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La virtud en Aristóteles
En la frase virtus in medius est, la virtud está en el medio, se recoge uno de
los puntos más importantes de la postura ética de Aristóteles, que pro-
cura eliminar cualquier exceso de las acciones. Pues, las acciones estarían
en el camino estrecho entre la virtud y el vicio.
No hay que olvidar la influencia en Aristóteles, de su maestro Platón,
pero al mismo tiempo su distancia con él. Recordemos que la triada con-
formada por Sócrates, Platón y Aristóteles planteará muchos de los ca-
minos seguidos por la reflexión filosófica posterior. A pesar de que los
tres están enmarcados en un mismo contexto, tienen modos propios de
reflexión filosófica.
El texto fundamental para reflexionar en torno a la ética de las virtudes
es la Ética a Nicómaco, que debería ser leída paralelamente a su otra gran
obra La gran moral.
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Aristóteles hace desprender las virtudes, de la jerarquización
del alma, entonces es imperativo identificar esta primera división Aristóteles
efectuada en el alma. Pese a esto no puede prescindirse de recono-
cer el papel de sus predecesores, Sócrates y Platón. De forma sucin-
ta las virtudes para este pensador estarían divididas, por un lado,
las de orden moral llamadas éticas y por otro, las de orden intelectual
denominadas dianoéticas.
En el grupo de las éticas se encuentran: la liberalidad, magnificencia,
magnanimidad, mansedumbre, amabilidad, sinceridad, agudeza, pudor,
la justicia, la continencia, la amistad, la moderación, la benevolencia, la
concordia y la dignidad. En el grupo de las dianoéticas están: la ciencia,
el arte, la prudencia, el intelecto y la sabiduría.
Entonces, no queda otra cosa que concordar con la importancia de Aris-
tóteles al momento de estudiar la ética de las virtudes y cualquier postu-
ra sigue sus planteamientos o lo contradice.
Como sabemos, la primera formulación teórica de la ética de la vir-
tud fue establecida por Aristóteles. Y, si bien a lo largo de la historia
algunos sistemas se han inscrito en la tradición aristotélica dando
un visto positivo a su concepto de virtud y otros han negado este
enfoque, todos los sistemas que se reconocen como éticas de la virtud
se remontan, positiva o negativamente, a la caracterización aristotéli-
ca. Por este motivo la teoría aristotélica es el mejor punto de partida
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Filosofía Segundo curso BGU FICHA No
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la justificación operada en el creyente por la gracia divina.
Agustín
De igual manera que Platón, Agustín rescata las virtudes de la pruden-
cia, templanza, justicia, pero estas deben ser leídas desde otro punto
de reflexión. Las virtudes en el caso de este filósofo africano se cana-
lizan hacia el sumo bien que es Dios. Pues el cristianismo atraviesa
varias de las líneas argumentativas del obispo de Hipona.
El interés de Agustín es conocer a Dios como la fuente principal de feli-
cidad eterna y de amor, en este contexto define a la virtud como aquello
que dirige al amor. Con esto el pensador hace evolucionar el concepto de
virtud, como tendencia del alma adjunta a la naturaleza y a la razón, de
la forma entendida en el mundo clásico, hacia su comprensión como ma-
nifestación del amor. Asumiendo distancia con la noción intelectualista
de la virtud como conocimiento, iniciada con Sócrates.
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