Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Créditos
Serie Gaven
#1 Gaven1
#2 The Bonding2
#3 Draconian Measures3
#4 Parting Truth4
2 La Unión.
3 Medidas Draconianas.
4 La Verdad de la Despedida.
4
Sinopsis
—Tengo una tarea para ti. Una promoción en parte, pero una
tarea de todos modos. Deseo enviarte con una división de
cincuenta hombres para luchar por el rey Masaria, Sarin. En
nuestra correspondencia, se insinúa que, si le enviamos
ayuda, para luchar contra los demonios, él a su vez enviará
algunas de sus propias fuerzas cuando las necesitemos. Tú los
guiarás. Como su General, como siempre has deseado ser.
—Fresco.
Ink lo codeó.
Weasel frunció el ceño a los dos. Ice suspiró. Sí, las relaciones
diplomáticas y todo eso. Tenía que tener eso en cuenta.
Miró al grupo una vez más, más analítico esta vez, con más
medida.
—Fish.
—Moss. —El agarre del hombre grande fue tan suave como el
de Peace, y él asintió con la cabeza, antes de retroceder.
16
Capítulo Dos
Desnudo.
Otras partes.
Partes impresionantes.
De algún modo.
Los pasos de Ink eran casi silenciosos, pero Ice los escuchó
con bastante facilidad.
Ice dio una lenta sonrisa, los dedos ardían con ganas de
explorar. Este hombre podría ser una distracción agradable de
sus problemas. Un extraño en una tierra extraña, aquí a corto
plazo. Y con tales traumas evidentes. Casi tímido en sus
respuestas. Al igual que Gaven lo había sido.
—Tú eres nuevo aquí. Por eso, te daré un pase gratis esta
vez. Sin embargo, debes saber que ha habido guerra en este
mundo mucho antes de que yo naciera, y no hay señales de
que se vaya a detener a corto plazo. Por lo tanto, en este
mundo, somos guerreros desde que nacemos hasta la
muerte. No jugamos. —Cruzó los brazos sobre el pecho y se
encontró con la mirada cautelosa de Peyton—. Eres
afortunado de que no hayas dicho esas palabras delante de
otros. No serían tan tolerantes como yo. ¿O tal vez estás
realmente buscando problemas? —Él inclinó levemente la
cabeza.
Tal vez era una señal de cuánto tiempo este mundo había
estado en guerra, protegiéndose de una corriente
aparentemente interminable de demonios. Tal vez era una
disposición de su rey.
Si este era el líder de los Ochos, entonces tal vez había más
de ellos como de lo que Peyton había detectado por primera
vez. Tenía sentido, a la luz del día. Si todo lo demás estaba
Parting Truth
tan bien organizado, el rey, o quienquiera que haya creado
este orden a partir del caos potencial, colocaría a los más
hábiles para dirigirlo.
—Toma tus armas y calienta allí. Una vez que estés listo,
avísame y te veré pelear.
Capítulo Tres
5 9´5 km.
38
O encontrase a sí mismo.
Ice asintió con la cabeza, los dedos doblados donde los tenía
colocados sobre sus bíceps, frunciendo el ceño.
Esa tuvo que haber sido la pelea más increíble en la que haya
participado.
Capítulo cuatro
—Oh, les dije. Pero hay reglas aquí. Solo dos a la vez, y Ink y
yo recibimos los primeros reclamos. —Negó con la cabeza y
miró a Peyton—. Hay momentos en que no puedo soportar las
multitudes. Siempre me ha gustado el silencio, y algunas
veces...
Ice lo miró.
Ice se rio un poco, moviendo los brazos sobre las rocas a una
posición más cómoda.
6 2´7 metros.
66
El hombre era alto, mucho más alto que Peyton, y ese hecho
lo asombró hasta el punto de que no notó ningún otro detalle
por algunos momentos.
—¿Qué?
Capítulo Cinco
Había sido entrenado por Fish, que era increíble con los
animales, y era un profesor paciente y comprensivo. Aun así,
Ice estaba seguro de que nunca se sentiría cómodo a lomos
de un caballo. Hubiera preferido correr, como prefería su
gente. Él e Ink podían superar a todos menos a Vlar en
velocidad y distancia, y amaba la sensación de sus pies sobre
el suelo, la tensión de sus músculos.
Ice deseó saber qué hacer con eso. Había un extraño calor en
su compañía, mientras caminaban uno al lado del otro. Nunca
hablador, ahora Ice se encontró haciendo preguntas y
respondiéndolas a su vez, como si su curiosidad sobre el otro
76
El tonto.
Protegiendo a Peyton.
Era una cacofonía más ruidosa que cualquier cosa que hubiera
encontrado alguna vez.
Ice lo observó con esos ojos vivos que podían ser tan fríos,
luego tan cálidos, en un abrir y cerrar de ojos. En este
momento eran completamente neutrales, y Peyton estaba
agradecido por la paciencia, cuando el otro hombre podría
haberse ofendido por su actitud tan fácilmente.
Para vigilarlos.
Capítulo Seis
¿Era que sentía por Ice más gratitud que otra cosa?
96
Era tan fácil dejar de lado todas las preocupaciones, todas las
dudas, cuando estaba con el hombre más pequeño. Era tan ...
tan simple.
—¡Ice! ¡Ya era hora de que llegaras aquí! ¿Todo el clan vino?
Nanar negó con la cabeza. —Lo sé. Una noche. Eso es todo lo
que cualquiera de nosotros consigue. Pero por si acaso,
tenme en cuenta, ¿está bien?
¿Por qué entonces había tenido Ice con él más que eso? El
conocimiento de que había tantos otros hizo que su corazón
se hundiera, pero el hecho de que, por alguna razón, Ice
había hecho una excepción con él, le dio una pizca de
esperanza de que no era solo otro cuerpo más.
Ink suspiró.
Ice frunció el ceño. —Oh si. Supongo que debes tener uno de
esos para tener hijos. —Miró a Peyton y le guiñó un ojo—.
Estoy muy feliz como estoy. Supongo que tendré que contarle
a los hijos de otro las historias. —Miró a Ink.
Ink se burló. —El pequeño ladrón más grande tal vez. Eso sí,
nos mantuviste con comida. Usando esos ojos grandes para
estafar a la gente. Nadie podría resistirse a ellos.
Peyton solo podía rezar para que Ink nunca se volviera contra
él, porque tenía la firme convicción de que tal cosa sería
realmente aterradora. Estaba claro que protegería a su
hermano menor contra cualquier cosa.
7 Es una antigua arma de asedio de aspecto y mecanismo similar a la ballesta, pero de un tamaño
mucho mayor.
104
Estaba cada vez más consciente, con cada día que pasaba, de
que lo que había sentido por Mayar había sido una necesidad
profundamente arraigada que el otro hombre había sido
incapaz de proporcionar.
Mayar siempre había sido posesivo con sus cosas. Puede que
no quisiera a Peyton por más tiempo, pero dudaba que
quisiera que él siguiera adelante.
Una suave sonrisa curvó los labios de Ink cuando sus ojos se
encontraron, un discreto pulgar de aprobación que hizo que
Ice se sonrojara, luego frunció el ceño, inseguro de sus
propias respuestas.
Capítulo Siete
No solo amigos, sino quizás uno que podría ser más que eso.
Tal como estaban las cosas, Peyton solo podía confiar en los
Ocho, y su fe incuestionable en su Alto Comandante, y
especialmente en el Príncipe Vlar.
Vlar le dijo algo, voz baja, luego se volvió hacia los Ocho y se
acercó a ellos, su forma alta imponente, largo cabello dorado
arremolinándose detrás de él en una gruesa nube.
Lo recordó.
Estaba vivo.
No lo entendía.
Casi humano.
—Ellos no pueden…
Pasó una mano por la cara de Ice, sus ojos cada vez más
rojos que antes.
Capítulo Nueve
¿Un hombre?
Sadan alzó una mano, dijo una palabra, y una luz azul fluyó
sobre ellos, empujando hacia arriba, quitando la presión.
Fue Ink quien se adelantó esta vez, con los ojos encendidos.
—¡Tu mientes!
—¿Y qué? ¿Te retiras? ¿Ahora que has llegado tan lejos? Eso
parece muy poco probable. Creo que tienes algo más en
mente. ¿Estás dispuesto a sacrificar al hombre que viniste a
salvar? —El deleite de Aldeanian era agradable—. Ver para
creer. Tan noble y fino que intentas ser, crees que lo eres,
pero tu sangre dirá la verdad. Eres más como nosotros de lo
que quieres creer, alto príncipe finario.
Peyton.
Vlar sonrió. —Dile que siempre volveré con él. Siempre. —Se
dio vuelta, volviendo al caos que surgió a su alrededor y
desapareció en un momento.
Lo haría.
—Dijo que él, Sadan, Graitaan y los demás iban a usar sus
poderes a un nivel que nunca antes habían intentado. —La
voz de Teaser era suave, luchando por sonar normal, pero
incapaz de ocultar la preocupación que sentía—. No
deseábamos dejarlos, pero él nos lo ordenó a todos, dijo que
lo que estaban por hacer podría matar a un ser humano.
Todos huimos.
Capítulo Diez
Se despertó confundido, sin saber dónde estaba.
Había algo…
—Ink.
—Él regresa, pero hay algo allí, algo oscuro... —Gaven negó
con la cabeza, frustración grabada en su expresión mientras
intentaba decir lo que había experimentado—. Dioses, ojalá
Sadan estuviera aquí. No puedo evitar pensar que hay algo
que me falta, una energía que está vinculada a él y que
necesita ser destruida. Eso no sé cómo hacerlo. Solo he
manipulado energía antes, con Vlar.
Peyton soltó una risa áspera, con más dolor que humor en el
sonido. —No ha hecho nada malo mi señor. Solo nos
adviertes de proteger a Ice de sí mismo, entonces te
bendeciré por siempre.
Peyton apretó los dedos que sostenía, luego los soltó cuando
Teaser y Weasel regresaron.
—¿Ice?
—Lo que sea que esté dentro de él, o cualquier vínculo que
proporcione este control, no es nada que podamos manipular.
Podría terminar dañándolo irremediablemente y, a su vez,
dañarnos. Esto es mucho más que cualquier cosa con la que
pueda comenzar a trabajar. No estoy seguro de que incluso
Vlar tenga la capacidad. Esto, creo, es algo solo para Sadan.
Eran los Ocho los que habían atraído la atención de Ice antes
de que pudiera hacer más daño, Gaven había lanzado las
barreras que hasta ese momento, por la misericordia de los
dioses, se habían mantenido.
Cualquiera que sea este ser, esta criatura que mantenía a Ice
esclavo, era poderoso y no tenía ninguna preocupación por el
cuerpo físico en el que vivía. Peyton estaba aterrorizado de
que simplemente pudiera elegir matar el cuerpo de Ice, como
un golpe para ellos. Por otra parte, tal vez lo que sea, estaba
atrapado tanto como el mismo Ice. Si es así, era poco
probable dar ese último paso.
Parting Truth
El no saber, era la peor parte decidió sombrío.
—Lo hiciste bien Gaven, creando tal cosa. —La voz de Sadan
era sombría mientras observaba el ritmo de Ice dentro de la
Parting Truth
jaula de energía—. Te enseñé poco de esto, tampoco lo hizo
Vlar. Esta fue tu propia creación, y bajo tal estrés... estoy
impresionado, mi niño. —Puso una mano gentil sobre el
hombro de Gaven, su expresión cansada se aligeró por un
momento.
—Es Ice. Tenía que hacer algo. —Miró a Sadan con una
confianza infinita en su expresión—. ¿Puedes ayudarlo?
—¿Y podría?
Tenían que.
Peyton.
—¿Te acuerdas?
Recuerda.
¿Por qué?
Su compañero enlazado.
Por fin, Ice podía sentir sus bolas descansando contra las de
Peyton, y se quedaron mirando el uno al otro. Ice sintió
lágrimas en sus ojos. No podía imaginar lo que había hecho
que los dioses pensaran que se merecía tal felicidad como
esta. Era demasiado, y el miedo a que se lo quitaran...
Ice gruñó.
No volver.
A la mierda.
—Una vez eras más que eso. Una vez te conté como amigo,
amante. Luego me enviaste y vine aquí. Aprendí muchísimo
en poco tiempo, y parte de eso, fue que lo que teníamos
entre nosotros no era nada real, que era todo dañino y tóxico.
No volveré a eso, nunca.
—Soy un rey.
Peyton miró a Mayar, vio la lujuria en los ojos del rey y quiso
resoplar.
FIN
Parting Truth
Sobre el Autor