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BAUTISTA DE FE DE 1689
b. Credo Niceno
Este fue formado sobre las bases de los Apóstoles, y la cláusula relativa a la divinidad sustancial
de Cristo, fue agregada por el Gran Concilio celebrado en Nicea, Bitinia, 325 a.C., y las que se
refieren a la divinidad y personalidad del Espíritu Santo, las añadió el segundo Concilio
Ecuménico reunido en Constantinopla, 381 a.C., y la cláusula «filioque» (quiere decir: y del Hijo)
la añadió el Concilio de la Iglesia Occidental verificado en Toledo, (España) 589 a.C. En su forma
actual es el Credo de toda la Iglesia Cristiana; la Iglesia Griega sólo rechaza la última cláusula
mencionada. Dicho credo es como sigue:
«Creo en un solo Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y de todas las cosas
visibles e invisibles;
Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios,
Engendrado del Padre antes de todos los siglos,
Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero,
Engendrado, no hecho, consubstancial con el Padre;
EXPOSICIÓN DE LA CONFESIÓN DE FE
BAUTISTA DE FE DE 1689
Por el cual todas las cosas fueron hechas,
El cual por amor de nosotros y por nuestra salud descendió del cielo,
Y tomando nuestra carne de la virgen María, por el espíritu Santo, fue hecho hombre,
Y fue crucificado por nosotros bajo el poder de Poncio Pilato,
Padeció, y fue sepultado;
Y al tercer día resucitó según las Escrituras,
Subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Y vendrá otra vez con gloria a jugar a los vivos y a los muertos;
Y su reino no tendrá fin.
Y creo en el Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, procedente del Padre y del Hijo.
El cual con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado;
Quien habló por los profetas,
Y creo en una santa Iglesia Católica Apostólica.
Confieso un bautismo para remisión de pecados,
Y espero la resurrección de los muertos,
Y la vida del siglo venidero. Amén.»
c. Credo Atanasiano
Evidentemente éste fue compuesto mucho tiempo después de la muerte del gran teólogo cuyo
nombre lleva, cuando, concluyendo las controversias, fueron establecidas las definiciones de
los Concilios de Éfeso y Calcedonia ya mencionados arriba. Es un gran monumento, único de
la fe inmutable de la Iglesia en lo que se refiere a los grandes misterios de la piedad, de la
Trinidad de personas en un solo Dios, y de la dualidad de naturalezas en la persona de Cristo.
Confesiones de las Iglesias Calvinistas
Las Iglesias Reformadas son aquellas de Alemania que suscribieron el Catecismo de Heidelberg, las
Iglesias Protestantes de Suiza, Francia, Holanda, Inglaterra y Escocia, los Independientes y
Bautistas de Inglaterra y América, y las ramas diferentes de la Presbiteriana en los dos últimos
países mencionados.
Las Confesiones Reformadas son muy numerosas aun cuando esencialmente están de acuerdo en
la doctrina que enseñan. Las recibidas y consideradas más comúnmente como los tipos más
elevados de autoridad simbólica del sistema general, son las siguientes:
EXPOSICIÓN DE LA CONFESIÓN DE FE
BAUTISTA DE FE DE 1689
a. La segunda Confesión Helvética, preparada por Bullinger, 1564.
«La aceptaron todas las Iglesias Reformadas de Suiza con excepción de Basilea (que se
conformó con la primera Confesión Helvética, su antiguo símbolo,) y por las Iglesias
Reformadas de Polonia, Hungría, Escocia y Francia.»?
Estaba por modo por pastores, ancianos y profesores de Teología de las iglesias de Holanda,
de diputados de las iglesias de Inglaterra, Escocia, Hesse, Bremen, el Palatinado y Suiza; los
delegados franceses no asistieron por habérselo impedido una orden del rey. Los Cánones de
este Sínodo fueron recibidos por todas las Iglesias Reformadas como verdadera, segura y
eminente exposición autorizada del sistema de Teología calvinista. Ellos, juntamente con el
Catecismo de Heidelberg, consituyen la Confesión de Fe de las Iglesias Reformadas de
Holanda, y de la Iglesia Reformada Holandesa de América.
Todas las Asambleas verificadas en Nueva Inglaterra con el fin de asentar las bases
doctrinales de sus iglesias, recomiendan o adoptan explícitamente esta Confesión y
Catecismos como exposiciones exactas de su fe. Esto lo hizo el Sínodo de Cambridge,
Massachusetts, en junio de 1647, y otra vez cuando preparó el «Plan de Cambridge»* en
agosto de 1648. También lo hizo el Sínodo en Boston en mayo de 1680. Por último, también
lo hizo el Sínodo de Saybrook, Connecticut, cuando hizo el «Plan de Saybrook en 1708.»*
Se envió una carta circular a las Iglesias Bautistas Particulares en Inglaterra y Gales, pidiendo
a cada asamblea que enviara representantes a la reunión en Londres en 1677. Se aprobó y
publicó una declaración inspirada en la Confesión de Westminster. Desde entonces lleva el
nombre de Confesión de Londres de 1677. Debido a que este documento fue desarrollado en
las oscuras horas de opresión, fue lanzado bajo el anonimato.
El prefacio de la publicación original de 1677 dice en parte: “Han pasado ya muchos años1
desde que varios de nosotros ...nos sentimos bajo la necesidad de publicar nuestra
declaración de fe, para la información y satisfacción de aquellos que no entendían cabalmente
cuáles eran nuestros principios, o que habían tenido prejuicios contra nuestra profesión...’ “En
vista de que no se cuenta comúnmente con esta declaración1 , y de que muchos otros
también han aceptado la misma verdad que contiene; juzgamos necesario juntarnos para dar
un testimonio al mundo de nuestra adherencia firme a estos sanos principios...’
“Llegamos a la conclusión de que era necesario declararnos más plena y decididamente, ...y
no encontrando efecto en este sentido en la adoptada por la Asamblea [de Westminster], y
después de ellos por los congregacionalistas, llegamos a la conclusión que sería mejor
retener el mismo orden en nuestra presente declaración... mayormente sin ninguna variación
en los términos... haciendo uso de las mismas palabras de ambos... Esto hicimos para...
convencer a todos que no tenemos ningún deseo de dificultar la religión con palabras nuevas,
sino de esa manera dar nuestro pronto consentimiento a las palabras sanas que han sido
usadas por otros antes que nosotros... En aquellas cosas en las que diferimos con otros, nos
hemos expresado con toda candidez y sencillez... Nuestro propósito dista de querer crear una
polémica en todo lo que hemos hecho en esta cuestión.”
En resumen, las interpretaciones de fe cristiana evangélica tal como las proclaman las
Escrituras fueron presentadas en la Confesión de Westminster en 1647. Se realizaron
actualizaciones 1) para el gobierno eclesiástico congregacional en la Declaración de Savoy en
1658 y 2) para el bautismo del creyente en la (primera) Confesión de Londres de 1677.