfuerzo con10 verdad societaria. Y en
raciones norn1ativas de nuestros legisladores, ta medida en que el pensamiento funcionalmen·
gobernantes y jueces, que otorgan fisonomía te normativo recurre al pensamiento doctrina·
jurídica a la época, dan un testimonio directo 1·ian1ente normativo para asun1irse como verdad
en sus leyes, decretos y sentencias como re· jurídica, la Gnoseología del error ha.delimitado
sultado. todo su can1pQ y juega en pendant con la Axio·
Ahota bien; si se observa el acople perfecto logia jurídica. Pero su problema 'especifico es·
que hay entre este resultado y lo que nuestros tá en dcsenn1ascarar la función ideológica. de
juristas (tratacli~ta.s o jueces) presentan coino esa a1monía preestablecida entt'c el capitalismo
teoría jurídica. inc.lcpendicntc de aquellas va1o· y la verdad jutídica, que da situación al pensa·
raciones; si se advierte cuanto coincide este pen· rnicntb <le los juristas, investido de una neutra·
samiento doctrinariamente normativo con el in· lidad que, de no ser apariencia, testimoniaría
terés económico que promueve aquellas va1o· un milagro.
del Ejército y de la Iglesia si no se les concedla camcnte hoy adquiere cualquier movimiento de
su pa1·te, al haberlos visto integrando el fascisnlo las clases desposeid.as. con motivo de que Rusia
peronista. · comparte la hegen1onia mundial después de la
e) La nueva significación política que automátf~ Segunda Gran Guerra.
2l./