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LO QUE SABEMOS DE LA VIDA SEXUAL DE LOS NENDERTALES

Hace millones de años, los hombres y las mujeres de la prehistoria tenían una vida sexual. Si no,
lógicamente nosotros no estaríamos aquí para contarlo.

En 2002, dos exploradores realizaron un descubrimiento extraordinario en los al rededores de Anina


– Rumania, en las montañas Carpatos. En una cueva que contenía numerosos huesos de mamíferos
se encontró una mandíbula humana, la cual habría pertenecido a uno de los primeros hombres
modernos a pesar de presentar algunos rasgos nendertales. El análisis de ADN revela una
concentración marcadamente elevada de genes nendertales -de entre 6 a 9%- esto es tres veces mas
que en los humanos actuales. Según los científicos, es una nueva prueba de la existencia de
relaciones sexuales entre el hombre moderno y el hombre nendertal (aparecido hace al rededor de
300.000 años y desaparecido hace unos 30.000 años).

EL BESO

Laura Wevrich es una antropóloga particularmente interesada por la actividad bacteriana bucal en
los humanos del pasado. Esto le permite aprender mas sobre la manera en la que se alimentaban e
interactuaban con su medioambiente. Analizando la placa dentaria en restos de una familia
nendertal, descubrió que una micro-bacteria del hombre moderno había sido transferida a uno de
ellos, según lo expuesto en BBC Future. Una de las hipótesis de Wevrich para explicar esta
transferencia es el beso. Hace unos 120.000 años, es altamente probable que un nendertal y un
hombre moderno se hayan besado y de esta manera intercambiado sus bacterias.

COITO SIN INTERRUPCIÓN

Analizando las secuencias de ADN del hombre de nendertal, los científicos pusieron en evidencia
que el cromosoma Y de algunos de ellos tenia mucho en común con el hombre moderno. Esto
significa que había una gran actividad sexual entre hombres modernos y mujeres nendertales, al
punto de modificar el cromosoma Y de numerosos descendientes.
Ville Pimenoff estudia el virus del papiloma humano desde hace años. Una centena de variantes
están en circulación y están repartidas geográficamente de la misma manera que el ADN nendertal.
Luego de haber planteado numerosos escenarios, el científico estima que el virus fue transmitido de
los nendertales a los hombres modernos a través de numerosas relaciones sexuales repetidas en
diversos lugares del mundo y este no seria el único virus de transmisión sexual que habríamos
heredado del coito prehistórico, por otra parte el hombre moderno le habría transmitido el herpes.

UNA ESPINA MENOS

Numerosos trabajos de investigación se centran sobre el aspecto de los órganos genitales de los
nendertales. Los chimpaces, con quienes compartimos el 99% de nuestro ADN no poseen los
mismo penes: los suyos están recubiertos con una especie de pequeñas espinas. Se cree que ellas
sirven para eliminar el esperma de otros machos o también para lastimar ligeramente la vagina de la
hembra reduciendo así su deseo de seguir copulando con otros machos. Por el lado de los ancestros
del hombre este trozo de código genético habría desaparecido hace 800.000 años. Esto podría
significar que los nendertales habrían tenido ya una tendencia a lo monogamia y entonces menos
necesidad de combatir con otros candidatos.
Aprender mas sobre estas relaciones ínter-especies permite establecer nuevas teorías en cuanto a la
desaparición de los nendertales.
¿Podría ser que hayan sido absorbidos entre la población del hombre moderno a fuerza de
reproducción?

Original: https://www.slate.fr/story/199296/neandertaliens-sexualite-vie-sexuelle-prehistoire

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