Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mateo 5:27-30
INTRODUCCIÓN. De nuevo nos encontramos en el sermón del Monte, el discurso más famoso y
extenso de nuestro Señor Jesucristo. Donde últimamente hemos venido considerando algunas
ilustraciones, por medio de las cuales Cristo ejemplifica la correcta interpretación del Antiguo
Testamento, en contraste, a como lo hacían los escribas y fariseos. En el sermón pasado vimos, la
correcta interpretación que hace Cristo del séptimo mandamiento, en contraposición con la
interpretación de los maestros de la ley.
Estos maestros de la ley miraban este mandamiento solamente como una prohibición al simple acto
físico de adulterar; y habían pensado que, siempre que no cometieran el acto mismo, habían llevado a
cabo el cumplimento de este mandamiento. Pero vimos que, desde la óptica de Cristo su prohibición no
se restringía solamente a esto, sino que iba más allá alcanzando los deseos y pensamientos del
corazón; esos deseos lascivos y pensamientos impuros que albergamos en nuestra mente. Cristo dice:
“que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.”
Por eso Cristo dijo en: (Mr. 7:21-23): “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos
pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el
engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro
salen, y contaminan al hombre.”
No es la sociedad quien corrompe al hombre, el corazón del hombre viene corrompido y perverso
desde la caída. Desde nuestra concepción ya somos pecadores, como dijo David: “He aquí, en
maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.” Si la fuente del hombre ha sido
contaminada y todo lo que brota de ella también está contaminado. Por eso es que nuestra tarea es
la predicar el evangelio, porque lo que el hombre necesita es un cambio de corazón, necesita vida
espiritual.
Y la tercera enseñanza que vimos, es que nuestra verdadera condición espiritual se revela a través
del estado de nuestro corazón y no por nuestro comportamiento externo. Es decir, nuestro verdadero
“yo” no es el que se puede percibir con los sentidos físicos, la apariencia externa es una cosa, pero
lo que realmente cuenta es lo que somos internamente y eso es lo que Dios juzgará algún día.
Y ultima enseñanza que vimos es que la ley de Dios no sólo condena el adulterio, sino también
aquello que pueda guiarnos y guiar a otros a cometer adulterio. Voy a repetir la cita de Arthur Pink:
“Si las miradas lascivas constituyen un pecado tan grave, entonces aquellos que se visten y se exponen a sí
mismos con la intención de ser mirados y deseados, no son menos culpables y sino probablemente más. En
este asunto a menudo no son los hombres los que pecan únicamente, sino que también las mujeres los
1
Mortificación Del Pecado
tientan a pecar. Cuán grande entonces debe ser la culpa de la gran mayoría de las jóvenes modernas (de
1951) porque deliberadamente buscan levantar las pasiones de nuestros jóvenes, y cuanto más grande es la
culpa de sus madres por permitirles ser tan lascivamente provocadoras.” Por eso Cristo dijo: (Mt. 18:6,7)
“Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo
por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el
tropiezo!” A toda mujer debe darle pánico pensar, que por su culpa alguna persona tropieza y caiga
en pecado eso debe ser un motivo de preocupación constante en la vida de toda mujer piadosa. Una
mujer que no está preocupada por esto, no es una mujer piadosa.
En el sermón de hoy, analizaremos los (Vrs. 29-30). Nuestro Señor no solo se ocupó del alcance y la
naturaleza del pecado del adulterio, sino que lo describió de tal manera que, en cierto sentido, nos
indicó implícitamente cómo debemos enfrentarlo. “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo,
y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al
infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno
de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.”
Estas palabras de Cristo han sido a través de la historia de la iglesia tan mal interpretadas, que llevaron
a muchos a prácticas extremas y absurdas. Por eso, lo primero que debemos considerar es lo que
Cristo no quiso decir con estas palabras. En segundo lugar, veremos el correcto significado de lo que
Cristo si dijo en este texto. Y en tercer lugar, consideraremos ciertos principios que se derivan de esta
enseñanza de Cristo. Veamos en primer lugar, ciertas interpretaciones equivocadas.
6
Mortificación Del Pecado
2) Martyn Lloyd Jones dijo: “Dentro de vosotros hay un fuego; nunca le acerquéis aceite, porque de lo
contrario se prenderá la llama, y vendrán los problemas.” Cristo dijo: “si tu ojo te es ocasión de caer, no
mires; si tu pie te es ocasión de caer, no vayas; y si tu mano te es ocasión de caer, no lo hagas.” porque
el pecado que reside en tu corazón usará tus miembros para capturar su voluntad.
2. En segundo lugar, aprendemos de este texto que el alma del hombre es mucho más
importante que el cuerpo. Cristo dice aquí que es más terrible ser echado en el infierno con los
dos ojos y con las dos manos, que entrar en el reino de Dios manco, tuerto. Perder el alma es lo más
terrible que le puede ocurrir a una persona. Cristo dijo en (Mt. 16:26) “Porque ¿qué aprovechará al
hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” como dice Pablo: (1Ti. 6:16) “porque nada hemos
traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.” Lo único que cuenta es el alma.
a. Y lo que el Señor está diciendo aquí, es que no importa lo que tengas que perder piérdelo,
pero no pierdas tu alma. Es sorprendente que muchos se preocupan diligentemente por cuidar el
cuerpo, pero no mueven un dedo para cuidar su alma.
Amigo, pero todos nosotros tenemos una cita con la muerte, lo único que contara en aquel día es el
estado del alma. Hermanos, es demasiado insensato afanarse tanto por el cuerpo, mientras
descuidamos el alma. El Señor dice que la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes
que posee.” Y un hombre que no prevé la muerte es un tonto. No importa, cuánto se ha tenido por
exitoso a los ojos de los hombres, Cristo dice aquí que es un necio.
b. Aquel que se la pasa toda la vida cuidando este cuerpo que tarde o temprano será comido
de gusanos, pero no mantiene un cuidado mucho mayor por el bienestar de su alma. Ese es
un necio. Hermano, recuerda que el bienestar de tu alma es más importante que el bienestar del
cuerpo. Eso es lo que Cristo está enseñando aquí.
3. En tercer lugar, este pasaje también nos enseña que Cristo creía en la existencia de un lugar
eterno de condenación llamado el infierno. Esta advertencia Cristo la hace dos veces: “sácate el
ojo, cortarte la mano, no sé a qué teniendo ambas cosas seas echado al infierno.” En otra ocasión el
Cristo dijo: (Mt 10:28) “no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien
a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”
a. Amigo, si no hubiese un infierno, la encarnación de Cristo y su muerte en la cruz no tendría
ningún sentido. Si quieres percibir la magnitud del peligro que te rodea, contémplalo a la luz de lo
que Dios estuvo dispuesto hacer con tal de rescatarnos de ese peligro. Algún día todos
comparecemos ante el Tribunal de Dios. Y en aquel día sólo serán oídos dos veredictos. Dice el
Señor en (Mt. 25 :46) “E irán éstos (los impíos) al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Y el
profeta Daniel en (Dn. 12:2) “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,
unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.”
b. Algunas sectas enseñan que Dios no puede enviar a sus criaturas al infierno. Pero Cristo que
es el Testigo Fiel y Verdadero, dice en su Palabra que es mejor perder los miembros más valiosos
del cuerpo y no ser arrojados en cuerpo entero al infierno. (Ap. 14:11) “y el humo de su tormento sube
por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche.” Y cuando el Señor dijo a sus
discípulos: - uno de vosotros me va a entregar, pero ¡ay de aquel por quien El Hijo del Hombre es
entregado, mejor le fuera ese hombre no haber nacido. - Si lo que existe después de la muerte
para él impío es la inconciencia, el caerá a un estado similar al que tenía antes de haber nacido,
7
Mortificación Del Pecado
pero Cristo dice: - mejor le fuera no haber nacido. - Porque es a una vergüenza y confusión
perpetua a la que va, y no a un estado de inconciencia.
c. El infierno existe porque es lo único que puede castigar el pecado que el hombre ha
cometido contra un Dios eterno. Hermanos, el castigo por la culpa, no se mide por la culpa
cometida, sino por el tamaño de aquel que fue ofendido por la culpa. Es decir, la ofensa contra un
Dios eterno merece un castigo eterno, el infierno por toda la eternidad. Por eso Cristo dice: “no
temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede
destruir el alma y el cuerpo en el infierno”
d. Hermanos, Seriamos faltos de amor, sino advirtiéramos de estas cosas, para que huyan de
la ciudad de la Destrucción. Dios en su amor nos ha provisto una puerta de escape, por amor
envió a Su Hijo Jesucristo o morir en la cruz para recibir el castigo que nosotros merecíamos, para
que todo aquél que en él cree no se pierda más tenga vida eterna. El amor de Dios no podía
rebajar las demandas de Su justicia perfecta, por eso, proveyó Él mismo el pago que esta justicia
requería en la muerte de Su Hijo.
4. Por último, aprendemos de esta enseñanza que el principal obstáculo que impide al hombre
aceptar el evangelio y venir a Cristo es su pecado. El hombre rechaza el evangelio creando toda
clase de excusas. Pero el problema del pecador es que no desea abandonar su pecado, Su
problema es que no quiere dejar aquello que constituye en este momento su deleite.
a. Cristo dice aquí: -Quita tales cosas de tu vida o serás arrojado en el infierno. - El problema
radica en la renuencia de abandonar esas cosas. Y todas las excusas que ponen es escondiendo
ese problema, aman su pecado. Por tal razón no quieren venir a Cristo. Aman su maldad.
b. Y este amor por el pecado ha embotado su entendimiento. Dice en (Ef. 4: 17-18) “Esto, pues,
digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su
mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos
hay, por la dureza de su corazón;” Su ignorancia se debe a la dureza de su corazón, amigo, ese
pecado que amas endurece tu corazón. Y mientras más continúa una persona en pecado, más
duros, más necios e insensatos se vuelven.
c. ¿Porque no quieren venir a Cristo? Porque aman su pecado, no den más excusas, no te
arrepientes porque no quieres abandonar tu pecado, porque lo amas. Quieres vivir tu vida
sin incomodarte, porque en vez de mortificar el pecado lo alimentas.
Hermanos, saben porque no tenemos jóvenes entre nosotros, no porque este asunto les parezca
muy aburrido. Ellos no se quieren arrepentir, porque tienen en el corazón la idea que les ha
vendido el enemigo, que si se arrepienten de sus pecados ya no disfrutaran de la vida. Dicen: -
algún día me arrepentiré, quiero seguir con mi pecado. -
Eso tiene dos problemas: En primer lugar, que el pecado es un engaño, el pecado no trae la
felicidad. La única y verdadera felicidad se encuentra en Cristo. El Señor dice: “yo he venido para
que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Pero, si no te has arrepentido no sabes lo que
es vivir, tu vida es un infierno aquí. Y el día que partas de este mundo te lamentarás de haber
nacido, por los tormentos terribles que experimentaras en el infierno por la eternidad.
El otro problema es que la muerte no manda aviso. Amigo y hermano, hoy puede ser la última
predicación que tu escuches en tu vida. Y Cristo dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y
8
Mortificación Del Pecado
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.”
Amigo que el Señor te de la gracia, para que dé una vez por todas puedas abandonar el pecado.
Porque no es por tus propias fuerzas, pero es tu responsabilidad arrepentirte. Amigo, pero Cristo
es un Todopoderoso Salvador que no sólo quiere darte la salvación cuando se lo pidas, sino
también la fe que necesitas para creer. Cristo puede salvarte, él tiene el poder para hacerlo.
Oremos.