Se desconoce la causa de la cleptomanía. Varias teorías sugieren que ciertos
cambios en el cerebro pueden ser la causa fundamental de este trastorno. Se necesita más investigación para comprender mejor estas posibles causas, pero la cleptomanía podría estar relacionada con lo siguiente: Problemas con una sustancia química cerebral (neurotransmisor) que se produce naturalmente llamada «serotonina». La serotonina ayuda a regular los estados de ánimo y las emociones. Los niveles bajos de serotonina son frecuentes en las personas que son propensas a tener conductas impulsivas. Trastornos de adicciones. El robo puede causar la liberación de dopamina (otro neurotransmisor). La dopamina provoca sentimientos placenteros, y algunas personas buscan tener esa sensación gratificante una y otra vez. El sistema opioide del cerebro. Ese sistema regula los impulsos. Un desequilibrio en ese sistema podría dificultar la resistencia a los impulsos. Factores de riesgo La cleptomanía se considera poco frecuente. Sin embargo, es posible que algunas personas con cleptomanía nunca busquen tratamiento o simplemente vayan a prisión tras robos repetidos, por lo que muchos casos de cleptomanía no pueden diagnosticarse. La cleptomanía, a menudo, comienza en la adolescencia o en la adultez temprana, pero puede iniciarse en la edad madura o más adelante. Aproximadamente dos tercios de las personas con cleptomanía conocida son mujeres. Antecedentes familiares. Tener un familiar de primer grado, como un padre o un hermano, con cleptomanía, un trastorno obsesivo compulsivo o un trastorno de consumo de alcohol u otras sustancias puede aumentar el riesgo de padecer cleptomanía. Tener otra enfermedad mental. Las personas con cleptomanía a menudo tienen otra enfermedad mental, como trastorno bipolar, trastorno de ansiedad, un trastorno de la alimentación, un trastorno por consumo de drogas o un trastorno de personalidad. Complicaciones Si no se trata, la cleptomanía puede causar graves problemas emocionales, familiares, laborales, legales y financieros. Por ejemplo, sabes que robar está mal, pero te sientes incapaz de resistir el impulso, por lo cual es posible que te carcoman la culpa, la vergüenza, la baja autoestima y la humillación. Además, es posible que te arresten por robar. O bien, puedes llevar una vida moral y honesta, y sentirte confundido y disgustado por tu conducta de robo compulsivo. Otros trastornos y complicaciones asociados a la cleptomanía pueden ser los siguientes: Otros trastornos del control de impulsos, como ludopatía o compras compulsivas Consumo indebido de alcohol y sustancias Trastornos de la personalidad Trastornos de la alimentación Depresión Trastorno bipolar Ansiedad Pensamientos suicidas, intentos de suicidio y suicidio Prevención Debido a que la causa de la cleptomanía no está clara, aún se desconoce la forma de prevenirla. Recibir tratamiento en cuanto comienza el robo compulsivo puede ayudar a evitar que la cleptomanía empeore y a prevenir algunas de sus consecuencias negativas.