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Humanización del Derecho Penal

Daniel Romero

Ferrajoli y Beccaria son los padres de lo que conocemos como la tendencia a


humanizar el derecho penal, básicamente porque los castigos y las penas no se
imponen a maquinas u objetos inanimados. El periodo de la ilustración, y la
revolución filosófica que causa el iluminismo dentro de la sociedad es tan
importante, que la sociedad comienza a ser antropocentrista donde el ser humano
se ubica como el núcleo de todas las cosas. Los valores de Beccaria se ven
también muy impregnados en los pensamientos de la Revolución Francesa, donde
la frase de “Libertad, igualdad y fraternidad” hace eco.

Desde los pensamientos de Beccaria podemos obtener conceptos y principios


básicos de la humanización del Derecho Penal como lo es por ejemplo el principio
de legalidad, donde ese famoso aforismo de Nullum Crimen Nulla Poena Sine
Lege parece tomar tanta importancia, por la necesidad de la existencia de normas
previas y ya escritas para garantizar un debido proceso. Además, la humanización
va de la mano con un sistema de garantías propuesto o abordado a fondo dentro
de las obras de Ferrajoli para abolir ese despotismo punitivo de los sistemas
penales tradicionales y brindar protección al humano que resulta ser protagonista
dentro del Derecho Penal. Limitar los sistemas de juzgamiento y proveer medidas
que sean pro homine, es lo que actualmente vemos en los sistemas de derecho
penal que aplican la humanización dentro de ellos.

Ante la constitucionalización de todas las ramas del derecho y la entrada del


bloque de constitucionalidad a Colombia, el sistema penal se caracterizó por tener
tintes garantistas para así salvaguardar a las personas y sus derechos. Es por
esto que en Estados como el nuestro, vemos por ejemplo la prohibición de la pena
de muerte y la cadena perpetua, ya que son penas denigrantes que van en contra
de la dignidad humana y el resguardo de otros derechos fundamentales para el
ser humano como lo son la vida y la libertad.

Ya los nuevos autores que nos hablan de la humanización del derecho penal,
empiezan a involucrar conceptos como por ejemplo la integralidad del ser humano
y las aristas fundamentales de la persona, y como un sistema de penal injusto
afecta no nada más a la persona a la que se le “castiga”, si no, a sus vínculos
cercanos. Un ejemplo de esto en nuestro ordenamiento jurídico, es el
otorgamiento del beneficio de pena sustitutiva de prisión domiciliaria a los padres o
madres que son cabeza de familia, ya que en estos casos la imposición de una
pena por más “justa” que sea puede causar daños por ejemplo a los menores o
personas que se encuentren bajo su cuidado.

La evolución también jurisprudencial ha sido importante en la humanización del


Derecho penal, ya que, aunque el legislador sea quien por contrato social deba
crear las normas, muchas de ellas son injustas, incluso, parecen un retroceso
dentro del sistema garantista y es ahí donde las altas cortes intervienen para dar
cumplimiento a la Constitución Política de Colombia y los Tratados de Derechos
Humanos firmados y ratificados por Colombia.

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