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Centro Universitario Trilingüe

Profesor: García Huerta Jorge Armando

Alumna: Aguilera Cadena Evelin Selen

Materia: Elaboración de planes y programas de estudio

Tarea: 5 La sociedad y su dinámica de cambio

Semestre: Quinto

Fecha de entrega: 19 de septiembre de 2020

Licenciatura: Pedagogía

Modalidad: Ejecutiva

Plantel: La villa
Introducción:

A través de los planes y de los programas, la institución educativa establece una


propuesta de formación. Es necesario considerar cómo ha evolucionado
históricamente la concepción y la estructura de tales instrumentos. El desarrollo de
ciertos problemas educacionales se produjo a partir de las condiciones histórico
sociales que los fueron determinando.

La educación formal sólo pudo ser organizada en tanto que se solidificaron los
Estados nacionales, y dejó de ser el privilegio de los grupos que podían adquirirla
(nobleza) o promoverla (escuelas parroquiales), para convertirse en un derecho de
los ciudadanos.

Educar para el empleo se convirtió en la finalidad central de la educación. Se trata


de capacitar, a través de la acción educativa, para las habilidades técnico-
profesionales y el aprendizaje de actitudes exigidas por los empleadores.

La pedagogía pragmática fue imponiendo en los hechos la perspectiva del empleo


como el eje central de la tarea educativa. La relación entre la educación y el trabajo
es el elemento central en la imagen de la educación que se estableció durante este
siglo.

Diversos autores estadounidenses25 reconocen que la pedagogía pragmática se


inspira sustantivamente en el taylorismo, propio de la industrialización de ese país.

La finalidad de la educación quedó reducida a lograr ciertas metas


comportamentales. Es interesante que para Tyler la educación sea esto: la
modificación de conductas, lo cual refleja ya la presencia de un pensamiento
totalmente tecnocrático.

El docente su tarea consiste en aplicar aquello que unos especialistas han hecho.
El docente evidencia esta enajenación cuando manifiesta a sus estudiantes que su
tarea es cumplir con el programa, que desconoce el motivo por el que se
incorporaron determinados temas, que no sabe qué utilidad o aplicación pueda tener
el aprendizaje de determinados contenidos.
El docente es considerado como un intelectual que convoca a un saber, cuya tarea
es estimular ese deseo de saber. Para la pedagogía pragmática, en cambio, el
enseñante es fundamentalmente un ejecutante y un cumplidor de programas.

Es un total error sostener que, en la escuela tradicional, el profesor recibe ya hechos


los programas, que hacerlos es responsabilidad que no le compete. Con frecuencia,
el profesor usa temarios que copia de índices de libros.

El modelo didáctico que existió antes de la conformación de la escuela tradicional


es el del profesor que convoca a la relación pedagógica a partir de su saber. El
alumno asiste a clase a partir del deseo de saber que provoca la intelectualidad
docente.

La conformación del sistema educativo promediando el siglo XIX impuso otras


exigencias a la pedagogía. Esto explica la aparición de la calificación y
posteriormente la de los programas de estudio.

Los límites del maestro quedaron definidos, en 1926, la declaración expresaba:

Por la preparación actual de los maestros, por los programas recargados, por las
clases numerosas y la falta de facilidades para la investigación, será necesario
utilizar personas especialmente preparadas y experimentadas en el estudio de la
sociedad y de la niñez para organizar actividades, lecturas y ejercicios sugestivos.
La tarea de redactar programas requiere de especial preparación.

Los planes y programas fueron pensados para ser cumplidos. Taylor establecía que
el hombre es un haragán, a menos que se lo vigile. Una de las formas más
fructíferas de controlar los programas es la medición por exámenes y test o pruebas
uniformadas. Los maestros y alumnos trabajarán inevitablemente para los
elementos representados en los instrumentos en los cuales se mide su éxito.29

Los planes y programas obedecen a múltiples dinámicas; se destacan las


burocrático-administrativas, en donde aparecen como un elemento indispensable
para estructurar el funcionamiento de la escuela, lo que paulatinamente va dando
lugar a una visión administrativa de los mismos y deja de lado el proceso académico
que subyace en ellos.

La institucionalidad de los planes y programas de estudio deviene en primer lugar


de la aprobación de las autoridades educativas y de las correspondientes instancias
de gobierno.

El proceso de aprobación e implantación de un plan de estudios se mueve en tres


esferas diferentes:

a) La burocrático-administrativa.

b) La académica.

c) La del poder.

En la esfera burocrático-administrativa, estos instrumentos son vistos como las


grandes orientaciones del trabajo pedagógico. En ocasiones, son pensadas en
función de lo mínimo que se debe cumplir en un curso y sirven inicialmente a la
institución como elemento central para planificar qué cursos se deben abrir, qué tipo
de maestros se pueden asignar a los mismos, en qué secuencia se pueden llevar
las asignaturas, etc.

Las académicas en las universidades públicas tienen la facultad de establecer sus


propios currículos; las demás instituciones del sistema educativo, en general,
reciben sus planes y programas elaborados por instancias centrales. Cuando una
institución universitaria decide modificar sus planes y programas de estudio se
enfrenta directamente con la seria carencia de espacios académicos.

La dinámica colectiva e individual que tienen los docentes es un elemento clave


para la posibilidad de expresión de esta dimensión académica. Los trabajos
colectivos de los docentes pueden constituirse en espacios que posibiliten o
bloqueen las actividades sobre los planes y programas de estudio.

Con el poder, en sentido estricto, la posibilidad de participación y el significado de


un plan y programa de estudios no es igual para un docente que se inicia en su
actividad académica que para uno que ya se encuentra consolidado en ella y que,
incluso, tiene su propia línea de trabajo intelectual.

Para los docentes que se inician en su tarea académica, el programa es más que
una guía. Por el contrario, para un docente que ya tiene una línea intelectual de
trabajo, el programa puede ofrecer obstáculos al desarrollo de su pensamiento.

Uno de los errores de la pedagogía pragmática es precisamente el de negarse a


considerar el aula como un espacio de experimentación cuyos resultados siempre
tienen algunos elementos de éxito e, inevitablemente, otros de desaciertos e
incumplimientos. La carencia o error en lo educativo no se ve como fuente de
superación.

Un problema de legitimación, poder y hegemonía, Todo proceso de instauración de


planes y programas genera problemas de legitimidad en el interior de la institución.
Esta puede ignorarlos, puede manipular la información, en relación con ampliar los
espacios de legitimidad, o puede enfrentarlos frontalmente y tratar de resolverlos en
los mejores términos.

Requiere que la elaboración e implantación de planes y programas de estudio


genere en su interior un proceso de legitimación. La manera de efectuarlo depende
específicamente de la situación que exista en cada institución educativa.

Tampoco es concebible que no se pueda incorporar bibliografía cuando, en este


momento, en ciertas áreas de conocimiento, dos o tres años significan un gran
retraso conceptual y tecnológico. Y, prácticamente, sería impensable que el docente
no sea invitado a experimentar una dimensión intelectual de su trabajo y otra
pedagógica.

Kliebard sostiene que la problemática curricular surge a partir de una necesidad


burocrática. De esta manera, podemos observar que la elaboración e implantación
de planes y programas de estudio se enfrenta directamente con la lógica subrepticia
en la que se conformó esta disciplina.
LINEA DEL TIEMPO
La escuela
siglo XII Las escuelas de la
Compañía de Jesús, que
era más un esquema de
siglo XVII tradicional,
problema de los
el

estudios que una tabla planes de estudio es


secuencial de considerado, desde
contenidos. En el que la didáctica, como
aborda en particular la una propuesta de
El alumno asiste a
enseñanza de la temas muy amplios
clase a partir del Comenio utiliza el
gramática y un conjunto a desarrollar en el
deseo de saber término plan de
de normas referidas a transcurso de una
que provoca la estudios para
los exámenes. etapa académica.
intelectualidad establecer, como un
docente. Este señalamiento
modelo lo amplio, el conjunto
encontramos en la de temas a trabajar
relación
Sócrates.
de
siglo XVI en el
escolar.
sistema
siglos XVII a XIX

siglo XIX Aparición de la


calificación y
siglo XX
John
enfatiza
necesidad
Dewey
la
de
posteriormente la
de los programas de modificar el
concepto que se
estudio.
tiene de democracia
Herbart enfatizaba y considera que la
la necesidad de
escuela es un
atender a múltiples
espacio privilegiado
finalidades en la
para formar en ella
educación, dado el
carácter específico Surgieron las leyes
del ser humano y que establecieron la
del proceso de la
formación
ciudadano.
del siglo XIX obligatoriedad
gratuidad de la
educación pública.
y
siglo XX
LINEA DEL TIEMPO

siglo XX Se inician los planes


cerrados.
Varios psicólogos se
dieron a la tarea de
construir objetivos
conductuales para
los diversos grados
El ensayo de Keller, escolares y para las
Durkheim plantea,
Goodby teacher, diversas materias.
desde la
perspectiva de la significa el cierre del
pensamiento
socialización, un
administrativo. quién
conjunto de
hace el plan y el
finalidades
programa, quién lo
vinculadas con el
aprueba y sobre todo
individuo
sociedad.
y la
a quién
ejecutarlo.
compete siglo XX

siglo XX
La
institucionalización
de la escuela fue
exigiendo que se
detallaran con
mayor precisión
los planes y
programas de
estudio.
Análisis de programas de estudio:

El programa de estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la


Facultad de Filosofía y Letras, lo constituye una orientación, porque a pesar que
este establecido su contenido educativo, cuando con áreas, subáreas, talleres, y
más, y no son obligatorios, no llevan a cabo una línea establecida para su proceso
de enseñanza aprendizaje del programa de estudio, están más enfocados hacia que
los docentes y los alumnos su aprendizaje y enseñanza sea más experimental.

Con el programa de estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México


cuenta con sus asignaturas correspondientes a cada uno de sus semestres, también
cuenta áreas y subáreas en las que se pueden encontrar talleres y seminarios de
gran variedad educativa y que son con continuidad, y que están en varios ámbitos
escolares.

El programa de estudios de la Universidad Pedagógica Nacional, de la Licenciatura


en Pedagogía, está constituido por lo normativo, el programas de estudios son la
norma a cumplir, así como está establecido su programa con todas las asignaturas
correspondientes, horas, créditos y todo lo correspondiente, así está para cumplirlo,
es una institución en la cual lo que está establecido es lo que será su proceso de
enseñanza y aprendizaje, no cuenta con taller, cursos u alguna otra especialidad en
la cual cada uno de sus alumnos se ayuden para un mejor aprendizaje, el
aprendizaje que tienen los alumnos de la Universidad Pedagógica Nacional es
teórico.

Una de las cosas muy buenas que considero en el plan de estudios de la


Universidad Pedagógica Nacional, es la forma de su elaboración, porque cuenta
con su portada respectiva de cada materia, en la que cuenta con la horas que se
impartirá, el semestre, créditos, área académica, quien lo elaboro, entre más cosas,
también cuenta con un índice, su presentación, evaluación, objetivos, y en cada una
de las unidades de los temas contiene una breve presentación, los contenidos,
bibliografía básica, texto clásico, y bibliografía complementaria.
Conclusiones:

Con este tema tiene relación con los anteriores que hemos visto, ahora en esta
lectura se dice que el problema de la jerarquía es determinar quién hace el plan y el
programa, quién lo aprueba y a quién compete ejecutarlo. Pero considero que en
las otras lectura, yo pensaba que solo sería trabajo de a lo mucho dos personas, un
docente quien elabora el programa de estudios gracias a su experiencia y otro
docente sea el que está al cargo de estar frente a grupo con ese programa de
estudios, pero veo que tiene que ser un gran equipo el que este, para una buena
elaboración, cada una de las personas hará un beneficio ya sea por su experiencia
al elaborar un plan y programa de estudios o al saber cómo implementarlo a la hora
de clases.
También, así como se dice que los programas de estudios tienen que estar
aprobados por una institución superior, así como lo es la UNAM, cada uno tiene que
estar aprobado, que empezaría con los docentes, superiores y una institución que
cuente con grandes conocimientos respecto a los planes y programas de estudio
para que los apruebe.

Referencias:
- Cleaves manifiesta que esta situación origina que en el país existan múltiples
propuestas para la formación de profesionales; así, enuncia que existen por lo
menos 42 planes de estudio diferentes para formar médicos. Cfr. P. Cleaves (1985),
Las profesiones y el Estado. El caso de México, La Jornada, Colegio de México,
México.
- Díaz, A. (2005). El docente y los programas escolares. Lo institucional y lo didáctico
(págs. 21-44). Barcelona-México: Ediciones Pomares.
- Diversos historiadores estadounidenses explican cómo en su país, un problema
central en el debate educativo de este siglo radica en las actitudes que se exige que
sean promovidas a través de la educación. Cfr. L. Cremin (1962), La transformación
de la escuela, OMEBA, Buenos Aires.
- Éste es el sentido del primer tratado sistemático sobre la pedagogía de Herbart
titulado Pedagogía general (1806), derivada del fin de la educación.
- Esto permite explicar una práctica que aún se observa en algunos profesores de
filosofía, cuando plantean al principio de su curso que su programa es
Fenomenología del espíritu, de Hegel.
- Entre los autores de Harvard se encuentran, fundamentalmente: Bowles, Gintis y
Carnoy; entre los de Miami-Oxford: Giroux y McLaren, y entre los de Wisconsin,
Apple.
- F. Keller (1974), El control de la conducta humana, Trillas, México.
- H. Kliebard (1992), Forgeing the american curriculum. Essays in curriculum history
and theory, Routledge, Nueva York.
- P. Morán (1986), «Instrumentación didáctica», en M. Panzsa et al,
Fundamentación didáctica, Gernika, México, pág. 159.
- R. Tyler (1971), Principios básicos del currículum, Troquel, Buenos Aires. El
reduccionismo de esta concepción conductual puede mostrarse constatando la
concepción que de educación tienen Dewey, Durkheim o Herbart.
- S. Kemmis, op. cit., pág. 31.
- Taylor (1982), Principios de administración, Herrero, México (edición original de
1910).
- U. Lundgren, op. cit.
- U. Lundgren (1983), «Producción y reproducción social como contexto para la
teorización curricular», en Journal of Curriculum Studies, núm 2, vol. 15, págs. 143-
154.
- W. Kilpatrick, op. cit., pág. 25.
- W. Kilpatrick, op. cit., pág. 32.

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