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3er. Parcial Criminologia
3er. Parcial Criminologia
3er. parcial
1.- EL ROL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA FORMACIÓN DE LA
PERCEPCIÓN EN LA INTERPRETACIÓN DE LOS DELITOS
La violencia y los hechos vinculados a los delitos no escapan de esta realidad que los medios
moldean para el consumo de las audiencias. Por ello, el tratamiento que éstos hagan de los
hechos, tiene una importancia vital en la interpretación y valoración de la opinión pública.
La distorsión entre realidad y representación de los hechos violentos, por ejemplo, asegura
Quesada, se genera “con la presentación selectiva de las noticias y los énfasis que se ponen
en unos temas sobre otros, los cuales acaban por determinar la percepción del mundo: la
mirada sobre los hechos, las normas y los valores presentes en la sociedad”.
De esta forma, la construcción de los delitos en los medios de comunicación viene dada por
esa selección, jerarquización y en algunos casos sesgos. En este sentido, Fernando Carrión
Mena en un artículo sobre populismo mediático en 2008, asegura que es una práctica común
de los programas informativos invisibilizar a algunos actores de los hechos y darles
protagonismo a otros, hacer énfasis en detalles sensacionalistas, quitarle voz al victimario,
etc.
Aunque es sabido que la audiencia no es pasiva sino que tiene participación activa en la
construcción final de los mensajes, las prácticas mencionadas anteriormente influyen
sobremanera en la percepción sobre la violencia y el crimen.
En palabras de Álvaro Sierra “los medios, si bien no parecen omnipotentes a la hora de influir
en qué piensa la gente, sí ejercen una poderosa influencia al definir los temas en los que
piensa la gente, es decir la agenda pública”. Y estos temas son seleccionados, jerarquizados
y expuestos incesantemente por los medios de comunicación siguiendo una lógica de
demanda-oferta.
La sobrerrepresentación del delito en los medios de comunicación
Los temas violentos, el crimen y los delitos son temas masivamente demandados por las
audiencias, según Carrión Mena. Estos tienen “una lógica francamente expansiva debido a la
demanda social, con lo cual se entra en una espiral de sobreabundancia de información
delincuencial que termina por distorsionar la realidad como totalidad”.
Si bien los medios de comunicación cumplen un papel vital en los sistemas democráticos, es
cierto que su lógica empresarial ofrece más información vinculada a los delitos para
responder a la demanda masiva, lo cual termina por contribuir a una percepción
sobredimensionada de la violencia en las sociedades.
Esta demanda masiva determina las “secciones, temas, horarios, énfasis, jerarquías, fuentes
y noticias: los que, a su vez, determinan las percepciones de la población sobre la realidad
como construcción social”, afirma Carrión Mena.
Estos cambios en la forma de contar los hechos en los medios de comunicación contribuirán
a evitar y a enfrentar la insensibilidad y naturalización de la audiencia respecto a la violencia,
y además dará más espacio para una interpretación más analítica del delito y el crimen como
hechos con múltiples aristas.
En el marco del consumo de alcohol, la comisión de delitos a causa de los efectos producidos
por el consumo del mismo se enmarca dentro del ámbito de la denominada delincuencia
inducida. En este tipo de delitos suele ser habitual el uso de la violencia, pues el alcohol
puede ocasionar alteraciones cognitivas, del estado del ánimo, de la percepción de la realidad,
etc., y no solo durante el momento de la intoxicación, sino también durante la deprivación o
abstinencia, momentos, todos ellos, donde existe una inhibición de los frenos éticos, que
dejan al dependiente a merced de sus impulsos. Así, y bajo los efectos del alcohol, se cometen
delitos contra la seguridad vial (imprudentes o no), contra las personas (homicidio y sus
formas, lesiones), contra la libertad e indemnidad sexual (agresiones y abusos sexuales),
atentados contra la autoridad y sus agentes, desórdenes públicos, etc. A título de ejemplo,
conducir bajo los efectos del alcohol es responsable del 30-50% de los siniestros con víctimas
mortales y del 15 al 35% de los que causan lesiones graves.
Desde un punto de vista médico, la paidofilia o pedofilia es una parafilia que consiste en que
la excitación o el placer sexual se obtienen, principalmente, a través de actividades o fantasías
sexuales con niños de, generalmente, entre 8 y 12 años. A la persona que padece pedofilia se
le denomina pedófilo, un individuo de al menos 16 años que se entretiene sexualmente con
menores de 13 y respecto de los que mantiene una diferencia de edad de, por lo menos, cinco
años.
En nuestro país el Código Penal Dominicano condena estos delitos en sus artículos: 331,
332,333, y en el Código del Menor el artículo 396 LA PEDERASTIA y PEDOFILIA, están
sancionadas por nuestro código penal, tratada como agresiones sexuales de un adulto con un
niño/a, ya que estos conceptos no están tipificados en nuestro Código Penal.
En cuanto al proyecto del nuevo código procesal penal dominicano, dichos artículos no
fueron modificados, sino más bien que fueron ratificados mediante la subsesión 01, en su
artículo 108. (Siempre y cuando haya violación al menor.)
La zooflia es una parafilia que consiste en la realización del acto sexual entre un ser humano
y otra especie animal. Las personas que sienten esta afinidad o atracción sexual son conocidas
como zoófilos, zoofílicos o zoosexuales.
Esto queda penalizado en el código penal:
Artículo 66.- Sanción por crueldad. Toda persona que violente lo que establecen los
artículos 30, 32, 46, 50, 53 y 61, será castigada con prisión de entre seis (6) meses a un (1)
año y multa de veinte y cinco (25) a cincuenta (50) salarios mínimos establecidos por la
Tesorería de la Seguridad Social.
El sadomasoquismo se utilizaba para hablar de una patología que tiene que ver con personas
que necesitan ejercer la dominación, la violencia o la agresividad para sentir excitación, o
bien aquellos que necesitan lo contrario, es decir, sentirse humilladas, en una actitud sumisa
o recibir dolor para conseguir placer.
A pesar de ello, hay muchos casos de personas que no llegan a convertirlo en patología como
tal, sino que simplemente se aficionan a este tipo de juegos en mayor o menor medida.
Ámbito penal
No será válido el consentimiento otorgado por un menor de edad o una persona con
discapacidad necesitada de especial protección.
Así, que olvídense señor@s de las 50 sombras de Grey, por más que haya un contrato, por
más que conste por escrito incluso el expreso consentimiento de la víctima, si en la práctica
de una relación sexual sadomasoquista se producen lesiones al otro, se está cometiendo un
delito previsto y castigado en el Código Penal. La pena, eso sí será inferior en uno o dos
grados a la del delito de lesiones. No contemplo, por supuesto, que la cosa vaya a mayores y
se produzca un homicidio que entonces se regularía en otro apartado del Código Penal.
De acuerdo con el Código Penal El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro
una lesión que menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental, será castigado,
como reo del delito de lesiones con la pena de prisión de tres meses a tres años o multa de
seis a doce meses, siempre que la lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de
una primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico. Y si se han empleado
armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la
vida o salud, física o psíquica, del lesionado, se aplicaría el articulo correspondiente y la pena
pasaría a ser de dos a cinco años.