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La pandemia de coronavirus nos ha golpeado a todos con fuerza. La forma en que trabajamos, la
forma en que socializamos, incluso la forma en que hacemos ejercicio, todo cambió.
En todo el mundo, se cerraron las fronteras y se pidió a los ciudadanos que se quedaran en casa. El
coronavirus paralizó al mundo. Los destinos populares que por lo general estaban llenos de
visitantes estaban vacíos. Cafés, bares, restaurantes, museos, teatros, parques temáticos y todos
los demás lugares que podríamos visitar en vacaciones en todo el mundo cerraron sus puertas. No
solo se detuvo el número de visitantes, sino que disminuyeron los viajes que realizaban los
residentes localmente. Desde el principio, estaba claro que COVID-19 nos afectaría a nivel local y
global. Pero también hemos mostrado resiliencia, compasión y sentido de unidad.
El impacto de una disminución en la llegada de turistas es mucho mayor que el de las personas
que se pierden las vacaciones. El 7 de mayo de 2020, la Organización Mundial del Turismo de la
ONU (OMT) estimó que las ganancias del turismo internacional podrían bajar un 80% en 2020 (las
ganancias del año pasado fueron de $ 1,7 billones). Además, se podrían perder 120 millones de
puestos de trabajo.
¿Cómo ha sido la reapertura gradual del turismo después del brote de coronavirus?
En todas las etapas de las vacaciones (desde el intercambio de documentos de viaje hasta el
check-in en su hotel), existe el riesgo de propagar gérmenes e infecciones, incluso con una
limpieza completa. Es por eso que el Foro Económico Mundial (WEF), entre otros, predice un
aumento en la automatización. Las opciones incluyen identificación de huellas dactilares sin
contacto, reconocimiento de iris y rostro, y sistemas de entrada sin contacto con control de gestos
y comandos de voz.
Es posible que se sienta más cómodo en la costa que en una ciudad. O en un país con un historial
probado de gestión de COVID-19. Puede comenzar con la lista de corredores de viaje del gobierno
(países que puede visitar sin tener que poner en cuarentena) y ver dónde le apetece.
Las aerolíneas, los hoteles, los complejos turísticos y otros proveedores turísticos son responsables
de implementar los procedimientos de seguridad. No es una tarea fácil, por lo que debemos ser
pacientes ya que todos se adaptan a medidas de viaje más seguras, algunas de las cuales se
enumeran a continuación:
Volador
Un área de preocupación para la mayoría de los viajeros, volar será una experiencia diferente
durante algún tiempo.
Alojamiento
La hospitalidad se trata de hacer que los huéspedes se sientan cómodos y como en casa. Pero es
un acto de equilibrio difícil para el personal transmitir esta calidez de una manera distanciada,
mientras se prioriza la salud y la seguridad. Es probable que los asistentes a las vacaciones no
quieran recibir recordatorios constantes del virus, pero aun así deben estar seguros de que se
quedan en lugares limpios y saludables. Es posible que vea que esto se hace de las siguientes
maneras:
Más limpieza y más comunicación sobre trámites. Diferentes países e industrias han
recomendado varios protocolos de limpieza, incluidos procesos de cambio más completos
entre invitados. Debería ver más limpieza y también estar al tanto de los nuevos
procedimientos antes de quedarse.
Las amas de llaves solo ingresarán a su habitación con su aprobación.
Menor interacción con el personal. Si se hospeda en un resort u hotel con personal, este
contacto será administrado y distanciado.
Los vestíbulos de los hoteles se reconfiguraron para que haya más espacio para que las
personas se mezclen y se muevan de una manera socialmente distanciada.
Se fomentan los registros en línea y los pagos sin contacto, con el uso de tecnología para
reducir el contacto directo con los huéspedes.
A medida que el impacto inmediato de los bloqueos y las medidas de contención disminuyó
durante la segunda mitad de 2020, los países comenzaron a buscar un equilibrio. Para viajar, los
turistas deben tener confianza. Una de las prioridades de la OMT para la recuperación del turismo
mundial es "recuperar la confianza a través de la seguridad" haciendo lo siguiente:
Más que nunca, nuestra voluntad de viajar se basa en nuestra percepción del riesgo. Y cuantas
más personas viajen, o escuchen sobre personas que viajan, más expuestos estamos y
experimentamos el riesgo, y más nos sentimos equipados para enfrentarlo. Nuestra disposición a
viajar aumentará cuanto más sepamos sobre cómo es.
Si bien no hay duda de que la pandemia ha tenido un impacto devastador en el sector turístico, la
esperanza a largo plazo es que pueda generar una transformación positiva, creando vacaciones
más ecológicas y sostenibles.
"Después de esta crisis, creo que la gente querrá saber más al elegir sus opciones de viaje.
Querrán saber no solo cuál es la mejor oferta que pueden obtener, sino también qué opción de
viaje es más sostenible" por ejemplo, los operadores turísticos tendrán que ser más transparentes,
y la digitalización jugará un papel cada vez más importante en este sentido, haciendo que los
viajes sean más sencillos y baratos, pero también más seguros y limpios ".