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por
Fernando Dogana

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INDICE
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, . ' PRESENTAClON: ... :: .. '.: ... :'.- . . . . . . . . . . :.... 11


" ~
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l INTRObuCCION
,El análisis psicológico de los
j, comportamientos de consumo 15
¡
¡ Razón de la psicología en el estudio-de
los consumos, 15 - Fases en las relacio-
I i . Título del original en italiano: .
nes entre psicología y economía, 17 -
Racionalidad e irracionalidad en el
.proceder de consumo, 18- Motivos
¡! Rsicopatología deí consumí quotidiani
! I , © by Franco Angeli Editore, Milán, 1980 conscientes e inconscientes en el pro-
ceder de consumo, 19 - La psicología
L
i' Traducción: Alberto L. Bixio
de los consumos como análisis de las
"variables intermedias" en el proced,er
.Cubierta: Rolando Memelsdorff
1'.... II
de consumo, 21 - Contribuciones teóri-
cas y metodológicas al estudio del
La Edición en Barcelona, noviembre de 1984 comportamiento de consumo, 23 -
¿Psicología o psicologías de los con-
sumos?, 29 . Criterios metodológicas y
Derechos para todas las ediciones en castellano expositivos del presente volumen, 32 -
Bibliografía, 36,
¡ ~ by Editgrüd O~gisa, SI A!
j . Muntaner, 460, entlo. 1. a L LA BUSCA DEL SENO PERDIDO
¡ Te!. 201 6000 Psicología de la alimentación .... . ...... . 39
j, I 0~Q06Barcelona Hambre y apetito, 39 - Las bases neu-
1
¡
¡
i
ISBN: 84-7432-210-3
Dej:>ósitCrlegal: ,B. 36.477- '1984 .
rofisiológicas, 41 - Las bases psicodi-
námicas de la alimentación, 43 • Seña-
les de la' psicopatología de la alimenta-
I
1 , Irrtpteso en: España I
ción, 55 - La estructuración de los
hábitos alimentarios, 57 - Las fobias y
las preferencias alimentarias•. 6'1 - Psi-
II
. Ptipt~d.in $'1>ain . cologfa;(1~ la persona obesa, 65 - La ,'
L·"' .. ; ..; ; , · , ,
I~,' :'.: ""~~'~"~':",,,';~:~.' .r·l::,,¡·'· ."' ; ~.. .. modificación de lóshábitos:alimenta- +
t:;"·,"::~Jmpteso,en,.Romanyá - Valls ' rios;6
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T~Bibliografía,
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V;-':i',:'l>lazaYerdaguer"1." ' , " ..•.,. . . . " .
'V':~{;jCap~'l!tfdeS- Barcélon~' ..., -,.. '. . n.', 'LA'EMBRIAGÚEi~HUMEDA;'YLA·
r:r::}~f';~~Jdr~r~h'i~id~la repróducción total o parcial por cual- . EMBRIAGUEZ S'ECA::
Psiéódinámicadelainge~tl~~,ae .
.

i'l.'",~}~quier,:medio de impresión, en forma idéntica,extractada alcohol y tabaco,::,.';:';;.,:;'; .;: . . . . . . . " . . . . . . . 74


\:::i'.~::>:;~o'íribdificada, en castellano O en cualquier otro idioma.
La psicólogíadélfll mar ,75 - Psicolo·
gúi de' laingestión,de alcoll.ol, 86 - Bi-
"

~-
bliografli.i: '~r2: '., ,:;;'\,~;, .,

!! ,1 'bS. !"~'"",.J............,.~, •. ,, ............, ..,......... _--- ._--.- -_....-. -'--- .:_,


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..- Presen tacióh'

El título del presente volumen podría suscitar alguna duda, du-


da deltodo legítima si consideramos los daños que puede acarrear
la divulgación simplista de la psicología.
Con demasiada frecuencia en los .últimos años hemos asistido
a una hipócrita difusión de principios y sobre todo de métodos
psicológicos en todos los campos de la cultura.
Mientras el público aceptaba con cierta ligereza y facilidad esta
especie de "psicologismo", la psicología científica se encerraba en
una PQ~ición de repudio casi absolu to y condenaba con el califica-
tivodespeétlvo de "aplicativo!> hasta a aquellas éofitrlbuciones, en
~
modo algUno despreciables, que algunos estudiosos serios aport q-
ban en el intento de llegar a una interpretación psicológica correcta
} de los multip1es comportamientos individuales y sociales a menudo

} descuidados por la psicología "académica".


Huelga recordar que estudiosos del calibre de Lewin o de Katz,

¡ para citar algún il'ombre, trabajatoilhasta hace más o-menos un


. de.cenio· ~n el campo de la psicología de los consumos y que Katona
aplicó de' manera inobjetabTe a:la economía .ciertos principios Y'

O'"~ ,_,
.. - t.
t
;;
métodos psicológicos.
En este contexto el vo1i.lme n d·e Dogánamantiene, a mi juicio, un
justoe·quilibrioentre el nive1'(fu''Ías putas enuh~bci()Jlt's teóricas y
"
( el riivef'de 'la "aplicación" pura:eJ.lib~Q,'~xpto.rae,intex.pre,ta ~tÚu."
1 des y.' compQrtauii.e,n.tQ.s"r~SR~cJQ+g~sec.tores específicos de consu.~
Ji mo sin perder de ·vista el c.Onte'x:~ote6rico globaLen el que aquellos
.(
se insertan ..
1 El libró comprende un ampli'o capítulo de introducción en C'l
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1Ii'''(; ~¡'¡4 ¡.,.,;i ¡,.,,J., , ' : , l I ' ~~,;¡ ~:,;:¡:¡¡ 1AA;~i-~i,,;.~, ; , l ;;~:,,::~ I L
III. LOS CONFINES EXTERIORES DEL YO La semántica de habitar, 175 - Casa y t
., . 1 d 94 territorialidad, 177 - Casa e identidad r
, PSlcologIa de la vestImenta y de a mo a . . . . ." . . . .. , ~ persona1, 179 ~, 1n,fI l;¡JOS . pSlCO. 1"OglCOS , "
I l,
' l,
, 'Las funcionespri~arias de. la ~es.timen: ' ,'. i '' •' ?e los ~spacios habitado.s, 181 - Casa, " " ," ..' l
ta 94 - Otras funclOnes pSlCologlCas de ."_.. ,} ... , ''''''",,, _,<""" ,W_~9Iq{p,~~~ttll&tW-ª...~&~as*Xe.n;:;,-",,,,~,,~,,,~,",,,,,<,,.,,:,¡;,;;,~"";i""¡""",,,,!',,,"_'"'"'¡"
,,,-,",,,"'~","''''b.''"'~Ia',:'indtlméntal'i1f;:'·1-e7''';¡:;:1)ifeten:ciáS,O'd{f~"~:':':":'~,""-"'"'~~::""":':"'"''''''''''"'''~''<';';''''''':'''.'~"M·T"'"'''''''-':'·'·~'''-"'"'''_!!<'~aencras-evol~tiv~s en la estructuración' ,: .' ' , . ".' , ,,' .'. ," .' ., . ~
'aCtitúd entre 'los sexos y entre los hidi- t de' la casa, 186 - Valencias psicológicas ' l;
viduos 111 - La moda y su e v o l u c i ó n , d e cada uno delos cuartos de la casa,
114 - 'Apéndice (Aplicaciones de los 189 - Bibliografía, 193. ' . .. ' .
modelos anteriores al análisis de algu-._!::,F.>:-:;:~;"~~==""
n?s ~ector~s de la indumentaria), 118 -
Blbhografla, 128.
VIII. LA AGRESIVIDAD INOcf}:h:lt'
.
.~ ,"'7'"-,,,,"·:;:.r;.~,,,~ :.tI:l~~~~~
...........

,
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~
Psicología de la caza .... ' . . . . . . . . . . . . . . . . 195 r
Cazadores y agricultores: diferencias
"'1
I~
IV.. LA EROTIZACION DEL ESPACIO ¡
130 sociopolíticas, 196 - Cazadores y pes- f.

, Psicología del perfume .... : . . . . . . 1


¡ cadores, 197 - Una perspectiva psico- i;
El carácter arcaico de la sensibilidad analítica: de la posición de rapiña a la ,;
olfativa, 130 - Los mecanismos fisio- ~~
humanización de)a presa, 198 - El sim-
lógkos del olfato, 131 • El olor, como f bolismo sexual de la caza, 199 - La es- ~
fenómeno asociativo, 132 - Las bases I tructura."casi eclesiástica" del mundo \)
de las simbolizaciones, 134 - Primer ¡ de la cazi:l,-'ZOO - Conclusiones: loi; "ca- '. l . ~~
?;
núcleo simbólico: la personalización i zadores" y' los "di~paradores", 203 - ! ~
olfativa, 135 . Segundo núcleo simbó- Bibliog-iaffa, 205.
lico: seducción y autogratificación, t ~:

137 - Tercer núcleo simbólico: subli-


mación del ámbito instintual, 138 •
Bibliografía, 140.
I IX. DESCUBRIR, ADUEÑARSE, ACUMULAR
Enigmas, relatos policiales, fotografía ... 206
Y. SOBRE LA CABEZA
Psicología de las actitudes frente al cabello 141
i Enigmas y acertijQ~, 206 - Enigma y
oráculo, 207 - Los relatos policiales,
210 - Psicodinámica de la fotografía,
,. ".. f. 215 - Bibliografía, 218.
Las fuentes de los significados, 141 • ,
La relación con las dinámicas instin-
I '
tuales, 142 - El papel de los cabellos en I. x. EL PODER DEL BOLSILLO
la comunicación de la imagen de uno !
Psicología del di.ne¡:o ..... : '.' ' .. : ", :.' ... 2,20 '
mismo, 148. - Psi~opatología de los .f·
Hipótesis sobre el origen y la naturale- '

I
cabellos, 149 - Bibliografía, 153. za del dinero. 221 - Tipologías de con-
, 3 ' ducta im relación con el dinero,224 -
y:,~.",,,LQ~GM .,?E LAAUTOES~IMA .' Bibliografía, 234. '. ' .....
"~'~,i;,:.:,;,,~~i~,(),!,?gía del autornovílist<i,' , ., .. '.. '..,' 154
CONCLUSIONES, ., , ... ,
'~;:',,:~::L~ :., ..r~~~ción au tomivilista~aú tomóvi(" ',.'

'.,';!';';i<·:~:<T55~··í>Sícología,del automovilistª,J. p9 .
:'.;';.,"; ~""~~,,.o..';, :G:~ij,~\tiqaQiQnes psicológicas .de"Ia·po- I rft~i~~1!~;i~~~ :'o~~~~~~~~1:~~~~~':2~~~)::;jé::' o.:
perverSiÓp con,sumidorá;::237":tt~;'dJ~ó":"" . .
,~":};;:';;·'8."ésí6n·:',:y·de la conducción· del auto·.
"" .. ':'::níb'v-u-; 163 - Tipologíasdelosauton'1o~ i formación, del sistema.':demóÚYa'tif¿'~' ''''
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,. ,,:.~~;-:; ~;
" vilistas,l71 - Bibliografía, 173.'
." ~..,,"!.~;,;,'~; 5r::1,:;~.~·~~:.~~J:';.··:·
~",::;v.:rt:r:,LA iIABITACION
,
..
¡ l1es, 238-~o~ objetos sótérÜ~,os:;.;,~24Ó'~
La ansiedad' ':de Gaduciaad;;ó'?42éc~;:;,iliia-:,
,< crisis de oÍ'igimilidad' '::::4,~,:;aa.:,~!:soc¡e-
dad de consUmo", 243 - ;i.'Ug:crépú,scu· .
.. " .~ ..,

:;~"";"':.,:,:Yalenciaspsicológicas de la casa' . . . . . . . . . . . . . . . .·175 I ·10 de losmitó~'(I,,'!~ó~i..:~ <.q;:ó'~~~tt~~.~~J;;.::':' ",'


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. r~ !I,_,,%/ 1,L, ~;'¡I .. ¡.~~L~1
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~delinean, sintéticamente
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, ' ,los fundamentos
" científicos de esta 1. "detem11'nac'o'n
1 de 1as .SI'mb oliz al
c'on es. de l ' . l' t "
OStasgoualen.es '1 .. 1'0;;
de la ~SlC()lQgla. ~plicada, a~1I1 se ,vuelven a co~slderar las ra- del producto; los significados' emoti'lQs. qu~ el .consunlidor "catee- ' !' ~
de la IntervencI,on de la pSI~ologla en el estu¡:h,~ de los co~- tiza" en el producto no están construidos in vacuo, sino qU? se \ ~
~, se trazan I~s lIneas e~olutlVas de la, col~boraclOn entre p S l - . · : apoyan siempre en cleterrninadas. características obJetivas que 1, " " :' ~ 1'< I

1tl"¡;;,y";eeUrIOm'I~'i"¡Se·\~-ana:!~,,·>ias";e-entFlbu<>¡'Gn6'S-iap@FtaG,as"'p~}l""'''"''':''<>''''\'':;''''''!·;''·'''~'O"'·''·~'-.COrIS'tittl;ye:n:'hr·iJa-se"para"hts"Simb'Olicáeienesc-eK:·tpafuooienales'j"'''':""""",,,,,,,,,\,,,~,-:.,. ,,,,"-~:;",,,,,,,,,..,..,,,,,,".;;k"~':,,,,,,,",,;¡";f.¡
disciplinas (psicoanálisis, psicologí~ sOcial,. antiopófogía', , ' . ",' .... ....: 2:' "detúmlnid6n deJas fuentes psiCodiÍ1~iCas»;uri'av~z de- . : ¡¡
~uego s~ exponen ~os cri.teri?,s metod~~ógicOS originales del . . fmidos "los aspecto~ perce~tivos, o .funcionales. del pro~ucto: que ¡ ~
para llevar a cabo la 1I1vestIgacIOn yanahzar los d~tos. . \ dan lugar a deterrnmado sunbqlismo o deterrrunada mltologra, se I ¡!
cuerpo cen tral del volumen está .dedicado a unexarneri pro- .: trat.a de descubrir las necesidades y las pulsiones por las cuales esos t
) ~e las dinámicas psicológicas que caracterizan e1co!llporta- simbolismos se ponen por 'obra (es decir, el cui prodest); I ~
o de los consumidores en los sectores de interés preerninen- 3. "investigación. de la convergencia de los puntos de apoyo"; . ~
as . observaciones personales siempre están enriquécidas por · l a interpretación final será luego verificada, como,cs Úpico· del mé- .~
ncias a una amplísima bibliografía que muestra cómo los ar- . todo clínico, también' a la luz de las confirmaciones que pueden '~
nt03 particulares del au tor 'están impregnados de las ideas de ser provistas por observaciones provenientes de las más diferentes ~
es de las principales disciplinas del hombre. disciplinas (antropología, etología, psicología infantil, etc.). ~
1 análisis de los múltiples comportan.lientos de consumo sur- El segundo aspecto de la originalidad del libro consiste en el ~
19unas constantes generales que se ponen de relieve en el ca- enfoque multidisciplinario ':( sobre todo en la const~I1~r;,documen- , j¡
) final. En particular, Dogana sostiene que en las considera- tación de la contribución de disciplinas que casi nunca fueron uti- • ¡i
s de los bienes de consumo prevalecen, no las características lizadaseneste>contex..to de.pr.obleroas, corno por ejemplo la lingüís- ':
:ofuncionales y por lo tanto "racionales", sino todo un con- tica, la etología, la psicología de los pueblos primitivos, disciplinas ~
de expectativas de carácter psicológico, cuya catexia en los que se revelaron muy útiles al sugerir ciertas direcciones interpre- . t
s económicos es indudablemente indebida y desviada, es' tativas particularmente eficaces, ~
que se configura en una especie de "perversión consumido- En -suma, es este un excelente trabajo, interesante, puesto al , t:
le ]¡¡ cual ~e ~xponei11us vudns l11ilflife~tadmlGS sit'itOiYl.~tiells), día; con-una ®xposiciónvivaz y al mismo tiempo sujeta all11lHodo ."
nto que los objetos de consumo se convierten en objetos subs- y al lenguaje correcto de la psicología científica,
'os, esotéricos y carismáticos, .
ande es la parte que desempeña aquí la comunicaciówpubli- Prof. ASUNTO QUADRIO ~
¡,
1 dirigida a crear falsas mitologías al servicio del consumo.
Director del Instituto de Psicologia , ~

tor presagia una inversión de la tendencia (esto es, una desea- .~
de ia Universidad Catqlica .d,f!:,Milán.
1ibidina1.de·lóso.bj~tos du:onsI.Hno) de l.acualya hoy se P\.l.c:· ~
,bservar algunas señales, favorecidas, además por la crisis ~co- f~ ,
!í'

;a que estamos atravesando:


~ parece. que puede resumirse en- dos aspeclos principales el " . . ,i
s del libro, además de tenerciertanienteeL interés de lasis-
ización de un r.i.co material que hasta ai;orá' fue objeto t.an
:~''''t~r .",~

le enfoques fr:?gmeJHarios, :.,' . oO·, - .,-.~. .':. ,.1-.. .


primer aspecto es el ·procedíJújentotlleióci81.6gi~u~iídóen
lisis de las dimímicas psico!ógi.cas aétrva~a{ú()rlos produc- ...... '....: 1:

:1 ese procedimiento la interpretadón,Jiii~lI'rcslllta de-la in-


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leión en tres direccionesquc sed~Gneá'~M:":~.~ --,o
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<:: El análisis psicológicp
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de los comportamientos de consumo:
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supuestos/ teóricos y metodológicos

Razón de la psicología en el estudio


""':. ',/ de los consumos

"Lo~ e~tºicºs, ~1,lªmlº ~e l~~ pregunta d~ d~n'cre viene en nuestra


alma la elección entre dos cosas indiferenteS, que hace que de un
gran número de escudos tomemos antes uno que el otro, 'aun cuan-
i
'1 do todos ellos son iguales y no exista ningUna razón que nos induz-
ca a la preferencia, responden que ese movimiento del ánimo está
I
fuera del orden y de la regla y que viene a nosotros por un impulso
extraño, accidental, y,fortuito. Me, parece que se podría decir más
bien que no hay ¡:osa que se ,nos presen,te en lacu~ no haya alguna
diferencia por léve 'que sea y que, a la vista o ~l tacto, hay sieml>re
algo que nos atr~e más aun cua,ndo sea imperceptiblemente".
, Con alguna ligera modificación, esta objeción de Montaigne 1 a'
la tesis de los estoicos puede contener in nuce la multiplicidad de
/,' i!
las' razones que 'promoviéron la intervención de la psiéología en
1-
el estudio de los comportamientos de consumo. .
Recurrir a l~'psitólogía fue algogue se impuso al comprobarse
"

'j 1 M. Montaigne,Saggi, Mortdadori;Milán,'1970,pág.815:

15
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. 'h"'''jJ t5.,Ñ ... ¡; i""'- '~" .,1 . ~h,,'J¡ i~ijj ¡f~ ~.;.!w ,.',."J "J\~' ~'. ~ ;¡;.( :,~!~¿ Q':',~~' ~~~ ~ h
las grandes limitaciones inherent~s a un análisis de los ?ec,hos eco- \ ticas objetivas ~ ,fun~~onal:s d~l .producto a la·~n\1li.fi¡:a:Ciórr.de las. ¡:
nómicos basado en un p1anteamlento puramente economiCO y ra- l . f~entes de g~~ttfIcacr?~' ps:cologlca&'qu;,.agre:ga~~s,al?rod~cto~~~' 1 • ' l
donalista. ". . . . . .. \'. dlante la aCClOn' pubTiCltan~.crean1:il!a lrn'3:gen .. de ·este nca· y.dI- ,. . .... .. . I(

~:;i~~~~fi~~~~~'F~f~rt~t~ití~~~~~~~~~~s~~,ik~~~~}~1~~ak~;~~'"""'~"":~"~'~':"~~""~''':'''';''''''''''~f~~Erlgié1~~ioKa¿tff~~€~~·~1fcR1a~'1~~~;!ii~~;~P.!~~~!"~~--~~"~M~~~"~~<>. ~(
das,2 que la conductad~l corisumidor;y::~us de.cisiones..,de:adquirir 1 La tarea asignada a la psicología fue la de arrojar luz sobr~ el" . i !
algo son elresurttido de un-cáféuJd·raeional:.en términos,económi- papel de los "movimientos del án irn o" en este sector y d~ ídenti-, ! ¡

cos: el con:p~ador..hw~r:esu; dih'e'lr~:e;t'aquellbS"biene~q~ile, p~o- ficar esa "~iferencia por leve que sea" a fin d~ atraer los favores de , . .1 1
curan el maxll110 de utihdad' en· rela<:aQ1'l.,.con sus neceSIdades y sus los consumIdores a una marca antes que a otra. .t
posibilidades financieras. " . ': : " " . f
. En esta perspectiva, se podía pues esperar que para formular una ¡~
polítiCa eficaz de marketing bastaba con disponer de datos re latív o s . '1':

a las posibilidades económicas de los consumidores, a sus. caracte- Fases en las relacIOnes entre. f
rísticas sociodemográficas, a sus necesidades "obie:ti¡v,as", etc. Es psicología y economía (;
decir, las informaciones que se reunían en las tradicionales inda- . ; ;
gaclones "c~:U.,t:~!:i~~" ,de .mercado. ,. ..
Pero, como 10 analizo bIen Katona (20) en su cntlcaal modelo 1
Siguiendo a ~lbou (5), 'pod~mos ide~tificar tres fase~ principa-
les en l~evoluclon de las relaClOnes reCIprocas entre pSlc.ología y (1
t
k~ynesiano, esta orienta.ción interpretativa se ha revelado engañosa '7 economla. . . !.~
e insuficiente. El momento inicial se caracteriza por una especie de;,:tlIrere.ns- ~
En realidad, a la luz del puro criterio de la utilidad y racionalí-17'!'6;,'los hechos económicos se consideran como hechos humanos !:
dad económica, gran parte de los comportamientos. y de las eleccio- y por 10 tanto capaces de~a¡JaJique~, toda la pluride- ; ¡.
nes de los consumidores pued~n aparecer. como ~ictados precisa- terminación y hasta todo el carácter contradictorio de la naturaleza ¡:
mente por "m<w~"ti~'tlef:O~,,~g~"; humana. Y esto encuentra comprobación en el hecho mismo d.e . [.
por impWi~e~trQ.ñº1i, Accid~ntªli¡¡ y fQ[mjtQ§", que los primeros pensªgQrf;~ eCQnómicos (C;:QmQ,p9r ej~mplo Ben. ~;
y esto es particularmente cierto en una sociedad en la cual las tham y Smith) son también autores de tratados generales sobre la 1,
necesidades primarias estan sustancialmente satisfechas yen la cual naturaleza del hombre, l, • I ~,~
la elección entre un bien y otro depende a menudo de "alguna di- Fero a ese momento sincrético siguió una fase de·s:~.ara'(ptón pa- [,
ferencia por leve que sea", de "algo que atrae más aun cuando sea ralelamente a la revolución industrial. Ahora se afirma realmente' ¡
imperceptiblemente", es decir, qu'e la elección se basa en s u g e s t i o - I a ideologia de la especialización y la economía toma distancia res- :.
. nes y mitologías cada .vez más refinadas. pecto de.1a psicología .al elaborar Inétodo~'e instnrrrientos propios .1. ¡:
. De m~e~a que se afirmó así la necesidad de reconsiderar el que. se proponen prescindir, en virtud de un mal entendido ideal q
proceder de consumo poniendo mayor atención a las variables. de I ¡'
carácter subJetivo (necesidades, motivaciones y expectativas de na- .3-S· b' al - . . i" ." . , '. • . ' .. ' . . .i ¡
'... t.uraleza psicológicá). El marketing cambió así de orientación yen - 1 len gunos ejemplos ~e ln;:,estigaclOnes pSlcologlcas aphcadasa pIoble-' E
. . ' , . mas de consumo se remontaIl;':a u:cha bastante tempraIla(en 1937 hay. un es- ~
.. Jugar. de tener su centro en el productose centro en el consumIdor tudio d.e Kag.sobre .el cons.l,lmo del pan, en 1938· uno:lie Duncker sobre la.. . ~I
. '0, cUcho en otras'í)alabras, pasó de 1a.valórizaci9nd~Jis·~aracterís- mc;;%ficación d.e los .hábitos alirl1entarios en ios~iñosiéP: ¡$30\lnampliQ: .•.. ;¡c.,... ~
'c:':;'" . .. ' aná!i.~ísps~yQana1ític()sobre la-ip.du1ne.:ntaria dirigido por Flügel,_ en 1934un '.~
,
~f" ••·~,·_",.

artIculo de'l;azarsfeld sobre psícologÍít'ecOhómica) , es indudable que ese tipo .' '. i"
. '''2 Se encontrará un análisis crítico· de las teorías económicas clásicas desde de indagacioriesse afirmó después decla: 'segun da guerra ID1llldial cori la explo~~ .' 'f;
el punto de vista de la sociopsicología en F. Albcroni, CoJisumi.esocieta. n 1.. sión de los consumos Y bajo la p¡esiónpublicitaria; En..1osEstadosUnidos en •.. '. .);-,
',<Mulino, Bolonia 1964; G.P. Fabris, JI comportamentodeI consiúnatore, F, .i960 se fundó la División oCConsumer,P.sychology .en el ámbito q.e la Am¿' .'
Angeli, Milán, 1970. . . ,.. ric~ ~syc1'lOlogical Associatio:rr::.' . . _ ,"'. .

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de icien~fi~ismo puro, de las vanab1es pSlco1oglcas. Ese es el mo- \
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Eso no quita que un comportamiento decon~umo pued~ califi-


carse de "itracipna1" en la segunda de las acepclOnes cortslgnadas •
,. ,1 ~enta de,,~a· teorizaci6Il del ho1'J1.o ,Qet;:onomicus. . " 'l más arriba y, ,porlo tanto, considerarse disonante r.e~pecto de la ló" • i
",' Por fin:; las.insuficiencias de estt':l"!:tipo de enfoque conducen, co- . I . gica de la utilidad y la funcionalidad. El pensamiento económico !
~·"''+''>~~Il<~'"''''''f'feñmcfB':·'':T'mra'''~W''''dtf'i-a
mu su; , ."., '" .. .'«ou,yf,V'".. , ...• ' '. ..~tnía''·'Y'··lm'~''''''''''''''><'''".<.*"a<>""""'.":'·".:.'·"l·""-""
.... .. .. , .. "., ' . . . .,_" _." l .......<·""~~""''''''....esas.
.... ,.c aSlco.,expllcao,a ,,'''',:''''':-Cllivac'o'le'':~ae.,la"r[crotfamra(r:como·~f~"ct'<)"',""·""·"":"·~--"'''\"''
,.S, 1 1.1 S , ,. ' . ' ' '" ., . ,
denciassociales, en especia11a psicología. ..' , I de un' error de ya10ración debido fundamentalmente a carencias en
:Esa reaproxirriaci6n se debió sobre todo: en lo que conc~er~e a 'j las info1111aciones y por lo tanto en la valoración de lassituaci~nes.
la, vertiente psicológica, a la obra de estudiOsos como Lewl11, Ka- I En realidad, y aqu í está la otra contribución importante aporta-
tóna, Lazarsfeld y Dichter. - .. 1 da por la psicología, tales "errore.s" pue.den deberse sencillamente
Como la nue\;'a fonnulación del problema puso en pnmer plano al hecho de que el 'hom·ere. a~pira a, una finalidadcomp1etarnente
:el.papel de los aspectos "itracionales." d.el comportamiento de con- diferente de la.maximización de la u>tUidad, una finalidad de carác-
~Umoy desusdeterminanteB¡·'ihcO%lsc.ientecs", nos parece útil ana- ter extraeconómico y extrafuncional. Como veremos luego amplia-
lizar brevemente las implicaciones de estas definiciones ~ntes ~e mente, la llamada "sode~ad de consumo" se caracteriza por el he-
P!rose~ir la exposici.ón de las modalidades en que la pSlco10g1a cho d~ que los. bie?es,económ-icQs tie~~en:.~,s~r'consideract.oscada
mtervlene en el estu dio de los consumos. vez mas como poslble.s fuentes de. gt.atiflcaclon .de una ampha',gama
de necesidadespsicológica.s yemotivas, en un' nivel que está mucho
más allá de las funciones primariament~ económicas y prácticas de
Racionalidad e irracionalidad dichos bienes.
en el proceder de consumo Pero, aun en este segundo caso, nos parece inexacto hablar de
i
I I!
"motivosi.trra~'de un comportamiento de consumo, pues es
La calificación de "irracional" ,atribuida a un comportamiento sin duda más correcto referirse, con Bauer (6), sencillamente a mo-
económico puede tener dos acepciones fundamentales: o bien in- tivos "no económicos" o a "funciones secundarias" o a "valores
dicar una. acción incomprensible, desprovista de lógica y de signi- t agregados" de10s productos. . ,
ficado, o bien una acción "errada", que no responde a los criterios Las investigaciones de p~icQlogía de los consUmOS estudian pri-
de utilidlltl, de v~fitaja" d~ fuüei6fi.aHelad. mariamente el pape1desempeñado p.or esosn'lotivosnoeconbln.io.os
Pero la psicología y especialmente el psicoanálisis demostraron o extrafuncionales en la'adquisiciónrd'C'~bienes.
ya hace tiempo que no existen acciones desprovistas de sentido.
Todo' comportamiento humano, .está dotado de una significa-
ción, es decir, posee unadlnalidad. bien pre,cisa, aunque ésta pueda
~~conderse a1.mismo"agert~e,que no tiene conciencia de ella'. Motivos conscientes e inconscientes
'Hasta 16s actos inás' incomprensibles y absurdos .de lbs neuróti-' 'en'el'proceder de consumo
90S (como por ejemplo ciertos rituales obsesivos, ciertas fobias,
etc} o los incongruentes productos oníricos responden a un fin de- . Al pdncipio las investigaciones de .psicología comerc;,' n-
terminado y 9cu1~an una 1ógic? que les es propia ... cibieron como indagaciones dirigidas a descubrir los motivü!ii.". Ha- -
Lo mismo pueqe decirse, pues, de los comportamientos de con- económicos que determinan los comportiunientos de consumo y
surno,Y.h~st;a,deaquellos ll~ados~omportamientos."de.:,mlhpw&Ql'. por eso fueron definidas como "investigaciones de motivaciones".
Estamos de, acuerdo oon AIberoni (3) cuandó afirma que "las'in- Además yp,or la sugestÚm de las ifÍflueIlciáspsicoana1íticas,'se ten- ,
vestigaciones dejas motivacio'nesestudian los consumos comopro- díaa asignar á, e'sos estudios la tarea de descubrir los motivos "in-
. qeder dotádo de sentido, pero en una acepción más amplia que la - conscientes" de la conducta de consumo •
de la óptica racionalista del pasado; se los realiza con los ('t1'Wci- En realidad, esta definición del campo de estudio asignado a la
mientosque nos dieron primero el psicoanálisis y'luego la antropo- psicología económica es engañosa y parcial. Hay que observar en
primer lugar que sólo en algunos casos las investigaciones de psico-
logía cultui:al". '
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logía de ,los consumos apuntan' a identificar 'los "mo~ClS" ,de~~n 1 consiste no sólo en su composición y fonnulación química, sino
compOft~Mto (por ejem~lo, los motivos de la prefer~ncla por ' también en las ideas que el público se hace de él. Ella (la imagen del
una ~etennmada marca), rruentras la mayor pa,rte de ~sa$ m~estlga-, ." !' . producto) c.onsiste, para decirlo de otr.a manera, en la configura- I
ciones se· ocupan de fenómenos completamente'diferentes: como se ¡ ción que el ¡;;onsumidor se forma de las cuididades inherentes al " ,
''''':'~~~~~~t~~~~~t~~~~~;~~::~f:~~~~e;::~:~:'~~:~~1drr6;''_·'~'"';"""'·'o<r·~~~="·"~·"Pt~dtret&:~~'sra~'te"~?"'P~tmrrgr1larit§'~:~~""~'''··~~''~~,'~~.:~~~:::::=~~~~~'~~~'~'~'.'I
se: aceptada tiene una nueva "Idea d: producto'.', cual es el. nombre í
mas eficaz para un'a marca dada, que connotaclOnes se atnbuyen a ! La psicología de los consumos
la imagen de una empresa, qué reflejos puede tener en esa imagen \
una nueva iniciativa, etc. , l como análisis de las "variables intermedias"
En segundo lugar, en el análisis de las motivaciones del compor- 1 en el proceder de consumo
tamiento, la psicología del consumo no se limita sólo a aquellas I
motivaciones de natural~zairwonsciente (o, mejor \ dicho Y como La intervención de la psicología en el ámbito ele los consumos
,
se verá más adelante, a los "derivados del inconscit:nte"). aparece estrechamente ligada a la crisis de dos fundamentos de la
ópticaraciona&ta :
Se, ha comprobado que el consumidor adquiere no solamente las
características objetivas, prácticas y funcionales de un bien sino a. La~eonceflcián mecanicista· de la motivación humana, que
además los significados, los símbolos, las valencias emotivas que ese considera al individuo como un ser pasivo, pUt;sto en movimie:(1tg ,.
que l
,-,",'

bien reviste. Entre esos significados, algunos pueden relacionarse por fuerzas exteriores .que'obran sobre" él y pueden modeiir
con dinámicas instintuales de naturaleza profunda e inconsciente, orientar el comportamiento. Esta concepción, que al principio era
otros pueden ser de naturaleza más superficial, productos cultura- propia del conductismo norteamericano, se inspira directamente,.
les, tradiciones sociales, etc. (Por ejemplo, un cierto modo de arre- como 10 hace notar Hebb,5 en la analogía entre organismo y má- . ,
glarse los cabellos una mujer puede tener su origen en profundas , quina y en la antigua coñcepción del sistema ne.rvioso como algo ,;i 11

necesidades de defensa, o de afirmación de sí misma o de exhibicio- inerte mientras no sea activado ,por estímu!os exteriores.
nismo, ori~~n. d~l qy~ 'la muj~r no tiene conci~nciª¡ pero también b. La concepción reduccionista'de la motivación humana en .el
puede reflejar la necesidad consciente de identificarse con algún campo de los Gúi1SUft10;¡ qUe, cómo 86 vio, Hmltaba la finalidad del
modelo, con un determinado grupo social, etc.). procr,der consumidor a los objetivos exclusivamente utilitarios e
La investigación de psicología comercial debe tomar pues en ignoraba los componentes de naturaleza extraeconómica y ,todos .
consideración no sólo las vivencias subjetivas de nivel inconsciente 4 • los'procesos internos que no fueran el cálculo racionaL Mirándolo
sino además aquellas de naturaleza preconsciente y consciente; y bien, errores de este tipo caracterizan la historia misma de la psico-
nO,.sólo el papel desempefi'cl,do por v:aloresemotiyos o, valores ~'agre- , logía y, por lo tanto, el surgimiento de la:.psicologíade,los consu-
gados" del producto sino tainbién el papel desempeñado por las mos se' vi,o. también favorecido por orientaciones nuevas y -más di. '
percepciones de las características objetivas, prácticas y funcionales náinicas que se manifestaron en esa ciencia de~pués de la, segUnda '
guerra mundial. .. ., .. ,
"

del producto. ' _


Se trata siempre, pues; deun enfoque de tipomultidin1ensional o El significado del ,conductismo~'tal como fue inicialmente Jon:;;:
integrado porque, comoafimÍá H:J:I~riÍy (16), "Lo que el consumi- mulado por Wírt'son, consistió esencialmente- en"el intyn~.ode'::¿x<;<.,
dor:- de.;§.ea y :adquiere "es .. , la personalidad global del producto" que cluir de la psicología 10s,datos de,tipoii}:trospectivo'y.'etan~Us¡s::::\"",
.V·',".
";' "';::;"';;.~;.:p:,., '."' .. ";-'"
de Jos. conteni'dos de )a<;qncienc1a, "cQllsideqdos, inadpiisi~,~e's;~::';::i;:~;:
pococientí(ico$,paraconC;eJ;1trar la atencf6ner.l:::ªspe~tos:d~tcQm?~?¡!"'· !¡
portamiento observables, mei1suraples,objetjv6s/eÍ11~s'r~sRÜ~:Sta,{;;; '..," .. , ,
. :'.,¡ ..>.~ ', ' . ;. ". \ . . ;.,. :.':.:...+.:>:.:.:. :·'·:~'!.·"·'·,;:;::-:")·'·'·';···~:·'·"::3:;·?·':'>'::~:('"
5 n.o. Hébb~L 'orgañízzazicme, defcomportamento., F. .Angeli;Míl<ÍJl;"lnS::":"~;:)i;
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manifiestas del o~ganismo y en las variables ambientales en qu.e di- \ Después de haber acariciado el sueño de poder prever fácilmen-
chas respuestas tienen' lugar. '. . ., . te)a respuesta de los consumidores sobre la base del s.imple análisis
." En consecuencia; las únicas v~r~!bles 'cons,lderadas cle.nhflca- ¡" de los datos objetivos (posibilidades fÜ1ancieras, costo del bien, des-
_~ . . :.~=m~p.~..,¡;~w.wEb.l~§-,S.~;I..~!!"~,~,z.H~~,,}*~~~~,~;r.,~l,.:;,WJ1:~1~,t~2J!.~~";:;,.",¡. !,="o".• ~é;.,,,1,c..:".,,,,".,.. "."~".<tillu"'"Y.,,,.llSQ;r".oo.mQ·ter.tstiGas"'~téef}iGa-SlO'-y'"ftl1reronaleS'~'de4:~'pt'b'diicf6':'""::""~;"':""""~'"''
..·.."";..... pue·stad.(R),.,.Ei. ·modeló. teéiric.ode l~pSlcolOglase. convlftlO ene '. .' . . ' .. etc.), se advirtió .bien' pronto 'que fas comportíllnientos de adquisi- ~
simple biÍ1dmio E/R. . . . .. .' ción de bienesseguían a menudo 'vías imprevisibles y, en cierto mo-
Todo.er·co~·portamien~o se concibe ~s~ como una sene·. de c~- do, "ilógicas". Impórtaba pues completar el cuadro de conocimien-
hexiol1es. EIR.'y la misión asignada al ~slcologo fue la de predew tos ~on el análisis de las "variable's intermedias", es decir, las nece-
R l:)asáhdose.en E o bien predecir E basandose en B.. . . . sidades, las expectativas, las motivaciones, los valores "extrafuncio-
Es Hard .1~ue de esta manera la p~icologí~ se acer~aba est.~e~ha~ nales" que los consumidores cargan en los bienes de consumo.7
¡;nept¡; ~ la fisiología; aun cuando eXIsta un aspecto mterno ,este La psicología de los consumos se configura entonces como la ra-
~egúl1 Wats<i>l1, podía eliminarse tranquilamente. . . ' , ma de la psicología que se propone estudiar las variables interme-
Pero bieriprbnto hubo dé advertirse que semejante modelo teo- dias interpuestas entre E y R en el comportamiento de los consumí-
rico era ex ce sívamente simplista; estímulos iguales pueden provocar dores.
tliferentes .respuestas; .así como respuestas idénti~as pueden ser pro- Sigufendo la perspectiva lewiniana y katoniana, esto puede ex- '
\/¿ba'das, P0f¡ estímulos 'diversos; el c?~porta.miento humano no presarse con la siguiente f.é?rmula:
"~J~de redue'irse"a tina·cadenade condlclOnamlentos pu~:sto que re- C f (P S)
1, I veta irttencionalidad y finalidad autónomas; el organlsn: o no es = ,
inerte y pasivo sino que por el contr~rio e,s creador y selectivo. en la cual la conducta de consumo (C) es considerada función del
De suerte que las variables "internas", expulsadas por la puerta, "campo psicológico" global, o sea, de las interacciones entre las va-
vuelven' a entrar por la ventana. Ya Tolman y Hu1l 6 , aun perma- riables de la personalidad (P) y las variables del ambiente y de la si-
nedient10 dentro del ámbito del conductism~, admiten que el es- tuaqión (S).
quema te6rico debe ampliarse para abarcar las que ellos llaman las
HvárHlbles intermedias" (V.l.), qua comprend@n las expectativas;
\ll~ pulsiones, las necesida¿es:de;l suje1:o. . Contribuciones teóricas y metodológicas
!. No'es posible prever automáticamente R sobre la base de E SI no al estudio del comportamiento de consumo
,
se conocen también las V.!. . .
El nuevo modelo del comportamiento llega a ser pues el slgulen- La diferente manera de concebir las variantes intennedias o bien
te: . la diferente acentuación que se da a un;¡.s antes que a otras es 16 que
, E ¡v.L) R r diferencia los váriós enfoques del estudio de los comportamientos
Este' nuevo relieve asignado a las vafÍables internás se ve ía favo- de consumo y también lo que diferencia el aparato metodológico
recido por importantes de'sc~brirnientos sobre la estructura psíqui- adoptado. .
\: . ca llevados á cabo poda psicología de la forma, por el psicoanáli- Por ejemplo, los estud~osos de orien.tación psiCoánalítica asignan
sis/.por lap:siéológía genética. . . ' principal importancia al papel de las motivaciones inconscientes y
". Un proceso de tipo análogo al que acabamos de describir puede . adoptan de preferencia, como instnimerúo de indagación, üdlama- -, ~
¡
. delinearse fiinibién ene! estudio del comportamiento en el campo da "entrevista. clínica"; los investigéldores deorientaciórtpsic;osocial
de los consumos. . ...
,... '
7 En otras palabras, se trata de lo que Lazarsfeld defme como las "disposi-
6 TOlman,E~C.;:Purp~sive j¡e}¡a~ior in AnimaIs andMen, Appleton-Century, ciones", es decir, los facto:es internos del sujeto que se integran con las "ex-
1'4
Nueva York,J932; Hull, C.L., PrincipIes of Behavior, Appleton-Century, posiciones", o sea, los estímulos exteriores para. determinar un comporta-
7f t
NuevaYÓÍk; 1943. . niiento dado.
23
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1ven en cam b'10 su a tenc' ón a las variables l más, dir~ctamente [\ Los, segundos
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, . utilidad " práctica .de' los datos ,~ ~ ~i»~'4\ . -.>'\; ,
' trumentos psicométricos como por ejemplo obtemdos medIante la mvestIgaclOn de motlvaclOnes, conslderal:?an J r:,,~ ~,.
mensura bl es con ms , I - d' 1 li . .0/ t; 1
'1 . t't d 1 g' s de personalidad' etc, . i que eran muestras pequenas, e natura eza puramente eua tatlva y ' 1 ' ,9''T'•••~
as ac 1 u es y Os ras o , ' 1 ,h.,.,;+' 1 . ., d 1 .:1". 1 . .~<;;¡; .'(>,
. .., ,
" ,.~"",.,:,,,En\.y..s.t~.,:pán;a,¡Q..JLª,t.M&tRg~.~¡;¡,ít.~~;u..u.\(-ªb;,.~n!~Jjf.ªD.le...lJ-.t.\i~J9~Lª.§E.9á.",-\" •. "--..~.i :~,- C'". ,~.. ,8.1?!)1.9J.~.g,JAtJJ:PJ}P.,"~~~J~ •.-ª"'Ul.t~~~ClQn,,, e.l.>as."esta1J,l.~ca&;.~ ",~r..:",,~r,¡,:,~...,~~~:~
', ·t . de 1 s principales perspectivas 'psicolóoicas desde las c u a l e s T I 1 0 Ü V O mconSclenteldentlfrcado. se aplicaba tanto páta explIcar .un l ' 1.•~.<,'\.~¡11
sa1len es I t .
. aliz' 1 a t 'ento económico.
O'
'.
l' 1 . '. (
compor anuento como para exp Icar e .contrarIo IJar eJemp o, e. , , ' o v,?1
. 1 l' . ")':> Q
se an o e compor . amI " l' d . ti
comp ejo e lTI enOrI a. 'd d" d il' .
e un automov lsta se ap ca anto para. li t \'"
." ",1,\
explicar la elección de ·un automóvil pequeño de poca cilindrada;;· ' ...\ ':c"
La contribución del psicoanálisis como la elección de un poderoso automóvil deport.iv.o),· etc . 9 ;"\ ..... '\ ' . ' '.
A pesar de todas estas limitaciones no podemos dejar de admitir i~i' ,
Es sabido que los orígenes de la psicología de los consumos es- que contirJúa siendo extremadamente útil la 9ontribució¡r del¡ls \!
tán estrechamente asociados sobre' todo, con la,~bra de D~cht~r y ~vestigaciones que aplican construcciones psicbanaIíticas al aná1i~'l.
con un empleo masivo de conceptos pSIcoanalItlcos. La fmalldad SIS de los modos de conducta. I
de las llamadas "investigaciones d~ las m?tivaciones", es mostra,r , En las entrevistas co~ miras a i~dagár l~s motivaciones se recog~ ¡
c6mo las elecciones de los consumIdores tlenen sus ralces en estI- una gran masa de "denvados del mconsclente': (en forma de OpI- , ¡
mulos o impulsos' que se sitúan fuera. deLámbito del conocimiento niones, reacciones emotivas, modos de conducta, actitudes) qu~ ..• ,.~"I .·~.!-L.'
consciente; es decir, que reflejan la. necesidad de cahnarpulslon~s y permiten formular hipótesis sobre las probables pulsiones iri.c6ns~ '. ,. - . t
conflictos reprimidos. Los motivos que las personas verballzan cientes que los han producido. f:
cuando hablan de sus elecciones o preferencias en lo tocante a,los Trátase de un un trabajo en alto grado válido a 10 largo del cual ~
consumos no serían más que ·"racionalizaciones" de .I0smotI~os se puede establecer un puente 'entre la psicología clásica y el psi~ I

. verdaderos que 'se escapan a su conciencia. Dichos motIvos, re1acIO- coanálisis." ' I 1 ¡,

nados con pulsiones. fundamentales (eróticas, agresivas, de exhibí- El propio psicoanálisis reconoce la importancia de esas opera>
cionismo, de potencia de compensación de] sentido de inferioridad, ciones. ._
etc.) pueden sor identificados por al psicólogO mtldian~o .la ~ntre~i~, Áima Freud observa 1Ó que, mientr¡¡.s en la primera fase del de- i ,
ta "en profundidad" concebida como un verdadero mmIpslcoanali- sarrolIo del psicoanálisis el analista sentía fuette hostilidad contra
sis". El psicólogo está luego en condiciones de sUIlÚnistrar a los los datos referentes a la observación de la conducta externa o de las.
"persuadidores ocultos" '¡os instrumentos adecuados para llegar di- rrranifestaciones psíquicas "de superficie" paraconcentrarseexclu-
rectamente al inconsciente, donde están 'situadas las. fuerZas que sivamente en el trabajo analítico, hoy se ha mitigado semejante ac,
promueven el comportamiento.. . titud rígida.
Es asimismo sabido que, después~e.un primer perí~dode_gran-. .La autora aduce como ejemplo la fuerte validez cognosCitiva que
des entusiasmos, el punto de vista psicoanalítico en el estudIO del pueden tener la observ,ación de los 'deslices verbales,. la revelación
consumidor encontró fuertes objeciones tanto por parte de los pro- de las. fantasías conscientes, la observación del juego y también'de
pi os "psicoanalistas co~o por parte. de)os,us~arios. fI)is~~s de tales los comportan:ientos de c?nsumo, como los que se tienen con re~~I' . .
investig¡.cioI)es, es decIr,las empresas y ag~ncI?sde pubhclda~. '. , . pecto a la comIda y la vestunenta. ...... . - .. ' .•. . ....;
Los primeros reprocharon alas investigadol:es de lasmotlv~clO' "En todos estos ejemplos -afirma AnnaPreud-losvín.cul'o$~n~:;;;,(:,.
nes el hecho deo: Ser "psicoanalista.&salv'ajeS:-Qne~pert?s)" que us~- , .. I . treel con tenid.?-de1 ello y lasesttucturaS,inartifi~~t¡isdef.Y9sori;ta+!¡f,,;:J,{
ban conceptos .psl'coanal. íticosd.em. a. ner.a gratUIta -e l.ncorre.cta. SIn
., . . . . : ••.. : . , '" .,.. '
• ,',c. : • ., . . . . . '. -. ..... - ....................'/..........•...'..:'..•............. ', ....
, • ,.. - '. ,. 'l·, .'
. " , ',"c''~,'" .nJ'i'r~·~:·,' '."j

las garantíªs, propia~ ge laaplicac~. ónde'la'iuetodología


... _ . ..
científiCa. . -
8
." 9 E E M'
n , aIlgon a
d (·26) . tr .. ' . ::. " t' .. : d- ,.: .......... ,. ·;'ti;'.::· .X"d'~. :{. ,:.\~.,:.'I.; :'.).' .,:.
se encuen a una sm eS1S e esas cn cas \.Oes v,e~ .- .. . .....
.. . punto de vISta operativo,. . .. . . , ,. II,,],::I.:¡·· ¡. 1 '.

'8 Muchos
- 1 " áli'" . t·" d' tr
ejemplo~ de ta ~s, a.n, .' SIS .mexp_er, os ,s,e pue enilncon arene
1 . .,,' ... ' ... , ..... ,.: _':"..' _' . -, _ .'-,:<i.
libro de..DichterGlloggett'l Cl compran 9, Ferto, Milan, 1967," 10 A. Freud, Normallta e pat%gza del Qambmo,' Fe11tin elli,Milan, }9Q9."
,<>f¡c'

24 ! 2.~ic;- ,,'
"I '
I ... ,.".,..... "' ...'.,~~,~.......¡.......
.. _._~, .. ,,~f.¡,¡.,,-
,-."~. - ~¡' --; •• :~:" <.....;.! .• ~ ....: , ( ;~~~: • ;~::

.s que basta lanzar una mirada a la superficie para ¡l ' . Como pu~de
observa.rse, .se tr~ta d~ variab1e~ 'psicológic~s q~e
.Aleda adivinar. ~e modo preciso 10 que sucede o lo .' tIenen su on~~n en la convlVencl~ SOCial y que ejercen un mfluJo
tl10s estraiosdela psique que de otra manera perma- : ' , ,notable tamblen en los,comportrumentos' de consumo. ,,
! 1 n . .
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1'.
,,i~~;:~~t~Ó;~:;;d'~""~~~'~~~~~h~Y"1;':';;i~'cl';;g7;:';~r~~<~'~~''''i''~''~'~'fs,~,,'"w''""%'~~'~''';:;~~~~~:,ne~~:~:r::;:i;:~:~:t:;11:~Pt:~e:6:~;1:~'~:-·',·-··"'·""'·
, ' " (,,( 1 <:\' ,,;' A' 'Al'," AA1"t:'. ,," "J.... __A. , ,'" ., ..... :,'

_t:léaJt,o se\1imita a los datos que pueden obtenerse mediante. personalidad explica sólo por quéuria persona es llevada a fumar, 1
, / ,) déi~é~Qdo'~si~oanalítico sino q~e apq,rta ú~i1es contribuc!o- ,pero deja. sin resolver m~~hos otros aspectos de .su c?mportamien- .
l.
. ,sobIeelco~OClffile?to "de las funCIOnes del slgno o de la sena!
- . to: por ejemplo, la elecclon de la marca de los clgarrillos que. fuma
; ..It ;Ciertos aspectos de la conducta pueden tener para el observa-, j o del sistema preferido de fumar (cigarrillos, cigarros, pipa). Es
I
d o r " · · · · 1 muy probable que estos elementos encuentren su explicación en va-
Estatraducci6n de aspectos del comportamiento o de opiniones . riables de naturaleza psicosocial: la elección de la marca X o del sis-
"1l:Ctitulies r en '.~signos¡;o seftales?' de dinámic~s psíquicas subyacen- f tema Y pueden correspondér al deseo de presentar a los demás una
~s y profundas es precisamente eltfabajoespecífico del psicólogo ¡ cierta imagen de uno mismo, precisamente porque en el contexto'
~ las investigaciones sobre actitudes y comportamientos relativos 1fsoeiocult~ral dado esa marca (') sistema de fum~r poseen algu.n as
¡: 1l ~OSbiene$. e consumo. d· connotacIOnes que corresponden al deseo del sUjeto de comUlllcar 1 .
. . algo (por ejemplo, rudeza y virilidad o bien prestigio y distinción
.. ",. social, etc.) .
;üúontribución de la psicolo~ía social ', '. . .
. . ¡ Pero, ademas del mento de haber puesto a la Justa luz el papel
!. /'
.uAA:lWiítaci9n del punto de, vi~ta estre~amente psicoanalítico
¡ de las variables sociológicas, la psicosociología hizo otra importante
J
en et:.estU~o de los consumos es 'el hecho,4e que en ese enfoque se ¡ contribución al análisis de los comportamientos de consumo al
f spprevaltíantos, componentes directamente individuales (y a menu- .' 1 prestar una atención constante a 10 que en cambio descuida la psi-
¡ 1 cología clínica: laexigencJa de obtener datos de naturaleza cuantí-
db idiosincrásicos) de una conducta, cuando en realidad es:notorio
1,1" , que' en todo aoto humano está siempre implícito también' 'el com-.' ¡ tativa y oe conformidad con me.todologías objetiva,$,
I
¡
. póderlte stieial. Y esto es especialmente cierto en el campo ,de los
~qD¡sumOSr~ . .. '
~ntrel~s motivaciones que determinan la elección de unproduc-
¡¡ ,La psicología s9cial desarrolló así un imp,onente.aparatode. ins-
trumentos .para'ttledir'.variables r ·psicológicas (escalas de actitud,
tests, cuesti9narios, etc.) y utilizó las más variadas técnicas de aná•.
,
I¡ l'
'fa, además: de las gratificacibnes puramente individuales (por ejem-
plo, cierto componente oral en la base del hábito de fumar), exis-
t
)
. lisis cuantitativo de. datos (correlaciones, análisis de la variación,
, análisis factorial, técnicas no paramétricas, cluster-analysis, tipolo-

I
·ten mptiv~ciones igualn'lente fuertes y numerosas que tienen su ori-
. gen. en d.iu,~icas de tipo social. Nos referimos a fenómenos como la
necesidad. de prestigio y reconocimiento, la necesidad de comunicar
¡ gfas, etc.), con'ld cual 's~ministró alos'usuario$ de lasinvestigacio-
, nes un cuadro preciso de la distribución cuantitativa de los ,fen~me­
nos observados y aquellos pudieron así hacer precis~s elecciones' ,
:
(1 a
los demás uriaci"el'eimlnada imagen cteuno mismQ-; la competen-
cia, la. diferenciación o el conformismo; el, deseo de promoción so-
¡ 'operativas (por ejemplo, identificar ~1 target hacia el cualhabía ql,le
lanzar,·i.m producto o un mensaje p1,lbllc:1.ta,do), .
:
¡,., ,cia1; la cápacidad déresistjr alas presiones de. grupo, la necesidad f
I
12 /
J' deigetttificaciQI1c9i1Joá d.jrigentesy lósfd'010s,;etc.
'd~ 'ilis~enilise también en Íabase de'66tTIPbitiliID~ntos t<tlescomo,p6r ejem-'
,

['¡'" i

1.'; .'r
\
t
1,
f~'1" ;.. ~ ,"' ..:.. -~~."'.:
pIo, la ingestión de. drogas, de. la .cual p6dd:i 'suponerse uria dinámica etioló-
<.-',1., • . '
1 gica exclusivamente psicológica eindividu~:MáZicícchi,sobre,la:base:de lbS·
f.
Oo" ••• : : ' ; ' : \ . ' . ' •.-._ .... : .,."" .:)"','

1,::',,;:, :::,:: "1 .. ,H~.:l.i~al1llj'p~jlcf¡oél~IY~~ ([lid Deve~op~entalPsYcho[ogy, en uThe


datos de una reciente indagación,habla· de· efecto ¡¡ostentatlvo"yde·busca
~,,:" . "Psychoanál¡ Study,oftl1e Child ,5, 1950,pags.18 - 23.
i de status también en el caso
del consumó aedrogas (véase AA.FF., Droga e

I
(.'.·.~:tl: . . l2Q#~ofa ,;,.tv.nOión de 1" motivaciones den.tural", "social" pue- . societa it{¡litina, Giuffrc, Milán; 1974).
'1 ":'1
25,"· 27
JO
'.~ ,
, . "" .. ,... ~
,.._, ... _~d.i..._",
~ • ¡ .'

¡
La contribución de la antropofogza cultural í mento y la que determina los ritmos y los rltuales relativos a las
t comidas,
. .. . La .difusión de las sociedades. multinacionales y la tendencia a . ¡ Es pues evidente la n~cesidad d,e completar los análisis punl111en-. ..,:! i,
conquistar nuevos'rnercados y a penetrar en países de característi- I .
te económicos o .d~· psicología individual con un conocimie:qtoprQ-.: t·· '(
':'~·~'c~as"'e)t(remacra¡nenT~"'dt~~tc"':n1J¡nr!r1t¡f.t'1~~~~"'tl'9"''f'nt"W2"tí':tl.~º~'tip-9~~'·~·~'~="<>~"r·":"·""'C'"'N.,._.c~fuHdt),'d~plas"t1'atheÍt)'ne-s'~'d~e:'t'¡f-'!'l'I'ent~'Hdá&,"tle"'la~t'ós:tú'fft15f~~:·"t1'~'1~·f~·"~"-""ri"I~~=~f'''·f'!1
de prol:¡lemas que debe· afrontar la actividad comercial. En particu- 1 rasgos de carácter presentes en las situaciones específicas en que se, ¡
lai, bien pron to se hizo evidente que un producto ~lab.orado en un i debe o p e r a r . . . : 1.: 'i1 : ¡,
. determinado país no podía·ser transportado tal cual a'países de si- j Estas exigencias han hecho que también se recurriera a'los)lá~9Sf': '. "1 " ti
tuaciones socioculturales diferentes. Estas situaciones no están re- 1 ya lós métodos de la antropología cultural. ,.', .,,;\ >:'"::,,,}~ji l'
presentadas sólo por los aspectos técni<;:os o legales (en el caso del Según la definición de Cooke (11), la finalidad de esta ápl'ic~+ k'" l'
au tomóvil, por ejemplo, la dirección puesta a la izquierda. o a la de- ción es facilitar infonnación al "estudio y .clasificjición de los fa~tó};., ¡¡
recha o 10,s sistemas mé~ricos empleados ~ara designar la~ ..~istancias 1 res n~ económicos. q)le, puedan in,fluir en, ~l, concepto, la forma 'o. '. ' , 1 ¡
Y las cantldades, etc,) 81110 que lo que mas cuenta es la Imagen glo-
bal. del producto, es decir, el sistema de connotaciones que podría
adquirir el producto al insertarse en.sistemas culturales diversos,
. Aquí puede ser interesante aducir un solo ejemplo mencionado ..
I.
Jos metodos del marketzng de los bIenes para lin determinado fin en
un determinado mercado" (pág. 27), ' . .' .
En otras palabras, se trata de no limitarse sencillamente a una
valo~ación .~conómica de un n:erca~o potencial, sino de tomarlo e!l
.', .
t
!
. ! .•
¡
por Alberoni (3); me refiero al ejemplo de los YviYoront. Se trata co.nsl~eraclOn C,O~lO unorgal1l~m? :utegrad,o ~ de es~ablece: l~s im- , "1 I,yt
de upa población de la Australia Septentrional en la cual el hacha 1 plI~a.cIOnes polltIcas, l~gale~, hlstoncas, ge~faficas, tecnolog¡.c~s ~
tradicional se empleaba en la actividad de la caza, y la.recolección y ¡ relIgIOsas que ~lI~dan mflUIr en la perCepClOl1, por par~e ~el pu b~t~ '.! !, '
I!:
I 1

::;;~\;~~~~;:;;t~;~:¡~;;',::;:;:~~:~~c=~,~'),!~::. ¡ :~~:Ji;~ ;~:p"sa, d, sus ~r!~¿c,l~3< d~;:,:~sdrOC'Ól¡m,nt::¡i~~~éf~!,~¡'


rituales, Otras contn'buciones ' .·'·r!"'-.I'·\';~I!~ ,('c·
El haéha éra monópolió de los adultos Vat6hcS y sólo los triad.· 1:.:
dos o los padres podían prestársela a las mujeres. Cuando los misio- Además' de la psicología clínica, de la psicoiogía social y de l~ i,
neros comenzaron a repartir hachas de hierro á todo el mundo, has· an!ropología, aportaron contribuciones al análisis de los comporta- i,
ta a las mujeres y los niños, el sistema económico-social y religioso mientos de consu1Uo muchísimas otras disciplinas, como psicolo~ la 1-:'
de la comunidad se desmoronó literalmente con un tremendo co· gía genética, la etología, la lingüística, la psicopatología (véase Cri- r
lap,so moral que entrañó impresionante aumento de la criminalidad. terios me.todológicos y expositivos, en pág, 3~) I ¡

' . De manera que un simple· objeto,paranosotros común'Y trivial, .,,' , '; I .• ~


puede adqu¡rir' en otras situaciones significados complet'amen te di~ .~
fe~enÜ:s y provocar reac'ciones complejas e inesperadas,' "
La controversia sobre "naturaleza-cultura" o "here'ncia-ambien- ¿Psicología o psicologÍ<:tS de los consumos? .... ,
te" puso ~demás'en c1aroque, si bien las motivaciones fundamenta- .• :.}
les del hombre pueden.ser,UlúversaImente semejante.s, varían en "El cuadro que acabamos de trazar de las conÚibUGiones.ieórka.s.,;l:~~~;\;:: ..:,:.>,'.·..'.'.:. ,:,·.',.',.·. . ·.1.',

gran medida por efecto de las inflÜencias culttir~lés, trátese de los . ." . ...... . ." '. ··,·'!;c· ... ·,:;;
.. objetos .que satisfacen tales niotivacioneB" tráte~e dejos. meqjos y 13. Se encontrarán otr¡¡Sjndjc¡¡Cion~S spbF¡: J¡¡.¡¡Pl,iC¡¡c;i9~d(:la ,w~,OPOlOgí~:',lt:;:·:O':,}:l
modos de satisfacción., . . cultura! al marketing en'C Winick, Anthropology's ,con tribu tion ::t.omadce~··(;" '....:.:),:;,.
P' '. l ' ~"l' b'tdel"li' nt "n 1
or eJemp o, SI nos re erunos ..a am, 101 . a;¡ me 'd acIO, l'a ting, J,Mark,·1961,V'OI. 26;R.J,Holloway,Marketinginachan'gingenv¡_.",.
ronment, W·¡ N y k 1968
1 ey, .ueva .. ()r , . .
.
,. , ,.
"".;'j".
sultuni es la que en gran parte detennm.a,.O .que:se.Gq~sl era a l':~' ,. '. ;. ':,~;;.
. '. ,."~

28 29 I '1
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y metodológicas al estudio del comportamiento del consumidor


¡.
puede parecer extremadamente heterogéne~ Y des~~tic~la?o, .hasta . - 1 tivas a la fu~cionalid~d, a la co~veniencia:económica, a las opinio-

l
, el punto de hacer'pensar que este campo de mdagaclOl1 esta prIvado. ! nes y cre,enclas.c.onsclentes propIas, etc'. . . .' .
. de. prccisosesqúen13s coneeptuale¡¡..o de modelOs dei'efcrencia'csta-' .' . ¡ . . .En el caso de los objetos '.'centra1es" es útil recurrir a los.~.....esque- .
~~"""\J'."""'"''''''''''''''''''''''':'''''
,.. _ ••...."...~.........
_ ,..,.....",...• ~ •.".~.;;. ...= ....~...""V'''''''''M.'"'''''''''''''''''''''''''''''~'''''''''''''~"''''-=<.·:,"'';;;.;'''''''''''''·[.·~. . "',..',.""."r''';""'~~c.onc.ep,tualeJl.¿;de~l&->ps.te0.1~-.".e1111'1elf 0"'
.. tte1-'A.'Si'e?5:a·~"f.;'tl"':·~o"~le"·n-· - .. _ ... _........
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, .. b ¡cs V ,11 nitc'nnc:
. . . .j b'.~
' y. en' parte est? .. ~s 'cierto. Sin embargo, ~mpúrta precisar que. la' . . ..,' pueden empleafS'é ~q~eUos iristiume~tos;de revelación que procu-
. . . . . . . .• .t" . . . q;i;1lJj)lll . . o: ...... . .
i l.' "
vanedad de los pOSIbles enfoques del estudIO de este sector eones· ran favorecer al maxuno la prodUCCIón de."derivados del incons·
ponde a u'na necesidad impu~sta por la pluralidad y diversificación ciente" con el fin de llegar a las fuente's pu1sionales subyacentes.
efectivas de problemas que se han reunido bajo la etiqueta de "psi- ..Cuando n.os encontramos en cambi'o frente a objetos "periféri-
cología de los consumos" y. que, por lo tanto, exigen aportes con· ) cos':' ~uede ser suficie~te la revelación de las opiniones, de los ca-
ceptuales y metodológicos diferenciados. l nocImlentos, de las expectativas, de las experiencias conscientes de
El pSiéólogo que se ocupa' de investigaciones sobre los consumí· 1 la persona en relación con .el objeto examinado, resultado que pue-
dores debe por 10 tanto tener competencia específica y estar fami- ¡ de obtenerse en una entreVIsta semidirigtcls,,() también estructurada.
liarizado con los varios sectores de 1" psicología, además de posecr \
cierta fléxibilidad mental que le permita adoptar los conceptos y l o s ' Campo en el que se sitúa el objeto de la inqagqción .
instrumentos adecuados al problema específico que examina. t
Sobre la base de mi experiencia personal en cste campo, me pa· '\ Ya señalámos el hecho de que la p1uralidacf'de enfoque, métodos
rece que las principales fuentes de variabilidad y las consiguientes 1 y modelos conceptuales en el seno de la psicología de.Jos consumos
indicaciones sobre los modelos y los instrumentos más adecuauos está determinada también por exigencias efe.ctivas. impuestas por la
son las siguientes: naturaleza misma de los problemas abordado&... .
En efecto, para dar un ejemplo, es bien evidente que la tarea de
crear.el nombre de un producto y estudiar su validez r~qüiere una
Carácter e,entral o marginal del objeto ¡fe est"dio competencia: espocífica en el campo de la psicolingüística y es tarea
que puede afrontarse haciendo referencia a los modelos y métodos
de investigación elaborados en ese campo; eLestudio de las formas
Una cosa es estudiar las actitudes fl'l~nte al automóvil, la casa,la y.de los colores de un producto confeccionado postula la utilización'
vestim~nta, las curas para el rostro y los.cabellos, Iaalirhentación, del aparato~conceptual y metodológico de la;:teoría de la percep-
,etc. y otra cosa muy diferente es estudiar las actitudes frente a los ción; el análisis de las reacciones a los mensajes publicitarios supone
estropajos para limpiar el piso de la cocina, los detergentes, las cin- el dominio de lá teoría de la comunicación; los estudios sobre las
tas adhesivas, etc. opiniones, las actitudes; las características .tipo16gicas de los consu·
. En' el.primer caso hos 'encontran'ios frenté a objetos. que son en . midoreshan de hacer referencia a los métodos de investigación psi-
alto grado centrales, por cuá.nto están muy cer'ca de nuestro'yo, Y cósoclal '(escala dc actitud, cuestionarios, etc.); de la psicometría',
son capaces de suscitar intereses profundos, de poner en movímien- de la est¡¡.dística, de las teorías de 1á pers'onalidad, etc.
. to dinámicas. psíquicas masivas, de cargarse' con intensos valores
em0tivos y simbólicos; en el·segundocaso, los objetos son más bien
JI;, periféricos, bastante inertes, 'poco aptos para evocar resonancias Orien taciofl es personales de los i~vestigadores
. psicológidls. . '. .
De manera que es superfluo ir en busca de motlvacion~s "pro·'- Por fin, uha fuente u1terjor de variabilidad en'el seno., de los estu-
'fuhdas1'ode "fantasías inconsCientes'" cuando 'resulta fádl.supo-~ dios de psicología de los consumos está sin duda coristituida por el
ner que el comportamiento tleeléccionestá gUla,de> sobre todo por tipo de formación y por las preferencias teóricas y culturales dé los
J' ," " '. •,
factores ~as accesibles y racionales, como, las consideraciones rela-
1 .: I

investigadores mismos. Es bien obvio que un estudioso de forma·

1q , 1, 31
j

:',
, ~-~ ,,'~(,._...
... ......."..
,.
,,111
ción clínica tenderá a considerar los problemas y a emple~r meto- . minadas actitudes en una población dada o en ciertos subg¡::upos. ' I I~'
dos ~e investigación ~e m~e:a diferen~e de la de un est~d:oso con .. Por lo qu~ .s~, refIere a los aspect~s.Ix:etod?1?~90.~ 4e)~,i.~4ag~i,: ,1;;. ",. l. . ~
formaci6n de' tipo pSlcometnca; es eVldente que. un. dlSClpulo de I ClOn° y el analisIs de los datos, poco a poco fUI elaborando un enfo-. ~
, 1 d (" 1'" ' t stud'oso .. . t ¡¡hdeJi 41 '.' J:'
Le win rtcurriSit!!,. ;p'..9.4~.o9~__ .. e.,.~,.",.!.<?P5?,~~lt~,,,~,T~~.~~~,~.•.~,o~"'~.:L',~J":....";. ;,,'..•,,.,,,,,,,,.,,::,;:;¿,.,,<) .!'",.• ,"".,:,.',"~.""".:"w.,~"".9.1tíL~lLflJ!~,JJ~",,. ~." .cOL;, .~ es...tr.eS:;m:GmOOi,'.t~,,"'pFilWip~.. e'S""""'i",,,,,. .¡""'~"""I:,\:¡'41
o •• , II! "Ifo
~.'"'aeTi'conduéta.se~fñspírara:'en.moaeror~apr.eñaízaje;eté::.:,,.. ,... r··, siguientes: ..... '. ,. ': ' ': .... , .• ' ..... --,' . ".,.. .. ~
A pesar de esta pluralidad de enfoque,s, de méto~os y ~e.mode- .\ ~' d~fini.ré el primer momento como "deteml\nación delas siffir¡ , i
los conceptuales, nos parece sin embargo que la pSlcol?gI~ de los bolIzaclOnes de los rasgos salie1].tes" del p r o d u c t o . . , ~
cqnsumos configura una disciplina substancialmen~e umtana,Y ma- Este enfoque parte de la comprobación, constantemente verifi- .[:¡
dura, con un aparato teórico y metodológico ya bIen consohdado. cada, de que los significados,emotivos que el consumidor carga en I !' ~
l?s productos nó están construidos ',in vacuo, sino que se apoyan'.. . I i:
SIempre en determina~as características obj,etivas"que constituyen . ~
la base de las simbolizaciories extrafuncionales. 16 Así, por eJemplo, , ~.
Criterios metodológicos Y expositivos e! t~baco ~ el alcohol, ~esarrolla~ objetivamente. o bien una acción ¡,
tODlca o bIen una aCClOn depreSIva en el sistema nervioso, y la eIa- ~
del presente volumen
boración subjetiva ele esos efectos da lugar a la construcción de di· '1,
En este volumen he procurado sintetizar las adquisiciones reuni- fereútes núcleos <;le signific~dos simbólico.s,. •. '/'.\,'" '~
l'.

das a través' del examen de la bibliografía espec;ífica y de mi activi- Plll~a dar otro ejemplo, el cabello se c~racteriza por rasgos tales i¡
dad personal en el campo de ia psicología de los consumos. Eviden- como la vitalidad y la movilidad, la cualidad táctil de ser suaves, su f,
temente no ilustramos aquí todos 'los sectores de la investigación; carácter plástico; su función de cubrir la cabeza; cuandó se examk, . t1 t~
consignamos solamente aquellos de interés más saliente y nos limi- nan las vivencias subjetivas relativas al cabello se puede observar ~
l'

~
tamos a considerar los aspectos más generales. fácilmente cómo las diferentes actitudes encontradas en diversas 1'.
~
En lo que se refiere a la contribución personal, las reflexiones personas no son otra cosa que simbolizaciones de las potenciali-
que entraña constituyen un intento de sistematizar una gran canti- ~
dades de significados' implícitos en uno u otro de esos rasgos (el f1:·
dad de hechos reunidos en indagaciones cualitativas llevadas a cabo cabello como símbolo del potencial energético del individuo, co- l'
(,;

S
en el "terrenollo en seminarios y grupos de estudio del ámbito uni- mo vehículo que comunica necesidades afectivas, como medio de, ' f.;

versitario. Los datos expuestos revisten pues en general el carácter I protección y defensa, de personalización Y" de dik¡enciación, etc.) .. ~.
de hip6tesis cuyo valor depende de esa "convergencia de indicios" b~. Un segundo momento del análisis del material es el de la ',:de- ' ~r1\
en que se basa el método clínico 14 antes que de experimentacio- terminación de las fuentes psicodinámicas".
nes de carácter objetivo.15 . . Una vez caracterizados los simbolismos y las mit()logíasquecon"'·· n
,,\.. " ti
.. Cuá.ndo fue posible, procuré. sin. embargo in traducir. también da- ver gen eri,undeterminado producto, apoyándonos en' algunos de
tos de naturaleza cuantitativa que' ilustran la distribución de deter~ sus aspectos perceptivos o funcionalt;!s, se trata de descubrir el cui
.. prodest, esto es, las pulsiones ol<~s necesidades .por fas,. c1,l,ales',.
... 14 Véase el Prefacio de F. Fornaria la ediciórritaliana de Teorie della perso- - aquellos son puestos por obra, .' ' .. "",.' . .. . ~S;:::~;:.,·.;;,¡::-:,
naUta di e.s. Hall y G. Lin~ey(BoringlJ.ierl, Turín, 1966). . .. ~: "L ."
16 .A c¡u í puede deier~inarse' unproreso ~ál~gó Jdefinic1b'p~FFt~íÍ:d·.di~ó;'f·"t:?:':;.:t~ .
15 ~in em barg~,lavali,deZ delenf~qUe cuarita:tiv 9 en luscíencias del hombre, '
en contraposición alaesterilidadde.\Uuchasindagaciones llevadas a cabo con "anáclisis" (Anlehnung) para designar lasIelaciones·'priniitiY:is<iie!1a~pli¡Sib;i;:.:" ',;.).::" :,~'
métodos cuantitativoss~gún el.mo<ielo de la física, es sostenida por muchos nessexuales con, laspulsiones de ¡¡.U tocon5eivación:'laspriiúer~~;~'qti'9:;s~::h:a~«i;:,' ...." .
psicólogos y sociólogos, como LeWin (r"eorladinainica della persoÍlalita, cen independientessólo·ulte.riorIl1ente, seapoi~:al priI:icii;¡io:'~Á,+f!$"lW\5:~i.~;,!:;,.r;,':·.">:"
. GiUntl, Florencia, 1965), Kilkpatrik (La Psicologia tr(¡!'lsa;ionále, Bompiani,
ne.s vitales (la alimentación) que'sumínisúán a aquéllas ünafuim:teciIi4iüC~;:" ". ,.. , o

Milán, 1967), Sorokin (Mode'edutopienella sociologiq moderna e scienze una dirección y un objeto'(véase Laplanylle y Pontalis, Enciclope.CJiacMrq·'
i psicoanalisi; Laterza, Bari;i967); .. . .... "'.'
collegilte, Giunti, Florencia, 1965"). ' 1 . . .. .'~.',"

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. ' ¡.
: En esta persPectiva hemos' utiliza do sobre todo etaparato de la ¡
prcscn~a~ en forma extremadamente amplificada en las persona'
1 . ... ... psi~?logía clínica y de~ .p~ico?ná~si~ (con lo~ .varios conceptos de que ~1~~lficst~n pert~rbaciones de co~portaI)ljento. Esto permit:
1.. .
11 pulslOnes de' hase; conflicto pSlC.éJ10g¡.CO, mecamsmos de defensa del ~ . vder casI como. C.OI1 una I~nte de aum'ento fenpmenos que en los esta- .
. . .. " . os de normahd d .. " '"
!""""¡jo¿ló',*.",~.Q.,.&S.t¡¡,di.QS,"p-~~¡,eQ~llal~1.AiC...)~·..Re..tQ-t.amhiM.l"<Cº.nlQ....qJ.¡.e.daAich.Q~.~"~,.",~\~~.",,,·· ·u.""":""'"··,....,..;;;...,,'¡.-,:.:'Tt'e~~'.'..,'""":.,,.J.l.:---:J;!~.fV.J.P.,,.,~}Jt~meate,,,per~tlh.les:'.P1·e~~···"'por"""·',,·,·,~·,\",.,-".
las.contribucion~s'de la psicología social y de otras disciplinas. . . p
" . ¿em o, en ,la ·utIhdad que pueden tener'pará comprender a~titu-
·c: Por' fin, un tercer enfoque utilizado en el análisis puede defi- 1 des de pe:sonas n~rll1a/es respecto de la comida o el alcoholo la in-
nirse como la. "convergencia de los puntos de apoyo". .; ~mentana ') ~l dmero /~s aná1i§is de casos qe obesidad exhibicio-
En el ámbito ~el método clí~ico, la va~dez y productividad de j nlsmo, alcohl,hsmo, av~ncja patológica, etc. De maner~ que hare-
una interpretación se determinan en virtud de la coherencia interna I mos frccu~n~es.refercJll'las :.t los trabajos de estudiosos que exami-
., . y 'las confirmaciones procuradas por observaciones reunidas poco a j n~~onl/a dmam~ca ~c 1~ls varias formas de desatlaptación, como Fe-
~ ~

,I poco en las más diversas direcciones. Es sabido, por ejemplo, que nle ¡ o .. 1:
~a~ghll1:.1{ :. .
,~ .l' Freud al explorar los campos más dispares, como el de la mit?logía, ¡ LlI1~lstlca. ./:11. 1:1Uchos. casos el camino 'para llegar a una ínter-
11
,,j el de la poesía, el de la etnología, el del arte, el de los proverbios, I pre~clOn del. SIgnifIcado sllnbóHco de ciertos objetos de consumo
·'etc. pudo hacer resaltar la universal recurrencia de ciertos fenóme- 1 p.ue el ser abl~rto por un análisis de los h~bitos: lingüísticos. Por

¡
"

nos observados en el contexto clínico (por ejemplo, el complejo eJ~m.f o Y segun veremos, muchos de los valores emotivos del auto-
edípico). ....... ,........ . 11l?VI pueden captarse mediante un examen" de: las, metáforas co-
Esta p" ersp' ectivii- es extremadamente fecunda para el psicólogo' l11unmen te usadas cuandú nos referimos a dicho . oh;. eto En otros
1 . . casos es 1a inve f .. . " J •
J
~ que se ocupa de los comportamientos de consumo. l . s IgacI~n etlmologlca lo que puede.sugerir conexio-
¡
~ En los análisis que siguen se hacen constantes referencias a datos 1 ~ts'dme:peradas. Un e!emplo interesante es el análisis que realizó
J
proporcionados por las disciplinas siguientes: ¡ J1/,e~ egger sobre el ongen de la palabra "habItación" (en alemán
f,
Etologia. Muchos modos de conducta humanos tienen precisos 1 o znu~g) que revela las relaciones de dicho concepto con los con-
1 antecedentes fIlogenéticos en comportamientos correspondientes ¡ ~:t~s 1e ser, estar y P<l:Z. En este sentido pueden revestir particular
~ ,j
de animales. y el ~onoci.miento, de éstos pued~ pues pe:mitir escla-
recedoras hí.p6teSis Interpretativas. Así, por ejemplo, él comporhi- '
i
111 er~:, as obras ~e De~oto y de un lingüista de formación psicoa-
na1íti~a con;o .rI,ass~ ThH~l'lemnnl,,18
~ miento territorial puede ayudarnos a comprender ciertas actitudes J . PSlc~ogzamfantzl. Por fin, la psicología genética es una fuente
del hombre relativas a la vivienda, algunos mimetismos pueden ayu- l'
1l1~gota .e d~ .datos que se rene. ren a las vivencias a.rcaicas y a los
darnos a comprender las funciones de la vestimenta, etc. En este as- ~a or~~ slmb91~cos atnb~idos por el nií'io a los objetos de consumo
pecto no puedep pasarse por alto las obras de Lorenz, Tinbergen, b~~ml as, 1bebIdas, vestidos, etc.), experiencias que perduran tam-
Morris. " '.' . . .. . 1 ~~n en e ad~lto y permi:~n esclarecer muchos de sus .comp.orta-
.. Antropolog¡a.:Las costumbres y las creenclas·de los pueblos pn- .' le~~os y actltudes. ~amblen en este caso, además de los estudios
Ínit~vos, sus ritos y práctic.as má~cas centradas alrededor. de las he- . ¡ (de 1 Iaget, son muy. utiles aquellos de orientacióLpsicoanalítica
rramientas, instrumentos y bienes de' consumo (por ejemplo, los ¡ Anna Freud,.M. Klem, s. ~saacs) ...
. tabúes referentes alas aUmentos o a la vestimenta, o al cabello, reo. . .:
:ferentesruuso deJas armas', laneacciones frente a un'aparato foto- '
:.,....:,
gráfic0;~-etc.)sugieren interesantes hipótesis sobre ciertas actitudes
. que .persistenhastáenelhombre de civilización evolucionada aun-
17 o. FeniChel, l;a Theorie psychanalyrique des névroses; Puf, París, 1953;
.\ ' qúe en Jonna fügaz'yapenasinsinuada. En ese aspecto serán de ex- H.' Laughlin, Le nevrosi n ella pratica clinica, Giunti, Florencia, 1967.
trema útilidád: lasobservaCÍones de investigadores como Frazer,

. ' .' ,...... .:

Lévl'-Bruhl, Lévi':Straúss,Róheim, etc. _. 18 e.Devoto, OriginÍ indeuropee, Sansdnl, 'r.·lo;e~cia,1963; Th .. Thass-


. PSicopatblogía_ Lapsicopatología se ocupa de aquellas experien- Thienemann, La formazione subcol1scia del linguaggio, Astrolabio, Ro-
m~ 1968. _. .
das psicológicaS que, aunque. se dan en los individuos normales, se
'34 .::)

¡
.. ,
................,~.. . :. . ~?i~;:.........~_..
lHl5LJV\..JKA1'lA kV. U'. J.'I.á~U!la, i.J UflUl¡~¡ [.JS¡C;UW/5U;U Ue¡ componamen"Co economz-

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36

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I''''~
1
La busca del seno perdido

Psícologíacle la alimentación
i
\
I
(Una primera exposición parcial del material aquí presentado se
\ publicó en "contributi dell'Istituto di Psicología", 1972, vol. 31)
Los aspectos 'psicológicos de la conducta alimentaria fueron am-
\. pliamente explorados, ya sea porque el estímulo del hambre es una
i
í,
de las motivaciones quemas $e prestan a ser manipuladas en 108
\ experimentos sobre el hombre. y los animales, ya sea por la aten·
, i ción que se dedicó en la esfera clínica a la patología deja alimenta-
! ción, ya sea por las implicaciones de naturaleza psicosocial (como,
11
i j por ejemplo, el problema de la racionalización de los hábitos ali·
¡ mentarios, el problema de su cambio y adaptación a los recursos
!
I disponibles, .etc.), ya sea, en fin, po~ los mismós e'studios de psico·
¡ logía ..comercial relacionados con el lanzamiento y la propaganda de
1 los productos alimenticios. .
'1 En este.. capítulo me propongo sintetizar los tipos principales de
investigaciones realizadas y los resultados obtenidos y haré también
referencia a algunos estudios que llevé a cabo personalmente en el
. campo de los consumos alimentarios.

r
í¡· Hambre y apetito
i'

Antes de consictérar los aspectos fisIológicos y-pSicológicos de la


39

... _._._..,.. ......,'-~...-


w j~t)~", ~!iHj ~Í$¡Ci; Ii.iNtl¡ .ijhUi ¡I¡,r;; "\',:;.# i.J ,¡.~+ ¿'1
'1
l!t¡ff¡:(f
r,
f:,,:; ',,, H ·,i ,~.~;',~~ "~~.fJ~
I

conducta alimentaria no será inútil considerar algunas definiciOnes La 'bases neuro:fISiológicas 1


y descripciones fenomenológicas referentes este campo de la ex-
, , ,
a '"
I
:periencia. ' , '""", 1, , , , " ' "
,.,,,,,,,,,,,,,C,Qn:vien,ehacer una' distinción nreliminar entre "'l1amoreH :' y ! Teo¡:z'as ~en'r.e'rl·cas v centrales.. d
o,e, os I "
mecanzsmos d e1 ham bre 'd'" ,.i
,," ,'" t~:·"":·"'~·-"~~'\l;tsaciéda'd'· ~~:','~:":'~':"""":~,~":"'~,'~""~'~"~.::~"""~'''~':,''"'~."~""::~'~:;-'"""'~?X:¡'~'~'~""~~:~:,",7'~":~'~:'~""""'''''''~''"'~:":1
~. ·~#,lol :.r~;"~~~"?f~...t~",...~,;:~~;';:i\.\!!¡~~-:iM.~moll!.,á:..'W;;..1,t.-':~'*~~'J:~o/_""·~~,:~::'¡'·~S;i!t,~4:1;·"¡"'::~¡~(·.:~":~~';:';':~.:'.;.. \~;';'N,~"';'-i:l" ... tl.~"'" ,_.,. ~.~' e.' . '
'~~petlto" .. El hambre es el esta doso~aticQ,pt~V ocaCfo por. r~~?rlXa~
.•• ;!';"",\Oo\;';'';'':'¡':.;:..r.;,;.I..:.;I'•• ••... ,., ... " ..... !-.! ....... ",."f:':"",

Clon de alimento, estado que se stlpr:u:ne :medlante la mgestlOn de "¡


comida; el apetito es, en cambio, un estado consciente'caTacteriza- , ' " i
dQ 'por un deseo de comer'estrechamente, condicionado por la ex- .. La inves~i~ación de los factore~ orgánicos determinant~s de 'la '
periencia pasada y desencadenado pOLeUnterés;deunalimentoes- c~nducta ahmentaria y de lo que se experimente subjetivamente
pedfico. como sensación de "hambre" todavía no ha acl<iradodefinitiva-
Las vivencias subjetivas' relacionadas con el haI11bre ....Ü!.SlI.on am- mente el problema. .
pliamente estudiadas por Mo'ü'élloy 'sus' coiaboraaore~' (30) en una Un primer, tipo de exp~cación atribuye el fenómeno dt:ll hambré
investigaciórdlevada a cabo en ochocientos sujeto~, varones y mu- a las contraCCIOnes del estomago ,cuando está vacío.
jeres, niños, adultos y ancianos,mediante un cuestionario que ten- Washburn se adiestró para traglU' una pelotita que una vez en el
día a recoger la infonnación más amplia sobre las sensaciones físi- estómago se hinchaba; las contracciones del estómago provocaban
cas y psíquicas vinculadas con el hambre y la saciedad. una presión en esa región y así podían registrarse.' Estó pennitió
Algunos de los datos ofrecidos por MoneHo son los siguientes: obs~rvar que la sensación de hambre· se afirmaba en estrecha co-
Más del 90 por ciento de los sujetos registra fenómenos gástricos nexIón con la aparición de las contracciones. Sin embargo muchos
específicos (sensación de vacío, ruidos sordos, contrac·ciones, etc,) datos contradicen semejante hipótesis. .
en el estado de hambre. En alrededor del 50 por ciento de las per- ?rossman y Ste~, por eje~plo~ no ob~ervaron ninguna modifi-
sonas esos fenómenos comienzan más o menos dos horas antes de CaCI?n en l~s sensacIOnes relacIOnadas con el hambre en sujetos que
la comida principal. Además se señalan sensaciones en la boca y en habI,an sufndo una vagoctomía a causa de úlcera péptica, operación
la garganta (sequedad, salivaci.ón abundante, sensación de vacío, que Impide las contracciones gástricas.
etc.). En condici0nes de hambre'Intensa se registran también sen- Otros investigadores lr1GWilfül'l que perduru la sdi'lSádfoñ de ftárn.
saciones en. el J.:J..i~.el cel.lebral (dolor de cabeza, manchas ante los breo aun después de una gastroctomía y que la simple distensión del
ojos, tintineo en los oídos) y en el nivel general (debilidad, fatiga, estomago o el hecho de llenarlo con substancias, no,. nutritivas no
c~~~r, frío, etc.). . r~duce el h~bre. Los animales (y también el hombre) cuyo orga-
En general, las sensaciones gástricas parecen ser los indicadores ~lSm? no ~Iene modo de estar' informado sqbre las condiciones del
más,sensibles del.hambre; luego vienen las sensaciones generaIe-s, y ~ropIO estomago (por la resección de los nervios) o que son "enoa-
las sensaciones de la ·boca, deIa garganta; de la cabeza. . nad()s" acerc~ de las.condiciones del estómago (lleno por ejem;10.
, . " . ,,' con substanclas, no nutritivas) se manl'fl'estan l'gua1 nente ' d'
La apanCIOn de las sensaCIOnes orales parece mas mtensa yfre: , , . , l e n con 1-.
cuente en los varones que en las mujeres. CIOne$ de regul(lr s~ conducta alimenta~ia. , .
, ~~ ~onsecuencla, estos resultados hicieron que se pusiera en tela
La condición de hambre está acomp;u1ada también por mú1tiple~ , de JUICIO la teoría periférica del hambre al mostrar que los mecanis-
estados de.hurnQr. Junto alos más difusos aparecen aquellos defini- :.-:>-,;......,.. ..

dos como "actos .nega tiyoj"'{Fl'ervjosis~oj ,tensióngemiral',irritabi~ .


lidad). . . .,....; .. - . .. ., 1 A mayor abündarníento sobre los te,mas tratados ene5tepátIafo:'¡:~~itim6~
a: Cofer C. y Appii:y M., Motivation:Theory and Research,J..Wiley; Nueva
En cambio y a diferencia delharnbrc,ele:stado.de.sa..ciedad r~~ i York 1964 (cap: V) Fraisse P. y Piaget J~; Trqttatodi psicologiasper.imenta;.:,;'~:
sulta más difícil de definir. Es ~n estadoquc'se,prc&cnta dcmane~a "
~ . - le, Einaudi, TurÍn, 19'66 (vol.IIl, PsicofisiQlo~adelcompórtame~to);Harlo\V,;.;.::.¡;,
unifonne y relativamente simpJe, asociado cOhuhnümerQmenor H. y c~laboradores, Psicología come sclenza del comportamento,MOn¡jadó¡i"
de sensaciones.
, '
.. , . ,'''., .. Milán, 1~73 (cap. X). ,.;',

40 41
,
¡
_........,~\...._,. . .. ..}i·
;,:,,--~~, ~_. _~.. ¿:J

.-. ,', ',1adores de1 ape t't


mos regu, dI' d d d b r' to' es'
1 o y e a saCIe a no se e en a lac r j un segundo li inhibe .la, '~cción del primero, produciendo así la
" d 1que'
, ; "i d ti' ·f'
o a sltuac ones e po pen ¡;;!1CO, $. . ' ,
cesaClOn e a a mentaclOn.
, ;Laat4lnción se desplazó pues aia identificaci,ón de determinan- 'r
~;Cd::"~;tr;¡;t?.t.u:'t~~~:Q..ttQl~~$:~.'!"~~~~'!;/~V.,,,,~.•~~!::h.a;':':~1:'''''~:;'~~I:r;~:"""':'l:.!::''l:.trt=~~'''''l'''.:'tA\ ".~~':{' ;:'::o}'¿b¡a''&;S:~.;..''-;t~~_~~l-:.:;s.~...:i:.:.t!.'',:..~,,;..;.-::-:&.:-.t~t\."..'*..!.'ii't.'rt.~t~-~;~:'~~~'~~w-~';';'~f."';:-;':'~~t"'~~~:~"t~":~:~~'.:B~~"~~..~~~I\~~~~::~'¡:.,~Céi.~'l:.r.\'~~("~i":J,(t,~~~.;!~",,,~\"O\;.~;,;;,:,;,'Jo.;.'J.:.~~~~;''''':i!.1;'~,,;~~:¡;''''.¡,.'~'L''''-J-"'';\'I~;'''~~~lI;l.I't~
.. ... •

,:" "',,"{Jnapmneta:hipótesistuvoencuenta'factoresde'tipohormo~al,' " ' " , . "~ , ." --' ,,' ';., " " . ; ' " ,.,,", ",' ".""
LuckharCllt yCarlson 'lúcieron transfusjones de sangr~ de perros 1 Las bases pSlcodinamlcas de la alimentaclOn
inahtenidos' en ayuno durante varios días a perros normales. L o s j ,
i !titbres 4escubrier~n que, si bien en el momento de la transfusión 1 'Pasemos ahora a examinar las' válencias más p'ropiament,e psico-
el estómago del anirhal "receptor" presentaba ya algunas contrac- 1 lógicas que tienen relación con la actividad alimentaria; aquí es in-
'r~qnes, éstas aumentaban notablemente. Otro estudioso (Bash) ob- dudable que la contribución más importante se debe a la psicología,
sb'vó el Hecto inversó: la transfusión de sangre "saciada" eliminaba t dinámica y genética. Freud fue el primero en indicar que la alimen-
~as contraeciónes gástricas en un perro hambriento., Pero otros in- 1 .,tación no es un hecho que se desarrolle exclusivamente en el plano
vestigadores han hecho objeto de discusión estos resultados. ,fisiológico sino qúe, por lo menos en los nmos, ese aspecto tiene un
·ReCientem~nte se han ido afirmando cada vez m~s dos teorías: significado menor frente a los componentes emotivos y de interre- t
la glucostática de Mayer y la termostática de Brobeck. Ambas se re· lación conexos con la actividad alimentaria. ·Alrededor de la fun-
miten al concepto de funcionalidad homeostática: Mayer sostiene ción nutritiva se organiza todo el mundo psicológico del nmo, sus
\fue lIn anp-na1 come paramántener el azúcar de la sangre en un ni- sentimientos, el modo d,e relacionarse con el mundo exterior (de
vel óptimo y a los fines de su utilización; Brobeck sostiene que los los objetos y de las personas), sus ansiedades y miedos, sus modali-
an~~es comen para "mantenerse caJient'es" y que dejan de comer dades de expresar amor y agresividad. Precisamente por esta estre-
para evitar la hipertermia., cha conexión con los dinamismos psicológicos más arcaicos, el acto
Las dos teorías postulan en el cerebro la existencia de centros 1 de comer, los alimentos, las situaciones alimentarias en general es-
que elaboran las informaciones provenientes de las condiciones de J tán cargadas con profundas ,valencias emotivas que podemos volver
la sangre, de la glucosa, de la temperatura, etc. con el fin de r~gular ¡r a encontrar en personas adultas en una forma más o menos cons-
el comp,ortamientQ alimentariQ. Re¡;i~ntem~nte se han reªllzªdo ciente y también en los modos de conducta y actitude§ iúeonscien.
interesantes descubrimientos sobre esos centros cerebrales. - tes de los adultos.
A continuación trataremos de ilustrar algunos de los principales ' .'
, b 1 1 d d 1h b d I
Las centros cere ra es regu a ores e ,am re y e a sacre a ' d d componentes
t t' 1emotivos
li t
y equivalencias ' simbólicas
ec Izarse en os a men os .
,
que pueden ca-
j
.j ,
Las' investigaciones neurológicas sobre localizaciones ·de los cen- '.
tros cerebrales que controlan la alimentación llegaron a comprobar
que un daBo o lesión.enla zona hipotalárnica es a menudo causa de
obesidad. De manera más particular, a la,-destrucción de uná deter-
¡ ¡
La' comida'c~);zo p~imer 'Objeto iÚ1á sensUizlidad"

Un primer significado. conexo con la alimentación' es, en el re·


cién nacido, el significado erótico. Como se sabe, .Freud mostró que
minada región.; del hipotálamo (núcleos ventromedianos) sigue in- la organización '''orili'' es la más arcaica' del instinto sexual. El co-
mediatalTlent~hiperfagi.a continua y notable. El perro y la rata se 1 mer apacigua en, el nm o no sólo la' né.cesidad fisiológica, .del hambre
hacen voraces)' el excesodealirnento determina una notable obe- '[-
sino que suministra también' especiales es.tirnÍ11os de placer a la mu- '
sidad-;.Perci· eh eln:lism<:> hipotálamo ,una zonavecina (lateral) re- . 1
cosa oral, que es la primera "zona eÍ'óg~na" en que ,se. localIza la
, sulta antag6nica, ya
qu~su ,destrucción produce anorexia y afagia 1
libido (como queda demostrado,e,ntre otras·cosas,INf:,e1.hábtto
completa que' a menudo conducen a la muerte, universal infantil del chupete). Es posible volver aencontraresta
. De manera que en ellúpotálamo hay dos sistemas antagónicos: ¡
,\,.,,1
: uno que'induce al organismo a iniciar la ingestión de alimentos y - ; connotación sexual de la zona oral en el aduIto,I-lO'Solo en,forma
,1..
,
1
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. "~_.l"
I 42
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¡" t'v~~~ \Ioi>1" ~ l<:{(,¡ I!i<":i~ ~ , ~~ ~" ";;:; í "C';¡ ;,~~~. w;;}~ G.. I' . .; . ,!: l/ ....;; .".,; ~¿Jl ,~.] :;;:J [

directa (por ejemplo, en el beso) sino también en cierta gUla, en el -t Probablemente dos residuos de pensaI?iento arcaico contribu- . t

placer de beber, de fumar 2 . Además·la encontramos a menudo en t yen a determinar este tipo de actitudes. Uno es señalado por Frazer .',
la fonna de resistencia por parte de.los adultos al consumo de der- i (16) cuando hace notar que "segúIi la opinión. de los. salvajes 'co-. . I :.¡
"'~;:~~~~t~~~~~~~~;'~~e~~6~;e~~~!~~~~~;b~~s\~~'·~.~~:~!~'r.t~;::r.;:~~"·"",-,"",,,,·_:~···:tt_:.:.c,",~,.,",::!.,""~;~é~:i-~é~s~~~;;§~~~"~~~iaIW{~~~DiB~~t~c~!,~~;l},f~'6~~!·!~~"r~'~·~>~·'·¡"'·~"{'1~
. ..,1"' . . . . • Jffi.uo.ora,perocu. . "
:-1 ........ "._ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l""'1~ p s pars por a oca.osel
.. -. .' .. t,
yo plac:r tie~de ~, ser c~nsiderado .regresivo, infant.il~. condenable.. ti ex ~raída medi~nte las ~rtes mágicas .de .~lgún ene. mi g:>. presente". "
I!
I 1.'

En una I~veStlgaCI?? realiz,ada sobre el co~sumo de es~~s golosinas (pag. 33?): ASI, los habItan tes de una reglOn de Madagasc~r cuandd
nos llamo la atenclOn .el numero de personils que achmt1an que co. .comen CIerran las puertas con llave y raramente se dejan ver en ese f
mían chocolati~e~, pero sólo a "escondidas", como si se tratara de T acto. Los warna no permite~ a nadie verJos comer y beber y están 1 ~
un "placer prohibIdo". , . j sumamente atentos a que nll1guna persona del otro sexo los vea en" i~
('
e
1;:1,
En efecto, en la publicidad. de tales productos se observa a me- I esos actos. ~ ,

nudo el intento de asociarlos con imágenes de virilidad, pr_~~isamen- 1 . ~~ segundo residuo de pensamiento arcaico es la.. est.recha aso-' ~
,~
r
te para despojarlos de todo carácter infantil; por otrO laCio, la pre-
sentación de esos productos tiende a hacerlos percibir como pro-
duetos para "adultos", agregándoles substancias como el licor o el
café. .
Otr~ producto direc~amente relacionªdo con el arcaico placer
¡}
ClaClOn entre la comida y las relaciones de intimidad, c.ntendidas
aun en sentido sexual. Recordemos que el psicoanálisjs sacó a la luz
cómo las primeras fantasías infantiles relacionadas con el sexo y
con la fecundación son precisamente de naturale¡a oral.
Este se~undo aspect?~n,cuentra a su vez.compl'obación:en:cier.'
f
~{;
"

del estImulo oral y partIculannente con la segunda fase, que tiene t tas creencIas de los pnmltlvos, como por ejemplo, en la sIgUIente
que ver con la salida de los dientes y que posee connotaciones acti. t 4
expuesta por Lévi- Bruhl . "La existencia de mestizos en esas tri-
vamente agresivas, es sin duda la goma de mascar. '1 bus de la Australia septentrional fue al principio explicada univer- ,
.... y hay todavía otro aspecto interesante de la psicología de la alí- sa~mente po: las ma~res de los mestizos del modo siguiente: 'He co- .' I • ¡
men~ación que hace resaltar el carácter libidinal en conexión con la r n:ldo den:asJada hann.a del hombre blanco'. A 'sus ojos, la diferen-
comIda; me refiero a esa especial actitud de pudor que muchaS'per-
50nas muestran al comBr en público.
Un fenómeno de este tipo atrajo tambien la atención de Mon-
. -.' 1f cIa. esenCIal entre la VIda que llevaban antes de entrar en contacto
con 108 blímco§ y la vida que llevaban después no fll.dieabtt efi lliS te-
laciones sexuales 'que habían mantenido con los blancos, sino en el .,
taigne 3. Dice Montáigne: "Hay personas que se esconden para ca- . ~ech? de haber comido harina blanca, lo cual naturalmente había
mer. Conozco a una señora, y de las más grandes, que tiene esa mis. 1 lf!.fluldo en el color de su prole" (pág. 381).
ma opinión y piensa que masticar es un acto desagradable que afea 1 y aun hoy no es raro encontrar actitudes de embarazo o desa-
mucho la gracia y la belleza de las mujeres; no se presenta de buen
grado en público con apetito. Y conozco a un hombre que no p u e . f
de soportar ver cornera Otros'ni q~e se,ló vea yoine"ra é1.rilismo, de
manera que .huye de toda presenCIa mas cuando se llena que cuan-
.do se vacía". . ,....,
¡ r grado por comer en público, a causa de la connotación libidinal
asociada inconscientementeconGsa actividad., Una.inve~tigaciónge
laSmO!iVaci.ones mostró.. por. ejemplo, qué fanta.Sías ~róticas late.n";
tes estan a menudo aSOCIadas con el so¡:berhelados'enkun paseo.
. . ' · i · .'
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.... ~~

2 L' .. ,. . ' t La oralidad como primera fionna de relacl'o'n con lo rea""¡


. ' ... ".'. '.¡~":""~:
" .

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a comun connotaclOn oral queestaenJa pase del comer y deIfumar p u e - . '. - .

~o.er:::~c~.tssi':~~~n~~e¡:c.;~~.o.·~d::.ú.4 .~r:~~~~~r~;{¿~.~fa;:¿ua.cr;;;b~~~.S~Ile.~ :
el hedlO de que el su bstlt,:to mascoIJlundel c~arrillo se~ la costumbre de
'~.·S.·.p
· . lmente. . l . os.la. 6.i.O. s. '.h.'.S.:.'.: J..
La regióri oral. (. Y. ..•e.•. . c.. ,i.·.a
de la. boca y lalengu~).1'?SeenUD?;Jepfe,s.~n;:~aci~n~b~1r1~tJj¡ljY;~X;:!'.':¡;ei
l.1.U.'.:~.0?'.'.'s.·~. ·~.~ ·t~:.i.~.c~ ~.'.: .;
d..•·. . .. '.¡.'......•.•.' : : ..'.

• .
comer caramelos o consunur goma de mascar. .., "". . t
t ' .'.' . tendIda en· comparaClonccm·otnis'regiones'Y'
. '.,:
<", ' '. .'. . ,·.seJSl '-¡;'biI"d;':'dfC'" .... ,. ""(C'.: , .......
"1 1. <1. ';~iC"Ol1:lHl:¡ ':',j,"!

3 M. de Montaigne, Saggi, Mondadori, M,ilán,,1970, pág. 1169. . } 4 L6vi-Bruhl, L.,l;ám,~W~M(¡prin:zjt~va, Eirtau<l:i, Turín:1966.
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puede O'bservarse en elllamado homunculus de Penfield).
• Es~oexplica el hecho. de que álrededor de la funciónriutritiva se
. t· '. .
sí. ,~enich~1.(15) .o.bserva que este fenóm~no e~tá en la base de mu- ¡ .
't' :' organice también 'el primer tipo s,le' contacto' entre el individuoy la . . ,~. chlslmos ntos reli.g¡osos. .. . . '
¡ 'fI~''''('''''~;;''i;t>,~,x~.ilj~~,~e~LÜ?~gE<Jg~~..q.illl~!.:'~,}~!?,~l~t!,~1}~;!~.~",[t;}1,S~.~lt1~,g},~:.,~_..",",:".",,,,,,.,J.•,,;.;_"-,",",,",,,,.,,., ... Esta ..:iv~ncia arcaic~ que, se~n veremos, .es posible volver a e~-, .
: '.' .... nutntlva,. por una parte, y de acclOnsobre eramblente. (prenslOn, . .... y.... e?ntr~1'~~~'~~~~~~~:d~~~'tl'e"'·~.'~r~~S'1~spEret?,"de:'!la'g"c:unn~f"""'''':'"'''
1 . desplazamiento de objetos, ataque.• etc.), por otra. f das, esta tamblen en la base, como ocurre a,menudo, de varios com- "
'j" : . rámbién en las primeras fases de la evolución humana la' boca ~. portamientos alimentari.os de las poblaciones prilnitivas.
r . asume esta. doble función. Desde el momento del nacimiento se dis- { Frazer h.a observado' que eJ salvaje, al comer la carne de un hom-
J cierhe un reflejo de "busca~' ode "fo~alización" puesto en marcha " ~re o de un animal, por' lo común pretende adquirir las cualidades
~
i,
por estim.u.l;os táctiles·'en·lazona.oral q~e, junt? con la succ~?n y la
mcorporaclOn, representa uno de los pnmeros tlpOS de relaclOn con
1t c~:acter~sticas de ese hombre animal, no sólo físicas, síno 'tam-
bIen morales.
°
.
¡ el mundo exterior. . . . . '-' Así, algunas tribus de indios creen que el que se nutre con carne
!¡ La boca precede"a~lamano como instrumento de conocimiento: J de ciervo se hace más veloz y más sagaz que aquellos que comen
J el ;~ifío pequeño exp~rimenta los objetos llevándoselos aia boca, ~. carne deliento oso, de los cobardes pollos, de las vacas de lento pa-
1 6rgano que en ese momento posee la mayor capacidad de discrimi- t so o de los perezosos cerdos. En Madagascar, se prohíbe a los solda-
¡ hación.Como observa Ajuriaguerra 5 : "La boca contínúa siendo 1 dos comer ciertos alimentos para que no adqujeran lás propiedades
l pOr algún tiempo el único modo de apropiación de los.objetos. negativas o peligrosas que se suponen inh~rentes a esos' comestibles
J n:
Contri1:Juyea un conocimiento uy primitivo d~l ~uerp? (~l_niño tt j
especiales; Por ejemplo, n? pueden comer carne de puerco espín

1
)
1
se lleva a. la b?ca los dedos ~ los pIes). Este ~?nOCIDllento. mClpIe~te
se c.omPletara en el. momento de. apreh,enslOn del mundo extenor
. por la vía visual y táctil, cuando se da la: posibilidad de loc:alizar un
f porque se teme que ese anU?al, por su t~ndencia a encogerse y acu-
rrucarse cuando está en peligro, comunIque a quienes comen de él
una disposición de temor y de fuga:
j objeto füera del propio c u e r p o " . ' '.f Análogamente, Lévi-Bruh1 rehere que los primitivos experimen-
¡ La wimera subdivisión que se aplica a la realidad se estructura ~ tan una desconfianza extren:a frente a -comidas' desconocidas u
\ en térm~Qs Qrales:.Qbje.tos "buenos"; que uno puede poner dentro t ofrecidas por extraños. El autor explica e~a actitud sobre la base de
i de sí y objetos "malQs~~ que .se, .escupen. Y encontramos rastros de i d~s factores; el miedo a posibles influjos maleficos a través del ve-
¡. est.o en expresiones lingüís!icas típicas:, ~·bu.eno como el pan", "te t
. hlCU~o. ~ la. comida y el conc;ep.todeJdentificacióncon lassubs-
I
!
I
qUIero tanto que te comerla", "persona llldlgesta", etc. De manera
,q~~ ,el p¡;imer tipo der~laci6n con los objetos ~s el de la inc~!pora-
ClOno Se.ha observado que el placer que experunentan los nmos en
,¡I !., I .. 'comer .b~COChOS 'cón forma de animal.~~edeser.~n rest.Qsignifica-
tivo de estas fantasías primitivas canibalistas (Boe-hm, 4 ) . 6 '
¡ 1
1
'.'
.
tanClaS mgeHdas.. Sobre este ultlmo aspecto observa Lévi-Bruhl:
'.;Para él. (el pru;utivo) comer no es s~lo ~~ satisfacción de un~ ne'ce-
~,.,dad ahmentana. Es un acto cuyo slgnif¡~ado y cuyas consecuen .. ,
das. :níst,ic~s pueden tener capital importancia. La substancia de la
cornlda'semcorpora ala d~l' hombre ln.isrno que·la cons.ume: la par-
Al mecanismo de la incorporación se agrega luego la experiencia J. . . ticipaciónes tan Íntima que las dos ,substancias no son ya más que
¡de)aidentificación, es decir, de ccinv~rtirse en la misma substancia, l
·t una sola. Lo que come el primitivo fonnaparte de su yo" (pági.
'·dead'quirir los caracteres del objeto que UI).O iI).corpora dentro de '.' . na 381); 7 . "

, .:.::.
. ' ..' •.. ' ..•.......... <

19:11,pág.20L

\:,: ,~.·'~~éiúfiA.· 'frelld··(j.¡b:matÚ~


. . ....

.... .

e patoiogíjj d~l
. '., ~.
:5 . 1.de-;AJtit1~guerra;.M~n~~hie PsyclliÍztrie de l'E~fan t,Masson y C. , París,

bamblno, Feltrinelli, Milán,


¡ t
1
. ..
Otra observación intereSante procede de los estudios sobre los
llamados. "niños salvaje~", es decir, niños que vivieron fuera de la
sociedad humana o fueron criados poraniin.ale's. Se ha observadoB
. .'. . . : .. , .'. . .
. " ~969,p~g,~' r41~, el vegetari~ismo, cuando no es producido y s?stenido ?or 7 Otra razon .de es;as ac~tudes puedeseñ:i1arseen la función de -"''';''!'/S sym-
mfluetl.ClaS .ambientales, es el resultado de defensas contra fantaslas regresIvas ) bol de la corruda (vease pag.· 52)
de tipocanibalista y sádico. l '
ti' 8 Véase S. Morav~,nragazzo selvaggz'odell'Aveyron, Laterza, Bari, 1972.
46.
l'
47
,1 I \, }
...... _... _".._~r.........._... ....~ .."•. '" -•.á.
(,.,1••~t; ~,.;,'j l'íl~~ ~-Hi ~:i;'¡¡ ~ ¡ii;;;,l " .,JJ ~~~ ~~~r;"~ -, ::.~:,::,~~J ''''·-,i,¡ÍI
f
que un primer indicio de integración en la cultura y de a~eptación
qe los valores humanos era. precisamente el hecho de aceptar la co-
t
~.
deala ~limentac~ó~ represe~ta t~bién el núcleo e~ tomo,alcuals~'
oroamzan lasprlmeras,relaClOnesmterpersonales. .' "
mida que se les presentaba. ,.' . . . ...... ¡. :. En 'e~ecto, el niñ~percibe e~ hechó de; ~era~ado,no 'porlas ma-' . . .: '. I
".""'A,,-=Y~'es:.sum.ame.n.te;;v4sta,Ja,,C<l-su,1.S:tica,SQbre.:~~:~_w.,<PJ.Ult,OA;¡'\.le.,.º.f¡;.e.c.~Jh""·'·""·"~"''''·:'''''<O'r''''-'¡"'':':'''':·:'''"."~±!~!!~~:~~l:;.,.;~:~1~"~;~r-::.~~!t,~"t~1~\~5i.!~,~n~ft.,1~"~m_~,t~rJL~"".•.;,..""."""",,,:..,.,:-:~.,,,,,,1
·loSestú~josa:Iitrop(jló~cos.·· .' '" .. ." - .... .." t' poseet?UaVla, mstrun:entos m~ntalesaaecuados), sitlO'~ tra-v~s·:de··' .... -.., ,..1
ConVIerte observarsm embargo que creenClas de este tlpo, ongl- .¡. las ma.mfestaclOn~s :nas sensonale~ y corporales y, en pnmer l¡.lga:r;, ::! 'i

nadas en el arcaico mecanismo de la ide.ntificación' medianteintro- l a, traves del ofreClDuento del alimento. En este contexto la substan- ' I ¡
yección, se encuentran en forma latente por débajo de muchas ac- ¡ cía ~utrít~va .adquiere el valor ~e vehículo simbólico del'~or que ¡
titudes y hábitos alimentarios propios de nuestra sociedad. • contmuara sIendo de manera malienable el núcleo central de ,.su • t
, Dichter 9 observa, por ejemplo, que la actitud negativa de muo t imagen,ll Por e'so el ofrecimiento de comida constit\ly~elritQ cen- : ¡
ch~s pers~nas respec:o ?el c~~~}l!:rl9,,(,?'i~;,~;~r,Q,~ d~ ~?r~~r.P).P,.1f:ede a:r!. tral ~e la ho~pitalidad;visitamos a los .enferm<?~ ~,:evándoles alguna, . .
bume a clertas aSOClaClOnesCoh los"caracteres nega.tivos de docll¡·
¡
t. golosma o alimento; y por eso "comer Juntos'!:'constituye una senc¡.l ' I i
¡-
l

da"d, de falta de fuerza y de agresividad que se atribuyen a ese anj- ¡ de relación amistosa o un medio para iniciar esa relación. (el "com- r
mal. ;, pañero" es aquel con quien se comparte el pan).12 , ' !;

Barthes 10 por otro lado, explica con consideraciones basadas en i En cambio, no se experimenta placer encorner junto con per&9"
'criterios ~nªlogos el éxito que encontró en nuestro tipo de cultura ' nas ~ue resultan antipáticas y es fácil observar que muchos sujetos
gastronóriüca el bistec. "El bistec -dice este autor':':'paiticipa de la se swnt.en embarazados e incómodos cuando tienen qué:colneren '
misma mitología sanguínea del vino. Es el corazón de la carne, la presencIa de e x t r a ñ o s . . ,
carne en el estado puro.y quien la come asimila fuerza taurina... ¡Semejante actitud tiene su origen en modos de conducta i.r1fanti-
Comer un bistec sanguinolento representa por lo tanro una natura- ; les respecto de la comIda. Los psicólogos de la infancia hace mucho' ". !
leza y al propio tiempo una moraL Todos los'temperamentos en· t ' . I :1, ',1
cuentran allí su relación: los sanguíneos por identidad, los nen:io· ' 11 La función cumplida por la oralidaó en las relaciones L'lterpersonales esttí
sos y lPs linfáticos por complemento. y de la misma manera en que revelada de manera precisa por el frecuente uso'sinestésico de ténninos toma-, '1. i
el Vlfió'se Mflvlel'te paríl ümt6s Üi.telectuale~ en una SU5StUnCÜl de dos d~ la Qsf¡m. msnUl.l'll:l. para d~s.ignll1 eí!!¡-¡ct8i:GS psieó16gicós de las pér$~
mediumnidad, que los acerca a la fuerza originaria de la naturaleza, nas: dulce, ácido, melos,o, indigesto, etc. En una interesante inv~stigación
el bistec es para ellos un alimento de redención gracias al cuar ha· realizada con niños de 3' a 12 años, Asch y Nerlove estudiaron la evolución
en el uso y en 'la comprensión de palabra.s "de doble función", es decir, df.\
cen prosaico su propio cerebralismo y conjuran, mediante la sangre palabras que pueden describir tanto propiedades físicas como propiedaMs : "
~ la mórbida pulpa, la estéril aridez· de que' se los acusa continua .. psicológicas (dulce, duro, frío, etc.). " 1
mente" \pág. 73). Los autores comprobaron que el uso metafórico de esos, ténninos comien"
Estos residuos de actitudes arcaicas respecto de la comida pue-, za a tener cierta incidencia: SÓlp a pa,rtir de la. edad de.Q A ,~, a.ñ.O.s, (mt<lIlto" !I'.. '
que los niños más pequeños se atienen,-sólo al significado físiCo y cQúcreto" "
den pues contribuir a esclarecer, por lo menos en parte, muchas de de las locuciones .. La única excepción está representada: P9r el adjetivo dp
las preferencias o aversiones ~tlimentaria~.: origen oral "dulce": aun los niños de 3 y.4 años captan en .seguida su sentido· .:!, •
metafórico y lo aplican para deSignar cualid!l.des psicológicas. (S, Ascl). y l ¡ L - (
Ncrlove, ,The Dellelopment .01 Double-Function Tf;rms. in Children, en: R.,
La comida como primer vehz"culo de la reveliición interpersonal Kaplan, S. Waprier .Ced. s) :r:erspectives. in Psychológical !heolJl¡)nt. Un;~.
Press., Nueva Y ork¡ 1960, pags_ 47- 6 0 ) . ,
Una fúente de'l.llteriores y múltiples dinamismospsicológícos de ~~\.' I . ;: .:~," ',\ :/i' ),:':.,;"r, .;'¡ 1,:.:.,

.
• o',: • -,," '. o',

gran interés está constituida porIa- circunstancia de que el proceso


, .• '. ',' "fII",. ' ; .
~

12 Observa D. Morri~: "Es divertidoeomprobarelextrilOrruiiaii¿;~tiine¡ÜÓ;.;< .


de comidas qué intercambianlOs mientras hacemoslacortea·w1~niuje,i-.E;¡¡,/,!,:,
9··E. Dieliter, Gli oggetti ei eomprano, Ferro, Milán, 1967. ningún otro moment0 de nuestra vida dedica¡n,qs tarlto tiempo aIil~t~l1).()~:;:?:: "
recíprocamente 'en la boca ricos bocados pregUstados o a regálamoscaj~s de, ,'1.,
10 R. Barthes, Mili. d'oggi, Paperbacks':Lerici, Milán, 1962,
/
bombones". {La scimmia nuda, Bompiani,Milán,:196~;,pág.179>~'·,., ,.';':,,~:,'.
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, tiempo que han mostrado que las dificultades de los piños en 10 , ¡te todo el día y luego por la noche abren,uf!.a cajita para. darle de
," " qu y s~ refier~ aJa comida, su ne'ga~iva a tomar aJ.iI:!lentos o sus ca- . ¡comer al mari~~,' ¡Pero a l~í no m~ venganc~n ésas, yo soy delica-
. ' prichos respecto de ellos reflejane'Onstantemente.alguna dificultad . do. en el comer.. .". . . ..: '. . .. ,
.\"...."...~w".""-en'~aeiéftÍ\.'oon,,4a"'lMdr~:-':Allna.•F~ud,;€Git~,.i'Pá!tAoj.¡.¡.}-da"Gu~nta. ,",ó'~".":"""'"",""'.'~<';""'::;;:"'~~~.,;:;~"".,,;·~,,n.:;~J.mtMt~¿!tJ?.fdQ,QSA.~ijn1¡;,p.li!.~jª.$"Jº~,~~,oJi~.Q,~. ,enlQ,tiY;QS~;';«""'"""<''"~''~''i'''' . ,
'de 'un' caso"iípico'en"este ·~eritido. 'Urinmc)oe-aIreoedói de"iúi' año, :... ,.:" ¡.: .. ' .com.er en compama surgen tón- precisa evidencia: el pan dulce de' '.
cuando estaba'enfurecido.con su madre, no sólo escupía lb que ésta j Navldad o las roscas de Pascua, por ejemplo, representan el símbolo
le daba,' sino que hasta se quitaba deJa lengua el más pequeño tro- I' .
de la unidad familiar y de ia renovación deJos~fectos más íntim,os.
zo de comida que pudjera queda.rle pegado a ella. Literalmente "no !
. quería tener que ver' nada con la madre". . \ C~mida y emancipación
La asociación entre comida y amor se puede discernir bien asi- í . Por otra parte, cabe observar que la equivalencia simbólica "co-
mismo en otro fenómeno de observación común en la psicología in- -¡ mida/amor" puede presentar también implicaciones negativas en
I
fantil; me. refiero al fenómeno de que la 'avidez en el comer es una f aquellos casos en que prevalecen en la percepción del alimento los
característica bastante frecuente en los niños' que experimentaron componentes regresivos de la dependencia,:infantil. ~s ei caso de la
carencias afectivas. . ~ leche. '
Este .valor simbólico del alimento se encuentra además como Una investigación de Calvi (9) demostró 'qú.~' gran parte de las re·
núcleo central de gran parte. de la psicología femenina. sistencias a consumir ese alimento sedebepre9isamente a su"conno-
Preparar. buenas comidas para la familia es una actividad típica
del papel femenino y detrás de ella es posible distinguir el arqueti-
1tación de instrumento de una relación afectiva'de tipo arcaico y re-
gresivo. Las actitudes negativas respecto dela.leche son en realidad
po de la "buena nodriza", en el cual toda mujer tiende a uniformar- I . más pronunciadas en las personas que perciben a sus pa'd'res como
se 13 • 1 'sobreprotectores y que, por 10 tanto, viven con más dramatismo el
Esta equivalencia nos permite comprender también gran parte f
problema de la dependencia y la necesidad de emancipacióú. 14
de las resistencias que la gente suele experimentar frente a las comi- -1r Precisamente en esta matriz pueden tener origen actitudes favo-
das ya preparadas en fábrica. En una encuesta sobre actitudes fren- r· rables a ()trQ~ alimentos, que soo cºnsiMradº~ más propios de p~r'
te a lA eái'fia @iWtU!!ldll era freeuente 2fiCOt'l.trar algunas eOfilO 111 ex- 9
\ sonas evolucionadas, maduras, modernas.
presada en la siguiente entrevista: "Independientemente del hecho t En ciertos casos las comidas preconfeccionadas pueden corres-
de que no me agrada su gusto, si tuviera que emplear carne en lata, l' ponder a tales expecta tivas.
porque es un productó' expédito y cómodo, me parecería que des- f Todas estas dinámicas simbólicas aparecen bien sintetizadas en
cuidaba a mi marido, que no 10 quería". f las palabras de una entrevista realizada en ocasi6n de la encuesta so-

.1
Y, en efecto, son precisamente éstas las asociaciones negativas
an:álo$as\ ~ue esas"c0midas en conserva suscitan' eh quienes' deben ~
¡
bre lacame en lata; las palabras se refieren aJas actitudes deja hija:
"Mi hija de diedsÍele 'años dete$ta permanecer lú'go tiempo a la
ingerir tales alimeri,tos: Si~mpreen el curso de la misma·:encuesta, ¡
mesa; por eso tiene preparada su cajita de la que se sirve ella misma
un marido observ.ócon tono irónico y 'agresivo: "Estoy $eguro. de I
y, cuando tiene hambre, no espera 'a que llegue el plato_caliente y
que paralas~úJere~·lacarne en lata es una ganga. Sepasean: durari- 1 se sirvan las porciones. (on esto mi hija tal véi: quiera' demostrar
su irt't!lepemiencit respecto dé los padres, puesto que yo no le pre·
,. 11 ·I'!l
13 . Uria~Si<;:oanalista. A. Fubini, hace notar que la mejoría obtenida durante
t páro la comida, sino, qüe ella la. toma ... por." misma. ,
'

Pienso pues que
lif'psiootetl1piaeitáa-compañada en las mujeres por un singular aúmento de
Últ~r~sP911Ja~3l'tes culin.aria~: "'Unfenómeno relativamente curioso es el he-
14 También la lingüística encuentra indiclosdel. carácter conflictivo de la le-
chbdeqtiKen.elclltso.de una: 'cura psicoterapéutica muchas mujeres, míen-
. tras se desbloquean Y decantan los sentimientoS'flmbivalentes, mejoran casi
che como alimento. Devoto (Origini indeu¡'ope~; cit. p~. 275) hace notar
que, acausa de las númerosas preocupacionesmágléascasociadas con la leche,
ll,.eg?lpe Y,:~de~ás revelan ~sospech~~as habilidad~s (aunque ~ menudo tran- las denominaciones originales de este aliJilento son ~ menudo perífrasis o •
Sltonas)culmanas" (A. Abblate Fubml, 1 complessl della casalmga. La Nuova eufemismos: "lo que se ordeña" (Melg) ~o..'.'lo que, se exprime" (PeIJ . ..
! '. ~ta,lia','F1oi;l!nCia; 1974, pág. 76).
51
., i I 50

.
....,d~••
~'H)~ ~$M~~ ~;H14~ 1ii;{Mj ~;: ,4t ~~ ~~.¡~¡ ,', ; \.'".
• ",~!":,,,. ~h~,jJ ~¡\A,;j
Ir",",
~,\>;¿:,j/ ¡;;;,¡ .. '1

la cate·goría. de los jóvenes en general debería estar biencfispuesta í' ber mucho más que aquél. Y en los países mejor administr~~os' y
hacia tales productos por cuanto ellos podrían simbolizar su inde- : . g~ber~ados, esta prueba de beber mucho estaba ~uy .enuso (op •.
pendencia". . '. . ; Cit.. , pag~ 440). . .", .; '.
. ) Pero es posible determmar tamblen otro uso. ,de la comIda en el .
.,.,.,""'"'.'.",~\":."~~,. ,.,.\-:.,.",."~."",~;.•,,,,""\""."':"""~;",""."""":;,;;,.",,,tJJ',,¿",,,.,,,,,:¿,,:,,,,,,,~,,,,,.;. .".:"I"""~;"'~:'¡fN",,,,,,,,,,,,,e?,,,,,,'''.~''''''';'''''''''''''"''~.t.."""~,·=,,,,,"·,,,,,·,,>(J\le';'e}~d0mini0'>s'6'bie":~·QS'-'demás'1>u&d6''<a:tl:-quirir''eI'a~e0l'fn'Otaejo';vo.:::~:~~~'~~';,'''~~~'~''~
. Comida, domínioy status social .. " .. . .' ! .. ' ~es de tipo sádico. .' .:.. .... .... . . ........:..... ..... .-...... ...., ." • l . ' .! '.
, . . .. . . . . . '. { Un componente de este tipo ha sido señalado detrás de.lallam~~ "1 1

Cuanto queda expuesto nos. hace mtUlr .una .d1ll1enSIOn ultenol da sobreprotección matema, manifestada en el comportan;¡iento alí-
en la cllal pueden desarrollarse las relaciones humanas centradas al- mentario de atracar y hasta atragantar .al hijó concomida: En esas;
rededor de la comida: el uso de la c.omidar cOffiO'·jns:trUtneniode' do- madres alientan fuertes sentimitmtos de hostilidad latente, enmas-
minio, como medio de reducir a los demás a sí.tuacionesde~epen- . carados en una actitud exterior que aparehte~ente expresa lo COlf~ 1

dencia y de inferioridad. En el nivel animal se observó (N~w~s, 36) trario (brindar cuidados y nutrir al hijo), pero 'cuyo carácter excesi~., .¡:

que el disponer de comida puede considerarse como un l~dlce del vo revela su verdadera naturaleza., ..,' ,';, l' ,. . ' • "

grado de dominio ejercido eNél ii:lteÍ'iór del grupo: el aniriihl domi- También en la psicología delosicocinerosse ha 'stlpuesto un GÍelir I '\, ;,. 1

nante es aquel que controla más comida, aun cuando esté saciado to sadismo. Un. historiador' francés, J.P. Aron,16 dice que por lo ,
y los otros estén hambrientos 15 • Otro fenómeno que podemos re· menos uri eminente gastr-ónomo francés se sentía dominado por el .
mitir a ese contexto es el llamado "orden del picotazo" de las aves. impulso más o menos Gonsciente de dar muerte a sus cJientes He-
También entre los hombres esta valencia deja comida se m a n i - n á n d o l o s de comida 17. '.. . . .""
fiesta claramente en detenninadas situaciones sociales: el pater fa- Una película reciente de FerrerÍ (La gran comilona) llevó a sus '
milias es quien determina las partes en el momento de' la comida, consecuencias extremas el componente sádico Y masoquista que
la persona m.ás importante es aquella a la que se sirve primero, el ': puede hallarse en la función alimentaria.
que invita o paga goza ilusoriamente de una condición de superio- r Por fin, la c;omida puede estar al servicio, má~ que de la func~ón
ridad que le permite afinnar su dominio sobre el grupo, etc. ': alimentaria, de la función de connotación del status social de la
í
La implicación de dominio o de sumisión está también en la ba- .¡ persona. Las características de una mesa puesta, ya sea desde ,el ¡' ¡

se de la costumbre tr44ici9n.al según la cllal en ciertas circumtan· . punto de visnide la cantidad de comida ya sea desde el punto de i : ; ,
r:

das es casi una obligación del ganador o bien del perdedor (en una 'L vista de su calidad, pueden usarse como uno de los más· evidentes
¡
apuesta o en un certamen) ofrecer una comida. . .: status symbol. . " '¡'
¡
Análogo significado tienen ciertos difun.didos desafíos de carác- .: Este aspecto del. alimento puede hacernos co¡nprender el pudor !
~
ter gastronómico en los que la competencia. se realiza en el nivel particular que, especialmente en las clases sociales ínferiores) Se. ma.- l
f
oral: el mejor, aquel que conquista la posición de jefe es quien con- nifestaba en las costumbres alimentarias de la familia (y que se ha
t
sigue .comer o beber más. P.oder ingerir. mucho está relacionado en .. codificado ha;;;taen c.i~rtos proverbios, C.Qm.O PQC ejemplo, "Se co.~"
ciertos' contextos culturales con rasgos' de fuerza, virilidad, domi-
nio. Montaigne, por ejemplo, cita esta costumbre de los antiguos
me y nó se dice qué' ').
¡
l
J,
persas: "eiro.." ese rey tan famoso, aduce, entre los otros méritos su~ Comida, seguridad y autoestima -J-';.

-yos que loha.cen superior a su' hennano Artajerjes, el de poder be- .i PoderÍ10s ,serialar .una. ulterior valencia siínbólica asociada a la co' .•
1(; J.P. Aron, Essai surlasensibilíté alimentaÍl'e aParís'qu19é,sieple;
15 Hai16w clt., pág. 488) hace esta úliete san te .ob~ervación: "Si bien
rop ..
la chimpancé hembra gene.ra)plente sólo con$ienteen acoplaise durante el lin,Par·ís, 1972. ':"?:;'.::
período de celo, se ha obseIVado que a veces'e~sheI11bras lo hacen c0!l el
1m de substraer la comidá al macho: Aparentemente la !'más mtigua de laS ' 17 El sadismo orales evidente en muchasme~áiorasqueexpre~~~~a;;~·~~i~;.?;·A'.'i.
profesiones' ya era practicada mucho-antesde queel'hombte apareCiera en dad, como por ejemplo, cllaÍldo se dic~:qe.tm~neffi¡go:trágars.elo",~e uiÚQ¡Q~:,<',)",;;
escena". . . bocado, cocinarlo a fuego lento, etc. . .. . ....
,
53 53
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§1
... \ __ . ...."~.';~"''''''''~.''-'''''''''''-.'''''''''''''~
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mida: la que la vincula con la vivencia de la seguridad y de la au to- A esta connotación de la comida se refiere también el especial
estima.· Para compre~der, este aspecto conviene tener 'nuevamel!te valor simbólico y. emotivo que mU,chas persona$' asignan a la hela-
.' en~cuenta la situación infantiL.,g1 reci€~n nacido, como depende l dera como símbolo de riqueia y abundancia, cqmo reserva de co-
, . mn J et~m jen' te~1 e ~~am'b'le ~n tI', j . ....,....· ..,.,...·_ d"
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"tó. .....
s~......mlsmOJ~.n . ."." .,-"'~'J
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.... :.' .. : {unción-delmoq-o enque'ehu11biente secunda sus necesidades ins- - ¡. ... .. . . .. . ."
. .. . . I .
. tintuales y, en ~nmer lugar, el ~odo en que lo ahmenta.. l La comida "lúdica" y ritual
Si, esa necesldad queda satlsfecha, ello se traduce en una expe- ¡
·¡:iencia subjetiva de valoración del yo, de autoestima, de seguridad t Recordemos por fin toda mía categoría de comestibles que pare-
y de "confianza básica"; en el caso contrario prevalece en el fondo ! cen cumplir substancialmente una· función lúdica, de pasatiempo,
de su yo en formación una vivencia de desvalorización, de empo- de evasión y que en generál se los saborea en situaciones de pasivi-
brecimiento y de desconfianza (véase Harlow, 21, Y Erikson, 14). í
1
dad y distensión en las que no estamos ocupados activamente en la
Esto puede aclarar el origen de uno de los miedos más profundos realidad. Piénsese en la costumbre de mordisquear maníes y avella-
del hombre que anida constantemente en su inconsciente: el miedo r nas, papitas fritas, comer caramelos, consumir goma de mascar, etc.
a morirse de han1bre.
Es interesante obs.ervar que en los ni..í'ios muchos tipos de frustra-
t l
cuando estamos en el cinematógrafo o ante la pantalla de televisión
o charlando con a m i g o s . ' .
ción, y en particular las relacionadas con el retiro del amor y de la 1í Estas actividades tienen claramente su propio prototipo en la
estima por parte de los padres, son elaborados en el nivel simbólico \ costumbre del niño de chuparse el p'lllgar o de llevarse a la boca ob.
como una amenaza de privación del alimento.
Observa B. Bettelheim 18 : "Es sorprendente compro bar cómo,
hasta nifíos que siempre gozaron de una buena nutrición, incons-
cientemente hacen equivaler una desaprobación parental con el te-
¡ 1
jetos y son manifestaciones de un repliegue narcisista en uno mis-
mo, son un medio d'e llenar el tiempo mediante el ejercicio de una
conducta
Esos
repetitiva y automática.
comestibles además de descargarla: tensión rep~esentan una
rror no expresad~de que se los prive de alimento. Por la misma ra- r especie de "substituto de la acción", y es significativo el hecho de
zón la abundancia de comida es sentida no sólo corno abl.llldancia
de cosas buenas en general, sino tambien,'como seguridad en todas
'~las acepciones del término".
¡ que
que
En
esos
los
tipos
hábitos
otros tipos
de
de
consumo
vida
de
se
consumo
hacen
se desarrollen cada vez más a medida

es,
m.ás sedentarios.
en cambio, más evidente el
.
aspec-
De estas arcaicas conexiones entre la ingestión de alimentos y el t I
to ritual de dividir el tiempo en los ritmos en que se desarrolla la
existencia d~l individuo. Este es por ejemplo el caso del café que,
sentido de seguridad y autoestima derivan 'múltiples aspectos de la f además de otros valores, posee el valor fundamental de dar un rit-
psicología de la alimentación.
Por ejemplo, la sensación de eufória y optimi~mo que se experi- .1 . l. .
mo a los momentos de la jornaqa; ,de fijar el comienzo y el fin de
una actividad. Por eso generalment~ sé toma" C'l-fé enpl!ritos estraté" .
m~rita de~ués de haber comido bien; el hecho dé que en las fases. i gicos del día, para subrayar. los momentos de trabajo o de pausa y
. de depresión se manifiesta cierta gula, por cuanto laansiedad es ex-
perimentada como una sensación de vacío que es.menester llenar;
! sobre este punto cada persona de.sarrolla un esquema temporal es-
pecífico. Los hábitos alimentarios de este tipo están pues estrecha-
'las mismas formas varias de toxicomanía pueden interpretarse co- mente emparentados con el"hábit.o dé fumar (véase capfttilo II).
mo una necesidad de elevar la autoestima metiendo algo dentro de
.' llno . misri'ib,obteniendo alimento y calor; la costi.úi1bre que algunas 1
personas tienen de hacer grandes provisiones de comida antes de r
I Señales de la psicopatología
emprender'un VIaje;: la.tendencia de las personas que emigran a paí- I
.I. de la alimentación ..
ses extranjeros a cOIiserva.xlos hábitos alimentarios de su patria, etc.
.. ', \" , . '.•• :...... .1
l Un breve análisis de las principales per,turbaciones de la función
18 B. Bettelheim, L'amore non basta, Ferro; Milán, 1967,
de comer nos puede fácilitar ulteriormente la comprensión de los
54 55
!!
¡; '''~~'''~.-
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","''t'''': ~~/;~(\ . ~"';'t,,~~ .~¡;¡¡ I>..-¡¡.", ~~ 1Iil. ~iII i;;;,¡;j ~;'~:"'#;;
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. . . . . ,.
valores emotIvoS .y sunbohcos que pue en aSIgnarse a a coml a.
d . . 1 " 'd La estructuración
" . .' . .
de
La anorexia mental tiene que ver con muchas de las dinámicas I los habltos ahme~tanos .. f

.que hemos· descrito .. ~e, refiere, por ejem~lo, al valor de l~ comida " , \ .'. ... ....... _..... ~ ,,,,_;. "O" _.~' ~
... ."."'~"',,,r~1f."',"'.• ,..;._1"~,.,""",.¡.,p¡1,\{
••" " " " . , . "•

corno medio de domInIO. Al negarse a. alim.e~.tars~ ,,,,e.~_.?~~:~:)-1:..;,~~""'''"'''.'''''''''""',.,,''J;..,,.>,~,_,,.,''',-..,,:,''',c."'~"'t.'I'''''''"·,·"·,,,·':'=--_·"·,·,''',·,''~:~'''''',.'"'··,·_,,··'''':,·,·"e.;:.~"""'''-S.·'·'~··l".... -Et~:·!'-:".·r.¡;~:.r.d·~·~""·"l '1' "" '. '-l-~' ...;. . l';
,," "".,. -;,~ti'ff""""e~fé'CtC5ít"rnC<5nSCfen'fe""'d'{(;oespecñQ~y'(t¡.tico-"euon . c.ontra ._ .. '.' . ' . ... ' . vD .economlsta .nort~ame:lCano; t~g .cr , t:3tO e. ca cu ar e ." '.. ,¡
pfeS'a a. r . .' .... . d ;'P
bli . e hacer todO 1 costo anual al precIO mas 'baJo de un regllnen ahmentano perecta. , . . , "
los padres. Es como SI afirmas.e.. ue . en o gam:, a. - t men te suficit:nte y balanceado, basándose en las indicaciones dieté. .r
cuanto quieran, pero, no podran hacerme comer nI SIqUIera un bo· I " : , ' . ., .. C ' ; l 1. f
. '''(pI li SI' . 37) 'E 'testao del má.s. débil I tIcas. summIstJadas por el NatIOnal Research. ounc.! .,.E costo ue
~adJtomas a.azzo eVInI, • . s"unapr ' . . . ,'< r de39dólarespara,elaño1939y.de57dólaresparaelaño1944 va·
contra las coaCCIOnes de los demas y es pues comprensIble que ten- }' . '.
' con uno d.J e os ma's d'fundidos m'cdl'oS de nrotes .. lores que corresponden aproxJmadamente a 40.000 y a 50 . 000 liras
ga 41go en comun 1 . ' ... ¡ ; ; . ' . t '1 . ¡
ta socIa . 1 o po 1"¡tlca 1a "h'ue 1ga de; h am bre " . } ac ua es." " ¡
, 1 l'd d . Los menus aconsejados estaban compuestos por productos abso·
Esa protesta expresa además una defensa contra. a sensua 1 a y
el erotismo: comer se percibe como algo 5ue supone, entrega:se a .
. las exige~cias de la ca.rn~, al placer sensonal que en CIertos ,suJetos
provoca mtensos sentImIentos de culp~. Ca.be recotda~ aquI que el
L_
\

. lutamente comestibles y representaban la solución más racionar en
r~lación al costo, perQ tenían escasas probabilidades de afirmarse
en el nivel de los hábitos ge1)eralizados. Esta es otra situación que
pone en tela de juíCio el p'rincipio de la racionalidad pura.en laelec.
, ~.

'¡,
¡
ayuno es una difundida forma de penItencIa; un medIO para llegar \ .' d 1 'd ' ...... ' ..... J. ! [,
., , . 1 5 cJOn e os consumJ ores.
1 la perfecclOn ascetIca (Bore, ). ¡
De manera que si esas elecciones, en lo que se refiere a la alimen·
I 1I

1
La bulimia se relaciona con la función tranquiliza.dora de la ca- i tación, no están dictadas excl~sivamente por las nece'sidades nutri·\ J
!
¡
nida. En realidad, ese síndrome es a menudo un medIO de campen· ! tivas del organismo, ¿qué otras variables influyen en ellas? ¿Cómo ¡

¡ación contra decepciones emotivas. El vómito nervioso tiene que \ llegan a elegirse las distintas comidas y cómo se fijan en los indivi· t
(er en general con fuertes sentimientos de culpa, originados en in-
;onscientes impulsos agresivos y posesivos (que el niño experimen· .
:a primariamente con motivo de la alimentación). En ese caso es
:omo si el paciente, como consecuencia de su vivencia de culpabili·
f
i
¡
}
duos y en las culturas los diferentes tipos de cond,ueta alimentaria
que se pueden observar?-
Las principales hipótesis expuestas sobre esta cuestión son las
si¡¿uient~s;
I
iad l se sintiese obligadoíl devolver la corrlidfi ingericln, predsun1en- a. La teoría de la "sabiduría'delcuerpo". Se ha observado que
\
I

:e por'que en él, el acto de comer tiene una fuerte connotación en los animales parecen existir instintos que les permiten elegir en~
imbólica de agresividad (Alexander,l). , tre varios alimen tos aquellos más aptos para sus condiciones orgáni· ~

Interesantes son también fenómenos como.la neurosisesofágea \ cas y evitar aquellos tóxicos y hasta descubrir ulteriores remedios.
perturbación de la deglución en virtud de la cual el paciente se ¡
Numerosos .experimen tos induje:o~ en. anm:ales. careIlcias.parti¡;:u,.
iente ahogado por,elalimento)yel car4ioespasmo(contracción
1010rosa de' la última sección del esófago). Estos dos fenóf!lcnos ex·
tresan una especie de bloqueo, un conflicto que' se elabora en la
10daüdad más arcaica, precisameb,t(! la modalidad oral...
1
\
\
\
lares (P?f.eJemplo: .de sal, de protJco~, de vItamll1aS, et:.) y logra·
ron pone~ de mamfIesto (a~nque aqu 1 I~~ dat?s no ~on SIer?pre cIa·
, r()s y UlllVO_COS) una capaCIdad de ~,¡ecp.?n e,spontanea y.adecuaq.a
entre. los diversos recursos alimentarios disponibles, ~apaci~ad [un.; ;",0,'1"'
1 /.'

Expre~anun pensamiento .SiÍn.b.ólic.? i.nc?n.s,~.iente que podría de·


inirse aSI: "No puecl.otragatme estasltuaclOn, ...
'.
. '
¡ da.da. e. n ape.ti~. OS di. fe.renciados .que garantizan uh.com.·.'plet. o. eq~,i1.i.".·.
bno alImentarIo.' . ' .' , ...... : ".">:1 ' .
:1

},J~::::" :\. :";," .


. ,..' ' . ... - . r . AsÍ', por ejemplo, Richter (38) mostró. quetatonesa loS:'q'ues~{"
! les había operado las glándulas suprarrenales y enlos cualesse'ilu~' 1: "l
,l'!' .'" ".: :~: ,..:¡;>:~.:.,: i
-, 19. Ci-tado porGo Fabris, n comportamento ddl consumato;~:" F. AngelL~i"; ',;,'.:
¡¿n, 1970, pág. 25. , '
"

,'" 57
r ... ,,'~,
I
i
.. "_ ...,,,. ~:;':~:""'. "-''-'."

"
., .':"':~..J

~-'~. ' , '

merlta la necesidad de sal, colocados frente a agua pura y a agua t 'lientes alimentos. blandos). Por fin, una, tercera hipótesis sostiep.e
coh doz:uro de sodio, prefieren claramente esta última.- ! que el calentamiento de los alimentos les'mejora el sabor. '
I ,., Widmark (52) ofrecía a ratas ele un mes dos alimentos compues-' ' r E l g u s t o es evidentemente el aspe.cto perceptivo 'más importante .
\l.~';'''-:'~''''"~'',.~?;~!~,,"~Jf~~:!~~!~~~f~&~E~~~'':~~'~~~:!5e!.~~.2;"~:'~~~!l,.,;!~,;~.!r"~~<;
il ,UIl.:~U y-v.I''\;P¡lLlJ. unu pa
." ue las raras ,ua la comlClO uurante nuc-
L,e
...,~....,.", ,",..-J.,,.,,<,,,,.~,.",,,".,f.,,~.,1'Lal!~§~wE~tJ~;,~~,~.,,~J$l,g!l9~".x,!9.$
t
...~i~l?o~.u.m.~m,tªr.iQ.s",ES1a,.,,,""". . .':"~",. . .,~,.
c1rcunstancia, segun Morns, puede ser un mdlcrodenuestro'mayor " . ,- .
ve días sólo un 3tim~t\tl) .pl)br~ ~n C~\~C inJ.. Es\,)s ;in im~\k~ mo:;,tra- ~ \' í!lenlo con los monos ~\ntc~ qtl~, con h:)~ C3mln)r0s. En rcalid3u,
ban una ,preponderante preferencia por el régimen rico en caseína. r estos últimos engullen y tragan la carne rápidamente, sin saborear-
~ , Est~ condiCión, que Cannon definió como la "sabidurüi del I la, mientras los primates son mucho más sensibles a'las sutilezas de
.~
*~!: cuerpo", no parece faltar taInpoco en el hombre. También en el t la variedad de sabores. Nosotros reaccionamos' a cuatro modalida-
'''hombre se observan hambres particulares, activadas por coridicio- t de's gustativas fundamentales: lo agrio, 10 salado, lo amargo y 10 .
nes orgánicas específicas: por ejemplo, la preferencia por. las grasas ¡ ~ulce. En la apreciación de los sabores parece que se dan modifica-
con el ~río Y, su aversión con. el calor, la preferencia de alimentos ¡. ciones se~ún la edad: las célúlas gu,stativas se deterioran Y dismin~-
concalclO o fosforo en las mUjeres embarazadas, etc. t yen de numero con la edad; ademas parece decrecer la preferencIa
, Esta capacidad de autorregulación de las elecciones alimentarias r. por los comestibles dulces, que es máxima en los niños, para dar lu-
j fue estudiada especialmente en los niños. j gar en cambio a los sabores agrios Y amargos.
":1
1 Davis. Ó1) ex~inó 36.00~ comidas, cuya composición era deja- i Po~ otro .1~do, la~presión gustativa ~s difícil~en:e distin~ible
:,1,'
'1' da a la hbre elecclon de los nmos apenas destetados, y pudo demos- i de la ll11preSlOn o~fatlva. C.uando un resfnado nos ll11p1de ap:eclar el
trar que. el niño está en condiciones de adoptar un régimen alimen- .f aroma de un manJartamblé~ mengua mu~ho su valor .gustatly.0'
ticio perfectamente e q u i l i b r a d o . , P?r fin, otro ;actor que m?uye en la .conduct~ alimentana es la
Pero si las elecciones aUmentarlas del hombre fuer:m sóh) fun- cantidad. Katz ( .. 5) demostro que. con 19ual estmmlo de. hml\br~
1,
cione~ dictadas por las condiciones fisiológicas, cabría esperar que una g~llina con:e más si el montón d~ grano .es gr~,nde Y co~e me-
la vanedad de comportamientos y hábitos fuese menos amplia de lo ¡ nos S1 el monton es pequeño. Esta sll11p!e s::uaclOn experImental,
que 'se observa. Hay pues que postular la intervención de otros fac- puede ayudarnos a comprender la gran dIfuslOn del exceso de peso
tares a bien de naturaleza psleü16giea 6 bien de naturaleza soclocul- . y de la obesidad eh las socieda.des del bienestat. 21
tural. . . . , c. El papel de la experiencia y del hábito. Los gustos y las prefe-
I
I
b;El papel de los factoresperceptivos. Una primera categoría de rencias individuales pueden estar estrechamente ligados a experien-
i I las otras variables que influyen en la elección de alimentos está : cías concretas. Es sabido, por ejemplo, que si un cierto manjar, ge-
const~tuida por los aspectos perceptivos de los comestibles. Entre I nerahnente considerado apetitoso, estuvo asociado a una experien-
ellos c~be.mencionar sobre todo los gustativos, olfativos, cromáti~ ¡ ciamuy f:ustrante, fácihnente pue.de.hace.rse intolerable: '.
cos y tenmcos.· ..... ' , ' '.' -.' , t .. Adernas se-,ha observado. quesl bIen CIerta preferenclaalimenta~
En lo que se refiere a estos últimos, es general la tendencia a ¡ ria puede nacer de una necesidad ·~rgánic.a,esa preferencia una ,vez
consumir preferentemente comidas calientes. Al respecto existen .l establecida tiende a persistir, independientemente de la nece'sidad
tres explicaciones diferen tes .{M orris) 20. Según .la primera, las comi- que la engendró, porIa fuerza de la·pur~costúh1hre.
dascalientessimu.lan la "temperatura de·,Ja presa" yasí nosrécuer- Harriman (22) puso de nianifiéS'fó,ésé'"fehómeno mediante el si-
danriue.stro pasa.do, de animales dC rapiña. guiente. experimento .. Como se 'sabé la op'eración de las glándulas
, Según otra ?ip6tesis, latocción de los alimentos sirvesobr~tó. suprarrenales _hace~tim~ptarl~' nec~~idadde.yl~e~ir ,saL Antes de
dopa,raablandarlos;-hacetlos tiernos teniendo e, n cuenta la debili- llevar a cabo esa operacl.on, el expenmentador adIestro a unos rato-
¡ ~. ' 'o', .' , ", <'"..... )

dad de:rniestÍ'ós dientes (pero esto nó explica por qué comemos ca·
.:"; '. 21 Entre los factores perceptivos podría mencionarse el nombre del produc-
to. Wolfson y Oshinsky (53) demostraron que'eltipo de nombre dado al pro-
20 Morris, La Scimmia nuda, Bompiani, Milán, pág. 207. ducto alimenticio contribuye a favorecer su aceptación y difusión.·
~:
58 .59

'.,
:~nt, ~¡':ii .. ) ~'M¡¡ ~,t·;,¡~
¡¡I}td-,·,$) I!<i:¡~ll ~~~Ji ¡,~~,~;; ~ ,.( '\' t~J ~ú~' ~,!'.:,,;; ~ e
t·." "'; ~{~,:,~~ ~ill
""
\f,
nes y los acostumbró a que prefideran una solución azucarada a cunstan¿ias,etc. El conjunto de estos factores puede com¡tituir el' 'i f
una salina. . , . "carácter apetitivo" de una comida. El papel de ese carácterapeti- I (;,
Esa preferencia por e1.azúcar persistió aun de.spués de practicada : . tivo en la .alimentaciÓn ha dado lugar a :trna serie de investigaciones. ' . .'. ......)
la operación hasta el punto' de que muchos animales murieron y to- 1 con miras a construir una escala de clasificaci6n capaz de suminis- . l.l
"¡""<doreXptrirnentarorr"Unll"grave"pérdid~"Ü'e"peS'c)';'''''''''":;'~,:""~"",,,.".)'.~w;.:""",¡:. ,.":::~~,",.,.e;;"".'+'''';'·¡''';';''-''''''H,··:"·trlfr~.Gri·teri'()s;"paI1r'estabtee·ex:':el~grífd0"'de"at'f·a'eti'ffl·'·d'e"I'05''y.g'l·íM'fna'l'f'o"'i">¡';~!~';",",""''''o",,,,,,-:of
.' ........ '." '" ... ''''' .............."... , ...... ,.....,,, ......., ..... ," .......... "....... , .. ... . .' .'. . . .. . .... '., t
d. El papel de/as condiciones ambientales. Los hábitos alil1.1enta- jares en uñá población dada. Así, por ejemplo, Beebe Center(3), t
nos .están además influidos poi: condiciones ambientales, tales co- basándose en valoraciones subjetivas~ elaboró- una unidad métrica ¡.
mo la temperatura, la himinosidad, etc. .' ¡ denominada'~seElgust representaría la intensidad de lasensación [i
Weiss (50) observó que los ratones comen menos cuando la tem- subjetiva dada por una solución de sacarosa al 1 por ciento. Según !:
peratura es alta y más cuando es fría; y Gilbert y James (17) obser- Center los comestibles "aceptables" no deben superarlos 50 gust.y i
varon que esos 'animales tienden a 'comer más en la oscuridad que en general se hallan en el nivel de 10 gusto !
en la claridad. A su vez, Dove (12) llamó "valor de consumo" de un alimento a ¡~
e. El papel de los factoressocioeul'tflrales.. Por fin, la observación su valor nutritivo efectivo modificado mediante un coeficiente que
muestra que los hábitos y costumbres alimentarios están muy in- también tiene en cuenta el carácter apetitivo. El procedimiento
fluidos por factores de tipo cultural y social, es decir, por opinio- puede aclararse,con un ejemplo relativo a la vitamina C. Teniendo
nes relativas a las propiedades de los alimentos, por: creencias reE- en cuenta el porcentaje de" ácido ascórbico abso~bido diariamente í i;
¡:~
giosas, .etc., independientemente de su efectiy(). yalor nutritivo y . por el hombre, el tenor óptimo establecido teóricamente es de 143 t:
.:~~
gustativo. . .. . . para los nabos, 43 para los repollos, 40 para' las patatas 39 para y I!'
Ya Hume 22 observaba: "Un sirio se moriría de hambre antes los tomates; pero una clasificación estableeida empíricamente, es
que comer carne de paloma; un egipcio no querría siquiera acercar- decir, teniendo en cuenta el carácter apetitivo es completamente di-. ~

se al tocino; pe;ro si se examinan estas clases de alimentos con los ferente y da: 37 para las patatas, 23 para los tomates y sólo 8 para i:
t!
sentidos de la vista, del olfato y del tacto o. si se las somete a un los repollos. ~
examen de. la química,' de la medicina o de la físjca, no se encuen-
tra diferencia alguna entre elÚls y otras clases de comidas".
La oultura no 8ólo d6tGrmina las horas) los mad-os y 10& lugares
de nuestros hábitos alimentarios, sino que además fija lo que deba perros Las fobias y las preferencias alünentanas "
entrar en la categoría de lo comestible y lo que deba permanecer
fuera de ella. Así nos lo recuerda D. Lee (28): "La propia cultura • Cuanto queda expuesto en el párrafo anterior debería haber tra-
determina lo que ha de considerarse comida. ¿Son comida los salta- zado las líneas generales que permiten comprender cómo surgen '/ I_~

montes? ¿Son comestíbles las bellQtas?Para los indios de la Califor- se desarrollan los hábitos alimentarios. Ahora nos proponemosilus-
nia.del Norte,.1o..son .... Que;unobjeto~s:eacomid~ orrodepemie'de i.
trar algunas. indagaciones. que abordaron. de JIlanera ~specífica .el ..
la cultura; según la.cultura.en que viven, las personas considerarán
(
problema de las difere'ncías individuales en lo tocante a las áversio-
, un objeto como comiqa o bhin como una peste que hay que des- nes o preferencias por los varios tipos de manjares. Comencemos
truir" . ' . .:: . considera.ndo las fobias alimentarias. . .
f. El carácter qpetitivo de lds alimentos su "valorde.consumo': y Prescindiendo ae los estudiós que enfocaron este prqblema des-'. ·.1':';~.,.
de el punto de vista psiquiátrico o clínico, aquí tomarernose.ncó~~; ... :;'·~,.
De manera que no si~rhpr~ ~a.,~¡ecciónde los alimentos es pura fun-
ciónde suyalor.nutritiyó,',sjp9. qu~, dept::pde .de los.hábitos de la sideración las investigaciones.de. índole .S9ciqpsiCQló.g¡ci:g4.~ .• :~;1áW':j::Li;:';"h'>':;' '.'
experiencia, de factoresperceptivos,d.e la presentación, de las cir- zaron el fenómeno desde un punto de vistacuant¡hltivO',:trá.t'!iudo'::'·j"·:'··':".

.27 D. H'urve,Ricerche sull'inteztett'o:iúndnoe iuípríncipi deIla morale, La-


terza, Bari,J957, pág. 220. ' " ,
~~:,e~~,::~r~~C:~;C¿=;:~~·~Sl~~:~t~ri~;04,~:I::;~~~~w~Sl~i~é;,.V····
Los pnnclpales resultados obtemdos son lossIgtuentes: ···:;·...:;;r/;;;:;'·.;; '•..
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i ~{:EA,írll?··La primera investigacfón que puso de :nan~fiesto dife- r entrevistados en un centro de adiestramiento del ejército norte ame-
" '. tellClas~fttre l,os ~exos .en la manera ~e Juzg~r los alimentos e.s la de t ricano). La hipótesis de Altus no sustenta que las perSOI).as privadas
t Tussing (46): El' lDvest:sador-presento .una hsta de 2.g9 . manJares a . r ". de instrüccion sean más "melindrosas", sino más bien sostiene que' .' .
"...,,,,-_~,,,J,ª~~;YN.g!t-.C(S~J.1.Ill¡¿~,x.,E~llU~,t9,,,~,,g~!LSlg21H~~¡~""2.U~.s!1~;=->:.."",.,.~""".t• ",,,,.&nt.I~,los,,a.lfa~~tas~e&.máS:-freGuente.Ja,existencia-,.dapersonaJida.deS=o". . ".,.".".,,·;.,.
"""" ."
l.
zos era mucho mayor en las mUjeres que en
.. ! Eií url'a indagación posterior Wallen. (47) present6 una lista de
los.varo~es. o. ........... .'. ·1) .. . '.' ."¡.";"'J<.,..
'neuróticas;factor'que, c.dina vel'emos"efi'segtiida; estáesti:echámen-
te vinculado con la aversión por las comidas. •
..

.1 143 I¿~nii/:las auna muestra, de 308 mujeres y2~7 varones y les pi- t c.E~• • •~;·j~alleri (49) presentó una lista
dióque in,dicaran cuáles platos no les .agradaban. Las respues~as . de veinte manjá.resaurtll:i'~muestri de neuróticos y a un grupo de

¡
1I 1.
1 fuer~n claslficadas en cuatro grupos segun el sexo y dos categonas I control, compuesto de personas normales; y comprobó en los pri-
de clase socioeconómica. El número de .los rechazos tuvo valores '''meros más cantidad de aversiones por las. comidas. En verdad el
variable.s de O a 66 y.. se notó una dife~e?cia Sig.?ificativa entre los . 26 por ciento de los neuróticos admitió qu~ no le gustaban más que
~~~os solo en, los dos grupos de condlclOn socIal menos ele~ada, .tres comidas en tanto que el porcentaje del grupo de control era só-
rruentras el ?umer~d~ rech,azos por parte ,de ~os ~ar?~es ~ mUjeres ~ lo del 11 por ciento en este particular.
d~cl~se SOClO~conomlca mas elevada no ~hfena slgmflcahvamente. J Resultados análogos fueron obtenidos por Gough (20). Al anali-
La~ hipÓtesis que se pueden formular para explicar esas diferen- r zar las aversiones alimentarias de 254 sujetos normales y de 79 neu-
ciassbnde dos tipos: una de carácterbiol6gico, la otra de carácter l~ róticos Gough comprobó que el número piomediode rechazos, en
soCial. I una lista de 20 manjares era de 1,23 en el caso de los primeros y de
De conformidad con la primera se puede suponer que los sexos 5,14 en el caso de los segundos, una diferencia muy significativa en
difieren en cuanto a los umbrales gustativos y olfaüvos y que las el plano estadisticQ;¡ .'
mujeres serían más.sensibles,a los. estímulos intensos; por lo tanto, .d.. .~.,íÍtl.dp~dari. Por fin; otras indagaciones estu-
rechaZarían con más frecuencia los manjares de sabores fuertes, Pe- , diaron posibles correlaciones entre la avé'rsión por las comidas y
ro los datos de la investigación mencionada no parecen confirmar r ciertos aspectos de la personalidad, Smith, Powell y Ross (42) so-
e~~a hipótesis: en realidad las diferencias no conciernen s6lo a man- i metieron una lista de 28 manjares·!l,. 235 estudiantes, hombres y mu-
jarss de sabores fuertes, ~ino tllInbién a menu~o a substanGi~~ de Síl' r jeres; a quieM~ ~o l~g ílplicó tnF'ip,¡~l'I CUll.tl:0 tests de .l'e.r§onalid~?
bor delicado (como por ejemplo, sopa de esp,arragos, codormz, me- ¡ que medIan los slgulentes aspecto~: ~motlyldad- segundad, establli-
Ión, etc.). t dad- inestabilidad, disposición hipocondríaca, disposición au torita·
Más válida es quizá la :upótesis ,que subraya la diferencia de pre- l' ria., ' .. ,
siones sociales a que estan sometidos los dos sexos en el proceso > La muestra fue luego subdlVldlda en dos partes; a un lado se pu-
educatiyo. Ene,fecto, .mientras se tiende a ser más rígido con los 1 sieron los sujetos con un número elevado de aversiones y al otro
varones, a correiírl'es' sus capriéhós y debilidades hasta en el campo ' f aquellos con bajo ·porcentaje de rechazos delascomidas;.por fin se 1:
alimentario, en general se es más indulgente y permisivo con las ¡ examinaron las diferencias según los teSis d~ personalidad.
niñas~... .. c . . . ~ -Se vio que las dos submuesttas diferían én modo significativo en
···&:t/lªtr1tl&~!!~ii'itft:J~16n:';Una investigación:llevadaa cabo por. ¡ los puntajes obtenid'os en los tests de personalidad, con la única ex-
~I1u-s (2) rrtosttb q'tlé'el núméró;deave~siónes'~út las comidas es ~ cepción de la escala de a.utoritarismo,es decir, las personas con ma-
o
·máse.·leyadó .ert . RerSot\as C.;Oh esca.sa: .instrucción (100 analfabetos .¡I yor n~m~ro. de av~rs. iones eran las más emotivas, las más inestables,
.. , ..... '., oo.' . . las mas hipocondnacas .
. . . . 2:~ . L. . :a.:.h. ~p.·.·.~~eS1.~rd.~l.Jtlf1.,u.)9.,d~f.a.ct.or. ~.s.f.isiOlÓ~i.COS-~Stá sósteni~a sin .e~bargO . y ~sto~ datos con.cue~da? pues.o.con. J.psa.a~os .gu. és. acar.on a lal.u... Z
r
:poririvestigacioriesqueniostraton enlas mUjeres CIertas averSlOnes alunenta-
't lDvestIgaclOnr.. ':Cdroticosen el.·sen.tido. de que subrayan la
;.riásilerl·bo~6'oÍhifimcla'c?On la:s'~eÍlsatitmes de tensión o ,depre:iónen,la fase i tendenci~ ~.; ~".j .':-.;S que preseritá.tl'alguna:pertilrbacióh en·lá.es-
1',IetrieilStrU~1(véase Smlth, S. y Sander" ~" Food Cra?mgs. uepresslOn and f fera afectiva a manifestar un número más elevado de aversiones en
. _Premenstruál Problems, Psychosom, Medicme; 1969, pags. 281- 287). 1 .
. '," e l campo a1.111entario.
G2 63
~\\, , ~~-,••, >~ ", ;;,,~;'~}~ , ,~, ~ ~, I ;';.¿ i;¡¡,J ¡¡¡.:,¡¡ :~, ;;~I "1 ~;'.:.~ tL:, ~·,::;:,~,7'. ~ .. :. .'] ;

Lo mismo que las repuisiones, las ta~bién


por va- prefer~nciás t ~edla pe~son~1idad ~ás ~mplio, esto es, de una orientación ha~ia
la ' :' ':
rios tipos de manjares pueden estar determinadas por una amplia 1 m epen enc~a, el dmamlsmo, la respuesta activa a l,?s desafíos que ' .
, d f: t f' , l' , b' t 1 1t 1 'd'
s~ne" e ac ores" como IS10 qg¡cos, am len a es;cu ura es e 1 10- , :'
¡"
'
presenta
'E "" la vIda.
' , " " , '" "'"',''' , ",' " """ ":' , ¡
smcrasicos. , " ',' ',r n otras ~~labras, la preferencIa por las comIdas "actlvas" tiene' . ;,
::","~,:",:"~,v:(jñ"aspecto""aeque"'se':"(fe'ar2'aroñ''lñreres'iiñtes"'mVe"§tlgacfoneS"se'!.<'"':;'"'','''''''';~'''t;.%'''''''~'''''~",.",!,JJ1H\:."CQ~¡,:ela.Cl;Q,n'",110~~V,~'OOfk~~~@ispo&i~ié:H.'aetiva~~ivg~'e1'1"ef>¡'''''''"'''''''''-''''''''''~~'
refiere a la posible conexión de las preferencias indiviciualespor 1 camp~ mte!ect~~l, flSlco: sexual, laboral, estéfíC6 y'encamhlotie:'", ,'. " ,"I':'!
determinadas comidas con las vicisitudes del desarrollo psicosexual ¡ ne una c~nelaClo~ negatlva con rasgos como la, ansiedad frente a la I
y en particular con los dos momentos de la fase oral
.
definidos ,en' ¡
I
au ton.omla, la ansIedad frente .
al aislamiento,
"
l a a f U i a c i ó n . , ¡¡ l'

psicoanálisis como momento "pasivo" y momento "activo, agre- r ¡


sivo". l 1
La fase oral pasiva se caracteriza. PO. r actividades tales. como chu-
' correr dentro de uno 1a ec
par y deJar 1 he y otros al'lmentos llqUl" d os
i t PSicoloO'Ía de la perso
c> .
b
na o esa
t
!.
y blandos; en cambio, la fase oralactiva, que se inicia' cónla apari-' ¡
ción de los dientes, muestra que el sujeto busca el placer mordien- Otro sector de la conducta alimentaria en el que aparecen predo-
do y masticando los alimentos que ahora son sólidos. Según las hi- minantes las dinámicas psicológicas es el vinculado con la obesidad.
pótesis psicoanalíticas, las personas con predominio de rasgos "ora- Las indagaciones sobte la obesidad toman en general la orienta-
les pasivos" deberían tener la preferencia de succionar o lamer ali- f ción de una hipótesis f()rmulada por Stunkard y Koch(44), según
L
:,
la cual en las personas 'obesas hay poca correspondencia entre las .
mentos blandos, líquidos y dulces, en tanto que las personas con t
rasgos "orales activos" deberían preferir morder y masticar alimen-
tos ,~UfOS sólidos, secos y amargos.
¡ condiciones fisiológicas del estómago y la percepción subjetiva del
hambre. En otros términos, los obesos pueden declarar que perci-
\ ben el hambre cuando en su estómago no se registran contracciones
I Esta 'hipótesis fue verificada experimentalmente por Wolowitz
(54) con el siguiente procedimiento. '
} y también lo opuesto, es decir, que no experimentan la sensación
del hambre cuando el estómago s~ está contrayendo. En las perso-
Se dispuso un conjunto de 40 pares de manjares, opuestos entre nas normales, en cambio, existe generalmente una correspondencia
si en el sentido de que un miembro del par poseía características precisa entre los dos órdenes de varíables, . .
"pasivas" mientras el otro poseía características "activas". Ese Síguese pues de ello que las personas obesas difieren de las per-
conjunto fue presentado con la exigencia de hacer una elección for- sonas normales p.or el hecho de que su comportamiento alimenta-
zada en cada uno' de los pares de alimentos, a dos muestras diferen- rio está controlado principahnente por factores externos (estímu-
tes: una constituida por personas caracterizadas por dinámicas pa- los sociales, hábitos, gusto y otras caracterÍstiGas de los manjares,
tológicas de tipo oral pasivo (30 alcohólicos varones), el otro por etc.) más que por factores internos (motilidad gástrica, grado de
personas normales (30 voluntarios varones). concentraCióil del azúcar el1 la, sangre,necesidádes'de los tejidos;
Las respuestas al test daban lugar a un puntaje,. tanto más eleva- etc,): Los obesos reaccionan en gran medida a factores que,na~a ,
'do cuanto mayor era el número de las elecciones orales pasivas. Los tienen que ver con los estímulos viscerales del hambre, y esta cir-, ,
resultados·. correspondieron a las expectatiyas-pues el puntajepro- cunstancia prccisameiíte explica, sobre todo en una sociedad en que, .. ' ,
medio de los alcohólicos se reveló mucho más elevado qué el.del hay abundancia de alimentos y de' estímulos exteriores al consumo
grupo ,de controL . . alimentario, la crónica tendencia.a comcry la,(;orsiguiente,:pbes~, •......
En un ulterior desarrollo de éstaJ:lli;Ótesls., cllild,Coopenuan dad resultante, . ',J'. ,,' ',', 'e "

y Wolowitz (10) mostraron que las élecCÍQnes de carácter ~'activo" Esta hipótesis' fue suficíentementeverificadamediantem\Í1ti~les:'
en elcampo alimentario tienen una corr~J;l~ión precisa C~Il unaac- iIlvestigaciones experimentales. Nisgett(34),. al YStl.idi¡irJ~ qori~u~i.:
¡
titud activa agresiva en muchos otros sectores d'é1 comportamiento r ta de tres grupos de s~jetos (obesos,. normales, flacos) erifunC;;iÓn,'('./'"
y por lo tanto· han de· c.onsiderarse .comQparte M unmPdQ de ser I
del gusto (alimentos de calidad ópti¡na o inf~rior),y deJasQPn,4ic,i.9:;-;\"'!/''':::;:'2.
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nes delest~mago . (estado de saciedad o· de privación), obtuvo los. ~ .
siguientes resultados: . . . f rndo. desde la última comida es prolongado· y adquieren menos
.. '. L el efecto del sabor.de los,alimeatos. estaba estrechamente rela- , cu~do hace po~o que ~omieron. Con las personas obesas ocurre 10 . '
.! .! :cionad6 cortel peso de los sujetos, es dsrcir, que los obesos teaccio- . contrario; compran ~ás si hace poco que comieron y menos cua'n- , " '
;"l:",~"~"em'1í~"mlfelfO·''ttF·e~ffmu1'6'''J~1'''Í'h'l"!tCf.·''mre1ffrtí~.
•• • ,_ '" ~.,. ~_." á.'! .... ,).,
" ••• ,.......... , _ •• __ .. ~·lt>':S"·fl'A.·''''''''''.'~tf
••••• !" ,C1",Uil J
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•• 11a .... 1a =."""."""".:.~
. . ,,, r."",.':.•".:.:.x:,,,,,,,;<t.Q:másA.~rnpJ).,ha,.tr..:ans.cuitido.Aesde..la...:ú1tima..c.omida··.,
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'I;.~.:Il'""",'
.........
. .. ........ . .,
.•• ~;<~,~.1~~·_!.¡,._O;'~.~~·1·•.;'."..
;;.:¡O(:_...
t escasamente. -. .' . ' ,. "" .... " . . ' -- ... '" '.. "., .. ' " ." También Schachter(39) 'mostró que los obesos 'comen más " .'" '
2. el comportamiento de los obesos dependí~ poco del estadb de . j; c~~ndo el ~biente se 10 sugiere que cuando sus condicion.es físio-'
saciedad.o de privaci6n, mientras que el de los flacos estaba clara-
mente correlacionado; ' .
3. los sujetos normales most.raronuna capacidad de reacci6n de .
\ log¡.cas lo eXIgen y Bruch (6) mostr6 que los obesos tienen escasa
percepción del propio cuerpo. .•
. Entre los estudios psicológicos sobre los obesos uno de los más
i
~¡]lo ~ntennedio en las dos condiciones experimentales.. l ~nteresantes es.~n.a inve~ti~ación de Weintrau~ y Aronson (49), ba-,
. Goldrnan~ Jaffa y Schachter (19) desarrollaron otra implic~ción } Jada en un analisls semantIco. del comportamIento verbal espontá-
de la misma hipótesis. Si la conducta alimentaria de las personas
ClQesas está determinada principalmente por estímulos exteriores, . ;
neo de los obesos.·· . _¡
E.stos aut~res lograr?n ~eñalar algunas caracterí~ticas que dife-
los aut6resobs~r:aron. (cu~ndo están ausentes tale.s e~t.íri'lUlos o . . renCIan el estilo com~mcat¡vo de lo.s obesos y el estilo de ~as perso-
euandolas condlclOnes aplblentales son tales qu~ el mdIvIdue> pue- . ~ nas normales. En partIcular, enc0!ltraron en el comportamIento ver-
de substraerse fácilme:(lte" a 1,0s atractivos exteriores) que la persona f bal d~ los obesos un n~mero mayor de referencias personales, de
obes~ debí*encontrar más fácil ayunar que la perso[\a normal.· l. n:gaclOnes, de retractaCIOnes o anulaciones de 10 que arites se ha-
f.\ua verV.'i,lcar esta hipótesis los estudiosos cotejaron el compor- ¡t . bla afirmado. Es~o parecería indicar un mayor grado de egocentris-
tamIento de personas obesas y normales en algunas situaciones s o . · r r : o y la tendencIa a ocultar o a pasar por alto los problemas pro-
oiales como la manera de respon.der al ayuno religioso (la jornada pIOS. . .
jucií::¡. del X~m Kippur) y los efectos de los cambios horarios (en Esta orient~ci~n, junto con la pasividad y la dependencia oral
p~sf1jeros d~.IAir France queviajaban de Europa a Am~rica). - ~ (muchos estudiOS mdicru: que los obesos tuvieron a menudo madres
Eh las varias situaciones consideradas siempre se éncontró veri-- t sobreprotectoras), podna explicar también su fracaso cuando se
fl~l1da ·la hipótesis de que ~ conduela de losbbesos de-pe.nd:e estre. f SQmeten a regímBn0s di@tétioos; cd exce~o de peso se debe en ver·
chamertte delácondición.;d,e.Josestímulos.. ~teriore.s: .. ~Lporcentaje f d.ad a la exist~ncia dE' ':~roblemát~cas'psicológicas que esos sujetos
de. quienes ayun~ en el día del Yotn Kippur es mayor entre los ju- \ tienden empero a : . "~húsan a afrontar (véase Stunkard y
díos obesos; además el grado de insatisfacción debido a la discor- McLaren-Mume. <;
dat1cia entre el estadofisiol6gico y el cambiado horario de las comi-
das es superior en.1os 'sujetos normales que en los Qbesos durante
l' La modificación de los hábitos alimentarios
i 16sviliJe.s ié'!eos eritreo EüioJ)'a y Amédéa. . . .
De manera que. todos estos datos concuerdan con la hipótesis de
El problema. de: .;ibilidad de modificar los hábitos alimenta;
qlle los obesos 'reacCionan menos 'a lOs factores fisiol6gicos de la
rios, es decir, de ha:... : más raciQÍlalesJas eleceiones:ilimentarias del
p~vacióri. dé .alimentos)! que su conducta depende más de .estímu- público o de orieIltar su gusto hacia nuevos ·productos,. es un tema
los ·externos.·
Particular. interés;1jep'e aS}111,ismo.una irivest~gación de Nisbett y
. 1
de extrema iÍ:nportanciay de máXima actualidad. Piénsese que el
prob1eina tiene implicaciones dir~.ctas cOll¿aspectos de-naturaleú
¡
Kartouse(35) en laCua.I:.seexarrun6 elconíportamiento de sujetos.
,.' obesos y normales .IÍ1Íentráscompraban en un supermercado yen racional los re~ursosexistentes,con laperspeetiva de proponer nue: . ¡
sanitariLe. . . higiénica, con la posibilidad de utilizardernartera más

función del tiem¡)'O:trállSéurrido -desde laúltin1acolnida.· '. vos medios para 'r~~olver el problema delhambree'nefritün'ctó,de
Losautóres pudieron· observar que los sujetos normales adquie- 1
1,
r adecuar las formas, .. : .~. ¡m~ntaCión a los nuevos modos de vida; etc.
. ren, una cantidad Jnayof .demercancías cuando el tiempo transcu· ¡ Sin entrar en la compleja temática genetal-delproblema del caro· I
66 !
67

:
.---~.
bio de las actitudes, nos limitaremos a considerar aquell.os ás~:ctos ¡ a introducir en la Imagen ce la lecne valOres y connOl;aclUIl\:::i U~ Ll.
que nos parecen los pU!lto~ focales conexos con la modlficaclOn de I po viril, maduro, dinámico. .
lo~ hábitos 'alimentarios; esos aspectos son: . ... ..... ¡ Si co~sideramos ahora el problema de' las resistencias a las'comi.
~~.~~.~~~~~~~~__ L_~__.-~. ~~
. .~~,,~~~a.~~~~~.~~b&O~be.~~~~a .. ,
ducto; . .
. .' . .
.'
. . '..
. . .'
'.
'. .. . l·r ..
··e.....semejan
. ". .... su orayar o tros .corriponeñres~'·pDSitiv"os"(¡~fa·Yñ1a'g'"e'n~d. """"'~"'I....... '_·~"";'¡'''''':"'''';"''~';''"""",·-i='
es ......... , .... ., . . . "'"""t·

b.lacreaciónde'unaapropiada,,~·im,agen~~d'elproductl:1;· . .. alimentos. . . . . .,. , . '. '


. c.la elección de la estrategia:más:,~,geaZ1,paral;proinove!'-;eFcaI'1i. ¡. KanÍZsa {24! sub~a~aqlle~ssumamente~WQpiQ insistir enel
blO. , hecho de que lOS alimentos en conserva son ."cómo losillimenfos
El primer problema se trata por.1o común en las llamadas inves· r naturales"', porque' de tal manera sólo se acentúa su carácter de
tigaciones de product test, con las cuales se trata de estudiar las.
reacciones del público. ant~ el producto con el fin de adecuar sus
característicasorganolépticás (sabor; olor, color, et~:) y dietéticas a
las demandas del c:onsumi~or. .. .
¡f substitu,tos: en realidad, siendo todas las otras condiciones iguales,
el consumidor pre.ferirá siempre el producto o n.at.ural.a. a. qu.e.l qu. so.<.
10 es "semejante" al producto natural. Hay que hacer resaltar en
cambio las .ventaja~ propias de estos alimentos. en conserva, que ~l .
e I ! i I

. Uno de los pnmeros eJemplos de estos estudios es la mvestIga- , correspondIente allffiento natural no posee, ventajas que consisten'
ción llevada a cabo por Katz (26) sobre el sabor del pan con el fin \ sobre todo en la combinación de su carácter p'ráctico y de la posi-
de contener l~ con.stante dis~inllci~n ~ue .se· ob~e~aba en la ~om. ¡- bilida.~ de que las ~otes creativas de la mujer interveri.gan e.n. la.pre..·.
pra de este alImento; el estudIO de mdlcaclones utlles para mejorar . paraClOn de esos allITIentos. ",. ..... ........ . ' ; ; '.', , .1 I

el sabor y la calidad del pan a fin de hacerlo más atrayente corno Consideremos 'ahora el' tercer problema, .el de la elección de lás
comida. t técnicas más convenientes para promover el cambio de hábitos.
En el curso de la investigación se presentaron a varias muestras . . El, cam~o de l~s preferencias y aversiones, d~ las simpatías y ílI\.
de sujetos tipos de pan que diferían por el grado de cocción, por t tIp~t~as alImentanas, es sin duda un sector en el cual resulta muy •
los ingredientes, por la habilidad con que habían sido preparados, t dIfIcIl operar cambios: en _verdad, las resistencias .que están detrás .
por el tiempo transcurrido desde que fueron retirados del horno, i de la aversión por una comida' pueden hallarse tan profundame-nte ..
etc. Los resultados fl10SÜ'a.tofi qUe los, .fa.étofeS"fi'iá~irt'Ipoi1ta~ltes 't~ enraiz~Qªs! dep¡mder .de factOfliS y fuerzas PSiCOIÓ Sl.'cas tan di.ve.f~
eran la habilidad del panadero (y esto sugería por lo tanto medidas sos e mtensos, que a menudo es inconcebible 'que una simp1ecam.
directas tendientes a mejorar la capacidad profesional de los pana· \ paña publicitaria pueda modificarlas con éxito. ..' . .
der03) y el cuidadoso agregado de substancias capaces de mejorar í . Este problema fue estudiado experimentalmente por Lewin "" l· i

el cará~ter apet~ti~o ~el pan, sin atac~r ~mpero la neutralidad d~l /.. \2~), en conexión c?n las necesidades propias. dt; .la situación d~,~a' '1
sabor,. que ~ontmua slendo la caraGt~n~tlca fundamental de ese ali-
mento.
. ¡
.. > .
ultmla guerra mundl<l,l. El aut?~ exan:inó la PQsipilic;lad de conv~p': ' .. !
cera las amas d~.. casa. par\l \ltillzar mas l(ls V1SCeras de los animales
La creación de una "Imagen" apropiada del producto representa 1 como. el coraz~n, las mollejas y. 'los' ·rili~nes. Con 'ese riU puso'~
. otro aspecto capital en el que hay que trabajar. para superar las re· f pru.eba. l~, dleacl~ de dos método~: ~~ mé.t~~ó basado e~la"lecc!qh í
sistencias al con su nI o de cierto alimentoopara favorecerla acepta-
el
ción de un nuevo comestible; 'En. caso de la leche, por ejemplo', al .
que ya nciS"hemos,Jeferido¡es eVidénteque la extensión del consu- -
¡
¡
.,
culmana y el metodo basado en la declSloI1 qe grup() , : i . \ ... ' , ' .
Una .~a~te de la. ·muestra· con la que se llevó,ac~bo 'la:iI1;Yé.~,t!M-'
ClOn reclb~ó. ,pues ~s.tin1ulaptes leq;iones enlas·cuale~"'et.prQ~le~~·,nj .'
mo guarda relación cón la capacidad de'lleütraliZar las yalenciaspsi- I ~e la nu tnclOn. r~la~l()rl~~()~on ~.~',;csfllel"zo ~é1icó :s.e :ehf9.c~Qa,insl~~,. '.'. "~ :": .
co1ógicas negativas qUe ciertas peisóiiásatribuyen a. ese alimento tiendo en el contellldo de vltammas y de minerales de e·sos·tres al.F" ':' .... \..::'.
(reactivación de los conflictos relacionados con la dependencia in- n~en~os y se, ~aQ~n explicaciones detallada,s rt1~~iant.eJa,a.yt.¡~a:"ci~~·'-
fanti!, simbolismo de pasividad y de frustrada emancipación, etc.). dlbuJ osy gra~~cbs, En·l<1.s1ecc,ion.esse ·trataba lá,pi'epáradóa:pf~ciJa. :
Esto podrá lograrse mediªnte mensajes publicitarios tend.ientes. d~)os t~es al~ne~to~,y.las .~ecmcas para evit.araquéIlos'caracteres
... que pudIeran suscltar:repu1slOn (olor, aspecto, e'tc:).-"· , ' . '¡:: .~, ,;. ::5,.1,";;(;.
o • ~" '

68 , .., 69

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, !"

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. La otra mitad de la muestra fue sometida en cambio a la técnica '1
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.' " . . " , . , o OWl Z ., st etlc reJerence and
panaspre.paro e. fectlvamente algunas de las comidas propuestas, en Other CorreJates o" Active versus Passiv Fo d Pr '1'. J'
tanto , que e.1 porcentaje . dI' e a otra muestra al canzo ' a132 por cien . t o. r , . Pers. SOCo Psychol. :J1969,11, págs. 75 .84. e o eJerence,.
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72
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} la psicología del fumar


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o"' • . ' . ' 11 . 1···· .
" . : .
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¡: La nicotina, lo mismo que el alcohol,puede tener efectos"tanto
estimulantes como depre~ivos. La b~cotina estimula el sistema ner-
vioso central,como puede comprobarse por el trazado del electro-
La embriaguez húmeda t encefalograma, pero en fuertes 'dosis puede disminuir la actividad
T del sistema (Domino, 7). Un poco de tabaco acelera la respiración
y la embriaguez seca 1
[
y el pulso, eleva la tensión arterial, disminuye a veces el apetito y
puede hacer que se contraigan los pequeños'vasos sanguíneos de la
1 piel. La nicotina aumenta la tonicidad del aparato gastrointestinal
\ y a veces causa diarrea.1
1: En cuanto a los efectos sobre las funciones intelectivas y moto-
J . ras, se ha demosfi'ado, utilizando un aparato que simulaba la con-
Psicodinámica
de la ingestión de alcohol ¡t
I ducción de un automóvil, que los fumadores cometen más errores
por falta de atención y que sus ojos se adaptan menos a la obscuri-
dad. 2 .

P~ro examinemos ahora la elaboración subjetiva de las sensacio-


y tabaco r nes provocadas por el tabaco, es decir, esa elaboración que hemos
, llamado la "simbolización de los rasgos salientes".
f
Desde el punto. de vista de las motivaciones y de las vivencias
subjetivas, el alcohol y el tabaco presentan muchas afinidades: am-
bos formaronp.artede rituales,reUgiosQs y de ceremonias de iIiicia-
ción en la, edad;.adulta; ambos tienen un papel importante para san-
c;i«nar el establecimiento de relaciones so.ciales de amistad. y de. paz~
¡ Motivos homeostáticos y antihomeostáticos

Así com'o las reacciones fisiológicas a la nicotina son muy co~­


. plejas, y a veces opuestas, también lo son las reacciones psicol ógi-
ambo.s ~:xpresan.fCsignj.ficaclos,de masculihidad . y .virilidad; ai11 bos se, J .cas. y las motivaciones mismas que· pueden inducir a fumar o',a man'
prestan cómo' medios por obra de los cuales individuo manifiesta el '>'
¡ tener el hábito de fumar.
un e'stiIa de vida que le es particular; además ambos están sujetos Observa CantagaIli (5) que 'si se colocara' sobre 'los paquetes de
. a u~~·f~ert~,ambiYale.ncia: por un ~ado, abstenerse de beb~r yuc cigarrillos, las cajas de cigarru$ y las de tabaco.·de pipa' una etiqueta
ftimar puede.ser malv1sto; por otro lado, entregarse a la bebIda y al r con las "indicaciones", coin'o se hace con las medicinas, podríamos
... tabacQ puede 'ser condenado por la sociedad; . t . leer: "contra el aburrimiento, contra el miedo, contra el frío o el
Por esta~razones las actitudes frente a estos dos tipos de COll- ¡ -'calor,contra la disciplina, contra la injusticia, contra la ira, contra
sumo seránanállzadás conjuntamente. la s-oledad, contra la timidez; substituto'del amor, de la libertad, del
:: r
. ,~. , ".:""
¡ . 1 Véase Comissiciri d'Enq~ete sur l'usage des drogues ades fins non médica-
"

I~s, Rapportfinal (21), pág. <.144. '.. . .


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2 ¡bid. pág, 443.
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iescanso; huerto para olvidar, para regocijarse, para inspirarse;'bue- F. Comazzi y Luban-Plozza (6) observan: "En la secUer¡.cia de los l"," 1

10 para pensar y para no pensar: en nada, bueno para soportar al 1 gestos que componen el acto de fumar el adulto no hace otra cosa ,
,rójimo o bien para acercarse a él". ' " , T,. que tornar a vivirla gratificación infantil del 'succionar'. El calü'r de ", ,,,,', f ,'" " ,
""",ESJa...s¡w,a,c.i.9.n",!J,O:"J;c.,~.yJ~.¡L+illu!mlull:&Q<9,~-~,¡¡Jw.g.dºrª"~!:c'J?:il~-.",,,;, __ ,,
J .. _ la primera bocanada de humo podría representar, en versión adulta" ,'! , " " I
re Stigación-' psicol ó gica:' pue st O qu e' la':";lu7id~·lci';·~-;I;J el 6n ;';"d~'~~i';"":'-':-'-'~~'-'r"'-~"'~':<'~"<"";>él$:at1ulo~'de"'Ilf1~'cl1~""¿tra"'!5'oc¡f~~r"recl~ItffllcitI'd"ftlülj~t1'ghfO~~4f""'~"""""I"""'''''!t='P'~
,i·

:omportamiento (o de una actitud o de un síntoma) es un princi- 1 Morris, 'el humo caliente que aspira el hombre adulto evoca la le-. ¡
)io bien conocido en p.sicología.· , ...., ',',. . r' che tibia de la madre' .'y siguiendo esta metáfor~, muchos fumado- '1 I '11
. Una primera razón que explica la muJtiplicidad de las "ihdiéa- r res cuando se llevan el Cigarrillo a la boca o 19ietiran de ella, mien-
iones" a que acabamos de aludir puede identificarse en el hecho ,1 "tras hacen que los dedos rocen los labios, se proponen de esta ma-
e que el tabaco se presta para satisfacer exigencias claramente COI1- J nera imitar las carici?s que en otro tiempo solían ~rodigar al seno
rarias entre sí, como son las motivaciones homeostátkas y las mo· J materno. Aquellosfumadores más inveterados que, después de ha-
ivacionesantihomeostáticas. .'
Las primeras. están vinculadas con' aquellas' necesidades; que ' .
t berse puesto un cigarrillo en la boca, 10 dejan colgar de los labios
por algún tiempo, aspirando sólo algunas bocanadas, serían aún .
a
puntan reducir una tensión existente,e.n.eIorganísmo, a restabk- '1 más ~egresivos: en realidad, los momentos en. que no aspiran hum?, \íj.
er un equilibrio (por ejemplo, la necesidad de comida); las segun· podnan correspong er a los períodos de sueño entre una y otra ma- '1
as tienen relación con aquellas necesidades' qlJe tienden en cambio ' *¡ mada, per~odos en los cuales el recién nacido se adormece teniendo i1
crear una tensión, a dinamizar el organismo (por ejemplo, la pa· l e~ los labIOS un chupete que eI11pero no desea chupar más" (pá- :: :·c.:·;,:
¡ón por un determinado hobby, la curiosidad cognoscitiva, etc.). l gma 15). . ' ; )
, Como se verá mejor en ~no de los párrafos, sigui:ntes (~éa~e el 1 . Stevenso~ y ~us c~lab.oradores 3 res~men, l~ .posición pSicoanalí-J
'arrafo 1.13), para algunas person~s fumar esta asocIado prIncIpal- 1 tlca en los ~ern1mos slglllentes: "El pSlcoanalISls ha subrayado q u e , (
1ente~. una vi:encia de tranquilidad ~ distensi~~ (situacione~ho- t la boca, la leng~a y los lab~os son n:~Y erógenos, no sólo para .el J
1eostatIcas) nuentras que para otras tIene relaClon con una VIven· t amor en sus v¡¡.nas formas, smo tamblen en el caso de la alimenta- l
ia de actividad y de tensión (situacion.esian:tilromeostáticas). f ción desde la más tierna { n f a n c i a . ' : J
En el primer caso, encender un cigarrillo puede equivalor :1 una \ El niño cesa. de. .1lQfªf ¡¡peng~ su§ labios sienten el pezón de la ~~
specie de recompensa que uno mismo se concede, puede equivaler f ~adre: ,todo su cuerpo se relaja y el niño experimenta una gran sa-i~
. un substituto del premio que querría uno recibir después deJ es· r tIsfacclOnaun antes de que la leche le aplaque realmente el h a m b r e . ; {
uerzo realizado. En el segundo caso, el cigarrillo tiene un claro va- 1 Esta. estrecha relación entre los labios y la liberación de la angustia d
or de alien~o, de estímulo, de ayuda, mientras se recurre a la reser- . [ se prol.onga desde el período de la lactancia hasta la edad adulta. h..' . ¡:Jl
a de energla. , , . .... \ c~al~U!er edad el.~echo de te.ner algo~entre las labias. o ,enJaboca, [:%'
Puede ser muy e,sclarece.dar, en. este ultuno aspecto, la sltuaclOn ¡. dIsmmuye la .tenSl.on y Ja,ansl~dad" tratese d~"aliInentos; bebidas .. - . D, .
lustrada en la pelí,cul~ francesa Alba trágica: el delincuente acorra- , o hasta goma de mascar, escarbadientes, cigarrilios, cigarros O pipa". 'I'~} ;
ldo' por la policíil resiste hasta que termina su ,último cigarrillo y l ,A menudo este género de explicaciones fue objeto de i r o n í a , í
n ese momento se desmorona. } sin em~a~go ~a. hiP.ó.tesis del erotismo ?ralestá conva~idada por' . -:lJ
r pn.:: bas cle~tlfIcas ql~e mostraron, por ejemplo, que eXlste una r e - r J
i laclOn prec.Isa entre un fuerte consumo de cigarrillos y el modo en Ri
.a hipótesis det er.otísn;o oml - '." ~ .. '
l que fue Criada la persona, (véa~.~ McAdhur y colaQoraa9tes:J13);, .. :'"": ¡~'"

En el análisis psicológiCO d~Iactºqefl1,~~,s~ ~Dcue~tt~n incvi.


ableme.n te las considera~iones,psic:oari41 ít~9as;:sqbr~ la~,f\e.,ce~idages
¡ El "LeereErlebnis" .
Jndependienterrúmted~ las consideraCiones sobre el 'erotisrnd "·,.:l::/,;::iM;~;:
", '. ; .', . ' ,rL
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'orales" satisfechas por el tabaco y sobre la ecúaéíón "cigarrillo y r . '.' ......
'ezón" o "tabaé-o y leche".' '. .,'" .r 3 De Commission d'Enquete .•. ;cit.págs.443 - 4, . ' 0
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oral, es sabido también que la necesidad fundamental d~ las prime.


ff El cigarrillo como objeto transicional

. ras fases de la.vida del niño es 1a necesidad de "incorporar", es de· '. l. . Hay todavía otro componente en el hábito de fumar.y es el as-'
l ,:. . . . ,elf,'la ri'ecesidacf de 'iiitroyectar lds' esfímulor del mundo exterior 1·'
pecto gestual y motor: juguetear con el cigarrillo o el enc~nd~d(jr t . . ." . ,~,
.~",~..~,~."'!~tJ~.~án."place¡:,~n\~ólQ<..la<leeñe..o".la<:~smida:rsino .•t.am~~~~':"""";""'~·""·i:'~~''''''"~!<·''~'~~t5fttpf,[~~'fS'~~'e.'fi''''Itrnnt~s"'!!tis1.cfo:ñes"taC1ifés"'r'íos:varros."rituafes·'\~"·"·.". . .-':.,.....,.
los estímulos táctiles, térmicos, de"1'novimientb,de la:respI.ra:cIún, que acompaftan el acto de fumar.
etc. El nmo tiene sobre todo'necesidadde"llenar"el vacfo'int~mo ~Se trata aquí de elementos que poseen el indudable valor de in-
e incorpora en su interior experiencias. placenteras para llenar el '1 fundir seguridad y aplomo, especialmente en situaciones sociales.
~'Leere Erlebnis"ó vivenéi'a- devll'cuidád~ según la de.finición de l. . El paquete de cigarrillos adquiere entonces el valor simbólico de
Jaspers. También la inspiración asume en este contex:o ~~ papel . ; talismán, de objeto mágico y tranquilizador que infunde seguridad.
importante y esto llevó a: Erikson 4 a completar la d.escnpCI?n de.la t· Como tal, el paquete puede constituir la prolongación o la reedi-
fase oral agregándole las connotaciones de "sensonal, respIratona, t ción adulta de aquellos objetos que Willllicott 5 ~efine como "ooJe-
·~~tánea".· . t tostransicionales"; es decir~, objetos por los cuales los nrnos desa-
En esta perspectiva se observa una convergencia de los motivos ¡rrollan un fuerte..apego (por ejemplo, una manta, un muñeco de
~ue caracterizan a la psicología del comer, del beber y del fumar; tfelpa), pues esos objetos tienen la capacidad de simbolizar la tran-
en cada uno de estos casos.está presente la necesida,d de incorporar t quilizadora presencia materna.
P ara llenar la "vivencia de vacuidad".
." .
l' }
) Veh {culo de identificación y socialización
El cigarrillo consolador I
;
1 La coparticipación de experiencias de tipo oral constituye per-
La hipótesis del erotismo oral puede ayudarnos a comprender manentemente el elemento revelador del establecimiento de cohe-
también otra actitud típica de ciertos fumadores, la actitud de re- f sión en las relacionescinterpersonales. Lo mismo que comer juntos
currir con mayor intensidad a.los, cigarrillos en los momentos de
~ o beber juntos, fumar el! compan.íau.ofr.e.cet. un,cigan:i1lo sanciona
frustración, como si el tabaco fuera una especie de gratificación \ la amistad oeLhecho de . .queunQ se. propone establec.er. una amis-
consoladora. . .. tad. La "pipa de la paz", que pasa de mano en mano entre los pre-
Típico en este sentidó es un caso citado por Bergler (3). El señor
f
sentes, constituye el arquetipo más claro del valor simbólico subya-
W. era un jugador patológico. Tenía 30 años y los amigos lo defi- cente en el acto aparentemente trivial de ofrecer un cigarrillo.
nían com'o "jugador de profesión y abogado por hobby"; fumaba t
de quince a veinte puros durante las tres o cuatro horas de juego to- . ¡ Compréndese así la capacidad atrJ.''1J ida al cigarrillo para ayudar
a establecer un contacto, a "romper el.hielo", a instaurar relaciones
das las noches. . . . ... l éordiales y de simpatía.' '. .
El mismó explicaba este modo de funiar patológico: "Cada vez \
r El indicio más evidente de la identificación con una persona es
que me equi:voco en los cálculos, cada vez que caigo·víctima.de un . el hecho de empezar a fumar' los mismos cigarrillos. que esa perso-
bluff <>cada ve'1- que pierdo enciendo un cigarro. Para ra.lgo sirven".
Cuando se le pregUntó.si experimentaba el impulso de 'encender
uil cigar.roaun cuando ganaba, el fumador respondió: "De ninguna
I
_.[
I
na:' el dependiente pasa a fumar la marca preferida de su prin~pal,
el médico joven, la marca dél médico jefe, etc.
c:antagalli observa: "¿No es acaso.cierto.qu.e .cu,ando una mucha-
manera; Fumar.sígnífica qüehe perdido. Cuando paso por un pe- . -Gha cambia. de marca de· cigarrillos y adopta la de un aclnllrador su-
ríodo deganatfuí1:}q dos cigarros': al comienzo de la velada, cuan· yo, el mozo ha héchomuy DuenídII1presi6n?i'(op,;cit, pág. 110).
dotodavíano~é stgimaté .o perderé, y luego otro al terminar.Yo
10 llamo: el'cigarro;:d~l triti-nfo''': l
¡
I 5 D.W. WinnicOtt, Transitional Objects and TransitionaIPhenomena,.Intern.
! J. PsychoanaL, 1953,34; 89 - 97.
4 VéaseE. Erikson,1nfanziaésocieta, A. Armando, Roma, 1966. r 79
78
r
..
--------, .. _._ ........• _-_ ........... _.- .,. __ ."."".
~.-
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¡¡"'" f,,\If.i (4 ii!;;jI ~.;.~~~ ti~,J,;. ~;~;¡¡
T ¡\.>~Jv~, . ~.;~~,;~ ~~~~ ~';;·;;1 ::.:.;;, _;. ' _• >:;
.'. . ,~,:"",~. ~;
Substituto de la acción
'1
sación de culpabilidad de estar cometiendo un acto prohibido, En' I i
. Una circunstanci~ típica, con la que está est~echamente relacio- verdad, el t~baco ,está ,asociado al mundo de los adultos y, por lo
.J .¡.
nado el tabaco' es aquell& circunstancia de espera, carga~ade ansie- t~n.tQ, e~~r~l11~~' .pgarqll~. <:tdquiere también. el valor simbólico de: . l . :
1: . ! ¡
::"c:d~&'Y.\nef'fi:0~~S~¡i~~~;1Íu,tuliQ'.:p¡ui¡&.qua.,e.sp,er,a:,:eLawmc.iQ,,,,d~l.U.~"~~~%>i.""¡'~'~I;"::~";O~~'J",.,,,:.."":,,,",",,,~~:,>.d;e.~n~~I~~IO~,~I~l,~ vld~.m,~l~::~' ~it~ deeman~iPaci~n o t~~1- . ' . :
. p'0t SNi 'f .'El6."!'e~e1t€1n,IS~, ~t('},~cle~t:uma'P~'P'H-eeE}..t-a-mhl6fl"""",,,,,,,si,,~·,,,''''''''>;'''''''"'~"f'
' .[
mlento del hlJo ola persona que espera su turno en eI:consultono' .'
del dentista o el estudiante' que espetad momento de tendirsu ~ ser vehlculo de sentWllentos de hostihdad y agresividad,' ': .....' ........................ '
examen son personas que .fuman; nerviosamente: y figuras b i e n ' EI~ ,los e~tudios del acto de fumar en general se concentra la '
conocidas. " . atenclOn caSI exclusivamente en la inspiración del humo mientras
i'" . '
, Se ha observado que los soldados que deben pennanecer largo r
se tiende a descuidar el momento de la espiración 'en el cual se ex-o
tiempo inn:óvil~s en una trinchera si~ hacer nada o que se hallan ¡
p.ele afu~ra el humo.E~t,e. segundo componente puede expresar en
frente a un mmmente ataque del enemIgo, fuman generalmente tres 1 c:ertos casos una agresIvIdad respecto del ambiente que en verdad
veces más de lo que suelen hacerlo nOlmalmente. 1 vIene a quedar "invadido" y contaminado. Soplarle el humo a la
En este caso fumar es claramente un medie de descargar ansieda~ cara .a, una persona es claramente Un acto que expresa afrenta y
des. Una especie de actividad psicomotriz substítutiva,un "substi- agreslOn.
tuto de la acción", que está inhibida por causas exteriores o tam-
bién interiores. f>
1 Los componentes rituales .';

'r
La connotación masculina del cigarrillo
¡ Por otra parte, el acto de fumar fonna parte de esos aspectos del

La ecuación "tabaco y' virilidad" es bastante evidente, Más allá t
comportamiento que al marcar el ritmo de la experiencia, constitu-·
;.
de las consideraciones psicoanalíticas sobre el simbolismo fálico I yen una especie de "urdimbre. conexa" dentro de la cual cada Uno
del cigarrillo,6 nos parece que esa ecuación tiene .claras raíces' cul- r de nosotros encierra y unifica los:actos de su jornada. En este sen-
tUfªles si se piema qUG ha~t3, !lace poco (y aun <¡hora en cierto~ aro· tido el hábito .de fumar está emparentado con el de beber cierto nú-
bien tes) era considerado muy inconveniente y preñado de implica- friero de tazas de café, 6¡,d~i1adas según W1 esquema subjetivo du:
ciones morales negativas el hecho de que una mujer fumara. rante el curso del día con la costumbre de dar un paseíto después
El cambio de la costumbre ha determinado ahora que la conno- de las comidas, de leer el diario por la mai'iana después del desayu-'
tación de virilidad ya no esté .asociada al.fumar en sí, sino más n.o, et·c. Cada fumador se. forja un esquema suyo particular en lo
bien a la elección de tipos particulares de cigarrillos (sin filtro, fuer- que concierne al número de ciganillos que .ha de fumar y a la dis~
tes) o bien se haya desplazado en dirección de los cigarros. tribución de los cigarrillos en los varios momentos del día. De esa
Parece que las ventas de cigarros aumentaronriotablemente en rrianerae1-cigarrillo marca el tiempo., elritrTlode la. yicl'\,s'U+1cioJ1\i ~l,.
1P.5 últimos veinticinco años en Norteamérica, en concomitancia comienzo y' el fin de
una. actividad. El coi1cepto de fumada como
con la exparisión de los movimientos feministas: "reloj interno" es curiosamente evidente en ciertas' zonas rurales de
Rusia donde, como cuenta Cantagilli, "la gente continúa indicai1do, ".
Emancipación, prot"esta,ágres,ividad las distancias según el ,número' de pipas fumadas y dickno-o:"pe' 'l.
aquí al kolkQz hay tres pipas~'.'H.' .. " ) ; ' : , " Y " .:-

. Casi tOdoel,rnund9 c6ffi,enzé>, afli,mara esconqidas,: co~i la sen- • • • :~·.::;<t .:'' '.\ ,:·.: :,~:;.i.'.;:":'<'·.~ , ,
• ., "o

. ;:.... .',. : ,:.,:".,~}:.,.. ? . .:~,(\ ,.:.':' :.,,~~-<


7 De' una indag,ación. Ueyadaa cab() con 38.69persona;Stes~It:!cí4el~,eda4':
IiI·:

6 Comazzi . y ~ubaJ!.~Plozia,(op. cit.) curiIl.tan la anécdota:de aquelmédico media en ·laqUI?se cptni~!1,Zaafun'lares la de 18 año,s,e!.l el 9a~AAI?Jo~:Y¡¡ró; '. '.:; . ',\i.,i:
que exhortaba a unarnucháchaá ftlmarmenosY que recibió de ella esta res- nes y de 22 mos.enel cas:o' d~)asinüjeres. (p~·tüZiatio~Feiii;'fl,:'¡Jbltq;sco.:':~; . }~.': -
puesta: "Me agrada po¡:quecasLtiene el gusto de un hombre"., nosciuto del!' Italia ,.,.Seconda Sáie- 1956 -1965, Giuffre, Milán, 1966).
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1::1 senti~,iento de culpabilidad ¡


tablecer una clasificación e identificar tipologías' de fumadores so-
¡ bre la base d.e motivaciones y comportamjentos.. " , ...
La expresión "vicio", común1Il.~te aplicada al fumar, mdlc.a q~e ' . En un~ de e,sos estuclios Tomkins (16) desctibe los cuatro tipos
I ' . •
,'o i
' í
9aact~Wadcomo'fuenmdepb~~~ácon~a~~~~~~~~,~==J=m_~=.~~~¡~d~~~~__~~~~~~~.~_~~.
·1~~':'~I<·~~'·:~.·~~r;:~:?~!:~~~.t~~~":¿~;;:~~~.;.'~:~Qa.~~1¡~~~ . ; . .sin aqu~ls~Uc':~;~r!~¡~~~ s:~~~;::~ap~; :'~~~u:;:~~t~!~i~~
., ~rt(juentra expr~si6n. en las num~ros,as.forrnas de r~preSlOn ~~e en -, nes o presente el col~r ?e conriotaciones emotivas específicas. .
1 el curso de la histon~ atacaron el, habIto de fumar. ' y tamblen en r b. El fumador eplcureo: aquel que busca en el tabaco una satis-
1 " n1 adhesión a los dll;tos a«:erc¡¡ de sus efectos negatIvos en el plano • facción positiva. El tipo específico de gratificación buscada puede
orgánico y psÍquiGo. . dar lugar a tres subcategorías según que el fUniadorobtenga placer;
Indicio de esa vivencia de. culpabilidad que acompaña al acto, de l. de una sensación de excitación,
fumar son 'ciertos rituales típicos de muchos fumadores: hay qUlen 2. de una sensación de relajamiento;
. enciende él cigarrillo y después de algunas chupadas lo apaga p a r a . 3. de los aspectos sensoriomotores del fumar (juguetear con el
volver a encenderlo poco después, como .para simular ~ont:ol y m?- ¡ cigarrillo, observar las volutas del hU11).oespirado, etc.)
rigeración; hay quien vuelve la parté encendida del cigarnllo ha~la \ c. El fumador nervioso, es decir, el que fuma,primariamente pa-
la palma de la mano, como'para esconder el cigarril!o; otro p:achca ( ra reducir s~ sentimiento de ansiedad, miedo, vergüenza, etc.
uria pequeñísima abertura en el paquete que permite sacar solo U? ¡ d. El fu:nadordrogado, es decir, el que fuma para encontrar gra-
cigarrillo, como para expresar su deseo de fumar de ma?era muy h- ¡ tificaciones o para eliminar sensaciones de frustración; ese fumador
mitada, etc. Todos estos rituales son una clara expresion d~!a ~- ¡ depende completamente del tabaco .al que en modo alguno puede
bivalenc'ia que se observa respecto del tabaco, una expreSlOn del } renunci~r., ".
' contraste entre deseo y represión, de la necesidad de enmascarar 1 La tIpologla elaborada por Tomkins fue también verificada en
frente a uno mismo ya los demás el "vicio". _ i una muestra representativa de fumadores de los Estados Unidos,
Para muchos fumadores los cigarrillos más gustos.os continúan, . me~ante un cuestion¡u-io compuesto de puntos. qué procuraban
siendo siempre aquéllos fumados a hurtadillas, en grupo, cuand? , medir la intehsidad y la difusión de los seis factores arriba descri-
eran adolescentes. El cigarrillo .e~tá pues acompañado por una VI- I tos. Los result.ado~ mostraron que las gr~tificacion~s :n ás
buscadas
venciade sigilo, secreto o compliCIdad. ' • , son la, del rela]amlento . y la. deJ~ reducclon;de sentllluentos..l1e.gati-
Tal vez en este contexto encuentre su fundamento psicológico la } vos (vease Bqrgatta y Evans, 4, pago 21). . .
<¡lpinión .evidentemente muy difundida, de que los cigarrillos de l Me Kennel y Thomas (14) han realizado una'indagación en 854
contrab~ndo son siempre m~: . ".: que los legalmente aprobados. J ado,lescentes y 984 adultos jngleses con.miras a eS,tablecer un& tipo-
1" r 1 .,',. ¡ logIa de los fumadores sobre la base de las ocasiones en que tienden'
I a fumar. La investigación sacó a la luz la existencia de cirico facto- .
Tipologías de los fumadores r. res vinculados Con necesidades intemas y dos factores de naturaleza
~ .:;
I social. Esos siete factotes son sintéti~amente IG:s siguüintes:
. Lasv'arias hip,6tesis interpretativas arriba expuestas encuentran iI a. ne11Jiosismo (personas que fuman cuando están ansiosas , irri-
cbI1firmación:.en,~rn1í1tiples investigaciones llevadas a cabo para es- •
tadas, nervlOsas).
.
' . ....
b. relajamiento (personas que fumari cua:rtdo estárt tranquilas,
8 por·¡je~;I¿;:h':l::l~¡;e~. York 1YlIles de enero de 1884 se podía leer "La . contentas, etc.) ... , .' . ,.... .' . . ' . . . .'
'decideiléiadé Espafiá comenzó cuando los e~añoles adoptaron el cigarrillo
y si esta perniciosa costumbre se difundiese entre los norteamericanos adul- - e. soledad (personas qué fuman cUMdó están solas o sesie'nten
solas).' ' ..' ,
tos no estaría lejana la caída de la República" (citado por Taylor, 15, pá-
gina 104):' d. acompañatniento de la actividad (persOnas que fuman cuando
tienen que trabajar duro, para ayudarse en Ta concentración, etc.).
82
83
¡
•.1
......i.:....._..... .
'?,\' w..,' W"!·:~'~. ~ 1fe~~lil I'ii~ ~. ~.w 1;"")11
,.,; tV~ ~~ ~ ~j~~
, ¡~::j
.,.¡,i , i:;:;~';l !«'~"W) $Z:l
e. substituto .. de comida (personas que fU.l11an cuando tienen hom bre rico, de éxito, seguro de sí mismo, el hombre que no des-
hambre, y lo hacen en lugar de comer caramelos para mantenerse deña exhibir su opulencia: .
. delgados). . . " ." "', ,,-, .. .' \ En las imágenes reladonadas con la pipa se destacanencambi? I

. f. Sociabilidad (personas que fuman cuando estan en compama, . r . en primer lugar las connotaciónes de madurez y sa?!~~r.í~. L.~"IJ~p~., .. ,......... ..I .,,, \.
.
"''-''''eifttrta:" " )i ~"":.¡j'i¡"=~"~."'.;"''''''''''.,""''''''l.'.""~.""
fiest'á;"e't1"U'ffa"'!euUl'On ". . . ... . .... . . ,,.¡.~.-=''.«~.,,,,,.,,.,
. '" ........ ....... .' •.,,.~ .... ' .........,..................... ' "",~c·S\a.C0111Y
.... ···"::t""··'-····-"··-~·se·'1IT.1lUII
.... ...,.... .....".",., ....... ··'*"1¡>,,..,,"·'1'llt~~,,·:·~
.'!. eX yrc$l!J .."·~,·,··,,,·,·~·"':·.=~··"""'
~~ lq.SU peracl.On.y ....,,~::t."'"I
.ue. ..... . .~'..~_v.,..........·"'_
a. "renun.CIa " ...""'-"'.~."
'. ....!J;:¡.'
. ....."" ...:j;.;.r
H
.' . g.seguridad sQcial(personas que fuman para sentirse más segu- . ~ .. . . de.lastumultuosas dinámicas ins~intuales Y'expresa una' especie de .
ras, más aplomadas con los demás, etc.), . . . repliegue sobre uno mismo, un rtf tiro a la aCtividad sublimada' del
':';li ... :¡ -,.( pensamiento.. .
Cigarrillos, cigarros, pipa . En Mardi, Melville dice: "Una pipa es realmente como una bue-
na esposa, una amiga y una compañera para toda la vicia. El que se
El conjunto de valores simbólicos comunicados por la actividad une con una pipa ya ho es un soltero. Si algo le sale mal, al regresar
de fumar varía substanciahnente en función del tipo de artículo fu- a la casa siempre puede echar mano de su fiel pipa? siempre ~ispues­
mado, así como, dentro del tipo, en función de la marca preferida. ta a consolarlo y a darle buenos consejos. Los cigarros y los cigarri-
Esquematizando mucho se podría establecer el siguiente sistema '. llos son algo completamente diferentes, son conocidos de un ins-
de valores expresivos: tante con los cuales se cambian casualmente algunas palábras.Tie~
1 ..Cigarrillo = dinamismo, actividad, búsqueda, nerviosismo. nen una vida muy breve, muy in.cierta. No dan satisfacciones.JJna ,. ...
2. Cigarro =virilidad (más o menos compensatoria), afirmación
)
vez encendidos no cabe esperar que llegUen a 10ngev'os':NuncaÜi-' I
gan a envejecer. I
de sí mismo, opulencia. I ,

3. Pipa =cahna, seguridad, cordura, madurez, sabiduría. Precisamente por estos valores expresivos, la pipa puede encon~
l',:

"El cigarro es sobre todo sexo",.afirma Cantagalli. "Un fumador trar por otro lado resistencias en los jóvenes que pue~en percibirla·
casto o aquejado de gazmoñería nunca elegirá un cigarro, la única como el signo exterior de la renunciay'de la v.ejez. A esos.aspectos
forma de tabaco confiado alas sapientes manos de las mujeres" se refiere A. Soffici en el siguiente pasaje de Diario d~ a bordo., Des-
í
(pág. 65). Los mejQres cigarros eran producidos por las cigarl,"eras t pués de haber relatado la compl,"a de una pipa, el autor-contw,v,í!. Oi.,
de' Cuba o de Barcelona que enrollaban las hojas de tabaco sobre
sus muslos desnudos. El humo del tabaco continúa teniendo ese re-
sabio de su nacimiento picante.
El simbolismo fálico del cigarro es absolutamente evidente. Una
¡
¡
ciendo: "Y ya se puso en marcha mi fantasía. Largasveladas de es~ .
tudio severo y tranquilo, profundas meditaciones con la pipa en la
boca, vida casera, sobria, propicia para preparar la gloria ... Pero de
pronto se me ocurrió un pensamiento terrible que me.ruzo recobrar
fábrica norteamericana produce grandes cigarros destinados espe- la cordura. ¿Sería acaso esta pipa patriarcal un sím!:¡olo? . ¿Y hoy
cialmente a los nuevos padres;van.env.ueltos .en 1Jna·J\lja.enla~ual [ sería el día cuhninante de mi vida? Con los aromáticos cigarrillos :. ,; ...
puede leerse "Es un varón" o bien "Es una nena"'- En realidad; esos I rubios y elpetulahte toscano, ¿sería. ya capaZ. de deCir adrós a los
cigarros vienen a asumir el valOr expresivo de una orgullosa afirma- .
ción de v i r i l i d a d . " •. . I caprichos, a las voluptuosidades, el júbilo de vivir despreocupado y . i I
libre? ¡Pequeñas señales dé c0sa~ grave s.! Siento algade esto. eneJ,;::<
, Además de diferenciarse potsus dlinensio'nes, eIcigarro se dife· r ai¡:e. Cordura, sabiduría, trabajo .. ~· ¡nome faltaba más que la: espc),:./ '>"" ,'.
rencia del cigarrillo tam.bién por lá duración de la fumada. Larela-
ción.. del fUrnadorcpii el cigarrillo esrápida, expeditiva; nervi()sa;la
relación cori el cigarr6esmás co~sistehte,duradera y calma:. tain-
I
~
I
sa, las pantuflas y el gorro de casa! j Y yo que hab.illGol11enzadoa~·:
forjarme·-tan tos proyectos poéticQ~!N o. M.e ~acQ4ela.~bóqa ystaes.,.;
túpida pipa, la'tomo por el caño y la. arrojop()~l~y~nt~~~árcaw;>
bién en este sentido. ,el cigarro representa, pues; una virilidad más ¡ po, ¡Ah, quiero ser joventodavíat;', . . •. ':.
dura~era y eficaz.' .- . j' 1', '. ;.,~ ,) ." ~'(~', ."

Las'determinaciones culturalesasignaÍl al cigarroülteriores con· ¡


I
,notaciones simbólicas: el cigarro está c1aramenteasociado con el ! ,.1, ,'/1., .,',o, ••••
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PSico1ogía de'la ingestiÓn de alcohol Consideraremos ahora en particular las dinámicas psicológicas
vinculadas con esta segunda categoría de bebidas.
{icbidas ttpolíneáS y bebidas di'onistftr:as ,
~~'~";.:.'.! ....~ ,,~ .~ __ •
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j . .
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,~, :.:,.: '. ,~~ ,"),~',~':E;:~~i-,;-~~~t~'~l;;-;';tit~d~';~;elá'ti~~;~;i'-b~b~~·;"p~;ibi~'::rd~~:'·¡'''''''"~''';.''~';¡'r"·,;,""""",,,o,~,s;;'Eré'tfff!r¡jrmac'3tO'gic'8salt'atc(/fiot"~"::'f"-=·~':·~'"'""';"""'~'·~·~~"""';'~t.,~~,.",""',..~.>: ~." "~:~,,,.
...... : ...... : . ' •.•• •. . . . ' • • • _', ,-0(" '..

.. ••

, '~ficar '~o~grandes categorías de vivencias s1:lbjetivas correspondien-.: . ..' ,.. . . .


tes a dos motivaciones impulsivas diferentes y también a dos cate- ~ . Es sabIdo que el alcohol obra sobre todo el sistema nervioso cen-
garfas ~e lilebidas. " I tral y que puede tener efectos s6dantes o bien psicotónicos. '
, El arquetipo 'de una de esas categorías puede caracter~zarse en la: ~ No se conocen muy bien los mecanismos de acción, pero parece
;ima~ePlde,~a "fuente pura y perenne", imagen buena, m,aterna, de t que los efe~tos s~dantes se deben a una inhibición ejercitada sobre
ihy~tinguiple ofrecimiento; el arquetipo de la otra es la imagen de
lá'!p~ci6n!' o del "filtro mágico", rico en misteriosos poderes, al
¡t la sub:tancIa retlcular (que regula el nivel de atención, la vigilia y
e~ sueno) y que los efectos estim~lantes se deben al hecho de que
c~al se. re~urrepara adquin.·r propiedades ocultas., para exaltar la ti c~ertas zonas del cere?ro se ven hberadas. de las inhibiciones prove-
propia potencia, ,para dilatar los confines del yo y penetrar en di- mentes de.1a substancIa reticular. 9 '
.. mensionesdesconocidas de la experiencia.' ~ Los efectos varían según la persona, aunque en general el alco- '
.' .' C:on,e~'.primer arqueJ~pp se r~lacionan, además de1ll.gua,la leche \ hol re~uc.e.las ~~iciones,. procura una sens~ción de bienestar y
~. }as VanaS! clases de óebl'das refrescantes. Su aspecto .puramente de soclablhdad, allVla la ansIedad, tonifica el humor pero también
, 1, I J~rtcional (apagar la sed) es predominante en tales bebidas, sin em- pu~de hacer p.e~der el dominio de uno mismo y producir depresión
bargo ese aspecto ~e enriquece con un componente que puede defi- y hberar agreSlvIdades. 10 . .
nirse cornO una vivenCia de purificación y regeneraCión. . El alcohol ?o. ti~~e propiedades afrodisíacas, pero el debilita- .
Eso$ líc¡uidos son frescos,puros, naturales y recorren el organis- mIento de las mhibIclOnes que.implica beber alcohol puede intensi·
m<¡> li¡q~rándolodelcalor y la fatiga, de las escorias impuras; lo re- _• ficar el. dese? sexual; por otro lado, puede también determinar im-
_ ~uevan y 10 purifican. . { potenCIa? dIficultades para alcanzar el orgasmo (23).
: L!l reac~ión de sudo,r ql,lC <ac9mpaña al acto de beber so flxpsri. ~ Ad~mª$ pueQ~ ª~~l~rª,: el pulso, provocar dilatllción de los vasos
menta a menudo .com. o. unaa. centuación de ese poder regenerador y
purifi~adot.'·.'
.¡ sangul~eos de la epIdermIS (de ahí la sensación de calor), estimular
el apetlto, etc. : ,
Cuando no se trata de la sencilla agua sino cuando se beben ju- . En cuanto a los efectos sobre las actividades perceptivas y mo-
Sps extraídos 'de frutas O hierbas, el aspecto purificador va acompa- n:1ces , el'alcoh~l ~~menta el tiempo de reacción, reduce el campo'
fiado de la sensación de asimilar los aportes benéficos de la natura- vIsual y la senSlbilidad a las variaciones en la intensidad de la luz
leza, de 'una'ilatúialeza sol:rr y apolínea:. , "" . (Lewis y ~arlailis., 26).· En gener:ll;disminuyé,el·rendim~ento en los.
Al arquetipo de las pociones y mtros corresponden en cambio, test~ re!atlvos a una vasta' gama de funciones psíquicas. Muchos es-
eh medida variaple, los diferentes tipos de bebidas alcohólicas que ~dios revelaron el ~fecto. nega~vo del alcohol en el rendimiento'
a
; I ,. van, del :v.mk?, losáperitivos t de las bebidas amargas a las digestiVas, mtelectualde estudiantes se9undarios Y, un.iversitarios CWalters y
, etcetera., o > , . " ..•.. •. . ... '.. '.' ' . colaboradores,31)..... '. . . .
... '.. 'En Jaiinagende' ca~auna de estas bebidas puede resaltar ert prí- ye.amos ahora có~o puedeneláb()r,arse:subjetivamente las carac-'·
, ,' •. roer lugaruria prepiedadfuncional eSpecífica (P9r ejemplo, en los r tefl~t~cas organolépticas ylos efectosprovocados·pot las bebidas al-
aperitivos.elaspeéto sociallzán te, en las bebidas amargas el de con- t cohohcas. ".- ..... _, ": - .>., .
tdbuira'Jasfunciortesdigestivas,etc.), aunque es común a todas ¡ 9 Cornrnission d'Enq~ete, cit., pág. Iilú.; .. .
ellaSla.:•. promesa dionisíaca. de ponem~s. en contacto con poderes f
ocultos y sobrehumano's, 'de hacer partIcIpar a los hombres de una 10 ¡bid, pág, 380.
dimensi6n que ,
de , otra manera es inaccesible.
!
I~

87
-
86 I)
I ..
f
..-1..-
LOS nUCl.eos 'ae slgnlIlcaaos son SUDsmnCIaummlt: ut:~·y Llt:lJt:1I .uv",wc¡ul"WP1\J U\:O HUCYV, IV:> lllt:Jurt:~ t:ran aquellos qu.e reSlStlan

que ver con el poder tonicoenergético, con t;:! poder de· re.ducir in- más, mientras los otros iban cayendo ebrios poco a pocoJ3 . .
. hibicio,nes y con el.efecto depresivo del a!.c~hol. ¡. Trenti~i y .Cadí ~29) afirm~~ que una. de ·las motivaciones que :.!
. I It
l~evan a mgenr bebIdas alcohohcas es un "sentimiento de' correr'
'~~~~~r;;;¡;<j¡~~;7;;/;;~;;;;;;;Ó:~'~;~::a=;;;6n~;77Ó~6~;;;~7"~·~~~"~:::,:~·,,,"~·~=·,~:~'~'t~"~,,~,··,,::·,,·~~~~~;t~~n;~~~~:~:~F~:~7~';;1):;~~;{~rai~~~a:r;~~tppil~iZ;;~"~''''~~4~~"1"
, ' , " . '.
' . " , " J; que ese tipo de ~en~~!ento infunde gran seguridad en el nivel pro~ ." • - 1 I f!
Un primer efecto del alcohol es aquel que por 10 comun se .des- ¡ fundo de la propIa vmhdad". . ¡
cribe como un "latigazo de energía". Por obra de las bebidas a~co- t Por el mismo motivo el permiso de beber bebidas alcohólicas :
hólicas el individuo experiménta inmediatamente un aUmento de su t puede ser considerado uno de los ritos modernos de iniciación del .¡
tono vital y de sus energías psíqukas.., . . l' adolescente en la vida adulta. ¡
La equivalencia simbólica "alcohol = vida" es I~mediata.11 ¡ Además de transmitir una imagen nuestra fuerte,. viril y segura, ¡
Este primer significado e:xplicá¡}a'ásociación que rnuchas pe:;o- r al beber alco~ol demostramos tambié.n qUe estamos abiertos al pla- t
nas establecen entre beber alcohol y los momentos de depreslOn, I c~r, al hedofllsmo, al goce de los sentidos. Baca está siempre aso- ~
de cansancio, de desconfianza. r crado con el tabaco y con Venus. En cambio .renunciar al alcohol ¡
Ese significado tambié!1 explica la circunstancia de que se conci- \ puede ser indicio de una orientación ascética, de extremo rigor mo- ¡
ba la bebida alcohólica como algo fuerte, adulto, masculino. El al- r ral, de deseo de no comprometerse con 10 material. .'. t.
cohol está asociado a la idea de decisión, firmeza, coraje, a imáge- .; .I I ~
nes ~~íles. Su consum~ por parte de las mujeres y de los. niños se r Segw:do núcleo de significados: el poder ~
t
!

mamfIesta como algo dIsonante y censuradoa menudo SOCIalmente. embrzagador y la capacidad de reducir inhibiciones ¡
Otra motivación de la ingestión de bebidas alcohólicas tiene que t" '. i
ver con las ocasiones en que uno busca seguridad, firmeza, confian- .EI se~ndo nucl~o de los significados simbólicos vinculados coil ¡
za en sí mismo. El alcohol se convierte en la substancia mágica que . la mgestlOn de beb~das alcohólicas tiene que ver, como ya dijimos, ,1,
proc~ra esa se~ridad, es la ~~ bstancia a .la, cual ~e recurre para au-
1 l :~n, ,~~.po,d~~ e:n~n~ga~or y su cap.~c!dad de eliminar i~ibicíon~~, .l t
mehmt' las prOpIas pbtendalidacles, es la sl.lbstanCi!i qUe ayuda a su- 1 (;~ deCIr, \;~n su capacIda~. ~e modifIcar los proces.ospslco16gíqos . : \
perar la brecha que se abre entre el yo real y el yo ideal. 12 I del pensamIento, de la voliclOn y delhurnor. . . .1 ~;
El componente viril y, en cierto sentido, "heroico" de las bebi- [ ~omo ocu.rre también ~on :a droga, se atribuye alcohol la. ca, \Ial f
das alcohólicas puede discernirse bien en muchos ritos y costUl11- ¡ PáCldad de dilatar la concle~cla, de a?r~ nuevos horizontes, de p6~. . t
bres sociales. .
. Por ejemplo, son comunes los actos de exhibicionismo o juegos
¡. nernos. en co~tacto con reahdades pSlqulcas que de otra manera te~ ! r
sultan lllacceslbles. .. . '. ." . . "".,.", .
1 I!
r
de desafíó 'basados en la capacidad' de' tolerar el'alcohol'como me- ¡l. , Por.es~, la embria~ez o la excitación psíquicáproctucida por' ~( . .. ~
dida y prueba de virilioad'y d~ valor. . . alpohol sIempre tuvo' su lugar en las religíones primitivas en 'las f,
.¡ cuales se le atrib~í~ ~na función catártica () la f~nción de p6n~r e¡:].
Una antiquísima costumbre consistía en hacer pasar- alr.ededor
de ·una mesa la copa de vino .durante los banquetes y esa copa se ¡ ~~ntactocon la dlVlmda~.14 _.... .1:'1
. I ·1 ¡j,
~
)1 "El tíno es para el hombre.. comola vida si lo bebe con modcrar.ión'~·'¡·ir-.
ma el Eclesiastés. ' ,<.
I
f
' tum~~e:a i~mosa.cuarteyl de Oma.: Khayyam p'ercib~osuJ.:l_ec;;9.,;~_~&~,;d~Sjo.;::;; i< t:i
'l' s. amlgos,~as fieles YSlnce.¡;os,se PanPl!rdido tOdos/AJ6s,pies<ie¡:,":i,/;:;'/f'. ,'\~
I .• ¡
. .' . ." . '. .( a muertecayerQn docihl;l~t.euIlOaul)o/D.eun solovÍllo. bepet\'l.Qsalrededor,:·',.··... . _. ;. ~
12 R., Barthes define el.~.!I1? fomo. Una .':~.~9~~ncla;dcc?l1~ersi9h:';P()r. 511. .' . f··· de la me~ del ~und;o/Un? o dos tuT'0s antes que nos,ot!(?~~a,y.~f,?!~yR;tiR~::t;:;,:,~:;:\L\,{.;".:J,
capacIdad de "trastocar sltuaclOnes y condlclOll.CS, dc.convertrrlos objetos en ~ (de Quartme, Emaudi,Turm, 1956, Pl\g.- 35). .. . .• . ' : , ' .,.',:,:.,:.r.,J~I<, '" .
~~ ~~~~~',,~~~t~C~~~:;r~~~¿~~if~~~ ~~é6~i~~;~,~~~rfé, d~un silencioso t 14._ En su aná'lisl'S an'tr' o' polo'g¡'c F . · ... b .' . "El' "'l'~'.··
... ,'-':,!,:J,-;P/:¡G},,:.\;'f'!::':~!':i,';[;I
o, razer o serva:. Vmo es a sangre del ditll$' '.1.1 1
~8 ,- ( .' ..... . . '",
I ."'" 89
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.1-,_" ........... -_..."_.,, ......,.¡.

..... ::~~;}:~~; '~'-;-:r' -... -.-~{:;-


..",.,' . \'.~--

La liturgia del pan y del vino en la religión católica puede con- .


siderarse como un residuo de los antiguos misterios religiosos y . cibe como amenaZadora, punitiva, peligrosa~..rígidamente entrega- .
confirma el.valor eij'iritúal .y c~j§mático asignado a·esabebida;· 1 ... daasu misión normativa ... El alcoholredimensiona,minimizándo- .
,.,kr;~",w.'~","'~'Y.,,",,";~n,,~1J,n~.J?,~l?~9.!~JpjJ"!!Ígl1?,1~~~!9,rt~. .~~#~~,g,ro!.~~,;~;,#~""l".=,~.,j,"""'<. :"'~"";..,""}~,;l ~ri~cip~io ~e ~utorid~~ en 1~ percepción y, por lo tanto, en l a ;
t·· :t;:i~~~:;'h;!:S;~:;::~~~c:.n~~~~e~X~!~~~:' ~~~T::~~~; .". [....... ::"%:d~~~~'''''''"''
en e~ ,~onoclJruento de uno mismo, con una incentivación de la t otro ejemplo conClerne al de.sarroHo de relacione~ socialesau ténti-
d:
'l'

: creatlV1dad. .. 1 ca~, .menos cargadas agreslvida,d, de competenc~a, de afán de do-


Un segundo aspecto en el cual se experimenta el poder embria- i mlmo: P.or eSQ ~o~ la lllJagen del bebedor suelen estar asociadas ca-
gador del alcohol es su. capacidad de aflojar las defensas del indivi. j ractensÍlcas posltlvas como sinceridad, franqu.. eza y sociabilidad, en
duo,' aerevelar a éste en toda su autenticidad, de sacar a la luz lo .¡ tanto que el abstemio puede suscftar. cierta desconfianza. El abste-
que el contr()lconsciente mantiene normalmente escondido.15 ¡ mio ~s la persona qu~. teme abandonarsea' sus impulsos, que se
Eq relación con estos efectos de las bebidas alcohólicas observa r m~tlene a la defenslva, que se control~ constantemente y que
M0ntaigtle: "Y también se dice que, así como el mosto al fermen- ¡ qUlere controlar a los d e m á s . . .
tar y rebullir en una cuba lleva hacia arriba todo lo que está en el t . E~ este contexto resalta claramente la:propiedad "socializante"
fondo, flsí el vino hace salir afuera los secretos más íntimos de .- \ relaclOnada constantemente con todas las bebidas alcohólicas. No
aquel10s que han bebido desmesurádamente" Copo cit., pág. 438). r se trat~ tan sólo de participar juntos en una: experiencia oral (como
y un dicho chistoso que gira alrededor de ciertas hipótesis psi- 1 comer ]unt.os o fumar j~ntos) que siempre es un medio dé unir a las
~oan~ítiyas es el de que ::El supery6es ~quell~ p~rte 5ie la p.ersona~ j personas, smo '!.u,e aqul ~e trata ~de.más d~ l~ invit~ción precisa de
hda~ soluble en alcohol . Esta afirmaclOn slglllfica precisamente ~ estar en companlaen forma. autentlCa y smcera ffilentras se elimi-
que lá ingestión de .be~i~a~ alco~ólicas atenúa la rigidez de las de- t nan las barreras y las defensas.
rensas del yo y las mhlblclOnes lffipuestas por una instancia.excesi- 1
'Vamente rígida e inflexible; . ... ;

E$tg ru~ demº~tnHlo t¡nnl:>j~n exp~r!m~ntªlm~nte pOr Tnmtini J' { Tercucnúcleo de significados: los componelltés
sus -colaboradores (3D} en una indagación en la cual se exploraron, depresivos y destructores
mediante i las aplicaCiones de algunos reactivos, las modificaciones }
r Por fin, en el deseo que lleva a beber aÍcohol pueden discernirse
de la personalidad producida por la ingestión de pequeñas dosis de l muchos cqrripúnentes de tipo más o meoosJuertemente regresivo:
alcohoL
ILos efectos observados son particularmente dos. Uno es el redi-
. raensionamiento ~el superyó: ~~Normalmente: esta:instancia se p~r- r-
.
cierta tendencia masoquista a la autodestrucción,
.. el repliegue sobre •
uno mismo, el aislamiento narcisista, la huida a la pasividad y a la

---
de la vid; at comer el pan y beber el vino el fielconsumeel v~rdadero cuerpo
y la v.~rdadera sangre de S).l dios. Por lo tanto, beber vinoeillos· ritos de una
l

. dependencia:, etc. . .. .... .
Mucnos ·qe los significados relacionadoslcon·la ingestión de qebi-
das alcohólicas y examinados m·ás arriba son daramente. análogos a
los que pued~n .distinguirse en la base de~ varias toxicomanías. En
',.
diviniqad (le la vid, como Dioniso. no es una juerga; sino que se trata de un.
.solemrte sátrame·nto" (J.G. Frazcr, 11ramoc!'oro,Boringhieri, Turín, 1950, I realidad, como 10 ha demostrado elpsicoánálisis, lo que determina
el paso de la normalidad:: a: la patología no es un salto de calidad
, \/St lI;P~iF'1-S8).·. '., .,.:." ' .,,:~,..
1,·1, '
"
...... '
t sino un salto de éánt"idad;;
.Estb4\leda;e~eJid6 e~ f(jnTI~ :~~6lica potelcomp~!tamiento atribuido
1.
$ ¡
1\ Noé después de haber descubierto éste las propiedades del vino; Noé se em- f~
bi-iag6yse desnud6:·ETi esteai::to de desnudarse puede estar simbolizada la
c~ídi más completadelas-~efensas del yo, el hecho de presentarse sin ningu-
na máscara, de mostrar :aldesnudo la personalidad. 1>
90
I
91
¡
¡
-----...,.----_._..........- .... .
~_ ... ..\
It
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necesidades fundamentales: la necesidad del adorno la necesi'dad


f del pudor y la necesidad del abrigo. Utilizaremos este ~.odelo inter-
. . * , " , ' • . . .¡ . pretativo de Flügel y lo completaremos .coÍ'l obsérvaciones persona-
"<b...""",I,:;1_r"""""",'¡""~~"'''>'l",;""""""",""",:"•..c.;:.\"",,,,,,:¿~~~,,,,.s:;.......J;.:{..;t,,,,,,,,,,,,,~:<:'>)i,,,,<~'...""'."_.."......"".;•.,=.",. . . ."'_""""""'.,.'''~''''''':'._'',..".'". .'''l~~. x..S9!tgM2~"?.RQf.19-.4Q~.P.ºJ"p.tr.Qs.,,inv..e&tigaQm.e,s-,;. ·.;:".M"'.."'~,~,.."".,,.,.'."""r:'."\·'''''.'".'''''''::.'":,·.',·''''
r '. .
El motivo di! adorno .
J~
~
I
'111 Sobre la base de la consideración de qúe entre los primitivos
,j' existen poblaciones que no se visten, pero no hay pueblos que no
~ se adornen el cuerpo, muchos antropólogos tienden a sostener que
.~
~ : Los. confines exteriores e la decoración del cuerpo es la funcion primaria de lá vestimenta.
El vestido y el énfasis que se pone en la,·p~opia imagen corporal
deryo mediante la ropa puede estar al servicio de una gran variedad de
metas.
:~~","

a. El tema del reclamo sexual


:(
'1
J }, Basta con mencionar ciertos escotes del;: vestimenta femenina
o bien las llamadas "bolsas genitales" que estuvieron de moda en al-
~
~ i
Psicología de la vestimenta ·l
.[
gunos períodos históricos o bien símbolos fálicos más enmascara-
f dos, como por ejemplo, la corbata para porier de manifiesto que
" Y'delamoda r
f gran parte de la vestimenta responde a la función de aumentar 'el
atractivo se~ual de quien la lleva y de atraer la atención sobre su
¡~ cuerpo.
las funciones primarias de la vestimenta
L Se ha observado que en muchos pueblos primitivos el vestldo o
Ya en una primera reflexión es evidente que la vestime'nta supo-
ne I.1ha: multiplicidad de exigencias a menudo contradictorias entre
t, el adórno parten de las zonas sexuales y que a menudo tienen una
'. i. referencia específica a ocasiones sexuales (la pubertad, el matrimo-
sí: el vestido puede tener la función de ocultar, pero al mismo f nio). .,
tiempo de revelar; puede estar al servicio de la modestia o bien del l' StoetzeJ (19) encuentra una confinnaciórí experim;: . .1 de 1::: ..;

exhibicionismo; puede 'ser instrumento de adaptación y cbnformis- ~. hipótesis del valor erótico de los vestidos al examinar el numeró y .1
. IDO soCiales' (j, poroir6Tado;' de originalidad y diferenciación; etc. \.
el tipo . de prendas de vestir de una muestra de mujeres. Sflas ropas
¿Es posible identificar las funciones pr~minen:tes. de la indurni:mta- r·
poseen una valencia exhibicionista es lógico que ese aspecto alcan-
da yi aquellas capaces de explicarnos mejor !su natUraleza y su evo-
t
l ce su punto culminante en las mujér~sjóvenesyque luego decrez-ca
luCión?'· . .' . .' :, t para hacer lugar al motivo de la protección contra. las inclemencias .
~
';..
i' . Efprobl~mafuean:ipªamente debatido por psicólogos, sociólo- .. dél tiempo o algún otro motivo. ........ .. .' .
gOs,llfltropÓlogos yft1ósofos,'pero,como bien puede comprender- Y, en efecto, es eso 10 que' se comprueba si" seexlUnina elnúme- .
'se¡ distaínú.bho cie liah6r halIado una solución satisfactorfa.Esos
d

f
.' ro promedio'de prendas de vestire.stlvalesposeídas por dicha mues- .
t
análisis'tienen sin-embargo el mérito de atraer la atención' hacia al- ;
tra. Lós datos suministrados por S~getzel sonOlos s~guientes:
gunasconstantes que' cáracterizan de manera unívoca la'. vivencia_ t
sóHe'tNa que se
refiere a: los vestidos. Según la sistematiúciónrea.- ; 18 - 34 años 3,1
li~adaporflügel (10), un psicoanalista inglés que aplicó el método '.
I
35 - 49 años 3,0
arilllitico a :~sta temátid, l~vestimenta procura satisfacción a tres
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50 _64 años 2;8;: co pintoresco y adornado, deriva más de la vestirnentacivilque del


más de 64 años 2,4i antiguo unifolme milit~. La uniformidad del trajecivil,que ya en
. . . . . .. . . . ..' ~.. . .7.í m~srl1oes un "unifpI:n~e" ,pref!g~ra.la u~i~ormidad ,?:el uniforme , , ' " , ,1,
Estcis datos objetivos encuentrap también una correspondencIa en t Impuesto a los soldados y ~:~os. ?~l~Iales .d~!.~I~lo_ ?5)(:.......... '.. ....... ,_.~m."""'.'.,··,,:
er:fihrljl"t!e·t'Jlts"a\etitude.s';'·etlJmd·{Ys'e"pre·guntó-~'"'JaS'~müj~reflÍ'~tefl\í-afl"··"«""'""'"'··:""'!"""""""-"'~-"·""'''''''''t'o~':''fesióUQsdtraailligüa1Uñ~cióñ:ñágic'ry~a;~ si;~dé~';'~i;;¿;,~"";"",,,;,·ri .•. ..·~.~.1i
en mayor eStima' el guardarropa estival o el guardarropa invernal, L ornamentos se pueden distinguir más bien en 'otrGlS asp~ct9s:de lá: .,' . ,
alrededol del 50 por ciento de las entrevistadas respondió H en igual :: Indumentaria moderna y especialmente en ciertasprendas y acceso-
medida;;; sin embargo entre las restantes se· notó que las jóvenes ; rios de cuero o de metal,' como por ejemplo, ciertos tipos dé b'orce- .
consideraban más importan te su guardarropa de verano y ~as má~ ~ ¡W Íes v totas, ciertos chaque tones, ciertas' hebillas y distintivos,'
ancianas el de invierno. Véase sobre esto la siguiente tabla: ;: l!tcéLera.
. ' !: .\l01f1S (l( pág. 135) nos hace notar que la hostilidad entre va,- ' " .,
J, ríos grupos o cJa~es Va típicamente acompañada par una divers~fica~ I ,1,' , . ,..,'
:>referencias por el guar4arropa estival o bien invernal según la edad : ción en los modos deyestir. La vestimenta se hac€finásristo~a y ~a,;
Igualmente Mas importante Mas importante
J racterísticámente agresiva. En caso de verdadera guerra civil, los,
importante el estival el invernal J. ' trajes se transforman decididamente en uniformes, pero aun en si~.
r tuaciones. menos. graves es típica la aparición de elementos seudo-
16% .~I militares como brazales. distintivos; penachos y .emblemas varios.,
18- 34 años 50% 33% , ,
18% ~ .'. Una clára ejemplificación de esto se pudo observar durante el r i
35 - 49 años 55 % 26%
50 - 64 años 56% 19% 25% - período de la protesta juvenil, cuando se afirmó el uSQ dé.chaque->
\
52% 12% 35 % tasmilitares, monos miméticos, zurrOnes y mochilas, etc.
más de 64 años
r·:
-(.,,'

b. El tema de la agresividad
c. El tema del prestigio social y del poder
El ªQQmQ g~l gy~rpQ obt~p¡dº m!:d.iant!t lº~ YI;&ti¡;tQS p\).~d~ l<~­ ¡.!
tar también al serviCio de otras exigencias que no son las del atracti- ~(: . Ya a comienzos de este siglo, Simmel (18) elaboraba una teoría
i
vo sexual. Muchos tipos de trajes tienen relación, por ejemplo, con de la moda en general y de la vestimenta en particular basada en el
la pulSión agresiva o defensiva, con las necesidades de estar listos tema d~ la clase social, del prestigio, del poder.
para defendernos o atacar. Una ye.z más esto resulta particularmen- El traje es ante todo el s'ímbolo de pertenecer a un cierto linaje"'. l.
tti
te evidente en la vestimenta de los pueblos primitivos. Muchos de Y el símbolo de 9.iferenciación respecto de los demás; la evolución, .":"" ~ . t,
... ¡:
los. adornos que seobs.ervan. (Qx:narnentos' rituales, ináscarasgrc>;tes. de ¡¡¡'¡noda secoiisidera . estrechamente .ligada a la: tenqenci'a; pó{" ,., .,. I r
cas, etc.) tienen la función de inspirar terror a los enemigos o a las parte de la clase dominante, a eontran:estar loS· 3:saltosde las' Qtras " I
l:
personas a quie~es se pretende' infundir miedo someter. AL mismo o clases; aquella elabora siempre l1,ueyas formas de difeJenc;ia~'i~n.~~;.<;:;;f.'·
tiempo esas vestimentas'apuntan a ttanquilizary asegurar al pr6pío "Apenas las clases inferiores -obserVa Simmel- comienÚna.iJriíta[':.::'·;
sujeto so~re su fuerza y-carácterínve'ncible. . ...... ' '. el estilo de' las 'superiores y a superar así la línea de demarC;lci6ri:" .....
El campopriI).cipal de este tipo de función decorativa <lelos tra- . que aquellas trazaron,. con lo que qüe~a d~str~id¡r)~ "4ri~t91i'.rntd(,l.~:',·":;>.:i:,., :"

:i~:i.n;;:;f::~!t~~:fi~1I!;~~~~~~~;irf:.'~I!ttf(f~~~~~~':¡;;,"
jesfueciertaIl)eÍlt~.dl,lrantem\lchó tiewpo~l ~ampodelos llI}ifór: .
meS"milÜares.HoY la.:s#\l;td9n:párécé '(Hf~rePte y ÁlbúonV\e'x pú- ... ,
sO,la ip teresan te hipó te~i~}t? 'qú~:~L~~jllalu1iifafIlie: milita~, '. taÍ1:po~. .
..: ~'~ " .: .' . . :.' " ,-,,' '. ',' . ¿'. '.' '. ., . : , : , . , _ . '. " o" e ~ " ..
Esto explica que la evOluCióll"de·'Iárnodatenga·'eá.:gerierií:E·dn":"·;/"';:'·.'.:;
En -AA.VV, Psicología d?ly~sti¿~e,.BQmPiai1Í, Milán 1972, fuerte impulso en las sociedades enq(ie:-e'Jdste una:¡:leta'estriti.fica.~:;~':.;¡j:i, :;, I,¡i
.
pág. 76 ..'. • '. " . • ,'. .' . , ,.' ,¡ ~ • ~ . "

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97
96 '''"fI'''

7
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ción social; mientras casi no se registra evolución en las culturas en . .
las cuales no existe esa estratificación.2. . ~en ~ronto a no caputurar a CIertos msectos venenosos a los cuales
'. A veces la torpe elaboración de una moda de vestir puede perse- ldentl.fican por alg~nos caracteres percep~ivo~ que saltan a la vista.
gúirse conscientemente con el fíñ de evitar una difetenciación de ~ . ~or ejemplo, la aVIsp.a lleva ~n el cu;erpo un dibujo ·bien visible' de
'~=:'~::-~:'."'~¡lr.!l~'~~~:l~t"qt'1'e'1tM'~e-'tibtltñf¡'hó)t"~~ñV€hID1t'Y'<l'O;"qtH~~,,,;"""i~=:;.:,:-:.,,•. ~_..,,,_.~.~:,,.,,w.,~,,!~X,~,,tJ?!~Hlp=x. .~,m~,~l'ªl,tlill,
. ..~~ª~.teJisJ;!G.,9.cq1J.~Y.l;h'ª'º_~"f!!P~~. .~o"',..,,,.,\"'~,.:..,
por-razones completamente difúentes; ocúi¡:ía ei:í'ia república ve-' " , ' ". p~ede .recorda~lo·facilme~te. Después de al~unas experiencias des- ;
neciana. Sobre' este p'~rticulaJ: Simmel recuerda que los nobles vene- ~. dlChadas, el a~m:al de rapiña aprend.e a e~i~ar a los insectos adorna-
cian?s n? ~abía:n ell1?orado una moda propia puesto que por ley dos con ese dIbuJo. ~ero lo que ~e~e~te m;;res~ en es~e contexto
deblan vestlrse de negro a fin de no llamar la atención de las clases es el hecho de. que CIertas espeCIes mocuas de msectos han apro-
inferi<?res sobre su 'exiguo número. vechado este slstema'y ostentan colores parecidos a los. de los insec-
Todas, estas consideraciones ponen de relieve el hecho de que i tos venenosos. Por eJ.emp10, alguna~ moscas presentan en el ~uerpo
una función ulterior del adorno en el vestido consiste en definir el . rayas blancas y ~anllas como las de las aVIspas. Al convertlrse de
status de la persona. esta manera en miembros falsos de la clase de los insectos veneno-
.~.. , También Veblen (21) sostiene que buena parte de los gastos des~ sos, esas moscas gozan de ven-:ajas: las ave~ de rapiña no se atreven
tinados a la vestimenta tienen la finalidad de presentar a los demás II tocarlas aunque de hecho sen~n una comIda suculenta.
una determinada imagen de la persona antes que el objetivo prácti- L~ a?~logía ,~on l? que ~;urre en el nivel humano es evidente.
coy funcional de cubrir y proteger el cuerpo. . Los mdlVlduos dommantes elaboraron ~na gran cantidad de sím-
Estafurición puede cumplirse en la forma de la adecuación del ¡ bolos de su posiCión social, entre los cuales ocupa un puesto impor-
traje al efectivo status socioeconómico y cultural de quien lo lleva ! tante el modo de vestirse; ~os subordinados pueden empero aspirar
y también, y más a menudo, en la forma de una tendencia a alean- 1 a que se los perciba como miembros dóminantes al exhibir los mis-
zar mayor prestigio social o progreso en la posición social. La per- f mos símbolos.
sona impulsada por tales motivos siente agudamente la necesidad r En las sociedades del pasado, en las cuales las estructuras de cIa-
de adecuarse a las exigencias del estrato -social superior (experimen- 1 se eran mucho más rígidas, los individuos dominantes defendían
tada corno un valor) y la necesidad de hacer suyos todos aquellos enér!?camepte su condición impidiendo que los demás adquirieran
esquemas que sOn considerados "prestigiososll. El probiema de esa sus lHmbolo,§¡ ,
persona consiste en asegurarse, para ostentarlo, algún símbolo de Esto estayerfectame.nte testimoniado por las varias leyes dicta-
mayor prestigio social. r das sobre la mdumentana. .
Algunas observaciones de los etólogos podrían llevarnos a pen- 1 El mism? Morris refiere que en Inglaterra una ley del año 1363
sar que este comportamiento humano tiene sus raíces en un meca- se ocupaba sobre todo, tan importante era la cuestión, de -regular la
nismo de n,ilturaleza ancestral; ciertamente es posible distinguir algo manera de ves?rse n:- h.s diversas clases sociales. En la Inília, reglas
'muy 'parecido eri lá' con~iictade los animales vinculada con las ne- severísimas d'eterr:': . ..:ri la manera 'en que el niiembro de una par-
cesi~ad~s ?e la supervivencia y de 1;1 selección. 1 ticular casta debÚl. ~¡¡r'()llarsu turbante. En 1<i. Inglaterra de Enrique
Morr~~:(l4:~~pá.g. 6~ ':1 siguientes) obs~rva que'1os animales apren- . } VIII, un~.mujer cuyo~.arido.no podía permitirse el mantenimiento
.' . ". '.' .' '.' ". .' . I de un caballo al servlCIO del rey, no éstaba autorizada para llevar
2 Lajn.6da ,puedediferenciaÍn?sólo. a las c1áses sociale~ sino tambié~ a las ¡ gorros de terciopelo o 'cadenas d~ oro. Y aquí la lista de ejemplos 1

:g~?era,c:1?ne,s~ El,~?~e~!o.~e,~stanc~a entreilasgeneraclO~esse manifiesta - l podría ser interminable: . .... . .• .


tambienporuna mayor.distartclaelltre las maneras de vestrr.G. DorfIes o b - : . . . . " .' ' . ' .' . ' ' . . , ." i ,

sbrVá::<'h()ysedauna:cliStiridón múchomás claia>que hace un tiempo entre . Hoy, con el desmbtdii.amientodelas~dgidas estru~turasde clase.,
. . ;' Ia~diye~sas.vestimeiltas:del~s.,·genera,cio.nes. ¿Cuál es el joven que h~Y .1lev~ el individuodominan~e.· estábastanternénos pto.tegidocontra'eJ
' .. la .ropa,-desechadil (aunq\le sea deoptima hechura) por .10s padres. ¡.Que "cazador de status" Sm embargó ha'elbodu· .(j . . . • t
joven lleva chaqueta y corbata?" (Anche vestirsi e un rito magico, Il Corrie- . .', ~ •... ~ . .la O n mgem so s~s e-
.redeÜaSera 23.6.1975). ma de defen.sa. lanzo al mercado lffiitaclOnes baratas y producldas
'. .. ' .. . .' . en serie de los bienes del status suptiioi:"- .
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99

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. d.. El ten;a de la riqueza ..
'
chimpa:~cé p~eda forjarse una representación óptica del as?e~t~. ' . i., 1
. que asume a causa de la vestimenta; ... es muy posible que este mó-' . 1.
. Además. d.e .:simbolizar ·la clase,' el rango, la ocupación,· etc, los' . -'- . do primitivo de adornarse no eSté fundado en 'un deseo del animal . : .' J
aspectos decorativos de la vestimenta ¡:>uedeh tender a rev.elar el es-... . L. ..... ' ..... ..4e prgcfffcir HnÚ~!.,q.RE.li~º~~iak.no...atti.bu:"YQ,.Ilada:P-are'Cid'oM;,d~.~:"<.","."",_.,,...~
"'''''titdO~Q(tñqu\e'z'a'y:"ae'o'püleñcia''''de-;'lapersóña:'''''''''''':'~-'"~,,",,~~",.",~,,,,,,~('.~.,,,,,,,",,,~~,.',:,,:'~,~,~:,'~,,=,,o~r>c@mp~~é::· sino" que ~sté ept'eramente' bas:ri'do' 'en' esa rióia'ble : .... , .' . ... ...,. . ';1
Los individuos más ricos p\leden desear vesti,rse· de manera más 1 exaltaci¿n de( sentido del propio cuerpo,o,en J.lpairp.Inesión de ím~ 'j' !
elaborada y con materiales rriás costosos. Las diferencia.s de vestido : portancla, en esa conciencia de sí mismO, que encuentra enel'" se
que resultan 'de este deseo' son empero menos estables que las deri- J hombre cuando también, por ejemplo, se cubte con una banda o.
vadas de los factores arriba mencionados. Esto se debe probable- . lleva un largo sable que le golpea la pierna. .,., : i ,

mente al hecho de que la adquisición de riqllezas es en cierto senti- S~ntimos que nuestra vanidad se exalta cuando estamos fl-ente al .
do. más fácil que la adquisición de rango, de poder, de estado social, espeJ?; pero para gozar de nuestra importancia no es real.mente n~-.'
y al hecho de que las distinciones entre los diversos grados de rique- cesano e1espejo;no es necesaria la representación visual de nuestro
za son menos fijas que las relativas al rango. La señal de' la riqueza aspecto o de algún otro control óptico más exacto; c~andoalguna.
se muestra más típicamente por aspectos accesorios, como joyas, cosa se mueve junto con nuestro cuerpo expen~mentamoseste útli-'
piedras preciosas, etc. mocomo algo más rico y más importante't(pág. 87). . ! I
I?e manera que la exaltación del yo corporal promovida por la I ,
, v.estilTIent~ ,se refiere no sólo a la amplificación óptica de la figura, 'f '.
, e. La extensión del yo corporal SInO tambren a una particular elaboración psíquica dejas impresio-
nes táctiles y cinestésicas que aquélla procura., '. ,
Los vestidos aumentan las dimensiones aparentes del cuerpo y De ahí la impresión de bienestar, de seguridad y de fuerza que"
así confieren' un mayor sentido de potencia, de expansión del yo produce llevar .un.a prenda de vestir que "cae bien", que subraya y I
la
corporal. La vestimenta. de persona "importante" invade por así exa,1ta los mOVilTIlentos ~el cuerpo. Y, al c.ontrario, la impresión ne- i
decirlo el espacio y de esta manera hace claramente perceptible el g~tIva de . embarazo, caSI de cuerpo extrañQ que produce, en cam- I l·

ª
concepto de dominio. Si se da. Al.fiQ~ la. tarea d~ dibujar l,ma PN- ª ºW~ @l traje que no nag queda bien. ' I
'1
sona "importante", o "de autoridad", se comprueba fácilmente que i f
l,.
la representación de ese concepto se expresa no sólo por una mayor El motivo del pudor I
estatura física sino también por trajes o accesorios que hacen más !,.
imponente la figura (capa, sombrero, etc.).
Esta amplificación del yo corporal por obr:a del vestido puede
Otro componente psicológico fundamental de la vestimenta es el . r ! f:

sentido del pudor que obra como una inhibición contra la tend~n- \. f
observarse ya en los animales'. Koehler 3 . observó ·qu.e. también al
chimpancé le gusta ponerse objetos o pedazos de trapo en eicuerpo
"

1
cía aexhibir.eLcuerpo o aexlúbirtrajes elegantes Y vistosos se- o ¡ '1:

) . xualmente a¡usivos.. . . I ti
"

con fines ornamentales, y el autor interpreta así esta conducta: ·t


Según Flügel.(op.· cit.); se'registró un gran aumentodemodéstia , ¡:
"En la mayor pa~te de los· casos es ciertó-"y el espectador no pue- j en la cultura occidental a fines de la civilización grecorromana. El ..._ ¡ t,
de substraerse en modo alguno a esta im,pre&ión"':' que los objetos 1.' I ")

cristianismo mantuvo una rigurosa oposición entre cu~rpoy ahna, ' . . . t


pegados al cu:erpo tienen una función ornamen~al en else.ntidomás .
oposición que se. :nanife.staba a] juz~~r~~eg;~tlva·p.~~)~s.:~Jy;a9.~8!l9~~':':!::::::·;i'»;'/)Ij ••..,.;,',,:~L:~
¡
amplio . de) . término ... ~osanimales.as{adorfladós.no. s.óló.·I1}ues,tran . r.
'. alm.a, toda ~tenclO.n dedi~adaa.l cuer.v. o.lJno. 9.e.lol~:m.,.. Od... 9s:. m
~

un' 'aspectoal~gfe sirio. que expresal'le'n:fQrma::.prop-iá::tÚiacierta.: . a.s•.fa....c. • t.,i. . .•':.'.':. .':. . i.c,.:•.... :.,. f. •. '. }t;::.(;.:. ¡.,
les dedeSVlar el pensamIento del cuerpo fue pue.~ el'd~ocl,lhar1.9::"'::>:;'i:'{t:. •. :.;
complacencia en sí mismos. Porcieno,rI;ó-ha suponerse que:él" de . . . . . , : ..•. /:,.:.':{'.. !:,
3 W. , Koehler, L 'jnte/ligenza nella scimmie a'; tropoidi, Ed. Un~Yersitaria,
a. El vestido como !01mación de compromiso . . . J ¡: .;"
Florencia, 1960. , .¡! .
No obstante, es indudable que en e) hombre y en la mujer exis-
100 ,~."

101
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.. ~;-,:~ ",;:' - -";;.T . ;-0~ ~-~ "r;:-- ~-- - ._- "~~~~~:~',:~ ,. 'í· :-;-;:71;.~.';'.~0'---
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.. ~·.;3 .~~ ~;
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L'
ten . ' . .
ruertes . , .
Impulsos reactIvoS contra esta funclOn ' '
del vestldo p e r . : vaciones diferentes' de las
. tendencias exhibl'c'''on'st
I l. as, Los ves t'd lOS,
en efecto poseen por otro lado un aspecto coerc't'vo 1 d'd

I
\ clblda; como coercItxva, y com.o represora de las tendencias eXhlb¡· , .; e.' , .,..., 1 1 en a me ,1 a
>~ , ólonistas. Esos irripülsos se, manifiestan constantemente d'e múlti. ~., . n ~ue. as~mIero~.l,~ funclOn, como ya d~Jlmos~ d~'~achada ex tenor, '.
; :., . " .".... . ....." ,';. . , "". .. . de masc ..ra socIal que connota y define al mdlVIduo frente a los
1'.:~~~.~~.l:,.ples.~ne~~~~.~t}¡l~~.~~~e:'ex1lilHe.l.OnlSm{).sexual.¡.Ja,.adQ;P.~Q.l1,~~...'<' ' ' "'.,.>.>;'",{....''"''''."'¡",,.>,.*~'.-ideftftS':''~Percr'''!t'''t~'felli.'f4tíi':fi~m1tlatl~~ltf·b1~..~'f..""'''w'"$•. ~.;.'''.;¡:·'.....''''''~~_..;.,;.,~.." •.
.:". de r0pas que revelan y valorIZan sensIblemente las caracteflstlcas ...~. d d" . . . ... . ... ' . '. 1 -, ocuuanuna .1aentk. . ..... .'
kexuales del cuerpo, l,a difusión de movimientos como el nudismC),' a mtenor ~ue es la verdadera esencia ~e la persona.
fj' etcptera. Quizá de esta circunstancia adquh:ra su vigencia la metáfora que
'j
11 ,Los típicos sueños, en los que nos vemos sin ropa y en los'que define la verdad como "desnuda", De ahí tambié.nla sensación ge-
,,"!i' "
'.
experimentamos intensas sensaciones de desagrado o angustia, re· ,neral de "pesadez" con que se expe·rimentan los: variós tipos ~de
presentan una fonna de satisfacción ilusoria de las tendencias exhi· "uniformes" que el hombre, obligado a llevarlós 'en su vida "'un-
~ bicionlstasreprimidas. .: ~ial'", está ansio~o de quitarse para volver a adqvirir su verdadera
"" .,
ldentIdad.5 Lo CIerto es que cualquier traje, en mayor o menor me-
~
li, . y éstas se manifiestan de manera directa en la perversión conocj·
~\ da como· exhibicionismo. Esta perversión es típica casi exclusiva- did,a, es l.n~niforme que condiciona a quien lo lleva. Estas conside.
, mente delsexo masculino en su fonna directamente sexual míen- raCIOnes tstan en la base de la ideología de los movimientos natu-
.,J
j tras en el sexo femenino s~ verifica en v.irtud del traslado al v~stido, ; ristas y de su repudio de los vestidos. .
~ Fenichel expHca~sta diferencia atribuyéndola a las diversas vj·
4 ) . Allport hace notar que los niños pequeños, como observaron al-
J qisitudes del desar'rói1o 'psicosexual en el hombre y en la mujer la • a ~nos psicólogos de la infancia, hablan con may.orlibertad y más
luz de la teoría psicoanalítica. Mientras el hombre, a impulsos del Ír~queza cuando están desnudos: "es como si la conciencia de sí
1
complejo de castración, exhibe el órgano sexual como una manera rms~os fuese una indumentaria que pueden dejar caer con tanta
¡ de tranquilizarse, la mujer trata de disimular la falta de pene acen· . rapIdez como una camisa",6 .
I
I tuandosus poderes de atracción generales, De manera que en las "Presa de improviso rapto, se desnuda en medio de la calle'"
: mujer.es el exhibicionismo se traslada de la zona genital a todo el esta actitud, que es frecuente en los alienados expresa en la fo .-
l' d' l' 1
cue~po:. 1as lonnas ,e vestunenta ~ue,va orIZan e p,r,opIO c,
'h
a.n:z e
f . d
mas ra ieaLy:~como en un paroxismo el empeño de colocarse fue-
,rma
s~ conVierten en elmstrumentó pnncipal de la pUlS10ti exlublélÚ' - ; r~ del mundo social a través del simbolismo del re.pudio de los ves.
nIsta. t tIdos (por supuesto, con implicaciones muy diferentes de las de los
Según Flügel, la vestimenta tiene la índole de un compromiso: r n~ldistas),
sirve 'para c~brir el cuerpo y así gratif~ca.el impulso d:~ pud?r,y.ero f
al mlsmo tIempo (y probablemente esta sea su funclOn pnmItlva) r
hace resaltar la belleza del cuerpo. De manera que, puesto que la 1
. tendencia exhibiciorlÍsta a mostrarse se deSpbza del cuerpo ·desnu· 'c.La vestirnenta sa.domasoquista· . ~.

do al cuerpo vestido, esa tendencia puede verse gratificada al en·


contrar 'por parte, de las instanCias de inhibición relacionadas con el El nivel .máximo de afirmación del pudor en. la vestimenta pa.
,pudo! una oposicibn rrienof'c¡ue la qtieencontrár'ía si se refiriese al rece alcanzarse en aquellos vestidos que cu brenCbn exceso ~1 cuer-
cuerpo mismo. poy que lo mortifican 'con' sus medidas sumamente ajustadas, con

·.b.L~·vetdad'és~d de~l1udd, .. 5 Es una conducta bastante típiCa del hómbre: cuando regresa a su ca~.del
, -... . trabajo' se desanuda la corbata o se afloja el cinturón o se quita los zapatos
.,!
Laté'héÍi6irlnconscienfe contra los'vestidos, expresada enlosO } O algo por el estilo, '.'
sueñosdedesnúdez,p~ede estar sin embargo movilizada por moti·
Pas-B~rlang, Zurich 1969. pá~
• : . ,o •. ,.- ..•• ' , •
6 G.W. Allport, Psic%gia della persona/ita.
, gina 101.
4 O. Fenichel, La ihé~;'¡~'psy'~hanalYÚque des' névroses, Puf. París, 195:l r
¡ 103
102 ,
¡
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.. ~,d\¡¡~:;.. >..
~,t~¡, IK",;,("!:j ~~ ~ ~. ~i1i§ ~¡¡ lHii
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I
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'su rigidez general y con su absoluta falta de comodidad. '. prendas de vestir "protectoras" (bufandas de lana, medías de lanil). I
Ello no obstante y si nos atenemos al análisis realizado por Ru· Véase sobre este punto la siguiente tabla: .
dosfki (16), aun en este tipo de vestimenta, que .puede definirse,
'·';"·;·"·:"~o·~~s~i~~,~~;~~5~,~!~:~:L,,~!.-E,;:;!~,,~~~.~,~!,~,~>~~~~~~~.~~~~~~~~~~.r,:;~~"",~"::~,,,~.¡,.,"~.~,,.-.:.~,.,
. n. "'l.Ii:IJ<... ,. .. , , " ....".," .. '_ .• "
.>1 ..... ' ',. ,.... .." ,' .... ' ' I ...
. ;." ..._,.",;,.~';:!''''l>",~o''"'''':'~··!q·"·r/éF;¡/!ÁW!.;¡/t}t/!f1~~",,~---·"
. . . . • . evan
..fq;,"~~q,!~Lq¡,l'n~i~m·1J"O·9...lnltLQ~-'''''~''~>$~~'''''-~''''¡'::
,. f
El autor afirma, en realidad siguiendo a Havelock EIlis, que las I una bufanda de lana . medias de lana, ' ;
, sensaciones táctiles y cinestésicas producidas por f~jas, corsés, gor· : .
'gueras, cinturones y gorros muy ajustados, su manef~ de comprimir de 20 a 34 años 36 36"
y obstaculizar la respiración, de impedir los movimientos corpora· d~ 35 a 49 años 43 42
les tienen cierta afinidad con las sepsaciones de tipo sexual de las de 50 a 64 años 47 51
que serían transformaciones enmascaradas. más de 64 años 64 . 52
Por otro lado, y siempre según Rudosfki, algunos expedientes Las vestimentas p~eden también proteger contra losenemigos
adoptados por la moda femenina que ,como las vendas que defor· . (piénsese en esa forma especia:! de vestimenta que esla annadura).
maban los pies de las chinas oel quimono original de las japonesas ¡ Otros vestidos especiales sirven para defendemos contra accidentes "
puede alcanzar el nivel de verdaderos instrument.os' de tortura, ha- . ! de trabajo o de deporte~ peligrosos. Hay quienes piensanaderilás
brian sido impuestos a la mujer por el hombre con el fin de hacer ) que e~ el desarrollo de la vestimenta tuvo una parte, importante la
resaltar el papel de criatura sometida, frágil y esclavizada. necesldad de. defenderse contra los animales, especialmente de 16's'
En ciertas épocas, el vestido femenino era descolorido y humi· insectos. , .
llante, como si el hombre tratara por todos los medios de ocultar a Pero los vestidos cumplen también la función de prestar seguri-
los demás el encanto de la mujer. Verdad es que el ingenio feme· dad contra muchos peligros reales o imaginarios, de naturaleza pu.
nino logró superar también semejante prueba. , ramente psicológica. . . .
Por ejemplo, el antiguo vestido de' la mujer judía es una de las La m~s importan te de esta segunda clase de funciones protecto'
vestimentas más tristes de todos los tiempos. Fuera de su casa una ras estana en la defensa contra los influjos maléficos de la 'magia~
mujer honesta parecía sólo 1.ln informe paquete, Sin embargo un Muchos tipos de indumentaria de los pueblos primitivo& nacieron
hombre que la encontrara por la caile podía sentirse extremada- precisamente con esa finalidad, y las funciones mágicas nunca desa.
mente turbado por la presencia de la mujer.,. y hasta un ciego. En p~.reciero~ d,el todo, pues aún hoy llevamos objetos que la supersti.
realidad, la fascinación se debía al sonido de unas diminutas campa- ClOn pos mdlca que pueden ser propicios a la felicidad. .,
nillas que la mujer llevaba debajo de las faldas. . Análoga es la función de los vestidos como medios de protec~
[ ción de peligros morales. El hábito protege al mOnje contra las ten.
r t~c~ones de este mundo, y en generalmuchaspérsonas.pueQ.en p~r~. ' .: ,1 "
. 'El motivo deláprotección r clbIr su modo de vestirse como un medio simbólico que las ayuda' ,
1 a evitar las influencias capaces de alejarlas de larectavíade lavir.'
La tercera const~ri.te qu,e encontramos en la base del nacinüento .,
r tud. ~~ra servir a ese, fin,"el'vestido ~ebe ser amp!io,.peSá.49;·c eira.
y de la evolución'de l(indumentaria es hi"protección". ! do, ng:¡do, de colores no llamativos, etc. . 'e';::' .• .
La forma:. más cla~adep'rotección: es la pl'otección contra el frío De esta manera, algunas ropas pueden c6nvei"tÚ.-s~el1 sffub()Ú/de . ,',
yotr~s condiciones,())\te,ri.~r,es:mQlel)ta:~,,>y... '. . , ' ." , inflexibi1i~ad de carácter, de rigorrnor(ll y de pti.reza;"cl~,;rñiraséti~·,":.;.,:; .
. 'Es '··ey.identequeestá~flinCión.deIy~'stid(Festá niás difundida en·· caso Otros tienen.e.ncambio un simb61i,~mo ,de tip6cÓ{ltr;?i~~~ij;iyCY\'::':¡::
los sectores de lapotrlac.iqn·'más' éi~bile~~'Po:r ejempl0,en'las perso-
,
í una gran mul tipli,~dad de ':'álores ~imb6licos ~4~·P?~~~~feXp~ri,.:.::. ,~,.;
nas ancianas. Enefééto,Stóétzel {19}cita datos sobre los hábitos mentarse en los dl1erentes tIpOS de mdumentana,; segp:nSy:¡m: oscu,.X':'~:'
indumentarios de lós,cúiiles resillta claro que con el aumento de la ros o pegados al cuerpo, etc. ..,;,. L,.,'· " :
edad aumenta el porcentaje de personas que en invierno llevan El vestido,Que en mayor o menor medida piesupéórié:"Siempre';;'::
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, Uij& dimen$ión -social" es un medio de ponerse en relación 'con los


demás y,p!drlo tanto,de afrontar su juicio. '," ap.or a en ~na fam}lia de palabras bien definidas (S) T (H) ~? '~u-
. y otra torma' de'protec,ción~que,e!0cura,el vestido, es,la seguri- ' " , , ; , ' b:lr . La rrusma ra¡~ define esa capa de la casa que es el te,cho (Clt.,

r~~~-~~"'~~~~~~~~~-"-~~-"~_..é-
:1 rrlás", de, "evitar la sensación de inferioridad". ' ' ' Otras funciones psicológicas de la indumentaria
~ Pero existe aún otra función de protección psicológica. Se la , ~'
! IH.lecte definir como \lna defensa contra la hostilidad general del La incorpOración del vestido en el esquema corporal 6

j mundo, p bien como una defensa tranquilizante contra la falta de


amor. Cuando uno se encuentra en un ambiente hostil tiende a en- Al dar satisfacCión a las, varias necesidades psicológicas a que
volVerse y acurrucarse en sus topas como buscando proteccién den- acabamos de referirnos,los vestidos constituyen también unimpor-
tro de ellas.? En cambio' cuando uno se quita prenáas de vestir ello tante elemento en la estructuración' de la unagen de uno mismo. Y
significa que el ambiente es percibido como 'cordial y' amistoso y esto es particularmente cierto en el caso del niño. Observa AUport 9:
que uno se siente cómodo. "Varios objetos, además del nombre del niño, suministran Uf). im-
lb
vestido simboliza inconscientemente el amor materno y la fi- portante anclaje para la au toidentificación, sobre todo los vestidos y
gUra ·materna. í_ los adornos. Losnmos de dos o tiesañus mejorari su sentido de la
'La asociMión entre "vestido y madre" se ve reforzada por el he· identidad mostrando orgullosamente sus zapatos nuevos, una cinta
crp .de que en la infancia es generalmente la madre quien viste y para los cabellos o un juguete. El vestido los ayuda a distingUirse
desviste al niño y por el hecho de que en tiempos posteriores la del ambiente" .
,
. rtuidre tiende a mostrar su amor manifestando inquietud si los hi· La misma relación estrecha de los vestidos con el sentido de la
jos'no están suficien,temente vestidos, mientras es raro que una ma· identidad se observa en los pueblos primitivos. Para los primitivos,
dl'e se preocupe porque el hijo vaya con de~asiada ropa. los elementos de la indumentaria constituyen (como el sudor, los
Además} se pu~de e§tª91¡;c~r un pªr~~H~mo simbólicQ ~ntr~ lQ;; elXCrBffitlntos; lag huellas del pie, las uñas y los cabello§ oortados,
vbtidos y la casa: ambas cosas protegen contra el frío y otras incle- etc.) una extensión de la individualidad, es decir, algo que participa
mencias del tiempo. La vestimenta es casi una casa que llevamos vivamente de la cualidad del yo y cuya alienación engendra siempre
l. :. eÓn nosotros, como el caracol y la tortuga. Y también la. casa es un ansiedad (de ahí la costumbre de cubrir los excrementos, borrar las
símbolo de la madre y del regazomaterno.8 huellas de los 'pies, no permitir que otros se pongan los propios ves-
La equivalencia simbólica entre vestido y casa encuentra cierta tidos). '
,.confiqnación en lo~ al).iíJ.isis lingiHsticos.Devoto (cit., pág.24~)'di- , Es, e,sta condil;:ip,n, de pertenencia JQ ,que da a las, prendas de ves- '\
I
ce que el' antiguo térinín:olndoeuropeo que indica el hecho de esfar tir, en g~neral un valor (más o, menos ~eIl:tido, según los individuos) i
. vestido es WES y "si la semajariza con WES (habitar) no engaña, in- 'de 'objeto' inalienable que es tantQmás fuerte cuanto más "íntima" ,
¡, -r '.. dica.habitardentro del vestido". Y en otro.}ugai dice Devoto: "La se exper~enta la prenda. '
\ tehriiriblógíade la capa (enJ~tín toga) no es muy vasta, sin,o q~e se' 1
I,. De ahí la resistencia aprestar1as'p:i6piasprendas de~estir o la
:7:,:t)iéIl~:~~rtja.'exP'reii¿:~e~bal'·;abotonarse bien la ropa" cuando quiete 'costumbre de regalarlas,'una vez u'Sadas;aquien se ,considera, "in-~'
:'·)néÜ(fai~eun'ii.:'~cHtUdd:¡;:¿liuielafienti a pers'onas de quienes'no'conocemos ~ , feriar", a algüien a quien se puede"frÍlpbrier tina partir <teuna,mis-
I las~·bsibl~S::i'ea't.:dones. ,.,' '," mo, sin que se,sietlta ,disminuido; PbrÓlro la<;1o, el intercambio de
-, :~' ' l ropas (como ocurr,e, f)Oreji!mplo"en,tre los jugadores de dos equi-
I 1; ',8 Muchos objetos se sitúan en la línea evolutiva entre el vestido y la habita- pos de fútbol cuando termina unp'aittdo importante) es señal de
I ' ción': la sombrilla, el saco de dormir, la tienda, el auto;¡¡óvil, la casa rodarite,
1 etcétera; 9 G,W, Allport, op. cit., pág. 101.
106 107

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l~, ':'.. ~ ¡;¡;" ~ " .:''''. ¡~"¡¡ ~~ ~t~) ~'Í'i ~¡.¡ ~ ~>Í;j 1,1\ - •• ~ l~~ ~~4~ ~~ ~~ ~~.;g .iJ ~~~ .;~i . !!ot_,"
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intimidad, de reconciliación, de necesidad deiden tificáción. 1o De Este no es más· que uno de los tantos casos que revelan de m a n e , . ' ¡
ahí también el. antiguo temor de que mediante una ropa de vestir ra muy evidente el fuerte valor' comunicativo que, posee la indu: !
perteneciente a una persona pudiera hacerse ~lgún .daño a la persa· , mentada. "Quien se haya entregado al estudio' de los problemas ac- ., ..., .. ,. ·1
. na misma. ' . '. . r ' tuales de la o"~,'
semiología
~ ~~
-observa-:"~ ECO';.\¡~I4 - n01!-uedeanudarse la cor- '. . . ¡ I
·¡··S;;;;:.r..)'''):,\I:~~~~ou:.:~~;'&'J.;.~~'í::tJ''.(¿~A,¡':.'.:.s.:;~'A
··'"·"·"''''·=''·f)e'ahf0i¿':t'f}it:''etf~n:~1ftextifti1ertoS'''pnffiftiVo'y'~·áS"'~t'óxm.r(r"'''"''·~·'''''~''-''"er·~''·~""·'·''·"M'\''''''b:a.ta'.-p·of'Já'''m:arrma--ánTe·'el'esp'eJo·slñ'tener a: 'Ciará'sensación de
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. a nuestra cultura, la tendencia a apegarse de unmodo muy personal ' tar haciendo una ele.cCÍón ideológica". !
a las prendas de vestir .y aprecIarlas cada vez más. a medida que s e : Este tema ya ha sido suficientemente tratado para ilustrar los as- '. .!
prolonga su uso. ll ¡ pectos deconitivos de la' indumentaria. Queremos sro' einbargo :';
La estrecha relación entre los vestidos y el yo, la incorporación ¡ hacer hincapié en que la "imagen" que puedan transmitir a los.de-' Ii
de los vestidos en .el esquema .corporal, es bien visible e~ algunus más los modos de vestir no se refiere sólo al status, a la pr,ofeSió. n,',a I '1

situaciones extremas de carácter p<ttológico. . la riqueza, sino que también se refiere a la vasta gama de Jasten-
Fenichel 12 refiere el caso de un neurótico preocupado obsesiva- denCÍas y' de las necesidades individuales: impresión de juventud, . !
mente por que sus ropas le quedaran a la perfección; si esto no ocu· ; ánimo deportivo, modernidad, credo ideológico, etc. .. I
rría el enfermo se sentía extremadamente angustiado. El análisis re· ¡ La función expresiva del vestido se manifiesta con particular evi· i
veló que, en realidad, se trataba de un fenómeno hipocondríaco \ dencia si se analiza el placer que procura cambiar de trajes y pasar"
(excesiva preocupación por la salud) en el cual se producía un des- r de un estilo a otro. A cada persona le gusta "i:nterpretarse~' enlqs'
ph12:amiento de esa .actitud del cuerpo al,osvestidos. Si los vestidos - i ~ás ~ariados papeles y hacerse percibir de manera cambiante en va-.
no le quedaban bien ello significaba, por obra de un típico proceso r nas clf(::unstancias, mediante el tipo de vestidura adoptado.15 Así,
de pensamiento mágico, que algo no marchaba bien en su cuerpo: \. el austero director de banco o el eficiente gerente jndust~ial' se "dis-
las ropas estaban incluidas en la imagen corporal. t
fraza'" fuera de su lugar de trabajo, de guardabosqu'ecana.die.nse..ü
t de montañés tirolés o de hippy, etc., según el sistema de valores ta-.'
t . mado en consideración.
El valor semiológico del vestido !'
} Esta tendenciá a vivir, por lo menos en forma ilusoria, una mul, I

Recientemente causó cierto alboroto la publicación, por parte } tiplicidad de papeles, que da lugar a la co~xistoncia de una gran va.
de una conocida revista católica, de una imagen de Cristo vestido 1 riedad de modos de vestir, puede interpretarse fundándose en 10
con ropasmodemas, con pechera y corbata. Las altas autoridades ~ que Lerner 16 define como la aspiración del hombre.moderno a un:
,religiosas intervinieron, expresaron su reprobación y hablaron de "infiJÚto universo vicario", esto es, el' deseo de.realizarse en múlÚ· .
¡\
. profanación y comercialización de la ideo10gía,13
14 U. Eco, L 'abito parla il monaco, et;l: AA.\"V., Psicologia del vestire,'~it.
10 Con esta necesidad se relacionan también otros fenómenos típicos, como pág. 7. .
por ejemplo, la fortuna ganada porciettos negocios que venden pren'das de ,
vestir pertenecientes a famosos divos o divas, el afán de los fanáticos de un
equipo .por apoderarse de las camisetas de los ídol~s deportivos.
¡ 15 R. Barthes (4) define est~ tendencia como "mito del fregolismo", Obse~-
va el autor: "el mito del fregolismo, que parece vinculado cgn toda reflexió~ . '
:'
..
-.", ..',:.
mítica sobre los vestidos (como está d:mürmado por una cantidad d(i(.reli'fo's;'
11 Típica de esta actitud es . la .con.ducta de los jóvenes en lo que se refiere-a
\ y proverbioS), está muy vivo en la literatura de la moda; l~ niu~tiplip¡¡c;Íóltd~· i" ..... ,::'
los jeans: el verdaClero lean dep.e1!aber. ~ido '''vivido.?\ e.s. d~r; pgr rne,~ode . las personas .en un§olo ser ~iempre es considerada pq(l¡¡mbl;4 como.íúiHn'dj~· ' . ' ..:',,;,' :..
.. su desgaste debe rnanifes~ar qu,equien lo lleva ha "crecido" jll,llto.conél y s.e cio de p.ote!1cilr; severa eres túi dulqe :tamb~ér!ere.~fi¡;pó.t..ir.!ecJ.fá4e' IqÚjiJs~'
..ha personaUzado; .... .' . .' tres descubrirás quepódr.ásser la'úna yla' ó¡':á;é¡u'ep'6dr(¡sll¿v:a.r.[ulÍa'¡jidad~"':
•.. ..,.,'.;
ble: ese es el tema atávico del disfrazatributo·e~én'ci¡¡.lde'·:ios·Oi.Qses ddos:'p" . . . .
12 O. Fenichel;·OP;cit.;pái¡43~··::¡··· " h:, ,'-,- .. policías y de. los· bandidos": (pág;.2:9)'... .., ·..•·.·:",'~;'/\.~;::::}:~;W.~:;~:'i::;:,::;f/:;;7ri:;':'.:~:,~:~\Ü
'.,
13 Véase N. Fabbretti, L 'dbito (di Gesu) non fa il monaco, II Giomo, 13 16 .D. Lerner, The Passing of Traditionái Society, TheFiee~PresS;··qieric8.e,:
1958. . .... .. . . . ..... ,
. bre 1974..
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i pies papeles y modelos de vida que continuamente se nos proponen simas los primeros pantalones largos y se dijo: 'Ahora ya no eres un ,
" ,.. a ~~avés del enorme desarrollo de los medios masivos de cómunica-, muchacho' y nos sentimos de pronto cargados con el peso de una
ción., " .... . , . . . . : responsabilidad que nos turbó".18 , .
""!~~"'''';'''~~''''''~.:~~~:,",:~~'''~~',:~~:-"~"~;,,,,,,~",,~,,,rt:,~:~.~~~,.,;"~~'~~:~:~":;'~~"'t,~~"""~:.,~""",~,~~~:,::",,,~~,,.,,,,..,.,~c'~""·"'~M'.,":~,,,.,,,,,,,,,,,:~,,,,~<,,,,,,,,,,;v,:~?,,,,,,,,,,,..;.~...,:,o,,,,,<,-o'$',,,,,:~,~,,,,~~,~=,,,,,,";,-"",;,,,,,,,,,,,",,",,,~,",,.;W_"."".~w.~",<.~;>."••"".".:,...~.,,
El traje nuevo :.
. t
Diferencias de actitud entre los' sexos
La estre~ha relación entre el traje y la imagen de uno mismo se y entre los individuos
há.~e particularmente evidente en la situación en la que uno se pone
por primera vez un traje nuevo. Después de haber considerado las fuerzas que caracterizan a la
Una conno,taci6rt magicosinlbó1ica que se experimenta de m~ne­ -~
.¡ psicología de la indumentaria, veamos ahora cómo la diferente ma- .
ra ttiás' o menos consciente cuando uno estrena un traje nuevo es la I nera en que se organizan dichas fuerzas da lugar a una gran variedad
de la renovación de uno mismo. Se dice verdaderamente que .caro- de actitudes que diferencian,. ante t04o, a los hombres ya las muje.
I bjar de trajqesun,poco como cambiar de personalidad, es como si res y, en segundo lugar, a los individuos.
con el traje 'dejado de lado dejáramos también de lado una parte ya
super~da,.denosotrosp1i.s.!ll0spara asumir ,otra nueva y más promi-
s o r i a . - · ., . ' Diferencias entre los sexos
qtro¡y1eJ1lento típico es la expectativa mágica de que el hermoso
y rh-ff1vo"ve~tido tenga elpoder de ser propicio a la fortuna: de. atra- r Dos son los principales aspectos que distinguen la actitud mascu-
pd la felici4ad. "Cuandóestoy un poco más arregladll-, mejor pei~ 1 lina de la actitud femenina en lo que se refiere a la vestimenta:
nada ly 'bieql ,vestida me parece que todo habrá de salirme bien",
afirma uria entrevis~ada. J
f . a. La mujer desplazó en mayor medida que el hombre el exhihi-
Se, trata aquí de. actitudes cuyas raíces se remontan probable- - cionismo del cuerpo a los vestidos. El sexo femenino aparece pues
ntente a viV~hcias infantiles en las cuales el traje o vestido nuevo más !!dtlcorativo'l, en tfif1t6 que en el homBre S~ Mfidefiá el éxeesi.
maic~ba' ocasiones particulares (por ejemplo, la primera comunión, va cüidado e interés por la vestimenta.
" J, I la, (¡esta de Navidad, etc.) y era presentado con expresiones de ad- b. En la mujer existe la tendencia a combinar el exhibicionismo
miración y alabanza como un regalo o recompensa afectiva. desplazado a los vestidos con el exhibicionismo directo (considére.
No 'es raro sin embargo que estrenar un traje nuevo esté acampa- se el décolleté). Esa tendencia introdujo el principio del refuerzo
ñado'de estados de ansiedad y desazón. Según Musatti,17 esto pue- recíproco de los atractivos ejercidos por los vestidos y por la desnu-
.. cf~" 4eb~rse :':~n'parie' a ten dencias exhibici on~stas que;~ si bien son. sa- dez.. .
tisfechas, suscitan un sent~ientQ de culpa: estamos complacidos, . En todo caso, se trata de una mayor acentuación del exhibí,cio-
perotrup?iénfa,stidiados por habernos dejado seducir por esa· cOpl- nismo. en la mujer y de una severa condenación del exhibicionismo·
'. ¡ pl~y~n¿¡~~'E¡~~:éxhibicionismo:reprimido está también en la base del. en el hombre (por lo menos, en nuestrC1tip()de cult1.!íat!a(liciona~
, . agudo' embarazo queexperirúentan -ciertas personas al probarse un Sin embargo, en las sociedades de tipo más primitivo son preCi7
; . ,,"tta¡j,c¡;'I1l1evoen la tienda con elvendedor que las observa y asiste. samente los, hombres quienes,muestraÍr'uná mayor tendencia a la
.1.,-\. .', ;Pero ~nparteesto se:;debepnidsamente al hecho de que el traje dec.oración y adornos; mientras qtiela indumentaria de las mujeres
,riv~vo:n:~s,haoe.sehtir como p'ersorias nuevas, "como si por primera se caracteriZa sobre todo parla mOclestíay la sobriedad. .
~ veznos.presentáramós ~:rí'púb1i¿o; cual en la. época ex:, que nospu- De manera que hasta cierto puhto sé 're'aliZó en la historia de la
indumentaria lo que Flügel llarria '''l'á gran renuncia" masculina: el
17, C.Mú~t~, Tr.attato di Psicoanalisi, Boringhieri, Turín, 1964, vol 11., pág.
3?9 nota 1. .' 18 e .'M usatti,. op. CIt.,
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hombre abandonó sus pre.tensiones de que se lo considerase hermo-


a
so· y tendió sólo ser práctico; el hombre puede pretender estar co-
rrectamente vestido, pero no de una manera elaborada. y llamativa.
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Diferencias entre los individuos


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". ~~dt~nn~l~adas f~n~d-lamental1mente po~}a direcc~ón de la catexía Ji~.
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. '. de la· belleza. ¿ om o se ex puca e sta. gran renun.Cla~. . ." '. ~''"-'~''''~~'-'''-·'=r·''''·'''·~''·''''''>W' 1 ·.a~"tG{)nceJ}~t:~a."~f.l".:e ;<{)U0=Fpo'~"·ltien"0n,4a"'H'l:dumentaria,!.,."P'eJ1"~~'''''''\''''''''f'Í''·'''''·'''':''''''~''
Es probable que hayan desempeñado una parte decisiva factores ' el mayor o menor grado de condená, dé seiriéJiiiiielriiéi:és·niirdslsta.'--'··
de t~po social: la particular organizacióh de las sociedades industria- (censura leve o bien censura pronunciada), . . .' .
les tiende a hacer 'desarrollar en él hombre los aspectos de la dedica- Siguiendo' todavía algunas consideraciones de'Plügel:representa-:' .
ción al deber, del control de las propias pulsiones, de la renuncia al remos e~ el ~.squema siguiente la,!) varias po~ibilídadesqu'e surgen de "1 !
individualismo y a la rivalidad. . la combmacl~n ~~ ~stas dos variables y analizaremos los rasgos de
De manera que la moderna vestimenta masculina abunda en as- cada cuadro tIpOlOgICO (cada uno de los cuales caracteriza evidente-
pectos que simbolizan su devoción alos principios del deber, de la mente una situación teórica límite, en tanto que las actitudes con-
renuncia, del autocontrol. La mayor uniformidad de la indumerita- cretas son en general más diluidas y están más superpuestas).
ri~ masculina está acompañada por relaciones de camaradería entre "j'
individuo e individuo y entre las clases sociales, con lo cual se elimi- '
nan ciertos fact,oresde disgregación social. Si en la vestimenta mas- Censura Censura
'leve !'ronunciaitq
culina falta el aspecto fantasioso, en ella"están también ausentes la
envidia, los celos, el sentido de competencia, que en cambio perdu. Narcisismo fijado en
ran en las actitudes femeninas respecto de-!a moda. el cuerpo A B
La presión social y las fuerzas niveladoras parecen haber obrado Narcisismo desplazado
hasta ahora con menor intens~dad en las m~jeres; la mujer está me- a la indumentaria e D ¡
nos sujeta a la uniformidad, al control, al sacrificio de su individua-
lidad y de la rivalidad. Y esto se refleja también en su ~ctitud frente
Tipo A - En este caso el narcisismo y el ex,hibicion.ismo se concef\~,
¡
a los vestidos. Las mujeres luchan por estar a, la última moda; una ~ I '! ¡I ,I "

mujh puede hacerse una decidida enemiga si ve que otra lleva un tran en los valores del cuerpo y no se desplazan a los vestidos;~ • ¡
vestidq más hermoso; la mujer rica tiene ventajas sobre las pobres mismo tiempo no se registran inhibiciones. Trátase, pues, de 'pers<!i. . ". ¡ I I

t
que no pueden poseer un guardarropa tan bien provisto. nas a quienes los vestidos procuran escasas satisfacciónes y que en ~:
¡
¡
Pero puede emitirse la hipótesis de que una mayor participación última' instancia nunca se resignaron, de manera más o menos cons- 1;
'.
6e la mujer en la vida social activa determinará una moda femenina ciente,.a la necesidad de llevarlos. ' . ":,
•Esas personas perciben las ropas como algo que oprime y apriL I . ¡:
más uniforme y·menos decorativa. , . I

¿Cómo los hombres pudieron soportar ese sacrificio? El proble- . I


.siOna;potlotanto tratan. de . llevar la ·menorcantidad posible 46
ma,tiene mucho en común con la situa,cióri general en la cual uno r ellhs o de usar ropas. finas y ligera~. Entre los individuos de este tip,R ,'11 .¡, I

~eb.e ,rem~Ílciar a una .,fuente desatis~a~ciones: los des~o~~qu~dart .-': . 'f se encontrarían los sostenedores' del nudismo. . ' '. . I

mhibldos o son despla~ados. En realidad, parece que. en muchos'" ... ' Tipo B.- .En este cásoel narcisismo está todavía fijado en el c~er-,
hombres existe una profunda insatisfacción to~@te a la.indumenta~ . po, sólo que los individu'os expe'rírhentan una fuerte censura de sud ,-
pa. [)~ todásrnaneras, elinterés que án tes' se volvía hacia .la vesti- aspiraciones. -El cuadro 'que surge aquf'F¡'odrí~ <l@IJ,ii~.;CQnel·tér'::"'· ....: .
menta se ha de~yiadotal vez en otr.l~direcciones;deportes, trabajo, mino "resignación"; aun' aspirandO';ert'su'fuúo'iIife'irid á"'Ia:lib~r~,(¡!:!,;:;L;'. :,.\
automóviles, etc,19 ...., tad, esas' personas déjaron,de e 0111 batir por ella püúliÍdonvencí6fi::'::':>-P:>
• " • ~ •• ' "" ". > "'o""' ~,>;',': ..•... ~>;'. '"

opuesto: orgullo ejel h9mbre que se muest~a en público acomp~ado por Wl~:::.,·.:
119 También puede tratarse de la proyección d~l geseo exhibicionista a,lsexo mujer elegante, .:. ," ,I¡':'_,;~I'
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f~:"', . :. ""c.", 6
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de 'ir v~stidos es ya demasiado fuerte. Pero entonces es claro que los tinción. Esto puede realizarse de dos modos: o bien prohibiendo a
vesÜdo's no poseen ningún valor emotivo. los otros el uso de la propia indumentaria especial o bien adoptan-
La relación entre esas personas y.~.s vestidos se caracterizará por .' : . . do nuevas formas de ve'stimenta que r"estab1ezcan.la distinción;'" .. . ... '
,_~.~~ ..i~t(t;l~(~.S\iX¡g~\t.E~,~r.*Gl}E2,PI5"~~'\'~~"'~s..~,;,~~_~.~;,R~~~.~~t~:,~:~.,"-..,,,.,,. . ,,.w.~1:",.,,:.,... ,.,.,,~,;.~1:""~~~~t~>".~.~,~!~>~~.~~l,t~li..;;I,,;t~~~~~J~!~7~~2.~~.~<2i~.g.2E.~,L~,~,.l~'~""'''~.'<;'""''';''~'''''"r.
.: ......... charan.'con escaso.mter.es,.perolam len.smgran las 1.10. . . . .... ,... . moua. '. . .. ' ..... ..;
Esos siljetos no se interesan por la apariencia ni la comodidad, El terreno más propicio de evolución y diversificación de la mo-
sino que de~ean vestirse del modo más práctico y eficiente posible, da es, pues, aquel en que se 'da cierta fluidez en la' estructura social.
para ocuparse·de objetos de mayor importancia y atractivo. En cambio, es desfavorable a la evolución de la moda tanto la situa-
Tipo e_
En este caso el narCisismo se desplazó .del cuerpo a los ción de rígida jerarquía social como la situación de completa igual-
'vestidos y estos individuos no experimentan una fuerte condena de dad. . '.
sus propios impulsos exhibicionistas.
Hay aquí una fuerte carga de interés en los vestidos que asumen el
valor simbólico de ostentar la individualidad propül, que sirven ca, Fonnas y orientaciones específicas de la mo.da
mo medio para atraer la atención o suscitar la adllÁ"ación -2c los .¡
demás. De acuerdo con el modelo interpretativo arriba delineado, el
I La figura del dandy puede considerarse el representante típico predominio de una forma específica de vestir en un momento his-
de esta categoría."" . tórico dado es un fenómeno que se debe a la presión ejercida por
Tipo D - A diferencia del tipo e, en este caso hay una fuerte cen- un grupo relativamente reducido de individuos. Antes se trataba de
sura del exhibicionismo: los aspectos decorativos o el rebuscamien- la aristocracia, ahora se trata de las élites de varios campos (espe-
to t'hc;c'an c:bn fuerzas contrarias de tipo inhibitorio. cialme.nte el de los modelos de identificación que gozan de mayor
Es probable que la forma más generalizada en que se resuelve prestigio, como los í~olos del espectáculo, del deporte, etc.).
este copflicto sea et de una r:nun~ia a todo "refinamiento" p~ra . Sin embargo, un nuevo estilo', para convertirse en moda, debe
hacer de 1,\ indumentaria sólo un slmbolo del deber y del trabaJo. responder de algún modo a las exigencias de un gran número de
'. Esas personas preferirán pues trajes sobrios, ordenados, que en personas. Muchas son las modas que no alcanzan éxito, auñ habien-
su hechur~ y en sus colores reflejen el superyó rígido de quien los do sido lanzadas por élites.
Üeva. ' . . La influencia del que inicia una moda es eficaz sólo si el público
t puede ver en lo que se le propone la encarnación de sus ideales, es
f decir, si puede fdentificar'se con la persona que ejerce la influencia.
Es difícil establecer y aún más prever qué dirección específica
La moda .y su evolución podrá ·tomar el estilo de vestir para corresponder ai espítitu y aJos
ideales de un determinado momento histórico', Una tarea más acce-
FuerZds que' promueven la evolución de la moda sible tal vez sea la de trazar los límites dentro de los cuales Dueden
'11' :
I ,1 11, '" •
Ductuar las v;trias manifestaciones de la moda. Siguiendo ,{ Flügel
S~gAn ¡Il teoría. de Simmel (18), la .caüsaprirtdpal de l<i evolu~ (cit.), esos línútesestán determinados por los siguientes ejes princi-
Qi(Pp de .lamod¡l",seericuen~~a en llit. competi,ción social. Quienes se "pales de .referencia:
,... tllhllánen :;hh:'de~erth~n.~do,~~trato:social :a:dmiranyenvidian a los
que ocupanui11ugar ..:másalto ypúflo tanto tienden a imitados,
(;le suertequelaindumE(nta,fi~ desertlpeñaun papel de'primer orden
a. Aceptación o represión del eXhibicionismo ~.

. - e~:estelptaa.eso :de·;mitación.' . ' . '.' ..• : . : ,: .


. Por otró lado,lasclasessociales superiores tienden a no abando- En ciertos períodos el exhibicionismo se ve finnementeinrubi- ' ..
: 'tu\.{ los signos d~susup.:erioridad y se esfuerzan por mantener la' dis-
I
do y en otros resulta triunfante.
l15
114

.,~ll.":-_ ..
b. El exhibicionismo concentrado en el cuerpo o Dzen en lOS
. las remIn1SCenCIas ae las aecaaas ae 1::1 LU y 1 ~jU, la protesta lCleo- .
vestidos
- .~: lógic'a en la moda hippy, el afán de un
retorno. a ~a vida pri.mWva
.. . j. en el gusto de las chaquetas de piel y de cl;lero, el c':llto de la eficien~ . . "
,;"."",."",,ÉJ!49,sj!U.&~.!.E.~r;z";!l~8!,.fi.~~~~<:..s
.",c..
o en el renaCImIento), ros.y"~snuo~.:q(m~ñpQ.:.
.~~~.~~!i~;~2ffl.'''~.nm
1.....
.· ~,~:~,i~:.~,"~-~~:.",";"'~;",",'·""'-""'~","R~!",t2,~~~~~!.tj~~!l~¿~!iS.IL~L'U~-,~Rg~~
. .•~". '"
...s:.fR,~~<?".~i2,~>Ji~J~:~12J..~~~~~'''''~'f.iJ,",.,"~,~",~~,
empre.sas.y. e. . os tecnocr~~a.s.,.etc..." ;""01:'" ..•.. .. .... .•..•.. .'" i
....... ...... \ ...... . . ..... '!:
portancia, pues ~irven prin:cipalmente i'ara poner de relieve el cu~r- . l· . En un examen de las tendencias actuales delamoda, J. Har~is20 ·1
po, hacer 'resaltar sus rasgos y hacerlo má~ seducto~; en otros peno- ~ identific~ tres vetas" principales que 'se desarrollaron 4espués d e ' ¡
·.Idos (por ejemplo en el siglo XVIII), la indumentarí(i a~umepompo- 1968 en relación con otras tantas modificaciones de los estados de I 'i 1
si~d y magnificencia y pierde además toda relación dIrecta con las ánimo sociales. . l.

formas del cuerpo humano. . La primera es el redescubrimiento del folklore como esperanza " I !
• . de retorno a lo auténtico; es una tendencia fundamentalmente ro- '
c. Idealización de los valores de la juventud o bien de la madurez rrián lica, alentada por películas como El doctor Zivago, que llevó al
. . I escenario de la moda el gran abrigo de p.leles,¡tbrochado por del~n, .
En ciertos períodos (por ejemplo en el SIglO XIX) se apre~la~; te con alamares, y propagó la adopción de las botas altas. La segUn- i'
principalmente l,os valores de la madurez, en otros (~omo en la epo- da es la veta ecológica: muchos sastres imp.ortantes pr~sei1t~bn'r
ca actual) se aprecian mayormente los valores de la Juventud, y esas modelos ínspirad9s en la vida campesina y adornados hasta con~o- Ir ' , I
orientaciones ~n.cue~tran., ú~~pr.eci~~~[e~~~ia .también en el ~s- ¡. llares y cinturone~ hechos c~n guijátr~~ de río.perb':l~v~taÍnás·in1: .' . I

to pordetermmadaslndumentanas..,-. portante es la: tercer~"," que tIene relaClOn con los mqvzmzentospplz-,.·
ticos e ídeológieos; el culto del Che Guevara puso en auge el uso de,.
d. Parte del cuerpo que está más acentuada boinas de formas particulares y telas miméticas; renácieronlas ella- .
quetasde los.·uniformes coloniales; aparecierop.los modos de vestir ,
La moda trata de subrayar una sola parte de la figura humana orientalizantes de los moy:iITÚentos underground, los u nifornie s ,
que se convierte en el emblema de valores particulares. Así, durante maoístas, etc. Por otro lado y como reacción, asistimos a los. varios
la edad media tardía y el renllcimiento)la idealización de la mater- revivals de lo§ años 1930 o 1950 con W l'eel11.fi'iadiÓli de 10 clás1eo 'y
'nidacl se expresó acentuando la región abdominal, representada con de la m.oderaoión. .
la mayor. amplitud posible; en cambio, en el siglo XVIII aparecen La presen¡;:ia sin1ultánea de todas estas tendencias deja al indiv~-
más de manifiesto el pecho y las caderas; en nuestra época el inte- duo una amplia gama de elección entre las varias modalidades .ex-
rés parece haberse trasladado del tronco a los miembros y esto re- presivas y un amplio margen de libertad sobreel'tipo de imagen de .
sí mismo que quiere comunicar. . .' . '.' 1"· : (
fleja. también la concomitante idealización de la juventud; los ~j
'.mietrtbros largos, el'trúnco yel.pe.cho . pocoqesarrollados son típk ... >. .. y t9do esto surge'cótrto.expresiónde unarriayor fluidez de'la' . , I
cos de la inmadurez. estructur~ social, de una actitud más pennisiva,de una mayor inte- I¡
rrela~ión de las tendencias ideológicas y cultur.a1es,j¡_mtQ, cOl1l0 c.o-
rresponde hacerlo notar" ¿'on una gran capacidad .dé~';~ . :RJ.:Qc;lucción. ,':-';"
'j

r
La situación actual:: c()existencia de lo múltiple
para estimuIªTY satisfacer cualquier fuente deinteré's; .
El aspecto más típico de nu.estro tiempo en 10 tocante alas for-
mas de vestir tal ve1;sea la, coexistenciac;le múgipi¿spo"sltJilldades.
Mientras ottas .épo,cas se caracterizaban por el pr~.domín.ió de un
gusto 'bien deterininado; que sucesivamente podía dejar el lugar a
una'tendencia diferente, hoyep.cUentran expresión las más variadas
orien taciónes en Uria diversidadextrem~de ptopuestas.
El exhibicionismo·· directo triunfa en el nude look; "el pudor en 20 J. Harris, Signora,lei portera una gonna reazionaria, 11 Mondo; 1.3 .1973;· '
. ,~-

...... , . 117
116'

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. ; ~ .. ~ .."~;.-
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al servicio de la protección del cuerpo y del pudor, en otros están


al servicio de la exhibicióri y del adorno .
.. , ... ... .Cuando,..como· pareée ocur¡-ir .actualmente, especialmente en las
.
~"";tr,:,¡¡",=:¡"".:,:.b·z"""'''''''''''',c""""""",i . .._.i:r",,,,,.,.....,~,,~""·.""',·f!:~
........",;..""~:." ',- ..""""~."......·"""i,~.';.:"•.,..,"'*.,~,¡"""'''''''~'''''""";",,,,,,,,,,,,,,~",~·,·,,·,,¡.
: . w .. L.. ~" . . g.e~er~c~~r::s j~v~ne.~,< ~e.!.~gi!;:;!.!:~~~!!~.~.~~.!.~~1t2
. " . ..,····,,,~_·,·,~=·.-;I'.!'tfflaa~""a~t1fi~s •.. esp e.~laJ.lllente... 1aS .. ae lana,. o.•.. ~~..~~R~L~"~""~,,,,:,,.,.A
cuan a o. se. '. . ....
:r,,.,. ... : .' ....:.. .... ....... ..,. . '. .. .' ; asiste a su transfonnación con miras a lo decorativo mediante la .
F
ti APENDICE
.{ elección de los colores y de materiales más refinados, tal situación

~\ valo~es
parece atestiguar una rebelión contra la. censura y el pudor y afir-
Aplzcaclones· de los modelos a~tenores al a:zallsls
. . " .. . mar del cuerpo mientras se trata de re-defmir los' que antes
J fueran rígidos límites entre 10 "público" y lo "privado".
,. de alg¡.i.nos sectores de la zndumentana .
~ I
Ahora procuraremos mostrar cómo las consideraciones expues-
J tas pueden ayudara analizar algunos problemas específicosre1ati-
¡
j
vos a la psicología' de la indumentaria.
B. Las medias femeninas

'La distinción entre valores referidos a uno 'mismo y valores refe-


¡ . A. Vestido. interno
~.....
y vestido externo ridos al exterior nos pennite comprender también la dinámica psi-
. .' ::~. \::.-.
cológica de-las vivencias relacionadas con las medias de la mujer.
Las diferentes prendas de vestir son experimentadas con una sig- En realidad, las medias están-ex<íCfámente 'en el1ímite entre la di- .
nificación diferente, según eltipo de gratificación suministrada al mensión de 10 que se refiere a uno mismo y la dimensión de lo que
individuo o según el grado de proximidad al yo o de "pertenencia" se refiere al exterior, de suerte que participan al mismo tiempo en
que se les atribuye. los dos tipos de funciones, de necesidades y de gratificaciones.
En lQ tocante a las gratificaciones, éstas pueden estar o bien re- En efecto, por su perfecta adhesión al cuerpo, por su ligereza y
. feridas al yo y ser narcisistas o bien pueden estar referidas al ex te- transparencia, por su estrecha relación con las prendas de vestir ín-
rlOr y ser soeiálizada!!. Así hallamos, por una parte, lag varias pnm· timª~l PQr ~l hecho de que en gran parte se substraen ti la miradfi dé
das dé vestir íntimas que se experimentan casi como una parte del los demás y por ser de exclusivo dominio "privado", las me dias se
yo corporal y que satisfacen sobre todo exigencias de tipo narci- prestan para que se las experimente en la dimensión referida al yo
sista referidas a uno mismo. y para deparar sobre todo gratificaciones narcisistas referidas a uno
A ello contribuye no sólo su contacto especial con el cuerpo mismo (autoadmiración, .complacencia en uno mismo, placer pro-
I
sino también su misma cualidad como objeto, es decir, su ligereza, I curado por las sen~ciones táctiles y cinestésicas debidas a su elasti-
t· cidad y.a su. adherencia).. . ... ' , _ .
su fim~ra .. SU delicadeza, etc .. que convierte dichas prendas en algo
que no es extrafio al 'cuerpo ni está "sobrepuesto" a él, sino en algo Pero,.por otro lado y a diferencia de las prep.das íntimas pro-
que casi se funde íntimamente con el cuerpo, de suerte que partici- piamentedichas, las medias son bien visibles; 10' mismo que las
paengran medida delas "cualidades del.J'o". , otras prendas de la indumentaria exterior y por lo tanto están en-
POLotro lado, tenemos las prendas de vestir exteriores y los va- cargadás de las funciones y graÜfic;adones propüfs 'de estas últimas.
nosaccesorfos (soirihr~ros, bolsos de señora, carteras, cinturones, Adorno, exhibici6n, etc. -,
'., zapatosietc.) qu~'éstán'inásaiejadosdelyo y a los que está confia- ,! La simultárieaparticlpaciónen valores de tipo narcisista yva:lo- .
'. ." da específicamente .la función de comunicación con ef exterior: res referidos al exterior pareCe c~mstituirJa.dimensión psicológica
" 'transtniticililadeterininada' imagen de uno mismo; provocar la específica que caracteriza a la vi:vep.cia subjeti'la de las medias.
. admira9tór(de los' demás. satisfacer la necesidad de prestigio, de Esta circunstanCia le' da detto·parentescocon el' disfraz: el dis-
competencia, etc. . I
frazes algo que se incluye directamente en el esquema corporal, al-
'-¡
En algUnos períodos, las prendas de ve'stir íntimas pueden estar - go que viene a formar parte del yo pero al mismo tiempo tiene la
i
I
118 1.19,

i. ',. , ,,0,4
~ ..
J~" .. ~ l~f~; J h'''::f,~ •. ~,<~ .~b'\f~ '~ fiW ~'::.tl,~ ~~ ~ .~ ~;,;;t4J ~\"t't. '/ \',J ,,,,,;'" I~';~~ ~ii ~ ~J ~)~,c~J ""'.~'íi ~~;.~::,~ L·"".; :, ,j.. , ~~,~~,~ i~~l i

función de adornar, de ostentar, de comunicár. '. .' res de anonimato y de masificación, debe encontrar fuertes reSis- . I i
Desde otro punto de vista y ,refiriéndonos a cuanto dijimos so- ¡ tencias. '. ti i
Pero, en realida,d, junto a indudabies elementos negativos el t,f~~ f f ,
'1

bre las tendencias generales que determinan las varias formas de ,1


vestir, es evidente '~~e la mode!Jia .~edia femenina re.prese~t~ ~n . ¡ je d~ '.conf~cció~l P9see también algunas valen~ias positivas de parti- " . '.:-' ',:
""~"OO5&.4ipicQ.;de.,:.~1~C10n..d~:al:"CP'~q~~n.t:!:~J~Jlq~J1S,!~~9!Slg:<:"¡'O""""'~:·""·;;·r"':"';'·"'';;;''';''i,,,;E\!L<lf~tnt.?~~§:.~"'!::~w"j","":'"".,;~";',,,,':'"''''':''''''''"'''~'\'''''"~'"""':"""'""<''''':'''''''''~'.~,..."""o,t.>''''''''~''F."tl'''"~,,J¡Hrfo/'''':if!.·¡¡¡J,
rusta y pudor; es .una soluclOnet;l l,acual se c0I1c~~e~l,rpaxlIno de'" . .' .. . Las mas tlplcas-son las slgUlentes: . . ' . ". . .. , . " . i
expresión a la necesidad exhibiCionista' (transpá~enci~casi absolu- l a. El. 'proceso de .iden.tificación es inmediato. :Sapemos que>~a . . !
ta), mientras la ins.tancia de censura está presente en'Jonna casi ' persona se identifica en el traje en el sentido c!e que éste clebe "in-
puramente simj:)ólica.· " . terpretarla", es.' decir, expresar una determinada iIpagen. Ahora
Pero al J:Tlismo tiempo, esta particular [onnación de compromiso bien, en el caso del traje hecho por el sastre, enel traje "a medida",
asegura, como beneficios s~cundarios, las otras funciones vincula- ese proceso d.e identificación encuentra múltiples obstáculos; no·.
das con la vestimenta: la protección y el adorno. se está seguro .de que el sastre haya captado exactamente nuestro~
El significado exhibicionista, de ostentación y de acrecentamien- deseos; existe el peligro de que quiera imponer su propio gusto,
to de la femineidad y del reclamo sexuaI.es claramente evidente. Y nunca estamos seguros del resultado hasta no ver terminado el tra-
de' ello encontramos también un indicio en lagéntlsis de la costum, bajo, el' cual es largo 'yrequiere varias pruebas, etc.
bre de llevar medias transparentes: su uso inicial está estrechamente Cuando se elige un traje de confección esas dificultades se elirnj. , '. ~
vinculado con lapubertad, hasta el punt? de que asume el valor de nan de un solo golpe, allí está el traje frente a nosotros, her,moso y
moderno "rHade iniciación". . listo, junto a muchos otros con ló{que se puede comparar yvalo~···
Llevar medias de nylon significa que la niña entró en el mundo rar, y la persona está en condiciones de decidir irunediatamente si
de la femineidad y que le es permitido adornarse con los símbolos le dará su aprobación o si lo rechazará, si se identifica en ese traje
de su sexo. Puede entonces abandonar las gruesas medias de lana o o no, .
algodón que llevaban hasta entonces y que cumplían una función b~ La necesidad queda inmediatamente satisfecha. Desde otro
puramente p r o t e c t o r a . · punto de vista hacer.se un traje a medida supone experimentar la
. Conviene recordar sin embargo que, por más que la instancia ex- sensación de frustración relativa a la espera y a la dilación delpla-
hibieió.dista llclquiera un relieve máximo, tumbién continúa haei0n· Ger. También sO giente illliyor amied!ld al elegli.' él modelo, la tela, .
do sentir su voz la instancia de la .censura y de la modestia. En efec- el sastre, ctc. La compra de un traje de confección asegura en cam~ O!.

to, aunque son casi completamente invisibles, las medias deben es- bio la posibilidad de satisfacer inmediatamente la necesidad o por
tar sin embargo presentes so pena de condena social y de experi- lo menos de reducir la ansiedad de la espera y resolverla en breve
me.ntar una sensación de embarazo. Se puede decir que con las me- tiempo, ..;
días ocurrió algó parecido a lo ~ucedído con los tocados femeninos
";.
e, El placer de "interpretarse' '. El traje de confección se pre-, ,;; .
. .en la iglesia: concebidos al principia como medios de eliminar por senta en muchás versiones ya 'realizadas Y' pronto par:a usarlo~.El·
completo todo resabio mundano y sensual, poco a poco se reduje- comprador que va a una tienda de confecciones se encuentra frente
ron a una simple presencia simbólica, a u.n vel.o transparenteHque ya a múltiples modelos y entre ellos encuentra la posibilidad de eJegir
no cubre nada, pero que ":!.'d~1;¡'é':'estarpresente. .,.... ....., .... aquel que más lo realiza ._Y la ele cci ó¡j- entre tantOs tfaj~Úlo:;s:C:;~lÍe'2;i::" .
va a cabo sólo en el nivel de la imaginación o deldeseoj¡órqu'eG)Ús~' ..
~
. .. .
. . . ... . . '. . ..... . . .... . ' te la posibilic!ad efectiva de probarse los varios tr~jes,..yMyerse. .. '
C. El traje "~.medida P- Y.'el üaje de' confección práctíCamente en l¡ls diferentes'YetsiQn,es'HEste:Pla,c~r~ªe:tii~te¡pre::;',fX';
....... '. ...•.. . . .... ..... '.. . tarse".,en los variospapeles.simb'OliZados pú,'los vanós'l}1odelo's',,:<
Como el aspecto'de:J,!personalidad~dela,exchi!;ivlélad es pre- constituye indudablemente otro aspecto muy P9sÍtiY()A~i:iraj~;;lie~.:·:
dominante en las actitudes respecto de fa ín'dumeritaría; se puede confecCÍón y corresponde alo que,BarthesdefuiÍÓeqm9"it@~to:qer;;\
~uponer que el traje d~ confección, hecho en serie, ~on susCaracte- l' fregolismo". .;. " . ';:;-::,' .' ' ..
., ":¡, . . i .· ,.,. ' : , i · d
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120 ~.~

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P.Los accesorios de la indumentaria varían según la edad de los .nrnos. Se pueJien señalar las grandes
f' , ' , , fases siguientes:' ,. '
:' . El accesoño representa la expréSi-ónmáXirila' 'de la necesidad de .. ' ' ¡. a. 'Primera infancia. Cuando el niño es muy pequeño la atención
,~;~""p!;"",,,,Ud1fertneiaej.ó&~Y¡v.p.erSI:)n.aliza.cióll~,Aunq~,",.~.L7'l!';,$_~.9..9",RlJ.~cg,~.,~~!,,1!lj~~s"''''''''''''t..,,~,.,,,,1,,-,,",~.,,,,,,,,,,...;.d.e,;,la.;.l1ladle,,,e..stá..Illá$.~n~~ntt;¡,da.,..en~e.Ls.er"dil"bijQ,:. .qJJ,.e.,~.e.n,~\t.(1Pf1,","'.";""";l;lC.':'~''''¡.,:
, ' I ' o ménbs semejante al de otra persona, el accesorio síngular (guán- :. rienda; aun cuando 'lo inuestii alas demá's hace'fesaltar que el peque"
;1. ¡ I ',' t~s,cinturón, hebillas, collares, bolso de mano, etc.) debe ser abso- ño es hermoso, sano,. rollizo, crecido, etc. pero no' que es elegante.
lutarriertte único e irrepetible. Es un objeto que .resume y sintetiza En consecuencia, aquí el vestido no tiene el valor de decoración
en alguna de sus características (forma, color, material de que está (y evidentemente ni siquiera·el de e!itar al servicio del pudor) y asu-
compuesto) la personalidad del individuo o algún aspecto dominan· . me' en c~bio casi exclusivamente la función protectora. El vestido
te o necesidad de ese individuo., ¡ es una continuación de la madre que sobre todo debe defender,
Por eso se establece un fuerte vínculo afectivo con el accesorio r proteger, abrigai:, procurar bienestar y comodidad. (Verdad es que
(su extravío puede suscitar profunda pena, independientemente de 1 siempre hay cierto componente exhibicionista; hasta las mantillas
valor real'del objeto). . del· niño pequeño deben expresar un cierto gusto, deben ~iferen-
Los prototipos del accesorio pueden ser por una parte el amule- ciarlo, etc.) .
to y por la otra el blasón o las armas. De ahí derivan dos series de b. Segunda infancia. Cuando el niño crece, el.vestido comienza
S\gnificados más. o )-n~~osconscientes: un valor mágico de .p:~tec- a adquirir un mayor interés por sí m.ismo, como lo atestigua tam-
clón, deirtfundir seguridad (muchos fenómenos de supersbclOn se bién el hecho de 'que decrezca la homogeneidad en el modo de ves-
relacionan con objetos tales como medallo'nes, hebillas, etc.) y un tir y aumente la diversificación. Este proceso sigue la: diferencia.
valor de ennoblecimiento y distinción (el accesorio es el símbolo ción real que se produce al. avanzarla edad: ahora se da una prime-
de mi personalidad, es mi blasón). . ra diferenciación sexual, social y de' personalidad (cada niño co-
Las simbolismos de los accesorios pueden ser extremadamente mienza a adquirir una precisa fisonomía de carácter). Lo qúe prin-
variadós puesto que están estrechamente vincu~ados con las ne~esi- cipalmente distingue a los niños de esta edad de los de la fase ante·
dades y tendencias in~ividuales: sin embargo. CIerta homog~neldad rior es el paso de una condición de pasividad a. una condición de
pueds. !lSogurar§~ m~d1ímt§ el tlpº de mat<ma.l de ql.le estan com- actividad y dinruni§ffio. Esto se nd1eja ~n difenmt~& ~xigencü!§ ªun
puestos.. en 10 tocante al vestido: mientras éste debía responder antes a las
Por ejemplo, los objetos de cuero s~n aptos par~ expresar un necesidades protectoras, ahora debe responder a las nuevas 'necesi.
modo rudo y primitivo de entender la VIda? poseen Clerta carga ?e dades dinámicas y funcionales. Por 10 tanto, ha de ser ptáctico,
agresión, en tanto que los objetos de tela o de metal que apr~c:a- resistente, cómodo, poco susceptible de mancharse, etc.
mos expresan principalmente las necesidades de status, prestIgIO, . .. , " .,
poder. ',. . ' . . : . . . . . . . ", _ . '. .. '. < '.' El v.estIdo tlene ademas la funclOn decomumcar dos ordenes de
Sobre la diferencia entre las actitudes'masculinas Y las actItudes valores...,. . , . .
femenina~,podemos emitir ,también en este caso la hipótesis de la .i 1. la cj.lf~re~~::1a~lOn sexual (un hombrecIto. buen mozo '/ una
ansiedad y culpabilidad por parte de .10s hombres. La "gran renun- , hermosa mUJ~r.cl~~), . . . . .....'. .
cia";aslcomC5 ll.1canz6. a los modos de vestir y alas colores de los -; 2. la ad(~UlSIClO~ del orden y la lirrlpleza. (un niño correcto,_ orde.-
.J, trajes, también 'p~ohibióel,)JsP -de los ac.cesQrios;sin e.mbargo,en nado, obedlente, blen edu.c~do. etc.)~.; ..• . ......' '..
.este éampo.asístifu:6s,segÍlti',parece, a Uháco~pleta i~versiónde la '. -. . c ..~apubér~ad~. La crlSlS de.laPll:bertad$e~efl~Ja' obv~~ente
tendencia:: ' . . .. " . .. tamblen en el amblto de la vestidura.. Gomo se sabe, esa cnSlS con-
" '. . \> ;... . '.., . sistesobretodo :enJa busca de una "identidad personal", es decir,
'E.E ves'iiélo de los niñ~'s de ~n yo propio, que yana es más,aq~el.~ci infan~il, pero que to-
daVla no es tampoco eLyo adulto. El muchacho Vlve pues en una
Las' actitudes de las madres respecto de la indumentaria infantil condición de "marginalidad" psicológic~ y social, no tiene todavía
122 123

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¡.
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.. -,----------_._. .-I:o!...'». __ , .
1 b ' definido y aquí está el drama de la pubertad y de la Son todas razones plauslbles. rero cuanuo unu !lU :>t: ¡;Ulmaua , ¡
un pape len l' , d c. d' 1 ., . d'
adolescencia, La profunda. inseguridad psicológica lo lleva a buscar t con estas ,exp lcac,IOnes y trata e pro!un IZar, a, ~uestlOn? no .tar a . " ¡
. . 'dad y protección fuera de sí mismo; en el grupo, en modelos ¡. .en advertIr que Slempre· se· topa con· una pOSIcIOno afectIva. que. la., : . , ' c , I ,¡,
1 t "r
.de<>identifiuaciáUr-en"la;4}'Q;¡!.i~9!l.~º,~,.,,9~i~º~~iJ?1k21,~Ü,l?P!,,~J~~g'~~:""'~~"_"«N"Ít--,<..,.;.,,,,,,,,,...,,-,,,P~~;~:~~~,,,,,;~,,!:l7!!::~"''''~~·'~''fl~!l""E~E"~.;~,l1~,,El!,,".!,,.¿,,,,,,,,~~"-J~;~_<~,,,,,",,~~;,_~""~"".","d~=""".,""",,)...J
segun 'l I . h 'd b " al d " ' .
la mot9'cicleta} y, por 10 tanto, tambIen enlamdum~ntana, En ese : Ílco, . . ._ .. _., .... .. _.... i .. " I

mpll1 ento el muchacho comienza a impo:fier s~ proplO gusto perso. De 'manera que en la base de los motivos racionales está siempre,
na!. La elección de un traje le infunde segundad ~n el sentldo ~e.. como motivación verdadera y real, una toma de posición irunedíata
que le confiere un papel y una personalidad ~:terminada; ,al vestIr· de nqturaleza extrarracional. ¿De qué proviene esta:actitud negati~
se de conformidad con cierta moda, se identIfIca con un tIpo dado va, e~ta antipatía? .
de valores. . En primer lugar, se comprueba que para muchas personas el
Estas identificaciones son no obstante casi siempre in~~ertas y sombrero está ligado a imágenes de perdida juventud, de decaden.
transitorias, de conformidad con la continua transfonnaclOn, con cia física, de falta de reflejos y de dínamism(), de "edad mediana".
la continua busca, con los progresos prOpios del desarrollo. . Llevar sombrero equivale a admitir la propia decadenCia física y,
Las necesidades que determinan las elecciones son a su v~z, ~x. en última instancia, la falta de virilidad. (
¡.
tremadamente variables y contradictorias: la prot~sta y la sun::slOn, La equivalencia "sombrero :::;Jalta de virilidad" es evidente en ¡
el confonnismo y el anticonfo~smo? la,~l:gancl~ y el deSat~~o~~~ el endurecimientoc:ie la resi~tencia a usar sombrero cuando se pien~
I

orden y el desorden. Es, pues, ImposIble ~Iscemlf const,an. '. . sa en las probables reacciones femeninas,
!
mo no. s. ea acaso el esquema básico de la bus~a de un yo UfllCO, on· Por eJ' emplo un sUJ' eto dice: "Y dicho sea entre paréntesis por ¡
'd d d
ginal, diferenciado y la neceSl a
I' " d
e va onzaClOn y e segu I
r' dad . ' . ., . . ' .
las noches cuando está oscuro y voy por la calle desde el garaje a e
¡
,,.'
F. El sombrero. mi casa y no veo a nadie y si no hay mujeres, cuando,Ia t.emperatu.
¡ ra es muy fría, entonces me pongo el 'sombrero, Sólo en esos casos.
Un sector de particular interés es también el que se refiere a la Pero si tuviera que trabajar en una oficina ci en ambientes donde
moda de los sombreros. hay mujeres, jamás me pondría sombrero",
Una investigación llevada a cabo en 1966 reveló cierta declina- Hay' también otra manera en la que el sombrero puede "quitar
ción en la costumqre de los hombres de llevar sombrero y se ocupó virilidad a la persona". Esto ocurre cuando el uso del sombrero se
sobre todo de indagar la naturaleza de las resistencias contra' ese percibe como un residuo de hábítos infantiles.
ii
uso. 21 j
En e"ste caso, el sombrero no representa "la perdida juventud" f.
Las explicaciones que daban los entrevistados sobre esta actitud ¡ sino que indica casi un "retorno a la infancia", es decir, a aquel - (:
"
I "
se refieren primero a factores de carácter práctico y funcional. ' período de la vida en que uno era dependiente, en' que tenIa nece.,;
Alguien dice, por ejemplo, que no necesita usar sombrero por-
que no le· tiene miedo al frío; otro teme que el sombrero le eche a ~ sidad de ayuda y protección,eri el que la·madre·le deCía:·· ..Nó te
olvides de ponerte la bufanda y el gorrito, que hace frío". .
r
1:
perder los cabellos; un tercero piensa que acarrea incQl1venientes Esta es una segunda actitud emotiva que nos explica esa sensa.. :.'
¡:
¡
prácticos (es fácil olvidárselo, es molesto,s;hoca con todo, etc.); un ción de antipatía que ciertas personas experimentan por el som.::· í
~,
cuarto afirma que nunca tiene ocasión de usarlo .. porque- siempre brero: Llevarlo' significa pa!a ellas no ser fuertes,independíentes,'" , ,.,.
vi~j~ en autoirióvil;etc. -- adultas, significa volver a la .dependencia infantil y"J~p,ª~n,ecesidad~
de proteccién,· . . ....:.. ,:,~.~': ::Y:-:'.: . . , '

21 Esa crisis no parece haberseatenuado,~inR: q1l~,p()r e¡


contrar(o,. p~~ce _ Con el sombrero se conectan pues significad()sque'·S~'Er9,~.e.Sl<ili:";::"':¡C;¡,,:'r:,.
~centuada, especialmente en lo que se, .i:efie~ea~gunostipos: 4~, tocado,. ~.
hacia el futuro (el envejecimiento) Qen dirección :¡;etrosp¡eqtiva O?: ',:,/ .,:;:
como por ejemplo el sombrero de copa.alta: VéaseM.L, Pace, A pochi qilin- t 'f'ancla.
In ') ' . .... .'.. ":'::" ::,:,.!.,.,::~:,~ ..~.,: .
,,", ,::.:. ,:. ,.; ,. ;.. q.

dri, Panorama, 23,1.1975. : ... ". :" . ".;'::' 1


I
Una im~resión aja que se refierencoIlbastantefrecu:e,!!d~aqy~::j:,"
e, ;.-.., "
r
124 ,...., .. 125 I !)
1,
~¡..:
_:,lÍ'¡¡;,;",_,.
.. .......... _......,..;1
.',
. :., "'J,

. ,'. UDS • quien~;I~oles,gusta usar,sombrero es es.. f.sÚdi~sa sensación'


de "p.esadez en la cabeza" o de. "constricción" que da él sombrero.
t~ahdO selles pid,e qu.e·espec.ifiqU'~.u,. esa sensación, .a me~udo . ."
i
f'
'(,,,:0: el motivo de distinguirnos: de "hacernos, los grandes", de
exhibIrnos. ' . '
~ue por ~e?~jo .de ~a s.ensación. ~e ridícul?, hay una defensa " . '
¡,I

rI,'~!~~~~ :··t-_··~
~,

ij.,

11

~
ción. .
P~~~.A9t~~U,g~~~~}A....~ l(~~J~<?..L1Jlás o me1}2~g~:","=,~.""",<,,,,,~,,,,,,,

gorra y de los vanos expedIentes a que apelaban para evitar l;t coac-

y
.. .
10 mismo ocurre con aquellas"personas (tranviarios, porteros,
!
¡
,,,,..,,,,,,,,,,,,,,,,-,"~o~~r.~ ..:l .~X.!llblcl0n~.s~"0 pU:de deducl~s.e tam~len por el hecho de

eXIgencIas, hasta los tocados mas extraños, mas estrafalanos y ex-


céntricos se llevan tranquilamente )t 'no se tiene ningún temor al
ridículo. , . .
.
'.

1
l'"
¡

:¡ etc.) que están obligados a llevar una gorra .tode :.:1 día, personas Una impresión un poco diferente de la impresión del ridículo,
l¡ que¡ apenas pueden. ' sel.a quitan. Un entrevistado hace la aguda ob- aunque es afín a ella, es la de sentirnos torpes, desgarbados, pesa- .
1 'serva.clón SigUiente: '.' .. ., dos.
! ' HSi se fija usted en los tranviarios cuando llegan a la estación Y ,sin embargo, por modo extraño, estos sujetos reconocen el
i tennir¡.al,'vera que 10 primero que hacen es quitarse la gorra". valor'del sombrero tanto en el plano de la utilidad como en el de
j, D~ estas observaciones resulta evidente otro elemento que puede
1 la elegancia. Observan que una persona bien vestida y con sombre-
, exp\icar la antipatía por el-sombrero: el sombrero produce una im- ro tiene buen aspecto, parece fina, de clase. . i
presión de constricción.'; de liinitación, casi cómo dé sometido a un i Es probable que en esta categoría de personas exista· una especie .f
régimen. f de "sentimiento .de inferioridad" e? relación con el sombr~ro. ¡
,\
Todo eSto no atrae mucho a la juventud, que es rebelde, que no I Esto surge eVIdente de afirmaclOnes tales como: "En general el
aUiery que la :netan dentro de esquemas fijos, que no quiere que le
pórigan uniforme". .
Otra impresión subj'etiva que manifiestan los entrevistados cuan-
¡f _
son:brero 10 hace a uno, no solo más elegante, sino más afectado;
y SIempre tengo miedo de qUe alguien pueda pensa,r que el amane-
ramiento no conviene a mi condición, ya porque mis orígenes no
do se habla del sombrero es la de que con ese tocado se sienten ri- \ me lo 'permiten, ya ~orque mi temperamento se inclina a las pala-
díetilos y híleen re{t a la g~tlt~. , bms dlChª~ ~l1. VOl, º'\lª! a lo~ colores sobrios, a la reserva".
Sentimiento 'de i~ferioridad que se explica si tenemos en cuen-
Los propios entrevistados reconocen a menudo que esta impre-
ta otro aspecto, el hecho de que el sombrero es símbolo de plena
$ión puede ser subjetiva, no verdadera, no objetiva. Admiten que,
madurez, de poder, de autoridad. La desazón que experimentan
en realidad y al fin de cuentas, salvo algunos casos excéntricos, na-
die que lleva sombrero hace reír a la gente. ¿De dónde proviene
entonces esta impresión del ridículo? '
:'Es'iáéú ·comprobar. q\úda "irdsióri" es' una' forma particular de
t
\
estos sujetos significa que no se 'sienten a la altura de desempeñar
un papel maduro y responsable, que en ellos se da una fijación y
un estado preadulto, una huida de las responsabilidades. . ,,'
Por fin, una última impresión negativa relacionada con el uso del
I'1
agresión' que se realiza no con tono violento sirio antes bien con sombrero es la de' qu~ éste tiene algo de ambiguo, de poco claro,
tqno más o menos benévolo,éon el tono con que se habla general- t- algo que oculta la expresión y provoca desconfianza. "Si.llsted ob- '1
mente a quienh:a presu.mido demasiado de sí mismo, a quien pre- I serva en las películas, en los dramas", diée un entrevistado,"el ~:

)
. tende "hacerse:.elgraride", exhibirse rriásde 16 que le permiten sus "director sj,_:.~pre hace que se-ponga el sombrero el gangster o el
1 .• 'I.Qº.sib~ida"dés, desuertequeJuego viene a quedar abochornado. tipo torvo. En realidád, ~eJrat¡i"d.~J.p1iñdividUo·citie trata deocul- ~
í
:"{,.pe,maneraque'la,,sensaéión'SUbjetiva de!ridf9ulo es una reac-
clón·artue·stra';·propia'tendencia.al. exhibiciónismo: Pensamos que I
tar su propia illagen; lleva_~~o 's~rri.p~~r()pa~tabajar un poquito el
álapara que el rostro quede oculto'~ ...... " " ... ' . . .'.,
¡.
, :., ~
~ :'
i
los. derriás:'se~'budárán'de-rtosotróssi USartlOS sombreró;porqueen" \ , De manera que el sombrero manifiesÚlun'3spe.cto.conflictivo de .\
1,
. cierto modo ~iriconsCieiite'atribuimos a los' otros la comprensión I la indumentaria hasta el punto de despertar temores y perplejidades \

'1 '~xaéta del verdadero inótivóqM nOs ha llevado a ponemos el somo y provocar una crisis en la personálidad. El p"roblema que el som-
f
I 126 1 127
t
! "
I~~
.-1..
'0 d quien uno es y de 1/. ::>cnuaer. 1'., '[he lmage and Appearance of the Human Body,
de unagen de uno mIsmo, e su 1 ea pr~pI., e
. . d 'd'1
. . Kagan y Trench,Londres, 1935.
quien quisiera ser ..Acept~r el. s.om~~ero .slgll1~:a adh~r~rse ~ cl.e.rt:,s. . , .. 18 .. SUnrnel ·G., Fashíon,Intern. Quart., 1904, 1.0, págs. 130 _ 155 .
.valores, a ciertos modelos' de ldentlfIcaClón, aSl como no.usarlo SIg- .'. 19. Stoetzel J., Lá psycologie du vetement et des ses fonctions, .
""'·'¡';.''fi:i:fiea~rt3Chaml'\t}S0g:...va:Jo:re:&~Y:'e:S(i)s.:}~"",,",,~~,~...,;;..:.,-~t"¡;,~",'I;.;1..,,,,,:,,,s><,,,,,,.,.,,,.;.;<.,,,,.,,,,,,",,,,,,,, ·''''''''''''''''''"'''''<'':;';'~'''';;';''$Ull:'''de''-P,sy-eh'Ot;';''1·9:65''¡''6';-"'r~''P'ágs'~}<3.t4«'Q>t~.W-;",',~'~""''''''-_''~''''''''':''''''''~;;'''';'''.'''''''r.¡¡,lY.,
. . Desde 'este punto de' vis{ael problema del sombrero puede mser-' . .. ". '20. StoeiúCr,L'es f onú¡orisveStimenif.¡irés·prznClpdies;·Bl.il1. de' .......... : .. '"
tarse en el contexto' de u·u discurso más amplio relativo a un carác- . Psychol., 1964 - 65~ 18, págs. 1246 _ 1250 ..
ter general de laépoca en que vivimos. La crisis del sombrero pare- 21. Ve'bIen T., La teoria della classe agiata, Einaudi, Turín, 1959.
ce casi reflejar la crisis de valores que aqueja a nuestro tiempo.

,(
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r dones suministradas por los estímulos olfat.ivos son mucho menos


.' ipreCisa~ que las que. provienen. de la .v.ista o del oido •...
. .•.- ~ Acerca de ia progresiva pérdida de la importancia de la sensibili-
.'"7~""'~:~':"~.'~\'~~::f-V7':::"~'~~~~~~~~~~~"~~'~~""''"::'"'~"''tI.~":!l"'",r:!~ú~r.~o:.,:::~...,.",~""",":~'~~":"i,c~:::;:.,",~~¡,,,.,:; . "'t"-<",,,,-!,·,,,··-::c·:"::"!:~7¡'f<ttiVa:'en!,.'!}-"h"~bre';'·P-ml~mo~me'fíei'tJfflt:Ftto'~~tlNás,jft~i':<=":"'''""''~<''''"''~';'''''"'~

. .' ' . 'IV ¡ Laprímera., sistenida enúe otros por Hall,2 se temite a las cOn- .'
cepciones evolucionistas. Según .esa hlpótesis, el antepasado del
,

hombre que era originalmente un animal terrestre se vio obligado


por la 1úcha de las especies a abandonar el suélo para habitar en los
La erotización del espacio árboles. La vida en los árboles requiere vista aguda y se basa merios
en el olfato que es, en cambio, decisivo para los organismos que vi-
ven en la tierra·. De esa manera el olfato del hombre cesaba de desa-
rrollarse mientras se reforzaban intensamente .sus poderes visuales.
L~ segunda teoría, de tipo psicoanalíticO, se remite al principio
.1, 1:1
de la amnesia infantil, es decir,' de la remoción a que están sujetos
en un cierto punto. del desarrollo los. conte~idos ¡p.entales vincula-
esic81q>gía del perfume dos con el erotismo pregenital, al cual corresponde también la sen-'
sibilidad olfativa. Por ejemplo, Fenichel afirma: "Los sentidos me·
nos diferenciados están más estrechamente vinculados con el ero-
el chrácter arcaico de la sensibilidad olfativa
,
,
. tismo ptegenital que los sentidos más diferenciados. La degradación •
[,,' a que está sujeto todo el ámbito pregenital hace que el hombre me· .
[ En elpanoram~ de las investigaciones de psicología de la per- dio tenga un olfato menos fino que el niño". 3
,. ,. [ cepcióil, la sensibilidad olfativa ocupa sin duda una posición secun-
darii\ en comparac~ón con.1n vista o el oído y hasta el tacto. Esto se
debe en gran parte a la circunstancia de que la percepci6n olfativa Los mecanismos fisiológicos del olfato
se qaracteriza como una percepción arcaica, sincrética y poco dife- Los mecanismos neurofisiológicos del olfato son todavía poco
renciada respecto de la percepción de los órganos sensoriales más
conocidos y lo· mismo ocurre con la exacta naturaleza química y
, "~~bles" y más evolucionados. física del estímulo.
, También de la investigaci6n de la fisiología del sistema nervioso
" se désprendeque anatómicamentélaz ona cortical encargada de la tímulos. Por ,ejemplo, hizo aspirar a Un recién nacido un ~lgodón erribebido
.rec~pd6n de' los estímulos olfativos (lóbulo olfativo) estuvo sujeta en aceite de anís a intervalos de un mInuto mientra'S registraba los movimien-
I • . d . . ., . tos del cuerpo, la reS'1Jir~é1ón Y el ritmo cardíaco. Apenas percibía el olor, el
:.[, -'. a.\J,na C.ontinua ehmltaclOl1. . . !¡
':'+'~'Además; ·desdeelpunto de vista' evolu tivo se observa que en el recién nacido moy \:., ros y se le·aceleraban la respiraci6n y el ritmo
cardíaco, pero luegv ":_ ...... ~ Haciendo progreSivamente indiferente al' estí~
:-" ..... :rií,ñbpéqu~fio los·.e.stímulos olfativos desempef'\.an un papel impar-
"o
mulo, tal vez porque se .daba éuenta de que el olorno.repre~ent3:ba nirlguna
. 1N').te·pát:a:'4~termJnar Y. guiarla conducta, papel que se atenúa lue- amenaza. Sin embargo, cuando se le hacía$entir urt olor diferente torrÜlban a
i!f;; . góenel~du1to.l . . . ". : ...... :' . . aparecer las reacciones'de su 'organismo (L.P~Lipsi,Ü, n neonato capisce piu
..' rg~to,es,b(enc()mprensiblesi se tiene en cuenta que las informa· di quanto non si creda, Psicolog¡a Contemporanea,1974,1, págs. 3 -8 .
; i'

2 E.T. Hall, La dimensionenaScosta;Bompiani, Milán, 1968.


,¡ Lipsit~ detnostró que el recién nacidoreacciona alos e¿tímulos olfativos y
l·....• .

.desarlollaPlo6esos de hábito cuan~o se le presentan repetidamente. esos es- 3 O. Fenichel, cit. pág. 391.

131
130

...,,~....~
.( ----r-------.-.,-.. . -._."._. -,.....
---~
... ~~ ""~ .. -.,.- .. ' ' ..
i
Konigsbacher y Hewitt (6) sintetizan del modo siguiente el es- r· teniendo en cuenta lo que antes llamamos el carácter "sinci-ético".
tado.actual de.losconocimient~~ $obre ~l fenómeno: "El sjst~ma ~ de esta. modalidad perceptiv~.4 El estímulo olfati~o, precisamente,
de la percepción olfativa es lTI!Jcho más complicado que el de la l" porque es po~odife~encia~o y difícil dedescomponér en sus ele- "" . :. L ¡I
'~"~'p.é'r~'épctofi"~gu'~~'ttvr."S~'tsm(f''e'S'''C@'e'"~:~!'"ffit'jtse'''l'~tci~~~J!f_avé~"'rle}·,,,~~~~:~~,."'t·~!<"'¿'·~='··::~''iflen~~~~~.nse~e~:'(Sfroiref(}lf"reflej3:d'a·<'tattfbl'én<P'óf1it~e~'tf.tftñ'a}fti~,~,:""'~'""'t·"",w~''':'\'~:'';i
conducto nasal, pero independientemente de esto, ~.oseemos. esca- ,¡ preclSlon de los. terminos lingüísticos relativos a los .olores), est~ ., \
sas nociones verdaderas sobre los receptores olfatIvos, sobre su ) estrechamente vrnculado con todo el contexto en el cual se percI- '
comportamiento y sobre su carácter específico. Se han propuesto í bió, de suerte que cuando se lo recuerda no se da aislado de los
muchas teorías, pero ninguna fue universalmente aceptadil y ade-" f . otros. elementos contextuales, sino gue arrastra consigó toda la si-
más es difícil aducir pruebas concluyentes". I tuacion. . . ., . '
Se elaboraron 'interpretaciones basadas en aspectos químicos y ~ , Otro hecho bastante típico consiste en que los recuerdos re lacio-
físicos, en las enzimas y en las vibraciones, etc. Como observa i nados con los olores tengan que ver predominantemente con expe-
>
Girotti (3), la dirección más promisoria parece la representada por ¡ riencias infantiles y especialmente con vivencias emotivas funda-
la teoría "estereoquímica": las substancias que. tienen moléculas í mentales de placer y bienestar o bien de infelicid,ad, de seguridad y
de fOfila geométrica igUal darían lugar al mis~o olor. En la super- confianza o bien de amenaza y miedQ. . I
ficie de los receptores (células olfa~vas insertas en la mucosa de También este fenómeno es conexo con el hecho antes menciona-o
la parte más .elevadade las fosasnas~l~s)hapría "poro~:·q.~9in~0. !, do de que la sensíbUidad .olfativa,~esempeña. un"papelmuCho más,',; 1
fonnas diferentes a las que se adaptarían moléculas de conforma- ~ importante en las fases infantiles de la vida. '
ción diferente, lo cual deteminaría las varias modalidades olfativas.:, El olor no sólo evoca sincréticamente los varios contextos de
Hasta sobre' el número y la clasificación de los olores las ideas t experiencia, sino que hasta la valoración misma, positiva o negativa, r,
S011 extremadamente dispares. La teoría más aceptada es quizá la 1; ql.\e las personas hacen de sus impresiones olfativas es una conse· . 't<

de Amoor (1) que, basándose en la citada hipótesis estereoquími-¡: cuencia del tipo de experiencia en que fueron vividas. 5
ca, distingue siete olores primarios: alcanfor, almizcle, rosa, men- i MitchelI y sus-colaboradores (7) afinnan que el olor es un fenó.·
ta, éter, picante y pútrido. Los olores complejos resultarían de las l, meno sobre todo ..I'asociativo": es agradable cuando se relaciona
combinaciones de egtas cualidades. , ;; con una experiencia gratifiClí.fité y déSagradable cuando estáasocia~, f
~.
Pero ni siquiera aquí existe un criterio definitivo. Moncrieff (8) t do con una experiencia insatisfactoria o conflictiva. Los juicios so- r
llega a esta conclusión: "El olfato es más difícil (que las otras ~o- (: bre la valen.cia positiva o negativa de un perfume dependen de la f,
I

dalidades sensoriales) y en este campo no hay método reconOCIdo


o aceptado para definir las cualidade~, el to.no o la nota de u.n olor,~.
~ asociaCión que tengan ~on algún otro aspecto dé la experienc~a, . .
Los )~i~~osolfativos.s~n substancialmente una consecuencia de. '
~
II ,
. no exist.e. ninguna escala a~.eptada de mtenSl~a.d. Todo cuanto sabe- f, la adqmslclOn de conocImlentos .. J;:s sabido, por ejemplo, qUe losini.,
, ~
Imos es, que' cada olores individual y especl.flco de un'compuesto"
dado"...
. t;
¡. ños pequeil.os no tienen reacciones de disgusto' fr~nte a los olore~'i

4
"

A;erca de la naturaleza sincrética de al~unas modalídaqes'percep~~~s: e~~;'


.
...•
l' l'
Hi'!
":',,:":,:.
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.~,. ,
I

."~'.:"'~
El olor como fe'nómeno asoCiativo cialmente en la infancia, véase H. Werner, PsicologiacQipp(vaiar/~lla:s¡"ilup~
(. po menta/e, Giuntie Barbera, Florencia, 1970. .,. J.'I
t ,',." I
r
,Lo que sobre todo llama la atención, cuand'p se invita a personas
Su,Orig~n;COnsidércse,'*.~i,:#J.~~;i~;i:f~i"':'·%,
I:"~'

a que hablen de .sus ,. reaCcicín~s~nteolQres Y perfumes, es la grán


rI 5 O tanlbiéndc las opiniones sobre
siguiente obsel'vaciónqc;:t{Obbes: "Losmismos,·oIQres,>·¡;;uáf¡d,:Q,i):(q~6~.rt:'p're>':"'!/:.
riqueza de asbc'iaciones"qüe ie cithie:nc'u enreIa'ci'óncon scnsacio-' r venir de otJ;os, nos desagradan, auncuan,do en realidad proveriit¡l..il':d~iAosotroS!;::,: '
nes, emociones, monie!1tosd~pai·tic1ilarslgnific·aciónenIapropia t mismos; pero cuando pensamos que provienen· de nosÓtros ciátónce!/ribp.oS"·
experiencia individual. . ' ", ." . 1; des<lgradan, por más. que e,n reálidad ptoyengari,de~otJ;'()s>~.(NJI()bb:~s,#(e- ;
f; menti di le¡;ge naturiJle e politica, La NUQva.lta.li~,FllJr(l~ciá\)p6a;(p;ii;,5.6)d, ,," ..\
Esta elevada ·valenCia. cvocativa del estímuló olfativo se explica
~. """". r·
133
132 t
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.~ 1;......
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r', :,.,' '.-:,., ['---
;- ~ '. .
t~:~.:. . ."'t '. ~

de las' heces, mientras los niñ.os mayores los juzgan negativamente. ¡ meriteros, preocupados por la idea de que la pareja. resulte bie~ av~-
D~ m.lI?efa que las reacciones a los estímulos olfat~vos son a menu-. ¡ . nida, llegan en ciertas ocasio~es a pedir permiso para oler a los' fU-
,j .' do fruto de ciert'os valores culturaJes transmitidos por medio de la . '.
.' .. f"
.. ' turosesposos.y.los rechaza SI·no "huelen bien'?;'no tanto por cri-. ..
~d¿=~
.1' ..
......-:",~du~ciQti~""., ......"~,~~:,\",-<._."",_,,,,,~~=~!,,,--=!,~,__ ><==",~,__.-...",.,,,,,,,~..;,,~.-w"'=-i<.~",,,,.,~,,,,,,,,,,",~i~c;.~;Q~~2!<~~..2~<;>.~e~;!l~,;~!,!~~tj¡.~L912,.~.~iii>kt9""~~"tk>M"~"~""""~~"*
. ...... '_ .. ' . . . . . . . . .•. . .' .. . l ' raOla.O aesconte.nto ... '.' ..... .... ...... ""... .... . ...".......... ...... ,
;1 f es
. La seguhda función del olor, la de reclamo sexual, bien cono-
(1 . . . .• '. .' f clda, por lo menos en el nivel animal. En cuanto a la sexualidad hu-
i Las bases de las sImbolIzacIOnes ¡ mana, el papel que cumplen los olores y los perfumes aparece pro·
l. ¡ fundamente estudiado en la bibliografía específica.: 7
;1 En la introducción de este. ~o.lum~n s~ñ~lamos que e~ primer mo- ¡ Po~ fin;, tambié~ p~ede a~ribuirse al perfume una función "enno-
j mento .del enfoque, en el ana11S1s PSl~O~OgIco de las ac.tttu~:s frente i blecedora y "desll1st~ntualizante". El hecho de,q~e el uso de perfu-
1' a los bIenes de consumo, debe conslstlr en la determmaclOn ~e los ¡ mes esté constantemente asociado a los ritos religiosos a las clases
"rasgos salientes" del objeto estudiado, es decir, aq~ellas ~un~lOnes -1 dominantes, a los conceptos de purificac~ón esclarece 'ampliamen-
o aspectos a partir de los cuales se construyen las slmbohzaclOnes. te esta connotación ulterior.
En lo que se refiere ~ los olores y perfumes, esos rasgos sa~i_en~es Identificados los "rasgos salientes",- examinemos ahora los prin-
;!
nos p~recen substancmlmente tres y los llamarem?s la fU~lc¡~n In- cipales tipos de simbolizaciones que tienen que ve:r;con ellos.
~;
formativa, la función de reclamo sexual y la funclOn d e s m s t m t u a · · .- .
lizañte.
Las dos primeras son típicas de los olores en general, mientras
que la última lo es principalmente del perfume, entendido como
Primer núcleo simbólico:
La pe'rsonalización olfativa
agregado artificial de nota 'olfativa agradable. :
La primera función vincula los estímulos olfativos con la activi-
Con las funciones informativas de los estímulos olfativos se vino
dad c'ognoscitiva del organismo, es decir, los considera como pun-
tos de referencia .aptog para orientar lu conducta en rolación con cula unprimú significa.do simbólico del perfume: es una señalo
mensaje dirigido a los demás (o también a"uno mismo, como se ve-
~a realida~ exterior. Desde este punto de vista, el olor pen,nite ,a los
rá) al cual se confían específicas finalidades comunicativas.
anunales y al hombre reconocer los comestibles y los lugares, lden-
El perfume amplifica el yo corporal propio y esto entraña una
~iflcar ciertas características del ambien.te, delimitar su propio te-
valorización del propio cuerpo como fuente de mensajes o bien una
q-itorio, reconocer a los otros individuos y considerarl9s amigos o
extensión de las facultades de recepción sensorial: del destinatario
~p~l11igos.letc. "
IAdemás, los .olores parecen -también desempeñar.la función 'de delmen,saje. ..". .... . . . .... ' .. .. . . . . ., ..
puede ..
i' dat a conClcer el estado emotivo de los otros organismos.
,... Hedig~r (4) observa que un reno, alacercarse al lugar' donde
¡ ... El contenido de los"mensajes variar de una persona' a otra
.y también en una misma persona- de·un· momento a otro; eiIo n.o
'

.otro,~mieriibra· de la mana,da se aterrorizó, ;¡.dvertirá el mensaje a


..travÚ"idelolor .de las 'substancias segregadas por las glándulas de.
tL 6 Una perso~a que entr~vistamos hiz.o la sigUitmte agudit observac;ión sobre
~. la relación. que h;¡.y entre condición emotiva y sensibilidad olfativa: "Es un
...jasJ)ez~fii·~d~l.predec~soi.y entonces emprenderá la/uga. .' . . . ¡., hecho curioso que seda en las mujeres y patticularmente en las amas de casa; ,o'
1 l' 'pÓ:r .o:Nb lado; 'SIhith (lÓ)derirostrÓ que los tatoriessaben dife-,
1 .
;
me refiero a lo~ perfodos'de nerviosismo ·0' de depresí6n en que se agucllzala
.: :"r.~ri:ct~x:.:etq16t Aetin,e~qu~9frél).!co del olor d~ una per~?~a norma~ .. '. sensibilidad olfativa; Así descubrencontinllain:ente malos' olores en·la casa, lo
' .. 'fenÓmenos de este' tipo;}egun parece, eXIsten tamblen enel nI- cual les ofrece siempre nuevos motivospiu:.é. 'jriitarseopára recriminar alos
miem bros de la familia por su· desorden eiticu~ia·~. -
vel ht:Ú:riáhO. ..' e'. ;

......, 'Half (~it.,pág·.. 67) dec1a.ra que los árabes parecen reconocer una 7 Véase, porejemplo,"lt Ellls,PsicolOgia'd:l'sesso, Sandron, Milán, 1913,
. relaCiÓn .especial entre la disposición de ánimo y el olm. Los casa-
135
134
t

----------_.. - _._ ... ....


..1....-.. . ..1
. .. , .. , •• ~._ ... _,.,,, ..,,,.?,., .. ,....:.\
,;.'~ ~' '~JI ,tt~'~tj iJ¡·'j ~).J~ ~li ~M4~ ~"J."~¡,íl 1,.',¡J :t" /', ".
u<.J,~ ~~~~.~ ~. ¡J
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(o1v''I 'i-li¡", !.,.., I .} ! '," :J ' I','d
"
\',,){I 0,0'

¡t - ,,',,',
ima~gcn tambi~
" , ,

obstante, la finalidad es siempre la de proponer una de uno solo, a las personas, sino que se refiere .. a lOS objetos y a los f
mismo que posea el carácter de la unicidad y la originalidad. ,ambientes., Para ,dar un solo ejemplo diremos que es una costumbre' \;
~sta capacidad ~e p,ersonal~zar
que tiene ,el perful;ne. es b~en c~-
' ~ast~nte \, c~ando dIfundIda, u~
se adqui,ere auto:¡nóvil uSado, la de , , I!:
~.""";nQC..lda...so.br~.tQ@1<,¡;¡.º-tJ,¡!.$."J.U.Y..l~!.~~Jntre ,SLU1e!1~§ ,~~te, ~Ien dIfundl- i limpIarlo ~on ~esod.olantes como para qUItarle el olor de los ariii-' , " "'"'' t
da la opinión de que el peifulne 'rea~¡Oña-deJñ:ú1era'''flplcrcO'ñ-1a''"<r.<''''~'N';r"':_'-,;c,,",,,,-:gu,o~,.p~p.letarH}S&dm~!~i~~laMma¡oa.,deJa.:p¡;~ja.POSí}&ióR'¡'"mt-'cl~\¡~I'~~"'i~.~"'"'f"i!'fr/
piel de cada persona y que, por lo taIlto, un mismo perfume usado 1 opelaClOl1 de personahZaClOl1 hace resaltar también el valor que' ' ,1:
por personas ~iferentes
o[¡:ecerá percepciones completamente dife- ¡ pue~e ,~e~er el perfume como instrumento de "delimitación del 1;
rentes. ¡ terntollo . :~
~,
~o~unic~tivo resolv~rse rem~te
El problema del modo en que los estímulos olfativos transmiten I
un contenido puede si se uno a lo -1( , . ,. . t¡~
Lo~ difi~r~n por,u~.a"a,mplia
que enseña la pSlcologla sobre las '''cualidades expreSIvas" de los Segund.o nucleo slmbolico. ,
objetos. varios perfumes entre sí gama I SeduccIón y autogratificación '8
deo caractensticas. Se puede hablar de perfumés ligeros' o intensos, ¡ , .. ·n>· . 'l,':-;;<;" ", [1
dulc~s o amargos, valor~aclOn pr~proobtemd,a m~di~te estb"
¡

frescos o cálidos, discretos o agrdvos, etc. Ahq. .1 m La del yo corporal " ,:, ¡
¡ ul?~ olfatIvoS puede estar, desde otIo punto de vlsta,no tanto al" "
dimen~ones de la personalidad y, porlo tanto, es necesida~ de distinguir, personaliZar oimprirnir I~·:
ra bIen, cada una de estas cualIdades se vmcula en modo espeCIfico '1:

con otras tantas i semcro de la !


susceptible de comunicar una detetminada imagen antes que otra, ! ~arca propIa de ~ose$.lpn, na ci
c0!l10 al servicio de la necesida4 x: • ,,' " :¡
Como los modelos de identificación varían en diferentes mo- l' slsta, de hácerse mas deseable y sensualmente atrayente; ,"" , ~
S¡~1 est~\.lsodel perfum~l, ~,
~ién en la esfera de 1~s perfumes,
i
r~fend
mentos históricos, a este hecho se debe la existencia de una moda embargo" tenemos la impresión de que "
tarn .. . ¡ o .a1 ex tenoISe ha exagerado o porlo menos quena "ha te"; ". I
En este momento se tlene la ImpreslOn de que las "esenCIas" tra- l. mdo suflclentem~nte. en c~el,lta otro mod<? de experimentar el pet¡.F'.>:¡ , ~
dicional" están sufriendo cierta crisis y que."n cambio se prefieren I fume, un 11)odo r,efendomas auno mism,o. ..• . ·,

E~ qU(~ 8a~a ~e íntjmaip\~nte q4~


perfumes menos llamatlvos, como las colomas y lavandas; por otro L COnVleI1e realmente no olVIdar que el acto de perfumarse .ofrece :1
lado, se observa la afitíllad6n de pel:fUl'lieSUHisé!x. evidetlte \ toda una gratificaciones s4bj e tivas tienen ¡¡
también este fenómeno refleja de manenl ba¡;tante c¡ara la reestruc- ¡ valor por,'sl mIsmas independientemente de una reférencia a las W

turación, que se está produciendo en los papeles sociales masculinos


y fernenmos.
tl otras personas. ':
' ~l uso del p,erfume ' ofrece,
' , ,,""
por ejemplo, agradables sensaciones~ ,','
',,' :;
. ¡¡,
'tleter~lmadas, y~
i

"" ,?tro hecho nuevo en los hábitos relacionados con los perfumes t tactiles por el ligero masaje soqre la piel, ya por
esta e~parentad~ con lo ~ue hemos o,b se,rva do, en la moda actu~l Jos efectos d" la,pres.~ncla del alcohol; el perfume procura a.demás' ~
[

¡
de la mdumentana, es deCIr, la presencIa sll11ultanea de modelos dI: " ~na agradable se?sac~?n de f~esctJra, y. por, otro lado, está el placer, ' ¡¡
ferentes. ! e .olerse uno I~Ismo. Es sabIdo que aspirar el perfume'puede tener ,r, 'l:
En otras pa'labras, nos parec~
advertir una disposición a adoptar { , un efecto en CIerta medida, embriagador y eufórico (y verd'adera- " t
en forma l~ás
flexible perfumes de lenguajes y significados muy dí- ¡'," mente m~~has
ersonas que usan perfumes en d~<:l~ran momento~', ,.: , (;
di~ d~ depr~slOno ~
P,

t "':,'1'; ,>'
lerent,,s,T~~~91o.¡,, f9!;).m~19 ,.,,1 .P<'.¡~~~; <le:I~ a<L>le,oe,nte Y" en~ontram~s ,,~eCtos de'!";""
versos, segun el papel que la person'i se proponga desempeñaren de cansan.clO). , ,.
a

no es ~as exdu~va~e ~~e ~quel perfume fre"? y. bgero••xel pe ~fu. ~jfjWl"i,'W%~;iio§,{{¡i:;f~;' .l~
\ Aqu 1 otra .rtalpgi precisa con <!ertos
l. la pSlOologJa de la mou",en tarra: .tFbren,!as '.'
, ' me d~ la;¡nujer0adu,ra}u n~es'a;que!perfurne~ntensoy.agr~slVo. :', porclOnadas p~r los ~estIdos {y especmlmen:e P9rr~,rBP,~'Jm~ri9':r)::/;;§<~"."I", ':,.t

. ~~~i~~ ~~~~~~~~~:~}~!~~t::;~¡;~;:::,I,1~0~,::;:~r::~:~ ¡ ~~~~~~~~~~~f:~f:~1~J~~~;f~~~:~:1~!~::~l~:\~~~~j~~t~Z·~C,'1,1


del perfume conVIene tener en cuenta que esa funGlonno se refIere ~' ,~:,:' "i r' cen., ,. "', ' , ',,', ,""
r '
,..",. 137
~ ,,"
136 l'·
té lO
-~- . ".

I ij
,- ~ ... ;,: .. '
l.... _.~.

il I Esta modalidad, referida al yo, 'de experimentar el perfume pa- cie de prómoción social, de elevación de"status o de identificación
, rece actualmente sobrepujar hasta cierto punto aquella otra moda- con los modelos quenas hemos propuesto.l0
": . lidad "seductora" en el' ~ert'ti'do .. tr~.dicionaL Podría de.cirse que el r Desde. otro punto de vista, el perfume ennoblece y purifica tam-
,~....,:.<,,,,,p.erliime,~ti.e:n~....q.,\;$.ruª~J~d.e~:imbi~ cosmético en ei sentidó . .\ biénen, el Sentido de perfeccionar la imagen de uno mismo, y por'
", ." . - restringido' d~ esta I;~ab r;" ha;;;' ~) :7á;¡;itQ"""hlgié;ti'Co:"'~por.aS'f""de:":-~'"~,*,~"'~~t,,,,,·~n;"'j""~~~i~~nl'tf~"d'é~~T.ft.~r.:'l'a"'~~tO'eSlrtttá~~~ife'6hf~ñ~tfatre'fnn's':fe~'~"-"'"";-;"'~,. .,'-,~.,
. cirIo. 'r- laciones ~nterp~rsonaIes. ' , . ' ...... ... . ' . '"
¡ y siempre eJl este contexto de significados, también es posible
i discernir algunó~.simbolismos más slJ,tiles y profundos. .
tercer, núcleo simbólico: ;. Las valencias que estamos examinando permiten ~muchas per-
SubiiIriación del ámbito instintual . ~onas cargar en el perfume también expectativas' de seguridad y.
tranquilidad, de defensa y de protección. Y esa protecci6n puede
La tercera gran esfera de los significados simbólicos del perfume buscarse, ya en las confron~aciones con nosotros mismos, ya en las
es aquella vinculada con los conceptos de ennoblecimiento y puri- confrontaciones con los demás.
fiqación. El perfume siempre se consideró una substancia etérea, Encontramos el primer caso típicamente en la persona que vive
que depura de la materialidad, que eleva al individuo por encima de con un sentido negativo y ansioso su corporeidad y su mundo ins-
10 instinturu y lo aproxima a ia esfera de lo sobrenatural. tintual. Cubrirse el cuerpo con un halo de perfume, con 10 que se
Frazer 8 recueiciaque algunos pueblos primitivos usari pErfumes impide l.a p~rcepci6n del olor. natural, .prueba .de la: corporeidad y
para alcanzar un estado de éxtasis y de inspiraCión, para dispersar de la anunalldad, adquiere pues el significado de negar ese olor de
los poderes maléficos y ahuyentar a los malos espíritus, para eXi;)'- alejarlo de sí para protegerse de él. En general, semejante actitud
cizar a las brujas .. va acompañada de una estructura de carácter f6bica y obsesiva y se
Para' Montaigne 9 las substancias olorosas' afinan el espíritu e inserta en el contexto de los rituales concentrados en lavarse mu-
. inducen a la contemplación. Dice Montaigne: "Creo que los médi- cho y conservar la limpieza.
cos podrían obtener más provecho de los olores del que realmente El segundo caso es aquel en que-el perfume se utiliza en sit~acio­
obtienen: e'ti tM,lidáct, ~ it'lefiUd6 m.~ j:H!Wlté tIe que los olores me ¡¡es de relªci6n ~Qcial.y r,yandQ ~e f¡:: atribuye 1~ f1.mcióndc QPrªf
cambian y obran sobre mi espíritu según su naturaleza; y esto me casi como una barrera simbólica de protección alrededor de -la per-
hace aceptar lo ·que suele decirse, es decir, que el invento de los in- s~na, p~ra defenderla de. los contactos de los. demás, para mantener
ciensos y de los perfumes en las iglesias, tan antiguo y difundido en dIstancIas, para protegerla de ilusorias contaminaciones. Substan-
todos los pueblos y en todas las religion~s, es admirable para ale- cia tan impalpable y etérea, el perfume llega así a constituir casi
gramos,. reanimarnos y purificarnos los sentidos y para que poda- una coraza invisible alrededor del yo.
mo.s así estar mas' dispuestos i-lacbrltemplatión" .... ; . .... .
Esta valencia originaria de los perfumes nos permite comprender
btnl.' arrtplia serie de significados que las persona~ atribu yeri al'per ~ !'
fume..... ..,
'Por ejempló, puede oír uno.decir que el perfume "ennoblece~'y o i _'o

.' nl"'s6lo'ert:,:,eLosentidometaf6rico-deo.lapalabra sino en el sentido


'cOflcreto,.13nverdád,el'usóClel perfume esiásiénipre'1igado ~e ma- .
nerafiiás~d'méhBS'co'iistie:nte' a la sensacion, subjetiva de ·una.espe-

8' . :'.,,;'¡: ..-;< •. , Oo. '01', .. •. .' . '0:'' ' " .. ' ..... : 10 FeniChel (op. cit) habla: específicamente de la existencia de un mencanis-
.. J.C.Frazer,IIrarñá:d~ofo, Boringhieri, Turín, 1950. roo de "introyección olfativa", con lo cual quiete decir que también las ca- . 1:\
l ' : .. ~.'.'.' ..... racterísticas olfativas del objeto que se ama o sé' adriJiia pueden ofrecer un
hM . De.~idhtaigrle:,~(fgif;·Mondadbri, Milán, pag. 408: apoyo al proceso -de identificación con dicho objeto.

q8 139

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¡; ¡

; f1
~

r rácter dramático .que asume su pérdida atestiguan que el cabelh>


constituye un objeto capaz de suscitar múltiples e intensas dinámi- ~
Fl·:·
¡,
cas psicQlógicas. . ,
También en este caso la riqueza de significados psicológicos tie- . ,
,
~
~
~

,~
I[
, ne su origen en la simbolización de algunas características percep- '.
Íi tivas del 'cabello que' s.on SusGe.ptibles deconstÚUltse'en vehTcÜ~O's' . "",.,
~
L de significa,dos específicos. Los varios simbolismos se vinculan en
f'
¡:; parÜcu1ar con los aspectos principales siguientes: .'
f'.·;
t', 1. la vitalidad dejos cabellos que los asocia...aI éóriCep.t.dde:·PQ~1 ,.\,

ten~iat~ac~:~~~:::Ct~:':~;~:;d~,' c~[or;. ¡'ri[[o.'l~i'~b~~~,;,if';~'~~~'!;""'"


~.

[1
..
k en conexión con-el contexto de la afectividad y <;le las,((;)laCiOrie~.~r ;:,' ".'
.~ f! emotivas p r i m o r d i a l e s ; . , . /,: . ,.
3 .lti malf!abj¡id~cl, qÍleJes permite convertirséeri'u.hil1~truinéntó.
F J·Ji
¡"

L de las necesidades de personalización, exhibición,'ador~o,expn'" .~.,,


l sión del estilo de vida; . 1':,

140
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4. por fin, su función de cubrir .que puede hacerlos aptos para
d.:sempefiar funciones de defensa y para infundir seguridad psicülG- ¡ i 1 .
p ?~ esconde~ con ~uI~ado los mecho~es de cabeI~o cortados en de·
~ .' ., ... ~ica. '. ..' ... _ ' . . .. : . pOSltos sag~~tlc:s emv~olables para eVItar que algun enemigo el1tre.
,~~.,¡,;,~",__ 'lo>g¡~t9¡'Jllfen~p~ vª16r~~ ~~3-uie~en..su fuena dinámica de dos re· ¡. en, s~ poseslOn; en efecto, de acuerdo con las leyes del pensamiento .'
~ .'! t' l ' '.' .. la ói one s fun ~entii·~~J·,"~"~"·... :'~~""":'~>'A"'"~~.":"~,,,..\.~.,,,,".-=.~.,.'7'~''''''>'¡~<;'''-.'''":"'é~.:.'.:é~":"-:·f::·'··· ,-".",,,,,,,,,,mag¡c.Q'I'JQ:kcaP~~ll~s..~¡;,Q¡tados:.p.o.~.i.atlr.ser. ,utilizados.,.para~.:p¡,:acti1<lar",~. :.""••·:"".,.,,,:c,",·!
l,
~
.. a. La relaci~n con las .p~lsiones instintuales fundamentales (nar.
~ISISItlo, sexuahdad, agreslvldad): . . 1 '
l . encantos y maleficlOS q~e ~l~anzanan a ~oda la p~rso~a: . . ... ' . .'
Sobre la base del pnncIplO de la magIa contaglosa basta. tan solo
~ b. larelaci~n con el proceso c..r;1u~ica:t: la imag.en, d~ uno m~s. con daña: ~oscabellos' para produ~ir al inismo tiempo daños al po~
¡i mo a.Jos demas y .. por lo tanto, Jar . .¡aClOn con las dmamlcas socla- seedor ongmaJ. Por eso, cuando los nandis toman un prisionero le
~j les. rapan la cabeza y conservan los cabellos cortados como garantía de
~ Podemos tomar estas dos relaciones como criterios para exami- que aquel no tratará de huir, pero cuando. el prisionero es rescatado
~ nar de manera sistemática las múltiples vivencias subjetivas vincula· se lo devuelve junto con sus cabellos.
lj
das con el cabello. Un~ v~~iante d.e. las creencias homeopáticas es aquella según la
cual SI ,raJaros. utillzan los cabellos cortados de una persona' para
:;1 ., . ,. . • entretejer su mdo, esa persona sufrirá de hemicránea o podrá pre-
1 La relaClOn con las dma mIcas mstmtuales sentar una erupción en la cabeza. '
1 . . . El proc;iucto de estas fantasiasmágicas, por más que corresponda
i ,.111 cabello el! La estructur(; de la zJ1wgen corporal a, la arqueología del espíritu humano y esté lejos de nuestra menta-
il ... . ,,' '" . " . . ltdad, puede empero ayudarnos a comprender ciertas significacio-
j Por Imagen corporal se enhen?e.el m~~o l~ el sUJet? vIve
\o;, ': nes latentes en nuestras actitudes frente al cabello. .
el conjunto de sus propias caractenstlcas flSlcas 'y la 1l1fh.lenCla que
. ese modo tiene en el concepto de sí mismo. Percibimos gráciles o
fornidos, gordos o flacos, altos o pequeños, enfermos sanoS, etc. o Un slmbolo del potencial energético
desempeña un papel tundan1ental en el proceso d~ form.ación de 1[1
persopalidad y determina el modo en que el yo se pone en relación Dentro del contexto de la ,relación que existe entre el cabello y
",!sigo mismo (véase.Schilder, 7). la imagen corporal podemos aislar una dimensión simbólica especí-
T;!mbién los cabellos y sus condiciones aportan ciertamente su fIca; es la que se apoya en un·o de los principales caracteres percep·
<.' •• (ribución para constituir la imagen corporal. Esto se debe, ya a tivos del cabe110, esto es, su vitalidad y su carácter dinámico.
la importante función que desempeñan en el proceso de la percep· El cabello vive, crece, se mueve, se aja, se n~vigoriza: todo esto
ción interpersonal, ya. a. la. estrecha. relación que, según. se piensa, conduce fácilmente a la elaboración' ele fantasías alrededor de una
existe entre las condiciones em9tivas del individuo (depresión, ira, relación precisa entre las condiciones del cabello (espeso, sano) y el

miedo) Ylas 'condiciones del cabello.. '. . potencial energético del individuo. Semejantes fantasías se mani-
En virtud de este conjunto de moHvo~ se instaura una intensa Itestan claramente en los casos decaída de~ cabello o de encaneci- .,¡'

Y",,; re~a'c~6nd~.ideritifiéáción entre la persona y sus cabellos (relación miento, como veJemosdespu6S.· .'. .
':r~
que' re su lta Úairtativ<iI11ente evidente,por ejemplo, en ~1 interés y . También este tlp'o desimb6iismo se.encuentra en las creencias
':";ldsclliaadós'que eradole~ce-9-téprodigaa sus cabellos) que ver:dade~ Je los pueblospriinitivos.FraúF(éit., pág. 429)observa: "En las .
ramehtE: asúmenelpapel de~ímb.olo exterior del yo. Cáblllas populares ocurre a .menudo 'que la fuerza de un hom h: é, eso.
Tambiért'eriestecaso esa relación de identificación resulta parti- tá relacionada con su cabello ; sise corta, el hombre puede .;i\.irir- o
cularrnenteevidente en las creencias y mitos de la mentalidad arcai- I queda debilitad·o. Los indígenas de Ambóynacreían que su fuerza
~". . ca. Fraze¡: (2, pág. 390) observa que los primitivos prestan una serie ! estaba en sus cabellos y que si se 10s cortaban quedarían pri.vados
de atenCiones a lós cabellos, a los que miran como tabú, por ejem· de fuerza". El mito de Sansón es típico de esta relación simbólica.
142 143

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Cabello y agreSividad Algunos modos de conducta respecto de los cabellos tienen l: es~""'¡¡
. . ' .
Pero la: energía: vital puede asumir tari'lbien el aspeCto de la agre~ . .j'...
. . trecha.relación con una actitud de autoagresividad, como poreJem.
plo, cuando una mujer'no se los arregla y los tiene,descuidados·corl.'1 '. '
.
1: 1"
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¡, eso ex resa una vivencia de d .'" ., .. ' ' ' , ' :'" ,
,sl\!ldad •. ~es. qlle".1¡¡,.,~abeJle:x;at'-:v.,.&u.".g~"ny¡al~.~....~..§,!~AJ?1t2~g.~",=""~~~",,,""<t<.o":;;"=<Q'~'"'':'''''"''''''éY",i""'~'~'j';'''","'='-~~,"",';'!oJ.'':r'''",~~!1~~.2.~~2:;"~t:.~~~1lr9J?~..~,.JJP"!W'#<.~,.~.....,.;",r"",,.k..,. .<.. '11.. 1
le."''', . ",.",,",. ",' .... , . ...." .... . " .' .

del cuerpo, posee una CilPaCIdad precIsa de englIse en, slmbolo de· .. \. " . una VIvenCIa U.e.tenslOn con el amOJente, una Vlvencla derriasoquismo; ;,"~,::.;, ...... ; .... !"l:-"" 1
las fuerzas agresivas, tanto en sentidopositivo como en sentido ne- ; Pero la agre~ivi~ad tiene también una valencia posit.ivá· y' esto' ' ¡
gativo. El cabello y los. pelos del cUyrpo constituyen en verdad uno ocurr~ ,cuando mdIca empleo de energía para, alcanzar un objetivo. • ¡
de los medios que vinculan al hombre con el mundo de los anima- Tamblen esta situación puede encontrar expresión simbÓlÍcaen la ¡
les, por lo tanto, con el ámbito instintual, con la fuerza bruta, con lo manera en que se trata el cabello: piénsese en el caso bastante freo .1
maléfico. .. . . cuente del estudia.n te. que se compromete consigo' mismo a no coro ' ¡
Una persona con mucho cabello y mucho vello suscíta fácilmen- tarse el pelo (o afeitarse los bigotes o la barba) hasta no haber pasa. \
te la imp¡;-esión de fuerza física que, según la pre~~j1da,:Q)e ausen- do el examen .0 el caso del campeón deportivo que no lo hará hasta
cia··de otras características, puede asumir fácilmente la conriotación no haber termmado la competencia, etc. 1
de agresividad, prepotencia, sadismo, ferocidad ...
También en este caso viene en nuestra ayuda Frazer cuando ob-
La asociación con las fuentes del amor
.serva: "También entre nosotros, en Europa, se creía que Ja.fuerza ..\
':;, • '¡.:,.:r.',~;-:".'
maléfica de las brujas y de los magqs radicaba en sus cabellos y
que nada podía dañar a esos malvados mientras conservaran su pe- Otra fuente de simbolismos de los cabellos está estrechamente
lo. Por eso, en Francia existía la costumbre de rasurar todo el cuer- relacionada con las sensaciones táctiles que ellos suscitan: sensacio..
po de los acusados de hechicería antes de entregarlos a los esbi- nes de tersura, de liviandad, de suavidad y de calor. Los cabellos in. !'i.

rros" (cit .• pág. 429). vitan a la caricia y producen sensaciones de ternura y de calor. Es. ~
,"
tos aspectos indican de manera directa la connotación materna' de g
La Jclación de los cabellos (y .del sistema pilífero en general) con ,(,
los cabellos, su estrecho vínculo con los vehículos más importantes
las fuerzas maléficas ~~ tmsluQ@ con oa~tªnt~ claridad en otra CQ~: de la relación afectiva. - ~
tumbre de los pueblos primitivos: la costumbre de cortar el cabello ¡ ~
Sabemos, en efecto, que el vínculo entre el niño y la madre se va í:
a los recién nacidos. Los antropólogos ponen de relieve el valor de K
instaurando principalmente sobre la base de las sensaciones táctiles t
purificación y de introducción en el m~ndo humano sobreentendi- ¡:
y térrnic?-s, y en este contexto el cabello y, en general, los pelos del
do en ese rito. ~~
cuerpo desempeñan un papel importante. I

y Frazer recuerda que en Siam, cuando se corta el rizo de un ni-


y esto es más cier.to obviamente en el nivel infrahumano, por
ño; se ponen los cabellos en una barquilla hecha pe 11ojas, depláta-
no que se lanza al río para que marche a la deriva.·Se cree "que al ejemplo!los estu~ios ~e Harlow (3.,. págs. 97 - 8),~01;1l:e.1()s.IUQrt9s
antropoides han revelado que la mona percibe como principal fun. ,
alejarse con los cabellos se lleva todo aquello que era malo o daño-
ción materna la de ofrecer al recién nacido' un' íntimo contacto 'cor- ,
. so en el temperamentodeLniño(cit., pág. 390} .
poral, de tipo ~ientre contr~ vient~e, en el cual hijo. se p'~~;,ª19$:;' el
;>;.

. G, Piazza (6, pág .. 1 H»al~xaminal: ei D1ismorito. en lasPQbla~ p~los de.1a m~dre como medio f~l1d;:¡mental paraprovocar:~L~1Írgi.•
ciones del Africa Occüléntal á-firma: "Por eso parece más válida y . miento del amor. Es~os significados no desapareci6.1'On.Cl:~Lto4Q·e'U,
precisa la' iI1terpretaci 911 del'corte de'lo:fcabellos' como rito de. sepa- '1:'
ni~~~_~~~~~~·~r~~10rdi~les. de' la sliper[icie. PÚ.Q$a,;;d~ti~~~~~i!1~:~~~:;~~!~!:rJf~.~:~.!:,.,;." .
'¡;

ración que Hene lafitialid,a4,~4e.sigIJ,iftcar ,juntQcoi) elb¡¡.ño, larup~ " el


tura completa conl~c.onclléfó,n;ari te rioLSe cortill1 aSÍlo~ 'qib~llos -
, .. ' ..'... "./; ·.,;lC'2 :.;:1 '?f;:;(J~:.:;;;;;·:;. 'ú:: :,,;:~:-~,; .. . .
del espíritu' .... par'aquee(seihumano sea libre, puro y quede de- 1 Dice tam bién Frazer: "En tre .los cha tti; los guerr~rcis:Jb~nés; ríp;:;se'9Prti"",.,,:.:.: . ',..,. >: :';
satado"de todo lazo,prortto a recibir con el nombre las nuevaspre· ban el pelo o la barba hasta no haber d~,d.o muerte aun:enemÍgO'.'.;Cop, 9it.;.... .
rroga tivas personalesy sQcialesdel individuo".
i!c
pág. 387). ....... '.. '. " '. .. . ··.·.·.i:.::,;s.:,.¡i.::., '"
144 'I00/I'''>(,
145

__ 1::; _

l.
~
,~ . . .)
:~¿¿,i6 f
,
li.• _: .••...·.

1 .
'.' . l terial de confirmación en los análisis de los mitos, de las costum-
~att~cular q'el cabello., se ponen claramente/de manifiesto e.r: las ver- .t bres, de los ritos, de la literatura, de los símbolos oníricos. .
¡l" balizacÍones de algunas entrev~stadas: "Los ca~ellos d~splertan re- r.. Recordemos ~an sólo. el sacrificio ·del ~·abe1l0 que deben realizar
~. . cuer 'os atávicos de cuando la. muje¡;",~lO llevaba el.pelo. corto. La quienes abrazan la vid~ .r:li~.o~a,.la 0~~~g~~~ó~",!T~~~~,~~~~",1~~"T'!i~';:"'~'4~''''''_'''Y''''
f,~-~,ujt~'.,a.tti.b~.íSic.QUie:tl."'P''¡;.f;tC.l~~'''1J..A~?j;l~,~.Q.$.d~J.;.ª.~.L,R~''-",~,''''''":;,,,,"'''''''''~'f''"'''''~;'~''''''~J':':'¡'''''reS'':él~''IIet;¡af<tfi'i''V~f6~''é~ñ''ra'1gt~~¡r,""é1'~ecll'o que~. o~ ~
{.
. . '. ..... .' -.. . ('te 'en Tos su en ,la' .. ........ .
(.J ··~t·~';·,:¡~or·.'eje~plo;'Y~-·de··ninguna 'manera- me qutt~"los 'pelos de-la~ t.. pérdida del c.abello es un símbolo umversal de ansIedad en relacI~n
:¡ . axilas aunque' he oldo apersonas hacer comentan.os bastante mo r con la sexualidad, etc. '.'.
•~ I léstos;nosoy capai de quitarme un solo pelo de mI cu.~(po, por.que ; Es sabido también que cierta manera de llevar el cabello, como
;~ los pelos me gustan. Sí, ¿por qué le gusta a uno t~mblen un objeto por ejemplo, en las mujeres la costumbre de usarlos largos, sueltos
'! de felpa? Porque es suave y. de largo pelo, es dec?r, todo lo ~ontra- puede asumir un valor expresivo de disponibilidad, .de accesibilidad,
~ rio . e7 10,áspero y poco agrad~bl~ al tacto. Ademas, hay a~~1 un re- de falta de inhibiciones, ~ientras llevarlo corto y recogido puede
~ clamo erotico, un reclamo tactll, y ambos guardan relaclOn entre expresar mayor control y ngor moral.
:1 sí ... '" ". . . . . . Una hipótesis interesante expuesta por un etólogo es también la
~ . •'Para mí (el cabello) es sunpleil1ente una parte del cuerpo que de que son precisamente las valencias eróticas del cabello las que en
~ i me gusta dé manera particular. Por ejemplo, me gusta tocarlo, aca- el género humano llevaron a instituir la figura del peluquero,
:1 riciqrlo' y hacérmelo acariciar, como se hace con los gatos. Creo que MOlTis (5, pág. 223) atribuye a las implicaciones sexuales rela.
.~. esno se debe a que acariciar los cabellos represcnt~ una gran comu- cionadas"con el cabello el hecho de que no se haya convertido en
1. nicación afectiva que nos lleva un poco a la infanCia, por~~e el pelo una parte de las reuniones normales sociales entre hombres la cos-
). es una de las zonas privilegiadas en el contacto con el nmo y. e~pe- tumbre de peinarse o cuidarse recíprocamente los cabellos, como
¡ cialmente con la niña. Cuando mi madre me mimaba, me ,acanclaba puede cibservarsetípican1ente entre los primates.
~ el cabello y me apretaba la cabeza contra su s~no: ~o se, pero t~l En el nivel humano, realmente, acariciar' o palpar 'los cabellos
~I v~z sea por esto por lo que el cabello tiene un slgmfIcado tan precI- son actos demasiado cargados de significación erótica para que se
JI I sO de afecto, más aún que erótico ... " . , los cónsienta como simple gesto social de amistad. De modo que
i. Estos valores primordiales de amor y segundad estan en la base se los elíminú de las reuniones de conocidos y se les dedic6 un 10-
l dé una conducta típica bastante difundida: la de juguetear con los cal particular, el salón del peluquero: "poniendo a los profesionales
cabellos de uno, tocarlos y retorcérselos. Esto se observa a ~enudo en una categoría aparte, completamente separada del grupo tribual
en situaciones de tensión o de inseguridad y representa preclsame,n- de los conocidos, s.e elimina todo peligro".
te una busca de sostén y consuelo, cuyo prototipo pued.e ser el ~la-
cel' eU'la infancia de tocar los cabellos de la madre u objetos analo- Protección y defensa
gos con función de substitutos de la figura materna (el muñecode . ,
t .. "
felpa o lámanta de lana).2 . , .. . . . La función fisiológica originaria deH cabello y de todo el sistema
pilífero es probablemente la de constituir una protección y una de- f;
El ~imbolismo sexual de los cabellos - , fensa natuni.1, como todavía ocuI're.en los ~nimales.
¡
I
De aquí "deriva ~na ulterior connotacié;>npsicológica: el hecho de
" ! Otra'felaciónsimbóI1ca que tiene elcabello con las pulsiones bá-
'. '.,,(siclü¡ es'evidehterilente la gue)6 vincula con la sexualidad. . ·,í
,-
, que los cabell.Qs puedan constituir uria defensa y una fuenkde se"
guridadfrente áJa.::realidact hitiiior(éri este. sentido desempeñan
.:.. '. . Estarel.a'cíón sa1tá inmedúÚamente a lá vista en la 6bseryación una función análoga ala de los y~stjd9S)~" .. ' , '. .
". :delos.h~eh:os'de'la vldatdtidi~na ypódría encontrar muy rico ma- . . Esto se adviertear",ji-/andO la:·'J'Neridli.'de l~ persona calva qúe
también se .siente i:;". ::.:ia, desn\ida, expuesta a la realidad exte- .
'2'Eri esté'rilí¿leoori~ári~i)Ued~halla!se elsigi'tificadode ';Peinarse los ca- rior, sin protección. le:".' el mismQélernento está también en la ba-
bellos con la mano" casi como si lüera uno en busca de una fonna de tran- se de ciertas maneras de llevar erc~,b~lló.En particular, puede ser
qúilizarsey.adquirir seguridad.
: ; 147
146

" .<1' ... _ ~.,. _ •• ~''''''~'.''.l.o-~


~_,l:;t~_...: ........
~~
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,> 1,' ~;.'. ,;~ ~i~iJ QYi'~ ~ .'lI ~ ~ 1I'i,,¡j ~ ,. ~ ~"J. k.~,i, , ",~ ~~,:..;iJ ¡~i1:J ~ ~ .~~I ~;l.,,,,,,,,, i!;.;.4 ""

típico de las personas tímidas e jnseguras lle~ar el cabello largo y El modo de arregl~rse los cabellos p,uede revela; aspectos pa,rt i .'
so.bre la cara, casi como para esconderse y buscar protección.So.bre ' ~u1are,s de ~a p~rson~dad, ~?mo por ejemplo, c~eativi<,lad, Qrigina~
,este ,punto. es esclaf~c:edorel,siguiente fragmento. de una entrevista:" ,lidaq y antlcon~o.rm,lsmo (~lensese en la, ca,bellerade eiertos:a~tistas ' • ':
"Un significado. que pensé que puedan tener (y esto. lo. he verifi- . ' ; y ho.mbres de clencla)8 bler¡9 rde n y ngo.\ (co.nsiciér,e.,se el corte de '!
"'ead&"tamb'íért'·"COff'6trtis*p.ers'6,rrn~)''es:'el'-'het'ht)';dé''irtff:'~~'tfCf~~~t:>4''t~~~,~.~";,.¡,.:,,,~,'::'-,,",,~:~.'pelo--.~~'d'~les:'~fli~S'):"'i""~,"!.7:":l"",:..,~r"""";::"·'·7''.''':,,:'':~rf'''"':;:!,:~~'"''~~·:~~~:;;oo.,","''''''':;~\Vo:"~'''~'''*'''-W.~'l
largo.s, po~ ejemplü;'sÚven de' proiéccibil'y pr'opiamente para escon- \ Desde otro punto. de vista, el mo.do de llevar el cabello puede de~ ,
derno.sdetrásde ellos. Cuando. era una adolescente, llevaba 1o.s cabe- , ~ 'no.tar pertenenc~a a cierto. grupo sQcial o expresar la ideología de
11o.s largos y, como era muy tímida, me escondía detrás de ellostlos ' ' , .1 una persona. ~~l, el pelo largo. se ha convertido-en símbolo, dé pro- : l.,.

usaba para colocar entre el mundoy yo unaprotec,ción que era mía f te~ta juvenil,. y regímeIles, autoritarios (como el de los coroneles
y que nadie po.día quitarme. Por ejemplo, me fastidiaba muc~o que ¡ gnegos o el de lo.s generales chileno.s) han dispuesto. severas sancio-
me hicieran las trenzas ... , así se me obligaba a abandonar aquel te- r nes contra lo.s llamados "melenudos".
Ión mío. y en momentos de particular inseguridad realmente no po.- f Cortar el pelo (acto co.n clara significación de castración) acom-
día sopo.rtarlo,.. ~ pañó siempre a actitudes de discriminación y. de marginación social.
"He co.nfirmado este valo.r de protección de los cabello.s también ; "Rapar" la cabeza es uno. de lo.s primeros actos que se efectúan en,
en un nivel patológico .. , Me co.ntó Giorgio. (el marido de la entre- f prisioneros, en traidores, en enfermos mentales. Según una indaga"
vista da es psiquiatra) de una muchacha esquizo.frénica que llevaba 1 ción llevada a cabo. entre prisioneros de campo.s de concentración
los cabellos muy largos y que siempr~, se escondía detrás de ellos ! nazis, el corte de los cabellos y la depiladón figuran entre los. he~
porque estaba convencida de que era muy fea. De manera que pro- I
chos más citados en relación con la llegada al campo de prisione-
tegía su autismo con la única parte del cuerpo que le daba seguri- ~ ros. 3 Co.mo nos lo. hace recordar Massimo D'Azeglio cortar los ca- ,¡
dad. Bien se ve que esta sensación tiene raíces profundas. A decir ~ bellos a un hijo era también una fo.rma típica de castigo.~
verdad, aquella muchacha cuando comenzó a mejorar en su estado t Por fin, la manera de llevar el cabello refleja también la eVo.lu,
se cortó el cabello. y yo, cuando. me sentí menos tímida, también l' ción de la personalidad. .
me los corté. Te diré que viví aquel momento como un momento ¡ No es raro que todo cambio significativo producido en la perso-
de liberación, como un momento de catarsis. Y no por casualidad. nalidad de un individuo encuentre también expresión en una modi-
Lo cierto es que me habla casado y expetimet'ltaba otra seguridad; f. ficación di31 modo de ilovar el cabello. '
y n:~ procuró gran placer realizar este a~to d~ purific~~ión, de libe- ,t,'. ' Inversamente, toda invo.lución de la personalidad (como por
raClOn de un pasado un po.co. castran te e mexlstente... !~ e!emplo." en la persona que se hace alienada) se traduce en una ac-
f tltud de negligencia en el vestir, en los cuidados del cuerpo y del,.
, pelo, , .
fi
")":
El papel de 10sCabeHos en la ." ..Jj.
comunicación de la imagen de uno mis~no D'
ii:
Psicopatologí~ de los cabellos

~
~

El conjunto. de significados que aca!?él,qlos de ilustrar ha de con-


De cuanto. .hemo.s visto. hasta ahora surge con b,astant~ claridali,
siderarse c'omo "primario" por'cuanto 'muestra la relación que man- i\
¡,
que todo lo que afecta la condición dé l<?s cabellos (p,or ~je:t:npl9,~,sl+",,',,,,.,
tienen,los, q:~ beIlos.con .Ia$ dinámicasinstituc(onales niásprofundas '~
caída o. su encanecimiento) no puede s.ino se.r..é1,{pe,.t;í,m~rita~o~QiiíC;}¡';;;.::/'
de la persorrarrdad-:'Junto aese.l!úcleod~:signific(ldo.s hay queinqi-
car o.tro,:-qaepodríamós definirco.rtlo "ser;.UndiriO;'- puestOquere- .
r
i,.;:
un hecho traumático 9 generado.r deansied<w,qll~;~e,c61oie~:cori,:. i:;;:' "
~ .una multitud de significadQs depresivos. En efecto, queda afect(ldá" :.'~:" r
vela una gran can'tidad de conno'taci,ónes vinculadas"coh eI~iglJ.ifica-· . r .;"c .'!; ,,'.;..'~ .
. " .'. .' ) • "> >.' '.,.,;: .' ,:,,' :

do de "señal comunicativa" que pueden tener loscabellos',enJas re- " L


1..
1:,.
3 Véase Un mondo Juori dal mondo. IndagiTle Doxáfra fed~ád~icamiJi,;::·"j~::f;"('2?:.":
laciones interpersonales. nazis ti, La Nupva Italia, Florencia, 1971., . ', , :: "' . " ' ,", :),;-
148
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l' .~Lt~~~ :.~,¡ L:.:~~.M. ~
"(.<',

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la propia imagen'cofPo~al (viVencia de deterior?) o qu~d~ ~fectado "'


No. pocas veces lapérdida de los cabellos va también acompañada
el sistema de las relaciones interper~on~es (miedo al JUlClO d~ lo.s de profundos "sentimientos de culpa" puesto qu~ se la experimen-
. .' demás inseguridad en las reladon~&rpérdida de e~canto y atraetl- ....) . ta en forma más o menos consciente como una cansect,lencia o cas- .
.a~~·~~~~¿~~_~~~.M~~~.~w~~~~~~.~.J!u~~~~~~{los adolescentes tipic~ente experi~en-
l' •• Examinemos ahora '105' fénóme~os, psicológicos mas unportan- .. ¡ .' .tan toa·6·eiñp·6oteciñlJeñtp:.r~iC'd;í>1;ir&j~t1l'ó'~~ltr~~~in\!i'?6n~d:e-''l!',,,,,~~,·,x.~,,:,,,,,,y,,,,,,,,
. tés vinculados con la caída y el.encanecimiento de los cabellos. \ vista O la :caída de los cabellos. como un efecto de culpable despilfa-
, ~ rrode las energías sexuales). Con el aumento de la inseguridad cre-
ce luego la necesidad de "d,ependelJ.cia" .respecto' de los demás, ne-
~a caída cesidad que se manifiesta· en el con.tinuo interpeíar a los amigos u
otras personas de quienes se cree que se Plled.e obtener ayuda, y se
1a pérdida del cabello es un hecho traumático que, a pe,sar de: manifiesta también en la busca de contactos con tpdos aquellos que·
~s mbdestasdirnensiones, (comparadas con más serias "fuentes de . pierden o han perdido los' cabellos, como si se quscara solidaridad
pertur~aciones psicológicas), contiene casi in nuce todos los ingre- entre los que sufren del mismo mal. ,
~,~ntes' tí~icos que car'acterizan en general a toda situación de con- \ El otro polo hacia el que se tiende a huir de ra"angustia es el de
flicto psíquico y permite ver er. acción casi toda la gama de los lla- t las "expectativas mágicas". Se advierte en verdad üna sensible ate-
mados "mecani~mos de defensa" de la psique. nuación de la conciencia crítica que ced y el lugar a una mayor cre-
N prinSil?io puede observarse, por ejerriplo, el intento de "nega- f dulidad, a procesos mentales guiados por el deseO' más que por la

OfPn", pel i fenómeno que se manifiesta en la opinión de que se tra- ¡
realidad, a expectaciones de tipo mágico y a creencias supersticio-
ta de una cosa pasajera, debida a particulares estados orgánicos o , sas de toda clase. Así es como la persona se presta. a las experimen-
ambientales (un estado de .agotan'liento físico, el c~bio de esta- taciones más extrañas y oye los consejos y las sugerencias más ab-
ción, etc.).
Cuando la continuación de la caída del cabello hace ineficaz esa
negación, se comprueba un aumento de ansiedad, la cual provoca lo t
}
surdas.
! '
Nace así también el interés por la propaganda de productos con-
tra la caída del cabello, se presta mayor atención-a los artículos pe-
que podría definirse como .una "hipercatexia de la ~ona. del conflic- riodísticQ~"que hablan de este problema. Se letm publioaeionlts cien.
to", esto es;un aumento de interés por los cabellos y por el aspecto tíficas, se habla con amigos, con médicos y farmacéuticos, para que
del rostr", Esto es evidente en modos de conducta tales 90mo la
I éstos comuniquen las varias experiencias hechas y.aconsejen medios
tendencia a mirarse más al espejo', a pasarse la mano por la cabellera de cura.
para: apreciar la intensidad de los estragos, a controlar con preocu- La persona -comienza a usar shampoos medicamentosos, se so·
pacib,n ~xcesiva ,el.númerq de pelos que quedan e~ el. peine o que -
i
> mete a fricciones más o menos dolorosas o molestas (cuanto mayor
caen en el lavabo, a observar el conjunto de' los cabellos a la luz de ¡ es la molestia más se cree en la eficacia del método), fluctúa entre
una lámpara para advertir si se ve el casco, y cosas por el estilo. se- remedios ciue poseen ,cierta garantíá CIentífIca' y los rrienj'UnJes. e'ln- .
mejante hipe~atexia va acompañada por una mayor vulnerabilidad ¡
,. píricos preparados'.de manera ~rtesana1. ';,.
psicológica, e's decir, un intenso miedo a toda afirmación crítica i
¡ o
Otro mecanismo psíquico bastante típico puede ser denominado
comentarlo sobre' los cabellos. . 1,·
"fuga hacia adelante'; y'consiste en huir de laangustia, abreviando
~:.!<.Eheste':,.'puntp;)ª,: p~r~ona entraen)ifase más conflictiva y se_ > el tiempo de la pena: si de todas maneras debe uno ser calvo; lome~
.dehate~ri:trtH/ívenct~s deprésiVas y'iriágicas éspefárizas de una solu-
I
!
f jor será que esto se"verifique ,rápidameltte;:~'así\porJo ¡nenos,:se da~ '. ". ,{
': ~ ..'.:

··,·'t",,:
cibri: ~ • "'.'.' ' ' ; .•' ." rá por temínada la cosa". Una actiWcl aiulloga e.sla del condenado'·
L~:de'p~~siº~.ihlp¡k~uteviúil:>lementefenómenosde "regresión" .. a muerte que. desea .queJa ejecución se ~realice"lo más pronto po-
La. persorta·seháce insegura, pierde confianza en sí misma; se le de- s ible.", ..... : ..
teriól':flapropia".irtiagen· y; en casos extremos, pueden sobrevenir O bien puede uno tratar de atenuarlaansiedad'cultivandó varias
verdaderos estados de neurosis o manif-estaciones psicosomaticas. "fantasías de proyección", como por ejemplo, la fantasía de un
151
150

L.
mundo en el cual todos o casi todos, tarde o temprano, seran calVOS ejemplo, el sometimiento, el respeto, la autoridad, etc). En otras
y en el cual la propia condición pasará inadvertida. , : palabras, sienten todo el peso de una serie de condicionamientos
y aun' puede ponerse en juego una gran cantidad de \'racionali- , ' ,'C (tener que llevar un determin~do estiló de vida, no' poder frecuen:'" . I

zadones" c6mo (nor narte,de losh,9P1bres) la iqeíl de que tener po- \,' tar ciertos !UlJares sentlrseex.t¡::a.iíos .~111Qs_,~onta.Qtº,~, cpn loS ióve:- :" ,: , ,:, "" :.,
··"'~"'~;;;~p;r~'J;;~~ignO~'dt~1rfnaaét~íñ?icío~ae:~'ctof~:S~'mt~1é'tl)í;lte~""~,~",~~~:",,=,~,-,,,·,·~"~~':":t'-<'-'·",~~";""""';"ñ~srqu~ti'~i1~ñ"s~"'orige;;'e~~'U'~:'T;';;h;ta;ttti~;J'¡~o~"6cl~~~d~'~""''"'~'''''~~'~,
Pero parece, bastante evidente que' todos estos meC,alllSIUOS de los' cabellos, condiCionamientos que 'ellos sienten profundame.nte.
defensa tienen una eficacia sólo linútada; la integración del elen¡.en- injustos y gratuitos. ,', ,
to molesto impÜca una cierta madurez, es decir,eneste caso la ca-
pacidad de superar el narcisismo concentrado en el yo ,corporal.
BIBLIOGRAFIA
El encaneCimiento
¡ 1. Flügel J.C., Psicologia dell'abbigliamento, F. Angeli, Milán,
1974. .
Las dinámicas psicológicas que pone en movimiento el cabello al I 2. Frazer J.G., Il ramo d'ora, B.oringhieri, Turín, 1950.. I'J
I
encanecer sOñ en muchos aspectos análogas (aunque menos inten" ~ 3. Har10w H. y colaboradores, Psicología come scienza del com- i i I

.-.I
sas y dramáticas) a las vinculadas con lá pérdida del cabello. , portamento, Mondadori, Milán, 1973. ,¡
O',:

A.quí volvemos a encontrar las sensaciones de inferioridad, de 4. Jourard S.M. y Seco,rd P.F., Body Cathex!sf!:.lJdt,h,elclf?;;qIFq-" ,',
decadencia de la virilidad o del atractivo sexual, la vulnerabilidad a l ineleFigure, J. Abnorm. Sóc.PsychoL, 1955';50;pág$. 243-46'"
las críticas de los demás, etc. l 5. Morris D.,La scimmia nuda, Bompiani, Milán, 1968 .
I
I 6. Piazza G.,f riti per la nascita, Vita e Pensiero, Milán, 1974.'

¡
Así y todo es posible señalar algunos elementos típicos y en par- I

ticular los dos siguientes: 7. Schi1der P., Immagine di se e schema corporeo,f. Angeli, Mi-
lán,1975. "
Un primer aspecto característico puede estar en el hecho de que
8. Scott R.D.,The Psychology o[ the Body Image, Bút. J. Medié.
los cabellos grises detenninan una-cierta disonancia y disparidad en I PsychoL, 1951,24, págs. 254 - 66.
la imagen d~ 1.mO mismo, tal como S"e experiÍnent<i personalmente y - ke

,~
·tal como es percibida socialmente: la persona vive de una manera
(como joven) pero se la percibe de otra (como viejo).
Hay pues una clara discordancia entre ,identidad personal e iden- ~
~
tidad social, entre la manera en que uno es y la manera en que es
percibido, entre yo y ambiente, disonancia que asume las caracte- ~
"l'Ísiü;:a,s tipic,a¡¡ de lo¡¡ procesos que, pueden producir molestia.' ~ i 1,1'
I;:se desequilibrio es bien evidente, por ejemplo, en las 'pcilibras ~
f 'j' ;(
"
.. J
sig1Jü~nt,es de un entrevistado que ilustra precisamente varias situa- ~
"11 (~
'¡,
ciones de Hpapelerróneamente atribuidó": "Cuando salgo con mi r I ' f
¡
mujer, y tenemos trece años de diferencia, oigo que dicen' ¿Quién ~
es? ¿Su papá?' Cuando voy-con mi hijo, que tiene cuatro años, oigo -t ..
que dicen' ¿Quién es? ¿El abuelo?, ¿Cóinoestásu,nie.tifo?',J~.. . , ,[
r
--.>1\ .... :,
Estrechamente relaci,onada con e!. aspecto' ar'gueacaoamos de
aludir está Javivencia de ser asignado a~un,pape¡,s0.cial'queuno no ~
comparte 'ni acepta. 'Muchos:entrevistados afinnan que se sienten. ,. L. ~
...:: ....

puestos de lado, aislados, que suscitan en los demás ac.titude.~ y sen·


timientosde los cuales en realidad se sienten ajenos (como por
d

'
'~,- ~1 :

( ,,,, ,"',"
152
,.""~ r ~.~~.
153 '
:
L
-' " .~ ,11 ",:" ..w~.~"~"." .••,,...t

-:-::,~r
::-J•.• .,,:; :.~;.¡ ~:¡;.

'.'. ~ \'!.: 2. eficiencia mecánica y seguridad (empujé de partida, estabili.


, ',' dad en la carretera, inaniobrabilidad, etc.);' .
... ..... .. .... . . " . . . . 2. 3. comodidad en
el uso (marcha suave, silenciosa, et'e.);·
"."':I_..~,.~!I>''''='''''''''''''''''~~''''''"''''''"''';';'''''.''~''''''.'''~_'\''''"'''''';¿;''''''''''''''-_t.'"""""""="'''''''''~"''''''":''''''''_'''~_;<'''''');.•w~'''~''''''''''''''''''",,,,,,,,~.•~,,;4.,,,.p¡:estig~:,y,,gaf.afi.tia,>d~~la~.ma1'GaT::':"<"""';""'",>~:",r:. .:d:.r';':':C":"'"·''''''·"'"'''''M:i<. .,,,,.,,,,,,,;.::;:.,,..':.,,:,,,,,,:.'"',:
.' ..." . ' .. t····· '5. 'estétic~'p'arÜcUlai-'(cocheagresivo:juvenil); . . .
: ¡ • VI .
: .6. singularidad de .los ~lementos no mecánicos (tenninación es·
n'lerada del interior del coche y de la carrocería); .
7. elección entre varias posibilidades (posibilidad de elegir entre
~; varios modelos y opciones en cuanto a los accesorios y los colores);
Los cm3 'de la autoestima '] 8. innovaciones técnicas (doble circuito de frenos);
) 9. motor de inyección;
l . 10. facilidad de estacionamiento.
} Estos resultados son sin duda alguna interesantes y pueden ofre-
,t cer útiles indicaciones a los constructores y vendedores de automó-
i viles por más que a un psicólogo puedan parecerle un poco áridas,
'Psicología del au tomovilista racionalistas, sospechosas.
¡ Las informaciones obtenidas se refieren sólo a los caracteres

En una reciente investigación de mercado se pidió directamente


á dosc~er¡.tos automovilistas (dueños de modelos no utilitarios) que. -~
¡ funcionales (y esto era 10 calculado por el investigador de merca·
do), en tanto que no. se hace. ninguna referencia a los valores extra-
funcionales, a los significados simbólicos, a las motivaciones de na-
determináran las motivaciones dominantes en la elección de un'
nuevo aut,omóviV
¡ turaleza afectiva, que entran perentoriamente en juego cuando se
trata de un producto tm
!!c(!utraF" desd~ él pUnto de vista pskó16-
La indagación preveía la respuesta a treinta y siete puntos rela:·
cion~o.os~on otras tantas características del automóvil (por ejem-
!I
gico, como el automóvil.
En realidad el coche es uno de esos objetos que, por el papel
~
irDportante qu~ se le asigna en nuestra sociedad, está más que otros
1d ' velocidad, impulso departida, estabilidad en la carn!tera, etc.), .}
cada tiria de las c.ua!es los entrevistados debían asignar un peso en condiciones de activar intensos dinamismos psicológicos .
t Jrltre 1 Y'5) según el grado de importancia que tuviera en la deci·
sión' de la. comp~a-,' . . ... . " ~
)

},.
(
Un primer enfoque de la riqueza de tales significados puede ser
analiZar. el. particular tipo de relación' que se instaura entre ~l auto-
movilista y su coche.
Los rl1~}l1tados obtenidos fueron sometidos aun pro.cedimiento ¡.
e~p~~,a1 ~~ elaboración estadística, conocido c'omo "ánálisis facto- ¡.
~al"; que pennitió idenÜfi.car 'en los criterios de valoración diez f
¡
l·.

.... " "factores" prinCipales quegu ían la elección.· .


,~ La relación: aufomovilista-automóvil
.: .. ' Enórderlde importancia se trata de los siguientes factores: '1'
. i ::economía··de.m-anteriUriién:tO y conveniencia ·cotrio. inversión· I
i En un análisis ded.ibujos inf~ntiles".f;lkish '(5)' observó que es
qlp.rt¿i~t~;(b~joc,onsu~o.de~con1bustibleYde aceite., precio ae:cesi· ¡. notable la frecuencia eón que apare:cen los .automóviles en los: dibu"
;. We, .~~Pu~stosbar~tos,etc .); '. ' ' . . '. .
-t
l
jos de Íos' niños y afinnaqueel vehículo es usado simbólicamente
como representante y modelo del cuerpo. Por otra parte, según Pe-
1 G.ni~~tino, Applicaziórl{ deIl'analisi fattoriale nelle ricerc/ze di merca: I 'rrotti (17), el automóvil entra muy á menudo en el contexto del
....to. R~v. di Psicol. Applicata, 1972, V. pp. 164 - 182.
}
.... . ~,

¡o',
155
154 ': t
l' I

---,-._--_.._.....- ........ ..
. . . 1........
t.~'¡tf IllJtf,~ 'l'Ii.,", l!iJII!i ~ Ii*,!i II.'\;¡¡ ~;¡¡¡¡¡ I,.;¡¡¡ .. . .
,.'" t..", ,.,,<$ ¡¡,,¡~ ¡¡Ala ~ítwJ ! ;. ~;;;;! t~,;i¡. , ¡ , , " J ,
-psicoanálisis y hay una cantidad de sueños típ,icos 2 en fos cuales 1" concebi~o c,omo algo viviente, una especie de organismo d t d d .
el au tomóvil es el, objeto ,manifiesto: "Lo más frecuente es que sim- } pers~,nalida~: Del au tomóvil se dice que "sufre", que "tie~eaC:pri~
balice el cuerpo· huma.no, ~l cuerpo ~el s~ñante, y las .ruedas:repre-· ; chos. ' que ...se acost~mbra a la mano del dueño" etc. Al co he
'"-"·si)ntafldasi"pie.mas;;.las.,_gQill.ª~'IQ~,~IfA:t9.~~sl:(~l~~~~~}~.v!Eí.I~!jL;;.~~~.,...,,,,,,~,,...=L.'N,,..".,,c..Ie . ~~l~an~.~ens.ac.io.nes, ~e habla de .él como si !uese'una person~ c;: :. . .
Marchar velozmente' en au tomovil es un equIvalente (feTos suen os. \ l~ {;.~:l. €s.•f>a0t¡:ble:..eS'ta:ul~e-r'feta-ef0~e's"'a'fec.rl~"W"da-"tírrntift!~....."",""".""'~'",.,;.. """..._"."~"",,,
de vuelos, tan frecuentes especialmente en la niñez,' X significa . ) bre 3 yse le h~bla como si fuese capaz de coinprenslon '4' .-., ....... "-""." . L ......., .....",!,
siempre el aumento de una tensión interna, que también podría ~er .f .... . . ,, ,.i
una tensión erótica. Soñar que baja uno en automóvil una pendien- i Las metd/oras de la identificación I
te escarpada a gran velocidad expresa una actitudhipomaníaca, en t . ,., . ' !
tanto que soñar que uno conduce .de noche con los faros apagados ) Per,o la relación con el vehículo es Ulla relación en' d"'di' ; ' !
' . , d ., d .,
pue d e ser un SIgno premollltono e una proXID1a epreslOn pSlqUl-
"
.{
t nes' s con 1
", 1
.. ,
a proyecclOn
. . . . se . humaniza
.
'. os recclO-
la ma'qul'n.a··. , co.·n I··;d·" : 'f: . .
al entll. . II
ca". , . c~clOn se ap:opla uno de características que pertenecen al aut()mó~"' r
Estas son consideraciones tomadas de campos dlspares entre SI vil, se mecanIZa al hombre, . '. . . . ! i
pero que muestran que el automóvil está envuelto en una gran can-
' 1"OglCOS, .
¡ También este segundo proceso encuentra cabalconf " " ,
las costumb res l'mgulstIcas,
'" . mnaClOn e n ·.
l.

tidad de procesos pSICO . ¡


De manera que la relación entre el hombre y el vehíc:ulo no es - t '
puramente instrumental, neutra; racionalista, sino queporelcon'"
trarioes la fuente de una rica maraf'ia de identificaciones y proyec-
ciones, un camino privilegiado para la descarga y la gratificación de
r
V.

,~
En una reciente indagación pedÍaiúla muestra d~ noventa p~~sonas (estuj¡ ,
3
diantes universitarios) que dijeral,1 si solían dar nombres propios a cosas ina-
Ii ~ !

,
¡{ nimadas y que dijeran a cuáles objetos llamaban así. El 5$ por ciento re~pon. .~
dió afirmativamente y la mayor parte se refería al autom,qvil. E14 7 p.or cieri~"1
una gran cantidad de dinámicas emotivas. .' . .'
El análisis del lenguaje y especialmente de las metáforas relativas r; to informó que llamaba con un nombre a su coche. Dicho sea de paso, los'
al automóvil puede sernas extremadamente útil para comprender t nombres más frecuentes son Carolina, CIernen tina, Geppa, Gigia. . l':

la importancia de la relación automovilista-automóvil, 'r'


* Hay que tener en cuenta que en italiano (y también e-ll francésvoiture),, li '1' .\
i; macchina, ve(tura, s<;jn su~tantivos femeni.nos, (N. qf;{ T./
Las metáforas de la proyección o
h 4 Un reciente hecho 'referido por la crónica periodística (véase Tempo, '¡.

"Dígale a aquel coche que se corra a un lado"; .esta expresión ~~ 1 - 11 " 1974) es típico en lo tocante a semejantes procesos de h'um~iz\lcióh'l:
f del automóvü. Un automovilista, desilusionado por el aItó'costó de manteni0i"
empleada en lugar de "dígale a aquel señor que corra a un hi.do su ~ miento de su coche, lo dejó abandonado con un cartel de despedida que es
I coche" atestigua, como lo hace. nota,r Villani (27), el frecuente pro- [ toda una metáfora de proyección. El cartel rezaba así: ~'¡Hemos.hecho tanto
ceso de antropomorfizacióri.en que está envuelto el automovil. Nun- [: . camino juntos! Aho,r:a Ya]10 p\ledo rn~tenerte, aunque no olvido eJ:abr~o
de tU cintura pelviana; t1.¡s rugidos de plaéery de doloiéuando' te ii" tocaba
ca se oyó d'ecir, por ejemplo, "Dile a la televisión que se apague f' tecla justa y cuando me metía apresurado en ti con la exuper~ncia: de ,la pun-
pues la comida ya está en la mesa" en el s~ntido de: "Dile a papá a'
t\ ta de mis pies enamorados, Perdóname si a ij:ausa de algúnimp~lso illY9!!:!I.1~ª-.' 'l. _,
...que apague el aparato y que vénga a la mesa". . ..'
,~. El análisis de"lasexpresionesverbales empleadas pór.l'os automo- f rio te he rasguñado', lastimado, provocado algún daño'en lasesquÍIías;o"si 'te ':.. '1
herí hasta el alma contra l.as p¡antas del borde de los caminos\qiletú~:iuliie1~-,..,
vilistascuando, hablan d<;lsU coche muestra que éste tiende a s.er ~. bas o contra los postes que tomabas por cere:zos en fl~)¡; . ilrstjgmáti~tpjn~~.\... ,"." .
tica! Perdóname si· a menudote.·dlljéen m'1J1o~ de;J:'()~¡~í¡¡,,~; sl~#.n:i.om~~tM';J:,~::;,t.v,;'t',.r
t de olvido y alejamIento p~rmitf que e~os ener?igos del estiéionamiento t~Ile7" '. '
2 Tal vez el primer s~efio analizado en el qU¡¡ aparece el au tomóvil es .el refe- .
.' rido por Freud (L 'Int~rprelazione del sógni, Boringhieri, Turín;1966). El r vasen, Espero que te haya~ olvidado de las muchas vecesen'.que meesperabas':'" , ' .
privada de !ossentidos erilas acerás, humeante de ·sedaid¡erite..;Xº:;:t~iieálll~>'
soñan te narra el sigui~nte c'ontenido: su tío le da un beso en el automóvil; la maba con super, no bebes otra cosa, qüeridadepravada, ¡y cúár{t~j~.:p:ilgas!;:;\
t ......
interpretación basa.da'cn un juego de· palabras, mecanismo habitual en los ¡Y después de todos.1ossellosy distintivos que tehepuest6erila''fieiHe'pl:e~ ."
, ';.:/:,
"

sueños, pone de mal1ifj.~stq.una referencia al coricepto de "auto-erotismo", tcndes todavía más perifollos, canalla! Esperemos ,encontral'a::á:!gui~:r,t::q\(e_,"
156 .~;. , .. . ;.. '.:'.'-::: >',' '"
~

V - ,......,,, /57
l
L
.. -:~

•.....•. - ..... :'

Como lo hace notar Canestrari (3), "se dice del hombre 10 que
se dice .del autom6vil; un hombre des:mllllado llene 'las gomas de-
!! autom~o,
Probablemente p o r '
a los daños dél expr~siones
gran numero de
,
referentes
sinfladas" un hombre qUe .padeeoole artrosis tiene necesidad de.'ha- • ·medades del hombre '. penetraron en el lenguaJe sobre las enfer-.
~~"-"-w~"_==".~
, "" ", 'Puedé 'ocurrir' laiñb'ién'q'üe-' unó oiga.' expresiones
,
•._~,._~_="_""J_,,,,,
tales como t . .
••~.guaJ'
••,_I''I!lnú~)._Ob''';'''.
" .. ":il"~lstlco
:e':a":u·',:t"·o'·mov
t., --; ,,,,q~,.
a
>"men:ud0',1oo"medi<ms~té'C'iff't'ffi~f'feti'
para hace
" . _.
. d"
U&, .
" .. ": ' ' '~' : ' '.i:~' -4:.¡ ;., , ;. ., ..,",

--,eng que hacerme cambiar el aceite:'" con lo cual se da a e n t e n - \ leza de su mal. r compren er al enfermo la natura·
o
der que d~be
cambiarse el ac.e'ite del motor (Villani, cit.). Otras ex-
presiones que se 'han hecho comunes son' "Estar en altas revo-
-¡ Por ejemplo un e n f '
de aire", una obstru __ !Serna
.
pulm~nar.
'
es una "oclusi6n del filtro
luciones" (estar eufóricos), "tener la b",,,í. descargad." (estar rdJorestrangulado,.'~~on en las coronanases "como tener el carbu-
consado, depriinidol, "girar en vacío" (L, "alizar nada concreto), . , c.
':cngranar bien" (ser eficiente), "andar en cuarta" (progresar), "es-
tar en rodaje" ( estar aprendiendo), "llenar el tanque" (atracarse de Las metáforas de los celos . -
comida), "fallar un cilindro" (ser poco eficiente), etc. Otro aspecto característico es la analogía que existe entre el len-
~ guaje empleado cuando se habla de automóviles y el lenguaje em-
pleado cuando se habla de mujeres. Oírnos decir. por ejemplo. que
"a las máqUinas hay quesabe.r tomarlas por su lado, como a las mu-
Las metáforas de la hipocondría jeres". También es una confirmación de esto el hecho de que se dé '
a los automóviles nombres femeninos y se hable de ellos usando el
Un campo importante para observar procesps de humanización " pronombre femenino "ella.", aun en lenguas en las cuales existe el
del automóvil es sin duda el que se refiere a las preocupaciones por pronombre neutro (por ejemplo en inglés).5
la "salud" del coche. La relación del au tomovilista con su coche se hace así exclusiva,
Es sabido que las actitudes de hs automovilistas en este aspecto íntima, personal y s~ caracteriza típicamente por sentimi~nto's de
alcanzan a menudo un nivel c¡u, ~)uede considerarse como típica- celos, SenÍl inequlvoca ,de esto es la gran resistencia que muchas
mente hipocondríaco. Algunos se preocupan por los "sufrimien- personas tienen a prestar su automóvil a otros.
tos" que pueden infligir el frío y la intemperie al automóvil; otros f
1. El automovilista está convencido de que "crió" él mismo a su
\'~'experimentan sentimientos de culpa por la manera torpe de condu- ~.
automóvil, que e~ el único que sabe cómo no hacerlo sufrir y con·
cirlo; algunOS prodigan atenciones, cuidados Y preocupacionesma-
\,
! servarlo bien. ' .
yores .aun que aquellos que se prodigan a una persona' querida;
9tros están siempre con el oído aguzado para captar el menor ru- ¡. Por otro lado, también es bastante típico que elautomóvil, con
el poder de atracción que ejerce, con s~ cap~cid~dde captar'cuida-
rrtO~ sospech¿;so y flriiilmeÍúe hayotrós q~e serí·a.n capaces de escu- . t·
I dos y atenciones, suscite fuertes sentimientos de celos en las espo-'
, , dar con su propi~' cuerpo'la 'carrocería de, su coche ante cualquier 1\ 'sas, que llegan' a experimentarlo ca~icomou~a"rival".
peligro de daño. . ' . . .. ' f:
'Sepuede observar iambiénque, mientras en general et' homb're i
. !
'" se desinteresa dét6dO- quehacer, dedica en cambio mucho cuidado Psicología del automovilista
:~lalimpieZá,d~(sU',aut?móvil y no considera deshonroso lavarlo, .1

limpiarlo,lusb'arfo ; '. . ' ' "Cuando un aparato tan .embarazoso .seconvierteparalosmiem-


i
"< " . ':,P"
"'seil'digno deti.~rivi# lás.ófertasaC.l. 411385806 Casilla de :correoFl.
,1:, 1 ~,'.<," '~. .~~ o,, ~ • '. "'. • • •
bros de una sociedad en
~" "
necesidad
' . una.
cotidiana;,...observa
,"..' Roche
.'.. '"

'¡Eres clñjoveni$óio'hayqueartéglarte una cadera y énderez¡:ule la nariz.


y ilhota adiós. no quiero que me
veas' conturbado por los sollozos mientras 5 La connotaciónrnasculiria ~e reserva gene~a1riieii'te a' marcas y modelo~ ca-
racterizados como deportivos y agresivos. por ejemplo, se dice "el Porsche". .
I
me alejo en bicicleta". . . .
159
, l~~
~ ..." ..... ",. ., •• .J.l
l. "
»
. ,1._.-
, '
~-"r'io-r_~3.--:-+-'- ...... ...... - .. ...
~ ,~
¡'¡¡'.el ff~ .".¡~ ~i'l\I _.¡¡ji \II>. '1ll ~ _ ~ 1,.;
~*~j¡¡l Q . ¡¿,¡,jJ
.'" "T'· "".;" ¿,;;J ~~:;,jJ, L..,~_;] ;~>~~~ ¡;~J i
. .
\
"
f
1
Modificaciones .de las actitudes y de
'1'
(21)- el ser humano ya no es más enteramente 10 que .era ~tes . ! la percepción de la realidad . :
¡
: Co' 'la expreslón "psicología de:au;to?IQvilist4'.:.pos referunos,. . . . . . . '. ,'. '.. ..
. .... 1'1' i.!: '•
.... D..ef~~,tQ".a...e,§!l.~_.~,04.~fi,?~9i.?~eS ?s:,c~logt.cas ;speclflcas qu~ sob:e- .
\ . S~ ha calculado (Roche, 23) que el. a,utomo:vilistareclbemf<ll!1 .: ,. ;
·_····"~:s;;ig:f~:~!~:~~~~~:~~~~~~~::~~=:~'~t::;~~~~l~:~"'·~~··;,. -1:.,~,. ·~_·,~~'''·'Te~~f2:·a~;~:dJ~a;:~ir::~:::r:=i~~:~~r::t:~:::~~~;~~':'~":v~:~~.~~
re'alidad exterior y de las relaciones sociales. ¡ que en medio segundo pueden ,percibirse sirtlUltáneamente d,os se- I i;
J ñales de tránsito; si se trata de tres, sólo quedan mel.11Orizadas e~
Modificaciones de las dinámicas emotivas ; la mitad del os casQs (Hakkinen,·ll). . ... :'1' 1.1 '!
La conducción elel automóvil presupone pues capacidad especial
Un dato de observación común es el de que el hombre sentado de atención, de previsión, de cálculo. Cabe~reguntarse siesta acti-.
al volante sufre transformaciones frecuentemente radicales e im- vidad determinó. progresos psicológicos en lossere.s humanos al
obligarlo~ a desarrollar una nueva capacidad de rápida prexisión.¡ ,
previsibles.
Como han observado numerosos estudiosos (Hoyos, Pitet, Pe- Es probable: que esto sea así, aunque implique también contra~' ' . j'

rrotti, Menninger, Serva dio) , semejantes mo~ificaciones de los as: partes menos pOsitivas, En particular, es indudable que l~ percep- . L
pectos estructurales de la personalidad pueden tener relación con
un movimiento de regresión queirilplica un aumento de, narcisismo
y de agresividad:
I

~
ción que el automovilista' tiene de la realidad ,exterior, del tiempo y
del espacio .esextremadarn,ente reduciday restringida,limit~da.a la~,~,;;;,.;",
señales esenciales. Necesariamente la mirada pasa de manera fug~ "
,

por las ~osas y solamente capta su superficie pues no puede dete,;)


t
La regresión puede dirigirse en dos direcciones: por un lado, el
automóvil crea una cierta sensación deonmipotencia Y la impresión
~
I nerse, demorarse, observar los detalles, ádueñarse V~¿hldúimenie'
de ser uno más libre, más poderoso, la impresión de poder realmen-
te realizar los deseos insatisfechos Y las fantasías infantiles; por
.t de las cosas.
G. Mataré (15) llevó a cabo un análisis de las metáforasemp~~~ .
.

otro lado, puede determinar 'un estado de pasividad, una condición ( adas en la literatura de varias épocas a fin de discernir a través del
senÜhipn6ticl'I, de sUave ensueño, semejante a la que CaI'ªctema al ellªs el mQQQ en que 19§ hombre~ viven y se repre~~ntan el espacio, I ,.
f . Uno de los resultados del análisis es el de que hay una clara 'diferen~
espectador cinematográfico. . ~
Esta última condición está particularmente favorecida por todos ¡ cía entre la imagen, por ejemplo, renacentista del espacio y la ima-
gen ac t\l al , La primera es enteramente geométrica e intelectual;
. 'los nuevos recursos técnicos (butacas automáticas, reclinables, inte- ~
rior aislado del sonido, suspensión hidroneumática, fricción auto- . t mientras que hoy el espacio senos aparece más estrechamente.aso-
,mática, etc,) que proplUeven un estado de abandono, de relajamien- i ciado al. movi-rniento y supone la participación de los múltiples sis-

I
to, de fuga a lo irreal y que lohace'n ~entira. un'o ~'como u.nn~nee~ temas sensoriales. . '. ;,.
la cuna". . . Es po'sibIe' expone'! Sll rúervas.la 'hlpoiesis de que'esto tierie que' . r:
Toda regresión implica siempre un aumento dei narcisis~o y, ver qmla mayor m<?vilidad del' hombre moderno, con el mayor uso t
por lo tanto, una capacidad menor para soportar las f~straCiones. de los medios de transporte' y especialmente del automóvil. " ". . .~
Este hecho, junto con el de disponer depütencia, explica por
El empobrecimiento de la experiencia perceptiva y cognitiva dé; ¡
la realidad (experiencia típica .del que se traslada en automóvil) . . '. ¡ ~
qué elautomóvilactiVilJuyrtementeJa agresividad.r~tente. Los obs- . ,. se pone bien de manifiesto en la. siguiente ob.seJYª~ió.hcdeTab.Q¡Jie't¡·>.i:;Y~'--,::·;,i';',;.:;'i:·:J
táculos, las prohibiciónes, la conducta de los otros' au tómovilistas o
(26): "Otro factor que influye en lapercepciófl;~elpaiSajé'ésjaló~:;;:::'::'" .,,/;
de los peatones, la iI1 tervendón de los ,¡tgentes de. polida,etc. fácil-
mente se perciben com() limÜaciofl6sfrustrantesd!!:la·sensación de t carnación. Cuando era joven me 1l1 0vía a pie en,esJeJUgar.y aveces;':::,o'., le,

It
con un caballo de..tírQ;cuando ahota vuelvo a esospaiajes'J9:;hag9~::i"::;.',: ".
omnipotencia y desencadenanéLlriecanisrpo'qe laagreSivldad:
en automóvil ... Entre el caserío y el camino, cuando éramosniños¡' ";.' ,,:",' '
Estos comp0I1.erites .estári ,en,labase.demuchos incident<;s calle,
jeros. - " ; ' > : ' : " ".,' " ..>
conia un largo sendero por una zanja; tenía alrededor de' quíníen-:.; '¡,;' ':
.... .'.,:
~.~, 161
160 l: .

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: \ tos metros y nosotros lo recorríamos en una media hora para ir a Modificaciones. de las relaciones soCiales
i buscar .el pan que ~l comerciante ~ejaba ~l comenzar el sendero en ,. También la:. . e ., . .., . " .
una vieja barrica Era un sendero que,..&;orna por una fosa bordeado' •' . ' .. dlffi nSIO~ socIal del automoviltsta s.e manIfIesta ex~ .
, .' " .. ' , . t tremadamente empobrecIda.. .
:-~·<"~~~'¿;:~:~~~i:;Q~~~~:~t:t~~;t<¡;~~~;;t6'~~~~~t~~~~~;;-;~,~,,,~!<·~·,·~"<~"~t""'··"""~¡'··"~·":'·""'~ara"13elñae1~~iOs'autoñtovrrirta'S:cuando::set;nz~?tala'c~~~:'-~""~~:,.,.~.~
. 'un lugár como aquél... ¡dejo que el lector imagine las aventuras .\ tera con el proposlto de marchar velozmente, no conocen el "noso-
11 que podía uno representarse! En nuestro camino teníamos una ! tras", .la re~a .fundamental es; e,ad.a uno para si. El aut.~mov~lista
fl gran cantidad de puntos de referencia, vivíamos una gran cantidad se hace so.~dano con~os demas.umcamente en la negaclOn mIsma
! de minúsculos acontecimientos que variaban según las estaciones, .de la moy~dad, por ejemplo en el momento en que, frente a una'
1 encontrábamos infmitas ocasiones. para tener miedo, jugar, explo- barrer,a .baJa, debe detenerse la masa discontinua de vehículos en un
Íi . rar el campo. El camino representaba también una cierta· cantidad alto valido para todos'.
l, de esfuerzos porque debíamos llevar panes de seis y doce libras un En esos momentos puede verse c6mo'lbs conductores s.e animan,
~' medio kilómetro que no era nada fácil de recorrer. Pero ¿qué ocu-
I i se miran, se interpelan. .
;\ rre hoy? El automóvil deja la carretera y se mete en ese sendero r Pero apenas los automóviles vuelven a ponerse en marcha, esa
¡: . que ahora se ha convertido en una minicarretera perfectamente as- ¡ efímera comunidad se disgrega y cada uno se aísla de nuevo.
, faltada y li1nita,~"~au.n lado. por un seto y al otro por una red I?e- ¡ Pertenece también a Roche -Copo cit.).laobservaciónde que enel
tálica. Apenas sé entra en ese camino ya se ve la casa: para la mITa- ¡. tráfico, cuando se cruza uno con otro automóvil y cuando se 10 pa-
da l~ dis~ancia es de. u~ me?io seg~ndo, para. el au ~?móvil de un I sase presta atención exclusivamente al au tom6vil mismo y se ne-
me.~lo m1il~to. El pmsaJe es~a redUCido ,a u~a cJ.U:n;nslon que. n;> .me 1 cesita un esfuerzo de imaginación para pensar en el conductor. Pero
attevo a ca~~car de geo~étr1ca, pues ~~s ble~ dma que es Cl~et1ca. f' ocurre .al~o completamente diferente si encontramos durante un
La percep,cIOn del espacIO se hace umdlffienslOnal y ha perdldo to- : paseo a ple a la misma persona: su modo de andar, su fisonomía
do aquel cdn texto de experiencia de las cosas y de ~os seres y hasta f' nos lleva a ver en esa persona ante todo un ser humano. La locomo-
, la experienéia de uno mismo, que antes nos ofrecla el sendero de ¡ cjón en autQmóvil reduce y empobrece laexperienciaconereta de
la zanjan (pág_ 247 -7). r los demás: ya no vemos los rostros.
Werner y Kaplan ti han elaborado una teoría de la evolución de \ Además, conducir automóviles minimiZa la. comunicación so-
la percepción según la cual los objetos son al principio sólo "cosas !' cíal: las comunicaciones entre los automovilistas se limitan a alguna
de acción", es decir, que son buscados por su capacidad de satisfa- l. seña o algún gesto: la palabra ha desaparecido.
cer las necesidades concretas del niño (o del animal) y que sólo des- 1,

pués Se convierten en v.erdader.os "objetos .de contemplación", .es. L

decir, capaces d~ suscíta'[ interés por sus cualidades perceptivas y


estéticas, capaces de convertirse en estímulos de conocimiento y de
¡ t, C:tificaciones psicológicas de la
exploración', Desde 'estepunto de vista, conducir automóviles pare- l·
posesión y de la condriccióndel automóvil
ce suscitar una regresjón perceptiva: la realidad que el au tori1d~ilis­
¡
¡.
ta observ.á.no está h~cha des)bjetos para contemplar sino que está ., Po~ ;más que las influencias del ~u tOITÍ.óvil en la psicología .indivi-
hecha sólo:de"cosas de acción", qué. transmiten exclusivamente se- dual contengan los' el~mentos negativosariiba.il:ustrados,.eseviden-
..... "fiales páraóperar: detenerse,i-.eanudar la marcha, aminorar Ia.velo- II te sin embargo ql,le.poseer:un coche y manejarlo ofrece otras tantas
i .
. . ,máSálaiZ·qtiie. rda,más a la derecha,etc.
cidad,ácelei'iii" "
I gra tificaciones; aún más fuertes, auna. gran cantidad deriecesidades
psíquicas. Estos aspectos han sido ampliamente estudiados de ma-
nera que aquí sólo ofreceremos una síntesis de ellos para completar
6 H. WÚnet,B.KáplaIi,SY11IbOI Formation, Wiley!, Nueva York, 1963. i
el cuadro de la psicología del automovilista.
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~. 163
162 I,.
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" ".~ ~i:",;'·;~ ~~"~ ~~i ~~~ l,~:,":~ ~;~;J ¿~,~,~,~ ","'\~ ~< ~ . ~'.'.",f. ~",I~J¡
Ex tensión y valoración del yo .~
Se trata de,un fenómeno que presenta connotf1CÍones análogas a
_ ¡ .
,. .¡
las que en psicopatoIogía se llaman "reacciones disociativas''., En
. Unprimer tipo de gratificación que~ele ofrece al ~utomovilista : este tipo de proceso una u otra de las actividades'psíquicas queda
tiene queversiii duda con ~~ sensación de una extensi9ri de la esfe- '¡
por lo me.n~s.en parte ~isociad~ ~e laconcienCÍ¡LY fun~i~~~ de IIl,a-.' ' . : ' 'i

''''''i'r:r''del''Y(}'Y'"de¡,.:'U~val{;)raclon",de.,.sU&~íaG.ultades,.-.,asegur.adas."p,p~..1a~.""""."""",-.""""4,o.;">.;;,,c.:,.,;,,,;,,Jlera~,·au.tomatlG<L;;,o.".s.en:uau1Qmatlca.~~•. s.e."1lrQdu~l.Ul:a:.:iliY:1S;Gn",d.e..Ja~~""",.,.,."",~. ,,~,<~,,~


posesión y·d d6riúnióde los
reC'iÚ'sos'-mecáhiéós;'- . .( . activid-ad mental en dos a más partes que tienen la capaCidad d e ' ! .' .¡
Por ejemplo, en el caso del fenómeno de identifi~ación de que ! funcionar más o menos independientemente. 7 '. I

hemos hablado, el que conduce un automóvil tiene la impresión de t El placer que puede procurar este fenómeno es el. de .1aan:ula~
que los confmes de su yo §e dilat~ y que hombre y máquina 'for- ¡ ción de la conciencia, el de la fuga de la realidad. Por eso, se habla
man una estrecha unidad. Una simple presión en el acelerador ase- de la actividad de conducir automóviles también como de una
gura un enorme acrecentamien~ode potencia ina~erial que la velo- "droga".
, cidad pone evidentemente
.
de
. ,xnall,ifiesto.
.... .
' ,', ' ~
. '''.
í i

Un potencial de evasión
Despersonalización y mecanización del yo I
~
1,
l' Una idea estrechamente ligada a la posesión del automóviles sin .
Desde otropunto de vi~ta (y esto tiene relación con lo que diji-
mos acerca de hi regresión); conducir un automóvil puede provocar
J,e duda la idea de la libertad. "Si no tuviera el coche me. sentiría me,
¡:, nos libre", 'es una de las afirmaciones más frecu'ente¿ de 16s auto~
reacciones análogas a las que se observan en los estados de "desper- movilistas.
sonalización", es decir, una sensación de pérdida del yo, de su anu-
lación, sensación en virtud de la cual el individuo se siente ajeno a
sí mismo. Estos fenómenos de alienación y de mecanización del yo
están en la base del particular efecto de distensión y relajamiento
¡f,.:

~
~
En parte esa impresión corresponde a la realidad objetiva (posi-
bilidad de trasladarse rápidamente, de no tenerci.u~. somet~rsl? a lio~
rarios, etc.) pero en parte e~tá .compuesta de elementos. UusoriosY'
fantásticos: la sensación de que en cualquier momento podría uno
que a menudo la gente bu'sea en el manejo del auto. tj
1.1 partir para descubrir e1.mundo, hacia países soñados, recorrer nt,le-.
La ~itlU1Gión de gYiar un automóvil pon@ en movimiento ªutQ"
l~i VOs cllmino§, ~eparal'se de 1ás masas, pOr más qUe hH~gó ehutOffi.Q-
!

matismos que se desarrollan' casi independientemente del control


vilista se limite concretamente a hacer una pequeña excursión dó.~,
consciente del yo, lo cual produce un estado de semiensueño, de ~~. . . .
fantasía, de ausencia. ' ~ La ideólógía del automóvil como potencial de libertad, evasiÓ:n,

~
Repond (20) y Selling (24) dan ejemplos de esos estados seme-
jantes a los hipnoagónicos en los automovilistas. aventura, encuentra una clará expresión en la película Il sóYpCl$Só.
:.~
Un automovilista era tan afecto a conducir que caía en,un esta~ F :~
I ".:.::'
do de éxtasis cada vez 'que se sentaba frente al volante. Se. olvidaba
l' La, velocidad
de todo y no penni'tía 'que se'le dirigiese la ·palabra, pues,no ~opor­ I
._.
.)
taba que se 10 molestara en ~se su "otro mundo". Otro automovi- .
lista acariciaba fantasías que 10 habíail. impresionado en su niñez: t. El placer de la ve10~idad ha sido explicado (piret;,19)cc>IñO un' .:
se veía en la proa d.e una carabela". c:Qm.o los conquistaQ.()resespaño- fenómeno psicofisiológico -bastante complejo en~l cüalcori'vergt;l . ••.. . . . .'!
a
le~, haciénd.ose· la vela hé;lcia·:remótos y misteriosos países. ,Otro ;Un .conjun to de ·.exci taCÍones sen~o~~ales. heterOg~~~a~:}viSll~¡~~~':~Hri;,:;;;g:,:. :,-;.);:
soñaba con la "fiebre del oro
'\'COl1 las targas filas' de'car-ros que se
ditivas, táctiles (Viento), cinestesicas (telativasal 'mOvim~en~ºty::""""'" .; .'
dirigí?I1 hacia lª,' f~bulosaCálifornia, y. aceleraba para 'lIegar el pri- . 1aberín ticas. (relativas a la aceleración). " '"<:;,.\:;:}~;):;.,, .....':
méro a fas'm'irlas'cle oro. NatUraIffiente 10 único que conseguía era
7 H. Laughlin, Le nevrosi ~eÍza pratica clínica, GiuI1tf yB'ar:bera, FI~;~n~ia,:;: '
acumularmul,t?spor exceso de velocidad. . . . 1967, pág. 362., .
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1
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" P.e ro además pueden discernirse algunos componentes más sutil- .' ecuación simbólica "automóvi!=casa" ~s evidente en la siguiente
: mente p~icólógicos. ., . : ' , .' . .i verbalización. de un sujeto que sufría de neurosis de ansiedad y que
!., Bü:rglieimer (de Sérva.dio, op..,¡;it.), .en uri- análisIs de la ..pslcolo-. . . ~ .. . .cita Laughlin 9: :'Puedo entrar en un negocio sin sentir demasiáda ;
, ; 'gl'~"'"
~....t..~~.t:.~.11r.: ':;:':
e'los corred'ores de automóviÍe;$illega a la conclusión de que' J' . ansiedad pero sóloc:i tenÍ70 el autnmóvil p.c:tlll';nna,.lº" mn\!..r"et"f'~··,········.· .....,..'_, ...
~~F~":3J$.~_~.1tI:SI:W:':'f:r~~~W.'.1.4!.~~;~~~:a'«'t':"~1t~i.~'·~~~~~'::"~I~\:..::~: . .:~'.::.;.::.::,s.;':'!\"k'~4f.~,:~."":s.::~t.~~~:~;~;:;::: ..~;';.\-:'~j>;.·,,,,~f'M~·;.;,¡\I; QJ~~....~.~~~~;.o<¡t.~t"rlb~~~~'I.M._~+.f~I1-,....~•...~~$,..,o:--».,.~.a:~!L.11'1"" •.'/..~~,_w ....
.. ¡
:r~-·. .. ": li - u'sca~;'de ia ;velOClOaa pueae expresar' SlmoOllCamenll,; uu1í 1U5a.. ·
. ¡de 19s' fracasos y de las preocupaciones, que .uno qui~re dej~r ~ras .
. de sí, o· puede expresar también el deseo de recuperar fantastlca- I
¡.
' .. \.. . . ' temo.quepuedaocurrirme·algo y.no..pue·da: regresar hasta 'el' auto-o .•
móvil. Cuanto más alejado estoy de él y de casa tanto peor me sien-
too La casa es como un refugio para mí ..."
.: ...

mente el tiempo perdido () desperdiciado en la niñez y en la adoles- f '


¡
¡::encia. '. i Con estas v'alencias' regresivas se relaciona también el fenómeno
ji El "estremecimiento de la veloc·idad" puede tener también con-. muy conocido en virtud del cual el automóvil constituye para los ni-
1 notaciones de tipo oral (véase más adelante), expresar pues la nece- ños, aun para aquellos más inquietos, unfuerle estímulo de disten-
~ sidad de apoderarse del espacio, de llenarse de excitaciones tácti- sión, una especie de soporífero: es como si se reprodujeran la situa-
1
¡ '"res, visuales' y propioceptivas para colmar el vacío interior; .es decir,
queaquf se manifiesta una función análoga a la que se aSlgna a la
ción y las sensaciones' cinestésicas de ser acunado y arropado por la
figura materna que inspira seguridad.
1
ji ~<¡>m~da o al alcohol.
1I
~'
;
~ Las dinámicas de la agresividad
Defensa y protección
.,"

,,
>1

I
¡ A pesar de qu~ en la imagen del automóvil predominan los ras-
Es un lugar común afinnar que el automóvil se presta yomo vál-
gos relatívos a la: potencia, al dinamismo y a la agresividad, para al- vula 'de escape de la agresividad, ya se trate de la agresividad dirigi-
gunas personas el coche tiene connotaciones diferentes y, en cierto da contra los demás, ya se trate de la agresividad dirigida contra
sentido, opuestas; se 10 experimenta como fuente de seguridad,.de uno mismo (y esto está en la base de la llamada "predisposición a
comodidad y dé protección. Estas connotaciones se vinculan con la los incidentes").
! Las razones psicodlnámicas están, como ya vimos, en el fen6me-
idea de pasividad, el placer de ser transportado por el autom6vii, el t
no de la regresión y en el aumento del narcisismo. .
placer de evitar el esfuerzo, el placer de' estar aislado del 111 un do ex- l' Pero la posibilidad de que la agresividad se encauce y encuentre
terior {encerrado en un espacio limitado que se experimenta como I I
1 expresión en el uso del automóvil está a su vezfavorecida por las
un espacio protector y defensor, el placer de verse uno libre del
características técnicas y funcionales del vehículo.
I
condicionamiento derivado del contacto continuo con los demás, l En efecto, el automóvl1 se presta para ser el vehículo de las for-
etcétera .. \ . masrn~s c;lispares de. agresividad,. formas .que, .sigUiendo.el ,modelo
.1 . L'a,S"personas 'que experimentan el co~h~ en'esta ·dimensión·pa:te~ "f psicoanalítico, podemos clasificar eI:l tres categorías: fálica; anal,
cen reservarse sobre todo el placer. de un traslado sereno y calmo y \ oral. . .
de una comodidad acompañada de estímulos sen.soriales agradables. \
:-Ya. dijimos que, en los sueños, el automóvil puede representar la
. _. ,, .

'J
cuna,poI'que én,'su interior estamo's aislados y protegidos.
.. Se~ra~luce<a:q~fde manexa bastante clara el. significado "mater-
. no.~ue·puecle asumir er~utoriíóvi!. El cocheesunaenvolturapro-
i ~
. l. .
Nápoles:, "En Nápoles; el automóvil tiene una función completamente dife-
rente de' la que tiene en otros lugares. El coche es la prólongadón de la casa .
Es el único puntoha:bitableenel que podemos'estar'Sín que no$átormentén
las ráfagas de viento,el agua que corte, los ~sOS q uése bamboleart,elexCusa-
·te~tora:quer:t0s daseg\.itida:d;una especie ¿fe, segunda casa. s La.
:1 do que apesta. Venir de allí "abajo" y subir aun automóvilsignifica~pasat de
, ~.
,'j' •... _,. •••• '. o ' > · · •
r la oscuridad a la luz, respirar. un aire mejor y,.sobre todo, olvidar dürante
.I unas cuantas horas nuestra condición de: trog1oditas".
8 E$te~ignificado.no es yatim sólo simbólico smo que ~e haée concreto, se- I.
gún D.Rea (Gli sfrattati délla dom_enica,ll Corriere della Sera,6.l2.1973) en tf 9 Op. cit., pág. 66.

166 ~ 167
I I

,_. _--~",--"".",,,,,-~~,,,, .. ..
, , ., .......
L "
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:,hH'~ ~",):~~j
''¡¡~''i ~'\ilI ~~ I!í!-:':~ ~<;:l ~ i\lliJil ~,
b.w,.~~~ ~~, ~ ~ <~; ~~.",;~ ~~~~:; .
;1.
u.J .,.. :"J ~~~ \"0.,"4 ;.,:;;¡
a. Agresividad
, fálica ¡' sí
' cc;m
, ' ,és del cual en t ran en nosotros
el oj o, otro orificio a trav, , '
lc:¡s
, " , lffiagenes del mundo En la "e b' '1 "d" l' 1 '.' ' ,,
El carácter "fálico" es aquel en que predominan sentimientos de ' : , t' f 1 1 . , m naouez ~ a ve oC;ldad (otra me-"
.J
I

,..",.>t,,.J;,Q~,R~.tP..u.cj¡L,Y,,.,l¿y.~~g~,,~Il,..q:lf3.j~~~~~,ért:~?,~9:.~!!.~~~,.!,~~~: . ,.,'",..
,¡ a~t~~::~i'~t: r~:ndo y 10~ objetos llega~,.pasa~,Y' de"sapatecelt'El" " ,',"
'todocomoc~mpe~dore~quehayque~enc~r?o~o~~~illm~~~~---'P~~-=~~~~~~&~~~.~.~~
hay que superar para afümar la propIa supenorIdad. La conducta t " ,frent~ al volante, el. hombre que corre'tlene" , ':
, ¡ Slem pre algo' de ca íb 1" (lb 'd '46) . , "" ,,
de: los automovilistas ofrece copiosos ejemplos de agresividad fáli-~' . n¡ a l , pago ' 1 ' ¡
ca: 'adelantarse a otro para demostrar mayor potencia, cortarle el ~. '
paso como castración simbólica,no cederle el paso para no sufrir Las dinámicas del poder y del control
una hipotética humillación, el propio automóvil como símbolo fá- r
lico, de ahí el culto de la cilindrada cada vez mayor y más podero- f¡ A muchas personas -observa Canestrad (3)- generalmente ex-
sa,w etc. ¡.~ cluidas dejos grandes mecanismos políticos y burocráticos, el auto~
".. Perrotti (citado por Villani) definió como "homosexual" ese li móvil les procura la sensación de control y dorrúnio, aunque sea en .
modo de conducir porque se tiende a ver en el otro sobre todo u n F escala reducida, sobre un rrúcrocosmos privado: el hombre común' s.e
competidor y se hace tO,do lo posible por humillarlo. ¡~ encuentra por fin ~'conduciendo" algo, empuña el volante. Sentado,
en el coche puede imitar-el papel d~ dirigente.
b. Agresividad anal b Tal vez con la progresiva difusión y con la presencia de modelos-

~.
accesibles a los "bolsilIos" más variados, la posesión del automóvil
Pero el au tomóvi! se presta también para expresar agresividad se-
por sí misma haya perdido la connotación de "símbolo de sta-
gún la modalidad "anal". Basta con pensar en el valor simbólico
tus",11 sin embargo es indudable que esa función se desplazó desde
~,' :
que tiene, en Hl operación de pasar a otro vehículo, mostrar el "tra-'
sero" al adversario, soltarle los gases de escape, ensuciarlo con el el coche mismo a la marca o al modelo. Ha llegado a establecerse
una tácita estratificación social en cuya cúspide se encuentan los'
polvo del camino, eséarnecerlo con la estridencia de la bocina. Este
aSp~9to fue bien captado por el- director Spielberg en la película f
~
au tomóviles deportivos, fuera de serie y accesibles sólo a unos po-
cos, mientras en la base ,se encuentqn los ín:fimQª mOQ¡;:lQs lHilitª.; ,'•.
Duel que presenta a un automovilista a quien se adelanta un intet- ¡,
dos. La nueva interrogaclón es, para decirlo con Faenza: "Ciudada-'
minable y chato camión tanque que una vez delante aminora la ve- no sí, pero ¿de qué cilindrada?"
locidad y ahoga al automovilista con los gases del caño de escape.
Pero aun dentro de una misma categoría, la necesidad de desta-
carse de hi masa anónima, de los iguales, la necesidad de afirma!,"
c. Agre siv idad oral.
una dosis mayor de poder y de prestigio se manifiesta de manera
Mediante el automóvil se puede descargar también una agresivi- prepotente en el mecanismo de los accesor~os, p.~lQS option.als, .de" .. :'
dad 'de naturaleza "ora!". Es~e es un aspecto bien captado por Bein- . los motores 'prep'arados, etc:. 19ua,les sí, pero además con' algo .
special.
haert (ap. cit.), quienpl.lso de m,anifiesto qUy conducir un automó,
vil puede ofrecer un goce completamente específicQ:,el placer de Una gratificación que puede asimilarse a la del porjer esése,pla~
"devorar". A decir verdad, se habla propiamente de "devorar el es- -r cer ,particular que procura el control perfecto delvehícúlci'yde su
conducción,_ ' " '. ,
.',','"

'pacio". cuando uno marcha ~,gran v..eloéidad. TlUllbién.eIl e_~tecaso.


las metáforas lingüísticas' sonex-tremadameI1te precisas y significa- " .~"

tivas: "se tragan kilórrietros':. yerdad,.esq\le


-, . ,"
no.
.
con la boca-,
~.. .
pero
"
11 En Annarumnla all'assalto, Ottieri refiere:que lo prh:n~r'~quéi;ici~ron lós';L:c
, obreros de una pequeña aldea del sur (inserta de manétá;'rep'ent.ln'terlla:'civi_
lización industrial a c;iusadeJa instalaciQn de una fábrica)fu~c9mp:raise au~:.
'

De ahí tam'biénlos sentimie~tos de hóstilidady;~n u~ nivélmás latente;


tomóviles como una exprésión de promoción so<;ial, de:i:u,p.til,l'a;oo~elpasado '.
10
de miedo en.los encu,entroscon.unamujer alvolante, que asÍadcjuirió el sím-
bolo de la potencill viril. campesino, de identificáción con los modelos~e ynll; ~Qpje,ª~gITlás,~v.()lllcjq.,
nada. - , .... ' . ,. " ',' '.".'
...
.~ ,

'
i ,'

1
168 ~.~.
1~() ~ :
'~f
12 . n ....... " ••• " •.•• " . "............ ~ •• ,... .........-...... , , ' ; , . _ .. _-<.....~--~~. .,iIo'_-Ñ'Yr.._-or;.;.;..~ .~.
~.~ ....;

. Muchós automovilistas hablan apasionadamente de su capacidad' t hacerle desempeñar un papelsociallibnn~:independiente.


o' ,de c6ntrolar el m~dio, de d?minarlo, ',de afIrmarse a sí mismos '" ¡ . Para el joven la "conquista" del automóvil (ya se lo haya como
i ..•cuandO· Sé, refieren iil automóvil .. " .
'., '. . '.: . prado él mismo, ya s~ lo hayan regalado) representa su admisión en
. . el mun.c!<? ..a.~.ul~<?Á el ~~.~q.l.'l9.9jmientQ. d~... u jmle.~n· ,ncia. .é a...e.s.......... •..• ,
I
. ' • .Esa atitud es típica de las per'S9nas que afIrman que es'necesa-'
:.' ';~~...""",\~.""'~~.'!"~.m'lil .._<\~.'1''~~.'.... .'<-r~y'::at·~,· iV'. '·· .. 1f8Bl~·· ·~tró4t'!.1'lt. '\Y0'='·""'''......,···'''''''''''·''t'':'·4''-';.:;.''.'"=.~...''''.,.'''.,~",.'''''''~~""-.,..,'""'."-;..l'"'.[..='= .._<• ..c~.""".'1>"."!r_.='......;.~,,.. ,-'.•..ru2\ .. ~.J;!.~"":- .... - .X.... ..:i!. ............."...,: . . "'';' ' '"'
; I \
.
J.' luntadde·uno. Si a esta actitud se agrega cierta dosis de agresividad,
. tenemos al automovilista 'que explota a·fondo el coche! le exige to-
do l~ que¡ ruede ~~r, "fe retuerce .el cuello".· . '. .
Otra rpodulaclO~ de estas actltudes presenta en camblO el con·
.'
. '.

.'
!
. no uomlOar. al aUlOmI,JYu,lIl1Ppn~r ...... 11' ...:11 ~~... ',' gi):.. ..... "." ........ ... . ........ " ....... . unaue.las .etapasue .desarrollo·nacla la madurez. ........ .'.. "
. La' posesión de un automóvil implica para el adolescente con·
'quistas verdaderamente importantes~ ela.sticidad en lo tocante a los
h~rarios, m~nor cont!?l por parte .de.los.padres, posibilidad de am-
phar su radlO de aCClOn y de movlilllento, posibilidad de aparecer
(IuttG>r qlle ,podría defInirse como "perfeccionis,ta~', que se cara~t~- \ importante a los ojos de las muchachas; de poderse apartar sin que
btza por Un conocimiento profundo del automovll, por una solle}- ~ . nadie lo moleste, etc. La posesión' del aUtomóvil adquiere, para los
tud ped~te re~pecto de él. Este tipo,d: automovilista ~o ~uerza el !. ~d.o~es~:ntesd~ nuestra so~iedad, tam.1¿~é.~ el valor de los ritos de
motor S1110 que busca obtener el maxlffio de su rendllluento, es r illIclaClOn propIos de las socledades prin11tür.as. •
'.' ~quelq1.ie¡¡presta oídos al11úmero de' revoluciones del motor para .
~Merrel ctmnbio de velocidad en·el segundo justo, es aquel que co·
~oce .tód3,S.las particularidad.es del automóvil en la aceleración, en Tipologías de los .automovilistas:
'la frenada, en las' curvas;' en suma, es aquel que posee una buena . . .;.
competencia técnica. . ' : Un estudio del Institut BeIge' d'Infónnation et de Documenta-
La necesidad de dominio y control puede afirmarse también en tion (citado por Rache, 23) identifIcó tres,dimensiones principales
19s el'~sodios deJa calle. Toma~ las curvas en una ma.rcha sostenida, en que pu:den dif~renc~~rse los automovilistas ..
pero de manera tal que el vehIculono se desplace nl se ladee, man- Una prlffiera dimenslOn va del polo del realIsmo al polo del ego~
tener ~iempre una pe. rfecta adherencia a la carretera, ade~antarse a cent"!!m_o. Los "egocentrist.as" tienen la .~endencia a co~ducir en
I otros
cochoes de mane.. ra perte~t~,caIcula~do el moment.o Justo, lan· ¡ funclOn 0:1 modo en q~e pIensan que los.;~~z.gan los~e.mas, tratan
tar disparado el coche a la maxuna velOCIdad que perrmten las con- ~ de"hacers~ notar y a~lrar, ven en los demas a competldores, a me-
d\cio'nes del tránsito y las condiciones atmosféricas, etc. , t nudo se wmten amenazados y tienen modos de conducta agresivos.
I Desde el punto de vista psicológico se trata en general de. pers~.. L,os .conductores más :'realis.tas" se inte[esa~ ~or la conducción
~as con rasgos perfeccionistas y obsesivos en las cuales la eXlgencla '¡ en SI mlsma y por el funclOnamlento d:l automovil antes ~ue por la
del control perfecto del coche (yen otros campos) enmascara a } conducta re~ o presunta de los .demas;no. ,van necesanamente a
menudo un profundo miedo por el escaso dominio sobre sus pro· menQf ~elocldad que lo.s otros, smo que. :stan. concentrados en la
, j • pías pillsiones;.Trátase·¡ptie..s: de una. formación reactiva contra las..;.. tarea .nus~a .de cOI).duc~r antes que ,en fantaslOsas.cotnpeticiones .
~endC(I).cias propias á perder el control, a dar libre curso a las exige~- con nvales. . ., ' . . . . .
i 1

I .clas de la competencia o de la agresividad. . Una s.egunda. dimensl~~ es l~ .qu~y'a ~eJa znde,,-enden~za a la de- .\

'_. . .. pendencla. Los automovilistas Independlentes estan faSCInados por f


. el mito de la libertad y la velocidad; aceptan de !l1al grado las regla-
. . .
Las"dinamicas, de la emancipación . mentaciones, no va.cilan en cometer infracciones, pues tienen más
<" •. ,;' ".',. ~ fe en su propio juicío pdsorial que en el' respeto de la disciplina. .
• ,< ,'1 '<", .,.,-,. - "

: Por:fin,elauiómóvil puede satisfacer necesidades psicológic(is Los conductores dependientes buscan en cambio la seguridad
,.'de enútriCipacióilj de aút()hómíay de independencia. . .. ¡ ateniéndose alas normas, que respetan. ....
En .este sentido"el vehículo puede adquirir significados muy -par- I La' tercera dimensión se refiere al grado de tensión miéntrasse
'ticulares para la mujer y el.adolescente. Para la mujer puede repre- ¡ conduce un automóvil y va desde el polo~ tenso al polo relajado o
sentar fácilmente un símbolo de emancipación, de seguridad, puede II . distendido. Esta dimensión diferencia pues: al conductor muy aten·

I 171
170
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BIBLIOGRAFIA
irritarse fácilmente en relación con el conductor relajado 'que no
por ello está desatento.' . ! .
"""" Otros estudios tuvieron en ·cuen~C;l,an·tes que.:las.acti~udes oví- .' .·'1 ...'... ... '. . .. .' . ' ". '. . .... •
"~~-""'"'¡"";"C''''''::l"''''''''''¡~'''';';:''''''''''--'' ~'~l"" .... ;•.•. --_....... .;.¡". . '. ----1--.' 1 1 Beinaert L E " " , ' . :.. .
~~n~~:ru~~~~~~:::;:~~~~~~~~'(~Z~:f::~6n~~~::.;::.;=~~~.,.;."e·"""·~~.'~r='-'·''"~~'''''·''<;'';·"·l:mj·'(,C'alrE'uo%~8:;~rFsu,t~d17;ri{otil~1~·i?~~~:~~~~:-r:·~:~:':~~='~'~:~~\r:.!
cular un "mdlce de conducclOn" en vrrtud del cual los automovilis- ¡ ~el1 G,D. Selfe-eonfi~enee an,d.Persiasion. in Ca" Buy{n J .
.
tas pueden subdividirse en cuatro tipos. ! 7,
3 C ark. Re~., 196 4! pags. 46 - 52. g, •
El primero está constituido por condu'ctores seguros, que tienen ¡ 4' D~~~t~~n Re LAau t~ so~o i.~, Il Gíorno, 7-12-1973. ,.' .- ,
exactamente en cuenta las situaciones, toman decisiones correcta~
y evo itan riesgos inútiles. Es caráQterístico de semejantes personas
mirar con frecuencia el espejito retrovisor y no hacer maniobras .
II di me:e~~~ Rlv Pcfll~~zl~n~dell.'analisiJattoriale nelle rieerche'
.
5. Elkish P,. Signi;iean/kC~' . pp~~ata, 1972, S, pág~. 164. ~ 18.2,.
and the Machine In th e ~¡ons. ¡P between the Human FigUre.
inútiles. . , .. " .. 1952,22, págs. 379- 3:5. rawzngs 01 Boys, Ame:r:. Psy.chiatr., ..
El segundo tlpo es.ta formado por los automovilIstas poco mtelz- l 6. Enge1 J F Are Au t'omob¡'!e P h
.urc asers Disson nt e
... o. los se~ros, per.o. suelen co.me-
. ¡ . " .

gentes: se conducen en general com 'jl: J. Mark. 1963, 27, Págs . 55 _ 58. a. :onsumqers?
ter errores. . .~ 7. Evans F.B. C~rrelates" 01 Automobile Shopping B h ' .
El tercer grupo es el de los disot;:iados activos: miran rara vez e l . Mark, 1962, pago 26. e aVIQr, J ..
espejo retrovisor, se adelantan a menudo a otros automóviles, tien- 1; 8 E va n s F.B., Psychologieal and Objetive Faetors in' Pred' t'
" . [. ol B rand Cho' . F d . le Ion'·
. ~en a ac~lerar y ~orr~n much~s nesgos. . . .: á s 340 _ .¡ee, or versus Chevro!et, J. Business, 1959,32
Por fm, los dzsoczados pasIvos se asemejan a los antenores por la ti 9. ~a!' V 3;9.. , . ,
tendencia. a correr riesgos, pero se diferencian por su mayor lenti- W rald~~ Ri~i~fgIO del! au tomobile - Dedicata ad Agnelli~Gua"'
tud y dificultad en reaccionar a.decuadamente. 12 U 10. Gibson' J y C ,. 1~73L'. .: .
. ~. . .. roo s ., A Theoret¡cal Fielq A l ' 1
12 Considerando la conducta de los automovilistas, según el grado de agresi- ~ mobzle Drzving, Amer 1..Psycho1 1958 51 á na ~S¡S o A.uto-.·
ViQilQ m;m!t'je§tª Q l¡¡.teute, ¡Fae!1~a (cjt., l?á~$. l49 - 50) traió una pintoresca U 11. Haldciner: S., Le comportement 'du eo~du~ieu;s. R 53 - 71.
tipología de rasgos psico16g¡cos. . tf ~t des SGHmCe¡¡ do 1'Edu "ut;r-Hj 19'70 5 '_. .' e.~,;. Psychol-.
Eleaballero,en1as.e1vadelacircu1ación,selimitaafruncirloslabiOS con ~ 12. Hoyos C. Psyehologie'ode"í"· 'z' .'PllgS.2~3"G/.
a~q~eada su?erioridad. Pero el caba1ler~ está ~e~tinado a la ~~tinción. Es la t J968. ' a e¡reu a t¡on rou tlere, Puf, París, I i II
vlctima eleglda de las enfermedades pSlCosomaticas: la emOClon sofocada en .. 13. J acobson E K . . .
la camisa de fuerza de la educación marca su cuerpo con heridas mortales. Ides tow" 'd Sy 1I ossof J., Self- pereep t and Consumer Attitu-
El melancólico recibe toda la violencia con el rostro doliente delcrucifi- 245 ar ma Cars, J. Appl, Psychol., 1963 47 págs 242 .
cado, Mene~ la. cabez¡i r~sigJ1ado .como el.preso. ~ue se asoma a la mirilla de l '. , ' .' '. - .
la celdahablendo renunciado a1a esperanza de sillir.a1guna vez de ella. . ~': 4 ..r.:artineau P.,ACase Study; What Automobile . . ,

Lo hostiga el conductor furioso, ~que1 que, según los naturalistas, tiene . nca~s, en:. Ferber YWo1esh (ed;s.)Motivation ~ mean to ¿m.e~
mayores probabilidades de sobrevivir porque las emociones liberadas son havlOr, Irvm, 1958, págs. 36 _ 49. .' nd Market Be-
menos lesivas. Ese p~ivilegiado rechina los dientes, se insolenta, echaafuera 15. Matore G., L 'éspace humaine Ed'La'C { .. b- P ,
toda}a violencia que nace 'en su cuerpo. Arruina el asfalto, atormenta al mo- 16. Menninger K., Purposive Ac'cide~ts °
om ,e, an.s,19qL.' .i
t~rq?e chilla con voz desen~renada:'Pero sobre.tod? se 1as . arreg1aparadis- Destru.ctivesTendencies Int J.P hasa~ .Expresszon 01 S~ll .. .¡
tqbu1I. ala derecha el.esc~lOhUlll~~te,a l~lZql.uerdaelcor~e·demanga 17. Perrotti N., Notesul' . ' . syc .oan. 1,936, 1 7 . ' .' .....:" I
I dob~an.d? eIantebrazo.MlIandolob~e~s~ :V~(i;qmo~ec()~e~.lablO y IllUest,ra del T. Con' ..•• ja l!szc?pato~()g¡a ciepalft9mobilista, Atti < I .,i,
los mC1Sly.oS; amenazag:ora mueca atavlCa que anuncla. elsalto;alavenit'yugu- , . .. gr. InterIl:: dI PSIcolog¡a dello ·SPort. ·-o:·::\:l·. .,<~·:-';·.:.·: . ,,~·: ... '; .'C :: ......:)
lar. . .. ."', . . . . . .. pags. 283 - 286._··· . . ..... · . c : . c : . ":':.;>i,9l?ª·:,,,,~~(5~:i':~.::"·:"':":";'; '¡';'~:";I
'Ellegalista en cambiotransfo'rma los sufrimientos pers~~riies'~~'unpro-' 18. Piret R,., PSieo!ogia dell'autom;bilisi·~~;<...:>'.;;:",<.}'t:;'~:( i,,;: .':""
ceso judicial. Desde wasi~Iito: ycorl;erWdicee~iendid9quitaoasigxiáauto- . Universitaria, FI?renCla;I 959 .. , . a. a s¡eure;Zza $tr.~d~¡e;E,d;:f¡~F·' ::'I"11>\::"?\/
rizaciones, reconviene, aplica multasC{)p~emia. A menudo hasta' da consejos 19. Quenault S., Drzver Behaviour. Safe and U.f; D:';·":·:·':'.'.:;.r:'.:;;>:~:::.:·::;" . " ....
y alienta, por más que nadie pueda oÍrsu.v.:oz, Research Labora-tory, CrOWthorne, 1968. nsa,e r¡vers, Road:",'FL;C;('

172 .... ¡' •.. .'

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.... ,..,~ '''-'~-'' •• , .... ~~.~,. .'~ .. ~ ................... C\, ... ~.....,,'~

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.......

20. Repónd A., Psychologie et psychopatho!ogie dI! I'automobilis-


me, Ann.Médiscopsychol., 1953,93. / . , .
'. 21. Roche M. L 'automobile .et ZlJ..lie quotidienne, Psychol. Fran 9·, . ¡. . . . .' . .' . . . ' . '.. .".. :.,

11967,XI,pá~.363-3!1..... "~ ·¡,,-1.9.0l.o,'1Z"'!'""""""-<,,,",;~,.=-,~


;":\:":';':d:~ ~\1~~j.:.2a..~~oehe,M!¡.~Ui.¡t/(f/:o.oveiJ,J.•au. to,mo.bde.:?",];)un..OOf-
'. ,\., , .' . ;
••; ..
PW1S •. ,,-.; ,·~.,:..,e~~"_"~'.'"l4;..",·.·;"";,(,,,,",;";·,,,,,-,..."'-1.,.~"",,, ,,"~~,,,,,,,,
.. ...,..,,,,.,=..,,,,,·_c"".,,,~,,""¡.,,,,,,.,,,,.,,,,,,,,,~.,=,$.,""'.,·,,,••"'..'i.=.........',.;=,,·~;;...,·""~$""·~,,·,·"·c

... ,. .. 23::Rc)'che--M:,'Z;atrtómobile; 'en'Re_uchlirt M. (ed.) Trattato di Psi~ . , . .,-' .', .' - ' . ' " '
cologia Applicata, vol lO, A. Annando, Roma, 1974, páginas
215 - 59. :
"
¡
' '. V'II· ,
' '. ,
. 24. Selling L., Preliminary Report Concerning Mental PathoÍogy
foundinAutomobileDrivers,J.crim.Psychopathology,1940,1.
25 .. Servadio E., La Psicologia dell'attualitiz, Longanesi, Milán,
i
L a h a b1taclon O

o.;'

J963. " .
26.' 'Tab'ouret R., Quand et pourquoi par/er d'éspace el propos de
Z'aménagement des lieux et édifices, el; AA.VV., De l'éspace
corporeZ al'ésp(lce écoZogique, Puf, París, 1974, págs. 243 - 61.
27. Villani S., La nevrosi corre su (fila ttro ruote, 11 Corrie're della
Seta, 7-4-66. Vqlencias p$icológicas de la casa
...,..:

Nu se necesitan conocimientos especiales de psicología para re-


conocer que el valor psicológico de la casa consiste en su capacidad
de concretar y gratificar las más profundas y primarias exigencias
del hombre; la casa es fuente de protección y seguridad, sede de las
relaciones afectivas más gratifican tes, símbolo de ia propia identi-
dad personal y del propio estilo de vida, espacio subjetivado que se
I !l
adapta a las exigencias personales de cada cual, en el qU(; nos senti-
mos libr~s y no sujetos a las coaoeiones del exterior, y es utió de lbs
símbolos más eficaces de status.
1 Un . análisis exhaustivo de 'las vivencias psicológicas vinculadas
¡ con la :habitación exigiría para no caer en datos bastante. obvios~ un, •
enfoque in te idiscip linario' de gran aliento. Por"eso nos limita:remos
.. . en este capítulo a indicar las connotaciones más salientes procuran-
1
• • I • • t~~I···

do relacionarlas con los. puntos de vista qtle presentan mayor nove-: .


I
¡
dad, como el análisiS semántico, las indagaciones etolÓgicas y las
de la reciente architectural psychology.
l-
.'.'.. ,
.::~: ¡
I
La semántica de habitar
¡
Edificar, afirma Rykwert (21) es siempre una empresa épica en
¡ ('1 sentido de que guarda relación con valores emotivos_universales y
con arquetipo.s atávicos del ánimo humáno.
I
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174
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