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EL
E VOLUCIÓN
ROMPECABEZAS
del
ORIGEN
HUMANO
Los últimos descubrimientos
paleontológicos y genéticos
habrían entusiasmado a Darwin,
pues sacan a relucir la gran
complejidad de nuestra evolución
Kate Wong
Ilustración de Pascal Blanchet
No era porque pensara que el ser humano quedaba al margen ancestral. Además, señalando las similitudes anatómicas entre
de la evolución. Doce años después vería la luz otra obra suya el ser humano y los simios africanos, concluyó que el chimpancé
acerca de la cuestión: El origen del hombre. En ella argumen- y el gorila eran nuestros parientes vivos más próximos. Y, dado
taba que haber incluido el género humano en su anterior libro ese parentesco, supuso que nuestros primeros antepasados pro-
solo habría servido para que los lectores se alzasen contra su bablemente vivieron en África.
revolucionaria idea. Pero ni siquiera en ella pudo concretar gran Desde entonces, «las pruebas han salido paulatinamente a
cosa sobre el origen de la humanidad, pues los únicos datos de la luz», añade Wood. Durante este siglo y medio la ciencia ha
que dispuso sobre nuestra evolución provenían de la anatomía confirmado la predicción de Darwin y ha elaborado un relato
comparada, la embriología y el comportamiento, como en las prolijo de nuestros orígenes. Los paleoantropólogos han recupe-
demás especies. El problema residía en que por aquel entonces rado fósiles de homininos (el grupo al que pertenece H. sapiens
apenas se conocían fósiles que aportasen indicios del pasado y sus parientes extintos) que abarcan los últimos siete millones
de la humanidad. «Lo único que sabías era aquello que podías años. Este extraordinario registro fósil muestra que, en efecto,
deducir», explica el paleoantropólogo Bernard Wood, de la Uni- los homininos surgieron en África a partir de primates cua-
versidad George Washington. drúpedos que acabaron por convertirse en criaturas bípedas,
Es digno de mérito que Darwin hiciese observaciones y pre- dotadas de unas manos hábiles y un cerebro grande.
dicciones tan acertadas sobre nuestra especie y nuestro pasado El registro arqueológico abarca cerca de la mitad de ese lapso
con la escasa información que tuvo a su alcance. Argumentó y nos brinda datos sobre los progresos culturales de esa evo-
que todos los seres humanos pertenecían a una misma especie lución: desde las primeras tentativas con rudimentarias herra-
y que todas las «razas» eran descendientes de un único linaje mientas de piedra hasta la invención de símbolos, canciones y
Idea: la confirmación de las aproximaciones previas de Darwin gracias tanto al registro fósil,
hallado por los paleontólogos, como al arqueológico, que nos muestra restos culturales
EN SÍNTESIS
Darwin supuso que la cuna de la humanidad Lejos de ser un proceso lineal, la evolución El novedoso estudio del ADN fósil está desvelando que la
debía estar en África, pero tuvo que pasar un humana demuestra ser compleja y tortuosa. hibridación ha sido común en el género Homo. El genoma de
siglo antes de que los hallazgos paleontológi- El árbol de los homínidos posee multitud H. sapiens conserva vestigios de otras especies afines, hoy
cos le dieran la razón y la idea fuese aceptada de ramas, algunas incompletas y otras aún extintas, con las que nuestros ancestros se cruzaron en la
sin prejuicios. desconocidas. prehistoria.
relatos. También nos indica el proceso de dispersión planetaria eran escasas. Los únicos fósiles de homininos conocidos eran
de nuestros ancestros. Otro aspecto que muestran los fósiles y un puñado de restos, de pocas decenas de miles de años de an-
los útiles es que la coexistencia de especies ha sido la norma tigüedad, que se habían recuperado en yacimientos de Europa.
durante gran parte del periplo de los homininos. Los estudios Algunos pertenecían a H. sapiens, mientras que otros acaba-
de ADN actual y fósil han aportado datos sorprendentes sobre rían siendo reconocidos como pertenecientes a una especie afín,
lo ocurrido a raíz de los encuentros. H. neanderthalensis. Los restos de nuestros ancestros simiescos
Ahora sabemos que la saga humana es mucho más enre- más remotos debían yacer, pues, en algún rincón del mundo,
vesada de lo que supusieron los eruditos decimonónicos. Las esperando a ser desenterrados. La sugerencia de Darwin, y antes
sencillas explicaciones acerca de nuestra prehistoria se han de- que él la de Huxley, de que debían hallarse en África, topó con
rrumbado bajo el peso de las pruebas: no hay un único eslabón las reticencias de los estudiosos, que veían en Asia una cuna
perdido que vincule los simios con el hombre, ni una sola línea más civilizada para la humanidad y remarcaban las semejanzas
evolutiva que conduzca a una meta predestinada. Nuestra histo- entre el hombre y los gibones de ese continente.
ria es compleja, desordenada y azarosa. Aún así, lejos de socavar Quizá por eso no debiera sorprendernos que el primer fósil
la teoría darwinista, le confiere más solidez. descubierto de hominino, mucho más antiguo y primitivo que
No quiere decir lo anterior que todo esté resuelto. Quedan los europeos, no viniera de África sino de Asia. En 1891, el
muchas preguntas sin respuesta. Pero nuestro origen ha pasa- anatomista holandés Eugène Dubois descubrió unos restos en la
do de ser una especulación incómoda en tiempos de Darwin a isla indonesia de Java que atribuyó al ansiado eslabón perdido
convertirse en uno de los ejemplos mejor estudiados del poder entre los simios y el hombre. El hallazgo, que Dubois llamó
transformador de la evolución. Pithecanthropus erectus, fomentó los esfuerzos por enraizar
Nuestra historia evolutiva no es unilineal, sino "compleja, desordenada y azarosa" a la humanidad en Asia. Hoy sabemos que el fósil tiene entre
El ser humano es una criatura extraña que camina erguida 700.000 y un millón de años y que perteneció a Homo erectus,
sobre sus piernas, posee un cerebro voluminoso, idea útiles para un hominino más próximo a nosotros que a los simios.
satisfacer sus necesidades, se expresa por medio Idea: la escasez de registros fósiles fomentaba teorías arbitrarias desde perspectivas
racistas, como la afirmación de Asia primero y Europa despés como cuna de la humanidad
de símbolos y ha conquistado los confines del
años de antigüedad. Y si bien la suya es una morfología muy plazo, ganaron en extensión.
primitiva en numerosos aspectos, todos exhiben rasgos ligados La evolución de los homínidos siguió un patrón de mosaico
a la locomoción bípeda, no a la cuadrúpeda. En Sahelanthropus en el que las partes del cuerpo evolucionaron a ritmos distintos,
bipedismo: rasgo
distintivo el orificio de la base del cráneo donde se inserta la columna engendrando algunas especies sorprendentes. Australopithecus
vertebral ocupa una posición adelantada, indicadora de una sediba, de Sudáfrica, con 1,98 millones de años, poseía una
postura erguida. De todo esto se deduce que la marcha bípeda mano humana articulada a un brazo de rasgos simiescos, un