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Material de Estudio-Filosofia Del Derecho.
Material de Estudio-Filosofia Del Derecho.
QUE ES FILOSOFIA?
QUE ES EL DERECHO?
“Todos los hombres desean por naturaleza saber”, afirmació n de Aristó teles.
Verdad que, a su vez, se corrobora desde el inicio hasta el final en la vida del
hombre; éste siempre pregunta por el ser de las cosas: ¿qué es esto? Se
pregunta el por qué y el para qué de las mismas, hasta culminar en las
preguntas: ¿qué o quién soy yo?, ¿para qué existo?, ¿cuá l es el fin de mi vivir y
de mi existir? Son las eternas preguntas sobre la esencia y la existencia de todo
lo que es y existe, incluyendo al mismo que pregunta. Todos estos
planteamientos conllevan a alguna respuesta, la cual puede satisfacer a quien
pregunta o dar origen a una nueva pregunta, que es lo que sucede con mayor
frecuencia, pues algo propio del hombre es el deseo siempre insatisfecho de
saber, que nunca se llena y nunca se hastía. En absoluto, el hombre puede decir
ya no quiero saber. Por ello, K. Popper indica que todos, hombres y mujeres,
somos filó sofos, aunque algunos lo son má s que otros.
Quizá por pereza intelectual o por conformismo existencial nos sintamos bien
con respuestas inmediatas a lo que nos aqueja y nos tranquilizan por el
momento; sin embargo, no podemos cancelar ni oponernos a la necesidad
natural de encontrar respuestas que corresponden al á mbito espiritual y que
rebasan nuestra dimensió n material. É sta es la razó n que nos motiva a hurgar
en estos dos campos del saber: la filosofía y el derecho, con la esperanza de
poder encontrar alguna luz sobre lo que buscamos.
Si bien en Los principios de filosofía dice René Descartes que ésta es “el estudio
de la Sabiduría”, y tal estudio comienza “por la investigació n de las primeras
causas, es decir, los principios”, hoy día son pocos, pero destacados, aquéllos
que utilizan un paradigma ontoló gico para tratar en el campo del derecho sus
principios fundamentales se confronta con los problemas má s importantes de
la filosofía del derecho, tales como el poder y el derecho, la justicia, los debates
sobre los conceptos del derecho y las relaciones entre el derecho y la moral.
¿Por qué estudiar sobre filosofía del derecho? Ciertamente es un tema muy
socorrido. Sin embargo, ninguna disciplina es autosuficiente para abordar su
objeto de estudio, sino que necesita del auxilio de otras disciplinas para
profundizar má s en él, y el derecho no es la excepció n, el estudiante de derecho,
en su formació n, y el profesional del derecho, en su quehacer jurídico, uno y
otro, estará n incompletos si no miran y consideran al derecho desde la filosofía,
madre y fundamento de todas las ciencias.
Del Vecchio, eminente ius filó sofo italiano, define la filosofía jurídica como
la disciplina que estudia el derecho. Stammler, por su parte, la define sintética y
acertadamente de la siguiente manera: "entendemos por filosofía reflexiones
jurídicas aparece como de un valor incondicionado y universal".
La filosofía del derecho cuenta con dos problemá ticas. Definir en primer lugar
qué es filosofía y luego definir qué es derecho. Sin embargo la conjunció n de
ambos términos FILOSOFÍA + DERECHO da lugar a una nueva especialidad que
parece que se corresponde con una tarea interdisciplinar ya que lo que se trata
es de dotar de herramientas filosó ficas a la reflexió n jurídica y que se ponga al
servicio del aplicador y del sujeto de derecho dicha reflexió n en la resolució n de
dilemas prá cticos y teó ricos.
Nino explica que la vaguedad del término derecho se refiere a que las
características que se establecen como esenciales o bá sicas para definir
derecho pueda que no se cumplan en todos los casos. Por ejemplo los autores
que consideran que la norma siempre quiere decir orden o mandato, ante la
evidencia que existen normas de autorizació n o normas principios
¿Qué es el Derecho?
Una Ontología es una ciencia que estudia la naturaleza de algo. Por tanto la
Ontología Jurídica se ocupará de preguntarse qué es el Derecho. Se centra en el
estudio del Derecho y dentro de éste, investiga con qué fuentes se crearon los
pilares que dieron la posterior creació n del Derecho.
En palabras de García Má ynez, esta parte de la filosofía del derecho tiene por
objeto estudiar los valores a cuya realizació n debe tender el derecho. Todo
derecho tiene el sentido de realizar una serie de valores, por lo que la tendencia
a tal realizació n es un elemento esencial de aquél; el examen de tales valores, lo
mismo que el de su jerarquía y el de sus posibles conflictos, corresponden a la
Axiología jurídica o doctrina del deber ser del derecho. En otras palabras —
como lo indica Elías Díaz—, deberá tener en cuenta, junto a lo que es el derecho,
có mo debe ser éste. Deberá reflexionar al mismo tiempo —puntualiza E.
Ferná ndez— tanto sobre los valores del derecho existente o vigente en una
sociedad, como sobre los del derecho ideal, teniendo en cuenta que el derecho
se mueve dentro de la dialéctica de lo legal y lo justo.
Para poder precisar cuá les son los fines del derecho, es necesario preguntarse
qué busca el derecho?, cuá l es su objeto?, qué persigue?.
SEGURIDAD JURÍDICA
Es un principio universal del derecho que se entiende como prá ctica del
derecho y representa la seguridad de que se conoce o puede conocer lo previsto
como prohibido, mandado y permitido por el poder pú blico respecto de uno
para con los demá s y de los demá s para con uno. La seguridad jurídica requiere
de la existencia de un orden objetivo y eficaz que se aplique con justicia a las
relaciones interhumanas.
BIEN COMÚN
Bien comú n es el conjunto de condiciones de la vida social que permiten que las
asociaciones y cada uno de sus miembros alcancen de manera má s fá cil e
íntegra la perfecció n que les corresponde.
Toda organizació n social tiene como fin lograr su propio bien consistente en el
perfeccionamiento y bienestar social y. por ende, el bien de los individuos que
la integran. El fin supremo del Derecho no puede ser otro que el de obtener el
bien que la comunidad se propone. Las características del bien comú n son las
siguientes:
- Es objetivo.
- Obliga al Estado.
- Obliga al ciudadano.
JUSTICIA
Como Ideal: Debido a que el hombre y el derecho mismo quieren que se haga
justicia dentro y entre los hombres que habitan una sociedad jurídicamente
organizada.
Como Ordenamiento Jurídico: Pues posee los mecanismos idó neos de que
goza una sociedad para garantizar el cumplimiento de ese derecho en una
determinada sociedad.
ESTADO DE DERECHO
Aristó teles dejó escrito: “Son las leyes bien establecidas las que deben tener la
soberanía y los magistrados, ya sean uno o varios, deben tenerla só lo acerca de
los puntos que las leyes no pueden tratar exactamente. Las leyes lo mismo que
los regímenes, tienen que ser necesariamente buenas o malas, justas o injustas.
Pero, al menos, una cosa es evidente: que las leyes deben establecerse en
armonía con el régimen”. Hart, añ adiría má s tarde a lo dicho por Aristó teles,
que, “la naturaleza humana no puede en modo alguno subsistir sin la asociació n
de individuos; y esa asociació n nunca podría tener lugar si no se respetaran las
leyes de la equidad y de la justicia”.
En consonancia con el pensamiento clá sico griego, la subordinació n del
príncipe a la ley fue una idea permanente en la doctrina política medieval: “El
rey no debe estar subordinado a ningú n hombre, sino a Dios y a la ley, ya que es
la ley la que hace al rey”. En la tradició n jurídica inglesa —señ ala Bobbio—, el
principio de la subordinació n del rey a la ley conduce a la doctrina de la rule of
law, o gobierno de las leyes, que es el fundamento del Estado de derecho
entendido, en su acepció n má s restringida, como el Estado cuyos poderes son
ejercidos en el á mbito de las leyes preestablecidas.
Para Santo Tomá s —el gran comentarista de Aristó teles— el regimen politicum
(régimen político) se distingue del regimen regale (régimen real) por el hecho
de que mientras el ú ltimo está caracterizado por la plenaria potestas (potestad
plena) del gobernante, el primero tiene lugar cuando quien está a la cabeza del
Estado tiene limitado su poder con base en algunas leyes de la ciudad. Será la
modernidad la que adecuará este principio del gobierno de las leyes al
paradigma de la modernidad. Locke será el representante de esta tendencia; y
escribe: “Sea cualquiera la forma de gobierno por la que se rija la comunidad
política, el poder soberano debe gobernar por medio de leyes promulgadas o
aceptadas y no por decretos improvisados o por decisiones imprevisibles”.
Por ello —afirma Eusebio Ferná ndez— son necesarias normas jurídicas que
protejan nuestra libertad frente a las posibles violaciones del poder político,
cuando éste va má s allá de los límites legales de su competencia; por ello son
necesarias también instituciones políticas y judiciales que controlen su
actuació n. Razó n, por demá s suficiente, para afirmar que el Estado debe ser un
Estado de derecho, en el que se acepte la subordinació n del poder político a
normas jurídicas de cará cter general y pú blicas, que nos permitan conocer las
competencias, marco y límites de su actuació n. De esta manera, la existencia del
Estado de derecho será siempre una garantía para la autonomía personal, al
mismo tiempo que dará confianza y seguridad al ciudadano en el ejercicio de
sus libertades. La idea de que la funció n de la ley no se encuentra tan só lo en la
fundamentació n, sino, por sobre todo, en la limitació n del poder del Estado, en
especial del poder de castigar, en la garantía para los ciudadanos de ser
llamados a responder só lo dentro de las fronteras de la ley. Rousseau en su
momento ya pensaba en este asunto tan importante y trascendente, cuando al
tratar de explicar qué entendía por Repú blica, escribió : “entiendo por
Repú blica todo Estado regido por leyes, cualquiera que sea la forma en que se
administre, pues só lo así el interés pú blico gobierna y la cosa pú blica tiene
alguna significació n”.
El Estado de derecho es, así, un resultado histó rico, una conquista lenta y
gradual, hecha por gentes e individuos, sectores sociales, que, frente a poderes
despó ticos o ajenos, buscaban seguridad para sus personas, sus bienes y
propiedades, y que al mismo tiempo exigen garantías y protecció n efectiva para
otras manifestaciones de su libertad.
Segú n Víctor Moreno Catena, la realizació n del Estado democrá tico de derecho
exige que los poderes pú blicos, que disponen del uso legítimo de la fuerza,
deban mantenerse dentro de los límites de la ley, de modo que cuando su
actuació n entra en conflicto con el ciudadano, ha de articularse un mecanismo
de protecció n de sus derechos frente a los excesos del poder, mediante la
intervenció n de un ó rgano independiente para componer la continua relació n
conflictiva, entre el ciudadano que quiere defender su libertad y la autoridad
cuando pretenda menoscabarla.
Uno de los fines del derecho es la seguridad. Fin, que a su vez —segú n Gregorio
Peces-Barba— se ocupa de limitar al poder, de producir certeza en sus
decisiones, de saber cuá nto puede mandar, qué niveles de fuerza puede
imponer, quiénes pueden imponer esa fuerza, con qué límites, así como saber
quién puede ejercer el poder, durante cuá nto tiempo, etc. Todas esas
dimensiones son propias del Estado de derecho.
Elías Díaz plantea esta cuestió n en términos de razón de Estado y razones del
Estado. La primera figura se caracteriza por querer auto justificar el poder
político pretendiendo operar con independencia y por encima de las leyes y/o
de la ética, haciendo caso omiso los gobiernos y los gobernantes de las normas
morales y/o de las normas jurídicas que, sin embargo, imponen y exigen a sus
subordinados. Frente al modus essendi y operandi de esta especie de Estado, lo
que los críticos de la misma demandan —señ ala este autor— es que las
instituciones políticas y sus directores y gestores actú en siempre conforme a
derecho, sujetá ndose como todos los demá s ciudadanos al ordenamiento
jurídico, y también descartando que la superior condició n de aquéllos les
autorice para actuar en política violando los preceptos éticos.
Ahora bien, debemos entender que el bien comú n es un concepto complejo, que
en general puede ser entendido como aquello de lo que se benefician todos los
ciudadanos o como los sistemas sociales, instituciones y medios
socioeconó micos de los cuales todos dependemos que funcionen de manera
que beneficien a toda la gente.
El artículo 175 por su parte dispone que “Ninguna ley podrá contrariar las
disposiciones de la Constitució n. Las leyes que violen o tergiversen los
mandatos constitucionales son nulas ipso jure”
Se considera que existen bá sicamente cuatro grados jerá rquicos en los que se
encuentra estructurado el sistema normativo Guatemalteco: a) Normas
constitucionales (Que incluye la constitució n y las denominadas leyes
constitucionales); b) Normas ordinarias (Que comprende los decretos emitidos
por el congreso de la Repú blica mediante el procedimiento legislativo
correspondiente –leyes formales– y los decretos leyes aprobados durante los
gobiernos de facto que aú n se encuentren vigentes –leyes materiales–); c)
Normas reglamentarias (Que comprende los reglamentos y acuerdos
gubernativos emitidos para desarrollar las leyes ordinarias); y d) Normas
individualizadas (Que abarca aquellas normas aplicables solamente a un caso
concreto)