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Por qué maternidad y libertad no son incompatibles y cuáles son

las 3 etapas para llegar a ser la mujer empoderada y libre que deseas.

autocuidado
autoconocimiento

sabiduría
femenina

alquimia
interior
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00 CO NTEN IDO
01 Bienvenida PÁG. 4

02 El inicio de todo PÁG. 8

03 La madre que eres hoy tiene mucho que ver PÁG. 10


con la hija que fuiste

04 Y así, nos convertimos en madres… PÁG. 13

05 El escenario complejo de la maternidad hoy en día PÁG. 16

06 ¿Qué significa despertar en la maternidad? PÁG. 19

07 La ruta de las madres despiertas PÁG. 21

08 Unas palabras de Aguamarina PÁG. 27


01 ¡ B I EN V EN IDA!

En primer lugar, quiero darte la bienvenida a mi espacio de evolu-


ción y consciencia que comparto y divulgo desde mi web personal
De mi casa al mundo.

Si has sentido la llamada de descargar este eBook es porque proba-


blemente te encuentras en un momento en el que necesitas avanzar.

Los desafíos y retos de la maternidad nos ponen muy fácilmente en


conexión con aspectos sombríos y dolorosos de nuestro ser.

Esto, muchas veces, no lo expresamos ni es visible hacia afuera, lo


vivimos como un tabú, como algo que hay que ocultar y reprimir.

Pero lo cierto es que tampoco encontramos espacios seguros donde


expresar este sentir.

D EM I CASA A LMU NDO.CO M PÁG. 4


01 ¡ B IE NVE N I DA!

Nuestra cultura está tan llena de estereotipos hacia la maternidad:

4“Las buenas madres deben ser cariñosas todo el tiempo.”

4“Las buenas madres no deben enfadarse con sus hijos o estar resentidas.”

4“Las buenas madres se sacrifican y lo dan todo por sus hijos.”

4“Las buenas madres…” (completa tú misma la frase).

Lo que sucede es que cumplir este rol tan exigente nos despoja por comple-
to de nuestra humanidad.

No solo se nos niega la opción de mostrar nuestras emociones en su tota-


lidad, como algo inherente a la condición humana, sino que se nos juzga
continuamente, lo que nos lleva a un estado de culpabilidad y de malestar
silencioso.

Pero si entendemos esto desde una perspectiva un poco más elevada, debes
saber que en realidad la experiencia de la maternidad nos pone en contacto
con lo que necesitamos resolver en nosotras.

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01 ¡ B IE NVE N I DA!

L A M AT E R N I D A D E S U N A G R A N
O P O R T U N I D A D D E E V O L U C I Ó N PA R A
PODER ENCONTRARTE DE FORMA
AUTÉNTICA CONTIGO MISMA Y SANAR.

Al convertirte en madre, es como si se abriera ante ti


una puerta interna que te puede llevar, si lo permites,
a tu esencia más pura, a tu verdadero poder personal.

Aunque para llegar hasta ahí no queda otra que visitar,


procesar y liberar por el camino toda la sombra, to-
das las heridas que arrastras desde niña (conscientes
e inconscientes) y de las que no has podido o no has
sabido hacerte cargo.

Nuestros hijos/as, que llegan a este mundo conecta-


dos a la energía más elevada de todas, la energía del
amor universal, nos ofrecen una experiencia de in-
mersión completa en nuestras aguas internas, en las
profundidades de nuestro ser.

Sus continuas demandas, la exigencia, el agotamien-


to, la angustia, tomar decisiones a diario, la responsa-
bilidad tan grande que tenemos como madres…, todo
esto nos enfrenta una y otra vez con nuestra esfera in-
terna y emocional más salvaje y descontrolada.

Hay veces que no queremos ni entrar en contacto


con ello.

Porque duele.

Entonces, nuestra mente, por supervivencia, nos insta


a mirar hacia otro lado, y lo que hacemos es simple-
mente sobrellevar el día a día como podemos.

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01 ¡ B IE NVE N I DA!

Pero quiero darte una buena noticia: si sabes aprovechar este momento tan intenso como
transformador, muy probablemente vivirás la evolución más potente de toda tu vida y
lograrás un gran crecimiento y libertad.

Quédate con esta palabra porque es importante:

LIBERTAD
¿Suena paradójica cuando hablamos de maternidad? Contéstame, por favor, cuando leas
hasta el final del eBook, porque seguramente tu visión no será la misma.

En todo caso, antes de que continúes con la lectura, quiero advertirte que este eBook es
para madres valientes y despiertas, madres que están dispuestas a mirar sus heridas, a dejar
de ocultarlas y de sufrir por ellas, para comenzar así a transformarlas, para su mayor evolu-
ción, la de sus hijos/as y, en consecuencia, la de todo el colectivo.

Ahí comienza la verdadera maternidad consciente, y en las siguientes páginas te voy a con-
tar cómo puedes lograrlo.

Un abrazo de madre a madre,


Aguamarina

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02 EL IN ICIO DE TODO

Para entender el tipo de madre que eres hoy, es preciso, antes que nada,
que comprendas el contexto en el que todas las mujeres occidentales nos
convertimos en madres.

¿ H A S O Í D O H A B L A R D E L PAT R I A R C A D O ?

El patriarcado se refiere al modelo de dominación-sumisión que impera en


nuestra cultura, según el cual las mujeres somos educadas desde niñas para
sentirnos “menos que” y no merecedoras o dignas.

A esto le podemos llamar el inicio de la “herida materna” y tiene mucho que


ver con el dolor de ser mujer, que nos ha sido transmitido de generación en
generación de mujeres en so-
ciedades como la nuestra.

Ten en cuenta que la mujer


que eres hoy tiene mucho
que ver con las 7 generaciones
de mujeres que vinieron antes
que tú (tu madre, tu abuela,
tu bisabuela, tu tatarabuela,
tus ancestros), ya que toda su
información a ti también te
afecta, hasta la portas en el
ADN de tus células.

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02 E L INICIO D E L TO DO

¿ Y Q U É S U C E D E C O N E S TA H E R I D A ?

Que para poder compensarla utilizamos mecanismos inconscientes (que,


en realidad, son mecanismos de afrontamiento disfuncionales).

Dime si te sientes identificada con alguno de estos:

4Comparación: no sentirte suficientemente bien contigo misma al


compararte con las demás.

4Vergüenza: un sentimiento interno de que hay algo en ti que no está bien.

4Atenuación: sentir que debes ser o comportarte de un modo


determinado para ser amada, y a veces hay tanta distancia o negación
de tu potencial que ni siquiera sabes quién eres de verdad.

4Culpabilidad: sentimiento de culpa por no sentirte bien con lo que


tienes actualmente, o por querer más.

Estos mecanismos se pueden manifestar, además, de múltiples maneras


en todas las áreas de tu vida:

4No mostrarte como eres de verdad por temor a no ser aceptada o


no encajar.

4Tener un nivel elevado de tolerancia de mal-trato por parte de


los demás.

4No saber cuidarte emocionalmente.

4Mostrar una clara dificultad para establecer límites.

4Sentir que compites con otras mujeres por algo.

4Autosabotearte.

4Ser demasiado rígida e inflexible contigo misma y con los demás,


incluso dominante.

4Tener dificultades en la crianza de tus hijos/as.

4Mostrar síntomas como: ansiedad, problemas de alimentación,


depresión, adicciones…

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03
L A M AD R E Q U E E R E S HOY
TIE NE M U C H O Q U E V E R
CO N L A H I JA Q U E F U I S TE

Cuando éramos niñas no teníamos recursos ni capacidad para ges-


tionar nuestra vida, dependíamos absolutamente de nuestros padres.

Sin embargo, hay que analizar especialmente el vínculo con nuestra


madre, porque, al ser una de las relaciones más primarias y funda-
mentales de toda nuestra vida, tiene mucho que ver con la mujer y
la madre que somos hoy.

De niñas internalizamos de forma inconsciente las creencias


limitantes de nuestra madre (que, a su vez, ella había recibido de la
suya también).

Esto es algo que sucede siempre, sin excepción, y que comienza des-
de la misma gestación, ya que nuestros cuerpos energéticos mental
y emocional se constituyen en base al de nuestra madre.

Más adelante, al crecer, seguimos adquiriendo sus patrones, hábi-


tos y condicionamientos. Esto quiere decir que entendemos nuestra
forma de ser y estar en el mundo pasán-
dolo todo por los filtros de nuestra madre.

Y lo hacemos por un poderoso motivo: para


sentirnos aceptadas y amadas por ella.

En realidad, no nos queda mucha opción


para hacer otra cosa.

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03 L A MA D RE Q U E E R E S H OY
T IE NE MU CHO Q U E V E R
CO N L A HIJA Q U E F U I S T E

Como niñas, aceptamos las incoherencias, las


imposiciones, las manipulaciones…, todo, por
amor y lealtad hacia nuestra madre, para sentir
que somos “suficientemente buenas”.

Esto es un mecanismo básico de supervivencia


emocional.

Por eso, hay autoras como B. Webster que expli-


can que, para cada ser humano, la primera herida
del corazón tiene relación con la madre, con lo fe-
menino.

Pero claro, internamente, al crecer durante


nuestra infancia adaptándonos a nuestra madre,
nos traicionamos a nosotras mismas porque no
nos permitimos ser ni desplegar nuestro verda-
dero potencial. Es ahí cuando comenzamos a
desconectarnos de nuestro poder personal.

Quizás me preguntes: “Pero… ¿por qué una


madre no va a querer que su hija desarrolle todo
su potencial?”.

Bueno, en realidad toda esta dinámica opera de


forma muy sutil e inconsciente.

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03 L A MA D RE Q U E E R E S H OY
T IE NE MU CHO Q U E V E R
CO N L A HIJA Q U E F U I S T E

Nuestra madre carga con su propia herida y, siendo niñas, intuimos que
algunos temas son territorio sensible y que pueden desencadenar su enfa-
do o su tristeza por haber tenido que renunciar a partes de sí misma en su
propia vida.

4El deseo de complacerla.

4La compasión que sentimos por no hacerla sufrir.

4Sentirnos culpables de su dolor.

4El miedo al conflicto.

Todo esto son capas de una dinámica que hace que sintamos que es más
seguro ser como ella quiere que seamos.

Además, hay que tener en cuenta que, por desarrollo cognitivo en edades
tempranas, los niños/as se ven a sí mismos como la causa de todas las cosas.

Y si nuestra madre jamás se hizo preguntas internas, ni se cuestionó a sí mis-


ma como madre, ni se ocupó de resolver sus heridas para liberarnos de ellas,
lo aceptemos o no, esta es la dinámica en la que hemos crecido todas no-
sotras, una dinámica en la que estamos a merced, como dice Laura Gutman,
del poder del discurso materno.

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04 Y AS Í , NOS CO NV ER T IMOS
E N M A D R ES…

“SER MADRE EN NUESTRA SOCIEDAD ES


INDESCRIPTIBLEMENTE DIFÍCIL”.

Estarás de acuerdo conmigo que la verdad colosal que transmite esta frase solo
la puede comprender una mujer que es madre.

Por mucho que leamos, nos preparemos o nos informemos antes de quedarnos
embarazadas, hasta que no lo vivimos en primera persona no podemos hacer-
nos una idea acertada de lo que supone la maternidad.

Todas las madres primerizas solemos llegar al parto con una visión bastante
edulcorada y alejada de la realidad.

Siempre supone un impacto darnos cuenta de que la vida de madre nada tiene
que ver con esa imagen publicitaria
de un bebé durmiendo plácido en su
cunita y una madre estupenda, llena
de energía y sonriente a su lado.

He perdido la cuenta de las madres


a las que he escuchado decir en con-
sulta: “Nadie te dice lo difícil que es” o
“Nada te prepara para cuando llegas
a casa con el bebé y te das cuenta de
lo que te demanda”.

A esto, hay que sumarle que nuestra


cultura (y España especialmente) es
muy dura con las madres, ofrece muy
poco apoyo y muchas mujeres se en-
cuentran criando a hijas/os práctica-
mente solas.

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04 Y ASÍ, NO S CO NVE R T IM O S
E N MA D R E S …

Cuando tuve a mi primera hija, esta experiencia me traspasó por completo.

Me veía en casa sola todo el día, sin apoyo familiar cerca, un marido que traba-
jaba 8 horas diarias y que además estudiaba una segunda carrera universitaria,
maternidad

y en mis brazos una bebé a la que amaba profundamente, pero cuya deman-
da me superaba, aunque no se lo decía a nadie.

Recuerdo como por las mañanas tardaba más de dos horas en prepararnos
para salir a dar un paseo por el parque, que era muy breve, porque me costa-
ba mucho gestionar cuando lloraba sin consuelo en la calle, y entonces me
apresuraba para volver a casa cuanto antes.

¿Y sabes qué hice a los pocos meses?

Volví a trabajar.

Podría haber esperado más


tiempo, pero tenía un montón
culpa

de buenas excusas para hacer-


lo, siendo la más honesta (pero
que no habría admitido en-
tonces por nada del mundo)
sufrimiento

la de escapar de una situación


que me ahogaba y poder re-
cuperar de algún modo mi
antigua identidad, a la que me
sentía muy apegada.

Pero, eso sí, lo hice con mucha


culpa y sufrimiento. Lo que
hoy agradezco, pues me incitó
a iniciar mi propio camino de
búsqueda personal y transfor-
mación.

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04 Y ASÍ, NO S CO NVE R T IM O S
E N MA D R E S …

El mensaje que recibimos siempre en la sociedad es: “si la materni-


dad es difícil, entonces es tu culpa”, “la maternidad es algo natural,
si no consigues que sea fácil es que hay algo mal en ti”, “una mujer
tiene que ser capaz de lograr que sus hijos/as sean obedientes y se
porten bien, ser sexualmente atractiva, tener una carrera exitosa y
una pareja estable”.

La sociedad nos expulsa a las madres y a nuestros bebés a un vacío


en el que no hay reconocimiento, respeto ni apoyo por las necesi-
dades de la díada madre-hijo/a y se nos exige, además, que nos
sacrifiquemos y nos agotemos por completo.

Todo esto, sumado a la poca disponibilidad emocional que hemos


recibido de niñas y el nivel de desconocimiento y desconexión de
nosotras mismas con el que llegamos a la maternidad, acaba per-
petuando lo mismo.

La historia se repite, una generación más.

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05
E L E S C E N A R I O COM P L E JO
DE L A M AT E R N I DA D H OY
E N DÍA

Entonces, el escenario complejo que nos encontramos todas al ser


madres es triple:

( 1 ) L A S O C I E D A D O C C I D E N TA L

La sociedad patriarcal que nos deja solas, sin apoyo social ni recursos y
nos exige que cumplamos con unas expectativas imposibles.

Lo más difícil de esto es que hemos tenido que aceptar y adaptarnos


a lo que hay establecido para sobrevivir y poder formar parte de esa
sociedad.

( 2 ) L A H E R I D A M AT E R N A

Devenimos madres sin haber recibido en nuestra vida el nivel de


amor incondicional, de cuidados nutritivos, afectuosos, abundantes,
permanentes, generosos, sin condiciones…, de nuestra madre, ni de
nuestro padre (que, por norma general, ha estado siempre mucho
más ausente).

Llegamos a la maternidad muy desconectadas de nuestra esencia


y con carencias emocionales inconscientes que no fueron satisfechas
en su momento, pero que seguimos reclamando internamente.

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05 E L E SCE NA R IO CO MP L E J O
DE L A MAT E RNIDA D HOY E N D Í A

Y quiero aclararte algo muy importante:

Tu madre, y la mía, y la de todas, lo hicieron lo mejor que pudieron, según las


circunstancias que tuvieron, las heridas que cargaban y el nivel de consciencia
que tenían. Esto es incuestionable, pero la realidad es que no pudieron sos-
tenernos ni amarnos sin condiciones. Ellas tampoco recibieron esto. Ni nues-
tras abuelas. Provenimos de una cadena de dolor transgeneracional.

Por eso, no se trata de buscar culpables, sino comprensión de aquello que nos
pasó, que tuvo mucho que ver con la mujer-madre que somos hoy.

Afrontar la herida, sin negarla, comprender su impacto en nuestras vidas,


tiene mucho que ver con aceptar, perdonar y sanar.

(3) LAS NECESIDADES DE NUESTROS HIJOS/AS

Y luego está el niño/a pequeño, que al nacer, antes o después, se da cuenta


de que la vivencia aquí en la Tierra nada tiene que ver con experimentar la
unidad del amor universal y se siente, de algún modo, traicionado. Entonces
comienza a reclamar de forma totalmente legítima lo que necesita.

Además, hay algo que es preciso tener claro y que nuestra sociedad tampoco
reconoce: para el niño/a pequeño solo existe la madre.

Dice Laura Gutman: “Un niño pequeño puede estar en un palacio repleto de
oro: si está solo, será una cárcel. En cambio, si un niño se halla en medio de un
desierto bajo el sol abrasador, pero está cobijado por el cuerpo de su madre
nutriente, estará en su propio paraíso”.

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05 E L E SCE NAR I O
CO MP L E J O DE L A
MAT E R NIDA D H OY
EN DÍA

El niño/a pequeño a nivel energético está completamente fusionado con su madre. Por
supuesto que el padre es una figura de apego relevante, pero madre-hijo comparten una
relación que va mucho más allá. La palabra fusión creo que lo define muy bien, pues hay que
entender que la relación que une a un niño/a con su madre afecta energéticamente todos
sus cuerpos (físico, mental, emocional y espiritual), es como si funcionaran en una sola uni-
dad. La separación emocional y tener consciencia de que es un ser independiente de mamá,
con una identidad única y propia, no comienza hasta los tres años, siendo un proceso largo
que va avanzando hasta el final del segundo septenio (hacia los 14 años).

Esta fusión implica que el bienestar de un niño/a pequeño depende por completo de la cer-
canía afectuosa y estable de su madre, es decir, una madre suficientemente amorosa y dis-
ponible (o, en su defecto, como mínimo alguien que asuma ese papel). Pero es importante
tener claro que su bienestar no depende en absoluto del entorno.

Entonces, por sentido común, para que ese niño/a pueda cubrir su necesidad de madre, su
madre precisará también de una buena vida, sentirse bien, plena, vital, apoyada, sostenida,
cuidada.

Cualquier mujer necesita sentir el nivel de conexión, plenitud y felicidad que le permita ser
capaz de entregar todo ese confort y bienestar a su hijo/a.

Y, cuando esto no se da, nuestros hijos/as, como grandes maestros que son, nos ayudan a
través de sus síntomas y comportamientos a que despertemos y nos demos cuenta.

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06 ¿QUÉ SIG N IF ICA D E S P E R TA R
EN L A MAT E R NIDA D ?

Despertar en la maternidad es aprovechar este momento vital crítico para


abrir tu mirada y comenzar a comprender los mecanismos completos que
están operando en tu vida.

Al igual que a mí misma me sucedió, estoy segura de que al conocer esta


simple información que estoy compartiendo contigo ya has comenzado a
ver o a intuir que, en efecto, hay algo que mirar y resolver para ti.

Pues bien, prepárate, porque pasa algo muy curioso:

Cuando comienzas a ver, no puedes dejar de ver.

Poco a poco, la perspectiva se


va ampliando y llegas a com-
prender tantos aspectos de ti
misma (de quién eres, de lo
que haces aquí, de tu pasa-
do, de tus relaciones, ¡de toda
tu vida!), que te vas abriendo
más y más a tomar las riendas
para sanar y liberarte de todo
lo que te ancla y que no te
permite ser la mujer, madre…,
consciente que quieres ser.

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06 ¿Q U É SIG NIF ICA DE SP E R TAR
E N L A MAT E R NIDAD ?

Entonces, pasa algo más maravilloso: el dolor se transforma en sabiduría y


poder, y obstáculos como estos comienzan a desaparecer de tu vida:

4Esa sensación vaga y persistente de que “hay algo mal en mí”.

4El miedo al fracaso o a la desaprobación de los demás.

4No saber marcar límites y tener un sentido poco claro de quién eres.

4No sentirte digna o capaz de crear lo que realmente deseas.

4No sentirte lo suficientemente segura para expresar tu verdad.

4Autosabotearte cuando te acercas a un avance que deseas.

4El descontrol emocional que te mantiene en una montaña rusa.

4Esperar inconscientemente el permiso o la aprobación de tu madre.

Y, desde ahí, es cuando comienzas a decir SÍ a la mujer poderosa que eres.

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07 L A R U TA D E L AS
M A D R ES D ES P IERTAS

¿Has conducido alguna vez con niebla en la carretera?

Suele llegar un momento en el que alcanzas una zona en donde la


niebla comienza a dispersarse poco a poco hasta desaparecer. En-
tonces miras a tu alrededor y descubres que todo tiene como un
brillo más especial y vibrante.

Eso es lo que ocurre cuando te abres a la maternidad consciente:


a medida que vas avanzando en tu “despertar” y te involucras en tu
proceso de autoconocimiento, es como si eliminaras la espesa nie-
bla que te mantenía atascada y puedes comenzar a verte, a apre-
ciarte y a florecer con tu verdadero yo.

Lo he experimentado en mí misma y he acompañado a muchas


mujeres durante estos años, por lo que he podido constatar que este
proceso se define en una ruta clara de 3 tres etapas, todas muy im-
portantes y esenciales para eliminar por completo las barreras y al-
canzar la transformación y el empoderamiento.

Vamos a descubrirlas ahora…

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07 L A RUTA DE L AS MA D RE S DE SP IE R TAS

P R I M E R A FA S E : L I M P I E Z A

La primera fase implica limpiar, y esto quiere decir deshacernos y reprogra-


mar lo que denomino los JPC (juicios, programas y condicionamientos) de
nuestra mente y todas las cargas emocionales (emociones difíciles, densas,
cansancio emocional…) que nos mantienen agotadas y estancadas.

Estamos llenas de informaciones negativas programadas en nuestro in-


consciente (que cargamos de forma transgeneracional o que adquirimos en
nuestra infancia) que no nos benefician, que nos restan energía y que no nos
permiten más que vivir reaccionando, sin poder decidir con libertad ni avan-
zar hacia donde realmente deseamos.

Es preciso eliminar todo esto, reprogramarlo, buscar las estrategias que nos
ayuden a experimentar una renovación mental y a desarrollar una habilidad
emocional en la que integremos la sabiduría y la información que nos apor-
tan nuestras emociones.

Así no solo estaremos en nuestro centro con más equilibrio y presencia, sino
que dejaremos de tener esa sensación, muy común en la maternidad, de
que el volcán estalla con demasiada facilidad.

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07 L A RUTA DE L AS MA D RE S DE SP IE R TAS

¿ Alg unas herramientas que ay ud an e n e st a e t ap a d e l imp ieza?

En mis formaciones y talleres utilizo, con grandes resultados, procesos de


coaching, programación neurolingüística, técnica de liberación emocional
EFT, aromaterapia y mi propio método holístico DOPA.

S E G U N D A FA S E : S A N A C I Ó N

Después de haber reprogramado viejos patrones obsoletos y creencias limi-


tantes de nuestra mente, y de haber balanceado y liberado emociones blo-
queadas, es cuando podemos abordar esta segunda fase de sanación más
profunda.

Muchas personas, desde la psicología convencional, se quedan en la primera


fase. Yo misma lo estuve haciendo un tiempo en consulta como consecuen-
cia de mi formación universitaria cognitivo-conductual.

Pero no es suficiente. Es imprescindible sanar, es decir, afrontar el dolor de


los traumas del pasado, aceptarlos, procesarlos e integrarlos, para así poder
transformarlos en sabiduría y poder.

Entonces, y solo entonces, es


cuando podemos comenzar a re-
cuperar nuestra potencia.

Todo lo que hagamos pensando


que somos mujeres empoderadas,
libres, feministas, defensoras del
sagrado femenino…, es una fan-
tasía que no tiene ningún impac-
to, ni ninguna coherencia interna,
si no nos atrevemos a mirar hacia
dentro y afrontar nuestras heridas.

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07 L A RUTA DE L AS MA D RE S DE SP IE R TAS

Si no reconstruimos nuestras estructuras internas dañadas, no podemos


construir nuevas estructuras en nuestra vida externa ni sostenerlas, porque,
como reza una de las leyes espirituales universales, “como es adentro, es
afuera”.

Llegar a nuestro pleno empoderamiento requiere tener el coraje de atrever-


nos a resolver el dolor, porque no hacerlo nos mantiene en un eterno estado
de inmadurez infantil. De algún modo, los automáticos siguen repitiéndose
y continuamos siendo niñas pendientes de lo que nos faltó de mamá.

Lo que pasa es que, al ser madres, la situación es más compleja aún, pues
nuestros hijos/as, completamente fusionados a nosotras, seguirán reclaman-
do todo lo que nos faltó también, por amor y lealtad.

¿Có mo po demo s sanar ?

Este camino de curación pasa necesariamente por conectar con nuestra


niña interior y restaurar en paralelo la herida materna, lo que implica un pro-
ceso de perdón y transmutación en nuestra propia madre interna.

Es decir, desarrollar una “madre interior” propia que nos brinde amor in-
condicional, apoyo y consuelo, y que
cubra las cuatro funciones básicas e
imprescindibles que debe atender
una madre nutricia.

Este trabajo lo explico con detalle en


mi taller “Reconéctate y Vibra Alto”.

En todo caso, para hacer este proce-


so es importante el trabajo sistémico
y holístico en el que los rituales te-
rapéuticos ayudan muchísimo.

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07 L A RUTA DE L AS MA D RE S DE SP IE R TAS

T E R C E R A FA S E : C O N E X I Ó N

Cuando ya te has liberado de todo lo anterior, es cuando conectar con tu esencia,


con quien tú eres de verdad, con tu estado natural más puro y genuino, es real-
mente posible y fácil.

Desde tu esencia puedes expresar tu propósito y tu vida de máximo potencial.

Conectar implica habitarte, ocupar todo tu espacio, todo tu valor, todo tu ser,
manteniéndote en tu vibración más elevada.

Desde esa consciencia de quien eres de verdad es que puedes ser realmente
libre, y así puedes enfocarte en crear la vida única que deseas ¡y que eres capaz
de crear!

¿Puedes ofrecer a tus hijos/as un mejor referente digno de ser imitado que este?

Ser tú misma en conexión con tu mayor propósito y tu mayor amor.

Y, a partir de ahí, es cuando sucede algo trascendental: conectas desde el corazón


con la energía del colectivo que vive en todos los seres que habitan la Tierra y te
conviertes en una portadora y transmisora del verdadero amor y libertad que el
mundo necesita en este momento.

D EM I CASA A LMU NDO.CO M PÁG. 25


08
07 L A RUTA DE L AS MA D RE S DE SP IE R TAS

¿ Cómo p uedes co nectar co n tu e se ncia?

Realmente, cuando llegas a esta etapa, avanzar se vuelve mucho más fácil.

Conectas contigo, con tu ser superior, a través del camino del sentir, lo que implica utilizar
herramientas espirituales poderosas como son la gratitud o el amor.

Respiración consciente, mindfulness, práctica meditativa, aromaterapia, herramientas


energéticas…, son algunos recursos que puedes integrar rápido en tu vida y que serán tus
aliados para los momentos de conexión contigo misma.

Al estar en conexión contigo, es cuando tu propósito y tu misión se revelan y puedes comen-


zar a ser libre. Ya no necesitas sentir la validación externa ni demostrar tu valía a nadie, y
habitas tu vida disfrutándote, honrándote, celebrándote y amándote.

Cuando vives conectada contigo misma, sientes que todo es posible y llegan a tu vida cosas
maravillosas, algunos dirían que milagros, y mucho más…

D EM I CASA A LMU NDO.CO M PÁG. 26


08
U N AS PA L A BRAS
D E AGUA MA RIN A

Yo misma he seguido esta ruta y he experimentado resultados tan profun-


dos y transformadores que ahora me dedico con pasión a ayudar a otras mu-
jeres a experimentar lo mismo con mi propio método basado en el coaching
energético y herramientas energéticas como el EFT o la aromaterapia.

Por eso he desarrollado formaciones, recursos y una comunidad increíble de


mujeres para acompañarte y apoyarte en todo el camino.

Si quieres comenzar ya a experimentarlo en ti y quieres que te acompañe,


echa un vistazo a mi taller “Reconéctate y Vibra Alto” , en el que podrás expe-
rimentar este proceso durante 21 días.

Recorrer la ruta de las madres despiertas puede llevarte a una vida comple-
tamente diferente a la que vivirías si lo hicieras mirando hacia otro lado.

¿Recuerdas la palabra que te pedí que recordaras al principio de este eBook?

Libertad.

Al recorrer esta ruta (limpiar, sanar, conectar), das un salto enorme en tu


evolución personal y comienzas a tomar las riendas de tu vida y a hacer lo
que de verdad has venido a hacer.

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08 U NAS PA L A B R AS
DE AG UA MA R I N A

Ya no necesitas demostrar nada a nadie, ni permanecer pendiente de la validación externa.


Te sientes segura en tu propia piel y confías en la vida porque te das cuenta de que todo
lo que necesitas está en ti y que puedes tomar las decisiones que apoyen a tu mejor y más
elevado yo.

Así es como conquistas tu auténtica libertad.

Deseo que este eBook te haya inspirado para que puedas conseguirlo y aproveches tu ma-
ternidad para despertar.

Ahora que estás en mi lista, recibirás mails más breves que este eBook que acabas de leer,
pero igual de útiles. Desde ese espacio privado de comunicación, solo estamos tú y yo cada
día en tu bandeja de entrada, y poquito a poco irás descubriendo más y más sobre auto-
conocimiento, autocuidado, sabiduría femenina y alquimia interior.

Espero que me acompañes en este camino.

Un fuerte abrazo,

Aguamarina

D EM I CASA A LMU NDO.CO M PÁG. 28

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