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A M O D O D E I N T R O D U C C I O N .-
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La mano, expresa en sus movimientos, la realidad


de lo que pensamos y sentimos en un lenguaje no verbal.
 
Ch. Wolff
 
 
Si pedimos a varios individuos que nos describan un paisaje imaginado
e incluso el paisaje que tengan ante los ojos, veremos que es dificil que
coincidan en el modo de hacerlo y en el sentido y enfoque de su descripci¢n.
 
Estas diferencias de unos individuos a otros en el modo de ver un mismo
objeto o una serie de ellos, dependen de las vivencias y motivaciones, del
archivo de experiencias, de la cultura e imaginaci¢n, de la vocaci¢n y del gus-
to ético y estético de cada uno.
 
Cada persona proyecta, en su propio pensamiento sobre los hechos y
las cosas, y en lo que dice y hace, los recuerdos y experiencias vividas,
sus deseos, sus temores, sus sentimientos de agrado o desagrado, su estado
de  nimo alegre, o deprimido, la confianza que le ofrece su propio cuerpo
y su autoimágen, es decir, la imágen que tiene de si mismo.
 
Si pedimos a una persona adulta que dibuje "una pareja humana", sin
darse cuenta conscientemente, es probable que, al hacerlo, deje la huella de
muchos de sus problemas profundos, de sus vivencias afectivas relacionadas
con sus contactos familiares y sociales y con la imágen de su propio cuerpo.
 
La ventaja de los tests proyectivos gráficos y muy especialmente del
"Testáde la pareja humana", de Karen Machover, reside en el hecho de revelar
con más prontitud que en otras pruebas, el Rorschach, por ejemplo, el tipo
de adaptaci¢n o el control adaptativo de cada sujeto examinado.
 
Entre los tests proyectivos más utilizados en la selecci¢n y promoci¢n
de personal para las empresas (Rorschach, T.A.T, Szondi, Testáde las relacio-
nes objetales, Wartegg, H.T.P., etc.), el testáde Machover o "Testáde la pare-
ja humana", ofrece alto inter‚s, no ya por su facilidad de aplicaci¢n y
por su economia de tiempo en la interpretaci¢n, sino por la rapidez que pueden
captarse, cuando los hay, los deterioros de la personalidad. Por ejemplo, todo
psic¢logo sabe que, en la medida que en un sujeto es forzada o rigida una
actitud, sea en los dibujos, sea oponiéndose a la prueba, su comportamiento es
neur¢tico y su adaptaci¢n también. Por tanto, un sujeto de éste tipo tenderá a
fracasar al más minimo conflicto con la realidad.
 
En los dibujos de las figuras, los fracasos de adaptaci¢n, se ofrecen
a primera vista al psic¢logo experimentado, bien sea a través de la ubicaci¢n
de los dibujos, en su mala localizaci¢n, en las desproporciones, en las distor-
siones, en las lateralizaciones, en las asimetrias, en la falta de cohesi¢n
(roturas), en la posici¢n inclinada o de caida de las figuras, en las estructu-
ras empobrecidas o rigidas, en los sombreados o rayados, en los contornos
excesivamente repasados o sucios, en detalles aberrantes, etc.
 
Cuando el sujeto muestra una adaptaci¢n natural y espontánea, "un buen
ajuste a la realidad", los dibujos lo traducen y la actitud ante la prueba
también. Los sujetos con buena adaptaci¢n aceptan la prueba de buen grado y
se dedican a la tarea del dibujo como inspirados por la idea de hacer algo
original. Las figuras guardan buena proporci¢n entre si y no se observan dis-
cordancias importantes de tama¤o o de proporci¢n entre las partes y el todo
de las figuras. El trazado es limpio y, aunque haya algun retoque, el conjunto
de las figuras da la impresi¢n de equilibrio, cohesi¢n y unidad.
 
En algunos casos, el aspecto agresivo, distante o poco afectivo de
algunos dibujos, se intenta camuflar en la historia sobre la pareja con rela-
tos en los que se magnifica a las figuras dibujadas, d ndoles un sentido psico-
l¢gico distinto al expresado gráficamente. Por ejemplo, destacando en la histo-
ria sobre el personaje dibujado, la cualidad de un carácter afable, amoroso o
empático, mientras que en el dibujo aparece una expresi¢n fuertemente agresiva.
Los mecanismos de ocultaci¢n que operan en éstos casos, intentan corregir,
tapar o disimular el efecto gráfico del dibujo. Con éste modo de proceder,
el sujeto intenta evitar que se rompan o deterioren las relaciones que desea
tener con su entorno.
 
En el caso de los exámenes de aptitudes para ocupar puestos de
trabajo, el candidato que obra de ésta manera, intenta ocultar a los ojos
del examinador --ésto es muy humano-- las cualidades de carácter que él mismo
reconoce como "no adecuadas" para el puesto que solicita.
 
Otras veces, la cuesti¢n puede ser más grave, si lo que el sujeto
intenta ocultar, o teme que se descubra, es la ineptitud para el puesto de
trabajo o las "tendencias insanas" de su personalidad. Este es el caso de
una candidata al puesto de azafata y vendedora, que en el Testáde la pareja
humana, dibuj¢ la figura femenina con ropas muy "cerradas" y la casa y el
árbol, en otro test, con una cerca, además de otros signos que descubri en
el grafismo, como la onda gráfica muy regresiva y angulosa, sobrealzada, apre-
tada y vertical, con amplio espaciamiento entre palabras, con la firma despla-
zada a la izquierda y abajo, la rúbrica envolvente y con ángulos agudos a la
izquierda, en fin un conjunto de signos negativos en donde ésta candidata
demostraba su falta de sociabilidad y empatia.
 
El modo como cada sujeto toma posici¢n en el papel (el papel es, simb¢-
licamente, como el marco ambiental donde se mueve el sujeto), nos ofrece una
visi¢n reducida, un "microfilm" del modo como se mueve en su ambiente. La forma
como actúa con el lápiz, la pluma o el boligrafo, es una representaci¢n viva
de las reacciones del sujeto frente a situaciones nuevas e inesperadas.
 
Puede avanzar sobre el papel, dibujando las figuras, de manera resuelta
y confiada, seguro y con aplomo, recurriendo a sus imágenes internas, reprodu-
ciendo en forma convencional o "formalista", lo que está memorizando, tal como
se lo han transmitido sus sentidos, es decir, sin crear nada nuevo. En éste caso, el sujeto
demuestra su buena memoria perceptiva, se
siente "conservador", adicto a las normas, a las costumbres y principios esta-
blecidos. Es un rutinario con buena memoria visual.
 
En otros casos, el sujeto intenta ocupar el máximo espacio de papel,
pero avanzando a trompicones, inseguro en el terreno en que se mueve. Quiere
hacer algo grande y notorio pero le faltan recursos para dar a las figuras
la grandiosidad o magnificencia y el aire que desea y a los contornos las
formas correctas. Es el caso de los sujetos muy ambiciosos, cuyas aspiraciones
están en desproporci¢n con las propias posibilidades.
 
A menudo, nos encontramos con sujetos que intentan caricaturizar humo-
risticamente sus problemas, dándoles una visi¢n esquemática, inacabada, ridi-
cula y desviada de si mismos. Estos sujetos, suelen evadirse de la responsabi-
lidad de hacer algo serio y meritorio.
 
Otros sujetos, toman la posici¢n de un retraimiento defensivo, reple-
gándose hacia el lado izquierdo del papel y minimizando las figuras dimensio-
nalmente. El dibujo se proyecta en ésta zona pasiva timidamente,
como si el sujeto encontrara bloqueado el camino de la expansi¢n y avanzara
con miedo y dificultad en un terreno donde a un lado está la irritabilidad
y al otro la angustia. Su avance entre la inquietud y la fatiga, entre la
impulsividad y el vértigo, es la causa de su ambivalencia, nacida de alguna
frustraci¢n importante que le pone en retirada.
 
En cambio, otros sujetos, sienten la necesidad de expresar su narci-
sismo corporal exhibicionista y su agresividad en una actitud avasalladora
frente al ambiente. Hacen la figura masculina grande y en posici¢n de ataque.
Disminuyen o dan menos volumen a la figura femenina monstrándonos
los detalles libidinosos y ostentatorios del cuerpo. Se expresa de ésta manera
la satisfacci¢n por el propio cuerpo.
 
La expresividad simb¢lica de los dibujos en el "Testáde la pareja huma-
na", la da también el siguiente caso, entre muchos otros que podria citar :
 
Haciendo un exámen a un alto empleado, éste dibuj¢ las figuras corres-
pondietes a la pareja con lineas claras y bien perfiladas. En cambio, aparecia
en un segundo plano, una figura de niña con los trazos muy esfumados, como
vistos a través de una nube. Extrañado por ‚ste contraste, pregunté al examina-
do lo que representaba para él aquella niña. Emocionado el candidato a directi-
vo, me contest¢ lo siguiente : "Hace tres meses, en un adelantamiento peligroso
en carretera, tuve un grave accidente en el que muri¢ mi única hija de once
años. Desde entonces, no me la puedo sacar de la cabeza, porque tengo la impre-
si¢n de haberla yo mismo asesinado".
 
En el dibujo de la pareja humana, en el testáde Machover, siempre hay
algo expresivo. Es un testáque descubre una gran cantidad de problemas profun-
dos de la personalidad, desde la normalidad de un buen ajuste o del sujeto
que se integra sin problemas a la realidad, hasta los más extremos limites
de las psic¢sis o de la "pérdida de sentido de la vida psiquica".
 
El "Testáde la pareja humana", capta con relativa facilidad, la gran
cantidad de ansiosos, angustiados o neur¢ticos que tienen problemas de
adaptaci¢n, problemas de fracaso con la realidad o que defienden su elevada
pero frágil dignidad a base de evasi¢n, negatividad, justificaciones anodinas,
o intentos fallidos.
 
Para aplicar el "Testáde Machover o de la pareja humana", se pide
a la persona (o personas) que se va a examinar que dibuje (o dibujen) una
pareja humana, sin dar ningún dato de sexo, edad, estado, etc.
 
El "Testáde Machover", goza actualmente de abundante literatura en
inglés, francés, alemán y español. Pero asi como yo he trabajado éste y otros
tests, mayormente con sujetos normales, la mayor parte de autores y obras
existentes en el mercado, son el producto de aplicaciones a sujetos más o menos
desadaptados, delincuentes, neur¢ticos y psic¢ticos. Este test, como el Rors-
chach, el Szondi, el T.A.T., el Desiderativo. el Testádel árbol, etc. se ins-
pira en las teorias psicoanaliticas modernas.
 
Dentro del amplio campo de los tests proyectivos gráficos, donde el
Grafoanálisis es el rey, el "Testáde la pareja humana" puede considerarse como
uno de los más útiles, a condici¢n, claro está, que la formaci¢n del psic¢logo
que aplique ésta prueba tenga la adecuada experiencia y dominio de la misma.
 
Como en todos mis trabajos y publicaciones anteriores, me limito a expo-
ner mis observaciones, sin intentar ninguna justificaci¢n filos¢fica o te¢rica
a priori. En algunos casos he procedido a la inversa, después de comprobar
los signos y sus posibles significados, he intentado buscar la explicaci¢n
para dar una base te¢rica a los mismos.
 
Sin embargo, aunque para los te¢ricos de la teoria el conocimiento
de algo empieza cuando se puede explicar mediante especulaciones filos¢ficas,
o con apoyo de leyes o de estadisticas, para mi, como hombre práctico, lo que
siempre me interesa son los hechos, las observaciones y cotejos, tengan o n¢
un aval te¢rico o una ley en qu‚ apoyarse.
 
Acostumbrado, por el Grafoanálisis, a ver al ser humano "en movimien-
to", me resulta dificil, a veces, localizarlo a través de leyes, clasifica-
 

 
1 - T E O R I A G E N E R A L .-
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La tendencia a dibujar personas es una de las manifestaciones gráficas
que observamos en el niño cuando le entregamos una hoja de papel y un lápiz.
La mayor parte de las veces, antes de dibujar alguna otra cosa, dibujan moni-
gotes. En éste hecho se inspir¢ Florence Goudenoug para realizar su testáde
inteligencia infantil mediante el dibujo de la figura humana, realizado por
los niños.
 
Bas ndose en el grado de perfecci¢n, en el equilibrio general y en
la riqueza de detalles, el testáde Florence Goudenoug determina el grado de
inteligencia infantil.
 
"Lo que cada cual dibuja --dice Portuondo-- está intimamente relacio-
nado con sus impulsos, ansiedades, conflictos internos y compensaciones carac-
teristicas de su personalidad. La figura dibujada es, en cierto modo, una re-
presentaci¢n o proyecci¢n de la propia personalidad y del papel que desempe¤a
el sujeto en su propio ambiente".
 
Los dibujos de figuras humanas (DFH) ponen, de alguna manera en evi-
dencia, las preocupaciones, las preferencias, las necesidades o deseos repri-
midos, las frustraciones, el equilibrio o desequilibrio interior y la manera
de conducirse o de elaborar el comportamiento de cara a su ambiente. Nos indica
también cual es la situaci¢n afectiva del momento, en relaci¢n con el otro
sexo, con su esfera profesional o con el entorno social y cuales son las
razones inconscientes que determinan sus reacciones, sus actitudes, sus pos-
turas, etc., cuando el sujeto se enfrenta consigo mismo o con sus problemas
vitales

 
El testáde Karen Machover del dibujo de la figura humana (DFH), tiene
la ventaja de ofrecer economia de tiempo en su aplicaci¢n y fiabilidad en los
resultados, al ser el propio sujeto quien nos ofrece, gr ficamente, una proyec-
ci¢n directa de si mismo y de sus posibles complejos psicol¢gicos. Por esta
raz¢n es una de las pruebas más utilizadas.
 
 
 
 
ACTITUD ANTE LA PRUEBA.-
 

Los individuos sin problemas de adaptaci¢n y con una autoimágen


positiva, es decir, con plena confianza en si mismos, responden normal-
mente ante la prueba y comienzan la tarea de los DFH sin ningún tipo de
bloqueo, lo que quiere decir que la prueba no roza cuestiones que se
puedan referir a complejos con gran carga afectiva.
 
Se observa, en general, que las mujeres aceptan de mejor grado que
los hombres el desafio que se les hace para que demuestren su capacidad
creadora dibujando la pareja humana. La mayor parte de las féminas hacen
lo posible por demostrar su buena disposici¢n y habilidad, tanto en los
dibujos de la pareja como en el relato o historia sobre los DFH.
 
En cambio, algunos individuos varones, se muestran indecisos, torpes
o temerosos en salir del apuro, como si el hecho de realizar ‚sta tarea fuese
una prueba de su valia personal. Cuando se observa ésta actitud, conviene
recalcar que no se va a juzgar la valia del dibujo, sin¢ la imaginaci¢n crea-
dora, la originalidad como cada cual resuelve el tema.
 
Cuando, a pesar de la aclaraci¢n, el sujeto sigue en estado de inde-
cisi¢n pasiva, sin tomar ninguna iniciativa, es de sospechar que la conducta
de tal sujeto es aparentemente adaptada y sufre de una autoim gen negativa
o de fracaso. En algun caso, el sujeto trata de eludir la prueba alegando
fatiga, encontrarse mal, o no saber dibujar, siendo inútil toda explicaci¢n
reto o estimulo para que realice la prueba. La negaci¢n rotunda a realizar
los DFH, o el intento de justificarse con cualquier excusa absurda, puede
interpretarse como un mecanismo de defensa frente a la desadataci¢n o frente
a complejos de menor valia que privan al sujeto de la sensaci¢n intima de
capacidad para resolver problemas indispensables para su evoluci¢n.
 
Por tanto, evadir la realizaci¢n del DFH o del Testáde la pareja
humana, es un sintoma de angustia ante la prueba de si mismo, ante la inmi-
nencia de la revelaci¢n, no deseada, de rasgos de personalidad que el
sujeto no quiere que se descubran. Puede ser también que el sujeto se defienda
o tema un fracaso que no sabria aceptar.
 
Cuando el sujeto dibuja monigotes o figuras en forma de alambre
(recurso de evasi¢n del problema), si se le insiste en que debe hacer el
dibujo completo, muchas veces se logran realizaciones más o menos buenas
o logradas.
 
Según la Dra. Romano, la resistencia muda, no confesada, a la prueba,
puede estar indicada cuando el sujeto dibuja las figuras de espaldas (expre-
sion de huida ante una tarea que no se quiere realizar, o ante un posible
castigo o recriminaci¢n de personas que representan "autoridad"). Si una de
las figura del DFH está de espaldas y la otra de cara puede indicar una
situaci¢n conflictiva en la pareja.
 

 
LA CALIDAD DE LOS DIBUJOS Y EL NIVEL DE MADUREZ PSICOLOGICA.-
 
La calidad (belleza, armonia, equilibrio, soltura y originalidad de
los DFH), es decir, la habilidad para representar sobre el papel las figuras
tal como son mentalmente concebidas, parece estar más relacionada con la escala
o nivel de maduraci¢n psicol¢gica, que con su capacidad artistica o de ejecu-
ci¢n. Lo contrario, se da por supuesto.
 
Cuando el nivel de calidad del dibujo es bajo y el nivel del C.I. (co-
ciente de inteligencia) está por encima de la media estadistica, algunos
autores sospechan la posibilidad de perturbaciones en la adaptaci¢n del sujeto
a su medio ambiente, pero según nuestra propia experiencia con ésta prueba,
no siempre es asi.
 
Tal como sugiere Enri Wallon, debemos considerar, con respecto a la
facultad de la expresi¢n gráfica, tres niveles en la etapa de evoluci¢n :
a) el nivel "motor" que corresponde a sujetos que reaccionan a base
de excitaciones o simples descargas motoras, produciendo garabatos o figuras
deformadas o sin cohesi¢n. Este nivel corresponde a una primera etapa infantil.
b) el nivel "perceptivo" en que el sujeto es capaz de trasladar al
papel aquellos objetos que tiene delante de los ojos y que está percibiendo
en determinado momento y
c) el nivel "representativo", que ya es mucho más evolucionado y permi-
te al sujeto reproducir objetos anteriormente percibidos y crear nuevos obje-
tos tomando como base otros objetos conocidos y memorizados.
 
Por tanto, si tenemos en cuenta éstos niveles defendidos por Wallon,
ser  necesario considerar en cada sujeto, no s¢lo su memoria visual, sino
también el aprendizaje recibido (estudios cursados y profesi¢n ejercida).
 
Cuando el nivel de calidad de los DFH es superior al C.I., es posible
que el sujeto se haya desarrollado en medios artisticos o que busque una
compensaci¢n a sus minusvalias desarrollando sus cualidades como dibujante
o artista. Karen Machover observ¢ excelentes dibujos en sujetos
con facultades auditivas defectuosas.
 
La forma como cada sujeto ejecuta los DFH, no depende s¢lo, como
hemos visto, del grado de inteligencia. Influyen también los factores afec-
tivos y el equilibrio de la personalidad total. En algunos casos, observaremos
que algunos DFH aparecen muy inferiores en calidad de lo que los sujetos valen
en realidad. Esto se puede deber a que, en el momento de la prueba, han inter-
venido factores afectivos de inhibici¢n. Por eso, es conveniente pedir a los
examinandos que dibujen cada personaje lo mejor que puedan. En determinados
casos, no es aconsejable juzgar la inteligencia a través de los DFH.
 
Los DFH inarm¢nicos o estructuralmente pobres, suelen darse en los
siguientes casos :
 
a) el de los sujetos que, por estar muy inhibidos, reducen su dibujo
a un monigote, a un pulido esquema sin intensidad de vida, o a una figura de
alambre.
b) el de los sujetos disl‚xicos o con fuerte carga depresiva que
producen dibujos mal lateralizados, por ejemplo, con predominio del lado de-
recho y torpeza en el modo de resolver el lado izquierdo, o viceversa, o di-
bujando figuras incompletas. Este caso puede darse también
en ciertos "zurdos contrariados" o en sujetos con algun padecimiento corporal,
que muchas veces se niegan a hacer la prueba, sea por una actitud de defensa
inconsciente o para no proyectar las propias minusvalias.
 
Mediante la observaci¢n de los DFH se pueden captar infinidad de pro-
blemas relacionados con el propio cuerpo. Minkowska y Corman, bas ndose la
primera en los tipos "anal" y "oral" de Freud y Corman en sus tipos "dilatado"
y "retraido", separan ambas tendencias de acuerdo con el aspecto estructural
y la actitud de las figuras en los DFH.
 
El Dr. Corman, siguiendo a Franciska Minkowsca, en su obra "El dibu-
jo de la familia", (página 36), describe éstos tipos de la manera siguiente :
 
El tipo "sensorial" ("oral"-"dilatado"), se nota en la presencia
en el dibujo de las lineas curvas, en la ampulosidad de las figuras y en su
tendencia al movimiento.
 
El tipo "racional" ("anal"- "retraido") se caracteriza por la estereo-
tipia, por la casi rigidez de las actitudes, por el aislamiento de un personaje
del otro, por el cuidado extremo en el dibujo y por el predominio de las lineas
rectas y de los  ngulos sobre las curvas.
 
"Cuando se observan éstos dos tipos de dibujos --dice Corman--se tiene
la impresi¢n que han sido realizados por personas diametralmente opuestas de
carácter".
 

 
 
 
1-LA INTERPRETACION DE LOS SIGNOS EN EL "TESTÁDE MACHOVER".-
 
Es frecuente incurrir en el error de interpretar los signos aisla-
damente sin tener en cuenta el conjunto, como si la personalidad de cada
sujeto fuese una especie de "puzle" que se pudiera unir por piezas. La inter-
pretaci¢n de un dibujo analizando los signos uno a uno como si se tratara de
un recetario de cocina, es un procedimiento absurdo que puede conducir a gra-
ves errores.
 
"Hay --dice Koppitz-- quien consulta el significado de cada signo y
sale con un diagn¢stico listo para llevar, sin considerar la figura total,
sin tomar en cuenta el sexo, la edad, el estado civil, el nivel de inteligen-
cia, el "status" econ¢mico y social, las circunstancias que rodean la vida
del sujeto en el momento de la prueba e ignorando, además, las circunstancias
en las que realiz¢ el DFH".
 
En nuestros protocolos, dentro de lo que la necesaria discrecci¢n
permite, en la selecci¢n y promoci¢n de personal, registramos en cada caso,
en el expediente de exámen, datos tan importantes como el C.I. (cociente de
inteligencia) que nos da el sujeto, edad, estado, estudios realizados, profe-
si¢n, tiempo de permanencia en cada empresa, aficiones al márgen de la profe-
si¢n, etc. Esto nos permite tener una informaci¢n más o menos amplia sobre
las circunstancias que rodean la vida del sujeto que, generalmente, se amplia
con la técnica de la entrevista.
 
El grafoanálisis se aplica, en todos los casos, como complemento a la
bateria de tests psicotécnicos y proyectivos, sobre todo en la selecci¢n o
en la promoci¢n de candidatos a puestos muy cualificados.
 
Personalmente doy más importancia al Grafoanálisis, a la Grafologia,
que a las demás pruebas proyectivas de lápiz y papel. La raz¢n es la
siguiente : Aparte de mi experiencia de más de medio siglo empleando la Gra-
fologia, está el hecho que la escritura se inicia con un aprendizaje en el
que las letras parten de un modelo y se dan ya elaboradas, socializadas en
sus aspectos básicos (forma, espacio y movimiento) que, con el tiempo, cada
escritor va acomodando las formas, el espacio y el movimiento gráfico, a su
peculiar gusto y manera de ser, evidenciando, más claramente que otras
pruebas proyectivas, los aspectos caracterol¢gicos normales.
 
En cambio, en el "Testáde la pareja humana" y en el resto de tests
proyectivos gr ficos, no se parte de ningun modelo escolar, sin¢ de las
vivencias libres e internas del sujeto, sin que medie ningun tipo de aprendi-
zaje que lleve a plasmar, de manera automática o semiautomática, la represen-
taci¢n mental que el sujeto tiene del objeto a dibujar. Es más fácil determi-
nar, por la escritura, el carácter, nivel de madurez de la inteligencia y
la facultad de poder expresarse a través de los grafemas, que juzgar la
madurez de carácter y el nivel de inteligencia y habilidad de expresi¢n,
a través de los DFH o de cualquier otra prueba de lápiz y papel.
 
Sin embargo, salvo en el caso de dibujantes, pintores, escultores,
etc., que pueden partir de algun modelo estructural previo, más o menos so-
cializado o convencional, en la mayor parte de casos, cada DFH es una pro-
yecci¢n de nuestros contenidos inconscientes en donde liberamos, sin darnos
cuenta, la expansi¢n de nuestras tendencias más primitivas, los conflictos
internos y muchas de nuestras pulsiones inconscientes, más o menos dormidas,
reprimidas o bloqueadas.
 
Resumiendo : La Grafologia descubre con mayor facilidad los aspectos
caracterol¢gicos, siempre importantes en la selecci¢n y promoci¢n de personal.
Los tests proyectivos gráficos, muy especialmente el "Testáde Machover" o
"Testáde la pareja humana", descubren, con relativa mayor facilidad, los con-
flictos internos de la personalidad profunda, útiles en la labor de selecci¢n
y promoci¢n de personal, pero mayormente importantes en psicologia clinica,
en psiquiatria y en criminologia.
 
Conviene, a la hora de interpretar los DFH, tener en cuenta lo que
puede haber en cada dibujo achacable a un aprendizaje previo, a un dominio
artistico de la tarea y separarlo de lo que sea exclusivamente expresivo de
la personalidad del individuo testado.
 
Normalmente, la mayoria de autores que han tratado el tema de los DFH,
empiezan su estudio haciendo referencia a los aspectos puramente simb¢licos
de los dibujos, tales como : la ubicaci¢n de las figuras, el tamaño, el sexo,
las proporciones de una y otra figura, los vestidos, las posturas, las omisio-
nes, los sombreados, las distorsiones o deterioros, las lateralizaciones, etc.
 
Personalmente, quizáá por mi deformaci¢n de psic¢logo de la escritura,
y por haber aplicado los tests sobre personas normales, empiezo el estudio
por el aspecto dinámico del trazado, examinando primeramente la energia de
los trazos, la direcci¢n del trazado, la forma, la rapidez y continuidad.
Siguiendo a continuaci¢n, lo que podriamos llamar "accidentes del dinamismo
gr fico" : los sombreados, los retoques, las tachaduras, las roturas o solu-
ciones de continuidad, las borraduras, las transparencias, etc.
 
El resto de la obra, estudia lo que podriamos definir como la parte
más simb¢lica y proyectiva de los DFH. Dado que el terreno del simbolismo es
extremadamente complejo, he recogido, en muchos casos, la versi¢n de varios
autores de gran solvencia para dar interpretaci¢n a lo que por no estar por
mi suficientemente cotejado, he preferido que lleve el aval de autores con
larga experiencia y autoridad en la materia.
 
 
 
2 - LA PRESION DEL TRAZADO.-
 
La presi¢n del trazado en el dibujo, es para mi uno de los aspectos
más importantes. La presi¢n que el sujeto ejerce sobre las lineas de los
DFH, refleja el nivel de energia psiquica y nerviosa fundamental, señala la
potencia de los impulsos realizadores, el grado tensional de la voluntad en
el mantenimiento de las actitudes y de los objetivos a lograr y la firmeza
y resistencia frente a todo obst culo, presi¢n o dificultad.
 
Un dibujo a base de trazos fuertes, profundos y en relieve, expresa
las facultades creadoras y de acci¢n, la vitalidad y energia de una persona
que afronta con éxito los problemas vitales y marcha con confianza en si mis-
mo hacia los objetivos que se propone. Si el conjunto de las figuras dibuja-
das no ofrece desproporciones, lateralizaciones u otros signos de desadapta-
cion, el sujeto vencer  normalmente toda circunstancia adversa, oposici¢n,
obstáculo o dificultad para llegar a sus metas. Si el dibujo presenta des-
proporciones chocantes u otras anomalias que reflejen desadaptaci¢n e impul-
sividad, el sujeto tiende a destruir, arrasar o atacar con más o menos vio-
lencia las situaciones contrariantes, las presiones u oposiciones, es decir,
los obst culos que le impiden realizar sus deseos.
 
De manera general, el grosor y la profundidad de los trazos está en
relaci¢n con la fuerza vital del sujeto: esta fuerza o vigor personal, puede
estar controlada, si las figuras son arm¢nicas, bien organizadas y sin dis-
torsiones. La fuerza vital puede ser impulsiva, destructiva y violenta, si
los DFH presentan anomalias, desproporciones, desorden o discordancias.
 
La presi¢n de los trazos, fuerte, normal o débil, aparte de refle-
jarnos el nivel de energia psiquica y nerviosa, puede darnos también infor-
maci¢n sobre el retraimiento y la conflictividad (consigo mismo o con el
entorno), asi como preciosa informaci¢n sobre el estado de la sensibilidad
nerviosa y psiquica del sujeto que realiza los DFH. Veamos el capitulo de
la presi¢n en sus detalles :
 
2-1 - TRAZOS GRUESOS Y PASTOSOS EN LOS DIBUJOS.-

Buena memoria y retentiva visual por la prolongaci¢n de las impresio-


nes fisicas. Puede faltar la capacidad para vivir y comprender temas abstractos
y espirituales. Sensualidad, pesadez, abandono a los placeres del cuerpo. Mate-
rialismo. Decadencia moral o espiritual, con signos negativos.
 
2-2 - DIBUJOS A BASE DE TRAZOS FUERTES, NETOS Y BIEN
DELIMITADOS.-
 
Carácter enérgico, voluntarioso, activo y decidido. Buena salud men-
tal y fisica. Capacidad de resistencia a ls influencias externas. Buena afir-
maci¢n de si mismo y de las actitudes tomadas. Libido fuerte y en progresi¢n.
Capacidad de rendimiento en el trabajo. Perseveraci¢n en los objetivos a lo-
grar, estabilidad, madurez y seguridad en si mismo. En sentido negativo (*) :
descarga o liberacion violenta de las pulsiones, audacia, brusquedad, falta
de consideraci¢n y de miramientos en las relaciones del Yo con el Tú.
 
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(*) - Deben interpretarse los DFH, en "sentido negativo", cuando pre-
sentan los siguientes signos :

a) - Dibujos pobremente integrados o con m£ltiples fracasos en los


intentos de estructuraci¢n.
b) - Cuando los DFH presentan sombreados, transparencias, despropor-
ciones o discordancias, roturas o cortes en el dibujo de las
parte del cuerpo, por ejemplo, un cuello que no enlaza con el
tronco o unas manos cortadas a nivel de las muñecas.
c) - Falta de coherencia en la organizaci¢n de las partes del cuerpo
o en los movimientos, por ejemplo, unos pi‚s orientados en dis-
tinta direcci¢n a la del cuerpo, un pi‚ en una direcci¢n y el
otro en otra, ojos con estrabismo muy pronunciado, rasgos del
rostro fuera de su lugar correspondiente, etc.
d) - Figuras pequeñas, inclinadas y ubicadas en el cuadrante izquier-
do y bajo de la página. Aspecto deshumanizado o siniestro en los
DFH. Exceso de rigidez en la postura de las figuras. Figuras exce-
sivamente grandes que no caben en la página. Lateralizaciones.
Omisi¢n de partes importantes de las figuras, etc.
(Ver más detalles en el capitulo de "Los sindromes patol¢gicos")
_____________________________________________________________________________.-

2-3 - DFH CON TRAZOS FLOJOS.-


 
Nivel de vitalidad por debajo de la media. La energia nerviosa y psi-
quica es más o menos débil. El sujeto es más receptivo que activo. Escasa re-
sistencia en la afirmaci¢n del Yo frente a los demás. Se deja influenciar por
las opiniones, por las presiones y circunstancias externas, por los obstáculos,
las dificultades, por las imposiciones u oposiciones de los demás.
 
Esta debilitaci¢n del Yo o falta de resistencia a las personas o acon-
tecimientos externos, condiciona la sumisi¢n y dependencia, la timidez, la
imprecisi¢n, las vacilaciones, las dudas, la fácil fatigabilidad y los comple-
jos de impotencia, claudicaci¢n y minusvalia.
 
Es frecuente en los DFH con trazos débiles, que el sujeto intente reto-
car algún desliz en la configuraci¢n del dibujo, lo que se traduce en una co-
rrecci¢n insistente de la anomalia (repetici¢n de trazos en una pequeña zona
o área de los DFH. En éstos casos, se debe sospechar una dificultad,
minusvalia o problema, fisico o psiquico, en la parte retocada de la figura.
Estos retoques insistentes, suelen presentarse en la cara, los brazos, las
manos, los hombros, la zona de los ¢rganos sexuales, en el aparato locomotor
(piernas y pies), etc.
 
Según la zona donde se localicen los recargos de trazos o retoques,
pueden deberse, como algunos autores indican, a la inhabilidad gráfica, pero
en muchos casos, éstos fallos, tienen un transfondo psicol¢gico, es decir,
o bien encierran sentimientos de culpabilidad, desadaptaci¢n, o miedo a ser
infravalorizado, o pueden deberse a verdaderos problemas en la sociabilidad
del sujeto (retoques en la cara), a conflictos o problemas sexuales ( reto-
ques en el área de los ¢rganos sexuales), a complejos de masturbaci¢n, o miedo
al castigo por algo hecho con las manos, si los retoques, cortes o roturas
aparecen en las manos, etc.
 
En general, pueden ser tan negativos los DFH realizados con trazos
ténues, leves, inseguros y llenos de retoques, como otros que hubiesen
sido hechos con trazos muy fuertes, bruscos, brutales y desproporcionados.
En el primer caso, la delicadeza puede ir mezclada con una timidez, inse-
guridad e influenciabilidad morbosa que determinaria la incapacidad para
afirmarse y la "neur¢sis de fracaso".
 
En el caso de un exceso de vigor, brutalidad y desproporci¢n en los
trazos, podemos sospechar una falta de madurez y de equilibrio en las reac-
ciones, propio a veces, de sujetos epilept¢ides, fácilmente irritables,
explosivos y violentos. Pero también puede tratarse de una reacci¢n compen-
sadora ante un temor de impotencia. Algunos autores hablan de posibles trau-
matismos cerebrales, tumores, encefalitis, etc. pudiendo darse éste sindro-
me en algunos diabéticos mal controlados.
 
 
2-4 - DFH CON TRAZOS FUERTES, SEGUROS Y BIEN CENTRADOS.-
 
Como he dicho anteriormente, el nivel de presi¢n de los trazos corres-
ponde al grado de energia vital, a la potencia de la libido, a la fuerza de
las tendencias, deseos y necesidades, al vigor de la voluntad para enfrentarse
a los problemas vitales y superar obst culos y dificultades en los objetivos
que se quieren alcanzar.
 
Por tanto, una fuerte presi¢n en el trazado, seguida de un buen con-
trol y organizaci¢n de la tarea a realizar, en ‚ste caso los DFH, es la expre-
si¢n de un carácter enérgico, voluntarioso y decidido apoyado por una buena
vitalidd. El sujeto resiste eficazmente todo acontecimiento, situaci¢n, obstá-
culo u oposici¢n, toda presi¢n externa, contraria a sus principios, a sus
necesidades y conocimientos o a los objetivos que se haya trazado. Esta inter-
pretaci¢n es tanto más justa, cuanto más neto, limpio y profundo es el trazado
y cuanto más organizadas y equilibradas sean las partes y el conjunto de las
figuras dibujadas, lo que se traducir  también en una buena profundidad de
pensamiento y autenticidad en los valores personales.
 
Si la robustez del trazado obedece s¢lamente al empleo de un rotulador
o de un instrumento de punta gruesa, en cuyo caso los trazos, vistos con la
lupa, no presentan más que grosor sin profundidad, hay que desconfiar de la
autenticidad de los valores del sujeto, especialmente si los bordes de los
trazos no son netos, sin¢ llenos de babosidades, (trazado pastoso y sucio),
en cuyo caso el sujeto intenta hacer alarde de valores inauténticos, exhibe
su personalidad ante los demás ostentando cualidades y méritos que no puede
justificar o apoyar en la realidad.
 
 
2-5 - DFH CON LINEAS SEGUIDAS, DECIDIDAS Y SIN INTERRUPCION.-
 
El sujeto pasa del pensamiento a la acci¢n sin vacilaciones, se
siente seguro de si mismo y de lo que hace. Una vez toma posici¢n y decide
una acci¢n obra con rapidez y de acuerdo con su determinaci¢n. Si el dibujo
es rápido, bien proporcionado en su conjunto, y la presi¢n de los trazos es
firme, el sujeto aborda los problemas y realiza sus intercambios con los
demás con plena iniciativa, confianza y resoluci¢n, sin crear conflictos a
los demás, ni tenerlos consigo mismo.
 
Si las partes y el conjunto de las figuras aparecen desproporcionadas,
discordantes, mal organizadas o con anomalias, la interpretaci¢n debe hacerse
en sentido negativo. Se tratar  entonces de un sujeto impulsivo, apasionado,
individualista y mal integrado social y profesionalmente.
 
--DFH CON LINEAS FLOJAS, VACILANTES Y FRECUENTEMENTE ROTAS.-
 
Es propio de sujetos asténicos, débiles de espiritu y de carácter,
con frecuentes titubeos y vacilaciones que inhiben la acci¢n y la decisi¢n.
 
Las lineas débiles, con poca presi¢n y vacilantes. hacen al sujeto
permeable, vulnerable a los acontecimientos e indefenso frente a las situacio-
nes adversas o que requieren lucha. El único recurso de éstos sujetos, para
mantenerse a flote en la vida, es la dependencia-sumisi¢n. Los bloqueos psi-
quicos a causa de la timidez, la inseguridad y la falta de energia, crea en
ellos la fuerte propensi¢n a la angustia y a la ansiedad.
 
Si la vaguedad del trazado (flojedad o blandura) es importante,
puede dar lugar a pérdidas de atenci¢n, a olvidos, perturbaciones emocionales
y coartatividad inoperantes, principalmente si el sujeto se siente observado
por un superior, de donde la deficiencia para ciertas tareas, a causa de la
frecuente pérdida de autodominio emocional. El s¢lo hecho de pensar que puede
"no quedar a la altura que desea" (la timidez genera orgullo interno), le
inhibe anormalmente ante los demás. Su renuncia a participar en reuniones,
en seminarios de formaci¢n que requieren ex men, o en cualquier acto público,
no es más que un mecanismo de defensa frente a la propia inseguridad.
 
Los trazos débiles, vagos, ténues o restringidos son
la expresi¢n de la falta de vigor en las funciones vitales. Sea por la misma
debilidad o por represiones y frustraciones repetidas, el sujeto que realiza
con trazos delgados o ténues los DFH, se encuentra con falta de tono muscular
y nervioso, es decir, con falta de fuerza y de vigor en la voluntad para hacer
frente a las peripecias de la vida. Su sensibilidad y receptividad se acentúan
y son pasivas. Por tanto, su visi¢n de los acontecimientos es bastante dramá-
tica, limitada y subjetiva. No soporta, sin resentirse, cualquier reproche
aparente, cualquier contrariedad u oposici¢n sin sentirse da¤ado. Su fragili-
dad, sus disgustos, su impotencia frente a lo adverso, sus lamentaciones, se
ponen fácilmente de manifiesto, asi como su pusilanimidad, su evasi¢n ante
los conflictos y su sentimiento de inseguridad y de impotencia.
 
 
DFH CON TRAZOS BRUSCOS, VIOLENTOS, DESPROPORCIONADOS.-
 
Como ya queda indicado anteriormente, cuando los DFH son dibujados
con trazos bruscos, violentos y desproporcionados, las cargas instintuales
o emocionales logran romper el autocontrol, sea por falta de madurez en el
sujeto, sea por traumatismos cerebrales, por tendencias epilept¢ides
cong‚nitas, o por cualquier otra causa que ha deteriorado la regulaci¢n de
las reacciones (drogas, alcohol, etc.), el sujeto es excesivamente irrita-
ble, no soporta bien las contrariedades, tiende a las reacciones impulsivas,
explosivas y violentas y muestran poca habilidad, poco ingénio, poca pacien-
cia, para adaptar su comportamiento de un modo comprensivo a las normales
incidencias, esperas, obstáculos y dificultades de la vida.
 
En muchos casos, sobre todo en los epilept¢ides, si bien las reacciones
son primarias e impulsivas, en la acci¢n suelen ser lentos y en las relaciones
con los demás, en la vida social, es notoria la inhibici¢n, la retenci¢n pega-
josa, la crispaci¢n repentina del humor, las reacciones explosivas y las perse-
veraciones en la actitud tomada.
 

DFH CON TRAZOS DENTADOS O EN DIENTES DE SIERRA.-


 
Se trata de trazos que, en sus bordes externos o internos, presentan
irregularidades en forma de dientes de sierra
 
En general, parecen traducir tensi¢n en la comunicaci¢n, por mantener
el sujeto opiniones o criterios contrarios o en oposici¢n a los demás. Es se-
ñal de mala adaptaci¢n, de irritabilidad, de crispaci¢n, de reacciones brus-
cas, propio de una emotividad mal controlada (Grado V de la escala de Pophal).
 
Según M.T. Prenat, los dientes de sierra a la izquierda de los trazos,
expresan el "predominio de las percepciones internas (ceneste-
sia) y de las resonancias intimas", es decir, la prolongaci¢n del efecto de
las impresiones recibidas. La voluntad predomina sobre el sentimiento y produ-
ce el tipo pobremente integrado de Jaensch.
 
Los trazos con dientes de sierra a la derecha, según ésta misma autora,
reflejan el predominio de las percepciones externas y determinan la impresiona-
bilidad producida por los estimulos recibidos del ambiente exterior. Se trata-
ria, en éste caso, de un tipo integrado o sociable, pero con un espiritu cri-
tico acentuado.
 
 
Por tanto, según deducimos de las observaciones de M.T. Prenat, los
sujetos con dientes de sierra en el borde izquierdo de los trazos, dirigen
la agresividad de sus reacciones, principalmente hacia si mismos (masoquismo).
Y los sujetos cuyos DFH presentan melladuras o dientes de sierra a la derecha,
dirigen la agresividad hacia el exterior (sadismo).
 
 
DFH CON TRAZOS TORCIDOS O EN DOBLE INFLEXION
 
La torsi¢n o doble inflexi¢n es un trazo que describe dos direcciones
opuestas. Puede ser el efecto de una dolencia fisica o de los transtornos
propios de la edad critica (pubertad), edad en la que son frecuentes los esta-
dos de ambivalencia (existencia simultanea y con la misma fuerza, en la con-
ciencia de dos afectos opuestos : amor-odio, atracci¢n-repulsi¢n, obediencia-
rebeli¢n, etc.).
 
Por tanto, la torsi¢n o doble inflexi¢n, es un signo de conflicto in-
terno, un signo de inseguridad e ideterminaci¢n, un signo de vacilaci¢n entre
el deseo y el temor que conduce a una pobreza de medios para enfrentarse con
el entorno y sus problemas. Este conflicto interno se produce cuando, ante
un problema, deseo o estimulo, el sujeto oscila entre dos o más respuestas
contradictorias y con la misma fuerza y no sabe a qué atenerse. Esta lucha
interna consume energia, sin hallar una fácil soluci¢n. En éste estado, el
sujeto está raro de carácter y lleno de contradicciones, disminuye su capaci-
dad de atenci¢n, pierde efectividad en sus estudios o en el trabajo y sufre
interiormente.

Tomemos un ejemplo : el muchacho que está pasando de niño a adulto.


Por un lado, tiene aun sin liquidar el complejo de Edipo (amor y fidelidad
a la madre). Por otro, quiere ser adulto, desprenderse de la tutela de la
madre, divorciarse de ella e independizarse. Ha centrado su amor en una mucha-
cha que le gusta, pero no tiene valor, ni suficientes recursos para despren-
derse de la tutela de la madre e independizarse. En ésta situaci¢n, el mucha-
cho se ve obligado a soportar el dominio de la madre, a la cual ama y odia
a la vez. a causa de sus exigencias.
 
En resumen : la torsi¢n es un gesto de sufrimiento fisico o moral.
Es frecuente en sujetos afectados por perturbaciones del aparato respiratorio,
por ejemplo, en los asmáticos. Asociada a las roturas o soluciones de conti-
nuidad de los trazos, puede señalar afecciones cardiacas.
 
DIBUJOS CON LINEAS FUERTES, RECTAS E INFLEXIBLES.-
 
Cuanto más profundo y recio es el trazo, tanto más se acentúa la rigi-
dez, la tensi¢n, la inflexibilidad del carácter.
 
La rigidez e inflexibilidad es una fijaci¢n a ideas, posiciones o acti-
tudes en sujetos que tienden, inconscientemente, a regresar a una etapa o fase
de desarrollo, a una motivaci¢n o necesidad profunda, que qued¢ pendiente de
satisfaci¢n. Por tanto, la inflexibilidad, la incapacidad, a veces, de ceder
incluso a las evidencias demostradas, tiene su origen en frustraciones afecti-
vas dolorosas sufridas durante la infancia. Es un trauma de una privaci¢n que
puede estar relacionado con el complejo de Edipo o de Eléctra, o con tenden-
cias homosexuales reprimidas.
 
Los DFH realizados con lineas rectas, tienden a dar a las figuras
formas cuadradas o rectangulares, lo que supone, salvo en raros casos, una
adaptaci¢n pobre en la convivencia y en el enfrentamiento con las peripecias
de la vida. (Ver mas adelante, en el capitulo dedicado a la FORMA el articulo
"Los dibujos a base de cuadrados o rectángulos".
 
Si las lineas rectas de los DFH son delgadas, ténues o con poca pre-
si¢n, reflejo de una vitalidad o libido débil, el sujeto se defiende, con su
postura rigida, contra su vulnerabilidad interna.
 
A veces, ciertas lineas, muy fuertes y alargadas, denuncian transtor-
nos de tipo neur¢tico o tendencias paranoides. La pesadez, grosor y apoyo ex-
cesivo de los trazos, señal de excesiva fuerza motora, puede corresponder a
sujetos maniacos o esquizáofrénicos, pero para llegar a conclusiones de éste
tipo, es necesario contar con un informe m‚dico.
 
Cuando en los DFH los contornos externos están marcados con lineas
fuertes y los detalles internos con trazos débiles, cabe sospechar que el
sujeto pone un muro entre él y su entorno. O bien defiende su Yo de una vul-
nerabilidad o permeabilidad excesiva (exceso de sensibilidad) tomando precau-
ciones defensivas contra los choques dolorosos o posible hostilidad, real
o imaginada de su entorno; o bien posee un alto concepto de si mismo (orgullo),
que le impide comunicarse abiertamente con "los cernicalos que le rodean",
pués asi considera a sus semejantes.
 
 
DFH CON LINEAS INSEGURAS AL TRAZAR EL CONTORNO.-
 
Al trazar el contorno, el sujeto emplea pequeñas lineas que dejan el
dibujo inseguro y vacilante en su estructura. Estos fallos en el intento
de dar configuraci¢n a los DFH, repasando a veces de manera repetitiva los
mismos trazos, refleja la angustia del sujeto que, en circunstancias an¢malas
o inesperadas, le falta confianza en si mismo para salir airoso de las
situaciones.
 
Intentando vencer su estado interno de vacilaci¢n, de inquietud y de
inseguridad, el sujeto se balancea sobre varias ideas de correcci¢n. Queriendo
perfeccionar lo que cree defectuoso, deja la huella de su deseo de perfecci¢n,
pero no la eficacia de su acci¢n. Se trata de sujetos que, frente a situaciones
nuevas o desacostumbradas, quedan indecisos o como obnubilados, sin saber que
soluci¢n pueden dar a los problemas. Dudando sobre lo que deben hacer, pierden
frecuentemente la ocasi¢n de actuar en los momentos favorables, tomando a ve-
ces, decisiones err¢neas o a destiempo.
 
Como ya queda dicho en otro lugar, es importante observar la zona
o área donde se producen éstos fallos, anomalias o retoques, ya que represen-
tan, inconscientemente, el área donde el sujeto se siente más débil, impoten-
te o minusválido, es decir, la parte orgánica o psiquica de su personalidad
que mayores complejos de inferioridad genera, dando origen a sus conflictos.
 
 
DFH CON LINEAS DE PRESION, FORMA, DIMENSION Y DIRECCION
DESCONTROLADAS
 
Dificultad para reprimir los impulsos. Agitaci¢n. Incapacidad para
planificar las tareas. Impulsividad. El sujeto pasa de la excitaci¢n que le
produce cada estimulo interno o externo a la reacci¢n inmediata, sin que medie
la reflexi¢n. En todo caso, la reflexi¢n puede venir a posteriori de los hechos
consumados. Este exceso de primariedad puede ser patol¢gico. (Ver más atrás
el articulo : "DFH realizado a base de trazos bruscos, violentos, despropor-
cionados).
 
 
DFH CON PRESION FLOJA O VACILANTE Y FRECUENTES ANGULOS
EN EL DIBUJO DE LOS CONTORNOS.-
 
He observado éstos signos en personas sumamente impresionables y poco
integradas en la convivencia social y profesional. Se trata, generalmente,
de sujetos muy susceptibles, puntillosos y egocéntricos, siempre con un senti-
miento inseguro del propio valer. Suelen interpretar de modo torcido o peyora-
tivo cualquier observaci¢n critica que se les hace, cualquier broma o comenta-
rio que alguien pueda hacer sin prop¢sito de ofender o de atacar.
 
Cuando las figuras dibujadas son, en proporci¢n, más altas que anchas,
(figuras alargadas), el prurito de la propia dignidad, el orgullo, tiene algo
de enfermizo a causa de la facilidad con que entran en el resentimiento, en
los celos y el rencor.
 
En determinados casos, he observado éste signo como un efecto del exce-
so de mimo y prolongaci¢n del amamantamiento en la infancia, seguido de la
frustraci¢n por la llegada de un nuevo hermanito que le ha postergado o margi-
nado en las atenciones de la madre. Esta frustraci¢n infantil ha condicionado
un "carácter anal", desconfiado, egoista y egocéntrico. El sujeto no intenta
integrarse y adaptarse al mundo, quiere que sea el mundo quien se adapte a
él e intuya todas sus necesidades y deseos y los satisfaga.
 
En resumen : la presi¢n o vigor de los trazos, debe relacionarse con
el nivel de energia psiquica y nerviosa, con la capacidad de afirmaci¢n, de
voluntad realizadora y con la capacidad de resistencia org nica y psiquica
que posee cada individuo.
 
El individuo que está dotado de mucho impulso, de mucha fuerza reali-
zadora, de iniciativa, de confianza en si mismo y fuerte ambici¢n, lo expre-
sar , en los DFH, o en su grafismo, a través de la presi¢n en el trazado.
 
Por el contrario, los sujetos con bajo nivel de energia (libido débil),
sea por causas de tipo fisico o psiquico, lo expresarán en sus DFH de lineas
delgadas, ténues o débiles y más o menos indecisas o vacilantes. Los cicloti-
micos, los inestables y los impulsivos muestran un trazado fluctuante en la
presi¢n.
 

 
LA DIRECCION DE LOS TRAZOS EN LOS DFH.-
 
La direcci¢n predominante de los trazos. en los DFH, puede ser verti-
cal, de arriba a abajo o de abajo a arriba; horizontal. de izquierda a derecha
o de derecha a izquierda; seguida o interrumpida; decidida o vacilante; etc.
 
La marcada tendencia a utilizar movimientos verticales dirigidos de
arriba a abajo en los DFH, suele asociarse con la afirmaci¢n de si mismo. con
la postura viril de resistencia y de "aguante" a las presiones externas.
Si el trazado es rápido y con buena presi¢n señala la ambici¢n y la capacidad
realizadora. El dibujo puede recordar, por la rigidez, el verticalismo de
los soldados en los desfiles, la adaptaci¢n convencional a las disciplinas
o a un orden sistematizado y la capacidad que tiene el sujeto para concentrar
su energia y ponerla al servicio de un fin o de un objetivo determinado.
 
En cierto modo, es también un signo de ambici¢n, de contacto directo
con la realidad, es un intento de imponer las propias ideas, la propia auto-
ridad o el deseo de regir y dirigir, sin oposici¢n, la voluntad de otros y
los destinos ajenos (*).
 
Cuando los movimientos verticales se dirigen de abajo a arriba, el
sujeto intenta sublimizar o supercompensar, mediante la actividad mental o
espiritual, aquellas necesidades, tendencias o pulsiones que, por rechazo
de la "censura", no puede expansionar o satisfacer de un modo directo.
 
El predominio de movimientos horizontales, decididos y con buena
presi¢n, indican una expansi¢n libre y sin bloqueos afectivos, de las pulsio-
nes, deseos y tendencias personales (libido en progresi¢n o "libido objetal").

La presencia marcada de los movimientos horizontales, de derecha a


izquierda, suele estar asociada con el principio pasivo y femenino, con el
narcisismo (direcci¢n de la libido hacia el Yo), con la direcci¢n inconsciente
hacia la posici¢n embrionaria (deseo inconsciente de volver al claustro mater-
no) o con la posici¢n acostada o de sue¤o (tendencia a la pasividad, a la con-
templaci¢n pasiva, a soñar con los ojos abiertos). Los movimientos regresivos,
de derecha a izquierda, se¤alan un un retorno hacia atrás. Normalmente,
pasamos de la percepci¢n de un estimulo a la motilidad, es decir, a la acci¢n.
La regresi¢n es un camino seguido a la inversa, el sujeto deja la acci¢n y
retorna a la percepci¢n de los estimulos.
 
Esta explicaci¢n última nos permite comprender el significado psico-
l¢gico de los movimientos sinistr¢giros o regresivos, que suelen corresponder
a un mecanismo de defensa frente a la frustraci¢n o fracaso. Por tanto, los
movimientos regresivos, no s¢lo expresan una evasiva y un escondimiento frente
a las responsabilidades (egoismo pasivo), sin¢ que la evasi¢n ante las difi-
cultades o situaciones que no se podrian dominar, incitan a escoger la posici¢n
más fácil y c¢moda : la huida hacia atrás o la dependencia-sumisi¢n de otros
que puedan ofrecer protecci¢n. En éste último caso, el sujeto vive como
en una especie de simbi¢sis con la persona o entidad protectora.
 
La protecci¢n buscada por el sujeto, no impedir  que pueda aprovechar-
se, egoistamente, de cualquier ventaja u oportunidad que le sea favorable
dentro de su rol de "protegido", lo que debe comprobarse buscando el nivel
de los signos de egoismo en la escritura (escritura regresiva, apretada, con-
densada y con ¢valos en doble anillo).
 
La libido en regresi¢n o "libido del Yo" (autoconservaci¢n narcisista),
cuando se acent£a, se presenta generalmente en los individuos psic¢ticos, en
los hipocondriacos y en los paranoides con ideas de grandeza.
 
Esta interpretaci¢n tambi‚n es v lida cuando en los DFH predomina en
volumen y en detalles trabajados el lado izquierdo de las figuras.
 
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(*) - En la filosofia china y taoista, el principio masculino es verti-
cal, simétrico y dinámico y se representa con un trazo vertical seguido, no
roto. El principio femenino, se representa en forma de un trazo horizontal
roto o con un corte en el centro. El simbolismo de la verticalidad y horizonta-
lidad, ha sido tratado con su habitual ingénio, erudicci¢n, y humor filos¢fico,
por Don Salvador de Madariaga, en su obra "Retrato de un hombre de pié", prolo-
gada por el ilustre psic¢logo y psiquiatra Dr. Juan Rof Carballo.
 
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Resumen sobre la direcci¢n de los trazos que configuran los DFH :
 
Los trazos realizados desde arriba hacia abajo, mediante la flexi¢n de
la mano y del antebrazo, reflejan el nivel de centralizaci¢n inconsciente de
las necesidades y tendencias en el Yo. Todo movimiento en flexi¢n, de
arriba a abajo, sigue la direcci¢n "de fuera hacia el propio cuerpo".
 
Por tanto, no resulta extraño que los movimientos verticales, rectos
y con buena presi¢n, reflejen la actitud de firmeza, resistencia y vigor en
las posiciones tomadas. Del mismo modo que reflejan suavidad, buena adapta-
ci¢n o flexibilidad y comprensi¢n de carácter, cuando los movimientos de
flexi¢n se curvan en los DFH arm¢nicos y bien organizados.
 
Los movimientos de abajo a arriba, que exigen la extensi¢n de los
m£sculos de la mano y del antebrazo, siguen la direcci¢n del Yo hacia afuera
y a lo alto. Si son curvos, flexibles, o no violentos, el sujeto muestra en
ellos su nivel de idealizaci¢n, su capacidad para sublimizar sus pensamien-
tos y actitudes y su desarrollo o necesidad de desarrollo espiritual. Ahora
bien, cuando los movimientos de extensi¢n son rectos, rigidos, acerados y en
diagonal, en relaci¢n con la página, el sujeto muestra su agresividad, su
oposici¢n, su rebeldia, su inconformismo.
 
La direcci¢n regresiva, el comienzo de los dibujos realizando primero
la figura de la derecha y con trazos lev¢giros, con la posici¢n de la mano en
aducci¢n, refleja los mecanismos defensivos de la personalidad, la actitud
de avanzar para luego retroceder o dar la vuelta a atrás. El disimulo, la acti-
tud de ocultaci¢n, la búsqueda de la imago "protectora" de la madre, la centra-
lizaci¢n de la libido en el Yo, el narcisismo, el egoismo, el egocentrismo,
etc., son cualidades de carácter que tienen ésta direcci¢n.
 
La direcci¢n progresiva, el comienzo de los DFH, primero la figura de
la izquierda y luego la de la derecha y el empleo de trazos dextr¢giros (mano
en abducci¢n) señala la necesidad de comunicaci¢n, la marcha hacia adelante,
la capacidad para luchar y enfrentarse sin temor a las peripecias y dificulta-
des que ofrece el entorno. La vida es problemática y exige lucha, exige unas
veces adaptarse y otras adaptar la realidad a nuestras necesidades. La persona
sana y normal camina hacia adelante sin retroceder ante la adversidad, aunque
ésto supone un nivel minimo de energia para sostener la acci¢n y no decaer.
 

El ASPECTO "FORMA" EN LOS DFH.-

La forma, tal como indico en mi obra "Grafologia dinámica y estructu-


ral", es lo más consciente e intencional de los DFH. La forma es la expresi¢n
del propio estilo y se¤ala las caracteristicas de cada personalidad : la selec-
tividad y gusto est‚tico, la cultura, la capacidad creativa y el grado de re-
tentiva visual y de convencionalismo que tiene el sujeto.
 
En otro orden de cosas, a través de la forma o estructura de los DFH,
podemos conocer los intereses y preocupaciones más sobresalientes, el simbolis-
mo de ciertos estados animicos y las deformaciones, los complejos o conflictos
que preocupan al sujeto en relaci¢n con su propio cuerpo, o en relaci¢n con
su pareja o con el otro sexo.
 
La forma de las figuras refleja también la aptitud patoplástica, es
decir, la tendencia inconsciente de cada individuo a representar en los DFH
su "imágen guia", lo que querria ser, o la forma como le gustaria ser visto.
Las formas en los DFH, pueden descubrir si el sujeto se presenta a los demás
tal cual és, o emplea cualquier "disfraz" para aparentar el ideal de lo que
quiere ser, o para defenderse o supercompensar sus complejos de inferioridad.
 
Por tanto, la forma en los DFH, ofrece una flora abundante de signi-
ficados y de tendencias simb¢licas inconscientes.
 
Los psic¢logos argentinos Carlos J. Biedma y Pedro G. D'Alfonso,
en su obra "El lenguaje del dibujo" (Editorial Kapelusz, 1960) describen
algunos arquetipos relacionado con el aspecto de la forma. Me he inspirado
en éstos autores para interpretar algunos elementos gráficos generalmente
utilizados en la estructuraci¢n de los DFH.
 
EL PUNTO, generalmente utilizado para señalar los ojos, las narices,
los botones del vestido, etc.. Para Biedma y D'Alfonso el punto puede ser
un "signo de perplejidad, de duda, de inseguridad o de confusi¢n, a causa de
su imprecisi¢n". Nosotros lo interpretamos también como una imperfecci¢n o
incompletud que denota la falta de preparaci¢n del sujeto para enfrentarse
con los problemas que le plantea la vida.
 
LA LINEA RECTA, que se suele utilizar para enmarcar la cara, el
tronco o las extremidades. Nosotros, las lineas rectas, en los DFH, las
interpretamos como signo de un carácter escueto, firme, decidido, acos-
tumbrado a abordar los problemas de manera simplificada, atendiendo el
conjunto esquemático y la sintesis de las cuestiones. Lo que se traduciria
también en una buena capacidad mental, desprovista de influencias senti-
mentales. En sentido negativo podria interpretarse como falta de habilidad,
como rigidez de carácter y falta de consideraci¢n en la forma de tratar las
cuestiones o asuntos de los demás, es decir, como falta de tacto en las
relaciones humanas (Ver más atrás "LA DIRECCION DE LOS TRAZOS EN LAS DFH").
 
LA LINEA CURVA. El predominio, más o menos constante, del empleo de las
lineas curvas en el trazado de los DFH, suele expresar una expan-
si¢n adaptativa, un comportamiento suave y emp tico en el que la palabra, el
gesto y la acci¢n, tienen un aire conciliador, es decir, el sujeto tiene una
comprensi¢n tolerante, una actitud benévola y un ánimo optimista y sociable.
En sentido negativo, los DFH trazados con lineas curvas flojas, mal
coordinadas y con distorsiones y desproporciones en el aspecto de las figuras,
no s¢lo nos reflejar  una carencia de tono muscular y nervioso que llevar 
al sujeto a indolencia, a la ausencia de deseo o interés por cualquier esfuerzo
activo, a la dificultad para tomar iniciativas en la soluci¢n de los problemas
vitales, sin¢ que puede traducir también la claudicaci¢n fácil a la presi¢n
de otros y a dejarse influenciar negativamente.
Cuantos más signos de distorsi¢n, desproporci¢n y falta de equilibrio
se observe en los DFH, tanto mayor ser n los des¢rdenes mentales y las cuali-
dades neur¢ticas o psic¢ticas del sujeto.
 
CUADRADOS O RECTANGULOS. Los DFH a base de cuadrados o rectángulos
para estructurar la cabeza, el tronco o las partes movibles del cuerpo, signo
ya estudiado más atrás refleja, para Biedma y D'Alfonso, "una disposici¢n
regular, equilibrada y bien delimitada, la capacidad de método, de organiza-
ci¢n y sintesis", es decir, la planificaci¢n de la actividad, la prudencia,
la seriedad, el autodominio (control de nervios y emociones) y la constancia
en los objetivos y en las posiciones tomadas.
En sentido negativo, los cuadrados o rectángulos en la estructuraci¢n
de las figuras, podriamos asimilarlo con el concepto popular de "cabeza cuadra-
da", es decir, expresa la limitaci¢n del sujeto que no puede ir más allá  de
las rutinas adquiridas, de sus hábitos profesionales, de su sistema de vida.
En el modo de pensar del sujeto, la perseveraci¢n en sus constumbres, en sus
hábitos de vida, determina ciertos rasgos de carácter, como la tozudez, la
testarudez, la pertinacia, la intransigencia y la terquedad. Y es que, el su-
jeto, s¢lo se siente seguro dentro de su esquema de vida y constumbres.
 
 
LINEAS CON CONCAVIDAD HACIA LA DERECHA. Los DFH donde los contornos
están dibujados con lineas cuya concavidad se dirige hacia la derecha y en
el lado derecho de las figuras, parece corresponder a tendencias,
impulsos y necesidades que se orientan hacia un contacto abierto y comunica-
tivo con los demás (buena sociabilidad y empatia).

LINEAS CON CONCAVIDAD HACIA LA IZQUIERDA. Los DFH donde el lado


izquierdo de las figuras está realizado con trazos c¢ncavos, mirando a la
izquierda expresan la tendencia a recordar escenas o vivencias
del pasado relacionadas con la madre o con etapas de la vida infantil.
Otra interpretaci¢n es la tendencia a "retener" a inhibir o reprimir, impulsos
primarios, deseos, tendencias o necesidades que podrian plantear al sujeto
algun complejo de culpabilidad o conflicto con el entorno. Como compensaci¢n
a éstos rechazos o represiones, el sujeto evoca s¢lamente experiencias, recuer-
dos, o escenas agradables. Entre otras interpretaciones halladas en algunos
casos, está la regresi¢n, la tendencia inconsciente a volver al claustro mater-
no, al vientre de la madre.
 
 
LINEAS ONDULADAS. El empleo de lineas onduladas, de lineas serpentinas
poco afirmadas, es decir, blandas, inseguras y evasivas, corresponde, en senti-
do positivo, a una actitud alegre y no comprometida, a un suave balanceo que
escapa a toda actitud firme y concreta. El sujeto evita toda actitud seria
y solemne, toda tiesura y "formalidad", escapa a las situaciones comprometidas
utilizando bromas, chirigotas o salidas de escurridizo humor, cambia fácilmente
de rumbo, sin dejar atrás ningun conflicto, roce o clara posici¢n. Su carácter
no es nunca igual, pero deja una impresi¢n agradable alli por donde pasa.
En sentido negativo, las lineas onduladas recuerdan a la serpiente
astuta y sigilosa, escurridiza, ambigua, que se evade con suma facilidad.
Cuanto más débil e imprecisa es la estructura de los dibujos (déficit de ener-
gia psiquica y nerviosa) la sensibilidad del sujeto es tanto mas vulnerable,
tanto más impresionable y vacilante. La actitud de evasiva, es en éste caso, un
mecanismo de defensa frente a la angustia, la ansiedad, los complejos de culpa-
bilidad y la propensi¢n al sobresalto, al desequilibrio emocional.
No es raro, pués, la actitud flotante, la inestabilidad de ánimo, de
humor y de voluntad, la falta de seguridad en si mismo y el miedo neur¢tico
de éstos sujetos a las situaciones inesperadas, a las contingencias de fracaso,
o a las situaciones reales o imaginadas de culpabilidad.
 
LINEAS EN GUIRNALDA. La tendencia acusada a definir los contornos,
o el interior de los DFH, con lineas en forma de guirnalda, refleja, en gene-
ral, una disposici¢n abierta a las impresiones más variadas, ya sea a los
sentimientos y opiniones de los demás o a los acontecimientos externos.
Cuando el trazado es débil (delgadez, poca presi¢n en los trazos) el
sujeto es influenciable e indeciso, excesivamente dúctil e incapaz de mantener
su propia individualidad e independencia.
 
LINEAS EN ARCO. La notable existencia de arcos en los contornos o en
el interior de los DFH, en las partes de las figuras donde no es preciso,
se¤ala, en general, los gestos defensivos de desconfianza y de salvaguarda
del Yo. Los arcos, en zonas donde no son necesarios, pueden reflejarnos la ten-
dencia a la actitud encubierta, la elaboraci¢n de una conducta en la que el
sujeto oculta sus lados débiles y quiere presentarse en el exterior osten-
tando un prestigio, unos m‚ritos y cualidades insuficientemente respaldados
por la realidad.
 
OVALOS O CIRCUNFERENCIAS. Los ¢valos y circunferencias referidas a
los contornos (cara, tronco, brazos, piernas, etc.), es decir, alli donde
estas formas no son correctas, reflejan que el sujeto no se arriesga, resuelve
los problemas, los retos y las situaciones del modo más limitativo y fácil,
recurriendo a formas inmaduras, infantiles y poco comprometedoras. En cierto
modo, es una actitud evasiva o una incapacidad para resolver cualquier escollo
o dificultad enfrentándose de modo decidido y valiente con un problema o tarea.
En general, rehuir a dar la forma adecuada a los DFH, es indicador
de falta de confianza en si mismo para resolver problemas nuevos e inesperados.
Ciertos individuos tratan los dibujos con una prudencia sospechosa, disfrazada
a menudo con notas gráficas de humor.
 
ANGULOS O TRIANGULOS en los DFH. En el enmarcado de las figuras, la
existencia de ángulos, sobre todo cuando son agudos, y los DFH presenta dis-
torsiones, sombreados, desproporciones u otras anomalias, son señal de incapa-
cidad de adaptaci¢n, de crispaci¢n nerviosa y de cambios bruscos en el compor-
tamiento, propio de personalidades esquizá¢ides. Estos sujetos pretenden que
el entorno se adapte a sus necesidades y deseos. Esta actitud an¢mala, conduce
a un constante combate o litigio del individuo con los demás e incluso consigo
mismo y a un estado de insatisfacci¢n y de frustraci¢n casi permanente.
En sentido positivo, los ángulos y triangulos en las figuras, señalan
un control critico de la fantasia y de la imaginaci¢n, la resistencia a dejarse
influir y una defensividad argumental aguda e incisiva con la que el sujeto
mantiene su derecho a la independencia y a la individualidad.
Los triángulos dando forma, en los DFH, a la cabeza, el tronco, los
brazos y las piernas, etc., reflejan un carácter duro, agresivo, oposicionis-
ta, tirante e inc¢modo. El sujeto inhibe toda manifestaci¢n espontánea de
"acercamiento, convivencia y simpatia" hacia los demás, actúa como si pusiera
el codo para ir apartando agresivamente a los otros. Quiere regir y dirigir
a su entorno imponiendo sus ideas, sus deseos y objetivos sin consideraci¢n.
Su antagonismo, oposici¢n y falta de objetividad, sus fallos de comprensi¢n,
su ausencia de paciencia y de sociabilidad, hacen su carácter dificil de
soportar. Es un "aguafiestas" que destruye con sus criticas, cualquier ilu-
si¢n noble, cualquier reuni¢n amistosa o familiar o cualquier idea altruista
y generosa nacida en otro.
 
LAS CUADRICULAS (conjunto de lineas entrecruzadas formando cuadros
), frecuentemente empleadas en los vestidos. Según Biedma y D'Al-
fonso, indican "una predisposici¢n a la tensi¢n y a la concentracci¢n. El ex-
ceso de an lisis dificulta la claridad, reduce al minimo la capacidad de sin-
tesis. El sujeto no enlaza y construye sus ideas para dar una buena im gen del
conjunto, carece de visi¢n panorámica" y ésta minusvalia de la inteligencia, se
traduce también en falta de iniciativa, de decisi¢n y de confianza en si mismo.
 
LA ESPIRAL, gesto equivalente a dar vueltas en torno a un punto (simb¢-
licamente, en torno al propio Yo), sea para captar (espiral concéntrica),
sea para expulsar (espiral excéntrica o centrifuga), es un gesto que correspon-
de a sujetos egocéntricos, narcisistas y egoistas, siempre inclinados a refe-
rirlo todo a si mismo. Se trata de individuos, incapaces de situarse en el
lugar de otros, incapaces de reparar en los problemas de los demás.
El egocéntrico, cree que el mundo las personas y las cosas no pueden
ser de otra que como él las piensa, las siente y las ve.
En la espiral concéntrica el sujeto actúa como un "canibal psiquico",
introyecta en su Yo la mayor parte posible del mundo y de las personas y las
transforma en fantasias inconscientes. De ésta forma, el sujeto atenúa sus
afectos libremente flotantes (frustraciones, angustias, ansiedades, etc.),
llegando asi a un ensanchamiento del Yo y del circulo de sus intereses.
En las espirales exc‚ntricas o centrifugas, el sujeto expulsa de su
Yo y de su interés los afectos y tendencias desagradables o penosas.
Las personalidades "distimicas", ansiosas, depresivas, obsesivas o
f¢bicas, son propensas a dibujar espirales concéntricas. Los histéricos, mania-
cos y psic¢patas, tienden a dibujar espirales exc‚ntricas o centrifugas.
 

LA RAPIDEZ DEL DIBUJO EN LOS DFH.-


 
Generalmente, la rapidez con que el sujeto realiza sus dibujos,
está en correlaci¢n con la madurez psicol¢gica, con la confianza que tiene
el sujeto en si mismo, con su memoria perceptiva y su habilidad de dibujante.
El sujeto que emprende rápidamente y sin vacilaciones, la tarea de
dibujar la pareja humana que se le pide, realizando la prueba con prontitud
y sin paradas muy reflexivas o de duda, muestra su capacidad de adaptaci¢n
a situaciones nuevas y prontitud de pensamiento y acci¢n cuando tiene ante
si un problema nuevo, una dificultad o una inc¢gnita.
El nivel de presi¢n de los trazos, la seguridad del trazado y las
buenas o malas proporciones de las figuras, nos informarán sobre la calidad
de sus respuestas ante circunstancias de parecida imprevisi¢n.
El tamaño de las figuras, nos indicar  si el sujeto influye sobre su
entorno o se deja influir por su medio ambiente. La seguridad en si mismo y
su buen contacto social, lo descubriremos en la forma de resolver la cara y
sus ¢rganos más importantes (Ver el dibujo de la cabeza).
Un dibujo rápido, bien realizado, bien ubicado en el espacio gráfico,
sin distorsiones ni anomalias, ser  siempre reflejo de espontaneidad, efica-
cia y feliz soluci¢n de los problemas, además de una buena adaptaci¢n.
 
LOS DFH REALIZADO CON RAPIDEZ, CON TRAZOS ARMONICOS y BUENA
CONFIGURA-
CION, reflejan que el sujeto ha realizado una buena evoluci¢n, deja a un lado
los detalles o nimiedades, no se deja influir por ningún complejo y se dedica
a sus tareas cotidianas o profesionales, evitando las p‚rdidas de tiempo en
consideraciones inútiles. Sabe lo que quiere y a d¢nde vá, y trata de resolver
con eficacia los problemas, obstáculos o dificultades que le impedirian llegar
pronto y bien a alcanzar sus objetivos.

LOS DFH REALIZADOS CON LENTITUD. Si los dibujos de las figuras están
bien detallados, organizados y equilibrados, refleja una actividad mental
tranquila, reflexiva y prudente. Buena memoria perceptiva que concibe los he-
chos y las cosas tal como los percibe de la realidad. Sus juicios serán una
copia fiel de lo que viven sus sentidos fisicos. Por tanto, el sujeto será
un excelente ejecutor de tareas met¢dicas o sistemáticas.
La lentitud en los DFH, suele estar más logada a la pasividad que a
una actividad creadora, emprendedora y dinámica.
Si el trazado es poco firme, relajado o con presi¢n débil, la lenti-
tud puede estar relacionada con una libido débil, con un escaso vigor vital.
 
Las detenciones silenciosas e inactivas o el ensayar, en el aire,
determinadas partes de las figuras, antes de dibujarlas, suele darse en perso-
nas que, hasta ese momento de la detenci¢n, habian realizado sin problemas
parte de su dibujo, viéndose de pronto bloqueadas por cualquier trauma o esta-
do interno conflictivo, relacionado posiblemente, con la zona o área corporal
que ha motivado la interrupci¢n.
 
TRAZOS RAPIDOS Y PUNTIAGUDOS, (ACERADOS), EN LOS DFH. Según su fre-
cuencia, grosor y dimensiones, expresan las manifestaciones directas, más o
menos violentas y agresivas, de los impulsos primarios, es decir, variados
indices de agresividad, que pueden ir de la simple critica, ironia, impacien-
cia y mordacidad impulsivas, a reacciones de indignaci¢n, irritabilidad exce-
siva ante las contrariedades y al descontrol emotivo.
Cuando los trazos tienen una fuerza y grosor muy marcados y una punta
muy aguda, pueden registrar ya las reacciones s dicas : crueldad, encarniza-
miento implacable, ferocidad y espiritu sanguinario.
 

SOMBREADOS, RETOQUES, BORRADURAS, BORRONES, TACHADURAS


EN LOS DFH.-
 
El sombreado, en general, ha sido interpretado por Karen Machover y
sus seguidores, como signo indicador de angustia, como opresi¢n del  nimo,
signo caracteristico de los individuos encogidos por impresiones difusas
de impotencia, de inseguridad, de inferioridad, frente a peligros reales o
imaginados, determinantes de estados internos de sensaci¢n penosa, de malestar
profundo, de inquietud extrema y miedo irracional.
En éstos complejos de angustia y ansiedad, puede jugar un importante
papel las represiones o insatisfacciones sexuales, las frustraciones, el miedo
injustificado a la pérdida de empleo o de algun ser querido, etc.
Este signo, es tanto más importante, cuanto más negra y extensa es
la zona o área del sombreado.
El sujeto que realiza sombreados en sus DFH, muestra el deseo de
querer protegerse contra cualquier influencia o estimulo perturbador que esté
relacionado con lo que representa la zona del dibujo sombreada. El sombreado,
entra¤a aspectos ocultos del sujeto que s¢lo se descubren indirectamente. Es
por ésta raz¢n que, en muchos casos, el sujeto niega su angustia o inquietud,
sus miedos irracionales, su ansiedad, echando mano de los argumentos o justi-
ficaciones que primero se le ocurren.
En algunos casos, encontramos sombreados en DFH realizados con lineas
fuertes, lo que quiere decir que el hecho de que el sujeto sea propenso a la
angustia, no impide que pueda ser un individuo muy activo, lo que supone
un empeño de superaci¢n, de compensaci¢n de algun sentimiento de vacio profun-
do de su personalidad (frustraciones sexuales, fallos en cualquier aspecto,
fuertes preocupaciones, etc.). Es sabido que, el incremento de la actividad,
es el mejor recurso para no alimentar la angustia o las preocupaciones y que
éstas se desvanezcan por inanici¢n. La actividad seguida y útil, aparta el
pensamiento y la atenci¢n de los dolores fisicos y morales.
 
EL SOMBREADO DE LA CARA EN LOS DFH. Karen Machover encontr¢ ésta ano-
malia en sujetos con perturbaciones emocionales graves, dominados por la an-
siedad y con un concepto muy pobre de si mismos. También éste sindrome gráfi-
co en delincuentes agresivos con tendencia al robo.
Por nuestra parte, los sombreados en la cara s¢lo los hemos visto en
sujetos con problemas de adaptaci¢n social, faltos de confianza en si mismos,
dos de ellos con problemas infundados de celos sobre su "partenaire", incluso
habiendo llegado a las agresiones fisicas.
 
SOMBREADOS DEL CUERPO Y DE LAS EXTREMIDADES EN LOS DFH. Suele ser indi-
cio de problemas psicosomáticos y ansiedad por el cuerpo. El sujeto tiende
a estar observándose continuamente, está al acecho de cualquier pequeña sensa-
ci¢n o molestia que percibe en su organismo. Su preocupaci¢n hipocondriaca
por el propio cuerpo, su egoismo y egocentrismo, unido a su ansiedad, hace al
sujeto fatigante para los que le rodean. Siempre está hablando de sus sinto-
mas de enfermedad, generalmente imaginados, fantaseados y preocupantes. Requie-
re que los demás le estén escuchando constantemente y si sus excesivas recla-
maciones de atenci¢n no son satisfechas, se llena de mal humor, acude a la
visita de varios médicos, a veces más para sentirse escuchada, que para reci-
bir un tratamiento, que no seguir  al pié de la letra..
 
SOBREADOS EN LOS BRAZOS. Los sombreados en los brazos, pueden estar en
relaci¢n con "sentimientos de culpabilidad" por algo realizado con las manos,
como puede ser la masturbaci¢n o la apropiaci¢n de algun objeto. Pueden indi-
car también complejos de culpa por agresiones fisicas a los demás.
 
SOMBREADOS EN LAS PIERNAS. Indicador de fallos o preocupaciones en
el aparato locomotor. La ansiedad, en éste caso, puede centrarse en senti-
mientos de inferioridad por el tama¤o del cuerpo, por deficiencias o malforma-
ci¢n de las piernas o también preocupaci¢n motivada por los complejos sexuales.
 
Sin embargo, todas estas interpretaciones son relativas, lo único que
podemos deducir con certeza, es que cualquier sombreado es un sintoma de
ansiedad y que, por ejemplo, como dice la Dra. Koppitz, "el hecho que aparez-
can sombreados en los DFH, no nos permite otra cosa que sospechar, con relativa
seguridad, que el sujeto padece angustia sobre alguna actividad, real o fanta-
seada, relacionada con los ¢rganos localizados en el área donde surge".
 
SOMBREADO DE LAS MANOS EN LOS DFH. Es indicador de alguna situaci¢n
conflictiva o de pensamientos rechazados que producen angustia en relaci¢n
con las manos. Puede tratarse de algun complejo de culpabilidad o de alguna
actividad realizada o fantaseada con las manos. A veces, ciertos problemas
psicosomáticos como el temblor, tener las manos feas, algún dedo cortado o
atrofiado, etc., puede ser motivo de angustia.
 
SOMBREADOS EN EL CUELLO DE LAS FIGURAS. Suelen descubrir la existencia
de situaciones en que el sujeto ha de realizar verdaderos esfuerzos para con-
trolar impulsos rechazados por el Super-Yo, o que la conciencia reconoce
como "inaceptables", violentos o inoportunos. Estos impulsos pueden tener un
sentido contrariante y agresivo en su direcci¢n del Yo al Tú.
Si el cuello está dibujado con lineas rectas e inflexibles, los ombrea-
dos pueden reflejar la lucha del sujeto entre sus impulsos violentos y su auto-
control rigido. Este es el caso de individuos que son intransigentes, polémi-
cos, inconformistas y agresivos en la intimidad y, en cambio, en la esfera
profesional y social se muestran humildes y retraidos. En algún caso, hemos
observado éste signo en sujetos con una nuez muy salida, o con gran sotabarba
descendiendo sobre el cuello (complejos fisicos en ésta parte del cuerpo).
 
SOMBREADOS EN EL PECHO MASCULINO Y EN LA ZONA DE LOS SENOS
FEMENINOS.
Si ambos sombreados aparecen en dibujos realizados por varones, puede tratarse
del deseo de destacar la propia fuerza o la propia personalidad, a pesar
de la posible dependencia econ¢mica o moral de la mujer. Si es la fémina quien
sombrea los dibujos en ambas áreas, puede sospecharse que ésta mujer vive afec-
tada por preocupaciones cancerosas en los senos o por preocupaciones sexuales
que la inhiben frente al var¢n.
 
SOMBREADOS EN EL AREA DE LOS ORGANOS SEXUALES. Normalmente, la angustia
o ansiedad del sujeto (var¢n o fémina), puede estar relacionada con la funci¢n
sexual. Hemos observado éste sindrome gráfico, en mujeres con un embarazo no
deseado o temido, y en el caso de relaciones sexuales ocultas y que se teme
puedan ser descubiertas.
 
SOMBREADO DE NUBES. Es sindrome frecuente en sujetos que se sienten
amenazados por impedimentos o circunstancias poderosas procedentes del medio
ambiente. LO hemos observado en individuos con temor a quedarse en paro
forzoso o que ya lo estaban. También lo detectamos en algunos casos de perso-
nas con relaciones amorosas contrariadas por los padres.
 
 
RETOQUES EN LA CONFIGURACION DE LOS DFH..-
 
Los retoques, son fallos producidos por la inseguridad y torpeza del
sujeto ante una tarea que le cuesta realizar. Refleja, normalmente, una cierta
inferioridad en el desarrollo de las facultades perceptivas. Sin embargo,
cuando los retoques aparecen en una zona o  rea aislada y no en todo el con-
junto, son indicadores de conflictos, problemas o preocupaciones en relaci¢n
con los ¢rganos correspondientes al  rea donde se presentan.
Los retoques, pueden ser también el efecto de alguna depresi¢n, o la
aplicaci¢n minuciosa y exigente de un Yo con un deseo de perfecci¢n exagerado.
El retoque, considerado como "un acto fallido", es un impulso incons-
ciente que intercepta, moment neamente, la idea de la tarea a realizar. Este
tropiezo, fracaso o fallo, se puede considerar como un efecto gráfico de un
conflicto, como una representaci¢n inconsciente y dolorosa de algun fallo
personal relacionado con el lugar donde se ubica el retoque.
 
LAS BORRADURAS EN LOS DFH. Suelen coincidir en individuos que miran el
mundo y lo juzgan a través de una libido desatendida o bloqueada, es decir, de
una manera subjetiva, condicionada y vivenciada seg£n los problemas o distor-
siones interiores. Algunos autores, relacionan éste signo con la neur¢sis
compulsiva (inclinaci¢n a realizar determinados actos, más o menos absurdos,
empujado por potentes fuerzas inconscientes, a pesar de reconocer consciente-
mente su inutilidad e irracionalidad). Los niños pequeños, los esquizáofrénicos,
y los retardados mentales, raramente intentan --seg£n Machover-- borrar lo
que ya han dibujado.
 
LAS MANCHAS O BORRONES EN LOS DFH. Los borrones o manchas de tinta,
o de boligrafo, que se hacen en el papel, por sudor de la mano, descuido o
torpeza, suelen reflejar estados de insatisfacci¢n consciente o de ansiedad
debidos a impulsos sado-masoquistas que condicionan la tendencia a la
suciedad. La sensaci¢n de incompletud de éstos sujetos, puede deberse a no
haber podido formar pareja o a que el partenaire no satisface afectivamente
y sexualmente al sujeto.
Las manchas acentuadas, en los DFH, en opini¢n de la Dra. Koppitz,
pueden ser un sintoma de amnesia. Según el sitio donde están situadas las
manchas, se puede tener una referencia sobre la localizaci¢n del problema.
 
LAS TACHADURAS EN LOS DFH. Ciertos individuos tachan las figuras
después de haber realizado una parte de ellas. Este tipo de tachaduras está
en correlaci¢n con complejos de fracaso y falta de identificaci¢n consigo
mismo, lo que motiva la angustia de la indecisi¢n. El sujeto intenta corregir
con éste acto lo que él cree incorrecto y teme se le juzgue de modo distin-
to a como él quiere ser visto. Es importante saber si la figura tachada
corresponde al propio sexo del sujeto o al sexo contrario. Cuando se trata
de tachaduras a la figura del propio sexo, el sujeto denota su sentimiento
de fracaso y la anulaci¢n de si mismo, lo que trae aparejado un empobreci-
miento afectivo y de las facultades intelectuales. El sujeto consume gran
energia en sus conflictos internos. Estas anomalias en la autoimágen, en el
concepto de si mismo, puede dar lugar a una neur¢sis obsesiva o a un estado
pre-psic¢tico por la tendencia desintegrativa y de disociaci¢n del Yo.
Cuando la figura tachada corresponde al sexo contrario, señala
problemas con éste, o con su pareja. Inconscietemente, el sujeto desea anular,
eliminar, al sexo opuesto o a su pareja, ya sea por tendencias homosexuales
que situan al sujeto en inferioridad competitiva con la mujer, ya sea porque
la mujer es un obstáculo insoportable para su expansi¢n afectiva y sexual.
 
LAS TRANSPARENCIAS EN LOS DFH. En las transparencias, las formas del
cuerpo se ven a través del traje o vestido. Según nuestra propia experiencia,
hemos encontrado éste signo en sujetos con un C.I. bajo, es decir con defi-
ciencia en las facultades criticas frente a la realidad y al medio ambiente.
Es frecuente también en sujetos con sentimientos de inquietud, agitaci¢n emoti-
va e incertidumbre (alto predominio del temperamento nervioso), propenos a
la ansiedad libremente flotante.
Los traumas edipicos, los conflictos internos y miedo agudo con respec-
to a la sexualidad (complejos de castraci¢n), suelen estar presentes, asi como
ciertos estados de ambivalencia (alternativas desagradables de miedo y esperan-
za, de inseguridad y fe, de duda e ilusi¢n, etc.), que reflejan la falta de
confianza en si mismo y hacen que el sujeto viva sobrecogido de angustia y
emita juicios muy subjetivos.
 
En el dibujo de las tramsparencias en los DFH, el sujeto puede actuar
de dos modos distintos :
a) dibuja primero la figura desnuda y luego la viste, indicando asi
sus represiones sexuales y
b) dibuja primero la figura vestida y luego insinua, a través del
traje o vestido, las diferentes partes del cuerpo. En éstos casos, el sujeto
muestra una particular preocupaci¢n por la parte del cuerpo donde está ubicada
la transparencia. Generalmente, las transparencias se localizan sobre los
genitales y las piernas.
Cuando las transparencias se deben a los dedos de los pies, que se
ven a través de los zapatos, según Karen Machover, puede ser indicio de
una "agresividad patol¢gica".
En opini¢n de la Dra. Romano, las transparencias suelen encontrarse
en "personas con escasa capacidad técnica para el dibujo. Nosotros hemos
observado la veracidad de ésta observaci¢n en bastantes casos, por lo que suge-
rimos el cotejo con otras pruebas y la técnica de la entrevista a la hora de
interpretar.
 
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EL DIBUJO DE LA CABEZA COMO ORGANO PRINCIPAL DE LAS DFH.-
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Generalmente, lo primero que se dibuja en los DFH es la cabeza, segu-


ramente porque la cabeza es lo más importante y más visible de cada persona
y es lo que, socialmente, representa mejor la personalidad de cada individuo.

Cuando nos comunicamos con los demás, la cara y las manos es lo único
que, normalmente, descubrimos a nuestros interlocutores. Lo que memorizamos
con mayor facilidad de una persona, no es el cuerpo, sino el rostro, porque
el rostro es lo más caracteristico, expresivo y representativo de cada indi-
viduo. De ahi que pongamos cierto énfasis en el estudio de los detalles que
configuran la cabeza, que suele ser lo primero que se dibuja en los DFH.
 
A continuaci¢n voy a exponer algunas interpretaciones sobre el
dibujo de la cabeza y sus variados elementos : el cabello, los ojos, la boca,
la nariz, la barbilla, etc.. Ahora bien, no me cansar‚ de repetir que cual-
quier signo o peque¤o detalle de los dibujos, considerado aisladamente, tiene
un valor muy relativo si no se tiene en cuenta la totalidad de las figuras.
 
CABEZA GRANDE CON RASGOS DE LA CARA EXCESIVAMENTE ACENTUADOS
EN COMPARACION CON EL RESTO DEL CUERPO. Si la figura es la del
propio examinado, colocada a la izquierda y la del sexo contrario a la derecha,
puede indicarnos que el sujeto necesita liberarse de su temor a sentirse infe-
rior con relaci¢n al otro sexo. Si la figura del propio sexo está colocada
a la derecha y la del otro sexo a la izquierda, el sujeto se siente igualmente
inferior, pero trata de compensar, de alguna manera, socialmente o profesio-
nalmente, su sentimiento de inferioridad, destacándose por su atractivo,
por su poder de dominio o por su habilidad o cultura.
En el primer caso, los intentos de superioridad, los llevar  el
sujeto de modo pasivo, por ejemplo, por el camino de la cultura, de la especia-
lizaci¢n técnica, cultivando algun arte, etc. pero siempre buscando el apoyo
de otros. En el segundo caso, colocandose a si mismo a la derecha, el sujeto
ser  más o menos consciente de su minusvalia, pero luchara para alcanzar sus
metas y adaptar el mundo externo a sus necesidades y aspiraciones.
 
Los sujetos paran¢ides, los narcisistas,los vanidosos, etc. dibujan
las cabezas grandes como simbolo de la preponderancia que conceden a su
propia persona. También ocurre con los niños pequeños que dibujan la cabeza
grande en sus monigotes. La ambici¢n de todo niño es ser grande, para poder
hacer lo que hace papá, o lo que hace mamá.
 
 
ESMERO EN DETALLAR LOS RASGOS DE LA CABEZA EN LOS DFH. Interés en cui-
dar la apariencia personal, la imágen externa. Necesidad de compensar senti-
mientos de inferioridad destacando valores reales o aparentes para sobresalir
sobre los demás, intento tanto más acusado, cuanto más grande o alta aparezca
la figura que representa al sujeto. En general, esta tendencia, es un mecanismo
de defensa contra la inseguridad interior, muchas veces compensada por el ensan-
chamiento del Yo en cualquier esfera. Exhibir una fachada, elaborar una conduc-
ta beneficiosa en el exterior, es muchas veces un factor de éxito. De ésto
saben mucho las mujeres y los politicos.
 
DETALLES NORMALES EN EL DIBUJO DE LA CABEZA : Siendo la cabeza la parte
más importante del cuerpo y lo que nos identifica más socialmente, es normal
que en los DFH se preste más atenci¢n y se dibuje con más detalles que el resto
del cuerpo. Por tanto, una cabeza bien detallada en sus elementos, sin que
se distinga por un exceso de esmero, refleja una adaptaci¢n normal, sana y
equilibrada y una autoimágen sin grandes complejos psicol¢gicos, especialmente
si el dibujo del resto del cuerpo, no presenta sombreados, roturas, distorsio-
nes u otros signos an¢malos.
 
 
EL EMPLAZAMIENTO O UBICACION DE LA CABEZA EN LA PAGINA.

El emplazamiento que da el sujeto a la figura y muy especialmente a


la cabeza, que suele ser lo primero que se dibuja, es un dato importante para
deducir como anda la relaci¢n del individuo con su entorno. Cuando el sujeto
inicia el dibujo que le representa, lo hace normalmente en el cuadrante supe-
rior derecho o en el cuadrante superior izquierdo. Si empieza el dibujo en el
cuadrante superior derecho, detalla normalmente la cabeza y da al resto del
cuerpo unas buenas proporciones con lineas firmes y decididas, se puede cole-
gir que el sujeto está bien adaptado y bien integrado en su medio ambiente,
no tiene grandes problemas en el desarrollo de su vida social y profesional y,
en cierto modo, tiene una personalidad que influye sobre su ambiente.
Cuando el dibujo de la figura del propio sexo se inicia en el cuadrante
superior izquierdo, si no hay anomalias en el detalle de los rasgos de
la cabeza, ni en la estructura del contorno, el sujeto se adapta y se
integra normalmente a su medio, pero su actitud con relaci¢n al exterior, ser 
generalmente pasiva, aunque intente destacar los rasgos faciales. Se tratar ,
posiblemente, de un sujeto introvertido y algo timido, con ciertas dificulta-
des de socializaci¢n o contacto con personas de ambientes sociales distantes
del suyo.
 
CABEZA PEQUEÑA EN RELACION CON EL CUERPO DE LA FIGURA.
La ubicaci¢n o emplazamiento, el tamaño y la proporci¢n de la cabeza
con relaci¢n al cuerpo son datos importantes a tener en cuenta en los DFH.
 
Si reconocemos que la cabeza es nuestro "centro de informaci¢n, de
percepci¢n y archivo" y la sede donde se elabora nuestra comunicaci¢n con el
exterior, no debemos extrañarnos que una cabeza pequeña en relaci¢n con el
cuerpo de la figura, nos refleje, de algun modo, una disminuci¢n de la idea
del Yo, un problema de autoimágen o del concepto de si mismo, que invita a
la reducci¢n de la capacidad expansiva, una merma en las relaciones socia-
les o en la comunicaci¢n con los demás.
Por ésta raz¢n, diversos autores nos hablan, en éste caso, de la
existencia de complejos de inferioridad, sea intelectual o de otro tipo.
Karen Machover encontr¢ éste signo en sujetos con deseo consciente
--y por tanto patol¢gico--, de ignorar el raciocinio para seguir las exi-
gencias de ciertos impulsos neur¢ticos, como ocurre en los sujetos obsesi-
vo-compulsivos. En algunos casos, hemos visto esta particularidad de los
DFH en sujetos "capitidisminuidos" (pobre y frágil idea del propio Yo),
pero con una dignidad susceptible defensora del empobrecido Yo que les
inclina a poner un cerco, una barrera, entre el sujeto y su entorno.
 
CABEZA PEQUEÑA CON RASGOS FACIALES OMITIDOS O POCO DETALLADOS.-
Como en el caso anterior, éste signo expresa una disminuci¢n del
concepto autoestimativo, bien sea por alguna causa objetiva o por una
impresi¢n subjetiva de fracaso o de minusvalia. El sujeto puede hallarse
bajo los efectos de una curva depresiva, o enfrentado con algun problema o
crisis que le hace sentirse pobre, marginado e inadaptado, o quizá  impotente
frente a una realidad adversa o un ambiente hostil.
En éstos casos, las causas de la angustia, ansiedad o depresi¢n, pue-
den estar originadas por algun complejo de abandono, de postergaci¢n o de
olvido en relaci¢n a los méritos que el sujeto puede pretender tener, por
privaci¢n de afecto por parte de los padres o de su partenaire y también por
falta de confianza y habilidad para obtenerlo.
Hemos testado a dos individuos que perdieron su trabajo de directivos
por haber quedado obsoletos en su puesto y por ésta causa fueron sustituidos.
Estos sujetos sentian como una especie de "vergüenza de si mismos", mezclada
con un profundo resentimiento.
En general, cuando la cabeza o el rostro son pequeños en relaci¢n
el conjunto de la figura y los rasgos faciales aparecen esfumados, poco deta-
llados u omitidos, se debe sospechar algun problema serio en la autoimágen
y en el desenvolvimiento del sujeto en su vida familiar, profesional o social.
 
CABEZA GRANDE, DESPROPORCIONADA CON EL CUERPO Y MAL CONFIGURADA.
Como acabamos de ver, el concepto de si mismo, la autoimágen, se centra
en la cabeza de los DFH. Todo hombre desea que se le valore por su inteligencia
y eficacia. El hombre desea triunfar por su "acci¢n", por su "saber", o por su
"savoir-faire". La mujer desea triunfar por ser bella, por su capacidad para
"agradar", cuida ante todo su cabeza, su peinado, su maquillaje y su vestimenta.
Por tanto, en el caso del hombre, exagerar las dimensiones de la cabeza
en los DFH, supone una ambici¢n desmedida, sea en las aspiraciones intelec-
tuales, artisticas, deportivas o en el trabajo.
En el caso de la mujer, la ambici¢n toma la via de querer "protagonizar
al máximo su femineidad", intenta ejercer dominio a trav‚s del deseo de "agra-
dar y seducir".
 
Una cabeza grande, desproporcionada con relaci¢n al cuerpo y
mal configurada, suele ser la expresi¢n, tanto en el caso de un hombre, como
en el de una mujer, de una ambici¢n fracasada, de un intento fallido por des-
tacar. Es una ambici¢n contrariada, quizá  porque el sujeto ha intentado triun-
far por encima de sus m‚ritos y posibilidades. Es un signo de intento de
compensaci¢n a base de fantasias de rango y de importancia social, buscando
una superioridad ficticia, fantaseada, a través de la cual se dé salida
a las frustraciones del Yo y a tendencias reprimidas.
Se puede tratar también de sujetos con fuertes tendencia introspectiva,
que huyen de la realidad refugiándose en la fantasia o con un carácter pe-
dante que verbaliza situaciones en las que se siente protagonista de gran-
des hechos o historias fantaseadas (pensamiento mágico, delirio de gradezas).
 
En otro orden de casos, las cabezas grandes y mal configuradas, se
presentan a veces en sujetos que tienen, frecuentemente, problemas en sus
relaciones interpersonales a causa de transtornos o disturbios de la perso-
nalidad. En éstos casos, la cabeza suele ser lo último que se dibuja.
 
También hemos hallado éste signo en personas con cefaleas o
dolores de cabeza frecuentes y en individuos con dificultad de aprendizaje,
o que han sido muy rigidamente educados por un padre duro y castrante o por
un educador excesivamente dominante y autoritario. En todos los casos podemos
entrever una necesidad de compensar los complejos de inferioridad que oprimen
y angustian al sujeto.
 
CABEZA CORTADA POR EL BORDE DE LA HOJA. Cuando el sujeto no ha calcu-
lado bien el emplazamiento de la figura y le falta papel para terminar la con-
figuraci¢n de la cabeza, puede reflejar una conducta más o menos impulsiva
y de tendencia esquizá¢ide que hace vivir al sujeto fuera de los limites correc-
tos de convivencia y fuera del respeto a los sem foros sociales. Suele darse
esta anomalia en sujetos refugiados en un mundo de fantasias, más o menos ale-
jados de la realidad. Tendencias patol¢gicas.
 
DIBUJAR SOLO LA CABEZA DE LAS FIGURAS. Ciertos individuos, como no
se les dá una consigna concreta, optan por salir del paso dibujando s¢lo la
cabeza de las figuras. Hemos visto con frecuencia éste signo en sujetos sepa-
rados, mal avenidos en su vida matrimonial o en hombres con complejos de impo-
tencia sexual frente al otro sexo. En la mujer, puede reflejar un sentimiento
de incompletud o de frustraci¢n sexual.
Este signo se acentúa si los dibujos de las cabezas presentan dureza
de expresi¢n, están realizados con lineas angulosas y colocadas de espaldas la
una con respecto a la otra, en cuyo caso muestran una relaci¢n distanciante,
agresiva y de oposici¢n en el mundo de la pareja.

CABEZA DIBUJADA DESPUES DE HABER HECHO EL CUERPO.


Si consideramos que la cabeza es la parte más importante de la perso-
na y el centro que dirige el pensamiento y la acci¢n, dibujar la cabeza des-
pués que el cuerpo, es un indicador de la carencia racional de control de los
impulsos y de la acci¢n. La reflexi¢n sobre lo manifestado o realizado, puede
venir a posteriori, cuando los hechos ya son hechos, y cuando las palabras no
se pueden ya rectificar. Esta manera de reaccionar, condiciona frecuentemente,
dificultades y conflictos del sujeto en su relaci¢n con los demás.
Por otro lada, la cara es la parte más expresiva del cuerpo y lo que
mejor nos representa socialmente. Lo l¢gico es que sea lo primero que se debe
dibujar y asi ocurre en el 97'8 % de los casos, por lo que el hecho de dibujar
la cara en último lugar, es como postergar dar la cara, o esconder el semblan-
te. De éste hecho, se puede deducir, no ya un conflicto o dificultad en las
relaciones del Yo con el T£, sin¢ también algun complejo fisico o psiquico,
tal vez moral, que incline al sujeto a retraerse, a sentir vergüenza de si
mismo y evitar, en lo posible, "dar la cara".
Nosotros pudimos observar un par de casos. Uno de ellos
perteneciente a una muchacha con un complejo de minusvalia fisica que habia
tenido la cara deformada por quemaduras sufridas durante la infancia. Después
de la operaci¢n de cirujia estética, que la dej¢ con un rostro bastante
aceptable. Le aplicamos la prueba varios meses despues de haberle restaurado
el rostro, pero aún seguia con su autoimágen de mujer "deforme".
El otro, se trataba de un muchacho con ojos muy saltones y cara poco
agradable. En el colegio, sus compa¤eros le habian puesto el mote de "besugo".
Tenia un cuerpo pequeño y gordinfl¢n y evidentes signos de hipogenitalidad.
Normalmente, el hecho de dibujar la cabeza en último lugar, suele
ser un indicador de complejos fisicos que alteran o disminuyen las necesidades
de relaci¢n social y frecuentemente son causa de conflictos o dificultades
de adaptaci¢n, tanto en el terreno social como familiar.
 
CABEZA DIBUJADA NORMALMENTE EN CONTRASTE CON UN CUERPO VAGAMENTE
TRAZADO O INCOMPLETO. Simb¢licamente, la cabeza es el ¢rgano del
pensamiento, mientras que el cuerpo representa la fuerza vital y la acci¢n
sobre la realidad. Si la cabeza está netamente detallada y el cuerpo se
dibuja vagamente o se omite una parte del mismo, es posible que como en el
caso de un gran cientifico inglés, todo el valor del individuo se
centre en una supercompensaci¢n en la actividad intelectual.
El sujeto, en éste caso, si no ha llegado a una supercompensaci¢n
intelectual, como en el caso citado, desarrollara su imaginaci¢n y fantasia
como factores compensatorios de sus minusvalias fisicas o de sus complejos
de inferioridad objetivos o subjetivo.
Este signo, también puede significar que el sujeto descarga sus ten-
siones internas, sus frustraciones sexuales o la debilidad de su aparato loco-
motor (depende de la zona más debilitada o cortada de los dibujos), sea en
la comunicaci¢n escrita o fantaseada o expansionando sus sentimientos de infe-
rioridad o de vergenza de si mismo, en criticas a la imperfecci¢n de los con-
ceptos, opiniones, actos o proyectos de los demás, en cuyo caso los dibujos
presentarán signos de agresividad. La agresividad critica que no puede hacerse
a si mismo por sus minusvalias fisicas, se descarga proyectivamente sobre los
demás en forma de "mecanismo de defensa".
 
CABEZA, SIMPLEMENTE REPRESENTADA POR UN CIRCULO U OVALO.
Los niños, suelen representar la cabeza trazando un circulo o un ¢valo
más o menos deformes. Y es que, el circulo para los niños, está asociado con
los estimulos sensoriales, con la alimentaci¢n, con el lenguaje, con las emo-
ciones de agrado y con las funciones de desarrollo (Melanie Klein). El adulto
que, en los DFH, señala la cabeza simplemente con un ¢valo o circulo, refleja
la dificultad que tiene para integrarse en una vida social normal, es decir,
nos expresa, simb¢licamente, la tendencia a refugiarse o a escapar hacia la
fantasia infantil, hacia ideas tan amplias e infinitas como inconcretas, sin
limite ni cotejo con la realidad.
En algunos casos éste signo se dá en sujetos que ejercen o han ejer-
cido la profesi¢n de verdugo, de basurero, de enterrador, etc., o ser un
ex-carcelario, tener la piel negra o tener cualquier cualidad moral o fisica
que inferiorice --real o imaginariamente-- al individuo, de cara a la sociedad.
 

 
EL DIBUJO DE LOS ORGANOS DE LA CARA.-
 
Laa cara, como sabemos, contiene los "vestibulos sensoriales" (*),
es decir, los ojos, la nariz, la boca, y las orejas. Estos vestibulos, son
las puertas de entrada de las sensaciones fisicas, los ¢rganos de la percep-
ci¢n. Mediante la funci¢n de éstos ¢rganos nos informamos sobre el mundo
exterior, tomamos contacto, a través de la receptividad, de todo aquello que
existe fuera de nosotros y que puede sernos £til o peligroso. Según algunas
teorias filos¢ficas, "no existe en nuestra mente ningun conocimiento que
no haya sido antes percibido por los sentidos".
La entrada de sensaciones o impresiones (estimulos) a través de
los sentidos fisicos, puede explicarse, seg£n Mehrabian y otros investigado-
res, como "una excitaci¢n que el medio ambiente produce en nosotros". Esta
excitaci¢n, puede producirnos una sensaci¢n de bienestar o malestar, de segu-
ridad o de inseguridad, de alegria o tristeza, de satisfacci¢n o insatisfac-
ci¢n, de tranquilidad o de insosiego, etc.. Un estimulo cualquiera, una excita-
ci¢n proviniente de fuera o de dentro de nuestro Yo, puede activar una necesi-
dad de acci¢n sobre el entorno o provocar la inhibici¢n de nuestro impulsos
expansivos o motores.
 
El hecho, por ejemplo, que alguien dibuje una figura humana sin rostro,
o indicada la cabeza simplemente con un circulo u ¢valo, omitiendo los ¢rganos
sensoriales que nos sirven para contactar con el mundo exterior, en el mejor
de los casos nos indicar  una falta de interés por la comunicaci¢n con los
demás, por la convivencia con otros. Indica, además, que el sujeto no recibe
estimulos satisfactorios de su entorno y quiere aislarse. O bien sufre un com-
plejo de minusvalia orgánico relacionado con el rostro que le invita a evadir
los contactos sociales por no poder encontrar en la comunicaci¢n una compensa-
ci¢n adecuada a sus complejos de deficiencia o minusvalia.
 
Esta explicaci¢n justifica la importancia que debemos dar al dibujo
de los "vestibulos sensoriales", es decir, a los rasgos faciales en el dibujo
de los DFH.
 

RASGOS DE LA CARA (VESTIBULOS) DIBUJADOS CON FUERZA Y DETALLES


NORMALES, SIN DISTORSIONES NI DESPROPORCIONES. Es señal de un buen
equilibrio y adaptaci¢n en el carácter y en la comunicaci¢n del sujeto con
su ambiente, especialmente si no hay anomalias (sombreados, desproporciones,
lateralizaciones, etc. en el resto de los DFH.
 
RASGOS DE LA CARA MUY MARCADOS, DETALLADOS CON FUERZA Y DECISION.
El hecho de acentuar los ¢rganos del rostro de manera sobresaliente
y, a veces, en desproporci¢n con el resto de la figura, señala la necesidad
imperiosa de destacar el Yo en lo social, familiar o profesional. El sujeto
puede ejercer su actividad queriendo poner ¢rden, aclarar y decidir las cosas,
imponiendo sus deseos o su autoridad de modo individualista. Hay que tener
en cuenta la eficacia o ineficacia de ‚stas personas, valorando el grado de
equilibrio, proporci¢n y organizaci¢n de los DFH.
El hecho de remarcar con mucho énfasis los rasgos del rostro, es fre-
cuentemente un intento de compensaci¢n o de supercompensaci¢n de complejos
nucleares, entendiendo por complejos nucleares, conflictos relacionados con
el complejo de Edipo, sentimientos de inferioridad o cualquier otro conflicto
infantil que haya condicionado un incompleto o defectuoso desarrollo de la
personalidad, motivando, en algun aspecto, problemas de adaptaci¢n.
El sujeto quiere compensar ciertos fallos personales fantaseando sobre
si mismo o sobre la importancia que tiene su ascendencia, su parentesco con
personas importantes o la especial amistad con personas de alto rango. Constru-
ye fantasias en las cuales se coloca como h‚roe o como protagonista principal
de hechos o anécdotas vividas subjetivamente.
Si el resto del DFH está bien diseñado y con trazado ms o menos segu-
ro, puede indicar, simplemente, una actitud pedante, presuntuosa y de dominio
agresivo, seguido de afán de posesividad exigente.
 
 
RASGOS DE LA CARA (OJOS, NARIZ, BOCA, CEJAS, ETC.) DIBUJADOS SUAVEMENTE,
SIN FUERZA, SIN VIGOR EXPRESIVO). Suele ser signo de timidez, de inse-
guridad, de inhibici¢n. El sujeto se siente coartado fuera de su ambiente habi-
tual, en presencia de extra¤os o ante personas que representen autoridad, bien
cuando trabaja, cuando es interpelado por un superior o cuando es objeto de
atenciones por parte de los demás. Generalmente, sus reacciones demuestran
una falta de adecuaci¢n a las personas y a las stuaciones que pueden poner en
juego su necesidad de sentirse seguro, valorado y apreciado.
HACER EL ROSTRO SIN RASGOS FACIALES.
Puede indicarnos, con signos de distorsi¢n, empobrecimiento, despro-
porciones y algunas otras anomalias, las dificultades del sujeto para adap-
tarse a la realidad y, en casos graves, el carácter asocial del individuo.
En cualquier caso, y cuando ésta anomalia va seguida de otros signos negativos,
debemos pensar en cierta falta de coherencia y armonia entre el modo de pensar,
sentir y querer del sujeto y el de su entorno. Prescindir de los rasgos facia-
les, es como ocultar el rostro, y ocultar el rostro, es una actitud que puede
tener muchos sentidos. Lo mismo puede deberse ésta anomalia a un "mecanismo de
defensa" motivado por deformaciones del rostro u otros complejos de minusvalia
relacionados con la cara, que a necesidad de ocultarse socialmente por alguna
culpabilidad real o fantaseada o por algo que avergüenza al sujeto.
 
HACER, EN LOS DFH, LAS CABEZAS ALARGADAS.
Algunos autores lo interpretan como signo de inmadurez y de independen-
cia frustrada. El sujeto necesita vivir en simbiosis, depender de otros en
todo cuanto se refiere a la propia afectividad, al ejercicio profesional,
a la vida econ¢mica o moral. El sujeto es incapaz de moverse con autonomia,
necesita el consejo del sacerdote, del médico, del jefe, o de alguna otra
personas que le dé respaldo y seguridad. Tiene ansia o avidez de aceptaci¢n,
de ayuda y empatia. Este signo se d  con alguna frecuencia en los niños y en
los adultos que aún no se han desprendido del complejo materno, es decir, en
adultos con necesidad de protecci¢n .
Cuando el alargamiento de la cabeza es excesivo, puede ser un indicador
de una supervaloraci¢n del cerebro a causa de algun posible retraso mental.
 
 
CABEZAS CON PROTUBERANCIAS FRONTAL Y OCCIPITAL.
Acentuar el volumen de las protuberancias craneales indicadas,
expresa el inter‚s e importancia que concede el sujeto a la actividad cerebral,
al desarrollo intelectual. Estos sujetos ven el valor de las personas en la
capacidad para pensar y crear, en el estilo y originalidad de las ideas y en
la eficacia te¢rica e incluso práctica de la actividad mental.
 
 
CABEZAS CON FORMAS EXTRAÑAS
Es un indicador probable de desequilibrios más o menos importantes.
Algunos autores, Machover, Koppitz, Gunzburg, entre otros, han observado éste
signo en pacientes orgánicos cuyos cerebros funcionaban mal. Se pueden dar
en individuos con "lateralidad" más o menos acentuada, es decir, con desigual-
dades en el funcionamiento de los lados derecho e izquierdo del cerebro. Por
ejemplo emplear preferentemente la mano izquierda o el pié izquierdo. Estos
sujetos suelen presentar una actitud resentida y susceptible a cualquier
estimulo que ellos interpreten como ataque a su defecto, minusvalia o padeci-
miento org nico.
Sin embargo, también puede tratarse de individuos con problemas psi-
quicos de adaptaci¢n a causa de errores educativos.
En resumen : La cabeza y los "vestibulos sensoriales" constituyen la
parte más importante del "Testáde la pareja humana". Y no s¢lo porque es la
zona corporal más expresiva del cuerpo y el centro de control de la personali-
dad, sin¢ principalmente, porque es la parte más representativa del sujeto en
su vida social, pudiéndose conocer, a través de su diseño, no s¢lo el grado
de sociabilidad, sin¢ también algunas consecuencias funcionales.
 
La cabeza es la parte de la figura que se dibuja primero y es, preci-
samente, la única parte del cuerpo que queda clara en el caso de los DFH reali-
zados por personas seniles, deterioradas o con conflictos sexuales o psico-
afectivos graves.
 
Las cabezas de diseño poco claro, suelen ser realizadas por sujetos
que tienen una "autoimágen negativa" o por aquellos sujetos que son en
extremo autoconscientes de alguna minusvalia o complejo de inferioridad, por
cuya timidez y falta de confianza en si mismos, temen ser torpes, inseguros
o indecisos en las relaciones sociales.
 
Cuando la cabeza es lo último que se dibuja, según Hammer y otros auto-
res, se puede deducir una actividad mental perturbada. Nosotros hemos encon-
trado éste signo en sujetos con sentimientos de inferioridad o minusvalia rela-
cionados con el propio cuerpo, es decir, con vergüenza del propio cuerpo en
algun sentido (ser excesivamente gordo y bajito, tener las piernas muy torci-
das, ser jorobado, tener una motricidad torpe y lenta), etc.).
 
Cuando el cuerpo de las figuras aparece esquematizado, esbozado, esfu-
mado, rechazado, o no existe, y los rasgos de la cabeza se dibujan con clari-
dad, se puede sospechar que el sujeto tiene fuertes dificultades de adaptaci¢n
y quizáá acude a la fantasia como recurso compensatorio.
 
 

LOS DETALLES DE LA CABEZA Y DE LA CARA EN LOS DFH.-

EL CABELLO EN LOS DFH.


La literatura psicoanalitica concede un fuerte simbolismo sexual al
cabello. Y es que, el cabello, desempeña un papel importante en las mitologias
clásicas y en el folklore. Autores conocedores de éstos arquetipos, como R.
Pellegrini, afirman el significado sexual del cabello. "La sexualidad de los
cabellos se manifiesta ondulándolos (lo que constituye una práctica antiqui-
sima), haciendo que caiga algun mech¢n sobre la frente de manera que permita
voluptuosas, aunque no muy acentuadas oscilaciones; cubriendo a medias el
pabell¢n de la oreja; dejando flotar el cabello al viento, algo alborotados
--como en el caso de la Brigitte Bardot, agregamos nosotros--; apartándolos
mediante bruscos movimientos de la cabeza, evocando asi la imagen psiquica
de lo que en la intimidad ocurre, es decir, simbolizando de “esta manera una
serie de caricias" (Ver Pellegrini, Sexuologia, página 317).
 
Siempre se ha atribuido al cabello el valor y la fortaleza de la viri-
lidad en el var¢n y el poder de seducci¢n en la mujer. Recordemos el mito de
Sanson y Dalila y los castigos y humillaciones que sufrían los reclutas y los
presos cuando se les rapaba el pelo. Antes, pelar a rape a un hombre era
simb¢licamente castrarlo, eliminar su virilidad. Pelar a rape a una mujer era
humillar su capacidad de seducci¢n. (en éstos nuevos tiempos ha cambiado, ahora
la moda masculina tiende al rapado).
 
La nariz y el cabello tienen un mismo simbolismo sexual, pero el sim-
bolismo er¢tico del cabello es más primitivo que el de la nariz. Las muchachas
j¢venes y las n¢ j¢venes, dedican gran cantidad de atenci¢n y dinero al cuidado
de su cabello para resultar atractivas, asi como también a la eliminaci¢n del
vello en aquellas zonas, tapadas o no, que pueden afear su cuerpo. Pero, si
bien el pelo largo, en una mujer, aumenta su atractivo sexual y da cierta gra-
cia er¢tica a su figura, no ocurre lo mismo en el caso del var¢n. A los hombres
les gustaba exhibir su vello como distintivo de su virilidad. Al menos, asi era,
antes de feminizarse el var¢n y de atarse el cabello en la nuca. De todos mo-
dos, la moda del cabello largo, de los "melenudos" y de los "hippies", que
tanto se extendi¢ por los años sesenta, pas¢ a la historia por la dificultad
que, con sus melenas, tenian los j¢venes de entonces para encontrar empleo.
 
Si bien un cabello largo, en la mujer, despierta en el sexo opuesto
un aractivo sexual agradable, el mismo cabello visto en un hombre, puede ser
es experimentado, por sujetos de sexualidad sana o normal, como una sensaci¢n
repulsiva, En éste mismo sentido se expresa también Mark L. Knapp en su obra
"La comunicaci¢n no verbal", Ed. Paid¢s (Buenos Aires).
 
ABUNDANCIA DE CABELLO EN LOS DFH.
Cuando se da ésta particularidad en la figura masculina, realizada
por un var¢n, es un indicador de tendencias feminoides más o menos latentes,
especialmente, si el cabello es menos abundante y menos cuidado en el DFH
correspondiente al sexo opuesto.
Un hombre que dibuje la figura masculina dándo al pelo un estilo
de "melenudo" o "hippie", si no supera los 25 años, puede señalar su
identificaci¢n con algún idolo musical o artista que admira. Si supera
los 30 años, puede reflejarnos una mala adaptaci¢n o confusi¢n sexual,
o quizáá una identificaci¢n con la mujer.

Si se trata de una fémina y remarca la abundancia de pelo en el DFH


de su propio sexo, indica con ello sus tendencias "cálidas, tiernas y feme-
inas", su deseo de ser atractiva y agradar, de atraer la atenci¢n hacia ella,
seduciendo cautivando y captando, a través de su "sex-appeal".
Pero, en el caso que la abundancia de cabello vaya seguida de una cabe-
za, en proporci¢n, más grande que el tronco, con rasgos fisiogn¢micos detalla-
dos con vigor y las lineas de los contornos reforzadas por trazos firmes y
seguros, ser  señal de la existencia, en la mujer, de tendencias genéticas
masculinas de ambici¢n y dominio, tendencias frias y duras del alma que recor-
dar n la predominancia del "ánimus" (Jung) o el denominado "dur" de Szondi.
Por tanto, en éste caso, el sentido del cabello ya no tiene el significado
de seducci¢n y captaci¢n, sino el "afán de serlo todo", de "tenerlo todo" y
"dominarlo todo", caso de Margaret Thacher y de "Angela", la popular protago-
nista de la serie televisiva de Falcon Crest.
 
En general, el hecho de remarcar y dar abundancia a los cabellos,
expresa en un hombre la vanidad presuntuosa y donjuanesca de tipo narcisista.
Pero cuando lo que remarca es la barba y el bigote, nos expresa con ello el
deseo de sobrevalorar su propia virilidad, o una búsqueda compensatoria de la
misma,lo que es un indicio de como se siente a si mismo.
 
La excitaci¢n del cabello, tanto en un sexo como en el otro, suele
aparecer en la edad critica o pubertad cuando surgen los primeros impulsos
sexuales. Esta excitaci¢n, en la pubertad, a veces alcanza un impetu abrumador
seguido de los transtornos endocrinos propios de esa edad. También suele coin-
cidir éste signo en infantes con una sexualidad precoz. Los homosexuales, como
ya puede suponerse, conceden mucha importancia al cabello, asi como los indi-
viduos que tienen sentimientos de insuficiencia sexual o dudas acerca de su
masculinidad.
 
PONER MUCHO CABELLO, BARBA ABUNDANTE Y ACENTUAR EL BIGOTE.
Es tipico de los adolescentes o de adultos con poca madurez y poco
dominio viril de las situaciones. En otras palabras, los adolescentes que
acent£an el cabello, la barba y el bigote en los DFH, muestran su deseo de
alcanzar fuerza y vigor varoniles, ser hombres libres y gozar de indepen-
dencia para no depender de la tutela paterna. Pero también puede señalar
una fantasia gráfica compensadora de un complejo de inferioridad sexual.
 
PONER PELOS SUELTOS REPARTIDOS POR LA CARA :
Lo hemos observado en sujetos j¢venes con algunos problemas sexuales,
entre ellos la eyaculaci¢n precoz o algun complejo de impotencia.

AUSENCIA DE PELO (FIGURAS ALOPÉCICAS).


La alopecia (calvicie, o falta de cabello), la Dra.Romano lo inter-
preta como "fallos profundos de personalidad, aunque socialmente y profesio-
nalmente, los calvos se comporten con normalidad".
La interpretaci¢n dada a éste signo por la Dra. Romano, no es extra-
ña, si tenemos en cuenta que, desde muy antigo, se atribuye al cabello del
var¢n un sentido representativo de la virilidad, de la masculinidad y de la
fuerza vital del sujeto. Recordemos la mitica historia, según la cual, Sans¢n,
el famoso juez de Israel, perdi¢ su maravillosa fuerza cuando Dalila le cort¢
los cabellos mientras dormia.
La Dra.Romano, se refiere también a la existencia, en los DFH alopé-
cicos, de angustia profunda ligada a expresiones somáticas.
En los casos observados por nosotros, se hicieron patentes los signos
de preocupaci¢n por el aspecto fisico y, en algunos casos, los complejos de
inferioridad al entrar el sujeto, en competici¢n con otros, frente a la mujer.
La alopecia apareci¢ también en los DFH del sexo contrario en dos indi-
viduos de tendencia homosexual, en el que las figuras masculinas de ambos suje-
tos estaban mejor tratadas que los DFH femeninos, a los cuales les faltaban los
senos, en un intento, posiblemente inconsciente, de eliminar la competencia.
 
El modo como resuelve el var¢n el cabello de la figura femenina, suele
ser un buen indicio de c¢mo siente y vive el sujeto los atractivos femeninos.
 
PONER PELO EN EL DFH FEMENINO Y SOMBRERO EN EL DFH MASCULINO.
Cuando un hombre dibuja pelo a la figura femenina y pone sombrero al
DFH masculino, puede indicarnos, bien sea un sentimiento de inferioridad con
respecto a la mujer, sirviendo el sombrero de ocultaci¢n, de protecci¢n o
camuflage; o bien, si ambas figuras están cuidadas con cierto esmero, puede
señalar el gusto por la representaci¢n social, por aparentar de cara a la
galeria. Pero, cuando las mujeres dibujan al var¢n con sombrero ,
suele estar expresando una necesidad de protecci¢n contra el embarazo. Este
signo lo hemos comprobado en algunos de nuestros protocolos.
No debemos olvidar, que tanto la cabeza como el sombrero son, en
sentido psicoanalitico, simbolos sexuales. La cabeza, en éste caso, simboliza
al pene y el sombrero la vagina.
 
En éste, como en otros muchos casos parecidos, es necesario tener en
cuenta todo el dibujo y cotejar con otras pruebas o con la técnica de la entre-
vista, para determinar el verdadero significado de los signos. Si actuamos
de otro modo, podemos deslizarnos facilmente por la via que conduce al error.
 
CABELLERA ABUNDANTE Y CUIDADA DIBUJADA POR LA MUJER EN EL DFH
FEMENINO.
Expresa el deseo de jugar con el propio atractivo en busca de homenaje,
de atenci¢n y satisfacci¢n de la propia vanidad (coqueteria). Con el intento
de revalorizaci¢n del aspecto fisico más visible, lo que pretende es un reclamo
de interés y de valorizaci¢n, es decir, ejercer un dominio magn‚tico sobre
su entorno, especialmente ante el var¢n. Esta actitud de reclamo, ir  seguida,
en algunos casos, del cimbreado del cuerpo al andar, de la exhibici¢n elegante
de vestidos llamativos, de insinuaciones er¢ticas (escote bajo, minifalda,
sonrisas insinuantes, posturas provocativas, modo de hablar dulce e intri-
gante, etc.). Con ‚stas actitudes, las féminas intentan "atrapar" al var¢n.
En otros casos, una cabellera abundante y cuidada, puede signifiar
simplemente, la necesidad de agradar y la alegria de vivir y un cierto apasio-
namiento en las actitudes.
 
CABELLOS ESPESOS, CAIDOS EN CASCADA UNIDOS A DETALLES DE MAQUILLAJE,
A EXHIBICION DE JOYAS Y OTROS ORNAMENTOS
 
Segun Karen Machover, es propio de algunas muchachas que ya han tenido
experiencias o incidentes sexuales. En nuestra experiencia personal, hemos
encontrado estos DFH en jovencitas precoces sexualmente y en muchachas con
ambiciones o aspiraciones especiales como, por ejemplo, hacer un casamiento
de conveniencia econ¢mica, seducir al Jefe, o vivir bajo la proteccci¢n de un
magnate financiero. Sin embargo, hemos de observar que, no en todos los
casos se han dado las anteriores aspiraciones. Ultimamente, tenemos tres DFH
correspondientes a féminas casadas y felices en su matrimonio, pero cuyas
hijas les plantean problemas que ellas reflejaron dibujándolos en los DFH.

En resumen : El dibujo del cabello, permite sacar alguna conclusi¢n


relacionada con la sexualidad, sea con el nivel de virilidad, en el caso de
los varones; sea con el nivel de atractivo que la mujer desea tener, pues,
de una manera general, el pelo es signo de masculinidad en el hombre y
el cabello, signo de atractivo y coqueteria en la mujer.
Por tanto, cuando un var¢n dibuja barba y bigote en la figura masculi-
na, nos está indicando su deseo que los demás le consideren viril.
Si el dibujo con barba y vigote corres-
ponde a un adulto, puede estar señalando cierto grado de inmadurez psicol¢gica.
Si los pelos andan sueltos por la cara, puede ser indicador de dificultades o
problemas sexuales. La alopecia o calvicie, supone cierta p‚rdida de vigor
sexual, aunque no afecte a las relaciones normales del sujeto con su entorno.
 
Cuando la mujer presta un esmero detallista en el dibujo del cabello,
seguido de otros detalles de maquillaje, de cuidado y atenci¢n al vesti-
do, etc. debemos deducir que sabe jugar con su atractivo.
Los narcisistas y los homosexuales, suelen prestar bastante atenci¢n
al dibujo del cabello.
 

EL DIBUJO DE LA FRENTE EN LOS DFH.-


 
Algunos antrop¢logos y fisi¢logos, están de acuerdo que la
dimensi¢n y estructura de la frente podría indicar algún reflejo sobre las
posibilidades de la desarrollo de determinadas facultades mentales (siempre
a nivel orientativo auxiliar y con las debidas reservas).
La calidad de la actividad intelectual depende,
sin embargo, de dos factores importantes : a) la herencia; y b) el aprendizaje.
La aportaci¢n genética, en ciertos casos, es importante. Hay familias, como
por ejemplo, los Barraquer, en cirugia ocular y en el terreno artistico, y
muy especialmente en la música, son numerosos los casos de la influencia de
los factores de herencia. De todos modos, creemos que el aprendizaje, la cultu-
ra adquirida, es el factor más determinante del desarrollo intelectual.
 
UNA FRENTE ALTA Y ANCHA, si coincide con un encuadre o marco de la
cara y del resto de la figura amplio ( ), suele ser un indicador
del desarrollo y probada eficacia y rendimiento intelectual, propio de suje-
tos bien adaptados que tienden a desarrollar un "carácter oral".
 
UNA FRENTE ALTA Y ESTRECHA, si el marco de la cabeza y del resto
del cuerpo es también estrecho (figura alargada), puede se¤alarnos el predo-
minio de las facultades conceptivas sobre las facultades realizadoras. En la
realidad, los sujetos con una frente estrecha y alta, y cuerpo delgado, suelen
tener un comportamiento propio del "carácter anal". He aqui la diferencia
de éstos dos tipos de caracteres:
 
El "carácter oral", viene de una fijaci¢n a la etapa oral del niño
y representa una tendencia inconsciente a buscar satisfacciones en todo lo
que se relaciona con la "succi¢n", con la absorci¢n de alimento y con todos
los placeres que tienen como destino la boca y el aparato digestivo : hablar,
comer, beber, morder, devorar, fumar, besar, etc.. El sujeto de "carácter
oral" suele tener, positivamente, un comportamiento social flexible, compren-
sivo, adaptativo y disponible. Cuando la actitud es negativa y proviene de
una etapa oral infantil, en la que el sujeto se ha sentido frustrado, el com
portamiento refleja una fuerte ambici¢n y avidez, una fuerte necesidad de
recompensa y de reconocimiento, la tendencia al odio y a la envidia, seguido
de una actitud agresiva, exigente y a veces tir nica (sentimientos sádico-ora-
les impulsados a elininar lo malo e inaceptable).
 
El "caracter anal", proviene de la fijaci¢n del sujeto a la
etapa infantil de "retenci¢n" de los excrementos, de negaci¢n, de oposi-
ci¢n. de resistencia a obedecer, etc.. Determina, según Freud, tres tipos
de comportamiento : a) un amor al orden que puede llegar hasta la pedanteria
y a las exigencias de limpieza, aseo y pulcritud excesivas, o su contrario,
la tendencia al abandono y la suciedad; b) una tendencia excesiva al ahorro,
a la tacañeria, seguida de parsimonia o lentitud en decidir gastos necesarios,
lo que normalmente degenera en la avaricia, en la obstinaci¢n, en la terquedad,
en la "retenci¢n" de dinero o bienes nateriales y en la oposici¢n violenta;
c) la necesidad imperiosa de cuidar los bienes propios o patrimoniales, descon-
fiando hasta de la propia familia, el apego rigido a las normas y principios,
y la perseveraci¢n en las actitudes tomadas.
 
LAS ARRUGAS O HENDIDURAS HORIZONTALES DE LA FRENTE. Si son bajas,
se les atribuye un pensamiento objetivo, observador, realista y previsor,
propio de la madurez intelectual. Si son altas, se puede deducir el predominio
del hábito de pensar, sobre todo si la frente es alta y estrecha, en cuyo caso
el sujeto piensa más que realiza, de donde posibles olvidos, distracciones
o vacilaciones a la hora de afrontar los problemas pr cticos.
 
No debemos olvidar que el concepto del Yo, la autoim gen, se centra,
normalmente, en el dibujo de la cabeza y de los rasgos faciales. Por tanto,
la frente representa al "Yo pensante". Esto nos invita a observar también
en cual de las figuras (DFH masculino o DFH femenino) presenta la frente más
alta o más ancha como signo indicador del valor de la inteligencia que el
sujeto atribuye a su propio sexo y al de su contrario.
 

LOS OJOS EN LOS DFH.


 
Los ojos, dentro de los sentidos fisicos, son la puerta de entrada
más importante de los ¢rganos de la percepci¢n. A través de los ojos tenemos
una imágen clara de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Mediante la
funci¢n visual podemos observar lo que hay más constante en la naturaleza de
las cosas : las formas, los colores, la luz, la belleza o fealdad, el movi-
miento, la distancia de los objetos, etc.. Pero hay más, a través de los ojos
podemos ver el grado de amor o de odio, la alegia o tristeza, la valentia o
el temor, el dolor o el placer, la nobleza o la falsedad y, en fin, todos los
matices afectivos que despertamos en el coraz¢n de los demás.
 
Los ojos traducen, además, el grado de evoluci¢n de las personas,
su degeneraci¢n, sus enfermedades y sufrimientos, su salud, su vida y su
muerte. Los ojos son la parte del cuerpo más cantada por los poétas y son
también los ¢rganos más expresivos del cuerpo. Nuestros sentimientos de
agrado o desagrado los expresamos, antes que de otro modo, con los ojos.
 
Normalmente, cuando una persona nos agrada, la miramos más que cuando
nos resulta repulsiva o desagradable. Las personas afectuosas y las que
están necesitadas de afecto, miran más y lo hacen directamente a los ojos.
Los sujetos orgullosos o aquellos cuya soberbia les hace creer que se bastan
a si mismos, ponen con los ojos una barrera distanciante entre ellos y los
demás. Los orgullosos suelen mirarar en torno a una ¢rbita estrecha y mu cer-
cana a si mismos (egocentrismo), Viven demasiado pendientes de si mismos.
Los individuos que suelen faltar a la verdad, los mentirosos, desvian la mira-
da de sus interlocutores, esconden el alma.
 
Los ojos, pués, son elementos importantes en el dibujo de la figura
humnana. Son rasgos faciales relacionados con nuestro ser intimo y con
nuestra comunicaci¢n con los demás. Los ojos, están también relacionados con la
amplitud de nuestros conocimientos, con nuestra cultura, con nuestra sensibi-
lidad para apreciar matices, tanto en las personas como en los objetos. Los
ojos nos sirven para informarnos y conocer a los demás seres y cosas de nuestro
entorno y para vigilar los peligros que nos pueden venir de fuera.
 
Los ojos, dice la Dra. Koppitz, "son a veces dep¢sitos de incertidum-
bre, de vacilaci¢n, de temor. Pueden ser paran¢ides, o bizcos, en castigo de
lo que han visto. El atractivo sexual de los ojos, a¤ade, se distingue cuando
se les adorna con largas pesta¤as. Como espejo del alma, los ojos pueden reve-
lar una vida de autismo (de soledad) o de autoabsorci¢n".
 
 
DIBUJAR OJOS GRANDES EN LOS DFH
Puede tener los siguientes significados :

a) Si el rostro es alargado, es un indicador de facultades conceptivas,


de imaginaci¢n y riqueza de ideas, de gustos selectos, de cultura refinada, de
facilidad para crear. Einstein tenia unos ojos grandes. También puede ser signo
de buena asimilaci¢n espiritual y religiosa y de idealismo.
b) Si el rostro es, en proporci¢n, más ancho que alto, parecer  que
el sujeto toma la actitud de querer absorber el mundo con la vista. El carácter
puede ser activo, inquieto, apasionado, práctico y realizador, si los rasgos
del rostro y del cuerpo están trazados con vigor y la figura tiene una actitud
de movimiento. Reflejar  un carácter pasivo, soñador, indolente, inclinado a
la fantasia, si los trazos del del dibujo del rostro y del cuerpo son débiles,
poco firmes y mal estructurados y se da a la figura una actitud estática.
 
DIBUJAR OJOS CERRADOS O PEQUE¥OS EN LOS DFH.
Las personas que dibujan los ojos pequeños y muy juntos, no parece
que miren y juzguen las cosas objetivamente, ni con demasiada amplitud pano-
rámica, es decir, suelen tener estrechez de miras y no aceptan sugerencias,
consejos u opiniones de los demás. Su desconfianza y su actitud defensiva
les inclina a rehuir, rechazar o negar la evidencia de aquello que no conocen.
Se trata, generalmente, de sujetos muy individualistas, con funci¢n pensar
introvertida, pusilánimes, muy preocupados por su seguridad y por su deseo de
independencia y no conectan suficientemente y con facilidad con su entorno.
Esta actitud introvertida y desconfiada, desarrolla en éstos individuos la
tendencia al pesimismo, lo que les impide, generalmente, hacer algo bueno y
espléndido, pués a menudo, cuando les llega una oportunidad favorable, les
falta confianza en si mismos y la dejan escapar.
Lo anteriormente expuesto debe confirmarse en otros signos, como por
ejemplo, que los ojos cerrados o peque¤os coincidan con una cara alargada
trazada con lineas poco seguras, rasgos del rostro poco acentuados, cuerpo
delgado y largo con piernas y pies mal estructurados o con trazos débiles y
una actitud rigida o pasiva en la actitud de las figuras.
 
DIBUJAR LOS OJOS SALTONES
Expresa lo mismo una sensibilidad embotada por la sensualidad (debili-
dad intelectual, lentitud, pesadez corporal del dilatado asténico), que una
tendencia al "voyeurismo" (observar a escondidas mujeres que se desnudan o
actos sexuales que excitan la sexualidad).
Los ojos saltones son propios del tipo "basedowoide", que se caracte-
riza por su naturaleza tierna y sensual, por su fantasia activa y a menudo
cambiante, por un carácter algo infantil con un humor jovial y animoso, pero
con cierta incapacidad para un esfuerzo sostenido.

OJOS DONDE SE OMITE LA PUPILA


La pupila es el elemento de visi¢n del ojo. Por tanto, dibujar los
ojos sin pupila, parece indicar que el sujeto se limita a contemplar las
cosas sin emplear los ojos, en sentido critico, o como elementos de discri-
minaci¢n objetiva. "Vaga percepci¢n del mundo", dice Machover. Inmadurez
emocional, propio de las tendencias hist‚ricas y egoc‚ntricas. Cuando se
pintan botones en la ropa, confirma la inmadurez, el infantilismo, la depen-
dencia materna y, a veces, la depresi¢n.
Puede indicar también, según Hammer, sentimientos de culpabilidad
por practicar el "voyeurismo" (fisgar como alguna mujer se desnuda u observar
a escondidas actos sexuales).
 
OJOS DIBUJADOS SIN ORBITA OCULAR
Omitir las ¢rbitas, refleja, seg£n Karen Machover y otros autores,
una apercepci¢n limitada, parcial, incompleta, en los puntos de vista
y en las cuestiones. Este signo es propio de ciertas personalidades de tenden-
cia paran¢ide. Sabido es que los tipos paranoides, emplean generalmente
los ojos como principal instrumento de defensa. Para el paran¢ico, todo lo
observado visualmente, adquiere un significado que se relaciona exclusivamente
con su Yo (egocentrismo-introyecci¢n). Esto explica que s¢lo pueda vivir
tranquilamente en "su mundo" y que s¢lo confie en "sus ideas".
 
ENFASIS EN EL TAMAÑO, EN EL CONTORNO, EN EL SOMBREADO, Y ACABADO DEL
DIBUJO DE LOS OJOS
La persona que detalla y concede una importancia primordial a los ojos,
parece que presta una atenci¢n especial a lo que los ojos representan para
él o ella, generalmente para ella, pues se dá éste signo mucho más en los DFH
femeninos. Si lo observamos en el var¢n, podemos deducir las tendencias homo-
sexuales latentes o manifiestas.
Si el ojo es dulce y la mirada contemplativa, admirativa o amorosa, nos
estar  indicando la intenci¢n de cautivar a los demás con afectos tiernos.
 
Cuando la mirada es fija, autoritaria y dominante, acompa¤ada de un
rostro duro y de una actitud corporal rigida, nos puede indicar el carácter
duro, frio, desconfiado, incapaz de mostrar ilusi¢n, entusiasmo o compren-
si¢n en las relaciones con los demás. En éstos DFH, Karen Machover descubri¢
también ciertas afecciones genitales, la diabetes, algunas deficiencias glandu-
lares y, por supuesto, tendencias paranoides.
 
OJOS CON PESTA¥AS MUY MARCADAS.
Si el dibujo corresponde a un var¢n, indica la actitud "mariposeante"
del sujeto que intenta agradar, buscando las poses o las actitudes que cree
adecuadas para impresionar (impresionar es también "retener" la atenci¢n
de otros, "conservar" para si a la persona o aquello que agrada). Se ver 
en el sujeto por cierto amaneamiento, por ejemplo, mesarse o arreglarse el
cabello, retocar su ropa, ponerse bien la corbata, mirarse al espejo, etc.
Este exhibicionismo lo podemos definir como un "culto narcisico del Yo".
Este culto al Yo, es propio de algunas mujeres y de los homosexuales pasivos.
 
OJOS Y CARA MUY PERFILADOS.-
Como en el caso anterior, es un indicador de la necesidad acusada
de impresionar, de exhibir una personalidad "atrayente y captativa" a través
del cultivo del aspecto fisico, de "una fachada externa" (narcisismo). El
sujeto, var¢n o fémina, es propenso a sentir celos y envidia por aquellos
que destacan más o que pueden robarle atenciones y miramientos.
 
OMISION DE LOS OJOS.
Encontramos éste signo en sujetos que estaban en paro y con graves
problema econ¢micos (dos casos), quizáá en ‚stos dos casos, éstos sujetos
intentaban ocultar el problema de sentirse humillados socialmente. En ambos
casos, éstos hombres habian tenido un rol profesional y social importante.
Inconscientemente, no querian mirar, ni ser vistos.
 
OJOS QUE MIRAN DE REOJO
Si el dibujo fué realizado por una mujer, puede expresar preocupaci¢n
por detalles de su persona que pueden motivar comentarios criticos por el
maquillaje de los ojos. Según la expresi¢n del rostro, puede tratarse de
un gesto de picardia y de habilidad para dibujarlo.
Si el dibujo presenta distorsiones y está mal construido, puede expre-
sar suspicacia, propensi¢n a fantasear sobre la hostilidad o las malas inten-
ciones de los demás. Posibles tendencias paranoides.
 
DIBUJAR LOS OJOS BIZCOS
Inconscientemente, el estrabismo supone una mirada distorsionada, tanto
si es en sentido divergente como convergente, pués, en ambos casos, impide la
coordinaci¢n en los puntos de mira. Es indicador que el sujeto no quiere ver
las cosas en sentido coincidente con la opini¢n, o modo de apreciar los hechos
que tienen los demás. Esta actitud de oposici¢n, rebeldia o indisciplina, la
encontramos en una muchacha cuyos padres la contrariaban constantemente en
su relaci¢n amorosa con un hombre casado y con hijos. Con sus padres, adoptaba
una conducta retraida, recelosa y susceptible. Se sentia mal integrada en su
ambiente familiar, el cual se le aparecia como hostil y ante el cual estaba
siempre en actitud defensiva.
La Dra. Koppitz ha encontrado éste signo en personas con frustraciones
ocultas, llenas de rabia o rencor y también, en personas que temen un castigo,
como expiaci¢n de algo que han visto y no debieron ver.
 
En resumen : Los ojos, son los ¢rganos que nos sirven como via de cono-
cimiento y de orientaci¢n en nuestros deseos y necesidades y nos sirven como
sistema de protecci¢n en nuestras relaciones con el entorno, en nuestro caminar
por la vida. Los ojos nos avisan de los riesgos, amenazas o peligros que pueden
atentar contra nuestra integridad fisica, moral o espiritual. A trav‚s de ellos
adquirimos cultura y formaci¢n profesional. Son también un medio que nos permi-
te recepcionar las manifestaciones afectivas de los demás y a la vez expresar
las nuestras. El poéta dirá que los ojos son las puertas del alma.
No es extra¤o, pués, que desde Machover, todos los autores hayan dedi-
cado, más o menos atenci¢n, a los ojos en el estudio de los DFH. Sin embargo,
no nos cansaremos de repetir, que por importantes que nos parezcan los signos
correspondientes a los ojos, siempre es necesario relacionar los signos ais-
lados con el conjunto de las figuras, si queremos dar interpretaciones ajusta-
das lo más posible a cada caso. Con los simbolismos, es fácil cometer errores
al etiquetar a las personas examinadas como neur¢ticas, psic¢ticas o con
alg£n problema sexual, moral o de comportamiento.

EL DIBUJO DE LAS CEJAS EN LOS DFH.-

En general, las cejas no tienen gran importancia psicol¢gica en el


dibujo de la figura humana, es decir, en el testáde Karen Machover.
 
CEJAS DIBUJADAS CON UNA LINEA HORIZONTAL FIRME.-
Puede ser un indicador de persona con un comportamiento claro,
conciso y reflexivo, pero según el vigor y precisi¢n de los demás rasgos del
rostro, puede se¤alar tambi‚n un carácter duro y varonil.
 
AUSENCIA DE CEJAS
Puede indicar apatia, disminuci¢n del interés, de la atenci¢n y de
la memoria. Debilidad de voluntad. Libido débil. Inhabilidad para dibujar.
 
CEJAS DESCENDENTES.
Pueden significar reflexi¢n, especulaci¢n, c lculo, concentraci¢n
de la inteligencia en los objetivos a lograr (si los trazos son firmes).
Podrian indicar tendencia depresiva, pesimismo, encogimiento de espiritu,
si los trazos son débiles.
 
CEJAS ASCENDENTES.
Si los trazos son fuertes y están marcados de dentro a afuera, podrian
ser un indicador de fuerza de oposici¢n y decisi¢n, de combatividad, de opti-
mismo confiado. Si son débiles, intento débil de superarse a si mismo.
 
CEJAS CORTAS, PERO BIEN CURVADAS.
Animo alegre, adaptaci¢n sin conflictos.
 
CEJAS MUY PEGADAS A LOS OJOS.
Concentraci¢n, actividad mental. "Carácter anal".
 
CEJAS ANGULOSAS
Actividad mental o corporal. Instinto combativo. El sujeto no cede
a los cantos de sirena cuando se enfada.
 
CEJAS ALTAS Y POCO POBLADAS
Pueden indicar tendencia a fantasear, pereza, ensueño con los
ojos abiertos. Libido débil.
 
CEJAS MUY ARQUEADAS, EN SEMICIRCULO.
Ductilidad, amabilidad, actitudes tiernas. Puede reflejar tambi‚n
un carácter hipersensible y susceptible. Con rasgos de coqueteria en los
ojos, puede señalar tendencias insinuantes.
Si las cejas están muy separadas de los ojos, acentuarán la hiper-
sensibilidad del sujeto.
 
CEJAS CURVILINEAS, FORMANDO ONDAS.-
Pueden indicar inquietud interna, violencia en las reacciones, espiri-
tu col‚rico, si el trazo es fuerte. Si el trazo es débil : tendencia a la eva-
siva ante posibles conflictos o responsabilidades.
 
CEJAS MUY MARCADAS, MUY POBLADAS.
Fuerza de voluntad, energia. Libido fuerte.
 
CEJAS CON PELO REVUELTO O ENMARA¥ADO.-
Tendencias pasionales fogosas, raptus de irritabilidad, carácter
dominante y autoritario, pero sin mucho control y raciocinio emásus palabras
y en sus actuaciones. Emotividad incontrolada.
 
En resumen : Ninguno de los significados dados a las diferentes moda-
lidades del dibujo de las cejas se debe considerar aplicable, sin relacionarlo
con el conjunto de la figura. Las cejas son un signo aislado que carece de
valor interpretativo, si no se le relaciona con los aspectos globales de los
DFH. Puede tener la misma significaci¢n que el pelo en cuanto al nivel de
energia y potencia de la libido.
 

LAS OREJAS.
 
Las orejas son los ¢rganos de la cara que menos atenci¢n se les suele
prestar en los DFH. Sin embargo, las orejas ocupan un papel importante en la
economia corporal y en la orientaci¢n del cuerpo y del equilibrio. Este ¢rga-
no, relativamente pasivo, en apariencia, puede señalarnos tendencias de tipo
paran¢ide, incluso reflejarnos, en los DFH, dificultades en éste ¢rgano.

Al tener a veces las orejas un aspecto más bien poco estético, las
mujeres, para darles atractivo, les cuelgan pendientes.
 
OREJAS DE TAMA¥O PROPORCIONADO Y NORMALMENTE DIBUJADAS Y UBICADAS.
Las orejas bien proporcionadas en relaci¢n con la cabeza y
dibujadas sin retoques, sin asimetrias u otras anomalias, reflejan un buen
equilibrio corporal y un buen sentido de la economia. El sujeto está bien
adaptado y su comportamiento social es normal.
 
OREJAS CON DISTORSIONES, RETOQUES Y ANOMALIAS EN EL DIBUJO.
La mala ubicaci¢n, el tamaño excesivo o muy reducido, los retoques,
la estructuraci¢n defectuosa, etc. en el dibujo de las orejas, puede estáe en
correlaci¢n con alteraciones del equilibrio auditivo y estados de inquietud,
miedo, indefensividad o vulnerabilidad psiquica, por exceso de sensibilidad
en éste ¢rgano. El sujeto puede temer las criticas del entorno, la hostilidad
de los demás hacia su persona en un delirio paranoide, más o menos acusado.
 
OMISION DE LAS OREJAS.
La omisi¢n de las orejas no es un signo peyorativo. En la mayor parte
de casos es normal que el sujeto omita éste ¢rgano. También es muy raro
que las orejas aparezcan bien dibujadas o anat¢micamente detalladas. En cambio,
si es frecuente que se amplie su tamaño y se quiera acentuar su presencia
en el dibujo, en ‚ste caso es conveniente informarse sobre la posibilidad que
el sujeto tenga alguna lesi¢n o defecto auditivo que le preocupa. Si no es
asi, unas orejas grandes, en desproporci¢n con la cabeza, pueden estar señalan-
do tendencias paran¢ides, es decir, un exceso de sensibilidad a las criticas.
 
ENFASIS O ESMERO EN EL DIBUJO DE LAS OREJAS, DESTACANDO SU TAMA¥O Y
SITUACION.
Existe la creencia m gica que se puede dominar todo aquello que se
puede nombrar. No es de extra¤ar, pues, que los sujetos que tienen defectos
auditivos o que, de alguna manera, temen comentarios negativos acerca de su
personalidad (preocupaci¢n por las criticas ajenas, por la opini¢n social,
por el propio prestigio o por "el qu‚ dir n"..., etc.), sientan la necesidad
de dar una importancia especial a su aparato auditivo.
 
La palabra, para ‚stos individuos, tiene una fuerza psicol¢gica mayor
que en las personas normales. El "sentido mágico" del dominio de la palabra,
alcanza, en los defectuosos de oido, una importancia atormentadora al sentirse
impotentes frente a la posibilidad de ser "dominados" o "atacados" desde el
exterior. Al no poder oir suficientemente, éstos sujetos tienen la sensaci¢n
de estar a merced de la hostilidad del entorno. Por ésta raz¢n, los disminuidos
en la audici¢n, tienden a desarrollar sospechas, recelos, desconfianza, suscep-
tibilidad y otros rasgos de carácter propios de las personalidades paran¢ides.
 
Las orejas más grandes de lo normal, pueden ser un indicador de la
tendencia a escuchar a escondidas, secretamente, las conversaciones de otros
para conocer la propia situaci¢n a través de lo que dicen los demás.
 
Algunos autores relacionan las orejas grandes con la inflaci¢n del
Yo, con la inafectividad, el inconformismo, la actitud critica agresiva, los
celos y otras tendencias propias del comportamiento poco integrativo. las
causas de ésta conducta podrian proceder de estados de ambivalencia, de lu-
chas interiores entre impulsos contrarios : amor-odio, atracci¢n-repulsi¢n,
deseo-temor, etc.. Las orejas grandes, pueden estar en relaci¢n tambi‚n con
algun conflicto homosexual pasivo.
 
OREJAS PEQUE¥AS.
El dibujo de orejas peque¤as sin ningun detalle especial que las dis-
torsione, se observa en sujetos que proyectan en el dibujo su mismo tipo de
oreja, pero sin ning£n tipo de problema auditivo apreciable o confesado. S¢lo
en uno de los sujetos examinados comprobamos un exceso de sensibiliudad audi-
tiva (hipersensibilidad), pero se trataba de un individuo muy nervioso y, por
tanto, muy sensible también en otros aspectos.
 
En res£men : Las orejas, como ¢rganos de la audici¢n y del equilibrio
del cuerpo, suelen tener más importancia por las posibles anomalias que pueden
reflejar, que por otros signos caracterol¢gicos. Reflejan las tendencias
paran¢ides y los comportamientos poco integrativos, asi como determinadas alu-
cinaciones relacionadas con la audici¢n, y comportamientos contradictorios
solapados y vinculados a la sexualidad.
 

LA NARIZ EN LOS DFH.-


 
La nariz, bajo el punto de vista psicoanalitico, es menos importante
que los ojos y las orejas, pero es igualmente un simbolo sexual, por ser
aparte del pene, la única protuberancia del cuerpo en su linea media y,
además, un ¢rgano secretor. La nariz, pu‚s, es un simbolo fálico masculino
que, en los varones, pone en evidencia los conflictos sexuales.
 
NARIZ DESTACADA POR TRAZOS FUERTES Y SEGUROS
Se puede interpretar como una libido potente y enérgica que acent£a
la virilidad y la fuerza de afirmaci¢n y capacidad de resistencia del Yo del
sujeto. Cuando ‚ste signo de fuerza en los DFH coincide con los botones bien
marcados, se puede sospechar la lucha interna del sujeto por compensar su
inmadurez a través de una actitud viril machista. Si, además, los agujeros
de la nariz están bien marcados, se confirmar  la actitud agresiva.
 
DIBUJO DE UNA NARIZ GANCHUDA
(Se dibuja la nariz convexa, con l¢bulo puntiagudo y descendente que
cubre los orificios). Señala el freno u ocultaci¢n de las reacciones afecti-
vas de ternura, lo que no impide, a veces, una profunda sensibilidad. El sujeto
tiene una fuerte ambici¢n seguida de tenacidad y de individualismo, es decir,
tiene gran dificultad para trabajar con las ideas de otro, necesita s¢lo que
le indiquen los objetivos y que le dejen buscar los medios y actuar de acuerdo
con sus ideas. S¢lo acepta sugerencias u opiniones cuando éstas coinciden con
sus propias convinciones. Con signos de distorsi¢n, lateralidad, desproporcio-
nes u otros signos negativos, puede indicar fanatismo y dificultades de inte-
graci¢n o adaptaci¢n.
 
NARIZ ANCHA, ABIERTA, ENSEÑANDO LOS ORIFICIOS NASALES
Es un indicador de sensualidad, el sujeto absorbe el mundo por la
nariz y muestra su fijaci¢n a la etapa oral. Si ésta actitud es pasiva o activa
depender  de la coincidencia con otros signos relacionados con la presi¢n de
los trazos y con la actitud y el dinamismo de las figuras.
 
NARIZ MUY LARGA
Cuando el dibujo de la nariz se alarga adquiriendo proporciones ridi-
culas, puede indicarnos alguna limitaci¢n, real o imaginada, en los valores
personales o alg£n compleja de impotencia sexual. Suelen dibujar narices exce-
sivamente largas --dice Machover--, los adolescentes que intentan afirmar su
personalidad adoptando actitudes agresivas en su rol masculino y que se sien-
ten inadaptados dentro de su propio ambiente. Tambi‚n observ¢ Karen Machover
éste signo, en sujetos afectados de melancolia evolutiva.
 
NARIZ SIN FORMA DEFINIDA
Puede ser expresivo de un complejo de castraci¢n, de un miedo inmoti-
vado a perder la integridad del cuerpo, el falo en el hombre (¢rgano represen-
tativo de su masculinidad) y el pecho en la mujer como consecuencia del c ncer
de mama. Pero puede ocurrir también que se trate solamente de fuertes frustra-
ciones en el terreno amoroso, de fallos o fracasos sexuales más o menos humi-
llantes o interpretados de ‚ste modo por el sujeto. Estos complejos sexuales
motivan a veces estados de ambivalencia en las relaciones amorosas y contradic-
ciones de carácter generadas por el sentimiento de incompletud, por la insatis-
facci¢n sexual, por la inseguridad y pérdida de confianza en si mismo.
 
NARIZ DELGADA, DE TRAZO FINO Y DELICADO O INDICADA POR UN PUNTO.
Puede reflejar una vitalidad d‚bil, con un exceso de sensibilidad en
los sentimientos, timidez, vulnerabilidad interna, sentimiento de impotencia,
etc. , o algun estado de desaliento que inhibe más o menos la acti-
vidad y la confianza en si mismo del sujeto
 
NARIZ SOMBREADA U OMITIDA
Signo frecuente en varones adolescentes que tienen dificultades sexua-
les vinculadas a complejos de castraci¢n (Koppitz).
 
Una nariz cortada en su parte superior , puede ser un indi-
cador de complejos de culpabilidad y de castraci¢n en adolescentes o varones
que practican más o menos frecuentemente la masturbaci¢n.
 
Generalmente, alli donde encontramos omisiones, sombreados, borrones,
tachaduras, retoques, amputaciones, etc. hay algo que falla en lo que repre-
senta esa zona. Este signo es equivalente a los "actos fallidos" en psicoan -
lisis, a los errores involuntarios, a las equivocaciones, etc., bien porque
el sujeto se halle fatigado o indispuesto a causa de las pruebas o de otra
causa, porque est‚ sobreexcitado o distraido, o porque hay una represi¢n o una
insinceridad que le perturba.

En nuestra experiencia con sujetos normales, hemos visto más veces


el efecto de la fatiga y del nerviosismo, por la cantidad de pruebas aplica-
das y por lo que el sujeto se juega como aspirante a un empleo, que los efectos
traumáticos o patol¢gicos observados en los DFH por la mayor parte de autores.
Bien es cierto, que ésta prueba es una de las £ltimas que aplicamos en nuestra
bateria de tests y coge a los candidatos con una carga de fatiga importante.
 
En resumen : La nariz es un apéndice saliente, situado en la mitad
vertical del rostro. Por sus caracteristicas de ¢rgano secretor y saliente
del cuerpo, se le atribuye un destacado simbolismo sexual. La nariz es un apa-
rato principalmente destinado a la oxigenaci¢n del organismo y cumple una
funci¢n muy vital, la de transportar aire limpio a los pulmones y desalojar el
anhidrido carb¢nico.

El desarrollo de la nariz es paralelo al desarrollo de la vitalidad


y a la fuerza vital del carácter. Esto hizo decir a un famoso escritor fran-
c‚s, que "todos los grandes hombres de Francia eran hombres de grandes narices"
 
El aparato respiratorio, como demostr¢ Sigaud y Mac Auliffe, está
estrechamente hermanado con la funci¢n sexual. Por tanto, hay una relaci¢n
biol¢gica entre la nariz y los ¢rganos de la sexualidad.
 
 

LA BOCA COMO EXPRESION DE LA "ORALIDAD".-


 
La boca, debemos considerarla como un ¢rgano er¢geno con variadass fun-
ciones. Es el ¢rgano de la palabra, de la nutrici¢n y de ciertos placeres sen-
suales y sexuales. Con la boca comemos, bebemos, hablamos, fumamos, mordemos
(acto destructivo) y besamos (expresi¢n de cariño, de amor o amistad), etc.
Pero la boca también se utiliza como estimulo importante de la sexualidad.
 
La boca, dice Meili-Dworetzi, es el primero de los ¢rganos relaciona-
dos con el Yo, es también uno de los ¢rganos que mejor pueden reflejar los
conflictos y fijaciones infantiles y expresar diversas formas de
expansi¢n, de sublimaci¢n y de concentraci¢n. "En algunas ocasiones, la boca
se proyecta en el dibujo, como un ¢rgano especifico de ciertas perversiones
sexuales y, en forma más moderada--dice Karen Machover-- como zona er¢tica
y sensual. Los sujetos primitivos con tendencias regresivas, los timidos con
tendencias reprimidas, los alcoh¢licos y los niños, tienden a centrarse en
éste ¢rgano y a marcar, más acentuadamente que otras facciones, los rasgos
de la boca".
 
 
INSISTENCIA ACENTUADA EN EL DIBUJO DE LA BOCA
Se puede interpretar, en general, como existencia de algunas dificul-
tades en la nutrici¢n, como posibles transtornos del lenguaje o como tendencia
a emplear un lenguaje obsceno.
El alcoholismo, la gula, el sadismo verbal (complacencia en herir con
sarc smos o criticas la sensibilidad de otros), la mentira agresiva, etc.,
pueden proyectarse en los DFH por una boca muy recargada.
 
BOCA EN FORMA REDONDA, CONCAVA O CONVEXA
Es una boca receptiva que indica dependencia y pasividad y que puede
conducir el carácter a la ociosidad o a la holgazaneria.
 
BOCA REPRESENTADA POR UNA LINEA RECTA Y FUERTE.-
Es un indicador de firmeza, de combatividad, de energia y decisi¢n
para poner en marcha las propias ideas, los deseos y proyectos.
Si la linea está trazada de izquierda a derecha y termina en punta,
se puede deducir la tendencia a la agresividad verbal.
 
BOCA INDICADA CON UNA LINEA HORIZONTAL O CURVA DEBIL.-
Puede ser un indicador de falta de comunicaci¢n por timidez (libido
débil), o un signo de secretividad, de reserva, de desconfianza o decepci¢n.
 
BOCA CON LABIOS PINTADOS O CON DETALLES PUERILES.-
Cuando ‚ste tipo de boca ha sido dibujada por un var¢n, puede ser un
indicador de tendencias feminoides o afeminamiento o tal vez de perversiones
orales. Hemos visto éste dibujo en un travesti. En cualquier caso, conviene
no etiquetar, sin antes comprobar con otros signos o pruebas.
 
BOCA DE LABIOS GRUESOS BIEN ACENTUADOS
El sujeto tiende a incorporar a su Yo todo lo externo y placentero
a trav‚s de la excitaci¢n de la concavidad bucal y de los labios, es decir,
tiende a dar a su cuerpo los placeres apetecidos que se pueden centrar en
la boca : comida, bebida y todo cuanto puede ser "succionado2, paladeado,
sorbido o engullido. "carácter oral" de Freud.
 
PONER EN LA BOCA CIGARRILLOS, PIPAS, PALILLOS U OTROS OBJETOS.-
Seg£n la expresi¢n que se desprenda de la figura, los objetos puestos
en la boca, pueden expresar un instinto oral s dico (tendencia a la
agresividad, a la destrucci¢n del "objeto"). Puede ser también un indicador
de masturbaci¢n o de algun problema relacionado con la desviaci¢n sexual.
En ciertos casos --dice A. Abraham--, puede expresar una especie de
"consuelo que el sujeto encuentra en determinados objetos que le protegen,
inconscientemente, del temor a perder el ¢rgano fálico"
 
BOCA EN FORMA DE ARCO.-
Este signo, parece estar centrado en una preocupaci¢n excesiva de
tipo narcisista. Es frecuente en algunos adolescentes y en mujeres embarazadas.
Tanto si se trata de un var¢n como de una f‚mina el narcisismo (centralizaci¢n
del amor y del inter‚s £nicamente en si mismo), empuja al hombre a la búsqueda
de una superioridad real o ficticia, como por ejemplo el culturismo y, a la
mujer, a un cuidado excesivo de la belleza fisica y del vestuario.
 
BOCA EN CURVA CONCAVA O EN GUIRNALDA
Puede expresar una atracci¢n admirativa, receptiva o abierta, a todo
cuanto estimula de modo gratificante las necesidades sensuales y afectivas
(caricias, mimos, besos, etc). Se trata, generalmente, de individuos de carác-
ter alegre, euf¢rio, optimista y expansivo.
Pero también, cuando ésta linea curvada hacia arriba, recuerda la mueca
del payaso, puede indicarnos cierta simpatia forzada o elaborada en busca de
aprobaci¢n. El sujeto necesita encontrar eco en los demás para eliminar su
inseguridad. Comprobar esta interpretaci¢n con otros signos.
 
BOCA EXCESIVAMENTE OVAL, ABIERTA Y CON LABIOS CARNOSOS
Inclinaci¢n fervorosa hacia los placeres orales (comer, beber, sabo-
rear los alimentos, excitarse besando, placer de hablar, etc.). Esta inclina-
ci¢n, se hermana frecuentemente con tendencias "captativas" y con deseos de
posesi¢n y de ostentaci¢n, rasgos propios del tipo "oral" de Freud.
Hemos encontrado éste tipo de boca en personas muy sensuales y golosas
y con poco freno en su expansi¢n er¢tica. Recordamos a una fémina que se
complacia en explicar a sus amigas sus lujuriosos sue¤os con toda clase de
detalles, es decir, siempre contados de modo excitante, especialmente cuando
se hallaban presentes los maridos de las asistentes a la reuni¢n, lo que hacia
ruborizarse, a veces, al propio esposo.
Este tipo de boca, en el mayor número de casos, se dá en sujetos
de tipo oral pasivo o dependiente. Es conveniente, en todos los casos, cuando
se quiere interpretar detalles aislados de las figuras, tener en cuenta el
conjunto de los dibujos, su fuerza expresiva, sus actitudes, su posici¢n
estática o en movimiento, la fuerza del trazado y otros aspectos del conjunto,
para determinar si la oralidad es pasiva o activa.
 
La observaci¢n morfol¢gica del sujeto, para ver si se trata de un
"dilatado t¢nico" o de un "dilatado  tono" de Corman, aportar  orientaciones
muy importantes para la interpretaci¢n de ‚ste signo y de otros parecidos.
 
BOCA EN "ARCO DE CUPIDO" O MUY ELABORADOS Y CON RESTO DE LAS
FACCIONES
MUY DETALLADAS Y MAQUILLADAS.
Si el dibujo es de una fémina, ser  un indicador del deseo de la misma
de acentuar su "sex-appeal", es decir, del deseo de agradar y atraer hacia
ella el máximo interés y atenci¢n exaltando los propios atractivos erotizantes.
Es una señal de sexualidad precoz, cuando se trata de muchachas adolescentes.
 
Si se trata del dibujo de un var¢n, expresar  ligereza de espiritu
y tendencias homosexuales, latentes o en activo.
Acentuar el centro del labio superior, es acentuar los deseos de placer
correspondientes a éste ¢rgano, es decir, todos los goces que se pueden expe-
rimentar con la boca.
 
BOCA MOSTRANDO LOS DIENTES EN GESTO AGRESIVO.
La boca en actitud de "morder", debe interpretarse como expresi¢n clara
de una agresividad destructiva, la cual puede ir desde una simple tendencia a
ofender, insultar o injuriar, a la agresi¢n fisica al "objeto molesto" que
el sujeto odia, que puede centrarse tambi‚n en alguna o algunas personas.
 
Karen Machover y la Dra. Koppitz han observado éste signo en esquizáo-
fr‚nicos simples, en adultos histéricos emocionalmente superficiales y en
deficientes profundos.
 
BOCA MOSTRANDO LOS DIENTES EN GESTO BLANDO.
Cuando el dibujo de la boca enseña los dientes en una actitud blanda,
y con expresi¢n no agresiva, acompa¤ada de una actitud corporal pasiva, figu-
ra quieta, sin tensi¢n din mica y realizada con trazos poco enérgicos, éste
signo puede interpretarse como tendencia a la pasividad y a la relajaci¢n
de la voluntad, como carácter dependiente y sumiso. Se dá con frecuencia en
los dilatados  tonos de Corman que suelen ser sujetos orales dominados por
la gula. En éste caso, la acci¢n de "morder", se utiliza s¢lo para destruir
e ingerir el alimento, previo disfrute de su sabor.
 
En resumen : Asi como los ojos desempeñan, en gran parte, la funci¢n
de comunicaci¢n social asignada a la cara y son una especie de centro nuclear
de la propia alma y de la expresi¢n de los sentimientos, la boca es el  rea
donde se concentran todas las tendecias orales, en el sentido que el psicoan -
lisis dá a éste término : acci¢n de "dar", "compartir", "lanzar", "expulsar",
"morder", "destruir", "dispersar", "criticar", etc., verbos todos que se¤alan
una acci¢n de dentro hacia afuera las cuales acciones corresponden a una acti-
tud activa sobre el entorno. Los términos : comer, beber, saborear el alimento,
absorber, besar, etc. corresponden a una acci¢n introyectiva, a un canibalismo
fisico o psiquico y entran también dentro de las tendencias orales, pero éstos
casos se trata de tendencias pasivas. Por ‚sta raz¢n, cuanta más importancia
y magnitud adquiere la boca en los DFH, tanto mayor es el grado de oralidad.
Y viceversa, cuanto más se reduce la boca, mayor tendencia tendr  el sujeto
hacia el comportamiento "anal".
 
Las bocas dibujadas con pipas, cigarros, palillos u otros objetos,
son simbolos de busca de una mayor virilidad y expresa la necesidad que
tiene el sujeto de ofrecer a los demás una imágen de sus cualidades varoniles,
de su fuerza fisica y moral, de su valor y prestigio, atribuido a la pose-
si¢n de un falo.
 
La boca, como cualquier otro rasgo del rostro o del cuerpo, no es
por si s¢la, demostrativa de las cualidades del carácter. Pensemos siempre
que el individuo es eso : indivisible. Es un todo, no es la reunion separada
de partes. A una persona se le puede transplantar un ri¤¢n, un ojo, un coraz¢n
o cualquier otro ¢rgano; pero con un riñ¢n, un par de ojos, un coraz¢n,
una boca y el resto de ¢rganos del cuerpo, por separado, a£n no se ha podido
construir a una persona. No hagamos de Frankestein, tengamos siempre en cuenta
que cada persona es un todo, es un "individuo", no es divisible. Para interpre-
tar cada signo aislado, relacionemos esa parte con el "todo", con el conjunto.
 
 

EL MENTON.-
 
El ment¢n es la zona de la cara que expresa con mayor rotundidad la
energia y potencia vital, la fuerza y solidez del carácter.
 
Un ment¢n ancho y cuadrado, dibujado con trazos seguros, sugiere
siempre fuerza y solidez de carácter, resistencia, tendencia a la imposici¢n
y al dominio o, simplemente, brutalidad, seg£n el grado de tensi¢n y angulosi-
dad que tenga el dibujo en ésta zona.
 
Por el contrario, un m‚nt¢n de trazado débil, estrecho y mas bien
puntiagudo, ser  revelador de debilidad, delicadeza, finura, flexibilidad o
astucia, seg£n los casos.
 
MENTON MUY EXAGERADO
Si no tiene otros signos de fuerza en el trazado y en la actitud de la
figura que avalen su fortaleza, se puede deducir un intento de compensaci¢n de
sentimientos de debilidad y de indecisi¢n que empobrecen la personalidad. El
sujeto puede fantasear con actitudes de orgullo, de presunci¢n o de importancia
personal su minusvalia. De ‚ste modo, interpreta un tipo de personalidad ficti-
cia que compensa sus dolorosas deficiencias personales.
 
MENTON GRANDE Y BIEN MARCADO, SIN BORRADURAS NI REPETICIÓN DE TRAZOS.
En dibujos de varones y sobre la figura del propio sexo, es se¤al de
buena energia vital y de solidez de carácter. Esta cualidad entra¤a
también una voluntad robusta seguida de ambici¢n y dominio externo
de las situaciones. Si las dimensiones del ment¢n son superiores a los
otros dos tercios del rostro (tipo "Tierra") puede ser indicador de
un materialismo egoista, utilitario y práctico que rechaza todo tipo de
idealismo y de teoria que no coincida con su estrecha visi¢n personal.
 
Si el DFH corresponde a una f‚mina que dibuja asi su propio sexo,
indica lo mismo, pero con un fuerte desarrollo del "dur" de Szondi y del
" nimus" de Jung.. Si los trazos del dibujo son débiles, puede expresar el
deseo de sentirse protegida o amada por un hombre fuerte y dominante.
 
MENTON GRANDE CON RETOQUES O REPETICION DE TRAZOS DEBILES E
INDECISOS.
Al sujeto le cuesta realizar el dibujo de ésta parte del rostro y lo
logra con dificultad, o lo malogra . Este es el caso de individuos
que quieren aparentar una fortaleza de carácter que, en realidad no poseen.
Como en el caso citado anteriormente en "Ment¢n muy exagerado, pero con
lineas débiles", el sujeto tiende a fantasear una seguridad e importancia
ficticia como mecanismo de defensa contra sus complejos de inferioridad.
En la realidad, éstos sujetos se debaten en dudas y en frustraciones internas
sobre su capacidad de "poder y dominio" para alcanzar logros que están en
desproporci¢n con sus posibilidades.
 
MENTON PEQUE¥O, ESTRECHO, DEBIL y PUNTIAGUDO
Posible debilidad constitucional, astenia fragilidad vital. Esta debi-
lidad condiciona determinados rasgos de carácter, por ejemplo, la timidez, la
indecisi¢n, la influenciabilidad o vulnerabilidad interna, la excesiva delica-
deza, la hipersensibilidad y la inestabilidad. El sujeto está más preparado
mara la actividad intelectual que para la actividad fisica.
 
MENTON CUADRADO Y FUERTE
S¢lida y potente vitalidad, energia, fuerte resistencia, brutalidad o
amabilidad restringida. Voluntad resistente y terca en las posiciones o acti-
tudes tomadas. Materialismo utilitario en las ideas. Puede ser también la expre-
si¢n de un deseo de compensar la propia debilidad interior.
 
MENTON DE BASE REDONDA O REDONDEADA
Si las lineas son firmes y la actitud de la figura expresa movimiento,
el sujeto suaviza su actitud al tomar contacto con los demás. La voluntad
puede ser fuerte, pero adaptativa. Si el trazado es débil, blando o vacilante,
señalar  la debilidad de carácter, la permeabilidad a las influencias externas,
la blandura, la pasividad, la dependencia-sumisi¢n, es decir, la poca potencia
y resoluci¢n del carácter.
 

"DIBUJO Y PERSONALIDAD".-
==============================
-- Continuaci¢n. Parte 2¦--
-- Augusto Vels --
 
 

EL CUELLO.-
 
El cuello, en los DFH, suele ser un área donde se registran importantes
conflictos, ya que el cuello, simb¢licamente, es el puente que enlaza la cabeza
(centro regulador del Yo) con el tronco y resto del cuerpo (¢rganos receptores
y ejecutores de los impulsos procedentes del cerebro). Por otro lado, asi como
la cabeza es la parte que aparece "desnuda", aunque más o menos cuidada o ma-
quillada, de cara al exterior, el resto del cuerpo se suele vestir para ocul-
tar las zonas er¢genas y cubrir las costumbres y apariencias sociales.
 
En sentido psicoanalitico, el cuello enlaza el Yo con el Ello.
El cuello es una via de paso entre las funciones cerebrales de control, de
racionalizaci¢n, de integraci¢n y sublimaci¢n, propias de la cabeza, y el
cuerpo, siempre cargado de impulsos y necesidades biol¢gicas por expansionar
y por satisacer.
Al tener el cuello ese papel de puente de enlace entre la cabeza y
el resto del cuerpo, cualquier anomalia que se perciba en ésta zona, puede
ser un indicador de perturbaciones, bloqueos, estrangulaci¢n de impulsos,
dificultades o problemas entre el Yo y el Ello o, simplemente, indicio de
transtornos asm ticos, de cardiopatias o fragilidad en cualquier otro
¢rgano o aparato localizable en esa  rea.
 
Por ésta raz¢n, no s¢lo se debe prestar atenci¢n a los accidentes
gr ficos del cuello y del tronco, sin¢ tambi‚n al modo de tratar los hombros,
los brazos y las manos, el área del aparato sexual, las piernas y los pies.
Como veremos después, las distorsiones o anomalias en el dibujo del cuello,
del tronco y sus apéndices, son indicadores de dificultades, de fragilidad,
de transtornos, etc. en la resoluci¢n de los conflictos entre la mente y las
vivencias afectivas, o entre el Yo y el Ello. Y, del mismo modo, como también
veremos, los accidentes del dibujo en las piernas y en los pi‚s, suelen coin-
cidir con problemas relacionados con la locomoci¢n o con conflictos deriva-
dos de las necesidades sexuales.
 
CUELLO FUERTE, ANCHO Y CORTO
Implica acumulaci¢n de fuerza, resistencia fisica, terquedad, aferra-
miento a las propias actitudes, enfurecimientos bruscos (si la expresi¢n
de las figuras es agresiva). Por tanto, refleja la falta de delicadeza y de
refinamiento, la tosquedad, el materialismo utilitario y la objetividad
convencional y rutinaria, propios del "tipo Tierra".
 
CUELLO LARGO Y DEBIL
Libido débil o sublimaci¢n de impulsos instintivos, idealismo, delica-
deza de gustos, sensibilidad vulnerable e influenciable. Oclusi¢n o dificultad
en el control y direcci¢n de los impulsos sexuales o de otros impulsos instin-
tivos relacionados con la alimentaci¢n.
Puede indicar también algun problema en las cervicales, en la laringe,
o en cualquier otro ¢rgano de esa zona.
 
CUELLO EXTREMADAMENTE LARGO
Si la cabeza aparece destacada por su vol£men o por el énfasis de
los rasgos faciales, el sujeto desea "sobrealzar" su propia figura, hacerla
destacar sobre los demás (orgullo, necesidad de sentirse importante, ambici¢n
de superarioridad y de rango, de prestigio, de valorizaci¢n, etc.) como
como intento de supercompensaci¢n a sus complejos de inferioridad
.
Bajo el punto de vista somático, algunos autores médicos han encontrado
éste signo en personas con problemas en el aparato digestivo (dificultad para
tragar los alimentos, globo histérico, afecciones de la laringe, etc).

Un cuello estrechado y alargado, sin exageraci¢n , segun


la calidad del dibujo, puede ser un signo de distinci¢n en los modales, de
elegancia e idealismo. Al sujeto le gusta sentirse revalorizado. Si el traza-
do es en‚rgico, la revalorizaci¢n del Yo va seguida de actitudes de orgullo,
arrogancia y pedanteria que, a veces tienen como transfondo tendencias homo-
sexuales reprimidas. Suele darse en sujetos inclinados a la paran¢ia.
 
CUELLO DE FORMA TAPEZOIDAL
Los instintos, tendencias y necesidades pasan la "censura consciente"
sin grandes problemas en busca de su expansi¢n, si el cuello no se estrecha
demasiado a nivel del ment¢n. Instintos fuertes, control débil.
 
CUELLO TRIANGULAR
Cuando el cuello se ensancua a nivel del ment¢n y se estrecha en su
enlace con el tronco, el autocontrol, la "censura" act£a ocluyendo o frenan-
do la expansi¢n instintiva.
 
DFH SIN CUELLO
Falta de buena coordinaci¢n entre el Yo y el Ello, entre el espiritu
y los instintos más biol¢gicos. Bloqueo de impulsos instintivos o afectivos.
En algunos casos, se dá en sujetos cuyos pensamientos o actuaciones
pierden su relaci¢n de lugar, de tiempo y continuidad, con los pensamientos
o actos que les anteceden o preceden.
 
CUELLO MUY APRETADO
Dificultad de adaptaci¢n a las normas sociales. Estrangulaci¢n de impul-
sos afectivos e instintivos.
 
CUELLO DESTACANDO LA NUEZ DE ADAN.
Deseo de destacar la propia virilidad. Es un signo que se dá general-
mente en los j¢venes o adolescentes que quieren destacar su personalidad.
 
DIFERENCIAS NOTABLES ENTRE EL CUELLO MASCULINO Y FEMENINO.-
Cuando el var¢n dibuja el cuello femenino más largo, expresa sus ten-
dencias femin¢ides, su carácter dependiente y oralmente pasivo. Si es la mujer
quien dibuja su propio cuello mas largo que el del var¢n, indica su deseo de
sentirse dependiente, protegida y revalorizada a trav‚s del var¢n.
 
En resúmen : La forma y los accidentes gráficos del cuello, tienen gran
importancia en el análisis de la expansi¢n instintivo-afectiva del sujeto.
El cuello puede detectar los fallos y luchas que el sujeto sostiene entre la
cabeza (control) y el cuerpo (impulsos), entre el "ángel" y la "bestia", entre
el "freno" (conciencia racional y reflexiva) y el "acelerador" (pulsiones ins-
titivas en busca de expansi¢n y satisfacci¢n).
 

 
EL TRONCO.-
 
El tronco está relacionado con el Ello, es decir, con el almacen o
dep¢sito pulsional de la personalidad. El Ello, es para Freud, "el reservorio
primario de la energia psiquica. Desde el punto de vista dinámico, el Ello
puede entrar en conflicto con el Yo y el Super-Yo; desde el  ngulo gen‚tico,
el Ello, es lo que hay en nosotros de impersonal y heredado, necesario para
la vida biol¢gica, para la conservaci¢n y para la defensa de nuestro ser".
 
El tronco es lo más ligado a las capas más profundas del cerebro. Al-
berga todos los instintos, pulsiones, necesidades y tendencias desarrolladas
a partir de la gestaci¢n. El contacto con el entorno, desde el momento del
del nacimiento, ir  acomodando o reprimiendo, mediante la educaci¢n y las
experiencias agradables o desagradables, los impulsos más primarios. Estos
impulsos o pulsiones din micas inconscientes, viven en el Ello en pleno des¢r-
den, sin ning£n tipo de organizaci¢n en el tiempo ni en el espacio y pueden
proyectarse en los DFH sobre cualquier área del cuerpo en forma de impulsos
descontrolados, o maquinales, en forma de fallos, de errores, de olvidos o de
cualquier otro fen¢meno din mico que pasa el control de la "censura", el con-
trol del Yo y del Super-Yo, a menudo en forma perturbadora para la conciencia.
 
Las distorsiones, retoques, desproporciones, fallos y demás anomalias
de los DFH son siempre indicadores de algun fallo de la personalidad.
 
Siendo el tronco el depositario de los ¢rganos vitales (coraz¢n, pulmo-
nes, aparato digestivo, y reproductor, etc.) y la base que sostiene la cabeza,
los brazos (¢rganos de expresi¢n, agarre y rechazo) y las piernas y pies (orga-
nos de la locomoci¢n), cualquier anomalia en el dibujo de ‚sta zona del cuerpo,
debe ser vista con interés.
 
Normalmente, con la edad y las incidencias de la vida, el tronco
suele variar más que la cabeza. Esta es la raz¢n por la que con frecuencia
vemos fragmentaciones, esquematizaciones, cortes o interrupciones, sombreados,
etc. a nivel de ciertas  reas, especialmente en los hombros, en la zona del
aparato sexual, en los brazos y las manos, etc.
 
No debemos tampoco olvidar la importancia de los senos en los DFH
femeninos, ni los retoques o insistencia de lineas, los vacios interiores,
las roturas, el modo de tratar el traje o el vestido, los sombreados, etc.
en la forma de dibujar el tronco.
 
Los hombros, por el hecho de ser el punto de arranque de los brazos
y las manos (¢rganos ejecutores del pensamiento), suelen tener, bajo el
punto de vista clinico, un significado especial.
 
TRONCO ANCHO Y ROBUSTO DANDO LA IMPRESION DE FUERZA
Cuando los DFH están realizados con trazo vigoroso y las figuras
estan en movimiento, podemos ver cierta preocupaci¢n por mostrar la fuerza
y capacidad de dominio externo y la energia de carácter para enfrentarse a
los problemas vitales y a los demás y la capacidad de resistencia frente a
las presiones de otros.
Esta exhibici¢n de solidez y energia, ser  fantaseada, idealizada o
ficticia, cuando el trazado presenta poca decisi¢n, truncados, sombreados u
otras anomalias y la figura está en posici¢n estática.
.
TRONCO ESTRECHO O DEBIL EN RELACION CON EL CONJUNTO
Como sabemos, la capacidad pulmonar está estrechamente ligada con las
funciones de oxigenaci¢n y con el nivel de vitalidad fisica del cuerpo. Cuan-
do los DFH presentan un estrechamiento anormal del tronco en relaci¢n con el
resto del cuerpo, podemos deducir, sea que el sujeto se siente descontento
de su aspecto fisico en esa zona o que proyecta, inconscientemente su senti-
miento de fragilidad o debilidad org nica (astenia fisica), lo que llevar ,
posiblemente, el corolario de fatigabilidad precoz, excesiva sensibilidad ner-
viosa y psiquica y otros rasgos de carácter relacionados con su real o imagi-
nada deficiencia toráxica.
 
TRONCO REDONDEADO EN LOS EXTREMOS.
El predominio de las formas curvas en ésta área del cuerpo, se inter-
preta, en los DFH realizados por varones, como signo de femineidad o de ten-
dencias homosexuales si las formas curvilineas coinciden en el dibujo del
propio sexo. Las mujeres que dibujan el tronco con curvas suaves, en las
figuras de su propio sexo, acentúan su naturaleza femenina.
 
TRONCO CUADRADO
Hacer el tronco cuadrado es, frecuentemente, un indicador de poca habi-
lidad para el dibujo. Suele darse en sujetos con inmadurez psicol¢gica, inclu-
so en d‚ficientes mentales. Lo hemos encontrado en adultos con un C.I. (cociente
de inteligencia) por debajo de los doce años.
 
TRONCO SOMBREADO EN LA FIGURA DEL SEXO CONTRARIO.
Es un signo de agresi¢n al otro sexo. Se observa en homosexuales.
 
 

LOS HOMBROS.
 
Los hombros, por su forma y tama¤o, suelen poner en evidencia
el grado de masculinidad o femineidad (predominio del " nimus" o del
" nima") de la persona testada.
 
Las asimetrias en los hombros, sobre todo cuando coinciden con otros
signos de perturbaci¢n (dibujos pobremente integrados, sombreados, figuras
peque¤as e inclinadas, manos, piés y ¢rganos de la cara omitidos, etc.) son
un indicador de fuertes desadaptaciones sociales. La Dra. Koppitz, vi¢ éste
signo en sujetos con enfermedades psicosom ticas, en individuos que dirigian
su hostilidad hacia si mismos o hacia los demás, en casos de ansiedad neur¢-
tica y, en general, en sujetos con desequilibrios y conflictos psiquicos.
 
HOMBROS GRANDES DIBUJADOS CON TRAZO SEGURO.
Si el cuello es igualmente robusto y proporcionado y la figura está
en movimiento, expresa seguridad y confianza en si mismo y quizáá tendencia
a hacer ostentaci¢n de su capacidad fisica, de su fuerza y eficacia realiza-
dora, de su voluntad audaz y de su carácter emprendedor. En ‚ste caso debe
haber un cierto equilibrio en las figuras, aunque no están correctamente
dibujadas. Si fallan los signos de equilibrio, la actitud del sujeto puede
ser una especie de espejismo de sus propias cualidades.
 
HOMBROS GRANDES, PERO CON RETOQUES O LINEAS REPASADAS.
Intento de camuflage de las deficiencias personales a trav‚s de
una actitud elaborada, fantaseada, en virtud de la forma como el sujeto
quiere ser visto. Actitud compensatoria a sentimientos de inferioridad que
el sujeto quiere ocultar.
 
HOMBROS DE TAMA¥O EXAGERADO EN RELACION CON EL RESTO DEL CUERPO.
Cuando un var¢n dibuja el DFH masculino de éste modo, nos puede
estar indicando cierta ambivalencia sexual o bien una inseguridad con
respecto a su propia masculinidad. El hecho de querer destacar los hombros
excesivamente es una especie de deseo de supercompensaci¢n a la inseguridad
e inadaptaci¢n sexual. Exagerando los signos de virilidad el sujeto intenta
librarse de la angustia que le impide desarrollarse en su rol de var¢n.

Si es una fémina quien dibuja asi los hombros en su propia figura,


se puede deducir que expresa de éste modo sus tendencias viri-
l¢ides, sus ansias de dominio. Suele ser el caso de algunas mujeres "recep-
tivo-frustradas" que no han llegado a sentir la necesaria satisfacci¢n en sus
ansias de incorporar al Yo muchos de sus deseos y apetencias y por cuyo motivo
desarrollan reacciones agresivas de dominio y de rechazo. Este estado neur¢ti-
co, se encuentra muy frecuentemente entre las mujeres "feministas" exaltadas.
 
Cuando es el var¢n quién dibuja los hombros más anchos a la figura
femenina , puede ser un indicador de dependencia de la mujer
(madre dominante o castrante), o un deseo de sentirse apoyado y protegido
por la fémina elegida como amiga o partenaire. En cualquier caso, es un sin-
toma evidente de dependencia-sumisi¢n, de necesidad de afecto, de apoyo y con-
suelo en un hombre pasivo.
 
HOMBROS GRANDES EN DIBUJOS DE ADOLESCENTES
Suelen ser indicios de sexualidad ambivalente con la que se sobrecom-
pensan ciertos sentimientos o complejos de insuficiencia reales o imaginados.
En las muchachas, como queda indicado, se refleja el predominio del
" nimus", es decir, el desarrollo de reacciones agresivas de dominio y rechazo.
 
HOMBROS ESTRECHOS O DEBILES
Indica, posiblemente, una libido d‚bil, una fuerza deficiente en las
pulsiones instintivas y en la autorrealizaci¢n, lo que determinar  el desarro-
llo de los mecanismos psiquicos de defensa del Yo (la represi¢n, la negaci¢n,
la realizaci¢n imaginaria de los deseos, la proyecci¢n y la racionalizaci¢n
inhibidora de la decisi¢n).
 
AUSENCIA DE HOMBROS
La interpretaci¢n depender  de la estructura del dibujo.
Generalmente, es la expresi¢n de una percepci¢n limitada, parcial
o incompleta de los objetos, de las cuestiones o de los problemas e incluso
de la propia situaci¢n del sujeto frente a su entorno. Es un signo de inma-
durez psicol¢gica. Puede ser, como en el caso anterior, un indicador de
una libido débil que arrastra todas las consecuencias indicadas más arriba.
 
Si el dibujo de la figura es esquem tico, se puede inter-
pretar como un intento de evasi¢n de la realizaci¢n de la tarea. El sujeto
escapa de ‚ste modo infantil y humoristico, al reto de probarse a si mismo.
Esta escapatoria puede traducirse como falta de confianza en las propias
facultades y temor al ridiculo.
 
 

EL PECHO Y LOS SENOS.-


 
El pecho, cuando nos referimos al torax, como ya queda indicado mas
atrás al plantear el simbolismo del tronco, refleja el nivel de fortaleza
fisica. Sin embargo, en el dibujo de las figuras femeninas, al ser el área
donde se albergan los senos, ésta zona del cuerpo puede tener especial impor-
tancia, ya que los senos representan alimento, ternura, seguridad, protecci¢n,
placer er¢tico, etc.
El estudio psicoanalitico de los sujetos que padecen complejos de
postergaci¢n o de abandono, por ejemplo, ha mostrado que se trataba de indivi-
duos a los que la madre habia suspendido el pecho prematuramente. Estos sujetos
suelen dibujar la figura de la mujer con grandes pechos o sin ellos.
 
FIGURAS FEMENINAS CON PECHOS GRANDES.
Suele indicar necesidades "orales" como, por ejemplo, el deseo vehemen-
te de recibir atenciones, de estar en contacto con personas a las cuales el
sujeto dispensa un afecto incondicional con tal de mendigar su aprecio. Se
trata, por supuesto, de sujetos con una oralidad pasiva, pero con una sensibi-
lidad egoc‚ntrica, vinculada con tendencias infantiles egoistas. La independen-
cia no es propia de éstos sujetos, pues están siempre necesitados del apoyo
y protecci¢n de otros, como extensi¢n de la dependencia materna.
 
SENOS GRANDES Y CAIDOS.
Indican, igualmente, la inmadurez y la dependencia.
 
COLOCAR BOLSILLOS EN EL LUGAR DE LOS SENOS .
Suele ser indicador de sujetos que no han alcanzado un buen nivel de
adaptaci¢n (reacciones impropias de la edad, inmadurez). El origen de ésta
inmadurez puede estar en un rechazo de la madre y una fijaci¢n al padre o
a otra persona del propio sexo (homosexualidad latente o manifiesta).
 

LAS CADERAS.-

Las caderas, como el t¢rax y los hombros, son un indicador del grado de
masculinidad o femineidad de las tendencias. Gregorio Mara¤¢n hablaba de
mujeres "multiparas" cuando ‚stas tenias las caderas anchas. Por ésta raz¢n
no podemos encontrar extraño que diversos autores señalen tendencias homose-
xuales a los sujetos que dibujan la figura masculina con las caderas y las
nalgas grandes, principalmente si el tronco es redondeado y la cintura de
avispa.
 
CADERAS AMPLIAS DIBUJADAS POR MUJERES SOBRE SU PROPIO SEXO
 
Si las formas son trazadas con curvas suaves, son un indicador de
femineidad y, a la vez, de deseo de maternidad o propensi¢n a la maternidad.
Si las formas son cuadradas, rectangulares o trapezoidales, dominando las
lineas rectas o angulosas sobre las curvas, expresan en la mujer tendencias
masculin¢ides, en cuyo caso, el carácter es dominante, agresivo e ingobernable.
Los juicios y apreciaciones de éstas mujeres, suelen tener el aspecto sombrio
de una critica siempre peyorativa y despreciativa de los actos y del pensa-
miento de los hombres.
Lo curioso de éstas féminas, es que su conducta es muy a menudo contra-
dictoria. Tan pronto se comportan como  ngeles o héroes, que como demonios
y tiranas; tan pronto son unas amantes tiernas e ideales, como partenaires
odiosas, furiosas y repugnantes.
 
Como ya hemos dicho más atrás, las caderas anchas dibujadas por varones
en el DFH de su propio sexo indican tendencias homosexuales, principalmente si
coinciden con otros detalles como, por ejemplo, el dibujo de corbatas flotan-
tes, poner las figuras de espaldas, omitir los senos en los DFH femeninos,
dibujar bien los labios y poner pesta¤as a los ojos, etc.
 
DIBUJO DE FIGURAS CON LA CINTURA SECCIONADA O CORTADA
Cortar el tronco por la cintura a base de lineas, cinturones u otros
recursos, es un indicador de problemas en la esfera sexual.

En los DFH, la cintura es simb¢licamente la linea que separa los impul-


sos sexuales primarios de la esfera de la sexualidad sublimada, es decir, del
coraz¢n y los sentimientos. Cuando se aisla, se secciona o se corta ésta zona
mediante lineas, cinturones o con cualquier otra excusa gráfica, es una señal
de guerra entre la sexualidad primaria y la sexualidad sublimada, entre la
bestia y el ángel. Las pulsiones instintivas presionan por un lado y la ética
del Super-Yo por otro. Este signo se acentúa cuando el seccionamiento de la
cintura va acompa¤ado de sombreados, retoques, lineas profundas, etc.
 
En algunos casos, el sujeto expresa, con éste signo, que tiene proble-
mas de control o de rechazo del propio sexo, como ocurre en los homosexuales
y en las lesbianas, en cuyo caso, en la figura del sexo opuesto no suele haber
la cintura seccionada, sin¢ más bien cuidada.
 

 
DFH DONDE APARECEN CON CLARIDAD ANATOMICA, LOS ORGANOS INTERNOS (EL
CORAZON, LOS PULMONES, EL ESTOMAGO, EL APARATO SEXUAL, ETC), COMO SI
LA PARED DEL TRONCO FUESE TRANSPARENTE.
 
Nosotros no hemos presenciado más que un caso en un adolescente con
sintomas esquizáofrénicos, según el historial médico. Karen Machover, ha ob-
servado esta particularidad en los DFH, en algún médico o pintor que solian
dar a éstos dibujos un esquema o ilustraci¢n especial. Lo más normal, dice
la Dra. Machover, es que se trate de enfermos maniacos o de esquizáofr‚nicos.
 
DFH FEMENINO CON BARRIGA O EMBARAZADA.-
Preocupaci¢n por la maternidad. Deseo de tener hijos.
 
Hemos observado algun caso en personas de ambos sexos en donde la figu-
ra femenina aparecia de perfil y con barriga de embarazo. Cuando consultamos
a éstas personas manifestaron su deseo de paternidad. En tres de los casos
consultados, la pareja no podia tener hijos o, por causas desconocidas, no
habian llegado a tenerlos.
 
 

LOS BRAZOS.-
 
Los brazos y las manos son las partes del cuerpo extensibles que
sirven para acompa¤ar a las palabras y expresar, mediante gestos, nuestros
deseos o nuestros estados afectivos, es decir, lo que pensamos, sentimos y
queremos. Los brazos y las manos son los ¢rganos que el cerebro utiliza
para actuar, como por ejemplo, para alimentarnos, para entrar en contacto con
personas y objetos, para manipular los útiles de trabajo, para defendernos de
los peligros externos, etc. Sin las manos, nos seria imposible vivir si otras
personas no nos facilitan, por ejemplo, la alimentaci¢n necesaria. Necesitamos
las manos para adecuar el medio ambiente a nuestras necesidades de todo tipo,
incluso para hacer el amor.
 
Los brazos y las manos son el principal medio de aprendizaje que
nos permite evolucionar y adquirir la madurez necesaria para ser adultos
y mantener nuestra propia independencia y nuestro equilibrio adaptativo.
 
Por éstas razones, la omisi¢n de los brazos y de las manos en los DFH,
es casi siempre un indicador de dificultades de integraci¢n, de incompletud
en el desarrollo evolutivo y puede darse lo mismo en sujetos depresivos o
ansiosos, en personas en crisis profesional o matrimonial, en crisis econ¢mi-
cas o en sujetos con tendencia esquizá¢ide o ya con claros sintomas de esqui-
zofrenia. Esto último requerirá diagn¢stico médico.
 
BRAZOS CORTOS Y CON TRAZOS POCO FIRMES
Parece reflejar cierta dificultad para entrar en contacto con el
mundo circundante : timidez, retraimiento, pobreza de recursos para abrirse
camino en la vida y adaptar el medio ambiente a las propias necesidades.
Puede indicar también libido d‚bil, tendencia a encerrarse en si mismo,
dependencia-sumisi¢n, etc..
 
Los brazos cortos y débiles, especialmente si faltan las manos o están
poco indicadas, no pueden reflejar gran confianza del sujeto en si mismo, ni
la posibilidad de una fácil y buena autorrealizaci¢n.
Con frecuencia, los brazos cortos, débiles y mal dibujados traducen
una conducta inhibida por una educaci¢n castrante, autoritaria y agresiva.
El sujeto padece un sentimiento inconsciente de la propia debilidad e impo-
tencia frente a una realidad que no puede dominan en la medida que desea y
con respecto a la cual se halla como empobrecido.
En algunos casos, el sujeto renuncia o rechaza ser "lider", cuando
deberia serlo en raz¢n de su experiencia y conocimientos, pero tampoco renun-
cia a seguir escalando metas de superioridad en sus conocimientos y experien-
cia para compensar de algun modo sus complejos de inferioridad.
 
BRAZOS LARGOS EN FIGURAS CON MOVIMIENTO
Los brazos largos en figuras con movimiento, suelen ser un indicador
de impulsos agresivos contra el propio ambiente, especialmente si las manos
se dibujan con dedos angulosos y puntiagudos. En algunos casos, lo hemos obser-
vado en sujetos muy ambiciosos, con afán de grandes logros, de grandes adquisi-
ciones, incluyendo la búsca incesante de aventuras amorosas y de afecto.
 
El brazo largo es, de algun modo, una extensi¢n del cerebro en busca
de contacto con el entorno. Este impulso puede ser agresivo (impulso de pren-
si¢n, de agarrar, de destruir) y puede ser ofertante (impulso a entregarse,
a unirse, a acariciar, etc.), lo que depender  de la actitud de las figuras
y de la forma de las manos. Dos manos que se cogen amorosamente.
no es lo mismo que dos manos con dedos puntiagudos y un rostro agresivo
En las figuras quietas, la extensi¢n de los brazos y de las manos,
puede reflejar la necesidad de agarrarse a algo o a alguien para sentirse
seguro o protegido, pero también puede señalar una ambici¢n contenida por falta
de confianza y seguridad en si mismo.
 
BRAZOS PEGADOS A LOS COSTADOS DEL CUERPO
Esta es una actitud pasiva de reserva, de espera o de retraimiento. Con
ésta actitud, más o menos rigida, el sujeto intenta controlar la situaci¢n in-
terna o resistir pasivamente las presiones del exterior (falta de flexibilidad,
dificultad de adaptaci¢n fuera de los ambientes donde el sujeto se siente
seguro). Puede asociarse ésta actitud con fallos en la comunicaci¢n con los
demás, con poca facilidad para hacer amigos, sea porque el sujeto teme la hosti-
lidad del ambiente e intenta protegerse contra posibles ataques, o porque cual-
quier conflicto, profundamente arraigado, impide al sujeto autocontrolarse
adecuadamente y responder serenamente a preguntas y situaciones nuevas.
 
Cuando a los brazos largos, pegados al cuerpo, se a¤ade una nariz gran-
de, la inseguridad, la desconfianza, la timidez y las dificultades para la
comunicaci¢n pueden ser más evidentes. En algunos casos, dicen algunos autores,
la masturbaci¢n excesiva puede ser la causa responsable de la inhibici¢n social
y del miedo a la hostilidad de algunos individuos.
 
DIBUJO DE BRAZOS LARGOS CON TRAZOS DEBILES.-
Al ser los brazos los miembros ejecutores del cerebro, unos brazos
largos sin fuerza, serán un indicador de mucha ambici¢n, pero de poca capaci-
dad ejecutiva y prensiva, por lo que se acostumbrar  a pasar a otro la posibi-
lidad de fracaso en la acci¢n y en las decisiones. Si la actitud de la figura
es quieta, pasiva, el sujeto intentar  encontrar apoyo en su entorno a su inse-
guridad interior. Facilidad para el resentimiento, si los demás le niegan el
apoyo y favores que el sujeto espera.
 
BRAZOS APRETADOS CONTRA EL CUERPO Y MANOS EN LOS BOLSILLOS.-
Asi como los brazos extendidos en una figura en movimiento, son un
indicador de actividad, de movilidad, de ambici¢n y expansi¢n, en general,
los brazos pegados al cuerpo, principalmente cuando están a la espalda o
metidos en los bolsillos, en figuras de apariencia quieta, son indicadores
de actitud pasiva, inhibida o coartada. El sentido de ésta inhibici¢n hay
que buscarlo en otros signos.
 
Esta poca disposici¢n a actuar, ésta reducci¢n de los intercambios
con el exterior, en el sentido de "ir a la busca de...", o de "enfrentarse
con...", supone que el sujeto espera que las cosas se resuelvan por si s¢-
las, o que sean los demás los que las resuelvan o vengan a proporcionarle
lo que él desea o espera. Esta actitud de inhibici¢n, determina una cierta
indiferencia frente a problemas, asuntos o situaciones que afectan a los demás
pero que, indirectamente, pueden afectarle también a si mismo (no participa-
ci¢n en suntos de riesgo). Si los trazos del dibujo son poco acentuados, ser 
claro indicador de falta de voluntad y debilidad de carácter. El sujeto no har 
ning£n esfuerzo por dominar y dirigir el curso de los acontecimientos.
 
Si, además, los ojos aparecen sibujados en blanco, sin pupilas, pueden
se¤alar que ‚sta actitud inoperante y poco resuelta se debe, posiblemente,
al fracaso en el intento de desarrollar las aptitudes necesarias para un "ajus-
te" a las exigencias biol¢gicas (complejos sexuales, sociales o profesionales).
 
BRAZOS LARGOS CON LAS MANOS EN POSICIÓN DE TOMAR CONTACTO CON
PERSONAS
U OBJETOS
Es un indicador de deseo de comunicaci¢n, de contacto externo, de amis-
tad y afecto. Seg£n la actitud de la figura y la posici¢n de la mano, puede
indicar ambici¢n, avidez, deseo de acaparar dinero, bienes, popularidad o aten-
ciones especiales, por ejemplo, un ardiente deseo de alcanzar ‚xito profesional
y social. Actitud vital extravertida. Tipo "oral" de Freud.
 
BRAZOS DIBUJADOS OCULTANDO LAS MANOS, SEA EN LOS BOLSILLOS O
EN LA ESPALDA (Ver también "MANOS OCULTAS").-
Si las manos están colocadas en los bolsillos, es indicador, como antes
hemos comentado, de inhibici¢n de las tendencias activas, de pasividad, de re-
ducci¢n de los intercambios con el exterior (ver mas atrás).
 
Si los brazos están dibujados de modo que las manos quedan a la espalda
y no son visibles, además de la tendencia del sujeto a evadirse de los proble-
mas que le plantea la realidad, racionalizando, más o menos el desinterés
o la inhibici¢n, puede indicar la angustia o temor al fracaso personal. Esta
fuga ante el enfrentamiento con los problemas, cuando ‚stos se presienten con-
flictivos, indican que el sujeto en determinadas situaciones, no sabria como
reaccionar. Inhibiéndose, salvaguarda su Yo de las contingencias y fracasos,
de posibles derrotas o p‚rdidas de prestigio ante los demás y ante si mismo.
Este mecanismo dedefensa, puede empujar al sujeto hacia el cultivo de un mundo
ideal inexistente o ut¢pico, como ocurre con ciertos politicos y con sujetos
obsesivo-compulsivos. También puede reflejar los complejos de culpabilidad
de algo hecho con las manos.
 
Las manos a la espalda y los brazos cruzados, es una actitud muy fre-
cuente en los politicos. Con esta actitud, reflejan una cierta ausencia, despe-
gue o deseo de evasi¢n, de las situaciones problem ticas del momento.
 
BRAZOS ONDULANTES
Suelen dibujar éste tipo de brazos los asmáticos o los sujetos
propensos a transtornos respiratorios.
 
BRAZOS DE UNA FIGURA MAS GRANDES QUE EN LA OTRA
La figura masculina con brazos más largos, en dibujo realizado por
una fémina, indica en personas casadas, que la esposa vive a costa del marido.
En los novios, indicar  las conveniencias econ¢micas o sociales de la mujer.
 
DFH FEMENINO CON BRAZOS MAS LARGOS QUE EN EL VARON
Si el DFH ha sido realizado por un var¢n, puede indicar boda o relaci¢n
por interés. Se dá éste signo en sujetos que viven a expensas de la madre
o de la mujer (dependencia materna).
 
BRAZOS QUE SE BALANCEAN SOBRE LA MARCHA ALEJÁNDOSE DE LA ZONA
GENITAL.
Éste detalle de los brazos puede refle-
jar tendencia a la masturbaci¢n. Pero si la figura tiene mucho movimiento,
ser  un simple signo de actividad o de evasi¢n fisica de los ambientes que
el sujeto no puede soportar.

BRAZOS EN LOS QUE SE DETALLAN LAS ARTICULACIONES


Se puede pensar en alguna deficiencia o en un sentimiento de falta
de integridad corporal, lo que le da a la figura un aspecto mecánico que en
la realidad no tiene. Puede se¤alar la tendencia a actuar por impulso de fuer-
zas internas o estimulos externos en contra de las propias convicciones, como
ocurre en los sujetos con neur¢sis obsesivo-compulsiva, en cuyo caso, éste
rasgo se nota también en otros aspectos de los dibujos.
Se observa, a veces, en personas dependientes, inseguras, que necesitan
apoyos de criterio familiares para sentirse tranquilas.
Machover y otros autores han observado éstos signos en sujetos convul-
sivos, epilept¢ides o con par lisis corporales.
 
En resumen : El dibujo de los brazos es uno de los signos que con mayor
carga de sentido psicol¢gico hallamos en los DFH. Al ser los brazos y las manos
los ¢rganos ejecutores que adaptan el mundo externo a las propias necesidades
biol¢gicas, sociales y profesionales, el modo de tratar ‚stos ¢rganos en los
DFH, nos indican el modo como influye el medio ambiente en el sujeto y el modo
como el sujeto influye sobre su medio ambiente.
 

L A S M A N O S .-
 
Las manos, como antes hemos comentado, son despu‚s de la cabeza, los
principales ¢rganos externos del cerebro y los instrumentos de la acci¢n. Son
los ¢rganos ejecutores del pensamiento, los instrumentos destinados a proveer-
nos del alimento necesario a nuestra conservaci¢n, los instrumentos de apren-
dizaje que nos permiten manejar objetos, crear objetos nuevos, atacar y defen-
dernos frente a las contingencias del mundo que nos rodea.
 
Los brazos y las manos se relacionan, intimamente, con el n£cleo de
la personalidad y son, por decirlo asi, el instrumento nuclear de la persona-
lidad externa. En las manos, si no está escrito el destino, como pretenden los
quir¢logos, si que dependen de ellas gran parte de la evoluci¢n y del destino
humano, pués, se piensa con el cerebro, pero se actúa con las manos y es en
las manos donde tiene el hombre su destino personal, familiar, profesional,
social, etc. y, sin¢, quit‚mosle las manos, a ver que queda!.
Sin las manos, seriamos unos seres inútiles, incompletos, indefensos
e incapaces de sobrevivir. De aqui la importancia que debemos prestar, en los
DFH, al dibujo de los brazos y las manos.
 
En la manera de tratar en los DFH los brazos y las manos, se revelan
importantes aspectos de la personalidad, tales como : la manera de entrar
en contacto con el entorno (agresiva, cordial, generosa, timida, coartativa,
etc.); el grado de destreza y eficiencia en la actividad; las aspiraciones;
la confianza en si mismo; los complejos de culpabilidad relacionados con las
manos (apropiaci¢n ilegitima, masturbaci¢n, rotura de objetos que se quiere
ocultar, etc); las cualidades artisticas y otros aspectos relacionados con
el cuerpo, con los sentimientos o con el espiritu.
 
MANOS GRANDES CON PALMA ANCHA Y LARGA.-
Exteriorizaci¢n de las necesidades de contacto y de acci¢n referidas
a todo cuanto puede hacerse con las manos : manipular objetos, relacionarse
con otras personas, pegar, castigar, matar, apropiarse de algo, etc.
De algunas de las acciones que pueden realizarse con las manos se
pueden derivar complejos de culpabilidad. La Dra. Koppitz observ¢ complejos
de culpabilidad en sujetos dados a apoderarse de lo ajeno y en muchachos
que practicaban la masturbaci¢n.
Levy, dedujo de las manos grandes la dificultad o incapacidad para en-
tablar nuevas relaciones, ligado a torpeza o insuficiente destreza manual.
Nosotros, hemos visto figuras con manos grandes en sujetos con sentimientos
de inferioridad y dificultades de adaptaci¢n, pero con deseos de compensar
su bajo nivel en el C.I. con alardes de fuerza.
 
Unas manos grandes las tenia el célebre revolucionario Pancho Villa,
responsable de centenares de asesinatos y de crimenes. Tambi‚n las tenia
Adolfo Hitler y Jos‚ Stalin, famosos por sus tendencias sanguinarias. Para
estos dictadores, matar era más fácil que persuadir. "Asi como los dedos
--dice Charlotte Wolff-- se desarrollan paralelamente con la inteligencia
y son el indice de la mente consciente, la palma tiene un sentido at vico y
refleja la potencialidad de las tendencias subconscientes". La palma de la
mano grande y la mandibula fuerte, grande y ancha, tienen el mismo significa-
do : predominio instintivo, rudeza, carencia de refinamiento moral, materia-
lismo, primitivismo, brutalidad, etc.. Ambas caracteristicas eran comunes a
‚stos dictadores hist¢ricos mencionados...
 
MANOS PEQUEÑAS Y DEDOS FINOS
Son expresi¢n de delicadeza, de refinamiento, de destreza manual y
de inteligencia intuitiva y de idealismo, si el dibujo de las figuras es
equilibrado, si no hay rasgos negativos.
Con distorsiones, sombreados, lateralizaciones y otras anomalias,
puede indicar tendencias inestables, celos, envidia, curiosidad malsana,
aspiraci¢n a saber más que nadie de las personas y de las cosas. Tendencia
a la intriga y a querer triunfar sobre los demás con o sin honor.
 
MANOS IMPRECISAS O SECCIONADAS
En los dobujos faltan los dedos de las manos, están cortados o indica-
dos de manera imprecisa. Suele ser un indicador de complejos de culpabilidad,
de sentimientos de insuficiencia o de incapacidad para adaptarse adecuadamente
a la convivencia con los demás o a situaciones nuevas o inesperadas.
Indica también, preocupaci¢n por las propias faltas o deficiencias
personales, lo que lleva a ‚stos sujetos a estados de ansiedad, a
sensibilizarse en exceso frente a las contrariedades (facilidad a la frustra-
ci¢n, timidez, coartatividad, conducta inhibida, constre¤ida, preesquizá¢ide).

MANOS QUE SE OCULTAN TRAS LA ESPALDA O EN LOS BOLSILLOS


(Ver también más atrás : "BRAZOS QUE OCULTAN LAS MANOS").-
Ocultar las manos es un indicador de ansiedad y de culpabilidad, rela-
cionado con algo indeseable o reprobable que han hecho las manos y que se desea
ocultar. A menudo, es un recurso para ocultar la inhabilidad del sujeto para
resolver el dibujo de las manos o para ocultar su dificultad para relacionarse
con los demás.
La actitud de defemsa expiatoria frente a complejos de culpabilidad,
no siempre es fácil de hallar en los protocolos normales. En cambio, nos
ha sido posible verificar algunos casos donde el sujeto deseaba ocultar o con-
trolar impulsos agresivos que le hubieran llevado a situaciones de conflicto
desagradables en el ambiente familiar o profesional. Esto nos hace pensar que
dememos interpretar, en primer término y en sujetos normales, las manos ocul-
tas como signo detector de huida o evasi¢n de situaciones o problemas conflic-
tivos con la familia o en el ambiente profesional.
También, en los protocolos de sujetos normales, no enfermos psiquicos,
ni delincuentes, puede tratarse de actitudes de indiferencia, desconexi¢n,
falta de interés, etc. en la participaci¢n social o comunitaria de ciertos
actos o reuniones que carecen de atractivo e interés para el sujeto.
En general, las manos ocultas son la expresi¢n de una actitud de defen-
sa del Yo frente a reuniones o actos comunitarios o ante sentimientos incons-
cientes de inseguridad, de culpabilidad o de indiferencia.
 
Karen Machover y otros autores que han trabajado sobre enfermos piqui-
cos y delincuentes, han encontrado las manos ocultas, bien sea en delincuentes
de todo tipo, en psic¢patas, en sujetos inclinados al ocio, a la masturbaci¢n,
al empleo del revolver (atracadores) y en otros desadaptados sociales.
 
Nosotros, en nuestras tareas de selecci¢n y promoci¢n de personal,
hemos trabajado, generalmente, con sujetos relativamente adaptados y con
problemas psicol¢gicos más bien normales. Estos sujetos eran elegidos de acuer-
do con un ex men grafol¢gico previo. Por ésta raz¢n, los casos de desadapta-
ci¢n social han sido minimos, es decir, hemos vivido pocos casos anormales.
Es por ésta raz¢n que aconsejamos, antes de etiquetar a cualquier persona ana-
lizada, comprobar con otras pruebas y con la técnica de la entrevista, la posi-
bilidad de sindromes patol¢gicos o de una conducta antisocial.
 
No es aconsejable utilizar cada interpretaci¢n al estilo de un receta-
rio de cocina, consultando cada signo --como dice la Dra. Koppitz-- tomando su
significado al pié de la letra y saliendo con el diagn¢stico "listo para lle-
var", sin considerar la figura total, sin tener en cuenta el sexo del examina-
do, la edad, el estado civil, la profesi¢n, el contexto socio-cultural y la
situaci¢n actual en que se encuentra el sujeto. Proceder de éste modo en los
psicodiagn¢sticos seria una forma de actuar irresponsable.
 
DIBUJAR LAS MANOS CON EL PUÑO CERRADO.
En general, indica tendencias agresivas reprimidas. Para aclarar más
el sentido de la agresi¢n, conviene observar la expresi¢n del rostro y hacia
donde mira la figura.
Si la cara expresa dureza y la figura mira hacia la izquierda del pa-
pel, la agresi¢n es masoquista, se dirige hacia si mismo y tiene un sentido
destructivo o de autocensura. El sujeto, sea por complejos de culpabilidad,
por descontento de si mismo, o por el fantaseado de su complejo de castra-
ci¢n, se está infligiendo da¤o y, de éste modo, descarta la culpabilidad, se
venga de sus imperfecciones, o intenta anularse a si mismo.
Puede también, por complejo de Edipo no liquidado, sacrificar una parte
de su personalidad, de sus gustos o de su patrimonio, para liberarse de la
angustia de la castraci¢n o de la culpabilidad.
Si la figura con el pu¤o cerrado mira hacia la derecha del papel, la
agresi¢n puede estar dirigida a los demás. El puño cerrado de los marxistas
es un claro simbolo de ataque a la burguesia. El puño cerrado con expresi¢n
del rostro dura, se observa en adolescentes rebeldes, contrarios a toda disci-
plina, a todo signo de autoridad y a todo ¢rden jer rquico. Se trata, en ‚ste
caso de muchachos desadaptados, capaces de rebatir todo argumento socialmente
£til (represi¢n de ternura, con reforzamiento agresivo s dico). Se están vi-
viendo actualmente muchos casos de éste tipo, protagonizados por los denomina-
dos "cabezas rapadas" y neo-fascistas.
 
Este signo se acrecienta en agresividad, si en el dibujo de la
cabeza se enseñan los dientes, si la mandibula es cuadrada, alta y ancha, en
cuyo caso el sadismo puede llegar a ser un signo muy agresivo.
 
El puño cerrado con el pulgar metido hacia adentro (lo mismo en
los dibujos de las figuras que en un gesto) traduce una actitud de defensa
de reserva, de terquedad y, en seg£n que casos, si el trazado es de presi¢n
débil, puede expresar timidez y tendencia a la claudicaci¢n. El pulgar es re-
presentativo del Yo y de la conciencia de si mismo, ocultarlo, es de algun modo
el deseo de preservar al Yo de un riesgo, de un peligro o amenaza. El pulgar
hacia arriba, es simbolo de vida, de ascensi¢n, de éxito. El pulgar hacia aba-
jo, es se¤al de muerte, de hundimiento, de fracaso.
 
SOMBREADO EXCESIVO DE LAS MANOS
Se interpreta normalmente como sentimiento de culpa de algo realizado
con las manos. Algunos psicoanalistas interpretan éste signo como una defensa
contra la castraci¢n. El complejo de castraci¢n, como sabemos, es un complejo
nuclear que reviste gran importancia en la infancia porque es uno de los miedos
más frecuentes de los niños. Generalmente, el complejo de castraci¢n desaparece
al ser reprimido, para volver a aparecer al más minimo sintoma de neur¢sis.
Todos los complejos son potentes fuerzas din micas albergadas en el
inconsciente y rechazadas por la conciencia, pero los complejos tienen un fun-
cionamiento arbitrario y aut¢nomo, una existencia aislada, oculta, camuflada.
Los complejos son una especie de ETA o de "comando revolucionario" que puede
aparecer en cualquier instante y perturbar la actividad consciente.
Los complejos de culpabilidad y de castraci¢n, pueden provenir de la
manipulaci¢n autoer¢tica o de actividades que impliquen contactos carnales
ilicitos, clandestinos o no permitidos. El sujeto que realiza éstos actos,
sufre frecuentes estados de ansiedad, de inquietud y de remordimiento. La ten-
dencia a la contradicci¢n, la agresividad verbal, el negativismo, las respues-
tas inadecuadas, etc. suelen ser rasgos de carácter propios de sujetos que
padecen éstos complejos.
 
Si las manos sombreadas coinciden con los brazos pegados al cuerpo,
la ansiedad de la afectividad del sujeto es de tipo pasivo-defensivo, es decir,
se caracteriza por la resistencia, por la obstinaci¢n en sus actitudes y no
admite ninguna clase de sugerencia o razonamiento (actitud perseverativa).
Este tipo de sujetos no son aptos para tareas que exijan cambios r pidos
de actitud y adaptaciones continuas a nuevas realidades.
 
MANOS CON DEDOS, U¥AS Y ARTICULACIONES MARCADAS CON ESMERO.-
Puede se¤alar la tendencia a realizar actos contra los propios conven-
cimientos racionales, como ocurre en sujetos con neur¢sis obsesivo-compulsiva.
Repitiendo ‚stos actos sin sentido, les parece a ‚stos individuos que atenuan
o calman su angustia neur¢tica. Por ejemplo : "Si salgo con el pié derecho
a la calle, tendr‚ un buen dia". "Si no piso ninguna raya del terrazo hoy no
tendr‚ jaqueca", "Tengo que lograr tres n£meros capic£a ‚sta semana para que
me toque la loteria y pueda comprarme un coche". "Si no limpio cada media hora
la cocina, me invadiran los microbios", etc.
El neur¢tico obsesivo-compulsivo --como digo en mi "Diccionario de
t‚rminos psicol¢gicos"-- lucha interiormente contra pensamientos indeseables,
contra ideas e impulsos a realizar actos absurdos, ritos conjuratorios, escr£-
pulos permanentes, dudas, aprensiones, etc.
 
Las manos con dedos donde se dibujan las uñas y las articulaciones,
fueron vistos por Karen Machover en algunos enfermos de esquizáofrenia precoz.
Nosotros pudimos comprobar un caso, pero tambi‚n encontramos ‚ste signo en
personas que tenian dificultades en relaci¢n con el cuerpo y donde las manos
recibian un especial cuidado.
 
MANOS CON LAS UÑAS PINTADAS.-
Es propio de muchachas j¢venes con deseo de agradar y de atraer sexual-
mente. También hemos visto éste signo en muchachas con la costumbre de morderse
las u¤as. Sin embargo, la poca frecuencia del signo, no nos permite determinar
con seguridad cual de los dos significados debemos elegir.
 
OMISION DE LAS MANOS EN LOS DFH
El hecho de omitir las manos parece relacionarse con algun sentimiento
de culpa, de vergüenza o de agresi¢n reprimida. SE ha observado en sujetos
que se comen las uñas y que tienen un gran espiritu de contradicci¢n, asi como
en sujetos inmaduros y poco evolucionados. En éste último caso, los dibujos
son un intento torpe de dar estructura a las figuras. A veces, el sujeto
no se atreve a dibujar las manos y las sustituye por una especie de muñ¢n que
indica su inhabilidad gr fica.
 
 

 
LOS DEDOS DE LAS MANOS.-
 
Los dedos de las manos, son representativos de la evoluci¢n de nuestra
inteligencia, de nuestra conciencia y de nuestro bagaje cultural. El pulgar y
el indice, según la Dra. Wolff, "dominan la zona radial y son dedos de la
orientaci¢n con los que se construye el conocimiento del entorno y asi se
desarrolla la conciencia y gradualmente la noci¢n de la propia identidad."
El Dr. Vaschide, del Laboratorio de Psicologia Patol¢gica de la "Ecole
des Hautes Etudes" de Paris, refiriéndose a los dedos pulgar e indice dice:
"Si la mano, en su conjunto, es el sism¢grafo de las reacciones emocionales,
los dedos pulgar e indice son la expresi¢n del pensamiento".
Los dedos, en cuanto extremidades y puntos de contacto, son los ¢rganos
que, aparte de los rasgos faciales, pueden expresar mejor nuestra actitud in-
terna con relaci¢n a lo que puede ser "tocado" o "manipulado" y los que pueden
expresar con mayor espontaneidad el peso de la culpabilidad por algo indebido,
hecho con las manos. Y tambien pueden reflejar muy bién, la inseguridad y
el temor por algo investido de riesgo, que se debe hacer con ellas.
Los dedos, en los dibujos, pueden variar en cuanto a su forma, tamaño,
direcci¢n, expresividad, etc. Pueden aparecer en forma de alambres, de pinchos,
redondeados de manera infantil, dispuestos en forma de p‚talos o con trazos
irreconoscibles. Pueden tener un carácter agresivo por sus puntas
angulosas o aceradas; pueden ser largos en forma de lanza; como garfios; muy
sofisticados; inexistentes, etc.. Un dedo puede sobresalir considerablemente
por su longitud, mientras que otro puede ser demasiado corto, quizá  como expre-
si¢n de complejo de culpabilidad engendrado por las prácticas masturbatorias.
Los dedos de la mano, pu‚s, especialmente el pulgar y el indice, son
bastante expresivos en los dibujos, aunque en la mayor parte de casos los
dedos parecen todos iguales.
 
AUSENCIA DE DEDOS O DEDOS COMO AMPUTADOS
Puede ser indicador de un estado de regresi¢n (mecanismo de defensa
consistente en el retorno de un instinto o de una componente instintiva a una
fase de desarrollo o estadio de evoluci¢n anterior).
Como ya hemos dicho anteriormente, la mano y muy especialmente los
dedos, representan la actividad de la mente consciente, el desarrollo de
la inteligencia a través del aprendizaje constante. Por tanto, cuando en una
mano no hay dedos o éstos aparecen como amputados es porque expresan un senti-
miento o complejo de fracaso en la lucha por la existencia o porque hay una
cierta inmadurez en la evoluci¢n de la personalidad, que tambi‚n puede coin-
cidir con una autoim gen negativa
 
CUANDO LOS DEDOS SE DIBUJAN EN FORMA DE GARRA.-
Generalmente indica tendencias posesivas. El sujeto pretende mantener
a toda costa aquello de que es poseedor, o controlar en exclusiva lo que
pretende que es suyo o cree que le pertenece. No se halla dispuesto a compartir
con otros lo que posee o desea poseer (egoismo, avidez, avaricia codiciosa).
El carácter ser  propenso a los celos, a la desconfianza y a la agresividad
por defender su patrimonio personal o lo que es de otros, pero se le ha confiado
el control o administraci¢n. En resumen, los dedos en forma de garra, es propio
de sujetos que disfrutan acaparando y reteniendo aquello que desean poseer.
 
DEDOS OCULTOS MEDIANTE GUANTES.-
Los guantes, dice el Dr. Pellegrini, "tienen, cuando están puestos,
su maxima fascinaci¢n en el hecho de hacer más evidente la desnudez que hay
bajo ellos; por otro lado, el arte de ponerse los guantes, si se hace con len-
titud y con acariciamiento de arriba a abajo de los dedos, es un simbolo de
acci¢n erotizadora tactil. El guante, añade, tiene un significado sexual de la
mujer para el hombre, pero no a la inversa".
 
Cuando los guantes los dibuja la mujer en la figura de su propio sexo
es un indicador de deseo de relaciones sexuales, de deseo de ser acariciada
camuflado detrás de la pantalla del vestido. Cuando es el var¢n quien dibuja
guantes en su propia figura, puede indicar deseos sexuales reprimidos, timidez,
falta de confianza en su virilidad y evitaci¢n, por éste motivo, de las relacio-
nes sexuales con el otro sexo.
 
DEDOS MUY ANGULOSOS O MUY PUNTIAGUDOS.-
Expresan un espiritu critico o mordaz. Pronta irritabilidad, indigna-
ci¢n o respuestas airadas frente a las frustraciones, las oposiciones, los
deseos contrariados, etc.. Los dedos puntiaguidos son siempre un indicador
de manos agresivas contra objetos o personas.
 
DEDOS EN FORMA DE PTALOS
Suele ser un signo femin¢ide. Predominio del " nima". Comprobar con
otros signos.
 
ENFASIS EN EL DIBUJO DE LOS DEDOS, QUE SON MUY REMARCADOS.-
Si se trata de un adolescente var¢n, puede indicar algun problema
relacionado con la masturbaci¢n. Si se trata de jovencitas : narcisismo
de las manos a las cuales se les presta un cuidado excesivo. Observamos
éste signo en una mujer de 42 a¤os, soltera y con abundantes rasgos obsesi-
vos que, constantemente se lavaba y cuidaba las manos.
 
En resúmen : Los dedos, en los DFH, tienen una clara significaci¢n
psicol¢gica, prueba de ello es que los ni¤os suelen hacer primero los dedos
que la mano o los pies. El pulgar escondido en el puño cerrado parece ser
un indicador de un deseo inconsciente de regresi¢n a la infancia en busca de
protecci¢n. Puede reflejar también cierta fatiga interna y deseo de abandonar
la lucha activa contra obst culos y dificultades que el sujeto encuentra en
su vida. En éste caso, la busca de protecci¢n seria un deseo de comodidad
y de liberaci¢n de esfuerzos que el sujeto no puede, o no desea, mantener.
La ausencia del pulgar, puede estar relacionada con estados de ansie-
dad o depresi¢n. Por el contrario, los pulgares alzados, especialmente de la
mano derecha, segun se mira la figura, puede expresar voluntad, sentimientos
de autoestimaci¢n fuertes, independencia de carácter y confianza en el propio
éxito y en alcanzar metas ambiciosas.
 
 

 
LAS PIERNAS Y LOS PIES.
 
Las piernas y los pies son los ¢rganos que utilizamos para nuestros
desplazamientos y para aproximarnos a los objetos y a las personas de nuestro
entorno. La forma como se dibujan ‚stos ¢rganos o extremidades, expresan el
modo como cada sujeto se "mueve" para relacionarse con su ambiente, para satis-
facer sus necesidades biol¢gicas y de todo tipo y para alcanzar objetivos de
valor en el terreno social y profesional.
 
Por otro lado, son las piernas y los pi‚s lo que nos permite "mantener
una actitud" y asegurar la estabilidad del cuerpo, es decir, "tocar bien de
pies a tierra". Este hecho es el que hizo pensar al psiquiatra aleman Erwin W.
Straus, que "la situaci¢n b sica que permite las acciones morales,
es la oosici¢n de pié".
 
Sea porque las piernas y los pi‚s son la "base vital" donde se apoya
nuestro cuerpo, sea porque nos permite la facultad de movernos sobre el entor-
no, o por lo que significa mantener el equilibrio y "tocar de pies a tierra,
"tomar una actitud" frente a cuanto nos rodea, lo cierto es que, en los dibujos
de los pi‚s y de las piernas se observan con frecuencia las fuentes de conflic-
tos internos, lo mismo si se relacionan con las necesidades sexuales, que con
las relaciones sociales, familiares y profesionales.
 
Ciertos individuos, afectados por problemas sexuales, tal como
observ¢ Karen Machover y tambi‚n nosotros, no logran pasar en sus dibujos más
allá de la cintura, omitiendo el área que pone en descubierto la zona en la
que gravitan sus dificultades o sus complejos de impotencia o minusvalia.
 
Otros individuos, a menudo descorazonados, deprimidos o con una timidez
e inseguridad castrante y tal vez con una neurastenia sexual más o menos impor-
tante, suelen dibujar las figuras sentadas cuando no omiten las piernas y los
pies (ver despu‚s "Figuras sentadas o encogidas").
 
DIBUJAR LAS PIERNAS JUNTAS E INMOVILES
En raz¢n de la "inmovilidad" y "cierre" de las piernas, ‚ste signo
parece estar relacionado con la contenci¢n o represi¢n de impulsos sexuales.
Este control o represi¢n, más o menos rigido, de las pulsiones sexuales se
une frecuentemente a fuertes tensiones emocionales internas. Naturalmente,
cuanta mayor rigidez se observe en las figuras, mayor ser  el grado de tensi¢n,
de ansiedad, de timidez sexual y de rechazo de los impulsos.
 
La Dra. Koppitz observ¢ ‚ste signo en niñas que habian estado expuestas
a ataques sexuales de hombres mayores, expresando asi su "miedo a sufrir un
ataque sexual". También la Dra. Machover, creadora del test, interpreta las
piernas juntas y rigidas como "un rechazo a la aproximaci¢n sexual".
 
DIBUJOS DE LOS DFH CON LAS PIERNAS CORTADAS
Las mutilaciones pueden ser agresiones al propio Yo o agresiones a
los demás, si se realizan sobre figuras que en los historiales sobre las mismas
no se identifican con el Yo. Pero también pueden ser un indicador del senti-
miento de inseguridad del sujeto en su "caminar por la vida", su falta de bases
de apoyo, su complejo de abandono o su complejo de postergaci¢n.
La neurastenia sexual puede estar presente en éste signo, en cuyo caso,
la rabia hacia si mismo, el sentimiento de impotencia, puede ser proyectado
hacia afuera en forma de criticas hacia el entorno, negativismo, oposici¢n
y un sentimiento de insatisfacci¢n permanente.
 
Kronfeld, cita el caso de un sujeto con tendencias fetichistas, que
lograba excitaciones sexuales provocadas por el fantaseo imaginativo de muje-
res inválidas con muletas y abrigos de pieles.
 
DIBUJAR LOS PIES GRANDES
Si la forma es puntiaguda indicar  agresividad, deseo de aparentar
una virilidad machista y combativa. Si la forma es más o menos redondeada
ser  indicador de tendencias dominantes y autoritarias más o menos suaviza-
das. Si las puntas son cuadradas o angulosas, el instinto de dominio ser 
brutal o desconsiderado. Comprobar con el resto de las figuras.
Los pies grandes se han observado en delincuentes de ambos sexos.
 
DIBUJAR LOS PIES PEQUEÑOS
Delicadeza y agilidad para moverse, sensibilidad, femineidad. Se obser-
va preferentemente en dibujos de mujeres. En DFH dibujados por varones, se
puede dudar de la virilidad de los mismos, aunque se ha de comprobar por otros
signos o por la entrevista.
 
PIES ORIENTADOS EN DISTINTA DIRECCION
Una divergencia en la orientaci¢n de los pies es, simb¢licamente, "no
saber qué camino tomar". Supone un estado subconciente de duda, de vacilaci¢n,
de incertidumbre (ambivalencia) sobre el camino a seguir. Por tanto, expresa
la existencia de conflictos respecto a la realidad exterior.
 
PIES EN FORMA DE FALO .
Preocupaciones sexuales. Alli donde observemos rarezas o disturbios de
carácter --decia Freud--, podemos sospechar problemas sexuales. Esta afirma-
ci¢n de Freud, reza también con todas las rarezas o anomalias en los DFH.
 
ASIMETRIAS IMPORTANTES EN EL DIBUJO DE LAS EXTREMIDADES
Es indicador de falta de equilibrio y de coordinaci¢n, sea mental (va-
cilaciones, indecisiones, intermitencias, inseguridad en las ideas, etc.),
o bien desequil¤ibrio y falta de coordinaci¢n "funcional" (incoordinaci¢n mo-
triz, inhabilidad manual, torpeza, etc). Este signo se ha observado en algunos
zurdos contrariados. Puede ser un indicador de confusi¢n mental o neur¢sis.
 
PIERNAS VISTAS A TRAVES DE FALDAS O PANTALONES TRANSPARENTES
Puede ser un indicador de tendencias homosexuales rechazadas. Ciertos
individuos se pasan el tiempo buscando su "partenaire ideal", pero son incapa-
ces de alcanzar nunca ese objetivo. Con ésta dilaci¢n, lo que están haciendo
es negar, inconscientemente, su tendencia a la homosexualidad.
El sujeto lucha entre los impulsos sexuales y los convencionalismos
sociales, entre los impulsos del Ello y el Super-Yo. Este estado interno pro-
duce una ansiedad constante ante el temor que se descubran las tendencias
homosexuales que el sujeto lleva latentes.
 
PIES DESNUDOS ENSE¥ANDO LOS DEDOS EN FIGURAS VESTIDAS
Tendencias autoritarias y posesivas. Independencia de carácter en
ambos sexos. Deseos sexuales encubiertos.
 
DIBUJAR PRIMERO LOS PIES Y LUEGO EL RESTO DE LA FIGURA.
El sujeto puede expresar en éste signo, bien sea su desaliento o depre-
si¢n, o bien un mecanismo sustitutivo que le proporciona, inconscientemente,
un sentimiento de seguridad o la contradicci¢n a algun temor. En ‚ste £ltimo
caso, el sujeto aporta a su memoria consciente algun componente de su sexuali-
dad infantil que alguna vez le proporcion¢ placer, seguridad, protecci¢n, etc.
y cuya gratificaci¢n fu‚ sentida con especial intensidad. De éste modo, el
sujeto, cree librarse de la angustia de su impotencia frente a problemas o
situaciones que le ofrece la realidad.
 
DIBUJO MUY MARCADO DE LOS ZAPATOS.
Es indicador de impulsos sexuales muy acusados. Ciertos tuberculosos
debido a la acci¢n estimulante de la tuberculina, que genera el hipergenita-
lismo, están predispuestos a excitaciones sexuales incontenibles. Lo mismo
ocurre con algunos sifiliticos (Resten y Machover observaron varios casos
en ambos enfermos). Nosotros nos limitamos a citar ‚stas observaciones.
 
En resúmen : Es evidente que los pies tienen un alto simbolismo sexual.
Asi como la extremidad superior de los brazos conduce a las axilas, la
extremidad superior de los pies conduce a los ¢rganos genitales. Durante el
periodo oral, el ni¤o se suele llevar el pié a la boca y, frecuentemente, la
madre se lo besa. Por tanto, el pié puede estar inmerso en distintas vivencias
infantiles de placer y en ciertas tendencias masoquistas. Los pies pueden ser
comprimidos o apretados por los zapatos; pero también pueden ser utilizados
como medio de agresi¢n y de dominio : dar un puntapi‚ a otro, pisarle, etc.
actos que son sin¢nimo de dominio.
 
Bajo el punto de vista funcional, los pies corresponden a las
funciones de propulsi¢n y de conducci¢n del cuerpo, son el sosten y base del
mismo y a ellos podemos asignarles la seguridad y la estabilidad fidicas, la
confianza con que se pisa sobre el camino de la vida.
 

 
DIBUJO DE LA FIGURA COMPLETA.-
 
Cada sujeto testado, cuando dibuja una figura, hace una representaci¢n
de si mismo. Los signos de "movimiento" y los de "contacto con el exterior",
son los que se revisan con mayor interés en los DFH.
 
En primer lugar, es importante observar el tama¤o y la ubicaci¢n de
las figuras. Los sujetos con dificultades de comunicaci¢n y socializaci¢n
suelen dibujar las figuras pequeñas y las ubican en el cuadrante de la iz-
quierda y abajo del papel. Los sujetos con pocas dificultades de adaptaci¢n
y con tendencia a la extraversi¢n, dibujan las figuras grandes y las colocan
en el centro de la página u ocupando mucho espacio en el papel.
 
Otro aspecto importante es el "movimiento" o "quietud" de las figuras.
Los signos gr ficos del "movimiento", no pueden concebirse en las fi-
guras dibujadas, más que a través de la expresi¢n del rostro y de la actitud
de los brazos, de las piernas y los pies. Cuando no hay signos de "movimiento",
de "actividad", las figuras aparecen inm¢viles, "quietas", fosilizadas o para-
lizadas en una actitud muerta o de rigidez cadavérica. Los muertos no se mue-
ven, constituyen un pasado, algo que fue, pero que ya no és.
 
Esta observaci¢n del dinamismo, de la movilidad de las figuras,
es lo que más diferencia unas personalidades de otras, sobre todo en el aspec-
to creativo y de lucha por la existencia.
El sujeto puede mostrarnos en la actitud del cuerpo, su confianza
en si mismo, su actitud resuelta, su pasividad, su rigidez defensiva, sus con-
flictos y problemas con respecto a si mismo o con respecto al mundo que le
rodea. Puede ofrecernos tambi‚n, en las partes del cuerpo que están escondidas
u ocultas, omitidas o distorsionadas, sus complejos psiquicos, sus preocupacio-
nes por el propio cuerpo, sus dificultades de adaptaci¢n, etc.
 
Las personas que se han visto privadas de movimiento o de contacto
con el exterior, sea por enfermedades fisicas, por reclusiones mentales o pena-
les o por otras causas, suelen proyectar en los DFH bien una expresi¢n elabora-
da en su fantasia interior, bien, si no poseen compensaci¢n imaginativa, recu-
rren a plasmar una figura burda, vacia, vegetativa, etc. que reduce la persona-
lidad de las figuras al minimo esencial.
 
Normalmente, se puede deducir el estado de ánimo del examinado a través
de los DFH, viendo su situaci¢n dentro del espacio gráfico. Si las figuras
están erguidas y s¢lidamente apoyadas sobre el suelo imaginario, el estado
de  nimo es normal. Si están desplomadas o inclinadas, con las piernas cortadas
o sin base de apoyo, se puede sospechar estados de angustia y ansiedad y
la debilidad vital, y entre otros sintomas, la tendencia depresiva.
 
FIGURAS ALTAS Y ERGUIDAS
Si no hay rigidez en la postura, ni detalles agresivos en el rostro
ni en las manos, es un indicador de confianza en si mismo, en el propio valer
y en la situaci¢n social y profesional. El sujeto no necesita el apoyo de los
demás para creer en si mismo, se mueve con autonomia y seguridad en su medio
ambiente. Si el dibujo va acompañado de lineas fuertes y los pies descansan
sobre una base s¢lida, el sujeto puede tener el h bito de mandar o dirigir
a otros, está acostumbrado a destacar su autoridad.
 
Con cierto grado de rigidez, puede indicar la tendencia a la exaltaci¢n
del sentimiento de si mismo, del propio valer y del rango social o profesional.
Esta actitud de orgullo le hace pensar al sujeto que debe ser preferido a otros
y que sus pensamientos encierran la unica verdad posible, basada en conviccio-
nes y en razonamientos subjetivos. El sujeto, siempre encuentra pruebas en
qu‚ apoyar sus afirmaciones y rebatir las opiniones de los otros. Esta hiper-
tr¢fia del Yo, que recuerda la postura corporal de los dictadores, por ejem-
plo, la de Hitler y Mussolini, tiene su origen, seg£n las teorias psicoan li-
ticas, en la privaci¢n objetiva o subjetiva del amor maternal durante la infan-
cia, detrás de la cual puede haber tendencias homosexuales rechazadas. Este
signo es propio de personalidades con tendencia paran¢ide, sobre todo si el
contorno presenta lineas angulosas, si el cuello es alto y la mirada fija.
 
FIGURAS SENTADAS O ENCOGIDAS
Este signo es equivalente a las "respuestas de flexi¢n" en el test
de Rorschach, que revelan pasividad, resignaci¢n, renuncia o desilusi¢n por
frustraciones, fatiga o desaliento. Esta postura de las figuras es siempre
negativa con relaci¢n a la capacidad del sujeto para luchar y abrirse paso
en la vida. Puede deberse a un desgaste emocional por excesos de trabajo
realizados sin fruto, por preocupaciones o sentimientos intensos de frustra-
ci¢n que el sujeto no consigue exteriorizar. En la mayor parte de éstos dibu-
jos, el cuerpo está deformado por retoques, incluso después de varios intentos
fracasados de estructurarlo mejor. En algunos casos aparecen las transparencias.
 
DFH CON LAS EXTREMIDADES EN MOVIMIENTO Y EL ROSTRO ALEGRE
Facilidad de acci¢n y de comunicaci¢n. El sujeto se encuentra bien
en su ambiente, no tiene problemas de relaci¢n. Buena salud, vitalidad, alegria
de vivir. Confianza en si mismo y esperanza en resolver problemas vitales, o no
piensa en ellos. Esta actitud puede reflejar tambi‚n una euforia moment nea
motivada por vivir el sujeto acontecimientos agradables.
 
CUERPO DE LAS FIGURAS DIBUJADO CON VAGUEDAD O DE MODO EXTRAÑO
Posible indicador de obstrucci¢n emotiva, de torpeza, de inseguridad
y pérdida de fuerza para enfrentarse a situaciones nuevas. Creencia subjetiva
que los demás no comparten la idea que el sujeto tiene de si mismo y de sus
posibilidades. Puede tratarse de un recuerdo evocador de seres queridos muer-
tos en accidente o desaparecidos de repente. Hay que investigar el caso.
 
DFH EN DONDE SE HA QUERIDO EXPRESAR UN GRAN DESPLIEGUE DINAMICO.
Puede ser un indicador de dinamismo fisico o psiquico, depende de
la fuerza del trazado, de la calidad de los dibujos y de la edad del sujeto.
Los ni¤os y los adolescentes suelen dibujar figuras con los brazos en movi-
miento. Los sujetos con tendencias esquizá¢ides --según Karen Machover-- dibu-
jan las figuras en acci¢n, pero hacia el lado izquierdo del papel, es decir,
bloquean su actividad en el sentido de la comunicaci¢n con el exterior (lado
derecho de la página).
Los dibujos en movimiento, pueden ser, en algunos casos, una supercom-
pensaci¢n fantaseada de sujetos con una imaginaci¢n constructiva infantil
o con tendencias patol¢gicas.
 
DIBUJOS DE FIGURAS QUE RECUERDAN LOS "HOMBRES DE NIEVE" U "HOMBRES
PALOTE"
Pueden ser un indicador de algun problema con el cuerpo, o un intento
de evasi¢n del sujeto ante la prueba. Estos dibujos, suelen ser por lo gene-
ral muy peque¤os y se emplazan sobre la mitad izquierda de la página, quizá 
a causa de la tensi¢n que provoca el compromiso de tener que hacer algo donde
se puede fracasar, algo que puede dar la impresi¢n que no se está a la altura
que se desearia por la inhabilidad o torpeza que se teme tener. Es un mecanis-
mo de defensa frente a la prueba de si mismo ante los demás.
 
FIGURAS EN ACTITUD DE RIGIDEZ
La rigidez, por principio, refleja una falta de adaptaci¢n. Todo fraca-
so de adaptaci¢n entra dentro del campo de las neur¢sis o de las psic¢sis,
seg£n el grado de intensidad y la particularidad que presente cada caso.
Dice Otto Fenichel, famoso tratadista de las neur¢sis, que "una neur¢-
sis es, en su comienzo, un derrumbe de los mecanismos de adaptaci¢n, algo que
el sujeto sufre pasivamente contra su voluntad, aunque se produzcan, secunda-
riamente, intentos de adaptaci¢n destinados a reparar el derrumbe original
y evitar nuevos descalabros". El sujeto neur¢tico conoce y sufre su desadapta-
ci¢n. El psic¢tico, en cambio, al creer que son los demás los desadaptados,
lo que sufre es la supuesta desadaptaci¢n de los demás y su también supuesta
hostilidad del entorno hacia él.

En la rigidez de las figuras pueden darse los dos casos : a) la desa-


daptaci¢n neur¢tica, si las figuras están quietas y con los brazos y las pier-
nas pegados al cuerpo y los rasgos del rostro con expresi¢n pasiva, es decir,
no agresiva; y b) la desadaptaci¢n psic¢tica, si las figuras están erguidas,
si son alargadas y angulosas, si el cuerpo está orientado hacia la izquierda,
si tienen la mirada fija y agresiva y la actitud del movimiento, si lo tienen,
es hacia la izquierda.
 
Por lo general, la rigidez en las figuras, es propia de sujetos
que siguen patrones de conducta rigidos impuestos por el Super-Yo, inspirados
en formaciones o mecanismos defensivos originados por la educaci¢n. El sujeto
se escuda y se endurece en una conducta protectora que le salva del peligro
indeseable de ceder a pensamientos, actos o comportamientos que pueden ser
sancionados por la conciencia moral regida por el Super-Yo. Todo lo que no
está de acuerdo con sus normas y principios, con sus dogmas internos, es
rechazado, negado o combatido, prescindiendo del placer que podria experimen-
tar o de la utilidad práctica que cualquier acto lleve consigo.
El grado de rigidez de los dibujos, nos indicar  si el sujeto es extre-
mista en sus actitudes o se conduce, en algunos casos, con cierta elasticidad.
 
La rigidez en las figuras, es para muchos autores y para nosotros mis-
mos, un indicador de un sistema de control emocional que enlaza, frecuente-
mente, con tendencias obsesivo-compulsivas, coincidentes habitualmente con
la "represi¢n", con el distanciamiento afectivo o emocional y con el desarrollo
intensivo de la actividad intelectual compensatoria. En cualquier caso, hay que
pensar que, detrás de toda rigidez, hay un Super-Yo tir nico y castrante.
 
LA SUCESION. EL MODO DE AFRONTAR EL DIBUJO DE LAS FIGURAS.-
El hecho de tener que dibujar una pareja de personas es, para la mayor
parte de los individuos, afrontar una situaci¢n nueva y comprometida. El modo
como cada sujeto aborda ésta situaci¢n, es siempre interesante, si tenemos
en cuenta que puede hacerlo de manera ordenada y tranquila, pensando con in-
quietud el modo de realizar la tarea o saliendo del paso con cualquier monigote
gr fico que que le releve del reto de probarse a si mismo.
 
El sujeto habr  trabajado de manera ordenada y tranquila, sin dar mues-
tras de inquietud, inseguridad o desconfianza, cuando se entrega, sin extrañar
lo inesperado de la prueba, a la realizaci¢n del dibujo, empezando por la cabe-
za y luego, siguiendo un ¢rden topogr fico, con el resto del cuerpo de las fi-
guras. Esta manera de proceder indica una buena adaptaci¢n, si lo confirma
el trabajo que el sujeto ha realizado. Esto quiere decir que el sujeto se aco-
moda a su entorno ajustando su actitud, su comportamiento, a las circunstan-
cias, tareas y limitaciones que el medio ambiente le exige.
 
El sujeto puede realizar el dibujo de forma ordenada, pero dando a
las figuras un aspecto rigido, estático y duro, en cuyo caso nos muestra,
acaso, un respeto a las normas, pero n¢ una adaptaci¢n espont nea y natural
a su medio ambiente (ver más arriba lo indicado sobre las figuras rigidas).
 
Algunos individuos, realizan los dibujos atendiendo por separado
partes distantes geogr ficamente de las figuras, por ejemplo : hacen la cabeza
y medio lado de la figura, dedic ndose por entero a los pi‚s, siguen con las
piernas del otro lado, pero al llegar a la cintura se desplazan a los hombros
para hacer los brazos y las manos, terminando por último el tronco y el cabe-
llo, sin llevar un ¢rden de sucesi¢n. Suele darse ésta anomalia en personas
con falta de coherencia y de l¢gica, con un pensamiento, caprichoso, inestable,
y desintegrado. Su labilidad mental y afectiva hace a ‚stos sujetos dificiles
de adaptarse a tareas que requieren m‚todo y disciplina, aunque suelen tener
cierto éxito en profesiones libres poco sujetas a organizaci¢n y control.
En casos de sucesi¢n muy desordenada, el sujeto padecer  problemas
cenest‚sicos y sexuales que afectar n su vida emocional haciéndola conflictiva.
 
Finalmente, algunas raras veces, nosotros s¢lo hemos visto un caso,
el dibujo se comienza en forma invertida, primero se dibujan las piernas y
los pies, luego el tronco y los brazos y se deja la cabeza para £ltimo lugar.
Deducimos por otras pruebas aplicadas y por la entrevista, que se trataba
de una persona sumamente desconfiada, cautelosa y con abundantes signos de
tipo paran¢ide.
 
Algunos sujetos muestran en los dibujos irregularidades tan pronun-
ciadas que hacen pensar en una verdadera desorganizaci¢n psic¢tica o en una
gran dispersi¢n de los procesos mentales.
 
Cuando se puede observar la iniciaci¢n y marcha sucesiva de los dibu-
jos durante las pruebas, conviene anotar las veces que el sujeto vuelve sobre
determinadas áreas para modificar o insistir sobre las mismas. Esta observa-
ci¢n debe hacerse discretamente para no perturbar emocionalmente al sujeto en
su tarea. El objetivo de ésta comprobaci¢n es conocer la intensidad de los
conflictos en la zona donde se presentan los retoques.
 

 
EL TRAJE O VESTIDO Y LOS ORNAMENTOS.-
 
Un detalle importante en los DFH es el vestido o traje de las figuras.
Bajo el punto de vista pr ctico y social, el traje o vestido tiene dos finali-
dades. Una es la de proteger al cuerpo contra los elementos externos (frio, ca-
lor, rozaduras, etc.) y la otra es realzar la apariencia, destacar la propia
figura, bien por vanidad o por deseo de hacerse valer y respetar.
 
Es relativamente poco frecuente que, cuando se pide a un individuo
que realice el dibujo de una pareja humana, nos presente un desnudo. General-
mente, la mayor parte de figuras tienen traje o llevan vestido. El modo como
est‚ tratada la vestimenta, puede resultar ampliamente significativo, pero
estudiemos, en primer lugar, los casos en que nos presentan las figuras
desnudas, sin ningún tipo de ropaje.
 
FIGURAS DESNUDAS
El problema de base que suelen tener muchos sujetos al comenzar la
prueba, es si se les pide que dibujen la pareja humana vestida o desnuda.
Algunos suelen preguntarlo al examinador, reflejando con ‚sta pregunta --seg£n
la Dra. Romano-- "una gran preocupaci¢n por su propio cuerpo". Nosotros hemos
comprobado, en algunos casos, la vacilaci¢n inicial propia de sujetos insegu-
ros, faltos de confianza en si mismos y con gran sensibilizaci¢n al fracaso.
 
Los desnudos, en general, tienen un carácter individualista, ausente
de prejuicios, enemigo de los convencionalismos sociales y con enormes deseos
de autenticidad, que pueden resultar excesivos, pu‚s, al querer evitar las
formas artificiosas y represivas, que son v lidas para la vida social, la
actitud puede resultar cinica, agresiva y peligrosamente revolucionaria, es
decir, ataca todos los valores ‚ticos sobre los que está montada la sociedad.
(Esta interpretaci¢n, que era válida en los años que yo la
escribi, ahora no es tan válida al haberse puesto de moda el cuerpo).
 
De todas maneras, según la armonia del dibujo y la descripci¢n del
mismo en la historia sobre la pareja, se ver  si se trata de un deseo de
autenticidad y de sinceridad moderado en el que se sublima el cuerpo como
expresi¢n est‚tica o mistica , o si se trata de una exhibici¢n
audaz de tipo narcisista o de una actitud provocadora del sujeto
frente a la persona que analiza, principalmente si la analista es mujer y
se destacan los ¢rganos sexuales masculinos.
 
Los ni¤os y los adolescentes, casi nunca dibujan figuras desnudas,
quizá  les falta ese apoyo social para definirse en el rol que les gustaria
desempeñar. Los ¢rganos genitales, especialmente los del var¢n, s¢lo apare-
cen en sujetos con instintos primitivos o en esquizofrénicos. Rara vez los
vemos en adultos normales. Para algunos autores, no recientes, la represen-
taci¢n de los desnudos en los DFH, está re¤ida con las normas del decoro.
Nosotros hemos observado varios casos que contradicen ‚sta afirmaci¢n, por
ejemplo, la antes mencionada. Un desnudo estilizado, es decir,
carente de exuberancias, de pliegues por adiposidad o de posturas incitan-
tes, no puede ser visto como erotizante por personas normales. En cambio,
determinadas ropas o la manera de vestir a las figuras, pueden tener un
alto poder erotizante.

"Ciertos individuos con considerable tendencia "voyeurista" en su


inconsciente, pueden dibujar figuras desnudas idealizadas" (Machover).

Algunos niños pequeños con preocupaciones sexuales precoces, pueden


dibujar figuras desnudas con los atributos genitales, o bien dibujan sus moni-
gotes con sombreros, anunciando la tensi¢n de su despertar fálico.
 
Los dibujos de figuras desnudas son frecuentes --dice la Dra. Romano--
en estudiantes de las Facultades de Bellas Artes. En éste caso, se trata de
un grupo de individuos que se debe considerar aparte, desde el punto de
vista psicol¢gico.
 
DIBUJOS MOSTRANDO LOS GENITALES.
Como hemos visto anteriormente, es frecuente en los niños con
sexualidad precoz. Pero hay ciertos adultos que se complacen en colocar, de
modo destacado, el correspondiente pene a la figura masculina, destacando
también el vello en el pubis femenino. Puede tratarse en ‚stos casos de
tendencias exhibicionistas propias de sujetos con un infantilismo psiquico
parcial, en cuyo caso seria más una perversi¢n de intenci¢n que de objeto,
o de un narcisismo simb¢lico. También puede tratarse de una forma de expre-
sar la propia rebeli¢n contra una sociedad que quiere enmascarar las cuestio-
nes naturales, o tratarse de sujetos que tienen conciencia de sus conflictos
o fracasos sexuales.
 
DESNUDOS VACIOS, DANDO LA IMPRESION QUE CIRCULA EL AIRE POR DENTRO
DEL CUERPO.-
La mayor parte de autores ven en ‚ste signo un indicador de tendencias
homosexuales.
 
 
EL SIGNIFICADO DE LOS VESTIDOS Y DE LOS ADORNOS EN LOS DFH.
 
"Se ha discutido muchas veces --dice el Prof. Pellegrini--, si los
vestidos tuvieron originariamente un carácter protector, sexual u ornamental.
Carácter protector contra las interperies, los animales, las piedras, las p£as
etc.. Carácter sexual, por diferenciar rotundamente a los varones de las hem-
bras. Y porque en los pueblos civilizados, al menos para las mujeres, predomina
el carácter ornamental de las vestiduras. Ciertamente que, para algunas muje-
res, el vestido no esconde, sino que realza y magnifica los atractivos er¢ticos
convirti‚ndose en el más poderoso afrodisiaco".
 
Los vestidos femeninos, tienen influencia excitante, si se insinuan
los senos, las nalgas y las piernas de una manera erot¢gena. Los zapatos de
tac¢n alto, no s¢lo sobrealzan la figura, sino que dan gracilidad y elegancia
a las piernas y a los movimientos del cuerpo al andar. Y no digamos lo que
puede hacer un buen maquillaje y un peinado atractivo del cabello. "Todo lo
bueno es caro --decia una dama en una "boutique"--, hay vestidos más baratos,
pero no son bellos. No sé lo que gastaría en vestidos la princesa Diana, pero
a su elegancia en el vestir debería una buena parte de su éxito, sobre todo entre
las mujeres".
 
En consecuencia : Todo adorno de la figura a través del vestido, expre-
sa el gusto por la "representaci¢n social", el deseo de llamar la atenci¢n, de
atraer, de impresionar a los demás. Este deseo o necesidad de "cultivar la fa-
chada", de destacar el exterior del cuerpo, de poner en relieve la personalidad
externa, puede tener, y sin duda tiene, un impacto favorable a la importancia
personal, pero detras del escaparate externo, puede esconderse, a veces, un
deseo de atrapar o un gusano que se retuerce.
Hay muchas personas que necesitan compensar con adornos externos del
cuerpo, las lagunas que pueden tener en cualquier área social, profesional
o familiar. Y no hay duda que la im gen corporal se puede aumentar o mejorar
recurriendo a la ropa, al maquillaje, a las joyas u otros adornos, es decir,
cambiando la im gen del propio cuerpo.
 
Las personas que visten con mucho detalle o adornos los DFH, suelen
tener tendencias narcisico-exhibicionistas más o menos camufladas. El objetivo
principal de algunas de ‚stas personas es lograr, a través de la atracci¢n
sexual, sea un gran tren de vida, sea satisfacer la vanidad de sentirse impor-
tantes y destacar entre los demás. Este tipo de personas, son superficialmente
sociables, pués, su extraversi¢n y sociabilidad está £nicamente motivada por
un fuerte apetito de posesi¢n y de dominio de la voluntad de los demás y no
por un verdadero interés generoso. El sujeto que cuida mucho de su cuerpo y de
su im gen fisica, rara vez es altruista y generoso.
 
RECARGAR LA ZONA MEDIA DE LAS FIGURAS CON DETALLES O ADORNOS

Cuando se recarga la parte del tronco de las figuras, en sentido verti-


cal, a¤adiendo al vestido una hilera de botones, una corbata llamativa, una
cremallera o cualquier otro añadido, parece ser un indicador de alguna preocu-
paci¢n por el propio cuerpo o por la frecuente irrupci¢n de sentimientos de
insuficiencia relacionados con esa zona. En algunos casos, dependencia materna.
La preocupaci¢n som tica se evidencia aún más, si la linea media donde
se colocan los adornos o detalles sobre el pecho y abd¢men presenta retoques.
Algunos sujetos neur¢ticos de tipo obsesivo tienen una preocupaci¢n excesiva
por su vestimenta, la cual tiene que ser perfectamente adecuada a la idea que
ellos tienen de la misma, de otro modo, se sienten sumamente inc¢modos o desdi-
chados. "Lo que realmente les preocupa a ‚stos individuos --dice Fenichel--,
no es su vestimenta, sin¢ su bienestar fisico que lo proyectan sobre la vesti-
menta. La vestimenta para ‚stos individuos, forma parte de su im gen corporal".
 
Si las figuras están defectuosamente realizadas, desgarbadas, mal equi-
libradas y con desproporciones u otras anomalias, ser  un indicador de falta
de madurez psicol¢gica, entendiendo por inmadurez, un posible retardo en el
desarrollo intelectual y afectivo del sujeto, generalmente debido a transtornos
de tipo endocrino, como puede ser una hipofunci¢n de la hip¢fisis o de otras
gl ndulas, por lo que los patrones de conducta de éstos individuos, recuerdan
la vida infantil.
 
UNA DE LAS FIGURAS MAS TRABAJADA Y ADORNADA QUE LA OTRA.

Cuando una de las figuras está mejor realizada y más cuidada en


los detalles que la otra, si se trata del DFH del mismo sexo que el autor o
autora del dibujo, es indicador que ésta persona confia en su capacidad de
seducci¢n y en la influencia que puede ejercer sobre el sexo opuesto
Esta
persona se sobrevalora frente a su partenaire, si se trata de persona casada.
Puede ser también un indicador de la tendencia al narcisismo del cuer-
po, especie de psico-infantilismo sexual donde el amor ha quedado fijado en
el propio sujeto. A veces, ciertas personas miran con una especial ternura
fotografias o im genes propias de tiempos pasados. En ésta tendencia puede
verse la inclinaci¢n narcisica de tales personas que, como Narciso, viven
prendadas, enamoradas de su propia figura.
 
Cuando la figura que se cuida más es la del sexo contrario, puede verse
en ese signo la admiraci¢n que el sujeto siente por las personas del sexo
opuesto y tal vez el complejo de inferioridad que bloquea la comunicaci¢n
abierta con el sexo admirado. Si se trata de una mujer, puede estar indicando
lo mismo o que en su inconsciente desea ser var¢n.
 
FIGURAS RECARGADAS CON TODA CLASE DE ADORNOS O DETALLES
Hay sujetos que incluso hay que pedirles el dibujo porque no terminan
nunca en su excesivo afán de perfeccionamiento. Describen con gran minuciosi-
dad detalles del vestido, como pueden ser los botones, los pliegues del vesti-
do, los rasgos de la cara o de cualquier otra zona del cuerpo que sea de su
predilecci¢n. Este tipo de minuciosidad, se da frecuentemente en sujetos afec-
tados por neur¢sis obsesivas que tienden a una forma de ritual, especie de
mecanismo m gico que representa, para ellos, una defensa inconsciente de ries-
gos o peligros para su Yo.
La reiteraci¢n de detalles en los DFH, se presenta también en algunos
psicast‚nicos que temen dejar algo olvidado y se afanan por subsanar ciertos
detalles para que las figuras no queden incompletas. Hay otro tipo de sujetos
que hacen con amabilidad todo lo que se les pide y que sienten placer por las
tareas minuciosas y la repetici¢n perfeccionista. Son sujetos apegados a sus
sentimientos, a sus deseos, a sus ideas, como las garrapatas a un animal.
La técnica de la entrevista y la utilizaci¢n de otras pruebas proyec-
tivas aclarar  el sentido psicol¢gico de éstos DFH.
 
DIBUJOS DONDE SE VISTEN LAS FIGURAS CON ROPAS SENCILLAS O SOBRIAS.-
Si las figuras tienen un tama¤o reducido, suelen realizar éste tipo
de dibujos los sujetos que reducen su campo de expansi¢n o comunicaci¢n social,
es decir, los introvertidos, bien sea por tener un impulso vital deficiente o
contenido, o por sublimaci¢n de la libido en intereses intelectuales, estéti-
cos o espirituales. Tambi‚n puede ser un indicador de que el sujeto se halla
pajo la presi¢n de sus lagunas interiores o de algun complejo de inferioridad.
 
DIBUJO DE RAYAS EN LOS PANTALONES
Dentro de los detalles de la vestimenta, está el caso de aquellos
individuos que dibujan rayas, dobladillo o pretina a los pantalones. Puede
tratarse de un buen dibujante, si el resto de la figura ha sido realizado
con el mismo perfeccionamiento formal. El sujeto quiere demostrar asi su
eficacia en su trabajo. Pero cuando el resto de la figura no está en pro-
porci¢n con el perfeccionamiento que se quiere dar a esta parte del traje,
se puede deducir que el sujeto quiere destacar sus cualidades masculinas
en forma ostentatoria (problemas profundos en relaci¢n con su virilidad);
o bien desea dar una buena im gen en el amor, en el trabajo, en los deportes
y en la vida social, si la figura no es rigida y tiene movimiento.
 
DIBUJO DE CINTURONES EN LOS DFH
Los cinturones y el corte, mediante rayas, en la cintura, es la expre-
si¢n de una barrera fronteriza, de una divisi¢n, que establece la separaci¢n
entre la zona digestiva y el emplazamiento de los ¢rganos sexuales. Esta sepa-
raci¢n o "corte", puede deberse a muchas causas, desde los simples pudores
o represiones originados por principios religiosos, hoy caducos, hasta la más
cruel impotencia, o el deseo de camuflar las tendencias homosexuales. Lo cier-
to es que ‚ste signo representa un "corte", una barrera, un impedimento y es
necesario investigar, en cada caso, lo que hay detrás del muro que oculta las
causas conflictivas motivantes de la escisi¢n, del ocultamiento.
 
En los cinturones, aparecen a veces hebillas historiadas o de fantasia.
Estas hebillas representan elementos con significado social de tipo convencio-
nal. Pero al ocupar la zona umbilical, pueden estar indicando el deseo incons-
ciente de despegarse de la tutela de la madre.
 
DIBUJAR GUANTES EN LAS MANOS, ADORNOS EN EL PELO O EN LOS ZAPATOS.
Este tipo de adornos, puede reflejar la tendencia al autocontrol, al
dominio de si mismo, de los nervios y de los impactos emocionales de cara al
exterior. Los zapatos con lazos y, en general, toda especie de aditamentos
decorativos : guantes, horquillas, diademas, o rosas en el pelo, cabellos
ondulados, etc. son señales de control emocional o de conducta elaborada.
Los guantes y los zapatos bien dise¤ados, por ejemplo, son un indica-
dor de que el sujeto es capaz de inhibir la agresividad de cara a los ambien-
tes sociales. Sin embargo, cuanto menos se controla el encaje de las diversas
partes de las figuras y su estructura es más grotesca, más posibilidades hay
que se rompa el autocontrol a la más minima contrariedad.
.
COLOCACION DE SOMBREROS, BOLSOS, PENDIENTES, CORBATAS, PIPAS Y OTROS
ACCESORIOS EN LOS DFH
Cuando las mujeres dibujan en la figura de su propio sexo, pendientes,
bolsos, peinetas y otros adornos, expresan con ello su femineidad, el predo-
minio del "ánima" en su comportamiento sexual y social. Si la mujer coloca
objetos masculinos en la figura del hombre y no coloca elementos del "ánima"
en su propia figura, puede evidenciar predominio del "ánimus".
Si es el hombre el que viste a la mujer con elementos propios del
"ánima", o los coloca en su propia figura, puede ser un indicador de problemas
de homosexualidad.
 
El narcisismo (fijaci¢n del amor en si mismo), puede expresarse en
figuras desnudas o cuidadosamente vestidas y adornadas. Si la figura correspon-
diente al concepto de si mismo está desnuda y es objeto de especial atenci¢n
el narcisismo coincidir  con un carácter introvertido. Si la figura
del propio sexo está cuidadosamente vestida y adornada en el var¢n, ‚ste signo
ser  indicador de un narcisismo social o de indumentaria y el carácter tendr 
una actitud vital extravertida . Tanto un narcisismo como otro,
son peculiares en individuos más o menos inmaduros e infantiles, egoc‚ntricos
y exhibicionistas. "El exhibicionista --dice W. Reich-- invita a otros a que
posean su cuerpo con la mirada. Es como un rodeo pasivo para llegar a los
mismos fines que el masoquismo".
 
DIBUJO DE LA CORBATA EN LOS DFH.
La corbata, es una de las prendas que, en la figura masculina, tiene
un acentuado significado sexual, del mismo modo que lo tiene el escote, en los
DFH femeninos. En muchos casos, la corbata en los dibujos es un medio para
hacerse distinguir, para llamar la atenci¢n (coqueteria del macho), propio
de algunos individuos que gustan hacer "su reclamo". Por tanto, la corbata
en los DFH, no es s¢lo un adorno expresivo de nivel social.
 
El dibujo de corbatas en las figuras, suele presentarse con preferencia
en adolescentes como reflejo de su despertar sexual. Sin embargo se puede pre-
sentar en todas las edades.
Para algunos autores, el dibujo de la corbata puede estar en relaci¢n
con tendencias homosexuales, cuando está dibujada con mucho esmero, con deta-
lles y adornos. Nosotros no hemos podido cotejar más que dos casos donde la
homosexualidad era claramente manifiesta. Bien es cierto que nuestros sujetos
testados ya habian sido previamente cribados y descartados de las posibles
tendencias homosexuales.
 
Las corbatas muy llamativas, con volantes o levantadas, confirman las
tendencias homosexuales agresivas. Frecuentemente, la falta de libertad sexual
y la dificultad para hallar satisfacci¢n a las apetencias sexuales, pueden
impulsar a ciertos sujetos, más o menos primarios, a tendencias sexuales per-
versivas. La desviaci¢n de la heterosexualidad puede estar provocada por
adultos desaprensivos que se valen de adolescentes en estados de ansiedad,
a los cuales pasan su perversi¢n bas ndola en teorias pseudofilos¢ficas o
pseudoreligiosas, como ocurre en algunos colegios y en algunas sectas.
 
La homosexualidad puede ser un signo claro, cuando además de la corbata
exagerada en tamaño y en detalles, se dibuja la figura masculina con rasgos
femeninos en su aspecto y expresi¢n. De todos modos, no debemos etiquetar
a ningun individuo testado, sin antes haber comprobado, por otros medios (otras
pruebas y t‚cnica de la entrevista) la realidad posible de homosexualidad.
 
CORBATA PEQUEÑA
Puede ser un indicador de sentimientos reprimidos de inferioridad org -
nica. Es frecuente que los individuos con preocupaciones sexuales, éstas que-
den reflejadas en los DFH y con mayor probabilidad en la corbata.
 
 
DIBUJO DE BOLSILLOS EN LOS DFH.-
 
Los bolsillos que se instalan en el  rea del vestido correspondiente
al tronco o pr¢ximos a la zona de los genitales, ya sea por su situaci¢n o
por su funci¢n de "guardar", de "ocultar", para los psicoanalistas es un claro
simbolismo de la vagina femenina y presupone un indicio de ciertas tendencias
más o menos camufladas e inconscientes.
 
Como hemos dicho anteriormente, el tronco es, simb¢licamente, el recep-
torio o alojamiento que alberga las tendencias afectivas (regi¢n del torax) y
el  rea de las caderas y los muslos el punto donde se localiza el aparato geni-
tal. Por tanto, no nos debe extra¤ar que diversos autores, empezando por la
creadora del test, Dra. Karen Machover, quieran ver en los bolsillos la ten-
dencia a "esconder los sentimientos" y ciertos complejos de culpabilidad, entre
ellos, el complejo de Edipo no liquidado, si los bolsillos se situan en el
torax a la altura de los senos en la figura femenina.

Cuando los bolsillos van acompañados de una hilera de botones en senti-


do vertical y en el centro del pecho, varios autores (Machover, Andersen &
Andersen, Hammer, Bell y otros) suelen ver un indicador de vinculaci¢n y depen-
dencia a la madre. Esta dependencia, genera en el adulto la inclinaci¢n a estar
siempre buscando ayuda y apoyo de otras personas para tomar decisiones, para
llevar a cabo alguna acci¢n o para mantener una cierta seguridad econ¢mica.
En ciertos casos extremos, la dependencia es oral, es decir, el sujeto
vive inconscientemente el deseo de volver a los brazos maternos con la boca
aferrada al pez¢n, no ya como fuente de satisfacci¢n intensa, sin¢ como deseo
de recuperar la seguridad, de sentirse protegido y exento de todo peligro,
da¤o o riesgo (tendencia a la regresi¢n).
 
Cuando las figuras han sido realizadas por un sujeto que demuestra
mucha habilidad como dibujante, éste signo puede adquirir un significado
especial. Algunos individuos intentan disimular su torpeza saliendo del paso
con bolsillos mal trazados, desnivelados, en vez de dibujar los relieves
correspondientes a los senos femeninos.
 
LOS BOLSILLOS DIBUJADOS POR ADOLESCENTES VARONES
En la edad critica, cuando los adolescentes pasan de ni¤os a adultos
y los ¢rganos reproductores son capaces de funcionar y se desarrollan los
caracteres secundarios, por ejemplo, la pigmentaci¢n del vello axilar, aconte-
cimiento biol¢gico que suele producirse alrededor de los 14 años en el var¢n
y a los doce o trece en la mujer, aunque en ciertos casos hay desarrollos
precoces y otros tardios, normalmente se producen cambios mentales y emociona-
les muy sutiles. Este es el periodo en que se liquida el complejo de Edipo
y donde el objeto de amor ya no es la madre, en el var¢n, ni el padre en la
mujer. El var¢n se desvincula de la madre y la fémina del padre, orientando
su deseo de amor, su libido, en personas del otro sexo. Este cambio es tanto
más acusado, cuanta mayor es la funci¢n y mayor el tama¤o de la gl ndula pitui-
taria y de las gl ndulas sexuales.
Durante ‚ste periodo de pubescencia o "edad critica", no son raros
los fen¢menos de ambivalencia, es decir, la inclinaci¢n por un lado hacia
el antigüo "objeto de amor" (la madre o el padre) y, por otro hacia otra
persona del sexo opuesto. Es entonces cuando se producen fen¢menos de con-
ducta que alarman a los padres, por ejemplo, situaciones de rebeldia, malos
resultados en los estudios, rarezas de carácte, etc.. Y es que, los muchachos
y muchachas se hallan en la "edad critica" en lucha entre impulsos de acepta-
ci¢n y rechazo, de afirmaci¢n y negaci¢n, de amor y odio, etc. y en ‚sta lucha
interna se gasta mucha energia. Los anhelos de virilidad en el var¢n y las
ansias de ser mujer en la fémina, entran en conflicto con la dependencia mater-
na o paterna o con las dos a la vez.
Los padres se quejan de la rebeldia de sus hijos, especialmente la
madre. Y los hijos se quejan amargamente de las imposiciones y de la intransi-
gencia de los padres, que no admiten su deseo de "ser libres", de ser "indepen-
dientes" y regirse por si mismos, entre otras cosas, porque los hijos, a esa
edad, no tienen la experiencia y los medios suficientes para reclamar aquello
que les va a permitir "crecer" y sentirse adultos.
 
Estos "conflictos generacionales", suelen verse con mucha frecuencia
en el dibujo de los DFH de los adolescentes y en el dibujo de bolsillos, entre
otros detalles de las figuras. Cuando los bolsillos son grandes, los problemas
de desadaptaci¢n y los conflictos sexuales pueden ser importantes, principal-
mente cuando los bolsillos se ubican en los pantalones.
 
Los bolsillos grandes, por el hecho de ser un recipiente donde se puede
esconder u ocultar algo y por su simbolismo sexual, son a menudo un indicador
de grandes sentimientos de culpabilidad, por ejemplo, de represi¢n de deseos
incestuosos. Los complejos de culpabilidad inconscientes, se manifiestan
en el hecho de querer esconder u ocultar los enfrentamientos de amor y de odio,
de identificaci¢n y rechazo, de atracci¢n y repulsi¢n hacia una misma persona.
Esta persona puede ser el padre, el hermano mayor, el profesor o el Jefe. Este
estado de ambivalencia en los afectos, puede producir deterioros en la persona-
lidad o desintegraci¢n de tipo esquizá¢ide, debido a los fuertes gastos de ener-
gia en luchas interiores. La ocultaci¢n de ‚stas tensiones psiquicas no es
nunca favorable para la salud de ningun individuo.
 
BOLSILLOS UBICADOS EN EL AREA DE LOS SENOS EN DFH FEMENINOS.
Indican, según algunos autores, privaci¢n oral y afectiva. El sujeto
puede indicar en éste signo la frustraci¢n infantil del "complejo de destete"
(retiro de la leche materna antes del tiempo normal), lo que convierte el
pecho femenino, como los bolsillos, en un ¢rgano receptor simb¢lico.
Según estén tratados los bolsillos, éstos pueden ser un indicador de
una agresi¢n inconsciente a la mujer o a la imago de la madre; o puede indicar
la identificaci¢n psico-sexual con la madre.
 
En algunos casos, los bolsillos pueden representar, simb¢licamente, la
vagina, por lo que, si el dibujo de la figura femenina es de un var¢n, las
tendencias homosexuales pueden estar latentes.
 
 
LOS BOTONES EN EL TRAJE O EN EL VESTIDO.-
 
Los botones tienen la misi¢n de "abrochar", de "cerrar" o "tapar"
a la vista algo que se quiere ocultar. No es extra¤o, pu‚s, que se les d‚
interpretaciones tales como : "inseguridad", "preocupaci¢n por algo interno",
"ocultaci¢n de conflictos o de complejos", etc.
 
BOTONES EN EL AREA DE LOS PEZONES O DEL OMBLIGO.-
Cuando los realiza un var¢n, son un indicador de cierta dependencia
de la madre o de necesidad de protecci¢n. El sujeto no sabe ir s¢lo por la
vida, tiene necesidad de apoyos y de protecci¢n. Sin embargo, el deseo de
mendigar aprecio, el egoismo y egocentrismo, puede inclinar a ‚stos sujetos
a la idea de tener s¢lo triunfos en la vida, a beneficiarse de todas las
ventajas, pero sin ning£n inconveniente. Acostumbrados a los sobresalientes
y a las matriculas de honor para merecer la aprobaci¢n y elogio de los padres,
se sienten humillados, derrotados y desvalidos, si en la lucha por la vida no
logran los sobresalientes a que están habituados. Y es que, dominar los libros,
aprender teorias, es para éstos sujetos mucho más fácil que dominar la vida
práctica y luchar con obstáculos, dificultades y situaciones dificiles llega-
das de nuestro entorno. Por eso necesitan el apoyo y protecci¢n, pu‚s se
sienten inseguros fuera de su tarea y ambiente habitual. Esperan en todo momen-
to la ayuda de los demás y se sienten amargamente decepcionados, si esa ayuda
no les llega a la hora y en la forma deseada. Cualquier aparente rechazo o
desaire hiere en extremo su "delicada sensibilidad".
 
BOTONES EN DIBUJOS MAL LATERALIZADOS.-
Cuando los botones coinciden en figuras donde un lado es distinto
del otro, sea en tama¤o o forma de estar dibujado (lateralizaci¢nes), casi
siempre son un indicador de ajuste imperfecto o defectuoso a la realidad.
posiblemente debido a impulsos vitales frustrados. Estos individuos, como
diria el Prof. Mira y L¢pez, "aparentando un anhelo de perfecci¢n, casi nunca
alcanzable en la práctica, se vuelven escrupulosos y su conducta lleva el sello
paralizante del miedo". El sentimiento de impotencia sexual o el temor a dejar
en entredicho la propia virilidad, les predispone a estados frecuentes de
ansiedad. Lo que asusta a tales sujetos, no es hacer las cosas mal, sino quedar
mal ante los demás. Este signo se observa frecuentemente en sujetos zurdos.
 
BOTONES EN LA LINEA MEDIA DEL CUERPO
Varios autores han relacionado éste signo con trndencias hipocondria-
cas, es decir, con la tendencia neur¢tica a estar observando constantemente
el propio cuerpo en una preocupaci¢n ansiosa por la salud. El sujeto quiere
ser considerado como enfermo y con ‚ste reclamo de atenciones, tanto de los
m‚dicos, como de los familiares, intenta evadirse de sus responsabilidades
sin ning£n sentimiento de culpabilidad y, como "persona enferma", beneficiarse
de los atentos cuidados e interés que deben dispensarle los demás.
 
BOTONES DIBUJADOS EN EL PU¥O DE LA CAMISA O EN OTRAS AREAS
NORMALMENTE POCO VISIBLES.-
Se ha relacionado ‚ste signo con tendencias obsesivo-compulsivas,
principalmente si va seguido de arrugas o pliegues en la ropa, de bolsillos,
adornos y cordones en los zapatos. El sujeto obsesivo-compulsivo es victima
de pensamientos persistentes y peri¢dicos, ligados a preocupaci¢nes ansiosas
que acosan la conciencia, con ideas absurdas, sin que ésta pueda hacer nada
por impedirlo. Cuando la obsesi¢n se presenta, el sujeto se siente esclaviza-
do por ella, a pesar de reconocer, conscientemente, lo desacertado, desprecia-
ble o incongruente de su presencia.
 
 
RESUMEN SOBRE EL SIGNIFICADO DEL VESTIDO EN LAS FIGURAS :
 
Normalmente, el vestido dibujado en las figuras, significa lo mismo
que en las personas reales. El vestido, no s¢lo sirve para cubrir el cuerpo
con decoro y resguardarlo de los accidentes externos y de las inclemencias
del tiempo, sin¢ que se aprovecha tambi‚n, en muchos casos, para representar
el "status" o importancia social que se tiene o se desearia tener. La mujer
lo emplea tambi‚n para destacar y como medio de captaci¢n y seducci¢n.
 
El vestido, pués, es como la "fachada de la personalidad", como la
carta de presentaci¢n que jugamos en el exterior para hacernos valorar y
admirar (también el hombre tiene su vanidad y su coqueteria). El arropamiento
del cuerpo con trajes o vestidos más o menos lijosos, no s¢lo representa lo
que cada persona "quiere ser", la apariencia o c¢mo queremos ser vistos, sin¢
que oculta también muchas veces las cicatrices, defectos y minusvalias del
cuerpo, del mismo modo que los maquillajes y la cirigia est‚tica, ocultan las
arrugas y las edades en la mujer.
 
Ciertos vestidos femeninos están destinados --y hoy más que nunca--
a ejercer una influencia erotizante (grandes escotes, minifaldas, aberturas
de las piernas por los laterales hasta las caderas, senos muy ajustados, etc.)
Citamos, a éste prop¢sito lo que dice el psic¢logo norteamericano Wirdwistell :
"Algunas mujeres "están siempre ocupadas en emitir se¤ales constantes que
indican de manera insistente el mismo slogan : "soy una mujer... soy una
mujer... soy una mujer", que no exige nada del hombre que está a su lado,
excepto su total atenci¢n. Estas mujeres, están tan enfrascadas en el desem-
pe¤o de su papel, que no tienen ning£n inter‚s real en sus compa¤eros. Y los
hombres que las rodean están alli porque, en realidad, no les gustan las
mujeres y consideran que es el lugar más seguro de la reuni¢n. En cambio, las
mujeres realmente sexuales, pueden estar apartadas a un lado y con aspecto
poco interesante, pero cuando hablan con un hombre que las gusta, su rostro
se ilumina y hasta la postura de su cuerpo cambia y, el hombre que está con
ella, siente de alguna manera que él la ha hecho hermosa".
 
El dibujo del traje o del vestido, cuando expresa el deseo de aparen-
tar socialmente, conviene fijar la atenci¢n, si el dibujo es de un var¢n, en
el modo de tratar la americana y en el adorno de las partes altas del vestido,
si se trata de una fémina, pues son éstas zonas altas del cuerpo las que reci-
ben mas atenci¢n cuando el sujeto quiere poner su Yo en valor.
 
En cuanto a ciertas particularidades del ropaje, como pueden ser la
corbata, los botones, los bolsillos, los cinturones, etc., es algo aventurado
buscar interpretaciones a ‚stos detalles, sin tener en cuenta el conjunto de
signos, lo que expresa la figura completa y el resto de pruebas aplicadas.
 

 
LA SITUACION DEL DIBUJO EN LA PAGINA.-
 
La situaci¢n de las figuras en el espacio gr fico, se corresponde
simb¢licamente con la importancia que el sujeto tiene en el territorio social,
profesional y familiar, es decir, refleja la forma como influye en el
sujeto el medio ambiente y como el sujeto influye sobre su medio.
 
El simbolismo espacial es tan antiguo como la humanidad. Tiene su ori-
gen en la misma naturaleza de los seres vivientes. Cada individuo tiene su
espacio vital. Siempre se establece una distancia minima entre unos individuos
y otros. Esta distancia, £nicamente se estrecha en el ser humano a trav‚s de
la amistad y el amor. Cuanto más introvertido es un sujeto, tanto más la dis-
tancia entre él y los demás es mayor. Por el contrario, cuanto más oral y
extravertido es el sujeto, menor es la distancia que establece entre él y
los demás y mayor la facilidad para abrir su territorio a los otros.
 
El espacio vital, la cantidad de espacio que el sujeto ocupa y el
modo como lo ocupa, indica de alguna manera el modo como se desenvuelve en
su entorno familiar, social y profesional y c¢mo le influye el entorno en
sus necesidades de expansi¢n.
 
El espacio que ocupan las figuras en la página, tiene un especial
significado. Si dividimos esa página en cuatro partes iguales, las dos mitades
de la izquierda representan las vivencias del pasado, la infancia, los orige-
nes de muchas de nuestras actitudes, los recuerdos, la dependencia de la
imago de la madre o de su sustituta ideal, es decir, el "regazo", el "refugio",
el "amparo", la "protecci¢n", etc. La ubicaci¢n de las figuras en ‚sta  rea
de la izquierda, puede ser un indicador, puede ir desde la actitud de descon-
fianza, reflexi¢n cauta, introversi¢n o encogimiento del Yo, hasta la "regre-
si¢n" a estadios infantiles, la fijaci¢n a la madre, la necesidad de protec-
ci¢n o las actitudes de retirada o evasi¢n de la realidad.
 
El espacio de las dos mitades de la derecha, sobre todo cuando las
figuras son grandes, representa, simb¢licamente, la marcha hacia adelante,
hacia el futuro, hacia el enfrentamiento y confianza en la resoluci¢n de
los problemas de contacto con las personas y las circunstancias externas,
la identificaci¢n con la imago del padre luchador y emprendedor, es decir,
la actitud viril, la expansi¢n vital, la realizaci¢n práctica de los deseos.
Por tanto, la ubicaci¢n preferente de las figuras en el espacio de la derecha
de la página, si las figuras son grandes y trazadas con vigor, coincidiran
con una actitud madura y extravertida, con la confianza en el propio valer
y en la propia experiencia. El sujeto va del Yo al Tú o hacia "el objeto"(1)
sin que necesariamente su impulso sea £nicamente comunicativo, sociable o
altruista, pues lo mismo puede manifestarse como una tendencia al disfrute
de la vida, al buen humor, a la diversi¢n o a la ayuda a otros, que como
ambici¢n de extender el instinto o deseo de poder y dominio, el deseo de
gobernar y dirigir, la "avidez oral", la introyecci¢n del "objeto", etc. (2).
 
Cuando las figuras se empequeñecen y ocupan la parte baja de la mitad
izquierda, el retraimiento, el encogimiento ante la vida y los problemas, de-
sarrollar  preferentemente los mecanismos defensivos de la personalidad.
Y cuando las figuras ocupan preferentemente la parte baja y derecha del cua-
drante inferior, si las figuras son peque¤as, algo está pasando en los deseos
de expansi¢n de la personalidad, tal vez graves frustraciones frente a la
realidad : estar en paro, dificultades econ¢micas, sociales o profesionales
que afectan a la esfera material o biol¢gica.
 
Estas explicaciones sobre el simbolismo del espacio en la página, repe-
tidas en otras partes de la obra, har  que se comprendan mejor las interpreta-
ciones que siguen en relaci¢n con la ubicaci¢n de los DFH en la página.
 
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(1) El t‚rmino "objeto" en psicoan lisis, es todo cuanto está fuera
del sujeto : tanto las personas como los objetos externos.
 
(2) Sobre el instinto o deseo de poder y dominio, tenemos variados
ejemplos en el campo de la politica, tanto en Espa¤a como en el resto de los
paises. El afán de regir y dirigir, de ocupar puestos de poder, tan magnifica-
mente descritos por Adler y por Bychowski, hace olvidar a ciertos politicos
que la misi¢n de los "aut‚nticos gobernantes" es resolver los problemas y
dificultades de su pais y no, exclusivamente, los intereses propios y los
de partido. Si algunos de ‚stos politicos fueran más conscientes y consecuentes
con su "rol", en vez de gastar su tiempo y su energia en combatir a otros poli-
ticos y a los partidos rivales, sin solucionar nada, tal vez, si dedicaran su
atenci¢n a buscar acuerdos y colaboraci¢n para solucionar los graves problemas
existentes, posiblemente aumentaria su "credibilidad", su carisma, su liderazgo
y su posici¢n ante sus electores.
 
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FIGURAS UBICADAS EN EL CENTRO DE LA PAGINA
El centro de la página es el  rea de convergencia de todas las tenden-
cias y necesidades con el presente y con la realidad del Yo. Es en el centro de
la página donde la atenci¢n adquiere el mayor grado de peso substancial, pu‚s
en ‚sta zona convergen los impulsos inconscientes y subconscientes ( rea infe-
rior del espacio gráfico); los recuerdos y experiancias vividas (área de la
izquierda); las aspiraciones ideales y espirituales ( rea superior de la p -
gina); y los impulsos de comunicaci¢n, de expansi¢n y realizaci¢n (área de la
derecha de los DFH).
 
Por tanto, los DFH ubicados en el centro de la página, según sea su
tama¤o (grande o peque¤o); su orientaci¢n (mirando de frente, mirando a la
derecha o hacia la izquierda, etc.) y seg£n sea su actitud (pasiva, rigida
o en movimiento), la interpretaci¢n puede cambiar. Por ejemplo :
 
Las figuras ubicadas en el centro de la página y cuidadosamente
tratadas, sin distorsiones, sin sombreados y otras anomalias, son un indicador
de una buena adaptaci¢n. Pero cuando se producen distorsiones, lateraliza-
ciones, retoques y otras anomalias, el sujeto puede hallarse como
acorralado por conflictos de todo tipo, ya que el centro de la página, como
hemos dicho anteriormente, es la zona de convergencia de todas las
tendencias, deseos y necesidades asi como el centro receptor de todas las
influencias y presiones que actúan sobre el Yo. Por tanto, el autocontrol
del sujeto sobre ‚sta  rea, puede estar distorsionado por multitud de pre-
siones, problemas, conflictos, etc., procedentes de fuera o de dentro
del sujeto. Es interesante también, observar como situa cada sujeto los
pi‚s de las figuras en ésta área de la página, si sobre una base segura,
"tocando firmemente con los pies a tierra" o dejando las figuras como flotando
en el aire. Otro detalle a observar en las figuras, es c¢mo resuelve cada suje-
to el enlace de la parte superior del tronco con la zona del aparato digesti-
vo y de las extremidades (brazos y piernas).
El diafragma, m£sculo que separa los ¢rganos del torax (coraz¢n, pulmo-
nes, etc.) del aparato digestivo y de los ¢rganos genitales, seg£n la filoso-
fia ind£, se corresponde con la superficie de la tierra y, el crecimiento por
encima de ‚sta zona, está relacionado con el "sol naciente", es decir, con
el estado de conciencia que ya ha comenzado a dejar atr s lo inconsciente y
todo lo que está relacionado con él. Por tanto, el nivel de crecimiento, de
madurez, de cada sujeto, es decir, su desarrollo afectivo, intelectual y espi-
ritual, tenemos que deducirlo del modo como el sujeto trata las figuras desde
la linea del diafragma hacia arriba.
 
DFH QUE OCUPAN PREFERENTEMENTE EL LADO DERECHO DE LA PAGINA.-
Cuanto más movimiento tengan, más se acentuar  la necesidad de incor-
porarse al mundo de las personas y de los acontecimientos exteriores. Si las
figuras están quietas, pero no rigidas, el sujeto se adapta pasivamente a su
entorno, se integra bien en los ambientes sociales y de trabajo, pero no des-
tacar  por un espiritu emprendedor y con iniciativa luchadora.
Las figuras grandes y en movimiento hacia la derecha de la página,
son un indicador de necesidad de expansi¢n y de comunicaci¢n. Cuanta más
fuerza y solidez da el sujeto a las figuras que ocupan el lado derecho de la
página, más se destaca el deseo de superioridad. el deseo de ascensi¢n moral,
espiritual, econ¢mica o politica, su ambici¢n de éxito exterior.
 
Las figuras peque¤as o medianas, mirando hacia la izquierda, vuelven
la espalda a la necesidad de expansi¢n y de comunicaci¢n, son un indicador
de introversi¢n y, en casos extremos, de "regresi¢n", de "represi¢n" o rechazo.
 
DFH UBICADAS EN EL CUADRANTE BAJO DE LA PARTE IZQUIERDA
Esta zona es pasivo-defensiva y representa la actitud de encogimiento
frente a la vida y sus problemas, la desconfianza (el sujeto vigila con cuida-
do el ambiente en que se mueve. Puede que el sujeto no quiera renunciar a nada,
pero tampoco le gusta arriesgarse o poner en peligro a su Yo ante la posibili-
dad de un fracaso o de una humillaci¢n.
Si las diguras están realizadas con trazos indecisos o vacilantes,
el sujeto puede hallarse en una especie de incertidumbre ansiosa, en un con-
flicto entre la esperanza incierta y la necesidad y, en vez de resolver el
problema encarándose con él, es posible que se dedique, pasivamente, a alimen-
tar su ansiedad fantaseando futilidades o realizaciones imaginarias de deseo
como compensaci¢n o intento de escapatoria. Complejo de castraci¢n (1).
Cuando las figuras son peque¤as y están como arrinconadas sobre la
parte baja e izquierda de la página, el sujeto se ha marginado a si mismo
o la vida o los acontecimientos le han empobrecido de tal manera que se ha
refugiado en si mismo y en el peque¤o circulo de relaci¢n donde se siente
seguro, es decir vive distanciado del centro vital de su entorno.
Suele ser el caso de individuos deprimidos, fracasados o en estado de "regre-
si¢n". La regresi¢n puede deberse a insuficiente capacidad de lucha, a exce-
sos de fatiga o estr‚s grave, a enfermedad o a deterioro de la personalidad
en el plano psiquico (neur¢sis) o en la actividad mental (psic¢sis, más o menos
esquizá¢ide). Las reacciones de desadaptaci¢n o de mala integraci¢n se incre-
mentan cuando la vida, los acontecimientos adversos y la actitud de los demás
impide al sujeto dar satisfacci¢n a sus deseos y necesidades en forma normal.
La regresi¢n a estadios de su ni¤ez que le han valido éxito, es el £nico recur-
so elegido para vivir más o menos vegetando sobre el pasado (2).
En cualquier caso, hay que sospechar que el sujeto padece padece
un sentimiento de impotencia frente a su entorno y su mecanismo de defensa
consiste en refugiarse en la vida interior renunciado a la lucha. Hemos obser-
vado casos en sujetos en ‚stado de paro, en depresivos morales y en alg£n caso
de p‚rdida muy dolorosa de seres queridos.
 
 
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(1) El complejo de castraci¢n y sus secuelas se descubre por los
siguentes signos en los DFH :
-- Empeque¤ecimiento y desplazamiento de las figuras hacia la izquier-
da y abajo (evasi¢n, retirada, huida, encogimiento).
-- Omisi¢n de la boca, de la nariz y de los ojos (culpabilidad, miedo
a hablar, a ver, a meter la nariz).
-- Manos seccionadas o no dibujadas (complejo de culpabilidad).
-- Omisi¢n de las piernas y de los pi‚s (conflictos sexuales, angustia,
inseguridad, sentimiento de incompletud).
-- Omisi¢n del cuerpo. Se dibuja s¢lo la cabeza (perturbaciones emocio-
nales, problemas de contacto, angustia de castraci¢n).

El sujeto con complejo de castraci¢n, no funciona adecuadamente, tiene


dificultades primero en la escuela o academia, luego en la profesi¢n. Está
poseido por una "autoim gen negativa", por ideas anticipadas de fracaso. S¢lo
puede hacer frente a los peligros o problemas de la vida ocult ndose, practi-
cando la soledad. La inseguridad, el retraimiento y la depresi¢n son las tres
notas clave de su carácter.
 
(2) No basta para determinar el estado de "regresi¢n" el s¢lo hecho
que el sujeto dibuje las figuras ubic ndolas en el cuadrante izquierdo y bajo
de la página, aunque por si s¢lo, éste signo sea bastante sintomático de
"retirada" y de encogimiento frente a la vida y sus problemas. Lo mismo que
en el caso del "complejo de castraci¢n", es aconsejable comprobar, por otros
signos y pruebas, la evidencia de la "regresi¢n". También hay que tener en
cuenta que cuando se logra una liberaci¢n de las causas que motivan el "dis-
placer" o la "disminuci¢n de la autoestima", la autoim gen se puede restaurar
elevando el sentimiento del propio valer.
 
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En resumen : La ubicaci¢n de las figuras en el cuadrante izquierdo
y bajo de la página, es un indicador de introversi¢n extrema, de retraimiento,
de timidez excesiva, de retroceso y refugio del sujeto en si mismo. El sujeto,
en vez de hacer frente a los problemas o dificultades, busca un refugio contra
ellos. En algunos casos graves, suele indicar un estado de "regresi¢n", un
retorno a etapas anteriores donde el sujeto se ha sentido comprendido y prote-
gido y no ha tenido que enfrentarse con ning£n conflicto o fracaso. El egoismo,
y el egocentrismo, se desarrollan acusadamente en éstos sujetos, dando lugar
a una excesiva tendencia a la frustraci¢n, lo que no deja de ser una desadap-
taci¢n fuerte y una tendencia neur¢tica o psic¢tica acentuada.
 
El movimiento progresivo natural, expresi¢n de una actitud sana y
de una libido en progresi¢n, sigue una trayectoria de izquierda a derecha.
Por tanto, hacer los trazos de las figuras de derecha a izquierda o colocar
las figuras en el  rea izquierda y baja de la página, salvo que el sujeto sea
zurdo, supone un encogimiento, un retraimiento, una trayectoria regresiva de
la personalidad, es decir, un refugio en si mismo, volviendo la espalda a la
comunicaci¢n y a la expansi¢n natural de las tendencias, impulsos y necesidades
vitales (egocentrismo, egoismo, narcisismo y, en casos graves, autismo).
 

LA PROXIMIDAD O DISTANCIAMIENTO DE LAS FIGURAS.-

Los sentimientos de amor, agrado y simpatia acercan a las personas.


El desagrado, la desconfianza, el recelo, la aversi¢n y antipatia,
separan, divorcian, dan la espalda al acercamiento y a la buena comunicaci¢n.
 
FIGURAS MUY APROXIMADAS O MUY CERCA LA UNA DE LA OTRA.-
Es un indicador de deseo de acercamiento, de proximidad, de agrado
y comprensi¢n, es decir, de un buen entendimiento afectivo, moral y espiri-
tual con el partenaire. Los sentimientos de amor atraen, despiertan la nece-
sidad de contacto fisico, de tocar y ser tocado. Por tanto, reflejan rela-
ciones arm¢nicas y afectuosas, entre los individuos.
 
LA DISTANCIA O SEPARACION DE LAS FIGURAS ENTRE SI.-
Normalmente, tenemos tendencia a acercarnos a las personas de nuestro
entorno, sobre todo, si nos agrada su presencia y la comunicaci¢n con ellas.
Tambi‚n tendemos a distanciarnos de aquellas personas que nos desagradan o
tememos tener conflictos con ellas. Por ejemplo, nos acercamos más a los ni¤os,
a nuestra pareja y a los amigos que a los extra¤os cuando sostenemos una con-
versaci¢n. La comunicaci¢n afectuosa entre novios y entre esposos bien aveni-
dos se hace buscando cierta proximidad. Por el contrario, cuando existen desa-
venencias, incomprensiones, conflictos o discusiones, la proximidad desaparece
dando lugar a cierto distanciamiento.
 
Si las figuras separadas son de tama¤o peque¤o, el sujeto puede estar
reflejando sus dificultades para entrar en contacto, sea con personas del otro
sexo (timidez, cortedad), o para comunicarse con los demás. La causa puede ser
a veces alg£n complejo fisico. Conviene, para precisar la interpretaci¢n, ver
el rostro y la actitud de las figuras, asi como el historial de las mismas.
 
Si la edad que tienen las figuras en el historial es mayor que la del
sujeto, podria existir alguna fijaci¢n a alguno de los padres (complejo de
Edipo). Si las figuras están muy separadas y la edad es la propia del sujeto,
puede existir una actitud de aislamiento y el rechazo de la comunicaci¢n
por el criterio que cree que tienen los demás de si mismo.
 
Poner distancia entre la propia figura y la del sexo contrario, es señal
de desuni¢n, de falta de comunicaci¢n, de poca comprensi¢n, de poco interés y
amor por la pareja, especialmente, si el dibujo del propio sexo, da la espalda
al sexo contrario. Al menos, indicar  la existencia de problemas entre la
pareja. Hay que tener en cuenta que los introvertidos suelen dar a las figuras
una distancia, entre si, mayor que los extravertidos, ya que ‚stos £ltimos
son más abiertos, más espont neos y necesitan más la comunicaci¢n.
 
Otra observaci¢n a tener en cuenta es que, los sujetos que conviven
con alg£n familiar, del sexo contrario, que está paralitico, inválido o en
silla de ruedas, suelen también poner distancia entre las dos figuras. Lo mis-
mo ocurre con los homosexuales que distancian a la figura contraria.
Cuando se trata de mujeres lesbianas, es la figura del var¢n la que
se empeque¤ece y se distancia.
 
En resumen : Las figuras pueden tener varios emplazamientos posibles.
El significado de la ubicaci¢n de las figuras, depende del tamaño, del movi-
miento, de la fuerza del trazado, del equilibrio y proporci¢n de las figuras
y de la expresi¢n o actitud que reflejen al observador.
Algunos sujetos, acostumbrados a invadir el ambiente que les rodea,
son igualmente profusos en el dibujo de la pareja, invaden todo el espacio
gr fico disponible. Otros, desean alcanzar
metas sociales o profesionales elevadas, quizáa como compensaci¢n a viejos
sentimientos de inferioridad, alargan las figuras hacia el m rgen superior.
Si el trazado es d‚bil e inseguro, ‚ste deseo de elevaci¢n estar  seguido
de falta de apoyo de las piernas y los pi‚s, que quedar n como "en el aire",
es decir, sin apoyo en la realidad, de donde una realizaci¢n imaginaria de
los deseos, una superioridad compensadora fantaseada .
Aquellos que sit£an sus DFH en la mitad inferior de la página y en
el cuadrante de la derecha parece que buscan las situa-
ciones más estables y viven firmemente arraigados a lo que les resulta
"más seguro". En ocasiones se trata de sujetos con tendencia depresiva, con
sentimiento de derrota o con gran estrés. También hemos visto algun caso en
individuos masoquistas que buscan, de alguna manera, expiar complejos de
culpabilidad a través del sufrimiento.
 
 

 
EL TAMA¥O DE LOS DFH.-
 
El tama¤o de las figuras dentro de la página, está en relaci¢n con
la actitud vital (introversi¢n - extraversi¢n) y con el concepto autoestima-
tivo, es decir, con el concepto que el sujeto tiene de si mismo y la importan-
cia que cree tener o que desea tener en su medio ambiente social y profesional.
 
La página en blanco, simboliza el medio ambiente en que se desenvuelve
el sujeto, en donde vive y se mueve, es decir, es una representaci¢n de su
"espacio vital". El tamaño de las figuras dibujadas, es un indicador de su
"autoim gen" en ese ambiente, nos indica "c¢mo se siente" el sujeto en su
entorno familiar, social y profesional. Puede sentirse importante, seguro y
expansivo dentro de su medio, si agranda las figuras en la página. Puede sen-
tirse "peque¤o", retraido, marginado o capitidisminuido, si la figuras tienen
un tama¤o reducido en relaci¢n a la extensi¢n de la página, principalmente
si ubica los DFH en el cuadrante inferior izquierdo
 
FIGURAS PEQUEÑAS CON RELACIÓN AL ESPACIO DISPONIBLE
En sentido general, puede interpretarse como un signo de introversi¢n.
El sujeto reduce su capacidad expansiva, selecciona en lo posible su relaci¢n
con las personas y con los objetos externos. Tiene el hábito de concentrar
su energia en el desarrollo de sus ideas, más que en el desarrollo de la comu-
nicaci¢n con los demás. Le es más fácil, por ejemplo, dominar un trabajo te¢-
rico o técnico, que enfrentarse con los problemas que plantea el mundo de las
realizaciones utilitarias y prácticas.
 
Para hallar el verdadero sentido psicol¢gico del empequeñecimiento
de las figuras en el espacio en que el sujeto puede moverse, la página total,
hemos de tener siempre en cuenta el lugar de la ubicaci¢n. Si las figuras es-
tán quietas y ubicadas en el cuadrante izquierdo y bajo de la página, el suje-
to nos muestra un Yo inhibido, retraido, sea por falta de confianza en si mis-
mo y en su desarrollo de las capacidades prácticas, sea por algun complejo
de impotencia o de inseguridad (libido débil), sea por alguna inferioridad
fisica o psiquica, real o imaginada, por algun estado depresivo, por la pérdida
reciente de algun ser querido, o por tendencias esquizá¢ides que determinan su
tendencia a la pasividad, a resguardarse, a aislarse en si mismo y en su redu-
cido campo de relaci¢n y de interés. El sujeto s¢lo se siente tranquilo o segu-
ro en el diminuto ambiente que él elige, o en el refugio en si mismo.
 
Los neur¢ticos y deprimidos, los sujetos que se sienten disminuidos,
postergados o con complejo de abandono, suelen hacer las figuras pequeñas y
sombreadas, con los pies omitidos o cortados.
Por el contrario, los sujetos con tendencia paran¢ide, generalmente
hacen las figuras grandes y alargadas ocupando preferentemente la parte alta
de la página.

Los dibujos peque¤os, en el centro de la página, son un indicador de


conflictos fundamentales y profundamente arraigados, sobre todo si los DFH
son distorsionados, sombreados o presentan algunas otras anomalias. Es en el
centro de la página donde convergen todos los conflictos, tendencias y contra-
dicciones, donde se encuentran tanto los afectos más fuertes y profundos, como
las más intensas represiones.
 
Los DFH de tama¤o peque¤o realizados por mujeres, los hemos observado
en muchachas muy dependientes de los padres y en mujeres muy necesitadas
de sentir apoyo, seguridad y aprecio por parte de su pareja. En ambos casos,
detrás de esa actitud de dependencia, se ocultan frecuentemente algun complejo
de inferioridad, inclusive complejos de castraci¢n. Por ésta raz¢n, éstas
personas se encuentran inc¢modas fuera de su ambiente habitual y sin la presen-
cia de quienes representan el papel "protector", pues, en ambientes extraños,
se desenvuelven con bastante oclusi¢n de ideas y de sentimientos de cara a
la comunicaci¢n.
 
FIGURAS MUY PEQUEÑAS EN RELACION CON EL ESPACIO DISPONIBLE.-
Es indicador de una importante reducci¢n de la capacidad expansiva,
por dificultades para relacionarse, como puede ser, tener una situaci¢n
econ¢mica precaria, pertenecer a una raza negra, realizar una profesi¢n des-
preciada, tener antecedentes penales, etc.. En la dificultad para relacio-
narse estarian los factores caracterol¢gicos derivados de complejos de infe-
rioridad:.miedo, timidez, inseguridad autoestimativa, etc
Pero pueden empeque¤ecer mucho las figuras, personas que se sienten
como "en peligro" o amenazadas por otras personas, especialmente por aquellas
que representan "autoridad" dominante y castrante.
En otros casos, las figuras muy peque¤as y aisladas la una de la otra,
pueden pertenecer a sujetos que rehuyen sentirse "atados" o participar en reu-
niones donde se sentirian muy inseguros, comprometidos o dominados. El sujeto
puede buscar una soledad autista, o estar en un estado regresivo.
 
DIBUJO DE FIGURAS GRANDES
Ciertas personas intentan abarcar el máximo espacio posible para sus
figuras, algunas veces hasta les falta espacio para dar cabida, sea a la cabeza
o a los pies de los DFH. La interpretaci¢n de las figuras grandes depender 
del grado de proporci¢n, equilibrio, movimiento, firmeza y expresi¢n que tengan
los DFH. Las figuras grandes y con aspecto positivo son un indicador de acti-
tud extravertida, del elevado concepto en que el sujeto se tiene a si mismo.
Puede tratarse de personas que ya han logrado cierto éxito social o profesional
y hacen ostentaci¢n de su importancia; o de sujetos que fantasean un deseo
de importancia o de valia como compensaci¢n a sus complejos de inferioridad.
Impresionando a los demás, ciertos sujetos intentan liberarse de la angustia
de sentirse inferiores o de los efectos de sus complejos de castraci¢n. Estos
individuos toleran muy mal,de los otros,aquellas actitudes que les hacen sen-
tirse marginados, olvidados o humillados.
 
El deseo de "poder" y de "dominio", la megalomania, el exceso de ambi-
ci¢n y el afán de valimiento, tienen como compensaci¢n y con la misma fuerza
en el inconsciente, los complejos de inferioridad contrarios al deseo del
sujeto de "sentirse grande". Esta necesidad de ciertos individuos de sentirse
"importantes" y que se les reconozca un rango o una superioridad, es un meca-
ismo de defensa contra la angustia de sentirse "pequeños" y desvalidos. Siendo
poderosos, nadie les podr  da¤ar, perjudicar o menospreciar.
 
Algunos extravertidos con tendencia "maniaca", parece que derraman
las figuras sobre el papel. Los DFH son, en éste caso, altos y anchos,
expresando asi la hiperestimaci¢n de sus deseos de grandeza y omnipotencia
que atribuyen a sus palabras, como si la magia de su imaginaci¢n les otorgara
una especie de satisfacci¢n narcisista que les diera fe y confianza en la ex-
pansi¢n de sus manifestaciones.
Algunos de éstos individuos, sienten como una especie de necesidad
de "hacer felices a los demás" a base de elogios, regalos, ayudas y atencio-
nes especiales a las personas con las que entran en contacto. De ‚ste modo
mendigan, a su vez, una reciprocidad que les haga sentirse "importantes". Si
‚sta compensaci¢n no llega o no es alcanzada en la medida deseada, la frustra-
i¢n de tales sujetos, el amargo desencanto, puede traducirse en una agresivi-
dad verbal más o menos directa y vengativa.
 
En cualquier caso, las figuras grandes, son la expresi¢n de realiza-
ciones imaginarias de deseo, es decir, son una forma de fantasear y de resolver
las tensiones internas y los conflictos con la realidad. Los DFH grandes indi-
can que el sujeto traslada, inconscientemente, sus impulsos y necesidades insa-
tisfechas al terreno de la fantasia para satisfacerlas simb¢licamente. Suponen
un modo de so¤ar despierto aquello que se quiere "ser" o "tener".
La Dra. Koppitz asocia ‚ste signo con la inmadurez y los controles
internos deficientes. Karen Mchover interpreta las figuras grandes como senti-
mientos narcisistas e ilusiones paran¢ides de grandiosidad que encubren senti-
mientos y actitudes de desadaptaci¢n.
 
DIBUJO DE FIGURAS GRANDES Y VACIAS
Para la Dra. Koppitz, es un indicador de perturbaciones de la afecti-
vidad, de la voluntad y de la conducta moral. Se le atribuye tambi‚n alguna
disfunci¢n cortical, es decir, transtornos en el autocontrol, o transtornos
psicol¢gicos producidos por deterioro del sistema nervioso o de algun
¢rgano del cuerpo. Por lo que a nuestra experiencia se refiere, s¢lo hemos
podido comprobar ‚ste signo en sujetos con cierta inmadurez psicol¢gica coin-
cidente con un C.I. bajo. Los dibujos, en ‚ste caso, eran torpes y desma¤ados
y con abundantes desproporciones.
 
FIGURAS EXCESIVAMENTE GRANDES EN RELACION CON EL ESPACIO DISPONIBLE.
La interpretaci¢n depende de que el DFH represente al Yo del sujeto
o a una figura parental. Si representa al sujeto --en cuyo caso se deducir 
por la historia sobre los personajes dibujados--, puede pensarse en una expan-
si¢n del Yo fantaseada en el sentido que exprese la figura. Ser  un exhibicio-
nismo ostentatorio, más o menos desequilibrado. Si la figura representa la
"imago" del padre, de la madre o de su pareja, en una actitud omnipotente y
agresiva, es decir, en una actitud amenazante o castrante, el motivo desenca-
denante de la angustia y de su pensamiento m gico es el miedo. Posiblemente,
el sujeto ha vivido muchas experiencias reales, muchos problemas, atenazado
por sus complejos de culpabilidad y se libera de la angustia unas veces recu-
rriendo a actitudes agresivas o de rebeldia y otras buscando la ayuda y protec-
ci¢n para hallar una seguridad.
 
AGRANDAR UNA PARTE DEL DIBUJO EN DESPROPORCION CON EL RESTO.-
En aquellas figuras que aparece la cabeza, los brazos, las piernas
los pi‚s o cualquier otra parte del cuerpo con un tama¤o que está en despro-
porci¢n con el resto del cuerpo, es un indicador que el sujeto concede su
m ximo inter‚s e importancia a aquello que agranda, tanto si ‚sta despropor-
ci¢n se produce sobre la figura del propio sexo, o sobre el sexo contrario.
La parte agrandada ejercer  un poderoso atractivo sobre el sujeto.
 
DIFERENCIAS NOTABLES DE TAMA¥O DE UN SEXO A OTRO
Posibles conflictos con el propio Yo o con las personas del sexo con-
trario. Si el var¢n hace más grande la figura de la mujer, puede indicar la
necesidad de protecci¢n, el apoyo en la madre o en la imago de la madre. Si
es la mujer quien hace más grande la figura del var¢n, expresa lo mismo :
la necesidad de sentirse protegida por el padre o la imago del padre. Es un
signo propio de sujetos sumiso-dependientes.
 
En res£men : La relaci¢n entre el tama¤o del dibujo y el espacio
en blanco disponible, suele ser paralela a la relaci¢n dinámica entre el
examinado y su ambiente y tambi‚n entre el examinado y sus progenitores.
El dibujo de una figura constituye una proyecci¢n del concepto que tiene
cada sujeto de si mismo y de las persona más pr¢xima del sexo contrario.
Por tanto, el tama¤o de las figuras es un indicador de la importan-
cia que tiene cada sujeto en su rol familiar, social y profesional.
 
Si la figura correspondiente al propio Yo es peque¤a , cabe
pensar que el "rol" familiar, social o profesional, es sentido por el sujeto
como "disminuido", "inadecuado" o "marginado", desprendiendose de ello los
complejos de inferioridad no compensados.
 
Si la figura del propio sexo es grande, el sujeto se siente importante
en su ambiente familiar, social o profesional y responde a las presiones de
cualquiera de esos ambientes con ideas y sentimientos de expansi¢n y agresi¢n
Estas interpretaciones, s¢lo pueden hacerse después de comprobar
la fuerza o debilidad de los DFH y las historias sobre la pareja dibujada.
 
Estadisticamente, el tamaño medio de las figuras, suele oscilar entre
80 y 90 m/m. y ocupa unos dos tercios del espacio disponible, que es de
160 m/m. en nuestro test. Pero más importante que el tama¤o absoluto de los
DFH, es la impresi¢n que dan las figuras en el espacio circundante.
 
Por las descripciones que podemos recoger en la historia sobre las
figuras realizadas, se puede deducir si ‚stas son o no auto-representativas,
es decir, si proyectan una im gen ideal del Yo del sujeto, o bien una proyec-
ci¢n de una im gen parental. En ‚ste £ltimo caso, una imágen grande de la fi-
gura del progenitor, puede describirse como fuerte, s¢lida, capaz y protecto-
ra, como digna de respeto y confianza, con rasgos positivos. Pero también
puede describirse y aparecer como amenazadora, autoritaria, agresiva y castran-
te, como sancionadora y castigadora.
 
Si por la expresi¢n del dibujo se detecta una exhibici¢n fantaseada
del ideal que el sujeto tiene de si mismo, ser  un indicador de que el sujeto
reacciona frente a sus sentimientos de menor valia o desadaptaci¢n. Esta reac-
ci¢n ser  un intento de supercompensar los dolorosos complejos de inferioridad
recurriendo a fantasias m gicas . En otros casos, el sentimiento de
incapacidad para enfrentarse con los problemas que plantea la vida y realizar-
se, puede dar lugar a que el sujeto adopte actitudes de hostilidad y de agre-
si¢n frente a sus frustraciones de trabajo, de amistad o de amor. En ‚ste caso,
la figura del propio sexo puede aparecer con un aspecto fuerte y amenazador,
portando armas u objetos punzantes. Observamos dibujos con ‚sta particularidad
en sujeros parados o despedidos de las empresas y en estudiantes universitarios
que estaban realizando tareas muy inferiores a su titulaci¢n.
 
 
LA DIRECCION EN QUE MIRAN LAS FIGURAS.-

Generalmente, las figuras dibujadas se las coloca de frente o de per-


fil. Cuando se las coloca de perfil, la figura puede estar mirando a la derecha
o mirando a la izquierda . Esta orientaci¢n de los
DFH es un indicador de las vivencias y tendencias predominantes en el sujeto :
En las figuras mirando a la izquierda, el sujeto nos muestra su interés
por el pasado, su memorizaci¢n de las experiencias vividas, su introversi¢n,
sus vivencias infantiles y la influencia de la imago materna.
 
Las figuras con perfil mirando a la derecha, nos muestran el inter‚s
por la comunicaci¢n con el mundo externo, la actitud sociable, la extraversi¢n,
la actitud de lucha y enfrentamiento con los problemas vitales, la ambici¢n
de "ser" y de "poseer", la superaci¢n, el camino hacia el éxito y la imago
del padre.
 
La izquierda representa "lo que se fue", las experiencias vividas,
los recuerdos, las im genes anticipadoras de confianza o de peligro para el
Yo, la reflexi¢n coartativa o prudente de cara a la acci¢n. En cambio, la
mirada de las figuras hacia la derecha, representan "lo que se puede lograr",
la iniciativa innovadora, lo que podemos cambiar y adaptar a nuestros deseos
para evolucionar, la voluntad al servicio de la acci¢n y de la ambici¢n y a
menudo, el afán de "poder" y "dominaci¢n" adleriano, la marcha hacia adelante.
 
El dibujo de las figuras de perfil es más frecuente en los hombres
que en las mujeres (63ï4 % en los hombres y 34'9 % en las mujeres, según nues-
tras estadisticas realizadas en 1974).
 
 
DFH DE PERFIL, MIRANDO HACIA LA IZQUIERDA
El sujeto dirige la mayor parte de su inter‚s hacia si mismo. Podemos
interpretar en éstas figuras como una tendencia a la introversi¢n, es decir,
la tendencia a mirar hacia el pasado, hacia lo ya experimentado, a los
recuerdos almacenados, la actitud analitica, la conducta controlada, pensativa,
seria e inhibida, la atenci¢n concentrada y vigilante, la observaci¢n cuidadosa
y escrupulosa de las cosas, los juicios reflexivos, la precisi¢n y el ¢rden
dominantes, la tendencia a la ansiedad, etc., ‚sto es cuando las figuras se
pueden interpretar en sentido positivo, cuando no presentan distorsiones,
anomalias, sombreados, grandes desproporciones u otros signos negativos.
 
Cuando en la vida del sujeto, las tendencias y deseos se han visto
seriamente obstaculizadas o frustradas, puede producirse una "regresi¢n",
una marcha hacia atrás, hacia estadios en donde el sujeto se ha sentido más
"c¢modo", más "protegido" contra los problemas. Esta vuelta atr s, es como un
repliegue, más o menos narcisista, en el que el sujeto se recluye en las vi-
vencias del pasado, en cuyo caso se observar  el desplazamiento de las figuras
hacia la izquierda y abajo del papel, la peque¤ez en el tama¤o, muchos reto-
ques, borraduras en el propio rostro y otras anomalias en manos y pies.

DFH DE PERFIL, MIRANDO HACIA LA DERECHA


Cuando las figuras miran hacia la derecha, lo más probable es que se
trate de sujetos orales, con tendencia a la actitud extravertida, es decir,
con la direcci¢n preferente del interés hacia todo lo externo, pero con una
atenci¢n panor mica, dispersa : conducta expansiva, espont nea, optimista.
Observaci¢nes más o menos superficiales, improvisaci¢n en los juicios y con
una vida afectiva extensa y variada. En éste caso, las figuras son grandes
y en movimiento, con los brazos extendidos y el rostro con vestibulos abiertos.
 
Cuando se observan anomalias tales como desproporciones en la cabeza,
en los brazos, las manos y los pies, el sujeto puede dar muestras de tendencia
al histerismo, o a una mente fantaseadora.
 
DFH MIRANDO DE FRENTE AL ESPECTADOR
Los DFH dibujados de frente, son mucho más expresivos que los dibujados
de perfil. Por otro lado, cuando nos comunicamos con alguien, normalmente lo
hacemos colocándonos de fente. Por tanto, el registro perceptivo, la im gen
existente en nuestra memoria de nuestros semejantes, es generalmente una visi¢n
morfol¢gica vivenciada en forma frontal.
 
Las figuras completas, vistas de frente, son un indicador inconsciente
del modo como cada sujeto ve y asimila el mundo que le rodea, c¢mo se siente
valorado dentro de ese mundo y c¢mo lo juzga. En tal sentido, la expresi¢n del
rostro y la actitud del cuerpo, ser n los principales indicadores. A través del
dibujo del rostro y de la actitud postural del cuerpo, purde verse el "rol"
que juega el individuo dentro de su ambiente. El sujeto puede adoptar una acti-
tud comunicativa o desconfiada, una actitud ingénua, exhibicionista, defensiva,
simuladora, de madurez, de rechazo, de evasi¢n, etc.
 
Asi como los dibujos de perfil se dan más en el hombre que en la mujer,
los dibujos de frente son más frecuentes en las féminas. El 57'7 % de nuestros
protocolos en que aparecen figuras dibujadas de frente, corresponden a mujeres.
En los DFH femeninos dibujados de frente, con frecuencia, las manos aparecen
colocadas en los bolsillos o a la espalda y las  reas sexuales separadas por
lineas simulando faldas, por cinturones, adornos del vestido, blusas, sweters
u otros. indicando problemas sexuales o culpabilidad sexual inconsciente, pues,
a pesar de la libertad sexual existente hoy, persiste en el inconsciente, la
etiqueta biblica de la "prohibici¢n", bajo pena de expulsi¢n del paraiso.
 
Como hemos dicho antes, la expresi¢n de los rostros dibujados, la di-
recci¢n de la mirada, la actitud de movimiento o pasividad del cuerpo, el modo
de tratar las manos y otros detalles, nos reflejar n los problemas actuales
que el sujeto tiene con su ambiente. Podemos deducir, a pesar de algunos "actos
fallidos" (retoques, intentos de correcci¢n, sombreados, etc.), si el sujeto
se siente feliz, si le acompaña la desconfianza, la tristeza, la agresividad,
el temor y otras múltiples expresiones que cada sujeto puede proyectar incons-
cientemente en sus DFH.
 
 

 
LAS ASIMETRIAS, DISTORSIONES Y DESPROPORCIONES EN LOS DFH.-
 
En todos los DFH son normales las peque¤as desproporciones o desigual-
dades en las diversas partes del cuerpo. Por ejemplo, en los ojos, cuando la
figura es vista de frente, en las manos, en los brazos, en las piernas, pies,
etc.. Sin embargo, cuando la neur¢sis o los conflictos en determinadas  reas
del cuerpo están presentes en la personalidad del dibujante, cuando éste sufre
dolencias o anomalias en determinada zona de su organismo, éstas afecciones
psiquicas u orgánicas que producen malestar, suelen manifestarse en los DFH
en forma de deterioro, de debilitaci¢n, encogimiento, desigualdad o asimetria
importante.
 
En un elevado número de casos, todo cuanto es an¢malo en un dibujo
(retoques nerviosos, sombreados, repeticiones y roturas de lineas, distorsiones
o agrandamientos exagerados, temblores, etc.) localizados en la parte izquierda
de los dibujos, según se miran, corresponde a bloqueos, dificultades de reali-
zaci¢n, impulsos inhibidos, o a deseos, ambiciones o anhelos frustrados.
 
Cuando éstas anomalias aparecen en el lado derecho de las figuras, los
conflictos pueden deberse a la relaci¢n del Yo con el trabajo, a la relaci¢n
del Yo con el Tu o a la relaci¢n del Yo con el otro sexo.
 
Cualquier forma de asimetria, distorsi¢n o anomalia de un lado en rela-
ci¢n con el otro en los DFH, puede ser, cuando menos, un indicador de reaccio-
nes inadecuadas que disturbian al sujeto en un área determinada de su pesrona-
lidad y que pueden tener repercusi¢n en las relaciones del Yo con el otro sexo,
en el trabajo o en la relaci¢n con los demás en la vida social. Cualquier ano-
malia de un lado de la figura con respecto al otro, es revelador de que algo
no va bien en la personalidad del autor del dibujo.
 
Hay que tener en cuenta que, muy frecuentemente, el aspecto externo
del sujeto no denuncia con facilidad sus estados psiquicos anormales. Las
neur¢sis y otros conflictos están a veces encubiertos, camuflados, tras los
hábitos de educaci¢n o simulaci¢n de normalidad y tras apariencias de lujo
en el modo de vestir, pudiendo, incluso, pasar desapercibidos en las entre-
vistas, si no se dispone de gran experiencia para detectarlos.
 
Los signos externos denunciadores de neur¢sis y conflictos, son con
frecuencia los siguientes : sudoraci¢n excesiva de las manos, sacudidas ner-
viosas involuntarias, tamborileo de la mesa con los dedos de la mano, rascarse
con frecuencia la nariz, adoptar posturas rigidas del cuerpo, tener las manos
con los dedos cruzados, cogerse las manos con los pulgares escondidos, la apa-
rici¢n imprevista de tartamudez, los tics nerviosos, facilidad para sonrojarse,
y un largo etc.
 
En las entrevistas, si se quiere sondear la posibilidad de sintomas
neur¢ticos, conviene hacer preguntas como ‚stas : ¨Tiene, a veces, sacudidas
nerviosas durante el sueño?. ¨Duerme usted estirado o encogido?. ¨Sufre de
v‚rtigo en las alturas?. ¨Tiene dolores de cabeza frecuentes?. ¨Tiene trans-
tornos digestivos?. ¨Tiene aumento o disminuci¢n frecuente del apetito?.
¨Suele morderse las uñas?. Toma calmantes o excitantes con frecuencia?.
¨Fuma mucho?. ¨Toma café con mucha frecuencia ?., etc.
 
Hay que tener en cuenta que las neur¢sis son actitudes de defensa y
el sujeto que las padece, busca inconscientemente una "seguridad". Por tanto,
cuando alguna de ‚stas preguntas roza un complejo que se desea ocultar o un
sintoma del cual el sujeto desea liberarse, la reacci¢n ante las preguntas
puede ser inadecuada o la negaci¢n de las mismas. En cuyo caso, el sujeto no
desea sentirse descubierto.
 
Las asimetrias se observan con frecuencia en los adolescentes de ambos
sexos que sufren tensiones y conflictos derivados de la "edad critica".
 
ASIMETRIAS EN EL AREA DE LA CABEZA
Puede ser un indicador de fallos en el autocontrol emocional o en las
relaciones con el ambiente.
 
ASIMETRIAS EN LOS BRAZOS Y MANOS
Estas anomalias en los DFH pueden tener relaci¢n con fallos en las
relaciones externas e incluso con problemas sexuales.
 
ASIMETRIAS POR INCOMPLETUD DE UN LADO CON RESPECTO AL OTRO
Este es el caso en que una parte del cuerpo (brazo, pierna, mano, pi‚,
etc. se omite, se deja sin terminar, o no cabe en el papel.
 
Suele ser un indicador de falta de control en la expansi¢n de los im-
pulsos, de falta de organizaci¢n y previsi¢n (el sujeto se sale fácilmente
de su ¢rbita, de las limitaciones que se le exigen o de las pautas de convi-
vencia correctas). Su mal ajuste a la realidad, su desorden emocional y de
conducta, su falta de proporci¢n entre los motivos y las reacciones, le
incondiciona para tareas de control y de responsabilidad. Hemos encontrado
‚ste signo en sujetos exhibicionistas, mal adaptados, con mezcla de tenden-
cias esquizá¢ides e hister¢ides, que habian cambiado multitud de veces de
trabajo, alguno de ellos drogadicto.
 
El problema psicol¢gico es más grave, si el sujeto olvida dibujar
detalles tan significativos como el pelo, los ojos, la nariz, las manos, etc.
en cuyo caso puede estar dentro de un estado patol¢gico profundo.
 
DFH DONDE LOS PIES ESTAN DE FRENTE Y LA FIGURA DE PERFIL
El caso puede ser tambi‚n a la inversa, el cuerpo estar de frente
y los pies de perfil hacia la izquierda o hacia la derecha. Suele ser un
indicador de tendencias esquizáofr‚nicas o de deficiencias mentales. Este
signo es un claro indicio de disociaci¢n entre la manera de pensar, sentir
y querer, o entre la actitud del sujeto y las exigencias del medio ambiente.
 
DFH MUY DESIGUALES EN SUS DOS MITADES
Cuando una parte de la figura está bien estructurada y tratada con
esmero y la otra presenta formas incompletas, grotescas o mal acabadas, se
puede deducir, seg£n Machover, fallos orgánicos más o menos graves. Se ha
observado éste signo en zurdos muy contrariados, sea por su ambiente fami-
liar o por su ambiente profesional. Nosotros hemos detectado esas anomalias
en sujetos inmaduros en unos aspectos y normales en otros o con defectos
de adaptaci¢n en la vida social y adaptaci¢n normal en el trabajo.

Hirchs y Ada Abraham observaron éstas anomalias en niños delincuen-


tes. La desadaptaci¢n, está tambi‚n indicada en los casos en que el cuerpo
se dibuja bien, pero se omiten los brazos, las piernas o determinados rasgos
faciales, o cuando se tapa el rostro o se ensombrece de alguna manera.
 
DFH SIMETRICAS O IGUALES EN LOS DOS LADOS.-
Suele expresar la conducta estereotipada del "tipo persona" (*),
que es como un caparaz¢n psicol¢gico que sirve de defensa y apariencia frente
al medio ambiente. El sujeto ejerce sobre si mismo un fuerte autocontrol, no
deja en libertad ningun impulso, vive encerrado en lo que su Yo representa
dentro del papel profesional y social que tiene que cumplir. Esta actitud
de autocontrol excesivo, es tanto más evidente, cuanta mayor rigidez presenten
las figuras dibujadas. En presencia de los demás, el sujeto tiene una actitud
emocional fria, solemne, carente de calor, de entusiasmo, de alegria comunica-
tiva, de espontaneidad. Vive su rol social y profesional en forma elaborada
y convencional, acartonado en sus hábitos, respetando rigurosamente las reglas,
los principios morales o religiosos, que se convierten en dogmas que sirven
de rieles invariables a su conducta.
 
Estos individuos, no se dejan impresionar por nada que les llegue de
los demás y que se aparte de sus conceptos del deber, disciplina y respeto
riguroso a las reglas establecidas. Atienden más "las formas" que "el fondo
de las cuestiones". Se muestran indiferentes o distanciados de los motivos
de alegria, de éxito, de placer, penas o tristezas de otros. De éste modo,
reprimiendo los impulsos expansivos y siguiendo las exigencias de "dignidad
sin alegria", de su tiránico Super-Yo, expian los sentimientos de culpabilidad
a través del "cumplimiento del deber".
 
Las figuras simétricas, se ven frecuentemente en sujetos deprimidos
o con neur¢sis obsesivo-compulsivas.
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(*) El "tipo persona", según Jung, es el sujeto que vive tiranizado
por los principios morales, sociales o religiosos, por las disciplinas y
normas de trabajo, por las obligaciones contraidas (generalmente pocas,
pues las rehuye en la medida que le es posible) y cuya conducta quiere ser
impecable, bien vista, digna y profesionalmente encomiable.
 
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EL ENTORNO O AMBIENTE QUE RODEA A LAS FIGURAS.-
 
Algunos sujetos encuadran las figuras en un determinado entorno. Este
entorno o ambiente puede estar representado por un paisaje campestre a base
de árboles y montañas ; puede ser una playa con o sin barcos a la vista, un
camino solitario, la parada de un autobús, dentro de una habitaci¢n represen-
tando una escena familiar, etc.
 
Para interpretar el ambiente donde se enmarcan las figuras se debe
tener en cuenta dos cosas :
 
a) la actitud de movimiento o quietud de las figuras. Las figuras
pueden estar andando, paseando; pueden estar de pi‚ y quietas, sentadas en
un banco, subiendo una monta¤a, bajando por un camino, acostadas en la playa
o al pie de un árbol, pueden estar de frente, de perfil o de espalda, etc.
 
b) el entorno o ambiente dibujado, puede representar, simb¢licamente,
el lugar donde el sujeto desearia estar ahora, o donde ha estado, y rememora
con placer los momentos vividos, en contraste con el momento presente o con el
ambiente que le rodea, en cuyo caso hay que pensar que el sujeto desea eva-
dirse de problemas, conflictos, preocupaciones, ansiedades o temores relacio-
nados con su ambiente actual.
 
En algunos casos, el entorno dibujado, puede indicar la importancia
que el sujeto concede al aparato externo.
 
En los DFH de adultos, rara vez se dibuja entorno a las figuras.
Es más, cuando éste aparece, y las figuras están en movimiento, cabe pensar
en una vida de fantasia demasiado absorbente. A menudo, tales dibujos, presen-
tan gran prolijidad de detalles y ello indica un gran caudal de pensamiento
ideativo, como compensaci¢n, quizá , a que el ambiente que vive el sujeto pesa
como un lastre sobre él y lo arrastra en forma de sentimiento de inferioridad.
Pero también puede suceder que el sujeto se sienta como un superhombre con
respecto a los otros, aunque no tenga un rol directivo dentro de su entorno.
 
En general, los adultos indican el entorno con una mera linea que
sirve de soporte, de suelo, en el que apoyan las figuras. En cambio, los
ni¤os y las personas inmaduras, suelen enriquecer el entorno de las figuras.
En los adolescentes, dice Karen Machover, las figuras suelen aparecer
en paradas de autob£s, en cruces de calles y en general en temas de transpor-
te, como expresi¢n de su estado de  nimo inestable y transitorio.
 
SITUACION DE LAS FIGURAS EN UN ESCENARIO COMPLICADO.-
Hemos observado figuras rodeadas de entornos complicados en sujetos
afectados por insatisfacciones afectivas. Se trataba de personas que deseaban
interiormente cambiar o anular su vida conyugal (deseos de separaci¢n). En
otros casos, eran hombres solteros, o mujeres solteras, que no eran sinceros
en sus relaciones amorosas. En todos éstos casos, los sujetos testados inten-
taban, de manera inconsciente, tapar o encubrir el hecho de que el partenaire
del sexo contrario no llenaba suficientemente las necesidades sexuales, afec
tivas o espirituales. Sin embargo, por circunstancias de conveniencia personal,
por deseo de "guardar las formas" de cara al mundo social, o por intereses
econ¢micos o de otra indole, éstos sujetos concedian más importancia al aparato
externo que a la intima realidad.

FIGURAS SITUADAS EN TIEMPOS HISTORICOS O PREHISTORICOS


Cuando la realidad es demasiado desagradable, cuando se fracasa ante
ella, o el sujeto se siente impotente para enfrentarse a los problemas que
plantea, el pensamiento de algunas personas tiende a evocar o imaginar situa-
ciones anteriores compensatorias, a veces arc icas o primitivas. Si el sujeto
se siente frustrado o extra¤o en la sociedad en que vive, puede adoptar modos
de conducta primarios o infantiles, como aquellos "hippies" de los a¤os sesen-
ta, los actuales "cabezas rapadas" y otros individuos que se marginan para
evadirse de la realidad y de la angustia de la frustraci¢n. En éstos casos,
algunos sujetos, como los ya mencionados, toman una actitud regresiva y pue-
den dibujar figuras arc icas o de tiempos pasados con armas en las manos, como
agresi¢n simb¢lica a las causas motivantes de su frustraci¢n..
 
Pero, no en todos los casos que se dibujan figuras de épocas anterio-
res, hay una libido en regresi¢n. Frecuentemente se dibujan éstas figuras en
tono humoristico, como intentando ridiculizar una situaci¢n que molesta al
sujeto y en la que quiere demostrar que sabe salir airoso, con una actitud
critica burlona, sin comprometer nada interior, lo que no deja de ser una
evasiva, un intento de "retirada gloriosa" de la situaci¢n.
 
NIEVE, LLUVIA, NUBES, RODEANDO LAS FIGURAS.-
Es un indicador de fuerte tendencia a la ansiedad, que suele darse
en ciertos individuos desadaptados. Puede indicar también dolencias psico-
somáticas, o agresividad reprimida dirigida luego hacia si mismo. El sujeto
que dibuja nubes en sus DFH, puede expresar, inconscientemente, algún temor
o amenaza del entorno, sobre todo, si las figuras están de espaldas al espec-
tador. Encontramos en algun caso la existencia de relaciones amorosas ilicitas.
 
SOMBREADO DEL SUELO O LINEA DE BASE DE LAS FIGURAS
El suelo, bajo el punto de vista simb¢lico, representa el punto de
apoyo, más o menos s¢lido, firme, flotante, confiado o angustioso, en que se
les da la base de sostén a los DFH sobre la realidad. Conviene, pues, ver
como cada sujeto hace "tocar de pies a tierra" a cada una de sus figuras.
 
Es l¢gico suponer, que si todo sombreado es signo inequivoco de angus-
tia o ansiedad, un suelo sombreado pueda ser un indicador de algun fallo del
sujeto en la seguridad y confianza para afrontar ciertas situaciones, problemas
o circunstancias de su vida real. Esta inseguridad, puede ir seguida de alguna
sensaci¢n de miedo, de culpa, de inquietud o angustia o, simplemente, de pesi-
mismo frente a hechos o sucesos, reales o imaginados, que el sujeto teme, tanto
más si el suelo desciende de izquierda a derecha. Cuando el suelo desciende de
derecha a izquierda, la situaci¢n que provoca éstos estados psiquicos, puede
pertenecer al pasado y estar siendo vencida por la voluntad.
 
DIBUJAR EL SOL O LA LUNA EN EL ENTORNO DE LOS DFH.-
A las figuras dibujadas, se les agrega, a veces, casas, árboles, monta-
¤as, astros, etc.. Es significativo que en los DFH aparezca destacado el sol
o la luna en el paisaje (*).
El sol representa, simb¢licamente : luz, calor, energia, seguridad,
vida y alegria. Psicol¢gicamente, puede ser un indicador de la necesidad del
sujeto de recibir apoyo parental o amor paterno. En algunos casos, el sol
lo hemos visto dibujado en personas con algún problema psicosomático. En gene-
ral, los sujetos que dibujan soles en sus DFH, suelen ser buenos trabajadores,
son responsables en sus tareas, respetuosos con las directrices de la empresa
y puntuales en el trabajo. Son sujetos activos y disciplinados.
 
Los que dibujan lunas, suelen ser sujetos absorbentes, pasivos, so¤a-
dores y contemplativos, si las figuras no tienen movimiento. Si las figuras
están quietas y algo desplazadas a la izquierda del papel, se sienten vincula-
dos a la madre o hacia lo materno y femenino, hacia lo bohemio y po‚tico y
tienden hacia lo oscuro y enigm tico.
 
ENTORNO DE LAS FIGURAS SOMBREADO.-
Como hemos dicho antes, todo sombreado, como ocurre en las respuestas
"Hd" del Rorschach, es un claro sintoma de angustia, que es lo mismo que decir
"inseguridad". Esta angustia o inseguridad, puede estar centrada en la esfera
familiar, social o profesional. Por tanto, hay que sospechar la existencia
de conflictos en cualquiera de esas esferas o en más de una. El sujeto se encon-
trar  tanto más impotente o desarmado para luchar contra las dificultades
o peligros que le ofrece su entorno, cuanto más negro sea el sombreado.
Ahora bien, esa angustia, esa inseguridad y miedo, puede ser real (por
ejemplo, la perdida real de empleo, un fracaso econ¢mico, la pérdida de un
ser querido, etc.), o puede ser fantaseada o imaginada, como ocurre en determi-
nados individuos con fuerte componente paran¢ide.
 
Nosotros hemos encontrado frecuentemente los entornos sombreados en
personas con fuertes represiones e insatisfacciones sexuales y, sobre todo
en personas que habian perdido su empleo o llevaban largo tiempo en paro por
ser mayores de 45 a¤os. En un s¢lo caso, vimos ‚ste signo en un sujeto que
habia sido abandonado por su mujer, dejándole a su cargo tres hijos. Casos
como éste, pueden hacer retroceder hasta el "Trauma del nacimiento", es decir,
a recordar la angustia biol¢gica del momento del nacimiento en que, a través
de un túnel estrecho y extremadamente agobiante, se pasa del abrigo y protec-
ci¢n del vientre materno, al desamparo de un mundo lleno de contrastes, de
inseguridad y de peligros.
 
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(*) Dibujar éstos elementos de la naturaleza y del firmamento en el entor-
no de las figuras, no es frecuente. Creemos que se debe a que la mayoria de
nuestros j¢venes, al vivir inmersos en un mundo muy mecanizado, artificial,
cargado de aparatos el‚ctricos o electr¢nicos, saturados por la tecnologia
moderna y sustituyendo el contacto directo con la naturaleza, por el gimnasio
o el deporte en lugares cerrados, llegan a olvidarse que existe el sol, la
luna, las estrellas, los  rboles, las montañas, los rios y otros elementos
externos que pueden acompa¤ar a sus DFH y por eso no los dibujan. En éste
sentido nos diferenciamos mucho de nuestros abuelos.
 
Este olvido del entorno natural en el dibujo de los DFH, me recuerda
la an‚cdota de un amigo nuestro, hombre muy culto, conocedor profundo de toda
la mitologia griega y de los poetas y fil¢sosfos antigüos y modernos. Se me
quejaba un dia que su nieto admiraba a Picasso, a Braque, a Kandinski, Matisse
Mir¢ y otros artistas pintores y poetas de vanguardia; amaba también el jazz
y el rock. Preferia beber el agua embotellada, que acompa¤arle a beberla di-
rectamente del manantial de su finca. Era incapaz --y ésta era su amargura--,
de aguantar entera cualquier obra de Bach, de Haendel, de Beethoven o Mozart.
"Y ya ves, me decia, no se trata de un muchacho inculto. Está de Profesor en
la Universidad". Y es que, la diferencia de gustos y de hábitos de vida es muy
distinta entre los abuelos de antes, y los nietos de ahora.
 
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DIBUJO DE NUBES SOMBREADAS EN LOS DFH.-
Al comentar las respuestas de claro-oscuro (las Hd, en el testáde Rors-
chach) hablo de los dos caminos que pueden seguir las emociones. Si ‚stas eli-
gen su expansi¢n a través del sistema nervioso central, adquieren calidad mo-
triz o psicomotriz y se traducen en impulsos, gesticulaci¢n, palabras o acci¢n.
Pero si eligen, por h bito, el camino del sistema nervioso vegetativo, se aho-
gan en el interior adoptando una expresi¢n visceral, vascular o endocrina que
genera los estados de angustia y ansiedad, es decir, los estados de sufrimien-
to, de inquietud, de inseguridad, etc. El dibujo de nubes sombreadas, se acerca
mucho al significado de las "Hd" de Rorschach y reflejan una forma de manifes-
tar el sujeto cualquier tipo de temor, amenaza o peligro, real o imaginario,
presente, pasado o por venir.
 
Esta angustia o estado de ansiedad, puede diluirse, si las figuras
están bien asentadas, equilibradas y sin distorsiones.
 
La angustia representada por los sombreados en los dibujos, es como el
dolor fisico, una se¤al de alarma cada vez que aparece un peligro. El sujeto
puede hacer frente al peligro, dominándolo, combat‚ndolo o enfrent ndose con
él. Puede eludirlo camufl ndose, ocultándose o evadiéndose de él. Pero también
puede recurrir a cualquier otro mecanismo de defensa para liberarse de la an-
gustia, tal como el desplazamiento, la sustituci¢n, la identificaci¢n, la rea-
lizaci¢n imaginaria, la racionalizaci¢n, etc.. Esto justifica el hecho de que
en la descripci¢n de las historias sobre los personajes dibujados, no se co-
rresponda, a veces, lo que expresan las figuras con lo que se dice sobre ellas.
 
FIGURAS ENCLAVADAS EN PERSPECTIVAS RETORCIDAS O CONFUSAS
La falta de unidad, de coherencia, de buena coordinaci¢n en los dibu-
jos de las figuras, suele estar en paralelo con la manera de pensar, sentir
y querer. Estas anomalias gráficas, se presentan en sujetos inmaduros y con
tendencias esquizá¢ides. La orientaci¢n defectuosa de las figuras que, general-
mente va acompa¤ada de retoques, transparencias, sombreados u otras anomalias,
indica una desorientaci¢n del pensamiento en el espacio y en el tiempo. El
sujeto pretende abordar varios caminos a la vez para enfrentarse al problema.
Quiere dar soluci¢n a algo de lo que no está seguro o no tiene idea clara de la
acci¢n a realizar. A menudo, se balancea entre variados intentos y termina
por lanzarse impulsivamente, sin control reflexivo, encontr ndose, de pronto,
en una encrucijada sin saber por donde salir y sale con algo absurdo.
 
 

EL SEXO EN LOS DFH Y LAS DIFERENCIAS ENTRE UNO Y OTRO.-


 
Nunca deberiamos olvidar que una prueba psicol¢gica refleja s¢lo un
momento de la vida de un individuo y no puede considerarse nunca como
un registro de todo su comportamiento y progreso vital y psicol¢gico. Sin em-
bargo, el modo como trata cada sujeto el dibujo de su propio figura y la del
sexo contrario, nos puede dar informaci¢n acerca de nuestro comportamiento
sexual y la relaci¢n, sana o enferma, del Yo con el otro sexo.
También podemos informarnos sobre la identificaci¢n sexual con relaci¢n
a las figuras parentales y a la autoridad.

No obstante, para llegar a conclusiones evidentes, es necesario,


en todos los casos, tener en cuenta el tipo de educaci¢n recibida, el nivel
de comprensi¢n afectiva que vivi¢ el sujeto en su infancia, si los padres
estaban bien o mal avenidos, el tipo de relaci¢n del sujeto con sus hermanos o
hermanas, el nivel socio-econ¢mico, la identificaci¢n o no con la profesi¢n,
ser o no huérfano, estar o no en paro, y un largo etc., pues, todo ‚sto puede
influir notablemente en el significado psicol¢gico de los DFH.
 
SE DIBUJA PRIMERO LA FIGURA DEL SEXO OPUESTO.
Este hecho, puede indicar confusi¢n en las identificaciones sexuales.
Otro tanto ocurre, cuando el sujeto que se está analizando, hace preguntas
sobre el sexo que debe dibujar. Dibujar primero la figura contraria al propio
sexo, si es un hombre quien la realiza, el sujeto puede identificarse más con
lo femenino, que con las tendencias de su propio sexo. Posible homosexualidad
latente o manifiesta. Si se trata de una mujer, la identificaci¢n con lo mas-
culino y las posibles tendencias lesbianas pueden ser las causas.
 
Sin embargo, seg£n las experiencias de Koppitz y de Phelan, no se ha
podido comprobar estadisticamente la anterior interpretaci¢n. Lo que Phelan
demostr¢, estadisticamente, es que quien dibuja primero la figura del sexo con-
trario ha recibido una educaci¢n influida notablemente por la madre ( o por su
sustituta), si se trata de un var¢n; o por el padre, si se trata de una f‚mina.
 
"De 5.000 examinados adultos, dice la Dra. Koppitz, el 87 % dibuj¢
primero la figura de su propio sexo. De 16 homosexuales manifiestos, 13 dibuja-
ron primero el sexo opuesto. Ambos hechos, sugieren que lo habitual es que un
grupo no seleccionado de personas, dibuje primero su propio sexo, y un grupo
seleccionado de homosexuales dibuje primero el sexo opuesto". Sin embargo,
aclara la Dra. Koppitz, "ello no significa, evidentemente, que todo individuo
que dibuja primero el sexo opuesto, sea homosexual".
 
"He encontrado --sigue la Dra. Koppitz-- las siguientes explicaciones
para algunos de los casos anteriormente citados : En los que la primera figura
dibujada pertenecia al sexo opuesto, se puede sospechar inversi¢n sexual, con-
fusi¢n de la identificaci¢n sexual, intenso apego o dependencia con respecto
a otro individuo del sexo opuesto".
 
Nosotros hemos observado en 20 o más casos, que los individuos que
estaban fuertemente identificados con la madre y en clara dependencia de la
misma, destacaban en la fémina el dominio del ment¢n, ensanchaban los hombros
y el tamaño de la figura femenina, generalmente, era mayor que la del var¢n.
 
LA FIGURA FEMENINA MAS GRANDE QUE LA DEL VARON
Se ha observado éste signo en personas que glorificaban la imago mater-
na, generalmente, con sentimientos de apego, de dependencia y de admiraci¢n.
Pero, parad¢gicamente, el mayor tama¤o de la figura femenina sobre la masculi-
na, dibujada por varones, se encuentra también en sujetos que han sido recha-
zados por la madre o por su partenaire.
 
DIBUJO MAS GRANDE Y DETALLADO DE LA FIGURA DEL PROPIO SEXO
Este signo puede tener alguna de éstas explicaciones :

a) El sujeto se sobrevalora a si mismo en detrimento de la opini¢n que


le merecen las personas del sexo contrario.
b) El examinado se identifica sexualmente con el padre y, en su incons-
ciente lo intenta sustituir o emular conscientemente.
c) Tendencias homosexuales latentes o manifiestas.

La homosexualidad, aún hoy, sigue siendo mal vista por un elevado núme-
ro de personas y ésta es la causa por la que en muchos casos, no claros en el
resultado de las pruebas, no nos pareci¢ correcto, en las entrevistas, pregun-
tar directamente sobre ésta cuesti¢n a algunos sujetos examinados. La inciden-
cia de una homosexualidad oculta, en la mayor parte de trabajos, suele ser
minima, si el sujeto mantiene un comportamiento discreto. Por otro lado, siem-
pre hemos sido partidadrios de no llegar a conclusiones arriesgadas, como hacen
algunos autores. Colocar a una persona el cartelito de "homosexual", basándonos
£nicamente en indicios tomados de las teorias psicoanaliticas, creemos que
es una temeridad irresponsable, sobre todo cuando nuestra experiencia, no es
una experiencia clinica, sin¢ una labor de selecci¢n y de promoci¢n de personal
para los diferentes puestos de trabajo en las empresas.
 
DIBUJO DE LA FIGURA FEMENINA CON UN TAMAÑO MAS PEQUEÑO.-
Algunos autores interpretan el dibujo de la figura femenina más peque-
ño, como signo revelador de una relaci¢n matrimonial arm¢nica, como indicio de
buena compenetracion en las relaciones hombre-mujer, con independencia que el
dibujo sea realizado por una fémina o por un var¢n. Nosotros no hemos podido
comprobar ésta interpretaci¢n. Si bien no tenemos base para opinar lo contra-
rio, estimamos que ‚ste signo es demasiado simple para que indique, por si
s¢lo, una comunicaci¢n normal y comprensiva en las relaciones del Yo con el
otro sexo, por lo que aconsejamos buscar otros indicadores que corroboren
‚sta interpretaci¢n.
 
El tipo de relaci¢n matrimonial, es importante en el caso de la selec-
ci¢n de candidatos a directivos, ya que las desavenencias matrimoniales suelen
transcender en el modo de dirigir y tratar el candidato a sus empleados. Siem-
pre aconsejo a las empresas que, antes de tomar a cualquier hombre clave en la
direcci¢n de un negocio, traten de conocer a la pareja. Esto se resuelve invi-
tando a cenar al candidato, o candidata, y a su pareja y procurando que un
buen vino abreaccione a los invitados.
 
FIGURA FEMENINA MUY PEQUEÑA EN RELACION A LA DEL VARON.-
Si el DFH ha sido realizado por una mujer, puede denotar desprecio por
el propio sexo o sentimiento de inferioridad frente al varón. Puede indicar
también, que la mujer sobrevolara a su partenaire o a sus hermanos.
Si el dibujo ha sido realizado por un var¢n, la disminuci¢n o peyora-
tizaci¢n de la figura femenina, supone un desprecio al otro sexo. Esta margina-
ci¢n a la importancia de la mujer, puede indicar que el sujeto sobrevalora sus
ideas y sentimientos e infravalora las ideas y sentimientos de las personas
del otro sexo, o de su partenaire. Detrás de ésta actitud de minusvalor al sexo
opuesto, puede haber una homosexualidad latente o declarada, especialmente si
el dibujo de la figura femenina está peor tratado en sus rasgos faciales y cor-
porales y presenta notables distorsiones.
 
FIGURA FEMENINA MAS GRANDE Y MEJOR TRATADA QUE LA DEL VARON.-
Si el dibujo ha sido realizado por una mujer, la fémina en cuesti¢n
tiene la tendencia a destacar los propios valores, el propio rango e importan-
cia, desestimando los valores masculinos o los de su partenaire. Es el caso
de algunas feministas que hemos tenido ocasi¢n de examinar. Pero no siempre
se trata de mujeres que reivindican los derechos de la mujer atacando o des-
preciando el "machismo" del var¢n, ni tampoco de féminas con tendencias
homosexuales. Esta diferencia en el tratamiento de las figuras, la hemos ob-
servado, mayormente, en mujeres casadas que intentan agrandar su propia figu-
ra, su propio atractivo, a base de peluqueria, de maquillaje y prendas de
vestir más o menos llamativas y provocativas, como una especie de despecho
a la marginaci¢n. Provocando al var¢n con ‚stos mensajes de "hembra con fuerte
atractivo sexual" reivindican, o quieren reivindicar, su dominio sobre el
macho. Con la apelaci¢n de corto-circuito de sus mensajes directos a través
del cuerpo, parece que quieren decir : "soy una mujer con mucho sexy, mirame
bien". De ésta manera, sobrealzando los valores er¢ticos del cuerpo, intentan
supercompensar, o al menos compensar, la falta de otros valores.
 
Si el dibujo destacando la figura femenina ha sido realizado por un
hombre, éste sobrevalora el rol de la mujer, sea por querer ser mujer, o por
desear la dependencia y apoyo de la madre o de otra mujer que la represente.
 
REPRESENTACION DE LAS FIGURAS EN FORMA DE ALAMBRE, EN FORMA
GEOMÉTRICA
O DE MODO MUY SIMPLIFICADO
En la mayor parte de casos, se trata de una estratagema para no enfren-
tarse con el problema de una tarea que desborda las posibilidades de realizar
un buen trabajo. Es una manera de evadirse de las situaciones que pueden com-
prometer al Yo en un fracaso, o de ocultar las propias deficiencias.
 
Puede reflejar tambi‚n escaso interés por lo humano o por las relacio-
nes humanas. Es frecuente en ciertos introvertidos, más interesados por los
objetos concretos o abstractos, que por las cuestiones sociales y humanitarias.
Lo hemos podido comprobar en nuestra bateria de tests, concretamente en el
"Testáde intereses profesionales", por el bajo porcentaje en la elecci¢n de
profesiones humanitarias.

Normalmente, cuando las figuras están esquematizadas, se suele dibujar


al var¢n con lineas rectas y a la mujer con lineas curvas, aunque no siempre
es asi, sobre todo en el caso de las figuras de alambre .
(Ver otras interpretaciones en "Monstruos o figuras grotescas").
 
EN RESUMEN :
De una manera general, la figura que recibe más cuidados o se dibuja
con mayor esmero y atenci¢n en los detalles, suele ser aquella a la que el
sujeto imparte mayor energia libidinal, es decir, aquella que es fruto de su
predilecci¢n, de su amor y admiraci¢n, la que atrae mayor interés.
 
Si se trata de la figura del propio sexo, puede sospecharse tenden-
cias narcisistas, exhibicionistas y con frecuencia tendencias homosexuales.
En todos los casos, cuando los detalles se centran especialmente en la ves-
timenta, puede ser un indicador de la preocupaci¢n del sujeto por las apa-
riencias sociales, por el gusto de "llevar un buen tren de vida" y ostentar
ante los demás. Tras de ésta "apariencia" de notoriedad social, de lujo y
confort, suele ocultarse el drama de la inseguridad interior, el fantasma
de los complejos de inferioridad, hecho que nos recuerda la ley de Jung :
"Cuando alguien se excede exteriormente en algun sentido, en el inconsciente
vive su contrario con la misma fuerza, que en axioma popular es lo mismo que
"dime de que presumes y te dir‚ de que careces". Por tanto, conviene inves-
tigar, en éste caso, si tras la fachada externa del sujeto hay una actitud
encubierta compensadora de sus fallos y deficiencias personales.
 
Las mujeres, suelen cuidar más el adorno de su propia figura que los
hpmbres. Por eso, en los DFH femeninos, observaremos, en la mayor parte de
casos, un mayor cuidado en las figuras que las representan. En la vida real,
la mujer vive más pendiente de la peluqueria, de los maquillajes, de los
vestidos y de la moda que el hombre. Por ‚sta raz¢n, carece de valor psicol¢-
gico que la mujer cuide más el dibujo de su propia figura que la de su opuesto.
 
Si la mujer descuida el dibujo de su figura y vemos que sabe dibujar,
podemos deducir que le falta seguridad en sus propios atractivos y renuncia
al rol de seducci¢n o influencia sobre el sexo opuesto. Por el contrario,
cuando la mujer dedica mucha atenci¢n y cuidado al dibujo que la representa,
nos está indicando la importancia que concede a su rol social como mujer.
 
Para la mujer, realzar su belleza a trav‚s del peinado, del maquilla-
je, de los vestidos y de las joyas es una necesidad que le impone la propia
naturaleza. La hembra atrae, seduce, cautiva y muestra asi su "poder". El
hombre combate, conquista, intenta ejercer su dominio, pero en la ‚poca
actual, a veces muere en el intento y es la mujer la que decide.
 
En los juegos infantiles suelen diferenciarse los sexos. Los ni¤os
practican juegos rudos, emiten gritos estridentes como los primitivos gue-
rreros, esgrimen sables, pistolas y juguetes agresivos, se revuelcan sobre
el barro y se atacan los unos a los otros en sus representaciones guerreras.
En cambio, las niñas, rara vez se ensucian los vestidos, cuidan de su tocado,
y hasta ahora, pese a los cambios educacionales, siguen jugando con muñecas
y haciendo el papel de mamás.
 
Estos arquetipos o vivencias del inconsciente, dificilmente pueden
ser borrados de los genes hereditarios, pu‚s constituye una herencia at vi-
ca que forzosamente seguir  influyendo en el comportamiento, a pesar de
los esfuerzos de las feministas por reivindicar su derecho a ser como el
var¢n. La igualdad ante la ley y ante los derechos humanos es justo que la
alcance la mujer y que luche por ello, pero mientras el hombre tenga pene
y la mujer vagina, la igualdad no ser  posible y no me refiero a la supe-
rioridad de un sexo sobre otro, que actualmente está a favor de la mujer, sin¢
al papel que, dentro de la Naturaleza, corresponde a uno y otro sexo.
 
 

 
EL MOVIMIENTO EN LAS FIGURAS.-
 
En los DFH, debemos distinguir entre el contenido intencional, repre-
sentado o manifiesto (lo que hacen o representan las figuras, según la histo-
ria o descripci¢n que el sujeto hace de las mismas) y el contenido real,
latente o estructural, que se refiere al modo como está realizado el dibujo,
que no siempre coincide con lo que explica el sujeto.
 
Normalmente, cada sujeto ha querido comunicar algo en su dibujo. Ese
"algo", puede estar relacionado con su rol familiar, social o profesional,
con lo que el desea, con lo que él "quiere ser" o "tener" y que, a veces, no
tiene. Expresa también sus temores y preocupaciones y sus conflictos emocio-
nales en relaci¢n con su pareja, o consigo mismo. Todo ésto, lo podemos dedu-
cir del relato o historial que nos hace sobre la pareja.
 
Pero, una cosa es lo que el sujeto cuenta en su versi¢n sobre las
figuras dibujadas, y otra cosa puede ser lo que expresan realmente sus DFH.
Lo que el sujeto intenta representar en el dibujo, puede hacerlo de dos
maneras :
a) dando a las figuras aspectos quietos o de "flexi¢n"
(figuras quietas, encogidas, sentadas, acostadas, con las piernas y los brazos
pegados al cuerpo, etc.), y
b) dotando a las figuras de movimientos de extensi¢n, es decir,
en actitud de desplazamiento, en posici¢n erguida, con los brazos extendidos,
andando, saltando, en actitud agresiva, etc. .
 
En el primer caso, si las figuras no tienen movimiento, la actitud
real del sujeto es pasiva, sumisa, y puede estar impregnada de un tono depre-
sivo o disf¢rico, de desilusi¢n, de renuncia o resignaci¢n.
 
Cuando las figuras están en movimiento, con rostro animado y los bra-
zos y las piernas en extensi¢n , reflejan actividad, lucha
por la vida, ambici¢n, deseo de vivir, extraversi¢n, etc.
 
Por tanto, una tarea importante, es aquella de cotejar las historias
o relatos que el sujeto hace de las figuras dibujadas y comprobar, si el tipo
de quietud o de movimiento de las figuras, se corresponde con la acci¢n que
a las mismas se les atribuye en cada historia.
 
FIGURAS A LAS QUE SE LE IMPRIME UN MOVIMIENTO ARMONICO
El sujeto sublima las relaciones de la pareja. Vive realmente el
ideal de querer amar y compenetrarse con su partenaire en una fusi¢n arm¢nica
y esperanzada. Hace proyectos para alegrar la convivencia. Este ideal es com-
partido por su pareja, si el sujeto es casado y se comprueba que no hay con-
flictos emocionales a través de los relatos sobre las figuras dibujadas y en
la entrevista con el candidato.
Expresar  lo mismo, si el dibujo pertenece a un j¢ven soltero que
tiene novia. Si no la tiene, se trata de una fantasia romantica, del ideal
amoroso con que el sujeto sue¤a.
 
UNA FIGURA CON MOVIMIENTO Y LA OTRA QUIETA O ESTATICA
Siempre que hay divergencias en el modo de tratar las figuras, es
un indicador de conflictos en la pareja, falta comprensi¢n y armonia en
la convivencia matrimonial o prematrimonial. Esta posibilidad de discrepan-
cias y conflictos, de desavenencias y, a veces de agresiones, es tanto más
grave cuanta más disonancia, distorsi¢n, separaci¢n, diferencias en el trata-
miento, etc. hay entre una y otra figura.
 
Si la figura que tiene movimiento es inarm¢nica y extra¤a y el dina-
mismo es acusado con cierto énfasis, podriamos hallarnos ante un caso de
psic¢sis. Se ver  por el contexto, dibujo-historia, que el pensamiento del su-
jeto, en los relatos y en la entrevista, no es coherente y contrasta con la
realidad. El universo que vive el sujeto es irreal y sus ideas y perspectivas
están deformadas por su irrealidad. Esta disgregaci¢n entre el Yo y el mundo,
de la cual el sujeto no se da cuenta, puede resultar peligrosa e incapacitarle
para ocupar puestos de trabajo más o menos cualificados. De todos modos, ser 
necesario cotejar, con otras pruebas, la importancia de la desadaptaci¢n.
.
Las disociaciones y contrastes de éste tipo, son casi siempre fruto de
mecanismos de defensa inconscientes de tipo esquizoide, frente a ansiedades
persecutorias, pero no en todos los casos debemos ver un sindrome patol¢gico
en la divergencia de movimiento de las figuras. Puede tratarse, algunas veces,
de sintomas de incomprensi¢n, desavenencia y conflictos en la pareja.
 
FIGURAS SENTADAS, INMOVILES, CON PIERNAS Y BRAZOS PEGADOS AL CUERPO.-
Si el sujeto en su relato se muestra resignado, poco luchador y espera
que algun dia mejorar  su situaci¢n, se tratar , sin duda, de una personalidad
poco activa, pasiva, sumisa o que está viviendo algun estado depresivo.
 
La persona pasiva, suele sentir cierta aversi¢n a todo esfuerzo extra
por remontar problemas, obst culos y dificultades, puesto que combatir contra
otros o contra la adversidad, puede llevarle a situaciones inc¢modas que no
desea tener. El sujeto no quiere moverse peligrosamente en ¢rbitas distintas
a las que le son habituales y mucho menos enfrentarse con corage contra
aquello o aquellos que le perjudican o le están defraudando.
No ser  raro encontrar, en los sujetos que dibujan sus figuras quietas
y encogidas (brazos y piernas pegados al cuerpo), una actitud de expectativa,
de desconfianza, incluso de rigidez defensiva y lentitud de adaptaci¢n, fuera
de los ambientes en que se sienten seguros.
Como en las respuestas del tests de Rorschach, las figuras quietas
o en flexi¢n, suelen darse en sujetos con tendencia depresiva o en estado de
regresi¢n, como consecuencia de una evoluci¢n defectuosa.
 
RESUMEN DEL MOVIMIENTO O POSICIONB ESTATICA DE LAS FIGURAS.-
La actitud de movimiento o de quietud de las figuras es importante
bajo el punto de vista psicol¢gico. Diferencia a los sujetos pasivos y
dependientes, de los sujetos activos, luchadores y emprendedores.
 
Las figuras trazadas con lineas firmes y seguras, sin distorsio-
nes, dando a los DFH un aspecto más o menos arm¢nico y equilibrado, corres-
ponden a sujetos sanos, din micos, con gran vitalidad, optimismo, seguri-
dad y confianza en resolver dificultades o situaciones adversas. Este tipo
de individuo, se marca objetivos y los cumple, resiste las presiones y opo-
siciones con valor y es fiel a si mismo .
 
Las figuras trazadas con lineas débiles, vacilantes, inseguras, con
retoques frecuentes y poco coherentes, aunque tengan movimiento, se¤ala a los
sujetos débiles o enfermizos cuyos recursos de energia se agotan pronto y por
debilidad de carácter no pueden resistir los embates de la vida y adoptan
la actitud sumisa, claudicante y pasiva .
 
 

 
INDICADORES GRAFICOS PASIVOS Y DE MOVIMIENTO EN LAS FIGURAS.-
 
Tomamos de Carlos J. Biedma y de Pedro G. d'Alfonso y de su obra
"El lenguaje del dibujo",(Editorial Kapelusz, Buenos Aires), los elementos
de los dibujos que, seg£n ‚stos autores, expresan dinamismo (*) :.
 
a) -- Figuras humanas andando, luchando, acerc ndose, jugando,
paseando, etc.-
b) -- Entorno con animales, plantas y sus diferentes partes.
c) -- Paisajes con nubes, astros, fen¢menos atmosf‚ricos,
lluvia, viento, etc.
d) -- Astros con emanaci¢n de energia o de luz.
e) -- Humo, liquidos en movimiento, fuego y objetos en combusti¢n.
f) -- Instrumentos y objetos con expresi¢n de energia o de luz.
g) -- Instrumentos de m£sica y con emisi¢n de notas.
h) -- Telas y banderas agitadas por el viento.
i) -- Dibujos expresando una evoluci¢n o cambio de estado : explo-
siones, tormentas, flechas, etc.
 
Expresan pasividad o deficiencia en el tono dinámico, aversi¢n a todo
esfuerzo extra y por tanto, renuncia a combatir y remontar dificultades, sumi-
si¢n, dependencia, rigidez defemsiva y tendencia a la depresi¢n. los siguien-
tes indicadores :
 
a) -- Figuras humanas sentadas, acostadas o en reposo, cuerpo y miem-
bros rigidos, en flexi¢n o inm¢viles y con brazos y piernas
pegados al cuerpo, etc.
b) -- Máscaras, estatuas, poses para una fotografia, espera en una
parada de autob£s, etc.
c) -- Animales y plantas que forman parte de un motivo decorativo.
d) -- Paisaje sin nubes, sin astros o sin fen¢menos atmosf‚ricos.
e) -- Astros sin emanaci¢n de energia o de luz.
f) -- Telas y banderas sin movimiento, como objeto de decoraci¢n.
g) -- Arboles sin hojas, flores cortadas, frutos cortados.
h) -- Medios de locomoci¢n, como autom¢viles, barcos, aviones, m qui-
nas o parte de m quinas sin indicaci¢n de movimiento o de ener-
gia o sin personas que las accione o dirija.
 
En algunos casos, para determinar el dinamismo o la pasividad, es nece-
sario recurrir a la descripci¢n de las historias sobre las figuras, buscando
la aclaraci¢n que hace el sujeto sobre lo que hacen las figuras dibujadas.
Por supuesto, si los DFH presentan una actitud quieta y pegada de los
brazos y del aparato locomotor, y el sujeto intenta dar una acci¢n inexistente
a sus figuras, hemos de sospechar la costumbre de mentir y de querer justifi-
car sus fallos o deficiencias personales inventando excusas.
 
Ver otros aspectos del MOVIMIENTO en la siguiente descripci¢n :
 
 

 
POSTURAS Y ACTITUDES DE LAS FIGURAS.-
 
Las posturas de las figuras, indican generalmente, la actitud afectiva
más frecuente del sujeto frente a las personas de su entorno.
 
UNA FIGURA DE PERFIL Y LA OTRA DE FRENTE VOLVIENDOLE LA ESPALDA.-
Suele ser un indicador de inseguridad o dificultad en la forma de en-
tender los deseos o la actitud de otros o del propio partenaire. Normalmente,
quien tiene necesidad de ser escuchado y comprendido, es el sujeto de la fi-
gura que está de frente. El componente de la pareja que está de perfil, no
escucha, da la espalda a la realidad, se siente incomprendido o mal interpre-
tado en su rol como pareja, dentro de su esfera matrimonial y, a veces, en
su ¢rbita familiar, social o profesional. En cualquier caso, la figura de
perfil, denuncia un sentimiento de frustraci¢n en la esfera afectiva, una
adaptaci¢n ideo-afectiva incompleta, dificultosa, no abierta, del sujeto con
su partenaire o con sus compa¤eros de trabajo.
Juega un importante papel, en la interpretaci¢n de éste signo, la
expresi¢n del rostro y los movimientos de brazos y piernas de cada una de
las figuras, si los DFH están completos. Si solamente se ha dibujado la
cabeza o medio cuerpo, la desadaptaci¢n es mucho más importante.
 
FIGURAS DE PERFIL ENFRENTADAS
Cuando la expresi¢n del rostro de una, o de ambas figuras, es agresiva,
indica las desavenencias probables entre el sujeto y su pareja. Según el grado
de estructuraci¢n, de armonia y equilibrio de las figuras, éstas desavenencias
en la pareja, pueden estar motivadas por la inmadurez afectiva o por fallos
de adaptaci¢n en alguno de los componentes del matrimonio, o de los dos. Suele
darse ‚ste caso en matrimonios precoces o forzados, contraidos antes de los
veinte a¤os. Estos estados de frustraci¢n y de insatisfacci¢n sexual y afecti-
va, pueden influir en el rendimiento laboral, si el sujeto no compensa, en
su trabajo, las frustaciones de su vida sexual y sentimental, sobre todo en
sujetos con poca madurez intelectual y moral y si, en algun sentido el ambien-
te laboral o el trabajo, no llegan a constituir un aliciente gratificador para
el sujeto. Si la expresi¢n del rostro de las figuras es más bien afable, puede
indicar un deseo de uni¢n, de proximidad amorosa, de relaci¢n sexual. En caso
de duda, la historia sobre la pareja, nos podr  indicar en qu‚ sentido se debe
interpretar éste signo.
 
FIGURAS DE PERFIL INVERTIDO O DANDO LA ESPALDA LA UNA A LA OTRA.-
Suele ser un claro indicador de las desavenencias del sujeto con
su pareja o con las personas del otro sexo, tanto si el dibujo lo realiza un
var¢n como una fémina. Son frecuentes los fracasos escolares de niños cuyos
padres están mal avenidos, separados o divorciados. Los complejos de abandono,
de desamparo o marginaci¢n, minan la afectividad de éstos sufrientes infantes.
Los fallos en la compenetraci¢n matrimonial, no s¢lo influyen en el desarrollo
afectivo de los hijos, sin¢ también --y como hemos dicho antes--, pueden in-
fluir tambi‚n en los rendimientos de trabajo. Un hombre, o una mujer, que
arrastre un fracaso matrimonial, es un ser incompleto, traumatizado, que £ni-
camente puede encontrar su propia compensaci¢n y realizaci¢n en el trabajo.
Pero, a£n con ‚ste logro, si es que llega a identificarse con su tarea laboral
y con los compa¤eros, ser  siempre una persona sensible a los contratiempos.
 
El caso es amargo y muy traumatizante, si éstos sujetos no encuentran
un trabajo y un ambiente laboral que compense su sentimiento de fracaso y de
incompletud. Estos sujetos suelen ir dando tumbos de una empresa a otra sin
encontrar su camino de realizaci¢n. Andan por la vida sin concierto ni norte
y pueden acabar en el alcoholismo o en la drogadicci¢n.
 
Hay que tener en cuenta que éste signo puede señalar s¢lo una situa-
i¢n transitoria, más o menos dramática, como puede ser la reacci¢n de la mujer
cuando se entera de la infidelidad del esposo o viceversa, el esposo descubre
la infidelidad de la mujer. El impacto emocional frustrante puede acabar, o
no, en una reconciliaci¢n a causa de los hijos y desaparecer, con el tiempo,
el trauma emocional. Por tanto, hay que investigar a fondo ‚ste y otros signos
para darles el adecuado significado.
 
FIGURAS DIBUJADAS COMPLETAMENTE DE ESPALDAS AL ESPECTADOR
Puede significar que la pareja vive las relaciones amorosas de espaldas
a las convenciones sociales o en contra del consentimiento paternal. Sea por
lo que fuere, el sujeto quiere ocultar, o que pasen inadvertidas, sus relacio-
nes afectivas o, al menos, expresa un deseo de huir del control social.
 
La Dra. Romano ha observado éste signo en personas que huyen ante una
tarea que no desean realizar, que podria ser la misma prueba, en algun caso.
El hecho de "dar la espalda", sugiere alejarse de los demás, huir de algo que
no gusta, de algo que no se quiere ver, o que no se quiere participar, es un
intento de ocultamiento. El origen de esta actitud puede estar, en la oculta-
ci¢n de acciones o deseos, o en el miedo a ser acosado o atacado.
En cualquier caso, el sujeto tiene que cubrirse con el disimulo, la
insinceridad o la ocultaci¢n. Esto supone mantener un estado constante de
precauci¢n, de cautela, con respecto al pensamiento y las maniobras ajenas,
lo que supone vivir en una situaci¢n interna de alerta y de tensi¢n que le
hace consumir gran cantidad de energia. Por ‚sta raz¢n, la capacidad de la
atenci¢n y concentraci¢n en los estudios o en el trabajo, puede sufrir mer-
mas más o menos importantes cuando se producen ‚stos casos.
 
FIGURAS SEPARADAS O DISTANCIADAS LA UNA DE LA OTRA
Puede ser un indicador de miedo o abstinencia del contacto fisico
directo con el otro sexo, o deseo de separaci¢n del sujeto con su pareja. Como
consecuencia de ésta actitud, si se trata de una persona soltera, puede haber
caido en la masturbaci¢n o en otras formas de sexualidad no ortodoxas, como
puede ser la homosexualidad, el fetichismo, el voyeurismo u otras fantasias
sustitutivas del coito normal.
Si se trata de una persona casada, puede sospecharse dificultades de
comprensi¢n, graves faltas de convivencia o desamor. La pareja puede no satis-
facer adecuadamente la parte moral o afectiva o, simplemente, la sexualidad.
En ciertos adolescentes (, puede se¤alar el deseo de indepen-
dizarse de una madre autoritaria y castrante.
La separaci¢n de las figuras, tanto si la realiza un hombre como una
mujer, puede ser un deseo o un temor fisico o moral. En cualquier caso ser 
la expresi¢n de un desajuste en las relaciones del Yo con el T£, ya se trate
de la intimidad con el otro sexo, o del entendimiento del sujeto con la madre,
el padre o su partenaire.
 
PROXIMIDAD ENTRE UNA Y OTRA FIGURA
Si la actitud de las figuras es afable, no agresiva y se mira la
una a la otra, es indicio de deseo de intimidad con una persona del otro sexo.
Pero si las figuras dibujadas están rigidas y no se miran la una a la otra,
aunque los dibujos hayan sido cuidadosamente elaborados, el deseo de acerca-
miento, de intimidad, está reprimido. El sujeto desea "guardar las formas",
a pesar de que puede haber confianza probable entre ambos Š incluso relacio-
nes intimas. Cuando las figuras presentan excesiva rigidez, los deseos están
controlados por la represi¢n.
 
DIBUJO DE FIGURAS SENTADAS
La interpretaci¢n depende mucho de la expresi¢n del rostro de las
figuras dibujadas. Si los rostros están sonrientes, si no hay sombreados ni
transparencias y las proporciones de los dibujos son más o menos normales
y equilibradas, puede ser un indicador de resignaci¢n pasiva a los proble-
mas vitales, de deseo de paz y tranquilidad en la pareja, la cual no quiere
luchar o mantener desavenencias, sin¢ buscar a sus vidas soluciones cordiales.
 
FIGURAS UNIDAS POR LAS MANOS
 
************* Sigue en la 3¦ parte : DFH-TRE ******
TERCERA PARTE de "EL DIBUJO Y LA PERSONALIDAD" : DFH-TRE.-
 
-- Por Augusto Vels --
 
 
FIGURAS UNIDAS POR LAS MANOS
Las manos se unen para dar muestras de amistad o amor. Aqui, como en
todos los casos, éste signo de contacto se debe interpretar teniendo en cuen-
ta la expresi¢n de las figuras, su tama¤o, su postura quieta o en movimiento
y las posibles distorsiones o anomalias presentes en el dibujo.
También se debe observar, por la historia sobre las figuras, si en el
dibujo se personaliza el Yo del sujeto, a amigos o figuras parentales.
 
Si en el dibujo no hay distorsiones o cualquier otro signo negativo,
es un indicador de relaciones amorosas satisfactorias. Deseo de llegar a
unas relaciones de éste tipo con su pareja, si en la historia se personali-
zan a otras personas (amigos, vecinos, conocidos, padres, etc.). Las relacio-
nes matrimoniales son arm¢nicas, si el sujeto es casado, y lo mismo las del
sujeto en su ambiente social y laboral.
 
Si las figuras andan o pasean cogidas de la mano, puede ser un indica-
dor de una imaginaci¢n romántica, poética, con necesidadesde tipo introversivo.
Puede indicar también la tendencia a proyectarse a si mismo sobre cualquier
persona o cosa por la que sienta admiraci¢n. Si las figuras están bien resuel-
tas, es indicio de un nivel estético, amoroso y ético superior.
 
Cuando las figuras presentan anomalias, sombreados, distorsiones, dese-
quilibrios, etc. el deseo de expansionar y armonizar los afectos de amor, de
amistad o de buen entendimiento, pueden estar frustrados o en conflicto.
 
DIBUJO DE LAS FIGURAS TOMÁNDOSE LAS MANOS
Tomar la mano, es un gesto de efusi¢n afectiva, de cordialidad, de
acogimiento, o de amparo o protecci¢n, seg£n los casos. Tomarse de las manos
es transmitir a otro nuestro propio calor, es dar una muestra de nuestro apre-
cio, de nuestro buen acogimiento o de nuestro cari¤o o amor.
A través de la mano se enlaza la amistad, se ligan los negocios y se
"liga" con el amor. Tomarse de la mano la pareja, es una buena señal de com-
penetraci¢n, de buena convivencia y de m£tua participaci¢n afectiva. Puede
ser también señal de flechazo s£bito o deseo de estabilizar una situaci¢n amo-
rosa o de convertir una vieja amistad en amor.

Hay que tener en cuenta "quien toma las manos a quién". Si es el


hombre el que toma las manos a la mujer, la figura protectora y quien lleva
la iniciativa de posesi¢n es el var¢n. Si el dibujo está realizado por una
mujer, y es el var¢n quien toma las manos de ella, ésta quiere sentirse
acariciada, poseida y protegida como si fuera una gatita melosa. La expre-
si¢n de los rostros y el relato sobre las figuras lo confirmar .
Cuando el dibujo es de un hombre y es la mujer quien toma las manos
del var¢n, éste expresa su deseo de apoyo y protecci¢n por parte de la mujer.
 
DFH DONDE LA FIGURA FEMENINA SE CUELGA DEL BRAZO DEL VARON.-
Si el dibujo está realizado por un hombre, es una clara expresi¢n del
deseo de dominar y proteger a su partenaire (novia o esposa). Si es el hombre
el que se cuelga del brazo de la mujer, es que busca protecci¢n en ella,
es decir, busca apoyo en la mujer. Puede desprenderse de ‚sta necesidad de
apoyo un complejo de destete (retirada antes de tiempo o prolongaci¢n excesiva
del pecho de la madre). Las personas que sufren éste complejo, se caracterizan
por un deseo de "posesividad exigente", por una gran sensibilidad a la frustra-
ci¢n, por una avidez excesiva y tir nica y por no querer desprenderse o
renunciar a nada. Tienen miedo al abandono y a la postergaci¢n, a sentirse
marginados, a que no se les preste la suficiente ayuda y atenci¢n. El sujeto
quiere seguir dependiendo de la "imago interna" que tiene de la madre.
El complejo de destete, se da igualmente en el hombre que en la mujer
y se revela por los mismos signos. En la mujer, éste signo puede indicar el
"deseo de ser poseida" (Xandr¢).-
 
DFH DONDE LAS FIGURAS SE BESAN.-
El beso, cuando la expresi¢n de las figuras no tiene otro sentido
que la delicada ternura o la manifestaci¢n de un sentimiento de amistad, su
significaci¢n no puede transcender más allá del deseo plat¢nico de vivir un
amor que represente la fusi¢n de dos almas que se quieren y se aceptan m£tua-
mente. Ahora bien, no hay que olvidar que, en el beso, participan también
los tres sentidos más materialistas : el tacto, el gusto y el olfato, por lo
que es también el preludio del acto sexual, la primera etapa en el camino de
la voluptuosidad. Los amantes se toman en m£tua posesi¢n a través del beso
y polarizan toda la sensibilidad en la boca, confundiendo los alientos en
una uni¢n que les transporta a los mágicos deleites del sexo.
Por tanto, hemos de diferenciar los dos tipos de beso, tanto en la
postura de las figuras como en la descripci¢n que el sujeto hace de la
pareja en su historia o relato.
Los besos sin intenci¢n sexual materializada, son normales en adoles-
centes muy enamorados y en muchachos j¢venes.
Si los DFH han sido realizados por una fémina, ésta puede mostrar con
ello cierta ausencia de prejuicios. Su deseo de amor hacia un hombre puede
ser intenso y positivo, especialmente si concurre la misma situaci¢n en su
historia sobre la pareja. Pero ésto no quiere decir que todos los hombres
sean buenos y aceptables para ella. Si el dibujo es de un hombre, éste puede
ser un indicador de tendencia a las aventuras sexuales.
Cuando un sujeto "var¢n" dibuja a dos personas de su propio sexo besán-
dose, las tendencias homosexuales están presentes y el sujeto no se recata,
hace exhibici¢n de sus inclinaciones.
 
FIGURAS ABRAZANDOSE
Los brazos y las manos, son los instrumentos u ¢rganos externos de los
que se sirve el cerebro para manifestar el pensamiento, los deseos y la acci¢n.
Los brazos y las manos nos permiten coger y retener las cosas que nos apetecen.
El acto de abrazar, es de alguna manera, rodear cariñosamente el cuerpo de otra
persona aprision ndola como si la quisiéramos retener a nuestro lado.
 
El dibujo de personas abrazadas, puede significar el deseo de retener
a alguien (amigo o partenaire) en un lazo amistoso de amor, incluso en forma
de "posesi¢n en exclusiva".
Si el sujeto que dibuja es casado, y la historia protagoniza al mismo
dibujante, podemos deducir una cierta armonia conyugal, un matrimonio arm¢nico,
feliz, bien avenido. o el deseo de que se realice una relaci¢n amorosa positiva
en la pareja. Si la historia no se corresponde con el dibujo y el sujeto no se
ha protagonizado en ella, puede ser un mensaje expresivo del anhelo incumplido
que tiene el sujeto de una uni¢n feliz.
 
FIGURAS DIBUJADAS REPRESENTANDO ESCENAS DE AMOR
Estas escenas pueden ser, entre otras, las siguientes : el var¢n arro-
dillado ante su dama, con un ramo de flores en la mano o con la mano en el
coraz¢n; figura masculina entregando unas flores a su pareja a trav‚s de una
reja; figuras paseando abrazadas, entre otros ejemplos.
 
Si no se trata de un intento de ridiculizar el amor, caso frecuente
en sujetos afectados por sentimientos de frustraci¢n, desenga¤o o insatisfac-
ci¢n sexual, éstas escenas rom nticas, pueden indicar un "sentido trasnochado
u obsoleto del amor" (Xandr¢).
 
FIGURAS INCLINADAS, COMO CAYNDOSE HACIA UN LADO
Esta es una anomalia que no se presenta, generalmente, s¢la. Es fre-
cuente que vaya unida a otros signos, como pueden ser : omisiones del cuello,
de la nariz, de la boca o de las extremidades, roturas, distorsiones, sombrea-
dos, etc.. Este desequilibrio en la postura del cuerpo de las figuras, se debe
interpretar teniendo en cuentra otras pruebas, pues puede ser un indicador,
no s¢lo de inestabilidad psicol¢gica, sino tambien de un comienzo del derrum-
be de la personalidad. Normalmente, es indicador de conflictos, de sensaci¢n
profunda de fracaso o de disturbios en el desarrollo de la actividad social,
profesional o amorosa que incide en un derrumbamiento depresivo ante cual-
quier adversidad o choque moral. Este estado puede dar lugar a respuestas
agresivas y  cidas, si en el dibujo son frecuentes los trazos  ngulosos,
los dedos puntiagudos, los cortes de cohesi¢n y otros signos negativos.
 
Hammer, describe éste signo como sintoma pre-esquizofrénico y Karen
Machover lo observ¢ en sujetos afectados por sentimientos de desequilibrio
mental o como transtornos de la personalidad.
 
Nosotros hemos observado los dibujos de figuras inclinadas o "volcadas"
en personas que parecia faltarles una base firme donde apoyar sus ideas y su
personalidad. Se trataba de personas en paro, desprotegidas, que navegaban
por la vida como barco sin tim¢n y a la deriva. Estas personas, plenamente
desesperanzadas, acusaban una fuerte susceptibilidad y respondian con ironia
agresiva a ciertas preguntas durante la entrevista. Es fácil imaginar el senti-
miento de impotencia de ‚stas personas frente a una realidad adversa, cruel y
desesperante.
 
DIBUJAR UNA TERCERA FIGURA JUNTO A LA PAREJA.-
Lo mismo puede tratarse de la coexistencia afectiva o amorosa del suje-
to hacia dos personas, madre y esposa, esposa e hija, por ejemplo, si el
dibujo es de un var¢n, que de una incertidumbre o duda con respecto a lo que
cada una de ellas puede representar para ‚l. Todo depende del contexto.
Si la tercera persona dibujada es del mismo sexo que el dibujante,
puede sepresentar una actitud de celos o la presencia simult nea de tendencias
homosexuales y heterosexuales.
Si la tercera persona es del sexo opuesto, puede ser un indicador
de un complejo de Edipo mal liquidado. Como he dicho antes, el historial que
haya hecho el sujeto sobre las figuras puede aclarar el significado
Si la tercera persona es un infante, puede haber algun problema psico-
afectivo relacionado con esa figura. Nosotros detectamos un caso donde
esa tercera figura era una ni¤a que aparecia en el dibujo como esfumada a tra-
v‚s de unos trazos muy d‚biles que contrastaban con los trazos de las otras
figuras. Preguntado al sujeto, qu‚ representaba aqu‚l dibujo, nos aclar¢ que
se trataba de su hija que habia muerto recientemente en un accidente de auto-
m¢vil cuando intent¢ adelantar peligrosamente a otro vehiculo. "Es como si
yo mismo la hubiese matado".
 
Esta tercera persona junto a la pareja, la hemos observado en adultos
varones con esposa y amante. Pero si la tercera persona dibujada es del sexo
contrario, no se deben descartar los celos (miedo a ser desplazado o abando-
nado) por la dedicaci¢n de más atenci¢n al hijo o a un amigo, por parte del
otro componente de la pareja.
 
Si la tercera persona aparece en segundo plano, puede tratarse de una
supervivencia subconsciente de un amor pasado, profundamente sentido, que no
se puede olvidar y que sigue influyendo en el sujeto, sin que la conciencia
del estado actual con otra pareja, lo haya podido eliminar. También puede
referirse a la im gen de la madre y a un complejo de Edipo no liquidado. En
algun caso, hemos encontrado ‚sta tercera persona en sujetos que juegan
una doble carta amorosa o dispersan sus ilusiones sentimentales con dos perso-
nas a la vez. Este es un signo dificil de interpretar, si no se recurre a
otros medios de exploraci¢n de la personalidad y si el relato sobre las figu-
ras dibujadas, o el propio sujeto, no aclara el significado.
 
DIBUJO DE TRES O MÁS FIGURAS INFANTILES, FRECUENTEMENTE MAL HECHAS.-
Suele ser un indicio de inmadurez. Los patrones de conducta del indi-
viduo, mantienen caracteristicas que recuerdan la vida infantil, de donde una
capacidad de comprensi¢n limitada, ya que se le pide el dibujo de una pareja.
Esta distorsi¢n entre lo que se le pide al sujeto y lo que ‚ste realiza, refle-
ja una mala adaptaci¢n del sujeto frente a situaciones nuevas o frente a todo
aquello que sale fuera de lo que él conoce o de sus hábitos rutinarios de vida,
de relaci¢n o de trabajo. Por tanto, le ser  dificil desenvolverse en tareas
variadas que requieran facilidad de comprensi¢n y de asimilaci¢n y adaptaci¢n
r pida a nuevas situaciones.
 
FIGURAS REDUCIDAS A FORMAS ESQUEMATICAS
Ciertos sijetos esquematizan sus figuras con más o menos arte y habili-
dad, realizando las mismas con formas muy simplificads, unas veces originales,
y otrasveces estramb¢ticas . Lo más frecuente es hacer la
pareja dándole a las figuras forma de alambre .
 
En la mayor parte de casos, hay que sospechar una actitud evasiva fren-
te a la prueba. El sujeto realiza una fuga frente a una situaci¢n que puede
poner en ridiculo su deseo de valia, bien sea por temor a un fracaso que dis-
minuya su deseo de "ser", de hacerse valer, o de hacerse apreciar; bien por
temor a no poder superar la nueva situaci¢n brillantemente. Recurre al truco
de la esquematizaci¢n como medio de "salvar la situaci¢n" de modo airoso.
 
En el caso de dibujos originales, hay que reconocer cierto talento
abstracto o quizá  la costumbre de esquematizar como medio de respresenta-
ci¢n intelectual de contenidos abstractos. Puede darse en sujetos dedicados
a la publicidad o al arte. También puede ocurrir, que el sujeto tenga una
concepci¢n abstracta, ya elaborada, sobre la vida de la pareja y exprese
de ‚sta manera su forma de enfocar el amor y el matrimonio, en cuyo caso,
lo más probable es que sea un sentimental frustrado o fracasado.
 
Otra posible interpretaci¢n sobre las figuras humanas esquematizadas
es la del descontento del propio cuerpo (sentimientos de inferioridad o de
minusvalia fisica). En fin, como en otros casos, para dar una interpretaci¢n
justa, es necesario estudiar cada caso conjuntamente con los relatos sobre
las figuras dibujadas. (Ver también FIGURAS GROTESCAS).-
 
MONIGOTES O FIGURAS IMPROPIAS DE ADULTOS.-
Nos encontramos, en éste caso, con sujetos que no han completado
su madurez psicol¢gica, capaces de reacciones muy simples, de pensar,
decir y actuar con pobreza de criterio, como consecuencia del insuficiente
desarrollo intelectual. En algunos casos, si los monigotes están bien hechos,
puede indicar sentido del humor o critica humoristica de si mismo.
 
De todos modos, creo oportuno citar aqui las tres etapas del desarro-
llo humano indicadas por Henri Wallon con referencia a los "grafemas". Seg£n
Wallon, hay tres niveles en la etapa evolutiva : a) el nivel "motor" que se
refiere a las reacciones a base de excitaciones o de simples descargas de la
motricidad; b) el nivel "perceptivo" en que el sujeto es capaz de copiar
sobre el papel el objeto o modelo que tiene delante; y c) el nivel "represen-
tativo" en el que ya hay una evoluci¢n intelectualizada que permite al sujeto
reproducir objetos anteriormente percibidos y crear en torno a ellos nuevos
molelos o combinaciones de ellos.
 
Estas etapas de la evoluci¢n, referidas a los "grafemas", a la escri-
tura manual, pueden ser, sin duda ciertas, pero aplicadas a los dibujos, no lo
son tanto, pues éstos no alcanzan en la escuela, el mismo grado de enseñanza,
de atenci¢n escolar y de perfeccionamiento que la escritura.

EN RESUMEN :
Las posturas de las figuras en los DFH sugieren, normalmente, alguna
clase de tensi¢n cinest‚sica o de movimiento. La expresi¢n de los movimientos
posturales y gestuales del cuerpo, de la cabeza, de las manos, pies y piernas,
nos proporcionan informaci¢n acerca de nuestra vida afectiva y de nuestro
equilibrio psiquico y emocional.
 
Bajo el punto de vista cinest‚sico o de movimiento, las figuras dibu-
jadas pueden indicarnos los diversos grados de "tensi¢n-dureza" establecidos
por el Dr. Pophal, los cuales pueden ir desde la movilidad más extrema, al
mayor grado de rigidez.
 
Los dibujos que sugieren movimiento : figuras andando, corriendo, mo-
viendo el cuerpo, los brazos, las piernas y los mismos rasgos faciales, nos
indican, de alguna manera, el impulso a la actividad motora, el dinamismo,
la necesidad de alcanzar la satisfacci¢n o el alivio de las tensiones, a tra-
vés de la acci¢n. Los sujetos inquietos e inestables, los hipermaniacos y los
col‚ricos, dibujan figuras más o menos din micas o en movimiento.
 
Por el contrario, las figuras quietas o inm¢viles, con impresi¢n de
"rigidez" , corresponden a individuos con hondos y serios con-
flictos que bloquean su capacidad de respuesta, la adecuada reacci¢n a ciertos
problemas o acontecimientos externos, o a situaciones no previstas. Esta barre-
ra entre el sujeto y su entorno, no es otra cosa que una "coraza defensiva"
para protegerse contra la "inseguridad", coraza a veces sumamente fr gil,
a pesar de los camuflages con los que se intenta ocultar.
 
La rigidez de las figuras, es un indicador de la incapacidad que tiene
el individuo para cambiar de pensamiento o de actitud, cuando las condiciones
o situaciones externas lo exigen. La rigidez supone un modo de comportamiento
inapropiado. Es, como hemos dicho antes, "una coraza defensiva" que el sujeto
interpone entre él y su mundo circundante para no perder "la seguridad".
 
Por el contrario, la movilidad de las figuras, es la capacidad que
tiene el sujeto para moverse, adaptarse y cambiar de actitud, de acuerdo con
las exigencias del entorno, sin perder, necesariamente, su individualidad, sus
convicciones internas. Este ajuste a la realidad, supone una mente y una psique
sanas, una descarga natural de las tensiones, incluida la satisfacci¢n sexual.
 
Las figuras sentadas o en flexi¢n, suelen expresar un bajo nivel de
energia o un estado de agotamiento que impide al sujeto enfrentarse con reso-
luci¢n,  nimo y valor, a los problemas y dificultades que tiene delante y que
le presionan con más o menos angustia. Lo mismo podriamos decir sobre las
figuras inclinadas o que parece van a caer de lado, a las cuales habria que
a¤adir la sensaci¢n de "derrumbamiento moral o fracaso" que se desprende de
ésta postura..
 
 

 
ANOMALIAS Y PECULIARIDADES EN EL DIBUJO DE LAS FIGURAS.
 
Nos referimos en éste apartado a los dibujos que presenta peculiarida-
des raras o propias, únicamente, del sujeto que las realiza. dentro de ‚stas
peculiaridades, la más corriente es dibujar s¢lo la cabeza de las figuras,
pero hay otras singularidades menos frecuentes. Veamos algunas :
 
DIBUJAR SOLO LA CABEZA DE LAS FIGURAS.-
Probable tendencia a ocultar los problemas de convivencia intima del
sujeto con su pareja. Puede se¤alar también deficiencias del sujeto en algún
aspecto de su vida privada o de su autoestima fisica, como puede ser, por
ejemplo, la impotencia sexual o la ocultaci¢n de tendencias homosexuales.
En ‚stos casos, el sujeto s¢lo quiere dejar ver "su parte social". Seg£n el
modo de tratar en el dibujo al sexo contrario, el sujeto puede contar con
un partenaire más o menos adaptable, en cuyo caso la unión matrimonial
puede
resultar en algunos momentos aceptable e incluso satisfactoria y arm¢nica.
Pero si el sujeto presenta signos de fuerte individualidad y no encuentra
ningún eco en su c¢nyuge, o compañero afectivo, pueden ser muy frecuentes
los choques y conflictos en la convivencia de la pareja. La fuerte indivi-
dualidad, la propensi¢n a obrar seg£n los propios deseos, sin que en la mente
se represente otra idea que la de la propia satisfacci¢n, con olvido o esci-
si¢n de los deseos y necesidades del otro componente de la pareja, son los
más frecuentes fallos de la convivencia marital y causa de las separaciones.
 
EN UNA FIGURA SE DIBUJA SOLO LA CABEZA Y EN LA OTRA TODO EL CUERPO.
Desprecio del sexo que queda incompleto. Negaci¢n de la igualdad
social y del valor que tiene el otro sexo. Si el dibujo completo lo ha rea-
lizado un var¢n, éste no puede superar su complejo "machista". Si la figura
completa la realiz¢ una mujer y s¢lo dibuj¢ la cabeza del var¢n, ésta nos
muestra su "protesta feminista", su desprecio al hombre en general. Simb¢li-
camente, decapita o castra al var¢n, con lo cual resuelve inconscientemente
su envidia del pene. De ‚ste modo, gana la superioridad sobre el "macho".
Este tipo de dibujo lo he observado en dos mujeres feministas, no muy agra-
ciadas fisicamente, lo que no quiere decir que todas las feministas sean
poco agraciadas o quieran, inconscientemente, castrar a los hombres.
 
UNOS ASPECTOS DE LOS DFH SE CUIDAN EN EXCESO Y OTROS QUEDAN SIN
TERMINAR.
Hammer interpreta éste caso como "irregularidades y falta de con-
tinuidad en la manera de exteriorizar los afectos".
Cuando una de las figuras está cuidada en todos sus detalles y bien
estructurada y la otra está deficientemente estructurada y poco cuidada en
los detalles del rostro, manos y pies, etc., contrastando con la intenci¢n
estética que gui¢ el dibujo de la primera, puede sospecharse alguna ansiedad
de tipo persecutorio, propio de los mecanismos de defensa de los tipos
esquizá¢ides. Esta disociaci¢n puede ser también una defensa maniaca en la
que un objeto es idealizado y el otro, inconscientemente, destruido, agredido
simb¢licamente, según esté el dibujo realizado.
 
FIGURAS INCOMPLETAS POR EXCEDER EL SUJETO LAS DIMENSIONES DEL PAPEL.-
Si las piernas quedan cortadas por no caber en el espacio
disponible del recuadro y del papel, para nosotros, refleja una actitud impul-
siva, inmadura, incapaz del sentido de la medida y de las proporciones, una
imprevisi¢n y descontrol del sujeto que no llega a dominar sus pulsiones
primarias, sus impulsos instintivo y se deja llevar por un desbordamiento de
la imaginaci¢n, por una idea confusa y difusa de la realidad.
Suele presentarse éste signo en individuos muy emotivos, de tipo his-
ter¢ide, que no logran dominar su angustia infantil y sus complejos infanti-
les de castraci¢n. La misma figura resulta, a fin de cuentas, una figura
"castrada", "amputada".
La pseudo confianza en si mismo de tipo hister¢ide, invita al sujeto
a la ostentaci¢n de su persona, al exhibicionismo, a las manifestaciones
pedantes y arrogantes con las que intenta supercompensar sus complejos de
autoinsuficiencia. Karen Machover encontr¢ ‚ste sindrome en sujetos que habian
tenido "frustraciones más o menos fuertes en su medio ambiente".
 
Cuando las figuras están desparramadas por la página de manera que
no hay sitio para la cabeza, los brazos o las piernas y los dibujos quedan
incompletos por ‚sta causa, es un indicador siempre de inmadurez. Es como
si el sujeto hubiese quedado "fijado" a etapas anteriores de desarrollo que
impiden la evoluci¢n mental y afectiva adecuada. Se observa en ‚stos individuos
la persistencia de actitudes infantiles y del pensamiento m gico, por lo que
no encuentran fácilmente la adaptaci¢n, sin sufrimiento, a las necesidades
de la vida adulta.
Estas deficiencias pueden ser causa de deterioros de conducta y dar
lugar a tendencias patol¢gicas y delictivas.
 
FIGURAS QUE CABEN EN LA PAGINA, PERO CORTADAS POR LOS PIÉS .
Es un indicador de un posible fracaso al intentar asegurar la propia
posici¢n o el deseo de sentirse importante para no ser dominado. Esta situaci¢n
crea en el sujeto una personalidad ansiosa, inhibida y sensible, con fantasmas
de castraci¢n. El sujeto padece la impresi¢n subjetiva de no tener pi‚s en
que apoyarse. Su sentimiento de "incompletud" genera gran timidez, inseguridad
y desvalimiento moral.
 
PARTES DE LAS FIGURAS ROTAS
Las "roturas" pueden producirse en el cuello, en las manos, en la cin-
ura, en los brazos, en los pies, etc.
Estos cortes o roturas se¤alan, normalmente, conflictos en la zona
o esfera donde se produce la escisi¢n o rompimiento. Puede ser un signo de
conducta anormal o patol¢gica por desintegraci¢n del sujeto con relaci¢n a
su mundo o a sus problemas familiares, profesionales o sociales (Machover)
 
Seg£n la Dra. Koppitz "la pobre integraci¢n de las partes de las fi-
guras puede ser un indicador de tendencias predominantemente agresivas, sea
por defensividad o por creer el sujeto que el entorno le es hostil".
 
El significado de las figuras "rotas" o con partes mal integradas en
las figuras, se incrementa negativamente, si el dibujo presenta fuertes asi-
metrias en las extremidades, en cuyo caso, la agresividad es tan impulsiva
que el sujeto coordina dificilmente sus movimientos (torpeza motriz, explosi-
vidad de carácter). EStos sujetos pueden volverse abiertamente agresivos
cuando los frustran .
 
Seg£n Bender, las partes de las figuras cortadas o interrumpidas, por
ejemplo, cuando no empalma el cuello con el tronco o el tronco con las piernas,
puede ser un indicador de incapacidad para completar tareas y enlazar las ideas
con los sentimientos y éstos con los impulsos instintivos o con la acci¢n.
La ansiedad y la incertidumbre, dificultan al sujeto para encontrar salida
a sus conflictos o situaciones interiores, lo que se traduce por una comunica-
ci¢n inhibida, tartamudeada, en las manifestaciones afectivas.
 
Hemos encontrado frecuentemente figuras "rotas" en sujetos
separados de sus c¢nyuges, en dos divorciados y en algunos casos de personas
en paro, asi como en un drogadicto. Es tambi‚n frecuente encontrar figuras
con escisi¢n de cabeza con el tronco (rotura o corte de cuello) en sujetos
cuyo matrimonio no funciona adecuadamente. La misma interpretaci¢n anterior
puede darse a la rotura del enlace de las manos en el dibujo de la pareja.
 
LINEAS FRAGMENTADAS EN EL CONTORNO DE LAS FIGURAS
Hemos encontrado contornos cortados o fragmentados en figuras dibu-
jadas por sujetos bien adaptados a su medio ambiente familiar y profesional
y, sin embargo, con problemas de adaptaci¢n fuera de sus circulos habituales.
Los sentimientos de inseguridad de éstos sujetos suelen generar ansiedad,
terquedad y negativismo entre otros rasgos neur¢ticos. Koppitz y otros auto-
res han encontrado en algunos casos, lesiones org nicas o cerebrales en ‚ste
signo. Las fragmentaciones o roturas, no dejan de ser, simb¢licamente, muti-
laciones de la personalidad en algun sentido, o diversos estados de disgrega-
ci¢n de las tendencias, de los impulsos o necesidades, sea por mortificaci¢n,
por envidia, por avaricia, por miedo de vivir o por ciertas enfermedades
animicas depresivas. Aqui, como en otros casos, debemos tener en cuenta el
conjunto de las figuras, las historias y los resultados de otras pruebas para
dar a éste signo su interpretaci¢n adecuada.
 
 

L A S O M I S I O N E S .-

Las omisiones del cuerpo, dibujando s¢lo la cabeza, o las omisiones de


partes del cuerpo, como los brazos, las manos, los pies y algunos detalles del
rostro, como puede ser la nariz, la boca, las orejas, las pupilas, etc. se han
interpretado por diversos autores como un indicador de evasi¢n de aquellas
partes del cuerpo que producen al sujeto angustia o conflicto. El sujeto no
quiere enfrentarse a situaciones relacionadas con la parte o partes del cuerpo
omitidas ante las que no sabria como reaccionar.
 
Las omisiones, podemos considerarlas como un mecanismo de defensa in-
consciente frente a deficiencias orgánicas que para el sujeto son un "tabú o
el reconocimiento de una minusvalia". Las omisiones, pueden estar vinculadas
a sentimientos de culpabilidad, a obstáculos, problemas, conflictos o a simples
minusvalias org nicas. Detrás de las omisiones puede haber también actitudes de
pasividad o algun problema sexual camuflado.
 
OMISION DEL CUERPO. SE DIBUJA SOLO LA CABEZA DE LAS FIGURAS.-
Esta particularidad, s¢lo la hemos observado en un 3 % de nuestros
protocolos. No puede considerarse como un signo de normalidad en los adultos.
Puede esconder alguna anomalia en la esfera emocional o en las relaciones del
sujeto con su entorno. Sin embargo, no nos ha sido nunca fácil darle una inter-
pretaci¢n general a éste signo. Lo hemos encontrado como indicador, a veces,
del deseo inconsciente de eliminar al partenaire, decapit ndole, o de eliminar-
se a si mismo ante fracasos importantes o problemas dificiles de aguantar. El
sujeto puede querer ocultar malformaciones fisicas, deformidades del cuerpo
u otros complejos fisicos que crean sentimientos de inferioridad.
 
Los conflictos emocionales, en los casos de omisi¢n del cuerpo, pueden
se¤alar también complejos de castraci¢n, sentimientos de incompletud, proble-
mas de rivalidad, conflictos con la autoridad paterna, complejos de inferiori-
dad fisicos y otros. El sujeto puede no querer dejar ver de si mismo y de su
partenaire más que la cabeza, que representa la apariencia social, con lo que
puede ocultar también problemas de convivencia en la pareja.
 
Cuando en ambas figuras el sujeto dibuja £nicamente la cabeza, podria
indicar que el sujeto no se atreve a un fracaso mayor dibujando el resto del
cuerpo. Por otro lado, el rostro, es la parte fisica que más vemos y más re-
cordamos. Por tal motivo, la interpretaci¢n debe buscarse, como en el caso
anterior, en el relato sobre las figuras o en otras pruebas complementarias.
 
LA OMISION DE LOS RASGOS DEL ROSTRO
En algunos casos, la cabeza de las figuras aparece sin rasgos fisiog-
n¢micos, como si las figuras no tuvieran cara. En otros casos, la cara aparece
como "tachada" o emborronada por múltiples trazos. Puede ser un indicador de
vergüenza por algo que le impide al sujeto "dar la cara a la sociedad", por lo
que evita toda relaci¢n o compromiso social. Se evade para mantenerse libre de
problemas o acusaciones, para protegerse de cualquier hostilidad hacia su per-
sona (complejo de culpabilidad profunda). Mientras dibuja, da la impresi¢n
que lo que está haciendo lo realiza por control remoto, de un modo autom tico,
sin poner ningún interés, como disgregado o desconectado de su mundo circun-
dante, lo que entra¤a aspectos ocultos que s¢lo se descubrir n indirectamente.
 
Cuando la cara aparece tapada o emborronada con m£ltiples trazos, es
como un acto de destrucci¢n del Yo. El sujeto puede sentir vergúenza de si
mismo y se autoelimina. También puede haber otras causas que le inciten a
autodestruirse.
 
OMISION DE LOS OJOS
Los ojos reflejan, no s¢lo las vivencias intimas de nuestro ser, sino
que son también ¢rganos importantes de comunicaci¢n social, a través de los
cuales descubrimos nuestro afecto, sinceridad y lealtad hacia los demás.
Omitir los ojos, es desear un aislamiento, ocultarnos de los demás, no querer
mostrar nuestros sentimientos y quizá  nuestras culpas. Puede ser que el sujeto
que omite los ojos quiera negar u ocultar sus problemas, evitar enfrentarse
al mundo, aislarse y refugiarse en la fantasia. Puede ser también que tenga el
hábito de mirar sin ser visto : voyeurismo, en cuyo caso es un complejo de
culpabilidad por haber fisgado ciertas escenas, ocult ndose sigilosamente.
 
LA OMISION DE LA BOCA
En los casos que hemos observado, los dibujos donde se omite la boca,
pertenecian a sujetos que ofrecian caracteristicas pasivas de dependencia-sumi-
si¢n, de obediencia y resignaci¢n. También lo hemos observado en sujetos timi-
dos con falta de comunicaci¢n, incluso en casos donde los demás perjudicaban
sus propios intereses (falta de coraje para defender los propios derechos).
En cualquier caso, refleja una actitud claudicante : cumplie la voluntad de
quien manda sin rechistar (ausencia de boca).
 
En general, omitir la boca, ¢rgano de emisi¢n de la palabra, es un
indicador de retraimiento, de sentimientos de angustia o de impotencia frente
al entorno. Este modo de reaccionar, genera los resentimientos internos, la
inseguridad y falta de confianza en si mismo, la dificultad de comunicaci¢n
y, por tanto, la inhibici¢n conducente a la soledad o al aislamiento como
aurodefensa frente a las presiones externas. La tendencia a la depresi¢n
puede ser una consecuencia de los estados constantes de frustraci¢n. Se ha
observado ‚ste signo, seg£n Karen Machover, en sujetos asmáticos.
 
LA OMISION DE LA NARIZ
Es un indicador de alg£n problema relacionado con la sexualidad y con
el concepto de "virilidad" o masculinidad, como puede ser la dificultad
del sujeto para afirmar su personalidad y rechazar las presiones externas (com-
plejo de castraci¢n). Como en el caso anterior, es también un signo de retrai-
miento, de ansiedad, de timidez, de sentimiento de impotencia o de inoportuni-
dad (el sujeto teme estorbar la concentraci¢n o intimidad de otros y se abstie-
ne por coartatividad o por temor a que los demás piensen que "quiere meter
la nariz en los asuntos ajenos".
 
Esta conducta medrosa y retraida, supone tambi‚n escaso interés social
y represi¢n de la agresividad. Sentimiento de culpa por la masturbaci¢n (angus-
tia de castraci¢n) o posibilidad también de deficiencias o defectos en los
¢rganos sexuales, como podria ser tener un pene pequeño, lo que impide al suje-
to tomar iniciativas y avanzar con aplomo en los objetivos a alcanzar.
 
LA OMISION DE LOS BRAZOS
Puede ser un indicador de ansiedad o culpa por lo que se realiza
con las manos (masturbaci¢n, robos, rotura silenciada de objetos, trastear
con cosas prohibidas, etc.). Supone, pues, una conducta socialmente no acep-
table o reprobable y posibles sindromes patol¢gicos relacionados con la
desadaptaci¢n social. A veces, se trata de un concepto inmaduro de la im gen
del propio cuerpo.
 
OMISION DE LAS PIERNAS Y DE LOS PIES
Es un indicador de conflictos sexuales o de dificultades relacionadas
con las piernas o los pies. En general, es un signo de angustia, de sensaci¢n
de incompletud, de inseguridad, de incapacidad para "plantarse" o "afirmarse"
sobre la realidad o ante los demás. El sujeto evita dejarse ver para no ser
presionado por los demás. Su huida de personas dominantes o de las realidades
molestas a las que no puede hacer frente, le invita a buscar compensaciones
en la fantasia y en la soledad, como £nico refugio y expansi¢n indirecta de
sus necesidades de placer.

OMISION DE LAS OREJAS.-


Puede ser un indicador de deficiencias o anomalias en la audici¢n
y en el concepto de la propia im gen corporal. Indica lo mismo si se hacen
las orejas muy grandes o muy peque¤as y si se dibuja una sola oreja.
 
Existen conexiones neurol¢gicas (Hartmann y Gesell) a nivel cortical
y subcortical entre los diversos sentidos, especialmente entre la vista y el
oido, entre la visi¢n y el tacto y las funciones motoras. Cualquier anomalia
en éste aparato, repercute en las funciones perceptivas, form ndose en el
sujeto conceptos del mundo exterior diferentes a los normales. Esto entra¤a
la posibilidad de desadaptaci¢n por defectos de la audici¢n.
Por otro lado, el oido tiene importantes funciones aparte de la audi-
ci¢n, tales como las funciones de "alerta" y de "orientaci¢n y equilibrio
del cuerpo". Cualquier disfunci¢n en las diversas partes de éste ¢rgano, puede
ser causa de desadaptaci¢n, como por ejemplo, la excesiva sensibilidad del
"estado de alerta" y de la funci¢n visual, peculiar de los sujetos paran¢ides.
 
OMISION DEL CUELLO.-
La cabeza se apoya directamente sobre el tronco o queda ligeramente
separada y sin contacto con ‚ste. Es un indicador de bloqueo o de pobre coor-
dinaci¢n de los impulsos, sea por inmadurez o poco control racional (impulsi-
vidad), o por rechazos o variaciones s£bitas en el pensamiento, en los deseos
y en el carácter. Se ha observado en sujetos con retraso mental.
Nosotros, hemos visto algunos casos en sujetos que habian caido en
un estado estresante depués de verse impotentes o fracasados ante una realidad
muy dura y dificil. Los signos de agresividad estaban presentes en éstos casos.
 
 
EN RESUMEN : Las omisiones o distorsiones en cualquier parte de
las figuras, nos sugiere que puede haber conflictos, minusvalias o deficiencias
relacionadas con esa parte omitida o distorsionada.
 
Por ejemplo, los "voyeuristas", a menudo omiten los ojos o los dibujan
cerrados. Los individuos con conflictos sexuales, omiten o distorsionan las
áreas correspondientes al área sexual o a la nariz. Los sujetos infantiles
o inmaduros con necesidades orales, omiten los senos en la figura femenina
o dibujan los pechos muy grandes. En un estudio realizado a veteranos de la
segunda guerra mundial a los cuales se les habia amputado las piernas, se
comprob¢ que, en general, omitian las partes inferiores del cuerpo.
 
"Los comentarios sobre lo que más cuesta dibujar, las borraduras, los
sombreados y el aumento de grosor de los trazos o la menor presi¢n del trazado
en determinadas zonas, apuntan en la misma direcci¢n que las omisiones y las
distorsiones" (Machover).
 
 

DIBUJO DE MONSTRUOS O FIGURAS GROTESCAS.-


 
El dibujo de monstruos o figuras grotescas está en relaci¢n con
una discrepancia entre el Ideal del Yo y el Yo real. Por tanto, es un
signo traductor de sentimientos de fracaso, de sensaci¢n de incompletud
o de minusvalia, bien sea porque el sujeto se mueve en torno a aspiraciones
superiores a sus posibilidades y los resultados rara vez son los esperados;
bien porque su nivel de persistencia no es lo suficientemente amplio e inten-
sivo en el tiempo y en el esfuerzo para lograr aquello a que aspira.
 
Cuando el signo se debe a sentimientos de incompletud (minusvalias
org nicas o sentimientos de inferioridad objetivos o subjetivos), puede
indicar que el sujeto se encuentra frustrado con relaci¢n a la idea que tiene
de si mismo.
 
Para muchos individuos, el "principio regidor de la vida", no es el
placer, tal como afirma Freud, sin¢ "la perfecci¢n". Al sentirse imperfectos,
se sienten ridiculos, grotescos, o monstruos e, inconscientemente, hacen en
el dibujo una proyecci¢n de c¢mo se ven a si mismos.
 
La subestimaci¢n descompensadora de ‚stos complejos o defectos fisicos
traum ticos, impide a éstos sujetos estar a la altura, en capacidad o en inte-
ligencia, ante determinadas situaciones de la vida, sea en el trabajo, sea
en la vida social.
 
DIBUJO DE PAYASOS O FIGURAS RIDICULAS.-
La persona que dibuja un payaso o una figura ridicula, es un indicador
de falta de autorealizaci¢n y de percepci¢n deficiente de la realidad. El suje-
to no acepta bien su realidad, no se siente c¢modo en su esfera vital, ni se
acepta bien a si mismo.
Toda persona aurorrealizada y adaptada, carece de humor agresivo y
no enfatiza lo ridiculo. Por tanto, el sujeto que dibuja payasos o figuras
ridiculas, inconscientemente, se está reprochando a si mismo sus imperfeccio-
nes, sus minusvalias, sus lados ridiculos, es decir, aquellos aspectos de si
mismo que le resultan dolorosos y que desearia no tener. Burlándose de si
mismo, evita las burlas o comentarios despectivos de los demás y con éste
mecanismo de defensa, magnificando los propios defectos o lagunas en tono
humoristico, logra compensar, en parte, su autodescontento.
 
Las figuras en forma de palotes, o "figuras de alambre", ya comentadas
anteriormente, tambi‚n pueden formar parte de éste descontento de si mismo,
aunque la mayor parte de veces, las atribuimos a una actitud de evasi¢n frente
al esfuerzo que exigiria la tarea de dibujar figuras bien hechas.
 
Hemos observado figuras de alambre en adolescentes que se sienten re-
chazados o inadaptados dentro de su entorno y en sujetos mal integrados y con
sentimientos hostiles hacia los demás. La historia sobre las figuras y la
entrevista puede aclarar el verdadero significado de éstos dibujos.
 
FIGURAS DISFRAZADAS.-
Las figuras disfrazadas de payasos, militares, reyes, astronautas,
etc., sea en sentido c¢mico u ostentoso, constituyen una especie de metam¢r-
fosis de la personalidad. Todo disfraz es un "investimiento" de fuerza o po-
der fantaseado, sea para llamar la atenci¢n o como expresi¢n de una superiori-
dad compensadora de los propios limites o de los sentimientos de inferioridad.
Esta transformaci¢n ficticia del propio Yo, es pués, es un indicador de lo
que se desearia "ser" o "tener". A través del disfraz, pueden liberarse muchos
sentimientos de impotencia y de minusvalia, como ocurre, por ejemplo, en los
carnavales, donde el disfraz permite a personas corrientes, pasar de los
sentimientos de marginaci¢n y de insignificancia --aunque no sea más que unas
horas--, a la sensaci¢n imaginaria de grandeza y de poder, pasando del comple-
jo de pequeñez, a la representaci¢n de "una gran figura" o de un "personaje
m gico" que inspire interés y admiraci¢n, o que infunda temor.
 
En principio, todo disfraz es la expresi¢n de un sentimiento de insa-
tisfacci¢n referido al Yo. El sujeto, en su realidad interna, no es lo que
desearia ser, está descontento de si mismo y de su suerte.
 
ESPACIOS ABIERTOS AL DIBUJAR EL CONTORNO DE LAS FIGURAS.-
La Dra. M.E. Romano, interpreta éstos espacios abiertos como sindrome
de tipo patol¢gico demencial en alguno de los casos observados por ella. En
algunos casos observados por nosotros, s¢lo pudimos ver falta de adaptaci¢n
o de integraci¢n del sujeto a su entorno, fuera por causas depresivas motiva-
das por desajustes emotivos (pérdida reciente de algun ser querido) o por
minusvalias reales o imaginadas que daban al sujeto la sensaci¢n de ser un
"hombre roto".
 
DIBUJO DE FIGURAS "VACIAS".-
El sujeto dibuja el contorno, pero no pone nada dentro, faltan los
rasgos del rostro y las se¤ales de vestimenta. Para Karen Machover, las
figuras grandes y vacias son un indicador de transtornos orgánicos o de ten-
dencias psicopáticas.
 
 
EN RESUMEN :
Toda deformidad caricaturesca, es un ataque resentido al propio Yo
que se puede proyectar hacia los demás, es una expresi¢n de descontento o
de rechazo de si mismo. Esta insatisfacci¢n, suele ser el efecto de un
Super-Yo castrante que domina, sojuzga y mantiene al Yo exclavizado por unas
exigencias regresivas impuestas por la educaci¢n.
 
A través de los dibujos caricaturescos, el adulto vuelve a ser niño
y recupera, segun Freud, "el derecho a pasar por alto las limitaciones impues-
tas por las exigencias de la l¢gica, dando rienda suelta a su imaginaci¢n".
 
Los criminales o delincuentes, sujetos generalmente maltratados
por la vida, por condiciones de existencia, calidad de la familia, educaci¢n,
formaci¢n religiosa, etc. deplorables, suelen dibujar, seg£n Koppitz, Levy,
Resten y otros, figuras grotescas, monstruos, figuras de alambre, etc., como
queriendo expresar el desprecio y hostilidad hacia si mismos.
Por otro lado, los individuos afectados de desviaci¢n moral, seg£n
el Dr. Resten, "buscan en su conducta antisocial y en el castigo, el medio
de satisfacer su sentimiento de culpabilidad".
 
Nosotros pensamos que el hecho de "autorridiculizarse", cuando las
figuras protagonizan al Yo del sujeto, es revelador de una agresi¢n contra
si mismo que puede proyectarse al exterior. Cierto que la tendencia autodes-
tructiva es se¤al de descontento y de sufrimiento, es señal de que se mantienen
vivas las frustraciones y los hábitos infantiles, las vivencias inconscientes.

Cuando las figuras representan a otros y no al propio Yo, la agresivi-


dad es transferida a la sociedad o a personas cercanas al sujeto. Esta agre-
si¢n, no s¢lo se da en criminales y delincuentes, es también frecuente en su-
jeros inmaduros o de poca cultura y escala social humilde. También se puede
dar en sujetos parados y en sindicalistas extremos que odian al capitalismo.
 
Muchos enfermos psicosomáticos, tienden a dirigir su ansiedad y
hostilidad hacia si mismos e indirectamente hacia los demás, especialmente
a las personas que se cuidan de ellos. Sin embargo, algunos desadaptados
sociales, dirigen su agresividad preferentemente hacia los demás y s¢lo
indirectamente hacia si mismos, pero a causa de su masoquismo, se las
arreglan para ser sorprendidos y castigados.
 

 
LOS SINDROMES PATOLOGICOS, EN GENERAL.-
 
Nuestra experiencia se circunscribe a los exámenes psicotécnicos y
grafoanaliticos realizados a candidatos a puestos de trabajo en entidades
bancarias y en otras empresas. No es una experiencia en el plano de la psi-
cologia clinica o médica. Hemos trabajado, generalmente con sujetos normales,
previamente cribados por grafologia a través de cartas manuscritas.
 
Los sindromes patol¢gicos los hemos recogido a trav‚s de diversos
autores que han trabajado en el campo clinico, entre otros, la Dra. Karen
Machover, creadora del "Test de la pareja humana", Dra. E. Koppitz, E.F.
Hammer, J.H. Di Leo, L. Corman, Ada Abraham, L. Caligor, Dra. Romano, etc.
(Ver bibliografia).
 
De acuerdo con éstos y otros autores, se pueden considerar como
signos patol¢gicos los siguientes :
 
a) Dibujos pobremente integrados o con múltiples fracasos en el
intento de estructuraci¢n.
 
b) Sombreados en el cuerpo y en las extremidades, seguidos de desor-
ganizaci¢n, roturas, suciedad o falta de coherencia en la organiza-
ci¢n y en los movimientos, por ejemplo, los pies orientados en una
direcci¢n y el cuerpo en otra; los ojos con estrabismo muy pronun-
ciado; rasgos del rostro fuera de su lugar correspondiente o mon-
tados unos sobre otros; desproprciones excesivas de los ojos, la
nariz, la boca, las orejas, los hombros o de alguna otra parte
del cuerpo.
 
c) Ausencia de la noci¢n de perspectiva o del tamaño adecuado de las
partes de las figuras; ubicaciones extrañas en el espacio gr fico
con total falta de l¢gica; inadecuada conexi¢n de las partes de
las figuras que aparecen partidas en trozos aislados.
 
d) Figuras peque¤as e inclinadas, como cayándose; aspecto deshuma-
nizado o siniestro de las figuras; exceso de rigidez en la posrura
de las figuras; figuras excesivamente grandes, omnipotentes.
 
e) Omisi¢n de rasgos del rostro, de cuello, de manos, de pies, etc.;
Dibujo de personas con trajes acorazados o con escudos y en actitud
defensiva; separaci¢n de las figuras mediante lineas verticales
o recuadros; dibujar solamente la cabeza y el cuello de las figuras
con expresi¢n agresiva en la figura que representa al dibujante;
una de las figuras de espalda y andando en sentido contrario a la
otra. Si coincide la figura que da la espalda y "huye" con el sexo
del dibujante, tiene distinto significado que si el dibujante está
representado por la figura quieta.
 
f) Incremento excesivo en los detalles y en el orden de ejecuci¢n de
las figuras. Este control obsesivo puede tener un origen neur¢tico
o psic¢tico. El indice de rigidez señalar  una u otra tendencia.
La simetria, en el sentido de una estricta bilateralidad, es también
un signo patol¢gico.
 
g) La imprevisi¢n compulsiva e il¢gica de algunos sujetos que se lan-
zan sobre el espacio gr fico sin ningun sentido de las proporciones
y luego les falta espacio para terminar el dibujo de las figuras
las cuales aparecen cortadas por la cabeza, los brazos o los pies.
 
h) Figuras que enseñan los dientes en forma amenazante; manos en
forma de garfios o con dedos muy puntiagudos.
 
i) Espacios abiertos en el contorno de las figuras; figuras
grandes y vacias.-
 

SIGNOS INDICADORES DE PERTURBACIONES EMOCIONALES.-

Entendemos por perturbaciones emocionales, todo lo que de alguna


manera traba o dificulta la regulaci¢n de las cargas excesivas de energia
psiquica impidiendo el desenvolvimiento normal del sujeto. El exceso de
cargas emocionales, produce, entre otros sintomas psicol¢gicos : la angus-
tia, la ansiedad, la inquietud, el temor, el estrés, etc. cuando las
sobrecargas emocionales eligen para su expansi¢n el sistema nervioso neuro-
vegetativo, que controla la parte visceral del organismo.
Si eligen como descarga el sistema nervioso central, la energia
sobrante, no regulada, encuentra su expansi¢n a través de la motricidad en
forma de c¢lera, irritabilidad, brusquedad, agresividad, desadaptaci¢n, etc.
 
Son indicadores de perturbaciones emocionales, los siguientes signos :

-- El sombreado en el cuello, la cara, las manos y extremidades.


 
-- Zonas de las figuras emborronadas o ensuciadas (angustia-conflictos)
 
-- Excesiva repetici¢n de trazos en determinadas áreas.
 
-- Omisiones de rasgos de la cara, cuello, manos y extremidades.
 
-- Desarticulaci¢n excesiva de las partes de las figuras (cuello,
manos, pi‚s, etc.).
 
-- Muchos retoques o rectificaciones en los hombros y en el
contorno del rostro.
 
-- Pérdida de equilibrio de las figuras (inclinadas, como cay‚ndose).
 
-- Figuras excesivamente grandes o excesivamente peque¤as.
 
-- Figuras peque¤as y a la izqda. y abajo de la página.
 
-- Figuras que se dan la espalda la una a la otra.
 
-- Figuras colocadas en postura muy rigida.
 
-- Figuras deshumanizadas o siniestras (monstruos, payasos,
DFH en forma de palotes o de alambre.
 
-- Figuras con expresi¢n de p nico.
 
-- Figuras con extremidades asimétricas o mal lateralizadas.
 
-- Tachadura de figuras ya realizadas o de alguna de sus partes.
 
-- Transparencias (se ve el cuerpo desnudo a través del vestido,
o los ¢rganos a través del cuerpo).
 
-- Ojos con mirada fija y agresiva, con boca ense¤ando los dientes.
 
-- Manos, dedos, pies, orejas, hombros, etc. excesivamente grandes.
 
-- Ojos bizcos o sin pupilas. Alopecia (figuras sin pelo).
 
-- Piernas y brazos muy juntos, pegados al cuerpo. etc.
 
En todos los casos, las interpretaciones se refuerzan si se detectan
varios de éstos signos a la vez. En todo caso, si s¢lo se descubre alguno de
los signos indicados, puede deducirse que se operan en el sujeto reacciones
disf¢ricas, ya sean esporádicas o permanentes. Según la intensidad del signo,
éstas reacciones, ser n más o menos perturbadoras del equilibrio del sujeto.
 
 

 
LOS SIGNOS DE INHIBICION EN LOS DFH :
 
La "inhibici¢n" es un proceso psiquico, voluntario o reflejo, en el
cual se origina la abstenci¢n, represi¢n o detenci¢n de impulsos, deseos o
inclinaciones a instancias del Super-Yo, que puede ser más o menos rigido
o tir nico con los "impulsos reprimidos".
 
La inhibici¢n supone un retardo o suspensi¢n de una funci¢n o el
freno de una excitaci¢n. Si aplicamos la inhibici¢n a las funciones
psiquicas y a la afectividad, éste freno, oclusi¢n o represi¢n, es un
silencio impuesto a los deseos o necesidades de expansi¢n, que hace dificil
el esfuerzo mental sostenido, el cual es frecuentemente perturbado por
la fuerza de lo reprimido.
 
La inhibici¢n disminuye la actividad psicomotriz y voluntaria y suele
producir fallos de memoria, de atenci¢n, de asociaci¢n de ideas, etc.. El suje-
to que padece inhibiciones psiquicas importantes, se ve a veces reducido a
la impotencia en situaciones más o menos tensionales y estresantes, como pueden
ser, por ejemplo, ex menes, acusaciones inesperadas, hablar en público, etc.
Las inhibiciones, suelen producirse a menudo como defensa frente a ansiedades
de tipo paran¢ide o depresivo. (Ver más detalles sobre éste mecanismo psiqui-
co en mi obra "Diccionario").-
 
En general, los sintomas de inhibici¢n en los DFH, son los
siguientes :
 
-- Figuras pequeñas o empequeñecidas colocadas a la izquierda y abajo
del espacio disponible.
 
-- Dibujos realizados con trazos débiles, sin energia, vacilantes.
 
-- Brazos y piernas pegados al cuerpo. Expresi¢n de rigidez en los
movimientos.
 
-- Cabeza cuadrada, con cabello tipo casquete y aspecto de robot.
 
-- Cara sombreada o excesivo detalle en los rasgos faciales y poco
en las manos.
 

EN RESUMEN :

Cuando en los DFH, las figuras aparecen "deshumanizadas", representa-


das por monstruos, robots, payasos o personas ridiculizadas o caricaturescas,
expresan disconformidad o desacuerdo del sujeto consigo mismo, principalmente
si la figura ridiculizada es la que protagoniza al propio Yo. Esta disyuntiva
es un sentimiento de devaluaci¢n, de disminuci¢n del concepto de si mismo.
El sujeto camina por el mundo con una autoim gen negativa, que muchas veces
condicionar  sus fracasos por falta de confianza en si mismo.
 
Cuando las figuras ridiculizadas no representan al propio Yo en los
DFH, sin¢ una manera de ver a los otros, el sujeto descarga su frustraci¢n
y su hostilidad sobre los demás. Puede tratarse, a veces, de sujetos delin-
cuentes. El delincuente, generalmente es un sujeto que se ha construido su
moral a tenor del ambiente que ha vivido, no siempre socialmente bueno.
En las grandes ciudades e incluso en las peque¤as, hay muchos niños que
crecen desamparados, al m rgen de lo que entendemos por "una vida normal".
A muchos de ‚stos niños, las condiciones desfavorables de su ambiente les
lanza a la actividad antisocial. Otros, los menos, logran abrirse paso y
alcanzan el camino del éxito, de la gloria y el poder a base de perseveran-
cia y de tenacidad y una vez integrados en la "sociedad normal", se desen-
vuelven bien, pero no siempre logran eliminar sus recuerdos infantiles.
 
Cuando en las figuras aparecen trazos fragmentados (roturas en los
contornos), miradas laterales, manos ocultas o seccionadas y otros signos
propios de la tendencia al enga¤o y a la sofisticaci¢n, bueno ser  preve-
nirnos, aunque no debemos arriesgar interpretaciones que no podamos compro-
bar por otros medios.
 
Ciertos individuos con tendencias compulsivas, tienen dificultad
para acabar sus dibujos, repasan las diferentes partes de las figuras una y
otra vez, muchas veces ensuciando el dibujo y dejándolo peor que estaba
inicialmente. Esta búsqueda del perfeccionismo, nunca alcanzado, refleja un
escr£pulo enfermizo, una especie de tortura psiquica persistente, unida a
un estado de inquietud y duda que produce en el sujeto el miedo a hacer algo
mal y a ser desvalorizado por ello.
 
Otros sujetos impulsivos e inestables, hacen y dejan los dibujos de
cualquier manera, reflejando su falta de concrecci¢n, de organizaci¢n, de
precisi¢n y previsi¢n. Entre éstos últimos se encuentran algunos histéricos
o hister¢ides con tendencias esquizá¢ides.
 
 

 
LAS TENDENCIAS DELICTIVAS.-
 
En cuanto a las tendencias delictivas de algunos desadaptados socia-
les, la tendencia al robo, es una de las más estudiadas. Por ejemplo, la Dra.
Koppitz señala como posibles tendencias al robo, los signos siguientes :
 
-- Sombreado del cuello o de las manos.
-- Omisi¢n del cuerpo, de los brazos, de las manos y del cuello.
-- Cabeza pequeña, manos grandes.
 
Todos éstos signos reflejan la angustia de la culpabilidad y la búsque-
da inconsciente del castigo. La cabeza pequeña, en relaci¢n con el cuerpo,
nos refleja, además, el complejo de inferioridad intelectual y la pobreza
de los mecanismos de control en la conducta (*).-
 
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(*) Como hemos indicado anteriormente, en nuestras experiencias profe-
sionales, realizadas £nicamente con sujetos normales, s¢lo esporádicamente
nos hemos encontrado con algun caso de delincuente o de personas muy desadapta-
das. Citamos aqui tres casos de sujetos examinados por nosotros en los que
no coincidieron los signos citados más arriba con las tendencias antisociasles.
Se trataba de empleados bancarios a los que se les sigui¢ durante muchos a¤os
su tipo de comportamiento, sin que se notara nada anormal en su conducta. En
cambio, en un cuarto caso, descubrimos un delincuente habitual por grafoan -
lisis, mientras que lo £nico que encontramos anormal en el dibujo de los DFH,
fu‚ que en la figura del propio sexo, s¢lo dibuj¢ la cabeza seguida de un
cuello como "decapitado". La figura femenina la realiz¢ completa.
Es aconsejable, cuando se examina a sujetos que se han educado o han
crecido en un ambiente familiar normal, asegurarse mucho antes de etiquetar
a alguien como "elemento antisocial". En los tests proyectivos gr ficos, es
necesaria mucha prudencia. Es fácil cometer algunos errores de interpretaci¢n.
 
 

 
EL SIMBOLISMO DEL LADO DERECHO E IZQUIERDO DE LAS FIGURAS.-
 
Si dividimos los DFH mediante una linea que separe las figuras en
dos mitades o  reas, veremos en la mayor parte de casos, que una de las dos
mitades es diferente de la otra, si el dibujo está de frente.
 
Una mitad puede ser diferente de la otra en su dimensi¢n, presi¢n,
forma, nitidez del trazado, etc. hasta el extremo, a veces, de convertirse
en una "asimetria" o desproporci¢n más o menos importante. En general, todos
los DFH acusan normalmente ligeras asimetrias entre la mitad derecha e iz-
quierda de las figuras. Sin embargo, en algunos casos, ‚stas asimetrias o
desproporciones son muy acusadas y sintom ticas.
 
Sin llegar a la total simetria, que seria un signo patol¢gico, tiene
que haber entre la parte izquierda y derecha de las figuras cierta concordan-
cia para que el sujeto muestre un equilibrio normal en sus funciones psiqui-
cas y en su comportamiento. Todo signo de desproporci¢n o discordancia entre
un hemisferio y otro, expresa la propensi¢n, más o menos acusada, a que escapen
al control del sujeto, determinadas reacciones instintivas o emotivas.
 
LAS DISTORSIONES O ASIMETRIAS EN LA MITAD IZQUIERDA.-
Se relacionan con el archivo hist¢rico de la persona, con sus vivencias
infantiles y los efectos de la educaci¢n, con los recuerdos, con las motivacio-
nes, las apetencias y necesidades de todo tipo. El lado izquierdo de las figu-
ras es el archivo donde el sujeto "guarda" toda la informaci¢n secreta de sus
impresiones positivas y negativas, sus intenciones, sus esperanzas, sus resen-
timientos, sus emociones de amor y de odio, los impulsos reprimidos, los incon-
fesables complejos de culpabilidad y las necesidades afectivas insatisfechas
o contrariadas.
 
El sentido de las proporciones, de la belleza, de la perspectiva, de
las formas, de los matices de claro-oscuro, los contrastes de luz-sombra, las
repercusiones viscerales y la dramatizaci¢n de los afectos, corresponde al
hemisferio izquierdo de las figuras.
 
LAS DISTORSIONES O ASIMETRIAS EN LA MITAD DERECHA.-
Asi como el  rea izquierda de las figuras nos refleja el modo como
registra, o ha registrado el sujeto, sus experiencias en el decurso de la vida,
la esfera de la derecha nos informa sobre el comportamiento exterior.
Las distorsiones en el hemisferio derecho afectan al tipo de comunica-
ci¢n social, al dinamismo realizador y a la capacidad para aprecir el color
y el movimiento y los diversos aspectos de la vida relacionados con la acci¢n.
 
La mayor firmeza y amplitud del movimiento, el mejor cuidado y la mayor
seguridad en el  rea derecha de las figuras, estar  en concordancia con una
actitud extravertida, sociable y comunicativa.
 
Por el contrario, si es el lado izquierdo de las figuras el mejor
realizado, detallado y cuidado, la tendencia ser  introversiva.
 
Las distorsiones, desproporciones, roturas, retoques, sombreados y
fallos en el lado derecho, especialmente en la cara, manos y pies, afectan
a la relaci¢n del sujeto con el exterior hasta llegar, según el tipo de anoma-
lias, a una desadaptaci¢n más o menos grave.
 
Las mismas anomalias y fallos anteriores vistos sobre el lado izquierdo
de la cara, las manos, los pies, etc. corresponderán a transtornos internos,
a problemas, conflictos y luchas entre el Yo, el Ello y el Super-Yo.
 
En resumen : El significado de la mitad derecha y de la mitad izquierda
de las figuras, puede darnos algunas orientaciones sobre la modalidad de las
tendencias extraversivas o introversivas. Ahora bien, habr  que tener en cuenta
que cuando la mitad izquierda, por ejemplo, tiene un tama¤o mayor o está más
recargada que la mitad derecha, el sujeto puede estar indicándonos un estado
regresivo, es decir, la adopci¢n de comportamientos, más o menos duraderos,
en el que se conduce como en otras etapas anteriores de su vida en las que
tenia éxito o encontraba apoyo y protecci¢n.
 
Cuando en los dibujos la mitad derecha es más grande, cuidada y más
resuelta, podemos sospechar, a veces, que por cualquier causa, el sujeto desea
evadirse de su pasado y rinde culto al "ánimus", a sus tendencias viriles y
a su deseo de expansi¢n, de comunicaci¢n, de relaci¢n con el exterior. Podria
interpretarse tambi‚n, como una especie de "huida hacia adelante" de un pasado
que se intenta olvidar (1).-
 
Hay que observar tambi‚n, mientras el sujeto dibuja, si su figura se
construye de izquierda a derecha (movimiento progresivo natural) o de derecha
a izquierda, en cuyo caso el dibujo es regresivo. En éste caso último habr 
que comprobar si el sujeto es zurdo.
 
Si el sujeto es de predominio derecho, el movimiento de derecha a iz-
quierda indica una fuerte tendencia regresiva de la personalidad que puede
tener consecuencias patol¢gicas (Levy).
 
El psicofisi¢logo franc‚s Renato Zazzo, descubri¢ en sus investiga-
‡iones que los sujetos con predominio del hemisferio izquierdo del cerebro
y, por tanto, con mayor destreza en la mano derecha, al dibujar las figuras
de perfil, solian hacer el rostro mirando hacia la izquierda. Por el contra-
rio, los zurdos, en quienes dominaba el hemisferio derecho, y una mayor des-
treza en la mano izquierda, dibujaban las figuras mirando hacia la derecha.
Este curioso detalle, lo hemos podido comprobar en algun caso, aunque también
los sujetos no zurdos, suelen dibujar figuras mirando hacia la derecha.
 
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(1).- Todas las interpretaciones basadas en el simbolismo, aunque vie-
nen avaladas por la observaci¢n y la experiencia, son a veces extremadamente
peligrosas debido a la pluralidad de direcciones en que cada simbolo se mani-
fiesta y a las diferentes vivencias que siempre hay de unos individuos a
otros. Esta es la raz¢n por la que un mismo signo puede ser indicador, en un
caso, de un complejo de culpabilidad y, en otro, tener como causa una minus-
valia o inferioridad fisica. Las estadisticas, en ‚ste campo, son escasamente
v lidas. Por eso es aconsejable --y lo hemos repetido muchas veces--, compro-
bar con otros tests, o en la entrevista, cual es la interpretaci¢n correcta.
 
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ALGUNOS DATOS ESTADISTICOS SOBRE LOS ASPECTOS DE LOS DFH.-
 
Nuestras primeras estadisticas realizadas sobre unos 300 DFH,
dieron los siguientes porcentajes :
 
-- Altura media de las figuras 9'12 cms. en un recuadro de 20 X 17
cms., apaisado.
 
-- Figuras quietas . 47 %.
 
-- Figs. andando o en movimiento . 43 %.
 
-- Figs. con los brazos abiertos : 77 %.
 
-- Figs. con brazos pegados al cuerpo o cerrados . 21 %.
 
-- Piernas juntas o pegadas : 18 %.
 
-- Piernas separadas . 80 %.
 
-- Figuras dibujadas de perfil (hombres) : 64 %. Mujeres : 33 %.-
 
-- Figuras dibujadas de frente : 56 % las mujeres y 32 % varones.
 
-- Parejas desnudas : 3 %.
 
-- Figuras con rostro alegre : 63 %.
 
-- Figs. con rostro triste o de mal humor : 32 %.
 
-- Figuras desplazadas a la izqda. : 15 %.
 
-- Figs. desplazadas a la derecha : 4 %.
 
-- Figs. situadas en el centro : 49 %.
 
-- Figs. situadas en la parte alta del marco : 28 %.
 
-- Figs. ubicadas en la parte baja : 3 %.
 
La interpretaci¢n de los signos citados en ésta estadistica se
puede obtener consultando en el texto cada uno de ellos (*).
 
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(*) Una estadistica mucho más amplia y con gran cantidad de notas,
nos fué sustraida de una cartera que qued¢ en nuestro coche a raiz de un acci-
dente ocurrido en el año 1983. Despues no se pudo rehacer a causa de mi jubi-
laci¢n y no disponer ya de mis antiguos colaboradores.
 
De todos modos, las estadisticas, en el caso de los tests proyectivos,
son preferentemente orientativas y rara vez concretan las interpretaciones.
Como decia uno de nuestros alumnos, estudiante de psicologia, "las estadisticas
son como las minifaldas, enseñan mucho, pero ocultan lo esencial".
Por otro lado, las estadisticas s¢lo registran un número bastante res-
tringido de datos psicol¢gicos. Hay que tener en cuenta, además, que el ser
humano es un ser cada vez más cambiante y éstos cambios dejan inservibles las
las estadisticas en periodos de tiempo relativamente cortos.
 
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LA INTERPRETACION DE LAS HISTORIAS SOBRE LOS DFH.-


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-- "El inconsciente está estructurado como un lenguaje"
(J. Lacan - "Ecrits").-
 
 
Inicialmente, para la interpretaci¢n de las historias, nos inspiramos
en las teorias psicoanaliticas y en los modelos de interpretaci¢n de otros
tests proyectivos, tales como el Rorchach, el T.A.T., el Testáde relaciones
objetales, el Testádesiderativo, el Wartegg y otros, para convencernos final-
mente, cuando intentamos construir nuestra propia t‚cnica de interpretaci¢n,
que es dificil crear un método o sistema de interpretaci¢n que sea plenamente
v lido para interpretar las historias. El terreno simb¢lico en que se mueven
los relatos, no siempre es lo suficientemente s¢lido y estable para establecer
una sistematizaci¢n que nos permita pisar sobre "tierra firme". No obstante,
damos a continuaci¢n algunas orientaciones, sin que pretendamos ofrecer un
m‚todo o sistema de resultados infalibles.
 
Para comenzar, hacemos la observaci¢n que no siempre el sujeto exa-
minado presenta en su historia sobre las figuras dibujadas, una proyecci¢n
clara y veraz de sus problemas internos, de sus áreas de conflicto. Muchas
veces, en sus relatos nos está describiendo --y de hecho nos describe-- lo
contrario de lo que realmente está viviendo. Puede presentarnos una pareja
humana muy feliz y amorosa, cuando en realidad, lo que se desprende de los
DFH y de nuestra exploraci¢n en la entrevista, es que la vida sentimental del
sujeto está frustrada, es problemática o conflictiva. Puede que no sea la in-
tenci¢n del examinado ocultarnos lo que podria ser algun dato perjudicial para
su personalidad, sin¢ que tal vez haya querido expresar en su relato lo
que él desearia que fuese su vida matrimonial o sentimental (mecanismo de
defensa destinado a disminuir la ansiedad). Por lo que, en casos de duda,
conviene aclarar los interrogantes, sea con el grafoan lisis, con otros tests
o con la técnica de la entrevista.
 
Las historias o relatos, se refieren casi siempre, salvo raras excep-
ciones, a dos personajes, uno masculino y otro femenino, aunque se puede dar
el caso que la pareja sea del mismo sexo o que aparezca una tercera figura.
En el caso del Testádel  rbol y la casa, que también utilizamos en nuestra
bateria de tests proyectivos, al árbol se le asigna el rol másculino y a la
casa el rol femenino.
 
Cuando solicitamos al sujeto que nos haga una historia, sea del
DFH o del " rbol" y la "casa", le forzamos a elegir entre sus imágenes y viven-
cias, aquellas que mayor fuerza emocional tienen y mejor representan sus
estados interiores.
 
Como guia para la interpretaci¢n de las historias referentes a los
DFH, debemos hacernos las siguientes preguntas :
 
-- 1§ ¨Por qué el cadidato ha elegido ésta historia y no otra?. El
mecanismo de defensa en forma de fantasias puede conducir al sujeto a enfati-
zar, glorificar, o darle categoria superior al personaje con el cual se iden-
tifica. Pero tambi‚n puede minimizar, criticar, disminuir su valor o hacer
una descripci¢n ambivalente del personaje. Por tanto, hay que examinar cuida-
dosamente las historias y valerse de la entrevista para aclararlas.
 
En las historias, la fantasia del sujeto puede monstranos a su Yo
como un ser "fuerte", "valiente", "constructivo", "esperanzado", "realizador",
etc. Pero tambi‚n puede darnos una im gen de un ser "inhibido", "evasivo", "an-
gustiado", "desorientado", "deprimido" o "pasivamente resignado".
 
Hemos de verificar también el grado de agresividad o bondad con rela-
ci¢n a si mismo y al sexo opuesto, asi como otras fantasias referidas a c¢mo
enfrentarse con los problemas o conflictos con el entorno (defensa frente al
ambiente). Esta actitud frente al mundo circundante, puede ser de confianza,
de adaptaci¢n pasiva (resignaci¢n) o activa (deseo de superaci¢n, de lucha),
de resentimiento, de protesta, etc.
 
En resumen : Interesa conocer como ve el sujeto al héroe con el cual
que se identifica y c¢mo valora a su pareja o al sexo opuesto.
 
 
-- 2§ ¨Con qué héroe de su narraci¢n se identifica más o idealiza más?.
Lo mismo puede ser la figura masculina que la femenina, independientemente
del sexo del examinado.
 
-- 3§ ¨Qué relaci¢n existe entre los dos personajes?. Pueden ser
amigos, novios, matrimonio, padre e hija, hermano y hermana, desconocidos,
o personas del mismo sexo.
 
-- 4§ Qué relaci¢n existe entre cada personaje y su ambiente?. Esta
relaci¢n puede ser social, profesional, deportiva, estudiantil, etc.
 
-- 5§ ¨Cuáles son las necesidades de cada personaje?. Pueden ser
econ¢micas, sociales, profesionales o de trabajo, afectivas, etc.
 
-- 6§ ¨En qué forma resuelve el sujeto el final de la historia?.
 
-- 7§ ¨Cuál ha sido la conducta del sujeto cuando narraba su historia?.
Escribia seguido, a intervalos, encendia cigarrillos, se hurgaba la nariz,
desviaba su atenci¢n levantando la cabeza de lo que estaba haciendo, se movia
más de lo corriente sobre su silla, hacia preguntas al examinador, etc.?.
 
Tal como se indica en ésta guia, conviene observar si los "héroes" de
los relatos están en buena relaci¢n con su ambiente, si dentro de su entorno
se sienten seguros o inseguros, triunfantes o fracasados, luchando o claudican-
do, felices o infelices; si confian en si mismos o se ven pobres de recursos
para enfrentarse a los problemas; si son optimistas o creen que luchan inútil-
mente; si son dinámicos, activos y emprendedores o dejan pasar el tiempo pasi-
vamente sin afan de superarse; si se sienten frustrados en sus anhelos o tie-
nen esperanzas de futuro; etc.
 
La motivaci¢n de las historias, que viene indicado por el comportamien-
to del protagonista principal y por sus necesidades orgánicas o psiquicas
primordiales, ser  un indicador del tipo de necesidades que gravitan en cada
individuo y el estado de satisfacci¢n o insatisfacci¢n en que se encuentran
éstas necesidades. En las narraciones, queda frecuentemente reflejado cuales
son las necesidades más apremiantes (econ¢micas, profesionales, morales o de
reconocimiento, amorosas, etc.) y con ellas el área donde se plantean los pro-
blemas que abruman o no al sujeto.
 
En los casos que siguen, que pueden servir de orientaci¢n, hemos omitido,
además de los nombres los ejemplos gráficos por razones de confidencialidad:
 
CASO Nº 1.- Fémina de 49 a¤os, casada, con una hija también casada.
Se dedica a sus labores. Estudios elementales. Aficiones deportivas y grandes
deseos de destacar socialmente. Es la tercera de ocho hermanos, de los cuales
s¢lo viven cuatro. El marido se dedica a representaciones. Nos explica lo
siguiente :
 
Durante su infancia vivi¢ escenas muy violentas entre su padre y
su madre. Su padre no trabaj¢ nunca, bebia mucho y llevaba a casa a sus
amigotes. En la infancia vivi¢ muchos sustos. Una noche tuvo que saltar
por la tapia para avisar a la Guardia Civil que su padre queria matar a
su madre. Odia a su padre porque hizo de su madre una martir.
Un dia, su padre vino a casa borracho e intent¢ agredir a su madre.
Uno de sus hermanos se lanz¢ sobre él y lo tir¢ al suelo, echándose sobre
él. Ella le grit¢ : mátalo!, mátal¢!..."
 
La referida fémina, realiz¢ un dibujo de la pareja humana (mujer
en primer término, con mayor tamaño que la figura del
var¢n, en actitud agresiva y de espaldas a éste, caminando ambos en dis-
tinta direcci¢n). Su relato sobre la pareja dibujada fué el siguiente :

"Se trata de un hombre y una mujer. Son matrimonio. La edad de ella,


unos 40 años y la de él, unos 42. Han salido a pasear y han tenido una discu-
si¢n. El se va por un lado, con cara de machista triunfador y ella retorna
a casa o se va casa de unos amigos. No son felices debido al mal carácter
de él, a su intransigencia, a sus reacciones impositivas y dominantes.
C¢mo terminar  la historia?. Yo creo que deben separarse, a menos que él ceda
y se comporte de otra manera".
 
La proyecci¢n de vivencias infantiles, con reflejos condicionados nega-
tivos, es evidente en la historia. Queda claro que ve en el marido la "imago"
o parte de la imago negativa del padre (dominante, machista, agresivo).
 
En la entrevista, le pido que me hable de las cualidades positivas
que observa en su marido. Responde que "ninguna". Insisto y entonces explica
que "es trabajador, tiene mucha constancia, sexualmente no lo cambiaria por
ningun otro. Le permite a ella libertad absoluta dentro de unos limites
correctos y tiene con ella algunas atenciones... No es un tipo ideal fisica-
mente, pero si me cas‚ con ‚l es por reconocer que es un buen chico y tra-
bajador, además me atraia sexualmente".
Unas cuantas sesiones de psicoterapia gr fica permiti¢ mejorar la
situaci¢n de ‚sta f‚mina durante unos pocos meses.
 
 
CASO N§ 2.- Var¢n de 52 a¤os, casado, una hija. Se dedica a la venta,
aunque su oficio inicial es el de relojero. Es el menor de dos hermanos. Padre
muy autoritario y castrante. Nos dibuja una pareja en posici¢n parecida a la
anterior pero con cabeza y cuerpo más nornales. Las expresiones de los rostros
son de enfrentamiento, de discusi¢n. Dibuja los pies grandes en ambas figuras
y los brazos de la fémina más extendidos que los del var¢n. Hace la siguiente
historia de la pareja dibujada :
 
"Son novios y están discutiendo sobre un piso que desean adquirir para
casarse. Ella es oficinista y él Jefe de Ventas. El tiene 25 años y ella 23.
Desean casarse pronto. Son felices, pero discuten con frecuencia debido a las
posturas intransigentes y ambiciones excesivas de ella, que sueña con una
gran vida social y con grandezas. El es más modesto y, en las horas libres
le gusta quedarse en casa y dedicarse a la investigaci¢n mecánica y perfeccio-
nar cosas. A ella le gusta salir. La historia terminar  bien, aunque él tendrá
que hacer muchos esfuerzos para adaptarse a los caprichos y al carácter
dificil de ella".
 
Como el lector habrá imaginado, el caso n§ 2 corresponde al partenaire
masculino presentado como oponente del caso nº 1, es decir, se trata del mari-
do. Como final de ambas historias, diremos que el marido optó por marcharse
al extranjero. Volvió al cabo de unos años. Vivieron juntos una temporada y
acabaron separándose definitivamente. Ultimamente, ella enferm¢ y, aún estando
separados, él pasaba algunos dias cuidándola y soportando lo "dificil" de su
carácter.
 
Ambas historias, son una viva proyecci¢n de los conflictos matrimo-
niales existentes entre los dos contendientes. En ambos se dá el caso de
un padre frustrante, castrante, agresivo. Pero, mientras la mujer "proyecta
sus traumas infantiles" depositando en el marido sus vivencias más amargas,
sus experiencias dram ticas de la infancia., el esposo, también victima de
un padre muy dominante, exigente y agresivo, intenta canalizar por el lado
humano y positivo de la superaci¢n, aquellas heridas infantiles castrantes
y minimizantes, dominando objetos y perfeccionando cosas que le produzcan
satisfacci¢n, aún a costa de luchas interiores y de renuncias importantes.
Y, en efecto, ha logrado triunfar en su profesi¢n y es un hombre muy habil
y entendido en pequeña mecánica.
 
Es curioso observar como en ésta pareja se cumple, en forma invertida,
una de las premisas freudianas, según la cual, generalmente se tiende a elegir
como "partenaire" a personas del sexo opuesto que, de algun modo, tienen algún
parecido genético-caracterol¢gico con la figura paternal que representa mejor
las necesidades inconscientes.
La mujer, en éste caso, elige a un hombre que, de alguna manera, reune
las cualidades psicol¢gicas de la madre y sobre quien ella puede descargar
su agresividad sádica. El marido, por el contrario, hombre bonach¢n, paciente,
resignado y más bien pasivo, elige como "partenaire" a una mujer que satisface,
inconscientemente, sus necesidades masoquistas.
 
Pero, ¿qué ocurre cuando los niveles de saturaci¢n de las necesidades
han sido desbordados?. Se producen los mismos efectos que cuando se ha exage-
rado la satisfacci¢n de un apetito gastron¢mico. Además del malestar consi-
guiente, pueden producirse v¢mitos, náuseas, ascos, repugnancias y desprecio
a lo que antes era pura apetencia. Este matrimonio, según confesi¢n de ella,
siempre funcion¢ bien sexualmente. Pero acabados los momentos del sexo, el
fuerte deseo de dominio y control de ésta mujer sobre su marido, la necesi-
dad de negar la dependencia de él, de someterlo y de descargar sobre él sus
necesidades agresivas sádicas, hacen que éste hombre, dominado y controlado
por la agresividad de su partenaire, se sienta un simple instrumento al ser-
vicio de su pareja. Los ataques al marido, en el inconsciente de ésta dama,
son una venganza sádica contra el padre, pero a la vez, hay un sentimiento
de envidia (envidia del pene). El ataque y el desprecio, son en ésta mujer
barreras o medios que le sirven para mantener a raya los sentimientos depre-
sivos y los sentimientos de culpabilidad, ya que, "un objeto despreciado,
no s¢lo se convierte en justificaci¢n para seguir atacándolo, sin¢ que no
merece que se sienta culpa por él" (Segal).

El marido, por su parte, hombre paciente, pasivo y resignado, aguanta


cuanto puede las situaciones, pero cuando las agresiones han rebasado sus
limites masoquistas de aguante y resistencia, opta por aislarse en sus tareas
de peque¤a mec nica o por prolongar sus viajes de negocio.
 
 
La identificaci¢n proyectiva, mecanismo por el cual el Yo del sujeto
deposita un vinculo, mediante su fantasia, en los personajes de sus historias,
lo podemos ver tambi‚n en el siguiente caso :
 
CASO N¦ 3.- Var¢n, 31 años, casado, dos hijos, Ingeniero Técnico Mecá-
nico. Actualmente trabaja como delegado de ventas de una casa de maquinaria.
La empresa donde trabaja está en plena suspensi¢n de pagos. Contesta a un anun-
cio y es examinado para un empleo bancario.
Dibuja una pareja completamente "rota" en los contornos, distorsionada,
intentando subir a un autom¢vil sin ruedas. Ocupando el espacio de la derecha
se observa un edificio de siete pisos completamente en estado de derrumbamien-
to. En los contornos de las figuras, no s¢lo hay "roturas", sin¢ también reto-
ques frecuentes de lineas que dan un aspecto sucio a las figuras y lo mismo
en el autom¢vil y en la casa. La historia que hace sobre el dibujo es la
siguiente :
 
"Es mi esposa. Me recuerda el dia que salimos con destino a un pueble-
cito, del cual era yo Director de una empresa familiar. Estábamos recién ca-
sados. Tenemos 31 años yo, y 25 ella. Nos llevamos bien y me ha ayudado mucho
a superarme. Nos ponen de mal humor las discusiones familiares, aunque somos
felices. Lo que más me ha costado dibujar es el coche".
 
En las pruebas realizadas, nos llama la atenci¢n el bajo C.I. (cociente
de inteligencia) y el simbolismo del dibujo en general. Temiendo algun deterio-
ro de la personalidad, le aplicamos el Test de Rorschach, a través del cual
vemos la influencia depresiva que ejercen sobre el sujeto los estimulos ambien-
tales y el intento ineficaz de la inteligencia por ejercer un control sobre
su emotividad. A la vista de éstos transtornos, le aconsejamos un tratamiento
médico adecuado que le ponga a flote. El sujeto no está en condiciones de
afrontar un trabajo y aumentar con un fracaso su actual deterioro.
 
CASO N§ 4.- Var¢n, 21 a¤os, estudiante. Vive con una mujer viuda de
40 años. Es el mayor de 3 hermanos (los otros hermanos son féminas). Dibuja
una pareja humana saliendo de la iglesia en la que acaban de contraer matri-
monio. Van del brazo y la mujer lleva un ramo de flores. El DFH masculino
representa a un hombre de unos 50 años, encogido y con expresi¢n atemorizada.
El DFH femenino representa a una muchacha j¢ven, erguida y de amplio pecho,
con expresi¢n firme y decidida. Hace la siguiente historia de la pareja :
 
"Se trata de un marqués italiano que, durante la guerra, se casa con
una aldeana de un pueblo cercano a Nápoles. Presionado por la familia, aban-
dona a la aldeana al terminar la guerra y contrae matrimonio en Suiza con una
condesa griega, de la cual enviuda. Siete años más tarde, conoce en Paris a
una estudiante de arquitectura (la misma carrera que hacia una de sus hermanas)
y se casa con ella. Al poco tiempo, se entera que su esposa es la hija de
la aldeana abandonada en Italia".
 
Después de una serie de preguntas durante la entrevista, nos explica
que una de sus hermanas, mujer muy atractiva y con mucho éxito entre los hom-
bres, estudia arquitectura. Esto nos aclara el contenido incestuoso de la
historia y la horrenda situaci¢n angustiosa que produce en el sujeto la re-
presi¢n de los deseos sexuales hacia su hermana. Por otro lado, la ternura
excesiva recibida de la madre durante la infancia, por ser el £nico var¢n entre
cuatro hermanos, le ha inclinado a vivir con una mujer que le dobla la edad
y que le hace de madre protectora alimentando su narcisismo neur¢tico.
 
En muchos casos, la represi¢n o negaci¢n de la problemática de los
deseos o necesidades inconscientes, puede conducir la fantasia a expresiones
hábilmente encubiertas (disfraces de los deseos más o menos irrealizables o
rechazados por la conciencia o censura interior). Aparentemente, nada tienen
que ver los relatos con la realidad de los problemas encubiertos, pero si
ahondamos en algunos de ellos, es fácil que descubramos deseos o impulsos
instintivos insatisfechos, que forman un n£cleo din mico capaz de expansio-
narse en forma disfrazada para burlar el control de la censura, de la concien-
cia.
 
 
 
 

 
LAS PALABRAS REFLEJAS EN LAS HISTORIAS.-

Otro aspecto interesante a tener en cuenta en los relatos o historias,


en el Test de la pareja humana y en otros tests proyectivos gráficos, es
lo que llamamos en Grafología "palabras afectivas" o "palabras reflejas", que
afectan a los tres grandes aspectos de la onda gr fica (*). Ciertas palabras
en el texto de los relatos están cargadas de contenido emocional para el suje-
to que escribe.
 
Estas "palabras reflejas" se reconocen en el texto escrito por su espe-
cial fisonomía, por haberse producido en las mismas algún aumento o disminución
brusca de tamaño o ciertas alteraciones o anomalías, como pueden ser, "reto-
ques", "tachaduras", "distorsiones", "sacudidas", etc.
 
Estos "actos fallidos", en el sentido freudiano, suelen traducir situa-
ciones emocionales reflejas que se relacionan, inconscientemente, con el signi-
ficado especial que tiene para el sujeto la palabra alterada. En algunos casos,
es la expresión de un estado de fatiga, de indisposición, de distracción
o de sobreexcitación, que da lugar al encuentro de dos intenciones o impulsos
contrarios, uno consciente y el otro inconsciente, en cuyo caso la fuerza in-
consciente perturba la intención consciente y se produce el "acto fallido",
el error, que da lugar a la tachadura de una palabra que deja la frase fuera
de sentido, al retoque, a la sacudida, a pequeños temblores de alguna letra,
a los cortes involuntarios de las palabras, a la atrofia o añadidos infortu-
nados de ciertas letras, a los puntos innecesarios a pequeños trazos que
cortan las letras o las seccionan inconscientemente, etc.
 
Cuando observamos un empequeñecimiento brusco de ciertas palabras,
éstas, son producto de un acto reflejo, en el que el significado de la palabra
ha rozado en el inconsciente un complejo de cualquier tipo, es decir, un senti-
miento inconsciente de malestar, el recuerdo archivado de una experiencia dolo-
rosa, un complejo de culpabilidad, etc. .
 
Cuando se produce un engrandecimiento súbito de las palabras, éstas
representan una reacción refleja inconsciente de agrado, es decir, representan
algo que alegra y estimula las vivencias internas.
 
Siempre es conveniente observar el lugar del texto y el momento de
la historia en que se producen las alteraciones en las palabras, ya sea por
tachaduras o retoques, por disminución brusca del tamaño, por variaciones
bruscas en la dirección de la línea, en la inclinación de las letras en
las palabras, por cortes o detenciones en la cohesión, por la colocación de
puntos innecesarios, añadidos, etc.
 
Cualquier accidente gráfico puede ser un buen indicador emocional.
 
En resumen : Interpretar las historias o relatos que se hacen sobre
las figuras dibujadas, es todo un arte que requiere amplios conocimientos
y experiencia psicoanalítica. Y lo mismo habría que decir con respecto a los
fallos, errores, equivocaciones, los énfasis o mermas en ciertas palabras o
los accidentes de cualquier tipo observados en la onda gráfica.
 
Decía Emilio Mira y López --uno de los psicólogos más eminentes que
ha tenido nuestro país--, que "los exámenes grafológicos exigen mucho tacto,
intuición y experiencia por parte de los interpretadores, pues éstos consti-
tuyen una especialidad en el campo psicotécnico. Puede decirse, inclusive,
que la Grafología vale lo que valen como psicólogos quienes la practican".-
 
"Toda intención --agrega el mismo Mira, en otro lugar --, supone una
"in-tensión", un movimiento neuro-muscular. Por tanto, todo propósito es
expresado por el movimiento de los nervios y los músculos que van a realizarlo".
 
Pero, si bien es cierto que tanto las historias como los movimientos
gr ficos que las describen, pueden aportar datos muy interesantes sobre la
personalidad del sujeto, incluyendo sus problemas y conflictos, también es
justo reconocer que sólo un estudio minucioso a base de baterías de tests,
morfopsicologia, técnica de la entrevista, etc. y una reflexión basada en un
estudio no precipitado, puede ponernos en disposición de emitir un psicodiag-
n¢stico acertado.
 
Hay que ser modestos en nuestras pretensiones. La Psicologia, no ha
llegado a ser todavia una ciencia acabada y segura, a pesar de sus avances.
Y además, multitud de factores están influyendo constantemente en la persona
lidad haciéndola variar (genéticos, climáticos, sociales, familiares, econó-
micos, profesionales, etc.). La personalidad no se puede analizar como si
fuera un "f¢sil", pues, está en movimiento y evoluci¢n constante. Se sabe,
por ejemplo, que son 29 los cuerpos metal¢ides y metales que forman parte
de nuestro organismo (hidr¢geno, oxigeno, carbono, potasio, hierro, f¢sforo,
calcio, cobre, esta¤o, etc.), pero apenas se conoce la labor elemental para
la cual sirven siete u ocho de ellos. Se sabe que una onda de luz se puede
convertir en una sensaci¢n de color azul o verde, pero la explicaci¢n que
los fisi¢logos y psic¢logos dan a éste fen¢meno, aún continua en un puente
lleno de tinieblas.
 
Y asi muchos otros fen¢menos relacionados con el hombre y su aconte-
cer psiquico. Ante ésta complejidad de los factores internos y externos que
influyen sobre nuestra personalidad humana, el psicólogo debe ser consciente
de la responsabilidad de sus conclusiones.
 
Y como palabras finales, diremos algo parecido a lo dijo el Prof.
Eysenck en su obra "Estructura y medición de la inteligencia" (*).
 
Las interpretaciones que ofrecemos referidas al "Test de la pareja
humana", se basan en observaciones y deducciones, incluso en pequeñas estadis-
ticas. No podemos decir que en todos los casos sean válidas o que no sean
válidas, que sean siempre útiles o no útiles, verdaderas o falsas; s¢lo deben
juzgarse como un trabajo de aproximaci¢n al conocimiento de ese ser cambiante
que es el hombre y que, por estar en constante movimiento y cambio, no se le
puede juzgar como a un f¢sil, ni aprisionar en clasificaciones estancas o en
evaluaciones de tipo estadistico, sin correr el riesgo de perder de vista la
raz¢n vital de su individualidad.
Augusto Vels
 
 
Agrupación de Grafoanalistas Consultivos de España.- Asociación Profesional de Grafología
miembro de pleno derecho de la ADEG
Apartado de Correos 89015 - 08080 Barcelona (Spain) - Telf: 93.321.57.48 - fax: 93.323.24.71
www.grafologia.bz
 
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(*) Ver Eysenck "Estructura y medici¢n de la inteligencia"- Editorial
Herder, S.A. - Barcelona.-.

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<<<<<Prohibida la reproducci¢n total o parcial, sin la debida autorización legal>>>>>. Registro n§
Sg/078654-AV.->>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
 
Vilassar de Mar 12 de Marzo de l994.-

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