El clima y la cultura organizacional constituyen dos componentes de
esencial importancia para la elevación de la productividad laboral. El clima organizacional es un componente esencial del proceso de socialización del conocimiento y la cultura. La socialización de la cultura y del conocimiento en una organización es una premisa fundamental de su éxito en tiempos donde la colaboración es fuente de ventajas competitivas.
Los elementos del clima organizacional deben tenerse en cuenta en la
generación de procesos creativos y espacios para la innovación. Influencia, trabajo en equipo, satisfacción, deseo de cambio, compañerismo y responsabilidad, son los elementos más representativos de los que se debe componer entonces el clima para que surjan ideas que posteriormente se cristalicen como innovaciones, pues es necesario que los miembros de la organización sientan, que son parte integral de ésta, que son tomados en cuenta, que no deben temer a opinar y de hecho a criticar los elementos de la organización que no contribuyen a los procesos de cambio, proponiendo nuevas formas de realizar las actividades, entre otras actitudes que se fomentan en los individuos, cuando el clima organizacional es propicio para esto. Otros elementos del clima organizacional son: -Motivación -Satisfacción -Involucramiento -Actitudes -Valores -Cultura Organizacional -Estrés -Conflicto Cultura Organizacional La cultura organizacional se basa en las creencias, hábitos, normativas, reglas, políticas, valores y supuestos básicos que caracteriza a una organización
El clima organizacional ejerce una significativa influencia en la cultura
de la organización. Esta comprende el patrón general de conductas, creencias y valores compartidos por los miembros de una organización. Los miembros de la organización determinan en gran parte su cultura y, en este sentido, el clima organizacional ejerce una influencia directa, porque las percepciones de los individuos determinan sustancialmente las creencias, mitos, conductas y valores que conforman la cultura de la organización. 1. Estructura. La organización de la empresa también es una de las partes de la cultura empresarial a tener en cuenta. Ésta hace mención a las reglas y normas que rigen en el desarrollo del trabajo, así como al grado de control y supervisión que se ejerce sobre su cumplimiento. 2. Apoyo. ¿Cómo es la relación entre supervisores y empleados? ¿Hay una relación de confianza, transparencia y espontaneidad? Las empresas evolucionan hacia culturas organizacionales donde haya una relación estrecha entre responsables y trabajadores, que más que una jerarquía, se trabaje conjuntamente y de manera colaborativa entre ambos. 3. Identidad. La identidad hace mención al sentido de pertenencia, al modo en que las personas que conforman la compañía, conciben a la misma como un conjunto global del que todos forman parte, sin divisiones. Está estrechamente relacionada con la identificación e implicación de los trabajadores con el éxito de la compañía. La identidad corporativa es posiblemente uno de los elementos de la cultura organizacional más importantes. 4. Reconocimiento. ¿Cómo se reconoce la buena labor de los empleados? Todos los incentivos, premios y recompensas que realiza la empresa a su plantilla son otros de los elementos de la cultura organizacional básicos. Premiar y reconocer públicamente el buen hacer durante el desarrollo de su trabajo, hace que el equipo esté más motivado e incremente su capacidad de trabajo y productividad. 5. Tolerancia al conflicto. Ésta se refiere al modo en que la empresa hace frente a las situaciones más complicadas que pueden surgir durante el desarrollo de su actividad: ya sean problemas con clientes, entre trabajadores, con dirección, etc. Es muy importante que una empresa tenga en cuenta estas situaciones más delicadas, pues es al final en los malos momentos donde se requiere de un mayor apoyo por parte de dirección, siendo momentos complicados y de incertidumbre y tensión.