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Frente a todo lo que está sucediendo es evidente que nunca volveremos a la misma
normalidad de antes nos enfrentaremos a una nueva realidad y ésta no tomará solo meses,
sino inclusive un año o dos. El gran problema al que se enfrentará el sector turístico será la
incertidumbre y no se recuperará del todo hasta que no haya un tratamiento eficaz o se
descubra una vacuna totalmente eficaz que controle y termine con esta pandemia. Además
la recesión económica hará que muchísima gente tenga menos dinero para viajar, o que
simplemente no se lo pueden permitir. Lo probable es que esta pandemia creará un cambio
psicológico y durante el primer año muchos turistas preferirán viajar a destinos cercanos en
su propio país, o bien a países donde la pandemia no haya sido demasiado intensa, o ya esté
siendo controlada de cierta forma. Lo único cierto es que la recuperación de los destinos
dependerá de muchos factores como el levantamiento de restricciones de movimiento, el
incremento de la actividad aérea y la percepción de los turistas sobre diferentes destinos,
según la incidencia que haya tenido la pandemia en ellos. No será hasta mediados de 2021
cuando comprobemos si la gente realmente se siente segura para viajar de forma intensa y a
destinos de larga distancia sin mayor miedo. También es necesario estar conscientes de que
el mundo ya no será igual y entonces en un futuro cercano se verá la imposición de más
restricciones inmigratorias y más controles sanitarios de entrada en los aeropuertos y de
ciudades del mundo entero incluso en algunos países hasta se pidan certificados de
inmunización sobre el virus o que ha sido vacunado para evitar nuevos contagios.
Por último, es importante aprovechar las crisis para mejorar y será necesario trabajar en
equipo por lo que el sector del turismo deberá trabajar de la mano con el sector sanitario
para implementar medidas de limpieza y cuidado para evitar la propagación de una nueva
pandemia, desde la industria se tendrá que pensar qué mecanismos se podrán ejecutar con
el fin de recuperar la confianza del viajero, restaurar la demanda y reposicionar el
turismo. Lo cual es una tarea de todos.