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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE EDUCACIÓN, CIENCIAS DE LA


COMUNICACIÓN Y HUMANIDADES.
CARRERA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

ENSAYO SOBRE EL ARTÌCULO: “NUESTRA DEUDA


CON LA ADOLESCENCIA”
ASIGNATURA:

PSICOLOGÌA DEL DESARROLLO HUMANO II

ESTUDIANTE:

ROMINA LEYLA PORTUGAL MAMANI.

DOCENTE: VICTOR BRAVO ALARCÒN


SEMESTRE: III CICLO - B

TACNA-PERÚ
2020
Adolescencia en Perú: Un desafío por afrontar
A lo largo todo el camino de la vida, se concluye en que la adolescencia es un periodo
y no una etapa de transición de la pubertad hasta la maduración de la adultez, aunque
en el contexto actual es mucho más de lo que los estereotipos o patrones
característicos establecen.

De por si la adolescencia no es nada fácil, pero ¿Tiene que ser un sinónimo de


adolecer?, pues la respuesta es sí, tal como lo señala Stanley Hall (1904), viene de la
palabra “adolecer”, es decir estar incompleto o carente de algo que incluye sufrimiento
y constantes presiones del grupo y de uno mismo, y creo que todos pueden
confirmarlo, ¿Quièn en esta etapa no se ha sentido abrumado, frustrado,
incomprendido u oprimido, debido a las constantes presiones ,malas relaciones
interpersonales e intrapersonales, una tensa convivencia en la escuela o en el hogar,
la violencia y los peligros en las calles de Lima? y asì la lista se vuelve cada vez màs
larga en la que muchos factores influyen para demostrar que la adolescencia no es lo
que uno espera, aunque es inevitable.

De por sí la adolescencia comprende un periodo de sufrimiento, tormenta, estrés,


crisis existenciales donde generalmente se pone en tela de juicio lo que los adultos
inculcaron durante años, además de cargar con el peso de satisfacer las expectativas
que tienen los padres, amigos e inclusive ellos consigo mismos, y así muchas
características más. Pero principalmente conlleva un desafío hacia la superación y el
entendimiento de la realidad, ya no vivir en un mundo mágico o de fantasía como lo
hacían creer los cuentos e historias infantiles que se contaban en la infancia, sino
hacer frente a un mundo ya no ideal, sino uno real. Sin embargo, un adolescente en un
mundo caótico guiado por el consumismo, la corrupción, la delincuencia y ahora en
plena pandemia mundial en el Perú no es algo ligero de llevar y es que al contrario,
construye un obstáculo más complicado de saltar para llegar a la superación y más
aún con el error común de esta etapa: El establecimiento de un patrón de actitudes y
conductas erróneas típicas de un adolescente, como atribuir ciertas características
(como lo son los pensamientos del tipo: “no tienen las cosas claras” o “no les interesa
nada”, o tacharlos de ser “simplemente incomprendidos”), cuando están totalmente
equivocados al ser producto de teorías elaboradas en contextos muy distintos al
presente.

Si bien por cambios hormonales propias de la edad es normal que en dicha etapa se
dejen influenciar por sus emociones y convicciones, hay que entender que parte de la
mayor visión construida sobre la adolescencia en el mundo plantea realidades y estilos
de vida diferentes a las que se vive en nuestro país; ¿Por què la adolescencia en Perù
puede ser diferente al periodo adolescente de otros países como EEUU, Chile,
Francia, etc,?., porque cada lugar/contexto es diferente, inclusive entre las mismas
regiones del Perù , el periodo adolescente se puede concebir de diferente manera,
desde las manifestaciones afectivas, la educación, hasta el mismo desarrollo.

Sin embargo es lamentable que en primer lugar, no se conozca al adolescente


peruano detalladamente, ¿Còmo se sentiría usted en un país en el que no se le toma
en cuenta?, en este caso se habla (por poner un ejemplo),del adolescente que vive en
un hogar violento, al adolescente que hace el papel de madre y padre a los ojos de
sus hermanos, a aquel que vive en condiciones rurales y a las justas accede a una
educación, o aquel que se le priva de recibir una adecuada educación sexual? y hoy
por hoy al adolescente que no puede salir de casa y dejo de desenvolverse
“normalmente” en la sociedad, afrontando un cambio repentino de su rutina y estilo de
vida. Personalmente considero difícil la adaptación del adolescente en un lugar
conocido, pero a la vez desconocido, y lo ideal es que el estado junto con sus
progenitores le dé una mano en este desafío.

Por un lado, reconocer los contextos en que se desenvuelve el adolescente es un


primer gran paso. Es así que hay que admitir que la mayor parte de la adolescencia, la
ocupa la escuela, convirtiéndose en el lugar “predilecto” en dicha etapa; sin embargo
de acuerdo a Giroux (1997), señala que la escuela se convierte en un lugar de
homogenización cultural y exclusión de grupos homogéneos, siendo más tensa la
estadía ahí por estar sujetos a la aceptación y crítica por parte de los demás. Y por
experiencia propia, no solo puede llegar a ser una convivencia incómoda hablando
desde un ámbito social, sino también por la presencia de un deficiente sistema
educativo, hay que reconocer que a diferencia de otros países, la educación en Perù
es muy básica ,con falta de estrategias innovadoras en la que se deje volar la
imaginación y se estimule la creatividad del adolescente fuera de recibir algo a cambio
(la nota por ejemplo),y aprovechar los múltiples talentos que puede tener un alumno,
no solo en base a su rendimiento académico o al concepto cognitivista que se tiene de
inteligencia ,sino también trabajar en relación a sus emociones, a la in , que al final de
cuentas le darán un mayor impulso a las acciones y decisiones que tome a lo largo de
la vida cotidiana.

Por la problemática expuesta ya anteriormente y para escuchar la voz de muchos


adolescentes en este país, se creó el proyecto de investigación: “Ser adolescente en el
Perú”, una iniciativa del Grupo de Investigación en Psicología, Cultura y Género
asociado con el Departamento de Psicología de la PUCP en alianza con UNICEF. Este
proyecto tuvo como objetivo colocar en debate público como son realmente los
adolescentes de este país, en otras palabras, caracterizar a los/as adolescentes de
diferentes realidades culturales del Perú, y contribuir de este modo a tomar decisiones
más pertinentes sobre los servicios educativos, el entorno familiar y más cosas que
necesitan; decisiones basadas en información y conocimiento validado sobre quiénes
son las y los adolescentes en nuestro medio y cómo viven y perciben diversos temas.

Para ello se indagó en 11 ejes (Sexualidad y Género, Bienestar subjetivo, identidad


psicosocial, etc.), que contó con participantes de diversas regiones de la Costa, Sierra
y Selva del país. Una de las primeras actividades fue la realización de entrevistas a
diversos jóvenes para escuchar su opinión y compartir sus vivencias durante estos
últimos años. Desde el punto de vista de su servidora, establecer relaciones en el
entorno, sumado a factores como la posición socioeconómica, la educación, el estilo
de vida y màs que establece la investigación es muy interesante, aunque reluce más
cuanto el país debe a los adolescentes, y no solo el estado, sino las familias, la
educación escolar, la cultura social y más, aunque rescatamos detalles y experiencias
muy interesantes.

Por ejemplo, las respuestas sobre la sexualidad reflejan que a pesar de la falta de
una cultura sexual de prevención y de desinformación del tema ,hay una crítica de los
roles tradicionales de género, así como también un rechazo a la discriminación. En
cuanto a la educación, si bien se muestra un interés por medir académicamente el
nivel de los estudiantes mediante pruebas censales e impulsadas por el estado, esta
lamentablemente no logra satisfacer con las expectativas ni temas que se.

Es evidente que en el aula de clase conviven diferentes culturas como: la cultura


docente, la cultura juvenil y la propia cultura institucional y en su conjunto forman parte
de lo que se denomina cultura escolar (Finochio, S. 2018). Estas culturas chocan
continuamente entre sí y por ello se debe tomar conciencia de su existencia para
generar un proceso didáctico y fortalecer los aprendizajes de los estudiantes. Se
requiere una escuela que tenga la capacidad de comprender al adolescente desde sus
diversidades culturales y de género, aceptando diferentes puntos de vista no sólo
desde un enfoque tradicional.

Sin embargo, por una cultura escolar autoritaria, el desenvolvimiento positivo en un


entorno académico no es posible, esta es una de las razones por las que la secundaria
aún no entiende a los estudiantes a los que sirve. Lo ideal es que el aprendiz en la
escuela no solamente aprenda contenidos, sino también cultura escolar.
En cuanto al núcleo familiar, el adolescente tiende a tomar más como hogar la
convivencia con sus seres queridos a pesar de la ausencia de uno de los progenitores.
Asimismo dentro de los hogares ,se destaca 3 tipos de estilos parentales: los estilos
autoritarios (los cuidadores ejercen un muy elevado control y exigencia) que
repercuten socialmente en el adolescente ya que estará asociado a la baja autoestima
y a la falta de motivación y autonomía; estilo permisivos/negligentes (el soporte
como el control son muy bajos),asociado a altos niveles de ansiedad y bajo
rendimiento académico mientras que el estilo democrático (un intermedio de los 2
estilos mencionados el interiormente)se asocia a niveles más altos de autoestima y
desarrollo de competencias sociales.

La deuda del Estado con los derechos de los adolescentes va más allá de solo
otorgarle los recursos necesarios para sobrevivir y educarse, negar la posibilidad y el
conocimiento necesario para desarrollarse como son en realidad. El Estado no prioriza
a los adolescentes, desaprovechando una oportunidad valiosa para mejorar las
desigualdades sociales. Como lo señaló Daniel Contreras (especialista en Educación
del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF): “La inversión en los
niños/as es importante porque les permite generar herramientas para que se
desarrollen conforme van creciendo, pero esas capacidades se pueden perder si no
tienen un soporte continuo, si en la adolescencia no encuentran los mecanismos
necesarios para garantizar sus derechos y oportunidades”.

En conclusión, el acercamiento a la adolescencia debería ser desde las


particularidades y características propias de esta etapa en sí misma y no tomarse
como una transición en busca de completar aquello que falta para llegar a la adultez
madura y física. Lo que puede hacer el gobierno, en conjunto con padres y docentes
es hacer seguimiento a cada caso, por medio de entrevistas, talleres, programa para el
desarrollo no solo de sus capacidades intelectuales, sino también emocionales, para
hacer que sientan que su voz está siendo escuchada, que ellos también son
importantes en el país y

Luego de todo este esfuerzo por conocer al adolescente peruano, ¿Realmente el


gobierno hará algo por sus adolescentes?, y ojo que no solo se trata de exigir al
estado, sino también el papel que desempeñan los familiares, docentes, y sobretodo
los mismos adolescentes

Ensayo arreglado correspondiente al Control


de Lectura N.-1 relacionado al artìculo:
“Nuestra deuda con la adolescencia”, para
elevar el puntaje obtenido inicialmente.

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