En cualquier situación política o social que nos interese explicar se puede
entender la autonomía de los actores o agentes en relación al contexto en el que actúan o se desenvuelven y hasta qué punto están supeditados a las estructuras que configuran su contexto.
La estructura y la actuación dependen cada una de la otra al punto que para el
análisis de una estructura se debería tener en cuenta la existencia de un tipo de actuación y para que sea eficaz el estudio de la actuación se debe tener el conocimiento de las estructuras que definen el contexto en el que se desarrolla.
En toda explicación está implícita una concepción de estructura y actuación siendo
ideas claves en la concepción de “poder” y está relacionada a la idea de la supremacía de un sujeto o agente sobre una estructura u objeto, es decir que un actor presenta una gran influencia sobre las estructuras que definen las circunstancias y delimitan las posibilidades de actuación de otros actores que se reflejaría en una relación directa entre estructura y actuación ya que para un grupo de sujetos puedes ser estructura lo que para otro puede es actuación. El ejemplo que demuestra esto es que las acciones de gobernantes configuran una estructura y esa estructura define la posibilidad de actuación de la población.
La relación de los conceptos de actuación y estructura con la idea del poder ha
generado diferentes posiciones en un debate de filosofía de las ciencias sociales y diferentes formas en los politólogos abordan un tema. La principal forma de distinguir las posiciones es conociendo la respuesta a diferentes preguntas de carácter ontológico y epistemológico; al analizar las posibles respuestas surgen los diferentes posicionamientos en el debate, los más influyentes son: el estructuralismo, el intencionalismo, teoría de la estructuración y realismo crítico.
El punto de vista estructuralista explica los acontecimientos sociales y políticos
teniendo en cuenta y privilegiando el funcionamiento de las estructuras políticas y sociales inobservables de las que los actores son simplemente e inevitablemente portadores. Se podría considerar que el estructuralismo funciona de un modo simple y monocausal en la relación entre actuación y estructura en el que la estructura determina a la actuación.
El estructuralismo está estrechamente relaciono al determinismo y funcionalismo
en el que se tiene la idea de que todos los procesos sociales y políticos son explicados en función de una meta histórica definitiva, el ejemplo que se plantea es el del marxismo y el materialismo histórico son formas de determinismo económico en el las formas y desarrollo de las estructuras y su relación con las actuaciones desencadenaron en el comunismo. Está también ligado al concepto de funcionalismo donde los resultados sociales y políticos se explican en función de los efectos que causan las acciones.
El intencionalismo es la contraposición del estructuralismo, explica los resultados
políticos y sociales desde el interior tomando en cuenta de manera privilegiada las prácticas sociales, la actuación humana y su interacción social y política, y no se le da importancia a los factores condicionantes de las estructuras.