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Se entiende por fuentes del Derecho toda manifestación de él, todo medio o
lugar de conocimiento del Derecho, todo texto legal, doctrinario o jurisprudencial
donde se encuentre el Derecho, desde los fenómenos socio geográficos que
originan el contenido de la norma, que le sirven de materia prima, pasando por la
ley, la jurisprudencia, la costumbre, reglamentos y ordenanzas, hasta los decretos
y piezas históricas antiguas de contenido jurídico que constituyeron las primeras
enseñanzas del Derecho.
Fuentes Directas:
Las leyes no pueden derogarse sino por otras leyes, y no vale alegar contra su
observancia el desuso, la costumbre o practica en contrario, por antiguos y
universales que sean.
El Código Civil hace muy pocas referencias a la costumbre como fuente del
Derecho Civil, un ejemplo se encuentra en el art. 1612 en materia de
arrendamiento.
Sin embargo, se centrara atención en las fuentes formales del derecho positivo,
entendido este como el conjunto de normas jurídicas de carácter general dictadas
por los poderes públicos.
Fuentes Indirectas:
En conclusión pudiéramos decir, que las fuentes del Derecho Civil venezolano
son: la ley, es decir, la Constitución, el Código Civil, la LOPNNA, y demás normas
de derecho positivo relacionadas, además también se incluye la costumbre, la
doctrina y la jurisprudencia.
Definición de Ley:
El término Ley proviene de la voz romana Lex, que significa norma escrita, por
contraposición a la norma consuetudinaria, formada a través de la repetición de
formas de conductas, denominadas Mores. Con respecto de la proveniencia de la
locución lex no hay concordancia en los autores, pues algunos derivan del verbo
ligo-ligare, que significa ligar, en razón de que la ley establece un ligamen de los
hombres a su contenido, dado que están obligados a cumplirla, mientras otros, los
más, creen que deriva del latín lego-legere que significa leer.
Bajo un régimen constitucional, la ley es una disposición aprobada por las Cortes y
sancionadas por el jefe del Estado. Aquellas acciones que violan la ley son
penadas con distintos castigos según la naturaleza y la gravedad de la falta.
Puede decirse que las leyes limitan el libre albedrío de los seres humanos que
conviven en sociedad; funcionan como un control externo al cual se somete la
conducta de las personas para asegurar que se cumplan una serie de normas que
respondan a las necesidades de la comunidad. Si una persona considera que está
bien realizar una acción que esté penada por la ley, lo normal es que se abstenga
de hacerlo, dejando a un lado su creencia individual.
La ley (como norma jurídica) debe cumplir con diversos principios, como la
generalidad (comprende a todos los individuos), la obligatoriedad (es imperativa) y
la permanencia (es dictada con carácter indefinido), entre otros. Pero el ser
humano no se caracteriza por respetar a los demás seres vivos, sean o no de su
especie, y ciertas leyes (o la ausencia de las mismas) suelen evidenciar esta triste
realidad.
Ley Formal y Material: Cuando nos referimos a la ley en sentido material y formal
esta diversificación se particulariza por observar cuál es el contenido de la ley y
cuál es su estructura.
El artículo anterior indica que la Ley tiene carácter obligatorio, tanto para los nacionales como para
los extranjeros, desde que es publicada en Gaceta Oficial, ó cuando la misma establece que
entrará en vigencia en una fecha determinada que es posterior a la publicación de la gaceta oficial.
El lapso entre la fecha de publicación y la fecha de entrada en vigencia de ley es lo que se conoce
con el nombre de Vacatio Legis.
Fuerza Obligatoria de la Ley: Art. 2 del código civil Venezolano. "La ignorancia de la Ley no
excusa de su cumplimiento".
La obligación de someterse a las leyes es independiente del conocimiento de las mismas; es decir,
en este artículo se establece la obligatoriedad de conocer la ley por todos los ciudadanos, obligando
incluso a quienes la ignoran.
También se expresa que en el Art. 7 del código civil Venezolano. "Las leyes no pueden derogarse
sino por otras leyes; y no vale alegar contra su observancia el desuso, ni la Costumbre o
práctica en contrario, por antiguos y universales que sean".
Significa que una vez puesta en vigor una ley, subsiste indefinidamente, hasta que expresa
(extinción de una ley a consecuencia de otra nueva que declara derogada la anterior) o tácitamente
(imposibilidad absoluta de aplicar determinada ley ante otra posterior) sea derogada por una nueva
ley.
Tipos de normas: Desde el punto de vista de sus relaciones con la voluntad de
los particulares las normas pueden ser normas taxativas y normas dispositivas.
Son taxativas, que también ha llamado la doctrina normas imperativas o de orden
público, aquellas que no pueden ser derogadas por la voluntad de los particulares
a los cuales van dirigidas. Las normas dispositivas, también llamadas supletorias,
son las que pueden renunciarse por los particulares y que solamente rigen
siempre y cuando los sujetos a los cuales van dirigidas no hayan previsto una
forma diversa de la establecida en la norma.
Las Normas Taxativas son necesarias porque se consideran vitales para el orden
social, en consecuencia no se pueden relajar en ningún caso y deben cumplirse
aún en contra de cualquier voluntad particular.
Es el tipo de norma que el legislador dicta para regular la vida social, como
alternativa a la decisión de las partes.
Tienen por objeto suplir la regulación de los particulares; suple el vacío dejado por
los particulares y por eso no se aplican en caso de disposición contraria.
Por lo tanto a falta de convención contraria de las partes, las relaciones jurídicas
entre los ciudadanos o contratantes se rigen por lo establecido en la ley.
Autonomía de la voluntad: El principio de la autonomía de la voluntad consiste
en considerar que toda persona sólo puede obligarse en virtud de su propio querer
libremente manifestado. Sólo la voluntad de un sujeto de derecho es apta para
producir obligaciones. En el campo contractual el principio produce efectos
determinados que contribuyen a perfilar aún más sus alcances, a saber:
Las partes pueden pactar entre ellas las prestaciones que deseen. Ello ha
facilitado enormemente en el Derecho Moderno el uso de les contratos
innominados.
Las partes son libres de regular como bien lo quieran las prestaciones de un
contrato. Por ello, la mayoría de las normas legales en materia de contratos son
supletorias de la voluntad de las partes, rigen en los casos en que nada haya sido
previsto por éstas. Igualmente las partes pueden derogar la mayoría de las
normas del Código Civil, y aun establecer formalidades especiales distintas de las
legales o de las no contempladas en el ordenamiento legal.
Autor: Livia Hernández, Abogada y Profesora Universitaria (Venezuela)