Está en la página 1de 4

Registro fósil

El fósil de Australopithecus afarensis descubierto a finales de noviembre de 1974 pertenecía a una


mujer que vivió hace 3.2 millones de años; tenía unos 20 años al momento de su fallecimiento.

Forma de andar

Según el estudio dirigido por David Raichlen, profesor de


la Escuela de Antropología de la Universidad de Arizona,
varias características de los Australopithecus encontradas
en las caderas, piernas y espalda indicaban que los
miembros de ese grupo eran bípedos cuando se
desplazaban sobre tierra firme.

Los australopitecos tenían brazos robustos y largos,


semejantes a los de los simios, lo que indica que
combinaban su desplazamiento sobre las extremidades
inferiores con la escalada de árboles o trepando entre
ramas.

Características de su rostro, pelo y indumentaria


“Las adaptaciones para caminar erguido en el linaje de los homínidos cambiaron la forma de la
pelvis, lo que resultó en un canal de parto estrecho. La influyente hipótesis del ‘dilema obstétrico’
plantea que alrededor de cuatro millones de años más tarde, la evolución hacia cerebros grandes
en el linaje humano requirió desplazar una parte significativa del crecimiento y maduración
cerebral al periodo posnatal”, afirma el autor principal del estudio Philipp Gunz, del Instituto Max
Planck de Antropología Evolutiva (Alemania).

Los australopitecos poseían los maxilares y los dientes que heredaron luego las diferentes clases de
homínidos. Su arcada dental era redondeada, sus caninos sobresalían poco y sus incisivos eran
pequeños en comparación con sus premolares y molares.

Pelo

Pero es precisamente en este período, que siguió al australopithecus y al homo habilis, donde se
acentúa el cambio biológico de reducción del vello corporal, que ya venía ocurriendo lentamente
desde un millón de años atrás.

Ellos tenían su cuerpo casi totalmente cubierto de pelo, más grueso, denso y largo que el nuestro.

Y desde otro enfoque, el biólogo y antropólogo australiano Ian Gilligan, supone que el cabello se
perdió por un retraso biológico en el código genético, y a consecuencia de esto se comenzó a usar
ropa para protegerse del frío, lo cual a su vez hizo cada vez menos útil tanto volumen de vello
corporal.

Indumentaria

Esta época prehistórica coincide con el descubrimiento y la domesticación del fuego y las primeras
grandes migraciones humanas, lo que lleva al uso de ropa hecha de pieles de animales para
abrigarse del frío al migrar hacia regiones congeladas.

El desarrollo de la piel negra se relaciona con la pérdida del pelo en el cuerpo, como una defensa a
la temperatura, al segregar este tipo de piel más melanina que filtra los rayos ultravioletas del sol y
es más lubricante de la piel, impidiendo la sequedad y las quemaduras.
Esta fue siempre la teoría más aceptada: la de que al exponerse a las altas temperaturas del calor
de la sabana africana, la mejor respuesta del organismo fue una piel oscura con melanina y la
reducción del pelo.

Comportamiento

Los investigadores han analizado la relación entre los huesos de dedos fósiles de neandertales y los
primeros simios, así como de los homínidos Ardipithecus ramidus y Australopithecus afarensis y
han publicado las conclusiones en el último número de la revista Proceedings of the Royal Society
B.

Según este equipo, hormonas como la testosterona afectan a la longitud de los dedos durante el
desarrollo del feto. Unos elevados niveles de hormonas aumentan la longitud del dedo anular en
comparación con el dedo índice, “lo que da como resultado una relación baja entre el dedo índice
y el dedo anular”.

Los científicos observaron que la relación entre los dedos fósiles de los neandertales y de los
primeros homínidos era inferior a la de la mayoría de los seres vivos, lo que sugiere que han estado
expuestos a mayores niveles de andrógenos prenatales. “Esto indica que los primeros humanos
probablemente hayan sido más agresivos y promiscuos que los humanos de hoy en día”, afirman
en la investigación.

Los resultados también sugieren que los primeros homínidos, los Australopithecus, que se
remontan a hace entre tres y cuatro millones de años, probablemente eran monógamos, mientras
que los primeros Ardipithecus fueron más promiscuos y más similares a los grandes simios
actuales.

“Las especies de primates promiscuas poseen una baja relación entre los dedos índice y anular,
mientras que las especies monógamas tienen relaciones mayores”, afirma el equipo. No obstante,
las conclusiones son preliminares y no han sido puestas en contexto ni contrastadas con estudios
históricos, antropológicos y sociales.

"Las conductas sociales son difíciles de identificar en los registros fósiles. El desarrollo de nuevos
métodos, como las relaciones entre los dedos, puede ayudarnos a informar sobre los sistemas
sociales de los primeros ancestros humanos", puntualiza Susanne Shultz, coautora del trabajo e
investigadora de la universidad de Oxford.

“Falta evidencia para comprobar la hipótesis, pero es lo mas que pude hallar, srry ay profe.”

Comunicación

 Aparición del lenguaje


 Se desarrolla la estructura física que posibilita la articulación de sonidos y, al mismo
tiempo, se desarrolla la zona del cerebro donde reside la capacidad de hablar.
 Se comunicaban a través de gestos, señas, movimientos corporales. (no tenían lenguaje
universal)

Alimentación
Las mandíbulas de estas especies presentaban dientes con esmalte denso como los humanos, pero
a la vez molares y caninos semejantes a los simios, lo cual sugiere que podrían haber sido
omnívoros (es decir, que se alimentaban de plantas y animales).

Probablemente su capacidad de erguirse les habría permitido sobrevivir al desplazamiento por


tierra lo suficiente para alimentarse de carroña, frutos caídos u otros recursos alejados de los
árboles.

Introducción
El humano es curioso, desde que Charles Darwin sorprendió al mundo con su teoría de la selección
natural, muchas ideas que más de alguno pensó que tenían sentido, lo adquirieron y solo el tiempo
daría la razón, el continuo avance en las ciencias permitió escarbar mas profundo en los secretos
del mundo y eso implica, en los seres vivos, se abrió un nuevo mundo por explorar, ese interés que
ya poseemos por naturaleza, por fin se le puede hallar una explicación, la genética y la evolución, y
es ese el principal enfoque de nuestro trabajo, así como todo humano tenemos curiosidad, y el
tema a tratar es la evolución de los distintos descendientes de del primate que derivaron en
nuestro en común con el mono, y me gusta decirlo de esta manera, esta investigación es un
autodescubrimiento, pero no personal, sino colectivo, una mirada a nuestro propio organismo y
viéndolo distinto, somos el resultado de millones de años de evolución, de prueba y error por
parte de nuestra y de la genética, y eso queremos enfocar en el trabajo, aparte se conoce un poco
sobre la conducta de ellos, y sobre todo cosas que ahora damos por sentada, en estos años
empezaron a desarrollarse, así que continuemos.

También podría gustarte