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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

Asignatura:
Psicología del Desarrollo II

Tema:
El Suicidio

Facilitadora:
Mari Carmen De Jesús

Sustentante:
20187488 José Félex Amaro
20022463 Emely Santos Reyes
20174147 Emlia Rosa Balbuena

03 de septiembre, 2019
Santo Domingo, Rep. Dominicana
INDICE
INTRODUCCIÓN------------------------------------------------------------------------------------------ 3
OBJETIVO GENERAL------------------------------------------------------------------------------------ 4
OBJETIVOS ESPECIFICOS------------------------------------------------------------------------------ 4
METODOLOGÍA------------------------------------------------------------------------------------------- 5
ETIMOLOGÍA DEL SUICIDIO-------------------------------------------------------------------------- 5
Criterios propuestos----------------------------------------------------------------------------------- 6
FACTORES DE RIESGO------------------------------------------------------------------------------ 6
Enfermedades mentales------------------------------------------------------------------------------- 7
Abuso de sustancias----------------------------------------------------------------------------------- 8
Ludopatía----------------------------------------------------------------------------------------------- 9
Condiciones médicas---------------------------------------------------------------------------------- 9
FACTORES PSICOSOCIALES----------------------------------------------------------------------- 9
Trastornos mentales--------------------------------------------------------------------------------- 10
EPIDEMIOLOGÍA------------------------------------------------------------------------------------- 11
Edad--------------------------------------------------------------------------------------------------- 12
EL SUICIDIO EN LA HISTORIA---------------------------------------------------------------------- 13
CAUSAS DEL SUICIDIO------------------------------------------------------------------------------- 13
TIPOS DE SUICIDIO------------------------------------------------------------------------------------- 14
Egoísta------------------------------------------------------------------------------------------------ 14
FACTORES DE RIESGO-------------------------------------------------------------------------- 15
SINTOMAS------------------------------------------------------------------------------------------------ 17
TRATAMIENTO------------------------------------------------------------------------------------------ 17
 La psicoterapia.-------------------------------------------------------------------------------- 17
 Medicamentos.--------------------------------------------------------------------------------- 17
 Tratamientos para las adicciones-------------------------------------------------------------18
PREVENCION-------------------------------------------------------------------------------------------- 18
En hogares con niños o adolescentes:-------------------------------------------------------------18
Imaginar un futuro sin sufrimiento------------------------------------------------------------------- 19
¿Cómo actuar ante pensamientos suicidas?------------------------------------------------------------19
RECOMENDACIONES---------------------------------------------------------------------------- 20
ESTADÍSTICA MUNDIAL Y DE REPÚBLICA DOMINICANA DE SUICIDIO--------------20
Estadísticas de suicidios año 2018 en la República Dominicana---------------------------------22
RECOMENDACIONES GENERALES----------------------------------------------------------------23
CONCLUSIÓN-------------------------------------------------------------------------------------------- 24
BIBLIOGRAFÍA------------------------------------------------------------------------------------------ 25

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INTRODUCCIÓN

En este trabajo presentaremos el tema el suicidio con todo lo que involucra este
fenómeno social, que ha tomado mucho auge en los últimos tiempos a nivel mundial y
sobre todo se ha convertido en una problemática social en nuestro país. El suicidio es
una muerte silenciada, oculta; las personas afectadas están estigmatizadas; no es materia
de atención, cuidado o aprendizaje, menos aun cuando la muerte se la produce alguien
de forma voluntaria, atentando de forma incomprensible contra los principios más
básicos de la vida y los más sagrados de las creencias religiosas que aún forman parte de
nuestro subconsciente.

Este supuesto atentado convierte al suicidio en un hecho incomprensible e indeseable.


Ocultamos esa muerte, la silenciamos, la encerramos en el ámbito de lo privado; al fin y
al cabo ellos lo han decidido. Ni sabemos. Pero esto no se debe a factores naturales; es,
más bien, una interpretación sociocultural.

Según estadísticas de las Organizaciones Panamericana de la Salud y la Mundial de la


Salud, la República Dominicana está en el cuarto lugar con tasa alta de suicidios, señala
que el 57 % de los suicidas lo hacen ahorcándose. Es innegable que, los suicidios en
nuestro país se han convertido en un tema que preocupa a profesionales de la conducta,
entidades de la sociedad civil y a organizaciones internacionales. Esta realidad social
que, se repite constantemente en barrios, comunidades, campos y ciudades del país.

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OBJETIVO GENERAL

Recopilar información y explicarla todo lo concerniente al suicidio.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Definir que es el suicidio.

Describir la etimología del suicidio.

Analizar factores de riesgos del suicidio

Identificar las causas y los tipos de suicidio

Descubrir y analizar los métodos de suicidios

Explicar síntomas, tratamiento y prevención

Describir las estadísticas del suicidio

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METODOLOGÍA
En el presente trabajo utilizaremos el método investigativo. Además usamos técnicas
que nos permitieron aprovechar correctamente las informaciones doctrinales, es decir,
consultando diferentes fuentes bibliográficas como libros y electrónicas que existen
sobre el tema.

Luego procedimos hacer una selección de toda la información obtenida en las diferentes
fuentes y por último escogimos todo el material que se utilizaría en la elaboración del
mismo.

ETIMOLOGÍA DEL SUICIDIO

El suicidio (del latín: suicidium) es el acto por el que una persona de forma deliberada
se provoca la muerte. Por lo general es consecuencia de la desesperación derivada o
atribuible a una enfermedad física, una enfermedad mental como la depresión,
el trastorno bipolar, la esquizofrenia o el trastorno límite de la personalidad
el alcoholismo o el abuso de sustancias. No obstante, el más «importante» factor de
riesgo individual es el antecedente de un intento de suicidio no consumado. A menudo
influyen diversos factores estresantes como las dificultades financieras, los problemas
en las relaciones interpersonales No el acoso psicológico.

Los métodos de suicidio varían por país y están parcialmente relacionados con su
disponibilidad. Los más comunes son el ahorcamiento, el envenenamiento con
plaguicidas y la manipulación de armas de fuego. Esta fue la causa de muerte de
817,000 personas globalmente en 2016, un aumento en comparación con las 712, 000
muertes por esta razón en 1990 Por lo anterior, el suicidio es la décima causa de muerte
a nivel mundial, elevándose a la segunda entre jóvenes de 15 a 29 años. Es más común
en hombres que en mujeres; los primeros tienen entre tres y cuatro veces más
probabilidades de suicidarse que las últimas. Se estima que cada año hay de diez a
veinte millones de intentos de suicidio, que cuando no son mortales pueden aun acarrear
lesiones e incapacidades a largo plazo. Por su parte, los intentos no consumados son
más comunes en jóvenes y en mujeres.

Para prevenir el suicidio resultan efectivas medidas como limitar el acceso a los


métodos como armas de fuego, drogas y venenos, el tratamiento de la enfermedad
mental subyacente o del abuso de sustancias, la apropiada cobertura del tema por
los medios de comunicación, y la mejora de las condiciones económicas. Aunque son
comunes las líneas telefónicas de ayuda, hay poca evidencia sobre su efectividad.

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La visión del suicidio ha sido influenciada por diversos temas como la religión,
el honor y el sentido de la vida. Tradicionalmente las religiones abrahámicas lo
consideran un pecado, debido a su creencia en la santidad de la vida. Durante la era de
los samuráis Japón, el harakiri era respetado como una manera de resarcir un fracaso o
como una forma de protesta. El satí, prohibido en el Raj británico, implicaba
la inmolación de la viuda en la pira funeraria del marido recién fallecido, ya fuera
voluntariamente o por presión de la familia o la sociedad.

Aunque en diversos países el suicidio o su intento son considerados un delito, en la


mayoría de las naciones occidentales no son punibles. Durante los siglos XX y XXI, el
suicidio mediante inmolación fue utilizado en algunas ocasiones a manera de protesta,
mientras que los ataques suicida, como el kamikaze, han sido empleados como una
técnica militar y terrorista.

El trastorno del comportamiento suicida como lo llama debe cumplir los siguientes
criterios para su diagnóstico:

Criterios propuestos
El individuo ha realizado un intento de suicidio en los últimos 24 meses.

Nota: Un intento de suicidio es una secuencia de comportamientos iniciada por el


propio individuo, quien en el momento de iniciarlos espera que el conjunto de acciones
llevará a su propia muerte. El “momento de inicio” es el momento en el que tuvo lugar
un comportamiento en el que se aplicó el método de suicidio

El acto no cumple criterios para la autolesión no suicida, es decir, no conlleva una


autolesión dirigida a la superficie corporal que se realiza para aliviar un
sentimiento/estado cognitivo negativo o para conseguir un estado de ánimo positivo.

El diagnóstico no se aplica a la ideación suicida o a los actos preparatorios.

El acto no se inició durante un delirium o un estado de confusión.

El acto no se llevó a cabo únicamente con un fin político o religioso.

FACTORES DE RIESGO

El trastorno depresivo mayor y otros trastornos del estado de ánimo, como el trastorno
bipolar, pueden incrementar hasta veinte veces el riesgo de suicidio.

El suicidio consumado suele ser la consecuencia de la suma de diversos factores


determinantes, precipitantes o predisponentes, ya sea de índole social, predisponentes
culturales, biológicos, el padecer alguna enfermedad mental (Trastorno depresivo,
Trastorno Bipolar, Esquizofrenia, Trastornos del espectro autista, Trastorno límite de la

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personalidad, Trastornos de la conducta alimentaria), de base o ser portador de diversos
factores genéticos asociados a mayor riesgo suicida; estos factores de riesgo para el
suicidio se generan en condiciones estructurales de pobreza, violencia, desempleo,
migración, el abuso de sustancias.

Es frecuente que coexistan los trastornos mentales y el abuso de sustancias. Por su parte,
la disponibilidad de medios para llevarlo a cabo, los antecedentes familiares de suicidios
o los traumatismos craneoencefálicos incrementan también el riesgo. Sin embargo, el
factor de riesgo individual más importante es el antecedente de conductas auto-lesivas o
el antecedente de intentos suicidas.

Respecto a la disponibilidad de los medios, se ha encontrado que las tasas de suicidio


son mayores en hogares con armas de fuego.

Los problemas socioeconómicos, como el desempleo, la pobreza, la indigencia y


la discriminación, también pueden desencadenar pensamientos suicidas. Entre el 15 y el
40 % de los suicidas dejan una nota.

Por otra parte, Brent y Melhem (2008) señalan que la genética podría ser la responsable
de entre 38 y 55 % de los comportamientos suicidas. Mientras que los veteranos de
guerra tienen, en parte, un mayor riesgo de suicidarse debido a la elevada incidencia de
enfermedades mentales, como el trastorno por estrés postraumático, y problemas en la
salud física relacionados con la guerra.

Enfermedades mentales
Se ha estimado que al momento del suicidio entre el 27 % y más del 90 % de los casos
existía la presencia de alguna enfermedad mental. En aquellos pacientes ingresados en
unidades psiquiátricas el riesgo vitalicio de concretar el suicidio es de aproximadamente
8.6 %.

De acuerdo con Chehil y Kutcher (2012), la mitad de las personas fallecidas por esta
razón podrían haber padecido de trastorno depresivo mayor. Este y otros trastornos del
estado de ánimo, como el trastorno bipolar, pueden incrementar hasta veinte veces el
riesgo de suicidio.

La esquizofrenia, los trastornos de la personalidad y el trastorno por estrés


postraumático son algunas condiciones también relacionadas. Cerca del 5 % de los
individuos con esquizofrenia mueren por suicidio. Por su parte, los trastornos de la
conducta alimentaria también son un factor de riesgo.

Sin embargo, Bostwick y colaboradores (2016) señalan que los intentos previos son
considerados el indicador más robusto de un suicidio ulterior. Alrededor de un 20 % de
los suicidas intentaron matarse previamente; de ellos, el 1 % concretó el suicido al cabo
de un año y el 5 % luego de diez. Por otra parte, es común que las prácticas auto-
lesivas carezcan de motivos suicidas y, en su mayoría, no representan un riesgo de

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suicidio. No obstante, sí se suicidan algunos de los que las realizan. Asimismo,
aproximadamente el 80 % de los suicidas acudió con un médico en el año anterior a su
muerte; 45 % lo hizo en el mes previo.

Un estudio de Ahmedani y colaboradores (2014) encontró que, de un total de 5,894


muertos por suicidio, el 83 % recibió alguna atención médica en el año anterior y
aproximadamente el 45 % fue diagnosticado con alguna enfermedad mental.

Abuso de sustancias
Después de las enfermedades mentales, el abuso de sustanciases el factor de riesgo más
común.

El abuso de sustancias es el segundo factor de riesgo más común. Están asociados tanto


el abuso crónico, como la intoxicación aguda. El riesgo incrementa cuando se combina
con problemas personales, como el duelo. Por otro lado, el abuso de sustancias está
asociado con algunos trastornos mentales.

La mayoría de las personas se encuentran bajo la influencia de drogas sedantes (como


el alcohol o las benzodiazepinas) al momento de suicidarse; el alcoholismo está presente
en entre el 15 y el 61 % de los casos. Generalmente, los países con mayores tasas de uso
de alcohol y mayor densidad de bares tienen tasas de suicidio más altas. Entre el 2.2 y el
3.4 % de las personas tratadas por alcoholismo fallecen por suicidio. Comúnmente, los
alcohólicos que intentan suicidarse son hombres, mayores y han intentado suicidarse
previamente. Son suicidios entre el 3 y el 35 % de las muertes por consumo de heroína.
En adolescentes con abuso de alcohol, las disfunciones neurológicas y psicológicas
pueden contribuir a incrementar el riesgo.

El abuso de cocaína y metanfetaminas tienen una alta correlación con el suicidio. En las


personas que usan cocaína el riesgo es mayor durante la fase de abstinencia. En aquellos
que emplean inhalantes también hay un significativo riesgo; 20 % de las personas
intenta suicidarse en algún momento y más del 65 % lo ha considerado. Asimismo, el
consumo de tabaco también implica cierto riesgo de suicidio. No obstante, hay poca
evidencia de por qué sucede esto; se ha conjeturado que aquellos con predisposición a
fumar también tienen predisposición al suicidio, que el fumar causa problemas de salud
que, subsecuentemente, llevan a las personas a poner fin a su vida y que fumar afecta la
química del cerebro, causando tendencia al suicidio. Por su parte, la marihuana (por sí
sola) no parece incrementar el riesgo.

Ludopatía
Comparados con la población general, los ludópatas tienen una mayor ideación
suicida y una mayor cantidad de intentos de suicidio. Entre el 12 y el 24 % de los
apostadores patológicos han intentado acabar con su vida. En las esposas de los
ludópatas, la tasa de suicidio es tres veces mayor en comparación con la población

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general. Otros factores que incrementan el riesgo en ludópatas son las enfermedades
mentales y el abuso de sustancias.

Condiciones médicas
Existe una asociación entre las tendencias suicidas y problemas de salud comoel dolor
crónico, el traumatismo craneoencefálico, el cáncer, la insuficiencia renal (con
necesidad de hemodiálisis), el sida y el lupus eritematoso sistémico. El diagnóstico de
cáncer duplica el subsecuente riesgo de suicidio. En Japón, los problemas de salud son
registrados como la principal razón de suicidio.

En recientes investigaciones se han establecido estrechas relaciones entre la neuro-


inflamación y diversos factores de inflamación sistémica leve asociadas a enfermedades
metabólicas como factores moduladores de la conducta suicida. 

Por otra parte, trastornos del sueño como el insomnio o la apnea del sueño son también
factores de riesgo para depresión y suicidio. En algunos casos, los trastornos del sueño
pueden ser un factor de riesgo independiente para la depresión. Otras condiciones
médicas pueden presentarse con síntomas similares a los trastornos del estado de ánimo,
incluyendo el hipertiroidismo, el Alzheimer, los tumores cerebrales, el lupus
eritematoso sistémico y efectos adversos de ciertos fármacos (como beta
bloqueadores y esteroides).

FACTORES PSICOSOCIALES

En situaciones extenuantes, el suicidio puede ser empleado como un método de escape.


Tal fue el caso de algunos presos de los campos de concentración nazis, que se
suicidaron al tocar las vallas electrificadas.

Ciertos estados psicológicos pueden incrementar el riesgo de suicidio:

Las ideas de minusvalía y desesperanza, anhedonia, depresión y ansiedad. También


influye una pobre capacidad de resolver problemas, pérdida de capacidades que
antiguamente se tenían y poco control de los impulsos. En adultos mayores, es
importante la percepción de ser una carga para otras personas. El suicidio producto de
una «pobre integración a la sociedad se denomina «suicidio egoísta.

Rasgos de personalidad de tipo impulsiva se encuentran ampliamente asociados al


suicidio, la hiperreactividad al estrés que generan situaciones emocionales negativas o
adversas en la vida de las personas, como por ejemplo: el duelo o la pérdida de un
familiar o amigo, de un trabajo o el aislamiento social (como el vivir solo), incrementan
el riesgo de suicidio. Asimismo, las personas que nunca se han casado tienen un riesgo
mayor.

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Al contrario, el ser religioso puede reducirlo. Lo anterior se ha atribuido a las
percepciones negativas de muchas religiones sobre el suicidio y a la interrelación que la
religión puede proveer.

Algunas personas optan por el suicidio para escapar de situaciones como el acoso
escolar o el prejuicio. Un historial de abuso sexual infantil y de acogidas temporales
son también factores de riesgo. Se cree que el abuso sexual contribuye con alrededor del
20 % del riesgo total. Desde un punto de vista evolutivo, una explicación del suicidio es
que este ayuda a la eficacia biológica inclusiva, lo que ocurre si el suicida es una
persona que no puede tener más hijos, por lo que, al suicidarse, evita robar recursos
necesarios a sus parientes. Una objeción a esta teoría es que las muertes de adolescentes
sanos no ayudan a la eficacia biológica inclusiva.

Trastornos mentales
El tratamiento con antidepresivos, como la fluoxetina, puede ser efectivo para reducir el
riesgo de suicidio en pacientes con enfermedades mentales.

Diversos tratamientos pueden reducir el riesgo en personas con problemas mentales.


Los pacientes con un mayor riesgo de suicidio pueden ser ingresados, voluntaria o
involuntariamente, en una unidad psiquiátrica. Comúnmente les son removidas las
pertenencias que puedan utilizar para autolesionarse. Algunos médicos hacen que los
pacientes firmen un contrato de no suicidio, por medio del que se comprometen a no
autolesionarse si son dados de alta. No obstante, no hay evidencias que demuestren un
efecto significativo de esta práctica. Si la persona no está en alto riesgo, se pueden
llevar a cabo tratamientos psiquiátricos para pacientes externos. Asimismo, no se ha
confirmado que las hospitalizaciones a corto plazo sean más efectivas que la ayuda
comunitaria en personas con trastorno límite de la personalidad (TLP), que son suicidas
crónicos

Hay evidencia tentativa que señala que la psicoterapia, específicamente la terapia


dialéctica conductual, reduce la tendencia suicida en adolescentes y en personas con
TLP. También puede ser útil en reducir los intentos de suicidio en adultos en alto riesgo.
Sin embargo, no se ha encontrado evidencia que demuestre una disminución en
suicidios completados. Hay controversia en torno a las ventajas en comparación con los
daños de los antidepresivos.

En jóvenes, los antidepresivos como los ISRS parecen aumentar el riesgo de suicidio de


25 sobre 1000 a 40 sobre 1000. En contraste, en adultos pueden reducir el riesgo.
El litio puede ser efectivo para reducir el riesgo en personas con trastorno bipolar
y depresión clínica a niveles similares a los de la población general. Además,
la clozapina puede reducir los pensamientos suicidas en algunos pacientes con
esquizofrenia.

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EPIDEMIOLOGÍA

Países por tasa de suicidio

Tasa de suicidio total (hombres y mujeres) estandarizada por edad (por cada 100 000
habitantes) de América Latina y España en 2012, según datos de la Organización
Mundial de la Salud.

Aproximadamente entre 0.5 y 1.4 % de las personas fallecen por suicidio, una tasa de
mortalidad de 11.6 por cada 100 000 personas cada año. En 2013, el suicidio fue la
causa de muerte de 842 000 personas, en comparación con las 712 000 que fallecieron
por esta razón en 1990. Principalmente en el mundo desarrollado, las tasas de suicidio
se han incrementado un 60 % entre la década de 1960 y el 2012. A nivel mundial, entre
2008 y 2009, el suicidio fue la décima causa de muerte más importante. Por cada
suicidio completado hay entre 10 y 40 intentos.

Las tasas por cada 100 000 habitantes en 2012 fueron: 

Australia 10.6, Canadá 9.8, China 7.8, India 21.1, ReinoUnido 6.2, Estados Unidos 12.1
y Corea del Sur28.9. En 2009, fue la décima causa de muerte en los Estados Unidos,
con aproximadamente 36 000 casos anuales y con 650 000 ingresos a hospitales por
intento de suicidio. Por su parte, Guyana, Corea del Sur, Sri Lanka y Lituania tienen las
tasas más altas del mundo. Los países con los números absolutos más altos son China e
India, con aproximadamente la mitad del toda. En China, el suicidio es la quinta causa
de muerte.

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En Latinoamérica, las mayores tasas de Suicidio son: %
El Salvador 13.6
 Bolivia y Chile  12.2
Uruguay  12.1
Cuba 11.4
Argentina 10.3

En el mundo occidental, los hombres fallecen por suicidio cuatro veces más que las
mujeres, aunque las mujeres lo intentan cuatro veces más que los hombres.

Lo anterior puede ser atribuido a que los hombres utilizan métodos más letales. Esta
diferencia es incluso más pronunciada en personas de 65 años o más, donde un décuplo
de hombres comete suicidio por cada mujer. China tiene uno los índices de suicidio
femenino más altos del mundo y es el único donde este es mayor al de los hombres.

En el Mediterráneo oriental, las tasas de suicidio son casi equivalentes entre ambos
géneros. La mayor tasa de suicidio femenino es la de Corea del Sur (22 por cada
100 000 habitantes).

En parte debido a la estigmatización y la depresión resultante, las personas que


se identifican con un género distinto del que le asignaron al nacer se encuentran en alto
riesgo de suicidio.

Edad
En muchos países, las tasas de suicidio son mayores en la mediana y tercera edades. No
obstante, el número absoluto de suicidios más alto se encuentra entre los 15 y 29 años,
dada la cantidad de personas pertenecientes a este grupo de edad. En los Estados
Unidos, la tasa es mayor en los hombres caucásicos mayores de 80 años, aunque las
personas más jóvenes lo intentan más frecuentemente. Es la segunda causa de muerte
más común en adolescentes. En hombres jóvenes en el mundo desarrollado, el suicidio
es causa de aproximadamente 30 % de las muertes. Las tasas en los países desarrollados
son similares, pero constituye una pequeña proporción del total de muertes debido a que
otros tipos de traumatismos tienen mayores tasas de mortalidad. En contraste con otras
áreas del mundo, en el Sudeste asiático son más comunes las muertes por suicidio en
mujeres jóvenes que en mayores.

EL SUICIDIO EN LA HISTORIA
En la antigua Atenas, las personas que se suicidaban sin la aprobación del Estado no
podían recibir los honores de un entierro normal. El suicida era enterrado sin asistencia
en los alrededores de la ciudad, sin lápida sepulcral o algún marcador. Sin embargo, el

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suicidio era considerado una forma de mantener el honor o evitar la humillación. En la
antigua Roma, aunque fue inicialmente permitido, más tarde, por su práctica entre los
esclavos, fue juzgado como un crimen contra el Estado debido a sus costos económicos.
En la Europa Cristiana pasó a ser estimado como un pecado y fue condenado en el
Concilio de Arlés de 452 como una obra de Satanás, además los suicidas eran
excomulgados. En Francia se tomaron fuertes medidas en relación al suicidio: el
cadáver del suicida era arrastrado por las calles, cabeza abajo y, luego, arrojado o
colgado de una pila de basura. Asimismo, las pertenencias del fallecido eran
confiscadas.

Durante el Renacimiento, la actitud contra el suicidio comenzó a cambiar. Biathanatos


de John Donne contenía las primeras defensas modernas del suicidio. En su obra, Donne
sugiere que el suicidio «no es contrario a las leyes de la naturaleza, la razón o Dios».
Además señala la falta de condena al suicidio de figuras bíblicas e incluso presenta
algunas circunstancias en las que «la razón recomienda el suicidio».

La secularización de la sociedad comenzó durante la Ilustración, que cuestionó las


actitudes religiosas tradicionales contra el suicidio y se presentó una perspectiva más
moderna del asunto. David Hume negó que el suicidio fuera un crimen ya que no afecta
a ninguna persona y era, potencialmente, para beneficio del individuo. En sus Ensayos
sobre el Suicidio y la Inmortalidad del Alma de 1777, Hume asegura que «Un hombre
que se retira de la vida no hace daño alguno a la sociedad; lo único que hace es dejar de
producirle bien. Y si esto es una ofensa, es, ciertamente, de la más modesta especie».

Para el siglo XIX, en Europa el suicidio pasó de considerarse causado por un pecado a
ser causado por la locura. Por otra parte, se convirtió en el objetivo de comentarios
satíricos, como el de El Mikado, musical de Gilbert y Sullivan, que ironizaba sobre la
idea de ejecutar a alguien que se había suicidado. En 1879, la ley inglesa comenzó a
distinguir entre suicidio y homicidio, aunque el suicidio resultaba en pérdida de los
derechos hereditarios. En 1882, Inglaterra permitió al suicida recibir un entierro durante
las horas de luz. Y para mediados del siglo XX, se descriminalizó el suicidio en la
mayor parte de los países occidentales.

CAUSAS DEL SUICIDIO


El suicidio es un problema extremamente delicado y complejo en el que se mezclan
muchas causas, y por su misma naturaleza nunca podemos entender todas las razones
detrás de una muerte por suicidio.

Pero en la medida que hay mayor conciencia sobre los temas de salud mental, también
hay una mayor comprensión pública acerca de los factores que pueden contribuir a
tomar una decisión semejante.

Los pensamientos suicidas pueden tener distintas causas. Con mayor frecuencia, los
pensamientos suicidas pueden ser el resultado de sentimientos que no puedes afrontar
cuando se presenta una situación abrumadora en tu vida. Si crees que no hay esperanzas

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en el futuro, puede que pienses, equivocadamente, que el suicidio es una solución. Es
posible que experimentes una especie de estrechez de criterio donde, en medio de una
crisis, sientas que el suicidio es la única salida. También puede existir una propensión
genética al suicidio. Ya que pueden tener antecedentes familiares de suicidio.

El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con uno o


más de los siguientes factores:

Trastorno bipolar

Trastorno límite de la personalidad

Depresión

Consumo de alcohol o drogas

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Esquizofrenia

Cuestiones de vida estresantes, como problemas serios a nivel financiero o en las


relaciones interpersonales.

Los comportamientos suicidas pueden ocurrir por una situación o hecho que la persona
ve como agobiante, tales como:

El envejecimiento (los ancianos tienen la tasa más alta de suicidio). La muerte de un ser
querido. El consumo de drogas o alcohol. Un trauma emocional. Enfermedad física
grave. El desempleo o los problemas financieros.

TIPOS DE SUICIDIO
Según el nivel de regulación e integración social.

Egoísta: falta de realización como ser social. Se siente desbordado, incapaz y solo.

Altruista: Se ve la propia muerte como

un sacrificio realizado en beneficio al grupo. Se valora más al grupo que al propio


individuo.

Anómico: Lo llevan a cabo aquellas personas que tienen una regulación social
insuficiente.

Fatalista: Lo llevan a cabo por individuos sometidos a un control y regulación social


excesivos, sintiéndose opresión e impotencia.

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FACTORES DE RIESGO
Aunque los intentos de suicido son más frecuentes entre las mujeres, los hombres son
más propensos a completar el suicidio ya que tienden a usar métodos más letales, como
las armas de fuego. El suicidio es la tercera causa principal de muerte entre los jóvenes,
pero la tasa de suicidios consumados es más alta entre las personas de 45 a 64 años de
edad. Las personas que viven solas son más propensas a las tentativas de suicidio o a su
consumación.

En todos los grupos de edad, el número de hombres que se suicidan supera al de


mujeres en una proporción de 4 a 1. Ya que cuando los hombres tienen problemas, son
menos propensos a buscar ayuda, ya sea de familiares o amigos y/o profesionales de la
salud. Son más agresivos y utilizan medios letales cuando intentan el suicidio.

Muchas veces a acompañados con el abuso de alcohol y de las drogas que parecen
contribuir al comportamiento suicida. Y se corre más riesgos en los siguientes casos:

Si ha intentado suicidarse antes. Por sentirse desesperanzado, inútil, agitado, aislado de


la sociedad o solo.

Sentir una situación estresante, como la pérdida de un ser querido, el servicio militar,
una separación o problemas financieros o legales.

Antecedentes de autoagresión deliberada. Antecedentes de abandono o maltrato. Vivir


en comunidades en donde ha habido brotes recientes de suicidio en personas jóvenes.
Ruptura sentimental.

Tener un problema de consumo de sustancia; el abuso de alcohol y las drogas puede


empeorar los pensamientos suicidas y hacerse sentir lo suficientemente temerario o
impulsivo como para actuar en función de tus pensamientos.

Tener un trastorno psiquiátrico no diagnosticado, como depresión leve, trastorno de


estrés postraumático o trastorno bipolar.

Tener antecedentes familiares de trastornos mentales, abuso de sustancias, suicidio o


violencia (que incluye abuso sexual o físico).

Si tienes una enfermedad que se puede asociar con la depresión y los pensamientos
suicidas, como una enfermedad crónica, dolor crónico o una enfermedad terminal o de
transmisión sexual.

Si es lesbiana, gay, bisexual o transgénico y no cuentas con apoyo en la familia o estas


expuesto a un entorno hostil.

Ser víctima de hostigamiento, agresiones verbales, acoso o ser víctima de bullyng.

Sentir incertidumbre acerca de la orientación sexual.

Leer o escuchar la historia de un suicidio o haber conocido a un compañero que se haya


suicidado.
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La conducta suicida incluye:

Suicidio consumado: Acto auto-lesivo intencionado con resultado de muerte.

Intento de suicidio: Acto auto-lesivo con intención de provocar la muerte, pero que
finalmente no resulta mortal. Un intento de suicidio puede dar lugar a lesivas, pero no
necesariamente.

La autoagresión no suicida: Es un acto auto-lesivo sin intención de provocar la muerte.


Entre estos incluyen: infligirse rasguños en los brazos, quemarse a uno mismo con un
cigarrillo e ingerir una sobredosis de vitaminas. Una autoagresión no suicida puede ser
una manera de reducir la tensión emocional o puede ser una petición de ayuda de las
personas que aun desean vivir. Estos actos no deben tomarse a la ligera.

Frustrado: El propósito era llegar a la muerte pero se ve frenado por la aparición de


personas del servicio médico o una mala aplicación han impedido que se acate
provocando el fallecimiento.

Según la implicación de otras personas:

Colectivo o en masa: una persona o un colectivo entero elige y pacta propiciar su propia
muerte de forma voluntario suelen ocurrir en contexto de situaciones de guerra o bien en
sectas.

Ampliado: el individuo decide quitarse la vida pero también cree necesaria o incluso
compasiva la muerte de otros generalmente hijos, pareja o familia, y posteriormente se
quita la vida.

Asistido o Eutanasia: finalización de la vida de una persona mediante la perturbación de


otra u otros, la participación es autorizado.

Inducido: autolesión con propósito de muerte que ha sido provocado o facilitado debido
a la coacción o a la sugestión que otras personas han provocado en el individuo que se
suicida.

Falso suicidio: se trata generalmente de un homicidio o asesinato que se ha realizado de


tal manera que parezca que el sujeto en cuestión se haya quitado la vida por sí mismo.

SINTOMAS

Tener dificultad para concentrarse o pensar claramente.

 Regalar las pertenencias.

 Hablar acerca de marcharse o la necesidad de dejar todos mis asuntos en orden.

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 Cambio repentino en el comportamiento, sobre todo calma después de un
período de ansiedad.

 Pérdida de interés en actividades que solía disfrutar.

 Tener comportamientos autodestructivos, como tomar alcohol en exceso,


consumir drogas ilícitas o hacerse cortaduras en el cuerpo.

A menudo, pero no siempre, una persona puede mostrar ciertos síntomas o


comportamientos antes de un intento de suicidio, entre ellos:

 Alejarse de los amigos o no querer salir.

 Tener dificultad repentina en el colegio o el trabajo.

 Hablar acerca de la muerte o el suicidio e incluso declarar el deseo de hacerse


daño.

 Hablar acerca de sentirse desesperanzado o culpable. Cambiar los hábitos


alimentarios o de sueño.

 Preparar maneras de quitarse su propia vida (como comprar un arma o muchas


pastillas).

TRATAMIENTO

 La psicoterapia. Llamada también consejería psicológica o terapia de


conversación, explorara los problemas que le hacen sentir suicida y aprender
habilidades para ayudar a controlar las emociones de forma más efectiva.

 Medicamentos. El tratamiento de los pensamientos y el comportamiento suicida


depende de la situación específica, que incluye el nivel de riesgo de suicidio y
los problemas de base que pueden causar tales pensamientos o comportamientos.
Los medicamentos antidepresivos, anti psicóticos y anti ansiedad, junto con
otros medicamentos para tratar enfermedades mentales, pueden ayudar a reducir
los síntomas y hacerte sentir menos suicida.

 Tratamientos para las adicciones. El tratamiento para la adicción a las drogas


o al alcohol puede incluir la desintoxicación, programas de tratamiento para las
adicciones y reuniones de grupos de autoayuda.

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El Suicida cree que nada va a ayudar, No desean contarle a nadie que tienen problemas.
Piensan que buscar ayuda es un signo de debilidad. No saben adónde acudir por ayuda.
Es posible que las personas que están en riesgo de comportamiento suicida no busquen
tratamiento. Es por ello que el respaldo y educación familiar, puede ser puente de apoyo
pero también de conflicto.

PREVENCION
La prevención también puede desarrollarse fortaleciendo los factores protectores.
Relaciones personales sólidas un sistema personal de creencias estrategias de
afrontamiento positivas habilidades para enfrentar situaciones. Tener buena autoestima,
autoimagen y suficiencia. Aprender a perseverar.

En hogares con niños o adolescentes: El hecho de evitar el alcohol y las drogas


(diferentes a los medicamentos recetados) puede reducir el riesgo de suicidio. Almacene
todos los medicamentos recetados en una parte alta y bajo llave. No guarde alcohol en la
casa o manténgalo bajo llave. No guarde armas de fuego en la casa. Si las tiene,
guárdelas bajo llave y las balas aparte.

Existen algunos indicios que nos pueden advertir de que una persona está pensando en
el suicidio. Manifestaciones verbales y no verbales.

 Buscar el tratamiento que necesite. Si no trata la causa a fondo, es


posible que los pensamientos suicidas regresen. Aunque pueda sentirse
avergonzado a buscar tratamiento para problemas de salud mental, el
tratamiento adecuado para la depresión, el abuso de sustancias u otro
problema de fondo te hará sentirte mejor acerca de la vida y ayudará a
mantenerte a salvo.

 Crear una red de apoyo. Hablar de los sentimientos suicidas puede ser
difícil, y es posible que tus amigos y familiares no comprendan
completamente porque te sientes de ese modo. Buscar ayuda en la
comunidad religiosa u otros recursos disponibles.

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Imaginar un futuro sin sufrimiento

Tomar decisiones por otra parte, hay algunos sentimientos que se dan en la mayoría de
las personas que tienen pensamientos suicidas y que pueden servir de señales de alerta.
A menudo estas personas se sienten incapaces de:

 Superar el dolor.
 Escapar de la tristeza.
 Pensar claramente.
 Imaginar un futuro sin sufrimiento.
 Tomar decisiones.
 Valorarse a sí mismo/a.
 Ver alternativas.
 Controlar la situación.
 Dormir, comer o trabajar.
 Encontrar a alguien que les preste atención.
 Salir de la depresión.

¿Cómo actuar ante pensamientos suicidas?


Las personas con pensamiento suicida deben saber que:

 No está sólo/a.
 Los pensamientos suicidas normalmente están asociados con problemas
que pueden resolverse.
 Las crisis de suicidio suelen ser pasajeras.
 Los problemas rara vez son tan graves como parecen a primera vista.
 Las razones para vivir ayudan a superar momentos difíciles. Familiar o
allegado/a de la persona que está en riesgo.
 Valore la situación seriamente.
 Exprésele su preocupación y apoyo.
 No desafíes a la persona a que lo haga.
 Tranquilice a la persona.
 Buscar ayuda profesional.

RECOMENDACIONES
Mostrar la debida consideración, tacto y prudencia con las personas que han perdido un
ser querido (por ejemplo al realizar una entrevista a un familiar en duelo debe sopesarse
cuidadosamente, ya que están en una situación de vulnerabilidad y tienen mayor riesgo
suicida.

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Ser prudente en el uso de fotografías o videos. No publique fotografía ni videos de la
víctima en estado mortal del método empleado, de la escena del suicidio, ni fotos
dramáticas, fotos de personas en cornisas o similares o de los instrumentos utilizados.

No presente el suicidio como algo normal, ni sensacionalista.

No glorifique a la persona que se ha suicidado.

No culpabilice.

No presente el suicidio como una solución a los problemas, ni como un modo de


afrontarlos.

No exponga la conducta suicida como una respuesta comprensible ante los cambios
sociales, culturales o la desvalorización.

Ofrecer un mensaje de solidaridad a los sobrevivientes en momentos de profundo dolor


y proporcionar números de teléfonos de los grupos de apoyo para sobrevivientes.

ESTADÍSTICA MUNDIAL Y DE REPÚBLICA DOMINICANA DE


SUICIDIO

El suicidio podemos definirlo como el acto por el que un individuo, deliberadamente, se


provoca la muerte.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala, que aproximadamente un millón
de personas en el mundo mueren por suicidio cada año, lo que equivale a una muerte
cada 40 segundos. El suicidio representa 1.4% de las muertes a nivel mundial. Lo que
quiere decir que fallecen más personas por suicidios que por guerras y homicidios de
forma conjunta. Tres de cada cuatro suicidios son de hombres. Por cada muerte se
estima que hay 20 intentos. Las cifras son tales que la Organización Mundial de la Salud
(OMS) las presentó en su informe de 2014, Prevención del suicidio. Un imperativo
global.

La Republica Dominicana está en el cuarto lugar con tasas de 5.57 de suicidios por
100,000 al año. Sin lugar a duda el suicidios se han convertido en un tema muy
preocupante. Los profesionales que tratan estos casos aseguran que las causas de estas
tragedias tienen enlaces en las precarias condiciones de vida de muchos dominicanos,
agravadas por factores económicos y severos quebrantos de salud, que terminan
construyendo una aureola depresiva. Es importante resaltar que los principales métodos
utilizados por los dominicanos para quitarse la vida son: ahorcamiento, armas de fuegos
y envenenamiento.

Las razones son múltiples por las cuales un ser humano decide suicidar, como son:
deudas, por sentirse defraudados en el aspecto sentimental o por no encontrar empleo

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para mantener a la familia, nostalgias por la soledad al perder a los hijos y cónyuges, y
otros.

Lo preocupante es que dicho flagelo está penetrando con fuerza en niños y adolescentes,
ya que entre las víctimas hay adolescentes de ambos sexos que terminan quitándose la
vida, abatidos por la depresión. El suicidio es la segunda causa de defunción entre las
personas de 15 a 29 años de edad. Resulta increíble que una tan hermosa, como lo es la
adolescencia, el adolescente se suicide, en donde se supone que es una etapa en la que
se replantea la definición personal y social del ser humano, además de su diferencia en
el medio familiar, la búsqueda de pertenencia y el sentido de vida.

Según datos ofrecidos por el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la República


Dominicana (OSC-RD), adscrito al Ministerio de Interior y Policía, señala que durante
el año 2018 se contabilizaron 648 suicidios, del cual representa una reducción del 13%
en comparación con el año 2017. Y de estos suicidios, 104 fueron realizados por
personas que pertenecen al sexo femenino. También cabe destacar que el 59% de estas
muertes auto-infligidas fueron causadas por ahorcamiento.

Los métodos utilizados para las personas suicidarse en ese año, fueron los siguientes:
ahogamiento, ahorcamiento, arma blanca, arma de fuego, envenenamiento, lanzamiento
y otros. Y los rangos de edades van desde 5 a 65 años de edad.

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Estadísticas de suicidios año 2018 en la República Dominicana

PROVINCIA HOMBRES MUJERES TOTAL


Santo Domingo 82 25 107
Distrito Nacional 59 7 66
Santiago 62 14 76
La Vega 34 5 39
San Cristóbal 27 5 32
Puerto Plata 26 5 31
Duarte 21 6 27
La Altagracia 24 3 27
San Juan 17 8 25
Valverde 19 2 21
Azua 15 2 17
Peravía 16 1 17
Monte Plata 14 1 15
Bahoruco 13 1 14
Espaillat 13 1 14
Monseñor Nouel (Bonao) 10 4 14
San Pedro de Macorís 11 3 14
La Romana 12 1 13
Sánchez Ramírez 10 3 13
El Seibo 7 1 8
Hermanas Mirabal 8 - 8
Barahona 5 2 7
Hato Mayor 7 - 7
Monte Cristina 7 - 7
Samaná 5 2 7
Dajabón 3 1 4
San José de Ocoa 4 - 4
Santiago Rodríguez 4 - 4
Elías Piña 2 1 3
María Trinidad Sánchez 2 - 2
Pedernales 1 - 1
Gran Total 540 104 644

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RECOMENDACIONES GENERALES

Los suicidios pueden prevenirse, solo hay que aplicar medidas preventivas eficaces.
Esas medidas incluyen:

Restringiendo el acceso a los medios suicidas utilizado.

Información responsable sobre suicidio por parte de los medios de comunicación.

Autoridades deben introducir políticas públicas en la que se adopte una estrategia


nacional de prevención del suicidio.

Introducción de políticas orientadas a reducir el consumo nocivo de alcohol.

Dar seguimiento a las personas que intentaron suicidarse y prestación de apoyo a la


sociedad.

Los padres de niños y adolescentes prestar atención especial ante eventuales señales de
aislamiento, tristeza, agresividad y otros comportamientos anómalos que apuntan hacia
una conducta suicida.

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CONCLUSIÓN

Después de haber trabajado tan preocupante tema, concluimos que el suicidio es un


grave problema de salud pública; no obstante, es prevenible mediante intervenciones
oportunas, basadas en datos fidedignos y a menudo de bajo coste. Para que las
respuestas nacionales sean eficaces se requiere una estrategia de prevención del suicidio
multisectorial e integral. O sea, la clave es adoptar un enfoque multisectorial integral,
donde todos trabajemos en conjuntos (administración pública, sociedad civil y medios).

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BIBLIOGRAFÍA

Desarrollo Psicológico, a través de la vida, Carta edición, Robert S. Feldman. 2007.

Observatorio de Seguridad Ciudadana del Ministerio de Interior y Policía 2018.

Departamento de Estadísticas Demográficas, sociales y Culturales de la Oficina


Naciona

American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental


Disorders. 5th ed. Arlington, VA: American Psychiatric Publishing. 2013.

Brendel RW, Brezing CA, Lagomasino IT, Perlis RH, Stern TA. The suicidal patient.
In: Stern TA, Fava M, Wilens TE, Rosenbaum JF, eds. Massachusetts General Hospital
Comprehensive Clinical Psychiatry. 2nd ed.

Philadelphia, PA: Elsevier; 2016: DeMaso DR, Walter HJ, Wharff EA. Suicide and
attempted suicide. In: Kliegman RM, Stanton BF, St. Geme JW, Schor NF, eds. Nelson
Textbook of Pediatrics. 20th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016, l de Estadísticas
(ONE) 2018.

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