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ESCUELA DE

PSICOLOGÍA
T E M A:

NEURONAS ESPEJOS: Excitotoxidad del


procesos de las Neuronas
NOMBRES : Isaías Calderón

Diana Redondo

Carmencita del Villa

MATRÍCULAS : 201489345570

201412536732

201120021381

ASIGNATURA : Neuropsicofisiología

DÍAS : sábados de 9:00 am a 1:00 pm.

Facilitador : Eduardo Torres

Santo Domingo, D. N.,


octubre, 2018

ÍNDICE

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Introducción 4

Objetivo General 5

Objetivos Específicos 6

CAPÍTULO I
1.1. Descubrimiento de las Neuronas Espejos

1.2. ¿Qué son las Neuronas Espejos?

CAPÍTULO 2

2.1. ¿Dónde se encuentra las Neuronas Espejos?


2.2. Neuronas Piramidales

CAPÍTULO 3

3.1. Neuronas Espejos Empatía


3.2. Neuronas Espejos y Autismo
3.3. Neuronas Espejos y su Influencia en el Aprendizaje

Conclusión

Bibliografía

Anexos

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Objetivo General

Desarrollar ampliamente las neuronas espejos.

Objetivos Específicos

 Descubrimiento y definición de las neuronas espejos


 Donde se encuentran las neuronas espejos
 Empatía, autismo e influencia en el aprendizaje de las neuronas espejos

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Introducción

Las neuronas espejo son un grupo de células que fueron descubiertas por el


equipo del neurobiólogo Giacomo Rizzolatti y que parecen estar relacionadas con
los comportamientos empáticos, sociales e imitativos. Se descubrieron mientras
pretendían estudiar las neuronas encargadas de los movimientos de las manos en
los monos. Para sorpresa de los investigadores, estas neuronas no sólo mostraban
actividad cuando el mono realizaba algún movimiento concreto con sus manos,
también se activaban cuando el mono en cuestión veía a otro miembro de su
especie realizar ese mismo gesto (como si él mismo estuviese llevándolo a cabo).

Podemos decir que la misión de estas células es reflejar la actividad que


estamos observando. Se activan cuando ejecutamos una acción determinada, y
también cuando observamos a otro individuo realizando esa misma acción.
Permiten “reflejar” la acción de otro en nuestro propio cerebro, de ahí su nombre.
Como ya hemos comentado fueron  observadas en primer lugar en primates, y
luego se descubrieron en los seres humanos, lo cual permitió una nueva
concepción del cerebro en términos más holísticos e integrales, así como también
una nueva comprensión del sujeto en su interacción con los otros, en un devenir
constante con los otros.

Bastos experimentos comprueban la implicancia de las neuronas espejos en


la cognición social, afirmando ser éste el nexo neural que posibilita la
intersubjetividad, permitiéndonos entender los estados mentales de las personas y
teniendo un papel importante en la capacidad de empatizar con otros, de
identificarnos, de ponernos en el lugar de los demás.

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DESCUBRIMIENTO DE LAS NEURONAS ESPEJO

El hallazgo de las neuronas espejos se sitúa en el Instituto de Fisiología de la


Universidad de Parma en la década de 1990, en donde un grupo de neurofisiólogos
liderado por Giancomo Rizzolatti, del cual eran miembros: Vittorio Gallese, Leo
Fogassi y Luciano Fadiga estudiaban a la Macaca Nemestrina, una especie de
mono con la cual se trabajaba en muchos laboratorios neurocientíficos del mundo.

El equipo de Rizzolatti trabajaban en la zona F5 correspondiente a la


corteza premotora ventral del cerebro de los macacos, mediante el implante de
electrodos en esta área, siendo un procedimiento quirúrgico e invasivo, pero
brindando la posibilidad de trabajar a escala celular, con una resolución temporal y
especial segundo a segundo. Con este procedimiento se se registraba la actidad
eléctrica de esta área que corresponde a neuronas capaces de codificar los
movimientos de la mano Una neurona espejo, o “mirror neuron”, es una célula
nerviosa que se activa y descarga en una de dos situaciones: cuando la persona
ejecuta la acción, o cuando la persona observa mientras otro realiza la acción.
Los investigadores estudiaban la acción de neuronas motoras en los monos
macacos y para ello habían implantado en el cerebro de los animales finísimos
electrodos capaces de registrar la actividad de una única neurona.

Numerosos grupos de investigadores estudian ahora las neuronas espejo. Se han


hallado también en el hombre (en las proximidades del área de broca y en la
corteza parietal inferior del cerebro) en casi las mismas áreas cerebrales del
macaco, aunque no con registros de una sola neurona (lo que sería imposible en
humanos), sino con técnicas no invasivas de registro de actividad cerebral
(mediante electroencefalograma o resonancia magnética).

Este descubrimiento fue una revolución en el mundo neurocientífico, a tal punto


que el neurocientífico Vilayanur Ramachandran dijo que este descubrimiento sería
para la neurociencias lo que la decodificación del ADN significó para la biología,

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ya que permitiría conocer el origen biológico de la imitación y la empatía humana
y por lo tanto de la cognición social.

QUE SON LAS NEURONAS ESPEJO

Se denominan neuronas espejo o neuronas cubelli, a cierta clase de neuronas que


se activan cuando un animal ejecuta una acción y cuando observa esa misma
acción al ser ejecutada por otro individuo, especialmente un congénere.

En las neurociencias se supone que estas neuronas desempeñan una función


importante dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social, tales como
la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otro) y la imitación. De aquí que
algunos científicos consideran que la neurona espejo es uno de los descubrimientos
más importantes de las neurociencias en la última década.

La función del sistema espejo es objeto de muchas elucubraciones científicas: estas


neuronas son importantes para comprender las acciones de otras personas, y para
aprender nuevas habilidades por imitación. Algunos investigadores piensan que el
sistema espejo podría imitar las acciones observadas y así enriquecer la teoría de
las habilidades de la mente; otros lo relacionan con las habilidades de lenguaje;
también, se ha sugerido que las disfunciones del sistema espejo podrían ser la
causa subyacente de algunos desórdenes cognitivos, tales como el autismo. Se
están realizando investigaciones sobre todas estas posibilidades.
Las investigaciones desarrolladas empleando IRM, estimulación magnética
transcraneal (TMS) y electroencefalografías (EEG) han encontrado evidencias de
un sistema similar en el cerebro humano, en el que también coinciden el observar y
el actuar.

Entonces podemos decir, que las neuronas espejos son las responsables de nuestro
comportamiento de imitación y también responsables de que nos sintamos en
sintonía y reflejados con la otra persona. Se estima que estas neuronas están

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presentes desde el nacimiento, pero comienzan a desarrollarse a partir de los 3
meses de edad. El bebé en esa etapa del desarrollo, a partir de los 3 meses, tiende a
imitar las conductas, gestos y movimientos que les enseñan sus progenitores o
cuidadores, por ejemplo: si el cuidador se toca la nariz, el bebé intentara tocársela
también, si el cuidador saca la lengua el bebé también lo hará, por tanto tomará el
comportamiento del otro, como si él  actuase por sí mismo.

Se ha demostrado que existe una relación directa entre las neuronas espejo, la
imitación y la empatía. Según estudios neuropsicológicos, las neuronas
espejo encienden un área del cerebro que nos permite establecer vínculos con otros
seres. La imitación es un claro ejemplo de conexión entre neuronas espejo y la
memoria, siendo esta última la encargada de guardar la información recibida para
luego reproducirla mediante la imitación diferida.

¿DÓNDE SE ENCUENTRAN LAS NEURONAS ESPEJO?

Según los estudios realizados por el equipo de Rizzolatti encontraron que algunas
neuronas en un área de la corteza premotora (región F5) de los monos se encendían
cuando otros monos hacían cosas como recoger algo o comer un alimento. La
corteza premotora es la parte de la neocorteza que planifica, selecciona y ejecuta
movimientos.

En los seres humanos estas neuronas se encuentran en la corteza parietal inferior


del cerebro (se encarga de la integración espacial) y en el Área de Broca (parte del
cerebro que se encarga de la articulación del lenguaje, ya sea escrito o hablado).

Las neuronas espejo son importantes para controlar y descodificar el movimiento


de las manos. Por lo que cuando hablamos con alguien y este mueve sus manos,
nuestras neuronas espejo entran en acción para interpretar el movimiento de
manos de la otra persona.

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Además, estas no solo reflejan aquello que vemos en el exterior a nivel motor, sino
que son capaces de reflejar también aspectos emocionales por su conexión con el
sistema límbico. Según las afirmaciones del neurocientífico Marco Lacoboni, los
niños que imitan y observan con mayor atención las expresiones faciales de las
personas que les rodean muestran una mayor activación de estas neuronas y como
resultado de ello, mayor nivel de empatía. La razón de ello se encuentra en que
cuando un niño ve sonreír a alguien, sus neuronas espejo crean una representación
mental de esa sonrisa en su mente, enviando señales al sistema límbico y
finalmente, termina sintiendo lo mismo que la persona que observa.

Sin lugar a duda que las neuronas espejo son la base de la imitación humana y de
gran parte de nuestro comportamiento social. Este descubrimiento, que como
muchos otros, se produjo de forma accidental, es decir no era el objetivo de los
investigadores que lo descubrieron, nos ha permitido entender mucho mejor
nuestro cerebro, nuestro comportamiento y nuestra capacidad de aprender y
sociabilizar con otros.

LAS NEURONAS PIRAMIDALES

Las  neuronas piramidales  o células piramidales son un tipo


de neuronas multipolares situadas en diversas partes del cerebro, como la corteza
cerebral, el hipocampo o la amígdala. Las neuronas piramidales son las fuentes
primarias de excitación en la corteza prefrontal y el sistema piramidal de los
mamíferos.

LAS NEURONAS ESPEJO Y EMPATIA

Las neuronas espejo se disparan de la misma forma cuando realizamos una acción
que cuando observamos a alguien realizarla. El hecho de que nuestro cerebro
reaccione igual, explica el aprendizaje por imitación, la emulación y también la
empatía, ya que vivimos la acción de otro como nuestra y nos ayuda a
comprenderla.

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Si bien mucho se ha escrito, dicho y anunciado a bombo y platillo sobre las
neuronas espejo desde su descubrimiento, desde aquí pretendemos hacer una
revisión concienzuda y accesible de lo que conocemos por el momento acerca de
este tema, evitando en lo posible exclamar ¡Eureka! antes de tiempo.
Antes de introducir este tema es importante entender que descubrir las neuronas
espejo (o neuronas especulares) causó un gran revuelo en la comunidad
neurocientífica, generalmente reacia a aceptar grandilocuentes hallazgos sin un
gran respaldo teórico. Pues bien, tras la primera publicación al respecto, hace ya
casi 20 años, se ha escrito mucho más de este tema en periódicos y medios no
especializados en neurociencia y psicología que en medios más afines a estas
disciplinas, lo que generó un silencioso recelo en muchos científicos.

A su vez la empatía, un concepto tremendamente complejo que implica


dimensiones emocionales, cognitivas y perceptivas, fue la función principal que
algunos investigadores le otorgaron a estas polifacéticas células. Para los que no
terminen de conocer el término la empatía es la capacidad de ponernos en el lugar
de otra persona, asumir su perspectiva, emociones e idea. Una capacidad que por
su complejidad sólo se admite actualmente en un número reducido de animales
además de los humanos.

La percepción, el lenguaje y la mayoría de procesos complejísimos que nos


conforman están logrados por un enorme y complicado sistema de millones de
neuronas, muchas de ellas trabajando especializadamente. ¿Puede ser la empatía
una excepción? Es muy difícil conocer la respuesta, y aunque a buen seguro
seguiremos avanzando en comprender estos fenómenos a día de hoy nos quedan
más incógnitas que respuestas

A estas alturas al lector le sonará algo raro que unos y otros añadan cada vez más y
más funciones y roles distintos a estas neuronas, a las que en algunos casos la
prensa ha llegado casi a otorgarles poderes mágicos, haciendo parecer al resto de

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neuronas un puñado de células casi inservibles. Si ha sido así se unirá al gran
conjunto de científicos que afrontaron el tema con más cautela que entusiasmo,
encontrando que muchas publicaciones al respecto proporcionan casi
omnipotencia a las neuronas especulares, cuando la realidad es que se han dado
pocos estudios con una metodología realmente exigente que recoja evidencia, ya
no de sus funciones en personas, sino de su existencia misma en el cerebro
humano.

Por lo tanto, lo recomendable es seguir basando la investigación en funciones y


procesos más simples de estudiar, antes que recurrir a argumentos difícilmente
demostrables, al menos hasta que las técnicas de neuroimagen puedan darnos un
retrato más nítido de lo que ocurre realmente cuando vemos y nos reconocemos en
los demás.

NEURONAS ESPEJO Y AUTISMO

Desde que se ha conseguido el mapa genético del ser humano o su genoma, la


genómica, (conjunto de ciencias y técnicas dedicadas al estudio integral del
funcionamiento, la evolución y el origen de los genomas), nos muestra que los
genes de un determinado genoma, (totalidad de la información genética que posee
un organismo en particular), nunca trabajan solos sino que trabajan en red, y
además, interactuando entre ellos. Por otra parte tenemos los avances logrados por
la epigenómica, que estudia y describe al conjunto de interacciones existentes entre
el genoma de un determinado organismo y su entorno que conducen a la
expresión del fenotipo que son las manifestaciones visibles del genotipo (totalidad
de la información genética que posee un organismo en particular, en forma de
ADN) en un determinado ambiente. Dicho de otro modo; el material genético
contenido en los genes, se activará, se expresará, se manifestará, y se hará́ visible o
no, en función de la interacción con el medio. Es decir, la expresión genética o más
bien genómica, así́ como su heredabilidad, tanto sana como patol ógica, pone de

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relieve una vez más, la importancia de la relación, así́ como la influencia de los
aspectos psicosociales y socio-culturales y por ende, el importante papel de la
crianza y la educación en el desarrollo del psiquismo y del cerebro humano
EL descubrimiento de la existencia en el cerebro humano de redes neuronales
llamadas “neuronas espejo”, soporte biológico de la empatía que es un concepto
psicológico, y la estrecha interacción entre ambos sistemas, cuyo buen
funcionamiento es básico para el desarrollo de la capacidad de comunicarse y
relacionarse con los demás, nos impide seguir pensando de forma disociada como
hacíamos antes ya que como estamos viendo, lo genético-biológico-constitucional
del ser humano se desarrolla en estrecha interacción con lo psicosocial y
sociocultural de su entorno.

La investigación en neurociencias ha puesto en evidencia que la capacidad de


relacionarse y comunicarse con empatía con el otro, tiene su correlato anatómico-
fisiológico en redes neuronales llamadas “neuronas espejo”, (Rizzolatti, 1996;
Rizolatti, 1998; Gallese, 2001), en alusión a la relación especular que se establece
con el otro a través de la empatía, que sería la capacidad de ponerse en el lugar del
otro sin confundirse con el. Es como si el sujeto observador, pudiese vivir de forma
“virtual”, la experiencia del otro en la interacción que mantiene con él. Gracias a
esta capacidad, a la vez neurológica, (neuronas espejo), y psicológica, (empatía), el
ser humano, en etapas muy precoces de su desarrollo psíquico, puede compartir la
experiencia emocional y cognitiva con el otro as í́ como predecir y anticipar las
intenciones y respuestas del otro, facilitando de esta forma, el ajuste y adaptación
recíprocos en la interacción entre ambos. El acceso a la capacidad de compartir la
experiencia vivida con el otro, se ve así́ enormemente facilitado por el desarrollo de
la empatía que a su vez, de forma interactiva, permite un mayor y mejor desarrollo
de las redes neuronales llamadas neuronas espejo y estas a su vez, con su
desarrollo, facilitan y potencian la empatía.

Neurocientífico de la Universidad de California, mantiene que hay estudios que


demuestran que los niños que imitan y observan las expresiones faciales presentan

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una mayor activación de estas neuronas, y a mayor activación de éstas mayor
empatía muestran. Esto ocurre porque si el niño ve a alguien sonreír, sus neuronas
espejo crean una simulación interna de esa sonrisa en su cerebro, envían estas
señales al sistema límbico y acaban por sentir lo mismo que la persona que sonríe.

NEURONAS ESPEJOS Y SU INFLUENCIA EN EL APRENDIZAJE

Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, estas células hacen posible


que «empaticemos» con los contenidos, habilidades o destrezas que vamos
asimilando. La existencia de estas neuronas nos convierte en seres sociales, y del
mismo que una sociedad se configura debido a unas acciones cooperativas,
durante el aprendizaje también debemos propiciar situaciones que favorezcan la
cooperación. Una educación excesivamente individualista y competitiva entre los
alumnos, no es un reflejo de lo que posteriormente debería ser una vida adulta en
sociedad.

Debemos volver a incidir en que las neuronas espejo también reflejan las
emociones de los demás en nuestro cerebro, no solo sus acciones. Esto es de vital
importancia para comprender por qué nos emocionamos ante una representación
teatral, una película o durante la lectura de una novela, o un cuento en el caso de
los niños. Y lo mismo ocurre en el momento del aprendizaje. Por eso siempre
recordamos más a los maestros que nos supieron tratar con cariño y respeto, que a
aquellos que eran unos grandes eruditos en sus materias pero nos llamaban de
forma fría por nuestro apellido.

En su libro Neuroeducación, el catedrático de Fisiología Humana de la Facultad de


Medicina de la Universidad Complutense de Madrid Francisco Mora, nos habla de
dos estudios que se realizaron a este respecto:

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En el primero, hace ya más de cuarenta años, unos maestros discutían sobre la
importancia de tener en cuenta los aspectos emocionales como la empatía durante
la enseñanza. Para ello contrataron a un actor para que diera una clase con un alto
tono emocional, que fuese entretenida, llena de entusiasmo y de acercamiento a su
alumnado ―como se suele hacer en las obras de teatro―, pero con poco contenido
académico, incluso mostrando los conceptos de forma algo confusa. Después se
pidió a los alumnos que valorasen la tarea del docente, y la mayoría coincidía en
que aquel «profesor» era un buen profesional.

El segundo consistió en ponerle a unos estudiantes durante unos minutos una


serie de vídeos en los cuales aparecían grabaciones de profesores ―a los cuales
nunca habían visto antes― dando clase. Después se les pidió que clasificaran a
estos maestros en buenos docentes o malos docentes, según lo que les había
inspirado el vídeo. Lo sorprendente fue que cuando se comparó estas
puntuaciones con otras de estudiantes que habían sido alumnos de estos
profesores durante un mínimo de seis meses, la mayoría coincidían.

El resultado de ambos estudios se debe a que los profesores y maestros que


son capaces de dotar sus enseñanzas de cierta carga emocional, provocan una
mayor activación de nuestras neuronas espejo. Por este motivo empatizamos más
con ellos y notamos que ellos lo hacen con nosotros, lo cual parece ser una clara
ventaja a la hora de asimilar los contenidos o las habilidades que tratan de
enseñarnos.

Conclusión

Después de haber trabajado tan interesante tema sobre neuronas espejos


concluimos haciendo hincapié en que las neuronas espejo nos aportan una
explicación neurofisiológica plausible sobre algunos aspectos de las relaciones
sociales. Nos ayudan no solo a reconocer las acciones de los demás sino también a

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comprenderlas, teniendo un papel fundamental en procesos como la empatía, la
imitación y la teoría de la mente. Estas neuronas son una prueba más de que somos
seres sociales.

Como bien dijo Giacomo Rizzolatti: ´´Somos criaturas sociales. Nuestra naturaleza
depende de entender las acciones, intenciones y emociones de los demás. Las
neuronas espejo nos permiten entender la mente de los demás, no solo a través de
un razonamiento conceptual sino mediante la simulación directa. Sintiendo, no
pensando”.

En definitiva las neuronas espejo, como cualquier descubrimiento


relacionado con el cerebro o el cuerpo humano, pueden ser de gran beneficio no
sólo a nivel teórico, sino práctico. Es por ello, que animamos a conocer nuestro
cerebro, porque cuanto mejor lo conozcamos, más partido podremos sacarle.

Este descubrimiento fue una revolución en el mundo neurocientífico, a tal


punto que el neurocientífico Vilayanur Ramachandran dijo que este
descubrimiento sería para la neurociencias lo que la decodificación del ADN
significó para la biología, ya que permitiría conocer el origen biológico de la
imitación y la empatía humana y por lo tanto de la cognición social.

Bibliografía

 Morris, Charles (1997). Psicología. México: Prentice Hall Hispanoamericana.



Conferencias virtual del Fisiólogo español Francisco Rubia y del Doctor Mario

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Vestfrid  de la Asociación Educar: Bases cerebrales de la empatía y la imitación
humana.


 Villegas, Manuel (1986). La psicología humanista: historia, concepto y
método. Anuario de psicología, 34 (1). Barcelona: Universidad de Barcelona.
 Palmade G., La psicoterapia, primera edición, 1982.

 Psicología clínica, tercera edición.

 www.psicoterapia.com

 Psicoterapia_psicodinámica.pdf

 www.expandyourmind.eu/es/psicodinamica/

 www.mundopsicologia.es/nosotros/.../item/la-terapia-psicodinamica.html

 http://www.cpaaronbeck.com/psicologos-granada

 www.psicoterapeutas.com

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