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UN FALSO DILEMA*
· Dolores Juliano
r> Exposición realizada al panal "Estudios de la Cultura y las Identidades", coordinado por
R. Bayardo y M. Lacarrieu en el IV Congreso Argentino de Antropología Social, Olavarría,
19 al 22 de julio de 1994.
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Globalización e Identidad Cultural Dolores Juliano
En 1992, el sociólogq francés Gosselin planteaba su desacuerdo con culturales y en el que no se perdiera la dinámica cultural, encerrándola
Levi Strauss que no conozco si ha contestado al cual acusaba de en el corset de determinadas realizaciones. ·
hiperrelativismo a partir de unas frases no muy felices de su libro Raza Pero por legítima que nos parezca la reivindicación del derecho a la
e Historia en las que propone mantener los límites étnicos para conser diferencia, las propuestas de los distintos grupos no son siempre homo
var la diferencia, vista como valiosa. Gosselin le hace más o menos esta géneas al respecto, y pueden ir en sentidos diferentes a partir de presio
reflexión: Hemos luchado contra el racismo quitando importancia a las nes sociales diferenciales. Por ejemplo, las mujeres feministas desde me
diferencias físicas y las mismas personas que dicen que no es importan diados del siglo pasado, reivindicabanel derecho a la igualdad. Pedían los
te ser negro o ser blanco, ser ario o ser semita aunque estas últimas mismos derechos que los hombres, su consigna podía ser "no queremos
no son diferencias raciales, suelen entrar en el mismo saco del racismo ser diferentes, queremos ser iguales". En esta línea va el libro de Simone
son las que defienden el derecho a las particularidades culturales y ha de Beauvoir El segundo sexo en el cual se plantea fundamentalmente la
blan de etnocidio cuando se imponen principios comunes. Si cle_sdE! el reivindicación del feminismo de la igualdad. Sin embargo, cuando se ha
~unt~ de yi~ta físicolg_gLJE:l_2_o_r:iyLe~e.ylo que se subraya es qu_E!JQdos avanzado más en el camino, el feminismo ha pasado globalmente a ha
seamos iquales, ¿por qµE§ d~sde el punto de vista cultural lo qu_~ convle cer la reivindicación de la diferencia. Porque no es cierto que en tanto
ne e!,nfueseamos todos_9!f.E:lr~ñtis? Pcingáriionós de aciierc:lo. que mujeres, nuestra aspiración sea ser iguales que los hombres, quere
Evidentemente detrás de esta argumentación hay una falacia. Cuan mos el derecho a que nuestra diferencia se reconozcacomo válida, aportar
do se habla contra las diferenciaciones raciales no se está negando ni desde nuestra posición en la estructura social. Así el camino va, desde el
imposibilitando la supervivencia física de la diferencia racial. Simplemen pedido de la igualdad, a\ reconocimiento de la diferencia.
te se está postulando, que a efectos de las interpretaciones sociales, las Sin embargo, muchos grupos étnicos han seguido un camino diferente.
diferencias biológicas no son significativas. Negar la relevancia para el Si bien todos reivindicaron en un primer momento su especificidad, la
análisis de las conductas, de la diferencia física, no elimina ésta como presión social discriminadora en algunos casos ha sido tan fuerte que
tal. Es decir, los seres humanos seguimos siendo tan diversos física han terminado optando por una igualdad indiferenciada. Puede resultar
mente como podemos, independientemente de nuestros discursos y la dolorosa la constatación, pero está documentado que, por ejemplo, cuan
naturaleza misma actúa en términos de aumentar la variedad fenotípica, do en Chile se dictó una legislación que permitía cambiarse los apellidos
generando constantemente nuevas diferencias. Gracias a eso, hoy po a aquellos que los consideraran vergonzosos o denigrantes, quienes hi
demos disfrutar del espectáculo de una persona de piel negra y ojos cieron cola para cambiárselos fueron los mapuches. Esto no significa
celestes, por ejemplo, que es una combinación que no se daba al princi que ellos pensaran realmente que un patronímico autóctono fuera una
pio pero ahora se va haciendo frecuente. cosa denigrante, sino que vivían en una sociedad que los discriminaba,
por lo que convenía más tener como apellido Rodríguez que tener como
En realidad, a medida que avanzamos en los intercambios genéticos,
apellido Nahuel,\aunqueNaouel sefüJLasbonítoytenqarnás significadº~
la diferencia física en lugar de irse perdiendo se va incrementando. El
Sencillamente, la valoración depende del contexto social.
· hecho de no considerarla relevante para el análisis social, no disminuye
la diversidad misma. Pero en el caso de las culturas, el discurso que se La polémica entre.el particularismo y el universalismo es una polé
construye sobre ellas, es un elemento integrante de las culturas mismas. mica que nos afecta tremendamente, es un ámbito en el cual se nos pi
Negar el derecho a la diferencia cultural, e_~ una op.cióo_que_produceob den constantemente responsabilidades, en la medida en que somos ac
jetivameñt,f liómogeneizacion:Ta·queestamos tratando en ~aso, tores sociales y además somos personas que profesionalmente estamos
es si el mundo desea61esería un mundo clónico como señalaba aquí trabajando sobre este problema.
A. M. Gorosito en el cual todos tuviéramos las mismas particularida Gosselin, que acabo de citar en su polémica con Levi Strauss, pro
des culturales, o si el mundo deseable sería uno en el que fuéramos pone que el compromiso ético de los científicos sociales se ha desplaza
capaces de convivir con niveles importantes de diferencia. Un mundo en do, del aspecto aplicado de la ciencia, al de su conceptualización: Para
el cual no se suspendiera la creatividad constante de nuevos elementos él, el problema no es tanto qué es lo que vamos a hacer en acciones
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de ellos se pueden forjar prejuicios populares. Por ejemplo María Rosa
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concretas, sino las opciones que tomemos en el momento de la produc
ción del conocimiento. Se trata de analizar qué tipos de ideas, qué tipos Neufeld para Argentina o Pierre Jordán para la escuela francesa, seña i¡
de modelos, qué tipos de marcos de referencia estamos utilizando, los lan que una parte importante del arsenal ideológico de los maestros con
apliquemos luego en la práctica o no. Si, como propone Geertz cuando respecto a las minorías étnicas, está formado por una especie de esen
habla de la antropología como discurso, nuestras investigaciones cientí cialismo culturalista mal interpretado, es decir, pensar que la gente es 11
ficas son mensajes construídos y no simples reflejos de la realidad, tene irreductiblemente diferente aunque no por características raciales, sino 1¡
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mos que tener conciencia del factor arbitrario que hay en la selección de porque tienen culturas distintas que condicionan de modo definitivo sus
conductas. Claro, nosotros podemos decir que esta interpretación es equi I'
los contenidos y en las preguntas que formulamos y del hecho que nues 1,
tra investigación puede darnos unos resultados u otros según los interro vocada, pero en realidad en tanto que antropólogos, somos las madres y
gantes que nos hagamos, según lo que seleccionemos y la forma de los padres de esa criatura. Este tipo de interpretaciones vienen del cultu 1
exposición que utilicemos. ralismo funcionalista y de nuestro propio campo. Lo mismo pasa con al 1
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que han costado una gran cantidad de esfuerzos y que han terminado estamos haciendo es fraccionar la humanidad en bandos inconciliables. ~9
en fracasos. El primero de ellos fue la Revolución Francesa que iba a A esto me refiero cuando digo que la polémica es durísima y los ataques
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cambiar el mundo y que nos iba a hacer a todos fraternos e iguales y son muy fuertes. li
que desembocó en una sociedad jerarquizada, terminando ella misma En líneas generales, esto proviene de una interpretación del discurso ,,
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en un baño de sangre, en medio de una situación de fracaso de ideales. antropológico, que podría ser coherente con la interpretaciónfuncionalista
¿Qué es lo que se elaboró ideológicamente a consecuencia de este fra sobre la cultura, pero que realmente no tiene nada que ver con el discur 1
caso de un gran ideal de modificación del mundo? Un movimiento cen so sobre culturas como sistemas de símbolos, que manejamos en la ac
trado en lo subjetivo, como el romanticismo, que implicaba dejar el ámbi tualidad. Hemos abandonado progresivamente el concepto de cultura
to de lo público, para interesarse en lo que somos como personas, val como objeto, como dato, como algo cosificable y actualmente de Geertz
orizando los sentimientos. Es decir, se produjo una propuesta de dejar de en adelante se pone el acento en lo construído o en la producción sim i/
lado toda la idea ilustrada del ser universal y volver a lo subjetivo, que
tiene su ámbito fundamentalmente en el arte. ~~1\~~d~hJ_~aant~:~~:~~n~~:~0~:a~n~lu~~~~~~:e~~~~;~i~~ ·\
En nuestro siglo se ha dado un proceso semejante. Un gran proyecto mal de diferencias raciaLe~_9_g_lJ_l!l,J_rªI_I:!.§,G.QJil.9.P-9§1\JlªO 1º~ D!1f!9!1ª1is )
de modificar el mundo, que era el del comunismo, que conquistó el inte tasy a vecesla
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teoríáci.§(cgofücto,.
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sino, que la ven como. t,Jn,
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rés de grandes sectores de la población, ha tenido un derrumbe catastró éstrateqias para generar o mantener limites, para mantener privilegios ¡
fico y no desde afuera, sino desde adentro, se ha caido desde adentro.
Esto produce un desengaño colectivo, el abandono de la propuesta polí
tica de cambiar el mundo y una reacción neorromántica de vuelta a lo
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estético, a lo subjetivo, a la interpretación individual, abandonando la juntó dé "cosas•¡;·és una estrategia relacional. Por consiguiente. vemos·
interpretación global. las culturas como dinámicas y modificables y las ideas esencialistas de
De este modo se nos propone que, en tantci que científicos sociales, cultura que podrían dar lugar al enfrentamiento, carecen de apoyo aca
nos retiremos de la lid política precisamente cuando sería mas urgente démico actualmente.
nuestro compromiso, cuando los modelos políticos alternativos pierden Algunos autores como Giovanna Campani, Balibar y Wallerstein
validez. Pero precisamente entonces los científicos sociales que tra por ejemplo señalan que el desafío y lo que podemos hacer desde las
bajamos profesionalmente tratando de entender la sociedad es cuan ciencias sociales y fundamentalmente desde la antropología, es defen
. do nos retiramos y postulamos que no se trata de entender nada, que lo der una concepción dinámica y dialéctica de cultura e identidad. Es decir,
que diferencia a Evans Pritchard de Malinowski es que escribieron en dejar claro que cuando nosotros hablamos de_identidªd· clJltural_y de
un estilo diferente, y que finalmente el trabajo de campo para lo único especificidad, _no estE.rT19_s hablando .. de. ningún conjunto.. de elementos
que sirve es para decir que "yo estuve allí... " todo aquello que ustedes que vengan del . pasado sino gtJe es.tslrTlQ§_.baglarigCJ . de estrategias de
han leído y que conocen mejor que yo. i@!rrela:ciüffycoñiolai:ei:~úño:ciHfoabJes...y_qüe..no]m.pllé.ci_ijj¡j_rjgüria~ea
Así se produce una aparente despolitización, que funciona como si de permanencia o estabilidad, hablamos de elementos dinámicos.
los problemas se hubieran solucionado, cuando estos siguen creciendo r- Debemos incluir, por otra. parte~én
nuestra discusión sobre intercul
sin alternativa política y sin interpretación social coherente. En este con turalidad, las dinámicas económicosociales. Normalmente se nos acu
texto nos encontramos con que súbitamente comienzan las guerras sa a los antropólogos de hacer un subrayado culturalista, que enmasca
étnicas. Ante el dolor y desconcierto que producen, se nos dice que los ra las diferencias sociales. Y~ cre~para cualq~e_r:ad~~~s
antropólogos tienen responsabilidad en esto, al apoyar la diferencia. Se queJ1~n seguido las discusiones hasta aquí, queda cl~_§_lª.JD!~~!?_~l<?n
postula que el derecho a la diferencia, en última instancia lo que está constan1ecfetodos1os éle~tosconlae.sírnctüra::econóJ]Jj_f? y las re
apoyando es el derecho a que cada pueblo sea enemigo de otro pueblo. laéícínesdepoder." No vemos estas como un elemento agreg.ado,siño
A partir del problema de las identidades étnicas, se nos dice que lo que como un elemento constitutivo. Es decir, una dinámica cultural cualquie
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Globalización e Identidad Cultural
ra generada en un sector de poder, es negociada por distintos sectores, occidentales, somos universalistas, las catástrofes que hacemos noso
es una parte de las relaciones de poder y no un elemento externo. tros afectan a todo el mundo. ·
GGmo..sadaeneLcaso . deLparticulari$mO_,Jambién. ~~~referente al En contraposición con este universalismo etnocéntrico, se plantea
~~gJ.Ls11J.Q.JJ_?!Y_illLªPºYº ..académico a e~Jc1/~E_:l~~~nq~~_P~9_v_e~rent~ un ultrarelativismo, que consistiría más o menos en aceptar cualquier
de un campo distinto, la filosofía. Para el comun de la gente los ñlósotos cosa que se produce dentro de las otras culturas, a partir de la autolirni
sonlos·univefsalfstas, mientras que los antropóloqos son lo~ particularis tación de nuestra capacidad evaluativa, por considerar que cualquier ma
tas. La polémica en este caso es sobre st existen, o no existen, valores nifestación párcial está dentro de la lógica de la cultura que la genera.
/ Sin embargo, el derecho de pensar críticamente, no debe ser abandonado,
! universales. Las implicaciones para nuestra disciplina son profundas y
\ pueden sintetizarse así: Si existen valores universales, I~ defensa de la ni con respecto a nuestra cultura ni con respecto a las otras. Cada vez que
\ diferencia ¿qué implica? ¿Qué es lo que estamos defendiendo? ¿El de aceptamos otra cultura como un todo globalmente, estamos alinéandonos (
· .¡ recho que tiene la gente a equivocarse, el derecho de hacer mal las ca con los sectores dominantes dentro de esa cultúra. Toaas tienen sos \
/ 1 sas, de estar atrasados? La consecuencia que sacan muchos autores es <contradicciones internas, sus mecanismos desul5oraiílación, sus mane ,
i que si existen valores generales, entonces lo ético es dif~ndir e~ unive~ ras a partir de las cuales ciertos sectores se imponen sobre los otros. Es )
salismo más etnocentrista. Balducci por eso, habla del universaiisrno di indudable que s_i noso!ros aceptar:nos las cultu_ras globalmente, estamos
ciendo que es "el etnocentrismo de la tribu blanca". De hecho lo que se aceptando al mismo tiempo los sistemas patriarcales, las mutilaciones
·i universaliza son los valores a los que hemos llegado nosotros. corp?~ales, el dominio ?e
unos sobr~ ?t:os. Por consiguiente, el ultra(
relativismo que se abstiene de todo ¡u1c10 de valor no es, de ninguna
Veamos el ejemplo de los derechos humanos, estos son el conjunto
manera ni la contrapartida ni la manera adecuada de encontrar argu
de derechos que en un momento determinado nos pareció importante ·~· mentaciones para oponerse al universalismo etnocéntrico.
reivindicar (mucho me temo que nos pareció importante reivindicarlos
porque no los llevábamos a la práctica, no porque estuviéramos más Si nosotros en cambio, partimos de una idea dinámica de cultura Y'.1
adelantados en ese campo). Pero el hecho que nosotros los codificára cQllS1deramooque to~a~ lasc~ltar:as:;::oo:solamente:la:nuestra:,::e:s.tª1I~!@: __ \ . .n:/·----
mos de cierta manera, no garantiza que sean válidos para todos. Si que vesadas por conJtad1cc1ones...1nternas,.entonce.sJQ..ql!.$_l!t5P.eJ9re_m.Q§__g.§l_ \~
remos defender derechos universales debemos tomarnos el trabajo de las otras culturas es el nivel de lucha, de enfrentamiento, de reivindié<!~;·
ver cuales son las elaboraciones de las otras culturas y tratar de hacer c1ones que llevan y_ no 511 p.res_u_o.ta_b.9mogeneidad o armonía interna
una síntesis. Porque extender a los demás las reivindicaciones de nues e como proponían los funcionalistas. Esta armonía no es real, no existe'
tra cultura no solamente es arrogante, sino que es francamente absurdo. rnnguna cultura sin conflictos, y
desconocerlo es una forma de enmasca
Sirve de legitimación de nuestro etnocentrismo proponiendo que es nues rar sus enfrentamientos internos. Partiendo de estos supuestos, apoyar
tra cultura la que ha generado los derechos humanos y la que es dia 1 a las otras culturas no implica apoyar a sus sectores dominantes, sino
logante, que ya es mucho decir. apoyar las reivindicaciones con las cuales podemos simpatizar. Esto·
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una sociedad escindida: los tobas aquí, los guaraníes allí, las comunida ~ocese:de_carnbl~onstrucciones _dináí11iC<!_5 de _~~~,eatrones
des de distintos orígenes cada una por su parte; lo que llevaría a la cons _culturales. Esto da la oportunidad de enriquecimiento mutuo. Es nece
trucción de barreras interétnicas y luego a los enfrentamientos. La idea ~ario entonces,·pasar_ del .. reirio 9e las.seguridades al. reino de laambi
suPeradora sería_tJ.na . cOJ1Qfül.Ci.óoJotercul1uralista,_e_s __ J;IJtCJJ,.Jl.O~ Q~:~~~1?._~~ªI es muy difícil. Me temo ~u9. al respecto no hay recetas.
Taci6ngue parta de la idea de que las distintas culturas todas tienen
elementos que a12_~rté.r, __ que nos podemos enriquecer mutúáiñeñte en
y
térmlñosaeconocer tratar a los distintos miembros y que una sociedad
es tanto más rica, más viva, más pujante en cuanto sea capaz de abrigar
en su seno mayor número de propuestas alternativas que se enriquez
can mutuamente. No manejarnos en términos de respeto por lo que ellos
son, singprgpi9¡ar;uriª·ª9JLYJQª_<nf[é_ ~e.t:rcapaz dé aprender de el!~s.
intercamblár expectancias yª.nriquei::ernórimúfüaiñenfe~Esfo·e·s·afücil,
en principio implica un cambio denuestra relación con los otros que no
vea "al otro", como "aparte". Concuerdo con Ana María Goroslto'" cuan
do hace unos momentos señalaba que uno de los principales problemas
de las mujeres guaraníes es que son vistas como "otras" que están allí,
pero excluidas de todo diálogo. Para hacer posible la comunicación en BIBLIOGRAFIA
tre los diversos grupos, lo que propongo fundamentalmente es una mo
dificación de nuestra interpretación de nosotros mismos._.Eara_poder
re9it;>_ir aportas.tenemos que dejar dever nuestra culturacorno algo __corn
pieto, acabado, E.J.Jg9 Q.!3.JO. que sorng§_ pgrfa92_res y que se puede
.Q~!.r:J!§gr_af~c.qoe1..contacto de otros" Tenemos· que .. '¡:ieñsaifacórñcSfor BALDUCCI, E., 1992. La terra del tramonto. Saggio su/la transizione. Edizioni
mando parte de un proceso, en el cuál constantemente se desechan Cultura della Pace, San Domenico di Fiesole.
algunas cosas y se incorporan otras nuevas, un proceso en el cual nos BALIBAR, E. y WALLESTEIN, l., 1991. Raza, nación y clase. lepala, Madrid..
enriquecemos con la diversidad y vamos aprendiendo a vivir y a convivir
BEAUVOIR, Simone de, 1968. El segon sexe, (1952). Edicions (62), Barcelona.
como un valor positivo. Desde este punto de vista el cambio a la opción
intercultural (yo lo he trabajado principalmente en relación a la escuela) CAMPAN!, Giovanna, 1993. "La educación intercultural: una perspectiva peda
gógica en Europa" y "La educación intercultural en Italia". En Educación Multi-
no se propone enseñar a las nuevas generaciones a respetar el derecho
cultural. Hacia el reconocimiento de la diversidad en la educación. García Casta
que tienen los otros a ser diferentes. Tampoco se ce_ntrª...en [éi,J9lerancia,,
ño Edil., Univ. de Granada, Granada.
p_orgue ésta irnp.l.ic.ª..u.na.posición.de::p.o_deÍ.; __i9le(an:io.$_aque[IQ. que po
GEERTZ, Clifford, 1989. El antropólogo como autor. Paidos Studio, Barcelona.
dríarnos.no aceptar,_es . decin.toleraelquepuede. La opciónintercultural
· ~plica..11_0ªfilO_difi_gAcLQ.o .denuestras . c;:QQC8.P!~~!~~ªl<?.~~~ ~?tirnátl~~~· GOSSELIN, Gabriel, 1992. Une éthique des sciences sociales. La limite et
J'urgence. L'Harmattan, Paris.
donde aceR.@..mo_s_que.no...ne,s.r:novemos converdades definitivas. Debe
mos aprender que nuestras solucio.nes.p.uedén~ser~rr.1oditfoadas~porque LEVISTRAUSS, Claude, 1969. Rar;a i Historia. Versión en castellano: Raza y
~nmo.\limientorGreciendo .. y.aprendtendo.y.ellos.flos Cultura. Ed. Cátedra, 1993, (1952). L'Escorpí, Barcelona.
portadores de ~5.pecificidades. cultural~s~en~es) también están en NEUFELD, María Rosa, 1985. "Estrategias familiares y escuela". En 29 Congre-
so Argentino de Antropología"'Efociai Mécariciiirafiacfo. . ··· . . . · .
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