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PROGRAMA TERAPÉUTICO
RESIDENCIAL PARA
HOMBRES Y MUJERES
VILLAMAVIDA
Procedimientos y estándares de operación del Programa
Terapéutico Residencial para Adultos/as con Consumo
Problemático de Alcohol y/u otras Drogas.
1
“Antes que toda práctica, todo método,
que todo ejercicio, se impone un
ofrecimiento generoso y universal de todo
nuestro ser, de nuestro haber y poseer...”
RETROALIMENTACIÓN
La experiencia en el trabajo directo con Personas con Consumo Problemático de Alcohol
y/u otras Drogas resulta la más determinante para el establecimiento de modelos de trabajo con
esta población. Por ello, se realizarán revisiones periódicas de este documento a fin de
incorporar los resultados de la operación del programa en las unidades y los aportes de los
lectores.
Los aportes para enriquecer este documento, deben ser enviados a la Jefatura Zonal de
Programas Terapéuticos de la Dirección de Programas Sociales de la Fundación Paréntesis, de
acuerdo al proceso indicado en el Anexo, Formato de Retroalimentación Modelo Técnico.
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FUNDAMENTACIÓN
FUNDAMENTACIÓN DE LOS PROGRAMAS TERAPÉUTICOS PARA POBLACIÓN ADULTA QUE PRESENTA CONSUMO
PROBLEMÁTICO DE ALCOHOL Y OTRAS DROGAS
Se considera que el consumo problemático de alcohol y otras drogas atenta contra los
derechos humanos de los sujetos que lo presentan, tomando en cuenta que el derecho a la salud
se define como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de enfermedad o dolencia (Hernández, 2011:111). Toda persona debiera recibir
tratamiento terapéutico si considera que su práctica de consumo está dañando alguna de las
áreas en que se desenvuelve.
Desde esta mirada integrada de los sujetos, se entiende que quienes viven en la etapa de la
adultez, considerada en este caso para personas desde los 18 hasta los 64 años (Paréntesis,
2009:11) se desarrollan en distintos entornos relacionados a las responsabilidades y ocupaciones
que han asumido a lo largo de sus vidas, como el trabajo, la familia, el barrio, etc. Cada uno de
estos entornos se ve afectado cuando el sujeto presenta daño biopsicosocial producto del
consumo de drogas lícitas o ilícitas.
Por otro lado, la familia es uno de los sistemas que se ve más profundamente afectado
cuando uno de sus integrantes presenta consumo problemático de drogas, situación que puede
ser de mayor gravedad cuando se trata de algún adulto significativo para los miembros, como
alguno de los padres o adultos responsables del cuidado de los menores del hogar. Los efectos al
interior de la estructura familiar pueden generar el deterioro de las relaciones interpersonales y
también poner en riesgo la protección de los niños, niñas y adolescentes dentro de la familia, en
cuanto a que, producto del abuso de drogas, las competencias parentales también se ven
afectadas nocivamente (UNODC, 2009:1).
Considerando estas y otras consecuencias que pueden afectar la vida de los adultos y las
adultas que presentan consumo problemático de alcohol y otras drogas, y la importante carga
social que acarrea el consumo problemático (exclusión, estigmatización, etc.), se justifica y releva
la importancia de promover, mantener, ejecutar y evaluar programas terapéuticos residenciales
en población adulta, donde se puede abordar el trabajo con sujetos que manifiesten cuadros de
abusos y/o dependencias.
FUNDAMENTACIÓN DE LOS PROGRAMAS TERAPÉUTICOS PARA HOMBRES Y MUJERES QUE PRESENTAN CONSUMO
PROBLEMÁTICO DE ALCOHOL Y OTRAS DROGAS
Esta importante diferencia puede asociarse a las valoraciones que se han construido en
relación a las diferencias sexuales entre hombres y mujeres. Se ha naturalizado más el consumo
masculino de drogas y se le ha atribuido históricamente a la figura del hombre la ingesta de
alcohol y otras drogas, concibiéndolas como prácticas aceptadas cultural y socialmente (Sánchez,
L., s/f: 15). Si bien esta brecha ha ido variando en relación al aumento en las tasas de pobreza
femenina y a las transformaciones en torno a la igualdad de géneros, aún el consumo
problemático sigue afectando mayoritariamente a la población masculina. Desde el enfoque de
género se considera que la masculinidad de los hombres ha sido construida en base a
representaciones sociales como la necesidad de demostrar hombría, la violencia como forma de
resolver los conflictos, la dominación del hombre sobre las mujeres y sobre otros hombres, la
fuerza física, la no expresión de las emociones, pasar por rituales, la agresividad, la
competitividad, el control, etc. (ASECEDI, 2009:27). El consumo de drogas estaría directamente
relacionado con las características asociadas al modelo tradicional-hegemónico de masculinidad
(ASECEDI, 2009:231).
Por otro lado, el consumo problemático por lo general se presenta asociados a factores
sociales que determinan su gravedad. Entre estos se consideran la desigualdad en el desarrollo,
la falta de acceso a servicios de salud y la exclusión social que sufren algunos sectores de la
población (OMS, 2009:9). Este es el escenario que se presenta en la mayoría de los países de
Latinoamérica. En el caso de nuestro país, el consumo problemático de pasta base y cocaína se
muestra de manera focalizada en la población más vulnerable (SENDA, 2010: 13) y parte
importante de los hombres que consumen drogas y presentan daños biopsicosociales se
desenvuelven en entornos de pobreza, exclusión y marginalidad, presentando a la vez
importantes dificultades de acceso a terapias para tratar su forma de consumo.
FUNDAMENTACIÓN TÉCNICA
A partir de este enfoque se entiende que los sujetos pueden superar las adversidades
generadas por esta u otras dificultades psicosociales, conseguir crecimiento y desarrollo personal
y mejorar su calidad de vida.
- La superación del falso dilema entre abstinencia y reducción de daños. Lo anterior desde la
necesidad técnica y ética de contar con dispositivos diversos que den cuenta de las diferentes
necesidades, expectativas, objetivos y motivaciones de las personas que presentan consumo
problemático de drogas.
Asentado en la idea de que los sujetos (y las comunidades) tienen la capacidad de atribuir a
situaciones de su vida la categoría de problema y al mismo tiempo de definir las condiciones
personales y sociales más deseables para ellos. Implica suspender el enjuiciamiento para así
poder acoger a las personas con sus historias, recursos, sueños y limitaciones, generando
espacios de libertad en los cuales puedan encontrarse consigo mismas llegando a ser los seres
humanos que realmente quieren ser.
Poner los problemas asociados a las drogas entre paréntesis supone entender que las
experiencias dolorosas por las que pasan las personas pueden ser transitorias, y no marcan de
manera negativa y permanente sus vidas.
1
Ver revisión de Consumo Problemático de Alcohol y/u otras Drogas en el glosario
14
psiquiátrica incompatible con el Se orienta acerca de red externa
acorde a la funcionamiento y especializada, a través de Fono Acogida
participación del recursos del Programa o red de salud local, de acuerdo a su
programa. Terapéutico (que lugar de residencia.
signifique atención y
cuidado específico y
permanente de un
profesional ya sea de la
salud o no).
OBJETIVOS DEL PROGRAMA
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
INDICADOR DE
OBJETIVO ESPECÍFICO MEDIOS DE VERIFICACIÓN
RESULTADO
Autoreporte (Entrevista
Diagnóstico de Consumo -
pre, dure, post-).
% de personas usuarias Reporte de terceros
Modificar favorablemente el que logran modificar (figuras significativas).
patrón de consumo. favorablemente sus
patrones de consumo. Registro evaluación de
proceso informada en
SISTRAT.
Informe de egreso.
Autoreporte / Apartado
correspondiente del PIT y
Bitácora de Trabajo.
% de personas usuarias Reporte de terceros
Promover y fortalecer que declaran dinámica (figuras significativas).
dinámica familiar favorable. familiar favorable y/o APGAR Familiar.
personas significativas. Registro evaluación de
proceso informada en
SISTRAT.
Informe de egreso.
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Autoreporte / Apartado
correspondiente del PIT y
Bitácora de Trabajo
% de personas usuarias Reporte de terceros
Promover y fortalecer
que declaran mantener (figuras significativas).
relaciones interpersonales
relaciones interpersonales
favorables.
favorables. Registro evaluación de
proceso informada en
SISTRAT.
Informe de egreso.
Autoreporte / Apartado
correspondiente del PIT y
% de personas usuarias Bitácora de Trabajo
que han sido integradas a Reporte de terceros
Promover la integración (figuras significativas).
nivel socio-ocupacional
socio-ocupacional.
(experiencia laboral, de Registro evaluación de
estudios y tiempo libre) proceso informada en
SISTRAT.
Informe de egreso.
Autoreporte / Apartado
% de personas usuarias correspondiente del PIT y
Incorporar pensamientos y que declaran Bitácora de Trabajo
valores prosociales. favorablemente valores y Reporte de terceros
pensamientos prosociales (figuras significativas).
Informe de egreso.
Autoreporte / Apartado
correspondiente del PIT y
Bitácora de Trabajo
% de personas usuarias Reporte de terceros
Promover bienestar en Salud (figuras significativas).
que declaran bienestar
Mental
mental. Registro evaluación de
proceso informada en
SISTRAT.
Informe de egreso.
Autoreporte / Apartado
correspondiente del PIT y
Bitácora de Trabajo
% de personas usuarias
Promover bienestar en Reporte de terceros
que declaran bienestar
Salud Física. (figuras significativas).
físico.
Registro evaluación de
proceso informada en
SISTRAT.
Informe de egreso.
PRINCIPIOS ORIENTADORES
VALORES QUE FUNDAN EL TRABAJO EN EL PROGRAMA
Todo el quehacer social de las Fundaciones Hogar de Cristo se inspira en la Visión de
promover “Un País con Respeto, Justicia y Solidaridad” y se orienta por el carisma del Padre
Alberto Hurtado, cuyo fundamento señala que cada persona es un ser único, hecho a imagen y
semejanza de Dios, y como tal debe ser tratado. Este carisma se expresa en 7 valores
institucionales: Solidaridad – Compromiso - Espíritu Emprendedor – Respeto – Justicia –
Transparencia - Trabajo en Equipo.
En el trabajo con Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u otras Drogas estos
valores se evidencian concretamente en:
Solidaridad
Actuamos con prontitud y rapidez, porque entendemos que la solución de las dificultades
de las Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u otras Drogas es una co-
responsabilidad social.
Colaboramos con entusiasmo en la reparación y fortalecimiento de los lazos que unen al
individuo con la sociedad, siendo la solidaridad un pilar de este proceso.
“El sentido social: esa actitud espontánea para reaccionar fraternalmente frente a los demás,
que lo hace ponerse en su punto de vista ajeno como si fuese el propio” (Padre Hurtado).
Compromiso
Desarrollamos el trabajo con Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u otras
Drogas con profesionalismo y entrega.
Buscamos trabajar con responsabilidad y respeto por el otro, cumpliendo oportunamente
con los compromisos y acuerdos adquiridos con los/las usuarios/as y las redes.
“Cada profesión ha de ser concebida no sólo como un medio para ganarse la vida… sino
también como el ejercicio de una misión social y una colaboración al bien común de la
sociedad”. “Cada profesión ha de ser concebida no sólo como un medio para ganarse la vida …
sino también como el ejercicio de una misión social y una colaboración al bien común de la
sociedad” (Padre Hurtado).
Espíritu Emprendedor
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Desarrollamos el trabajo con Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u otras
Drogas. Trabajamos con energía y entusiasmo en la búsqueda de alternativas que permitan
mejorar las condiciones de vida de las Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u
otras Drogas.
Les brindamos condiciones para un trabajo de integración social, respetando siempre su
autodeterminación y favoreciendo sus proyectos e iniciativas personales.
“La recompensa de una cosa bien hecha, consiste en haberla realizado” (Padre Hurtado).
Respeto
Valoramos a las Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u otras Drogas en su
dignidad y particularidades; respetamos sus decisiones, sus circunstancias, sus tiempos y
sus procesos personales.
Mantenemos una horizontalidad en el trato, una actitud de escucha, empatía y disposición
a apoyar a las personas en sus opciones e intereses.
“Estos son los cristianos verdaderos… Todo predica en ellos: la palabra, sin duda, pero también
la sonrisa y la bondad, y la mano tendida… la alegría constante (…) Un cristiano siempre alegre,
¡que el santo triste es un triste santo!” (Padre Hurtado).
Justicia
Generamos condiciones de igualdad de oportunidades, promoción y reconocimiento de las
Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u otras Drogas como sujetos de
derechos.
El trabajo con Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u otras Drogas trasciende
los actos asistenciales, convirtiéndose en la búsqueda permanente de la justicia social.
Actuamos con equidad. Entendemos que con los servicios y la atención que le entregamos a
estas personas estamos promoviendo el ejercicio pleno de sus derechos más
fundamentales.
“La responsabilidad social: que dice bien claro que no puede uno contentarse con no hacer el
mal, sino que está obligado a hacer el bien y a trabajar por un mundo mejor” (Padre Hurtado).
Transparencia
Nuestro trabajo se funda en la verdad y honestidad en las relaciones con los otros.
Mostramos coherencia entre nuestro decir y nuestro actuar.
“Hay que llegar a la lealtad total. A una absoluta transparencia, a vivir de tal manera que nada
en mi conducta rechace el examen de los hombres, que todo pueda ser examinado” (Padre
Hurtado).
Trabajo en Equipo
Trabajamos en base a la confianza y la colaboración de los integrantes del equipo, para el
logro de metas y objetivos comunes.
Dada la singularidad de cada Persona con Consumo Problemático de Alcohol y/u otras
Drogas, planificamos, coordinamos, analizamos y tomamos en conjunto las decisiones más
acertadas.
“Somos piedras de un mismo edificio, ramas de un mismo árbol, miembros de un mismo cuerpo
y herederos de un mismo destino… entre todos nosotros hay un intercambio de servicios
comparables a la circulación de la sangre en nuestro cuerpo” (Padre Hurtado)
Los derechos humanos implican actualmente, desde la política social, “reunir y expresar el
conjunto de objetivos, normas y sistemas por medio de los cuales la sociedad se compromete a
garantizar los derechos sociales, económicos y culturales, y pretende crear y consolidar capacidades
y oportunidades para que las personas incrementen su bienestar, cuenten con mayor libertad e
influyan en las decisiones que las afectan”. (MIDEPLAN, 2004: p.17) En consecuencia, es fundamental
integrar esto como un eje transversal en la intervención que realiza Fundación (Paréntesis) en el país.
Actualmente, los derechos humanos son reconocidos como un contenido esencial en la
sociedad, como la sustancia del sistema democrático; son el fundamento de un complejo sistema de
promoción y garantía del desarrollo de las personas. De hecho, las Naciones Unidas exponen que “la
libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y
de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana” (UNESCO, 2008:
p. 8), lo que extiende nuestro interés de abordar los procesos terapéuticos trabajando desde la
perspectiva que implica este eje transversal dado que así, garantizamos estándares mínimos para una
convivencia digna entre los actores insertos en los distintos programas terapéuticos.
Bajo este prisma, (Paréntesis) promueve la promoción y la protección al respeto, garantía y
exigibilidad en el cumplimiento de los derechos humanos de los usuarios, para así contribuir en su
desarrollo personal e integración en la sociedad.
2. Generamos instancias en que los/as usuarios/as den a conocer su satisfacción frente a las
actividades al interior del programa y las decisiones de intervención que se realizan con
ellos y ellas.
Participación y empoderamiento
Para que la estrategia social de intervención sea eficaz, más cuando se trabaja a favor de un
propósito de integración social, es necesario operar en escenarios sociales y/o institucionales cercanos
a los destinatarios. Cuando instituciones sociales se insertan y operan en territorios cercanos de donde
habitan nuestros/as usuarios/as, se logran ampliar la estructura de oportunidades2 y también la
movilización de recursos en los mismos. Lo anterior, facilita la participación de las mismas en la medida
en que se revierte esta dificultad de accesibilidad. He aquí el esfuerzo de (Paréntesis) por integrar y
articular estos espacios sociales en las mismas localidades debido a que con esto se promueve la
2
Entendemos como Estructura de Oportunidades a los “recursos que el individuo no controla y sobre los cuales
no incide o lo hace en forma marginal (indirecta, mediatizada por estructuras intermedias, compartida con
otros miembros)” (Filgueira, 2007: p.9).
igualdad de oportunidades y una mayor participación de los sujetos. (MIDEPLAN, 2004: p.19). Por lo
tanto, concluimos que la participación en el territorio constituye un pilar fundamental en las
estrategias de la superación de la pobreza.
La participación social es un ejercicio ciudadano que favorece el intercambio y la transformación
social, en tanto permite incrementar sus activos sociales y expandir la libertad de elección y de acción.
Esto redunda en la obtención de poder y control sobre las decisiones y recursos que determinan la
calidad de vida personal, familiar y comunitaria.
Generamos instancias de participación, donde tanto las personas y sus familias puedan ser
escuchadas y se sientan protagonistas en la construcción y actualización permanente de los
planes de trabajo individual; siendo el eje central sus expectativas e intereses.
Fomentamos que los/as usuarios/as sean capaces de plantear libremente sus dificultades o
deseos y al mismo tiempo facilitamos la co-construcción de propuestas alternativas, a fin de
mejorar el servicio y responder a sus intereses.
Fomentamos la participación de la comunidad y voluntariado en las labores del programa y en la
búsqueda conjunta de soluciones a las problemáticas de los/as usuarios/as.
Buscamos que las personas que presenten Consumo Problemático de Alcohol y/u otras Drogas
mantengan y fortalezcan los vínculos afectivos que cuentan, considerando relevante que una
persona significativa acompañe el proceso terapéutico, esto debido al ciclo vital en el que se
encuentran. A la vez buscamos generar confianza y vínculos con pares y el equipo de trabajo del
Programa.
Trabajamos en y con la red, entendiéndola como un facilitador en la integración de las personas y
sus familias, siendo un tejido social sostener del núcleo familiar frente a sus necesidades,
operando como mediadores entre las familias en situación de exclusión y las instituciones de
protección social.
Buscamos establecer relaciones de cooperación mutua entre el Programa y la comunidad.
Trabajamos por romper mitos en torno al tema de las drogas junto con sensibilizar que el
consumo problemático, al igual que otras conductas disruptivas de los sujetos, son expresiones
de daño y por tanto, las entendemos como un síntoma social necesario de abordar desde todos
los espacios de la sociedad.
Desarrollo de Capacidades
Creemos que el ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios. Inspirados por San
Alberto Hurtado, vemos a Jesús en cada persona que vive en situación de pobreza y exclusión social,
“el pobre es Cristo” y por lo tanto, reconocemos la importancia de trabajar personalizadamente con
cada uno de ellos, abordando el potencial de desarrollar sus capacidades para superar su situación, sus
activos y así, ampliar sus oportunidades para una vida mejor.
Para contribuir a la superación de la pobreza, vulnerabilidad y exclusión social, actualmente es
indispensable abordar una intervención basada en la expansión de capacidades, debido a que esto irá
a favor del crecimiento individual y colectivo de las personas. Este desarrollo, tiene relación con las
“cosas que las personas pueden realmente hacer o ser (…), y así con las capacidades de que
disponen, entendidas como las oportunidades para elegir y llevar una u otra clase de vida”. (R.
Cejudo, 2007: p., 10). Estos elementos que ayudan a lograr una mejor calidad de vida y un mayor
bienestar se relaciona con los funcionamientos3 que son factibles en las personas los que, según la
cantidad de estos, podrían elegir respecto a distintos aspectos para el desarrollo de su vida. Es
importante señalar entonces, el grupo de funciones vitales para los humanos, para así, dirigir
correctamente nuestras líneas de acción dadas en la intervención.
Amartya Sen (1989: p.44), uno de los principales expositores de este enfoque, propone que "La
capacidad refleja la libertad de una persona para escoger entre diferentes maneras de vivir", la
libertad de las personas a buscar sus propios destinos. La libertad real con que cuenta una persona,
equivale entonces a aquello que una persona puede ser capaz de hacer o de ser. Por lo tanto, a
mayores capacidades, mayores libertades y, por ende, mayor capacidad de desarrollar sus
realizaciones y mayor desarrollo humano y personal.
Según Nussbaunn (Riechmann, 1998: p.43), entre todas las capacidades, existen dos que
adquieren roles determinantes que definen categóricamente al ser humano y a su conjunto. En primer
lugar, la capacidad de alimentarse, de usar los sentidos, de moverse en el entorno, responde a
capacidades biológicas que todo ser, animal o humano, por ejemplo, pueden realizar. La capacidad
que nos hace distintos a los seres humanos es la forma en que realizamos estos funcionamientos,
determinados claramente por la “Razón práctica”. En segundo lugar, está la declaración de que todo es
hecho con otros, no somos seres solitarios, por ende, somos seres ligados a otros por lazos de
atención y cuidado reciproco. La autora referida define, a diferencia de otros autores concernientes en
la temática de capacidades, 10 capacidades funcionales humanas centrales:
1. Vida. Ser capaces de vivir una vida humana de duración normal hasta su fin, sin fallecer
prematuramente o antes de que la vida se reduzca a algo que no merezca la pena vivir.
3
Según A. Sen (1992: p.4-7), los funcionamientos constituyen partes de los estados de las personas. En definitiva los
entenderemos como lo que las personas podemos hacer o ser en la vida.
2. Salud corporal. Ser capaces de gozar de buena salud, incluyendo la salud reproductiva, estar
adecuadamente alimentado y tener una vivienda adecuada.
3. Integridad corporal. Ser capaces de moverse libremente de un lugar a otro; que los límites físicos
propios sean considerados soberanos, es decir, poder estar a salvo de asaltos, incluyendo la
violencia sexual, los abusos sexuales infantiles y la violencia de género; tener oportunidades para
disfrutar de la satisfacción sexual y de la capacidad de elección en materia de reproducción.
4. Sentidos, imaginación y pensamiento. Ser capaces de utilizar los sentidos, de imaginar, pensar y
razonar, y de poder hacer estas cosas de una forma realmente humana, es decir, informada y
cultivada gracias a una educación adecuada, que incluye (pero no está limitada a) el alfabetismo y
una formación básica matemática y científica. Ser capaces de hacer uso de la imaginación y el
pensamiento para poder experimentar y producir obras auto-expresivas, además de participar en
acontecimientos elegidos personalmente, que sean religiosos, literarios o músicos, entre otros. Ser
capaces de utilizar la mente de maneras protegidas por las garantías a la libertad de expresión, con
respeto a la expresión política, artística y de culto religioso. Ser capaces de buscar el sentido
propio de la vida de forma individual. Ser capaces de disfrutar de experiencias placenteras y de
evitar daños innecesarios.
5. Emociones. Ser capaces de tener vínculos afectivos con cosas y personas ajenas a nosotros
mismos; amar a los que nos aman y nos cuidan y sentir pesar ante su ausencia; en general, amar,
sentir pesar, añorar, agradecer y experimentar ira justificada. Poder desarrollarse emocionalmente
sin las trabas de los miedos y ansiedades abrumadores, ni por casos traumáticos de abusos o
negligencias. (Defender esto supone promover formas de asociación humana que pueden ser
demostrablemente esenciales para su desarrollo).
6. Razón práctica. Ser capaces de formar un concepto del bien e iniciar una reflexión crítica respecto
de la planificación de la vida. (Esto supone la protección de la libertad de conciencia).
7. Afiliación. A) Ser capaces de vivir con otros y volcados hacia otros, reconocer y mostrar interés por
otros seres humanos y comprometerse en diversas formas de interacción social; ser capaces de
imaginar la situación del otro y tener compasión hacia esta situación; tener la capacidad tanto para
la justicia como para la amistad. (Esto implica proteger instituciones que constituyen y alimentan
tales formas de afiliación, así como la libertad de asamblea y de discurso político). B) Teniendo las
bases sociales del amor propio y de la no humillación, ser capaces de ser tratados como seres
dignos cuyo valor es idéntico al de los demás. Esto implica, como mínimo, la protección contra la
discriminación por motivo de raza, sexo, orientación sexual, religión, casta, etnia u origen nacional.
En el trabajo, poder trabajar como seres humanos, ejercitando la razón práctica y forjando
relaciones significativas de mutuo reconocimiento con otros trabajadores.
8. Otras especies. Ser capaces de vivir interesados y en relación con los animales, las plantas y el
mundo de la naturaleza.
9. Capacidad para jugar. Ser capaces de reír, jugar y disfrutar de actividades de ocio.
10. Control sobre el entorno de cada uno. A) Político. Ser capaces de participar eficazmente en las
decisiones políticas que gobiernan nuestras vidas; tener el derecho de participación política junto
con la protección de la libertad de expresión y de asociación. B) Material. Ser capaces de poseer
propiedades (tanto tierras como bienes muebles) no sólo de manera formal, sino en términos de
una oportunidad real; tener derechos sobre la propiedad en base de igualdad con otros; tener el
derecho de buscar un empleo en condiciones de igualdad con otros, ser libres de registros y
embargos injustificados.
En conclusión, Paréntesis interviene en base a este eje transversal, puesto que el desarrollo de
capacidades resulta clave en el trabajo terapéutico con las personas que presentan consumo
problemático de alcohol y/u otras drogas, pues el despliegue y fortalecimiento de éstas facilita los
procesos de reflexión y toma de consciencia para reducir o suspender los daños que podría provocar el
consumo, accediendo así, a un mayor bienestar y a mejores condiciones de vida.
Intenciona que todas las actividades en la que participan los/as usuarios/as estén orientadas al
desarrollo de sus capacidades y potencialidades, haciendo eco a sus intereses e inquietudes.
Fomentamos espacios lúdicos y terapéuticos basados en el respeto por él/ella y por los otros,
el dialogo, comunicación, autocuidado, habilidades sociales, buscando reconocer en estos sus
potencialidades y capacidades, rompiendo la lógica histórica de la “minoridad”, como una
visión que desvaloriza esta etapa de desarrollo.
Reconoce al sujeto desde su integralidad, es decir, una mirada global respecto de ciertas áreas
básicas que constituyen al ser humano en su complejidad: lo cognitivo, lo emocional, lo
corporal y lo relacional. Por lo mismo las exigencias en la intervención cotidiana son de mayor
complejidad en lo que al conocimiento de los sujetos se refiere, pero también en relación a la
resignificación de las experiencias de vida, que a través de diversas metodologías se debe
lograr, mostrándole a los/las usuarios/as nuevas oportunidades de reconocimiento y
reinvención, sobre sus vidas, su presente, y futuro.
PERSPECTIVAS PARA EL TRABAJO CON PERSONAS CON CONSUMO PROBLEMÁTICO DE ALCOHOL Y OTRAS DROGAS
El consumo de drogas ilícitas, por su parte, ha sido abordado como una práctica negativa
y dañina en sí misma, producto principalmente de representaciones sociales, discursos
globalizantes, y de falta de información. A su vez, se ha agudizado la sanción social y la exclusión
hacia quienes presentan algún tipo de consumo, sea este experimental, ocasional, habitual o
problemático. Sin embargo, las nuevas perspectivas sobre el consumo de drogas proponen
cambiar estas nociones absolutistas por otras más realistas y centradas en el desarrollo de las
personas, comenzando por asumir que erradicar el consumo de drogas o las drogas mismas no es
algo plausible en los escenarios actuales.
Es necesario comprender, en primera instancia, que del universo de personas que utilizan
sustancias, la gran mayoría no incurrirá en consumo problemático, sino sólo una minoría, donde
esta práctica puede atentar contra la salud y la construcción de proyectos de vida (Ministerio de
Educación Ar., 2010:7).
Enfoque biopsicosocial
Desde 1961, donde toma relevancia mundial el problema del consumo y de la producción
de drogas, se firma en Viena el Convenio único de Estupefacientes, tratado que adhiere a los
países al compromiso de crear políticas que fiscalicen la producción y el tráfico de drogas,
acciones tipificadas como infracciones a la ley. Por otro lado, se prohíbe cualquier uso recreativo,
ritual, experimental o de automedicación de coca, cocaína, opio, heroína, marihuana y otras
diversas drogas (Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia CLDD, 2009: 17) y se
determina su uso como, constituyendo a sus usuarios desde una mirada criminalista, como
delincuentes o enfermos con prescripción penal (Romani, 2009:304). Las acciones desplegadas
desde estas políticas apuntaban a la abstención como solución única para el consumidor. Luego,
en el 2008, desde la Conferencia Especial de Naciones Unidas, se establece el lema a escala
global de “un mundo sin drogas”, idea que actualmente, considerando las dimensiones que ha
adquirido el problema tanto de tráfico como de consumo de drogas ilícitas, pareciera que es un
horizonte improbable. (Ibíd.) Si bien en nuestro país el consumo personal de drogas ilícitas no
constituye un delito, sí constituye una falta al hacerse de manera pública o grupal, y además,
quien decide consumir drogas, para acceder ella debe de alguna manera relacionarse, separado
por una línea muy delgada, de las prácticas de microtráfico que sí son sancionadas (senda.gob.cl).
El enfoque de reducción de daños surge como una respuesta a estas políticas, que no han
logrado erradicar la producción ni el tráfico de drogas ilícitas (CLDD, 2009:7), ni han incorporado
los daños emergentes para las comunidades y los sujetos que consumen drogas, como los
sociales (exclusión, marginación, estereotipos, etc.), sanitarios (enfermedades, deterioro de la
salud, etc.), de seguridad pública (violencia, delincuencia, etc.) (Romani, 2009:304), ni los daños
causados por drogas legales, como el alcohol. Por otro lado, también busca cambiar la mirada
sobre el uso de drogas, comprendiendo que ésta se consume desde tiempos ancestrales, y se
seguirá haciendo. También se considera que muchos de los daños que se producen a nivel social
por el consumo de droga (estigmatización, penalización, exclusión, etc.) responden a los riesgos
que las personas le atribuyen a esta práctica, que se forman como constructos sociales y que
crean una determinada percepción pública sobre la misma (Leflaive, 2004:206). Respecto a lo
anterior, el enfoque propone crear conciencia de estas construcciones que deterioran las
relaciones sociales y profundizan el daño en el sujeto, y ayudar a quienes presentan consumo
problemático de alcohol y otras drogas a disminuirlos desde nuevas estrategias.
Para comprender este enfoque es necesario también entender algunos conceptos
básicos.
- Riesgo: término utilizado para describir la probabilidad que tiene la práctica de uso de
sustancias (alcohol y otras drogas), de causar consecuencias o efectos no deseados.
- Daño: término complementario utilizado para describir si una consecuencia concreta es vista
como negativa o indeseable (Newcombe en reducciondedanos.cl).
- Reducción de Daños: Toda acción individual, colectiva, médica o social, destinada a minimizar y
reducir los efectos negativos del consumo de drogas y otras prácticas asociadas como la
sexualidad insegura y las situaciones de violencia- en las condiciones jurídicas y culturales
actuales.
- Reducción de Riesgos: Toda acción individual, colectiva, médica o social orientada a disminuir,
administrar y autogestionar la probabilidad de daños, consecuencias negativas e indeseadas
asociadas al consumo de drogas – y otras prácticas como sexualidad insegura y situaciones de
violencia (reducciondedanos.cl).
Desde los conceptos mencionados, se comprende que la reducción de daños o gestión de
riesgos son distintas acciones que en su conjunto permiten controlar y disminuir los riesgos y
daños producidos no sólo por el consumo problemático de alcohol y otras drogas, sino también
de otras prácticas que los producen.
La reducción de daños o gestión de riesgos, para el fenómeno del consumo problemático
de alcohol y otras drogas, también se plantea como una alternativa de salud pública frente a los
modelos tradicionales (reducciondedanos.cl), la cual implicaría reconocer la drogodependencia
como una realidad que, por ahora, no dejará de existir, y promover programas y ayudas
sociales que atenúen la marginalidad y la exclusión social producidas por el problema del
consumo problemático (Nieva en Romani, 2009: 305).
Es un enfoque que se fundamenta en la dignidad de las personas y en el derecho que
tienen los sujetos de acceder a tratamientos que les permita atravesar la etapa de consumo con
el mínimo de daños físicos, psíquicos y sociales (GREA, s/f: 2).
Este acompañamiento busca facilitar el acceso a tratamiento a personas que
generalmente se encuentran excluidas de este tipo de servicios, para luego apoyarlas en el
proceso terapéutico, que a largo plazo, y de manera progresiva, orienta hacia la abstinencia,
considerando que la suspensión radical del consumo puede generar daños más graves, como la
sobredosis. Por lo tanto, se aborda el consumo problemático desde la elaboración de un proceso
de cambio paulatino (GREA, s/f: 11), que incorpore la reducción de la dosis de consumo
progresivamente o que la mantenga bajo control, de acuerdo al ritmo y nivel de deterioro que
presenta cada usuario (GREA, s/f: 8).
Por eso también trabaja en la responsabilización del consumo y de las conductas de parte
de los usuarios (GREA, s/f: 4). Además, busca limitar y reducir los peligros sanitarios y sociales
producidos por el consumo, y fomentando el cuidado de la salud (GREA, s/f: 8).
El enfoque multidimensional de consumo de drogas propone que los efectos del consumo
de drogas no se relaciona sólo con las características de la sustancia, si no con la interacción de
tres elementos relacionados al consumo en un momento histórico: la sustancia, el individuo y el
contexto (Instituto de Adicciones Madrid Salud, en adelante IAMS, 2006: 19).
Este enfoque se basa en dos planteamientos; en la Teoría General de Sistemas (Bertalanffy en
IAMS, 2006: 19) que comprende el origen de la conducta humana en relación a su pertenencia a
un ámbito relacional, en el que varios sistemas interactúan dando lugar a un sistema de mayor
complejidad. En este caso, el consumo de drogas sería el sistema complejo y la persona, el
contexto y la sustancia representarían subsistemas, y en el Modelo de Salud de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), que explica la salud no como la ausencia de enfermedad, sino como
la combinación positiva de factores biopsicosociales en el sujeto.
Los factores asociados a cada subsistema son:
Los factores de riesgo aumentan la posibilidad del consumo problemático de drogas. Son
rasgos de los sujetos, de los contextos o de la sociedad, y en menor medida de la sustancia, que
posibilitan que el consumo sea pernicioso. Sin embargo, no son determinantes. Por otro lado,
también se reconocen los factores de protección, que son condiciones en el individuo o en el
ambiente que disminuyen las posibilidades de que el consumo se vuelva perjudicial para la
persona (IAMS, 2006: 21).4
Acompañamiento terapéutico:
4
Los factores de riesgo y factores de protección se desarrollan más ampliamente en el anexo n°8.
personas tal cual son, poniendo entre paréntesis las experiencias dolorosas o problemáticas, las
que no definen la identidad de quienes las vivencian.
En el campo de las intervenciones terapéuticas, el logro de una relación empática con la
persona es una cuestión insoslayable y el punto de partida de todas las intervenciones eficaces,
sobre todo si se tienen en consideración la frecuente estigmatización y enjuiciamiento a los que
son sometidos consumidores y consumidoras de drogas y más aún si se encuentran en situación
de vulnerabilidad y exclusión social.
Sostener una actitud receptiva, abierta, respetuosa, de no enjuiciamiento del
comportamiento de consumo y de escucha reflexiva para generar apertura y confianza en la
persona, favorece el establecimiento de un vínculo terapéutico sano5.
Esto no significa que se deba compartir o estar de acuerdo con los estilos de vida
expuestos por las personas, sino simplemente reconocer sus derechos y responsabilidades
inherentes a la hora de elegir la vida que quieren vivir.
5
El Vínculo Terapéutico se define como la habilidad de trabajar juntos a consciencia. La importancia de construir una relación terapéutica sana descansa en
que al hacerlo, se genera un espacio seguro para identificar los intereses de la persona, determinar metas y trabajos en pos del cambio, manteniendo así a la
persona involucrada en su proceso terapéutico que provee seguridad, estructura y apoyo.
adecuada para él/ella, acorde al momento de su vida, rescatando su historia y contexto, más allá
de cualquier consideración personal de tipo intelectual o moral.
3.- Motivación constante de modo de facilitar las acciones a realizar y permitir procesos de
cambio
Entendemos que las experiencias dolorosas por las que pasan las personas pueden ser
transitorias, y no marcar de manera negativa y permanente sus vidas. En este sentido es
relevante motivar constantemente a la persona, desde la convicción de que es capaz de hacer
cambios positivos en su estilo de vida y cambios en relación al consumo en cualquier momento,
ejerciendo control sobre sus procesos cognitivos, estados emocionales, pautas de relación y
patrones de conducta.
Es clave identificar en forma precisa qué grado o nivel de motivación, preparación y
compromiso personal para el cambio tiene la persona, de modo que el proceso terapéutico
pueda adecuarse a su situación.
La motivación de una persona puede ser construida. No se trata de algo que la persona
tiene o no tiene, sino de algo dinámico, que debe ser permanentemente retroalimentado. La
motivación corresponde a la disposición que tiene la persona hacia el cambio de conducta; se
considera como un proceso dinámico por el que transitan las personas que tratan de reducir o
eliminar una conducta riesgosa.
Para el Programa Terapéutico Villamávida implica desplegar estrategias de acuerdo a la
“intención de cambio”, a fin de movilizar las energías del adulto hacia un objetivo deseado. El
terapeuta puede ayudar a resolver la ambivalencia ante el cambio a través de:
Expresar la empatía: estilo empático y de escucha reflexiva hacia la persona. Existe una actitud
de aceptación, sin juzgar, culpabilizar y criticar o sermonear.
Crear una discrepancia: el terapeuta crea y potencia una discrepancia para la persona, entre
donde está y donde quisiera estar.
Evitar la discusión: el terapeuta debe evitar discutir, argumentar y confrontar a la persona, debe
favorecer la concienciación de su situación problemática y la necesidad de hacer algo con ésta.
Darle un giro a la resistencia: el terapeuta invita a la persona a reflexionar sobre nuevos puntos
de vista de la situación y considera que ésta es capaz de encontrar solución a sus problemas.
Fomentar la auto-eficacia: el terapeuta debe promover la percepción de auto-eficacia en la
persona.
Como técnica para trabajar la motivación se utiliza la entrevista motivacional (EM) que
resulta útil con personas renuentes y ambivalentes al cambio, intenta ayudar a resolver la
ambivalencia en las personas con respecto a la motivación al cambio (Miller y Rollnick, 1999:19).
En la EM el terapeuta no se posiciona desde el rol del experto, diciéndole al otro lo que tiene que
hacer sino que, la responsabilidad del cambio es de la propia persona, el terapeuta puede guiar,
sugerir pero en definitiva quien toma la decisión es la persona. El objetivo de esta entrevista es
facilitar y promover la motivación de la persona y no que sea impuesta por otros o desde fuera
(Miller y Rollnick, 1999:10).
Algunas buenas prácticas que deben llevarse a cabo dentro del acompañamiento
terapéutico se encuentran:
Establecer un clima de relación simétrica, afectiva y emocional basado en la confianza y la
aceptación.
Posibilitar la participación de todos las personas en las distintas tareas del Programa, incluso si
su nivel de competencias o sus conocimientos son, en un primer momento, más escasos o poco
adecuados.
El terapeuta debe dar cabida a la sorpresa, debe recoger lo que despierta interés en la persona,
debe reflejar un interés no solamente por los contenidos que se desarrollan, sino también por lo
no planificado, flexibilizando en los contenidos de las sesiones.
Explicar a la persona los objetivos terapéuticos que se tienen previstos para la sesión. Hacer un
buen encuadre de las actividades, planteándolas de forma lógica y ordenada.
Proponerles actividades que les hagan utilizar distintas capacidades para su resolución.
Planteando el razonamiento y la comprensión como la mejor herramienta para la resolución de
actividades y conflictos.
Tomar los errores como nuevos momentos de aprendizaje y como momentos enriquecedores.
Reconocer los avances y las experiencias de logro, las que se consideran centrales.
Explorar y potenciar las capacidades que despliega la persona.
Aplicar los contenidos y conocimientos adquiridos a situaciones próximas y cercanas para las
personas.
Usar metodologías basadas en la participación y la co-construcción de metas de bajo umbral, es
decir con objetivos pequeños que permitan el cumplimiento de la tarea.
Tomar en cuenta las tareas evolutivas de dicha etapa y propiciando el normal desarrollo de
estas.
Atender a las múltiples necesidades de la persona, centrándonos tanto en el uso de drogas, así
como en los distintos problemas asociados, ya sea médicos, psicológicos, sociales, familiares o
legales.
Generar respuestas rápidas y apropiadas centradas en las necesidades que el adulto plantea. Se
reducen los tiempos de espera, evitando procedimientos y sistemas terapéuticos rígidos.
Las personas están en constante transformación y esperan que el entorno se transforme con
ellos, las respuestas deben tener un carácter provisional y se debe evaluar de manera constante
el sentido que tienen para ellos.
En las intervenciones debe flexibilizar los tiempos de acuerdo a las necesidades propias del
adulto, desde la práctica se sugiere sesiones de 20 a 35 minutos.
Trabajar en grupos pequeños.
Siempre hay familia, la intervención más eficiente es cuando se es capaz de alentar a los
miembros de la familia a considerarse unos a otros como recursos y a movilizar ayuda desde
dentro de su propia red.
Interactuar de manera organizada con la red de servicios a nivel local.
1. Estadios de cambio: Los sujetos pueden lograr cambios voluntarios a través de un proceso de
cinco etapas de características específicas y excluyentes (sida-aids.org).
a. Estadio de pre contemplación: en cuanto a que el consumo de drogas no representa un
problema para el sujeto, no se presenta interés por el cambio, o se siente desesperanzado frente
a las posibilidades de hacerlo. Presenta justificación ante el consumo (Fundación Paz Ciudadana,
2010: 76).
b. Estadio de contemplación: el sujeto se plantea la necesidad de abandonar el consumo ya que
se presenta conciencia del problema, y las consecuencias del consumo comienzan a producir
efectos que se perciben como negativos. Existe ambivalencia frente al cambio y no presenta
todavía un compromiso firme con el mismo (Ibíd.).
c. Estadio de preparación: en esta etapa la persona comienza a planificar el cambio, realizando
acciones menores, pero que contribuyen a si misma (Ibíd.).
d. Estadio de acción: se presentan cambios conductuales importantes respecto al consumo en la
persona, debido a que se ha asumido un compromiso al que se le dedica más tiempo y energía.
Las personas también modifican sus experiencias y ambiente, y debido a esto se presentan
mayores probabilidades de recaer (Ibíd.).
e. Estadio de mantenimiento: los esfuerzos se orientan a mantener los cambios más significativos
del sujeto, así como a prevenir recaídas. El compromiso con el cambio es fuerte y sostenido.
Antes de llegar a esta etapa, el sujeto puede retroceder, considerando que el modelo plantea un
proceso en espiral (Ibíd.).
2. Procesos de cambio: Son las actividades manifiestas o encubiertas que realiza el individuo para
modificar su consumo problemático. Explican de qué manera se producen los cambios (Torres,
2010:75).
b. Autoreevaluación: proceso de valoración cognitiva y afectiva del impacto que genera el consumo
problemático en el autoconcepto y en los valores del sujeto.
c. Reevaluación ambiental: el sujeto reconoce y valora el impacto que su conducta genera en sus
relaciones interpersonales, y los beneficios que significaría reducir los daños o dejar el consumo.
d. Consuelo dramático: se relaciona a la expresión y reacción emocional del sujeto desde el proceso
en que se encuentra y las tensiones que le significa.
f. Liberación social: se relaciona a la capacidad de elección y decisión del sujeto frente a la toma de
conciencia de los daños que puede representar a nivel social el consumo problemático.
3. Niveles de cambio: esta dimensión corresponde al contenido específico del cambio. Se trata de
aquellas conductas donde la persona aplica los procesos de cambio con el fin de modificarlas
(Díaz, 2001: 27).
Otros conceptos importantes para el modelo son el balance decisional, que es un proceso de
reflexión personal y se relaciona a la valoración de parte del sujeto que vive el proceso de
cambio, de los beneficios y perjuicios de modificar sus conductas de consumo, y depende de la
etapa en que se encuentra el sujeto, ya que el balance decisional irá cambiando a medida que
crezca la concientización y el compromiso (sida-aids.org). También la autoeficacia es esencial
para el proceso de cambio, ya que se relaciona con la percepción del sujeto de su capacidad para
hacer frente a un suceso específico. A medida de que las personas avanzan en su proceso de
cambio, la autoeficacia crece y se vuelve una convicción personal más firme (Ibíd.).
Enfoque de Integración Socio- Ocupacional
1. La conducta de los sujetos se explica mejor al comprender el contexto ambiental total en el que
vive.
2. Los ambientes humanos son muy complejos, e incluyen dimensiones físicas, estructuras sociales,
económicas y políticas.
3. Los sujetos deben mantener una mutualidad adaptativa con sus medios personales y
ambientales para sobrevivir (Aylwin y Solar, 2002: 105).
La familia es el sistema más inmediato del ser humano al nacer, es donde crece, se
desarrolla y adquiere los primeros aprendizajes. Es la principal red de apoyo para las personas, y
su ausencia puede significar un importante obstáculo para el crecimiento. La familia es dinámica,
su plasticidad le ha permitido adecuarse a distintos contextos y seguir siendo una fuente
importante de provisión de necesidades tanto económicas como emocionales y afectivas.
El enfoque ecológico comprende a la familia como un sistema compuesto por partes (los
miembros) en interrelación e interdependencia entre sí. Si en embargo, la familia es según el
enfoque, más que la suma de sus partes, es una totalidad (Aylwin y Solar, 2002: 91). La
perspectiva que propone este enfoque es la mirada de los sujetos desde su interacción con las
distintas partes del sistema, como un individuo completo, pero no como una persona aisladas. La
persona se ve condicionada por su familia y también ella condiciona al sistema. Por lo tanto, si un
miembro de la familia se ve afectado por una situación particular, cada miembro de la familia se
verá afectado, también la familia como un todo. Estos procesos se dan de una manera particular
en cada familia (Aylwin y Solar, 2002: 91).
La familia es una organización de relaciones, que se estructura a partir de las demandas
funcionales que se presentan en el interior y son suplidas. De esta manera se reconocen tres
subsistemas clásicos:
- Subsistema conyugal: se refiere a la presencia de una pareja que constituye y permite el
sostenimiento del sistema. La complementariedad y el apoyo mutuo son esenciales para cumplir
este rol (Ibíd.).
- Subsistema parental: se refiere al sistema que se encarga a la formación y el crecimiento de los
hijos. Se trata de una nueva función que desempeñan los padres o adultos responsables, y tiene
un delgado límite con el sistema conyugal. Ambos sistemas pueden reafirmarse o debilitarse
(Ibíd.).
- Subsistema fraternal o de hermanos: en el caso de la presencia de más de un hijo en la familia,
o de una persona que desarrolle ese rol, se configura como el primer espacio de socialización con
un igual, en calidad de hijos, sin la necesidad de intervención de parte de los adultos (Aylwin y
Solar, 2002: 92).
Estos subsistemas pueden estar conformados por otros subsistemas. Los límites entre
uno y otro pueden estar difusos, pero a medida que la familia se desarrolla y crece, se irán
definiendo con mayor claridad.
Algunas características propias de la familia que propone el enfoque son los siguientes:
Cualidades emergentes: supone que la combinación de información o conocimiento, surgirá un
componente substantivamente diferente al anterior. Esta característica se puede explicar desde
alguna experiencia de la familia donde, frente a la información previa y el aprendizaje de la
experiencia, surgirá un elemento nuevo (Aylwin y Solar, 2002: 94).
Equifinalidad: concepto que hace alusión a que un sistema no es estable y sus emergencias no
tienen sólo un origen. Por lo tanto, para la intervención familiar también son numerosas y
diferentes las estrategias que se pueden utilizar para un mismo caso (Ibíd.).
Homeostasis: característica propia de los sistemas que tienden al equilibrio. La familia, aún
frente a cambios agudos, buscará adaptarse y adquirir nuevas cualidades que le permitan
mantenerse. Aun así, frente a crisis importantes, puede provocarse un quiebre que finalmente
permita la fragmentación de la familia (Ibíd.).
Comprender la influencia de la familia y los procesos que vive como sistema es esencial
para el tratamiento de personas que presentan consumo problemático de alcohol y otras drogas,
porque esta puede ser un fuente importante de herramientas de contención o sostenimiento
para quien se encuentra en tratamiento, o por el contrario, puede requerir de algún nivel de
intervención de manera que la familia contribuya positivamente al proceso de cambio del sujeto.
Enfoque de Derechos
La base de este enfoque se sustenta en el desarrollo pleno de los Derechos Humanos, que
tienen sus precedentes en la revolución francesa, y que se materializaron más tarde en la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 (Sánchez, 2011:11). Este instrumento
establece un compromiso internacional con un conjunto de derechos humanos y herramientas
para que los Estados miembros puedan asegurar su ejercicio, además de establecerse la garantía
de su realización a través de la exigencia de parte de la comunidad internacional (Ferrer, 2005).
Enfoque de Género
El enfoque de género es una mirada crítica a las construcciones sociales que se han
creado históricamente en torno al hombre y la mujer, a cómo él y ella deben definirse, cómo
pueden desarrollarse, y qué deben hacer para alcanzar su realización plena (PNUD, 2010: 27). La
naturalización de estas construcciones y su fuerte arraigo en las estructuras sociales son la base
de profundas desigualdades que se presentan hasta la actualidad. El enfoque de género entiende
que estas construcciones han permeado la sociedad y las relaciones sociales, negando la dignidad
y derechos a sujetos en razón de su sexo (PNUD, 2010:28).
El PNUD define género como los atributos sociales y las oportunidades asociadas con el
ser femenino y masculino y las relaciones entre mujeres y hombres, niñas y niños, como
también entre las mujeres y entre los hombres. Estos atributos, oportunidades y relaciones
están construidos socialmente y son aprendidos a través de procesos de socialización y varían
según el contexto social y temporal. El género determina lo que puede esperarse, lo que es
permitido y valorado en una mujer o un hombre en un contexto dado (PNUD, 2010:14).
Enfoque de Redes
Desde esta perspectiva, las redes sociales suelen formarse a través de la interacción
desde un mismo plano, de manera informal y desde la solidaridad. Entre estas redes personales
se encuentran la familia inmediata y extensa, amistades, vecinos y la comunidad, entre otros
(Abello y Madariaga, 2010: 118).
En el caso del consumo problemático de alcohol y otras drogas, estas redes puedes ser
cruciales, en cuanto forman parte del contexto donde se devuelven los sujetos y quienes las
conforman tienen algún grado de relación con el mismo. Según lo indican De Souza, J., Prado, L.,
Pereira, G., y Villar. M. (2011:3), la contextualización de la problemática de la dependencia de
las drogas necesita de una reflexión ampliada sobre el tratamiento considerando la influencia
de la familia y de otros grupos de la red social accionadas por este individuo, sea en el curso de
la dependencia o en el proceso de tratamiento y manutención de la abstinencia o del consumo
de la sustancia bajo algún nivel de control.
Los autores plantean además, que estas redes pueden ser utilizadas de manera
beneficiosa durante el tratamiento para el consumo de drogas, ampliándolas y trabajando para la
creación de vínculos saludables que promueva una rehabilitación biopsicosocial efectiva (Souza,
J., et. al. 2011:1).
La relevancia de las redes personales radica en que proveen a los sujetos en tratamiento
de un apoyo emocional y ayuda instrumental. Apoyo emocional se entiende como la contención
y afectos entregados en situaciones emocionales (fallecimientos, enfermedades graves, etc.) y la
ayuda que se entrega frente a situaciones que podrían interrumpir el equilibrio familiar. La ayuda
instrumental hace referencia a proporcionar dinero, cosas, o información que se necesiten
(Abello y Madariaga, 2010: 122). Ambos aspectos son esenciales en el tratamiento del consumo
problemático, especialmente cuando se establecen compromisos de ayuda para con quien lo
presenta, entregas de afecto y de reafirmación para el sujeto.
Enfoque Interdisciplinario
Desde el área salud y consumo problemático de alcohol y otras drogas, este enfoque va
de la mano con la atención biopsicosocial que requiere de una atención integrada de los aspectos
biológicos, psicológicos y sociales que se ven afectados.
Frente al origen indígena y mestizo de nuestra población, se ha logrado, con el paso de los
años y desde los paradigmas culturales emergentes, dirigir las acciones de las políticas sociales
hacia el reconocimiento de la diversidad étnica, la riqueza cultural e incluso de incorporar, en
zonas de prominente población indígena, servicios adecuados a su lengua y costumbres. Un
ejemplo es el Pacto Social por la Multiculturalidad, que se desarrolla como un paquete
importante de políticas indígenas en ámbitos como salud, educación, vivienda, territorio, trabajo,
etc. (Fundación por la superación de la pobreza, 2008: 5).
Desde el área de la salud, se han promulgado distintas leyes relacionadas a la atención en salud
que incluyen artículos referidos al derecho de una atención pertinente a las culturas indígenas. La
Ley de Autoridad Sanitaria 19.937 el artículo 16, orienta la incorporación de la interculturalidad
en Centros de atención en salud que se encuentran en zonas con alta concentración de población
indígena (Ley n°19.937). En el año 2012 se promulga la ley 20.584 sobre atención en salud, que
en su artículo N° 7 establece que: en aquellos territorios con alta concentración de población
indígena, los prestadores institucionales públicos deberán asegurar el derecho de las personas
pertenecientes a los pueblos originarios a recibir una atención de salud con pertinencia
cultural, lo cual se expresará en la aplicación de un modelo de salud intercultural validado
ante las comunidades indígenas, el cual deberá contener, a lo menos, el reconocimiento,
protección y fortalecimiento de los conocimientos y las prácticas de los sistemas de sanación de
los pueblos originarios; la existencia de facilitadores interculturales y señalización en idioma
español y del pueblo originario que corresponda al territorio, y el derecho a recibir asistencia
religiosa propia de su cultura (Ley 20.584).
En un mismo individuo pueden coexistir dos o más enfermedades ya sea por relaciones causales
o como factores adyacentes. Para este caso se hace la relación entre los trastornos asociados al
consumo problemático de sustancias psicoactivas y otros trastornos mentales y/o enfermedades
físicas.
El consumo problemático de drogas puede presentarse en la vida de un individuo por diferentes
causas o factores asociados, a su vez, éste puede ser causa de otro tipo de trastornos. La
definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de comorbilidad se expresa de la
siguiente manera: “la coexistencia en el mismo individuo de un trastorno inducido por el
consumo de una sustancia psicoactiva y de un trastorno psiquiátrico”.
Uno de los aspectos más relevantes en torno a la comprensión de la comorbilidad deriva del
estudios de las diversas formas en la que esta ha sido conceptualizada a los largo de las últimas
décadas. En tal sentido, las variadas formas de comprender tal condición han sido sistematizadas
de la siguiente manera (Sederer, 1990; Ries, 2000):
b) Relación Causal: Un paciente con alcoholismo crónico puede desarrollar como consecuencia
directa de su alcoholismo una depresión mayor secundaria o rasgos de personalidad antisociales
(psicopatización) secundarios al propio alcoholismo. De acuerdo a este modelo, el trastorno
secundario no hubiese ocurrido si la condición primaria no hubiese existido.
d) Relación de Modificador: Este modelo resalta como un trastorno preexistente puede modificar
una condición de comorbilidad. Este modelo postula que un trastorno psiquiátrico primario va a
modificar el curso de un trastorno por abuso de sustancias o en su defecto que un trastorno por
abuso de sustancias puede modificar el curso de la condición psiquiátrica asociada.
Ley de Berkson: esta ley postula que dos trastornos no relacionados pueden aparecer juntos
debido a una mayor probabilidad que una persona que sufre más de un trastorno sea más
proclive a la búsqueda de ayuda profesional. Por ende tiene más registros y se presentan juntos
no por relación causal o potenciadora recíproca, sino por el simple hecho de que la persona que
los presenta tiene una mayor tendencia a padecer trastornos.
Es importante atender las diferentes características de los trastornos que una persona pueda
presentar y asociar adecuadamente uno con otro, ya que “muchos de los problemas de la
refractoriedad de diversos pacientes con problemas de adicciones se deben a la no identificación
adecuada de la problemática asociada, por lo tanto la claridad diagnóstica ha tomado una
importancia inusitada en los diversos centros de tratamiento tanto en el ámbito nacional como
internacional” (Saavedra, 1997).
MÉTODO: ETAPAS DEL PROCESO DE TRABAJO EN EL PROGRAMA TERAPÉUTICO RESIDENCIAL VILLAMÁVIDA PARA
HOMBRES Y MUJERES.
se programará en conjunto con la red que deriva (en caso de existir) una
visita en las oficinas de la red para generar en dicho espacio la entrevista y
vincularse con la persona para que asista al programa.
Se coordina reunión con equipo RED derivadora, para iniciar trabajo en red
con el caso.
Se genera una carpeta individual8 y se asigna dupla de seguimiento.
6
Los informes (psicológicos, psiquiátricos, sociales u otros) acompañan el ingreso sólo si la persona o institución los tiene, no son requisito para el
ingreso, sólo lo facilitan.
7
Número de entrevistas a determinar : 3 cómo máximo
8
El contenido de una carpeta debe tener correspondencia con las exigencias de cada uno de los convenios adquiridos, además de las necesidades
registradas por los equipos (evaluaciones varias): Ficha de derivación, Ficha de postulación / acogida, Ficha social, Contrato terapéutico, consentimiento
informado, evaluaciones por áreas, bitácora taller de familia, bitácora taller Psicoeducativos, bitácora talleres socio-ocupacionales, entre otros.
Cumplir con tiempo establecido % de personas usuarias que cierran
para postulación de usuarios/as. proceso de postulación en un plazo
máximo de dos semanas, según
actividades del proceso.
ETAPA DESCRIPCIÓN
Una vez que la persona ingresa al Programa, se genera una carpeta individual
que contendrá toda la información relativa al proceso terapéutico del usuario/a.
El psicólogo procederá a gestionar junto al usuario/a y figura significativa (si
acompaña) una entrevista donde se dará a conocer la información relativa al
servicio que se va a entregar. Este documento se denomina “Consentimiento
Informado”.
9
Psicólogo y técnico.
tratamiento.
ETAPA DESCRIPCIÓN
Se realiza reunión clínica ampliada para presentará una síntesis diagnostica del
caso y el PIT validado por el usuario/a y su figura significativa (protocolo de
reunión clínica/presentación de caso). Se socializa el PIT, distribuyendo las
tareas para cada miembro del equipo, se acuerda además los plazos para la
revisión de los acuerdos a los tiempos establecidos en el PIT.
ETAPA DESCRIPCIÓN
Se inicia la ejecución del PIT, desplegando una serie de prestaciones y servicios
4. INTERVENCIÓN
en diversas áreas: salud física y mental, familiar, social y ocupacional (laboral y/o
educativa). Todas las prestaciones entregadas, se deben sistematizar en el
registro de intervención.
Área Socio-Familiar
Contempla las Dimensiones: Situación Familiar, Transgresión a la Norma Social.
Incluye las siguientes prestaciones: Psicoterapia con familias, Encuentros
grupales familiares, Visitas domiciliarias de salud Mental, Gestiones en red,
Talleres psicoeducativos, entre otras.
- Con avance:
Cuando ocurra cualquier cambio en las áreas señaladas que disminuyan
el riesgo, tales como variación favorable del patrón de consumo,
disminución de infracciones a la ley, etc.
- Sin avance:
Se mantienen los indicadores de riesgo, sin modificación de la situación
inicial.
- Retroceso:
Cuando ocurre cualquier cambio en las áreas señaladas que aumenta el
riesgo.
Del mismo modo, se contemplan reuniones clínica ampliadas para la discusión y
supervisión trimestral con el equipo en su totalidad en orden de evaluar y
orientar el trabajo.
ETAPA DESCRIPCIÓN
de trabajo.
- Deserción por renuncia del programa sin culminar el plan Individual
de trabajo
- Término del proceso por medida administrativa, la que se decidirá
sólo posterior a un análisis de la situación por el equipo.
- Por fallecimiento.
- Logro Alto:
Alcance de la totalidad de los objetivos planteados en el PIT (superior
al 75%)
- Logro Medio:
Alcance parcial de los objetivos planteados en el PIT (entre 50% y el
75%).
- Logro Bajo:
Alcance mínimo de los objetivos planteados en el PIT (menor al 50%).
A continuación se detalla, para cada etapa del trabajo en el Programa Terapéutico Residencial
Villamávida, las actividades que se deben realizar, las pautas de acción esenciales y el flujo que
orienta las decisiones en cada instancia.
Alojamiento
Alimentación
Confort e Higiene
Salud
Acompañamiento Terapéutico
Apoyo Material
Apoyo Espiritual
Prestación Descripción
Dormitorio Una pieza para 2 camas o 2 camarotes
Alojamiento
Cama y Abrigo Una cama con colchón, par de sábanas, dos a tres
frazadas y cubrecama.
Once
Cena Ración de alimentos preparados que se entregan a
cada usuario en la noche
Colaciones Entrega de sándwich, jugo, frutas, etc.
Dietas especiales Para personas que lo requieran por indicación
médica. Por ejemplo: dietas hiposódicas e
hipocalóricas.
Ducha Acceso a ducha con agua caliente
ort e
Conf
Higi
ene
cicatrizante), termómetro
Aporte para Movilización Pago total o parcial de pasajes para traslados fuera de
la ciudad donde se encuentra
Aporte para Transporte Pago total o parcial de pasajes para traslado dentro
de la ciudad
Otros aportes económicos Aportes en dinero para cubrir situaciones de urgencia
no mencionadas anteriormente
Actividades Pastorales Liturgia, Misa, Eucaristía, jornadas pastoral u otro
Espiritual
PROTOCOLOS DE ACCIÓN
Los protocolos de acción contienen la descripción formal y técnica de pautas que dirigen el
accionar ante determinadas situaciones. Facilitan el cumplimiento de todos los procedimientos a
seguir de manera concreta y homologada entre distintas unidades de un mismo tipo de
programa.
El protocolo clarifica lo que se espera del desempeño laboral de un trabajador, sin embargo,
debe ser usado con criterio de flexibilidad y creatividad, en la medida aquello contribuya al
bienestar de las Personas con Consumo de Alcohol y/u Otras Drogas.
Los protocolos de acción para las actividades asociadas a cada una de las cinco etapas del trabajo
con Personas con Consumo Problemático de Alcohol y/u Otras Drogas en el Programa
Terapéutico Residencial Villamávida se encuentran detalladas en el Anexo de Protocolos.
Protocolos de acción:
Etapa: Postulación
- Protocolo de Postulación
- Protocolo de Aproximación Diagnóstica
- Protocolo de Orientación e Información
Etapa: Ingreso
- Protocolo de Consentimiento Informado
- Protocolo de Acogida e Inducción al Programa
Etapa: Evaluación
- Protocolo de Autoevaluación Basal
- Protocolo de Evaluación Diagnóstica Integral
- Construcción del Plan Individual de Trabajo
Etapa: Intervención
- Protocolo de Presentación y Análisis del caso
- Protocolo de Intervenciones/ Prestaciones
- Protocolo de Evaluación Parcial
- Protocolo de Atención Psiquiátrica y Tratamiento Farmacológico
- Protocolo de Acompañamiento Individual
- Protocolo de Confección de Cronograma de Actividades de Cierre
- Protocolo de Resguardo y Revisión de Documentación Necesaria Establecida en el Artículo N° 3
del Reglamento de Tratamiento del Ministerio de Salud
Etapa: Egreso
- Protocolo de Egreso por Alta Terapéutica
- Protocolo de Egreso por Alta Administrativa
- Protocolo de Egreso por Abandono del Programa Terapéutico
- Protocolo de Satisfacción Usuaria
Protocolos aplicables a cualquier etapa del proceso
- Protocolo de Emergencia en Salud
- Protocolo de Derivación y Coordinación con Redes Sociales
- Protocolo de Fallecimiento
- Protocolo de Planificación y Diseño de Actividades
- Protocolo de Recepción y Entrega de Turnos
- Protocolo de Acciones de Búsqueda de Personas sin Contacto
- Protocolo de Funcionamiento Horario
- Protocolo de IST VIH SIDA
- Protocolo de Seguimiento de Usuario
RECURSOS
Jefe de Programa
El rol fundamental del jefe de programa es ser responsable de garantizar el adecuado
funcionamiento del programa en el ámbito administrativo, técnico y presupuestario. Para lo cual
debe cumplir los siguientes objetivos:
Técnico en Rehabilitación/Educador:
El rol fundamental del técnico en rehabilitación es el acompañamiento terapéutico, el cual tiene
los siguientes objetivos:
Establecer vínculo con las personas, grupal e individualmente y ser el nexo con los otros
miembros del equipo de tratamiento.
Recolectar información de la familia y las actividades realizadas tanto dentro como fuera del
programa.
Acompañar a la persona durante todo el proceso, acogiendo las intervenciones que el resto de
los profesionales realizó con ésta.
Descubra, reconozca y modifique los pensamientos, sentimientos y acciones de los que surgen
problemas emocionales, conductuales, cognitivos, relacionales y sociales, con el fin de lograr
mayor autocontrol.
Psicopedagogo
El rol fundamental del/a psicopedagogo/a es contribuir en el desarrollo de habilidades y
destrezas socio-ocupacionales de las personas, así como realizar vinculación con redes para la
inserción educacional y/o laboral de los/as usuarios/as favoreciendo su integración social. Entre
sus funciones y objetivos se encuentran:
Trabajador Social
El rol fundamental del/a trabajador/a social es promover la integración familiar y social de las
personas. En este sentido, posterior al diagnóstico integral, el/la Trabajador social debiera apoyar
el desarrollo de la administración autónoma de la persona de la red de apoyo, sosteniéndola en
este proceso. Esto implica dedicar tiempo para acompañarla físicamente (fuera del centro de
tratamiento) en la gestión de trámites asociados a sus necesidades sociales. Este
acompañamiento real favorecería la inserción y vínculo de las persona en la red sociosanitaria,
disminuyendo su aislamiento. Este rol puede ser realizado por el Trabajador Social del Equipo
Psicosocial. Un rol claro, en el programa de tratamiento es el trabajo con las familias, el cual,
además de incluir la contención, el reforzamiento de la adherencia y motivación a participar en
el tratamiento de las personas, debiera sumar la implementación de intervenciones con las
personas y sus familias de manera sistemática, con el fin de promover la generación de dinámicas
familiares saludables.
Profesor de Educación Física
Es responsable de apoyar el proceso terapéutico de los/as usuarios/as a través de actividades
deportivas-recreativas. Entre sus funciones y objetivos se encuentra:
11
Incorpora trabajadores no remunerados donde aparece el siguiente indicador (*).
Trabajador Social 1 1 11/2 (*)
Administrativo12 X 1 1
Psicopedagogo 1/2 1 1
Manipulador de Alimentos x 1 1
Psiquiatra (en
4 hrs. 6 hrs. 8 hrs.
horas/semana)
Profesor Educación Física
x 4 hrs. 6 hrs.
(en horas/semana)
SISTEMA DE TURNOS
La dotación adecuada para los Programas Terapéuticos Residenciales, deben considerar las
siguientes consideraciones:
Número de
Número de personas Técnicos en
Horarios
atendidas Rehabilitación /
Educadores día
09:00-18:00 1
15-25
12:30-21:30 1
09:00-18:00 2
25-35
12:30-21:30 1
09:00-18:00 2
35-45
12:30-21:30 2
12
Con labores administrativas y de apoyo a gestiones a equipo (Secretaria, Técnico Social)
De esta manera se propone trabajar bajo la lógica de “Gestión de caso”, en donde un Técnico en
Rehabilitación / Educador Día, es responsable de los procesos de un número determinado de
personas atendidas y por tanto es quien deberá coordinar las acciones necesarias dentro del
Programa, de acuerdo al plan individual de trabajo construido, se constituye como el principal
referente para las personas atendidas.
Tomando en cuenta lo anterior, se establece la siguiente relación; 1 Técnico en Rehabilitación /
Educador día por cada 10 personas atendidas.
Para resguardar las acciones planificadas en el Programa Terapéutico, es necesario considerar
que el ingreso de los Técnicos en Rehabilitación / Educadores, se realizará en dos turnos
horarios, como se señala en el cuadro anterior. De esa manera, podrá establecerse comunicación
y traspaso de acciones e información relevante a equipo de noche.
En donde, para Programas que reciban menos de 25 personas deberá haber un funcionario
haciendo turno de noche (desde las 21:00 a las 9:00hrs). Mientras que para Programas que
reciban más de 25 personas deberá haber dos funcionarios realizando turnos de noche. Ambos
respetando la siguiente matriz:
J V S D L M M J V S D L M M J V S D L M M J V S D L M M J V S
A N N N S L L N N N S L L N N N S L L N N N S L L N N N S L L N
B S L L N N N S L L N N N S L L N N N S L L N N N S L L N N N S
C N N N S L L N N N S L L N N N S L L N N N S L L N N N S L L N
D S L L N N N S L L N N N S L L N N N S L L N N N S L L N N N S
Básica
recursos
Actividades X X X
2
Psicoeducativas
X X
Complementa
Actividades Recreativas 2
Mensual
Actividades Pastorales 1
ria
Actividades de capacitación X X
1
para Equipo
Básica
Apoyo Profesional X X X
3 Diario
Psicosocial
RECURSOS MATERIALES
INFRAESTRUCTURA
Los Programas Terapéuticos Residenciales, deben contar con lo dispuesto en el
Reglamento para los establecimientos de rehabilitación de personas dependientes de
sustancias psicoactivas, a través de la modalidad de Comunidad Terapéutica, del
Ministerio de Salud13. De esta manera, La instalación de los establecimientos
terapéuticos será autorizada por el Director del Servicio de Salud en cuyo territorio estén
ubicados. Cabe destacar que la autorización tendrá una vigencia de tres años, vencidos
los cuales se entenderá automáticamente renovada, por períodos iguales y sucesivos, a
menos que existan razones calificadas para disponer su caducidad, mediante resolución
de la Dirección del Servicio de Salud.
EQUIPAMIENTO
Los equipos básicos necesarios para el funcionamiento de un Programa Terapéutico
Residencial son:
Impresora
13
Para mayor detalle consultar Anexo Reglamento Ministerio de Salud (año 1995, revisado el año 1998).
Un Programa Terapéutico Residencial con estándar de funcionamiento suficiente
debe equipar sus espacios de la siguiente manera:
Dormitorio Tipo Espacio para dormir durante la noche, con iluminación natural a
III través de ventana y con ventilación y calefacción adecuada. Su
capacidad es para 3 a 4 personas, sólo si el espacio físico lo
permite. Con puertas de ancho que permita el paso cómodo de una
silla de ruedas y abriendo hacia afuera. Cuenta también con closet,
con gavetas para ropa y otras pertenencias, para cada persona.
Según Reglamento Articulo 6, Letra B con un espacio mínimo de 1,5
metros entre cada borde de cama.
Baño Colectivo Baño en función del número de personas atendidas (1 baño cada 5
Tipo I personas), con adecuada ventilación y privacidad. Los WC deben
estar separados por paneles y la entrada y salida de estos es por
puertas de tipo batiente. Se debe respetar la siguiente proporción
según Articulo 6, letra d :
Duchas: 1 para 5 personas
Urinarios: 1 para 5 personas
WC: 1 para 5 personas.
Las dependencias deben estar adecuadas para discapacitados.
Baño Colectivo Baño ubicado entre o cercano los dormitorios. En función del
Tipo II número de personas atendidas (1 baño cada 4 personas), con
adecuada ventilación y privacidad. Los WC deben estar separados
por paneles y la entrada y salida de estos es por puertas de tipo
batiente. Se debe respetar la siguiente proporción (ideal):
Duchas: 2 para 4 personas
WC: 1 para 4personas.
Las dependencias deben estar adecuadas para discapacitados.
Sala Múltiple Sala Múltiple que en conjunto tenga capacidad para incluir a todos
los usuarios en forma simultánea con iluminación natural y
artificial, para ser usados en terapia de grupo y/o actividades
recreativas. Articulo 5 letra C.
Comedor Dependencia donde se brinda el servicio de alimentación a las
personas. Este espacio debe ser lo suficientemente amplio que
permita que las personas atendidas se alimenten todos en mismo
momento.
Sala de Dependencia amplia en la cual las personas pueden ver TV o videos,
TV/Ludoteca según planificación horaria.
Biblioteca Espacio en el cual las personas pueden leer libros, periódicos o
estudiar.
Sala de Dependencia utilizada por las personas para talleres de
Computación computación y acceso a internet.
Sala de Dependencia para lavado y secado de ropa.
Lavandería
Patio al aire libre Espacio al aire libre con áreas verdes, permite el encuentro y la
realización de actividades con las personas.
Sala de ejercicios Espacio amplio en el cual las personas pueden realizar ejercicio
físico.
Multicancha o Espacio al aire libre donde las personas atendidas pueden recrearse
espacio practicando algún deporte o realizar alguna actividad física indicada
deportivo por un profesional del área.
Piscina Espacio al aire libre donde las personas atendidas pueden
recrearse.
Capilla Espacio en el cual las personas atendidas puedan reflexionar y
desarrollar su espiritualidad.
Dependencias de servicio
Cocina Espacio utilizado por los manipuladores/as de alimento para la
preparación de alimentos paras las personas atendidas. Cuenta con
un circuito de preparación, entrega y lavado de utensilios. Posee
sistemas de extracción, ventilación e iluminación adecuada. Este
espacio debe cumplir con estándares respectivos.
Baño área cocina Baño de uso exclusivo del personal de cocina. Cuenta con ducha,
WC, lavabo y casilleros.
Bodega Espacio que permite el almacenamiento de alimentos perecibles.
perecibles Posee adecuado sistema de ventilación e iluminación.
EMPLAZAMIENTO Y SEGURIDAD
El Programa Terapéutico Residencial, debe estar emplazado en un lugar de fácil acceso. No
debe ubicarse en zonas donde exista riesgo inminente para la salud o para la seguridad de las
personas.
Se debe cumplir los estándares mínimos de higiene y seguridad que impone la normativa
vigente en cuanto a: saneamiento básico (servicios higiénicos, servicios de alimentación),
seguridad (vías de circulación, vías de escape, señalización) y servicios básicos (instalaciones
sanitarias, eléctricas y de gas, sistemas de detección de humo y combate de incendios,
extintores, red húmeda y seca).
RECURSOS FINANCIEROS
Los recursos financieros para implementar el programa terapéutico residencial Villamávida, con
los estándares y prestaciones definidas en este documento, se encuentran en proceso de
valorización. Este proceso permitirá diferenciar sus costos de implementación de este tipo de
programa y definir el uso de recursos óptimos de estos.
En cuanto a fuentes de financiamiento del programa, las distintas unidades deben visualizar los
organismos, tanto públicos como privados, existentes en los territorios que permitan cubrir las
acciones y prestaciones que se entregan a los usuarios/as del programa. Se puede obtener
financiamiento a través de fondos concursables, presentación de proyectos para prestaciones
específicas permanentes o por periodos acotados, ya sean en dinero, especies o recursos
humanos. Algunas fuentes de financiamiento pueden ser los Municipios, Colegios,
Universidades, ONG’s, Ministerios, Gobernaciones, etc.
Este modelo técnico, al incorporar los lineamientos del Servicio de Salud y SENDA, actualmente
puede acceder al convenio FONASA-SENDA; cada Programa debe realizar los procedimientos
administrativos necesarios para cumplir adecuadamente con lo establecido en dicho convenio.
Cabe enfatizar la importancia de una adecuada administración de los recursos que cada equipo
debe realizar. La Fundaciones Paréntesis y Hogar de Cristo, operan con dineros de muchas
personas que solidariamente confían en la labor que se desarrolla, lo que impone un desafío
mayor para la adecuada utilización de los recursos. La gestión y optimización de dichos recursos
es una labor indispensable para la eficiencia de cada programa y constituye un imperativo ético.
ORGANIGRAMA
En el Programa Terapéutico Residencial Villamávida, las funciones se organizan de la forma que
se indica en el siguiente diagrama:
Jefe de Programa
Secretaria/
Adminitrativo
Manipulador de
Alimentos
Técnico en
Psiquiatra/ Terapeuta Profesor
Rehabilitación/ Otro
Médico General Ocupacional Educación Física
Educador
TABLERO DE CONTROL
Promover y Promover y
Modificar Promover la Promover Promover
fortalecer fortalecer Incorporar Acompañar en
Objetivos favorablemente integración bienestar bienestar
dinámica relaciones pensamientos y seguimiento
Específico el patrón de socio- en Salud en Salud
familiar interpersonales valores prosociales. terapéutico.
consumo. ocupacional. Mental. Física.
favorable. favorables.
% de personas % de personas %de personas % de personas % de personas % de % de %de personas
usuarias que usuarias que usuarias que usuarias que usuarias que personas personas usuarias con
logran modificar declaran declaran han sido declaran usuarias usuarias seguimiento
favorablemente dinámica mantener integradas a favorablemente que que terapéutico (
sus patrones de familiar relaciones nivel socio- valores y declaran declaran de aquellas
Indicador
consumo. favorable y/o interpersonales ocupacional pensamientos bienestar bienestar que
de logro
personas favorables. (experiencia prosociales mental. físico. obtuvieron el
significativas. laboral, de egreso por
estudios y medio del
tiempo libre) alta
terapéutica)
1.-Ingresar formalmente al
1.- % de personas usuarias que tienen su carpeta
programa con creación de
individual creada al momento del ingreso.
Ingreso Carpeta Individual.
2.-Firmar Consentimiento. 2.-% de personas usuarias que firman
Informado. Consentimiento Informado el día del ingreso
1.-% de personas usuarias evaluadas por Equipo,
1.-Realizar evaluación del
dentro de las tres semanas siguientes a la fecha de
usuario/a
Diagnostic ingreso al Programa.
o 2.-% de personas usuarias que firman PIT, dentro de
2.-Firmar Acuerdo de Plan
las tres semanas siguientes a la fecha de ingreso al
Individual de Trabajo
Programa.
1.-Realizar egresos según 1-% de casos cerrados con todas las acciones
Egreso
protocolo. correspondientes dado al tipo de egreso.
Capacidades
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