Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CUSCO
Escuela Profesional de BIOLOGIA
LA CROMATINA
Cusco – Perú
2019
Lista de contenido
Resumen 5
Historia de la cromatina 6
LA CROMATINA 9
El nucleosoma 9
La fibra de cromatina 11
1.2.1Dinámica de la cromatina 12
1.2.1.1 Autoasociación de la cromatina 14
1.2.2 Modelos estructurales 15
1.2.2.1 Modelo de solenoide 17
1.2.2.2 Modelo de superbead 18
1.2.2.3 Modelos helicoidales de doble origen 18
1.2.3 Modelo de solenoide interdigitado compacto 19
1.2.3.1Electroforesis de cromatina 22
1.2.3.3 Modelo de solenoid 22
1.3.1.1Histonas 24
1.4. ¿Cómo se encuentra la cromatina en las células? 24
1.5. Sitio de hipersensibilidad de DNAsa 25
1.6. Clases de cromatina. 28
1.7. La cromatina durante el ciclo celular 46
1.8. La secuencia influye en el estado funcional de la
cromatina 49
1.9. Modificaciones epigenéticas 51
1.10. Relación entre secuencia, estructura y función de
la cromatina: territorios cromosómicos 63
1.11. La Estructura de la Cromatina 66
1.12. Los complejos remodeladores de cromatina 69
INTRODUCCIÓN
4
Resumen
La Biología Celular e Histología Médica y Bioquímica son materias básicas
que se encuentran en el currículo del estudiante del primer año de medicina. Cada
materia aborda aspectos distintos sobre el material genético y sobre el organelo que
lo contiene; en Bioquímica se revisan los aspectos metabólicos del ácido
desoxirribonucleico (DNA) y en Biología Celular e
Histología Médica se estudia al núcleo desde el punto de vista orfológico y
tintorial.
Aunque es claro que el material genético está contenido dentro del núcleo,
para muchos estudiantes esta asociación parece no ser tan obvia, y con el correr del
tiempo al médico general se le olvida.
Por ello, desde la trinchera de las Ciencias Básicas, consideramos importante
establecer la clara asociación entre el núcleo (como se describe en Histología) y la
duplicación del material genético (como se revisa en Bioquímica). Se agregó además
el concepto de “micronúcleo”, que es la evidencia morfológica de fallos durante la
duplicación (o la segregación) del material genético durante la división celular, lo
que está implicado en procesos de malignización celular. Consideramos pues, que al
leer este escrito, los estudiantes podrán analizar al mismo tiempo estos componentes
tisulares con “ojo histológico-bioquímico”, integrar lo aprendido en ambas
asignaturas y establecer relación con los procesos patológicos, mientras al médico
general le permitirá “regresar por las sendas ya visitadas”.
5
Historia de la cromatina
Las células eucariotas son una entidad bastantes transparentes a la luz,
por ello los microscopistas pioneros que iniciaban los estudios citológicos de
la organización estructural y funcional de la célula eucariota utilizaron
diferentes tipos de colorantes para teñir las distintas estructuras celulares. El
Aparato de Golgi, Retículo endoplasmático, el núcleo, nucleolos,
cromosomas, neurofibrillas, etc... fueron orgánulos y estructuras de la célula
que fueron descubiertos por diferentes científicos utilizando distintos
métodos de tinción:
La cromatina fue descubierta y nombrada por un médico alemán
Walther Flemming (1843 – 1905) como una estructura celular que se teñía
fuertemente con colorantes basófilos, tintes básicos derivados de la anilina.
W. Flemming describió además la aglomeración (condensación) de la
cromatina para formar unos delicados hilos en el núcleo celular, los
cromosomas (del griego cromo y soma, literalmente cuerpos coloreados) tal
como fueron nombrados más tarde por el anatomista germano Wilhelm von
Waldeyer-Hartz (1836-1921). El científico belga Edouard Van Beneden
(1846-1910) observó los cromosomas también independientemente. Sucesos
de descubrimientos coincidentes de este tipo ocurren muchas veces en la
investigación científica, donde dos o más autores descubren un hecho,
fenómeno, proponen un concepto o una explicación teórica de manera
independiente (e.g. el descubrimiento por Charles Darwin y Alfred Russell
Wallace de la la Selección Natural).
W. Flemming acuño también el termino mitosis (del griego μιτοῦν,
tejer, y -sis acción , literalmente se puede decir acción de tejer los hilos- mito,
μίτος, hilo- cromosómicos,) al investigar el proceso de división celular, el
movimiento y distribución de los cromosomas a los núcleos de las células
hijas. También por primera vez propuso en base a su observación
experimental que todos los núcleos celulares proviene de otro núcleo
predecesor, idea que resumió en la frase omnis nucleo e nucleo después de
6
que Wirchow acuñara el aforismo omnis cellula e cellula. W. Flemming es
considerado por ello el científico fundador de la citogenética: el estudio de la
relación que los cromosomas tienen en la herencia. Desde entonces un largo camino
de desarrollos conceptuales y de técnicas experimentales (genéticas, bioquímicas,
biofísicas, de microscopia) ha permitido establecer el conocimiento actual de la
estructura y función de la cromatina que W. Flemming descubrió.
En 1885, el embriólogo belga Eduard van Beneden descubrió que los óvulos
y espermatozoides tienen sólo la mitad de cromosomas que las células ordinarias de
un organismo. Cuando se unen un óvulo y un espermatozoide, el óvulo fertilizado (el
cigoto) posee ya la serie completa de cromosomas (la mitad aportada por la madre
y la mitad por el padre). Y a partir del cigoto, el juego completo de cromosomas se
transmite al resto de células que forman el organismo mediante las sucesivas
duplicaciones y reparto a las células hijas en las divisiones celulares.
Hoy en día se usa una terminología especial para describir esto: se dice que el
número de cromosomas de las células somáticas es de 2n. Durante
la mitosis (división celular), el número de cromosomas se mantiene. Una célula con
2n cromosomas duplica su material genético (de 2n a 4n cromosomas) antes de
7
dividirse para formar dos células con 2n cromosomas cada una. Asimismo,
cada una de las células hijas recibe una copia de cada cromosoma de la célula
madre.
8
LA CROMATINA
La cromatina es el conjunto de ADN, histonas y proteínas no histónicas que
se encuentra en el núcleo de las células eucariotas y que constituye el cromosoma
eucariótico. Las unidades básicas de la cromatina son los nucleosomas. Éstos se
encuentran formados por aproximadamente 146 pares de bases de longitud (el
número depende del organismo), asociados a un complejo específico de 8 histonas
nucleosómicas (octámero de histonas). Cada partícula tiene una forma de disco, con
un diámetro de 11 nm y contiene dos copias de cada una de las 4 histonas H3, H4,
H2A y H2B. Este octámero forma un núcleo proteico alrededor del que se enrolla la
hélice de ADN (da aproximadamente 1,8 vueltas). Entre cada una de las asociaciones
de ARN e histonas existe un ADN libre llamado ADN "espaciador", de longitud
variable entre 0 y 80 pares de nucleótidos que garantiza flexibilidad a la fibra de
cromatina. Este tipo de organización, permite un primer paso de compactación del
material genético, y da lugar a una estructura parecida a un "collar de cuentas".
Posteriormente, un segundo nivel de organización de orden superior lo
constituye la "fibra de 30nm" compuestas por grupos de nucleosomas empaquetados
uno sobre otros adoptando disposiciones regulares gracias a la acción de la histona
H1.Finalmente continua el incremento del empaquetamiento del ADN hasta obtener
los cromosomas que bservamos en la metafase, el cual es el máximo nivel de
condensación del ADN.
El nucleosoma
9
H4 flanqueado por dos dímeros de H2A-H2B. Las histonas son pequeñas
proteínas básicas con una región central altamente estructurada (denominada
dominio de plegamiento de histona) y las colas N y C terminales que no
adoptan una estructura secundaria definida. Las histonas se distribuyen en el
octámero como una superhélice espiral de proteínas que forma una rampa
sobre la que se coloca el DNA (Arents et al., 1991; Arents y Moudrianakis,
1993).
Cada octámero tiene aproximadamente 1.7 vueltas de DNA alrededor
suyo y cada nucleosoma es conectado al siguiente por un DNA de unión, la
longitud del cual varía dependiendo de la especie o incluso del tipo de célula.
Diferentes nombres han sido utilizados para diferentes tipos de estructura
nucleosomal en función de la longitud del DNA unido a éste. El octámero
de histonas con 146 pb de DNA enrollado a su alrededor tiene el nombre
de partícula núcleo. La misma estructura con una molécula de histona H1 (H5
en aves) unida al DNA en el punto donde éste entra y sale de la partícula
núcleo (aproximadamente 170 pb de DNA) es conocido como el
cromatosoma. La estructura completa, incluyendo el DNA de unión
(aproximadamente 35 pb), la partícula núcleo y la histona H1/H5, forman el
nucleosoma sensu stricto (ver figura 1.1.1A). La formación de la fibra
nucleosomal compacta el DNA 7 veces, y produce una fibra de cromatina de
10 nm de diámetro correspondiente a lo observado por microscopía
electrónica cuando las muestras están preparadas a baja fuerza iónica.
A B
1
0
Figura 1.1.1 Estructura de la partícula núcleo, cromatosoma y nucleosoma
(Sumner, 2003) (A). Estructura del nucleosoma a una resolución de 2.8 Å (Rhodes,
1997) (B).
1
1
fibras observadas en cromatina obtenida a partir de núcleos interfásicos
(Thoma et al., 1979).
1.2.1 Dinámica de la cromatina
Es conocido que la cromatina participa activamente en un gran
número de procesos celulares (e.g. transcripción y replicación), sin embargo,
la función principal que se le atribuye es la del plegamiento del DNA.
Los primeros estudios sobre la importancia de las histonas de unión en
la estructura de la fibra de 30 nm, revelaron que éstas tenían un papel
esencial. Thoma y Koller (1981), vieron que la ausencia de solamente el 10%
de las histonas H1/H5 impedía el plegamiento de la cromatina en la estructura
condensada de 30 nm. Sin embargo, experimentos más recientes con
Tetrahynema, demostraron que este organismo podía crecer normalmente con
la ausencia total de las histonas de unión (Dasso et al., 1994; Wolffe et al.,
1997). A pesar de esta observación, se pudo apreciar que el tamaño del núcleo
se incrementaba dos veces. Este incremento en el tamaño sugiere una menor
compactación de la cromatina debido a la ausencia de las histonas de unión.
Por tanto, parece ser que las fibras de cromatina formadas sin la presencia de
histonas de unión no presentan la misma estructura que las fibras de
cromatina nativas. Este hecho viene confirmado por estudios realizados en
nuestro laboratorio (Bartolomé, 1994), en los cuales fibras de cromatina sin
histonas H1 tienen un comportamiento diferencial en geles de agarosa no
desnaturalizados en presencia de 1.7 mM de Mg2+, respecto a las fibras
nativas. Otro elemento clave estructural para la fibra de cromatina son las
colas N y C terminales de las histonas. Experimentos realizados mediante
digestiones enzimáticas han demostrado que la integridad de dichas colas es
absolutamente esencial para la formación de la fibra de 30 nm (Fletcher y
Hansen, 1996; Widom, 1998).
El proceso de compactación de la cromatina es dependiente de la
concentración y de la naturaleza de los iones presentes en el medio. Así, se ha
observado que la concentración de iones monovalentes necesarios para
provocar el plegamiento de la cromatina es mayor que la de iones divalentes
(Thoma et al., 1979; Ausió et al., 1984; Widom, 1989; Hansen, 2002). Este
1
2
efecto forma parte de un fenómeno más amplio que implica que cuanto mayor es la
valencia del ion, mayor es su capacidad estructurante, siendo menor la concentración
necesaria para plegar la cromatina (Koch et al., 1988). Utilizando estas
observaciones y la teoría de los polielectrolitos de Manning (1978), Clark y Kimura
(1990) realizaron un estudio que les permitió concluir que el plegamiento de la
cromatina es un proceso de naturaleza electroestática. En este mismo sentido,
Subirana (1992) postuló que el plegamiento de la cromatina podía ser producto de la
neutralización de las cargas del DNA. Así, al aumentar la fuerza iónica, la fibra de
cromatina se plegaría buscando la estructura con un mínimo de energía.
Sin embargo, los fenómenos de plegamiento-desplegamiento en la cromatina
in vivo debidos a una variación en la fuerza iónica, deben de ser diferentes respecto a
lo observado in vitro, puesto que las condiciones iónicas del núcleo celular son
suficientemente elevadas como para que la cromatina se encuentre empaquetada en
forma de fibra de 30 nm (Alberts et al., 2002). En la célula, muchos de los
fenómenos locales de condensación-descondensación se producen gracias a la unión
de factores de transcripción u otras proteínas en secuencias específicas iniciando la
desestructuración de una zona concreta del genoma (ver por ejemplo Adams y
Workman, 1995; Tsukiyama et al., 1995). Estas proteínas, incluso pueden modificar
químicamente a las histonas mediante procesos de acetilación (Marsmorstein y Roth,
2001), metilación (Zhang y Rheinberg, 2001), fosforilación (Wolffe y Hayes, 1999),
ubiquitinización y ribosilación, ayudando así a la desestabilización de la fibra de 30
nm.
La fuerza iónica también juega un papel fundamental en la estructura de la
cromatina cuando se encuentra en su nivel más elevado de compactación. Diversos
autores han trabajado con cromosomas metafásicos, sometiéndolos a diferentes
cambios de concentración iónica (Maniotis et al., 1997; Bojanowski y Ingber, 1998;
Poirier et al., 2002). En estos experimentos se apreció como los cromosomas se
condensaban y descondensaban de forma reversible, confirmando que las
interacciones electroestáticas en la cromatina son esenciales en el mantenimiento de
la estructura del cromosoma metafásico. En el interior de la célula eucariota existe
una gran cantidad de iones (tabla 1.2.1) que con toda probabilidad tienen un papel
crucial en estas interacciones electroestáticas, especialmente los iones monovalentes
1
3
(Na+ y K+) y divalentes (Mg2+ y Ca2+). Strick et al. (2001) investigaron la
distribución tridimensional de estos iones en la célula durante la interfase y la
mitosis celular. Estos estudios realizados por microscopía iónica de barrido
han mostrado que los cationes Mg2+ y Ca2+ son específicamente requeridos
por la célula para la condensación de la cromatina en cromosomas mitóticos.
Tabla 1.
Na+ 5-15a/b
K+ 140a/b
Mg2+ en núcleo interfásico 2-4c Mg2+ en
cromosoma metafásico (1) 12-22c
Ca2+ en núcleo interfásico 4-6c Ca2+ en
cromosoma metafásico (2) 20-32c
Cl- 4-15a/b
CO3H- 10b
Fosfato 11b
ATP 5-10b/c
1
4
un plegamiento correcto de la fibra de cromatina, la continuidad del DNA entre los
diferentes nucleosomas no parece ser tan importante. Ruiz-Carrillo et al. (1980)
observaron que la digestión de la cromatina con nucleasa micrococal no afectaba a la
estructura de la fibra. Este resultado indica que las interacciones histona-histona e
histona-DNA son suficientes para mantener la estructura compacta de la cromatina.
Evidencias a favor de la autoasociación de la cromatina han sido encontradas por
diferentes grupos (Jorcano et al., 1980; Pérez-Grau et al.,1982). Más recientes son los
trabajos de Bartolomé et al. (1994) en los cuales, mediante técnicas electroforéticas y
de microscopía electrónica en condiciones estructurantes, se demostró que
fragmentos de cromatina de 3-4 nucleosomas podían autoasociarse formando
estructuras muy similares a las fibras nativas de cromatina.
Por otro lado, experimentos con microscopía de luz polarizada y con
criomicroscopía electrónica han mostrado pruebas a favor del apilamiento de
nucleosomas en columnas fuertemente empaquetadas formando hexámeros, en
presencia de poliaminas y NaCl 100 mM (Leforestier et al., 1999). También han sido
observadas otras estructuras autoorganizadas en forma bicapas, bajo condiciones
similares a las fisiológicas (Leforestier et al., 2001). Presumiblemente estos
resultados están directamente relacionados con otros trabajos previos procedentes de
diferentes laboratorios que muestran que partículas núcleo aisladas tienen una fuerte
tendencia para interactuar a través de sus caras formando arcos y hélices compactas
(Finch et al., 1977; Dubochet y Noll, 1978; Uberbacher y Bunich, 1985).
El apilamiento de partículas núcleo en estas estructuras podría ser debido a
las interacciones electroestáticas entre las histonas del octámero. De hecho, los
estudios por cristalografía de rayos X del nucleosoma (Luger et al., 1997) han
mostrado que las colas extendidas amino terminales de las histonas podrían
interaccionar entre sí entre nucleosomas adyacentes. A pesar de que las figuras
autoasociadas observadas no se parecen a las fibras de cromatina nativas, algunos
autores han sugerido que las interacciones cara-cara entre nucleosomas podrían ser la
fuerza que llevara a la formación de estructuras de orden superior en la cromatina
(ver por ejemplo Leforestier et al., 2001).
1
5
A diferencia de la fibra de cromatina no condensada, las imágenes de
microscopía electrónica obtenidas de la cromatina plegada no permiten ver la
colocación de los nucleosomas individuales, lo que hace muy difícil el
estudio de su estructura (Widom, 1989; Woodcock y Horowitz, 1995; van
1
6
1.2.2.1 Modelo de solenoide
Figura 1.2.2
Electroforesis de agarosa al
0.5% (p/v) en tampón Tris 90
mM, Borato 90 mM con Mg2+
1.7 mM. La muestra cargada
es una distribución de
fragmentos de cromatina de 1
2
0
a 11 nucleosomas (Cro) que se separaron en fracciones utilizando un aparato Prep
Cell 491 de Bio-Rad Laboratories. Los pesos moleculares de los marcadores
señalados están indicados en kb (figura extraída de Martin, 1999).
2
1
el contrario, la banda rápida no forma estas estructuras. Esto demuestra que
los nucleosomas poseen las propiedades necesarias para formar estructuras
plegadas tan estables que no requieren de la continuidad del DNA. Todas
estas características estructurales son consistentes con el modelo solenoidal
pero las alturas medidas de las fibras indican un grado de compactación
mayor.
2
3
Figura. La cromatina es una estructura compleja con varios niveles de organización. En la
imagen se describe la compactacion desde la doble hélice hasta el cromosoma metafasico.
1.3.1.1 Histonas
2
5
Diferentes niveles de condensación de ADN. (1) Hebra simple de
ADN. (2) Hebra de cromatina (ADN con nucleosomas, conformados
por histonas, "cuenta de collar"). (3) Cromatina durante
la interfase con centrómero. (4) Cromatina condensada durante
la profase (dos copias de ADN están presentes). (5) Cromosoma durante
la metafase.
2
6
los DHS en el genoma humano y así poder catalogar el DNA regulador humano.
3
0
genoma, podrían promover la propagación de una estructura de cromatina
condensada. La heterocromatina facultativa es reversible, su estado heterocromático
depende de la etapa del desarrollo y del tipo celular. Dos ejemplos de este tipo de
heterocromatina son el cromosoma X inactivo (cuerpo de Barr) de las células
somáticas femeninas y la vesícula sexual inactiva en la etapa del paquiteno de las
meiosis masculinas. La heterocromatina facultativa no es particularmente rica en
ADN satélite, y por ello, no es polimórfica. La heterocromatina facultativa no se
encuentra nunca teñida en la técnica de bandas C.
Se ha visto que en la formación de heterocromatina frecuentemente participa
el fenómeno de ARN interferente. Por ejemplo, en Schizosaccharomyces pombe, la
heterocromatina se forma en el centrómero, telómeros y en el loci mating-type.3 La
formación de la heterocromatina en el centrómero depende del mecanismo de ARN
interferente (ARNi). ARN doble cadena complementarios son producidos de
secuencias repetidas localizadas en el centrómero, que inducen ARNi y
seguidamente metilación de la lisina 9 histona 3 y enlazamiento de Swi6 (proteína
estructural de la heterocromatina, la cual es homóloga a HP1 en mamíferos).4
Propiedades de la heterocromatina
A pesar de las diferencias descritas anteriormente, la heterocromatina
constitutiva y la heterocromatina facultativa tienen propiedades muy similares.
1. La heterocromatina está condensada. Este es, de hecho, lo que define la
heterocromatina, y por ello es aplicable tanto a la heterocromatina constitutiva como
a la facultativa. Esta elevada condensación la hace fuertemente cromofílica e
inaccesible a la DNAsa I y, en general, a otras enzimas de restricción.
2. El ADN de la heterocromatina se replica más tarde.
La incorporación de varios análogos de nucleótidos muestra que el ADN de
ambos tipos de heterocromatina se replica tarde. Esto es el resultado, por un lado, de
su elevado grado de condensación, que evita que la maquinaria replicativa acceda
fácilmente al ADN y, por otro lado, de su localización en un dominio nuclear
periférico pobre en elementos activos.
3. El ADN de la heterocromatina se encuentra metilado.
El ADN de la heterocromatina constitutiva se encuentra altamente metilado
en las citosinas. Por ello, un anticuerpo anti-5-metil citosina marca fuertemente todas
3
1
las regiones de este tipo de heterocromatina.
Por lo que se refiere a la heterocromatina facultativa, la metilación de
su ADN es menor, aunque los análisis mediante enzimas de restricción
sensibles a metilación revelan una importante metilación de los islotes CpG,
específicamente localizados en las regiones que controlan la expresión de los
genes.
4. En la heterocromatina las histonas se encuentran hipoacetiladas.
Las histonas pueden sufrir una serie de modificaciones post-traduccionales en
sus extremos N-terminales que pueden afectar a la propia actividad genética
de la cromatina.
La hipoacetilación de las colas N-terminales de las histonas,
principalmente en las lisinas, están asociadas con la cromatina inactiva. Por el
contrario, las histonas hiperacetiladas son características de la cromatina
activa.
La acetilación/desacetilación de histonas es un mecanismo
absolutamente esencial para el control de la expresión génica. Existen
numerosos factores de transcripción que presentan una actividad
acetiltransferasa de histonas (HAT, Histone Acetyl Transferase) o
desacetilasa de histonas (HDAc o Histone De-Acetylase).
5. Las histonas de la heterocromatina se encuentran metiladas en la
lisina 9. La metilación de la lisina 9 de la histona H3 (H3-K9) parece que está
muy relacionada con el proceso de heterocromatinización del genoma, tanto
en la formación de heterocromatina constitutiva como facultativa.
6. La heterocromatina es transcripcionalmente inactiva.
A diferencia de lo que ocurre en Drosophila, la heterocromatina
constitutiva humana no contiene genes y la incorporación de uridina tritiada
en los cultivos celulares no producen ningún tipo de marcaje a este nivel.
La heterocromatina facultativa es relativamente pobre en genes, y
estos generalmente no se transcriben en el estado de heterocromatina.
7. La heterocromatina no participa en la recombinación genética.
3
2
De modo general se acepta que la heterocromatina constitutiva no participa
en la recombinación genética. La no existencia de un emparejamiento preliminar de
las regiones heterocromatínicas homólogas se podría deber al polimorfismo
característico de estas regiones que lo dificultarían, aunque no lo harían imposible.
La heterocromatina constitutiva también actúa reprimiendo la recombinación en las
regiones de eucromatina adyacentes.•Por lo que respecta a la heterocromatina
3
3
muestran ninguno. Estos investigadores se refirieron a este corpúsculo como
cromatina sexual y desde entonces se ha denominado corpúsculo de Barr. En
1999, Mary Lyon sugirió que este corpúsculo de Barr representaba un
cromosoma X inactivo el cual se enrolla en las hembras de manera compacta,
tomando la estructura conocida como heterocromatina, una forma condensada
y por tanto visible de la cromatina. Investigaciones recientes al microscopio
revelan que los extremos del corpúsculo de Barr están en estrecha
proximidad, formando un anillo. Varias evidencias apoyan la hipótesis de
Lyon. Primero, los varones XXY poseen un corpúsculo de Barr mientras que
las mujeres X0 no presentan ninguno. Segundo, las personas con un número
anormal de cromosomas X tienen un corpúsculo de Barr menos que
cromosomas X poseen por célula: las mujeres XXX presentan 2 corpúsculos
de Barr y las XXXX presentan tres.
3
4
descendientes de cada una de estas células originales mantendrá el mismo patrón de
inactivación del cromosoma X.
Nota interesante: si fueras un canguro ¡lo que acabo de decir no sería cierto!
En los canguros y otros marsupiales, siempre es el cromosoma X paterno el que
experimenta la inactivación del cromosoma X^22start superscript, 2, end superscript.
3
5
Imagen de un gato carey, que ilustra los procesos de inactivación del
cromosoma X responsables de las diferentes manchas de color en su pelaje.
Síndrome de triple X, en el cual una mujer tiene un genotipo XXX, que ocurre en
cerca de 111 de cada 100010001000 mujeres recién nacidas. Las mujeres con un
genotipo XXX tienen características sexuales femeninas y son fértiles (capaces de
tener hijos). En algunos casos, el síndrome de triple X puede asociarse con
dificultades del aprendizaje, desarrollo tardío de las habilidades motoras en los bebés
y problemas de tono muscular.
Síndrome de Klinefelter, en el cual los hombres tienen un cromosoma X extra, lo
que lleva a un genotipo XXY (en casos aún más raros, el síndrome de Klinefelter
puede involucrar varios cromosomas X adicionales, lo que lleva a genotipos XXXY
o XXXXY). Los hombres afectados pueden ser infértiles o desarrollar menos
3
6
densidad muscular y pelo facial que los otros hombres. Se piensa que el síndrome de
Klinefelter afecta a 111 de cada 500500500 a 100010001000 hombres recién
nacidos.
Al igual que las mujeres, los varones XXY con síndrome de Klinefelter
convertirán un cromosoma X en un cuerpo de Barr dentro de cada célula. Las
mujeres con síndrome de triple X (y los varones Klinefelter con más de dos
cromosomas X) neutralizan sus X extras mediante la formación de cuerpos de Barr
adicionales. Por ejemplo, habría dos cuerpos de Barr en una célula de una mujer
XXX o un varón XXXY.
3
8
la hipótesis de Lyon. Si una célula tiene ambos alelos funcionando, deberían estar
presentes tanto la proteína A como la B. Puesto que la enzima G-6-PD funcional es
un dímero (está formada por dos subunidades proteicas), el 50% de las enzimas
deberían ser heterodímeros (AB). Estos formarían una tercera banda intermedia entre
las formas A (dímero AA) y B (dímero BB). La ausencia de heterodímeros en la
sangre de los heterocigotos es una prueba adicional de que no están activos ambos
alelos de la enzima G-6-PD en una misma célula.
3
9
de dosis son importantes ya que los productos de los genes ligados a X deben
interactuar con los productos de los genes autosómicos en las diferentes vías
metabólicas y del desarrollo, y las cantidades de producto para genes
sensibles a dosis fundamentales están bajo regulación estrecha.
La región XIC:
El gen XIST
4
0
XIST, transcrito especifico para la inactivación del Cromosoma X, fue
descubierto debido a su expresión específica en Cromosomas X inactivos femeninos.
a.- El gen XIST no codifica una proteína, sino una molécula de ARN
funcional. De ahí, esto es un ARN de no codificación.
4
1
Aunque en etapas muy tempranas del desarrollo ambos cromosomas
X son activos, la inactivación del X se inicia conforme las células comienzan
a diferenciarse de los linajes totipotente y pluripotente, lo que ocurre en la
etapa tardía de blástula en ratones y con mucha probabilidad también suceda
así en humanos. En cada célula que da lugar al feto femenino se elige para la
inactivación uno de los dos cromosomas X parentales, pero la decisión para
inactivar el cromosoma X de herencia paterna (XP ) o el X materno (Xm)
suele ser aleatoria y por consiguiente varía de célula a célula.
Mantenimiento de la inactivación
Sin embargo, también se sabe que varios loci están activos en el cromosoma
X inactivado. Aunque algunos de estos loci están en la región pseudoautosómica del
brazo corto del cromosoma X, el resto de los seis o más genes que se sabe que están
activos se encuentran en otros lugares del cromosoma X de los mamíferos,
incluyendo al menos dos en el brazo largo (la región pseudoautosómica está en el
brazo corto). En este grupo de genes no parece ser importante la diferencia de dosis
génica entre ambos sexos, hecho por el cual no es necesario el mecanismo de
compensación.
Por otra parte, cabe destacar que la inactivación del X se invierte únicamente
en la línea germinal, donde el segundo cromosoma X se reactiva en la ovogénesis.
Así los dos cromosomas X pueden ser heredados por la siguiente generación.
Corpúsculo de Barr
4
7
regulado, y constituyen lo que se llama ciclo celular. En cada ciclo celular se
distinguen por tanto varias fases: la interfase (etapa en la que la célula duplica
su contenido), la mitosis (etapa en la que los componentes se separan a polos
opuestos de la célula) y citoquinesis (separación física de las dos células
hijas). Probablemente sea la cromatina el componente celular en el que es
más importante la duplicación y segregación correctas, ya que esto va a
asegurar que la información genética se transmita sin alteraciones. Por tanto,
es importante saber cómo se comporta la cromatina en las distintas etapas del
ciclo celular.
5
0
parte, a diferencias en la secuencia de nucleótidos del genoma; el modelo del
andamio (scaffold) que vimos en el punto anterior permite explicar esta relación, ya
que las bandas G representan regiones con un mayor grado de empaquetamiento del
ADN, lo que implica una mayor densidad de las regiones de unión al andamio
(llamadas SAR). Como las SAR son relativamente ricas en adenina y timina, esto
explica que estas regiones genómicas se tiñan más intensamente por Quinacrina y
Giemsa, mientras las bandas R, más ricas en guanina y citosina, tienen un menor
grado de empaquetamiento, menor densidad de SAR y se tiñen débilmente por estos
colorantes. Por tanto, las distintas bandas del cariotipo reflejan no sólo diferencias en
la condensación de la cromatina, sino también diferencias en su composición: ya
hemos visto que el genoma humano tiene un contenido medio en G+C del 41%, pero
que esto no se distribuye de manera uniforme por todo el genoma.
A su vez, las diferencias en condensación y en composición de las distintas
regiones de cromatina se correlacionan con otra variable importante: la riqueza en
genes y su actividad transcripcional. Por ejemplo, se estima que un 80% de los
genes se localizan en bandas R (las más ricas en nucleótidos G+C), que son las
menos condensadas. También se ha observado que, en general, las bandas R son de
replicación temprana, mientras que las bandas G son de replicación más tardía. La
replicación del ADN en eucariotas comienza en muchos orígenes de replicación
durante la fase S del ciclo celular, pero no todos los orígenes de replicación
comienzan a funcionar a la vez: hay unos orígenes que siempre comienzan al
principio de la fase S (replicación temprana) y otros que van comenzando a
funcionar más tarde (replicación tardía). Asimismo, se sabe que los genes
constitutivos (housekeeping en inglés), que son los que se expresan en todos los
tejidos, se replican temprano; por el contrario, los genes que están en regiones
heterocromáticas (el cromosoma X inactivo, por ejemplo) son de replicación más
tardía. Parece —por tanto— que regiones con alta densidad de genes, ricas en C+G y
descondensadas se replican antes que regiones silenciadas ó con baja densidad de
genes.
Otro aspecto que diferencia los distintos tipos de bandas es la acetilación de
las histonas. Como se verá a continuación, se ha podido comprobar que la
acetilación de las histonas que forman los nucleosomas lleva a la formación de una
5
1
cromatina más abierta, que permite mejor el acceso de factores de
transcripción y la expresión de los genes contenidos en esas regiones. Esto se
debe a que las colas amino-terminales de las histonas interaccionan con más
fuerza entre sí y con el ADN cuando los grupos épsilon-amino de las lisinas
están en su forma des-acetilada; la acetilación relaja esas interacciones y
descondensa parcialmente la fibra de 30 nm y la unión del ADN con los
nucleososmas. Curiosamente, se ha comprobado que las histonas de las
bandas G están menos acetiladas que las histonas de las bandas R. Esto
ayudaría también a explicar la menor condensación de la cromatina en las
bandas R, y nos proporciona un mecanismo para entender por qué las
bandas R se replican antes y son más activas transcripcionalmente: por
un lado, no necesitan descondensarse para que se lleve a cabo la replicación,
y por otro constituyen unos dominios en los que el ADN es más accesible a
los factores de transcripción.
En resumen, es importante darse cuenta de que los mecanismos
básicos de regulación de la expresión génica están sometidos a un nivel
superior de regulación, dependiente de la situación de un gen dentro del
genoma y del estado funcional de la cromatina en que se encuentra, que a su
vez está influido por el tipo de secuencias que la componen.
algunos factores de transcripción generales como Sp1, CREB, E2F ó NF-kB se unen
a dominios que contienen CpG, y esta unión disminuye cuando estos dominios
están metilados. Sin embargo, éste mecanismo no se puede aplicar de modo general a
todos los genes.
5
8
metilado. Existen varias proteínas de unión a los dinucleótidos CpG metilados,
denominadas genéricamente MeCP ("Methyl-Cytosine binding Protein") ó MDB
("Methyl Binding Domain"), que forman parte de complejos con actividad represora
de la transcripción. Por ejemplo, MeCP-2 es una proteína que contiene un dominio
de unión a dinucleótidos CpG metilados, así como otro dominio por el que se une a
un represor transcripcional llamado Sin3. Curiosamente, Sin3 reprime la
transcripción a través de su unión con HDAC2 (que, como ya hemos visto, des-
acetila las lisinas de la histona H3). De esta manera, la represión transcripcional
debida a la metilación de los dinucleótidos CpG se produce gracias a la asociación
entre metilación del ADN y acetilación de la cromatina, ya que el dominio de
represión transcripcional de MeCP-2 es capaz de reclutar el complejo Sin3-NCoR-
HDAC2 y así iniciar un foco de cromatina hipoacetilada en una región específica del
genoma. Esto explica que las regiones en las que el ADN está metilado sean capaces
de silenciar genes cercanos (aunque éstos no tengan sus dinucleótidos CpG
metilados), al englobarlos en una región genómica silenciada por des-acetilación.
De todas formas, uno de los hallazgos novedosos del proyecto ENCODE
(mencionado en el capítulo 1) ha sido que la relación entre metilación y unión de
factores de transcripción es, a menudo, contraria a lo que se intuía. La visión clásica
es que lo primero es la metilación del ADN, y esto impide (o permite) la unión de
factores de transcripción y así regula la expresión de un gen. Ahora, en cambio,
sabemos que en muchos casos es al revés: la unión de factores de transcripción
impide la metilación de esa región de ADN. Dado que se trata de procesos
reversibles, en un equilibrio dinámico, esto permite una regulación muy fina de la
expresión génica.
Como ya se ha mencionado, una propiedad muy importante del
silenciamiento por metilación es que es reversible: se ha comprobado que los
promotores que han sido silenciados por metilación pueden reactivarse si se des-
metila esa región. Un mecanismo posible para explicar esta reactivación es la pérdida
de la metilación durante la replicación: esto sucedería si ciertos factores de
transcripción ó activadores nucleares consiguieran unirse a sus promotores
5
9
inmediatamente después de la replicación y antes de que actúe la DNMT1 de
mantenimiento en los sitios hemi-metilados. Una vez que se estabiliza el
complejo basal de transcripción sobre esa región, éste atraería algunos
componentes con actividad HAT, que a su vez actuarían manteniendo la
cromatina abierta y permitiendo la transcripción. Esto, además, impediría la
acción de la DNMT1 y terminaría por eliminar la metilación en esa región
tras varios ciclos de replicación. Este mecanismo se conoce como des-
metilación pasiva. Otro mecanismo alternativo para explicar la re-expresión
de genes silenciados por metilación, sobre todo en células diferenciadas que
ya no se replican, es la desmetilación activa, aunque todavía no se ha aislado
de modo concluyente ninguna des-metilasa de ADN. Estudios recientes han
demostrado que una proteína llamada TET1 tiene actividad 5-metilcitosina
(5mC)-hidroxilasa, convirtiendo las 5mC en 5-hidroxi-mC en células de
mamíferos. Estas 5-hidroxi-mC son después desaminadas a 5-hidroxi-mU por
unas desaminasas llamadas AID o APOBEC, y los 5-hidroxi-mU son
convertidos en citosinas por el sistema de reparación BER (que se estudiará
en detalle en el Tema 3) a través de una ADN-glicosilasa llamada TDG.
En el año 2009 se descubrió que algunas células humanas llevan un nuevo tipo de
metilación del ADN (previamente descrito sólo en plantas), que no afecta a las
citosinas de dinucleótidos CpG sino a las citosinas de los trinucleótidos CHG ó
CHH (siendo ―H‖ cualquier nucleótido excepto G). En humanos, esta modalidad de
metilación sólo se da en células pluripotenciales, llegando a constituir un 25% de
todas las citosinas metiladas en células madre embrionarias. Al contrario que la
metilación de CpGs, esta metilación ―no-CpG‖ es más intensa en el cuerpo de los
genes y su relación con la expresión génica no es directa. Se piensa que este nuevo
tipo de metilación juega un papel importante en el mantenimiento del estado
pluripotencial, ya que desaparece durante la diferenciación celular.
En resumen, la metilación del ADN constituye un importantísimo
mecanismo epigenético de regulación de la expresión génica, debido a su
interacción con los mecanismos que modifican la estructura de la cromatina.
El mantenimiento de los patrones de metilación explica también que las
modificaciones epigenéticas sean heredadas establemente tras la replicación
6
0
del ADN. Además, como ya se ha mencionado, la metilación tiene importantes
implicaciones biológicas, y por tanto la alteración de los procesos normales de
metilación de la cromatina puede perturbar procesos fisiológicos importantes. En
primer lugar, por ser un mecanismo fundamental en el silenciamiento de retrovirus
endógenos, transposones y ADN satélite, las alteraciones en la metilación de estos
elementos puede provocar numerosas anomalías genéticas. Además, la metilación
es la base molecular de los fenómenos de impronta genómica (imprinting) que se
estudiarán más adelante, y es un mecanismo fundamental en la regulación de la
expresión génica durante el desarrollo embrionario. De hecho, el embrión sufre una
onda de des-metilación genómica global en la fase de mórula de 8 células, seguida
por la re-metilación gradual que vuelve a fijar los patrones de metilación en la fase
de blastocisto. También la inactivación del cromosoma X en mujeres es un proceso
básicamente controlado por procesos de metilación, acetilación y silenciamiento.
Por tanto, cada vez está más claro que la des-regulación de las modificaciones
epigenéticas de la cromatina está en la base de algunas enfermedades humanas. El
caso más claro es el de una enfermedad neurológica hereditaria llamada Síndrome
de Rett, en el que se han identificado mutaciones en el gen que codifica la proteína
de unión a metil-citosinas MECP2 dando lugar a un exceso de ―ruido
transcripcional‖ por falta de silenciamiento global de muchos genes, con efectos más
marcados en el cerebro que en otros órganos. Además, se ha visto que las células de
estos pacientes tienen desmetilación de los elementos LINE1 (que, por tanto,
muestran mayor actividad de retrotransposición en algunos tejidos). Por otra parte, el
papel de la metilación en cáncer también está cobrando cada vez más importancia,
ya que se ha visto que muchos tipos de tumores tienen alteraciones importantes en
los procesos de metilación de la cromatina:
La desaminación de citosinas metiladas (debida habitualmente a la acción
de una citidín-desaminasa, ó bien por desaminación hidrolítica espontánea) provoca
un cambio de Citosina por Timina, haciendo que los dinucleótidos CpG metilados
sean puntos calientes (hotspots) para la generación de mutaciones de este tipo. De
hecho, se ha estimado que el 30% de las mutaciones encontradas en tumores en el
gen TP53 (que codifica la proteína p53, un supresor tumoral importante) son
6
1
Se ha comprobado que durante el proceso de iniciación tumoral hay
una hipometilación global del genoma de la célula pre-maligna, lo que
provoca un aumento en la inestabilidad genómica y la aparición de anomalías
cromosómicas. Por ejemplo, los ratones en los que el gen DNMT1 ha sido
inactivado muestran una elevada tasa de deleciones o duplicaciones de
regiones cromosómicas. Además, algunos oncogenes concretos se
sobreexpresan en algunos tumores por des-metilación de sus promotores (por
ejemplo el oncogén BCL2). Del mismo modo, se ha identificado una
enfermedad (Síndrome ICF, siglas de Inmunodeficiencia, inestabilidad
Centromérica y defectos Faciales) en la que los pacientes tienen mutaciones
en el gen DNMT3B, que codifica una metil-transferasa que metila
específicamente los satélites centroméricos 2 y 3; la desmetilación de esas
regiones de heterocromatina provoca fusiones entre cromosomas. En
conjunto, estos datos sugieren que la metilación es un mecanismo muy
importante para mantener la estabilidad del genoma.
Al mismo tiempo, la hipermetilación puntual de algunos genes
supresores tumorales, con el consiguiente silenciamiento y pérdida de
función, es un mecanismo muy frecuente de generación de distintos tipos de
cáncer. Por ejemplo, el gen RB1 está frecuentemente metilado en un tipo de
tumores llamados retinoblastomas esporádicos. También es frecuente la
hipermetilación (y silenciamiento) del gen supresor tumoral p16 en varios
tipos de tumores; la hipermetilación del gen VHL (Von Hippel-Lindau) en
20% de los carcinomas de células renales esporádicos; la inactivación, por
hipermetilación, del gen de reparación de desemparejamientos hMLH1 en
tumores de colon esporádicos que muestran inestabilidad de microsatélites.
En conjunto, se estima que en tejido tumoral hasta un 10% de las islas CpG
están metiladas, en contraste con células normales en las que este porcentaje
es mucho más bajo.
Por su parte, algunos complejos con actividad modificadora de la
cromatina se han asociado también con el desarrollo de cáncer. Por
ejemplo, el gen AIB1, que tiene actividad acetilasa de histonas, está
amplificado en cáncer de mama y por tanto se expresa a niveles más altos de
6
2
lo normal. Por otro lado, el co-activador transcripcional CBP, que también funciona
como una acetilasa de histonas, está fusionado con el gen MOZ ó con el gen MLL en
pacientes con leucemia mieloide aguda; esta fusión hace que la actividad acetilasa
esté aumentada en determinadas células de la médula ósea y esto desencadena la
leucemia. Además, otro co-activador transcripcional con actividad acetilasa de
histonas (la proteína p300) está mutado en cáncer colorrectal y delecionado en el
80% de los glioblastomas, un tipo de tumor cerebral. Lo mismo puede decirse de los
complejos con actividad des-acetilasa de histonas (HDAC): ya hemos visto que la
supresión de Myc y la unión de Rb con el factor de transcripción E2F dependen en
gran medida de su unión con complejos que tienen actividad des-acetilasa.
Además, se ha demostrado que algunas oncoproteinas virales como HPV
E7 ó el antígeno T de SV40 inactivan el gen RB1 al impedir su unión con complejos
que tienen actividad HDAC. Finalmente, las translocaciones asociadas con la
leucemia promielocítica producen fusiones entre factores de transcripción que
interaccionan con diversas acetilasas y des-acetilasas de histonas, con complejos
remodeladores de la cromatina y con proteínas que tienen actividad metil-transferasa
de histonas.
Considerando todos los ejemplos citados en los párrafos anteriores, podemos
concluir que los procesos que regulan la metilación de la cromatina están implicados
en la iniciación y progresión tumoral; esto, además, abre nuevas posibilidades
terapéuticas en muchos tipos de cáncer, ya que el estado de metilación es
potencialmente modificable mediante fármacos.
7
4
Bibliografía
7
7