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Planteamiento del problema

El término museo hace alusión a aquel lugar donde se catalogan, guardan, conservan,
estudian y exhiben colecciones de objetos de cualquier índole, que poseen un valor
cultural para el desarrollo humano (Blanca, 2011, p. 1). Según el Consejo Internacional de
Museos (ICOM), se define como:

Una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su


desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, con
propósito de estudio, educación y deleite, la evidencia material de los pueblos y su
medio ambiente (Citado en: Gagliardi, 2005, p. 6).

La primera vez que fue utilizada esta palabra se remonta al siglo XVI como museum, que a
su vez proviene del latín mouseion utilizado en Alejandría para darle nombre a la
institución que fundo Ptolomeo y cuyo significado es: “…templo dedicado a las nueve
musas guías de los espíritus y fuente de inspiración de la música, poesía, artes y
ciencias…” (Citado en: De Abreu, 2009, p. 27).

Sin embargo, el concepto museo no es el mismo desde su creación, ha tenido una


evolución desde sus orígenes relacionados con el coleccionismo privado, sufrió
modificaciones con la aparición de los primeros museos públicos en el s. XVIII con el
desarrollo de la Ilustración y sigue transformándose para adaptarse a las nuevas
sociedades (Costa, 2017, p. 10). Por su parte, el coleccionismo siempre fue de la mano con
la clase dominante debido a que los objetos eran exhibidos en galerías diseñadas
especialmente para ellas en los palacios. Así, el poseer objetos antiguos y obras de arte era
símbolo de poder y no cumplía con ningún tipo de función comunicativa o cultural. Durante
el Renacimiento y el Barroco se consolidaron las grandes colecciones privadas o reales, que
servían como base para la creación de los famosos museos nacionales europeos (De Abreu,
2009, p. 28).
Posteriormente en el siglo XVIII nace la necesidad de dar utilidad pública a las obras de
arte y surge el estudio y la clasificación de objetos coleccionados según criterios de
escuela y época, en relación con esto Costa (2017) dice:

Estas ideas se materializan a partir de la Revolución Francesa dando lugar al primer


museo público del mundo en París, destinándose al Palacio del Louvre a funciones
artísticas y científicas donde se concentrarán todas las colecciones que, hasta entonces,
eran propiedad de la Corona (p. 10).

En consecuencia, la Ilustración fue un factor importante que impulsó la creación de


museos en todo el continente Europeo por la necesidad que tenía el público de observar,
interpretar y disfrutar de las obras artísticas y científicas. Ya a principios del siglo XX
estaba creada en su totalidad la moderna infraestructura museística, se habían fundado
los principales museos, conjuntamente con el surgimiento de la especialización temática y
la elección de suntuosos edificios como sedes (De Abreu, 2009, p. 29).

En Venezuela, por su parte, fue durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco que se
establecieron las bases para fundar una institución que albergara, exhibiera y recopilara
las muestras naturales y los objetos de su memoria histórica, esto como una concepción
modernizadora de la sociedad proveniente a su vez del Proyecto Nacional: “…complejo
ideológico formulado por la clase dominante como expresión y como factor de su
dominación, en tanto opera como modelo para la organización y funcionamiento de la
sociedad…” (Citado en: Dávila, 2011, p. 9). En relación con esto, el 11 de julio de 1874 se
decreta la creación del Museo Nacional en el que se albergarían las colecciones de Historia
Natural y Arte para ser instalado en la sede anexa de la Universidad Central de Venezuela,
y que fue inaugurado el 28 de octubre del mismo año (Gagliardi, s.f., p. 10).

Siguiendo este mismo orden de ideas, un museo, tal como era concebido en el momento
en el país, podía parecerse al depósito donde un anticuario guardaba sus tesoros. El
coleccionista rodeado de numerosos objetos, con el amor por las piezas relacionado a la
pasión por el conocimiento y la belleza. Llevar este concepto a uno más afín con un
servicio público y relacionarlo con la Universidad indica un interés que va más allá del
capricho de un coleccionista, e incluso trasciende la intención de apoyar un proceso
formativo universitario. No obstante, no se llegó a cumplir a cabalidad la función del
servicio público planteada en el decreto, pero en el texto se desprende la voluntad política
de lograrlo (González, 2005, p. 42).

Lo principal y que destaca de estas acciones es la intención modernizadora a la que se


quería llevar al país dentro del sistema capitalista mundial, como ya se mencionó
anteriormente. Venezuela era un país rural que necesitaba adentrarse en los adelantos y
conocimientos del exterior y al mismo tiempo, se debía sistematizar y ordenar el
conocimiento producido aquí. Por esto es el sentido del Museo como un organismo que
vivía y convivía con la Universidad (González, 2005, p. 43).

Más tarde en 1906 y durante el gobierno de Cipriano Castro se nombra como director del
museo a Christian Witzke, quien dividió las colecciones con la intención de que tuvieran
sus propios espacios. Por lo tanto, seis años después elabora los Reglamentos de los
Museos Nacionales que sirvió al mismo tiempo de fundamento al “Decreto Reglamentario
de los Museos Nacionales del 25 de noviembre de 1924” promulgado por Juan Vicente
Gómez y que resultó en la primera estructura legal de un museo en el país y más tarde en
los otros museos. Allí Witzke estableció el carácter de la colección en los tres museos:
Museo Bolivariano (1911), de Arqueología e Historia Natural y Bellas Artes (1917), el
formar un registro e inventario en cada uno, el control de ingreso y egreso de obras,
recomendaciones de conservación y seguridad, entre otros aspectos (Gagliardi, s.f., pp.
11-15).

Expuesto lo anterior, puede decirse que la primera institución museística dedicada a


objetos artísticos del país estaba subscrita a otra como era la de Arqueología e Historia
Natural. Sin embargo, con el paso del tiempo se vio la necesidad de separar las áreas y con
ello, la construcción de sedes específicas. Ahora bien, en la presente investigación nos
interesan particularmente las instituciones museísticas de arte contemporáneo del país
como es el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (MACC), inaugurado el 20 de
febrero de 1974. Para Costa (2017): “Los museos de arte contemporáneo se caracterizan
por albergar objetos artísticos de nuestra realidad presente que los legitiman como
configuradores de nuestra identidad más próxima” (p. 15).

Así bien, de la misma forma como se ha expuesto anteriormente, el museo de arte


contemporáneo es una institución que es producto de los cambios del siglo XX pero que
nace con la misma finalidad de exhibir, conservar, difundir y preservar el patrimonio
cultural de la era contemporánea. Al mismo tiempo, la aparición en escena de las nuevas
tecnologías e internet perturbaron los tradicionales medios de comunicación y más tarde
surge lo que actualmente conocemos como la web 2.0., suponiendo una apertura a la
participación. De esa manera, las redes sociales como Instagram, Facebook y Twitter
ofrecieron la posibilidad de que los usuarios interactuaran entre sí y compartieran sus
experiencias. Internet entonces se convirtió en una vía de expresión y en la plataforma
idónea para difundir trabajos de carácter artísticos y a sus creadores, es decir, los artistas
(Martorell, 2016, p. 226).

La intención de comunicar y divulgar contenidos especializados a través de las redes


sociales ha generado nuevos perfiles y usos con finalidades específicas. Indudablemente
hoy en día estas plataformas son un auténtico medio para difundir conocimientos de
cualquier tipo pero también son herramientas ideadas para la comunicación y la relación,
algo que puede usarse en beneficio de la divulgación cultural. En ese caso los museos,
instituciones culturales encargados de la difusión artística modificaron su manera de
divulgar el arte con la irrupción de las redes sociales. De esa manera, prácticamente todos
los museos ofrecen hoy en día una muestra de su patrimonio a través de las plataformas
mencionadas (Izquierdo, Álvarez, Nuño, 2017, p.1162-1165).

En el caso de la red social Instagram es una plataforma netamente visual en la que los
usuarios comparten fotografías sobre sus experiencias o su quehacer diario, lo que facilita
a las instituciones museísticas mostrar al público su repertorio de obras de arte, próximas
exposiciones e información sobre las mismas, entre otros. En resumen, como
mencionamos en los párrafos anteriores, información especializada de carácter educativo.
A partir de aquí nos hacemos las siguientes interrogantes: ¿En la actualidad los museos o
galerías de arte contemporáneo de Venezuela usan las redes sociales como Instagram
para acercarse al público o aún hoy día mantienen una visión conservadora?,

Objetivo general:

Analizar el uso de la red social Instagram por parte de los museos o galerías de arte
contemporáneo en Venezuela, con la intención de reconocer si los entes han podido
alejarse de su visión conservadora inclinándose ahora hacia los nuevos medios de
comunicación para acercarse al público.

Objetivos específicos:

1. Explicar los cambios que la sociedad sufrió a partir de la aparición de la esfera


digital.
2. Analizar el fenómeno de la red social Instagram.
3. Determinar los principales museos de arte contemporáneo en Venezuela y su uso
de las plataformas digitales para la promoción de las obras de arte.
4. Crear un conjunto de recomendaciones para museos y galerías con la finalidad de
que puedan aprovechar la red social y lograr la difusión de sus proyectos.

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