LA PERSONALIDAD COMO SISTEMA MOTIVADO.

Dra. Lourdes Fernández Rius.

El estudio de la esfera motivacional es una vía para el estudio de la personalidad la

cual concebimos como organización sistémica compleja y pluridimensional con un
sentido integrador en la construcción teórica de la subjetividad individual.
Entre motivación y personalidad se han establecido relaciones a lo largo del
pensamiento psicológico. Sin embargo, en el establecimiento de dicha relación y el
estudio de la misma se advierten limitaciones que resulta necesario precisar.
Entre estas pueden mencionarse la tendencia a:
- Describir contenidos motivacionales invariables sin explicar su potencial regulador.
- Subvalorar expresiones conscientes de la motivación humana.
- Concebir la motivación como suma de motivos aislados sin profundizar en su
estructura ni en las características de su interacción.
- Ausencia del vínculo funcional entre aspectos dinámicos y de contenido de la
motivación.
- Insuficiente estudio de los mecanismos que expresan la efectividad de la
motivación.
- Insuficiente precisión de la especificidad y distinción de la motivación humana
- Generalizar resultados derivados de la aplicación de un solo instrumento.

Esto implica la necesidad de:

- trascender lo descriptivo y abordar la efectividad y potencial movilizador de la

motivación
- abordar la mediatización de la autorregulación motivacional por la autoconciencia.
- ver la unidad cognición – afecto en la esencia de la regulación.
- ver diferentes niveles de jerarquía y complejidad funcional que condicionan la
estructuración, forma de expresión y potencial regulador del contenido.
- lo integral de las funciones psíquicas superiores formando sistemas de regulación.
- cambio cualitativo de estructura de las funciones psíquicas superiores en diferentes
estadios del desarrollo.
- Transitar de la fragmentación hacia la integración
- Del funcionalismo, la parcialidad, rasgos y dimensiones a la integración, holístico.

- De lo descriptivo, estático, estructural a lo explicativo, dinámico, funcional.

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La personalidad es el nivel de mayor integridad y complejidad en la regulación del
comportamiento, ello presupone que existen otros niveles de regulación menos
complejos, organizados e integradores.

UNIDAD DE COGNICIÓN Y AFECTO ----CELULA DE LA PERSONALIDAD

La personalidad constituye una realidad subjetiva en forma de sentidos psicológicos.

Es una configuración de sentidos psicológicos, un espacio en el cual se van
constituyendo de modo diferenciado estos sentidos en la creciente integración – cada
vez más compleja – a lo largo del desarrollo de los procesos psicológicos afectivos y
cognitivos. Los sentidos psicológicos se organizan y expresan de modo diferente y con
diversa complejidad en la regulación personológica.
Ello nos permite explicar por qué nos comportamos como lo hacemos siendo la
personalidad el modo de regulación estable, integral, activo y más complejo del
comportamiento. Orienta, dirige e interviene en la regulación y autorregulación
comportamental de modo activo e integral.
El sentido psicológico define el momento personológico en la subjetividad
individual.
EL NUDO DE LA PERSONALIDAD ES EL SENTIDO PSICOLÓGICO en forma de:

NECESIDADES SUPERIORES Y MOTIVOS

CUALIDADES ESTABLES DE LA FORMA EN QUE LA PERSONALIDAD
PERSONALIDAD PORTADORAS ELABORA LA NECESIDAD Y LA ASUME
DE CONTENIDO EMOCIONAL Y ENCONTRANDO SU EXPRESIÓN EN
QUE ORIENTAN EL COMPORTA- DIFERENTES MANIFESTACIONES CON-
MIENTO HACIA LA REALIDAD. CRETAS (reflexión, valoración, comportam.)
-estado de búsqueda, de logro, DANDO SENTIDO, FUERZA Y
posesión (no negativo o carencial) DIRECCIÓN A LA PERSONALIDAD.
-Insaciables - es interno
-autopropulsadas - tiene diferentes formas de
expresión
-se perciben a través de las emociones - la personalidad conforma el motivo
incidiendo Sobre la necesidad.
-contienen vivencias (-) y (+) en unidad.
-se satisfacen en el proceso
- se forman en la actividad y comunicación

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 CARACTERÍSTICAS DE LA MOTIVACIÓN HUMANA.

- Los motivos no se encuentran aislados en la personalidad sino integrados en

sistemas que en su expresión más compleja están mediatizados por la conciencia y la
autorregulación. Esto tipifica de modo particular la motivación humana.
- Los motivos se organizan en diferentes posiciones jerárquicas según la
naturaleza más o menos compleja de la unidad de cognición y afecto.
- Esta jerarquía se expresa en la función reguladora de la personalidad tanto en el
potencial regulador como en la forma de expresión del motivo.
- Los motivos más significativos de acuerdo a la jerarquía funcional constituyen el centro
de la personalidad, su nudo.
- Los motivos no poseen expresión lineal en el comportamiento de modo que motivos
similares pueden tener expresión comportamental diferente y comportamiento
similares pueden tener en su base motivos diferentes.
- Los contenidos motivacionales y su dinamismo funcional se encuentran en unión
indisoluble.
- Los motivos jerárquicamente más significativos son esencialmente conscientes
- La unidad de lo cognitivo – afectivo es su peculiaridad distintiva

Los motivos más elevados en la jerarquía motivacional son aquellos que se integran a
su esfera consciente y al planteamiento de objetivos. El motivo se une a la esfera
intelectual en especial energía emocional. Se integran los motivos más importantes
que definen la orientación consciente de la personalidad.--------} TENDENCIAS
ORIENTADORAS QUECONSTITUYEN EL NIVEL SUPERIOR DE LA JERARQUÍA
MOTIVACIONAL QUE INTEGRA LOS MOTIVOS QUE ORIENTAN LA PERSONALIDAD
HACIA LOS OBJETIVOS ESENCIALES EN LA VIDA DEL SUJETO. SUPONE
PERSPECTIVA TEMPORAL Y LA SUPERACIÓN DE LA INMEDIATEZ, ESTABILIDAD,
MAYOR VALOR AFECTIVO EMOCIONAL Y EFECTIVIDAD.

LAS T.O.P. SON:

- conscientes
- expresan al carácter activo del sujeto como totalidad. esto se expresa en la
formulación de objetivos y en el compromiso afectivo por alcanzarlos.
- se definen por su expresión funcional y no por su contenido
- no se vinculan de forma rígida a ningún tipo de motivo, sino que expresan las
direcciones fundamentales hacia las cuales se orienta la personalidad con mayor

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 fuerza afectiva y emocional y no excluyen la influencia de otros motivos sobre la
conducta.
- se expresan en diferentes direcciones de alta significación que supone un potencial
regulador capaz de trascender el presente y orientarse hacia el futuro. se manifiestan
en forma de objetivos.
- son unidades integradoras de diversas necesidades e incluso motivos que se gratifican
en esa tendencia.
- suponen elevado compromiso afectivo y autovalorativo
- los motivos que integran las tendencias orientadoras están en su centro, encarnan las
principales aspiraciones del sujeto, comprometen las capacidades y otros elementos
de la personalidad determinando su autorregulación.
- las necesidades superiores que actúan sobre la conducta mediatizadas por esta
jerarquía motivacional se expresan a través de una compleja elaboración personal
concientizada sobre el contenido a escala intelectual.
- las reflexiones, juicios, valoraciones sobre los contenidos poseen fuerte carga
emocional y participan activamente en la regulación del comportamiento.
- esto permite la formulación de planes futuros concientemente elaborados, formulación
de objetivos, superar obstáculos en el logro de planes, trascender la inmediatez y
regular el presente sobre la base de objetivos futuros.
- dinámicas: surgen, cambian, coexisten en diferentes áreas, una surge en el marco de
otra.
- pueden estar en conflicto o contradicción.
- no constituyen una derivación automática de la edad sino de condiciones
socioculturales y educativas.

La jerarquía motivacional y los complejos sistemas motivacionales mediatizan la

expresión afectiva de las necesidades en la conducta humana, conjuntamente con la
intervención de la autoconciencia.
La existencia de un motivo no implica su expresión efectiva en la regulación
conductual, ello depende del potencial movilizador para expresarse en forma de
conducta orientada conscientemente.
Un contenido motivacional orienta con más eficacia la conducta en la medida en que la
complejidad de su potencial regulador que posee en su base la unidad de cognición y
afecto, satisfaga o no las exigencias interactivas de la situación vital en cuestión.

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 LA REGULACIÓN COMPORTAMENTAL PUEDE SER:

Inmediata, impulsiva, poco reflexiva mediata, propositiva, en perspectiva

temporal
inconstante, inestable, no intencional Intencional, persistente, volitiva,
decidida.

En cada caso, la complejidad reguladora es diferente. Mas que describir contenidos se

trata de conocer cómo estos se integran y se articulan en sistemas donde alcanzan su
real potencial movilizador en la personalidad como totalidad.
Los motivos superiores se integran en subsistemas conscientes de regulación
motivacional, en complejas formaciones motivacionales
Los motivos en estos subsistemas expresan sus contenidos en forma de
elaboraciones intelectuales con fuerte carga emocional y energía motivacional.
No todos los motivos constituyen tendencias orientadoras pues no en todos se
expresa de igual forma la unidad de procesos afectivos y cognitivos, no todos los
contenidos motivacionales portadores de sentido e encuentran en el mismo grado de
mediatización reflexiva. Esto determinará la complejidad funcional de los motivos, es
decir el potencial movilizador y regulador de los mismos que les permitirá o no dirigir
los comportamientos humanos más complejos (afrontamiento de contradicciones,
conflictos, toma de decisiones, logros a largo plazo, control emocional, realización de
complejas tareas creativas, la asunción de elevadas responsabilidades, etc)
De este modo, aquellos motivos que posean una mayor mediatización reflexiva y por
tanto mayor complejidad funcional serán los jerárquicamente más significativos. De
este modo la jerarquía motivacional se asienta no en los contenidos motivacionales
sino en el potencial movilizador de los mismos, en su capacidad funcional cada vez
más compleja. Entre estos son justamente las tendencias orientadoras las que poseen
tales características.
Así, para F. Glez existen motivos de carácter objetal los cuales se relacionan con
objetos que encarnan la satisfacción de una necesidad convirtiéndose en motivos del
comportamiento. Son motivos de gratificación inmediata.
Otros motivos solamente se activan ante situaciones específicas que los estimulen
como algunos motivos estéticos, organizativos para muchas personas. Son motivos
que articulan sentidos personales pero no lo suficientemente fuertes en su base como
para que garanticen la autonomía del sujeto. En este plano el motivo regula pero
siempre en función de una determinación externa. En este caso nos estamos

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refiriendo a expresiones comportamentales en las cuales no se aprecia, por lo general,
una correspondencia entre las necesidades auténticas que podrían subyacer a dicho
comportamiento y las reales necesidades que mueven al sujeto. Por ejemplo, estudiar
por la valoración social es diferente a estudiar por necesidades cognoscitivas. En el
primer caso si el sujeto es valorado esto se convertirá en el motivo actuante de su
comportamiento ante el estudio lo cual posee un grado de eficacia pero menor que
cuando existen necesidades cognoscitivas que impulsan de modo autónomo hacia la
adquisición del conocimiento exista o no valoración social. Se trata de motivos
eficaces solamente en ciertas condiciones pero carentes de autonomía funcional. El
motivo es un medio para gratificar otras necesidades ajenas a la propia esencia del
mismo.
Otros motivos son los que orientan la actividad y las relaciones del ser humano de
modo espontáneo. Se trata de niveles de automatización que no requieren de la
participación de la conciencia de modo activo y que son generadores de vivencias
positivas. Por ejemplo, el cumplimiento de ciertas normas morales, o de cultura de la
conducta, hábitos, la expresión de rasgos caracterológicos. Se expresan en
condiciones actuantes en formas de comportamiento concretas, específicas.
Otros motivos son los orientadores de sentido que tienden a estimular la reflexión del
sujeto hacia el sentido de la vida en el presente aunque pueden generar reflexiones de
significación para el sentido de la vida de modo perspectivo.
Por último las tendencias orientadoras de la personalidad a las cuales ya hemos hecho
referencia.
Queda entonces claro que la propia naturaleza interactiva del ser humano estará
demandando constantemente diversos comportamientos que serán más o menos
eficaces en la medida en que se ajusten a tales demandas. Así algunas serán
verdaderamente complejas y otras no lo serán tanto. A partir de los recursos de la
personalidad en cuanto a la complejidad funcional de los motivos que la constituyen el
sujeto podrá o no satisfacer tales de mandas o desarrollar las potencialidades
existentes.
De lo expuesto se entiende que mientras más autonomía, independencia, seguridad,
control emocional, flexibilidad, capacidad resolutiva ante conflictos demande la
situación interactiva, estaremos ante realidades más complejas. Los motivos capaces
de intervenir en la regulación personológica ante tales situaciones, son los motivos
funcionalmente más complejas y por tanto los jerárquicamente más significativos.

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 Bibliografía.
González, F. 1985. “Psicología de la personalidad.” Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de La
Habana.
González, F. 1989. Psicología. Principios y categorías. Editorial de Ciencias Sociales. Ciudad
de la Habana. Cuba.
González,F. y Mitjans, A. 1989. “La personalidad su educación y desarrollo.” Editorial Pueblo y
Educación. Ciudad de La Habana, Cuba.

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