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Expediente 1171-2018

Especialista Dr. Cueto Quispe


Cuaderno Principal
Sumilla Recurso de casación

A LA QUINTA SALA ESPECIALIZADA EN LO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE
LIMA:

SCOTIABANK PERÚ S.A.A. (en adelante, “Scotiabank” o el “Banco”),


identificada con RUC N° 20100043140 (Anexo 1-A), representada por Carlos
Alberto Tejada More, identificado con DNI N° 10691607 (Anexo 1-B), según
poder que se adjunta (Anexo 1-C), ambos, con domicilio real en Av. Dionisio
Derteano N° 102, Distrito San Isidro, Provincia y Departamento de Lima, en los
seguidos por Roberto Manuel Zevallos Alzamora (en adelante, “señor Zevallos”),
contra el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la
Propiedad Intelectual (en adelante, “Indecopi”) y el Banco, sobre proceso
contencioso administrativo; a ustedes atentamente decimos:

El 8 de octubre de 2020 fuimos notificados con la Resolución N° 23 del 3 de


setiembre de 2020, (en adelante, “Resolución Recurrida”), mediante la cual
vuestra Sala Superior revoca la Sentencia de primera instancia que declaró
infundada la demanda contenciosa administrativa interpuesta por el señor
Zevallos, y reformándola declara fundada la demanda.

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En tal sentido, dentro del plazo conferido por ley, interponemos RECURSO DE
CASACIÓN contra la referida resolución, a fin de que los autos se eleven a la
Corte Suprema de la República, en atención a los argumentos que expondremos a
continuación:

I. PETITORIO:

De conformidad con lo dispuesto en los artículos 386 y 396 del Código


Procesal Civil, solicitamos a la Corte Suprema de Justicia de la República
lo siguiente:

1.1 Pretensión Casatoria Principal: Solicitamos se declare la nulidad de la


Resolución Recurrida, ordenando a la Quinta Sala Especializada en lo
Contencioso Administrativo de Lima que expida una nueva resolución.
Las causales de nulidad son las siguientes:

 Infracción normativa al artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política


del Perú: relativo a la observancia al debido proceso, la seguridad jurídica
y la predictibilidad de las resoluciones judiciales.

 Infracción normativa al artículo 197 del Código Procesal Civil, referido a


la valoración adecuada y conjunta de los medios probatorios

 Infracción normativa al artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política


del Perú, al artículo VII del Título Preliminar y al artículo 50 inciso 6 del
Código Procesal Civil: debida motivación de las resoluciones judiciales y
a la interdicción de la arbitrariedad.

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1.2 Pretensión Casatoria Subordinada: En caso se rechace nuestra
Pretensión Casatoria Principal, solicitamos a vuestra Sala Suprema que
revoque la Resolución Recurrida dado que esta ha incurrido en las
siguientes infracciones respecto de normas de derecho material:

 Indebida aplicación del artículo 22 del del Reglamento de Transparencia


de Información y Contratación con Usuarios del Sistema Financiero,
aprobado mediante Resolución SBS N° 8181-2012, vigente desde el 1 de
enero de 2013 y aplicable a los hechos del presente caso.

 Inaplicación del artículo 1393 del Código Civil, relativa a las cláusulas
generales de contratación.

II. CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD DEL


RECURSO DE CASACIÓN:

De conformidad con el artículo 387 del Código Procesal Civil, cumplimos


con precisar a vuestra Sala Suprema que el presente recurso cumple con
todos los requisitos de forma y admisibilidad establecidos en el citado
cuerpo normativo:

II.1. El presente recurso de casación se interpone contra la sentencia expedida


en grado de revisión de la primera instancia, por la Quinta Sala
Especializada en lo Contencioso Administrativo de la Corte Superior de
Justicia de Lima (en adelante, “Sala Superior”), de conformidad con el
inciso 1 del artículo 387 del Código Procesal Civil.

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A través de la Resolución Recurrida la Sala Superior resolvió REVOCAR
la sentencia de primera instancia que declara infundada la demanda
interpuesta por el señor Zevallos, reformándola, declaró fundada la
demanda.

II.2. El presente recurso de casación se interpone dentro del plazo de diez (10)
días hábiles de notificada la Resolución Recurrida, conforme a lo señalado
en el inciso 3 del artículo 387 del Código Procesal Civil.

Sobre el particular, cabe precisar que la Resolución Recurrida fue


notificada a nuestra casilla electrónica el 8 de octubre de 2020 y, por lo
tanto, el plazo para la interposición del presente recurso de casación se
extiende hasta el 22 de octubre de 2020, inclusive.

En tal sentido, el presente recurso de casación claramente se interpone


dentro del plazo de ley.

II.3. El presente recurso de casación se interpone ante el mismo Colegiado que


expidió la resolución materia de impugnación, es decir, ante la Quinta
Sala Especializada en lo Contencioso Administrativo de la Corte Superior
de Justicia de Lima, conforme a lo previsto en el inciso 2 del artículo 387
del Código Procesal Civil.

II.4. Por último, dejamos constancia que cumplimos con adjuntar el


comprobante de pago del Arancel Judicial correspondiente por concepto
de recurso de casación, en cumplimiento del requisito previsto en el inciso
4 del artículo 387 del Código Procesal Civil.

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III. CUMPLIMIENTO DE LOS REQUISITOS DE PROCEDENCIA
DEL RECURSO DE CASACIÓN:

De acuerdo a lo dispuesto por el artículo 388 del Código Procesal Civil, a


continuación desarrollamos todos y cada uno de los requisitos de
procedencia de nuestro recurso de casación:

III.1. La sentencia de primera instancia fue favorable a Scotiabank:

El inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, dispone como
requisito de procedencia del recurso de casación que el recurrente no
hubiera consentido previamente la resolución que le genera perjuicio en
primera instancia, cuando esta fuere confirmada por la Resolución objeto
de recurso. Pues bien, en el presente caso, resulta evidente que cumplimos
con dicho requisito dado que la sentencia emitida en primera instancia, fue
favorable a Scotiabank. Por lo tanto, no correspondía interponer recurso
de apelación alguno.

III.2. Infracciones normativas en las que ha incurrido la Resolución


Recurrida:

Conforme a lo previsto en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal


Civil, a continuación cumplimos con describir –con claridad y precisión–
las infracciones normativas en las que incurre la Resolución Recurrida, y
precisamos además la calidad de los pedidos casatorios:

 Primera infracción normativa (pedido casatorio anulatorio): La


Resolución Recurrida vulnera el contenido esencial de nuestro derecho al

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debido proceso, contenido en el artículo 139, inciso 3 de la Constitución
Política del Perú. Ello, toda vez que no se respeta el principio
constitucionalmente protegido de la seguridad jurídica y predictibilidad de
las resoluciones judiciales. Como será explicado mas adelante, la Sala
Superior resuelve la presente controversia aplicando una norma de manera
retroactiva, lo cual, como es de vuestro conocimiento, se encuentra
proscrito por nuestro ordenamiento jurídico.

 Segunda infracción normativa (pedido casatorio anulatorio): La


Resolución Recurrida incurre en una infracción al artículo 197 del Código
Procesal Civil, referido a la valoración adecuada y conjunta de los medios
de prueba. En efecto, la Sala Superior realizó una valoración arbitraria de
los medios probatorios actuados en el proceso, en tanto no se acreditó que
el denunciante haya comunicado al Banco sobre el destino del abono
efectuado, en cumplimiento del procedimiento establecido; y, en
consecuencia, no se verificó un reporte indebido por parte de Scotiabank
ante las centrales de riesgos.

De forma impredecible, puesto que en la instancia administrativa y


judicial ya se había demostrado que no existía una falta del deber de
idoneidad del Banco, la Sala ha mutilado nuestro derecho a una debida
valoración probatoria, incurriendo además en un manifiesto supuesto de
vulneración al Principio de igualdad de armas procesales.

 Tercera infracción normativa (pedido casatorio anulatorio): La


Resolución Recurrida vulnera el contenido esencial de nuestro derecho al
debido proceso, en concreto nuestro derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales y a la interdicción de la arbitrariedad. La

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Resolución recurrida vulnera el artículo 139, inciso 5 de la Constitución
Política del Perú, el artículo VII del Título Preliminar y el artículo 50
inciso 6 del Código Procesal Civil, al contener los siguientes vicios:
incongruencia omisiva (o citra petita) y motivación inexistente o aparente,
lo cual genera que la Sala incurra, además, en un supuesto de vulneración
al principio de interdicción a la arbitrariedad.

Por ello, corresponde que vuestra Sala Suprema declare la NULIDAD de


la Resolución Recurrida, y ordene a la Quinta Sala Contencioso
Administrativa que emita un nuevo pronunciamiento.

 Cuarta infracción normativa (pedido casatorio revocatorio) : La


Resolución Recurrida realizó una indebida aplicación del artículo 22 del
Reglamento de Transparencia de Información y Contratación con
Usuarios del Sistema Financiero, aprobado mediante Resolución SBS N°
8181-2012 (en adelante, el “Reglamento de Transparencia”); el cual
establecía las pautas aplicables a los pagos anticipados, totales o parciales
que realicen los usuarios, señalando que era necesaria la manifestación
de voluntad del consumidor para que el proveedor determine si el pago
recibido obedece a uno u otro concepto:

“Artículo 22.- Pagos anticipados


Los usuarios tienen derecho a efectuar pagos anticipados de las
cuotas o saldos, en forma total o parcial, considerando para tal
efecto, lo siguiente:
a. No deben establecerse condiciones, obstáculos o limitaciones para
el ejercicio de dicho derecho, tales como restricciones respecto al
momento, lugar o modalidad de pago aplicable.
b. Cuando se realice el pago anticipado del total de la obligación se
debe reducir los intereses al día de pago, deduciendo, asimismo, las

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comisiones y gastos derivados de las cláusulas contractuales
pactadas al día de pago.
c. Las empresas no pueden aplicar comisiones, gastos o penalidades
de algún tipo o cobros de naturaleza o efecto similar.
d. Cuando se realice el pago anticipado parcial en el caso de
obligaciones bajo el sistema de cuotas, esto es, cuando se realizan
pagos mayores a la cuota del periodo, pero por importes menores al
total de la obligación, sin perjuicio de proceder de acuerdo a lo
señalado en los literales precedentes, las empresas deben requerir a
los usuarios que señalen si debe procederse a la reducción del monto
o número de cuotas.
Las empresas deberán mantener a disposición de la
Superintendencia, una constancia de la elección realizada por el
usuario.”

Tal y como desarrollaremos en el apartado pertinente, la Sala Superior ha


inaplicado dicha norma y ha aplicado una norma no vigente al momento
en que el cliente realizó el pago anticipado parcial el 16 de diciembre de
2013 (el Reglamento de Transparencia modificado mediante Resolución
SBS N° 1801-2014, publicada el 18 de marzo de 2014), sin brindar un
sustento razonable alguno.

 Quinta infracción normativa (pedido casatorio revocatorio) : La


Resolución Recurrida incurre en inaplicación del artículo 1393 del Código
Civil; el cual señala expresamente lo siguiente: “Las cláusulas generales
de contratación aprobadas por la autoridad administrativa se incorporan
automáticamente a todas las ofertas que se formulen para contratar con
arreglo a ellas, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1395”.

La Sala Superior ha omitido valorar las cláusulas generales de


contratación de Scotiabank, pues la Sala señala que no era necesario que
el denunciante comunique que deseaba prepagar las cuotas no vencidas al

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realizar un pago mayor al monto total a pagar exigido en la facturación del
mes. Sin embargo, mediante Resolución SBS N° 13010-2009 del 15 de
septiembre de 2009, la cual contiene las cláusulas generales de
contratación de Scotiabank aprobadas por la SBS, se señala expresamente
lo siguiente:

“11.- CUOTAS
(…)
Si el TITULAR realiza un pago mayor al del Monto Total a Pagar
exigido durante la última facturación, el exceso no se aplicará
automáticamente al saldo de las cuotas no vencidas. Si el TITULAR
desease prepagar las cuotas no vencidas, con cargo al citado exceso,
deberá solicitarlo expresamente vía Citiphone Banking indicando la o
las cuotas a ser prepagadas con dicho exceso. En tal caso, Citibank
procederá a modificar las condiciones iniciales de la compra en
cuotas para atender la solicitud de EL TITULAR. En este caso, EL
TITULAR puede elegir por acortar el plazo de las compras en cuota o
reducir el monto de cada una de las cuotas pendientes. En cualquier
caso, el cliente tendrá que comunicar su decisión al representante de
Citiphone Banking”.

Como se detallará más adelante, el denunciante debió seguir el


procedimiento indicado en las cláusulas aprobadas por la SBS, la cuales se
encontraban en el contrato otorgado al momento de adquirir su tarjeta de
crédito. De lo contrario, el Banco no podía asumir cuál era la finalidad del
pago anticipado.

III.3. Incidencia directa de las infracciones normativas en la Resolución


Recurrida:

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En cuanto al requisito previsto en el inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, a continuación resumimos brevemente la incidencia de
cada una de las infracciones normativas denunciadas.

Incidencia de la primera infracción normativa: La primera infracción


normativa incide directamente en la resolución Recurrida, ya que la Sala
Superior resuelve la presente controversia aplicando de manera retroactiva
lo dispuesto en el artículo 22 del Reglamento de Transparencia. Como
podrá advertir la Sala Suprema, la Sala Superior aplica el texto de dicha
norma vigente desde el año 2014, cuando los hechos que dieron lugar a la
presente controversia sucedieron en el año 2013. Ello, señor Juez, importa
una manifiesta vulneración a nuestro derecho al debido proceso,
concretamente, la vulneración al principio a la seguridad jurídica y
predictibilidad de las resoluciones judiciales.

Incidencia de la segunda infracción normativa: La primera infracción


normativa incide directamente en la Resolución Recurrida, ya que esta
revoca la sentencia de primera instancia inobservando medios probatorios
que habían sido correctamente valorados por el juzgado de primera
instancia. Como será desarrollado de manera amplia a lo largo del presente
escrito, la Sala Superior incurre en una manifiesta mutilación de los
medios probatorios presentados por Indecopi, llegando así a una decisión
manifiestamente arbitraria e ilegal. Es importante señalar que nuestro
recurso no tiene por objeto una nueva valoración de los medios de prueba,
sino que, por el contrario, denuncia cómo es que se ha afectado el derecho
constitucional a la adecuada valoración de los medios probatorios y el
derecho a la igualdad de armas procesales; derechos elementales y parte
del derecho al debido proceso.

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Incidencia de la tercera infracción normativa: Esta infracción
normativa incide directamente en la Resolución Recurrida, ya que esta
revoca la sentencia de primera instancia sin realizar una adecuada
motivación: i) al omitir pronunciarse sobre los fundamentos desarrollados
por Indecopi en la absolución del recurso de apelación, incurriendo en una
manifiesta incongruencia omisiva ; y ii) al no brindar fundadas razones
que sustentan su decisión, pues no explica el por qué el Banco debía
asumir que el pago anticipado del señor Zevallos se trataba de un pago
total, incurriendo en vicio de motivación aparente.

Incidencia de la cuarta infracción normativa: La incidencia de la


tercera infracción normativa en la Resolución recurrida es evidente, ya que
la Sala Superior ha revocado la sentencia de primera instancia aplicando
indebidamente el artículo 22 del del Reglamento de Transparencia, vigente
al momento de los hechos que dieron lugar a la controversia. En efecto,
como será explicado de manera extensa en el presente escrito, la Sala
Superior aplicó el texto del referido artículo 22, modificado mediante
Resolución SBS N° 1801-2014, que no se encontraba vigente al momento
en que el señor Zevallos realizó el pago anticipado, esto es, el 13 de
diciembre de 2013.

Incidencia de la quinta infracción normativa: La incidencia de la cuarta


infracción normativa en la Resolución recurrida es significativa, ya que la
Sala, ha inaplicado lo establecido por el artículo 1393 del Código Civil
sobre las cláusulas aprobadas administrativamente, señalando que “no es
posible aseverar con certeza si en su caso se establecieron condiciones
que le serían exigibles de manera indubitable”, cuando dicho artículo

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señala que, cuando las cláusulas son aprobadas administrativamente
(como en el presente caso), estas se incorporan automáticamente en
todas las ofertas que se formulen para contratar con arreglo a ellas, y por
lo tanto no pueden desconocerse.

De haber aplicado correctamente el referido enunciado normativo, la Sala


Superior habría concluido que la demanda interpuesta por el señor
Zevallos, es manifiestamente infundada

3.4 Calidad de nuestros pedidos casatorios:

Finalmente, en cuanto al requisito establecido en el inciso 4 del artículo


388 del Código Procesal Civil, cumplimos con señalar lo siguiente:

 El presente recurso de casación contiene dos pedidos ANULATORIOS,


derivadas de la primera, segunda y tercera infracciones normativas
procesales. Este pedido solo se extiende a la sentencia de vista de la
Quinta Sala Contencioso Administrativa, que revocó la sentencia de
primera instancia.

 Subordinadamente, el presente Recurso de Casación contiene dos pedidos


REVOCATORIOS, al estar sustentados en la infracción de normas
materiales denunciadas como cuarta y quinta infracciones normativas, y
que tienen como última finalidad que la Sala de Casación declare
INFUNDADA la demanda interpuesta por el señor Zevallos.

IV. BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS ANTECEDENTES QUE DIERON


LUGAR AL RECURSO DE CASACIÓN:

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Señores Jueces Supremos, consideramos de vital importancia señalar de
forma breve, los hechos y antecedentes que dieron lugar al presente
recurso de casación:

A. Nota previa ¿De qué trata la presente controversia?

IV.1. Antes de pasar al desarrollo de los hechos, es necesario aclarar que el


señor Zevallos fue inicialmente cliente del Banco Citibank del Perú S.A.
(en adelante, Citibank), dado que el hecho que dio lugar a la presente
controversia ocurrió en diciembre de 2013. Como fue de conocimiento
público, Citibank fue absorbido a través de una fusión por nuestro Banco
en julio del año 2015. La fusión consistió en la transferencia de toda la
línea de tarjetas de crédito de Citibank, tanto de banca comercial de
personas naturales, como de personas jurídicas.

Como consecuencia de ello, todos los activos y pasivos de Citibank,


relativos a la cartera adquirida, pasaron a formar parte de Scotiabank
desde el año 2015, entre ellos, la controversia suscitada con el ahora
demandante, el señor Zevallos, conforme explicaremos en las siguientes
líneas.

IV.2. Ahora bien, como obra en autos, a través de la presente controversia se


encuentra en discusión si el abono efectuado por el señor Zevallos a su
tarjeta de crédito el 16 de diciembre de 2013, fue debidamente procesado
por, en aquel entonces Citibank, hoy Scotiabank.

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IV.3. Pese a que a lo largo de la presente controversia, tanto en sede
administrativa como en sede judicial, se ha demostrado que el denunciante
debió realizar el procedimiento para el direccionamiento del pago de la
suma de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100 Soles) a través de
una llamada telefónica, al Citiphone Banking1, la Sala Superior ha
decidido revocar la sentencia de primera instancia. En efecto, el
direccionamiento de pagos a través de la banca móvil había informado en
el contrato de su tarjeta de crédito y mediante la página web.

No obstante, la Sala Superior ha obviado las pautas aplicables a los pagos


anticipados, llegando a la conclusión de que el Banco debió asumir el
destino de dicho abono aunque no hubiese norma vigente en ese entonces
que lo regulara de esa forma, declarando así fundada la demanda
contencioso administrativa interpuesta por el señor Zevallos.

B. Hechos relevantes

IV.4. El 25 de setiembre de 2015, el señor Zevallos tomó conocimiento de un


requerimiento de cobranza remitido por Scotiabank por una deuda
pendiente perteneciente a Citibank. Como consecuencia de ello, el 30 de
setiembre del mismo año, se apersonó a las oficinas del Banco e interpuso
su reclamo N° 010-R-2015000297, manifestando que no reconocía la
deuda informada mediante el referido requerimiento, ya que habría sido
supuestamente cancelada en su totalidad el 16 de diciembre de 2013.

IV.5. En su respuesta al reclamo N° 010-R-2015000297, Scotiabank le informó


que: (i) de acuerdo a su sistema, el 16 de diciembre de 2013, realizó un
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El Citiphone Banking era la línea de atención telefónica perteneciente a Citibank, antes de la absorción
efectuada por Scotiabank.

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abono de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100 Soles) a su tarjeta
de crédito, lo que canceló la totalidad de la deuda hasta esa fecha,
quedando un saldo a favor de S/ 8,567.95 (Ocho mil quinientos sesenta y
siete con 95/100 Soles); y, (b) no canceló la deuda correspondiente a la
Línea Paralela, cuyas cuotas mensuales fueron cargadas a la tarjeta de
crédito junto a demás cargos.

IV.6. Scotiabank añadió en la respuesta a su reclamo que en su contrato de


tarjeta de crédito se encontraba estipulado que, si se realizaba un pago
mayor al monto exigido durante la última facturación, el exceso no se
aplicaba automáticamente al pago de las cuotas no vencidas; por lo cual, si
el titular deseaba pagar dichas cuotas con el exceso, debió solicitarlo
expresamente vía Citiphone Banking, indicando la cuota o cuotas a ser
prepagadas.

IV.7. En virtud a ello, el 24 de diciembre de 2015, el señor Zevallos denunció a


Scotiabank ante Indecopi, por presunta infracción de la Ley N° 29571,
Código de Protección y Defensa del Consumidor (en adelante, el Código
del Consumidor).

IV.8. El señor Zevallos señaló a través de su denuncia que era contradictorio


que Scotiabank informara que el pago del 16 de diciembre de 2013
canceló la deuda de su tarjeta de crédito y hubo un saldo a favor, toda vez
que la única deuda que mantenía en dicha tarjeta era por una Línea
Paralela. Asimismo, el haber generado un saldo a favor para luego ir
descontando en forma mensual contravino supuestamente su derecho a
efectuar pagos anticipados.

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IV.9. Asimismo, el señor Zevallos manifestó que canceló la deuda exigida en su
última facturación, el 11 de noviembre de 2013, es decir, antes de realizar
su pago de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100 Soles) el 16 de
diciembre de 2013. Por lo tanto, dicho abono no fue mayor a la última
facturación de su tarjeta, en la medida que esta fue cancelada. De acuerdo
a ello, no tuvo que solicitar nada por Citiphone Banking.

IV.10. El señor Zevallos solicitó que, en calidad de medida correctiva, se ordene


la anulación de la deuda no reconocida y la rectificación de su calificación
crediticia ante la Central de Riesgos de la Superintendencia de Banca,
Seguros y AFP. Asimismo, solicitó el pago de las costas y costos del
procedimiento.

IV.11. Mediante Resolución Nº 1 del 29 de enero de 2016, el Órgano Resolutivo


de Procedimientos Sumarísimos de Protección al Consumidor Nº 2 (en
adelante, el “OPS”) admitió a trámite la denuncia interpuesta, conforme a
lo siguiente:

“PRIMERO: Iniciar un procedimiento administrativo sancionador a


Scotiabank Perú S.A.A. por presunta infracción a lo establecido:
(…)
(ii) En los artículos 1° literal c), 18° y 19° del Código de Protección y
Defensa del Consumidor, en tanto no consignó de manera adecuada
el pago anticipado por S/. 10,016.00 efectuado por el señor Roberto
Manuel Zevallos Alzamora el 16 de diciembre de 2013,
consignándolo como abono al monto total de la línea de crédito de su
tarjeta de crédito y no direccionándolo a su línea paralela incluida en
ésta, a raíz de lo cual fue reportado con calificación negativa ante las
Centrales de Riesgos”.

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IV.12. De acuerdo a lo señalado por el señor Zevallos en su denuncia, el Banco
no imputó de manera adecuada el abono de los S/ 10,016.00 (Diez mil
dieciséis con 00/100 Soles) que realizó el 16 de diciembre de 2013, a la
cancelación anticipada de su deuda, en tanto aplicó el mismo como saldo
disponible de la línea de crédito de su tarjeta y no a la amortización de la
línea paralela por disposición de efectivo de su tarjeta. Como
consecuencia de ello, no se redujeron los intereses de dicha disposición de
efectivo y, se registró un saldo deudor que originó su reporte negativo ante
las centrales de riesgo.

IV.13. El 18 de febrero de 2016, Scotiabank presentó sus descargos, señalando lo


siguiente:

 El derecho a realizar pagos anticipados puede ser limitado en alguna


medida de manera justificada y razonable. Dicha limitación puede
darse por la implementación de un procedimiento dispuesto por la
entidad financiera. Sin embargo, dicho procedimiento no debe ser
engorroso ni oneroso de manera que no impida el ejercicio efectivo
del derecho.

 Para el caso de tarjetas de crédito, existía un procedimiento interno


sencillo e inmediato, consistente en realizar una llamada al
denominado Citiphone Banking (línea de atención al cliente), con la
finalidad de instruir a sus funcionarios la forma en que desea que se
apliquen los pagos anticipados, ya que existen casos en que los
clientes abonan montos superiores al monto facturado con la
finalidad de liberar la línea de crédito, dejando saldo a favor y así

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poder realizar consumos en el sistema revolvente con cargo a dicho
saldo a efectos que no se cobre interés alguno.

 Si el cliente no instruía sobre la forma en que quería que su pago


fuese aplicado, el Banco no tendría cómo saber lo que este deseaba, a
qué consumo aplicar o cuántas cuotas, entre otros supuestos.

 El señor Zevallos no realizó el procedimiento para el


direccionamiento del pago de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con
00/100 Soles) [llamar al Citiphone Banking], pese a que dicho
procedimiento fue informado en el contrato de su tarjeta de crédito y
mediante la página web.

 El pago realizado por el denunciante se fue aplicando de manera


paulatina en su tarjeta de crédito, hasta que no alcanzó a cubrir las
deudas generadas en dicha tarjeta, conforme fue informado en los
estados de cuenta.

IV.14. Por Resolución Final N° 1168-2017/PS2 del 21 de julio de 2017, el OPS


declaró infundada la denuncia interpuesta por el señor Zevallos contra
Scotiabank por presunta infracción del literal c) del artículo 1° y de los
artículos 18° y 19° del Código del Consumidor. El OPS señaló que el
abono de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100 Soles) efectuado el
16 de diciembre de 2013 por el señor Zevallos, no se considera como un
pago anticipado de la deuda de la Línea Paralela, toda vez que no quedó
acreditado que el denunciante haya cumplido con el procedimiento
establecido para tal efecto; y, en consecuencia, no se verificó un
reporte indebido ante las centrales de riesgos.

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IV.15. El 28 de agosto de 2017, el señor Zevallos interpuso recurso de apelación
contra la Resolución Final Nº 1168-2017/PS2, manifestando nuevamente
haber cancelado el total de su deuda, y replicando los mismos argumentos
expuestos en su denuncia.

En atención a ello, mediante la Resolución Final N° 2944-2017/CC1, la


Comisión confirmó la Resolución Final Nº 1168-2017/PS2 del 21 de julio
de 2017, emitida por el OPS, que declaró infundada la denuncia
interpuesta por el señor Zevallos contra Scotiabank. La Comisión, al igual
que la OPS; concluyó que no quedó acreditada la instrucción del
denunciante de imputar el abono por la suma de S/ 10,016.00 (Diez
mil dieciséis con 00/100 Soles) como un pago anticipado total a la
deuda de la Línea Paralela, en cumplimiento del procedimiento
establecido; y, en consecuencia, no se verificó un reporte indebido
ante las centrales de riesgos.

IV.16. Ante dicho resultado, el señor Zevallos interpone demanda contencioso


administrativa el 31 de enero de 2018 contra el Indecopi y Scotiabank,
solicitando que se declare la nulidad total de la Resolución N° 2944-
2017/CC1 de fecha 25 de octubre de 2017, que declaró infundado el
recurso de apelación contra la Resolución Final N° 1168-2017/PS2 del 21
de julio de 2017.

IV.17. Mediante Resolución N° 16 del 24 de setiembre de 2019, el Vigésimo


Quinto Juzgado Contencioso Administrativo declaró infundada la
demanda, amparándose principalmente en los siguientes argumentos:

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 En primer lugar, el abono ascendente al monto de S/ 10,016.00 (Diez
mil dieciséis con 00/100 Soles) no necesariamente debía entenderse
como un abono a la deuda que mantenía por la Línea Paralela, sino
que al tratarse de un monto adicional a la última facturación,
realizada en noviembre de 2013 y considerando que aún no se había
emitido la facturación de diciembre de 2013, correspondía al titular
llamar al Citiphone Banking para indicar cuál sería el destino del
monto abonado.

 Si bien el saldo capital del préstamo por la Línea Paralela en la


novena cuota era de S/ 10,015.99 soles (Diez mil quince con 99/100
Soles), ello no implicaba que el saldo total de la deuda fuera ese
monto, ya que al liquidar la deuda a la fecha de pago, se le debían
adicionar los intereses, comisiones y/o gastos que estuvieras
vinculados a dicho producto, por lo que el pago total de la deuda no
coincidiría con el saldo de capital.

 En conclusión, el operador del banco no pudo procesar el pago como


un pago total ya que el monto abonado no cubría la totalidad de la
deuda, y el señor Zevallos debió proceder comunicándose con el
Citiphone Banking a fin de dejar constancia de su decisión respecto a
dicho pago, lo que tampoco se produjo.

IV.18. No obstante ello, señores Jueces Supremos, pese a que resulta claro que el
señor Zevallos debió comunicar el destino del monto abonado al Banco, la
Sala Superior decidió no valorar ciertos medios probatorios y utilizar
argumentos no invocados por las partes, señalando que el Banco debió
comunicarse con el señor Zevallos para preguntarle el destino de dicho

s{1338974.DOCX v.1} 20
abono o de lo contrario asumir que dicho abono estaba destino al pago
total de la Línea Paralela.

Sobre la base de dicha arbitraria interpretación de los hechos, la Sala


Superior revocó la sentencia que declaró infundada la demanda, y
reformándola declaró fundada la demanda, ordenando así, la nulidad de la
Resolución Final N° 2944-2017/CC1 emitida por la Comisión.

Tal y como explicaremos a continuación, la Sala Superior emite la


Resolución Recurrida en manifiesto agravio de nuestros más elementales
derechos a una tutela jurisdiccional efectiva, ya que omite la valoración de
importantes medios probatorios y argumentos expuestos por las partes,
además de utilizar argumentos que no fueron materia de la presente
discusión.

IV.19. Por ello, recurrimos a vuestra Sala Suprema ya que la Resolución


Recurrida incurre en serias y manifiestas infracciones que vulneran
nuestros derechos, las cuales desarrollamos de manera individual a
continuación.

V. FUNDAMENTOS DE NUESTRAS CAUSALES CASATORIAS


NULIFICANTES:

A. Infracción normativa al artículo 139, inciso 3 de la Constitución


Política del Perú, referido a la observancia al debido proceso.

V.1. Conforme señalamos en nuestros fundamentos de hecho, la Sala Superior


ha emitido una decisión en abierta contravención a nuestro derecho al

s{1338974.DOCX v.1} 21
debido proceso y al principio de seguridad jurídica y predictibilidad de las
resoluciones judiciales. Ello, señores Jueces Supremos, debido a que ha
resuelto la presente causa sobre la base de una norma que no resulta
aplicable al caso por temporalidad. Es decir, se ha aplicado una norma de
manera retroactiva.

V.2. Como es de amplio conocimiento la Sala Superior, el debido proceso es


una garantía constitucional que tiene como fin supremo la obtención de
una decisión justa, respetando los lineamientos y principios que la norma
establece. Solo de esa manera se podrá obtener una decisión justa
conforme a derecho.

V.3. La doctrina especializada ha señalado que: “La obtención de una decisión


justa requiere la concurrencia al menos de dos de los siguientes
elementos. Primero, que la solución venga justificada en la razón de las
cosas y no en la fuerza (…). Segundo, que la solución venga a ser
resultado de un proceso en el cual se presentan una serie de elementos
que en la mayor medida de lo posible aseguren racionalmente que la
decisión a la que se llegue será justa. Estos elementos bien pueden ser
llamados garantías, en la medida que están destinados a asegurar –en la
mayor medida de lo posible- la obtención de una decisión justa.” 2

V.4. Ahondando más en este tema, el Tribunal Constitucional ha establecido


que:

2
CASTILLO CÓRDOVA, Luis. En: El debido Proceso. Estudios sobre derechos y garantías
procesales. Lima. Editorial Gaceta Jurídica. P. 12

s{1338974.DOCX v.1} 22
“(…) el derecho al debido proceso previsto  por el artículo 139.3º de
la Constitución Política del Perú, aplicable no sólo a nivel judicial
sino también en sede administrativa e incluso entre particulares,
supone  el  cumplimiento de  todas  las garantías, requisitos y normas
de orden público que deben observarse en las instancias procesales
de todos los procedimientos, incluidos los administrativos y conflictos
entre privados, a fin de que las personas estén en condiciones de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto que pueda
afectarlos.3

V.5. Así pues, como se puede apreciar, el respeto a un debido proceso


presupone la obtención de una decisión justa basada en la defensa de las
garantías, requisitos y normas de orden público, que permitan a las partes
procesales defender sus intereses de acuerdo a derecho.

V.6. Pese a ello, tales garantías y preceptos constitucionales no han sido


respetados en el presente proceso y, por el contrario, nos encontramos
frente a una sentencia de vista que adolece de una grave afectación al
principio de seguridad jurídica y predictibilidad de las resoluciones
judiciales, lo cual acarrea su evidente nulidad. Pero ¿por qué decimos
esto? Porque de manera increíble, la Sala Superior ha revocado al
sentencia de primera instancia, argumentando que el Banco se encontraba
en la obligación de saber o conocer que los fondos depositados por el
señor Zevallos, debían ser imputados al total de su deuda correspondiente
a la Línea Paralela de su tarjeta de crédito.

V.7. Para ello, se sustenta en lo dispuesto en el texto del artículo 22 del


Reglamento de Transparencia modificado mediante Resolución SBS N°
1801-2014. No obstante, como señalamos previamente, los hechos que
dieron lugar a la presente controversia ocurrieron en el año 2013, antes de
3
Sentencia del Tribunal Constitucional N° 04944-2011-PA/TC de fecha 16 de enero de 2012

s{1338974.DOCX v.1} 23
la entrada en vigencia del nuevo texto del artículo 22. A respecto, nos
preguntamos ¿es posible aplicar una norma del año 2014, para un hecho
sucedido en el año 2013? La respuesta es un rotundo no, señor Juez.

V.8. Ello, señores Jueces Supremos, implica una manifiesta vulneración a


nuestro derecho al debido proceso, toda vez que no se cumplen con las
garantías necesarias para la obtención de una decisión justa. Además de
ello, la vulneración al debido proceso en este extremo y por las causales
invocadas, también genera la vulneración al principio de seguridad
jurídica y predictibilidad de las resoluciones judiciales.

V.9. Así, respecto a la seguridad jurídica y a la predictibilidad de las


actuaciones jurisdiccionales el Tribunal Constitucional ha señalado lo
siguiente respecto:

“La seguridad jurídica como principio constitucional. -


[…]

1. El principio de la seguridad jurídica forma parte consubstancial


del Estado Constitucional de Derecho. La predictibilidad de las
conductas (en especial, las de los poderes públicos) frente a los
supuestos previamente determinados por el Derecho, es la garantía
que informa a todo el ordenamiento jurídico y que consolida la
interdicción de la arbitrariedad. […]
2. Así pues, como se ha dicho, la seguridad jurídica es un principio
que transita todo el ordenamiento, incluyendo, desde luego, a la
Norma Fundamental que lo preside. Su reconocimiento es implícito
en nuestra Constitución, […]4” [El énfasis y el subrayado no
corresponden al texto original]

4
STC No 0016-2002-AI.

s{1338974.DOCX v.1} 24
V.10. Como es de vuestro conocimiento, la seguridad jurídica implica la
predictibilidad de las conductas de los órganos jurisdiccionales que
aplican el Derecho, en este caso la Sala Superior. Asimismo, la seguridad
jurídica es, además, la garantía que tienen los justiciables de que cualquier
decisión que el Juzgador tome, será conforme al marco legal vigente. No
pedimos, señores Jueces Supremos, que se nos conceda algo ilegítimo,
sino que se respete el marco legal vigente, y sobre todo nuestros derechos
constitucionales como justiciables.

V.11. Ahora bien, como ya ha sido ampliamente desarrollado, la Sala Superior


ha resuelto la presente causa, sobre la base de una norma que no se
encontraba vigente al momento de sucedidos los hechos; esto es, en
diciembre de 2013. Ello, en tanto el artículo 22 del Reglamento de
Transparencia aplicado por la Sala Superior, entró en vigencia recién en el
año 2014.

Ahora bien, además de la evidente aplicación retroactiva de la norma, ¿de


qué otra manera se vulnera el principio a la seguridad jurídica? En efecto,
la decisión de la Sala Superior vulnera el principio de seguridad jurídica
no solo en desmedro de nuestro Banco, sino en desmedro de gran parte de
sistema financiero y jurídico, toda vez que crea un peligroso precedente
para que los órganos resolutores, ya sean administrativos o judiciales,
apliquen normas de manera retroactiva, como ha sucedido en el presente
caso.

V.12. Otro extremo preocupante de la Resolución Recurrida es la manifiesta


vulneración al principio de predictibilidad de las resoluciones judiciales.
En efecto, ante la claridad de los hechos, y sobre todo de la norma

s{1338974.DOCX v.1} 25
aplicable al caso, resultaba plenamente predictible que la Sala Superior,
siendo una instancia revisora, determine que, efectivamente, el Banco
actuó conforme a ley. Por lo tanto, la sentencia de primera instancia, debía
ser confirmada en todos sus extremos.

V.13. No obstante, para sorpresa nuestra, la Sala Superior emitió una decisión
abiertamente arbitraria e ilegal, Esta situación, señores Jueces Supremos,
no solo genera una evidente falta de predictibilidad de la resolución, sino
además un posible desconocimiento de las instituciones procesales básicas
de nuestro ordenamiento jurídico.

V.14. En razón de lo expuesto, solicitamos que se declare FUNDADO nuestro


recurso de casación, y en consecuencia se declare la NULIDAD de la
Resolución Recurrida.

B. Infracción normativa al artículo 197 del Código Procesal Civil,


referido a la valoración adecuada y conjunta de los medios
probatorios:

V.15. Antes de pasar al desarrollo de la presente causal, dejamos expresa


constancia que a través del presente pedido de nulidad NO se pretende que
vuestra Sala Suprema valore los medios probatorios que obran en el
expediente, dado que ello no es posible a través del recurso de casación.
Por el contrario, la presente causal busca únicamente que vuestra Sala
Suprema advierta las omisiones en las que ha incurrido la Sala Superior al
emitir la Resolución Recurrida.

s{1338974.DOCX v.1} 26
V.16. La Resolución Recurrida vulnera el principio de valoración conjunta y
razonada de los medios probatorios que se encuentra previsto en el
artículo 197 del Código Procesal Civil, que establece lo siguiente: “Todos
los medios probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada. Sin embargo, en la resolución sólo
serán expresadas las valoraciones esenciales y determinantes que
sustentan su decisión”.

V.17. La Sala Superior no ha realizado un análisis adecuado y conjunto de los


medios probatorios que acreditan que Scotiabank no podía asumir que el
señor Zevallos deseaba pagar la totalidad de su deuda, tal como veremos a
continuación.

En primer lugar, la Sala Superior no ha analizado el Estado de Cuenta del


señor Zevallos, el cual indica que el monto de la deuda total a pagar no era
de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100 Soles) como erradamente
afirma el denunciante:

s{1338974.DOCX v.1} 27
V.18. Tal como puede apreciarse, si bien el saldo de capital del préstamo por la
Línea Paralela en la novena cuota era de S/ 10,015.99 (Diez mil quince
con 99/100 Soles), ello no implicaba que el saldo total de la deuda fuese
dicho monto, ya que, al liquidar la deuda a la fecha efectiva de pago, se le
debían adicionar los intereses y toda otra comisión o gasto que estuviera
vinculada a dicho producto, dando un total de S/ 10,281.43 (Diez mil
doscientos ochenta y uno con 43/100 Soles).

Sin embargo, lo que la Sala Superior -erróneamente- ha concluido, es que


a la fecha de realizado el pago por el demandante, el capital pendiente de
pago de su préstamo ascendía a la suma de S/ 15,015.99 (Diez mil quince
con 99/100 Soles), y, como dicho monto coincidía con el monto pagado el
día 16 de diciembre de 2013, entonces “correspondía que el Banco
tomara sus precauciones y se comunicara con dicha persona para
establecer su real intención”:

s{1338974.DOCX v.1} 28
V.19. Del extracto citado de la Resolución Recurrida, podemos advertir no solo
que la Sala no ha revisado correctamente dicho medio probatorio, sino que
ha omitido por completo la aplicación de la cláusula onceava del Contrato
de su Tarjeta de Crédito, el cual señala expresamente lo siguiente:

“11.- CUOTAS
(…)
Si el TITULAR realiza un pago mayor al del Monto Total a Pagar
exigido durante la última facturación, el exceso no se aplicará
automáticamente al saldo de las cuotas no vencidas. Si el TITULAR
desease prepagar las cuotas no vencidas, con cargo al citado exceso,
deberá solicitarlo expresamente vía Citiphone Banking indicando la
o las cuotas a ser prepagadas con dicho exceso. En tal caso, Citibank
procederá a modificar las condiciones iniciales de la compra en
cuotas para atender la solicitud de EL TITULAR. En este caso, EL
TITULAR puede elegir por acortar el plazo de las compras en cuota o
reducir el monto de cada una de las cuotas pendientes. En cualquier

s{1338974.DOCX v.1} 29
caso, el cliente tendrá que comunicar su decisión al representante de
Citiphone Banking”. (Énfasis y subrayado no corresponden al texto
original)

Como se puede apreciar, a partir de lo citado en el referido contrato, en el


supuesto de realizar un pago anticipado, el titular de la tarjeta debía
comunicarse con la línea de atención de la entidad financiera, a efectos de
instruirlos sobre el referido prepago. Por tanto, no era suficiente efectuar
un abono en la cuenta, sino que además debió direccionar para que dicho
monto sea imputado como un pago anticipado.

Dichas condiciones estuvieron al alcance del señor Zevallos, ya que tuvo


acceso a ellas al momento de adquirir su tarjeta de crédito, a través de la
página web del banco e incluso en las instalaciones del mismo.

V.20. En efecto, Señores Jueces Supremos, si la Sala Superior hubiese


considerado el texto de la Cláusula Onceava del Contrato, junto a una
adecuada revisión del estado de cuenta del señor Zevallos, habría
llegado la conclusión de que (i) el Banco no tenía cómo saber que la
intención del denunciante era pagar el total de la deuda, si el monto
abonado no alcanzaba al monto total adeudado, y (ii) el señor
Zevallos debió comunicarse con la línea de atención del Banco a
efectos de indicarles el destino del abono.

No obstante, decidió ignorar los medios probatorios que demostraban que


el señor Zevallos no había pagado el total de la deuda y que no era
obligación del Banco tomar precauciones para establecer su real intención,

s{1338974.DOCX v.1} 30
mutilando de esta manera nuestro derecho a la prueba y causándonos un
grave perjuicio.

Es preciso señalar en este punto, que los medios probatorios actuados en


el proceso son exactamente los mismos a los actuados en el procedimiento
administrativo, ya que el expediente administrativo fue remitido en su
totalidad al Poder Judicial para efectos de la tramitación del presente
proceso.

V.21. Sobre el derecho a la prueba, el Tribunal Constitucional ha señalado lo


siguiente:

“[El derecho constitucional a probar] se trata de un derecho complejo


que está compuesto por el derecho a ofrecer medios probatorios que
se consideren necesarios, a que estos sean admitidos, adecuadamente
actuados, que se asegure la producción o conservación de la prueba
a partir de la actuación anticipada de los medios probatorios y que
estos sean valorados de manera adecuada y con la motivación
debida, con el fin de darle el mérito probatorio que tenga en la
sentencia. La valoración de la prueba debe estar debidamente
motivada por escrito, con la finalidad de que el justiciable pueda
comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente
realizado”5 [El énfasis y subrayado no corresponden al texto original]

Así, el derecho a una valoración conjunta y razonada de la prueba obliga


al juzgador a evaluar razonadamente (no arbitrariamente), y conforme a
las reglas de la sana crítica, los medios probatorios que han sido actuados
en el proceso, a fin de obtener certeza respecto del asunto controvertido y
expedir una decisión debidamente sustentada. La valoración que no se

5
STC N° 6712-2005-HC/TC.

s{1338974.DOCX v.1} 31
ajuste a las reglas de la sana crítica, será una valoración defectuosa, en
consecuencia, perderá toda eficacia.

V.22. Sobre el particular, además es importante indicar que el Tribunal


Constitucional se ha pronunciado sobre el derecho a la prueba señalando
que:

“(…) el derecho a la prueba goza de protección constitucional, pues


se trata de un contenido implícito del derecho al debido proceso,
reconocido en el artículo 139°, inciso 3) de la Constitución Política
del Perú”6 [El énfasis y subrayado no corresponden al texto original]

Asimismo, el Tribunal Constitucional también ha señalado:

“(…) el derecho a la prueba forma parte de manera implícita del


derecho a la tutela procesal efectiva; ello en la medida en que los
justiciables están facultados para presentar todos los medios
probatorios pertinentes, a fin de que puedan crear en el órgano
jurisdiccional la convicción necesaria de que sus argumentos
planteados son correctos. En tal sentido, este Tribunal ha delimitado
el contenido del derecho a la prueba:
 
(…) Se trata de un derecho complejo que está compuesto por el
derecho a ofrecer medios probatorios que se consideren necesarios; a
que estos sean admitidos, adecuadamente  actuados, que se asegure
la producción o conservación de la prueba a partir de la actuación
anticipada de los medios probatorios, y que estos sean valorados de
manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle el
mérito probatorio que tengan en la sentencia. La valoración de la
prueba debe estar debidamente motivada por escrito, con la finalidad
de que el justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva
y adecuadamente realizado (…)”7 [El énfasis y subrayado no
corresponden al texto original]
6
STC N° 010-2002-AI/TC.
7
STC N° 01557-2012-HC - TC

s{1338974.DOCX v.1} 32
V.23. Como es de conocimiento de vuestra Sala Suprema, la valoración de la
prueba es el proceso por el cual el Juez califica el mérito de cada medio
probatorio procediendo a explicar, en la sentencia, el grado de
convencimiento que ellas le han reportado para resolver la causa, sea
favorable o desfavorablemente. Asimismo, la sana crítica “no admite
discrecionalidad absoluta del juez; busca limitar los juicios de valor del
juez a proposiciones lógicas y concretas tomadas de la confrontación con
los sucesos normales que en la vida ocurren”8

En ese sentido, el análisis lógico y razonado que realiza el Juez respecto a


los medios probatorios debe verse expresado en los fundamentos de la
sentencia, a través de una debida valoración que sea coherente con su
decisión final. No obstante, tal y como hemos demostrado, la Resolución
Recurrida no evidencia que la Sala haya realizado una adecuada
valoración de los medios probatorios, puesto que ha omitido valorar
elementos centrales y esenciales, que, sin lugar a duda, siguiendo las
reglas de la sana crítica, habrían guiado su criterio en sentido contrario a
lo resuelto.

V.24. Por tanto, solicitamos a vuestra Sala Suprema se sirva declarar la


NULIDAD de la Resolución Recurrida, por vulnerar nuestro derecho a
una valoración conjunta y adecuada de los medios probatorios.

C. Infracción al artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú,


al artículo VII del Título Preliminar y al artículo 50 inciso 6 del

8
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. “Comentarios al Código Procesal Civil”. Gaceta Jurídica. Lima,
2008. Tomo I. Página 720.

s{1338974.DOCX v.1} 33
Código Procesal Civil: debida motivación de las resoluciones
judiciales e interdicción de la arbitrariedad.

V.25. Señores Jueces Supremos, conforme será desarrollado en las siguientes


líneas, la Sala Superior incurre en manifiesta vulneración a nuestro
derecho a obtener una decisión jurisdiccional debidamente motivada. La
Sala Superior, a través de la Resolución Recurrida omite pronunciarse
respecto de los argumentos expuestos por Indecopi los cuales, de haber
sido correctamente valorados, la decisión de la Sala habría sido
evidentemente distinta.

V.26. La Resolución Recurrida vulnera nuestro derecho a la debida motivación


de las resoluciones judiciales, concretamente por dos causales claramente
establecidas. En primer lugar, la Sala Superior incurre en un supuesto de
incongruencia omisiva (o citra petita), al no haberse pronunciado sobre
ninguno de los argumentos expuestos por el Indecopi.

En segundo lugar, la Resolución Recurrida contiene un vicio de


motivación aparente, al no brindar fundadas razones que sustentan su
decisión, pues no explica válidamente el por qué el Banco debía asumir
que el pago anticipado del señor Zevallos se trataba de un pago total.

Estos vicios incurridos por la Sala Superior generan a su vez una


manifiesta vulneración al principio de interdicción a la arbitrariedad, dado
que, ante la ausencia de una adecuada motivación de la Resolución
Recurrida, genera que nos encontremos ante una decisión carente de
sustento legal y fáctico.

s{1338974.DOCX v.1} 34
En ese sentido, para efectos de un mejor entendimiento y diferenciación
de los vicios de motivación incurridos por la Sala Superior, a continuación
desarrollaremos de manera individual cada uno de ellos.

 La Resolución incurre en un supuesto de incongruencia omisiva ( citra


petita)

V.27. En el presente caso, la Sala Superior ha incurrido en una manifiesta


violación al principio de congruencia al no haberse pronunciado sobre
ninguno de los argumentos expuestos por el Indecopi.

La incongruencia se presenta cuando no existe identidad entre lo pedido


por las partes y lo ordenado por el Juzgador. Podemos dividirla en tres
clases: (i) ultra petita, cuando el órgano jurisdiccional concede más de lo
que fue pedido por el actor; (ii) extra petita, cuando el órgano
jurisdiccional se aparta de lo solicitado por el actor y le concede algo
distinto que no ha sido materia del pedido; y (iii) citra petita, cuando el
órgano jurisdiccional omite pronunciarse sobre cuestiones sometidas por
las partes en el proceso.

Del análisis de la Resolución Recurrida, podemos apreciar que la misma


contiene un supuesto de incongruencia citra petita, puesto que ha omitido
pronunciarse sobre gran parte de los argumentos señalados por Indecopi.
Veamos.

V.28. En primer lugar, Indecopi señala que el solo pago de la obligación antes
del plazo pactado no implica necesariamente el ejercicio del derecho al
pago anticipado, pues ello podría constituir un pago adelantado, el que

s{1338974.DOCX v.1} 35
tiene la ventaja de que el consumidor pueda verse librado de cancelar
monto alguno durante los periodos siguientes, según el número de cuotas
que alcance el monto abonado.9

Dicha diferencia consiste en que los pagos adelantados únicamente


constituyen la cancelación de la cuota con anterioridad a su fecha de
vencimiento, mediante el abono de la misma suma prevista en el
cronograma pactado, sin que ello se dirija a obtener una reducción en el
pago de intereses, comisiones o gastos, como es el caso de los pagos
anticipados.10
9
La diferencia entre el pago adelantado y el pago anticipado se encuentra en el artículo 96 del Código
de Protección y Defensa del Consumidor:
“Artículo 96º.- Información proporcionada a los usuarios de manera previa a la celebración de los
contratos y documentos a entregar de forma obligatoria.
En toda operación comercial en que se conceda crédito al consumidor, incluyendo la oferta, el proveedor
está obligado a informar previa y detalladamente sobre las condiciones del crédito y la Tasa de Costo
Efectivo Anual (TCEA). Asimismo, dicha información debe ser incorporada en forma clara, breve y de fácil
entendimiento en una hoja resumen con la firma del proveedor y del consumidor, debiendo incluir lo
siguiente:
(…)
g. El derecho de efectuar el pago adelantado de las cuotas.
h. El derecho de efectuar el pago anticipado o prepago de los saldos, en forma total o parcial, con la
consiguiente reducción de los intereses compensatorios generados al día de pago y liquidación de
comisiones y gastos derivados de las cláusulas contractuales pactadas entre las partes, sin que les sean
aplicables penalidades de algún tipo o cobros de naturaleza o efecto similar.”

10
“El pago anticipado o derecho de prepago implica una cancelación antelada de los créditos obtenidos de
forma total o parcial, con la consiguiente reducción de los intereses compensatorios aplicables. Para tales
efectos, será necesario que la suma cancelada por el consumidor sea mayor a la que corresponda a la cuota
programada, lo cual implicará que tal exceso sea imputado al saldo pendiente de pago de las próximas
cuotas aún no devengadas y por ende, conlleve a la reestructuración del cronograma de pagos
previamente pactado, con la consiguiente reducción en el capital adeudado y en los intereses
compensatorios subsecuentes, los cuales tendrán que ser recalculados en función a esta modificación en la
obligación.

En orden con lo anterior, mediante los pagos anticipados, los consumidores cancelan anteladamente los
créditos obtenidos, por lo que al reducirse el plazo de dicho financiamiento, es pertinente que también se
aminore la contraprestación a cargo del consumidor, mediante una reliquidación de los intereses al día de
pago.
(…)
Los pagos adelantados, a diferencia de los pagos anticipados, sólo constituyen la cancelación de la cuota
prevista con anterioridad a su fecha de vencimiento, lo cual no genera una obligación a cargo del proveedor

s{1338974.DOCX v.1} 36
V.29. Para fundamentar dicho argumento, Indecopi se ampara en lo dispuesto en
el artículo 22° del Reglamento de Transparencia que se encontraba vigente
en dicha fecha, es decir, el aprobado mediante Resolución SBS N° 8181-
2012, sin la modificatoria aprobada por la Resolución SBS N° 1801-2014.

Dicho enunciado normativo contemplaba la posibilidad de que los


usuarios realizaran pagos anticipados sin que se condicione u obstaculice
su ejercicio. Sin embargo, también establecía que cuando se realizaran
pagos mayores a la cuota del periodo, pero por importes menores al total
de la obligación, era necesaria la manifestación de voluntad del
consumidor para que el proveedor determine si el pago recibido
obedece a uno u otro concepto.

V.30. En lugar de pronunciarse sobre dicho extremo, la Sala Superior se limitó a


repetir los argumentos del señor Zevallos, quien erróneamente manifestó
que dicho artículo señalaba que sin la manifestación de voluntad del
consumidor, el proveedor debía advertir que era intención del usuario
ejercer su derecho al pago anticipado con la intención de obtener una
liquidación de su deuda con la correspondiente reducción de intereses,
comisiones y gastos al día de pago, así como una reprogramación de la
misma; conforme al monto depositado por el cliente (todo esto sin una
manifestación de voluntad previa).

de liquidar nuevamente la deuda y las cuotas programadas. Así pues, en el caso de los pagos adelantados,
el consumidor efectúa la cancelación de una cuota días antes a la fecha de vencimiento de la obligación
(…)”.
(Resolución N° 2633-2010/SC2-INDECOPI del 22 de noviembre de 2010).

s{1338974.DOCX v.1} 37
Tal como puede verse, la Sala Superior debió advertir que el señor
Zevallos hace alusión al artículo modificado posteriormente, mediante
Resolución SBS N° 1801-2014, publicada el 18 de marzo de 2014.
Además, debió advertir que, la referida norma recién entró en vigencia el
31 de diciembre de 2014; otorgando con ello un plazo de adecuación a las
empresas del sector financiero hasta tal fecha. En consecuencia, en
aquellos casos donde los hechos se refieren a una presunta afectación del
derecho de pago anticipado y cuyo pago fue con anterioridad al referido
plazo de adecuación, recaería en el demandante la carga de probar que
manifestó expresamente al proveedor su voluntad de ejercer dicho
derecho.

No obstante, en la Resolución Recurrida la Sala Superior, si bien hace


mención a lo dispuesto por Indecopi, no analiza sus argumentos para
motivar la sentencia adecuadamente, y por lo tanto, concluye erradamente
lo siguiente:

V.31. En efecto, puede verse cómo la Sala Superior funda su decisión en una
interpretación errónea de la norma, en virtud de lo estrictamente señalado
por el demandante. Por otro lado, la Resolución Recurrida nada dice

s{1338974.DOCX v.1} 38
sobre por qué debería aplicarse una norma no vigente al momento de
los hechos en lugar de la norma vigente, que no exigía al Banco que se
comunique con el cliente sino que se le exigía a este último la
manifestación de su voluntad.

V.32. Otro de los argumentos planteados por el Indecopi en su absolución a la


apelación, y los mismos que fueron expuestos por Scotiabank a lo largo
del procedimiento administrativo, fue que la Línea Paralela y la Línea de
Crédito de su tarjeta de crédito eran productos distintos entre sí. Además,
que en el presente caso, la línea de crédito del señor Zevallos era de US$
3,403.00 (Tres mil cuatrocientos tres con 00/100 soles) y se le otorgó una
Línea Paralela de S/ 12,000.00 (Doce mil con 00/100 Soles), ambos
productos distintos entre sí.

La finalidad de dicho argumento fue responder a lo afirmado por el


demandante, quien señalaba que, en tanto su crédito por Línea Paralela y
línea de crédito de su tarjeta de crédito eran ambos el mismo producto, el
Banco no debió realizar direccionamiento alguno.

Sobre el particular, además de señalar que ambas líneas eran distntas entre
sí, Indecopi señaló que, conforme la definición contenida en la Resolución
SBS N° 6523-2013, Reglamento de Tarjetas de Crédito y Débito 11, las
11
RESOLUCIÓN SBS Nº 6523-2013, REGLAMENTO DE TARJETAS DE CRÉDITO Y DÉBITO,
publicada el 2 de noviembre de 2013
Artículo 3.- Tarjeta de crédito
La tarjeta de crédito es un instrumento que permite, de acuerdo con lo pactado entre la empresa
emisora y el titular, realizar operaciones con cargo a una línea de crédito revolvente, otorgada por la
empresa emisora a favor del titular. Con esta tarjeta, el usuario puede adquirir bienes o servicios en los
establecimientos afiliados que los proveen, pagar obligaciones o, de así permitirlo la empresa emisora y
no mediar renuncia expresa por parte del titular, hacer uso del servicio de disposición de efectivo u
otros servicios asociados, dentro de los límites y condiciones pactados; obligándose a su vez, a pagar el
importe de los bienes y servicios adquiridos, obligaciones pagadas, y demás cargos, conforme a lo

s{1338974.DOCX v.1} 39
tarjetas de crédito se definen como un instrumento que, de acuerdo a lo
pactado, permiten a los usuarios realizar operaciones con cargo a una línea
de crédito revolvente, siendo que, adicionalmente, a través de este medio
de pago pueden hacer uso del servicio de disposición de efectivo u
otros asociados.

Sobre los argumentos señalados anteriormente, no encontramos análisis


alguno en la Resolución Recurrida. Al respecto, lo único que concluye la
Sala Superior, como ya se ha señalado, es que el Banco debió verificar lo
que el cliente realizó, concluyendo además, erróneamente, que el cliente
pagó la suma total de lo adeudado en la Línea Paralela. Veamos:

Como se puede apreciar, no se presenta justificación alguna para


argumentar que el Banco debió inferir el destino de dicho abono, más aun
si en dicha fecha (16 de diciembre de 2013) las normas vigentes señalaban
que quienes debían manifestar su voluntad respecto al destino de sus
abonos eran los usuarios, y en el caso concreto, el señor Zevallos.

establecido en el respectivo contrato.

s{1338974.DOCX v.1} 40
V.33. Como se puede observar, la Sala Superior inclusive señala que el Juzgado
habría verificado que el capital pendiente de pago del préstamo del
demandante ascendía a la suma de S/ 10,015.99 (Diez mil quince con
99/100 Soles), cuando claramente se concluyó lo contrario en el
considerando octavo de la sentencia de primera instancia:

V.34. En relación con el monto total de la deuda, otro de los argumentos de


Indecopi fue que, el hecho que el señor Zevallos haya efectuado un abono
de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100 Soles) no constituyó el
monto total de la deuda, pues conforme se desprende de los actuados
administrativos, la deuda que mantenía con Scotiabank era un monto
superior al abonado por el mismo, por lo que no se podía deducir que su
intención fuera la de realizar un pago anticipado total de la deuda que
mantenía, ya que el monto abonado no era igual o superior al capital
pendiente de pago.

s{1338974.DOCX v.1} 41
Sobre este argumento, tampoco existe análisis alguno por parte de la Sala
Superior, y únicamente se lmita a replicar lo señalado por el demandante,
esto es, que el monto abonado era el total de la deuda y por lo tanto debió
interpretarse como el pago total de esta.

Por tanto, no cabe duda que la Sala Superior únicamente analizó los
erróneos argumentos del demandante, sin tomar en cuenta lo señalado por
el Indecopi a lo largo del proceso.

V.35. El último argumento de Indecopi respondió a lo señalado por el


demandante, sobre que supuestamente no existía una obligación de que los
saldos a favor sean aplicados al pago de los importes cargados a la tarjeta
de crédito del demandante, como en realidad sucedió.

Sobre ello el Indecopi señaló que, el artículo 132° de la Ley N.° 26702 12,
establece la facultad de las empresas del sistema financiero de compensar
entre las acreencias y los activos del deudor que mantuviera en su poder;
por tanto, ante la existencia en la tarjeta de crédito, el saldo acreedor
registrado por el abono de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100
Soles) se compensó válidamente parte de la deuda pendiente, lo cual le fue
informado a través de los estados de cuenta posteriores al abono del 16 de
diciembre de 2013.

12
 Artículo 132.- FORMAS DE ATENUAR LOS RIESGOS PARA EL AHORRISTA. 
En aplicación del artículo 87 de la Constitución Política, son formas mediante las cuales se procura,
adicionalmente la atenuación de los riesgos para el ahorrista:
(…)
11. El derecho de compensación de las empresas entre sus acreencias y los activos del deudor que
mantenga en su poder, hasta por el monto de aquellas, devolviendo a la masa del deudor el exceso
resultante, si hubiere. No serán objeto de compensación los activos legal o contractualmente
declarados intangibles o excluidos de este derecho. 

s{1338974.DOCX v.1} 42
Al respecto, no existe ninguna valoración por parte de la Sala Superior
sobre dicho argumento.

V.36. De lo anterior, podemos concluir que la Sala Superior ha cometido


omisiones graves en la motivación de la Resolución Recurrida. Ha
omitido pronunciarse respecto de fundamentos clave de Indecopi, los
cuales se encuentran estrictamente alineados a la postura de Scotiabank en
la controversia. La Sal Suprema podrá advertir que las omisiones
incurridas pueden llegar a ser incluso total respecto de algunos
fundamentos, y ello en clara vulneración del principio de congruencia
procesal y del principio de interdicción de la arbitrariedad.

Como es de su conocimiento, el principio de congruencia procesal se


encuentra reconocido en el artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Civil de la siguiente manera:

“Artículo VII.- Juez y Derecho.-


El Juez debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque
no haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente.
Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las
partes” [El énfasis y subrayado no corresponden al texto original]

V.37. Este principio obliga al órgano jurisdiccional que exista una relación de
concordancia entre la pretensión planteada por el justiciable y la decisión
judicial que se pronuncia respecto de aquella. Este principio se extiende a
lo que debe ser resuelto en las impugnaciones: es materia de grado los
vicios alegados en el medio impugnatorio.

s{1338974.DOCX v.1} 43
De acuerdo con lo señalado en la Casación N° 2975-2005 LIMA, en
relación al principio de limitación del agravio referido (congruencia en la
apelación), se ha establecido lo siguiente:

“NOVENO: Que, los poderes de la instancia de alzada están


presididos por un postulado que limita su conocimiento, plasmado en
el aforismo “tantum apellatum quantumm devollutum”, en virtud del
cual el órgano jurisdiccional superior solamente puede conocer
mediante apelación de los agravios que afectan al impugnante y que
tiene como fundamento el principio dispositivo.” [El énfasis y
subrayado no corresponden al texto original]

Conforme señala la Corte Suprema y siguiendo lo dispuesto con el


principio de congruencia, el Juzgador se encuentra en la obligación de
pronunciarse respecto de todos los pedidos formulados por las partes, así
como de todas las alegaciones expuestas en los medios impugnatorios o en
sus absoluciones.

Por tanto, una resolución que omite pronunciarse o no analiza los


argumentos expuestos por el demandado (como en el presente caso), viola
el principio de congruencia.

Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado:

“Que el derecho a la tutela judicial efectiva incluye como contenido


básico el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta
razonada, motivada, fundada en derecho y congruente con las
pretensiones oportunamente deducidas por las partes, de modo que
cuando la sentencia o la resolución que ponga fin al proceso guarde
silencio o no se pronuncie sobre alguna de las pretensiones
planteadas por las partes, dejando imprejuzgada o sin respuesta la
cuestión planteada a la consideración del órgano judicial, se

s{1338974.DOCX v.1} 44
produce una incongruencia omisiva o ex silentio, siempre que el
silencio judicial no pueda razonablemente interpretarse como una
desestimación tácita, cuya motivación pueda inducirse del conjunto
de los razonamientos contenidos en la resolución.

Desde la perspectiva constitucional, para que la incongruencia por


citra petita u omisión del pronunciamiento adquiera relevancia
constitucional y pueda ser constitutiva de una lesión del derecho a la
tutela judicial efectiva, se requiere que, por dejar imprejuzgada la
pretensión oportunamente planteada, el órgano jurisdiccional no
tutele los derechos e intereses legítimos sometidos a su jurisdicción,
provocando con ello la denegación de la justicia solicitada, lo que
lesiona el derecho a la tutela judicial efectiva reconocido en el inciso
3), artículo 139°, de la Constitución. 13” [El énfasis y subrayado no
corresponden al texto original]

Así, el Tribunal Constitucional señala que la incongruencia omisiva - la


misma que se configura en el presente caso- constituye una lesión del
derecho a la tutela judicial efectiva, al dejar sin juzgamiento la pretensión
oportunamente planteada

V.38. Es pertinente señalar que el ordenamiento nacional sanciona con nulidad


las decisiones que no se ajustan al principio de congruencia. Así, el inciso
6) del artículo 50 del Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente al
proceso contencioso administrativo, establece lo siguiente:

“Artículo 50.- Deberes.-


Son deberes de los Jueces en el proceso:
(…)
6. Fundamentar los autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad,
respetando los principios de jerarquía de las normas y el de
congruencia.” [El énfasis y subrayado no corresponden al texto
original]

13
STC N° 1333-2002-AA/TC

s{1338974.DOCX v.1} 45
V.39. Como podrán advertir de los párrafos anteriores, señores Jueces
Supremos, la Sala Superior incurre en un manifiesto vicio de
incongruencia citra petita o también denominada incongruencia omisiva,
al no haberse pronunciado sobre los argumentos de Indecopi al absolver el
recurso de apelación del demandante.

Como justiciables tenemos el derecho, no solo a ser escuchados, sino


también a recibir las razones adecuadas por las cuales se amparan o se
rechazan nuestros argumentos. Ello claramente no sucedió en la
Resolución Recurrida. La Sala Superior simplemente decidió no
pronunciarse sobre nuestros argumentos expuestos, por lo cual en
aplicación del artículo 50 inciso 6 del Código Procesal Civil, solicitamos
que la presente causal casatoria sea amparada.

 La Resolución Recurrida adolece de motivación aparente:

V.40. Señores Jueces Supremos, en la línea de lo expuesto previamente, en el


presente caso, la Sala Superior también incurre en supuesto de motivación
inexistente o aparente, vulnerando nuestro derecho a la debida motivación
de las resoluciones judiciales. Este supuesto se da, conforme explicaremos
a continuación, no solo por la omisión de pronunciarse respecto a nuestros
argumentos, sino por limitarse a repetir únicamente los argumentos del
demandante sin justificación razonable alguna.

Es decir, lejos de efectuar un análisis detallado sobre los argumentos


expuestos a lo largo del procedimiento administrativo, la Sala Superior
simplemente se limita a replicar lo expuesto por el demandante en su

s{1338974.DOCX v.1} 46
recurso de apelación. Como es de su conocimiento, señores Jueces
Supremos, la labor de las Salas Superiores en su calidad de instancias
revisoras, es justamente verificar la correcta aplicación del derecho y no
simplemente replicar los argumentos de lo expuesto por alguna de las
partes.

Ello, conforme veremos a continuación, implica una mera apariencia de


argumentación, cuando en realidad estamos ante una convalidación
carente de análisis y sustento legal.

V.41. Como es de vuestro conocimiento, el inciso 5 del artículo 139 de la


Constitución reconoce el derecho a obtener un pronunciamiento
jurisdiccional debidamente motivado y sustentado en derecho. Así, el
debido proceso se verá afectado cuando en el desarrollo del mismo el
órgano jurisdiccional deja de motivar sus decisiones o lo hace en forma
incoherente, en claro perjuicio del derecho de defensa de los justiciables.

Así, el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución dispone expresamente lo


siguiente:

“Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función


jurisdiccional:
(…)
5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se
sustentan (…)” [El énfasis y subrayado no corresponden al texto
original]

s{1338974.DOCX v.1} 47
De manera adicional, este deber jurisdiccional está recogido a nivel legal
en el artículo 50 del Código Procesal Civil, el cual a la letra señala:

“Artículo 50°.- Son deberes de los Jueces en el proceso:


(…)
6. Fundamentar los autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad,
respetando los principios de jerarquía de las normas y el de
congruencia (…)” [El énfasis y subrayado no corresponden al texto
original]

Vemos entonces que la motivación de las resoluciones tiene por función


específica convencer y persuadir a las partes de la razonabilidad de los
argumentos y la justicia de la decisión adoptada tratando de eliminar la
sensación que pudieran tener las partes sobre la presunta arbitrariedad o
irracionabilidad de la decisión judicial.

V.42. Sin embargo, señores Jueces Supremos, en el presente caso, la Sala


Superior ha incurrido en un manifiesto vicio de motivación. La
Resolución Recurrida contiene – como señalamos previamente – un
supuesto de motivación aparente. Al respecto, el Tribunal Constitucional
ha precisado que la motivación aparente se configura en el siguiente
supuesto:

“(…) [E]ste Colegiado Constitucional ha precisado que elcontenido


constitucionalmente garantizado de este derecho queda delimitado,
entre otros, en los siguientes supuestos:

a)       Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera


de toda duda que se viola el derecho a una decisión debidamente
motivada cuando la motivación es inexistente o cuando la misma es
solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las
alegaciones de las partes del proceso, o porque solo intenta dar un

s{1338974.DOCX v.1} 48
cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico.14” [El énfasis y subrayado no
corresponden al texto original]

V.43. ¿Por qué afirmamos que en el presente caso nos encontramos ante
una resolución con motivación aparente? Como podrá advertir la Sala
Suprema, la Resolución Recurrida no da cuenta de las razones mínimas
que sustentan su decisión.

En efecto, es a partir del considerando décimo primero que la Sala, en


virtud supuestamente de los antecedes expuestos, concluye lo siguiente:

DÉCIMO PRIMERO.- (…) A la fecha en la que se realizó el pago por


parte del señor Zevallos, se encontraba vigente la Resolución SBS N°
8181-2012, Reglamento de Transparencia de Información y
Contratación con Usuarios del Sistema Financiero del 25 de octubre
de 20123, destacando en su artículo 22 la regulación aplicable a los
pagos anticipados:

“Artículo 22.- Pagos anticipados


(…).

Los usuarios tienen derecho a efectuar pagos anticipados de las


cuotas o saldos, en forma total o parcial,
considerando para tal efecto, lo siguiente:
a. No deben establecerse condiciones, obstáculos o limitaciones para
el ejercicio de dicho derecho, tales como restricciones respecto al
momento, lugar o modalidad de pago aplicable.
b. Cuando se realice el pago anticipado del total de la obligación se
debe reducir los intereses al día de pago, deduciendo asimismo, las
comisiones y gastos derivados de las cláusulas contractuales
pactadas al día de pago.
c. Las empresas no pueden aplicar comisiones, gastos o penalidades
de algún tipo o cobros de naturaleza o efecto similar.
14S
STC N° 00728-2008-PHC/TC

s{1338974.DOCX v.1} 49
d. Cuando se realice el pago anticipado parcial en el caso de
obligaciones bajo el sistema de cuotas, esto es, cuando se realizan
pagos mayores a la cuota del periodo, pero por importes menores al
total de la obligación, sin perjuicio de proceder de acuerdo a lo
señalado en los literales precedentes, las empresas deben requerir a
los usuarios que señalen si debe procederse a la reducción del monto
o número de cuotas.

Las empresas deberán mantener a disposición de la


Superintendencia, una constancia de la elección realizada por el
usuario”. [Énfasis y subrayado agregado]

Acertadamente, la Sala señaló que era de aplicación el artículo 22 del


Reglamento de Transparencia sin la modificatoria de la Resolución SBS
N° 1801-2014. Sin embargo, a pesar de que la norma antes de la
modificatoria exigía la manifestación de voluntad del usuario para que el
Banco proceda a aplicar el pago anticipado parcial, la Sala Superior ha
señalado que, en caso exista una acción inusual de sus clientes, este debió
activar sus sistemas internos a fin de verificar lo que su cliente realizaba:

Como podrán advertir del fragmento citado, señores Jueces Supremos, sin
realizar un análisis detallado, la Sala Superior utiliza una interpretación
alejada de lo establecido en la norma. Así, sin mayor explicación concluye

s{1338974.DOCX v.1} 50
que el Banco debió comunicarse con el señor Zevallos luego de haber
percibido una acción inusual, a pesar que el cliente no cuestionó los
estados de cuenta de su tarjeta de crédito en su momento, los cuales le
fueron remitidos con posterioridad al abono del 16 de diciembre de 2013,
en donde se le informó sobre el saldo a favor generado en dicha tarjeta
producto de su pago de S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100 Soles)
y que este amortizaba su deuda en cada uno de los ciclos de facturación,
quedando pendiente la deuda por Línea Paralela. Como se ha demostrado
en el procedimiento administrativo, el cliente no cuestionó oportunamente
dichos documentos ni la información contenida en estos.

Asimismo, como ya se ha señalado, el mismo Contrato de la Tarjeta de


Crédito15 estipulaba que, si el cliente realizaba un pago mayor al del
Monto Total a pagar exigido durante la última facturación, el exceso no se
aplicaría automáticamente al saldo de las cuotas no vencidas, sino que este
tendrá que ser solicitado expresamente vía Citiphone Banking para que el
Banco modifique las condiciones iniciales de la compra.

V.44. Finalmente, la Sala Superior no se pronuncia sobre la falta de diligencia


del señor Zevallos. Por el contrario, ha señalado que “Asumir la lógica
aplicada por la autoridad administrativa y la A quo, únicamente pone en
desventaja al consumidor frente al banco, exigiéndole un nivel de
15
“11.- CUOTAS
(…)
Si el TITULAR realiza un pago mayor al del Monto Total a Pagar exigido durante la última facturación, el
exceso no se aplicará automáticamente al saldo de las cuotas no vencidas. Si el TITULAR desease prepagar
las cuotas no vencidas, con cargo al citado exceso, deberá solicitarlo expresamente vía Citiphone Banking
indicando la o las cuotas a ser prepagadas con dicho exceso. En tal caso, Citibank procederá a modificar las
condiciones iniciales de la compra en cuotas para atender la solicitud de EL TITULAR. En este caso, EL
TITULAR puede elegir por acortar el plazo de las compras en cuota o reducir el monto de cada una de las
cuotas pendientes. En cualquier caso, el cliente tendrá que comunicar su decisión al representante de
Citiphone Banking”.

s{1338974.DOCX v.1} 51
diligencia mayor al del usual consumidor de productos financieros en el
país, quien por lo general acepta las condiciones de la entidad financiera
ante la urgencia de liquidez.”

Al respecto, la Sala Superior no explica de qué manera el Banco exigió al


señor Zevallos “un nivel de diligencia mayor al de un consumidor
promedio”. En realidad, el demandante no fue diligente y fue por ese
motivo fue que Scotiabank se encontró obligado a realizar el reporte
correspondiente ante las centrales de riesgo.

V.45. Así pues, si el señor Zevallos tuvo la motivación de efectuar un pago


anticipado de su deuda total se esperaría que, en primer lugar, revise que
la operación se procesó conforme a su solicitud; y, de no advertir ello,
presente un reclamo ante la entidad financiera, lo cual no ocurrió en este
caso; sino hasta que no hubo saldo a favor que compensara la deuda que
se cargaba mensualmente.

Además, una vez agotado el saldo a favor que se originó por el abono de
los S/ 10,016.00 (Diez mil dieciséis con 00/100 Soles), correspondía al
demandante realizar los pagos que aún estaban pendientes; sin embargo,
este no ha acreditado que realizó pago alguno; motivo por el cual, ante el
incumplimiento de pago, el Banco realizó válidamente el reporte
correspondiente ante las centrales de riesgo.

V.46. A pesar de que los argumentos de Indecopi eran contundentes para


declarar infundado el recurso de apelación del demandante, ya que este no
demostró por qué no debió ser reportado ante las centrales de riesgo, la
Sala Superior decidió no analizarlos, tomando en cuenta únicamente los

s{1338974.DOCX v.1} 52
erróneos argumentos del demandante. Resulta evidente que a través de la
Resolución Recurrida, la Sala Superior no ha brindado las razones
mínimas que sustentan su decisión, lo cual configura, sin lugar a dudas, un
supuesto de motivación inexistente o aparente.

V.47. El Tribunal Constitucional ha señalado a través de la STC N° 03226-


2008-PHC/TC los siguiente:

“(…) la inexistencia de motivación o la motivación aparente es uno


de los supuestos que vulneran el derecho a la debida motivación de
las resoluciones Está fuera de toda duda que se viola el derecho a
una decisión debidamente motivada cuando la motivación es
inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que
no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o de
que no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o
porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato,
amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico. [El
énfasis y subrayado no corresponden al texto original]

El Tribunal Constitucional en la sentencia bajo comentario ha señalado


exactamente lo que ocurre en este caso: existe una motivación aparente
puesto que la Sala Superior no brindó las razones mínimas que sustentan
su decisión.

V.48. Señores Jueces Supremos, para efectos de un mejor entendimiento, es


necesario diferenciar la presente causal invocada, con la causal de
incongruencia omisiva desarrollada en el subacápite precedente.

A través de la motivación incongruente (omisiva) denunciamos que la


Sala Superior no se ha pronunciado sobre los argumentos de Indecopi. Es
decir, ni siquiera un pronunciamiento al respeto. A diferencia de ello, a

s{1338974.DOCX v.1} 53
través de la causal de motivación aparente, dejamos constancia que la Sala
Superior, no solo ha omitido pronunciarse respecto a nuestros argumentos,
sino que, además, pretende a través extensos párrafos de antecedentes y
normas, dar la “apariencia” de una debida motivación. Ello, para concluir
finalmente, sin brindar ni una sola razón al respecto, que el Banco debió
suponer que el pago del señor Zevallos estaba destinado al pago total de la
Línea Paralela, aunque el abono era menor que la deuda total, y aunque el
cliente no fue diligente y no siguió el procedimiento establecido en el
Contrato de la Tarjeta de Crédito.

V.49. Como podrán advertir, señores Jueces Supremos, resulta evidente que en
el presente caso estamos ante un típico caso de motivación aparente. En
primer lugar, porque no explica el por qué deben desestimarse los
argumentos de Indecopi. En segundo lugar, porque el extremo que
supuestamente analiza el recurso de apelación no es más que una
repetición de los argumentos del demandante.

Tomando en consideración lo expuesto, solicitamos a vuestra Sala


Suprema se sirva declarar la NULIDAD de la Resolución Recurrida y de
la sentencia de primera instancia, por vulnerar nuestro derecho a contar
con una resolución debidamente motivada.

VI. FUNDAMENTOS DE NUESTRAS CAUSALES CASATORIAS


REVOCATORIAS:

VI.1. En el supuesto hipotético y negado que se rechace nuestro pedido de


nulidad de la Resolución Recurrida, solicitamos a la Sala Suprema que,
emitiendo un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia, se sirva

s{1338974.DOCX v.1} 54
declarar fundada la demanda contenciosa administrativa en virtud de los
siguientes argumentos:

A. Indebida aplicación del artículo 22 del Reglamento de Transparencia


de Información y Contratación con Usuarios del Sistema Financiero,
aprobado mediante Resolución SBS N° 8181-2012

VI.2. Señores Jueces Supremos, como ha quedado plenamente acreditado a lo


largo de la presente controversia, Indecopi demostró que Scotiabank actuó
conforme al artículo 22 del Reglamento de Transparencia sin
modificatoria, es decir, el aplicable a los hechos del presente caso, Dicho
enunciado normativo establecía las pautas aplicables a los pagos
anticipados, totales o parciales que realicen los usuarios, manteniendo la
posibilidad de que un pago realizado antes del plazo pactado en un crédito
a cuotas pudiera considerarse como un pago anticipado o también como
un pago adelantado, siendo necesaria la manifestación de voluntad del
consumidor para que el proveedor determine si el pago recibido
obedece a uno u otro concepto.

VI.3. Como bien ha señalado la Comisión de Protección al Consumidor en el


punto 28 de su Resolución Final N° 2944-2017/CC1, para este tipo de
pagos, las empresas crean procedimientos para procesar los pagos
anticipados de sus clientes o establecen alguna formalidad en el contrato
de crédito, a fin de que el consumidor pueda comunicar su intención de
ejercer dicho derecho. Siendo así, el consumidor podrá presentar los
formularios, comprobantes de pago, comunicaciones escritas u otros
documentos que hayan sido emitidos en el marco de dichos

s{1338974.DOCX v.1} 55
procedimientos, que permitan acreditar su comunicación al proveedor en
ese sentido.

Así, por ejemplo, Scotiabank estableció un procedimiento determinado en


el Contrato de Tarjetas de Crédito, mediante las cláusulas generales de
contratación aprobadas administrativamente por la SBS, mediante
Resolución SBS N° 13010-2009 del 15 de setiembre de 2009. En la
cláusula onceava, se consignó lo siguiente:

“11.- CUOTAS
(…)
Si el TITULAR realiza un pago mayor al del Monto Total a Pagar
exigido durante la última facturación, el exceso no se aplicará
automáticamente al saldo de las cuotas no vencidas. Si el TITULAR
desease prepagar las cuotas no vencidas, con cargo al citado exceso,
deberá solicitarlo expresamente vía Citiphone Banking indicando la o
las cuotas a ser prepagadas con dicho exceso. En tal caso, Citibank
procederá a modificar las condiciones iniciales de la compra en
cuotas para atender la solicitud de EL TITULAR. En este caso, EL
TITULAR puede elegir por acortar el plazo de las compras en cuota o
reducir el monto de cada una de las cuotas pendientes. En cualquier
caso, el cliente tendrá que comunicar su decisión al representante
de Citiphone Banking”. (Énfasis y subrayado no corresponde al texto
original)

Pese a que dichos dispositivos sin lugar a duda son aplicables a la presente
controversia, la Sala Superior al emitir la Resolución Recurrida ha
concluido lo contrario. En efecto, de una lectura conjunta de dichos
enunciados normativos, podemos concluir que el Banco estableció un
procedimiento que debía seguir el cliente en caso deseara efectuar el pago
anticipado de los consumos realizados en cuotas, cláusula que fue objeto
de aprobación administrativa; y, en consecuencia, fue incorporada de

s{1338974.DOCX v.1} 56
manera automática a las contrataciones de tarjetas de crédito, tal como la
realizada por el señor Zevallos.

VI.4. No obstante, la Sala Superior, ignorando lo dispuesto en dichos


dispositivos, concluye que:

“DÉCIMO QUINTO: (…) Tal es así que la progresión de normas


pretende posicionar al consumidor financiero en un punto en el que
incluso no sea necesaria la manifestación de voluntad para que el
banco asuma su intención del ejercicio del derecho al pago
anticipado, que si bien no se encontraba vigente al momento que el
denunciante acudió a pagar el préstamo obtenido, ya el INDECOPI
ha indicado que venía resolviendo este tipo de casos bajo los indicios
que se obtenían en cada caso, como es el hecho que se pague una
cantidad igual o mayor al capital total adeudado.

Por estos motivos, y atendiendo a que el caso presenta hechos y


medios probatorios que refuerzan los argumentos formulados en la
denuncia del señor Zevallos, esta debió ser amparada en su
oportunidad, a fin de que el banco impute el pago a la deuda capital
total al 16 de diciembre de 2013 como un pago anticipado y no como
un pago adelantado.” (Énfasis y subrayado no corresponden al texto
original)

Señores Jueces Supremos, contrariamente a lo señalado por la Sala


Superior, en el presente caso el Banco cumplió con lo establecido en las
cláusulas aprobadas por la SBS y con el Reglamento de Transparencia
vigentes en ese momento, es decir, vigentes al momento en que el señor
Zevallos realizó el abono el 16 de diciembre de 2013, como ya lo hemos
señalado anteriormente.

Por lo tanto, el Banco no podría haber incumplido lo señalado en dichos


dispositivos legales, ya que se tratan de cláusulas utilizadas con todos sus

s{1338974.DOCX v.1} 57
clientes por igual. En conclusión, lo señalado por la Sala es absolutamente
contrario a ley.

VI.5. ¿Qué hubiese ocurrido si la Corte Superior hubiese aplicado de


manera debida el artículo 22 del Reglamento vigente?

De haber aplicado correctamente el artículo 22 del Reglamento vigente a


la fecha del abono, la Sala Superior habría podido fácilmente concluir que
el señor Zevallos no cumplió con el procedimiento contractualmente
establecido, ya que no existen medios probatorios que acrediten que el
señor Zevallos se haya comunicado con Scotiabank para brindar las
instrucciones respecto al abono efectuado en su tarjeta de crédito. En ese
sentido, lo que ocurrió fue que el pago recibido canceló la deuda generada
en el ciclo de facturación correspondiente y generó un saldo a favor en la
cuenta de tarjeta de crédito del denunciante, quedando pendiente un saldo
capital por Línea Paralela.

Conforme a la explicación brindada en párrafos precedentes, la


interpretación conjunta de dichos artículos permite concluir que el Banco
no ha cometido infracción alguna, pues solo cumplió con la normativa
vigente. En otras palabras, al recibir el abono de S/ 10,016.00 (Diez mil
dieciséis con 00/100 Soles), el cual no cancelaba el monto total de la
deuda de tarjeta de crédito del señor Zevallos, y al no haber comunicado
este que dicho abono tenía como finalidad un pago adelantado, Scotiabank
procedió a compensar válidamente la deuda de la tarjeta de crédito
generada por los seguros del señor Zevallos y demás cargos, según lo
establecido en el artículo 132 de la Ley N° 2670216.
16
Artículo 132.- FORMAS DE ATENUAR LOS RIESGOS PARA EL AHORRISTA. 

s{1338974.DOCX v.1} 58
VI.6. En consecuencia, Señores Jueces Supremos, ha quedado plenamente
acreditado que la Sala Superior incurre en infracción normativa, al haber
aplicado de manera indebida el Reglamento de Transparencia vigente al
momento del pago, el cual, de haberse interpretado en concordancia con lo
estipulado en el Contrato de Tarjeta de Crédito, habría concluido que el
Banco no cometió infracción alguna, y que más bien el señor Zevallos
debió actuar conforme a los procedimientos establecidos y aprobados por
la SBS.

B. Infracción normativa por inaplicación del artículo 1393 del Código


Civil:

VI.7. Señores Jueces Supremos, la Sala Superior no solo ha realizado una


incorrecta aplicación del artículo 22 del Reglamento de Transparencia, sino
también ha inaplicado un dispositivo esencial del Código Civil sobre las
cláusulas generales aprobadas por la autoridad administrativa, como es en
este caso, la SBS.

En efecto, se trata del artículo 1393° del Código Civil, aplicable de manera
supletoria al presente caso de acuerdo a lo señalado por el art. IX de su
Título Preliminar17, que establece: “Las cláusulas generales de

     En aplicación del artículo 87 de la Constitución Política, son formas mediante las cuales se procura,
adicionalmente la atenuación de los riesgos para el ahorrista:
(…)
11. El derecho de compensación de las empresas entre sus acreencias y los activos del deudor que
mantenga en su poder, hasta por el monto de aquellas, devolviendo a la masa del deudor el exceso
resultante, si hubiere. No serán objeto de compensación los activos legal o contractualmente
declarados intangibles o excluidos de este derecho. 

17
Artículo IX.- Aplicación supletoria del Código Civil

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contratación aprobadas por la autoridad administrativa se incorporan
automáticamente a todas las ofertas que se formulen para contratar con
arreglo a ellas, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1395”.

VI.8. Tal y como ya ha sido desarrollado previamente, la Sala Superior


desconoce lo estipulado en el Contrato de Tarjeta de Crédito cuyas
cláusulas se encontraban aprobadas por la SBS mediante Resolución SBS
N° 13010-2009, en específico, la cláusula onceava que, como ya hemos
señalado previamente, estipulaba que, en el supuesto de realizar un pago
anticipado, el titular de la tarjeta debía comunicarse con el Citiphone
Banking, a efectos de instruirlos sobre el referido pago. Por tanto, no era
suficiente efectuar un abono en la cuenta, sino que además debió
direccionar para que dicho monto sea imputado como un pago anticipado.

VI.9. En la Resolución Recurrida, la Sala Superior cita la cláusula onceava


mencionada, para finalmente concluir lo siguiente:

“DÉCIMO SEGUNDO.- (…) El INDECOPI señala que para


efectuar el pago anticipado total, el señor Zevallos debía
comunicarse con la línea de atención de la entidad financiera a
efectos de dar a conocer sobre dicha cancelación, y no era suficiente
el abono a la cuenta. Es de considerar que, las entidades financieras
como lo es Scotiabank, tienen la obligación de acreditar
fehacientemente el sustento de la deuda cuyo pago pretenden; sin
embargo, también es cierto que pueden existir otros medios, que
según el caso, pueden darnos indicios de lo que se pactó al adquirir
un préstamo y, en este caso en particular el señor Zevallos no ha
negado el crédito, por lo que se puede estar a las cláusulas generales
de contratación aprobadas por la Resolución SBS N° 13010-2009

Las disposiciones del Código Civil se aplican supletoriamente a las relaciones y situaciones jurídicas
reguladas por otras leyes, siempre que no sean incompatibles con su naturaleza.

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del 15 de setiembre de 2009. De otro lado, también debemos tomar
en cuenta que, son pocos los clientes que concurren al mercado de
las finanzas con conocimientos del mismo, pero es el banco, experto
en el tema por ser el proveedor de los servicios que brinda y por
realizar de manera regular estas actividades el que, ante una acción
inusual de sus clientes, en aplicación del principio de buena fe de
confianza y lealtad entre las partes, como el de pro consumidor,
active sus sistemas internos a fin de verificar lo que su cliente
realiza”. [Énfasis y subrayado no corresponden al texto original]

No obstante, Señores Jueces Supremos, lo afirmado por la Sala Superior es


incorrecto, ya que, si se hubiese aplicado el artículo 1393 del Código Civil,
la Sala Superior hubiese concluido que, al ser la cláusula onceava una
cláusula general aprobada administrativamente, esta se incorpora
automáticamente a todas las ofertas que se formulen para contratar con
arreglo a ellas.

VI.10. En ese sentido, al aplicar correctamente este artículo, no sería lógico pensar
en “que pueden existir otros medios, que según el caso, pueden darnos
indicios de lo que se pactó al adquirir un préstamo”, ya que la exigencia
de comunicar al Banco al realizar un pago anticipado se encontraba
claramente estipulado en las cláusulas generales de contratación, las cuales
fueron incorporadas de manera automática a las contrataciones de tarjetas
de crédito, tal como la realizada por el señor Zevallos.

Asimismo, tampoco sería lógico pensar que “son pocos los clientes que
concurren al mercado de las finanzas con conocimientos del mismo”, si es
que al momento de adquirir su tarjeta de crédito, el Banco le proporcionó al
señor Zevallos el Contrato de Tarjeta de Crédito que contenía las cláusulas
generales de contratación aprobadas por la Resolución SBS N° 13010-
2009, ya que el demandante tuvo acceso a estas condiciones cuando

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adquirió su tarjeta de crédito, así como también podía encontrarlas a través
de la página web del Banco e incluso en las instalaciones del mismo.

VI.11. Como comentario a dicho artículo del Código Civil, el doctor Manuel de la
Puente y Lavalle ha señalado lo siguiente18:

“La novedad de este sistema (sobre las cláusulas aprobadas por la


autoridad administrativa) es que no se requiere el conocimiento del
contenido de las cláusulas generales por el destinatario de la oferta,
bastando que sepa su existencia. No es una presunción de
conocimiento, sino una declaración legal de la falta de necesidad de
éste.” [Énfasis y subrayado no corresponden al texto original]

Finalmente, señala que:

“El hecho que en nuestro sistema el destinatario de la oferta pueda no


conocer las cláusulas generales aprobadas administrativamente, se
debe únicamente a que dicho destinatario no actuó con la debida
diligencia especial que se le exige en este tipo de contratación
masiva. No debe olvidarse que las cláusulas existen, aunque se ignore
su contenido”. [Énfasis y subrayado no corresponden al texto original]

VI.12. En este orden de ideas, es evidente que, de una manera completamente


antojadiza y arbitraria, la Sala Superior ha decidido inaplicar el artículo
1393 del Código Civil, desconociendo la aplicación de las cláusulas
generales de contratación que, según la norma, se incluyen de forma
automática a los contratos de adhesión.

18
De la Puente y Lavalle, M. (1996). El contrato en general: comentarios a la sección primera del libro VII
del código civil (3.ª ed.). Lima: Palestra Editores. pp. 606–607.
 

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Conforme lo señalado por la doctrina, al incluirse las cláusulas generales
aprobadas por autoridad administrativa en un contrato, ya no es exigible
demostrar que el demandante tenía conocimiento de dichas cláusulas, pues
bastaba que supiera de la exigencia de éstas. Asimismo, el único motivo
por el cual el señor Zevallos no cumplió con el procedimiento establecido
en estas cláusulas fue su poca diligencia.

VI.13. Como pueden ver, señores Jueces Supremos, la Sala Superior no ha


tomado en cuenta el artículo 1393 del Código Civil, que es obligatoria
aplicación cuando se contrata masivamente con cláusulas aprobadas
administrativamente, en el caso concreto, por la SBS.

VI.14. Debido a lo expuesto, señores Jueces Superiores, solicitamos que se sirva


revocar la Resolución Recurrida, y reformándola, declare INFUNDADA
la demanda en todos sus extremos.

VII. EXPRESIÓN DE AGRAVIOS

VII.1. La Resolución Recurrida nos causa un manifiesto agravio, ya que incurre


en diversas infracciones normativas que atentan contra nuestro derecho al
debido proceso y a recibir tutela jurisdiccional efectiva. Del mismo modo,
la Resolución Recurrida nos causa agravio en el extremo que avala la
incorrecta aplicación del artículo 22 del Reglamento de Transparencia y la
inaplicación del artículo 1393 del Código Civil.

POR TANTO:
Solicitamos a la Sala Superior se sirva conceder el presente recurso de casación y
remitir el expediente a la Corte Suprema de Justicia.

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PRIMER OTROSÍ DECIMOS: Que, cumplimos con adjuntar en calidad de
anexos los siguientes documentos:

Anexo A: Ficha RUC de Scotiabank.

Anexo B: Copia del DNI del representante de legal de Scotiabank.

Anexo C: Vigencia de poder del representante de Scotiabank.

Anexo D: Papeletas de habilitación de nuestros abogados


patrocinantes.

SEGUNDO OTROSÍ DECIMOS: Que, por convenir a nuestro derecho,


variamos nuestro domicilio procesal a la Casilla N° 9631 del Colegio de
Abogados de Lima – Sede Miraflore s, así como la Casilla Electrónica N°
92549.

TERCER OTROSÍ DECIMOS: Que, por convenir a nuestro derecho,


delegamos las facultades generales de representación previstas en el artículo 74
del Código Procesal Civil a los doctores José Guillermo Aguado López con
Registro CAL 44495 y Milo Ruiz González identificado con Registro CAL
63875. Para estos efectos declaro estar debidamente instruido de las facultades
que confiero y señalo como domicilio el indicado en el exordio del presente
escrito.

CUARTO OTROSÍ DECIMOS: Que, autorizamos a los señores Rolando del


Águila Ramírez, Stefano Lobatón Ramírez, Marian Gonzales Quispe, Rossmery

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Almerco Herrera, Aarón Villón León, Javier Villamarín Arguedas y Marcelo
Garaycochea Bueno para que, cualquiera de ellos, indistintamente, pueda revisar
el expediente, tramitar exhortos y oficios, solicitar y obtener copias del
expediente y demás trámite administrativo necesario.

QUINTO OTROSÍ DECIMOS: Que, de conformidad con lo dispuesto en la


Resolución Administrativa N° 123-2020-CE, mediante la cual autoriza el uso de
la Solución Empresarial Colaborativa denominada “Google Hangouts Meet” para
las comunicaciones de los abogados y litigantes con los jueces del país,
señalamos como correo electrónico la dirección
aguadoyruizabogados@gmail.com; así como el Celular N° 989 858 898.

SEXTO OTROSÍ DECIMOS: Que, cumplimos con adjuntar el arancel


correspondiente por derecho de interponer recurso de casación y cédulas de
notificación en número suficiente.

Lima, 20 de octubre de 2020

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