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GOBERNABILIDAD
Y POLÍTICAS
PÚBLICAS EN
COLOMBIA
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Política pública de atención, asistencia y reparación
UNIDAD integral a las víctimas del conflicto armado interno y
DIDÁCTICA derechos humanos
Jairo Vargas León
MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Facultad: Posgrado.
Modalidad1: A distancia.
Número de créditos3: 4
ISBN: 978-958-652-500-8
Contenidos producidos en el marco del contrato interadministrativo 273 celebrado entre la Escuela Superior de Administración Pública
(ESAP) y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
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UNIDAD DIDÁCTICA 2.POLITICA PÚBLICA DE EDUCACION
RESUMEN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA
La presente unidad caracteriza la educación desde una perspectiva histórica como punto de partida para entender su formula-
ción. Hace especial énfasis en el tratamiento que los gobiernos le han dado en el aspecto institucional mediante los planes de
desarrollo. Finalmente, se aborda la política pública como componente elaborado de la intencionalidad estatal para dimensio-
nar sus alcances.
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COMPETENCIAS DE LA UNIDAD DIDÁCTICA
Estructura temática Competencia general Competencia específica
Unidad Didáctica Unidad temática Subtemas Comprende, explica y evalúa los 1. Comprende, explica y evalúa compa-
2. Política pública Tema 1. Análisis y en- 1.1. Enfoques de la edu- distintos enfoques de la política rativamente los diversos enfoques de
en educación foques de la política cación en los planes de pública en educación superior, educación.
pública educativa en desarrollo en Colom- integrando la conceptualización
2. Correlaciona los enfoques de edu-
Colombia. bia. pertinente en el tema.
cación de manera argumentada,
1.2. Incidencia de la políti- haciendo uso de las teorías objeto de
ca pública en la educa- estudio.
ción en Colombia. 3. Interpreta situaciones y casos espe-
Tema 2. Característi- 2.1. Lineamientos de la cíficos de la formulación e imple-
cas y enfoques de la política de educación mentación de la política pública de
educación superior superior en Colombia. educación superior.
en Colombia. 2.2. Análisis de la formu-
lación e implementa-
ción de la política de
educación superior en
Colombia.
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CONTENIDOS DE LA UNIDAD DIDÁCTICA 2. POLÍTICA PÚBLICA DE EDUCACIÓN
TEMA 1. ANÁLISIS Y ENFOQUES DE LA POLÍTICA PÚBLICA EDUCATIVA EN COLOMBIA
Cuando abordamos la interpretación de un derecho en Colombia, indudablemente se sujeta a su literalidad en la Constitución
Política de Colombia, la cual determina su jerarquía, su prevalencia y su grado de aplicación. Conforme a ello, la educación es
un derecho consagrado en el título II correspondiente a los derechos sociales, económicos y culturales (DESC). Su consagración
constitucional está preceptuada en el artículo 67 de la Carta Magna, en la cual cabe resaltar, en primer lugar, que es un derecho
de la persona y que la naturaleza del servicio es pública, lo cual le da el carácter de tener una función social. El rol determinado
que se orienta a este derecho es el de acceder al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a la cultura, lo cual constituye sus ám-
bitos de acción.
La educación tiene un carácter transversal en la formación del ser humano por cuanto actúa sobre diversos escenarios en lo
personal y en lo colectivo: en lo individual, en la formación ciudadana y en las competencias laborales; en lo colectivo, en la de-
mocracia, en la generación del trabajo y en la convivencia social.
No obstante, la responsabilidad tiene un carácter tripartito, es decir, hay una interrelación entre el Estado, la sociedad y la fami-
lia. He ahí la triada de la controversia que suscita el juicio de responsabilidad cuando el derecho a la educación se pone en vilo,
por cuanto los beneficios son limitados, los recursos son escasos y los resultados tienen un alcance poco satisfactorio.
El modelo económico ha cooptado la educación como una mercancía más, y a ello se sobreponen los indicadores económicos
de oferta-demanda, rentabilidad y competitividad, cuyo interés está orientado a la lógica del capital. Entretanto, los indicadores
sociales de educación están a la zaga: la calidad, cobertura, innovación, tecnología, se asoman con interés si estos responden al
crecimiento económico. Si examinamos la asimetría de la sociedad, con esta lógica es crítico y controversial que una política gu-
bernamental logre reducir sustancialmente la gran brecha educativa en términos de acceso y calidad como primera instancia.
A esta caracterización cabe examinar la voluntad política para traducir la educación pública en un verdadero derecho. Las cifras
reflejan la disonancia de reparar la inequidad: “Hoy, en las universidades públicas, el 61 % de los alumnos pertenece al 40 % más
rico de la población. Por lo tanto, la discusión sobre el financiamiento tiene que reconocer que hay que diseñar estrategias para
garantizar que la oferta estatal subsidiada beneficie, principalmente, al 60 % más pobre” (Chaparro, 2011).
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A ello sumémosle el tratamiento en el sector rural, en el cual la ausencia de la política estatal es precaria, o casi inexistente. Co-
lombia es un país que no invierte en investigación y tecnología. Es ostensible el rezago en materia de patentes y licencias. En es-
te aspecto los países desarrollados marcan la pauta, es decir, hay relación de causalidad entre inversión estatal e investigación.
La figura 1 registra el ranking de esta relación, entre los cuales se destaca: Alemania, Corea, Japón y China. En Colombia son
pocos los grupos de investigación clasificados en Colciencias que registran patentes, registros de nuevos software o productos.
308
Austria 275
Francia 236
Israel 227
Suiza 217
Federación de Rusia 160
Media mundial 148
Singapur 147
Paises Bajos 134
Canadá 125
Italia 111
Belarús 108
Ucrania 86
Hungria 75
España 67
Fuente: https://www.elcolombiano.com/blogs/lacajaregistradora/reforma-a-la-educacion-superior-en-colombia-¿que-esta-en-juego/811/diapositiva1-3
Desde el proceso de independencia la educación ha figurado en la agenda estatal. En los inicios del siglo XIX se configuró un
Estado-nación, lo cual implicaba generar en la sociedad unos referentes de identidad como la nación, simbología y demás
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elementos semióticos que produjeran un arraigo en la sociedad. El instrumento para ello fue la educación, papel que cumplió
hasta la década de los treinta del siglo XX, época en la cual se produce un cambio del poder, cesa la hegemonía conservadora
y accede el liberalismo a la conducción del poder. La concepción liberal del poder, le dio un papel más protagónico a la educa-
ción, en varios aspectos:
Control de la educación por parte del Estado, extensión de la cobertura educativa por lo menos en el nivel de primaria, creación de campañas
educativas dirigidas al campesinado (cultura aldeana), a los trabajadores urbanos las escuelas por correspondencia, la consolidación de la
formación de maestros caracterizada por la fundación de la Escuela Normal Superior, entre otros (Chaparro, 2011).
A finales de la década de 1950, llegó al país una comisión norteamericana integrada por uno de los economistas que ejerciera
mayor influencia en el pensamiento económico del país, como lo fue Lauchin Currie. Para este doctrinante, la educación debía
orientarse hacia el desarrollo y por ende, susceptible de ser planeada con objetivos concretos. Es coherente señalar que la edu-
cación toma un contenido ideológico en estrecha relación con la concepción política del poder vigente. Bajo esta concepción
del desarrollo, muchos países se dieron a la tarea de impulsar la educación con este enfoque:
Sumados el gasto público y el privado en el sector educación, han llegado a representar (1980-1990) hasta el cinco por ciento del producto
interno bruto. Igualmente después de 1957, en que mediante un plebiscito se acordó una proporción no menor del diez por ciento del pre-
supuesto para la educación, este coeficiente ha venido aumentando llegando a representar cerca de una tercera parte del total de gastos de
funcionamiento del Gobierno nacional y la inversión sectorial cerca del seis por ciento de la inversión total del sector central (Arias, 2005).
Hasta mediados de 1950, cada trabajador colombiano registraba 2,2 años de estudio. En cuanto a la cobertura bruta en educación primaria,
el progreso es notorio: En 1950, la cobertura era de 43 estudiantes cifra que pasó a ser 87 por ciento en 1970. A Comienzos de 2001, la cober-
tura se situaba en 110, es decir, había más niños en las bancas que niños en la correspondiente edad escolar, cifra es aceptable en términos
internacionales (Arias, 2005).
En términos de calidad, pese a la asignación de recursos, las deficiencias son visibles las cuales se reflejan en los indicadores
evaluativos:
Las pruebas Saber, coordinadas por el Ministerio de Educación, así lo demuestran. En educación básica, solo uno de cada cinco estudiantes
logra comprender bien lo que lee; uno de cada diez, es capaz de resolver problemas de matemáticas de alguna complejidad. Además, en los
exámenes del ICFES, el porcentaje de colegios con rendimientos bajos, aumentó de 35 a 60 %, entre los ochenta y los noventa (Montenegro
& Rivas, 2005).
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A mediados de la década de 1980 entra en escena el proceso de internacionalización de la economía, la bipolaridad en los cen-
tros de poder (EE. UU.-URSS) se resquebraja y surge una multipolaridad configurada mediante diversos bloques económicos, en
los cuales el proceso de globalización exige un nuevo acuerdo institucional en el mundo y se debe readecuar toda la superes-
tructura del Estado como sustento político e ideológico de este reordenamiento. En ello, la educación ocupa un lugar relevante
para este propósito. En Colombia, el gobierno de César Gaviria en 1990 da inicio a este proceso de modernización bajo el nuevo
marco de la Constitución de 1991, cuya agenda responde a las directrices del consenso de Washington. En lo pertinente a la
apertura educativa se contemplaron los siguientes aspectos:
Cobertura total de la educación primaria, elevar la calidad de todos los niveles, descentralizar y modernizar el sector, crear nuevos mecanis-
mos de financiación que optimicen los recursos, promover la competencia entre instituciones educativas, acceso eficaz a los créditos desde
la eficiencia de los mismos, relacionar la iniciativa privada con la pública para gestionar los recursos, complementar la labor del sistema edu-
cativo formal, ampliación de la cobertura de la educación secundaria, renovación curricular, formación de docentes, reestructuración de la
educación técnica como del Instituto (Gómez, 2015).
En el desarrollo de esa tendencia neoliberal, el gobierno de Ernesto Samper plantea como elementos programáticos:
La universalización de la educación básica, la realización de los Proyectos Educativos Institucionales- PEI, hogares comunitarios de bienestar
institucional, Fondo educativo de compensación, fortalecimiento de la ciencia y la tecnología por medio del Sistema de Ciencia y Tecnología,
como del Consejo Nacional de Educación, consolidación del ICFES como institución técnica de apoyo y fomento a la educación superior (Gó-
mez, 2015).
En la misma directriz con un modelo neoliberal en decadencia que ha hecho crisis en el mundo, sus bondades de panacea
económica se empiezan a desdibujar en los países referentes que alentaron su culto, como Inglaterra y Chile. En esa coyuntura
llega el gobierno de Andrés Pastrana, quien además perfiló como uno de sus objetivos la finalización del conflicto interno. Entre
sus propuestas educativas contempló la “reorganización de la educación básica y media desde la óptica de las competencias,
regulación e integración de la educación superior, adecuación institucional como pertinencia al aparato productivo, institucio-
nalización como medición de la evaluación educativa, formación docente” (Gómez, 2015).
El país, a inicios de la década de 2000, presenta una fuerte polarización suscitada por el conflicto interno. En ese escenario ac-
cede al gobierno Álvaro Uribe Vélez, quien denomina su programa “Revolución educativa”. En su conceptualización propone:
Ampliación de la cobertura en cada uno de las etapas educativas, exceptuando la educación superior, mejoramiento de la calidad,
progreso de la eficiencia del sector, fortalecimiento y gobernabilidad en el Sistema de Educación Superior, creación del observato-
rio laboral para la divulgación de la información, es decir, cualificación del capital humano (Gómez, 2015).
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En la actual coyuntura oficia como gobernante de turno el presidente Juan Manuel Santos. Su propuesta educativa se sustenta en:
Desarrollo de las competencias, fomentar el sistema de evaluación, fortalecer el uso apropiado de las TIC y el bilingüismo, focalizar
planes de choque que fundamenten competencias en el PTP (Programa de Transformación Productiva) como las “locomotoras”,
generar diálogos entre el sector productivo y el sector de información, profundización de la demanda y la oferta laboral, desarrollar
el programa Plan Vive Digital Colombia, diseñar estrategias de educación económica y financiera de la población, promover las ca-
pacidades en biotecnología, energía, salud, focalizar relaciones entre CODECYT, Comités-Universidad-Estado-Empresa, educar con
pertinencia para la innovación y productividad, articulación de la educación media con la superior, fomentar el emprendimiento en
las escuelas (DNP, 2014).
Pese a que todos los gobiernos de turno han consagrado una intencionalidad en mejorar la educación como parte fundamen-
tal para el desarrollo de una sociedad, la distancia entre lo formulado y ejecutado es enorme por diversas razones, entre estas,
las percepciones e intereses de los distintos actores, la burocratización del Ministerio de Educación en procesos administrativos
engorrosos, la falta de evaluación rigurosa de los programas ejecutados, la generación de programas con un carácter efectista y
coyuntural en algunos eventos desarticulados de la realidad, la significativa reducción del presupuesto en ciencia y tecnología,
la precariedad de incentivos al docente sumado a la de su formación pedagógica. Todas, en mayor o menor proporción, guar-
dan una incidencia en el incumplimiento de los programas educativos formulados.
La formulación de una política pública implica conjugar diferentes visiones, percepciones, concepciones e intereses, de los más
disimiles actores a quienes va dirigida la política pública. En primera escena aparece lo internacional, en razón de que el Estado
ha suscrito compromisos de distinto orden, acuerdos, tratados, declaraciones, pactos multilaterales, sectoriales o bilaterales;
intereses económicos de grupos o sectores privados, intereses sociales de grupos de presión. Esta red configura la complejidad
y diversidad en el abordaje de una política pública.
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Tabla 1. Matriz gubernamental en la política educativa
1978-1982 Julio César Turbay Plan de integración social En materia de educación superior buscaba impulsar la investigación, organizar la educa-
Ayala ción profesional tecnológica, racionalizar la demanda por ingreso a la universidad. Racio-
nalizar implicaba que no todos podían acceder a los estudios universitarios.
Resulta que la élite siempre ha visto que la Universidad Nacional es un foco de comunis-
tas y por eso introduce la matrícula y el examen de ingreso a la universidad dirigida a la
clase media hacia arriba, con buenos modales, buenas costumbres, sin malos pensamien-
tos y ojalá claros en la moral cristiana. Ese ha sido el proyecto de la élite que toca nuestro
presente. La idea de regionalización es una idea de control de la cultura y de los sujetos
que acceden a ella, vía la universidad.
1982-1986 Belisario Betan- Cambio con equidad Se crea la educación abierta y a distancia. Este fue un factor importante en el programa
court de gobierno de Belisario Betancourt. El sistema se integraría de tal forma que el Icetex,
Colcultura, Colciencias, el Instituto Nacional de Ciegos y Sordos (Insor), y el Instituto
Colombiano de Construcciones Escolares (ICCE) funcionarían de manera unificada. Ese
sistema nacional de educación estaría conformado por cuatro subsistemas: el académico
o pedagógico, el administrativo, el de planeación y el financiero.
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1986-1990 Virgilio Barco Economía social El número de estudiantes matriculados se cuadriplicó y la tasa de escolarización pasó del
Vargas 4,4 % en 1970 al 10 %. En la actualidad existen 225 centros de educación superior de los
cuales el 69 % son privados y 1775 programas académicos donde el 78 % son universi-
tarios, ocho tecnológicos y 14 % de educación intermedia profesional. La matrícula de
estudiantes era de 418.000 estudiantes.
Argumentaba el plan que “la expansión cuantitativa de la postsecundaria había Estado
determinada especialmente por el crecimiento de entidades privadas, por la aparición
de programas de menores costos unitarios y por la ampliación de cursos nocturnos y a
distancia, recogiendo así la experiencia de la universidad a distancia impulsada por el
anterior gobierno”.
1990-1994 César Gaviria La revolución pacífica. La expedición de dos grandes leyes que regirán los destinos educativos del país: la ley 30
Trujillo de 1992 dirigida exclusivamente a la educación superior y la Ley 115 de 1994 conocida
también como Ley General de Educación.
En materia de educación dejaba al descubierto la política implementada desde el plan
Atcon y la universidad californiana. En lo pertinente a los problemas del sector identifica-
ba la falta de calidad académica, la atomización institucional del sistema y la inequidad
en la distribución de los subsidios del Estado. Gran parte de estos problemas tienen su
origen en el rápido crecimiento de la educación superior por la vía privada el cual no ha
sido acompañado de los ajustes necesarios para consolidar su calidad. Si el plan anterior
introducía los conceptos de eficiencia, eficacia y calidad, este afirmaba que el incremento
en el número de instituciones ha estado por fuera de un control de la calidad.
En esta línea se puede considerar el surgimiento de la necesidad de acabar con el Icfes
dada la magnitud de los fines de la política de control y vigilancia consagrada en la Ley 30
de 1992. Catorce años después esta institución se transforma en un Instituto Técnico de
Pruebas. Otro aspecto tiene que ver con los recursos otorgados a las universidades oficia-
les: “en las universidades públicas hay duplicación de los recursos como consecuencia de
la dispersión geográfica y administrativa”.
1994-1998 Ernesto Samper Pacto social El gobierno de Samper introduce en su plan la necesidad de crear un sistema de cien-
Pizano cias y tecnología mediante las comunidades docentes estables; un concejo nacional de
educación superior, consolidación de la parte técnica del Icfes, prevé la creación de un
sistema universitario estatal y el financiamiento de la universidad pública se da por la
calidad, la cobertura y el desempeño institucional. En rasgos generales, crea las bases de
una política de control por medio de un nuevo discurso de logros y desempeños.
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1998-2002 Andrés Pastrana Cambio para construir la En líneas generales, el plan consideraba que hasta finales del siglo anterior el Estado
Arango paz colombiano ha creado y financiado misiones especiales como la de ciencia y tecnología,
de ciencia educación y desarrollo, y la comisión para la modernización de la universidad
pública, las cuales recomendaban, entre otras medidas, impulsar la investigación, las
innovaciones, establecer incentivos para la investigación y fomentar la ciencia y la tecno-
logía, así como establecer mecanismos efectivos de rendición de cuentas y asignación de
recursos por indicadores. Si bien es cierto que se introduce a lo largo de todos estos años
y sobre todo a partir de 1970 una política de control, eficiencia, eficacia, calidad, producti-
vidad y competitividad, va surgiendo en dichos discursos una muletilla de aspiración a la
investigación sin inversión. Todos los planes se presentan como un discurso moderniza-
dor y modernizante de la educación y se apoyan fuertemente en la investigación sin que
ello se haya traducido en inversión real y aumento de una masa crítica en relación con los
problemas que aquejan al país.
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2002-2010 Álvaro Uribe Vélez Seguridad Democrática La revolución educativa está compuesta por cinco grandes programas:
(Revolución Educativa) a) Ampliar la cobertura en educación preescolar, básica y media.
El Gobierno nacional fortalecerá el proceso de reorganización mediante la capacitación,
el seguimiento y la evaluación a las entidades territoriales y la definición de estándares
técnicos, teniendo en cuenta el número de niños atendidos, la heterogeneidad de las
regiones y las diferencias que existen entre niveles educativos y entre zonas. Con estas
acciones se crearán 800.000 cupos.
El segundo tipo de acciones está dirigido a la creación de 67.000 cupos para la población
rural. Para lograr este objetivo, el gobierno dará continuidad al programa de educación
rural que ejecuta actualmente con recursos de crédito en 40 municipios de 10 departa-
mentos.
b) Ampliar la cobertura en educación superior. El Gobierno nacional implementará cuatro
mecanismos específicos para la creación de 400.000 cupos. El primero consiste en au-
mentar la eficiencia en el uso de los recursos físicos, humanos y financieros de las institu-
ciones públicas. Se concertarán planes de desempeño con cada institución con el fin de
aumentar la oferta y destinar una mayor cantidad de recursos al desarrollo de proyectos
de investigación. El Gobierno nacional espera crear 160 mil nuevos cupos a partir de
ganancias de eficiencia.
c) Mejorar la calidad de la educación preescolar, básica y media.
El Gobierno nacional tiene como objetivo mejorar la calidad de la educación, especial-
mente la impartida en los colegios oficiales, de manera que todos los niños tengan la
oportunidad de acceder a una educación pertinente y de calidad en los diferentes niveles
de conocimiento. Para ello se utilizarán cuatro mecanismos: evaluar para mejorar, apren-
der de experiencias exitosas, pertinencia y materiales educativos.
d) Mejorar la calidad de la educación superior.
Una educación superior de calidad implica no solo buenos resultados académicos sino
también la pertinencia de los programas impartidos. Definir la pertinencia es una labor
colectiva que debe ser el resultado de una reflexión conjunta del Estado, las universida-
des, el sector productivo y la comunidad académica y científica. El mecanismo para esta-
blecer la pertinencia de los programas será la creación del Observatorio Laboral, previsto
en el componente de fortalecimiento institucional del programa de educación superior
financiado con recursos de crédito. El observatorio tiene la finalidad de monitorear, ana-
lizar y difundir información y hacer seguimiento a los egresados de las instituciones de
educación superior para crear un espacio de concertación y brindar elementos de juicio.
e) Mejorar la eficiencia del sector educativo.
Además de los esfuerzos dirigidos a superar las restricciones de orden técnico y financie-
ro, el sector educativo requiere el replanteamiento y la modernización de sus estructuras
institucionales, de sus procedimientos administrativos y operativos y de sus sistemas
de supervisión e incentivos, de tal forma que sea posible obtener mejores resultados en
términos de cobertura y calidad en medio de las restricciones financieras de la nación.
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2014-2018 Todos por un nuevo país La educación, como derecho del ámbito de la autonomía de la persona, es el principal
Juan Manuel Santos medio que permite a menores y a adultos marginados económica y socialmente, salir de
la pobreza y participar plenamente en sus comunidades.
Para materializar el propósito de hacer de Colombia el país mejor educado de América
Latina en 2025, el Ministerio de Educación Nacional planteó las líneas estratégicas que
determinarán el rumbo de la educación en para los próximos años: excelencia docente,
jornada única, Colombia bilingüe, Colombia libre de analfabetismo y más acceso a la
educación superior de calidad.
En este acápite haremos especial mención del modelo neoliberal en la educación. Una primera referencia de ello aparece en el
sistema jurídico:
El nuevo marco jurídico e institucional de la educación básica y media, en el que se puede evidenciar que la política educativa fue traducida
de manera casi perfecta al lenguaje del derecho, en el sentido en que el nuevo modelo de financiación y las tendencias a la privatización apa-
recen ahora como un “mandato de ley” (Estrada, 2002).
Hacia finales de la década de 1990 el sector educativo asumió un proceso de reorganización educativa, consistente en adelan-
tar convenios de desempeño:
Durante la administración de Andrés Pastrana se inició una de las más grandes y significativas transformaciones al modelo de educación
nacional, en ella se dio, tal vez, uno de los más importantes pasos para su privatización y acomodo a las lógicas del mercado. Toda esta trans-
formación surge mediante el plan de desarrollo “Cambiando para Construir la Paz”; en su formulación se retoma la temática de racionalización
de gasto público en lo que respecta a las políticas educativas; se incorpora la idea de descentralización educativa, se incorpora la figura del
“Nuevo colegio”, se acoge la contratación privada del servicio educativo y, sobre todo, “se buscaba flexibilizar al magisterio y enterrar su Esta-
tuto Docente (Estrada, 2002).
El Gobierno nacional hizo una readecuación institucional mediante el proyecto de acto legislativo 012 de 2000, el cual se tradu-
jo normativamente en la Ley 715 de 2001, reformatoria de la Ley 60 de 1993, transformando las competencias de responsabi-
lidad y recursos públicos entre el orden nacional y el orden regional, antes denominada transferencias, hoy se le conoce como
Sistema general de participaciones, cuya bolsa común tiene entre sus componentes la educación. La argumentación del Estado
estaba dada en el déficit fiscal, producto de las transferencias, en atención a ese análisis, orientó la mentada reforma:
Se evidenciaba el régimen de transferencias como una de las principales causas del déficit fiscal del país, en la medida en que se consideraba
perjudicial aumentar año tras año el presupuesto -en un porcentaje superior al de la tasa de inflación en más del 1,5 % durante el periodo
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comprendido entre 2002 y 2008- que no estuviese incluido en “el pago de pensiones, salud, gastos de defensa, servicios personales, al Sistema
General de Participaciones” (Acto legislativo 012 de 2000).
Es evidente registrar que la aplicación del modelo neoliberal en la política educativa tiene parámetros y criterios similares a
los que se adoptaron para el sector salud. El indicador establecido para medir el desembolso de los recursos está dado sobre
el subsidio a la demanda y no el de subsidio a la oferta. Ello constituye un eje institucional sobre el cual ha funcionado en di-
versas actividades el costo de la función pública. El parámetro de medición de recursos estatales en la actividad educativa lo
constituye las “unidades de captación” mediante las cuales se establece un referente de costo estándar en el país, y es la base
para establecer una estructura de costo, cuya unidad permite inferir el costo por estudiante, es decir, a cuánto asciende el valor
con que se debe atender una comunidad de estudiantes. La eficacia del Estado está dada sobre la ejecución de la asignación
establecida.
La propuesta educativa del presidente Uribe Vélez, denominada “revolución educativa” se orienta a profundizar la visión de
mercado de la educación. La estructura jurídico-legal que ha diseñado, “Para el propósito de aumentar la cobertura educativa
en 1.500.000 cupos, se dispone de los instrumentos dejados por la Ley 715: la asignación basada en la demanda (se pagará por
estudiante atendido) y la posibilidad de contratación con instituciones educativas no estatales. Surge la idea de vincular:
Toda la oferta educativa” con lo que se manifiesta un mayor debilitamiento de la oferta pública estatal, al tiempo que se le abre paso a la edu-
cación contratada mediante el sistema de cupos “con instituciones religiosas, cooperativas, asociativas y colegios privados“. De igual forma se
impulsa la contratación con “colegios de profesores” y la contratación de la “prestación del servicio educativo” con organizaciones sindicales
en su mayoría municipales. También se inicia la ampliación de la experiencia del Nuevo Sistema Escolar, con “escuelas dirigidas por padres de
familia y otros estamentos comunitarios (Acto legislativo 012 de 2000).
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Tabla 2. Matriz del sistema nacional de indicadores de educación
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Indicadores de resultados. Permiten realizar un análisis sobre el logro y cali- Tasa de Aprobación.
dad del sistema educativo, medido mediante el Tasa de deserción intra–anual.
resultado escolar de los alumnos en las pruebas Tasa de repitencia.
de evaluación, la graduación, la certificación. Tasa de reprobación.
Permite observar el cumplimiento de los objeti- Índice de paridad de género (IPG).
vos fijados dentro de parámetros de eficiencia y Tasa de asistencia.
calidad. Tasa de cobertura bruta.
Tasa de terminación.
Tasa de analfabetismo.
Porcentaje de la población por fuera del sistema.
Colegios y jardines privados con bajos resulta-
dos.
Indicadores de impacto. Los indicadores de impacto hacen referencia Nivel de estudios alcanzado por la población
a los cambios que genera la educación en la adulta.
sociedad. Permiten observar la influencia de la Años de escolaridad de la población (DANE).
educación en el desarrollo económico y social Tasa de analfabetismo por género o adulto o
del país. joven.
Sistema nacional de indicadores Colombia 2013.
Como corolario de lo anterior, es evidente que la estructura estatal afianzó el concepto neoliberal de la descentralización al re-
tomar, por vía de decreto, las decisiones de política educativa en el Gobierno central limitando la autonomía de los entes terri-
toriales, sujetándolos a ser agentes gestores de su política centralista. El ente central traslada a las territoriales más competen-
cias con menos recursos, su intencionalidad es promover la competitividad como instrumento de sostenibilidad, autonomía,
eficacia, y con ello viabilizar la distribución de recursos, puesto que el mercado exige el cumplimiento de estas condiciones. A
esto cabe anteponer cuál es el destino de la calidad, el contenido, el acceso y la democratización misma de la educación, como
aspectos que inciden sustancialmente en la formación de la sociedad.
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TEMA 2. CARACTERÍSTICAS Y ENFOQUES DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA
2.1. LINEAMIENTOS DE LA POLÍTICA DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA
Despacho Ministerio
Oficina de Cooperación
y Asuntos Internacionales
Misional
Oficina Asesora
de Comunicaciones
Apoyo
Oficina Asesora
de Control Interno
Oficina Asesora Jurídica Decreto 5012 de 2009
Oficina de Tecnología y Decreto 854 de 201
Sistemas de Información
Oficina Asesora de
Planeación y Finanzas Oficina Asesora de
Innovación Educativa con
Uso de nuevas tecnologías
Unidad de Atención
al Ciudadano
Subdirección
de Recursos Subdirección de
Gestión Administrativa
Humanos del
Sector Educativo
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Tabla 3. Matriz funcional de la malla de educación superior en Colombia
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Instituto Colombiano para la Es el encargado de la evaluación a todos los niveles de la educación. Diseña y gestiona cuatro prue-
Evaluación de la Educación, bas distintas: Saber 5 se hace al final de primaria; Saber 9 al final de secundaria. Después, como ya se
Icfes. mencionó, al final de grado once cada estudiante que desee acceder a la educación superior pasa la
prueba Saber 11. Esta prueba evalúa los conocimientos en las materias básicas: español, matemáticas,
biología, química, física, filosofía, ciencias sociales y lenguas extranjeras, y un componente flexible, en
el cual se requiere un conocimiento más profundo, ya sea de un tema central específico o de problemas
intersectoriales relacionados con la sociedad colombiana y el medio ambiente. Al acabar la carrera, los
estudiantes de pregrado pasan otra prueba, anteriormente conocida como Ecaes, y ahora oficialmente
conocida como Saber Pro. Este examen, que incluye diferentes pruebas en distintos campos del saber,
está destinado a evaluar la calidad de la educación superior y es obligatorio desde 2009. Los resultados
indican no solo el nivel alcanzado por los estudiantes en las distintas instituciones, sino también (en
comparación con las notas que obtuvieron en Saber 11 al final de la escuela secundaria superior) el
camino recorrido desde su incorporación a esas instituciones, es decir, el valor agregado adquirido en
esas instituciones.
Instituto Colombiano de Cré- Tiene como objetivo fomentar la matrícula en la educación superior y aumentar la cobertura mediante
dito y Estudios Técnicos en el el apoyo financiero a los estudiantes con menos recursos. El Icetex se creó en un principio para conce-
Exterior, Icetex. der préstamos a los estudiantes de tal forma que tuvieran acceso a la educación superior en el extran-
jero, y aún sigue prestando un gran apoyo a los universitarios que estudian en el extranjero, a todos los
programas bilaterales través de los cuales los gobiernos extranjeros otorgan becas a los colombianos
y ayudando en todos los trámites a los estudiantes extranjeros que van a Colombia durante un corto
periodo. Sin embargo, su misión se ha ampliado ahora para ofrecer una extensa gama de mecanismos
de apoyo que están pensados principalmente para los estudiantes nacionales.
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Figura 3. Diagrama de la educación superior en Colombia
La economía ha crecido como también el crédito de consumo que se está usando para pagar matrículas. Se han creado muchos
programas nuevos para satisfacer la demanda y ha habido políticas deliberadas para expandir el acceso.
Según un informe del Observatorio de la Universidad Colombiana, mientras el salario mínimo incrementó un 42 % entre 2007
y 2014, el promedio de los precios de las matrículas subió entre un 80 % y un 120 %. En accesibilidad, tenemos un nivel más
alto que el de países como Bolivia, Venezuela y Perú, pero tenemos una tasa de cobertura menor que la de países como Chile y
Brasil. Sin embargo, es evidente que el asunto a resolver tiene que ver con la equidad en el acceso a la educación superior, sin
perder la calidad como objeto misional de la política.
Según información de la Oficina Asesora de Planeación del Ministerio de Educación Nacional, el perfil educativo de Colombia
presenta la siguiente información:
23
Figura 4. Perfil educativo en Colombia
Si bien es cierto que la matrícula de estudiantes ha crecido, el 37 % de los estudiantes que comienzan un programa universita-
rio abandonan el sistema de educación superior.
Para brindar garantías en los temas de evaluación, certificación y acreditación de la calidad de la educación superior en Colom-
bia, se ha creado dentro del sistema educativo el denominado Sistema de aseguramiento de la calidad de la educación superior
conformado por los organismos, las acciones y las estrategias que aplican desde el proceso mismo de creación y establecimien-
to de una institución de educación superior, hasta el desempeño del profesional que egresa del sistema.
24
Figura 5. Sistema de aseguramiento de la calidad
No ha habido una respuesta clara de políticas públicas y es el mercado el que regula la oferta, es decir, las universidades abren
más cupos y amplían los programas. Pero eso ha terminado en que hay una cantidad de carreras de mala calidad que terminan
generando, entre otras razones, que más de la mitad de los estudiantes deserten en el primer año1.
Las cifras del sistema han aumentado en los últimos años y se prevé que seguirán creciendo:
El número de estudiantes matriculados en la educación superior se incrementó de 1.000.148 en 2002 a 1.674.420 en 2010. En 2010, el número
de cupos universitarios ofertados ascendió a 1.587.928, una tasa de cobertura del 37,1 % del grupo de edad de entre 17 y 21 años, lo que su-
pone un ascenso respecto al 24,4 % registrado en 2002. El objetivo del Gobierno es que en 2014 el número de cupos universitarios ofertados
alcance una tasa de cobertura del 50 % en este grupo de edad. Las previsiones demográficas realizadas por el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística de Colombia (DANE) apuntan a que en 2013 habrá aproximadamente 70.700 colombianos más con edades de entre
17 y 21 años, por lo cual sería necesario que el número de cupos ofertados aumentase hasta aproximadamente 2.178.700 para llegar a una
cobertura del 50 %. Esto conllevaría la necesidad de unos 590.800 cupos más que los que había en 2010 (OECD, 2012).
25
2.5. COMPETITIVIDAD GLOBAL DE LA EDUCACIÓN
Colombia ocupa el puesto 80 en el pilar Salud y Educación primaria por la calidad de su educación primaria y el puesto 72 en el pilar educación
superior y formación por la calidad de su sistema educativo en su conjunto. La clasificación general de Colombia en calidad en el puesto 72
es considerablemente más alta que el 115 de Brasil y el 87 de Chile, y de hecho es la más alta de todos los países latinoamericanos después
de Costa Rica, que se sitúa en el puesto 23. Sin embargo, en el indicador de disponibilidad local de servicios de investigación especializada y
capacitación de alta calidad, Colombia ocupa el puesto 70, mientras que Chile ocupa el 33 y Brasil el 36. (OECD, 2012).
Tabla 4.
La Ley 30 de 1992 abrió la posibilidad de introducir nuevos programas en cualquier universidad. Estas instituciones se limitaban
a informar al Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior, Icfes, para que esta realizara el respectivo registro
en el Sistema Nacional de Información de Educación Superior, (SNIES). No obstante, las posibilidades de aplicar un asegura-
miento de la calidad eran limitadas en razón a que el CESU y el CNA, pese a fijar directrices de calidad, no tenía ningún poder
regulador o imperativo que obligara a las entidades de educación superior a acatar estas orientaciones:
Esta falta de legislación adecuada en materia de calidad se prolongó a lo largo de la década de los 90, mientras el número de programas crecía
rápidamente: de 1800 en 1991 hasta casi 3000 en 1997. Posteriormente, el Decreto 272/1998 estipuló que todos los programas académicos
tendrían que cumplir unos requisitos mínimos, y se delegó al CNA la responsabilidad de este aseguramiento de la calidad… Por último, se
26
creó el Registro Calificado de Programas junto con CONACES (Decreto 2230/2003). En virtud de esta ley, para conseguir que sus programas se
incluyeran en el Registro, las instituciones de educación superior tienen que cumplir unos requisitos mínimos de calidad. Al mismo tiempo, se
encargó al CNA la gestión del sistema de acreditación de alta calidad (acreditación voluntaria) (OECD, 2012).
Tabla 5. Áreas de una estrategia integral de internacionalización para la educación superior colombiana
27
Movilidad internacional de estudiantes y docen- Escasa en comparación con las tendencias y los a. Dirigir los programas nacionales de movili-
tes. estándares internacionales. Dentro del sistema dad estudiantil internacional a estudiantes
existen importantes desequilibrios entre los de grado.
tipos de instituciones y regiones. El reconoci-
b. Revisar las normas de inmigración para
miento de títulos y créditos del extranjero está
estudiantes de intercambio, y el reconoci-
sujeto a procedimientos excesivamente buro-
miento de créditos en el exterior, con el fin
cratizados.
de agilizar los procedimientos.
c. Apoyar más la movilidad de estudiantes y
profesores en las zonas seleccionadas, lo
que contribuirá al fortalecimiento de las
instituciones.
Asociaciones internacionales. Una tendencia al alza que se debe sobre todo a a. Ofrecer incentivos a las instituciones que
la inercia institucional y tiene una visión limita- creen asociaciones intersectoriales nacio-
da de las prioridades nacionales y regionales. nales e internacionales para los servicios
de educación, investigación y atención al
público.
b. Revisar y hacer frente a las posibles conse-
cuencias en relación con los reglamentos.
Unión de las políticas internacionales de desa- Fuentes de financiación disponibles para a. Establecer un planteamiento más coordi-
rrollo humano con los programas que aumen- quienes cursen sus estudios completos en el nado entre Colciencias y las instituciones
ten la capacidad institucional. extranjero, la mayoría basadas en solicitudes de educación superior e investigación en
y preferencias individuales, con aportaciones relación con los programas de becas para
limitadas procedentes de las posibles institu- estudios de grado en el extranjero.
ciones beneficiarias, y relaciones limitadas con
b. Aumentar la colaboración entre Colcien-
los planes institucionales de posgrado y con la
cias y Colfuturo en el proceso de toma de
infraestructura de investigación
decisiones concernientes a la concesión de
becas financiadas con fondos del gobierno.
c. Poner en marcha estrategias de desarrollo
basadas en las instituciones para programas
de grado e investigación en áreas de interés
estratégico nacional, para lo cual se tiene
en cuenta la formación de los docentes en
el extranjero, que las entidades crediticias
pueden sufragar con becas.
28
Presencia de Colombia en los foros y organis- Presencia creciente, pero todavía marginal en a. Coordinar esfuerzos para hacer que la
mos internacionales destacados. los principales foros y congresos internacio- participación de la educación superior
nales. Una nueva iniciativa nacional llamada colombiana sea más visible en los foros in-
“Colombia, desafía tus conocimientos” ha sido ternacionales, en las organizaciones y en los
creada para promover la Colombia como desti- congresos internacionales sobre educación.
no de colaboración académica y científica en los La campaña “Colombia, desafía tus cono-
principales foros internacionales pertinentes. cimientos” podría ser institucionalizada y
servir de base para dicho proceso.
b. Introducir una campaña publicitaria más
impactante, dirigida a un público interna-
cional concreto, que difunda la información
relativa a las instituciones de educación
superior colombianas.
c. Crear programas que incentiven la llegada
de más estudiantes y expertos internacio-
nales a Colombia.
Coordinación y comunicación entre los servi- Nivel básico de coordinación y desarrollo pro- Desarrollar la RCI de manera continúa hasta
cios de educación internacional con el fin de fesional común mediante la RCI. Bajo nivel de convertirla en una red de personas dedicadas a
compartir experiencias y coordinar la presencia confianza entre las instituciones acreditadas y la internacionalización de la educación superior,
internacional. las no acreditadas. en lugar de ser una iniciativa dependiente de la
Ascun.
La inversión en ciencia, tecnología e innovación en Colombia, en la actualidad ronda el 0,47 % del producto nacional:
El porcentaje del PIB dedicado a la inversión en I+D era de alrededor del 0,18 % en 2006, una cifra muy baja en comparación con el promedio
de 0,63 % correspondiente a Latinoamérica y el Caribe, y más aún en relación con la media del 2,26 % de la OECD ( OECD, 2012).
29
Tabla 6. Indicadores de las actividades de investigación en los países latinoamericanos seleccionados
Países
Tipología
Venezuela Perú México Colombia Chile Brasil Argentina
Artículos sobre
investigación 1400 761 9778 2386 4952 34 243 7739
científica.
Artículos sobre
investigación
científica, % 0,00 0,00 0,68 0,16 0,34 2,41 0,54
del total mun-
dial.
Artículos sobre
investigación
científica por
0,18 6,59 6,31 1,80 4,19
millón de USD
gastados en
I+D.
Patentes
concedidas a 13 213 20 130 13 529 248
residentes.
Doctorados
19 0 2724 152 395 11 368 937
reconocidos.
Fuente: Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología, 2009.
En los tres últimos años, el Gobierno de Colombia ha puesto la ciencia y la tecnología al frente de su estrategia de competitivi-
dad, al considerarlas como una de las cinco locomotoras necesarias para estimular el crecimiento económico:
Los acontecimientos recientes en el ámbito de CT+I incluyen la ejecución actual de dos préstamos del Banco Mundial y del BID por un valor
de USD 25 millones cada uno, con el objetivo de fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, en el marco del CONPES
3582. Los principales componentes de la primera fase de este proyecto incluyen el aumento de las capacidades operativa y legislativa y el
fortalecimiento institucional del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación; el aumento de la capacidad de COLCIENCIAS para
fomentar el desarrollo del capital humano en ciencia y tecnología (OECD, 2012).
30
2.9. FINANCIACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Los ministerios de Educación y de Hacienda no aplican ninguna fórmula de financiación y el presupuesto que reciben las insti-
tuciones de educación superior está relacionado solo marginalmente con las medidas de funcionamiento. Es decir, conserva su
vigencia el artículo 86 de la Ley 30 de 1992, cuyos criterios para la distribución de los recursos que destina el Gobierno nacional
son los presupuestos de rentas y gastos vigentes en 1993, ajustados a la inflación. Adicional a ello, cabe destacar:
La desigual distribución de los subsidios del Gobierno entre las 32 universidades públicas de Colombia es evidente de la necesidad de que el
Gobierno de Colombia se aleje del método arbitrario de distribución actual, que no tiene en cuenta el número de alumnos matriculados, los
resultados de una determinada universidad, la relevancia de sus programas o ni siquiera los costos ocasionados (OECD, 2012).
Actualmente en Colombia existen 3.179.102 graduados de la educación superior entre los años 2001 y 2014, de los cuales 1.355.919 fueron
solo entre los años 2011 y 2014. Pues bien, del total de graduados entre el 2011 y el 2014, 76.744 de los títulos otorgados fueron de programas
técnicos profesionales (5,7 %), 363.967 del nivel tecnológico (26,8 %) y 614.598 del universitario (45,3 %). Por el lado de posgrados, se aprecia
que 258.744 personas recibieron títulos de especialización (19,1 %), mientras que de maestría lo hicieron 40.521 (3,0 %) personas y de docto-
rado otras 1345 (0,1 %).
Según la Institución de Educación Superior (IES), el 48,0 % de los graduados entre el 2011 y el 2014 recibió su título en IES oficiales o públicas
y el restante 52,0 % en IES privadas.
31
Referente a los graduados entre el 2011 y 2014, Bogotá y Antioquia son los departamentos que presentan una mayor concentración de gra-
duados en educación superior. Entre estos años, 457.942 personas en la capital y 184.514 en el departamento Antioqueño. A estos dos depar-
tamentos le siguen Valle del Cauca (102.193), Santander (89.993) y Atlántico (60.139). Por el contrario, los departamentos con menor número
de titulados en educación superior son Vaupés (184), Guainía (318) y Vichada (433)
Tabla 8. Principales hallazgos en la revisión de la OECD y del Banco Mundial en 2012 sobre la educación superior en Colombia
1. Aunque el principio de acceso justo y equitativo a las oportunidades de educación superior goza de un apoyo amplio, en la práctica su logro
todavía está por alcanzar.
2. Los egresados bachilleres en Colombia se encuentran mucho menos preparados para ingresar y triunfar en la educación superior que sus pares
en países competidores, ya que son más jóvenes y han alcanzado estándares educativos más bajos, a excepción de quienes estudiaron en cole-
gios privados elitistas. Esto genera inequidad en el acceso de los estudiantes menos favorecidos y altas tasas de deserción.
3. Los sistemas de asignación de recursos públicos entre las instituciones de educación superior (IES) no están correctamente alineados con las ne-
cesidades económicas del país y las aspiraciones de los estudiantes. Tampoco tienen suficientemente en cuenta las diferencias entre instituciones
en cuanto a calidad, desempeño y rentabilidad.
4. El sistema de aseguramiento de calidad de la educación superior aún necesita considerables mejoras, especialmente en lo que corresponde a
instituciones y programas no universitarios.
5. Los estudiantes, sus familias y los proveedores de educación superior por igual perciben la educación tecnológica y técnica profesional —que es
vital para la economía del país— como el “pariente pobre” del sector universitario. Muchos proveedores de educación técnica y tecnológica prefe-
rirían subir al nivel de universidad en vez de enfocarse en convertirse en excelentes instituciones técnicas y tecnológicas; muchos de sus estudian-
tes quieren pasar a la universidad —y no al mercado laboral— después de su graduación.
6. Colombia aún tiene mucho por hacer para abrir caminos y trampolines mediante el sistema para los estudiantes que quieren avanzar a otros nive-
les de educación superior. Sería útil contar con una jerarquía más simple y clara de titulaciones de educación superior y cualificaciones.
7. También hay margen para mejorar los vínculos entre instituciones, especialmente universidades públicas y empleadores; el nivel de la inversión
en investigación; la transparencia de muchos procesos y decisiones importantes, entre ellos los acuerdos financieros de las instituciones privadas;
rendición de cuentas sobre resultados y utilización de recursos, y la internacionalización del sistema de educación superior
Fuente: OECD, 2013.
32
Tabla 9. Plan de desarrollo 2014-2018
Fuente: DNP.
2.11. FINANCIACIÓN
En el 2013, el gasto público total de la educación superior ascendió a 5,6 billones (USD 2.000 millones, a octubre del 2015), de los cuales cerca
de la mitad (47 %) correspondió a transferencias directas del Gobierno nacional a las instituciones de educación superior (OECD, 2012).
En 2012 se asignaron US$ 2.385 por cada estudiante universitario, US$ 130 por cada estudiante de institución universitaria y
US$ 520 por cada estudiante de institución técnica o tecnológica. Algunas universidades públicas reciben un subsidio mucho
mayor por estudiante que otras: en 2012, el subsidio gubernamental varió de US$ 5.682 para la Universidad Nacional de Colom-
bia a US$ 294 para la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (OECD, 2012).
En 2013, 2,1 millones de estudiantes se matricularon en educación superior en Colombia, una tasa neta de matriculación del 48
% comparada con solo el 28 % en 2004. Esta tasa es similar al promedio de América Latina y el Caribe (44 %) aunque está clara-
mente por debajo de los niveles alcanzados por Chile (79 %) y el promedio de la OECD (72 %). En Colombia, la distribución de
las matrículas entre instituciones del sector público y privado es bastante homogénea: en 2013, el 52 % de los estudiantes esta-
33
ban matriculados en el sector público. Sin embargo, la participación de la población estudiantil en las instituciones privadas ha
venido creciendo, lenta pero consistentemente, del 45 % en 2009 al 48 % en 2013 (CESU, 2014).
Visión y estrategia a largo plazo del Consejo Nacional de Educación Superior “Acuerdo por lo Superior 2034: Propuesta de Política Pública
para la Excelencia de la Educación Superior en Colombia en el Escenario de la Paz”
La Ley 30 fue concebida cuando Colombia tenía menos de 500.000 estudiantes de educación superior, mientras que en la actualidad hay más de 2
millones. El informe llegó a las siguientes conclusiones principales: las metas fundamentales del sistema de educación superior colombiano son incre-
mentar el acceso y la inclusión, mejorar la calidad y la pertinencia, y fortalecer la investigación, ciencia, tecnología e innovación. Las cuatro estrategias
fundamentales que se necesitan para alcanzar estas metas son: mayor equilibrio y participación regional; uso creativo de tecnologías de la informa-
ción y comunicaciones modernas con aprendizaje en línea y a distancia; internacionalización para instituciones y estudiantes; y la construcción de una
cultura de comunidades educativas estrechamente vinculadas a las responsabilidades ciudadanas y a la cooperación. Sin embargo, ninguna de estas
metas se podría alcanzar sin otras dos: una reforma de la estructura y gestión del sistema y el mantenimiento de su sostenibilidad financiera.
Sociedad y Gobierno Nacional En esta etapa se fijan metas El plan prospectivo tiene
deben definir las entidades para la implementación y se tres elementos: estratégico,
técnicas del Estado, academias desarrolla un plan de activida- intermedio, operacional., que
y ONG, para llevar a cabo la des que asegure la incorpora- consiste en los diferentes pro-
hoja de ruta del 2018 a 2034. ción de los actores necésarios yectos resultantes del plan.
y la secuencia de pasos apro-
piados para la implementación
de la política.
34
Figura 7. Ejes temáticos para la política pública
Educación
Calidad y
media y Gobernanza
pertinencia
superior
Investiga- Sostenibilidad
Regionalización
ción finaciera
35
ESTUDIO DE CASO
Se organizarán equipos de trabajo de tres personas, máximo cuatro, quienes abordarán la formulación o implementación de la
política pública de educación, en alguna de las siguientes temáticas:
Esta se desarrollará en uno de los municipios de cobertura de la regional donde se imparte el programa de MAPT, que discrecio-
nalmente seleccione el discente.
36
CONCLUSIONES
Si bien las evaluaciones internacionales brindan una oportunidad importante para establecer el punto de referencia del siste-
ma educativo de un país y dirigir la atención de los medios de comunicación en el tema de educación, estas deben ser com-
plementadas por un sistema fuerte de evaluaciones nacionales que apoyen el mejoramiento continuo y la responsabilización
(Banco Mundial, 2008, p. 86).
El análisis del PISA señala la necesidad de identificar y aplicar estrategias para elevar el logro de los estudiantes con el desem-
peño más bajo, y la bibliografía indica que existe una fuerte relación entre los ingresos familiares y el logro de los estudiantes.
Colombia ha demostrado su disposición a la experimentación y a la evaluación rigurosa de impacto en la implementación de
programas educativos, incluidos los que están dirigidos a estudiantes y familias pobres. En esta línea, es importante que Co-
lombia siga evaluando y refinando tales programas, haciendo hincapié en las estrategias particulares que son más eficaces para
mejorar el aprendizaje de los estudiantes. (Banco Mundial, 2008, p. 86).
El Ministerio de Educación Nacional debe designar una entidad externa para que revise los sistemas de control financiero de la
educación superior colombiana, tanto en el ámbito nacional como institucional. Deben incorporarse los objetivos nacionales
para la educación superior a los procesos de toma de decisiones institucionales, en todos los niveles. Debe animarse al personal
perteneciente a todos los niveles a que reflexione sobre las implicaciones que los objetivos acarrean en sus áreas de responsa-
bilidad a fin de que colaboren en su consecución. (OECD-Banco Mundial, Educación superior en Colombia, 2012, p. 85).
Con el fin de hacer frente a la falta de preparación para la universidad de muchos colombianos, sobre todo los chicos, cuando
terminan la secundaria, el gobierno debería plantearse introducir un 12º grado de escolaridad. Si esto se descarta debido al
costo, el gobierno debería introducir un curso-puente entre la secundaria y la superior, para los que aspiran a acceder a la su-
perior o para los que necesitan mejorar sus conocimientos y habilidades para poder competir eficazmente por un cupo en la
educación superior. Los cursos puente podrían ser impartidos por instituciones de educación superior, colegios de secundaria,
por ambos en colaboración o por nuevos institutos especiales para el 12º grado. Sería interesante plantear la introducción de
grados básicos. Además, Colombia debe intensificar los esfuerzos para mejorar la calidad y la equidad de la Educación secun-
daria y buscar la manera de proporcionar a los estudiantes de secundaria orientación personalizada sobre sus opciones para
acceder a la educación superior. Para mejorar la información disponible sobre las competencias académicas de cada estudiante
y su idoneidad para los diversos estudios de educación superior y profesional, debería ser obligatorio que todos los alumnos de
11º grado realicen la prueba SABER 11 (OECD, Banco Mundial, Educación superior en Colombia, 2012, p. 146).
37
MATERIAL DE ESTUDIO
Temas que abordan Referencia bibliográfica (APA) Ubicación (el link web o la base de datos)
• Acceso y equidad en Banco Mundial, (2008) La calidad de la educación en Colombia: un https://www.oecd.org/edu/ Colombia.pdf
la educación. análisis y algunas opciones para un programa de política. http://www.mineducacion.gov.co
• Calidad de la educa- OECD (2012). Banco Mundial, Educación superior en Colombia. https://www.oecd.org/edu/Colombia.pdf
ción.
• Financiamiento de la
educación
• Investigación e inno-
vación.
38
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DEL CONTENIDO DISCIPLINAR
Arias, E. (2005) Objetivos de los planes de desarrollo Nacional y sus resultados en el desarrollo nacional. Disponible en http://www.acceconomicas.org.co/
documents/TRABAJO %20INGRESO %20ACADEMICO %20CORRESPONDIENTE %20EDUARDO %20ARIAS %20OSORIO[1].doc
Chaparro S. (2011). Para reducir la informalidad: Educación superior con equidad. Disponible en http://www.semana.com/opinion/articulo/para-reducir-in-
formalidad-educacion-superior-equidad/250543-3
Gómez, D. (2015) Argumentos Ético-económicos en los planes de Educación en Colombia, 1990-2014, Revista Unimar, 33-41.
Montenegro, A. & Rivas, R. (2005). Las Piezas del Rompecabezas. Desigualdad, pobreza y crecimiento. Bogotá: Auros.
OECD (2012) Educación superior en Colombia. Disponible en https://www.oecd.org/edu/skills-beyond-school/Evaluaciones %20de %20pol %C3 %ADticas
%20nacionales %20de %20Educaci %C3 %B3n %20- %20La %20Educaci %C3 %B3n %20superior %20en %20Colombia.pdf
Todo conocimiento conlleva el riesgo del error y de la ilusión. La educación debe contar siempre con esa posibilidad. El cono-
cimiento humano es frágil y está expuesto a alucinaciones, a errores de percepción o de juicio, a perturbaciones y ruidos, a la
influencia distorsionadora de los afectos, la impronta de la propia cultura, al conformismo, a la selección meramente socioló-
gica de nuestras ideas, etc. Se podría pensar, por ejemplo que, despojando de afecto todo conocimiento, eliminamos el riesgo
de error. Es cierto que el odio, la amistad o el amor pueden enceguecernos, pero también es cierto que el desarrollo de la inte-
ligencia es inseparable del de la afectividad. La afectividad puede oscurecer el conocimiento pero también puede fortalecerlo.
Se podría también creer que el conocimiento científico garantiza la detección de errores y milita contra la ilusión perceptiva.
Pero ninguna teoría científica está inmunizada para siempre contra el error. Incluso hay teorías y doctrinas que protegen con
39
apariencia intelectual sus propios errores. La primera e ineludible tarea de la educación es enseñar un conocimiento capaz de
criticar el propio conocimiento. Debemos enseñar a evitar la doble enajenación: la de nuestra mente por sus ideas y la de las
propias ideas por nuestra mente. Los dioses se nutren de nuestras ideas sobre Dios, pero inmediatamente se tornan despiada-
damente exigentes. Un Dios es insaciable. La búsqueda de la verdad exige reflexibilidad, crítica y corrección de errores. Pero,
además, necesitamos una cierta convivencialidad con nuestras ideas y con nuestros mitos. El primer objetivo de la educación
del futuro será dotar a los alumnos de la capacidad para detectar y subsanar los errores e ilusiones del conocimiento y, al mismo
tiempo, enseñarles a convivir con sus ideas, sin ser destruidos por ellas.
La educación en Colombia
Colombia ha puesto a la educación como la principal prioridad para mejorar la prosperidad económica y social del país y ha
prometido más recursos para este sector que para cualquier otra área de política. Ya ha dado grandes pasos para ofrecer una
educación incluyente y de calidad. Ha logrado alargar el periodo de tiempo que los niños colombianos van a la escuela, y ha
garantizado que más niños ingresen al sistema desde edades más tempranas y continúen hasta la educación superior, en par-
ticular, entre los más desfavorecidos. Se han introducido mecanismos de aseguramiento de la calidad y se han hecho esfuerzos
para mejorar la profesión docente. Estos son logros notables considerando los retos socioeconómicos y las disparidades regio-
nales que enfrenta el país. Sostener este progreso será crucial para convertir en realidad las ambiciones de Colombia de ser el
país mejor educado de América Latina. Este informe ha sido desarrollado como aporte para el proceso de la adhesión de Co-
lombia a la OECD. Evalúa las políticas y prácticas colombianas y las compara con las mejores políticas y prácticas de la OECD en
lo referente a la educación y a las competencias. Evalúa la educación como un sistema integral desde la atención y educación de
la primera infancia hasta la educación superior, usando cinco principios importantes de los sistemas educativos con buen des-
empeño: • un marcado enfoque en el mejoramiento de los resultados del aprendizaje, entre estos los siguientes: • equidad de
oportunidades educativas • capacidad para recopilar y usar datos para documentar las políticas • uso efectivo de la financiación
para orientar las reformas • mayor participación de las múltiples partes interesadas en el diseño y la implementación de las políticas
40
La educación superior en Colombia
OCDE. 2012.
Los principales objetivos políticos del gobierno para la educación superior se centran en los retos fundamentales: ampliar la co-
bertura y mejorar la equidad, aumentar la calidad y la pertinencia, y hacer que la gobernabilidad y las finanzas funcionen mejor.
Para alcanzar estos objetivos, los responsables políticos y los interesados deben encontrar la forma de llegar a un consenso, tra-
bajar juntos y superar la inercia. Como cualquier sistema de educación superior, con el tiempo Colombia ha dejado de centrarse
exclusivamente en las necesidades de los estudiantes, graduados, y la sociedad en la que viven y trabajan. Volver a centrarse en
cómo la educación superior puede cubrir estas necesidades es un buen principio vertebrador de la reforma.
La gobernabilidad del sistema de educación superior en Colombia refleja la autonomía y la independencia de sus instituciones.
En muchos países, incluyendo Colombia, se reconoce la fuerza y los beneficios de un sistema de educación superior descentra-
lizado. Las nuevas y emergentes demandas en los sistemas de educación superior reclaman estructuras de Gobierno altamente
eficaces y con mayor capacidad de respuesta, centradas en los resultados, la transparencia y responsabilidad. Colombia debería
tratar de perfeccionar los acuerdos de gobernabilidad continuamente para alcanzar estos objetivos.
Sistema nacional de indicadores educativos para los niveles de preescolar, básica y media en Colombia
La información estadística es fundamental para la formulación, ejecución y evaluación de las políticas públicas, para tener in-
formación objetiva que permita conocer la realidad educativa del país, se hace necesario contar con un sistema de indicadores
para monitorear permanentemente la prestación del servicio educativo, a fin de disminuir las diferencias regionales que en
materia educativa se presentan.
La presente publicación es un primer avance sobre la iniciativa del Ministerio de Educación Nacional de crear un Sistema nacional
de Indicadores Educativos que permitan aportar elementos para la planificación y la evaluación de la política educativa en un
marco de comparabilidad con otros sistemas educativos, tanto en el entorno latinoamericano, como también a nivel mundial.
Por lo tanto, este manual metodológico de indicadores educativos tiene por objeto poner a disposición de los actores del siste-
ma educativo, y al público en general, una herramienta que facilite el cálculo y la interpretación de los indicadores del sistema
nacional de indicadores.
41
Los indicadores seleccionados se construyeron con base en la revisión detallada de los estándares internacionales para el dise-
ño y la construcción de indicadores y los lineamientos establecidos por United Nations Educational Scientific and Cultural Orga-
nization – Unesco, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Tecnología–OEI y la aplicación
de las directrices de Naciones Unidas para la producción de estadísticas oficiales.
Por otra parte, por considerarse un sistema a largo plazo, se hace necesario realizar una revisión continua a fin de mantenerlo
actualizado, para contar con información e indicadores oportunos que apoyen el análisis y la toma de decisiones por parte del
gobierno en materia educativa y permitan la comparación internacional, para lo cual la retroalimentación de técnicos, expertos
y usuarios es fundamental en el proceso de consolidación de largo plazo del sistema.
Estos lineamientos exponen claramente cómo la educación inclusiva es una estrategia central para la inclusión social, una in-
clusión que, al trascender la dicotomía tradicional asociada al concepto de exclusión, permite pensar en un modelo educativo
abierto y generoso que entiende la diversidad como una característica inherente no solo al ser humano sino a la vida misma.
Gracias a este documento, pionero en América Latina, el Ministerio de Educación Nacional ha conseguido aterrizar el ideal con-
ceptual de la educación inclusiva a la realidad colombiana, caracterizada por su riqueza étnica y cultural.
En Colombia, es importante que seamos conscientes de nuestro propio proceso y de lo que significa entender nuestro contex-
to, con el fin de lograr una educación inclusiva donde el cierre de brechas de inequidad, sea el camino a la prosperidad. Una
prosperidad que permita un ejercicio pleno de los derechos y del acceso a las oportunidades mediante medidas estructurales
de política pública.
El cambio de paradigma de la educación inclusiva a escala mundial implica modificaciones sustanciales en las culturas, en las
mentalidades, en las políticas, en las ofertas y en las prácticas educativas, de solo acotarla a grupos de población a transformarla
en un principio/eje transversal de organización y de funcionamiento de los sistemas educativos. Uno de los mayores desafíos
radica en progresar desde un concepto de educación inclusiva ligado esencialmente a grupos y personas categorizadas en
función de las denominadas necesidades especiales y de situaciones de marginalidad y de pobreza, a su entendimiento como
atención personalizada a la diversidad de expectativas y necesidades de todo el alumnado. La inclusión parte del supuesto
que todo ser humano es especial a su manera, y que requiere una respuesta educativa singular que transforme el potencial de
aprendizaje que todas y todos abrigamos, en una realidad gratificante y sustentable
42
WEBGRAFÍA
Argumentos ético-económicos en los planes de educación en Colombia. Disponible en http://www.umariana.edu.co/ojs-editorial/index.php/unimar/
article/viewFile/902/pdf_17
Educación superior en Colombia. Disponible en https://www.oecd.org/edu/skills-beyond-school/Evaluaciones %20de %20pol %C3 %ADticas %20nacio-
nales %20de %20Educaci %C3 %B3n %20- %20La %20Educaci %C3 %B3n %20superior %20en %20Colombia.pdf
Líneas estratégicas de la política educativa del Ministerio de Educación Nacional. Disponible en http://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-355154_
foto_portada.pdf
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GLOSARIO
Conpes: Consejo Nacional de Política Social y Económica.
EPBM: Educación Preescolar, Básica y Media.
ETC: Entidad Territorial Certificada.
Ines: Proyecto de Indicadores Internacionales de los Sistemas Educativos.
OAPF: Oficina Asesora de Planeación y Finanzas del Ministerio de Educación Nacional.
Prie: Proyecto Regional de Indicadores Educativos
Sineb: Sistema de Información Nacional de Educación Básica y Media.
Simat: Sistema Integrado de Matrícula.
UIS: Instituto de Estadística de la UNESCO.
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