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Aspectos formales
La tercera prueba solemne consiste en pensar recomendaciones para los padres y para
los profesores.
Cuando escriba las recomendaciones unifique el estilo de escritura. Por ejemplo, si va a
escribir iniciando con verbo en infinitivo (terminaciones ar, er, ir), las recomendaciones
estarán escritas como objetivos.
También puede utilizar otro estilo, tal como “Se recomienda…”; “Considerando
que…”, etc., dependiendo de la recomendación que esté escribiendo.
No mezcle estilos, elija uno u otro.
Una vez hecha la elección de la patología o trastorno, señale las razones por las cuales
lo seleccionó. Indique cuáles son los aspectos del trastorno que más le ha llamado la
atención, siempre pensándolo en niños y adolescentes.
El tema que se abordará será la depresión, la cual se identifica como un trastorno del
ánimo que se puede manifestar a cualquier edad, modulándose por un periodo evolutivo
en el que sujeto se encuentre, pudiendo expresarse distintas conductas disfuncionales,
afectando en su desarrollo correspondiente.
La razón por la cual se escogió este trastorno fue debido al importante papel que juega
en desarrollo y bienestar de un sujeto, alterando características como humor,
emocionalidad, y aislamiento social, además de ser un trastorno que se pueda presenciar
en cualquier tipo de edad. Ahora bien, para poder comprender mejor este trastorno se
plasmará la visión teórica de los diferentes autores y cómo estos evidenciaron esta
anomalía en la etapa infante.
Mahler, por ejemplo, sitúa una etapa depresiva en el infante que se presencia entre los
16 y 24 meses, en donde el niño es consciente de la separación e individuación entre sus
cuidadores, y evidencia la perdida de su omnipotencia. La madre deja de ser
todopoderosa, pierde capacidad de protección y surge un movimiento depresivo frente a
esta relativa decepción del objeto materno y la percepción de una nueva individualidad
y debilidad.
Por otra parte, Spitz descubre ciertas manifestaciones en niños que carecían de cuidado
e intercambio emocional de sus cuidadores, observaba tristeza, llanto y una evitación
progresiva de contacto personal, poco apetito, perdida de peso, insomnio, desnutrición,
entre otros, que podían llegar a la muerte.
Bowlby a su vez observó que el niño luego de establecer la separación de lazo con su
madre le provoca una sensación de duelo que contiene 3 etapas:
1) protesta: se evidencia a través de llantos, el infante se agita, y demanda más atención
2) desesperación:
3) desvinculación: acepta la interacción con los demás como cuidados, comida y
juguetes, sin embargo, cuando vuelve a ver a su madre se vuelve indiferente, sin
reconocerla, evitándola o llorando.
Motivo de consulta
El paciente varón de 15 años acude a consulta obligado por su madre tras esta ver un
claro decaimiento en su estado anímico y aislamiento.
Antecedentes relevantes
El paciente actualmente convive solo junto a su madre. Sus padres se separaron cuando
él tenía 4 años tras mantener una relación muy agresiva y conflictiva. El contacto con
su padre era de 2 veces por semana, lo cual cambio por el nuevo trabajo que este
consiguió lo cual le limita poder ver al paciente tan seguido. El quiebre de la relación
entre sus padres jugó un papel importante para su desarrollo ya que la madre tras la
ruptura presentó comportamiento agresivo y brusco frente al paciente que le generaron
un constante comportamiento de inseguridad. El paciente no mantiene un rendimiento
escolar sobresaliente sino más bien regular, pero con el inicio de este año escolar se ha
vuelto por bajo lo acostumbrado, afirma que se ha visto desmotivado en este ámbito
como como también en otros recreativos.
El paciente afirma que durante los últimos meses se ha sentido mas aislado y estresado
tras el inicio del nuevo año escolar, en donde no mantiene mayor interés ni esfuerzo,
comenta también que al no poder ver a su padre de forma tan lo mantiene muy triste
pues sostiene un buen lazo de confianza con él y le ayudaba a sobrellevar los problemas
de su casa. Añade también que últimamente no comparte con sus compañeros ni
amigos, no acude a ellos para hablar acerca de su forma de sentirse porque cree que los
puede molestar, lo cual lo ahoga y aísla en sus emociones de tristeza.
RECOMENDACIONES
1. Se sugiere a los padres que elaboren un plan de intervención manejado por un psicólogo
profesional a través de psicoterapia con lineamiento psicoanalítico, en donde se genere
una relación terapéutica que se analice y corrija los patrones de mala adaptación debido
al déficit, en donde se puedan trabajar donde están los nudos de la problemática y
conflictos para desde ahí abordar al paciente.
2. En el plano afectivo se recomienda hacer consciente a los padres del trastorno depresivo
que padece su hijo para generar un ambiente mas grato y menos conflictivo en su
relación y ambiente