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Coyolxauhqui La muerte de la diosa

Author(s): Lourdes Cué


Source: Artes de México , NOVIEMBRE 2009, No. 96, MUERTE AZTECA–MEXICA:
RENACER DE DIOSES Y HOMBRES (NOVIEMBRE 2009), pp. 36-41
Published by: Margarita de Orellana

Stable URL: https://www.jstor.org/stable/24317803

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El ciclo de vida, muerte y renovación que prevalece en el pensamiento de

los culturas antiguas reproduce lo sucesión dio-noche, lo lucha que los

Fuerzas nocturnas y los diurnas libran en el amanecer y el anochecer

En estas páginas veremos cómo los mexicos explican esto batalla con el

mito de Cogolxouhqui, su dioso de la luna que debe morir cada noche cuando

nace el sol, su hermano victimario. ¿Cómo el arte nos permite conocer lo

historia entrañable de esto diosa o través de uno pieza emblemático?

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REHACER mí TICO

Coyolxauhqui
La muerte de la diosa
Lourdes Cué

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de aquellos breves instantes en los que
ella se agazapa en algún rincón del rielo
diurno. Pero luego será ahuyentada por

Nunca puedenamanecer,estar juntos, con su con excepción


quien la destruye cotidianamente, cada
cuando la aniquila
rayo. Kl ciclo de vida y muerte de los dioses celestes por
excelencia el Sol y la Luna es un fenómeno astro
nómico <le tales dimensiones que merece un mito igual
mente portentoso.

El mito

Los mexicas insertan en el panteón mesoamericano, po


blado de múltiples dioses, a una familia acorde con sus
necesidades filosóficas, culturales, políticas y económicas:
una diosa, Coatlicue, que personifica a la tierra, es la ma
tire que, noche a noche, dibuja sn cuerpo en el horizonte
para que nazcan sn hija Coyolxauhqui, La Que se finta
Cascabeles en la Cara, la luna, y los crntzniiliiiitzndliiicis
(los cuatrocientos surianos), las estrellas del sur. El lance
de esta familia comienza con un prodigio inexplicable.
mm ■
Coatlicue se embaraza gracias a una bolita de plumas que
cae del cielo mientras barre su templo en la cumbre del
Coatepec o el Cerro de las Serpientes. Este hecho mis
terioso ofende profundamente a sn hija Coyolxauhqui,
quien instiga a sus hermanos .1 matar a su madre. Pero la
bolita de plumas que Coatlicue guarda en su vientre es
I fuitzilopoc lilli, el sol, quien, al advertir el peligro, decirle
luchar desde el vientre de su aterrorizada madre. Cuando

la muerte de Coatlicue es inminente, nace I luitzilopochtli


vestido como guerrero y armado con una serpiente de
fuego, la xiulicóatl, que representa al rayo solar, con la
cual decapita a Coyolxauhqui y la arroja desde lo alto
del cerro, de donde cae desmembrada, como sucede con
la luna en algún momento de su ciclo.
I I mito del Coatepec se reproduce en el Templo Ma
yor, donde, al igual que en el mito, Coyolxauhqui yace
derrotada al pie de la escalinata del vencedor ffuilzilo
pochtli. Sin embargo, el mito no solamente expresa un
fenómeno astronómico en el que la luna desaparece ante
la presencia del sol, también habla de un hecho histórico
consignado por Iray Diego Duran. Se trataba de una lu
( lia entre dos facciones mexicas ocurrida durante la mi
gra( ion desde Azllán, cuando un grupo que comanda ( .0
yolxauh se rebela contra la autoridad de Iluitzilopochtli,
quien castiga la indisciplina sacrificándolos a todos poco
antes de llegar al silio donde fundarían Tenochtitlan.

Cogolxouhqui
CoyolxouhquiPiedro
Piedrotollodo íTlTm
tollodo (TIT(TI

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Lo pieza
Una de las representaciones de la mítica Coyolxauhqui
es el conocido disco de piedra descubierto en 1978. Su
dinámica expresión sintetiza el frente y el perfil y produce
la sensación de un vigoroso movimiento helicoidal en el
tronco y en espiral abierto por sus extremidades en for
ma de rehilete. Este movimiento parece generarse en
el punto donde se encuentra la cabeza decapitada y
dramáticamente dispuesta hacia atrás, y continúa
hacia un brazo, una pierna, la otra y el otro brazo.
Sin embargo, las formas no se fugan hacia afuera
del relieve, sino que el escultor logra equilibrar
expansión y dinamismo al confinar la figura den
tro del disco en forma muy armoniosa, y enfati
za puntos de atracción visual en las coyunturas,
las manos, los pies y el penacho.
A más de treinta años de distancia se revi

saron la policromía, los elementos biológicos y


la iconografía, y se detallaron los cinco colores
que sobreviven incrustados en las porosidades de
la piedra: rojo, que se obtenía de la hematita; ocre,
de la goetita; blanco, de la calcita; negro de humo; y
azul maya, resultado de la combinación de hojas de añil y
paligorskita. Todos ellos pertenecen al patrón cromático
del Templo Mayor y los edificios aledaños. Estos colores
se localizan en los detalles, como son los pezones azules,
los manchones de rojo sangre en el tórax, el ojo enrojeci
do como en los códices, el penacho azul y otros elementos
que abren nuevas líneas de investigación.
La composición desnuda revela otros valores plásti
cos, como la calidad de la talla lograda sin instrumentos
metálicos, como martillos, punteros, etcétera, sino con
otras piedras duras para desbastar los finos detalles, y el
uso de arenas para pulir los bordes del relieve.

Lo dioso y su victimario
Desde su hallazgo, Coyolxauhqui se ha convertido en un
icono del arte de los antiguos mexicanos pero, al mismo
tiempo, es fuente de inspiración para interpretaciones
fantasiosas y descabelladas. Es capaz de expresar tanto el
mito como la historia. En su calidad de diosa femenina,
se inspira en deidades más antiguas que también están
relacionadas con la muerte: las Cihuateteo, las valientes
guerreras que habitan la región poniente del universo tras
Recreoción de los colores oriqinoles de esto morir en el parto. Coyolxauhqui está representada como
representoción de Cogolxouhqui o portir de los estas guerreras: con el torso desnudo visto de frente, pin
códices g de los estudios arqueológicos, donde tado de ocre y con pliegues en el vientre. Las Cihuateteo,
se oprecion los maquizcóobl. o serpientes de dos como la propia diosa, comparten atributos con la ances
cabezos, que oton su cuerpo desmembrado y tral diosa Tlazoltéotl Tlaelcuani, regente de la sexualidad,
que son posibles signos dejados por su hermono del parto y de los ciclos menstruales, asociados con las
Huitzilopochtli en el cuerpo de lo diosa. fases lunares. Esta representación de Coyolxauhqui pare

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ce haber sido inspirada en ambas deidades, lo confirman
su esencia lunar y su identidad como deidad muerta. Su
condición de combatiente sacrificada también es eviden

te por el uso de ajorcas o tobilleras, muñequeras y pena


cho de plumas, atavíos propios de los guerreros, y por el
adorno característico de los bultos mortuorios y de las
víctimas de sacrificio, compuesto por plumones blancos
y un atado de dos plumas que en este relieve se aprecian
claramente separadas del resto del hermoso tocado azul.
Hay tres valores iconográficos que Coyolxauhqui ad
quirió de su victimario y que refuerzan su identidad. El pri
mero son los caracolillos del género Polinices cf. lacteus que
adornan sus tobilleras. Estos motivos son emblemas de los

guerreros muertos, asociados al sacrificio y a entidades íg


neas como el sol / Huitzilopochtli. Un segundo elemento es
el gran tocado azul, el color del cielo diurno, principal ámbi
to de acción de Huitzilopochtli, inspirado en las plumas del
"águila real" (Aquila cf. Chrysaetos) que simboliza al astro
por ser el ave que alcanza el vuelo más alto. Dicha aureola
está compuesta por las plumas coberteras superiores del ala Cihuotéotl,
Cihuotéotl, mujer
mujer
diosodioso
muerto
muerto
en el porto
en el porto

y lleva un colgajo inspirado en las largas plumas de la cola; Códice


CódiceBorgia,
Borgia,lámino
lámino
48. 48.

todas fueron reproducidas por el escultor con obsesiva fide


lidad en tamaño, forma y detalles como la sombra que causa ▼ Tlozoltéotl,
Tlozoltéotl,diosodioso
de lo de
inmundicio.
lo inmundicio.
osociodo con
osociodo
lo con lo

la superposición de las plumas. Un tercer elemento icono Fertilidad


Fertilidad y. y.
porpor
ende,ende,
con locon
renovación,
lo renovación,
concepto concepto

gráfico son las falsas coralillos de cuerpo anillado (Tantilla vinculado con la
lo noción mexico
mexica de lo muerte

cf. annulata) atadas en diversas partes del cuerpo de la dio Códice rejérvórtj-moyer.
rejérvónj-ITIoyer. lámino 17.

sa. Estos reptiles se asocian a Cihuatéotl, que representaba a


la mujer que moría en parto, y principalmente a Tlazoltéotl,
diosa de la inmundicia; lo cual es importante dada la re
lación entre ellas y Coyolxauhqui. Pero, en esta pieza, las
serpientes tienen dos cabezas: son las temibles maquizcóatl,
culebras míticas asociadas a la muerte. He aquí la prueba
más clara de la unión simbólica entre ambos hermanos: a

través de estas serpientes, el verdugo, el dios solar, deja su


signo sobre el cuerpo de Coyolxauhqui. Y es que, según re
lata la Historia de los mexicanos por sus pinturas, a Huitzilo
pochtli también se le llamaba Maquizcóatl.
Coyolxauhqui, adornada con todos los símbolos posi
bles de guerra, sacrificio y muerte, posee una incuestionable
belleza y conmueve hasta lo más profundo. Le toca repre
sentar el mítico drama que reproduce la batalla cósmica. El
sol y la luna nunca pueden estar juntos, aunque están irre
mediablemente unidos en la indisoluble danza de vida y
muerte que se aprecia en esta dinámica pieza.

LOURDES CUÉ. Licenciada en Historia del Arte. Actualmente es coor

dinadora de Publicaciones del Museo del Templo Mayor. En el estudio


integral de Coyolxauhqui participan también el arqueólogo Fernando
Carrizosa, el técnico restaurador José Guadalupe Vázquez y la bióloga
Norma Valentín.
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