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Manchas de Leopardo

Libro 1
LEVI

Bailey Bradford

2
Resumen

Una carrera por el bosque se convirtió en cualquier cosa,


menos típica cuando Levi encontró la única cosa que no esperaba
encontrar, a su pareja.
Después de pasar una semana en el infierno de reunión
familiar, Levi Travis está más que listo para un pequeño descanso.
Pero, ¿quién sabía que convertirse en leopardo de las nieves y
galopar alrededor del bosque podría convertirse en un evento tan
sexual?
Cuando Levi se encuentra con un cambiaforma puma en el
bosque, la atracción es tan caliente que amenaza con echar chispas.
Levi ha fantaseado con tener un hombre más fuerte de lo que quiere,
y está seguro de que el puma es sólo un hombre. Esta es la razón por
la que Levi se deja atrapar, y la intensidad de su apareamiento es
sólo comparable con la confusión de Levi cuando el hombre se
convierte de nuevo en un puma, luego gira la cola y corre.
Lyndon Hines ha estado huyendo durante meses. Perseguido,
cazado, no sabía qué hacer, hasta que conoció a un hombre que lo
3 hizo darse cuenta de que algunas cosas valen la pena luchar. Dos
cambiaformas, cada uno de razas diferentes, sin saber mucho acerca
de su herencia, Levi y Lyndon se unen y encuentran la fuerza para
hacer frente al hombre loco que está ahí para acabar con la vida de
Lyndon.
Capítulo 1

Levi Travis se despidió de su hermana Jenny y su esposo Mark.


Fue bueno verlos y al resto de su numerosa familia. Una vez al año se
realizaba una reunión celebrada en el rancho de Travis. No era
realmente un rancho, sin embargo, eso es exactamente lo que todo el
mundo lo llamaba. Tenían algunos caballos, pero la tierra misma era
en su mayoría fresca e inmaculada.
Las extensas hectáreas, enclavadas entre las montañas del
noroeste de Colorado, era el lugar perfecto para un grupo del tamaño
de la familia de Leví en el que podían reunirse juntos. No era como
que podrían tener una fiesta en la playa. El denso bosque, lleno de
álamos, pinos y abetos era el lugar perfecto para para correr y cazar
para los cambiaformas de leopardo de las nieves, aunque el verano
era un poco caluroso. Era mejor que tener la reunión en invierno,
cuando los ánimos podrían ser muy susceptibles. Cómo los
leopardos de las nieves se aparean de enero a marzo, también lo
hacían los cambiaformas felinos, aunque no estaban obligados con
sus hormonas. Simplemente estaban... más calientes, las hembras
más exigentes y los machos más posesivos.
4 El resultado era una gran cantidad de gente malhumorada y
gruñona, y ¿cuándo cambiaban? Bueno, Levi nunca lo había visto,
pero había oído a la abuela Marybeth hablar de la única vez que la
familia se había reunido en los años en torno a febrero. Al parecer,
se había producido una gran cantidad de sexo felino, que era algo
que Levi nunca, incluso no quería pensar sobre eso, al respecta de su
familia. Era mejor evitar posibles ciclos de apareamiento temprano,
cuando todo el grupo se reunía.
- Estoy tan feliz porque la reunión terminó. – Su hermano
Oscar murmuró. Levi lo miró, no se sorprendió al ver a Oscar con el
ceño fruncido. Oscar tendía a fruncir el ceño mucho. – Por favor. Es
bueno ver a todos, a todos los 62 de ellos o cuántos sean ahora, pero
maldita sea, también es bueno ver que todos se han ido.
Levi resopló, aunque estaba un poco de acuerdo con Oscar. –
Sabes que te has divertido luchando con los primos.
Oscar sacudió la cabeza. – Sí, claro. Soy sólo un salvaje y loco
fanático de la lucha libre. – Levantó su mano derecha, moviendo los
dos dedos que habían sido capturados en una trampa hace unos
años. El medio fue cortado en la articulación superior y el otro por
poco tan bien. – Y estos son mis armas secretas. Hacen a mis
enemigos gritar de horror cada vez que amenazo con empujarlos.
- Basta, Oz. – Levi regañó, mirando a su hermano menor. No
era como si sus dedos hubieran sido mutilados horriblemente. De
hecho, la diferencia en las longitudes de los dedos era casi
imperceptible en la opinión de Levi. Además, dudaba seriamente

5 que muchas personas miraran la mano de Oscar una vez que lo


vieran a él. Oscar era increíblemente atractivo de una manera
andrógina que Levi rara vez había visto y siempre envidió.
Con el cabello rubio y ojos azules pálidos, Oscar era delicado y
lindo, mientras que Levi era alto y voluminoso, su cabello un
desastre castaño oscuro y sus ojos de un sordo gris verdoso. Oscar
era, no había otra manera en la que Levi podría describirlo,
hermoso. Tal vez hace años, justo después del accidente de la
trampa, habían sido unos años difíciles, incluso cuando Levi y el
resto de la familia tuvo que esforzarse para no mirar los dedos de los
Oscar, pero eso era porque todos recordaban la sangre y los gritos, el
chasquido de la trampa que se llevó los dedos de Oscar.
Pero todos lo olvidaron. Incluso Oscar, pensó, pero tal vez no.
Hubo un momento en que Oscar había sido más joven, y el chico de
vez en cuando en la escuela había sido un idiota, pero según lo que
Levi sabía, se había detenido cuando Oscar lo ignoró. ¿No lo había
hecho? Levi tenía que preguntar, porque Oscar no parecía que olvidó
el incidente de la trampa como Levi creía.
- Te haces sonar como una especie de monstruo y no lo eres,
siempre y cuando consigas tu cafeína. – Bromeó Levi, a pesar de que
un Oscar sin cafeína no era agradable a su lado. Por otra parte, Levi
no era tan luminoso y acogedor sin una o dos tazas de café cada
mañana.
Oscar resopló, como si no creyera una palabra de lo que Levi
dijo, pero el rubor rosado extendiéndose por las mejillas de Oscar le
dijo a Levi que su hermano al menos lo había escuchado.

6 Levi miró hacia sus cabañas. – ¿Quieres ayuda para limpiar tu


casa? – Además de la casa principal, una extensa de estilo rancho
que tenía cinco habitaciones, había cinco cabañas pequeñas
repartidas por toda la propiedad, una para cada uno de los
hermanos.
Como es habitual, sin embargo, durante la semana de la
reunión familiar, todos ellos compartieron sus cabañas con cualquier
miembro de la familia quería dormir en las cabañas. Hubo varios de
sus primos acampando en el suelo de Levi. Había sido divertido pero
agotador y desordenado. Quizás sólo necesitaba una retroexcavadora
para limpiar el lugar.
- Nop. No tuve muchas personas quedándose en mi casa.
Algunos de los niños más pequeños. – Oscar sonrió, luciendo más
feliz de lo que Levi lo había visto en mucho tiempo. –Apuesto que
ellos no se acercaron a hacer el desastre que los chicos hicieron en tu
cabaña.
- No me digas. – Se quejó Levi. – Creo que hay bastantes latas
de cerveza para iniciar mi propio centro de reciclaje. Y ni siquiera he
comenzado con el cuarto de baño. – Se estremeció, no fingiendo del
todo. Su cuarto de baño era una maldita pesadilla, estaba muy sucio.
Algunos de sus primos eran patanes en extremo. El próximo año,
podrían dormir afuera, porque desde luego no estaban
domesticados, al menos no para los estándares de Levi.
Oscar levantó una ceja.
Levi podía ver que estaba pensando y movió la cabeza antes de
que Oscar lo ofreciera. –

7 No, mi culpa por no haber hecho a los idiotas limpiar. Me ocuparé


después de tener una carrera.
- ¿Quieres compañía? – Preguntó Oscar. – Iba a ir a leer un
rato, pero si quieres, podría ir.
- No, está bien. Después de todo el compañerismo de la
semana pasada, probablemente podría utilizar un poco de tiempo a
solas. – A pesar del hecho de que los leopardos de las nieves, el tipo
de no cambiaformas, eran criaturas solitarias, la familia de Levi era
cercana, a menudo dejándose caer juntos para cazar o simplemente
correr. Había otra razón por la que Levi lo rechazó también. –
Además, sé que particularmente no disfrutas del cambio.
Oscar hizo un ruido grosero, no fue realmente una palabra,
pero si lo hubiera sido, Levi estaba seguro que habría sido peor que
la palabra M1. – ¡Es doloroso! Sé que si lo hiciera más, tal vez todos
mis ligamentos y huesos y demás se acostumbrarían a ello o algo así,
pero... – Oscar miró su mano lesionada. – ¿Realmente tengo que
cambiar? ¿Cuál es el punto de convertirme en un leopardo de las
nieves? No tengo que hacerlo.
Levi permaneció en silencio en desacuerdo. Creía que sus
leopardos tenían que ser liberados, o... o algo podría suceder, no
sabía qué y no le importaba saber. Sin embargo, Oscar cambiaría si
Levi molestaba lo suficiente, lo que haría en un día o dos.
Comprendía la aversión de Oscar de estar en su forma de leopardo,
teniendo en cuenta la trampa de acero en la que resultó herido
cuando era un cachorro curioso. Simplemente creía que Oscar

8 necesitaba superar el trauma causado por el incidente, pero no en


este instante. – Aun es doloroso cuando estás acostumbrado a ello,
Oz, pero no insoportable. Y se siente muy, muy bien dejarse llevar y

1
Mierda, Joder, Chingados (para los mexicanos)
simplemente correr, dejar que el leopardo tome mi mente, más o
menos.
- Tú lo haces, entonces. – Dijo Oscar. No dijo nada más, se
quedó al lado de Levi cuando el sol comenzó a caer. Levi se sentía
extrañamente nervioso, insatisfecho, como si su piel picara desde la
cabeza hasta los pies. Era una sensación extraña y que no había visto
antes. Los álamos y pinos lo llamaban, prometiendo alivio bajo su
sombra, en el suelo bajo sus pies.
Levi sacudió sus tristes pensamientos y sonrió a Oscar. – Estoy
de un humor extraño de todos modos. ¿Quieres dejarle saber a todos
que me voy?
- Por supuesto. – Oscar lo miró durante unos segundos más. –
Cuídate. – Se volvió y echó a andar por el camino de grava a la casa.
Levi suspiró y se frotó el cuello, observando los colores rosa y
naranja desapareciendo en el cielo cuando el sol empezó a hundirse
aún más detrás de una montaña en la distancia.
Si era honesto consigo mismo, pensó que podría estar
sintiendo un poco de celos de algunos de sus primos. Escuchó como
se habló de novios y novias, incluso compañeros casuales de
folladas, pero eran los que tenían a alguien especial, o posiblemente
alguien especial de los que Levi estaba celoso. Una emoción

9 mezquina de la que no estaba orgulloso, pero quería tanta felicidad


para sí mismo.
Tal vez si salgo más, si voy a grandes ciudades... Holton era la
ciudad más cercana, y llamarla ciudad era caridad. Había una
solitaria luz intermitente y un restaurante que parecía decrépito,
pero servía la mejor comida mexicana. Un par de estaciones de
servicio, las cualidades propias de una ciudad, de verdad, y no
mucho más. No había ni siquiera una escuela. Los pocos niños de
Holton eran trasladados en autobuses o llevados a la ciudad más
cercana, Blankenship, donde se reunían con otros niños de las
pequeñas ciudades en el condado. Sin embargo, no estaba mal. Los
habitantes de Holton eran generalmente buenos y amigables. Era
justo solitariamente para un hombre gay en esta área.
Necesito dejar esta maldita lástima ahora. Levi fue a través de
una bolsa atada a un árbol de pino. Se desnudó, luego metió su ropa
en la bolsa antes de caer de rodillas. El sol comenzó su último adiós
al día, y Levi presionó las palmas sobre la fría tierra, entregándose al
cambio. El cambio no fue instantáneo o sin dolor, pero la libertad
que tenía en su forma felina valía cualquier precio.
Su gemido se convirtió en un maullido cuando los huesos
reventaron y los músculos se reorganizaron. Su mandíbula dolía, la
cabeza entera palpitaba, entonces el dolor desapareció como el
estallido de una burbuja. Euforia sustituyó a la agonía y Levi cambió,
el sonido relajante cosquilleó en su nariz cuando exhalaba. Arqueó la
espalda y su cola se movió, luego gruñó juguetonamente y corrió
hacia el bosque.

10 Eligió el camino que quería tomar a pesar de la oscuridad aún


más visible por el follaje pesado. En cuestión de minutos estaba
profundamente en el bosque siguiendo un olor prometedor para la
cena. El conejo era rápido, pero no lo suficiente y Levi se abalanzó,
haciendo la muerte rápida e indolora como fue posible. Una vez que
su estómago estaba lleno y sus patas limpias con lamidas,
permaneció en el suelo por un tiempo, absorbiendo la paz que
siempre encontraba aquí. Si él no estaba muy en paz, como de
costumbre, seguía siendo bueno. Levi sabía que no era un idiota. Era
feliz por sus primos, y tal vez, si tenía suerte, encontraría a su propio
hombre especial. Claro, el hombre tendría que ser muy especial, lo
suficientemente especial como para no mirar a Levi y juzgarlo por su
apariencia como lo hicieron otros tantos.
Levi era grande con su 1.90 mts, un poco más de 90 kgs, y
tenía rasgos toscos. Le habían dicho algunas veces que su altura y
constitución, junto con sus ojos le daban un aspecto más masculino
que el hombre promedio. Mirabas y todo lo demás era engañoso, sin
embargo. Nada de esto significaba que fuera un gran bruto idiota
que quería empujar a los hombres más pequeños y follarlos hasta
que gritaran.
Por el contario, Levi quería ser el chico empujado, quería un
poco de pelea y batalla antes de tener la fuerza de otro hombre
abrazándolo. No era que quería nada de violencia, forzar o violación
o algo por el estilo. A veces era una confusión en su mente, pero lo
que quería era a alguien lo suficientemente fuerte como para
dominarlo, pero lo suficientemente suave para no hacerlo si Levi no

11 quería ser dominado. Pensó que le gustaría, pero teniendo en cuenta


que siempre estaba arriba, con la excepción de un desastroso intento
de ser pasivo hace un año, Levi sospechaba que su fantasía sería
mejor mantenerla como sólo una fantasía.
Sin embargo, incluso en su forma de leopardo, la idea de ser
tomado era emocionante. Imaginó un cuerpo fuerte sobre él, una
gruesa polla en celo en él, su hombre sin nombre, sin rostro,
misterioso, sujetándolo y empujando a Levi contra el suelo cada vez
que embestía. Levi maulló y apretó los músculos que rodean el
centro pulsante bajo su cola. Dios, ¡estaba cachondo esta noche! Si
no lo supiera, pensaría que estaba en celo, algo que definitivamente
no ocurría con los machos de su especie. Ellos eran receptivos a sus
hembras, si fueran rectos2, por supuesto, pero… bueno, no sabía lo
que estaba mal con él esta noche. Estaba fuera de forma.
Claro, que probablemente tenía más que ver con su mano
derecha, siendo su mejor amiga durante el año pasado. Levi resopló
bajo y rodó sobre su vientre. Contempló cambiar nuevamente sólo
para meneársela y aliviar la presión en sus bolas, pero estaba
disfrutando de su leopardo. Y, además, la expectativa era a veces una
cosa muy buena. Podía incluso hacer su clímax, cuando finalmente
se masturbara, uno de esos raros derrite cerebros explosivos de
fusión. Así que decidió abstenerse del placer durante algún tiempo,
permitió que los flujos de la luz de la luna que se filtraban a través de
las frondosas ramas lo bañaran y calmaran en una ligera siesta. Era
contrario a su naturaleza, por lo menos como un leopardo de las

12 nieves, pero la brisa de la noche era fría, y estaba relajado, por lo que
Levi estaba con ello, envolvió su cola alrededor de su cuerpo y metió
la cabeza entre sus patas.

2
Heterosexual
Capítulo 2

Después de semanas de hacer su camino desde Pennsylvania,


Lyndon Hines estaba listo para una carrera libre. Había bordeado la
pequeña localidad de Holton, Colorado, y llegó a la orilla de un
bosque que pensaba que era probablemente parte de un parque
estatal. Si no, alguien tenía suerte, porque la tierra era hermosa.
Había habido un tirón en su intestino cuando miró por la ventana
hacia la exuberante vegetación, una vibración extraña de añoranza
había rugido en él, y Lyndon había necesitado salir inmediatamente.
El conductor del camión que le había dado un aventón lo había
dejado a un lado de la carretera, cuando Lyndon lo pidió. Ahora
estaba loco por cambiar y dejar salir a su puma.
Por primera vez en meses, no se sentía perseguido, aún no de
todos modos. Algo sobre esta zona se sentía bien, al menos por
ahora. Si quería creer que se sentía un poco más correcto que
algunos de los otros lugares que había encontrado en su deambular
sin rumbo, bueno, no había nada malo en la esperanza. Lyndon
sentía como si hubiera estado tratando de encontrar un lugar donde
debía estar toda su vida. Pensar que nunca lo encontraría lo llevaba
al borde de la desesperación que no podía imaginar. No si quería
13 sobrevivir. Casi todos los días lo hizo, o lo hizo su puma.
A veces Lyndon se preguntaba cuál era el punto de hacerlo.
Entonces se enojaba consigo mismo por ser un idiota lloriqueando.
Odiaba esos momentos de duda, cuando se sentía tan perdido y solo.
No había lugar para tales pensamientos en su vida. Socavaban su
confianza y Lyndon lo sabía. Hizo todo lo posible para mantenerlos
alejados y pensar en lo que quería en la vida.
Paz. Amor. Aceptación. Eran lo que Lyndon quería, lo que
pensaba que necesitaba. Y tenían que ser, de lo contrario no podía
entender el sentido de la vida. Así que Lyndon levantó su pulgar y
arrastró sus pocas pertenencias que tenía con la esperanza de
encontrar un lugar especial, personas especiales, o simplemente una
persona muy singular que pudiera amarlo.
Ese había sido su modelo desde que salió de Texas. Primero
huyó al sur de Texas, perseguido por su padre, al que no le
importaba lo suficiente el lado humano de ellos para compartir su
territorio. Lyndon se preguntó cuántos otros hermanos podrían
haber vagado, buscando un hogar propio. Tal vez vinieron a través
de una mejor adaptación, sin embargo. Después de todo, Lyndon
aún podría hacer algo con su vida, encontrar un trabajo diferente en
marketing o incluso, en una tienda de conveniencia y tratar más
duro de vivir como un ser humano normal.
Simplemente no hubiera cabido en ese molde. Lo intentó, lo
intentó durante años, pero Lyndon finalmente entró un día en su
apartamento y no sólo miró, lo vio por primera vez. No había nada

14 en él que lo hacía sentir como en casa. Las paredes eran blancas,


desnudas, el mobiliario escaso y mal acompañado de una manera
poco atractiva. Pero fue más que el aspecto del lugar, lo que podría
haber corregido. Era pura alienación que sentía en ese momento,
como si estuviera viviendo la vida de otra persona y que era tres
tallas más pequeñas.
Eso no había sido el empujón que lo había enviado correr, sin
embargo. No, este impulso se produjo poco después, cuando salía
del trabajo, cansado de un día particularmente podrido con clientes
insatisfechos y jefes descontentos. Todo lo que quería hacer era
colapsar en su cama, pero fue interrumpido por el olor acre de su
apartamento. Prácticamente todo lo que poseía olía a otro puma
marcando su territorio. Lyndon se había asustado, al no reconocer el
olor de advertencia dejado atrás. Sabía lo que era, pero no quién lo
había dejado. No había sido su padre, quien lo había hecho huir la
última vez. Su intento de hacer un hogar para sí mismo ya había sido
un fracaso, pero la invasión lo agravaba y hacía que quedarse fuera
algo insoportable para Lyndon.
Lyndon dejó su trabajo en la empresa de publicidad para la
que había trabajado en Dallas, no se molestó en dar aviso una vez
que su irritable jefe le dijo que no era necesario. Luego empezó a
vender todo lo que no podía llevar con él en una mochila, que era
más de lo que tenía. La sensación general de ser observado era
inquietante, y Lyndon había comenzado a sentir que su tiempo se
estaba acabando.

15 No le importaba lo suficiente como para quedarse y pelear,


¿pelear contra quién y para qué? Así que en cambio, Lyndon lo había
dejado. Desde entonces, estaba buscando, no sabía qué, pero
esperando reconocerlo cuando lo encontrara, y tratando de escapar
de la sensación de ser examinado.
Esa sensación de calor y hormigueo cosquilleante en su
columna vertebral le hizo pensar que quizás, esta vez, había huido
cuando miraba a los magníficos árboles. Después de mirar a su
alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca para verlo,
Lyndon despejó una valla, entonces se topó con el denso follaje. Se
quedó allí durante unos minutos, observando, oliendo, escuchando.
Una vez que se aseguró que era seguro, Lyndon se desnudó y
puso sus ropas y mochila en un racimo de ramas. Luego se extendió
en el áspero y frío piso, tomando el olor de la tierra. Eventualmente
cambió y vio el bosque con ojos más agudos, olía a través de una
nariz más sensible. Sus orejas se movieron con los sonidos de la
presa deslizándose en la distancia.
Lyndon gruño suavemente, las vibraciones del ruido bajando
por su pecho. Sacudió su cola considerando que presa cazar.
Necesitaba un desafío, a pesar del dolor en su vientre. Inclinando la
cabeza, aspiró los aromas profundamente en sus pulmones. Ciervos,
su gato maulló y Lyndon estuvo de acuerdo. Como un puma, siguió
el deseo animal a un punto, y un ciervo proporcionaría un festín por
el momento y más comida para después, si nadie más desenterraba
los restos que Lyndon enterraría. Esta era la forma del puma, y
Lyndon aceptó esa parte de sí mismo el día que había salido de

16 Dallas. Lo había hecho a fin de sobrevivir. No había espacio para un


estómago revuelto en su estilo de vida actual.
El rastro dejado por el ciervo fue complicado, y Lyndon
consideró seriamente ir tras un conejo en su lugar, o cualquier
comida disponible. Hacía dos días que no había comido nada más
sustancial que una barra de energía, y su vientre estaba haciéndole
saber cuan descontento estaba.
Lyndon finalmente vio al ciervo, una cierva encantadora. Tenía
una estructura sana y Lyndon estaba contemplando su buena cena
cuando la cabeza de la hembra se elevó y dio un sonido de asombro.
Echó a correr, huyendo en pánico. Lyndon comenzó a seguirla hasta
que se le ocurrió que algo había asustado a los ciervos, y no era él. Él
había estado en silencio como la muerte acechando a su presa, y fue
cuidadoso de mantenerse a favor del viento. ¿Qué había asustado al
relleno de su cena?
La respuesta llegó en la brisa, el olor penetrante del gato,
distinto del suyo. No es un puma entonces, ¿pero qué diablos más
podría estar aquí? Lyndon se devanó los sesos hasta que una
variación sutil en el olor se hizo detectable. Hombre y bestia,
combinados, y el olor fue directamente a la ingle de Lyndon tan
rápido que le robó el aliento. Lyndon resopló y se sentó sobre sus
patas traseras, aturdido por esta nueva ocurrencia. Creía que había
otros cambiaformas, ¿por qué los pumas serían el único tipo? Pero
nunca había encontrado otro antes.
No era como si hubiera un lugar secreto de encuentro para
cambiaformas o lo que sea. Bueno, tal vez lo había, y él no sabía

17 nada, porque... era secreto y todo. Probablemente habría un apretón


de manos secreto necesario para entrar, también, y mentalmente
estaba balbuceando, algo que solía hacer de vez en cuando, cuando
sus nervios amenazaban con amotinarse. La curiosidad y el miedo
luchaban contra el deseo y la naturaleza territorial de su puma latía
contra su cráneo, instándole a atacar al intruso.
Afortunadamente, Lyndon no era sólo un puma. Podría
racionalizar y calmar esa parte de él que a veces no era razonable.
Otra respiración profunda calmó a su bestia más eficaz de lo que
podría hacer él, sin embargo. Este olor tentador se hundió en él, se
envolvió alrededor de sus entrañas y empujó a sus patas delanteras
en el sigilo.
Lyndon no estaba exactamente en calma, sin embargo. Estaba
hirviendo con una necesidad que no había sentido antes, y su pene
estaba tan duro que dolía cuando sobresalía de la vaina. Lyndon
podía oler su excitación, era tanto divertido como conmocionado por
esto, pero más que cualquiera de éstos, estaba ansioso por encontrar
al macho cambiaforma que provocaba tal reacción.
Cuanto más profundo se introducía en el bosque, el fuerte y
más numeroso olor de otro gato cambiaforma llegó. Debe haber una
manada o algo así, un felino aquí y estoy probablemente en su
territorio. Probablemente habría sido mejor dar la vuelta y salir del
bosque, pero Lyndon no podía dejarlo, no cuando había un olor
específico, la refrescante esencia de un hombre y gato tirando de sus
intestinos. Era como tratar de resistirse a perseguir una bola de lana,

18 simplemente no podía hacerlo, no cuando estaba en su forma felina.


Parches de luz de luna salpicaban el suelo del bosque en
parches, proyectando un resplandor blanco plateado en el suelo. La
tierra estaba en silencio a su alrededor como si las criaturas
contuvieran la respiración esperando que pasara. El olor se hizo más
fuerte y Lyndon aminoró el enfoque, aunque su cuerpo le gritaba que
se diera prisa. Finalmente, oyó un suave sonido de resoplido de otros
felinos. Se dejó caer sobre su vientre y se arrastró hacia adelante
hasta que miró a través de un grupo de arbustos fragantes.
Lo que vio lo dejó sin aliento e hizo sentir sus articulaciones
sueltas y flexibles, incluso como palpitaba su polla y bolas. En un
pequeño claro circular, rodando en el suelo sobre su espalda, con sus
grandes patas arriba en el aire y su gruesa cola agitando el polvo,
ramas y hojas, estaba el más hermoso gato que Lyndon había visto
en su vida.
La gruesa capa de color grisáceo del cambiaforma estaba
cubierta de rosetas negras, marcándolo como un leopardo. La piel en
el vientre era más larga, pálida y parecía tan suave que Lyndon
quería tocarla. Diablos, ¡quería frotarse contra todo el gato! Casi
tanto como quería frotarse contra el hombre. Lyndon se mantuvo
quieto, apenas moviéndose en absoluto, mientras observaba al
leopardo deleitándose en la noche.
No fue sino hasta que el otro cambiaforma se dejó caer sobre
su vientre y arqueó la espalda, empujando su culo hacía arriba y
golpeando la cola de lado a lado, que Lyndon hizo un sonido. No
pudo evitarlo, la necesidad lo mordía como un dolor físico,

19 haciéndolo quemarse.
Fue sólo un sonido suave, no una explosión amenazante que
Lyndon no pudo contener, pero el leopardo maulló y saltó, girando y
retrocediendo al mismo tiempo. Los ojos eran de un verde tan pálido
que eran casi grises se ampliaron cuando encontraron a Lyndon
escondido entre los matorrales. Lyndon estaba asombrado con el
color de ojos del cambiaforma. Por alguna razón pensó que el gato
tendría el mismo color de ojos dorados como el suyo.
El leopardo permaneció inmóvil, la cabeza baja, sin pestañear,
mirando a Lyndon. Todos los pumas eran territoriales y agresivos,
su gato no sentía nada de eso. El impulso de aparearse estaba en él,
abrumando los otros instintos que generalmente sentía el puma.
Lyndon nunca había experimentado nada como esto, nunca sintió
que tenía que tener a alguien o bien explotar por la intensidad de la
necesidad. No entendía y se preguntó si se trataba de algo que habría
sentido por cualquier cambiaformas o el magnífico leopardo frente a
él era especial.
Lyndon condenó su falta de conocimiento, incluso sobre su
mismo tipo de cambiaformas. Deseaba saber qué hacer, escuchar ese
instinto de aparearse, o escuchar al humano en él que le estaba
instando a usar el máximo cuidado aquí.
Entonces, el leopardo hizo la única cosa que Lyndon no pudo
resistir, no en su forma de puma y probablemente pensó, no en su
forma humana. El hermoso gato manchado entrecerró los ojos y
gruñó bajo y profundo. No una amenaza, exactamente. Para el puma
de Lyndon sonó como la promesa de una recompensa, y el leopardo

20 se volvió y echó a correr, disparando a Lyndon una ardiente mirada,


una vez que estaba en movimiento, que era todo el incentivo que
Lyndon necesitaba, sobre todo cuando el olor de la excitación del
cambiaformas era tan fuerte que Lyndon estaba saturado. Su rugido
mucho más áspero y lleno de un voto en el retorno del leopardo,
Lyndon salió disparado de los arbustos para atrapar a su presa....

21
Capítulo 3

No era miedo lo que propulsó a Levi lejos del puma, pero si el


potencial de su fantasía hecha realidad. La cabeza de Levi se
arremolinaba. Había tantos pensamientos, y no era el primero el
hecho de que había otras razas de cambiaformas. Cuestionó la
instantánea reacción de su cuerpo a otro macho, como un infierno
estalló en su interior. Levi nunca se vio estimulado de esta manera,
no sexualmente de todos modos. Era extraño y caliente al mismo
tiempo.
Y él estaba latiendo, oh mi Dios, su polla y culo y cada nervio
de su cuerpo palpitaba, aumentando la fuerza de su necesidad.
Amenazó con consumirlo y llevarlo a la suma total de sus
necesidades básicas, y todo instinto animal y arañando, mordiendo,
un apareamiento violento.
Levi giró hacia el oeste a través del follaje creando un nuevo
camino. No se había perdido completamente en su lujuria y no
quería tener a alguien que posiblemente era una amenaza cerca de
su familia. No sabía cómo iba a jugar, pero podía oler la emoción de
un macho desconocido, tan seguro como que podía oler, así que
22 estaba bastante seguro de que el atacante no tenía la intención de
matarlo. Y con suerte, vamos a cambiar...
El solo pensamiento causó un paso en falso en Levi, el puma se
acercó más, tanto así que Levi sintió su cálido aliento húmedo
volando en su piel. Una punzante mordida en su cola envió a Levi a
alta velocidad incluso cuando hizo a su polla llorar con anticipación.
La chispa del dolor de la mordida recorrió desde su columna
vertebral hasta la punta de su nariz en un tiempo récord y Levi
gruñó mientras meneaba la cola.
El puma respondió golpeando sus garras, su profundo rugido
sordo fue la única advertencia antes que Levi tuviera un peso pesado
estrellándose contra él, sobre él. Colmillos afilados perforaron su
cuello, lo suficiente como para picar, pero no desgarrar y Levi cayó
con fuerza, atascado debajo del puma.
El estruendo del sonido de su atacante hizo rodar a Levi,
empezando por el cuello y enviando su corazón a toda marcha. Él
maulló su consentimiento, superado por el olfato y el tacto, la
respiración del puma flotando alrededor de su cabeza y llenando sus
pulmones. Un estremecimiento atormentó la forma encima de él,
entonces el cuerpo cambió, cada vez más largo, más fuerte, como un
bulto insistente pinchando en su espalda.
- Cambia. – El hombre gruñó con voz ronca como la de su gato.
Sujetó la cabeza de Levi, hundiendo sus dedos en su piel y apretando
el puño. – ¡Ahora!
Levi estaba impresionado e intimidado por la velocidad de

23 transformación de extraño. Vaciló y consideró tirarlo y huir, pero la


posibilidad de tener una experiencia que tanto había deseado era
una atracción irresistible. Levi maulló mezclado con un gemido de
dolor cuando se levantó y cambió, su cuerpo dolorido cuando el
hombre levantó su peso ligeramente, manteniendo con un brazo.
Nunca abandonó el cabello de Levi, y cuando Levi parpadeó alejando
el ardor en sus ojos e intentó darse la vuelta y mirar hacia otro lado,
su captor gruñó de nuevo y mordió el mismo lugar que había
marcado.
Levi se resistió y arqueó su espalda, agitó los brazos, en busca
de algo para sujetar. El hombre cayó sobre su espalda nuevamente,
sacando el aire de los pulmones de Levi. Una pesada y dura polla
pinchaba su culo y las muñecas de Levi fueron sujetadas, primera la
izquierda luego la derecha. Luego, ambas fueron atrapadas por
encima de su cabeza.
Podría haberse liberado del asimiento, Levi no lo dudó, pero
todo esto se sentía irreal y demasiado perfecto para arriesgarse a
detenerlo. Apretó los puños en el agarre, sin embargo, y fue
recompensado con un agarre firme y algo más fuerte, un pinchazo
alarmante de un glande contra su agujero.
- ¿Quieres que te deje ir? – Le preguntaron a Levi cuando se
frotaron de nuevo contra su pliegue.
Levi trató de negar con la cabeza, pero su agarre en sus
muñecas era implacable. – No. – Dijo con voz ronca, con la garganta
casi tan apretada como el agarre que el hombre tenía sobre él. – Por
favor. – Levi sólo podía llorar si se acaba allí, dejándolo insatisfecho.

24 La polla de Levi nunca había estado tan dura en su vida, y su piel se


sentía súper sensible, cada rama y grano de tierra, cada lugar de su
cuerpo que el puma estaba tocando chispeaba y se retorcía con la
necesidad de atarlo en un nudo en su interior. – Por favor. – Dijo de
nuevo, cerrando los ojos mientras rodaba un poco sus caderas como
podía. – ¡Necesito… algo! ¡Lo que sea, sólo tienes que entrar!
La risa estridente le recordó a Levi el sonido del resoplido que
los leopardos de la nieve hacían y alivió un poco la tensión que
amenazaba con romperlo en millones de piezas. Silbó suavemente
cuando su cabello fue retirado, la repentina falta de presión hacían
escocer a su cuero y la sensación de un hormigueo era casi
enloquecedora.
Antes que Levi pudiera atrapar un vistazo de los dientes
blancos y cabello dorado, el hombre en la parte superior de él
presionó su mejilla contra la de Levi. Sus alientos se mezclaron
cuando el culo de Levi fue extendido. Caliente y pesada, su polla se
deslizó en el pliegue de Leví, disparando chispas de necesidad del
culo de Levi.
- Maldita sea. – Fue el susurró en su oído, y luego Levi no
podía oír nada más que su pulso y sus gruñidos y el sonido de la piel
siendo abofeteada.
La polla de Levi estaba incómodamente atrapada entre él y la
tierra, pero de alguna manera el cambiaforma puma logró meter la
mano por debajo de Levi y apoderarse de su longitud dolorida. Cada
empuje entre sus nalgas sacudió las caderas de Levi en el suelo y su

25 polla en la mano frotando su eje.


Levi gimió, maldijo y rogó cuando su agujero se apretó,
ansioso por ser llenado, pero el extraño no presionó dentro,
manteniendo su apareamiento en cortos y duros empujes, que
ardían en la grieta de Levi.
- En mí. – Levi exigió, pero el hombre no se dejó llevar,
simplemente gimiendo y mordiendo la mandíbula de Levi en
respuesta. Levi quería gritar de frustración, lo quería todo, aunque
sabía, sabía mejor que el sexo sin condón y algún tipo de lubricante.
Escupir en caso de apuro, pero eso lo dejaría sufrir bastante. A pesar
de que no lo haría querer ser follado menos.
Entonces el hombre presionó la polla de Levi con fuerza
suficiente para hacerlo ver las estrellas, y se hundió en su ranura.
Levi olvidó su necesitado culo y gritó cuando brotó esperma de su
polla. Tembló todo el camino hasta los dedos de los pies y echó la
cabeza hacia atrás como si tirara de una cuerda. El cambiaforma
rodó fuera de él y se volcó sobre Levi, mientras Levi jadeaba y su
visión estaba borrosa. Un peso en caliente y pesado establecido en su
cintura y Levi parpadeó despejando su visión borrosa a tiempo de
ver la luz de la luna acariciando los músculos y el pelo dorado. Los
ojos del mismo color que el pelo le guiñó un ojo, y luego un grito
astilló el aire y semen golpeó la mandíbula de Levi.
Levi sabía que tenía que tener la boca abierta como un idiota,
pero se sorprendió. No esperaba ser marcado, cubierto por el olor de
otro hombre. Parecía salvaje y posesivo y estaba leyendo demasiado
en él. Trató de alejar esos pensamientos ridículos de su cabeza

26 mientras miraba el próximo chorro de la gruesa polla que el hombre


estaba sacudiendo con golpes duros y ásperos. Los abdominales se
ondulaban con cada chorro de esperma rociado. El cuarto chorro
salpicó el estómago de Levi, y todo lo que podía oler, lo único que
podía ver era al hombre encima de él, ahora ronroneando mientras
frotaba lentamente su polla.
Entonces se detuvo, y Levi se tensó, sabiendo que su fantasía
estaba llegando a su fin. Esos ojos dorados se estrecharon en él
mientras Levi absorbía todos los detalles de la cara de su amante
temporal. Tenía mejillas angulosas y una mandíbula firmemente
obstinada, ojos brillantes y labios delgados, y era el hombre más
sexy que Levi había visto en su vida. Mayor que él, más fuerte,
probablemente. Y a punto de irse.
- ¿Esta es tu tierra? – Le preguntó a Levi.
Levi se mostró reacio a contestar, pero mentir no lo llevaría a
ninguna parte. Seguramente el puma podía oler una mentira justo
como Levi podía hacerlo normalmente. – Sí. – Respondió, y luego
soltó sin pensar. – Y mi nombre es Levi, en caso de que te importe
una mierda las presentaciones. – Se sorprendió cuando rápidamente
se encontró solo en el suelo, incluso antes de terminar de hablar.
Levi sabía que había roto alguna regla no escrita de una sola vez.
- Me gustó nuestra presentación, justo correcta como fue, pero
una cosa: los pumas no son conocidos por compartir, Levi. – El
hombre dijo, y luego más rápido de lo que Levi había creído posible,
él se ha ido.

27 Levi se quedó solo para averiguar lo que su hombre misterioso


había querido decir y qué demonios había pasado más allá de lo
obvio.
Capítulo 4

¿Qué Diablos? Lyndon corrió, olvidando su necesidad de


alimentos. Ahora tenía que averiguar por qué había casi atacado al
adorable cambiaforma leopardo. Levi. Dios, ¡incluso su nombre es
sexy! Tan hermoso como el gato había sido, el hombre lo era aún
más. Rudo, de mandíbula amplia, con músculos fuertes, firmes, no
había habido nada débil o pequeño en él. Su polla en la mano de
Lyndon se sentía enorme, y cuando Lyndon había rodado sobre Levi,
incluso el pene suavizado de Levi era un espectáculo impresionante.
¡Y había dado por sentado la fuerza de Levi! Lyndon no se
hacía ilusiones al respecto. Si bien podía haber sido un poco más
grande y más musculoso que Levi, probablemente eran iguales. Si
Levi hubiera querido, podría haber arrojado a Lyndon y tratado de
sacar la mierda fuera de él. Tal vez incluso con éxito, teniendo en
cuenta la manera en la que Lyndon estaba tan atraído por él. Pero
Leví no había hecho ninguna de esas cosas, en lugar estuvo tranquilo
y obediente bajo Lyndon e incluso rogando a Lyndon que lo follara.
Lyndon había querido, ¡Dios lo quería! Pero dos cosas se
28 habían infiltrado en su cerebro lleno de lujuria, ayudándolo a
encontrar la afirmación que había estado buscando
desesperadamente. La primera, fueron los minutos que le tomó a
Levi cambiar. Lyndon había pensado que quizás lo había mordido
muy fuerte cuando atrapó al leopardo, aunque no había hundido sus
dientes en el músculo, sólo la piel. Una vez que la transformación fue
completa, sin embargo, sus sentidos le habían dicho que lo único
malo con el hombre era que estaba tan excitado que incluso le dolía
a él.
La segunda cosa fue la falta de material suficiente, lubricante y
condones, añadidos a la necesidad de Lyndon, que era demasiada
para delicadezas o el tiempo que le habría tomado preparar el culo
del hombre para la penetración. Había requerido cada trozo del
autocontrol de Lyndon para evitar embestir su polla en el agujero de
Levi y follarlo hasta la inconsciencia, lo que probablemente habría
sucedido pronto debido al dolor que había causado la entrada.
Así que Lyndon había tomado lo ofrecido, pero no
completamente, no es como que realmente hubiera querido hacerlo.
Aún así, sintiendo esas mejillas firmes apretar su longitud casi había
derretido su cerebro. Había sido sólo el instinto y el deseo de oír y
oler a Levi venirse lo que le había dado a Lyndon suficiente sentido
común para tocar su polla.
Y Levi había sido hermoso en su liberación, los sonidos que
había hecho, la forma en que su cuerpo se tensó, los músculos
ondulantes cuando su columna vertebral se alargó y estiró. Lyndon

29 nunca había experimentado un encuentro sexual tan intenso, tan


profundo. ¿Cómo evitaría dominar a Levi de nuevo? ¿Por qué
debería molestarse en contenerse?
No sabía si podría hacerlo.
Lyndon alcanzó su ropa y su bolso, su mente se quedó en Levi.
Su estómago gruñó, recordándole que lo había descuidado durante
demasiado tiempo. En lugar de dar marcha atrás y rastrear la cena,
cambió y se vistió, manteniendo una oreja al acecho para cualquier
animal que se acerca. Casi esperaba que Levi lo hubiera seguido y no
pudo enterrar por completo su decepción cuando salió de la línea de
árboles sin esa sensación de hormigueo provocada por ser vigilado.
Bueno, era su propia culpa. Podría haberse quedado y hablado
con Levi. ¿Por qué no lo había hecho? ¿Qué había estado pensando
al lanzar toda esa mierda acerca de que los pumas no comparten? No
lo hacían, no sus territorios, por lo menos. Sin embargo, Lyndon no
estaba seguro de que era lo que quería decir. De alguna manera, en
ese encuentro breve y eléctrico, había hecho suyo a Levi en su mente.
Estúpido, considerándolo. ¿Qué tenía Lyndon para ofrecer? Meses
de vagar por el país mientras se compadecía a sí mismo por no
pertenecer a ninguna parte y huía de un retorcido acosador que no
podía identificar.
Que idiota había sido. Como un niño asustado, huyendo,
siempre huyendo, justo como lo hizo cuando su padre, Cole Tavares,
fue tras él. Cuando realmente pensaba sobre eso, Lyndon sabía que
no era del todo un hombre, sin importar cuan masculino parecía. Un

30 hombre mantendría su territorio. Lyndon ya no tenía e inició el


patrón de huir cuando conoció a su padre por primera vez.
Lyndon había dejado que sus sentimientos humanos superaran
su naturaleza puma en lo que respecta a su padre. Lo había
lastimado que su padre lo alejara. Lyndon aún no entendía por qué
el hombre era así, despreciaba a su naturaleza humana a pesar de
que era un hombre de éxito en el mundo humano. Quería la riqueza
y la gloria que eso significaba, pero ninguna de las emociones que un
humano tenía. En su lugar, trató a Lyndon como un invasor en su
vida. Lyndon había sido criado por su madre, un humano que no
sabía lo que era su padre, al menos no al principio. No fue sino hasta
después de que Cole la embarazara que supo que el niño que llevaba
no era exactamente humano. Entonces el hijo de puta había dejado
un poco de dinero en una cuenta bancaria y se fue. La madre de
Lyndon le contó la historia varias veces, y aunque su madre no
siempre se había mantenido estable, nunca había sido una
mentirosa.
No fue hasta después de su muerte que su padre se dignó a
hacer acto de presencia y presentarse, y aún así fue sólo para
amenazar a Lyndon y obligarlo a salir de su hogar en San Antonio.
Lyndon había tenido poca opción de aceptar el dinero que su padre
le había dado, junto con la verdad acerca de lo que eran, bestias de
corazones fríos destinados a estar solos. Para probar su punto, su
padre había cambiado y lo atacó. Lyndon había aprendido a cambiar
rápidamente entonces, pero nunca se había encontrado con otro
puma cambiaforma o cualquier otro cambiaforma para el caso, y no

31 tenía idea de cómo luchar. Tenía las cicatrices del primer y único
encuentro con su padre en la actualidad.
Si él realmente no hubiera encontrado a otro cambiaforma
puma, uno malditamente mucho más humano en naturaleza que su
padre, Lyndon estaría probablemente muerto. Grady Marks había
tomado a Lyndon después de encontrarlo desgarrado y herido,
abandonado en una zona llena de arbustos al sur de San Antonio.
Era amable, un buen hombre y cambiaforma, y enseñó a Lyndon
algunas cosas acerca de lo que era. Grady no sabía mucho acerca de
lo que eran, profesaba ser un solitario y le gusta de esa manera. Sin
embargo, había sido más que paciente con Lyndon. Incluso le dio
seguridad a Lyndon sobre algunas cosas, hizo algo de sí mismo, al
menos por un tiempo. Grady le preguntó a Lyndon qué quería, y fue
fácil responder en este momento. Quería ser un niño normal, como
todos los que no eran un jodido cambiaforma. El colegio había sido
la opción obvia, y por un tiempo Lyndon fue casi feliz. Entonces
Grady había muerto y nada parecía bien. Grady se había ido por un
tiempo ahora, y Lyndon supo que la muerte del hombre fue el
catalizador que lo había enviado a huir, o buscar, no estaba seguro
de lo que era ya. En realidad, su cabeza era un maldito lío, ¿no?
¿Qué hombre racional habría dejado un trabajo bien pagado, aunque
lo odiaba? Especializado hoy día en jodida economía.
Lyndon se encogió de hombros. Al menos todavía tenía algo de
dinero en el banco. Utilizó lo que su padre le había dado para
conseguir su título en negocios, pero siempre metió una pequeña
parte de su cheque en ahorros. Después de pagar por el funeral de

32 Grady, el ahorro de Lyndon casi había desaparecido. Una vez que


manejó la mayoría de los viajes con pedir aventones y dormía al aire
libre siempre que fuera posible, que era la mayoría de las veces,
teniendo en cuenta que podría cambiar con mayor facilidad, Lyndon
no había tocado gran parte del dinero que le quedaba.
Pero pensó que podía hacerlo esta noche. Hacía mucho tiempo
que no había dormido en una cama y tomado un baño largo y
caliente. Bañarse en ríos podía ser un asco, y había pagado por la
ducha ocasional en las paradas de camiones, pero a menudo
simplemente no había tiempo entre visitas para disfrutar de un
baño. Además, si se llenaba de gente, no pagaba para cabrear a los
otros hombres que estaban esperando allí, no si esperaba gorronear
un aventón de alguno de ellos. Esta mañana, recibió una ducha
caliente en una parada fuera de Jenkins, pero después del ejercicio
de hoy…
Lyndon olfateó y cerró los ojos mientras el olor almizclado del
semen golpeó su nariz. Vio a Leví nuevamente, resignación
mostrándose en esos pálidos ojos, el semen de Lyndon salpicó por
encima de su cuerpo. Dios, quería pasar las manos sobre esa carne
caliente, cubrirlo en su esperma tan profundo que el cambiaforma de
leopardo nunca conseguiría sacarse el olor. Sí, tuvo sexo con él, lo
marcó desde el interior, Lyndon resopló.
¿Qué diablos le pasaba? No es como si nunca tuviera sexo. Lo
tenía, como es lógico, un gran número de calientes chicos en el
mundo. Muchos de ellos fueron transportistas deseosos de extender
las mejillas de sus culos para Lyndon. Pensó que podría tener más

33 que ver con su aspecto, era como si los humanos pudieran detectar el
poder de la bestia en su interior.
Fueron varios kilómetros dentro de Holton. Lyndon caminó la
distancia en la oscuridad y no vio un solo vehículo en el camino. Era
tarde, casi medianoche cuando llegó al único hotel en la ciudad. El
lugar parecía estar en buen estado, lo que significaba que Lyndon
esperaba un montón de agua caliente. Miró su reflejo en la ventana
antes de entrar y se alisó el pelo. Al menos tenía una camisa y unos
jeans decentes, y había conseguido afeitarse esa mañana, por lo que
no se veía como el vagabundo que era.
En el interior, el vestíbulo olía a limpio, un poco como al
limpiador de pino artificial, pero era mejor que muchas alternativas.
Lyndon se acercó al mostrador y vio un letrero informando a los
clientes tocar la campana en caso de necesitar ayuda. Un toque de su
dedo hizo a la cosa sonar extremadamente molesto, pero menos de
treinta segundos más tarde, una alegre joven salió de lo que podría
haber sido una oficina. Sus ojos azules redondeados mientras
barrían su mirada sobre su rostro y torso. Lyndon deseó haber usado
algo más que una camiseta ajustada y de manga larga.
- ¿Puedo ayudarte? – Toda ella ronroneó, pero de una manera
que no hizo absolutamente nada para él.
De todos modos plasmó una sonrisa que probablemente se
veía tan falsa como se sentía y extrajo su billetera de su bolsillo
trasero.
- Necesito una habitación. No estoy seguro por cuánto tiempo,
¿tal vez o... no, tres días? Al menos. – Quién sabía si estaría tanto

34 tiempo, pero tal vez lo haría. No tenía nada que ver con el hombre al
que había conocido, Lyndon se dijo a sí mismo. Estaba cansado de
moverse y quería tiempo para descansar y no preocuparse por dónde
iba. Esto último era cierto, pero Lyndon sabía que la primera parte
de su razonamiento no lo era. Levi lo intrigó, y Lyndon sentía como
si hubiera sido atrapado en una trampa sensual de la que no estaba
seguro de querer ser liberado.
- Esta será 1-10. – La mujer, su placa la proclamaba como
Dahlia D, apoyó un codo en el mostrador y se inclinó hacia delante.
- Eso es bueno. ¿Efectivo está bien?
Ella lo miró por un largo momento, luego sacudió la cabeza. –
Por lo general se requiere una tarjeta de crédito, pero puedo hacer
una excepción.
Lyndon casualmente dio un paso atrás para evitar el contacto
con los grandes pechos de Dahlia D, tomó su licencia y la mayor
parte del dinero que llevaba y se lo dio. Cuando Dahlia D se encargó
de registrarlo, entonces, obtuvo su recibo y la tarjeta, Lyndon
debatió la conveniencia de usar su tarjeta de crédito para acceder al
resto de sus ahorros. Después de asegurarle a Dahlia D que le dejaría
saber si necesitaba "cualquier cosa", Lyndon se dirigió a su
habitación. Era pequeña, pero limpia, el colchón firme y cómodo
cuando se desparramó sobre él. Su estómago gruñó apretado, y
Lyndon se sentó frotándose la barriga. Le dio al resto de la
habitación una rápida inspección, paredes de color beige,
empapelado con estampados, un espantoso paisaje que parecía ser
un requisito para este tipo de hoteles, así como muebles de aspecto

35 barato.
El armario tenía una televisión de tamaño decente y algunos
cajones para sus escasas pertenencias. La mesita de madera de
cerezo a juego contenía dos libros religiosos en el cajón y una
lámpara y un reloj despertador en la parte superior. Un pequeño
escritorio, que también servía como mesa ocupaba una esquina y
una silla con estampados impresos el otro rincón. La alfombra era de
un tono de azul más horrible, pero limpio.
Lyndon se acercó y miró en el cuarto de baño, gruñendo por el
tamaño de la bañera. Demasiada pequeña para él, prefería las
duchas de todos modos. Necesitaría comprar champú y, se inclinó lo
suficiente para comprobar su aspecto en el espejo del baño, tal vez
incluso acondicionador. Había sido mucho tiempo desde que se
molestó en tratar de domar su cabello. No había ninguna razón para
tratar de mentirse a sí mismo acerca de sus razones para
preocuparse por ello ahora. Si ocurriera que se encontraba con
Levi... Bueno, quería lucir lo mejor posible. Probablemente había
algo instintivo, una necesidad subconsciente de parecer capaz y
atractivo y todo tipo de cosas que la gente ha estado haciendo para
atraer a su pareja desde el principio de los tiempos.
Lyndon no quiso detenerse en estas complejidades ahora. No
era particularmente capaz, y en cuanto a lo atractivo estaba bien. No
era un atractivo modelo, pero tampoco era un tipo que se vería
mejor con una bolsa en la cabeza. Y su cuerpo era demasiado
malditamente apretado. No es que fuera vanidoso, o al menos no
habitualmente. Ahora no era el momento para comenzar. Lyndon

36 dio la espalda al espejo. Terminaría deprimiéndose si seguía


analizándose, todo cabello obscuro enmarañado y cansancio
alrededor de los ojos. Parecía que los restos de su juventud se fueron
muy lejos, y la madurez era una especie de apariencia espeluznante
para él.
Recordando la tienda de conveniencia que había visto en su
camino hacia el hotel, Lyndon decidió ir a buscar lo que necesitaba,
incluyendo algún tipo de alimentos y bebidas. Tenía alrededor de
cuarenta dólares, pensó. No mucho, pero si era frugal podría
hacerlos durar al menos unos días. Usar el cajero automático era
algo que trató de evitar, ya que no estaba seguro de que sus
movimientos no eran vigilados de esa manera, pero parecía que iba a
tener que correr el riesgo. Incluso si encontraba un trabajo, sería un
rato antes de que se le pagara.
¿Y por qué diablos estoy pensando en conseguir un trabajo
aquí? Lyndon no había permanecido en cualquier lugar el tiempo
suficiente para conseguir un trabajo, no desde que dejo Dallas.
Haciendo una lista mental de lo que necesitaba, se aseguró de que la
puerta del hotel estaba cerrada con llave. Fue un breve trote
atravesando el estacionamiento y una manzana, y después estaba
caminando en la tienda iluminada. Algunos ancianos sentados en
cabinas construidas para dos. Lyndon miró el reloj por encima de la
caja registradora, sorprendido al descubrir que era la una de la
mañana. Se encogió de hombros internamente. Tal vez si vivía hasta
ser anciano pasaría tiempo en algún lugar como este en la noche, a
menos que tuviera a alguien caliente para dormir.

37 Recuerdos de Levi, hombre y bestia, y la extraña fusión de


ambos revolotearon por la mente de Lyndon. Tenía un
presentimiento de que iba a tener que acostumbrarse a pensar en él.
Lyndon hizo una mueca cuando recogió el acondicionador más
barato del estante. Era una marca de mala calidad y caro para dos
dólares, pero no había forma que las cosas en el hotel serían
suficiente. Odiaba comprar artículos de primera necesidad en
lugares como este, donde todo tenía una tendencia al alza de los
precios que debería considerarse un robo. Lyndon miró la botella de
nuevo y se preguntó nuevamente qué estaba haciendo. ¿Debería ir
tras Levi? Pero, ¿qué tenía que ofrecer?
Nada, realmente, es lo que regresaba. Pero si se quedaba aquí,
tal vez encontraría trabajo y volvería a ser un miembro productivo
de la sociedad, entonces no sería una mala apuesta. Y esta era una
ciudad pequeña, así que había muchas posibilidades de que se
encontrara con Levi tarde o temprano.
La sola idea de volver a ver Levi envió el pulso de Lyndon a
vibrar de una manera que habría sido vergonzoso si alguien lo
descubría. Empujó el acondicionador bajo el brazo y tomó un
champú y jabón. Pasta dentífrica, terriblemente cara y algunas otras
cosas para sí mismo, junto con un paquete de seis de refrescos y
botanas, y Lyndon estaba buscando un poco más de treinta dólares
en productos que podría haber conseguido más baratos en una
tienda real.
El empleado tronó la bomba de chicle y le tendió la mano. –
Eso serán treinta y dos con veintitrés.

38 Lyndon miró al hombre, Craig decía su placa. Parecía joven,


pero no mucho más joven que Levi, tal vez. ¿Qué le preguntaría
Lyndon? Y ¿Levi estuvo aquí? Lyndon puso treinta y tres dólares en
la mano de Craig y casi gritó de sorpresa cuando Craig le hizo
cosquillas en la palma.
Craig le guiñó un ojo y le dio una mirada lasciva a su
entrepierna. Lyndon se debatía entre sentirse halagado o sentirse
sucio. Se enfocó en recoger su bolsa y salir huyendo de la tienda.
Craig podría hacer lo que sea con su cambio.
No fue hasta que estuvo de vuelta en su habitación, lavando a
regañadientes el olor del esperma de Levi, que Lyndon pensó que
podría haber sobre reaccionado al avance de Craig. El empleado era
lindo de una manera tipo duendecillo, pero el estómago de Lyndon
se había vuelo al revés por el toque de Craig. Extraño, considerando
que había follado a hombres mucho menos atractivos antes, pero la
verdad de su reacción fue aún más extraña, y un poco atemorizante.
Craig lo había tocado, y la mente y el cuerpo de Lyndon se
revelaron, incluso su gato se había revelado. No quería ser tocado
por nadie más que Levi. Era la verdad, y no estaba seguro de que iba
a hacer al respecto....

39
Capítulo 5

Levi pasó una hora o más en el suelo, tratando de dar sentido a


lo que había sucedido. Finalmente, se obligó a levantarse y debatir si
debía cambiar nuevamente, pero no tenía energía. Cediendo a la
necesidad empujándolo, siguió el rastro del cambiaforma puma,
capaz de identificar hojas trituradas y ramas rotas, el puñado de
huellas en el suelo donde el otro gato había huido fuera de la
propiedad. Sus sentidos no eran tan fuertes como cuando estaba en
la forma de leopardo de las nieves, pero eran lo suficientemente
buenos que Levi encontró el lugar donde el olor del hombre, todavía
algo fresco, se dirigía a Holton. Levi fue tentado a seguirlo, pero,
¿cuál sería el punto? Él había sido dejado atrás, después de todo, y
Levi tenía su orgullo.
El viaje de regreso a su cabaña dejó a Levi en tremenda
confusión. Una parte de él todavía quería seguir al puma
cambiaforma, por otra parte, la parte más insistente, quería volver a
casa y disfrutar del recuerdo de lo que había ocurrido entre ellos,
incluso cuando Levi maldijo al hombre por escapar. Eso fue lo que
había hecho, escondió la cola y arrastró su culo de gatito cuando Levi
40 se había convertido en un león o lo que sea que podría comerse a un
puma. Y ¿Qué fue lo que dijo?
Levi aún tenía que pensar en ello. Los pumas no son conocidos
por compartir. Levi resopló mientras abría la puerta de su cabaña,
olvidando que el lugar era un desastre, hasta que entró y no fue así.
– ¿Qué…
Oscar salió del baño usando guantes de goma largos y
sosteniendo una escobetilla. Miró a Levi y arrugó la nariz. – Mi libro
fue más allá de lo aburrido. Hueles a semen. – Él olfateó y sus ojos
se desorbitaron agitando el mojado cepillo en Levi. – ¡Y no es tu
semen, no sólo, de todos modos! ¿Qué demonios pasó? – Se acercó
más, agitando el desagradable cepillo.
Levi dio un paso atrás y se apretó contra la puerta. – ¿Qué
haces aquí tan tarde? Tiene que ser después de la medianoche. ¿Y
podrías no salpicarme con lo que sea que gotea de eso? Preferiría no
añadir olor de mierda a mí ya nocivo, al menos para ti, olor.
Oscar parpadeó y luego miró a la escobilla como si no tuviera
idea de cómo acabó en su mano. Arrugó la nariz de nuevo y
murmuró algo sobre " desagradables paganos groseros" y "sus
excéntricas entrañas y lamentable puntería para mear” mientras
caminaba hacia el cuarto de baño, su gracia habitual faltando. Levi
oyó un ruido sordo de plástico sobre porcelana y el silbido del guante
siendo retirado, luego avanzó de nuevo Oscar, un determinado brillo
en sus ojos.
- Te dije que estaba aburrido, por eso vine aquí. Siéntate y

41 escúpelo. – Oscar señaló el sofá, que ahora era reconocible como


algo más que un montón de envoltorios de comida y latas vacías.
Levi puso una mano en el respaldo del sofá y saltó sobre él,
aterrizando en su culo y empujando los resortes debajo de los
cojines. Estiró el cuello y le sonrió a Oscar, quien sólo rodó sus ojos
antes de hacer lo mismo y aterrizó al lado de Levi, excepto que Oscar
se movió con gracia personificada mientras lo hacía. Oscar se mordió
el labio inferior cuando se enfrentó a Levi expectante.
Levi suspiró y apoyó la cabeza contra la parte superior de la
camilla. La mordida en el cuello picó y silbó. Lo siguiente que supo,
Oscar estaba prácticamente trepando sobre él, empujando fuera la
parte trasera de la camisa de Levi.
- ¡Santa mierda! – Oscar tiró un poco más hasta que Levi
finalmente cedió y cayó hacia adelante. Presionó la marca de la
mordida, provocando un gemido en Levi. – Wow, ¿qué has hecho…
te hicieron?
Los ojos de Oscar eran tan grandes que Levi no sabía por qué
no salían disparados fuera de sus órbitas.
- Oh Dios mío. – Oscar jadeó, golpeando su mano en el pecho.
– ¿Lo hiciste, tú sabes, en forma de leopardo? ¿Tuviste sexo con un
gato salvaje?
No podía decidir si Oscar estaba horrorizado y emocionado
con la idea y no tenía la energía para adivinarlo. La verdad es que
Levi se había venido abajo después de que su hombre de fantasía
había huido. Más pruebas de que todo realmente ocurrió, en caso
de dudarlo. ¡El final apestaba! Levi tenía una agitación mental y le

42 dio un codazo al brazo de Oscar hasta que su hermano se sentó a su


lado sin insistir.
Oscar escuchó con atención embelesada a Levi el recuento de
su carrera, aunque el encuentro sexual fue acortado a un “y él se
frotó contra mí después de que me vine", en un intento de Levi por
silenciar la fuerza de la experiencia en su mente. Además, era más de
lo que quería compartir sobre su vida sexual, mientras hablaba con
su hermano menor.
- ¿Qué aspecto tiene?
Levi fue confundido por la pregunta de Oscar, porque
simplemente no había suficientes palabras, no las correctas que Levi
pudiera encontrar, por lo menos. Se estableció en dar lo que pensó
que era una respuesta cursi a Oscar. – Era dorado, Oz. Magnífico,
grande, dorado, incluso bajo la luz de la luna.
- Wow.
Sí, eso casi lo cubre. Levi vio rodar algo por la mente de Oscar.
Casi temía averiguar lo que era, pero sabía que no tenía otra opción.
Levi siempre escuchaba a Oscar, aunque a veces no le gustaba lo que
decía su hermano. Esta vez no fue tan malo, sin embargo, y era algo
que Levi estaba pensando, también.
- Así que hay cambiaformas. – Oscar reflexionó. – Tiene
sentido, sin embargo. Pero ¿Cuánto de su naturaleza animal
mantienen?
Levi se preguntaba lo mismo. – Dijo que los pumas no son
grandes en compartir.
Oscar mordisqueó sus labios, amortiguando su voz

43 ligeramente cuando habló. – ¿Me pregunto si él estaba hablando


sobre ti?
- Claro, por eso salió corriendo como un gato cuya cola fue
pisoteada. – Admitirlo fue casi tan humillante como fue en la
realidad.
- Ouch. – Oscar hizo una mueca, bajando su mano para frotar
la parte trasera. – No me lo recuerdes. Pero piensa en ello. No somos
criaturas solitarias como los leopardos de la nieve. Tenemos nuestra
propia manada, incluso si todos son familia. Somos así debido a lo
que somos, o ¿a pesar de ello?
A veces Oscar podía atar cabos con palabras, pero Levi que
captó la esencia de lo que decía su hermano. – La abuela Marybeth
dijo que a diferencia de los leopardos de nieve de pura sangre, ella
era parte de una familia de cambiaformas, una especie de pueblo o
clan cerca de los Himalayas. Me hace pensar que somos más
humanos, y sólo tenemos algo extra, tal vez, en lugar de una bestia
salvaje aderezada con un poco de humanidad. – Levi se encogió de
hombros.
- Ojalá supiéramos más sobre lo que somos. – Oscar murmuró.
– Todo lo que sabemos es lo que la abuela Marybeth nos dice.
Levi, también lo deseaba, pero ya que la abuela Marybeth era
el único vínculo que tenían con su historia, y ella había sido más que
una niña pequeña cuando su clan de cambiaformas había sido
perseguido y asesinado por sus pieles y partes, ella no sabía mucho
sobre su historia de cambiaformas tampoco. Ellos sabían que la
habilidad de cambiar provenía de la línea materna, transmitiéndose

44 de madre a hijos. Incluso los cambiaformas machos no pudieron


ayudar a poblar sus especies. Esto tendía a hacerlo sentir superfluo,
pero la realidad sin duda fue que hizo más fácil la aceptación de su
familia el ser gay. Lo que era bueno, considerando que parecía que
unos cuantos de sus primos también eran gays. Y estaba el tío Victor
y su compañero Clement…
- Toma una ducha. – Oscar ordenó, sacando a Levi de sus
pensamientos. – No olvides visitar tu sitio de Internet para los
nuevos pedidos antes de irte a la cama.
Levi se levantó del sofá con Oscar tirando del otro extremo
para ayudarle, o más probablemente, sólo para molestarlo, lo que
implicaba que Levi necesitaba ayuda en primer lugar. Si es así, no
funcionó. Levi no estaba siendo sarcástico. – Gracias por limpiar el
lugar. Te lo agradezco. – Extendió la mano y le revolvió el cabello a
Oscar, algo que su hermanito sólo lo tolerado de él, pero
generalmente no por mucho tiempo.
Oscar golpeó la mano de Levi y lo esquivó. – Te dije, que me
aburría. Nos vemos en la mañana.
Levi se detuvo en la puerta del baño y se volvió a mirar a
Oscar, quien lo miraba con una expresión extraña en su rostro. –
¿Puedes… no decirle a nadie más sobre esto? No me importa
compartir mi vida sexual con la familia. Es muy raro. – Y quería
mantener el recuerdo de esta noche para sí mismo. No tuvo más
remedio que explicarle a Oscar que ya estaba aquí y Levi olía a
semen.

45 Oscar asintió con la cabeza después de varios segundos pero


parecía un gesto renuente. – No diré nada… por ahora. Si el puma
aparece de nuevo o te hace daño, sin embargo, me aseguraré de que
todos en esta familia vayan tras él.
Levi pensó que eso era todo lo que realmente podía pedir. –
Gracias. – Le guiñó un ojo a Oscar antes de girar y entrar al baño.
Puesto que ya no estaba destrozado su cuarto de baño y el baño
estaba lo bastante limpio como para que brillara la taza de
porcelana, Levi casi sintió que iba a ensuciar la ordenada habitación.
Casi, pero no del todo. Claro, estaba cubierto de suciedad y ramas e
incluso probablemente algunas garrapatas, pero también llevaba el
olor y la semilla de su misterioso cambiaforma.
Desnudo, Levi se puso delante del espejo sobre el lavabo y giró
alrededor hasta que pudo ver la marca de la mordida como había
estado deseando hacer. No era profunda, apenas había roto la piel en
un par de lugares, pero era de un rojo púrpura profundo que le
recordó a Levi la gruesa polla del otro hombre mientras bombeaba,
vaciando su carga sobre la piel de Levi.
La polla de Levi saltó por completo, calor acumulándose bajo
en sus entrañas, picándolo a través de la ingle y apretando todo
desde su vientre a sus pantorrillas. Hizo lo posible por ignorar su
excitación hasta que abrió la ducha. Su polla se balanceaba contra su
estómago, dejando manchas pegajosas en el pelo oscuro que
salpicaba la parte delantera de su torso. Deseó tener más fuerza de
voluntad, al menos la suficiente para lavar el semen de él primero,

46 pero Levi no la tenía.


Apoyó su trasero sobre la encimera y abrió sus piernas, se
contoneó hasta que sus mejillas estaban separadas también. Levi
cerró los ojos y deslizó su mano sobre su mandíbula, lamentando
haber lavado ya el semen de su piel allí. Trazó los lugares donde la
esencia cremosa del extraño casi había chamuscado su piel.
Estos puntos se sentían más calientes, más sensibles, y si era
sólo su imaginación, a Levi no le importaba. Pensó que podía venirse
sólo rozándolos una y otra vez.
No es que fuera a hacerlo.
Levi jadeó cuando empuñó su polla en un firme apretón. La
mordedura del dolor lo empujó más cerca del borde. Levi llegó
detrás de sí mismo, utilizó la otra mano y tiró de su culo. Siguió la
ruta frotada anteriormente por una polla gruesa. Su piel allí era
tierna, casi cruda, y sintió restos de seco y escamoso pre-semen bajo
su toque. Levi gimió, suavemente al principio y más fuerte cuando
tiró de su polla sin piedad.
Sus bolas estaban ya apretados, altas en su saco. Sus muslos
temblaron y olas de calor rodaron desde su ingle hasta el culo, de su
vientre a sus pezones. Cada golpe en su polla resonaba en puntos de
placer que no sabía que tenía, poniendo su cuerpo en un frenesí de
necesidad caótica. Levi dejó que las imágenes vinieran… cabello
dorado, ojos dorados, piel dorada, el gruñido y sonido que había
oído cuando había sido montado.
Mierda, pero deseo... – Levi no consiguió expresar su deseo

47 antes de que el éxtasis estallara de sus bolas, bañando todo su ser en


una sensación tan intensa que rivalizaba con el encuentro anterior
en el bosque. Levi bombeó su polla, manteniendo los movimientos
de su mano incluso después de que el último chorro de semen había
sido drenado.
No fue suficiente, su polla seguía tierna y dolorida por su rudo
trato contra el suelo del bosque hace unas horas. A pesar de que
dudaba que se endureciera de nuevo durante horas, Levi no estuvo
saciado. No entendía y seguro que no le gustó sentir que fue
controlado por algo fuera de su control. Cuanto más pensaba Levi al
respecto, más enojado se sentía.
Al menos eso es mejor que fantasear sobre alguna extraña y
caliente follada. Yo puedo guiar mi destino, o lo que sea. O bien,
puedo actuar como un hombre y juntar mi mierda antes de
convertirme en un bobalicón metrosexual, o, Dios no lo quiera, un
alma sensible.
Eso fue suficiente para sacar a Levi de su extraño temor. Frotó
su cuerpo limpio, negándose a lamentar la pérdida del olor del otro
hombre y se dijo que no pensaría de nuevo en el cambiaforma puma.
No era una resolución que podía mantener, ni incluso por
algunos minutos después de pensarla. Levi soñaba con su amante
misterioso y despertó tan excitado que quería gritar. Masturbarse no
era suficiente. Ansiaba un toque que no era el suyo, un toque de un
hombre en específico.
Levi esperaba que la necesidad disminuyera con el paso del
tiempo, pero tenía un mal presentimiento de que no lo haría. Nadie

48 vino a él con tanta intensidad, y temía que tendría un momento


difícil sacudir los pensamientos de su sexy intruso. No le
sorprendería si terminaba pensando en el hombre dorado todos los
días y continuaba soñando con él por las noches, sin importar
cuánto trató de olvidar.
Levi se burló de sus ridículas reflexiones. ¿Qué era, algún tonto
del culo irremediablemente romántico? ¿Esperaría a ver si su
verdadero amor regresaba? Sarcástico o no, la idea le dio una
sensación cálida, temblorosa en su estómago. También envió a su
polla a toda marcha, llevándola a erguirse completamente en
segundos.
Levi lo ignoró. Tenía que aprender cierta moderación, sobre
todo porque no tenía ninguna intención de tratar de cazar a alguien
que no pudo alejarse de él lo suficientemente rápido. Estaba
malditamente bien tratando de superar su obsesión creciente, y
empezaría por mantenerse tan ocupado que no tendría tiempo para
pensar en otra cosa que no fuera su trabajo.

49
Capítulo 6

Casi una semana después del encuentro sexual más caliente


que Lyndon había tenido, aún permanecía en Holton. Tuvo que ir a
un par de ciudades con el fin de retirar más dinero de su cuenta,
esperando que la distancia entre Holton y Jeffers alejara a quien
había estado en su rastro durante meses. Pero a los pocos días, una
sensación familiar de hormigueó comenzó a erizar el vello de su
nuca.
Se encendía y lo hacía sentir perseguido, vigilado, aunque no
podía localizar de donde venía la sensación o qué la causaba. Era
alguien, fue lo que sabía. Generalmente huía cuando era consciente
de ser cazado, pero esta vez decidió permanecer firme. Estaba
cansado de este juego, y eventualmente sería capturado por quién lo
perseguía. Holton parecía un lugar tan bueno como cualquier otro
para este enfrentamiento.
Mientras tanto, tenía que comer. No tenía mucho dinero, y lo
que tenía no se mantendría por mucho tiempo. Lyndon había estado
buscando trabajo en la pequeña ciudad. Hasta ahora no había tenido
suerte, pero no estaba dispuesto a darse por vencido. Los recuerdos
de Levi constantemente llenaban su mente.
50 Lyndon tenía la esperanza de verlo, pero en la semana que
había estaba en la ciudad, no había cogido ni una bocanada de Levi.
Lyndon empujó el deseo de volver a la zona boscosa donde lo
conoció por varias razones, no la menos importante era el temor por
su propia vida. No conocía todos los otros olores que había captado
mientras estaba todavía en forma de puma. Había otros leopardos
en estos bosques, o había habido. Lyndon dudaba que ellos serían
tan agradables como lo había sido su leopardo de las nieves.
Y Lyndon seguía pensando en Levi como suyo, lo que era
extraño, pero no pudo detenerlo y renunció a tratar de hacerlo hace
un par de días atrás. Había encontrado a que raza de leopardo
pertenecía Levi, gracias a la pequeña biblioteca a pocas cuadras de
su hotel. Se preguntó qué hacía un leopardo de las Nieves, varios
leopardos de las nieves, en Colorado, a medio mundo lejos de donde
se originaron. Hubo muchas preguntas que Lyndon tenía, pero lo
que realmente quería era tocar a Levi nuevamente, olerlo y sentir ese
cuerpo poderoso debajo de él.
La intensidad de la sensación de ser observado aumentó
repentinamente. Fue tan fuerte que su columna casi vibraba. Entró
en Jambree, la cafetería, tratando de convencer al propietario de
contratarlo para limpiar mesas o la cocina, todo lo que podía
conseguir. Lyndon comenzaba a desesperarse, y los empleos en una
ciudad de este tamaño eran escasos.
Su cuello picaba y Lyndon se abstuvo de rascarse. Empezó a
tener dudas sobre su estancia aquí, no porque tenía miedo, sino

51 porque traía el peligro a esta ciudad. Tal vez sólo sería peligroso para
sí mismo… nadie más a su alrededor hasta el momento había sido
herido, no que él supiera. ¿Por qué tenía que preocuparse ahora, de
todos modos? Dudaba que Levi quisiera conocerlo.
Había sido una estupidez pensarlo, esperarlo. Realmente,
debería haberlo sabido mejor, especialmente después de la forma en
que trató al chico, dejándolo tirado en el suelo cubierto de esperma.
Sí, Lyndon era un buen partido. Levi probablemente se lavó el
esperma de Lyndon y no le daría a Lyndon otro pensamiento.
Pero alguien tenía que pensar en él, podía sentir la intensidad
de la mirada oculta que acariciaba su espalda. Lyndon saludó al Sr.
Hernández cuando el hombre siguió quejándose de la economía.
Como si Lyndon no fuera consciente de ello. Sus ahorros se agotaban
rápidamente. No ayudó que había estado comprando alimentos en
lugar de cazarlos y pagar por la habitación del hotel, pero recordó el
olor de otros cambiaformas en el bosque y pensó que después de lo
que le había hecho Levi, sería más prudente permanecer lejos de esa
zona a menos que Lyndon quisiera correr el riesgo de ser colgado o
fusilado. Pero pensó que si se veían en la ciudad, como hombres,
pudieran hablar… o Lyndon podría humillarse.
Lyndon agradeció al Sr. Hernández por su tiempo y salió de la
cafetería con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta ligera
para ocultar la forma en que los había empuñado. Estaba cansado de
sentirse perseguido, cansado de tratar de averiguar por qué estaba
siendo cazado. Sabiendo cuan territorial podría ser un puma, lo

52 entendía en estado salvaje, pero quien lo estaba persiguiendo no era


simplemente un puma. Eran seres humanos, también, capaces de
tener lógica, emociones y razón, aunque tal vez su acosador no tenía
nada de ello.
En el exterior, Lyndon miró a su alrededor con disimulo. No
vio a nadie fuera de lugar en su primer barrido visual, y se estaba
familiarizando con la ciudad en la semana pasada. Lyndon era
observador, tenía que serlo para sobrevivir, así que el hecho de que
no pudo encontrar a quién lo estaba observando era una patada a su
orgullo. Por mucho que le gustaría creer que estaba siendo
paranoico, no podía, no cuando se había despertado en una bonita
zona arbolada de Pennsylvania, sólo para encontrar excremento de
otro puma no muy lejos de donde descansaba. Por si acaso podría
haber perdido esa señal, el otro puma había arañado tantos árboles
como fue posible, y dejó el cadáver en descomposición de un ciervo
en el lugar exacto en el que Lyndon había entrado en la zona.
El cambiaforma pudo haberlo atacado, pudo haber terminado
este escalofriante juego del gato y el ratón. Eso le había dicho a
Lyndon que el tipo era realmente un enfermo bastardo que
disfrutaba de la caza, disfrutada jugando con él. Bueno, él no estaba
disfrutando ni un poquito, y lo terminaría. Si eso implicaba su
muerte o la del otro cambiaforma estaba por verse.
Lyndon estaba tan perdido en sus pensamientos que casi se
perdió al lindo hombrecito rubio saliendo de una gran camioneta
negra. Descuido que podría costarle a Lyndon la vida. Por supuesto,

53 a veces pensaba que podría no preocuparse así, pero esos momentos


bajos generalmente pasaban rápidamente. Mejor poner su cabeza en
su sitio y estar más alerta si quería alguna posibilidad con Levi. No
vayas por ahí. Él puede no quererme, no ahora.
Lyndon se deslizó hasta el borde de la acera cuando el rubio
siguió su camino. Miró a los ojos azul pálido del joven hombre y fue
golpeado por descubrirlo mirándolo fijamente, pero giró a la derecha
del camino de Lyndon… y no parecía que se detendría. Algo aliviado
en su pecho, un nudo de la preocupación por que hubiera sido
encontrado. Quién fuera este extraño, Lyndon no podía creer que
fuera el mismo hombre que lo cazaba. ¿Era esto por lo que se sentía
observado? Lyndon pensó que debía ser, con la forma en que esos
ojos azules nunca lo abandonaron. Se preguntó qué había hecho
para atraer la atención de este hombre.
Por alguna razón, parecía decidido a ponerse en el camino de
Lyndon. Lyndon estaba curioso y lo suficientemente irritado como
para dejarlo. Esto puede ser divertido. Lyndon arqueó una ceja hacía
el chico, luego se dirigió hacía un pequeño callejón entre la
minúscula tienda de segunda mano y una ferretería. Estaría
sorprendido si el tipo tuviera las bolas…
- Eres un idiota, ¿lo sabes?
Bueno, sin duda tenía más pelotas que sentido común. Lyndon
pensó que era una buena cosa que fuera media mañana, de lo
contrario la multitud de almuerzo, ya que así era, estaría fuera de
casa, y esta confrontación en puerta sería presenciada cuando

54 preferiría que no lo fuera. Lyndon se giró a medio camino entre la


estructura de madera de los edificios y le dio una mirada hirviente.
No pareció molestar al hombre-niño. Parecía muy joven, un poco.
El rubio caminó hacia él y empujó un dedo en la cara de
Lyndon. Lyndon no podía dejar de notar que faltaban un par de sus
dígitos. Se encogió antes de que pudiera enredarse a sí mismo y vio
su reacción registrarse cuando la expresión del otro hombre se
ensombreció.
- Tú eres el hijo de puta dorado que estaba en nuestra
propiedad hace una semana. – El hombre más joven gruñó.
Lyndon se mantuvo muy quieto cuando el olor del hombre
finalmente lo alcanzó. Si hubiera estado en forma de puma, se habría
dado cuenta mucho antes. Había un olor familiar que Lyndon
reconoció como perteneciente a un cambiaforma, un leopardo de las
nieves, si no se equivocaba. No era idéntico al de Leví, no era el
único que aún ponía dura la polla de Lyndon cada vez que pensaba
en ello. Lyndon lo miró, no mirando ningún parecido con Levi, y
sintió que su mal genio emergía.
- ¿Estropeé a tu novio? – Lyndon se burló, su mente saltando a
lo que pensaba que, era obviamente, la conclusión correcta.
- Mi hermano, imbécil. – Fue el turno del rubio de burlarse,
golpeando a Lyndon en el pecho para enfatizar.
Obviamente, la conclusión equivocada. La ira de Lyndon
disminuyó mientras tomaba la mano del chico antes de que pudiera
golpear a Lyndon de nuevo. – ¿Hermano? – Fue todo lo que pudo
decir porque su corazón estaba latiendo furiosamente, enviando casi

55 toda su sangre hacía el sur, llenando su polla.


Un dolor agudo explotó en su espinilla, lo que disminuyó en
gran medida la erección de Lyndon. También casi lo llevó a caer de
rodillas, había sido un empujó con fuerza. Lyndon estaba
despatarrado sobre su culo, aterrizando con fuerza suficiente para
sacudir todos los huesos de su cuerpo.
- ¡Sí, mi hermano! ¡Gah! – El hermano de Levi se agachó y
golpeó la nariz de Lyndon por si acaso, y Lyndon había tenido
suficiente.
Agarró la muñeca de su atacante y empujó, atrayéndolo al lado
Lyndon. Todo lo que hizo fue presionar ese delgado pecho y Lyndon
gruñó una advertencia. La lucha cesó, pero la ira en esos ojos azules
se intensificó y Lyndon habría sido reducido a un montón de cenizas
en un instante, si tal cosa fuera posible.
- Ya tuve suficiente de tu rabieta. – Dijo Lyndon después de
encontrar suficiente control para mantener la voz calmada. – Deja
de tratar de hacerme daño o te pondré sobre mis rodillas. – Había
un poco de diversión también, pero Lyndon lo hizo malditamente
bien. – Nunca recogí a alguien más pequeño que yo antes… bueno,
nunca recogí a nadie, punto, pero ¡seguro que me tientas cada vez
que tratas de hacerme daño!
Para su completo horror, los ojos del hermano de Leví se
agrandaron y su labio inferior temblaba. – T-tú n-no…
Como distracción, funcionó a la perfección, porque Lyndon
estuvo al borde de balbucear una disculpa por ser tan duro con el

56 chico cuando una mano se posó en su hombro y Lyndon se encontró


siendo girado y esquivando un puño. El olor que había soñado
durante una semana lo golpeó más duro que el golpe que no pudo
evitar. Lyndon terminó acostado sobre su espalda, con la cabeza
contra el suelo pavimentado y viendo ráfagas de luz brillante
bailando en su visión cuando un peso se instaló en su pecho.
Parpadeó alejando los destellos y luchó cuando sus muñecas fueron
sujetadas.
Esto puso a la ingle de Levi contra la barbilla de Lyndon y el
olor almizclado de la excitación de su sexy leopardo de las nueves
disparó una llama ardiente de necesidad en su interior. Miró a los
ojos verde pálido coronados por cejas arrugadas y sintió una oleada
de alivio para perseguir su deseo. ¡Por fin!
- Mantén un ojo al acecho para cualquier persona que venga
por ahí, Oscar. – El hombre que había perseguido los sueños de
Lyndon ordenó, y Oscar se levantó, resoplando evidentemente, pero
haciendo lo que su hermano ordenó.
- Bien, Levi, pero si te lastima de nuevo, llamaré al
taxidermista. – Oscar no sonó como que bromeaba.
Que sanguinaria la pequeña mierda. Manipulador, también.
Jugó con Lyndon, utilizando esas lágrimas y temblorosos labios. Y
soy un idiota por caer en eso, ya que soy un idiota por ser incapaz
de apartar la mirada de esos hermosos ojos verdes. – Levi. – El
nombre fue sacado de él, rasgado libre, aunque Lyndon no había
querido hablar. Pero el nombre había estado dando vueltas en su
cabeza durante una semana. Ahora había sido derribado y golpeado

57 su lengua, y Lyndon no había sido capaz de resistirse a decirlo.


La boca de Levi, que había estado abierta sin duda para
acribillar a Lyndon con cierto sarcasmo, se cerró repentinamente
cuando Lyndon dijo el nombre de Levi. Levi movió sus caderas, sus
rodillas frotándose contra los huesos de las muñecas de Lyndon. El
dolor fue sofocado por el placer de la reacción de Levi cuando frotó
su ingle en la parte inferior de la barbilla de Lyndon. Fue un
movimiento instintivo, más sexy por eso, pero tan pronto como Levi
se dio cuenta de lo que estaba haciendo, maldijo y se corrió hacia
atrás, pegando sus manos sobre las muñecas de Lyndon casi al
mismo tiempo que trasladó sus rodillas lejos de ellos.
La sonrisa de Lyndon era tan salvaje como nunca lo había sido
cuando entornó los ojos en Levi. – Podría liberarme, sujetarte,
follarte como querías… como aún quieres. – Susurró, encantado
cuando Levi tembló y exhaló temblorosamente, sus ojos verdes
ahora casi en su totalidad negros con sus pupilas dilatadas. – Me lo
permitirías. Tal vez lucharías para hacerme trabajar por ello, pero no
demasiado. – Lyndon podía leer el deseo en el hombre más claro de
lo que nunca leería a nadie más. Movió sus brazos lo suficiente para
aflojar el asimiento de Levi, luego agarró sus muñecas en un
movimiento rápido que no fue más que un borrón.
- Eso es lo que quieres, ¿no? Un rudo, potente apareamiento,
ser reclamado y reafirmado y – Lyndon tuvo que parar, estaba tan
excitado que apenas podía respirar. Jamás había sentido esta
necesidad instintiva, esta posesión inmediata, como se sentía ahora.
Esa noche en el bosque, estaba asustado y confundido e incluso

58 había sido la cosa más difícil que nunca había hecho, dejar a Levi. Lo
equivocado de su acción había consumido a Lyndon toda la semana,
pero se había mantenido buscando al hombre, al menos en la
propiedad de Levi. Y teniendo en cuenta la manera en que su
demoníaco hermano rubio todavía estaba murmurando sobre
taxidermistas, probablemente hubiera sido una decisión acertada
por parte de Lyndon.
- ¿Qué eres? ¿Quién eres? – Levi preguntó con voz
estrangulada. – ¿Cómo demonios lo sabes?
La pregunta cortó la lujuria ensartada entre ellos y envió un
escalofrío en la piel de Lyndon. La atracción entre ellos era tan
fuerte que casi parecía sobrenatural. Tal vez era sobrenatural, ¿qué
sabía él? No mucho, pero podía responder al menos una pregunta
antes de que preguntar cualquiera de las suyas.
- Mi nombre es Lyndon Hines. – Mantuvo el contacto visual
con Levi. – Te hago las mismas preguntas. – Y tuvo miedo de que
ninguno de los dos tuviera las respuestas.

59
Capítulo 7

- No sé. – Levi admitió, su mente girando, mezclando


pensamientos de cabello y ojos dorados, gruñidos y maullidos, el
sonido ronroneante que había hecho el hombre debajo de él cuando
llegó al clímax. – ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué te fuiste? –
…dejándome. Levi calló las preguntas que había soltado tan pronto
como aparecieron. Pero esta última, oh no, llevaba gran parte de la
nostalgia y la ira contra la que Levi había batallado durante una
semana. Él volvió todas las noches, por supuesto lo hizo, su cuerpo
dolorido por la necesidad, que sabía que Lyndon podría satisfacer,
por lo menos temporalmente. Levi tenía la sensación que
abandonarse a Lyndon una vez no sería suficiente. Anhelaba más
toques, ansiaba las manos ásperas sosteniéndolo, más mordidas y…
Lyndon apretó su control sobre las muñecas de Levi. – No sé
por qué estoy aquí, sólo era un lugar para quedarse por un tiempo. –
La mandíbula de Lyndon se tensó cuando se mostró receloso. Levi
podía apostar que no era la verdad, o al menos no toda. – Y no sabía
qué hacer. Los pumas son territoriales. Por lo que sabía, había más
de tu especie por ahí. No esperaba que fueran tan complacientes
60 como tú.
- Tan complaciente. – Levi retorció sus muñecas hasta
liberarse, no fue difícil cuando Lyndon no se molestó en tratar de
retenerlo. – Complaciente. – La palabra dolía como un carbón
encendido en su pecho. A Levi no le importaba pensar de sí mismo
de tal manera, aunque se suponía que era mejor que decir que le
había rogado como una puta caliente. Pero, ¿complaciente? ¿Qué
diablos? Se levantó de Lyndon y retrocedió antes que Lyndon incluso
pudiera empujarse sobre los codos.
Levi se mantuvo retrocediendo, deteniéndose sólo cuando el
toque de Oscar le impidió tropezar con su hermano. Miró al hombre
que le hizo anhelar cosas que nunca había esperado tener. Lo
lastimó profundamente, pero Levi pensó que se lo merecía por ser
tan estúpido como para liarse con un tío al que no conocía. También
lo cabreaba, porque no era un adolescente caprichoso e inseguro,
pero eso era exactamente como había estado actuando durante la
semana pasada… y no estaba mejorando.
- Jodete junto con tus mentiras condescendientes. – Levi
gruñó, más furioso cuando se dio cuenta que su polla todavía estaba
dura como una maldita barra de acero. Se dio la vuelta y cogió a
Oscar por el codo, comenzó a arrastrarlo fuera del callejón… ¿por
qué diablos Oscar estaba tratando de cavar en sus talones, de todos
modos? ¿Del lado de quién estaba?
- Alto.
Si alguien le hubiera dicho a Levi que sería obediente por una

61 simple palabra, dicha seriamente, se habría reído en su cara justo


antes de golpearlos. Sin embargo, su columna vertebral se puso recta
y sus piernas acataron la orden que Lyndon pronunció mientras su
mente le gritaba ¡muévetemuévetemuévete! La confusión entre lo
que quería hacer y lo que pensaba que debía hacer amenazó con
hacerlo gritar de frustración, por lo que Levi apretó los labios… y se
detuvo, con el cuello doblado, esperando.
A su lado, Oscar murmuró en voz baja, pero deslizó su mano
sobre la de Levi y la apretó. – Está bien, es bueno que él no te
permita alejarte… o huir como lo hizo él. – Oscar lo dijo en voz tan
alta que Levi no se habría sorprendido si todos en el pueblo lo
habían oído.
- Eso fue un error, lo reconozco, y… – Levi saltó ante la suave
caricia de su cuello, así que tuvo que morderse la lengua para no
gemir cuando Lyndon cavó debajo de su cuello y clavó sus uñas
sobre el trozo de piel que Lyndon había marcado. – Lo siento. – No
dijo nada más, no hizo ninguna promesa, pero Levi no pudo evitar
inclinarse hacia atrás, sólo un poco, tirando poco del calor corporal
de Lyndon. – Ven conmigo.
No era realmente una pregunta así que Levi no se molestó en
contestar, sólo dejó a su espalda descansar contra el pecho de
Lyndon, permitiendo que Lyndon lo calmara con suaves caricias
sobre sus costados, sobre su cadera.
Oscar desenredó sus manos y tocó con su dedo el mentón de
Levi. Levi parpadeó, tratando de decidir si debería estar avergonzado
por convertirse en una zorra estúpida o no, pero la feliz sonrisa de

62 Oscar quitó la mayoría de las preocupaciones de los hombros de


Levi.
- Te lo juro, lo disecaré, Levi. – Oscar inclinó su cabeza lo
suficiente para mirar sobre el hombro de Levi. Cualquier mirada
belicosa o molesta igualó el marcador entre Oscar y Lyndon, fue
breve, con Oscar luciendo no menos feroz que Levi cuando dijo. –
Llévalo a casa. Tiene pedidos que terminar.
Levi gimió y se pellizcó el puente de la nariz, porque Dios sabe
que no lo había hecho sonar como una especie de esclavo retrasado u
algo así. Levi no estaba seguro de que términos aplicaban. –
Terminaré la última silla para el Aberdeen por la mañana, como dije
que lo haría. – Al menos era una especie de explicación. No lo hizo
sonar como venía corriendo para acatar la orden. Oscar lo miraba
inquisitivamente y Levi sonrió un poco a su ferozmente protector
hermanito… un lado que Oscar no había visto a menudo, pero por
otra parte, ¿cuándo había habido una causa?
- Adelante, toma la camioneta. – Empezó a buscar las llaves en
su bolsillo sólo para detenerse cuando Oscar sacudió la cabeza.
- Drake llegará a comer en lo de Jambree. – Dijo, refiriéndose
a la cafetería. – Le pediré un aventón a casa con él. No quiero ser
abandonado. – Oscar le dio un abrazo rápido, ignorando la mano de
Lyndon que todavía descansaba en la cadera de Levi, entonces
comenzó a alejarse, moviéndose con toda esa gracia que tenía.
- Tu hermano es otra cosa.
Levi se sacudió como si hubiera pisado descalzo un cable
eléctrico. La voz de Lyndon era suave y baja, su aliento cálido y

63 húmedo, todo ello contra el oído de Levi provocó escalofríos a lo


largo de su piel.
- ¿Quién es Drake? – Preguntó Lyndon, atormentando a Levi
de la mejor manera, sus labios apenas rozando la oreja de Levi.
Lyndon arrastró su mano por la cadera Levi, de vuelta a la parte
interior de su muslo donde su erección palpitaba en los confines de
sus vaqueros. Frotó la longitud con fuerza y Levi no pudo contener el
gemido que había tragado antes. Explotó con el primer toque
picante.
- Otro hermano. – Jadeó, luego golpeó su cabeza contra el
hombro de Lyndon. – ¡Basta, por favor! Es… no mientras estamos
hablando de mi familia, ¿de acuerdo?
Pensó que la vibración contra su espalda era Lyndon riendo,
pero desde que el hombre no hizo ningún sonido, Levi no podía estar
seguro. Cuando el movimiento se detuvo, sin embargo, Lyndon
ahuecó el codo de Levi y caminó junto a él. Con su otra mano,
palmeó la barbilla de Levi y lo inclinó hacia él.
- ¿Qué tal si no hablamos en absoluto, y aceptas volver a mi
habitación? Luego me cuentas sobre tu familia, si lo deseas.
¿Fue anhelo lo que vio en esos ojos dorados? Levi deseaba
estar seguro, pero estudiarlo durante varios segundos no lo aclaró. Si
Lyndon deseaba tener una familia, Levi con mucho gusto le daría la
mitad de la suya. Bueno, tal vez una cuarta parte de ellos. Algunos de
ellos fueron más allá de ser un dolor en el culo. Levi abrió la boca
para aceptar, pero lo que salió hizo arder sus mejillas. – ¿No vas a
salir huyendo otra vez después?

64 Lyndon arqueó una ceja dorada oscura. – Es mi habitación de


hotel, no tu propiedad privada. Pero no, te lo prometo. – Entonces
sonrió, con un hábil giro caliente en sus labios que Levi habría
suplicado por sentir alrededor de su polla. – Y te daré lo que ambos
queremos. No te dejaré con las ganas otra vez.
¡Jesús! Levi estaba debatiendo sus opciones. Quería lo que
Lyndon ofrecía… de una manera. La idea de ser desechado después
no lo atraía y lo hizo dudar. Si había sido un desastre confuso
después de la acalorada discusión en el bosque, ¿qué sentiría
después de entregarse a Lyndon si el hombre se marchaba otra vez?
Levi se gruñó a sí mismo, reconociendo la posibilidad de que
no podría manejarlo tan bien. Se le dio la fuerza necesaria para
sacudir su cabeza y encontrarse con esa mirada dorada. – Iré al hotel
y hablaremos. Eso es todo. – Y Dios, esperaba tener la fortaleza para
mantener sus palabras.
Lyndon entrecerró los ojos y lo estudió por un momento antes
de suspirar y pasar sus gruesos dedos por su pelo rubio. – Está bien,
si eso es lo que quieres. Nosotros sólo… hablaremos.
Levi se estremeció con el roce de la voz de Lyndon. No parecía
convencido de que hablar era todo lo que ocurriría. Levi no estaba
convencido, pero malditamente iba a tratar de no hacer nada
estúpido. Hizo un gesto hacia el hotel y luego caminó al lado de
Lyndon, cada paso hacía sentir a Levi como si fuera arrastrado
inexorablemente a su destino.

65
Capítulo 8

Hablar. Sólo hablar. El puma de Lyndon estaba teniendo una


rabieta en su interior, queriendo un infierno mucho más que hablar,
o mucho menos. Si dependiera de su gato, tendría a Levi desnudo y
gritando debajo de él tan pronto como la puerta del dormitorio
estuviera cerrada. Es bueno que tenga más control de mi puma.
Esto es demasiado importante como para joderla otra vez. Lyndon
no sabía por qué era así, y porque este hombre lo llamaba tanto. Sólo
sabía que no podía alejarse así su vida dependiera de ello.
Cuando cruzaron la calle, esa sensación de ser observado
regresó. Lyndon miró a su alrededor y vio un destello de luz del sol
sobre cabello rubio pálido. Oscar, entonces. Todo estaba bien. Le
gustaba que alguien cuidara de Levi, a pesar de que tenía la
intención de asumir esta posición. Primero tenía que convencer a
Levi, sin embargo. Lyndon sabía de donde venía la reticencia de Levi
para aparearse, o por lo menos estaba seguro de que lo hizo. Si
Lyndon se sintió destrozado por abandonar a Levi hace una semana,
¿cómo debía sentirse Levi? A juzgar por su mandíbula apretada y el
olor del sudor teñido fuertemente con excitación nerviosa, Levi tenía
66 que estar por lo menos tan confundido como Lyndon.
Probablemente incluso herido, lo que no había sido la intención de
Lyndon, pero ¿quién demonios habría pensado que un rápido hecho
aislado conduciría a la clase de enredo emocional que ya estaba
creciendo entre ellos?
Lyndon sujetó el codo de Leví y casi gimió con el calor que se
filtraba a través de la ropa. Se encontró con la mirada de Levi y
levantó la barbilla hacia la izquierda. – Es la última habitación en
este camino.
La sonrisa cautelosa agitó el estómago de Lyndon como lo
había hecho cuando besó a su primer amor hace años. Era dulce y
sexy, y Lyndon supo que le resultaría imposible dejar a Levi, incluso
si él no quería a Lyndon alrededor.
Deslizó la mano por el antebrazo de Levi y deslizó sus dedos
sobre la palma de Levi antes de dejarlo ir, consciente del hecho de
que estaban en un pequeño pueblo donde la gente podía no
reaccionar bien ante dos hombres tomados de la mano. Sus dedos
picaban por sostener a Levi, sin importar nada, así que Lyndon los
metió en el bolsillo del pantalón y sacó su cartera para obtener la
tarjeta de acceso a la puerta. Esa tarea hecha le dio a Levi lo que
esperaba fuera una sonrisa tranquilizadora, y luego se dirigió a su
habitación, barriendo el estacionamiento con la mirada para ver si
alguien estaba observando. No quería causarle problemas a Levi
aquí.

67 - Tu puerta está abierta. – Levi dijo, casi inaudible. – Y huelo a


puma… no al tuyo.
El corazón de Lyndon se detuvo y luego golpeó con fuerza
contra sus costillas cuando agarró el hombro de Levi y apretó. Vio el
pequeño espacio en el que la puerta de la habitación del hotel no se
cerró por completo hasta el final y se maldijo por pensar que estaba
a salvo.
- Es.... – Levi suspiró y negó con la cabeza antes de lanzar una
mirada de Lyndon a la puerta. – ¿Tienes a alguien?
- No. – Lyndon masculló, enojado porque Levi pensara tan
poco de él, pero más enfadado consigo mismo para dar razón a Levi
de hacerlo. El miedo también alimentó su genio. No tenía miedo de
sí mismo. Lyndon olfateó el aire y casi cogió el olor de otro puma, el
olor era familiar y su pulso latió cuando sus dos mitades discutían.
Su gato quería quedarse a luchar y reclamar a Levi como suyo, pero
el hombre en él se preguntaba si sería mejor huir y esperar mantener
a Levi lejos de este juego retorcido en el que se había convertido la
vida de Lyndon.
- No lo pienses. – Murmuró Levi, y Lyndon lo miró,
sorprendido por la percepción de Levi. – Puedo leerte… – Titubeó,
palideciendo y retrocediendo.
- Genial. – Murmuró Lyndon. Ahora tenía otra cosa que tratar
de no enloquecer de nuevo. Jesús, ¿qué está pasando entre
nosotros? Y si es capaz de "leerme", ¿yo puedo hacer lo mismo con
él? Este no era el momento de preocuparse por ello, pero Lyndon
pretendía investigarlo. Ahora tenía otra pregunta. – ¿Qué tan fuerte

68 es tu sentido del olfato cuando estás así?


Levi frunció el ceño de una manera que a Lyndon le pareció
totalmente encantador. – No es tan bueno como cuando estoy en mi
otra forma, pero… – Él olió. – Lo suficientemente bueno para
conseguir lo que debería haber hecho hace unos minutos, si no
hubiera estado distraído por ti. – Levi apaciguó eso con una sonrisa
que alivió un poco la tensión de Lyndon. – Quienquiera que haya
sido ya se ha ido, y el olor de sus marcas es muy fuerte. ¿No puedes
olerlo?
Lyndon sacudió su cabeza mientras Levi abanicó una mano
bajo su nariz. Quedó impresionado con las habilidades de Levi. – No
es tan fuerte como tú. No creo poder mantener la mayor cantidad de
mis atributos de puma como los de tu leopardo de las nieves. – Así
que era defectuoso, o ¿eran sus diferencias de cambiaforma
normales? ¿Importaba eso? No es correcto, por lo que no hizo. – Voy
a ir a ver la habitación. Espera…
- No soy tu mujercita. – Levi estalló. – No necesito ser
protegido y no me quedaré aquí como un idiota sin cerebro mientras
juegas el papel de héroe. Si eso es todo lo que piensas de mí...
Lyndon cerró su boca contra una mentira afirmando que Levi
había entendido mal. No podía mentirle a este hombre por el que
podía tirar de la luna y sostenerla en sus manos. – Muy bien. Lo
siento. Sólo que no sé cómo manejar todo esto… todas estas
emociones y los instintos que siento cuando estoy contigo. – Lyndon
contempló detenerse allí, pero pensó que bien podía terminar lo que
quería decir y dejar de ser tímido. – O cuando pienso en ti. Y no

69 quiero hacerte daño, ¿vale? No voy a pedir disculpas por ello, o


tratar de dejar de querer mantenerte a salvo. – Cualquier diversión
se marchitó mientras inclinaba la cabeza hacia el dormitorio. – Esto
es una amenaza, una promesa. He sido perseguido durante meses y
no sé por qué o por quién.
Levi estaba mirando, moviendo lentamente sus ojos a través
del área, y Lyndon se preguntó si su visión era más aguda que la de
un humano, ya que su sentido del olfato era obviamente superior al
de Lyndon.
Lyndon retenía sólo una pizca de sus sentidos puma mientras
estaba en forma humana. Esto no parecía ser el caso de Levi, y
Lyndon se volvió a preguntar si había algo malo en él. Tal vez fue por
eso que su padre lo había desterrado y por lo que el otro puma
estaba detrás de él. Si su madre hubiera sido un puma, ¿ella lo
habría matado o dejado morir al nacer, porque no estaba tan bien
como la naturaleza había previsto? Por otra parte, también es
posible que gimoteara demasiado, incluso si se mantenía en un
interno…
- Basta ya. – Levi dijo, tocando la cadera de Lyndon. – Me
estás dando un dolor de cabeza de todas las preocupaciones acerca
de lo que sea que está en tu mente. No veo a nadie mirando, y estoy
bastante seguro de que el otro cambiaforma no está en tu habitación.
El olor no es fresco pero sólo tiene un par de horas de antigüedad.
¿Lo comprobamos?
- Sí. – Murmuró Lyndon, un poco aturdido porque sólo podía
detectar el olor del otro puma débilmente, y mucho menos

70 establecerlo en una hora determinada y nivel de "frescura". Llegó a


la habitación y una vez más llegó a la puerta, no podía dejar de poner
la mano en el hombro de Leví. – Sé que no eres un cobarde o lo que
sea, pero ¿puedes dejarme ir primero? No puedo deshacerme de este
instinto que dice que tengo que protegerte. Es… – Presionó su otra
mano en su estómago, empujó lo suficientemente fuerte como para
hacerlo gruñir. – Es como un nudo aquí, quema y no puedo
ignorarlo.
La expresión de Levi permaneció en blanco, pero algo en su
mirada se suavizó, parecía menos fría. Tocó el estómago de Lyndon y
las rodillas de Lyndon se debilitaron. – Está bien, pero voy a estar
sobre tus talones. – Acarició el vientre a Lyndon través de su camisa,
lo distrajo por un segundo, cuando el deseo bajó en espiral hasta su
ingle. Levi sonrió y retiró la mano. – Después de ti.
Lyndon quería volver a la nube de necesidad y se volvió hacia
la puerta. El olor era más fuerte, sus fosas nasales dilatadas mientras
empujaba la puerta y observó la pequeña habitación. – Por lo menos
no la destruyó. Murmuró. A excepción de los cajones abiertos y las
ropas amontonadas en la cama, no había nada fuera de lugar.
Lyndon suspiró y entró, Levi tan cerca detrás de él, golpeó contra la
espalda de Lyndon cuando se detuvo.
Ahora Lyndon podía detectar el aroma acre, podía decir el
tiempo que se tomó para saturar el aire. – Se ha ido. – Dijo,
estirando el cuello para echar un vistazo al cuarto de baño. Abrió la
puerta e hizo una mueca al ver un atisbo de su reflejo en el espejo
sobre el lavabo del baño.

71 ¿Un poco nervioso, tonto? La cortina de la ducha estaba


recogida. No había otro lugar en el que alguien podría haber estado
escondido allí. También fue evidente para sus sentidos que él y Levi
eran las únicas personas en el lugar.
Levi exhaló, su aliento flotando sobre la nuca de Lyndon y
provocándole escalofríos en la piel. Lyndon comenzó a llegar a él,
pero Levi se trasladó a la cama y se asomó a la pila de ropa. Arrugó
la nariz en una forma que Lyndon encontró fascinante. – Esto es
nauseabundo. ¿Qué clase de idiota rocía como un gato salvaje? Es
sólo una cosa repugnante.
- Por lo menos eso es lo único que hizo en esta ocasión. –
Lyndon murmuró, pensando en las otras formas en las que el
cambiaforma puma había hecho sentir su presencia antes. –Digamos
que este hombre deja a su gato salirse con la suya a la hora de
marcar su territorio.
Levi lo miró y frunció el ceño. – Este no es su territorio. Eres el
primer puma cambiaforma que he conocido… y he vivido aquí toda
mi vida. En todo caso, este sería tu territorio, excepto… – Levi le dio
una sonrisa maliciosa. –…que ya pertenece a una familia de
leopardos de las nieves.
Obviamente el leopardo de Lyndon era tan territorial como
Lyndon temía, porque la declaración de Levi no hizo protestar a su
gato. En cambio el puma ronroneó y presionó para tocarlo, así
Lyndon lo hizo, trazó la sonrisa en los labios de Levi, primero con un
dedo seguido por la punta de su lengua cuando Lyndon ahuecó el

72 cuello de Levi.
Levi se abrió para él maravillosamente, separó sus labios y su
lengua siguiendo el ejemplo de Lyndon. Levi emitió un suave
gimoteo y Lyndon tragó el sonido y luego atrajo a Levi más cerca.
Levi apoyó sus manos en las caderas de Lyndon, no sujetándolo,
apenas tocando, y se retorció contra él de una manera que amenazó
con demoler el control de Lyndon. El deseo de empujar hacia abajo a
Levi y tomarlo aquí, llenar la habitación con el olor de su
apareamiento en lugar del desagradable olor del puma fue tan
grande que hizo a Lyndon retroceder y tropezar. Se aferró a la cama
y miró a Levi, porque ambos jadeaban.
- Ven a mi casa. – Levi dijo con voz áspera, luciendo un poco
aturdido tan pronto como lo dijo. Se recuperó antes que Lyndon
pudiera encontrar una respuesta. – Esta habitación es vil, e incluso
si Oscar viene y nos ayuda a limpiarla, aún serás capaz de detectar el
olor de otro puma. Y él sabe dónde estás…
Eso hundió a Lyndon y se enderezó mientras que la cólera
provocó una palpitación en su sien. – Lo que significa que sólo me
encontrará de nuevo. No creo que quieras poner a Oscar en peligro,
o a ti mismo.
Levi inclinó la cabeza hacia un lado, su pelo castaño rozando
su hombro cuando sonrió lentamente. – Es dulce, tu preocupado,
pero no lo entiendes. No es sólo Oscar. Cuatro de mis cinco
hermanos viven también en la propiedad, así como mis padres y
abuelos. Confía en mí cuando digo que cualquiera que se mete con la
abuela Marybeth terminará en trozos ensangrentados en el suelo.

73 Ella es la razón de que mi familia está aquí. Originalmente Marybeth


vivió en los Himalayas... – Levi hizo una pausa, un color rosado
manchando sus mejillas.
Lyndon no sabía qué decir. Sospechaba que quería a Levi más
que físicamente, y la idea de un hogar, una familia, hizo que el
anhelo que Lyndon trató de mantener enterrado surgiera a la
superficie y vibrara como algo vivo. Levi pareció tomar su silencio
como un consentimiento y Lyndon no encontró nada para protestar
cuando Levi continuó hablando.
- Es probable que, después de todo, quien hizo esto nos habrá
visto juntos, o atrapará mi olor si regresa. Podía estar vigilando la
habitación ahora. Creo que sería una posibilidad, aunque no veo a
nadie. Hay muchos lugares para esconderse. Mi punto es, él me
encontrará de todos modos, y ¿si me encuentra no sería mejor si
estamos juntos?
Lyndon no estaba seguro si Levi estaba tratando de
convencerlo o a ambos, pero tenía un punto y alcanzó su objetivo. –
Está bien, lo haré.
El alivio de Levi fue palpable, y esos pálidos ojos se arrugaron
en los bordes mientras sonreía. – Ok, ok, eso es bueno. Puedes
decirme más acerca de ti mismo y todo lo que sabes sobre el
psicópata que hizo esto. Quizá podamos averiguar lo que está
sucediendo… y podemos preguntarle a Oscar. Él es muy inteligente.
– Levi hizo una mueca y miró alrededor de la habitación. – Es bueno
para la limpieza. ¿Te importa si lo llamo y lo invito a venir a dar una
mano?

74 - Mientras no me ataque y me diseque. – Lyndon se quejó. Eso


no lo congraciaría con Oscar, y Lyndon sabía que Levi y Oscar eran
cercanos. Preferiría no ahondar más en el lado malo de Oscar.
Realmente pensaba que Oscar estaba bien. Lindo, de una manera un
poco loco y poseído, al menos cuando se trataba de su hermano.
Lyndon pensó que se llevarían bien, eventualmente, si trabajaba
duro para conseguir agradarle a Oscar… y no huía de nuevo.

75
Capítulo 9

Levi no se sorprendió en absoluto cuando Lyndon pateó la


puerta de la cabaña para cerrarla con el talón antes de fijar a Levi
contra la pared. La tensión en la camioneta en el camino a casa era
tan espesa que prácticamente había inundado el aire, y a pesar que
ambos hombres habían establecido que sólo iban a hablar, eso era
exactamente lo que Levi esperaba que sucediera. No creía que
pudiera concentrarse en una conversación cuando estaba ardiendo
de deseo.
Su espalda chocó contra la pared con la fuerza suficiente para
sacar el aire de sus pulmones, entonces Lyndon estaba sobre él,
presionándolo con tanta fuerza que Levi podía sentir el corazón de
Lyndon latiendo rápidamente.
- Hablaremos más tarde, mucho más tarde. – Lyndon gruñó
justo antes de aplastar los labios de Levi bajo los suyos.
La mente de Levi entró en corto circuito y calientes picos de
necesidad dispararon de su polla. Lyndon metió la mano entre ellos
y ahuecó las bolas de Levi, dándoles un apretón que hizo que el culo
de Levi se apretara. Deslizó los brazos alrededor de los hombros de
76 Lyndon, agarrando su camisa y rasgando las costuras. Su boca fue
saqueada, Lyndon reclamaba cada pedacito de ella con fuertes
barridas de lengua.
- Él hablará ahora, antes de que maltrates a mi nieto mayor.
Sólo hay algunas cosas que una abuela no debe ver.
Levi gritó y golpeó su cabeza contra la pared. Lyndon maldijo y
retrocedió, girando alrededor a donde la abuela Marybeth estaba en
la puerta de la cocina. Levi no podía apartar los ojos de la boca de
Lyndon, con los labios rosados y mojados por el beso, separándose
cuando jadeaba, mucho, como Levi estaba haciendo.
- ¿Quién eres? – Preguntó Lyndon, luego cerró los ojos y
aspiró. – Pregunta estúpida. Marybeth, ¿verdad?
Levi había acribillado a Lyndon sobre quién era quién en su
familia durante el tiempo que estuvieron trabajando en la limpieza
de la habitación del hotel, que todavía apestaba hasta el cielo, en su
opinión. Si por él fuera, Lyndon no volvería allí. No se iría, tampoco.
Marybeth, en todo su metro y cincuenta ocho cms, le dio una
mirada a Lyndon que debería haber quemado su piel. – Y tú eres
Lyndon Hines. Por lo menos no eres estúpido. Oscar tenía sus
dudas. Oscar es un buen chico. Me dijo lo que pasó tan pronto como
él y Drake regresaron.
Y algunos chismes por no insistir en que Oscar pasara más
tiempo alrededor y esperar a que terminaran la habitación. En
cambio, Levi había acordado que sería mejor dejar ir a Oscar con

77 Drake, ya que su otro hermano estaba en la ciudad.


- Oscar. – Levi cerró los ojos al dejarse caer contra la pared.
Ahora era todo lo que lo sostenía. El repentino cambio de ser
tremendamente excitado y cortado violentamente por la aparición
de su abuela, había minado la fuerza de su cuerpo. Se deslizó en el
muro de todos modos, gruñendo cuando aterrizó sobre su trasero. –
Voy a estrangular a Oscar.
La risa profunda de Lyndon tenía a los ojos de Levi bien
abiertos y fijos en él. Lyndon negó con la cabeza y se apoyó
casualmente en el respaldo del sofá. – Él está cuidándote.
- También yo… – dijo Marybeth, caminando hasta quedar al
lado de Levi. – Levántate. No eres algún tipo de flor marchita.
Con las mejillas ardiendo, Levi hizo lo que le pidió, evitando la
cara de Lyndon.
Marybeth le palmeó la espalda, y luego le dio un codazo. –
Siéntate. Tú también. – Le indicó a Lyndon.
Ambos hombres se sentaron en el sofá, Lyndon sin dudarlo,
puso una mano sobre la rodilla de Leví, mientras observaba a
Marybeth. Tenía el pelo gris y rasgos suaves, y las características de
una abuela. Pero, a Levi le recordó a un leopardo protegiendo a sus
crías. Sus ojos grises brillaban, una fiereza en sus profundidades,
que era casi palpable, y su redondeado rostro arrugado parecía
afilado, dándole la apariencia de ser un cazador tras su presa.
Estudió a Lyndon durante un minuto, luego se sentó en la silla
reclinable con la gracia de una reina en su trono.
- Puma, dijo Oscar. – Miró a Levi haciéndole saber a simple

78 vista que no estaba feliz con él. – Desde que Levi no parece creer que
es importante decirme acerca de su... encuentro sucedido hace una
semana, tú responderás a todas las preguntas.
Lyndon se acomodó en los cojines, echándose hacia atrás y
tirando de Levi más cerca a su lado. Era extraño ser abrazado frente
a su abuela, pero Levi no iba a protestar. No cuando Lyndon se
sentía tan bien a su lado.
- Creo que Levi tenía una buena razón para no decirle sobre
nuestro “encuentro”. La mayoría de los nietos no se presentan ante
sus abuelos y les cuentan sobre su vida sexual, ¿verdad? Sobre todo
si se trata de un extraño sin nombre y un sucio revolcón en el
bosque.
Si lo había dicho para asombrar a Marybeth, había fracasado.
Levi no creía que fuera el caso, de todos modos. Se dio cuenta de que
podía entender algo del humor de Lyndon, pequeños destellos de lo
que sentía, aunque no exactamente pensamientos. Como
impresiones, tal vez. Todo lo que ahora estaba consiguiendo de
Lyndon era el deseo de terminar esta conversación. Y conseguir a
Levi bajo él.
- Jesús. – Susurró Levi, situado cerca de Lyndon.
Lyndon apretó su brazo alrededor de Levi y sujetó la parte
posterior de su cabeza, hundiendo los dedos en el cabello de Levi…
lo cual no debería excitarlo, pero maldita sea, ¡todo lo relacionado
con Lyndon lo excitaba! Levi se removió en el sofá, esperando que su
erección no fuera obvia, pero un vistazo a Marybeth y supo que ella
lo sabía. Ella podía oler fácilmente cada olor en el aire, incluida su

79 excitación. Y la de Lyndon, la cual no había desaparecido en


absoluto.
- De todos modos, Levi, deberías habernos dicho que había
otro cambiaformas en la propiedad. Nosotros ni siquiera sabíamos
que había otras clases, aunque no estoy sorprendida.
Levi comenzó a responder, para disculparse, pero Marybeth lo
interrumpió. – Somos, por desgracia, bastante ignorantes sobre
otros cambiaformas. Toda mi manada fue asesinada, cazada por su
piel y probablemente también por sus cuerpos. Me habían dejado
atrás en las chozas donde vivíamos como humanos. Si uno de los
cazadores no me hubiera encontrado y pensado que era una niña
abandonada, habría muerto también.
Levi sabía mucho sobre el pasado de su abuela. No podía
imaginar ser criado por las mismas personas que habían matado a su
familia, pero entendió que Marybeth no tenía ninguna otra opción.
Ella se negó a hablar de su infancia, que transcurrió con los
cazadores. Por mucho que luciera preocupada, su vida durante ese
tiempo no existía, como si estuviera en una extraña clase de éxtasis
hasta que conoció al abuelo Vicent.
- Todo el conocimiento de quién y qué somos murió con mi
padre, que era el narrador e historiador, creo que es como lo llaman
en términos humanos. – Ella suspiró y se frotó la raya de sus
pantalones de color púrpura. – Es muy poco lo que puedo recordar.
No lo recuerdo mencionar a otros cambiaformas. Sé que el gen para
cambiar se transmite de madre a hijo, por lo que sólo las hembras
pueden propagar la especie. ¿Es lo mismo para los pumas?

80 Lyndon se tensó a su lado con la pregunta. Levi levantó la


cabeza del hombro de Lyndon y se debatió sobre preguntarle el por
qué sentía la ira emanando del hombre.
- No, es paternal para nosotros, y nunca había oído hablar de
pumas viviendo juntos como una familia en el Himalaya, ni aquí, ni
siquiera como seres humanos. Parece que estamos tan solos como
los felinos reales. – Hizo una pausa y lanzó una mirada sobre Levi. –
Aunque hubo un cambiaforma puma que me acogió y me ayudó a
salir después de la muerte de mi madre. Grady se aseguró de que yo
no estuviera solo, y no pidió nada a cambio. Él no me conocía, no me
debía nada, pero no sé si fue la excepción a la regla, o si la mayoría
de los cambiaformas puma son como la gente normal. Algunos
buenos, otros malos.
Marybeth entrecerró los ojos y sonrió ligeramente. – Y sin
embargo, aquí estás sentado, acurrucado junto a mi nieto y casi
gruñendo sobre él. ¿Qué dirías, Lyndon, si te pidiera que te vayas?
¿Si hago que te vayas?
- Abuela… – Levi comenzó, pánico agujerando su corazón.
Lyndon lo calmó un poco, acariciando su cuello y murmurando
en voz baja.
- Yo diría que no es tu elección, Marybeth. – Lyndon
ligeramente rasguñó la nuca de Levi, infaliblemente encontrando el
lugar que había marcado. Apenas visible el patrón de sus dientes. –
Yo diría que… – El aliento de Lyndon se quebraba cuando exhalaba,
constante cuando inhalaba. Se relajó junto a Levi, y su voz fue
mezclada con certeza cuando volvió a hablar. – Yo diría que es

81 decisión de Levi, y mía. No tuya. Y si él quiere que me vaya… –


Lyndon usó su otra mano para enmarcar la cara de Levi e inclinar su
cabeza ligeramente hacia atrás. – Haría todo lo que pudiera para
convencerlo de venir conmigo o que me permitiera quedarme. –
Lyndon parecía sorprendido por sus propias palabras, sus ojos muy
abiertos y luciendo un poco de pánico en ellos.
Levi lo estaba, por la verdad se sentía en la declaración.
Marybeth dijo algo, pero Levi no la escuchó, estaba escuchando a su
cuerpo, a su leopardo, los cuales decían que necesitaba sentir sus
labios sobre los de Lyndon más de lo necesario para mantener los
latidos de su corazón.
La boca de Lyndon se curvó en una sonrisa que envió un
cosquilleó al cuerpo de Levi, entonces besó a Levi, sosteniéndolo en
su lugar cuando Lyndon metió su lengua en la boca ansiosa de Leví.
Cuando Lyndon levantó la cabeza, Levi se sentía mareado y sin
aliento, sus labios hinchados e hipersensibles. Quería probar a
Lyndon nuevo, ahogarse en sus sabores, pero el “ejem” de Marybeth
le impidió rogarle a Lyndon por más. Se volvió hacia su abuela en
una especie de aturdimiento. Un lado de la boca de ella se torció en
una sonrisa cuando juntó sus dedos debajo de la barbilla. Lyndon
estaba acurrucado junto a él, a punto, sin duda, de lanzar a Levi
sobre la mesa y follarlo, a pesar de quién estaba allí.
- Creo saber lo que está pasando aquí. – Marybeth murmuró,
pareciendo más satisfecha cuanto más los miraba. Levi se sentía
excitado y ansioso por que ella se fuera ahora. – No estaba segura de

82 sí estaba recordando mal… ya que no me pasó a mí o a mis hijos. O


tal vez porque ambos son cambiaformas, no lo sé, pero… – Se
encogió de hombros y se levantó de la silla, y Levi sabía por el brillo
diabólico en sus ojos, que ella no iba a revelarles su epifanía. –
Tengo que pensar en ello. – Le dio a Lyndon la misma mirada que
hacía a Levi sumiso, pero él ni siquiera parpadeó. – Tú y yo no
hemos terminado.
- Lo hicimos por ahora. – Lyndon replicó, entonces Levi estaba
sobre su espalda y Lyndon lo cubrió desde el pecho hasta los muslos,
lo besó hasta que todo lo que Levi pudo probar era a este hombre,
todo lo que podía oír y sentir era a Lyndon. Levi ni siquiera oyó la
risa de su abuela o el golpe de la puerta principal, excepto como una
especie de eco, débil y casi sin sentido en su mente febril. Lyndon le
mordió el labio inferior, y Levi no pensó en nada más, excepto en el
hombre al que pertenecía desde el momento en que sus ojos se
encontraron en el bosque.

83
Capítulo 10

Hablar con Marybeth había dejado a Lyndon con más


preguntas que respuestas, pero haría frente a estos problemas más
adelante. Por el momento, tenía a su hombre debajo de él,
retorciéndose y gimiendo y tentando a Lyndon cada segundo más.
Lyndon observó la reacción de Levi cuando le mordió el labio.
Levi no respondió tanto a la raspadura de los dientes, pero una
mordida real, rompiendo la piel lo suficiente como para conseguir
un toque de sabor a cobre, enviaba a Levi al límite, sacándole dulces
gemidos. Mucho más de lo mismo y probablemente Levi explotaría.
Lyndon no quería, no todavía. Quería sentir a Levi venirse de
adentro hacia afuera.
- Vamos, necesito más espacio del que tenemos en el sofá para
follarte como ambos queremos. – Lyndon se puso de pie, tirando de
Levi un poco ansioso. Puso su mano en la nuca de Levi cuando
comenzó a dar un paso. Levi se estremeció y volvió sus ojos verdes
hambrientos hacía él. – Desnudate primero. He pensado en verte
desnudo y necesitado desde el momento en que te vi.
- Joder. – Levi susurró antes de bajar la mirada hacia abajo.
84 Sus dedos temblaban tanto cuando trató de desabrocharse la camisa
y vaqueros y Lyndon llegó en su ayuda, sólo para manosear los
botones, también.
Levi murmuró y Lyndon maldijo entre dientes, Lyndon agarró
la apertura del cuello de la camisa y tiró, enviando los botones al aire
y a través del cuarto. Le quitó la camisa con un fuerte tirón,
gimiendo al ver el peludo pecho Levi.
Lyndon acarició su piel oscura, entonces raspó las uñas en los
pezones de Levi. Levi maulló y sujetó las muñecas de Lyndon,
sosteniendo sus manos.
- Por favor. – Levi dijo, apoyándose en el contacto de Lyndon.
– Más.
- Lo que necesites. – Lyndon dijo con voz áspera, encontrando
las protuberancias duras y las pellizcó.
- ¡Oh! – Levi tomó las manos de Lyndon, empujándolas contra
sus pezones. – Más duro.
Lyndon ronroneó, no había otra palabra para ello. Su polla
comenzó a tener fugas cuando bajó la cabeza y mordió una punta
coral, mientras retorcía la otra. Levi gritó y el olor fuerte a esperma
inundó el aire entre ellos. Lyndon mordió su pezón con reproche,
aunque estaba encantado por haber llevado a Levi a su liberación.
- Hay que enseñarte un poco de control. – Murmuró antes de
empujar de nuevo a Levi en el sofá. Lyndon olvidó sus planes de
hacerlo en la habitación, ya que amaba los pezones de Levi,

85 sumergirse en sus gemidos y suspiros.


Las pequeñas protuberancias estaban rojas e hinchadas, el
pecho de Levi tenía marcas de uñas y dientes cuando Lyndon
empuñó sus manos en el pelo de Levi y devoró su boca. Levi se
acurrucó debajo de él, su polla dura de nuevo. Lyndon reclamó cada
pedacito de Levi con su lengua, luego mordió sus labios hasta que
Levi gimió y pidió más. Sólo entonces Lyndon se deslizó por su
cuerpo y atormentó sus pezones de nuevo.
La polla de Lyndon estaba tan dura que no podía respirar sin
dolor. Se sentó y agarró la cintura de los vaqueros de Levi. La
mancha de humedad era demasiado tentadora para resistirse, así
que Lyndon ni siquiera lo intentó. Se inclinó y lamió, gimiendo
cuando el primer sabor del semen de Levi inundó sus sentidos.
- Bajalos, maldición. – Gruñó, sacudiendo el firme agarre de
sus jeans.
Levi maldijo y le murmuró a Lyndon para que se levantara.
Dolorosamente, gracias a su polla, Lyndon lo hizo y Levi jaló los
vaqueros comenzando a sacárselos, Lyndon observaba con
impaciencia hasta que se dio cuenta que Levi todavía tenía sus botas.
Lyndon se las quitó y luego terminó despojando los vaqueros de
Levi. Se desvistió rápidamente sin preocuparse por los botones ni las
costuras, su necesidad alimentada por el hambre en los ojos de Levi
cuando el hombre lo vio desvestirse.
Lyndon sonrió cuando empuñó la base de su polla. Nunca tuvo
una queja acerca de su tamaño, al menos, no cualquiera que
considerara una queja negativa. Los ojos de Levi estaban a punto de

86 salir de su cabeza, y el olor del miedo mezclado con excitación se


hizo más fuerte. Lyndon dejó de acariciarse mientras estudiaba a
Levi. Odiaba tener que preguntar, porque tenía algo de temor por la
respuesta, pero necesitaba saber.
- ¿Has hecho esto antes… estar abajo?
Levi tragó saliva y se volvió de un tono rojo que Lyndon nunca
había visto antes. – Uh. ¿Una vez? Una vez, cuando era un chico, mi
primer novio tenía una especie de temor estar abajo por lo que lo
hice en su lugar. Ah, no salió tan bien.
Lyndon arqueó una ceja, su curiosidad frenando el impulso de
asaltarlo ahora. – ¿Podrías explicar lo que pasó con más detalle? –
La última cosa que quería hacer era repetir la clase de errores del
tipo “exnovio”. Recordando que Levi probablemente había tenido un
amante tan joven e inexperto como él en ese entonces, realmente no
ayuda. Lyndon quería encontrar al tipo y golpear algunas
habilidades en él para hacer el amor.
Levi se sonrojó desde sus muslos hasta sus oídos, pero
mantuvo los ojos en Lyndon. – Bueno, en realidad no fue culpa de
Yancy. – Lyndon trató de no burlarse, pero ¿Yancy? ¿Quién
demonios llamaba Yancy a su hijo?
- Él realmente era pasivo, ya sabes. Yo rogué y presioné y…
presioné cuando no debería haberlo hecho, pero yo era joven e
impaciente y quería saber cómo era ser follado cuando Yancy
aseguraba como el infierno que lo disfrutaba.
Levi se encogió de hombros. – Creo que sólo aceptó porque
tenía miedo de que rompiéramos si no lo hacía. Todo lo que puedo

87 hacer es adivinar por qué me dijo que lo intentaría, pero él no


quería, puedo decirlo ahora cuando lo recuerdo. Además, al parecer,
no recordaba todo el esfuerzo que puse en asegurarme de que estaba
preparado. Pero Yancy era sólo uno de esos tipos dulces y, uh, medio
tonto. Sin sentido común, pero muy inteligente en la manera de un
libro3. Se mudó con sus padres poco después de eso.
Lyndon decidió no presionar para obtener más detalles. Estaba
seguro de qué hizo. – Así que sólo has estado arriba desde entonces.
Levi tomó un lugar en el sofá, tirando de un hilo. – No he
estado con muchos hombres… y no chicas, antes de que preguntes.
Lyndon no estaba pensando preguntar. Sabía que Levi era gay,
al igual que él.
- Después de Yancy, fue un par de años. Entonces sólo unos
encuentros de una noche cuando llegue a Aspen o Denver, o algún
lugar como esos. – Levi hizo un gesto con la mano delante de su
pecho. – Todos estos chicos, me vieron y asumieron que soy un
activo, y no sé, tal vez sólo fui por ellos. Suena mal, pero necesitaba a
alguien y si eso significaba follar cuando yo quería ser follado en su
lugar, bueno, me conformé con lo que se me ofrecía. Además, no
estaba seguro de que quería que alguno de esos tipos me lo hiciera. –
La sonrisa torcida de Levi hizo cosas extrañas en el interior de
Lyndon. – Tenía miedo de que serían tan malos como Yancy lo había
sido.
- Ok, suficiente sobre Yancy y otros hombres. – Lyndon
observó el rubor de Levi profundizarse cuando las pestañas de Levi

88 barrieron sus mejillas. – Ven aquí.


- Me siento como un yo-yo con todas estas cosas de arriba y
abajo. – Levi gimió.

3
Ya saben, todo teoría y nada de práctica.
Lyndon gruñó y le gustó la forma en la que ondularon las
abdominales de Levi y su polla se balanceaba cuando estaba parado.
Lyndon dio un paso atrás y estudió a Levi por un momento, su
castaño pelo alborotado sobre sus tímidos ojos y sus brillantes
labios, sus anchos hombros musculosos. Pectorales firmes y el duro
estómago, largos y definidos brazos y muslos, cabello oscuro
cubriéndolos como una piel. La cintura de Levi era estrecha, caderas
magras, pero era el vello púbico denso y el engrosamiento de su
polla que llamaban la atención de Lyndon una y otra vez. Bueno, y el
pesado saco colgando debajo, peludo y tentador.
Al no ver razón para resistirse, Lyndon acarició las bolas de
Levi y las rodó cuando los párpados de Levi cayeron y un gemido
suave escapó de sus labios.
- ¿Cómo esto? – Preguntó, agregando una presión lenta y
constante.
Levi respondió con entusiasmo a un poco de dolor. Lyndon
necesitaba saber si había líneas que no podía cruzar.
- Sí. – Levi dijo entre dientes, clavando sus manos sobre los
hombros de Lyndon. La fuerte mordedura de sus uñas fue una orden
para más, al igual que el olor del pre-semen de Levi.
- Te gusta esto. – Lyndon afirmó, aumentando su agarre.

89 Quería completar la afirmación para ambos. – Quiero asegurarme


que disfrutas de todo lo que hacemos juntos.
Levi abrió los ojos y se mordió el labio inferior antes de asentir.
– No sabía que lo haría. F-fantaseaba mucho, pero tú… ¡ah! –
Inclinó la cabeza hacia atrás y se estremeció, elevándose sobre la
punta de sus pies cuando Lyndon aplicó un poco más de presión a
sus bolas. – ¡Por favor, follame!
Lyndon relajó las bolas de Levi y pensó cuánto Levi tuvo que
contenerse cuando tenía sexo con un hombre. El deseo del puma de
desgarrar y morder siempre había estado allí, un borde áspero que
Lyndon había mantenido enterrado porque sabía cómo los humanos
eran frágiles. Claro que había clubes BDSM4 y maneras de encontrar
a hombres que disfrutaban del dolor, pero lo que estaba dentro de
Lyndon no podía ser manejado por los hombres en esos lugares. No
era un Dominante. Era un cambiaforma puma, y los deseos de su
animal se mezclaban con las del humano cuando buscaba el placer.
La idea de no tener que contenerse cuando Levi y él follaran era
jodidamente atrayente, una que rompió la contención que siempre
usaba antes. Sus dedos se estremecieron y sus encías dolían como si
estuviera cambiando. Un simple movimiento de la lengua y el curvar
de su puño le indicaron que algunas partes de él ya estaban
cambiando.
- ¿Estás seguro de que me quieres? – Preguntó, en un esfuerzo
por darle a Levi una salida. Lyndon desnudó sus dientes y movió su
puño, levantando la mano para mostrarle a Levi las garras negras
que se extendían desde sus dedos. Eran cortas, pero fuertes, y si no

90 hubiera estado tan excitado que pensó que podría morir a causa de
ello, habría estado tan jodidamente asustado, ya que nunca había
sucedido antes.

4
Iniciales de Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo.
Levi le dirigió una mirada de párpados pesados, un ronroneo
sordo construyéndose en su pecho mientras tomaba una de las
manos de Lyndon entre las suyas. Cuando Levi lamió la punta de
una uña afilada fue Lyndon quien se sacudió todo el camino hasta
los dedos de los pies. – Sí. – Murmuró Levi. – ¡Por favor, sí!
Márcame…
Lo que iba a decir fue cortado por un jadeo cuando Lyndon le
dio la vuelta y lo empujó hacia el sofá. – De rodillas, con los brazos
apoyados en el sofá. – Gruñó.
Levi se movió, arqueando la espalda de manera que extendió
su redondeado culo y le dio a Lyndon una visión de su agujero
contrayéndose y bolas balanceándose.
- Montame. – Levi pidió, rodando sus caderas. – ¡Follame!
Lyndon escuchó la tela rasgándose, vio las manos de Levi
empuñadas, uñas negras cortas y afiladas desgarrando el sofá. Lanzó
una mirada sorprendida al rostro de Levi, lo encontró mirándolo
sobre su hombro, sus colmillos largos y mortales.
No sabía exactamente lo que estaba pasando aquí, excepto que
era irresistible. Levi era irresistible. Lyndon tomó sus pantalones y
sacó un condón, feliz de haber pensado ponerlo en el bolsillo trasero
en la habitación del hotel. Maldijo cuando se dio cuenta lo que había

91 olvidado.
- ¡Lubricante! – La palabra fue un gruñido casi ininteligible. La
lengua de Lyndon se sentía espesa, la boca seca. Quería morder,
dejar que la sangre de Levi saturara su resaca boca.
Levi gimió y se retorció, arqueando la espalda y ondulando las
caderas. – Dormitorio, en la mesita de noche o tal vez en el suelo...
Lyndon corrió, tan incómodo como lo fue. Encontró el
dormitorio, tras el fuerte olor de Levi. El lubricante no estaba en la
mesita de noche, y no lo vio en el suelo, por lo que terminó de
rodillas mirando debajo de la cama. Por supuesto, estaba allí, al otro
lado debajo de la cama. Lyndon nunca había estado tan agradecido
por tener un largo alcance. Agarró el lubricante y rápidamente corrió
hacia la sala de estar.
Sólo para encontrar a Levi jadeando mientras trabajaba su
polla en largos movimientos. El cuerpo de Lyndon tembló ante la
imagen, el deseo picando en toda su piel. Abrió el paquete y rodó el
condón sobre su polla, bombeando su longitud cuando consideró sus
opciones… atacar o sacar esta tensión sexual que era tan tensa que lo
rompería como un pedazo de alambre de púas sobrecargado.
Entrecerrando los ojos, buscó la mirada de Levi. Un escalofrío le
recorrió el cuerpo cuando el cambiaforma de leopardo gimió y no lo
dejó empujar el brazo. – No deberías haber empezado sin mí.

92
Capítulo 11

La reprimenda baja y retumbante golpeó a Levi como un


erótico puñetazo, necesidad tan intensa que dañaba a su cuerpo.
Abrió la boca para pedir, rogarle a Lyndon para tener sexo con él,
pero el fuerte golpe de una palma sobre su culo le sacó un grito
sobresaltado. El dolor agudo añadido al fuego que ya ardía en él, y
Levi abrió sus piernas. Echó el culo hacia arriba y recibió otro golpe
que llegó a su polla y testículos.
¿Qué pasaría si se venía? Lyndon había dicho algo acerca de la
falta de control de Leví. Antes de que pudiera decidir si debía pedirle
a Lyndon un minuto para controlarse, Lyndon le propinó otro golpe
en el culo que lo hizo gritar mientras trataba de evitar venirse.
Estaba tan cerca de llegar al orgasmo, tan, tan cerca...
- No.
Sólo una palabra. El poder que tenía hacía que Levi apretara
cada músculo de su cuerpo para evitar estallar. Su culo ardía
deliciosamente, sus bolas tensas en un instante. Levi se mordió la
lengua, luego gimió cuando el dolor sólo aumentó su excitación.
93 - Vas a venirte cuando yo lo diga. – Lyndon dijo.
Levi maulló, sonando triste ante sus propios oídos. La
sensación de líquido frío golpeando la parte superior de su pliegue
apagó las suplicas que estaban en la punta de su lengua.
- Tienes que esperar hasta que tenga las bolas profundamente
enterradas aquí. – Lyndon dijo, deslizando sus dedos por la ranura
entre las mejillas de Levi.
El primer toque de afiladas uñas contra su agujero dejo a Levi
arqueado y gritando por más.
- Sé bueno y te follaré pronto. – Lyndon ronroneó.
La punta de un dedo rodó en la apertura de Levi y se congeló,
con temor a rogar o moverse o hacer cualquier cosa que pudiera
detener a Lyndon y hacerlo esperar.
- Sólo perfecto, jodidamente perfecto. Toma lo que te doy. –
Lyndon deslizó su mano por el flanco de Levi y luego por su espalda,
donde frotó mientras deslizaba su dedo profundamente. – Esto
tendrá mi polla pronto, estirando tu pequeño y apretado agujero. –
Empujó dentro y fuera, entonces tocó el lugar oculto dentro de Levi,
que había oído a su amante anterior rogarle por ser estacado.
- Oh mi jodido infierno. – Levi se ahogó cuando el éxtasis
disparó desde su culo. – ¡Oh!
- Lo mejor está por venir. –Lyndon dijo, sonando tenso cuando
el agujero de Levi ardía en torno a una mayor intrusión.
Otro dedo, pensó, no tan grande como la monstruosa polla de
Lyndon y maldición, ¡se sentía bien! Levi jadeó y luchó para

94 permanecer de pie, y finalmente tuvo que agarrar su polla y pellizcar


la cabeza con fuerza. Un error, se dio cuenta, balanceándose cerca
del borde. Sólo el deseo de complacer a Lyndon mantenía a Levi de
caer.
- Bueno, lo estás haciendo muy bien.
Lyndon frotó el lugar de Levi otra vez y él gritó, necesidad y
frustración tan involucradas con el placer que apenas podía
soportarlo. Más ardor, extendiéndolo, entonces Lyndon gruñó y
cojines cayeron.
- Ahora, voy a follarte.
Levi gimió cuando la punta roma de la polla de Lyndon
penetró su agujero. Luego lloriqueó como su leopardo de las nieves
lo hacía a veces, cuando la gruesa longitud de Lyndon se clavó en su
culo.
Lyndon rugió, un grito humano y el gritó de un puma
combinados, y hundió su polla hasta las bolas, profundamente. Cayó
encima de Leví, los dientes raspando su cuello. Lyndon tomó la
cadera de Levi y el hombro, doblando los dedos, las uñas
marcándose. El dolor que floreció desde la penetración se mezclaba
con el dolor y el placer extendiéndose desde su culo y los sonidos que
Levi hacía dejaron su garganta en carne viva.
- Sí. – Gruñó Lyndon. – ¡Mío! – Entonces mordió, duro y
profundo, tomando a Levi completamente, follandolo con
movimientos cortos y profundos aprovechando para meter la polla
de Levi contra el sofá.
Fricción y dolor, follando, mordiendo, arañando… la mente de

95 Levi giró y se hizo añicos por las oleadas de placer rodando sobre y a
través de él. Gruñó, alcanzando hacia atrás y clavando sus uñas en el
muslo de Lyndon, arrastrándolas para rasgar y arañar su nalga.
- ¡Jodido infierno, sí! – Lyndon levantó la boca el tiempo
suficiente para decirlo, entonces el dolor abrasador destacó la
euforia cuando Lyndon lo mordió de nuevo.
- ¡Guh! – Levi tenía la intención de decir algo, alabar o suplicar
o cualquier cosa que pudiera salir.
Lyndon se acercó a él tan profundamente que Levi pensó que
nunca estaría vacío de nuevo, y las palabras se evaporaron en un
sonido estrangulado. Su polla estaba consiguiendo la suficiente
fricción, casi la suficiente, estaba tan cerca, y la manera en la que
Lyndon lograba frotar el lugar dentro de su culo estaba volviendo
loco a Levi. Tenía que venirse, necesitaba más.
Lyndon gruñó, hundiendo los dientes más profundos al mismo
tiempo que sus uñas y polla arponeaban a Levi. Levi gritó y empujó.
Ardientes senderos fueron grabados en su piel, por sus costados, la
cadera, los muslos, mientras que Lyndon lo embestía. Levi movió el
culo y un sentimiento arrollador nadó a través de sus venas,
mareándolo.
- Más. – Pensó que se las arregló para jadear, y luego su polla
fue tomada en un agarre rudo, áspero y todo su interior colisionó y
estalló en ríos de colores brillantes y placer tan intenso, entonces
Lyndon murmuró: - Termina.

96 Levi no pudo contenerse más. Gritó, triturando, agarrando


todo lo que podía alcanzar, enloquecido en su clímax. Su polla se
sacudió y esperma disparó de su hendidura. El grito de Lyndon se
unió a él, e incluso en el medio del orgasmo, Levi sintió la polla de
Lyndon hinchase y palpitar.
- Sí, Levi, mierda. – Lyndon gimió, sus caderas golpeando el
culo de Levi en un ritmo irregular. – Tan apretado, caliente… –
Lyndon se rompió, los movimientos en la polla de Levi casi
espásticos ahora.
Levi se venía y venía, al igual que la polla en su culo,
llenándolo de cada disparo de semen que perdía.
Cuando Lyndon finalmente se calmó, jadeando, Levi trató de
mantenerse despierto. Le dolía el cuerpo de tantas formas
placenteras, saciado como nunca lo había estado antes. Tenían que
hablar, tenían que hacer… tantas cosas. Besos suaves y húmedos a lo
largo de sus hombros y en su cuello convencieron a Levi de que
podían hablar más tarde. Por ahora quería quedarse aquí,
tembloroso y deshuesado, y disfrutar de la atención del hombre al
cual tenía la intención de mantener.

97
Capítulo 12

Levi estaba completamente saciado y exhausto y Lyndon


prácticamente igual, y esto hacía difícil levantarse a Lyndon. Su polla
todavía estaba metida en los estrechos confines del cuerpo de Levi,
disfrutando aún de los espasmos musculares internos de Levi.
Lyndon besó el lugar que había marcado. Se inclinó para verlo y su
estómago se desplomó cuando su gato ronroneó su aprobación. La
marca era grande, de aspecto brutal. Sangre goteaba de las heridas
que los dientes de Lyndon habían hecho. Tiernamente, se inclinó y
lamió el líquido cobrizo, su polla se sacudió con el sabor de Levi.
Dulce, salado, fuerte, Lyndon sospechaba que era como el hombre.
Levi era un amante increíble, exigente y muy sensible. Pedía más, no
sólo quería la polla de Lyndon, por su mordida y arañazos.
Lyndon había ido salvaje en Levi, y Levi lo había marcado
también. El muslo de Lyndon se sentía como si estuviera en llamas,
al igual que su nalga. Si a él le dolía, ¿cómo se sentía Levi? Lyndon
comenzó a retroceder. Levi murmuró una protesta y Lyndon pasó
una mano por los costados sudorosos de Levi… sudorosos y
ensangrentados, se dio cuenta cuando llegó a los bíceps de Levi.
98 Preocupación burbujeando y fuerte pesar.
- Levi, vamos. Tengo que ver lo mal que la jodí. Yo no… no
quise… – Perdió la maldita cabeza, que era lo que había sucedido.
Levi había sido todas las fantasías que Lyndon había tenido.
Y Lyndon lo había hecho todo mal. Claro, Levi insistió, pero el
hombre no pudo haber tenido alguna idea de lo que Lyndon haría
con él. Lyndon no sabía que estaba siendo tan... tan violento. Sólo
había oído gritar a su puma por esto… Lyndon rehuyó terminar el
pensamiento. Por lo que sabía, los pumas no tienen compañeros, no
permanentes. Sin embargo, la palabra correcta, y no se sentía como
que quería dejar ir a Levi, nunca. ¿Qué demonios estaba pasando
aquí?
- Deja de preocuparte, Cristo. – Murmuró Levi. – Me vas a
asfixiar con tu dolor y toda clase de cosas que no quiero.
Lyndon se levantó y casi tropezó. Las piernas le temblaban, lo
que podría haber sido divertido si casi no hubiera colapsado. Levi
rodó sobre su espalda, silbó cuando su peso cayó sobre su culo. Una
sonrisa beatífica extendió sus labios y giró su mirada saciada a
Lyndon.
- Me diste exactamente lo que quería, Lyndon. – Levi lo dejó
procesar la declaración, esperando que Lyndon escuchara la verdad
en sus palabras. – He soñado con ser tomado tal como lo hiciste,
tener un hombre que me de placer y dolor. Tú-eres-increíble. Así que
por favor, deja de pensar que cometiste un error. No es justo para
ambos.

99 - Pero... – Lyndon trazó los arañazos, algunos profundos,


algunos no más que rosadas hileras. Estos últimos, sin duda
desaparecerían antes de mañana, pero los otros… – ¡Levi, mírate!
¡Tienes arañazos y te mordí! No como antes, pero te mordí y tomé tu
sangre, tu carne en mi boca, en mi lengua, ¿cómo puede ser tratado
como un rasguño sin importancia, sin hacerte sentir que abusé de ti?
Los ojos de Levi se abrieron lo suficiente para que Lyndon los
viera rodar. – Por favor. Lyndon. Abuso ¿Conmigo suplicándote por
darme lo que te pedí? Y yo lo rogué ¿no? Por más, incluso. Te
marqué. – Levi señaló las heridas que había dejado en Lyndon. – Y
sé que te gustó. Podía sentirlo, como si pudiera sentir excitación que
te dio por hacerme tuyo. – Levi tomó su barbilla y Lyndon no podría
haber apartado la mirada de aquellos pálidos ojos aún si su vida
dependiera de ello. – Yo soy… tuyo. Lo sabes aquí. – Se inclinó hacia
adelante y apoyó su mano en el pecho de Lyndon. – Escucha lo que
sientes aquí, no la basura humana que balbucea sin sentido en tu
cabeza. Mírame, siénteme. Soy tuyo.
Lo dijo con tal convicción y devoción que Lyndon casi no podía
comprenderlo. Se preguntó qué estaba pasando entre ellos, pero esa
palabra, compañero, se mantenía girando alrededor de su cabeza, y
cada vez que Levi dijo que pertenecía a Lyndon, la palabra se hacía
más fuerte, más insistente. Deseaba saber lo que estaba pensando
Levi, lo que estaba sintiendo. Levi parecía ser capaz de mirar dentro
de él. Todo lo que Lyndon tenía eran las expresiones de Levi, sus
aromas.

100 Y sus acciones, sus palabras. ¿Realmente tengo que leer su


mente, o lo que sea que él puede hacer conmigo? ¿Es necesario
cuando el hombre es tan abierto y honesto? No, no lo es.
- Lo eres… – Lyndon dijo, cuando Levi empezó a parecer
cabizbajo. – Lo eres, y yo soy tuyo. No entiendo cómo. –
¡Compañero! La molesta palabra no desistía. Levi sonrió y Lyndon
se preguntó si el hombre escuchó la misma palabra rebotando
alrededor de su cerebro. – ¿Y estás seguro de que estás bien? ¿No fui
demasiado duro?
Leví se levantó y enganchó una mano alrededor de la parte
posterior del cuello de Lyndon, tirando de él hacia abajo, los pocos
centímetros necesarios para que sus labios se encontraran. El beso
fue dulce, y Lyndon cerró los ojos para disfrutar del regalo de su
pareja… ahí está de nuevo… le estaba dando.
- Eres perfecto. – Dijo Levi un poco lento. – Quiero eso otra
vez, y otra vez. Quiero… – Levi se acercó más hasta quedar
totalmente pegado a Lyndon. Oscura necesidad enturbió las
facciones de Levi cuando masajeó el cuello de Lyndon. – Más,
muchas veces. Quiero probar otras cosas que he pensado.
¡Mierda! Lyndon tuvo que cerrar los ojos antes de que hiciera
algo insano, como empujar a Levi hacia abajo y follarlo
brutalmente... lo que probablemente haría, teniendo en cuenta la
forma en que Lyndon molía su culo.
- Ducha. – Dijo un poquito menos embarazoso que un chillido.
– Vamos a limpiarnos, entonces tal vez... – Lyndon tomó la polla de
Levi en un firme apretón, disfrutando de la forma en que la suave

101 carne comenzó a endurecerse en su mano. – Tal vez te chuparé hasta


dejarte seco. – Añadió un pequeño giro en su muñeca, provocando
un delicioso gemido en Levi. Lyndon lo soltó y trató de no lucir
petulante. – Muéstrame el camino. – Aprovechó la oportunidad para
ver el apretado culo de Levi flexionarse.
Eso es lo que trataba de hacer, pero Levi, orgullo en su voz,
señaló los dorados pisos de pino que él ayudó a poner, así como las
vestiduras correspondiente alrededor de puertas y corriendo
paralelos al techo. Un estante encima de la chimenea trajo un brillo
de orgullo en Levi.
Lyndon quería absorberlo correctamente, pero luego se volvió
y miró las muescas detalladas sobre los soportes. Leopardos,
jugando, dormidos, intrincadamente tallados con tal habilidad que
lo dejó sin aliento. Hermosos, pero pensó que ahora necesitaban un
puma en la mezcla. Lo sugeriría más adelante, cuando él y Levi se
conocieran mejor.
- Y la mesa de la cocina y las sillas, también las hice. – Levi
continuó, dirigiéndose a la cocina. – Me tomó un par de meses de
trabajo en torno a otras órdenes, pero eso es exactamente lo que
quería. ¿Qué te parece?
Levi no estaba buscando elogios sobre sus habilidades para
trabajar la madera. El hombre tenía talento, tanto como un artista.
La mesa era larga, garras de leopardo como patas, por supuesto. El
color de la miel caliente en la madera parecía incitar a sentarse en
las sillas de respaldo alto tapizadas con material colorido y
acolchado. – Es hermoso. – Lyndon murmuró, viendo la forma en la

102 que Levi tocaba la encimera, el color de la cual se mezclaba


perfectamente con los marcos alrededor de las ventanas. Las paredes
de color crema integraban la madera de una manera que sería la
envidia de un decorador de interiores.
- ¿Esto es lo que haces? ¿Haces estas hermosas piezas de
mobiliario para la gente?
La sonrisa tímida de Leví no tenía precio. – Sí, y a veces, si me
apetece, hago otras cosas. – Levi señaló detrás de Lyndon, que se dio
la vuelta y sólo entonces se percató del gran leopardo tallado al lado
de la sala. – No vendo mis gatos, sin embargo. Estos son regalos
para la familia.
Lyndon se acercó al gato de madera y le acarició la cabeza
suavemente. – Eres tú, ¿no es así?
Levi se aclaró la garganta y Lyndon lo miró, sorprendido de
encontrar al hombre haciendo muecas.
- Tallar una efigie de mí parece vano, ¿no? Pero no lo es. Tuve
que practicar primero, y me di cuenta que no la liaría si era yo, ya
sabes. Tonto, tal vez, pero me pareció una falta de respeto tratar de
hacer a mi abuela y terminaba haciendo que pareciera un gato
deforme o algo así.
- No creo que sea vano o tonto. – Lyndon dijo, sonriendo a su
amante. – Y creo que Marybeth podría haberte destripado si la
convertías en un deforme gato doméstico. ¿Ahora, tallas a cada
miembro de tu familia?
Levi pareció aliviado cuando se acercó. – Estoy trabajando en

103 ello. Comencé con este. – Pasó un dedo por la nariz de madera del
leopardo. – La abuela Marybeth quería uno después de verlo,
entonces mi madre quería uno, y Drake y Jenny, tal vez somos
leopardos demasiado vanidosos. – Dijo, luego se echó a reír como si
se avergonzara por esa posibilidad.
- Nah. – A Lyndon no le importaría tener una figura de su
puma para colocarlo delante del de Levi.
- Podría hacerte uno. – Levi ofreció.
Lyndon retiró su mano e inclinó la cabeza hacia un lado para
mirar a Levi. – ¿Cómo diablos sabes lo que estoy pensando?
Levi parpadeó y luego se frotó la frente. – No lo sé. Siento que
te moleste. No lo intento, sólo tengo estas impresiones. No es
consistente y probablemente invasiva, de todos modos, pero no lo
hago a propósito.
Lyndon lo consideró y se encogió de hombros. Tenía que ser
extraño para Levi. – ¿Lo has hecho con alguien más?
- No. – Levi respondió de inmediato. – Y no quiero, tampoco.
No me imagino recogiendo las emociones de otras personas o
cualquier otra cosa. Nunca dejaría la cabaña de nuevo. O al menos
no iría con otras personas, supongo. – ¿Te molesta?
Se veía tan angustiado que Lyndon no pudo dejar de tirar de él
en un abrazo. – No. No es como que tengo algo que ocultar. Yo no
puedo hacerlo contigo, pero me di cuenta antes que te puedo leer
probablemente tan eficaz. Tienes un rostro muy expresivo, y tus
ojos, bueno, lo dicen todo. – Al menos para Lyndon.
- Es algo justo, entonces, ¿no es así?

104 - Sí. – Lyndon estuvo de acuerdo. – Ahora, vamos a lavar el


semen y la sangre y ver si podemos…
- ¡Oh, mierda! – Levi gimió. – ¡Deprisa, deprisa! ¡Mis padres
están en camino, y entrarán en cualquier momento!
- ¿Cómo… – Lyndon comenzó a preguntar cuando Levi lo
arrastró por el pasillo.
- Creo que mis sentidos son mucho más agudos que los tuyos,
al menos cuando somos humanos. – Abrió la puerta y empujó a
Lyndon al baño. – ¡Rápido, enciende el agua, tengo que regresar por
nuestra ropa!
Lyndon no necesitaba sus sentidos cambiaforma para oír la
puerta abrirse, seguido por dos voces llamando a Levi. Incluso podía
oírlos sobre el ruido de la ducha.
- ¡Mierda, mierda, mierda! – Levi parecía tan apanicado como
sonaba. – Adentro. – Gritó. – Bañándome, salgo en unos pocos
minutos. – Le gritó a la puerta.
- ¿Cerraste? – Preguntó Lyndon.
- Mierda. No. – Levi lo hizo, mientras Lyndon se metió en la
ducha.
Era una buena ducha, de tamaño doble. Una pena que no
llegarían a disfrutarla esta vez.
- ¡Levi, espero que tú y tu amigo salgan en diez minutos! – La
profunda voz masculina sonó casi tan sexy como la de Levi, Lyndon
no pudo detener el escalofrío que subió por su espalda.
- ¿Tu padre, supongo?

105 Las mejillas de Levi ardían y su boca se prensó en una delgada


línea. – Sí. Creen que tengo trece años y no veintitrés.
- Oí eso. – El hombre disparó a través de la puerta. – Y no me
importa la edad que tengas, ¡siempre serás nuestro hijo! ¡Ahora date
prisa!
- No me extraña por qué nunca traje a nadie en casa.
Levi podría sólo haber bromeado, pero Lyndon no pudo parar
el gruñir que esas palabras causaron. – Ese no es el motivo, ¿no es
así, Levi? – Preguntó. Tomó la polla de Levi en su mano y la apretó.
Levi se sacudió a pesar de la temperatura caliente del agua. Su
polla llena y Lyndon bombeándola sin piedad. – ¿Lo es? – Lyndon
preguntó de nuevo.
- No, no lo es. – Levi tartamudeó, apoyado en la pared,
inclinándose hacia atrás hasta que sus hombros presionaron contra
los azulejos azules. – Oh mierda, Lyndon, si sigues haciendo eso yo
voy a…
- Lo sé. – Lyndon dijo con un toque salvaje de sus labios. – Vas
a venirte, que es exactamente lo que quiero que suceda.
Levi no era un niño, y la preocupación de sus padres estaba
bien, pero esta era la casa de Leví, y él era el amante de Leví, y
Lyndon no dejaría que esta ducha rápida sea una pérdida total. Y
dudaba que Levi fuera capaz de guardar silencio.
- Dios, Lyndon, por favor. – Levi dijo con voz rasposa y Lyndon
lo recompensó raspando una uña en la ranura de Leví. – ¡Ah! – Los
ojos de Levi se abrieron de golpe y se puso una mano sobre su boca.
– ¡Mmmph! – Levi gruñó a través de su clímax.

106 Lyndon cayó de rodillas y chupó el último chorro, sosteniendo


las piernas de Levi abiertas, sujetando el interior de sus fuertes
muslos. Lyndon chupó la punta de la polla de Levi y luego lamió la
parte inferior. Hundió la cara en las bolas de Levi, atrayendo el
aroma profundo en sus pulmones. Levi gimió y Lyndon tarareó,
presionando sus labios en las bolas de Levi para un rápido beso
antes de pararse.
Se frotó contra Levi y lo miró a los ojos soñolientos. – Cuando
ellos se vayan… – Eso era todo lo que tenía que decir.
Levi asintió con entusiasmo. – Lo que sea que quieras, cuando
se vayan.
Lo que Lyndon quería era estar a solas con Levi durante varias
horas, tiempo suficiente para saborear cada centímetro de su piel y
conocer todos los contornos del cuerpo de Levi, las curvas y las
crestas del músculo duro, también. Quería saber lo que volvía a Levi
loco de pasión, lo que no podía soportar, y Lyndon nunca cruzaría
esa línea.
En cambio, se disponía a conocer a los padres de Levi, y,
francamente, tenía miedo. Nervioso sonaba mejor, pero mucho se
basaba en la aceptación de la familia de Levi. Oh, no
inmediatamente, sin duda, pero si lo odiaban enseguida y querían
que se fuera, ¿entonces qué? Había hablado genial con Marybeth,
diciendo que era decisión de Levi permanecer aquí o no, y era
verdad, pero, ¿qué pasa si los padres de Levi querían que se fuera?
¿Levi cedería ante la presión familiar? Lyndon lo temía. Después de
todo, Levi amaba a su familia, y ellos obviamente lo amaban.

107 Lyndon era, para todos ellos un desconocido, una llamara


rápida, una follada casual que Levi podría fácilmente olvidar.
Excepto que Lyndon no creía tal cosa. Levi no lo habría traído aquí, a
este espacio personal, no habría expuesto su familia a Lyndon, Levi
ya tenía fuertes sentimientos hacia él. Y tal vez esos sentimientos
eran sólo lujuria, Lyndon tenía que pensar que algo más podría
crecer más allá de ellos. Algo más fuerte, más duradero. Con suerte,
la familia de Levi también lo creería.
- No te pongas nervioso. – Levi dio unas palmaditas en el
hombro de Lyndon. – Les gustarás, como la abuela lo hace. Ella no
me hubiera dejado solo contigo de lo contrario.
Si Lyndon no estuviera ya un poco nervioso, la forma en que
Levi captó lo que estaba pensando con tanta facilidad lo hubiera
hecho, pero no lo estresaba tanto como debiera, un hecho del que
era consciente. Sin embargo, le gustaba estar tan estrechamente
conectado con Levi ahora. Se sentía... bien, seguro. Correcto.
- Es sólo que no quiero echar a perder todo, ya sabes. –
Lyndon confesó. – Quiero decir, sé que los amas, y no quiero
ponerte en una posición incómoda.
Levi lo miró lascivamente y cerró el grifo. – ¡Oh, pero me
gustan las diferentes posiciones! O por lo menos, creo que me van a
gustar. Hay unas pocas…
Lyndon rió y le dio una palmada a Levi en el culo porque
ambos lo disfrutaban. – Está bien, está bien, vamos a salir y hacerlo
antes de que pierda el valor.
- No vas a perder el valor. – Levi dijo, con una certeza que

108 Lyndon deseaba poder sentir. Y tal vez podía, si empezaba a creer en
sí mismo otra vez. Lyndon pensó que podía hacerlo por él y por Levi.
- Será mejor darse prisa y llegar allí. – Levi le lanzó una toalla a
Lyndon. – No me extrañaría que mi padre acabara forzando la
cerradura o algo así. Cuando dijo diez minutos, lo decía en serio,
estoy seguro.
A Lyndon le hubiera gustado tener más tiempo, y realmente
deseaba tener una idea de qué esperar de este encuentro. Aunque,
tal vez lo hizo. Sabía que Levi era un buen hombre que respetaba a
los ancianos y el amor a su familia. Probablemente le enseñaron
estas cualidades, o animado a expresarlas, cualquier habilidad
paternal fue correcta para educar a un buen chico.
De todos modos, tuvo que haber aprendido estas cosas de sus
padres, Lyndon imaginó. Lo que significaba, esperaba, que serían
increíbles como Levi, e incluso Marybeth.
Se lo dijo a sí mismo una y otra vez para relajarse, pero aun así
era un manojo de nervios cuando salió de baño.

109
Capítulo 13

Levi amaba a sus padres, a toda su familia, para el caso, pero a


veces deseaba vivir lejos, muy lejos de ellos. Como cuando todavía
era un charco de baba gelatinosa debido al tacto de Lyndon. Sólo
quería acurrucarse en la cama con su amante y deleitarse con el
zumbido caliente de la felicidad por estar cerca de Lyndon.
En su lugar, pasaría tiempo con sus padres y presentarles a
su… bueno, Lyndon. Levi no tenía el 100% claro lo que Lyndon era
para él. Diablos, ni siquiera el 50% acerca de la terminología a usar
para describir su reciente relación. Pero estaba seguro que lo que
estaba construyéndose entre él y Lyndon era algo único y fuerte.
Terminó de ponerse la ropa y le plantó un sonoro beso en la
mejilla a Lyndon en cuanto asomó la cabeza por la abertura de la
camiseta. – Ven, deja que te enseñe cómo increíble es mi familia. –
Otro beso, esta vez en los labios de Lyndon, y ambos están medio
jadeando cuando salieron del baño.
El padre de Levi estaba parado en la entrada de la sala, se
cernía como una mamá oso preocupada. Levi mantuvo una mano de
Lyndon entre la suya cuando se detuvieron delante de Henry. –
110 Padre, él es Lyndon Hines. Lyndon, mi padre, Henry Travis.
- Encantado de conocerte. – Dijo Lyndon, regresando la
intensa mirada de Henry. –
Tienes un hijo maravilloso.
- Lo tenemos. – Dijo la madre de Levi regresando de la cocina.
– De hecho, todos nuestros chicos son muy impresionante. A veces,
incluso en el buen sentido.
Henry rió y Levi gimió ante la broma de mal gusto, pero
Lyndon parecía inseguro de cómo reaccionar. Levi movió su boca
“Sólo sé tú mismo” antes de llegar a darle a su madre un abrazo. –
Dime que tú y papá no se quedarán mucho tiempo. – Le susurró al
oído.
Cheryl se echó a reír. – Por supuesto. – Se asomó y miró hacia
arriba y hacia abajo a Lyndon. – Bueno, puedo ver por qué Levi
estaría fascinado contigo. Soy Cheryl, y es mejor que seas bueno con
mi chico.
- Sí, señora. – Lyndon sonrió y estrechó la mano de Cheryl. No
ofreció un elegante cumplido para Cheryl, por lo que Leví estaba
agradecido. Su madre odiaba esas mierdas. – ¿Seré interrogado?
- Creo que lo ha adivinado. – Henry dijo después de reír y de
darle una palmada en la espalda a Lyndon. – Y sí, probablemente
por lo menos un poco.
- De acuerdo. Trataremos de no ser demasiado molestos al
respecto, pero... – Cheryl dejó escapar un largo suspiro. – Bueno,
Levi, recuerdas cómo, er, hablamos con Mark cuando Jenny lo trajo

111 la primera vez.


¡Oh, mierda! – Uh, sí. – Pobre Mark había parecido como si
quisiera correr. Jenny no había soltado su mano las dos horas que
había durado. Y Levi estuvo allí, también.
Lo cual, Cheryl, por supuesto, señaló. – Pensé que tomarías a
Mark afuera y le hablarías de hombre a hombre. – La forma en la
que lo dijo no dejó ninguna duda en cuanto a cómo la conversación
podría haber terminado… con los puños. Lo cual no era cierto.
Principalmente.
- No dije nada sobre pelear con Mark y tú lo sabes. – Levi se
quejó, apenas aferrándose a su temperamento. Lyndon no
necesitaba ser provocado cuando ya estaba tan nervioso. – Y sólo
hice lo que papá me dijo que hiciera, que era lucir intimidante.
- No me eches la culpa, estabas bastante dispuesto a hacerlo.
- Ambos aterrorizaron al pobre chico… joven hombre. – Cheryl
corrigió rápidamente. –Hasta la muerte. -No vamos a permitir que
nadie te pruebe, Lyndon.
Lyndon no pareció convencido. – ¿Y por qué soy una
excepción?
Henry se sentó en el sillón reclinable grande. – No lo eres, sólo
que no podemos ver quién podría llegar a intimidarte. Eres un tipo
grande.
Levi tiró y Lyndon se sentó en el sofá con él. Lyndon era de un
tamaño adecuado, en su opinión, pero no lo comentó a menos que
sus padres tuvieron otro siniestro plan bajo la manga. Como sacar

112 un gráfico y empezar a marcar ventajas y desventajas con respecto a


la idoneidad de Lyndon. Esto es lo que viene de tener una familia
unida. Palmeó la pierna de Lyndon para tranquilizarlo, esperaba.
- Además, Jenny estaba realmente muy enojada con nosotros,
después del... interrogatorio. Reconocimos que probablemente
estábamos siendo sobreprotectores ya que era nuestro primer hijo
en enamorarse. – Cheryl se sentó en el brazo del sillón de Henry. –
Ahora, no estamos diciendo que ustedes dos están enamorados, pero
Levi no ha traído a casa un novio antes, y nunca conocimos a otros
cambiaformas, así que estamos doblemente curiosos.
- ¿Por qué? – Lyndon sonaba tan tranquilo que Levi tuvo difícil
detectar su mandíbula tensa y el pequeño tic. Levi quiso suavizar la
tensión y la contracción muscular, pero no estaba dispuesto a
mostrar los signos del malestar de Lyndon a su padre. Lyndon frenó
fuertemente sus emociones, ni siquiera dando una bocanada de
nervioso aire. Levi fue feliz de dejarle tener la comodidad de tal
auto-control.
- Bueno, sobre ti, principalmente, pero también de lo que eres.
Cheryl sonrió con tristeza. – No sabía que había otros tipos de
cambiaformas. Fuimos egoístas al pensar que los leopardos de las
nieves eran el único tipo, supongo. Honestamente, sin embargo,
nunca le di mucha importancia. He estado demasiado ocupada
amando y disfrutando mi vida… pero eso no significa que no quiero
saber sobre nuestro pasado.
Lyndon se relajó de forma mínima y puso su brazo alrededor
de los hombros de Levi. – No sé mucho acerca de cambiaformas,

113 Cheryl. Mi madre no era uno, y no conozco a mi padre.


Cheryl se inclinó hacia delante y por un segundo Levi pensó
que ella se levantaría y vendría a abrazar a Lyndon. No estaba seguro
de si debía sentirse aliviado por qué ella no lo hizo. – ¿No lo
conoces? Como, ¿quién es? o simplemente ¿no eres cercano a él?
- Bastante curiosidad, ¿no es así? – Levi intervino. – Pensé que
no sería un interrogatorio.
- Está bien. Entiendo por qué quieren saber estas cosas. –
Lyndon le sonrió y Levi supo que estaba diciendo la verdad. – Me
gusta que tu familia te ama lo suficiente como para ser intrusivos y…
– Lyndon le guiño un ojo a Cheryl –…rozar la mala educación.
- Rozar, mi culo. – Se quejó Levi. No podía decir quien se rió
más fuerte, su madre o su padre. – Este es un ejemplo de la teoría
que dice que el amor duele. O por lo menos el amor avergüenza.
Lyndon acarició la mejilla de Levi, después su oreja. – Alegrate
por tenerlos, Levi.
- Oh, me gusta eso, hijo. – Cheryl tarareó un poco y se apoyó
en el brazo de Henry detrás de ella. – Él incluso podría ser un buen
partido.
Levi quería decirle a ella que quitara el “podría", pero no vio en
sus ojos el brillo burlón y lo dejó pasar. En cambio, dirigió su
atención a Lyndon. – ¿Quieres que los corra?
A Lyndon le tomó unos segundos contestar, pero sonó seguro
una vez que lo hizo. – No, creo que tal vez tengo que hablar de mi
padre y por qué he estado huyendo durante tanto tiempo.

114
Capítulo 14

Si se trataba de una necesidad de pertenencia, o simplemente


ser capaz de hablar libremente acerca de su pasado, Lyndon no
podía decir, pero necesitaba hacerlo. Las palabras brotaron de él,
casi como si hubieran sido retenidas con tanta presión por
mantenerlas dentro que se habían vuelto demasiado grandes para
ser restringidas por más tiempo.
Lyndon empezó a hablar, sus ojos saltando de Cheryl a Henry,
después a Levi y retrocediendo nuevamente. – Mi padre es, al
parecer, un hombre muy rico. También es muy territorial, y cuando
lo conocí, no fue lo que se dice un enfrentamiento amistoso. Él me
atacó cuando yo era un niño asustado por que su madre acababa de
morir. Y me arrebató el único lugar familiar que había conocido.
La piel normalmente blanca de Cheryl había empalidecido, y
Henry la tiró en su regazo, cuando Lyndon habló. Su voz tenía un
ligero temblor cuando dijo. – ¿Qué clase de padre haría algo tan
terrible? ¿Qué edad tenías?
- Uno cruel, y yo tenía diecisiete años, casi un adulto. –Lyndon
se acomodó un poco más cerca de Levi. – Mi madre luchó con un
115 trastorno bipolar durante el tiempo que puedo recordar. Ella fue
repudiada por su familia a causa de ello, ella me lo dijo una vez. Su
nivel era... eran tiempos peligrosos para ella y, a veces para mí, pero
no era una mala persona. No era una mala madre. Ella estaba
enferma, y no hubo nadie o forma de conseguir la ayuda que
necesitaba.
Levi notaba que Cheryl quería preguntar cómo había muerto la
madre de Lyndon, pero la cortesía la retuvo. – Primero, no eras un
adulto, y punto. La edad no nos hace adultos, o no en mi opinión. No
puedo imaginar... – La voz de Cheryl se quebró y se aclaró la
garganta. – Siento que hayas tenido que pasar por la pérdida de tu
madre solo. Es horrible que su familia le diera la espalda por una
enfermedad que no ella no podía controlar. ¿Cómo lo hiciste después
de su muerte?
- El día que la encontré... – Lyndon tragó saliva y volvió la
mirada hacia la mano de Levi. – Todo está borroso, lo que
probablemente es mejor. Me levanté para ir a la escuela, y fui a ver
cómo estaba. Estaba... Era como si estuviera dormida, a excepción
de sus ojos… – Dolía recordar, era probablemente la razón por la que
no recordaba mucho ese día horrible. – La causa oficial de la muerte
fue clasificada como causas naturales. Nunca descubrí lo que
significaba cuando una mujer de 36 años se va a dormir y nunca se
despierta. No parece natural para mí.
- Lyndon.
Se obligó a mirar a Levi y se dijo que no había vergüenza en la

116 forma en que sus ojos brillaban con lágrimas no derramadas. Levi
rodeó el cuello de Lyndon y tiró de su cabeza cerca hasta que sus
frentes se tocaron. – No tienes que seguir hablando. Odio verte
sufrir.
Lyndon sacudió su frente en Levi, pequeños movimientos, pero
reconfortantes. – Realmente nunca llegué a hablar de algo así antes,
Levi. Ayuda… aunque duele. – De hecho, cuanto más hablaba, más
ligero parecía sentirse, a pesar de que dolía. Finalmente lloró de una
manera que no había podido antes. Otra banda de acero emocional
derribada en su interior.
- Un donante anónimo pagó por un funeral muy básico. –
Lyndon suspiró y extendió sus piernas para tomar la mano de Levi.
– Sospecho que fue mi padre, Cole Tavares, quién pagó por ella.
Fuimos sólo yo y el vecino, junto con algunas personas que no
reconocí en el funeral. Uno de ellos resultó ser mi padre.
- ¿Entonces, tuvo el coraje de aparecer? – Henry gruñó,
sonando muy parecido a un cambiaforma, a pesar de que no lo era.
Lyndon asintió. – Sí. Él me llevó aparte después, me llevó de
vuelta a la casa que había conocido por años, y luego empezó a
golpear la mierda fuera de mí. Entonces me dijo que retuvo la
hipoteca de nuestra casa, y me dio un cheque antes de sacarme de
San Antonio y me tiro en una zona donde se habían encontrado los
cuerpos de las víctimas de algunas pandillas hace algunos años.
Recuerdo golpear el suelo, así que vi la cara de un canoso viejo
inclinado sobre mí. Su nombre era Grady Marks, y él es la razón por

117 la que hoy en día todavía estoy vivo. Creo que me habría dado por
vencido sin él.
Cheryl se puso de pie y caminó antes de sentarse a su lado. Ella
le tocó el brazo, pero no empujó algo más cariñoso, lo que estaba
bien con Lyndon ya que no la conocía o Henry en absoluto, de
verdad.
- Creo que aún habrías estado aquí. – dijo Cheryl. – Podrías
haber tenido un camino más accidentado, pero lo habrías
conseguido. Eres un hombre joven y fuerte, Lyndon. No esperaría
que Levi se enamorara de alguien que no lo es.
¿Era la bendición de los padres lo que las parejas siempre
estaban esperando? Lyndon creía que lo era. Y Cheryl le estaba
dando una mirada que no sabía cómo interpretar, pero le recordó la
manera en que su madre lo miraba, apacible y afectuosa, y que
extrañaba, tanto, demasiado.
Se inclinó y besó la mejilla de Cheryl, esperando no estar
leyendo demasiado en su expresión. – Gracias.
Cheryl le apretó el brazo. – Si alguna vez necesites hablar,
Lyndon, estamos aquí. – Se levantó después de tocarlo. – Ahora, nos
estamos acercado peligrosamente a ser agradables. – Cheryl le guiñó
un ojo. – No quisiera arruinar nuestra reputación como los grandes
y malos interrogadores.
- Demasiado tarde. – Levi canturreó. – Tú y papá ya han
expuesto su dulzor empalagoso interior, y ahora Lyndon sabrá que
son unos grandes blandengues. Si no eres agradable con él, se le

118 comunicará al resto de novios o novias que mis hermanos traerán en


algún momento.
A partir de ahí, las conversaciones fueron mucho más ligeras.
Lyndon se sintió aliviado en cierto modo, pero también pensó que le
gustaría hablar con Levi sobre su pasado en algún momento, quizás
una vez que pasaran más tiempo juntos.
También disfrutó viendo cómo Cheryl y Henry eran uno con el
otro. Su amor era tan evidente como su respeto por el otro. Lyndon
se preguntó sobre eso, ya que Cheryl era un cambiaforma y Henry no
lo era, habría algún tipo de desequilibrio de poder, por ejemplo,
cuando Cheryl era más como el jefe y Henry el trabajador obediente,
pero parecía que tenían una verdadera asociación, equitativa y
amorosa. Lyndon quería eso, y lo quería para él y Levi.
Esta noche, pensó que podría ser posible.
- Realmente creo que me gustarán tus padres. – Le dijo a Levi
después que Cheryl y Henry se fueron.
Levi hizo un sonido de exasperación y se echó sobre el sofá. –
Ya te gustan, ¡los amaría aún más si no se quedaran tanto tiempo!
Lyndon rió y tomó a Levi. – No puedes amarlos más de lo que
ya lo haces. Sabes lo geniales que son.
Levi se acercó y entró en sus brazos con un movimiento fluido.
– Tienes razón. Ahora, por qué no me llevas a la cama y me muestras
lo genial que eres.
- Suena como la mejor sugerencia que he escuchado en toda la
noche.

119
Capítulo 15

El cuerpo caliente extendido sobre él era una delicia para


despertar. Levi abrió los ojos, ansiosos por ver a Lyndon. Que
Lyndon no hubiera empacado y se hubiera ido después de ser
interrogado por los padres de Levi era una especie de milagro. Una
vez que Lyndon les había hablado, y a Levi, de su pasado, los padres
de Levi casi habían proclamado a Lyndon como su hijo. Un poco
vergonzoso, pero sólo... genial.
Levi se tomó un momento para apreciar cómo el peso de
Lyndon se sentía. Levi estaba acostado sobre su espalda, y Lyndon
tenía un brazo y una pierna sobre de él. También estaba un poco
sobre su estómago y un poco sobre Levi. La dura prensión de la polla
de Lyndon sobre su cadera definitivamente era prometedora. Levi
cautelosamente deslizó la mano por la espalda de Lyndon, su toque
ligero como una pluma trajo escalofríos en la piel de Lyndon. Levi no
podía imaginar no tener a sus padres alrededor. Tener que huir de
su padre, ver morir a su madre… simplemente, no. Esto hizo que su
corazón doliera al pensar en lo que Lyndon debió haber sentido. Si
por él fuera, Lyndon nunca se sentiría indeseado de nuevo.
120 Y ahora con la familia de Levi apoyando a Lyndon… si aún no
lo hacían, lo harían pronto, la abuela Marybeth lo vería, tal vez
podrían averiguar quién estaba cazando a Lyndon, y por qué. Levi
concordó con Lyndon que quien fuera parecía sólo querer sacarlo de
cualquier lugar cada vez para jugar con él, Levi se alegró de que
fuera todo lo que había sido hasta entonces. De lo contrario, la noche
en Pennsylvania de la que Lyndon le había hablado... Levi se
estremeció y sacudió la cadera de Lyndon. No quiso pensar en lo que
podría haber sucedido entonces, tampoco.
- Qué… – Lyndon gimió y abrió un ojo. El sol que entraba por
la ventana hacía que el iris dorado luciera salpicado de manchas
oscuras y con toques de ámbar. Ese ojo arrugado en la esquina
exterior y Lyndon chocó su polla contra la cadera de Levi. – Buenos
días.
- Sí, lo es. – Dijo Levi, seguro que parecía orgulloso de
pronunciar siquiera esas tres palabras. Su culo estaba dolorido, su
cuello rígido y algunos lugares de su cuerpo estaban calientes, donde
los arañazos que Lyndon había dejado, hormigueaban. Lujuria
engrosó la polla de Levi, llenándola por completa. Considerando que
habían estado frotándose entre sí durante la noche, un lento y suave
apareamiento, totalmente opuesto a la primera vez que habían
compartido en el bosque, entonces Lyndon le había chupado el
cerebro de Levi por su polla, un par de horas más tarde. Levi estaba
un poco sorprendido de que pudiera conseguirlo de nuevo. Pero lo
era.

121 Levi empujó a Lyndon sobre su espalda, sonriendo por la


manera en la que la gruesa polla del hombre dio una palmada en su
vientre. Levi sabía cómo ese monstruo se sentía al dividir su culo,
cómo se sentía en su mano y el calor en ella, pero no sabía e iba a
averiguar cómo se sentía contra su lengua.
- Haré de esta una mañana muy buena, también. – Levi
murmuró mientras empezaba a besar el cuello de Lyndon.
- Sí, hagamos eso. – Las manos de Lyndon estaban en su pelo,
sus dedos temblorosos mientras empujaba la cabeza de Levi.
Levi pellizcó la piel caliente debajo, en la cual podía sentir el
pulso Lyndon. Luego selló los labios a su alrededor y chupó cuando
el aliento de Lyndon se atoró, y esas manos dejaron de empujar y
comenzaron a presionar. Levi se habría reído si su boca no estuviera
ocupada en otra cosa.
Lyndon pasó una mano por la nuca de Levi hasta que tocó la
marca de la mordida. Frotó, y hora fue Levi quien perdió el aliento.
- Te gusta esto, ¿no es así?
Como si Lyndon necesitara preguntar. Levi se movió hacia
donde podía conseguir un poco de contacto con la pierna de Lyndon.
Deseaba desesperadamente frotar su polla.
- Por qué no traes tu excitación mañanera aquí en lugar de
frotarla en mi pierna. – Sugirió Lyndon.
Levi levantó la cabeza lo suficiente como para decir. – Bien. –
Entonces hizo un 180 grados5 en un tiempo récord.
Lyndon agarró sus caderas y tiró. – Trae tu culo hasta aquí. No
puedo pensar en una mejor cosa para comer en el desayuno.

122 Como iba a discutir eso. Levi había sido bordeado una sola vez
antes, otro experimento con Yancy y no fue bueno, tampoco.
Escuchando “puaj” y “¿por qué la gente hace esto?” No me importa

5
Significa revertir radicalmente una decisión u opinión.
si está limpio, todavía puede haber gérmenes” fue sólo un total
fracaso. Levi estaba tan ansioso que golpeó la nariz de Lyndon.
- Con cuidado. – Dijo Lyndon, sonando divertido. – Relajate.
Levi lo hizo y fue recompensado por un áspero lametón en su
agujero. – Oh Dios, ¿cómo se supone que te chuparé cuando haces
eso?
Una ráfaga de aire caliente en su agujero, y luego otro lamida y
Levi cayó sobre sus codos y gimió. La polla de Lyndon estaba allí,
grande y goteando, y sin importar lo que estaba sucediendo con su
culo, Levi no pudo ignorar el eje.
Levi la levantó desde la base, luego puso una franja húmeda
sobre la cabeza. El sabor fuertemente salado de Lyndon golpeó su
lengua, al mismo tiempo que la lengua de Lyndon se clavó en el
pliegue de Levi. Sus jadeos fueron casi simultáneos. Levi abrió los
labios y chupó la corona en su boca. Cuando Lyndon extendió más
sus nalgas y comenzó a ir seriamente hasta el centro del agujero de
Levi.
Levi dejó caer la barbilla hacia abajo y sorbió la polla de
Lyndon, haciendo un desastre babeante y ruidoso. Quería que
Lyndon escuchara y sintiera lo que Levi estaba haciendo con él. Levi
tomó la longitud de Lyndon en su garganta y tragó cuando ahuecó

123 las bolas peludas de Lyndon.


La reacción de Lyndon fue instantánea. Él se removió y enterró
su polla una fracción más profunda, lo que le dificultó respirar.
Excitó a Levi casi tanto como el raspado de los dientes en su tierno
agujero. Cuando se balanceó para conseguir más de Lyndon en su
boca, deslizó la polla de Lyndon, chupando duro y arrastrando un
gemido de Lyndon que vibró contra la apertura de Levi. Levi flexionó
su lengua sobre el frenillo de Lyndon y dejó que sus dientes agarran
el borde de la corona. Lyndon elevó sus caderas y jaló el culo de Levi
hacía abajo antes de hundir, lo que tenía que ser por lo menos un par
de dedos en el agujero de Leví.
Levi balbució, su boca y culo llenos, por lo que comenzó a
moverse, encontrando un ritmo que casi sacó los dedos de Lyndon
cuando engulló profundamente su polla. Levi sólo chupaba el glande
esponjoso y empujó su culo hacía atrás, enterrándose
profundamente en los dedos de Lyndon.
Lyndon apretó y golpeó las nalgas de Leví, lo que le hizo
desesperado por venirse. Levi gimió alrededor de la polla en su boca
y se dedicó a volver loco a Lyndon. Lamiendo, chupando, usando sus
dedos y dientes, girando y tirando de las bolas de Lyndon, Levi
utilizó todo lo que tenía. Cuando presionó los dedos sobre la piel
sedosa debajo del saco de Lyndon, él se empujó con tanta fuerza que
casi tiró a Levi.
Pero Lyndon lo sostuvo, manteniendo su brazo alrededor de
las caderas de Levi, entonces estampó su boca caliente en las bolas
de Levi y sus dedos empujaron más profundo, el aumento de la

124 intensidad del estiramiento diciéndole a Levi que tenía un infierno


de mucho más de dos dedos en su culo. Aspiró con fuerza y Lyndon
masajeó su próstata desde fuera, mientras que Lyndon masajeó su
interior. Levi se sacudió y bombeó sus caderas, ondulándolas y
gimiendo finalmente cuando Lyndon pellizcó la corona de su polla.
Levi se vino con tanta fuerza que le dolía, el primer disparo
salió propulsado de su polla y disparó con fuerza suficiente que el
impacto resonó en los oídos de Levi. Entonces no oyó mucho al lado
de sus propios maullidos mientras vaciaba sus bolas dentro de
Lyndon.
Una vez que Levi pudo respirar, pensar, se sentó y se deslizó
alrededor hasta que pudo acomodar la polla de Lyndon en su
agujero.
Lyndon se movió debajo de él, y luego golpeó la cadera de Levi
con un condón. – Pónmelo.
Levi tomó la lubricada goma y la rodó lentamente sobre el eje
de Lyndon, lamentando que no sentiría el caliente semen de Lyndon
en sus entrañas. Tal vez, si se realizaban las pruebas, pero Levi no
estaba seguro de cómo o si la prueba podría suceder. Lo último que
cualquiera de ellos necesitaba era ser arrestados por tener el ADN
alterado. Dejando de lado el problema de cómo realizarse la prueba
por ahora, Levi frotó la polla de Lyndon contra su culo.
- Sí, móntame justo así. – Lyndon lo instó, apoyando sus
manos en las caderas de Levi.
- Lo haré, volaré tu mente. – Levi sostuvo la polla de Lyndon
desde la raíz y lentamente se hundió. La quemadura fue maravillosa,

125 la añadidura de un poco de dolor, que Levi amaba, hizo contraerse a


su polla. Levi miró a su eje. No sucederá, amigo. Se echó hacia atrás
y retiró su mano mientras llenaba su culo, tomando la polla de
Lyndon tan rápido como pudo. – Ahhh... – Levi dejó caer su barbilla
a su pecho y puso sus manos sobre el colchón y comenzó a montar a
Lyndon, desesperado por oír su grito cuando él llegara a su clímax.
Las uñas de Lyndon trajeron fuego a las caderas de Levi,
clavándose en su piel. Levi volvió la cabeza lo suficiente para ver la
punta de las negras uñas penetrarlo. Levantó su mano para
pellizcarse el pezón, y Lyndon se sentó. En un instante, Levi estaba
sobre su estómago, su brazo atrapado bajo él cuando Lyndon gruñó
y empujó su polla de nuevo en el agujero de Leví.
- Mierda, sí. – Susurró Levi, deseando venirse nuevamente.
Lyndon estaba follandolo tan fuerte, tan profundo, tan perfecto que
Levi no podía hacer otra cosa que tratar de empujarse con cada
embestida.
- Haré que te vengas de nuevo. – Lyndon gruñó en su oído.
Remató la promesa con una mordida a la concha de la oreja de Leví.
Lyndon se apoyó sobre los hombros de Levi y Levi descubrió lo que
significaba tener realmente su culo arado.
Gimió cada vez que Lyndon le penetró, lloriqueó y suplicó por
más cada vez que se retira. Su polla se endureció, dolía cuando
Lyndon lo embestía. Las respiraciones de Levi eran cortas, poco
profundas, el peso de Lyndon le impedía inhalar profundamente.
Lyndon maldijo y se levantó sobre sus rodillas, anclando un brazo

126 bajo Levi para tirar de él para arriba también.


Lyndon puso su otro brazo alrededor del pecho de Levi,
arañando su camino en el cuello de Levi. Cerró la mano sobre el
frente, sin apretar demasiado, pero dando la idea de que podía, que
Lyndon pudiera optar por cortar su respiración era más
estimulación, oscuramente excitante y Levi tenía que llegar a su
polla, sólo un poco sorprendido al encontrarla dura.
- Hazlo. – Lyndon ordenó, y apretó su palma en el cuello de
Levi. – ¡Ahora!
Empujó y llenó a Levi tan completo, tan perfecto, que deseó
que Lyndon nunca se detuviera.
Levi difundió el pre-semen en su corona hacia abajo tanto
como pudo. Lyndon lo follaba tan duro que la mano de Levi se
deslizó en la punta y sabía que ambos estarían magullados para
mañana, si no antes. Lyndon apoyó una mano, cerrándola a su
alrededor, lo que le permitió capturar la polla de Levi en un férreo
control como el acero. Levi dejo que Lyndon marcara el ritmo, duro,
rápido, igualando la forma en la que Lyndon estaba perforando su
culo.
Lyndon tiró del cuello de Levi ladeándolo y mordió el punto
sensible donde se une el hombro y el cuello.
Levi gritó, el dolor mutando en placer, tan intenso como para
soportarlo. Su polla palpitaba y brotó semen de ella.
- Joder, sí. – Lyndon dijo con voz áspera contra el cuello de
Leví, y luego maldijo de nuevo y metió su polla en una, dos veces
más.

127 El calor inundó el culo de Levi a través del condón, sintió el


semen de Lyndon en su interior tan caliente como el suyo cuando
salpicó su mano.
- Oh, Dios mío. – Murmuró Levi cuando dejó de temblar. – Tú
me vas a matar. Muerte por orgasmo.
- Tú y yo. – Lyndon dijo. – Pensé que se iba a detener mi
corazón. Ven aquí. – Retrocedió, llevándose con él a Levi.
Levi gimió cuando la polla de Lyndon se deslizó libre.
Después de unos minutos para controlarse, Levi se dio la
vuelta y miró a Lyndon. Tenía los ojos abiertos, sus labios curvados
en una cálida sonrisa. Lyndon acomodó un mechón de pelo detrás de
la oreja Levi. Fue un gesto de ternura, que le aseguró a Levi que
había más para ellos, que sería más que una follada. No es que no
amara esa parte, sin embargo, pero también quería que ambos
disfrutaran de muchas otras cosas juntos.
- ¿Cuál es el plan para el día? – Preguntó Lyndon.
Levi pensó en los pedidos que tenía que terminar. – Tengo una
silla que hacer, pero probablemente deberíamos tomar una ducha y
comer algo primero.
Lyndon asintió. – Sip. Apuesto que habrá más miembros de tu
familia viniendo, también. Aún no conozco a tus hermanos Drake y
Orion. Óscar probablemente me amenazará con ser disecado al
menos una vez.
Levi resopló. – Sí. Tienes suerte que mi hermana Jenny y su
esposo Mark vivan en Colorado Springs. A pesar que ellos
aparecerán este fin de semana.

128 - Probablemente. Tienes una buena familia. – Lyndon dijo


bruscamente.
Levi sonrió y dejó caer un beso en los labios de Lyndon. – Sí, lo
son y los compartiré, si quieres.
La sonrisa que estas palabras trajeron a la boca de Lyndon
valía todo lo que Levi tenía.

129
Capítulo 16

Lyndon no estaba tan equivocado con Oscar. El hombre


apareció golpeando la puerta del dormitorio y despertando a Lyndon
y Levi de un sueño profundo. Levi gritó y golpeó la nariz de Lyndon
con el codo.
- Auch. – Lyndon murmuró, presionando su nariz. Sus ojos se
humedecieron cuando Oscar agregó un chillido a su grito mañanero.
- ¡Levántate! ¡Tienes que terminar el pedido de Aberdeen!
- ¡Idiota! – Levi murmuró. Se dio la vuelta a su lado y jadeó. –
Mierda, ¿estás bien? ¡Lo siento! ¡No quise pegarte!
Lyndon atrapó la mano de Levi antes de que pudiera meterla
en la nariz de Lyndon. – Está bien. Simplemente hazlo callar ya.
- Abriré la puerta a la cuenta de cinco. – Oscar advirtió.
Levi salto de la cama como si fuera catapultado. – ¡No tienes
una llave, y estamos despiertos gracias a todo el escándalo que estás
haciendo!
- No necesito una llave, puedo forzar la cerradura.
- Jodidamente desaparece. – Levi susurró mientras tomaba un
par de pantalones vaqueros del armario.
130 - Te escuché, Levi. – Oscar gritó a través de la puerta. – Sólo
por eso, prepararé el desayuno solamente para tu novio.
- Yo tendría miedo de comerlo, considerando las amenazas que
has hecho. – Lyndon se aseguró de decirlo lo suficientemente alto,
Oscar no tendría ninguna duda de que quería ser escuchado.
Hubo un momento de silencio, y luego. – Eres más inteligente
de lo que pensaba. – Oscar dijo. – Pero la abuela Marybeth me
arrancaría la piel, y ya que no quieres mutilar a mi hermano o
abandonarlo de nuevo, podría reconsiderar el asunto de la
taxidermia.
Lyndon aún no estaba seguro que Oscar hubiera estado
bromeando sobre la taxidermia para comenzar. Se inclinaba en creer
que Oscar no lo estaba, así que tomaría lo que sea para conseguir
una ofrenda de paz. Escuchó los pasos de Oscar golpeteando y salió
de la cama. Sus ropas de ayer eran todo lo que su acosador no había
marcado, así que comenzó a recoger sus vaqueros sólo para ser
detenido cuando Levi le dio un montón de ropa.
- Aquí, tengo pantalones deportivos y camisas. Los calcetines y
ropa interior están en el cajón. – Levi tiró una camisa verde de
aspecto maltrecho por encima de su cabeza, y luego le levantó una
ceja a Lyndon. – Mejor iré a la cocina antes que Oscar intente
cocinar. La última vez prendió fuego a la estufa.
Lyndon levantó una ceja. – Espera, ¡no te puedes ir ahora sin

131 explicar cómo Oscar prendió tu estufa en llamas!


- Permíteme decir que, aunque mi hermano es brillante, no
sabía que se debe ahogar el fuego con grasa en lugar de verter agua
sobre él. – Levi fue hacia la puerta y, desde el sonido de la misma,
corriendo a la cocina.
Lyndon se habría reído del error de Oscar si no hubiera hecho
lo mismo. Claro, había sido un muchacho de once años tratando de
hacer la cena, con la esperanza de conseguir algo de comer para su
madre.
- No vayas allí. – Esos eran los recuerdos en los que Lyndon no
quería perderse en este momento. Se acercó a la cómoda y encontró
el resto de la ropa que necesitaba.
Después de terminar de usar el baño, Lyndon comenzó a girar
en el lavabo cuando escuchó que llamaban a la puerta principal.
Reconoció la voz de Henry y Cheryl, los padres de Levi y Oscar, pero
no al otro par de voces masculinas. Lyndon no podía entender lo que
decían, pero había algo en los tonos bajos que hacían que su piel
picara. Cogió la pasta de dientes y, al no encontrar un cepillo de
dientes extra, usó el de Levi para deshacerse de su apestoso aliento
mañanero. Lyndon se vistió rápido, satisfecho porque los
pantalones de deporte y camisa eran sólo un poco ajustados. Levi no
era mucho más pequeño que él.
Lyndon se salpicó la cara un par de veces y le dio a la ducha
una mirada nostálgica antes de tratar de eliminar la pelusa de su
pelo. Por lo menos no estaba por todo el lugar, como lo usaba
cuando solía vivir en Dallas. La humedad nunca había fallado en

132 rizar al extremo su cabello. No hay suficiente productos para el


cabello en todo el mundo para combatir la humedad de Texas.
Satisfecho de lucir tan presentable como fue posible, Lyndon
respiró hondo y se instó a ser un hombre. No pudo evitar sentirse un
poco intimidado por la familia de Leví. No es que pensara que iban a
echarlo, esperaba que no lo hicieran, pero no tenía mucha
experiencia interactuando con la familia. Sólo había sido su madre, y
ella estaba perdida en su propio mundo la mayoría de las veces en
los últimos años. Luego conoció a su padre…
Deja de dar rodeos.
Risas resonaban desde la cocina cuando Lyndon entró en la
sala. Dudó, incómodo por un momento y no queriendo molestar. No
lo sorprendió del todo cuando Levi apareció en la puerta de la cocina
casi de inmediato. La suave sonrisa que el hombre llevaba hacía
juego con el suave resplandor de sus verdes ojos. Lyndon dejó de
preocuparse sobre cómo y si encajaría cuando Levi le extendió la
mano.
- Todo estará bien. – Dijo Levi tan quedo que Lyndon tuvo que
esforzarse para oírlo, pero apostaría a que la familia de Levi escuchó
con esos agudos sentidos que retenían en su forma humana. – Ven a
conocer el resto de la familia. Bueno, no todo el resto de ellos, pero a
mis otros dos hermanos. Me imagino que conocerás a Jenny y Mark
pronto.
Fue agradable, la mano de Levi en la suya. Lyndon nunca había
sido grande en las demostraciones públicas de afecto, pero no
estaban en público, e incluso si lo hubieran estado, quería tener la

133 intimidad del simple toque.


- Te tomó bastante tiempo. – Oscar dijo, agarrando una
rebanada de tocino de un plato en la mesa.
Henry dio unas palmaditas en el cuello de Oscar cuando le
sonrió a Lyndon. – Ignoralo, y él será feliz de traernos el desayuno.
Levi puede cocinar, pero él no tiene mi receta para las galletas de
mantequilla.
Un plato de cerámica roja que Henry sacó del horno estaba
lleno de humeantes galletas calientes y el olor flotando fuera de ellos
era digno de babear. La boca de Lyndon se hizo agua cuando Henry
puso las galletas sobre la mesa. Cheryl entró por la puerta trasera,
seguida por dos hombres jóvenes de aspecto estoico. Cheryl se veía…
¿preocupada? Lyndon no debió ser el único que pensó así porque
Henry y Oscar descendieron sobre ella.
- ¿Qué pasa? – Henry preguntó, mirando de Cheryl a cada uno
de los hombres detrás de ella.
Cheryl miró más allá de Henry a Lyndon, y Lyndon no necesitó
ningún sentido adicional para saber lo que diría a continuación.
Todavía lo golpeó como un puñetazo en el diafragma.
- Hay huellas de puma afuera, entre otras... evidencias de... la
presencia de otro gato.
Lyndon dijo lo primero que le vino a la mente, incluso si era lo
que menos quería, para sí mismo, de todos modos. – Debo irme. –
Quería a Levi y su familia a salvo.
- A la mierda con eso. – Levi espetó, trabando un brazo
alrededor de la cintura de Lyndon.

134 - Lo que él dijo. – Oscar murmuró, mirando hacia la puerta,


como si pudiera exterminar visualmente al acosador de Lyndon.
- ¡Cuida tu boca, Levi Allen! Y tú, Lyndon, no irás a ninguna
parte. – Henry se volvió totalmente hacia Lyndon. – Sabes que eres
bienvenido aquí, querido, incluso. ¿No crees que has encontrado
algo por lo que vale la pena luchar? ¿Alguien?
Lyndon lo miró, al resto de la familia que lo observaban
atentamente. Buscó en la mirada de Levi y Lyndon asintió. – Más
que una sola persona. – Tragó saliva alrededor del nudo de emoción
que amenaza con obstruir su garganta. – Hay toda una familia aquí
por la que vale la pena luchar. – Tal vez no eran su familia, aún no,
pero Lyndon quería que lo fueran. Quería ser parte de este grupo de
personas que se amaban y protegían mutuamente.
La sonrisa de Levi fue tan dulce que estremeció el corazón de
Lyndon extendiendo esa calidez a las yemas de sus dedos. –
Entonces, vamos a sentarnos y decidir un plan para poner fin a esta
mierda.
- Ese lenguaje, Levi. – Cheryl reprendió. Lo golpeó como había
hecho antes con Oscar.
- Ay. – Levi se quejó mientras se frotaba la cabeza.
- Y vamos a tener un agradable y muy buen desayuno familiar
antes de empezar a hacer frente a cualquier otra cosa. Pueden unirse
pero ella hizo planes con Betta.
- Betta es la hermana de Cheryl. – Explicó Henry. – Y la hija
menor de Marybeth. Ella vive en Colorado Springs.

135 Lyndon asintió y decidió que sólo tenía que hacer un árbol
genealógico. Sabía que Marybeth y su fallecido esposo, Vincent,
tuvieron varios hijos y realizar el seguimiento de sus hijos y así
sucesivamente sería un reto.
Cheryl se volvió e hizo un gesto hacia la mesa. – Drake, Orion,
ayuden a su madre a conseguir el resto de la comida en la mesa.
Los dos hombres detrás de Henry se hundieron en la cocina y
comenzaron a llevar platos cargados de tortitas y salchichas, así
como un gran tazón de salsa blanca cremosa.
- Drake es el único que se parece más a mí. – Levi le dijo a
Lyndon cuando lo empujó hacia la mesa. – Obviamente Orion
también se parece a nosotros.
- Hey. – Orion asintió a Lyndon.
Drake simplemente levantó su barbilla y empezó a reorganizar
los platos en un patrón que sólo él podía entender.
Lyndon pensó que la descripción de los dos hermanos se
aptaba. Drake podría haber sido el gemelo de Levi, si Levi fuera un
par de centímetros más bajo y su cabello un tono más claro y veteado
con trozos burdeos. Orion no tenía el cabello negro, pero era tan
oscuro que probablemente lo parecía en la luz ligera. Él también
tenía rasgos más duros, como si hubiera conseguido una dosis extra
de testosterona en el útero o algo así. En cuanto a las semejanzas,
parecía el más duro de los hermanos.
Henry comenzó a dar órdenes cuando trajo la mantequilla,
miel y mermelada a la mesa. – ¿Levi, Lyndon, pueden conseguir la

136 cubertería y los platos? Y Oscar, trae los vasos. Tu madre traerá la
leche y el café.
- Casi nos sentamos. – Levi dijo, obviamente pensando que
estaba a salvo de otro golpe, ya que las manos de su madre estaban
llenas.
- Ella dejará todas las cosas en sólo un segundo. – Lyndon
advirtió.
Henry y Drake se rieron, Oscar y Orión asintieron.
- Sí, sabes que ella sólo esperará por ti cuando menos te lo
imagines. – Henry dijo. – Vas a estar sentado allí, ocupándote de tus
cosas, y este pequeño ángel rubio va a sorprenderte y golpearte hasta
la semana que viene.
- Ángel mi trasero. – Cheryl bufó. – Pero el resto fue muy
preciso.
Las bromas ayudaron a quitar algo de la tensión de los
hombros de Lyndon y fue capaz de relajarse y disfrutar de la comida.
Los hermanos de Levi eran otra cosa. De hecho, todos los hijos de
Cheryl y Henry eran otra cosa. Levi pinchó y recibió tanto o más que
los otros tres chicos. Fue divertido de ver y una de las más
agradables, o tal vez humorística era más apta, comida que Lyndon
había tenido.
Pero la comida finalmente terminó, la camaradería y las
bromas se calmaron cuando Cheryl se aclaró la garganta. Lyndon
luchó contra el impulso de doblar las manos en su regazo como un
niño asustado. No tenía miedo, no para sí mismo. En cuanto a Levi y
su familia, Lyndon lucharía hasta la muerte para protegerlos.

137 - No va a llegar a eso. – Levi le dijo, poniendo una mano sobre


la de Lyndon.
Lyndon giró la palma de su mano, deslizando sus dedos entre
los de Levi mientras se perdía en los ojos de su hombre por un
segundo o dos.
- ¿No va a llegar a qué? – Drake preguntó con una voz casi tan
profunda como la de Levi.
Levi salvó a Lyndon de tratar de conseguir una explicación. –
Estaba pensando en voz alta, no importa.
Drake no parecía del todo convencido. – ¿Está pasando algo?
Es decir, entre ustedes que la familia deba conocer… más allá de lo
obvio. – Drake agregó cuando Levi empezó a reír. Drake hizo una
mueca, pero sus ojos tenían un brillo divertido. – En serio, la abuela
Marybeth no recuerda mucho. Nosotros realmente no sabemos
mucho acerca de lo que somos, así que si hay cualquier novedad…
- ¿No puedes oler su conexión? – Orion miró a Lyndon,
pinchándolo con una mirada oscura y firme. – Es como las
relaciones establecidas, como mamá y papá, y ellos sólo se han
acostado juntos. ¿Esto es algo puma?
Lyndon era incómodamente consciente de todo el mundo
mirándolo ahora, esperando una confirmación que él simplemente
no podía dar. Grady había pasado más tiempo enseñando a Lyndon
a ser un buen humano conviviendo con su naturaleza cambiaforma.
– No lo sé con seguridad, pero no lo creo. – Admitió. – Quiero decir,
a mi padre no parecía importarle un comino mi madre, y hasta
donde yo sé, nunca se casó.

138 Levi le estrechó la mano y Lyndon se inclinó hacia él un poco,


agradecido por la comodidad ofrecida por Levi. – Tal vez él nunca
conoció a la persona correcta. Por lo que sabemos, podría enamorase
mañana y podría no ser un total... idiota.
Lyndon deseaba poder creer la teoría de Levi, pero la verdad
era que no creía que su padre fuera capaz de amar a nadie más que a
sí mismo. Por otra parte, tal vez habían sido sólo Lyndon y su madre,
su padre lo había considerado odioso. Por mucho que lo intentara,
Lyndon no podía creer que el problema fuera él o su madre, no del
todo, al menos. Su padre lo había odiado a simple vista, sin
conocerlo. Cómo podía saber algo sobre la personalidad de Lyndon,
entonces, ¿cuándo su padre tuvo idea de qué clase de persona era
Lyndon?
- Simplemente no lo sé, pero lo dudo. Quiero decir. – Lyndon
miró a Cheryl. – ¿Puedes imaginar odiar a uno de tus hijos lo
suficiente como para amenazar con matarlos si no huyen? ¿Qué tu
territorio signifiqué mucho más como para que asesines a alguno de
ellos?
Cheryl estaba sacudiendo la cabeza antes que Lyndon hubiera
terminado. – No, nunca. En alguien que lo hiciera, habría más bestia
que hombre, ¿no crees? Pero tú no eres como él, controlado por el
puma, de lo contrario no estarías sentado aquí hablando con un
montón de otros gatos. Y dijiste que el tipo, Grady, te acogió y ayudó.
Por eso creo que está claro que hay cambiaformas puma que son tan
capaces como los que dejamos que el hombre tomé el control de la

139 bestia. No creo que tu padre se tome la molestia de hacerlo.


Capítulo 17

Levi no podía imaginar a alguno de sus padres siendo alguien


más que la gente amada que siempre había sido. Por lo demás, toda
la familia, primos, tíos y tías incluidos, eran muy cerca y se
apoyaban. Ser gay no era un problema, él y Oscar, así como sus
primos y tíos quienes eran gays, eran tratados igual que todos los
demás. Se preguntó si el padre de Lyndon lo odiaba por su
sexualidad, pero no podía entender al hombre por hacerlo.
- ¿Él lo sabe? – Preguntó Levi.
Lyndon frunció el ceño e inclinó la cabeza hacia un lado. –
¿Sabe qué?
- ¿Qué eres gay?
- No lo creo. Yo acababa de descubrirlo justo antes que mi
madre falleció. Aún no había hecho nada, nunca tuve un novio o
alguien para tontear cuando apareció mi padre. Creo que me odia
porque existo.
Oscar gruñó y cayó hacia atrás en su silla. – ¡Qué culo…
- ¡Oscar David Travis, cuida tu boca! – Cheryl amonestó,
lanzándole su hijo una mirada sofocante.
140 Oscar se encogió de hombros y se deslizó más abajo en la silla.
– Sí, señora. Lo siento. –
Oscar miró a su madre. – Pero, tienes que admitir que llamar al
hombre idiota no es exacto. Es mucho peor que un tipo que dice que
llamará y no lo hace, lo cual es un nivel mayor de idiotez en lo que a
mí respecta. Levi lo llamó idiota antes, pero él es mucho más
agradable que yo.
Cheryl no desistió del fuego en su mirada. – Sea como sea, no
tendré insultos en la mesa.
- Así que si sólo me levanto…
Henry se acercó y golpeó la nuca de Oscar, provocando un
grito del joven hombre. – Deja de ser un listillo antes de que te lleve
a fuera y te dé una paliza. No me importa si tienes 18 años, sigo
siendo tu padre y Cheryl sigue siendo tu madre y respetarás nuestras
reglas.
- Sí, señor. – Oscar se frotó la cabeza.
Levi tuvo que morderse la mejilla para evitar reírse, Orion y
Drake parecían estar haciendo lo mismo. No había manera que los
otros hermanos quisieran ser golpeados en la cabeza o reprendidos
como el hijo rebelde que Oscar había sido. Levi le dio un vistazo a
Lyndon y vio a su amante lograr mantener una cara seria, pero Levi
podía sentir su diversión. Levi volvió su atención a su madre cuando
ella se aclaró la garganta.
- ¿Estás seguro que el puma que te ha estado siguiendo no es
tu padre? – Cheryl le preguntó a Lyndon.

141 - No huele como él. – Lyndon dijo. – Y no se molestaría en


divertirse conmigo antes. Fue muy directo, puntualizando su
amenaza sacándome la mierda fuera. Usado sus garras, también. –
Agregó Lyndon, tocando el lado derecho de sus costillas.
Levi aún no había llegado a lamer cada centímetro de Lyndon,
pero lo haría, y si encontraba cicatrices donde se frotaba Lyndon...
Bueno, sólo tenía que hacer todo lo posible para ayudar a erradicar
los malos recuerdos asociados a esa área.
Su madre siguió preguntando. – ¿Y no tienes ni idea de quién
más podría ser?
Lyndon dejó de moverse y agarró el borde de la mesa en su
lugar. – No, señora, no lo sé. Como le dije a todos ustedes, el único
otro puma que he conocido fue Grady, y murió. Mi madre era
humana, pero ella sabía lo que yo era. – Lyndon respiró profundo y
luego exhaló lentamente. – La mayoría de las veces, por lo menos. A
veces, cuando no era estable, lo olvidaba, supongo. – Lyndon se
estremeció como deshaciéndose de los recuerdos del pasado. – De
todos modos, ni siquiera sé si tengo hermanos y hermanas. No es
como si pudiera preguntar.
- ¿El olor no es del todo conocido?
Levi se animó ante la pregunta, porque había una pizca de algo
importante en la voz de su madre.
Lyndon meditó por un momento antes de contestar. – E-es
difícil de decir. El olor es sin duda familiar para mí, pero creo que es
porque he estado oliéndolo durante meses.

142 - Sus sentidos no son tan agudos como los nuestros, cuando no
está en forma puma. – Levi señaló, y añadió. – Y cambia mucho más
rápido que nosotros. No sé si esto se debe a su raza de gato o qué.
Cheryl parecía pensativa por un momento, su mirada distante
cuando ella golpeteó rítmicamente sobre la mesa. – Hmm no lo sé
tampoco, pero ambos son interesantes. Me gustaría tener a alguien a
quien pudiera preguntar acerca de estas diferencias. ¿Sabes si los
pumas a los que conociste cambian tan rápido como tú?
- Sí. – Lyndon respondió. – Mi padre y Grady, ambos, al
menos tan rápido como yo.
Levi pensó que ahora podría ser el mejor momento para añadir
un poco más sobre las diferencias entre los cambiaformas pumas y
los leopardos de las nieves. – Creo que podría ser algo específico de
la raza. – Y ahora tenía la atención de todos. La mirada intensa de
Lyndon distraería a Levi si no tenía cuidado, así que a regañadientes,
Levi miró hacia otro lado, mirando a su madre en su lugar. – Puedo
experimentar una especie de sensación de lo que Lyndon siente,
pero él no puedo hacer lo mismo conmigo.
Lyndon sonrió, haciendo latir el corazón de Levi más rápido. –
No, no puedo, pero puedo leer sus expresiones. Dice mucho, incluso
sin hablar.
- Levi siempre ha sido un libro abierto. – Opinó Henry,
sonriéndole. – Lo que podría explicar por qué hemos visto tan poco
de él la semana pasada. – Entrecerró los ojos y su sonrisa
desapareció. – Y vamos a tener una conversación sobre esto,
muchacho. No puedo creer que no nos dijeras sobre tu encuentro

143 con Lyndon.


Levi estaba seguro de que rostro entero era rosa neón. No
podía imaginar alguien queriendo decirles a sus padres acerca de
follar con un desconocido. Sabía que su familia descubriría que
estaba desanimado y lo acosarían para sacarle la verdad, por lo que
pasó casi todas las horas en el trabajo o en el bosque, y porque
estaba esperando ver a Lyndon de nuevo.
Lyndon le dio a su mano un apretón tranquilizador. – Me
imagino que él no quería decirte lo que hicimos. Lo que pasó entre
nosotros fue sin duda personal, y para ser honesto, yo lo manejé mal.
Oscar resopló y Levi miró a su hermano. – No empieces.
Cheryl se giró a Oscar. – Lo sabías y no dijiste nada. – No era
una pregunta, y Levi no pudo evitar pensar que si Oscar se deslizaba
aún más en su silla estaría bajo la mesa. – No pienses que no estás
en problemas, también, hijo.
Levi le lanzó a Oscar una mirada solidaria antes de volver su
atención de nuevo a su madre. – La culpa es mía, mamá. Él sólo
estaba haciendo lo que le pedí que hiciera.
- Correcto. – Cheryl se burló, pero sonrió de tal manera que
decía que no estaba realmente enojada. – Porque todos sabemos que
Oscar es un joven tan maleable, nunca expresa una opinión propia,
incapaz de pensar por sí mismo... – Se interrumpió cuando se echó a
reír, y Levi no podía culparla. La descripción de Oscar era tan
imprecisa que desafiaba la lógica. Y mientras que Oscar tendía a ser
calmado y evitaba a la mayoría de la gente, no se refrenaba con su
familia, sobre todo su familia cercana.

144 - No, creo que él hizo lo que quería hacer, Levi. Tú no torciste
su brazo.
Oscar se quejó de ser perfectamente capaz de tomar sus
propias decisiones y Levi dejo el tema. Mimar a su hermano no era
algo que Levi hacía, no si quería evitar que Oscar sintiera que Levi lo
percibía como un debilucho. Tan sensible como Oscar era sobre sus
dedos desaparecidos y su corta estatura, Levi tuvo cuidado de no
hacer nada que minara aún más la confianza de Oscar.
Lyndon se retorció junto a él, poniendo sus manos sobre el
muslo de Levi. Levi acarició el dorso de la mano de Lyndon,
esperando que el pequeño toque ofreciera algo de consuelo. Lyndon
se sentía culpable, responsable por la masticada de culo6 que Levi y
Oscar seguramente tendrían. Levi se acercó y acarició con su nariz la
mejilla de Lyndon, sin molestarse en bajar la voz cuando habló, pero
manteniendo su voz suave. – Oscar y yo hicimos nuestras propias
decisiones. No hay razón para que te sientas mal por ello.
- Exactamente. – Dijo su padre con firmeza. – Nuestros hijos
saben que son responsables de sus acciones y palabras. Ahora… –
Henry miró severamente a Lyndon. – Particularmente no me gusta
como huiste y dejaste a Levi, pero considerando sus... reuniones...
debe haber sido intenso y, posteriormente, atemorizante, puedo
entender eso. – Levi se encontró siendo el receptor de ello e incluso
del ceño frunció de su padre. – Y no es que Levi se molestó en ir por
ti.
Lo cual era verdad, así que no tenía sentido discutir.
Henry se sentó sin dejar de mirarlos mientras Cheryl se hacía

145 cargo de la conversación. – En cuanto al vínculo que ambos tienen,


bueno, no he visto nada como eso antes. Me pregunto si es porque
ambos son cambiaformas. Nadie del resto de la familia se casó o
salió con otras razas de cambiaformas. Sería extraño si estuvieran
6
Regaño, bronca, etc.
con cambiaformas desde que los únicos que conocemos hasta hora
somos los integrantes de la familia.
- Esto tiene sentido. – Dijo Levi, pensando en la explicación
más probable. – Tal vez nuestros instintos nos ayudaron a encontrar
a la persona con la que estamos destinados a estar, en lugar de tener
que esperar y ver si encajamos. – Entonces deseo fundirse en la silla
cuando se dio cuenta de lo que acababa de decir. Prácticamente
proclamó que Lyndon y él serían una pareja de por vida. Estúpido,
considerando que no se conocían entre sí y…
La mano de Lyndon en su nuca causó que el pánico de Levi
incrementara otra raya. Levi no fue consciente de nada en ese
momento, además del toque de Lyndon, y se obligó a mirar al
hombre, temeroso de encontrar ira o incredulidad en su expresión.
Pero lo que encontró sacudió los bordes de su alma y calentó los
agujeros más oscuros de su ser.
Los ojos de Lyndon brillaban, un afecto que prometía un
futuro y vida en común. El suave beso sobre los labios de Levi calmó
sus temores. Él abrió la boca y le permitió a Lyndon entrar,
estremeciéndose cuando la lengua de Lyndon traspasó su boca.
- ¿Uh, chicos?
La voz petulante de Oscar penetró la niebla lujuriosa

146 inundando el cerebro de Levi. Lyndon gruñó suavemente, un


reconocimiento, tal vez, pero no terminó el beso de inmediato. En su
lugar chupó el labio inferior de Levi y lamió por completo,
convirtiendo a Levi en un montón de necesidad caliente, deseoso.
Las mejillas de Levi ardían, pero no de vergüenza cuando
terminó el beso. El deseo estaba calentándolo desde adentro hacia
afuera. Anheló doblarse sobre la mesa y entregarse a Lyndon, pero
no cuando su familia estaba cerca.
- Me recuerda a nosotros. – Su mamá murmuró, y Levi se
arriesgó a mirar ya que ella parecía feliz y no molesta con su
exhibición.
Levi medio había esperado obtener lecciones sobre modales en
la mesa, y nada que ver con el hecho de que estaba siendo besado
por un hombre. Esperaba que alguno de sus hermanos los instaran a
mostrar cierta moderación sin importar la pareja sexual. Pero su
madre estaba sonriéndole suavemente a su padre, quien estaba
asintiendo con la cabeza y mirando a Cheryl en una forma que hizo a
Levi querer correr de su casa a sus padres. El deseo entre los dos
había sido siempre evidente, como era su amor, pero aun así, sólo
había un par de cosas que los chicos no querían pensar, como a sus
padres teniendo acción.
La sonrisa tranquila de Lyndon tenía a Levi girando hacía él en
lugar cuando Drake les dijo a sus padres que consiguieran una
habitación. – Es bueno saber que tus padres se aman. Los míos,
obviamente, no lo hicieron. Te dije acerca de nuestro único

147 encuentro. Él dijo cosas horribles sobre mi madre entonces, cosas


que duelen más que sus garras o dientes, peor que su odio hacía mí.
De lo que dijo de mi madre, me pregunto por qué nunca se dignó a
hablar con ella en primer lugar.
- ¿Qué quieres decir? – Preguntó Levi, aunque él creía que
sabía.
La respuesta de Lyndon confirmó las sospechas de Levi.
- Dijo que ella era una loca perr… – Lyndon se detuvo y se
disculpó con Cheryl con la mirada. – Er, él dijo que ella estaba loca y
que debería haberse suicidado antes de tenerme. Y que si él habría
sabía que era inestable, nunca hubiera tenido sexo con ella.
Entonces él me dijo que iba a terminar tan loco como ella, pero lo
haría fuera de su territorio. No había mucho más, dijo entonces. Él
sólo puso un cheque en el bolsillo de mis vaqueros después de
patearme y luego se fue.
- Jesús. – Levi susurró, dolido por Lyndon. – Nos lo dijiste
ayer por la noche, y aún me impresiona escucharlo de nuevo. Tienes
suerte de que no te mató.
Lyndon se encogió de hombros mientras empujaba la silla
hacia atrás. – Supongo que pensó que tenía razón, pero no era así,
obviamente. No tengo la misma enfermedad mental que mi madre
tenía. Perdón. – Se puso de pie y empezó a recoger los platos.
Levi y sus hermanos también se pusieron de pie y comenzaron
a limpiar la mesa.

148
Capítulo 18

Después de limpiar la cocina, Lyndon tomó la mano de Levi


entre las suyas y siguieron a Henry afuera. El olor golpeó a Lyndon
primero, lo que significaba que era fuerte ya que tenía estos sentidos
embotados cuando era un hombre. Entonces vio las huellas, huellas
de patas y lugares donde se restregó un puma, dejando su marca. El
hedor de las heces y la orina humedecieron los ojos de Lyndon y sólo
podía imaginar cuánto peor debía ser para Levi y su familia, con sus
sentidos más agudos.
- Hay rasguños en estos árboles, también. – Orion se refería a
varios árboles en el patio trasero de la cabaña. – Esto realmente me
molesta. ¡Viene aquí, marcando su territorio! ¡Su territorio! ¿Qué
piensa que somos, un montón de cobardes?
- Orion. – Henry replicó, mirando a un particular surco
profundo en un árbol. Pasó su dedo sobre él y parecía incrementar
su enojado. – Sí, es un insulto para todos nosotros, y un desafío
directo a Lyndon. Aunque nada me gustaría más que atrapar al
bastardo, tenemos que dejar que Lyndon decida el siguiente
movimiento, por ahora.
149 - Lenguaje, papá. – Dijo Drake inteligentemente, sólo para
girar arrepentido cuando Henry se volvió hacia él. – Lo siento,
señor. Mamá no está aquí, sin embargo, así que…
- Los oídos de tu madre son lo suficientemente fuertes,
¡probablemente nos escuchó y lo sabes! Y sigo siendo tu padre,
incluso si no estamos en la mesa. – Dijo Henry. – Harías bien en
mantener tus comentarios inteligentes para ti a menos que quieras
estar ayudando a tu madre a hacer la comida hasta el próximo mes.
Además, Oscar tenía razón. Imbécil simplemente no lo cubre.
Quienquiera que sea este tipo, es mucho peor que un imbécil.
Cheryl regresó de donde había estado siguiendo al puma. Le
hizo un gesto a Lyndon. –
¿Algo familiar en este olor?
Lyndon vio la anticipación en los ojos del hombre. Respiró
profundo, al igual que todos los otros que estaban allí. El olor del
puma era el mismo olor que lo había estado siguiendo. ¿Eso es lo
que quería decir Cheryl?
- Es el mismo cambiaforma que me ha estaba cazando. –
Ofreció, pero Cheryl simplemente arqueó una ceja. – ¿Qué? ¿Qué me
estoy perdiendo? – Olió de nuevo, como todos. Levi se puso rígido a
su lado.
Lyndon lo miró, esperando una pista.
- Cambia. – Levi sugirió.
- Muy bien. – Lyndon dudó sólo unos segundos antes de

150 desnudarse. Cheryl se volvió y todos los demás eran hombres. No


hay necesidad de sentirse avergonzado, argumentó. Nadie se opuso,
así que Lyndon no tenía problema con ello, además podría ser bueno
para ellos ver cómo cambiaba rápidamente en comparación con
ellos.
Lyndon cayó sobre sus manos y rodillas, cambiando casi al
instante. Vio la expresión de asombro en los rostros de Oscar, Drake
y Henry, después en la de Cheryl cuando ella lo miró. No estaba
seguro de poder sonreír en esta forma, pero estaba seguro de
probarlo.
Entonces Cheryl se acercó y le tocó la nariz. Lyndon inhaló y el
ofensivo olor del otro puma lo hizo querer matar al invasor. Silbó y
encontró las huellas que dejó en el suelo, cubriendo cada una,
arañando la tierra para ayudar a cubrir el otro olor. Los árboles que
marcó, se elevó sobre sus patas traseras encontrando que su alcance
superaba al intruso, lo que lo hizo ronronear felizmente.
Cubrió el olor de la orina después de casi una mirada de
disculpa a los otros, quienes simplemente le instaron a hacerlo.
¿Pero el excremento? No iba a dejar su desastre encima de otro.
Miró el material ofensivo y gruñó.
- Drake agarra una pala. – Dijo Levi, y Lyndon se sentía un
poco menos molesto, pero no mucho. – Lyndon, presta mucha
atención al actual olor del otro puma. No puedes oler…
- Levi, permítele tener un minuto para pensar en ello.
Levi no se veía feliz por eso, pero siguió el consejo de su
madre… u orden. Lyndon sospechaba que no era realmente una

151 sugerencia en lo absoluto. Lyndon cerró los ojos y atrapó el otro olor
en sus pulmones, sus tejidos nasales aún ardían por el mal olor. El
olor era familiar, lo sintió algunas veces y desaparecía por meses, así
que, ¿qué era lo que Henry y Levi esperaban que encontrara ahora?
Olió el ofensivo olor del puma, a pesar de que había cubierto los
restos dejados. Pero había algo… Lyndon abrió los ojos y cambió,
asustado por el reconocimiento, una vez que se estrelló contra él.
El olor era familiar, sí, y nunca había prestado suficiente
atención antes. Siempre pensó que estaba recogiendo su propio olor,
¿y por qué no?, junto con el de su acosador. Y lo era, hasta cierto
punto, pero la familiaridad no sólo era la de su propio olor lo que
estaba captando, pero el vínculo que tan ciegamente ignoró, y no
estaba seguro de que no fue a propósito.
Se volvió hacia Levi y tropezó con su amante, shock corriendo
por sus venas. – ¿Cómo pude no haberlo sabido?
Levi acarició su espalda, sus costados, colocando suaves besos
en su sien y mejilla. – Debido a que huele más o menos como tú. Tal
vez no querías admitirlo, también. Yo no creo que pudiera
soportarlo, sabiendo que uno de mis hermanos está tratando de
cazarme.
Solo escuchar lo dicho hizo sentir a Lyndon dolor que lo
recorrió hasta los pies. – No sabía que tenía un hermano. Quiero
decir, pensé que mi padre probablemente se había involucrado con
otras mujeres, sabía que había una posibilidad, por supuesto. ¡Pero
no lo sabía!
La similitud en su olor y el otro cambiaforma estaba

152 definitivamente allí, así que, ¿por qué no se dio cuenta antes? ¿Fue
porque el otro cambiaforma puma olía bastante igual al olor de
Lyndon, que él sólo había asumido que estaba mezclando sus olores?
No había pensado concentrarse en el olor, no lo había pensado, y
ahora, la idea estaba ahí, delante de él. Tenía un hermano, al menos
uno, y ¿su misterioso hermano lo estaba cazando? Era como estar
desgarrándose de nuevo. Es jodidamente doloroso, y Lyndon no
sabía cómo manejarlo.
- Vamos adentro. – Susurró Levi, deslizando un brazo
alrededor de la cintura de Lyndon.
Lyndon se apoyó en gran medida en él, su mente acelerada y
su corazón dolorido mientras se preguntaba por qué su familia
estaba tan jodida. Su madre había sido inestable la mayor parte del
tiempo, y su padre lo había odiado. Ahora, al parecer, tenía un
medio hermano, que lo odiaba lo suficiente para hostigarlo y
aterrorizarlo por todo el maldito país.
Lyndon trató de apartarse, pero Levi lo sujetó para que no
pudiera romper el vínculo sin dañar a uno o a ambos. – Tengo que
ver si todavía está aquí…
Henry puso una mano en su espalda, sorprendiendo a Lyndon
con su silencio. Lyndon miró a los ojos de Henry, casi del mismo
color verde pálido de Levi, vio tanto afecto y preocupación que hizo
doler su garganta.
- No, ambos irán a dentro y dejarán que Cheryl y mis otros
chicos lo manejen. El olor tiene horas, y dudo que el idiota que hizo
esto aún esté por ahí, pero tienes que entender algo. –Henry sonrió y

153 sujetó la parte posterior del cuello de Lyndon con firmeza, de


manera que trajo más comodidad que pánico. – Ahora eres de la
familia, o ¿piensas dejar a Levi?
- No. – dijo Lyndon, casi gritando la palabra. – No lo haré,
pero…
Henry levantó la otra mano. – Entonces no hay discusión.
Permítenos ayudarte. Cheryl, Drake, Orion y Oscar puede
comprobar el bosque detrás de aquí. – Haré lo que puedo en casa, lo
que probablemente será investigar a Cole Tavares en línea.
Volveremos después de que esté hecho y te diremos lo que
encontremos, si encontramos algo. Entonces nos sentaremos y
averiguaremos juntos, lo que tenemos que hacer, ¿de acuerdo?
Lyndon pensó que no podría decir una palabra con el nudo en
su garganta, por lo que se conformó con un asentimiento de cabeza y
parpadeó alejando el ardor en sus ojos. Henry le soltó el cuello y le
dio unas palmaditas en la espalda un par de veces.
- Sólo tengo que dejar de lado este tipo de comidas y la cocina.
– Henry dijo pasándolos, a y sus otros hijos justo detrás de él. Cheryl
empezó a seguirlo, pero se detuvo en la puerta. Le guiñó un ojo a
Lyndon. – Va a estar bien. – Luego lo besó en la mejilla antes de
entrar.
Lyndon no creía que nadie además de Grady, podrían ser
amables con él, y lo tocó y descongeló un pedacito de su corazón que
pensó que había muerto hace mucho tiempo. La idea de que podía
realmente tener todo, Levi y una familia también era casi increíble.
Pero muy real, y se prometió no hacer nada para joder o dejar que

154 algunas de estas personas increíbles resultara herido.


Después de un minuto o dos de Levi murmurando palabras
tranquilizadoras en su oído, Lyndon y Levi hicieron su camino al
interior de la cabaña. Oscar flotaba en la cocina, con las manos
cerradas juntas mientras los observaba. A Lyndon le resultaba duro
mirar al hermano de Levi, aunque le gustaba el pequeño rubio.
Podría ser mezquino de su parte, pero el vínculo entre Levi y Oscar
hacía a Lyndon querer romper a llorar por su propia jodida familia.
- ¿Puedo hacer algo para ayudar?
- Pensé que saldrías con papá y los otros.
- Lo haré, sólo quería asegurarme de que sabes que te ayudaré
en todo lo que pueda. Y necesitó pasar a mi cabaña primero. Tengo
que alimentar a mis peces. – Oscar parecía tan serio que Lyndon no
dudó en absoluto del chico.
Lyndon casi se echó a reír, un leopardo teniendo peces, pero
no tenía la energía para hacerlo. Estaba cansado, y había tantas
emociones en conflicto comprimiéndolo. La forma en que se sentía
por su familia genética, excepto por su madre, siempre la amó, a
pesar de que ella no siempre fue capaz de cuidar de él, y de lo que
sentía por su posible nueva familia, eran abrumadoras por el
momento.
Levi se detuvo junto a la mesa, trayendo su otro brazo
alrededor de Lyndon mientras caminaba delante de él. – Estamos
bien, Oscar. Sólo ten cuidado al volver a tu cabaña. No sabemos
dónde está el otro puma.
- Ok, pero me llamarás si necesitas algo, ¿de acuerdo?

155 Lyndon podía sentir los ojos de Oscar en él, y deseo retorcerse.
No estaba acostumbrado a tantas personas dando una mierda por él.
Deseó poder decir algo que le dejara saber a Oscar que estaba bien,
pero Lyndon estaba herido por dentro, como si estuviera en carne
viva y sangrando de una manera que no había experimentado desde
la muerte de su madre y el ataque de su padre.
- Por supuesto que lo haré. – Levi le dijo su hermano. – Sólo
descansaremos un rato. – Vaciló un segundo antes de añadir. – Tal
vez deberías quedarte aquí, viendo la televisión en la sala de estar o
algo así.
Incluso cuando Lyndon estaba destrozado sabía que Oscar no
iba a manejar bien la sugerencia. Oscar demostró que estaba en lo
cierto cuando el joven hombre pisoteó, Lyndon no podía verlo ya que
Oscar estaba detrás de él, pero cada uno de los pasos de Oscar hizo
vibrar el suelo de madera.
- No soy un jovencito indefenso. – Oscar gruñó.
Lyndon volvió la cabeza y quedó impresionado con la
expresión furiosa distorsionando el bello rostro de Oscar.
Entonces Oscar levantó la mano y movió los dedos dañados
ante Levi. – ¡Esto no me hace impotente! ¡Me hace un raro
asqueroso! ¡Pero eso no significa que no pueda caminar un par de
centenares de metros hasta mi cabaña, y desde luego no quiere decir
que no puedo salir con papá y hermanos para ver si podemos
encontrar al idiota que apestó tu jardín!
Levi se había tensado contra Lyndon, y ahora estaba tan tenso

156 que Lyndon medio espera que se partiera en dos.


- Nunca dije que eras impotente o cualquier otra mierda que
estás pensando. – Levi dijo entre dientes. – ¡Sólo quiero que tengas
cuidado! En la naturaleza, los pumas son muy agresivos y
territoriales…
- ¡Sé que lo son! ¡Los he investigado un poco después de que
me contaste de Lyndon! ¡Pero no estamos en la naturaleza, y no
somos gatos salvajes! Y además. – Oscar volvió su feroz mirada
sobre Lyndon antes de continuar. – ¿Este tipo lastimó a alguien? ¿O
simplemente te persigue? Tal vez sólo quiere tu atención.
- La tiene, y no, no lastimó a nadie, hasta donde yo sé. Pero eso
no quiere decir nada. Nunca hubo alguien que me importara antes,
desde que mi madre murió y Grady. – Lyndon no explicaría la
amenaza que sentía. Oscar era un hombre inteligente, tenía que
saber que toda la mierda anterior allí afuera no era una llamada de
atención. Había sido una amenaza, una promesa. – Me dice que está
cansado de jugar. No creo que esté proponiendo venir a saludar a su
hermano perdido. Podría haber hecho eso en cualquier momento en
los últimos meses. Sabes eso, Oscar, así que dale un descanso a Levi.
Tiene razón para estar preocupado por todos nosotros.
- Pero… – Oscar comenzó.
Lyndon enderezó la espalda y se alejó de Levi. – ¡Pero nada! Si
este puma… – No se atrevía a llamar al hombre hermano, medio
hermano, o lo que sea. – Se decide a atacar, no será como nada que
hayas conocido. No será una pelea divertida o un poco de juegos
rudos donde se detiene cuando lloras. – Lyndon dio otro paso más

157 cerca de Oscar, dispuesto a hacer comprender y creer en él al


hombre más joven.
- A él no le importará que seas más joven, o a causa de esto… –
Lyndon tocó la mano dañada de Oscar. – Él usará todo lo que te
haga caer, y no sé, me temo que nada lo detendrá hasta que estés
sangrando o sujeté tu cuello por detrás, como los pumas son capaces
de hacer. Así que no... No desestimes la preocupación de Levi. No te
molestes porque te ama. Sé malditamente feliz porque él lo hace,
porque puedo decir, es una mierda más allá de todas las palabras y
duele como no creerías, ser el destinatario de todo lo contrario del
amor de un hermano. ¿Porque eso por ahí? Eso era odio, puro y
simple.
La expresión de ira de Oscar había cambiado a la de
remordimiento durante la diatriba de Lyndon, y ahora él acortó la
distancia entre ellos y abrazó a Lyndon, su agarre
sorprendentemente fuerte. – Puedes ser mi hermano. Nunca te
trataré como si te odiara.
Lyndon sonrió por primera vez desde que caminó fuera de la
cabaña. – Supongo que no es necesario preocuparse por la
taxidermia, entonces.

158
Capítulo 19

Oscar se fue y Leví lo observó, Lyndon junto a él mientras


estaban en el porche delantero. Fue un tiro libre de Levi a Oscar, y
una vez que su hermano llegó de manera segura a su cabaña, y testeó
a Leví para hacerle saber que todo estaba bien allí, Levi se relajó.
También vio a tres leopardos de nieve procedente de los bosques
frente a Oscar, lo que lo tranquilizó aún más.
Confirmado que Oscar estaba aseguró, Levi condujo a Lyndon
a la habitación. Quería confortar a Lyndon, quería amar todo el
dolor que sentía salir de él. Levi se dirigió al cuarto de baño, con la
mano en Lyndon. Una vez que llegó la ducha comenzó, se quitó la
ropa, entonces desnudó a Lyndon también. Enmarcó la cara de
Lyndon con sus manos y lo besó, una tierna fusión de labios y
lenguas, e hizo al corazón de Levi aumentar con una suave y
reconfortante alegría.
- Todo irá bien. – Prometió, creyéndolo con cada parte de su
ser. – Vamos a estar bien, vamos a estar bien.
Antes que Lyndon pudiera responder, Levi lo besó de nuevo.
Pasó las manos por los planes generales del pecho de Lyndon, luego
159 besó un camino hasta el cuello. Levi lamió la piel delgada que cubría
el pulso de Lyndon, luego mordisqueó allí sólo para sacudir a
Lyndon. A pesar de que él lo disfrutó también.
Lyndon palmeó el culo de Levi, amasando sus mejillas cuando
los dientes de Levi rasparon el hombro de Lyndon.
- Levi.
Lyndon silbó cuando Levi lentamente se dejó caer de rodillas,
besando y mordiendo el pecho y estómago de Lyndon. Usando sus
manos trazó los costados de Lyndon, parando cuando sintió un
parche suave de piel entre las costillas del lado derecho de Lyndon.
Levi se deslizó hasta que pudo ver lo que estaba sintiendo.
Entre las últimas cuatro costillas de Lyndon estaban gruesas
cicatrices plateadas donde garras habían rasgado carne. Levi jadeó
ante la vista.
- No fue tan malo. – Lyndon murmuró, pero su voz áspera y la
forma en que su piel se estremeció bajo el toque de Levi contó una
historia diferente, como si las emociones de Lyndon estuvieran
luchando. – Pudo haberme matado.
- Tendría que haberte amado. – Levi presionó su mejilla contra
las cicatrices y deseó poder absorber el dolor de Lyndon, para borrar
los malos recuerdos y años de sufrimiento. – Nunca mereció tenerte
como hijo. Él no es lo suficientemente bueno como para ser tu padre.
Lyndon instaló una mano sobre la cabeza de Levi, enroscando
los dedos por su pelo. –Levi, necesitamos, necesito averiguar qué

160 hacer al respecto... sobre...


- Tenías razón la primera vez. – Levi inclinó la cabeza, mirando
a los ojos dorados de Lyndon. – Necesitamos saber que hacer
pronto. Pero por ahora, quiero cuidar de ti. Confía en mi familia
para cuidar de nosotros, y confía en mí, sólo confía en mí. – Levi
quería eso, quería que Lyndon supiera que podía siempre contar con
él.
La respiración de Lyndon era ronca cuando sostuvo su barbilla
de Levi. El oro en sus ojos parecía cálido y luminoso, casi se pone
amarillo cuando miró a Levi. – Confío en ti y en tu familia.
Levi sonrió tan grande que hizo doler su rostro. – Tu familia
ahora. Estás atascado con nosotros.
La sonrisa de Lyndon fue radiante. – Ellos son el mejor regalo
que podía tener.
- No pensarás así, en menos de un año. – Levi resopló y luego
mordisqueó la punta del dedo de Lyndon cuando frotó en el labio de
Levi.
- ¿Qué va a pasar en menos de un año?
Levi imitó un estremecimiento y trató de hacer sus ojos tan
grandes como pudo. – La reunión familiar anual. Se celebra todos
los veranos aquí, una semana extendida de visitas de la familia.
Tienes suerte, ya que acababa de concluir el día que nos conocimos.
- Tal vez podríamos tomar unas vacaciones esa semana. –
Lyndon sugirió, aunque parecía bastante anticipado.
- La abuela nos despellejaría a los dos.
Había algunas cosas que simplemente no se les permitía hacer,

161 y saltarse la reunión familiar era una de ellos. La otra era exponer lo
que eran a los forasteros. La única vez que era aceptable era si
conocían a quienes decían amarlos lo suficiente como para mantener
su secreto. Los divorcios no ocurrían en la familia, probablemente
debido a que cada uno de los cambiaformas eran muy cuidadosos al
elegir a su pareja. O tal vez había algo más, como que los
cambiaformas quienes tenían una relación seria y comprometida con
humanos experimentaban la misma sensación de justicia intrínseca
que sentía por Lyndon. Tendría que reflexionar sobre el tema en otro
momento.
- Hablando de piel... – Levi trazó las plateadas cicatrices del
costado de Lyndon luego las palpó. – Sabes tan bien.
El olor de la excitación de Lyndon creció fuerte y Levi usó su
otra mano para levantar la polla de Lyndon. Un par de movimientos
lentos y la respiración de Lyndon se convirtió en jadeos temblorosos.
- Jesús, no voy a durar.
- No quiero que lo hagas. – Murmuró Levi. Alisó su otra mano
en la firme curva del culo de Lyndon. Siguió el rastro difuso del
pliegue de Lyndon, rozando sus dedos sobre el agujero de Lyndon. –
¿Alguna vez?
Levi miró hacia arriba cuando Lyndon no respondió de
inmediato. Los ojos dorados brillaban, calentándolo desde la
entrepierna.
- No lo he hecho. – Lyndon enterró sus manos en el pelo de
Levi. – No sé si puedo, o si me gustaría. Pero, creo que tal vez, si me
importara la persona que lo hace y confió en él…

162 Tomando esto como la sugerencia que era, Levi quitó su mano
del culo de Lyndon. Llevó los dedos a la boca y los chupó,
cubriéndolos bien, a continuación, buscando la mirada de Lyndon,
Levi buscó el apretado y pequeño anillo de su amante, empujando
sus dedos contra él.
Lyndon gimió y cerró los ojos cuando Levi aplicó presión en su
apertura, uso un solo dígito. La punta se deslizó en el agujero
caliente y sedoso de Lyndon, y Levi tuvo que utilizar cada pedacito
de su autocontrol para no venirse. Tomó la otra mano y niveló la
polla de Lyndon en su boca y chupó la punta mojada. El sabor salado
de Lyndon inundó sus sentidos, y Levi no pudo detener el gemido
que escapó de su pecho, como no podría haber detenido el
hundimiento del Titanic con un remo.
- Sí, maldita sea, Levi. – El agarre de Lyndon se apretó en su
pelo, sosteniendo a Levi en su lugar y empujando sus caderas.
Levi gimió, succionando duro y tomando la longitud de
Lyndon en su boca. La corona de la polla de Lyndon presionó en su
garganta y Levi movió las dos manos, agitando el dedo dentro y
fuera del culo de Lyndon y agarrando violentamente las caderas de
Lyndon con la otra.
Lyndon gruñó y enterró su polla más profundo. Levi tragó
rápidamente, esperando que la sensación pulsante de los músculos
en su garganta hiciera caer el control de Lyndon. Quería que Lyndon
se viniera en él, para dejarlo dolorido, sintiendo los restos de la
forma en que él complacía a Lyndon por horas después.
¡Hazlo, hazlo! Levi estaba gritando en su mente. Apretó otro

163 dedo en el culo de Lyndon. Caliente y tan apretado, el canal de


Lyndon lo atenazó ferozmente. Levi no podía imaginar lo bien que se
sentiría follar a Lyndon, pero definitivamente quería la oportunidad
de averiguar si la realidad era tan buena, o mejor, de lo que
esperaba.
Lyndon se estiró y Levi aspiró y recogió la polla gruesa de
Lyndon, rozando los dientes aquí y allá. Giró su muñeca, en busca de
ese lugar ubicado en el culo de Levi. Este no era el mejor ángulo para
llegar a él, pero pensó…
- ¡Maldición! – Lyndon rugió, golpeando sus caderas hacia
delante, entonces empujando hacia atrás, presionando su culo en la
mano de Levi. – ¡Más!
Levi ni siquiera podía sonreír alrededor de la gruesa polla en
su boca, pero podía darle a Lyndon lo que exigía. Levi frotó sobre el
pequeño nudo una vez más y los muslos de Lyndon temblaron, su
vientre onduló. El agarre de Lyndon creció más fuerte y gritó de
nuevo, rompiendo su control. Levi gimió, su polla dura y goteante,
sus bolas se apretaron cuando Lyndon bombeó en su boca, en su
garganta. Levi metió un tercer dedo en el pliegue de Lyndon,
esperando no ser demasiado. A juzgar por los sonidos que Lyndon
hizo y la forma en que se mecía entre el dedo de Levi y su boca, no
creía que lo fuera.
Maldiciones y alabanzas salieron de la lengua de Lyndon, casi
a la misma velocidad que el pre-semen se filtró de su polla. Levi,
dolorido y en el borde, se inclinó y empuño su eje. Placer disparó a
través de ella con el tacto. Lyndon apretó su dominio y deslizó su

164 polla en la boca de Levi, rotando sus caderas mientras estaba


enterrado hasta la raíz. Levi empujó sus dedos profundamente en lo
que pudo conseguir y sintió la polla de Lyndon hincharse. Bombeó
su propia longitud con movimientos rápidos, agresivos. Los
músculos internos de Lyndon se apretaron, su anillo apretando los
dedos de Leví. Lyndon maulló y folló a Levi lo suficiente para verter
su esperma en la boca de Levi.
El sabor de su amante habría sido suficiente para detonar a
Levi, pero escuchar los sonidos que hacía, sentir el agarre en sus
dedos, la manera como tembló el cuerpo de Lyndon y el olor de su
piel, su semen, todo se combinó para enviar el clímax de Levi salir en
espiral. Esperma de su polla. Placer lo cegó con una brillante
pantalla en blanco detrás de sus párpados cerrados.
Levi se sentía tan flojo, que no se habría sorprendido de
encontrar que sus huesos se habían derretido. Fue capaz de sacar sus
dedos mientras lamía la polla de Lyndon. Lyndon gruñó y se apartó,
y su polla tan sensible para cualquier toque o buscar los dedos que lo
habían llenado. Tal vez ambas cosas, pero Levi no pudo concentrarse
para averiguarlo.
Golpeó con los nudillos el suelo cuando bajó su brazo. La
pequeña mordedura de dolor no se registró mucho. Levi dejó su
polla ablandarse y permaneció de rodillas desde su cabeza como una
especie de nadador.
- Mierda. – Lyndon murmuró, uniéndose a Levi en el suelo.
Atrajo a Levi con un brazo alrededor de sus hombros.
Levi elevó su barbilla y apretó los labios, luego los abrió para el

165 beso que Lyndon le dio. Lyndon parecía decidido a lamer cada parte
de su esperma en la boca de Leví. Levi se apretó aún más hasta que
pudo sentir los latidos del corazón de Lyndon, latiendo, e inclinó la
cabeza hacia un lado para darles un mejor ángulo para el beso.
Una vez que Lyndon pareció satisfecho de haber limpiado todo
su sabor de la boca de Levi, suspiró contra los labios de Levi. La leve
ráfaga de aire cosquilló en los labios excesivamente sensibilizados de
Levi. Abrió los ojos y se encontró reflejado en mirada dorada de
Lyndon.
- ¿Qué? – Fue lo mejor que pudo teniendo en cuenta que
acababa de venirse con tal fuerza que se sentía como si hubiera sido
volteado.
Lyndon le dio una sonrisa torcida, y luego rellenó la cara de
Levi con ruidosos besos húmedos. Se detuvo cuando llegó a los oídos
de Levi, donde mordió el lóbulo de la oreja. La polla de Levi
lentamente comenzó a llenarse de nuevo, por lo que su sangre corría
al sur a una velocidad vertiginosa. Lyndon murmuró. – Sabes, creo
que puedo y creo que me gustará. – Estaba ansioso por sentir a Levi
follarlo... pero también un poco asustado.
La expresión de Levi se suavizó y cubrió el rostro de Lyndon.
Tocó el labio inferior de Lyndon, comenzando pequeñas chispas de
emoción en su interior.
- Está bien, tenemos tiempo. No tenemos prisa.
Lyndon sólo podía esperar que Levi tuviera razón.

166
Capítulo 20

En el momento en que su padre y sus hermanos regresaron,


Levi estaba tan tenso como Lyndon. La preocupación que Lyndon
sentía estaba siendo absorbida por Levi y ambos se paseaban por el
porche delantero en la última media hora. Cuando Cheryl salió de la
línea de los árboles todavía como leopardo de las nieves, Levi corrió
hacia la puerta y la abrió. Su madre, seguida de Drake, Orion y
Oscar, entró y fue directamente a la habitación de Leví.
- Tomen la ropa que necesiten del vestidor. – Levi les dijo, y
luego tomó la mano de Lyndon y lo guio fuera de la habitación.
El crujido de cojines de cuero parecía extremadamente fuerte
cuando se sentaron en el sofá. Levi apoyó la cabeza en el hombro de
Lyndon y acarició su pulgar sobre los nudillos de Lyndon.
- Todo irá bien. Creo que no encontraron al otro puma,
teniendo en cuenta que nadie resultó herido.
Los cuatro leopardos no se movieron como si hubieran sido
heridos, y sus pelajes estaban limpios, con excepción de una hoja
aquí y allá.
- No huelo nada, tampoco, más allá de sus aromas habituales.
167
Lyndon gimió y se movió nerviosamente, golpeando un dedo
en su rodilla. Maullidos convertidos en gemidos procedentes de la
habitación de Levi le dijeron que su madre y sus hermanos habían
cambiado.
- Saldrán en un minuto. – Levi escuchó sus cajones abrirse y
cerrarse, y esperó como el infierno no haber dejado nada vergonzoso
en ellos. ¿Había dejado algunos de sus juguetes sexuales en su
armario? Pensó que estaban en la caja del armario, pero a veces era
perezoso.
Su madre salió primero, llevando un par de jeans de Levi,
demasiado largos y su camisa, demasiado grande para ella. Oscar
estaba justo detrás de ella, casi perdido en la ropa de Levi como
Cheryl.
- Drake y Orion irán a nuestra casa para la cena.
Levi asintió con la cabeza a su madre, mirándola fijamente
mientras se sentaba en la silla. Oscar se sentó en el brazo del sofá. Su
labio inferior ligeramente sobresaliente, un signo seguro de que el
hermano de Levi no era feliz. Cheryl se inclinó hacia adelante y
apoyó sus antebrazos sobre los muslos. – Así que, Lyndon,
encontramos algunos conejos mutilados, pero el cambiaforma no
estaba en el lugar.
- El bastardo utiliza algún desagradable olor para cubrir su
olor. – Oscar se quejó, cruzando los brazos sobre su pecho. – No
pudimos incluso encontrar dónde entró en nuestra propiedad.
- Oscar. – Advirtió Cheryl, lanzando a su hijo menor una

168 mirada. – Estaba llegando a ese punto. – Ella se volvió hacia ellos. –
El puma no sólo cubre sus huellas, rocía algún nocivo olor por todas
partes. Lo que enmascara su olor y causó daño en nuestras narices.
Incluso no pudimos averiguar dónde cruzó nuestra propiedad.
Oscar se movió en el brazo del sofá. Se rascó la nariz y le dio
una mirada suplicante a Cheryl. Cheryl suspiró y se reclinó hacía
atrás. – Adelante, si no seguirás mirándome como eres y podrás,
ceder o enojarte al ser manipulado.
- Es sólo porque mi nariz sigue ardiendo. Esperemos que no
haya daño permanente a nuestros sentidos olfativos.
Levi se sentó, la parte superior de su cabeza rozando la barbilla
de Lyndon. – Lo siento. –
Murmuró. – No será así, ¿cierto? ¿Sabes lo que era?
- No. – Admitió Cheryl. – Fue una mezcla de cosas, productos
químicos. Apesta, pero no creo que el daño sea permanente. Tendré
a tu padre haciendo una búsqueda en línea, para ver si él puede
resolverlo. Debería haberle dicho que ya estamos de vuelta, pero
iremos a casa en pocos minutos. Me temo que saldrá por su cuenta si
sabe que estamos de vuelta.
- Lo siento. – Lyndon dijo, comenzando a ponerse rígido al
lado de Levi. – Tal vez debería…
- ¡No! ¡No debes irte! – ¡Levi no dejó que el hombre terminara
la frase!
- Tu familia está en peligro, Levi. Ya su habilidad para oler esta
jodida. ¿Cómo puedes pensar que mi estancia aquí es una buena

169 cosa? – Lyndon hizo una mueca y Levi podía sentir el deseo de
Lyndon de quedarse, así como su miedo. – Si me voy ahora, tal vez
el otro puma también se irá. O puedo ir solo, y esperar por él. Poner
fin a esto de una vez por todas.
El corazón de Levi hizo todo lo posible para latir correctamente
en su pecho y negó con la cabeza. Cheryl se puso de pie y caminó
hasta colocarse delante de ellos.
Ella colocó una mano en sus caderas y entrecerró los ojos a
Lyndon. – Y ¿Por qué crees que me sentaría y estaría de acuerdo con
eso? Esto no es sólo acerca de ti, se trata de mis hijos, también. Levi,
por supuesto, pero Oscar, Drake y Orión estaban allí también, y no
creo ni por un segundo que ellos no están lo suficientemente
enojados para conseguir la piel de ese gato aún vivo.
- Es mi problema. – Gruñó Lyndon. Se puso de pie y asintió
con la cabeza hacia la puerta. – Traje este problema aquí y yo…
¡oomph! – Cheryl golpeó una mano contra el pecho de Lyndon,
enviándolo hacía atrás, tumbándolo de nuevo al sofá. Luego apuntó
a Lyndon y tenía una expresión tan feroz que Levi quiso prometer no
volver a molestar a su madre de nuevo.
- Escúchame, Lyndon. Por lo que sé, ahora eres de la familia, y
no puedes decirme que no quieres eso. ¡Puedo verlo en tus ojos, el
anhelo está allí cada vez que nos miras a todos nosotros! – Lyndon
abrió la boca, pero Cheryl se inclinó más cerca y lo golpeó en el
pecho. – Ni siquiera empieces. Puedes pensar que eres un gran
puma malo, pero tengo unos treinta años más que tú, y crie a estos

170 muchachos. ¡Aprendí trucos para tratar con hombres obstinados,


que creo que tú no has aprendido!
Los ojos de Lyndon habían aumentado de tamaño cuando
Cheryl ladró. Levi se preguntó cómo las cuencas de los ojos de
Lyndon se mantenían en su lugar.
- ¡Pero… pero no soy un niño! No puedes decirme… – Lyndon
cerró la boca, probablemente reconociendo, como Levi lo hizo, que
sonaba como un niño beligerante. – Quiero decir, Cheryl, ¡vamos!
Tu familia ha sido herida…
- Por favor. – Oscar se burló, mirando a Lyndon. –
Simplemente quema cuando necesito estornudar, sólo un poco más
fuerte. No nos hagas ser un grupo de cobardes.
Las mejillas de Lyndon se oscurecieron y se frotó la sien.
Cheryl le puso una mano en el hombro y Levi sintió el escalofrío de
Lyndon, sintió el hambre de la necesidad de aprobación aumentar
en Lyndon.
- Te lo dije, eres de la familia ahora. – Enfatizó Cheryl de
nuevo. Tocó la cara de Lyndon. – La familia permanece unida.
Ahora, este puma realmente me ha enojado, y quiero encontrarlo y
asegurarme que no lastimará a alguno de mis chicos de nuevo.
¿Entiendes?
La resistencia de Lyndon se rompió, Levi lo sentía como un
elástico demasiado estirado.
- Sí, señora, y... y gracias.
Cheryl asintió y le dio unas palmaditas en la mejilla a Lyndon
antes de mirar a Levi. – Él es bueno, hijo. Tiene todos estos instintos

171 protectores y trata de asegurarse que nadie más salga lastimado.


Ambos van a cuidar bien del otro.
Levi estaba brillando por la aprobación de su madre. Oh, sabía
que les gustaba Lyndon, pero aun así, escucharlo simplemente
sacudió el mundo Levi. – Te quiero, mamá.
Cheryl sonrió y la última parte de la persistente ira desapareció
de su rostro. – Yo también te quiero. Probablemente incluso amaré a
Lyndon una vez que llegue a través de su cabeza que lo queremos
aquí, sin importar lo que pase. – Lyndon respiró con fuerza cuando
Cheryl continuó. – Ahora, esto es lo que haremos. Iremos todos a
nuestra casa y estableceremos patrullas en el lugar. Levi, tú y
Lyndon pueden tener la habitación en el sótano.
- Gracias a Dios. – Oscar gorjeó, moviendo las cejas. – ¡De lo
contrario, ninguno de los demás conseguiríamos dormir!
- Oscar. – Levi retumbó justo como su madre.
Lyndon rió. Levi lo miró inquisitivamente.
- ¿Qué? Tiene razón. No sé cómo vamos a permanecer en
calma si estamos en el sótano, ya sabes, con esa alta capacidad de
audición y todo eso.
Cheryl empalideció y Oscar rió cuando Levi trató de fundirse
con los cojines del sofá. – Tal vez deberíamos quedarnos aquí. –
Tuvo que admitir que Lyndon tenía un punto, aunque sea
embarazoso.
- Tal vez ustedes dos sólo deben contar con ejercer cierta
moderación. – Dijo Cheryl.
- Yo voto por mordazas. Son un tipo de restricciones.

172 Levi, Lyndon y Cheryl vieron a Oscar.


- ¿Qué? – Preguntó Oscar. – Era sólo una sugerencia. No es
como que he dicho que deben usar mordazas de bola7. Una bandana
sencilla lo haría.
- Jesús. – susurró Levi.
Cheryl señaló a la habitación. – ¡Oscar, ve a ver por qué tus
otros hermanos todavía no están aquí! – Ella dio la orden en un tono
que no admitía réplica. Oscar prácticamente saltó sobre el brazo del
sofá. – Sí, señora. – Le gritó, corriendo lejos.
Cheryl tosió y cruzó los brazos sobre el pecho. – Este
muchacho, Dios. No sé qué vamos a hacer con él. Tiene una boca
inteligente.
- Yo voto para que lo mandas a una escuela privada en el
extranjero. – Levi sugirió en broma. Nunca sería capaz de dejar de
preocuparse si Oscar fuera enviado lejos.
- Tú rescatarías a Oscar. – Dijo Lyndon. – Y me gusta el chico.
La idea de la mordaza…
- ¡Guh! – Levi se tocó la frente y cerró los ojos. – ¡No cuando
mi madre está allí!
- Sí, por favor, perdóname.
Levi miró a su madre, esperando verla lucir incómoda, pero
Cheryl estaba sonriendo como un maldito loco. Drake y Orion

173 entraron en la sala de estar, entonces, y Oscar estaba justo detrás de

7
ellos, murmurando para sí mismo. Drake se frotó los ojos y Orion
bostezó.
- Lo siento, mamá, nos quedamos dormidos. – Murmuró
Drake, con la voz ronca por el sueño.
- Estaban envueltos en la cama de Levi… y creo que ahora
también es la de Lyndon. – Oscar olfateó. – Lo bueno es que nuestro
sentido del olfato está jodido, de lo contrario se habrían dado
cuenta.
- Ve a casa. – Cheryl ordenó, cortando a Oscar. – Ustedes tres
chicos permanecerán juntos y testearás a Levi tan pronto como
llegues a casa. Me quedaré aquí mientras Levi y Lyndon reúnen
algunas cosas.
Levi se puso de pie cuando sus hermanos se fueron. Tiró de la
mano de Lyndon y se paró a un lado para esperar a Lyndon e ir a la
habitación.
- Vamos a hacer rápido, mamá.
Cheryl asintió, Levi y Lyndon se apresuraron al dormitorio.
Levi se preguntó si no debería llevar unos pañuelos con ellos.

174
Capítulo 21

No tomó mucho tiempo para Lyndon empacar, no era como si


tuviese mucho, así que ayudó a Levi, recogiendo sudaderas y jeans
de Levi y todo lo que Levi le dio en una mochila grande.
- No podemos olvidar esto.
Lyndon se dio la vuelta y sólo logró atrapar el lubricante y una
caja de condones. – Tienes suerte que soy rápido con las dos manos.
- No tan rápido. – Dijo Levi, mirando lascivamente a Lyndon.
– Se me ocurre pensar que tus manos trabajan en la velocidad
perfecta para mí.
La polla de Lyndon comenzó a endurecerse, ¡pero no cedería
ante sus hormonas! – No me provoques, Levi. Tu madre está en la
sala de estar. Hablar de un gran bloque de polla.
- No es broma. – Levi lanzó un par de jodidos calcetines a
Lyndon, una vez que había escondido los otros suministros.
Lyndon se mordió el labio y miró a Levi. Ahora era uno de los
momentos en que deseaba poder leer a su amante, porque no podía
ver más allá del ceño fruncido de Levi. Exhalando, trató de redactar
preguntas en su cabeza, y luego decidió solo preguntar. – ¿Estás
175 molesto por que tenemos que ir a alojarnos en el lugar de tus
padres? Quieres que nosotros no…
Fue todo lo que consiguió. Levi sujetó su hombro y le dio la
vuelta. Antes que Lyndon pudiera hacer algo más que empezar a
gruñir, Levi lo besó con impaciencia, con tanta ansiedad, de hecho,
sus dientes chocaron juntos. El sabor fuerte cobrizo de la sangre
alcanzó la lengua de Lyndon, el familiar sabor de Levi. Lyndon
retrocedió y lamió los labios de Levi. Cuando chupaba la carne
divida, Levi gimió. El grito de Cheryl para que se apresuraran y
dejaran de perder el tiempo, hizo que Lyndon y Levi se separaran.
- Empacar. – Lyndon dijo con voz áspera. – Correcto.
Terminaron rápidamente y luego se dirigieron a la habitación
en la que Cheryl estaba esperando, tocando un pie en una rápido tat
tat tat. – Pensé que tendría que ir por ambos. – Se estremeció e hizo
un gesto hacia la puerta. – Vamos.
Levi cerró la casa, ya que estaban en el porche.
Cheryl miró en dirección a su casa después a Levi. – ¿Oscar te
envío el mensaje?
- Um. – Levi entregó la maleta a Lyndon, luego tomó el
teléfono de su bolsillo trasero.
Cheryl cogió el teléfono y apretó un botón, la luz brillante de la
pantalla iluminó su rostro mientras ella le frunció el ceño.
Lyndon escuchó un segundo después que Levi lo hizo. Hubo
un ligero silbido cuando Cheryl gruñó y dejó caer el teléfono.
- ¡Mierda! ¡Al suelo! – Lyndon saltó, con los brazos abiertos

176 para rodear tanto a Levi como a Cheryl.


Los llevó abajo, Cheryl no hizo ruido al golpear el suelo del
porche de madera. Levi maldijo entonces gruñó cuando el aliento
salió de sus pulmones. Su celular estaba a varios metros de distancia
sobre el terreno, además de los pasos del porche delantero.
- ¿Qué pasó? – Levi susurró las palabras apenas audibles. –
¿Mamá? ¡Mamá!
- Tranquilo. – Lyndon podía sentir los latidos del corazón de
Cheryl, sintió su aliento en la mejilla. – Ella está viva. Permanece
abajo por ahora, pero llevala al interior tan pronto como distraiga a
ese hijo de puta.
- Ven a jugar Lyndon. Me he cansado de perseguirte por todo
el país. – El desafío en la voz profunda y burlona era inconfundible.
Envió escalofríos en la piel de Lyndon cuando la ira se agitó en
sus entrañas.
Lyndon permaneció en silencio y esperaba que los dioses
existieran para que Levi hiciera lo mismo. Levantó la mano hacia
donde Levi y Cheryl yacían, tratando de expresar su deseo de que
permanecieran en silencio.
Cuando algunos segundos pasaron sin que nadie hiciera un
sonido, Lyndon dio un paso atrás, y luego comenzó a moverse a lo
largo del frente de la casa. Tenía que bajar antes de llegar a la
ventana, no quería que la luz interior revelara sus movimientos. Las
siguientes palabras del otro cambiaforma puma causaron que
Lyndon tropezara con el miedo helando sus venas.
- ¿Quieres saber lo que hice con los otros tres cobardes?

177 El sollozo de Levi rompió el corazón de Lyndon. Volvió la


cabeza y sólo distinguió la forma oscura de su amante. Sabiendo que
Levi podría recoger sus emociones, Lyndon intentó enviar ondas de
comodidad y seguridad para Levi. Necesitaba que Levi permaneciera
aquí, para estar seguro.
- Aún no están muertos, pero lo harán si no vienes aquí. Una
bala en el cerebro matará un cambiaforma como lo haría con un
humano.
Lyndon dejó de preocuparse por tratar de pasar desapercibido
cuando otro de esos sonidos desgarradores vinieron de Levi. Lyndon
corriendo, golpeó la mano por encima de la barandilla y saltó sobre
ella a la tierra al lado de la terraza. Se dirigió hacia dónde provenía la
voz. El idiota tenía el viento a favor de ellos, por lo cual no lo habían
olido.
Desnudarse fue difícil porque no quería dejar de moverse, y
Lyndon finalmente pensó, joder, y cambió a mitad de camino.
Aterrizó con fuerza, sus patas traseras se enredaron en los
pantalones, pero Lyndon se liberó rápidamente. Sus sentidos se
agudizaron y vio a la persona que lo había estado persiguiendo… y
jadeó en sorpresa.
Podría ser mi hermano gemelo. La sonrisa enferma en el
rostro del hombre se extendió más amplia. Bajó al suelo lo que
Lyndon pensó era una especie de pistola tranquilizante, tal vez.
Luego cambió también y maulló un desafío. Lyndon clavó sus garras
atrás y se lanzó a su encuentro. El olor de la sangre, más de una
persona, alimentó la furia de Lyndon. No quería matar a su familia,

178 pero el humano y el gato, ambos sabían que probablemente no tenía


otra opción. Lyndon bloqueó sus emociones antes de que
interfirieran con lo que había que hacerse. El gato surgió hacía él,
gruñendo, mostrando los dientes y los ojos brillantes. Lyndon llamó
a sus instintos puma, reemplazando los humanos. No había manera
de que pudiera llevar esto a su fin sin más violencia, tenía que
recordar eso. Hablar no funcionaría contra un hombre que era más
bestia que humano. No había nada en los ojos de su atacante que
significara una inteligencia que no fuera de un gato. El grito que se
escapó al saltar fue acompañado por el de su enemigo. Se estrellaron
entre sí, garras y dientes rasgando en cualquier parte que podían
alcanzar. Ninguno tenía las piernas totalmente extendidas cuando
golpearon el suelo. Instintivamente rodaron y lucharon en su
posición. Lyndon sintió un agudo dolor en el hombro cuando torció
el cuello, tratando de hundir sus dientes en el puma. Encrespó la
pata y rasgó la carne de sus patas traseras.
Su oponente gruñó y bateó contra él, agarrando la punta
blanda de la nariz. Lyndon gritó, incapaz de mantener el sonido
dentro. El agudo dolor y la vergüenza lo impulsaron hacia adelante
cuando el puma se retiró. Lyndon clavó sus garras atrás y se empujó.
Abordó al cambiaforma, tirándolo hacia atrás. Su costado fue
rastrillado con garras afiladas y puntos bailaron ante sus ojos.
Lyndon hizo lo posible por ignorarlos, empujando su cabeza hacia
abajo, buscando el arco vulnerable del cuello de su enemigo, sólo
para tener al cambiaforma en forma humana.
- Por favor. – Dijo el hombre con voz ronca, sus manos

179 temblorosas a los lados de Lyndon. – Sólo vine tras de ti porque


nuestro padre me obligó.
Él debería haberlo sospechado, pensó Lyndon, pero no, había
huido como su padre le había dicho y asumió, desde que salió del sur
de Texas...
- Está en su testamento, cuando él muera sólo el sobreviviente
hereda todo.
Lyndon tropezó con este hombre, aturdido por la depravación
de su padre y su medio hermano. El hombre no tenía que estar de
acuerdo con esta mierda enferma. Lyndon vio a su… hermano...
jadeaba, vio el pecho agitado. La sangre brotaba de una docena de
heridas, y Lyndon sabía que él no estaba en mejores condiciones. La
simpatía que sintió fue aplastada por el recuerdo de su hermano
eufórico amenazando con matar a Oscar, Drake y Orion. Lyndon
recordó el olor de la sangre, no suya, no de este hombre que
compartía su sangre, pero no era familia, nunca podría ser cuando
él, de buena gana y con alegría habría cazado a Lyndon.
No hizo un sonido cuando se estableció en el suelo jadeando.
Lyndon bloqueado su mirada hacia el hombre entonces mostró sus
dientes en un gruñido silencioso. Luego inclinó la cabeza y su
dolorida nariz o no, que utilizó para golpear la parte inferior de la
barbilla de su aspirante a asesino. El hombre arqueó su cuello y lo
sujetó, pero Lyndon lo ignoró y abrió la boca. No mordió demasiado
profundo, sus dientes apenas clavándose en la piel. Lyndon gruñó,
dejando que su ira y dolor fluyeran con el sonido. Su amenaza fue
clara, real, desgarraría la garganta del hombre sin dudarlo. Y más

180 tarde, él lloraría y viviría con pesar, pero nadie más que él debía
saberlo. Pero Levi lo sabría.
Lyndon no quería exponer a su amante a este tipo de dolor,
incluso si era secundario, viniendo de Lyndon. No podía permitir
que este hombre bajo él lo supiera, no si quería que esto terminara
sin muerte. Necesitaba pensar que Lyndon lo mataría sin
arrepentimiento si Lyndon tenía alguna esperanza de hacerlo
retroceder y renunciar. Lyndon apretó la mandíbula lo suficiente
para hundir la punta de los dientes en un poco más. El sabor de la
sangre de su hermano lo enfermo y tuvo que cerrar sus músculos
para evitar la arcada.
Debajo de él, su hermano estaba completamente inmóvil, sin
atreverse a respirar. Su temor quemó la cavidad nasal de Lyndon y
no le trajo ningún placer. Cuando su presa fue detenida durante un
minuto entero, mostrando su sumisión, Lyndon lo soltó y se alejó
lentamente, porque no quería parecer débil o ansioso de alejarse de
lo que acababa de hacer.
Quería buscar a Oscar y a los otros dos hermanos, quería
asegurarse que Levi y Cheryl estaban bien, pero no se atrevía a
apartar los ojos del hombre caído. Lyndon gruñó una advertencia
suave cuando su medio hermano se elevó a una posición sentada.
- Mi nombre es Albert. – Dijo, tratando de poner sus piernas
debajo de él. Puesto que había una herida corriendo desde sus nalgas
hasta el muslo derecho, Lyndon dudaba que Albert pudiera
soportarlo. – Se supone que hace más difícil matar a alguien, ¿no es
así? ¿Saber su nombre?

181 Lyndon pensó que no podría conseguir ser más difícil de lo que
ya era. La sola idea de tener que matar a alguien era repulsiva, pero
¿matar a un hermano, que podría haber sido – si no tuvieran un
padre que no hubiera sido un hijo de puta cruel – cercano, como
Levi y sus hermanos eran? Dolía, un dolor físico que sentía en sus
huesos.
Albert comenzó a arrastrarse hacia atrás. Lyndon esperaba que
sólo estuviera tratando de poner un poco más de espacio entre ellos.
- Ya sabes, hay muchos más que yo. No soy el único cachorro
que nuestro padre crió.
Las palabras de Albert fueron para Lyndon como puntas de
metal perforando su alma. ¿Tenía que luchar con más hermanos, tal
vez incluso matarlos? ¿Todo por un maldito imperio fundado por
petróleo y odio? Su padre no era el hombre más grande en la
industria del petróleo en el sur de Texas, pero condenadamente era
muy rico y famoso.
- Probablemente hay algunos más bastardos como tú. –
Continuó Albert, aun alejándose. – Padre, no era particularmente
fiel. Supongo que quería difundir su semilla y asegurarse un sucesor
adecuado. Si los hay, tendré que matarlos primero, por supuesto.
Las palabras agitaron la mente de Lyndon, porque eran tan
incomprensibles. La realización lo hundió; Albert no se detendría.
Incluso sonaba un poco menos arrepentido. Lyndon no podía dejarlo
ir, sabiendo que podría tener hermanos por ahí con objetivos en la
parte posterior de su cuello. Sin embargo, no se atrevía a saltar, a

182 rasgar el cuello de Albert y de poner fin a esta pesadilla.


- No te agrada eso, ¿cierto? Pero es la manera que es. Alegrate
de no haber sido criado por nuestro padre. – La risa amarga de
Albert llevaba tanto dolor que Lyndon comenzó a tratar de pensar en
alternativas para matarlo.
Luego Albert sonrió y sacó algo de detrás de su espalda. La luz
de la luna brillaba sobre el metal. Albert apuntó el arma hacia él, y
Lyndon tuvo miedo de haber cometido un error fatal.

183
Capítulo 22

No podía soportarlo. Sí, Lyndon prácticamente le había dicho a


Levi que se quedara y esperara como una buena esposa... Bueno, no
estaba haciendo eso. Una vez que había sacado el maldito dardo del
hombro de su madre y comprobó que ella estaba bien, la necesidad
de llegar a Lyndon fue casi irresistible.
Al menos, esperaba que su madre estuviera bien. Después de
unos cinco minutos, Cheryl gimió y sus párpados se agitaron antes
de caer de nuevo. Pero su respiración era constante, profunda, los
latidos de su corazón fuertes. Levi realmente pensó que su madre iba
a estar bien. Lyndon, sin embargo... Levi podía oír los gruñidos, los
aullidos de dolor, algunos de Lyndon, otros no. Absolutamente no
podía quedarse aquí, pero si salía y algo le sucedía a su madre, Levi
no creía que podría vivir consigo mismo.
- Ve. Adelante.
Levi se sorprendió al escuchar la voz de su madre. Estaba
mirando a la puerta, preguntándose qué debía hacer. Tenía a su
madre en el interior, y Lyndon estaba fuera. Oscar... Oscar, Orion y
Drake podrían estar heridos, desangrándose y doloridos en alguna
184 parte. O peor aún, podrían estar muertos.
Se volvió a Chery, y tocó ligeramente su rostro. Presionó una
mano sobre el corazón de ella. – ¿Estás segura, mamá? No sé si
dejate…
- Estoy bien. – Murmuró su madre, empujándose hacia arriba
en sus codos. Ella parecía estable, a pesar de las gotas de sudor en su
frente. – Nada está roto dentro, o insensible, como si estuviera
envenenada. Sentí un pinchazo y no mucho más. Cómo me desmayé.
Ve y encuentra a tus hermanos, y asegurate que Lyndon no está
herido. Yo iré tan pronto como me sea posible.
Levi se dispuso a salir, pero un pensamiento lo heló hasta la
médula. – Mamá, ¿Qué hay sobre papá?
No había visto a su madre moverse tan rápido. Levi
rápidamente se dio la vuelta cuando Cheryl empezó a sacarse la
ropa. Apenas llegó a la puerta de entrada a tiempo para abrirla.
Tenía miedo de que su madre tratara de cruzar la maldita cosa en su
lugar. Levi dudó en el porche, dividido entre la preocupación por sus
padres, sus hermanos y Lyndon.
Entonces sintió el temor de Lyndon, su tristeza, su certeza de
que había fracasado. Y Levi corrió, sin molestarse en cambiar. No
tenía tiempo de sobra. Palos y piedras lastimaron y magullaron sus
pies, pero el dolor era insignificante en comparación con el miedo
por Lyndon, Lyndon que estaba en la dirección del viento, por lo que
Levi no podía oler tan bien como podría en otras circunstancias,
pero olía la sangre cada vez más cuando se acercaba a donde estaba

185 Lyndon. Cuando se dio cuenta que alguna de esa sangre pertenecía a
sus hermanos, Levi se mordió la lengua para contener el rugido de
angustia construyéndose en su interior.
Y cuando se acercó lo suficiente para ver al bastardo
apuntando con un arma a Lyndon, escuchó el amartillar8 del arma,
nunca se sintió tan inútil. Su grito murió en la lengua cuando se dio
cuenta que podía asustar al hombre y disparar el arma. Levi se
preguntó por qué no lo escucharon acercarse, pero ambos parecían
tan centrados en lo que sea que estuviera ocurriendo entre ellos, lo
que podría haber sido su respuesta. Se arrastró hacía adelante en
silencio, escuchando con atención cuando el hombre armado habló.
- Ahora, obviamente no eres el hijo superior. Eres débil,
incapaz de hacer lo que debe hacerse. Pensé que sería demasiado
pronto, pero la emoción de jugar, de atormentarte, ¿no a todos los
gatos les gusta jugar con su presa?, Era adictivo. Si no hubieras
decidido quedarte aquí y arruinar mi diversión, podría haberte
permitido vivir un poco más.
El hombre se tocó la barbilla mientras tarareaba. – Ahora,
¿quiero matar al hombre, o al puma? ¿Por qué no cambias entre una
forma y otra, y yo dispararé cada vez que tenga la tentación?
Veremos a cuál le doy, sin embargo, mataré a ambos, aun así. – Se
echó a reír, sin apartar su atención de Lyndon. – Será mejor
comenzar o regresaré y pondré una bala en cada una de las cabezas
de estos idiotas. Entonces mataré al tipo que has estado follando,

186 después de follar con él, por supuesto. ¿Crees que gritará por mí
como lo hizo por ti? Lo escuché todo el camino en el bosque.
Lyndon cambió entonces, pasó de puma a hombre. – Albert,
por favor…
8
Poner a punto un arma de fuego para dispararla.
¡No ruegues, jodidamente no le supliques nada a ese hijo de
puta! Levi deseo que Lyndon lo escuchara, pero Lyndon se detuvo
cuando Albert levantó el arma un poco y apretó el gatillo. La bala
envió volando pedazos de metralla, trozos de corteza de madera
hacía Lyndon y rasgaron su piel.
- Cállate, hermano. Si no me entretienes, ¿de qué mierda me
sirves?
Levi miró a Albert y jadeó cuando Lyndon maldijo. Aunque
Albert tenía el pelo más corto, parecía una copia al carbón de
Lyndon. ¿Cómo se perdió la semejanza? Una cosa era saber que el
acosador de Lyndon era su hermano, pero ver lo mucho que se
parecían hizo casi imposible para Levi cambiar y matar al hombre.
Sin embargo, cuando él negó con la cabeza hacia atrás y vio a
Lyndon cambiar de puma a hombre y nuevamente a puma, cuando
escuchó la risa de Albert, Levi supo que no tenía otra opción. Sólo
podía esperar su turno para pasar desapercibido. Rara vez consiguió
cambiar sin quejarse, era jodidamente doloroso.
Hubo un chasquido de una rama, entonces el cambio sutil en la
dirección del viento. Levi dudó un segundo y luego el pánico
incrementó arañando el miedo ya en él. ¡Oscar! ¡No estaba muerto!
No, estaba en su forma animal, y acechando a su presa.

187 Levi vio los pálidos ojos azules en el follaje. En el momento en


que sus ojos se encontraron, supo sin lugar a dudas lo que su
hermano iba a hacer. Antes de que pudiera pensar en una alternativa
o un gesto para indicarle esperar, Oscar se escabulló. Se trasladó a
unos 5 mts detrás de Albert. Y tanto como Levi no quería matar al
hermano de Lyndon, no quería que Lyndon lo asesinara, también.
Temía lo que podría suceder cuando Oscar se abalanzara, lo cual
estaba haciendo también, porque se deslizaba sigilosamente hacía
Albert. Oscar, bajo a tierra, silencioso como un pensamiento, era una
mortal, hermosa visión. Una que Lyndon no podía ver, su visión
bloqueada por Albert. No podría saber cuándo agacharse.
Lo que significaba que Levi estaría de pie. Tal vez por eso era
que Oscar estaba seguro de obtener su atención. El sonido del
chasquido de una rama desnuda pasó desapercibido por los otros
dos hombres, pero no para Levi.
Levi miró a Oscar, le pareció ver algo en sus ojos, lo que
confirmaba sus sospechas, pero podría haber sido su propio
pensamiento positivo. Oscar estaba más cerca, casi dentro de la
distancia de un ataque veloz y mortal.
Debería haber cambiado. No había tiempo para eso ahora.
Levi verificó la posición de Oscar, hizo una pequeña inclinación de
cabeza, y luego saltó, lanzándose entre Lyndon y Albert. El sonido de
los disparos lo hizo tensarse, sus brazos apretándose alrededor de
Lyndon al caer al suelo.
El jadeó de Lyndon fue erradicado por el zumbido de una bala
pasando por el oído de Levi. Estaba tan cerca de su piel que sentía el

188 ardor, pero no tenía un segundo para pensar en ello antes de que un
grito dividiera el aire.
- Levi. – Lyndon gimió su nombre, aliviando el dolor y
haciendo su voz gruesa. Levi rodó hacia el otro lado, no quería que
Lyndon viera el ataque de Oscar sobre Albert. Tan pronto como los
tuvo rodando, sin embargo, Leví vio lo que quedaba del ataque.
Oscar no había jugado, causando la muerte rápida. El pelaje blanco
de Oscar estaba salpicado con más sangre que las rosetas del
leopardo y el cuello de Albert estaba… Levi cerró los ojos y sostuvo a
Lyndon.
Lyndon estaba tan tranquilo en los brazos de Levi, no tratando
de ver lo que estaba sucediendo. Estas dos cosas combinadas con la
ola de tristeza rodando de Lyndon le dijeron a Levi que su amante
sabía o había visto, incluso, el ataque de Oscar. Albert ya estaba
muerto cuando Lyndon lo vio por última vez.
Levi sostuvo a Lyndon, murmurando palabras de consuelo
cuando Lyndon tembló y Oscar cambió. Minutos más tarde, un
suave toque en su brazo sobresaltó a Levi con temor de abrir los
ojos. Oscar se arrodilló detrás de Lyndon, luciendo triste y orgulloso
al mismo tiempo. Sus ojos suplicaban por algo a Levi, y Levi no dudó
en dárselo. Aunque fuera lo último que quería hacer, Levi sonrió y
no tenía que fingir, no cuando estaba tan aliviado porque Lyndon y
Oscar estaban vivos. Pero… – ¿Dónde están Drake y Orión?
Lyndon se estremeció y giró la cabeza lo suficiente para ver a
Oscar. Oscar palideció y trató de retroceder, pero Lyndon demostró
su gran velocidad, agarrando la muñeca de Oscar. – ¿Dónde están

189 tus hermanos?


Oscar tragó y no parecía saber dónde buscar. – Ellos deberían
estar despertando, espero. Ellos fueron golpeados dos veces por esos
dardos… Drake tres veces, creo. Yo sólo conseguí uno,
probablemente debido a mi tamaño. Drake trató de luchar, creo. Él
tiene algunos golpes, igual que Orion, como si hubieran caído contra
una gran roca. – Oscar trató de levantarse de nuevo, pero Lyndon no
liberó su muñeca.
Instantáneamente Lyndon tiró contra el abrazo de Levi. Levi lo
aflojó y vio como Lyndon rodó sobre su espalda, y luego derribó a
Oscar, a medio camino en su pecho. Lyndon envolvió a Oscar en un
abrazo y le dijo. – Está... está bien, Oscar. No estoy enojado contigo.
Estoy agradecido, realmente me gustaría que hubiera sido de otra
manera, pero no la había... – Lyndon añadió cuando Oscar sorbió su
nariz. – Ninguna. Albert no era como tú o tus hermanos. Estaba
lleno de odio y codicia. Hiciste algo que era difícil para ti, sé que lo
fue, pero no lo dudaste. No fuiste egoísta. Sería un honor si me
permites llamarte hermano.
La respuesta de Oscar se convirtió en un sollozo, y Levi sujetó a
su hermano y a Lyndon, tirando de ellos en un abrazo extraño, pero
reconfortante. Los mantuvo así hasta que sus padres y hermanos los
encontraron.

190
Capítulo 23

Lyndon estaba agradecido con la familia de Leví por estar


dispuestos a aplazar la mayoría de las preguntas que tenían hasta el
día siguiente. Oscar respondió lo que pudo, pero él no había
escuchado todo el intercambio entre Lyndon y Albert. Cuando tuvo
que explicar cómo todos los hijos de su padre estaban siendo
enfrentados, pensó que Marybeth cazaría a su padre. Eso le
preocupaba lo suficiente como para señalar que la muerte de su
padre no cambiaría el testamento.
Marybeth había respondido con una confesión acerca de cómo
el testamento podía ser cambiado antes de la muerte del hombre.
Lyndon admiró a la mujer, y un poco atemorizado de ella.
Todavía no sabía cómo iban a conseguir que su padre cambiara el
testamento, o si Marybeth tenía algún plan maligno en mente y ella
no lo estaba compartiendo con él. No le sorprendería si ese fuera el
caso.
- ¿Cómo te sientes? – Marybeth le preguntó, dándole un
vistazo que abarcaba todo su cuerpo.
- Lastimado. – Admitió Lyndon, viendo inútil tratar de
191 mentir. La forma en que Albert lo había arañado en el costado, casi
exactamente donde su padre lo hizo, parecía apropiada. Las heridas
provenientes de su familia, lejos de ser tan profundas como las
llevaría dentro. Su hombro había necesitaba puntos de sutura, y fue
una experiencia dolorosa que a Lyndon no le importaría no repetir.
Los demás cortes y magulladuras se curarían pronto, pero con toda
honestidad, estaba más preocupado por Oscar, y sabía que todo el
mundo lo estaba también.
Mirando alrededor de la sala de estar de la casa de Henry y
Cheryl, observó que Oscar había escapado. A pesar del calor de la
habitación, lo que era acogedor por el grupo de fotografías y
pinturas, así como esculturas de Leví, Lyndon se estremeció al darse
cuenta que Oscar se había ido.
- ¿Cómo está él? – Preguntó Marybeth.
Levi le dio una sonrisa acuosa y se levantó. – Iré a verlo.
Marybeth vio a Leví antes de responder. – Él sabe que hizo lo
que tenía que hacer, pero matar toma un pedazo de tu alma, si tienes
un alma.
La culpa roía a Lyndon como lo había hecho desde que Oscar
había acabado con la vida de Albert. – Lo siento, Marybeth. Si
pudiera…
- No. – Ella lo cortó firmemente, agitando su mano en el aire
entre ellos. – Nada de eso. Lo que sucedió fue lo que tenía que
hacerse. Oscar es fuerte. Mucha gente no lo ve. Ven a un chico lindo
con una mano estropeada, y ellos son estúpidos por ser tan ciegos. Si

192 hubieras tenido que matar a tu medio hermano, te habría hecho más
daño a ti que a Oscar. Es peor cuando tomas la vida que pertenece a
alguien por quien deberías preocuparte… – Marybeth asintió con la
cabeza y miró hacia otro lado. – Oscar también está preocupado por
lo que hizo. Teme que eventualmente lo odiarás por eso. Le dije que
eres un hombre mejor del crédito que te da, pero tú tendrás que
tranquilizarlo.
- Lo haré. – Lyndon se lo diría a Oscar todos los días, tantas
veces fueran necesarias para que Oscar entendiera que Lyndon no lo
odiaba por la muerte de Albert. Eso fue todo sobre el alma de Albert
y su padre. Si bien no tenían alma, y había un debate por decidir si
Lyndon no era igual. Pero Albert y su padre habían hecho sus
elecciones, lo que obligó a un hombre inocente a cometer un acto
que nunca debería haber tenido que hacer. Lyndon había hecho sus
elecciones, y esto significaba aceptar esta familia y el lugar que le
ofrecían. Cuidar de ellos, y estaba seguro, amando a Levi. El núcleo
de la emoción estaba ahí, cada vez más fuerte a cada momento que
pasaban juntos. Sabía que sólo era cuestión de tiempo antes de
confesar, antes de que su corazón se hinchara y la necesidad de decir
las palabras que no podían ser reprimidas. Pero algo había picado en
su mente desde que Marybeth lo había dicho. Se deslizó hacia
delante en la silla hasta que estuvo casi rodilla a rodilla con
Marybeth. Ella le dedicó una sonrisa que le hizo pensar que ella
sabía exactamente lo que iba a preguntar. Sintió la tentación de
hacerle algunas preguntas engañosas, pero pensó que
probablemente ella sabría las jodidas respuestas.

193 - Sabes lo que estoy preguntando… – Comenzó, y los labios


curvados de Marybeth lo confirmaron. Lyndon continuó, seguro que
ella no lo diría a menos que él preguntara. – Mencionaste saber algo
acerca de lo que estaba pasando entre Levi y yo, o quizás entender
algo. ¿Tuviste la oportunidad de descubrir eso?
Marybeth se levantó y le tendió la mano. – Vamos afuera, a
conseguir un poco de aire fresco. Me apetece dar un paseo.
Ok, así que es una conversación privada. Lyndon puso la
mano de ella sobre su antebrazo y dobló el codo lo suficiente para
que ambos estuvieran cómodos, entonces la siguió. Una vez que
estaban en un camino de gravilla resguardado por gruesas ramas de
los árboles, Marybeth comenzó a hablar.
- No recuerdo mucho de mi pueblo. Nuestro pueblo. Tenía sólo
seis años cuando mi familia fue asesinada. Pero hay pequeñas piezas
de información todavía flotando por aquí. – Ella golpeó su sien. – A
veces es difícil saber lo que es un sueño y lo que es real, por eso dije
que necesitaba un poco de tiempo. Pero creo que estoy recordando
correctamente. Había parejas en nuestro clan que eran compañeros.
– Ella se detuvo y se volvió hacia él, con los ojos ardiendo en su
interior. – No sólo parejas que escogían, sino compañeros cuyas
almas se llamaban entre sí. Mis padres eran así. Pensé que era un
falso recuerdo durante mucho tiempo, porqué ¿qué niño no quiere
recordar a sus padres siendo felices y completamente enamorados?
Pero te vi a ti y a Levi, y comencé a pensar, no sólo en ustedes, sino
en todas las parejas en nuestra familia. Recuerdo a mi padre
diciendo que los compañeros se encontrarían entre sí sin importar la

194 distancia, si es posible. Nadie más podría satisfacerlos. Esas parejas


quienes están juntas y enamoradas, sin el mismo impulso instintivo,
creo que ellos no son compañeros.
Ella se encogió de hombros. – No lo sé a ciencia cierta. Pensé
que era sólo algo que ocurría entre los leopardos de las nieves, pero
conocí a Vicent y nunca quise a otro hombre. Tal vez no es tan fuerte
el instinto si nuestra pareja es un humano, o tal vez simplemente lo
llamamos amor verdadero, pero lo que veo entre Levi y tú me
recuerda a mis padres. Fueron increíblemente felices juntos.
Lyndon frunció el ceño cuando su pulso comenzó a latir
increíblemente. – ¿Por qué no me lo dijiste en el interior?
- Porque Henry y Cheryl están enamorados y dedicados el uno
al otro como dos personas pueden ser. – Dijo, mirándolo fijamente
como si él no fuera muy brillante. – ¿Cómo crees que se sentirían si
supieran que hay tal cosa como compañeros? Por supuesto, creo que
el amor es tan fuerte, pero los humanos no tienen los mismos
impulsos instintivos que tenemos los camibiaformas. No quiero que
Henry sienta que es inferior, o peor aún, que está privando a Cheryl
de su verdadera pareja.
- Pero… – La cabeza de Lyndon empezaba a latir con fuerza,
frunció el ceño duro. – Dijiste que podría ser lo que la gente llama el
verdadero amor en los humanos. ¿No crees que sería lo mismo? Tal
vez la intensidad no es fuerte al principio, pero los cambiaformas
tienen instintos que ayudan a guiarnos. Un humano sería más
lógico, tal vez, incluso, instintivamente temeroso de un
cambiaforma. Esto no significa, en mi opinión, que los humanos y

195 los cambiaformas no son parejas. Dijiste que no querías a nadie más
una vez que conociste a Vicent y Levi me dijo que no había divorcios
en la familia. ¿No crees que haya una buena oportunidad de que
tengo la razón?
Marybeth lo consideró por un minuto, luego otro, y Lyndon
pensó que no le respondería.
- Tal vez. – Admitió finalmente. – Es sólo que no quiero que
nuestros miembros familiares no cambiaformas sientan que son
menos que el resto de la familia. Es por eso que prefiero mantener
esto entre nosotros, y Levi, por supuesto, al menos por ahora. – Ella
dio un paso atrás y se volvió un poco, luego miró por encima del
hombro. – Y Oscar, supongo. Levi, tú y tu hermano salgan aquí.
Lyndon no pudo contener una sonrisa cuando los hermanos
salieron de la espesura de los árboles luciendo como niños culpables.
- Lo siento abuela Marybeth. – Ambos murmuraron.
Lyndon levantó un brazo y Levi se instaló debajo de él,
presionando suavemente contra el costado de Lyndon.
- Ven aquí. – Levi le dijo a Oscar, a continuación, los tres
estaban parados frente a Marybeth.
- Ahora, obviamente, sabía que estaban ahí porque soy muy
aguda. – Marybeth parecía muy satisfecha de sí misma. – Levi
necesitaba saber, y tú, Oscar. – Ella sostuvo la barbilla de su nieto. –
Tú y Levi serán nuestros narradores de la familia. Ambos siempre
escuchan y observaban, y sé que guardas todo en ese cerebro agudo
tuyo.

196 Oscar parecía noqueado, su boca abierta y los ojos muy


amplios. No parecía exactamente emocionado, en opinión de
Lyndon. – Pero, pero… – Levi sólo parecía muy... intenso.
- Pero nada. – Se burló Marybeth. – Mi padre era el más joven
y él era nuestro narrador. Tuve un hermano… Creo que era
alrededor de tres o cuatro años mayor que yo, quien se supone que
reemplazaría a mi padre cuando muriera. – La tristeza en sus ojos
no parecía haber disminuido durante los años transcurridos desde
su pérdida. – Fue asesinado. Los he observado desde que ambos
nacieron, y mi corazón me dice que esto es lo correcto. Si mi clan
tenía una primera o una docena de narradores, no importa. Lo que
importa es esto.
Ella puso una mano en el corazón de cada hermano. – Sus
corazones laten bien y fuerte. La sangre de nuestros antepasados
bombea a través de ellos, llenándolos con el deseo del conocimiento
de nuestro pueblo. Timothy, su corazón late con el suyo también.
Los tres harán seguramente que lo que yo sé se trasmita. – Ella
asintió una vez. – Y puesto que Timothy se regresará a mi ciudad
natal para buscar más cambiaformas de leopardos de las nieves,
para más conocimiento, espero que los tres mantendrán a la familia
unida y duradera.
Marybeth acarició el pecho de los hombres, luego inclinó la
cabeza hacia la casa. – Ahora, esos son suficientes pensamientos
profundos para el día. Quiero ser escoltada de nuevo por tres
hombres guapos.
Oscar se adelantó y extendió la mano. – Bueno, lo siento, pero

197 soy el único atractivo aquí que puede acompañarte.


Lyndon rió y Levi también. Él pensó que Marybeth tenía razón.
Oscar iba a estar bien, era fuerte, mucho más fuerte de lo que
parecía.
En cuanto a él y Levi, bueno, ellos iban a tener una vida larga y
feliz juntos como compañeros, amantes y mejores amigos. De todo lo
demás, se ocuparían cuando llegara.

198
Epílogo

Una cosa que Levi no podía negar es el hecho de que era un


hombre que no dudaba o era tímido. Lyndon se extendió sobre la
cama boca arriba, desnudo como el día en que nació, con las piernas
dobladas por las rodillas, sus tobillos casi tocaban las mejillas de su
culo. Sus brazos extendidos y las manos con las palmas abiertas
hacia arriba, relajado, y su polla erecta y húmeda en la punta.
Lyndon era tan magnífico, el hambre en sus ojos era un mayor
afrodisíaco que nada. Sin embargo, Levi levantó una cadera contra el
marco de la puerta mientras miraba a los ojos dorados de su amante.
– ¿Estás tratando de darme una pista, como que tal vez estás
cachondo? – No estaría de más molestar un poco al sexi hombre.
Lyndon hizo algo entonces que Levi nunca le había visto hacer
antes. Él rodó los ojos hasta que todo lo que se mostraba era el
blanco, y luego los rodó hacia abajo por lo que podría enfrentar a
Levi. – No, estoy tratando de que me folles ahora que estoy bien y
recuperado.
- Oh. – Dijo Levi, su polla llenándose tan rápidamente que le
sorprendió no estar herido. Era, sin embargo, un poco mareado, por
199 el flujo de sangre corriendo hacia el sur o simplemente la idea de
finalmente ser capaz de follar a Lyndon. O las dos cosas.
Levi arrastró su mirada hacia el cuerpo Lyndon, la vista de
todos los músculos, la carne peluda de su amante lo hizo morder el
labio para evitar balbucear en agradecimiento. Sólo quería empezar
bien, llenar a Lyndon y montarlo hasta que ambos se derrumbaran
en un montón agotado de placer, demasiado saciados para moverse
durante horas. Dios, casi podía venirse con sólo pensar en ello
mientras mira a Lyndon. Luego lo hizo dos veces cuando estaba
estudiando las bolas Lyndon, porque debajo de ellos la piel de
Lyndon brillaba.
Levi olfateó, capturando el olor de su lubricante favorito. No
podía apartar la mirada de ese lugar, bueno, no lo hizo hasta que
Lyndon abrió más las piernas, haciendo que su culo se extendiera
también. Entonces vio el pequeño y lubricado agujero de Lyndon, y
jodidamente estuvo cerca de venirse en sus pantalones.
- Mierda, mierda, mierda. – Levi susurró mientras se quitaba
la ropa. Podría hacerlo más rápido, se reprendió a sí mismo en
silencio, hubiera tomado sus estúpidas botas fuera primero. – No se
puede pensar cuando estás esparcido así, esperando por mí. – Y él
no podía decir oraciones completas y desvestirse al mismo tiempo,
también, al parecer.
La risa de Lyndon cuando Levi saltó por ahí tratando de evitar
caer de culo en el suelo no ayudó en absoluto. Cuando Levi se sacó
las botas, apenas tuvo la paciencia para patear sus pantalones abajo

200 por sus piernas. Pero de ninguna manera follaría a Lyndon por
primera vez con cualquier otra cosa entre ellos. Marybeth había
señalado que ninguno de los cambiaformas contraía enfermedades
humanas, ni siquiera un resfriado. Levi se preguntó de qué
terminarían por morir a partir de entonces, pero decidió que era
demasiado deprimente el pensamiento como para insistir.
Y ahora, él y Lyndon habían discutidos eliminar los condones
esta misma mañana después de la pequeña liberación de Marybeth.
Levi se alegró de haberle preguntado sobre conseguir tomar la
prueba, y se preguntó si ella lo diría al resto de la familia. El tipo de
duda. Marybeth mantenía las cosas para sí misma, por razones que
nadie podía adivinar, aunque quizás ella no quería que sus parientes
cambiaformas salieran y follaran indiscriminadamente sin
condones.
¡Algo para preocuparse más tarde! Levi apago su cerebro con
la excepción de la parte caliente, que estaba planeando dónde lamer
a Lyndon primero. ¿La curva de su hombro? O ¿la protuberancia en
la base de su columna vertebral? ¡La parte posterior de sus
rodillas… hay muchas opciones!
Cuando Lyndon agarró su polla desde la raíz, Levi tuvo su
respuesta. Se metió en la cama y agarró la barbilla de Lyndon, y lo
besó como el caliente y sexi hombre que era. Levi lamió cada
pedacito de la boca de Lyndon, podía beber hasta los suaves gemidos
que ambos hicieron. Chupó los labios de Lyndon, la parte superior y
luego el inferior. La respiración de Lyndon se hizo más fuerte y más

201 dura. Alcanzó a Levi y Levi se movió sobre él, movió las caderas de
Lyndon en una amplia expansión, arqueando la espalda y bajó su
pecho sobre el de Lyndon.
Levi mantuvo su peso sobre los codos. Se sintió tan bien, la
forma en que su polla se frotaba al costado de Lyndon. La forma en
la que Lyndon gimió y onduló debajo de él avivó cada llama del
deseo ardiente en Levi. Cuando Lyndon se arqueó hacia arriba,
empujando con tanto entusiasmo como Levi, casi condujo a Levi
fuera de su mente. Pellizcó la barbilla de Lyndon, entonces su
manzana de Adán. El gemido bajo de Lyndon pasó a través de su
garganta, el sonido vibrando contra los labios de Levi.
El agarre de Lyndon se apretó en Levi, garras afiladas y negras.
La mordida del dolor aguijoneó el cuello de Levi. Levantó la cabeza y
miró a los ojos de Lyndon. – ¿Qué quieres? Gentil y…
El gruñido de Lyndon lo cortó. – ¡Sabes lo que quiero! ¡Has
sido muy cuidadoso en las últimas dos semanas! ¡Deja eso!
Era cierto, Levi tenía miedo de arañar o morder a Lyndon, no
después de haber sido herido.
- Es diferente contigo. – Dijo Lyndon, sosteniendo la mejilla de
Levi. – No es ni de lejos lo mismo, tienes que creer en eso.
Y Levi lo hizo, porque la necesidad de Lyndon era tan fuerte
que latía en él. En lugar de responder verbalmente, sonrió y se
deslizó hacia abajo y mordió el pezón de Lyndon. Los pelos vellos le
provocaron cosquillas en los labios, pero el grito de la mordedura
que Lyndon emitió no tuvo precio. Levi pellizcó y apretó el otro
pezón mientras lamía y mordisqueaba el primero.

202 Lyndon agarró el pelo de Levi. – ¡Detente, oh Dios para antes


de que me venga por todo el lugar!
Levi se detuvo inmediatamente y después se deslizó hacía
abajo y chupó la gruesa polla de Lyndon. El grito de Lyndon tuvo
que haber sido escuchado todo el camino hasta Holton. Se contoneó
y agarró la cabeza de Levi, manteniéndolo en su lugar. Levi zumbaba
alrededor de la polla llenando su boca mientras acariciaba las bolas
de Lyndon. Sacó mechones de cabello, provocando más deliciosos
sonidos de Lyndon. Levi pasó su lengua sobre la longitud de Lyndon,
moviendo el manojo de nervios sensibles en la parte inferior de la
corona. Lo que sonó como un gemido, escapó de los labios de
Lyndon. Levi tocó ese lugar otra vez y obtuvo el mismo sonido,
deleitándose tanto que tuvo que repetir el movimiento varias veces
más.
Arrastró su polla contra la pierna de Lyndon, follandola,
rozándose, un poco de fricción para ayudar a aliviar su propia
necesidad. Luego se hundió de nuevo en la polla de Lyndon, sin
detenerse hasta tener el vello púbico de Lyndon hurgando en su
nariz. Deslizó un dedo en el culo lubricado de Lyndon, algo que
había hecho casi todas las veces que habían hecho el amor. Lyndon
no era generoso, lento y fácil, no cuando se trataba de ser penetrado
por los dedos de Levi.
Otra sacudida de su cabeza, y Levi puso un segundo dígito en
Lyndon. Tragó saliva alrededor de la polla de Lyndon, la punta
enterrada en su garganta, y Lyndon disparó como un petardo,
gritando y soltando chorros de esperma desde su polla. La

203 constricción sedosa del culo de Lyndon alrededor de los dedos de


Levi hizo necesario para él llegar a abajo y sujetar la base de su polla
antes de que culminar esta manera.
Levi cerró los ojos y continuó mamando la polla de Lyndon,
tratando de mantener el poco control que le quedaba. Frotó la
glándula esponjosa en el culo de Lyndon cada vez que podía mover
los dedos de nuevo. La polla de Lyndon se endureció, aunque se
movió y tiró del pelo de Leví de nuevo.
Levi se apartó lo suficiente para levantarse y permitir que la
polla de Lyndon resbalara de su boca.
- Demasiado. – Lyndon dijo, su polla presionando contra su
estómago.
Los labios de Levi se arquearon mientras deslizaba sus manos
por debajo del culo de Lyndon. – ¿Qué hay sobre esto? – Abrió las
mejillas de Lyndon con el pulgar, exponiendo más el agujero de
Lyndon. – Sujeta tus piernas por mí.
El aliento de Lyndon atascó pero enganchó sus manos
alrededor de la parte posterior de sus rodillas y acercó sus piernas
contra su pecho. El cambio de postura lo abrió más, e inclinó su culo
hacía arriba, dos ventajas. Levi se adentró, irrumpiendo en el anillo
lubricado. El sabor de cereza era un poco inapropiado, pensó, deseó
no estar ahora usando ningún lubricante.
La próxima vez, lo probaré sólo a él. Lyndon se estremeció,
apretando su trasero. Levi clavó su lengua en el orificio de Lyndon y
gimió al encarnar una de sus fantasías. Le gustaba ser follado, le
encantaba, y sin duda amaba cuando Lyndon le hacía el rimming9,

204 pero maldita sea, había extrañado hacer esto, y hacerlo con Lyndon
volcó a Levi estaba en un estado de euforia que no había
experimentado antes.

9
Práctica sexual que consiste en el contacto entre boca y ano. Esta práctica también es conocida como
Beso Negro.
Levi folló con su lengua a Lyndon hasta que sus mandíbulas
dolían y Lyndon era una masa retorciéndose, rogando de necesidad.
- ¡Por favor, por favor, Levi! Por favor, follame. – Lyndon pidió
con voz áspera, sosteniendo el cabello de Levi, como si temiera que
Levi desaparecería.
La polla de Levi estaba tan dura que temía que se vendría antes
de tener la cabeza en el culo de Lyndon. Sin embargo, estaba
malditamente seguro que lo intentaría. Se sentó y de limpio la boca
con el dorso de la mano, y luego deslizó sus brazos alrededor de la
parte superior de los muslos de Lyndon. Un buen tirón y tenía el
culo de Lyndon en su regazo. Levi no lo dudó. Alineó su polla y
empujó dentro. Calor envolvió su polla en un agarre aterciopelado.
Levi no pudo evitar el grito más de lo que podría dejar de presionar
en el celestial agujero de Lyndon. El gemido de Lyndon y la forma en
que trató de mover sus caderas en el regazo de Levi fue casi la ruina
de Levi.
- Lyndon. – Levi dejó de hablar como el placer rodó en sus
bolas, inundando sus terminaciones nerviosas con la sensación tan
intensa que rayaba en lo doloroso. Empujo dentro de la apertura de
Lyndon, sin parar hasta que sus bolas golpearon el culo de Lyndon.
Fue totalmente bueno, casi perfecto, excepto por…

205 Levi puso sus brazos alrededor de la parte posterior de las


rodillas de Lyndon y las enganchó mientras extendía sus piernas. Se
acercó a Lyndon, las rodillas pegadas al lado de las caderas de
Lyndon. El cambio de posición le dio más profundidad y Levi se
mantuvo inmóvil mientras miraba a Lyndon.
- Muévete. – Lyndon ordenó, eso era lo que Levi necesitaba
oír.
No comenzó lento y suave, sabiendo por la forma en que las
garras de Lyndon se clavaban en su hombro, gentilmente no era lo
que quería Lyndon. Rápido y duro, tan profundo como podía
conseguir, Levi folló a Lyndon, la fuerza de sus golpes empujando a
Lyndon sobre la cama. Levi apretó más las piernas de Lyndon y
agarró los hombros de Lyndon debajo. Trató de mantener sus garras
en arañazos, pero el gruñido repentino que Lyndon emitió lo sacó
del modo protectivo en el que había caído. Lyndon no quería ni
necesitaba mimos cuando se trataba de sexo. Ni Levi.
Garras pinchaban la piel, entonces cavaron más profundo. Levi
golpeó dentro del culo de Lyndon. Lyndon era tan bueno, dejando
un rastro de arañazos en el pecho de Levi antes de deslizar una mano
entre ellos para sujetar su polla. Lyndon comenzó a bombear su
longitud, mientras que envolvía la otra mano alrededor del brazo de
Leví. Levi sabía que iba a tener más arañazos y lo hizo embestir su
polla más duro, más rápido, maldiciones y garras más exigentes de
Lyndon.
Levi soltó el hombro de Lyndon. – Pon tus piernas alrededor
de mí. – Lyndon lo hizo, clavando sus talones en el culo de Levi. Se

206 inclinó lo suficiente para que pudiera inclinar la cabeza y encontrar


el punto exacto donde se une cuello con el hombro de Lyndon. Levi
lamió el lugar mientras enterraba sus manos en el pelo de Lyndon.
Lyndon se estremeció bajo sus pies. Cada tirón de su mano hacía que
el puño de Lyndon entrara en contacto con el estómago de Levi, no
dolorosamente pero lo suficiente para recordarle exactamente lo que
estaba pasando allí. Lyndon apretó las piernas y tiró de la mano
entre ellos, presionando a Levi. Levi empujó, disfrutando de la forma
en que la polla de Lyndon estaba atrapada, sabiendo que estaba
proporcionando la fricción que conduciría a Lyndon fuera de su
mente muy pronto.
Acariciando el lugar que escogió, Levi folló a Lyndon más duro
con cada golpe. Sintió el inicio de su orgasmo en oleadas pequeñas
pero crecientes de chispas eléctricas que revoloteaban sobre su polla.
Un rubor se precipitó sobre su piel, calentándolo, y una ola de
éxtasis comenzó a rodar por su cuerpo. Levi trató de contenerse,
deseando esperar hasta que Lyndon se viniera, pero la vaina
apretada alrededor de su polla y el sabor de la piel de Lyndon fue
demasiado. Apretó la cara contra el lugar que había lamido, y luego
mordió al mismo tiempo que disparó el primer chorro de semen de
su polla.
El lloriqueó inmediato de Lyndon apenas precedió al esperma
caliente y húmedo que salpicó el estómago de Levi. Su polla
exprimida firmemente por las contracciones de los músculos
internos de Lyndon, las caderas Levi se sacudieron y gimió cuando
se vino en el culo de Lyndon. La mano de Lyndon aún entre ellos y

207 Levi bombeó el último trazo de semen de su polla. Se alzó sobre los
codos y trató de ver la marca que dejó, pero su visión era borrosa y
su cabeza demasiado pesada para soportarlo.
- Mano. – Logró balbucear antes de caer sobre Lyndon.
- Dios, Levi eso fue... – Lyndon resopló y Levi fue abrazado con
tanta fuerza que casi tuvo que protestar. – Ni siquiera puedo
describirlo. Y cuando me mordiste, oh mi puto infierno, fue como…
Levi resopló. ¿Quién sabía que Lyndon sería un pasivo
hablador? Levi estaba tan jodido que no podía respirar, debido a la
mierda. Sin embargo, escuchó mientras Lyndon describía cuan
“jodidamente-increíble-bueno” había sido su apareamiento. Levi
podría incluso haber brillado con el efusivo elogio.
Más tarde, una vez que las células del cerebro de Leví habían
decidido que no estaban totalmente fritas, se sentó junto a Lyndon,
con la espalda apoyada en la cabecera. Terminaron los sándwiches
que Lyndon había hecho. Levi estaba todavía tratando de averiguar
dónde Lyndon había encontrado la energía para levantarse y hacer
sándwiches.
Lyndon estableció el plato en el suelo, luego se aclaró la
garganta. Levi sintió el nerviosismo del hombre y se preguntó qué
pasaba. – ¿Hice algo mal, después de todo?
- No, no. – Lyndon le sonrió por unos segundos. – Lo hiciste
muy bien, creo que lo había dejado lo suficientemente claro. Esto no
se trata de sexo, se trata de lo que dijo Albert, de la existencia de más
de nuestros hermanos por ahí. ¿Mi padre los encontrará, tratará de

208 ponernos a unos contra otros ya que Albert está muerto? No dejo de
pensar en ello. No tengo ni idea de quién o dónde estarán, pero me
preocupa.
Levi había pensado en eso, pero la verdad es que no podía
encontrar la manera de averiguar si Lyndon tenía más hermanos o
hermanas. El padre de Lyndon no había sido nombrado en su
partida de nacimiento, y Levi apostaría que Cole Tavares hizo lo
mismo con los otros niños que podría haber tenido fuera del
matrimonio. Esto no dejaba pistas, o de alguna forma fácil de verlas,
y preguntarle al padre de Lyndon estaba definitivamente fuera de
cuestión.
- Creo que todo lo que podemos hacer por ahora es esperar.
Lyndon asintió. – Sí, supongo que sí.
Levi puso el plato abajo y Lyndon lo acercó más. Pensó que
nunca se cansaría de esto; abrazos, folladas y hacer el amor. Luego
estaban todas las pequeñas cosas, compartir el espejo del baño,
discutir sobre quién lavaría los platos. Era lo más cercano a la
perfección que podría desear.
Levi cerró los ojos y frotó su mejilla en el pecho de Lyndon.
Lyndon ronroneó, un sonido que Levi no escuchaba a menudo, lo
que lo hacía aún más especial. Cuando Lyndon se detuvo, Levi abrió
los ojos. – ¿Qué estás pensando?
- Estoy pensando que esto es más, que tú eras más de lo que
nunca pensé que tendría. Y desearía tener tu talento. Te esculpiría
justo como esto, enredado junto a mí, luciendo cálido y satisfecho,
como en casa.

209 - Oh. – Levi parpadeó, un poco aturdido por las confesiones de


Lyndon. Luego quiso golpearse por no responder con algo más
elocuente que un “Oh”. Levi besó el pecho de Lyndon. – Lo siento.
Simplemente me sorprendiste, Lyndon, y no sé ni qué decir. Eres
increíble, por dentro y por fuera, y sueno tan lamentable, pero… –
Levi tragó cuando se quedó sin habla. Se aclaró la garganta y
susurró: – Sólo no me dejes, ¿de acuerdo? Si sientes que tienes que
irte, llévame contigo.
Dios, parecía un imbécil necesitado, pero... necesitaba a
Lyndon. No podía ocultarlo.
- No tengo ninguna razón para irme. – Señaló Lyndon. – Y
tengo todas las razones para quedarme aquí contigo. – Acarició de
nuevo a Levi, una caricia que garantizaba que pronto lo arrullaría
para dormir. – Además, tengo una familia aquí que cuidar.
- La tienes. – Levi le aseguró, tan feliz que pensó que estallaría.
Luego inclinó la cabeza hacia atrás y esperó a Lyndon para encontrar
su mirada. Cuando lo hizo, el color del oro caliente parecía brillar,
como si lo iluminara internamente. – Tu familia te ama, lo sabes. Te
amo. – Resultó fácil decirlo, y Levi había estado tratando de
retenerlo por temor a… ¿Qué? ¿Decirlo primero? ¡Bueno, parece que
soy un idiota! ¡Sobre todo teniendo en cuenta la forma en que
Lyndon me está sonriendo ahora! Debí decírselo en cuanto me di
cuenta.
Lyndon rodó a Levi sobre su espalda, cubriendo a Levi con su
cuerpo fuerte y musculoso. Le enmarcó la cara de Levi con las
manos, hundiendo los dedos en el pelo de Levi. – Yo también te

210 amo.
Levi sonrió y se acurrucó contra la palma de Lyndon. – Bien. –
Y así fue. Después de pasar una semana con sus primos, escucharlos
hablar sobre sus vidas amorosas, había dejado a Levi sentir como
que nunca tendría a nadie. Pero ahora tenía a este hombre increíble
con quien pasar el resto de su vida. Levi se abrió para él, ofreciendo
todo a Lyndon, y supo que lo que pasara en el futuro, podrían
resolverlo, siempre y cuando se tuvieran el uno al otro.

FIN

211

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