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Descripción general

La cleptomanía es un trastorno de la salud mental que consiste en la incapacidad


recurrente para resistir el impulso de robar objetos que, por lo general, no
necesitas. A menudo, los artículos robados no son de gran valor y podrías haberte
permitido comprarlos. La cleptomanía es una afección poco frecuente pero grave. Si
no la tratas, puede generar mucho dolor emocional para ti y tus seres queridos, y
causar problemas legales.

La cleptomanía es un tipo de trastorno de control de los impulsos, es decir, un


trastorno que se caracteriza por problemas con el autocontrol emocional o
conductual. Si tienes un trastorno de control de los impulsos, tienes dificultad
para resistir la tentación o el impulso de realizar un acto que es excesivo o
perjudicial hacia otras personas o hacia ti mismo.

Muchos cleptómanos viven con vergüenza en secreto porque tienen miedo de buscar
tratamiento para la salud mental. Si bien no existe una cura para la cleptomanía,
el tratamiento con medicamentos o una terapia para desarrollar habilidades,
centrada en controlar los impulsos, pueden ayudar a poner fin al ciclo de robar de
forma compulsiva.

Productos y servicios
Bibliografía: Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo
Clinic) 5.ª edición
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Síntomas
Los síntomas de cleptomanía pueden incluir los siguientes:

Incapacidad para resistir fuertes impulsos de robar artículos que no necesitas


Sentir mayor tensión, ansiedad o excitación antes del robo
Sentir placer, alivio o satisfacción durante el robo
Sentir mucha culpa, remordimiento, odio hacia uno mismo, vergüenza o temor de ser
arrestado después del robo
Reaparición de los impulsos y una repetición del ciclo de cleptomanía
Características
Las personas con cleptomanía suelen presentan estos rasgos o características:

A diferencia de la mayoría de los ladrones de tiendas, las personas con cleptomanía


no roban compulsivamente para beneficio personal, ni por un desafío, ni por
venganza ni por rebelión. Roban simplemente porque el impulso es tan fuerte que no
pueden resistirlo.
Por lo general, los episodios de cleptomanía suceden repentinamente, sin
planificación ni la ayuda de otra persona.
La mayoría de las personas con cleptomanía roban en lugares públicos, como tiendas.
Algunas pueden robar a amigos o conocidos, por ejemplo, en una fiesta.
A menudo, los artículos robados no tienen valor para quien tiene cleptomanía;
además, la persona tiene los medios para comprarlos.
Además, los artículos robados suelen esconderse y no usarse nunca. Los artículos
también pueden donarse, regalarse a familiares o amigos, o incluso devolverse
secretamente al lugar de donde fueron robados.
Los impulsos por robar pueden ir y venir, o pueden producirse con mayor o menor
intensidad a lo largo del tiempo.
Cuándo debes consultar con un médico
Si no puedes dejar de robar en tiendas o robar en general, busca asesoramiento
médico. Muchas personas que pueden tener cleptomanía no desean buscar tratamiento
porque tienen miedo de que las arresten o las lleven presas. Sin embargo, un
proveedor de atención para la salud mental normalmente no denuncia los robos a las
autoridades.

Algunas personas buscan ayuda médica porque tienen miedo de que las descubran y de
tener problemas legales. También es posible que ya hayan sido arrestadas y estén
obligadas legalmente a buscar tratamiento.

Si un ser querido presenta cleptomanía


Si sospechas que un amigo cercano o un familiar podría presentar cleptomanía, habla
delicadamente sobre tus inquietudes con esa persona. Ten presente que la
cleptomanía es un trastorno de salud mental, no un defecto de la personalidad, y
acércate a tu ser querido sin juzgarlo ni culparlo.

Podría ser útil poner énfasis en estos puntos:

Estás preocupado porque te importa la salud y el bienestar de la persona.


Estás preocupado por los riesgos del robo compulsivo, como ser arrestado, perder un
empleo o dañar una relación valiosa.
Entiendes que, cuando se tiene cleptomanía, el impulso de robar puede ser demasiado
fuerte como para resistirlo con tan solo proponérselo.
Existen tratamientos eficaces disponibles para minimizar el impulso de robar y
vivir sin adicción ni vergüenza.
Si necesitas ayuda para prepararte para esta conversación, habla con tu proveedor
de atención médica. Quizás tu proveedor de atención médica te remita a un
profesional de salud mental que pueda ayudarte a planificar una manera de plantear
tus inquietudes sin hacer que tu amigo o pariente se ponga a la defensiva ni se
sienta amenazado.

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Causas
Se desconocen las causas de la cleptomanía. Varias teorías sugieren que los cambios
en el cerebro pueden ser la causa fundamental de este trastorno y que, con el
tiempo, los patrones aprendidos de robar objetos refuerzan el problema. Se necesita
investigar más para comprender mejor las posibles causas, pero la cleptomanía puede
deberse a lo siguiente:

Problemas con una sustancia química cerebral llamada serotonina. La serotonina, un


neurotrasmisor, ayuda a regular los estados de ánimo y las emociones. Los niveles
bajos de serotonina son frecuentes en las personas que son propensas a tener
conductas impulsivas.
Trastornos adictivos. Robar puede causar la liberación de dopamina (otro
neurotrasmisor). La dopamina causa sentimientos placenteros, y algunas personas
buscan tener esa sensación gratificante una y otra vez.
Sistema opioide del cerebro. El sistema opioide del cerebro regula los impulsos. Un
desequilibrio en ese sistema podría dificultar resistirse a los impulsos.
Un hábito aprendido. Los impulsos son muy incómodos. Responder a los impulsos con
robos disminuye temporalmente el sufrimiento emocional y los alivia. Esto crea un
fuerte hábito que se hace difícil de dejar.
Factores de riesgo
La cleptomanía no es común. Sin embargo, es posible que algunos casos de
cleptomanía nunca lleguen a diagnosticarse. Algunas personas nunca solicitan
tratamiento. Otras van a prisión tras varios robos.

La cleptomanía a menudo comienza en la adolescencia o en la adultez temprana, pero


también puede iniciarse más tarde. Aproximadamente, dos tercios de las personas con
cleptomanía conocida son mujeres.

Los factores de riesgo de la cleptomanía pueden comprender los siguientes:

Antecedentes familiares. Tener un pariente consanguíneo (como un padre, una madre o


un hermano) con cleptomanía u otros trastornos adictivos puede aumentar el riesgo
de tener cleptomanía.
Tener otra enfermedad mental. Las personas con cleptomanía suelen tener otros
trastornos mentales, como la ansiedad, la depresión o un trastorno por abuso de
sustancias.

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