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Compila para acreditar la paternidad cuando el hijo ya está reconocido por otro padre

Dado que no es el padre biológico se puede tramitar un juicio de desconocimiento de la


paternidad, la adopción también puede cambiar los apellidos, pero a los del adoptante, que en
este caso no procede pues tu no eres la adoptante, sino la madre biológica.

previo a la acción de perdida de patria potestad del padre biológico

Época: Décima Época

Registro: 2019463

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 64, Marzo de 2019, Tomo III

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.347 C (10a.)

Página: 2700

NULIDAD, RECTIFICACIÓN O ANOTACIÓN EN EL ACTA DE NACIMIENTO. ÚNICAMENTE


COMPETE A LAS PERSONAS MENCIONADAS EN ÉSTA, CONFORME AL ARTÍCULO 136
DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, APLICABLE PARA LA CIUDAD DE
MÉXICO.

La filiación es el vínculo jurídico que une a dos personas, a las que se les atribuye el carácter
de padre o madre e hijo, entre quienes surge una serie de derechos y obligaciones recíprocos,
que pueden tener su origen tanto en un hecho biológico, como en un acto jurídico
(consanguínea y civil). Luego, si se parte de esa base, el acta de nacimiento implica un acto
jurídico de reconocimiento de hijo, en el que se establecen, entre otros datos, el nombre del
padre y/o madre, y del registrado, en donde surge el vínculo de filiación entre ellos. De esta
manera, la nulidad o rectificación del acta de nacimiento únicamente compete a las personas
mencionadas en ella, de conformidad con el artículo 136 del Código Civil para el Distrito
Federal, aplicable para la Ciudad de México; por tanto, una persona que aduce no ser
hermano o medio hermano de otra que fue registrada y reconocida por su padre, no puede
pretender la nulidad, la rectificación o la anotación en el acta de nacimiento, porque los únicos
facultados para solicitarlo son quienes intervienen en dicho acto. De lo contrario, se estarían
violentando derechos fundamentales a la identidad, nombre y dignidad humana de terceras
personas, así como la no discriminación e igualdad entre los hijos.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 519/2018. Mario Trujillo Rico. 22 de agosto de 2018. Unanimidad de votos.
Ponente: Paula María García Villegas Sánchez Cordero. Secretaria: Cinthia Monserrat Ortega
Mondragón.

Esta tesis se publicó el viernes 08 de marzo de 2019 a las 10:11 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2018529

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 61, Diciembre de 2018, Tomo II

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.338 C (10a.)

Página: 960

ACCIÓN DE DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS


PARA ACREDITAR LA DESVINCULACIÓN FILIAL EN LA QUE AQUÉLLA SE SUSTENTA
(LEGISLACIÓN APLICABLE PARA LA CIUDAD DE MÉXICO).

Durante largo tiempo no existieron medios de prueba para acreditar plena y directamente el
hecho biológico de la paternidad, lo que dio origen a la presunción de paternidad legítima
expresada en el aforismo Pater is est quem nuptiae demonstrant (padre es quien las nupcias
demuestran). Esta presunción se basa en la máxima de la experiencia según la cual las
obligaciones de débito y fidelidad conyugal ordinariamente son cumplidas, lo que permite
suponer que los hijos de la esposa concebidos dentro del matrimonio o con proximidad a él
también son hijos del marido. Mientras subsistió la incapacidad para demostrar empíricamente
la filiación paterna, el derecho familiar restringió al marido la posibilidad de contradecir la
presunción de paternidad, pues para ello debía acreditar hechos limitativamente enunciados
en la ley. En este sentido, en los artículos 325 y 326 del Código Civil para el Distrito Federal,
en Materia Común y para toda la República en Materia Federal, expedido en 1928 y vigente a
partir de 1932 (aplicable actualmente para la Ciudad de México), se implementó un sistema de
supuestos limitados que podía aducir el marido para desvirtuar indirectamente la presunción
de paternidad; a saber: i. La imposibilidad física del esposo para copular durante la época de
la concepción; ii. La inexistencia de coito conyugal durante ese periodo; o, iii. El ocultamiento
del nacimiento al marido, con el fin de disimular un adulterio. En el origen de los preceptos
citados, se justificaba la instauración del sistema cerrado de impugnación de la paternidad,
pues un sistema de indagación abierta sólo habría socavado la estabilidad de la familia, sin
una expectativa razonable de descubrir la verdad material de los hechos. Actualmente, se ha
superado el estado de oscuridad sobre la investigación de la paternidad, como lo reconoció el
legislador capitalino en la reforma publicada el 25 de mayo de 2000, en la que se modificó el
artículo 325 invocado, relativo a las pruebas que pueden ofrecerse para desvirtuar la
presunción de paternidad de los hijos nacidos dentro de matrimonio, precepto al que se
agregó: "...así como aquellas (pruebas) que el avance de los conocimientos científicos pudiere
ofrecer.". Como se colige de la exposición de motivos de la reforma, este agregado tuvo por
objeto adecuar la regulación sobre el cuestionamiento de la paternidad biológica al avance de
la ciencia genómica, que en la actualidad permite determinar directamente y con un alto grado
de fiabilidad la vinculación o desvinculación filial entre dos personas. En tal virtud, los artículos
325 y 326 del Código Civil local ya no pueden entenderse como una enunciación cerrada de
indicios admisibles para desvirtuar indirectamente la presunción de paternidad. Antes bien, a
partir de la reforma señalada, debe considerarse que el actor, incluso, puede prescindir de las
vías de demostración indirectas mencionadas y aportar la prueba pericial científica en materia
de genética, como un medio de convicción más apto para acreditar la desvinculación filial en
la que se sustenta la acción de desconocimiento de paternidad.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 501/2016. 5 de octubre de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor


Francisco Mota Cienfuegos. Secretario: Samuel René Cruz Torres.

Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.

Época: Décima Época


Registro: 2004367

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Libro XXIV, Septiembre de 2013, Tomo 3

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.120 C (10a.)

Página: 2431

ACCIÓN DE NULIDAD DE RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. NO PUEDE ESTAR POR


ENCIMA DEL DERECHO DE UN MENOR A CONOCER SU IDENTIDAD.

Resulta procedente la acción de nulidad de reconocimiento de paternidad, aun cuando no se


acredite el error o engaño que se alega haber sufrido, al creerse padre de un menor; para ello
sólo basta demostrar con las periciales procedentes no ser el padre biológico de éste. Sin
embargo, debe darse prioridad al innegable derecho de un menor a conocer su filiación, esto
es, la identidad de sus ascendientes, lo cual no se reduce a un aspecto meramente formal u
objetivo como es lo asentado en el acta de nacimiento o si se acreditó el error o engaño en el
que se hizo caer al que lo reconoció como su padre, sino al hecho biológico, esto es, el
reconocimiento inobjetable de quiénes son sus padres; pues si bien en este hecho no
necesariamente se fundan los lazos afecto-filiales, sí constituye un aspecto que incide en el
mismo, así como en la seguridad y estabilidad emocional de toda persona y, además,
tratándose de menores, conlleva al derecho a que sus ascendientes satisfagan sus
necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento, para su desarrollo pleno
e integral. Lo anterior de conformidad con lo establecido en los artículos 3, 7, 8 y 22 de la
Convención sobre los Derechos del Niño, así como 5, inciso B), fracciones I, II y III de la Ley
de los Derechos de las Niñas y Niños en el Distrito Federal, que coinciden en que: Las niñas y
niños tienen, entre otros, los siguientes derechos: A la identidad, que está compuesta por A.
Tener un nombre y los apellidos de los padres desde que nazca y a ser inscrito en el Registro
Civil; y, B. Conocer su filiación y su origen, salvo en los casos que las leyes lo prohíban. A
solicitar y recibir información sobre su origen, sobre la identidad de sus padres y a conocer su
origen genético; conocer a sus progenitores y a mantener relaciones personales y contacto
directo con ellos, aun en el caso de estar separados, salvo si ello es contrario al interés
superior de la niña y niño. Así, en los juicios de desconocimiento de paternidad, lo que debe
importar en realidad no es que en el acta se encuentre asentado el nombre de una persona
que se encargue de proporcionarle al menor los insumos necesarios para su sano desarrollo,
sino lo que en realidad importa es el derecho del menor a conocer su real identidad bajo
cuestiones verdaderas y no falsas que más adelante le puedan acarrear problemas
relacionados con su bienestar emocional.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 442/2012. 3 de agosto de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor


Francisco Mota Cienfuegos. Secretaria: María Estela España García.

Época: Novena Época

Registro: 171645

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXVI, Agosto de 2007

Materia(s): Civil

Tesis: I.8o.C.279 C

Página: 1798

RECONOCIMIENTO DE LOS HIJOS. ALCANCE DEL PRINCIPIO DE IRREVOCABILIDAD.

El reconocimiento de un hijo no es revocable por quien lo hizo, en razón de que se trata de


una declaración, una confesión pura y absoluta que la ley acepta en nombre de la sociedad y
que, por lo mismo, no puede revocarse; sin embargo, el carácter irrevocable del
reconocimiento no impide que pueda impugnarse en ciertos casos, toda vez que el término
jurídico "irrevocable" sólo significa que no puede quedar privado de efectos por la simple
voluntad de quien lo llevó a cabo, es decir, que una vez realizado, ya no puede retractarse
quien hizo la manifestación de voluntad, pero no implica que esté exento de la declaración de
nulidad, pues sería antijurídico sostener el reconocimiento a pesar, por ejemplo, de que para
efectuarlo hubiese mediado violencia física o moral, y lo mismo puede decirse en presencia
del error o cualquier otro vicio de la voluntad. En ese sentido, no existe contradicción entre tal
principio de irrevocabilidad y la posibilidad que tiene el autor del acto para pedir su nulidad, ya
que no debe confundirse la anulación decretada por una sentencia judicial con fundamento en
un motivo determinado y legal, con la revocación del reconocimiento a manera de retractación
arbitraria y sin quedar comprobada la exactitud de las razones alegadas. De ahí que aun
cuando el reconocimiento de hijos sea irrevocable, de estar afectado de nulidad pueda ésta
ser reclamada por el que hizo el reconocimiento, cuando el reconocido no es verdaderamente
su hijo. Ahora bien, como el error es falso conocimiento de la realidad y el reconocimiento es
la afirmación de un hecho que consiste en la paternidad, el error versará entonces sobre la
realidad de tal paternidad y es desde luego erróneo el reconocimiento efectuado por creerse
padre biológico sin serlo realmente, y en tal supuesto la prueba del error será la prueba de la
no paternidad, porque atendiendo a la voluntad de declarar la paternidad, se colige que tal
voluntad se forma o se debe formar sobre la creencia en dicha paternidad y que para
entenderla viciosamente formada hace falta probar la existencia del vicio (error) consistente en
haberse creído padre sin serlo. Luego, bastará la no paternidad y su prueba para destruir el
reconocimiento, por no coincidir con la realidad, tanto cuando la no coincidencia de
reconocimiento y realidad proviene de error, como cuando proviene de alguna otra causa que
vicie la voluntad. Lo anterior, independientemente de que el artículo 363 del Código Civil para
el Distrito Federal se refiera a la nulidad del reconocimiento cuando un menor pruebe que
sufrió error o engaño al hacerlo, toda vez que el artículo 1859 del Código Civil, que precisa las
reglas que rigen los actos jurídicos (en tanto que no haya en contrario una disposición expresa
de la ley, o bien, siempre y cuando la naturaleza de estos actos no se oponga a tales normas),
es aplicable a la nulidad del reconocimiento, por lo que éste puede impugnarse cuando hay
violencia, error o dolo, ya que no hay disposición especial de la ley que impida aplicar al
reconocimiento de paternidad el sistema general, en cuanto a vicios de la voluntad, siendo la
única limitante a esa regla, atendiendo a la naturaleza del reconocimiento, que sólo pueda ser
nulificado cuando la paternidad biológica efectivamente no exista.

OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 306/2007. 13 de junio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Abraham S.


Marcos Valdés. Secretaria: María Teresa Lobo Sáenz.

Época: Novena Época

Registro: 174151

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXIV, Octubre de 2006


Materia(s): Civil

Tesis: II.3o.C.68 C

Página: 1336

ACTA DE NACIMIENTO. ES IMPROCEDENTE LA NULIDAD SOLICITADA POR EL


PROGENITOR QUE RECONOCIÓ A UN HIJO COMO SUYO CON EL CONOCIMIENTO
PREVIO DE QUE NO ERA EL PADRE BIOLÓGICO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
HIDALGO).

En aquellos casos en los que se plantea la nulidad de un acta de nacimiento sobre la base de
que el accionante no es padre biológico del menor, es menester atender a dos aspectos
fundamentales: a) Las actas del Registro Civil son de carácter público y sólo procede su
nulidad en casos excepcionales; ello es así, pues el Registro Civil es una institución de
carácter público y de interés social, de manera que el Estado tiene interés en que la
rectificación sólo se haga por vicios formales o sustanciales que son los casos de excepción,
en cuyo último supuesto se encuentra el consentimiento o la voluntad de quien acude ante el
oficial del Registro Civil a registrar a un menor, lo que constituye una presunción legal y
vehemente que prevalece, salvo prueba en contrario; por lo que para invalidar el acta de
nacimiento es preciso demostrar la existencia de algún vicio en ese aspecto sustancial.
Además, esa manifestación de voluntad genera la posesión de estado en favor del menor, por
ser tratado como hijo, por él y sus parientes, así como por la sociedad, ya que el nombre y el
apellido del padre, conforme al acta de nacimiento, es usada a partir del registro, salvo prueba
en contrario. Así, la circunstancia de que una persona se presente a registrar al menor, con el
conocimiento previo de que no es su hijo biológico, implica una conducta dolosa de la cual no
se puede prevaler para hacer prosperar posteriormente la nulidad del acta de nacimiento, de
conformidad con los artículos 1799 y 1806 del Código Civil del Estado de Hidalgo; b) El
segundo aspecto concierne a los derechos que le asisten al niño, conforme a las
disposiciones que regulan su interés superior, considerando que goza de un estatus de hijo de
padre y madre, llevando sus apellidos y recibiendo alimentos, con lo que queda demostrada la
posesión de estado de hijo, cuya circunstancia no sólo tiene efectos jurídicos derivados del
reconocimiento, sino que también incide en la psique del menor y en su relación a nivel
sociedad. En efecto, de conformidad con el principio del interés superior del niño, consagrado
como un derecho fundamental en el artículo 4o. constitucional y en la Convención sobre los
Derechos del Niño y la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes, deriva el derecho a la identidad, que implica no sólo tener nombre y apellido
otorgados por quienes manifiestan ante el Registro Civil su voluntad de registrar al infante,
sino también el derecho a vivir en familia, derivado de esa relación filial creada con el
reconocimiento que produce consecuencias jurídicas en la participación del menor ante la
sociedad y en las actividades o áreas en donde se requiera su identificación de estado civil, de
manera que la nulidad del acta de nacimiento tampoco puede depender de la relación que
guarden las partes, pues ello implicaría anteponer un elemento subjetivo, como es la relación
afectiva entre los que registraron al menor, sobre una declaración ante el Estado, de carácter
objetivo.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 940/2005. 14 de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Carlos
Ortega Castro. Secretaria: Cleotilde Ayala Sandoval.

Época: Décima Época

Registro: 2019463

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 64, Marzo de 2019, Tomo III

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.347 C (10a.)

Página: 2700

NULIDAD, RECTIFICACIÓN O ANOTACIÓN EN EL ACTA DE NACIMIENTO. ÚNICAMENTE


COMPETE A LAS PERSONAS MENCIONADAS EN ÉSTA, CONFORME AL ARTÍCULO 136
DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, APLICABLE PARA LA CIUDAD DE
MÉXICO.

La filiación es el vínculo jurídico que une a dos personas, a las que se les atribuye el carácter
de padre o madre e hijo, entre quienes surge una serie de derechos y obligaciones recíprocos,
que pueden tener su origen tanto en un hecho biológico, como en un acto jurídico
(consanguínea y civil). Luego, si se parte de esa base, el acta de nacimiento implica un acto
jurídico de reconocimiento de hijo, en el que se establecen, entre otros datos, el nombre del
padre y/o madre, y del registrado, en donde surge el vínculo de filiación entre ellos. De esta
manera, la nulidad o rectificación del acta de nacimiento únicamente compete a las personas
mencionadas en ella, de conformidad con el artículo 136 del Código Civil para el Distrito
Federal, aplicable para la Ciudad de México; por tanto, una persona que aduce no ser
hermano o medio hermano de otra que fue registrada y reconocida por su padre, no puede
pretender la nulidad, la rectificación o la anotación en el acta de nacimiento, porque los únicos
facultados para solicitarlo son quienes intervienen en dicho acto. De lo contrario, se estarían
violentando derechos fundamentales a la identidad, nombre y dignidad humana de terceras
personas, así como la no discriminación e igualdad entre los hijos.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 519/2018. Mario Trujillo Rico. 22 de agosto de 2018. Unanimidad de votos.
Ponente: Paula María García Villegas Sánchez Cordero. Secretaria: Cinthia Monserrat Ortega
Mondragón.

Esta tesis se publicó el viernes 08 de marzo de 2019 a las 10:11 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2018529

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 61, Diciembre de 2018, Tomo II

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.338 C (10a.)

Página: 960

ACCIÓN DE DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS


PARA ACREDITAR LA DESVINCULACIÓN FILIAL EN LA QUE AQUÉLLA SE SUSTENTA
(LEGISLACIÓN APLICABLE PARA LA CIUDAD DE MÉXICO).

Durante largo tiempo no existieron medios de prueba para acreditar plena y directamente el
hecho biológico de la paternidad, lo que dio origen a la presunción de paternidad legítima
expresada en el aforismo Pater is est quem nuptiae demonstrant (padre es quien las nupcias
demuestran). Esta presunción se basa en la máxima de la experiencia según la cual las
obligaciones de débito y fidelidad conyugal ordinariamente son cumplidas, lo que permite
suponer que los hijos de la esposa concebidos dentro del matrimonio o con proximidad a él
también son hijos del marido. Mientras subsistió la incapacidad para demostrar empíricamente
la filiación paterna, el derecho familiar restringió al marido la posibilidad de contradecir la
presunción de paternidad, pues para ello debía acreditar hechos limitativamente enunciados
en la ley. En este sentido, en los artículos 325 y 326 del Código Civil para el Distrito Federal,
en Materia Común y para toda la República en Materia Federal, expedido en 1928 y vigente a
partir de 1932 (aplicable actualmente para la Ciudad de México), se implementó un sistema de
supuestos limitados que podía aducir el marido para desvirtuar indirectamente la presunción
de paternidad; a saber: i. La imposibilidad física del esposo para copular durante la época de
la concepción; ii. La inexistencia de coito conyugal durante ese periodo; o, iii. El ocultamiento
del nacimiento al marido, con el fin de disimular un adulterio. En el origen de los preceptos
citados, se justificaba la instauración del sistema cerrado de impugnación de la paternidad,
pues un sistema de indagación abierta sólo habría socavado la estabilidad de la familia, sin
una expectativa razonable de descubrir la verdad material de los hechos. Actualmente, se ha
superado el estado de oscuridad sobre la investigación de la paternidad, como lo reconoció el
legislador capitalino en la reforma publicada el 25 de mayo de 2000, en la que se modificó el
artículo 325 invocado, relativo a las pruebas que pueden ofrecerse para desvirtuar la
presunción de paternidad de los hijos nacidos dentro de matrimonio, precepto al que se
agregó: "...así como aquellas (pruebas) que el avance de los conocimientos científicos pudiere
ofrecer.". Como se colige de la exposición de motivos de la reforma, este agregado tuvo por
objeto adecuar la regulación sobre el cuestionamiento de la paternidad biológica al avance de
la ciencia genómica, que en la actualidad permite determinar directamente y con un alto grado
de fiabilidad la vinculación o desvinculación filial entre dos personas. En tal virtud, los artículos
325 y 326 del Código Civil local ya no pueden entenderse como una enunciación cerrada de
indicios admisibles para desvirtuar indirectamente la presunción de paternidad. Antes bien, a
partir de la reforma señalada, debe considerarse que el actor, incluso, puede prescindir de las
vías de demostración indirectas mencionadas y aportar la prueba pericial científica en materia
de genética, como un medio de convicción más apto para acreditar la desvinculación filial en
la que se sustenta la acción de desconocimiento de paternidad.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 501/2016. 5 de octubre de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor


Francisco Mota Cienfuegos. Secretario: Samuel René Cruz Torres.

Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.

Época: Décima Época


Registro: 2017231

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 55, Junio de 2018, Tomo II

Materia(s): Constitucional, Civil

Tesis: 1a. LXXV/2018 (10a.)

Página: 956

DERECHO A LA IDENTIDAD DE UN MENOR. NO SÓLO LO CONSTITUYE LA POSIBILIDAD


DE RECIBIR INFORMACIÓN SOBRE SU NOMBRE, NACIONALIDAD Y FILIACIÓN, PUES A
PARTIR DEL RECONOCIMIENTO DE ESTOS DERECHOS SE PUEDEN DERIVAR OTROS.

El derecho humano a la identidad está protegido por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y por otros instrumentos internacionales, que constituye un derecho por ser
un elemento que le es inherente al ser humano y que puede comprender otros derechos,
como el derecho al nombre, a la nacionalidad y a conocer su filiación y origen; sin embargo, el
núcleo esencial no sólo lo constituye la posibilidad de solicitar y recibir esa información, sino
en que a partir de esos derechos se pueden derivar otros distintos, como son los de
alimentación, educación, salud y sano esparcimiento. Así, el papel que juega el derecho a la
identidad en los juicios de desconocimiento de paternidad es, en principio, un derecho de los
menores, y no una facultad de los padres, por lo que si bien es cierto que en esos
procedimientos se cuestiona el origen biológico, en determinadas circunstancias no se tiene
que agotar con tal elemento, pues también existen otros a considerar, como la preservación
en beneficio del menor de vínculos familiares, ello cuando no hay coincidencia entre el origen
biológico y la filiación jurídica. De esta manera, el derecho a la identidad se tiene que adaptar
a las circunstancias del caso concreto ya que puede interactuar con otros derechos, como el
de protección a la familia o el propio interés superior del menor, todos protegidos por el
Estado.

Amparo directo en revisión 2766/2015. 12 de julio de 2017. Unanimidad de cuatro votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien reservó su derecho a formular voto
concurrente, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto concurrente,
Jorge Mario Pardo Rebolledo y Norma Lucía Piña Hernández. Ausente: Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena. Ponente: Norma Lucía Piña Hernández. Secretario: Daniel Álvarez Toledo.
Esta tesis se publicó el viernes 22 de junio de 2018 a las 10:28 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2015577

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 48, Noviembre de 2017, Tomo III

Materia(s): Constitucional, Civil, Civil

Tesis: III.2o.C.85 C (10a.)

Página: 2106

PRUEBA PERICIAL EN GENÉTICA. SI EL INFANTE SE OPONE A SU ADMISIÓN,


ADUCIENDO TRANSGRESIÓN A SUS DERECHOS A LA DIGNIDAD HUMANA Y A LA
INTIMIDAD, Y ELLO ORIGINA UNA COLISIÓN ENTRE DERECHOS QUE PRETENDEN
TUTELAR EL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO, DEBE PRIORIZARSE SU DERECHO A
CONOCER SU IDENTIDAD BIOLÓGICA SOBRE ÉSTOS.

La filiación es el vínculo jurídico entre un infante y sus padres; el derecho a tener una
identidad, se traduce en que tenga nombre y apellidos, tenga y conozca su filiación (indagar y
conocer la verdad biológica de sus orígenes) y que ésta sea protegida, lo que constituye un
principio de orden público y es parte del núcleo esencial del derecho fundamental a la
personalidad jurídica. Por su parte, la dignidad humana es el derecho que tiene cada persona
de ser respetado y valorado como ser individual y social, con sus características y condiciones
particulares, por el solo hecho de ser persona, también incluye, entre otros derechos, el
relativo a la intimidad, consistente en que no sean conocidos por terceros ciertos aspectos de
la vida privada de cada individuo. Respecto a la filiación, al tener aspectos inherentes a la
persona y a la vida privada, en determinados casos, se opta por mantenerlo en ese ámbito
propio y reservado de lo íntimo, fuera del alcance de terceros o del conocimiento público,
empero, ello tiene sus límites en los derechos de terceros, así como en el orden público y en
el interés social. Ahora bien, si un infante se opone a la admisión de una prueba pericial en
genética (ADN) para identificar su filiación, aduciendo la transgresión a sus derechos a la
dignidad humana y a la intimidad, ello origina una colisión entre derechos que pretenden
tutelar el interés superior del niño; el derecho a conocer su identidad biológica en
contraposición de los derechos a la dignidad humana e intimidad. Como solución a esta
controversia, la doctrina de interpretación constitucional prevé el principio de proporcionalidad,
herramienta argumentativa que da sustento a las sentencias de constitucionalidad relativas a
los actos de los poderes públicos que afectan los derechos fundamentales. Para el autor
Carlos Bernal Pulido, dicho principio se compone de tres reglas que toda intervención del
Estado en los derechos humanos debe observar para considerarse como constitucionalmente
legítima, que son los subprincipios: a) idoneidad (o de adecuación); b) necesidad; y, c)
proporcionalidad en sentido estricto; esta última, que corresponde al llamado juicio de
ponderación, el cual ayuda a decidir qué derecho debe prevalecer sobre otro, mediante la "Ley
de la ponderación" que el doctrinista Robert Alexy explica así: "Cuanto mayor sea el grado de
no satisfacción o restricción de un principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la
satisfacción de otro.". Entonces, de la aplicación de dichos métodos se concluye que debe
priorizarse el derecho del infante a conocer su identidad biológica sobre los derechos a la
dignidad humana y a la intimidad; es así, porque la referida prueba por sí misma no atenta
contra la dignidad humana y si bien, en caso de que la muestra se tome en sangre y no en
saliva, la afectación física sería mínima; al igual que la transgresión al derecho a la intimidad,
pues el objeto de la prueba es sólo para resolver una controversia sobre paternidad, por lo
que sólo tendrán acceso al juicio las partes y peritos, sin que se busque la difusión de los
resultados ni darlos a conocer a terceros; en cambio, de permanecer en el desconocimiento
de la verdad sobre su identidad paterna, la afectación sería grave, ya que estaría incompleta
su filiación, privándole de la oportunidad de la obtención de los satisfactores básicos derivados
de la relación paterno-filial. Además, el desconocimiento del padre pudiera generar alguna
afectación psicológica durante su infancia, adolescencia o, incluso, en la edad adulta, aunado
a que debe notarse que el hecho de que el niño tenga la certeza de quién es su progenitor,
constituye un principio de orden público que es parte del núcleo esencial del derecho
fundamental a la personalidad jurídica; de ahí que, aun cuando la prueba no arrojara un
resultado positivo, no afectaría al niño, pues se habría definido que el supuesto padre no lo es.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.

Amparo en revisión 321/2016. 20 de enero de 2017. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor


Manuel Flores Jiménez. Secretario: Alberto Carrillo Ruvalcaba.

Esta tesis se publicó el viernes 17 de noviembre de 2017 a las 10:28 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2005539

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada


Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 3, Febrero de 2014, Tomo I

Materia(s): Civil

Tesis: 1a. XXXV/2014 (10a.)

Página: 676

PATERNIDAD. SUJETOS LEGITIMADOS PARA IMPUGNARLA (LEGISLACIÓN DEL


DISTRITO FEDERAL).

La interpretación sistemática del título séptimo del Código Civil para el Distrito Federal, relativo
a la filiación, lleva a sostener que los únicos sujetos legitimados para incoar el juicio de
impugnación de la paternidad son los expresamente señalados en la ley: el cónyuge varón, la
madre y el hijo, por ser las personas a las que atañe directamente el vínculo biológico que
mediante la acción de desconocimiento de paternidad se cuestiona. Al respecto, cabe precisar
que la legitimación para impugnar la paternidad no viene dada por las relaciones afectivas, la
convivencia o la procuración de cuidados existentes en una familia, sino por el
cuestionamiento de un nexo biológico, al que subyace una posible relación entre el padre y la
madre, así como el vínculo genético entre el padre y el hijo. De ahí que sólo las personas
mencionadas -a quienes el reconocimiento o destrucción de ese nexo biológico involucra-
estén legitimadas para impugnarlo. Lo anterior cobra sentido al considerar que en los juicios
de impugnación de paternidad únicamente se cuestiona un vínculo biológico, sin que de
resultar el mismo inexistente, se establezca filiación alguna. Es decir, a diferencia del
reconocimiento de paternidad, en el que un varón asume ciertas obligaciones frente a un
menor, o cuando un varón distinto al marido cuestiona la paternidad biológica de este último a
fin de reclamarla para sí mismo, el efecto jurídico del desconocimiento de paternidad es dejar
a una persona huérfana de padre. Si dicha circunstancia fue impulsada por el cónyuge varón,
la madre o el hijo, la acción es legítima. En el caso de que no se trate de ellos, se estima que
no es posible validar la desprotección que la exclusión de la paternidad implicaría para el hijo,
máxime tratándose de un menor de edad.

Amparo directo 12/2012. 12 de junio de 2013. Mayoría de tres votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, quien reservó su derecho a formular voto concurrente, José Ramón
Cossío Díaz y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Disidentes: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien
reservó su derecho a formular voto particular, y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Mireya Meléndez Almaraz.

Esta tesis se publicó el viernes 14 de febrero de 2014 a las 11:05 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
Época: Décima Época

Registro: 2004367

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Libro XXIV, Septiembre de 2013, Tomo 3

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.120 C (10a.)

Página: 2431

ACCIÓN DE NULIDAD DE RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. NO PUEDE ESTAR POR


ENCIMA DEL DERECHO DE UN MENOR A CONOCER SU IDENTIDAD.

Resulta procedente la acción de nulidad de reconocimiento de paternidad, aun cuando no se


acredite el error o engaño que se alega haber sufrido, al creerse padre de un menor; para ello
sólo basta demostrar con las periciales procedentes no ser el padre biológico de éste. Sin
embargo, debe darse prioridad al innegable derecho de un menor a conocer su filiación, esto
es, la identidad de sus ascendientes, lo cual no se reduce a un aspecto meramente formal u
objetivo como es lo asentado en el acta de nacimiento o si se acreditó el error o engaño en el
que se hizo caer al que lo reconoció como su padre, sino al hecho biológico, esto es, el
reconocimiento inobjetable de quiénes son sus padres; pues si bien en este hecho no
necesariamente se fundan los lazos afecto-filiales, sí constituye un aspecto que incide en el
mismo, así como en la seguridad y estabilidad emocional de toda persona y, además,
tratándose de menores, conlleva al derecho a que sus ascendientes satisfagan sus
necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento, para su desarrollo pleno
e integral. Lo anterior de conformidad con lo establecido en los artículos 3, 7, 8 y 22 de la
Convención sobre los Derechos del Niño, así como 5, inciso B), fracciones I, II y III de la Ley
de los Derechos de las Niñas y Niños en el Distrito Federal, que coinciden en que: Las niñas y
niños tienen, entre otros, los siguientes derechos: A la identidad, que está compuesta por A.
Tener un nombre y los apellidos de los padres desde que nazca y a ser inscrito en el Registro
Civil; y, B. Conocer su filiación y su origen, salvo en los casos que las leyes lo prohíban. A
solicitar y recibir información sobre su origen, sobre la identidad de sus padres y a conocer su
origen genético; conocer a sus progenitores y a mantener relaciones personales y contacto
directo con ellos, aun en el caso de estar separados, salvo si ello es contrario al interés
superior de la niña y niño. Así, en los juicios de desconocimiento de paternidad, lo que debe
importar en realidad no es que en el acta se encuentre asentado el nombre de una persona
que se encargue de proporcionarle al menor los insumos necesarios para su sano desarrollo,
sino lo que en realidad importa es el derecho del menor a conocer su real identidad bajo
cuestiones verdaderas y no falsas que más adelante le puedan acarrear problemas
relacionados con su bienestar emocional.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 442/2012. 3 de agosto de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor


Francisco Mota Cienfuegos. Secretaria: María Estela España García.

Época: Décima Época

Registro: 2003551

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Libro XX, Mayo de 2013, Tomo 3

Materia(s): Constitucional, Civil

Tesis: I.11o.C.25 C (10a.)

Página: 1773

DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. CORRESPONDE AL ACTOR LA CARGA DE


PROBAR SUS PRETENSIONES, POR LO QUE EL JUZGADOR NO DEBE ACTUAR
OFICIOSAMENTE PARA MANDAR DESAHOGAR, AMPLIAR O PERFECCIONAR LA
PRUEBA EN MATERIA DE GENÉTICA EN ARAS DE RESPETAR EL INTERÉS SUPERIOR
DE LOS MENORES, PUESTO QUE, DE HACERLO, NO OBRARÍA A FAVOR DE ÉSTOS,
SINO DE QUIEN PRETENDE DESCONOCERLOS.

Si bien conforme a la jurisprudencia 1a./J. 28/2013 (10a.) y a la tesis número 1a. LXXI/2013
(10a.), de rubros: "RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. EL INTERÉS SUPERIOR DEL
MENOR DEBE PREVALECER EN EL JUICIO RELATIVO FRENTE A LA INSTITUCIÓN DE
LA COSA JUZGADA." e "INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. SUS ALCANCES EN UN
JUICIO DE RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD.", el interés superior de los menores está
protegido constitucionalmente, por lo que en los asuntos de reconocimiento de paternidad,
relacionados con el derecho que tienen los menores a indagar y conocer la verdad sobre su
origen, se involucra una serie de derechos que les resultan fundamentales, puesto que de esa
investigación se podrá establecer si existe o no una filiación entre él y quien se considera es el
padre y, de ser así, no sólo podrá acceder a llevar el apellido de su progenitor como parte del
derecho a la identidad que le permite tener un nombre y una filiación, sino que se verá
beneficiado en su derecho a la salud; de modo que cuando se demande el reconocimiento de
paternidad, la prueba idónea para determinar la relación paterno-filial es la pericial en materia
de genética, por ende, en aras del respeto al interés superior de los menores y a otorgar un
acceso efectivo a la justicia, los Jueces deben ordenar, incluso, de oficio su desahogo, su
ampliación o perfeccionamiento, para esclarecer la verdad de los hechos controvertidos; sin
embargo, dicha regla no impera en los asuntos de desconocimiento de paternidad, es decir, el
juzgador no debe ordenar oficiosamente el desahogo, ampliación o perfeccionamiento de la
prueba pericial en materia de genética en dichos procedimientos, porque el menor no
desconoce su origen, es decir, no está indagando para conocer la verdad sobre su origen,
porque en asuntos de esa naturaleza se parte de la base de que el menor fue procreado
dentro de un núcleo familiar y reconocido como su descendiente por quienes lo integran, o
porque fue reconocido por quienes, de manera voluntaria y espontánea, dijeron ser sus
progenitores en la manifestación de su nacimiento ante el Registro Civil correspondiente, y
dicho reconocimiento es un acto personalísimo y formal que se rige por los principios
generales que se fundan en la naturaleza de un acto jurídico que implica una asunción
voluntaria de obligaciones y tiene efectos que trascienden a la estabilidad de las relaciones
paterno-filiales, aun cuando no existan vínculos biológicos reales involucrados. De modo que,
en los asuntos de desconocimiento de paternidad de un menor, la parte actora tiene la carga
de la prueba de acreditar sus pretensiones, conforme a lo previsto por el artículo 281 del
Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal; por ende, el Juez no debe ordenar
de oficio el desahogo, ampliación o perfeccionamiento de la prueba pericial en materia de
genética, puesto que no estaría obrando en atención al interés superior del menor, pues éste
no tiene intención de colocarse en un estado de incertidumbre sobre su origen, aunado a que
si el Juez natural proveyera de oficio respecto a dicha prueba implicaría la suplencia de la
deficiencia de la queja en beneficio de la persona que pretende el desconocimiento, y en
perjuicio del menor, al afectarse su derecho de identidad adquirido, entre otros; de ahí que, en
ese tipo de asuntos, el Juez debe sujetarse a las reglas generales de la prueba, respetando
las cargas procesales y probatorias que corresponden al actor. Lo anterior no significa que
deba rechazarse la prueba referida si el actor la ofrece cumpliendo con los requisitos previstos
en la ley, sino que el juzgador no puede sustituirse en las cargas procesales y probatorias que
corresponden al actor, porque, se reitera, en los casos de desconocimiento de paternidad, de
actuar oficiosamente, el juzgador no beneficiaría al menor, sino que lo perjudicaría, en tanto
que la pretensión del actor es desconocer el vínculo paterno-filial.

DÉCIMO PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.


Amparo en revisión 88/2013. 26 de marzo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Daniel
Horacio Escudero Contreras. Secretario: Jorge Bautista Soria.

Nota: Las tesis 1a./J. 28/2013 (10a.) y 1a. LXXI/2013 (10a.) aparecen publicadas en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XX, Tomo 1, mayo de
2013, páginas 441 y 541, respectivamente.

Época: Novena Época

Registro: 160413

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Libro IV, Enero de 2012, Tomo 5

Materia(s): Civil

Tesis: XXI.(VII Región) 2 C (9a.)

Página: 4375

DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. EL ACTOR DEBE EXPRESAR EN LA DEMANDA,


DE MANERA CLARA Y PRECISA, LAS CIRCUNSTANCIAS DE TIEMPO, MODO Y LUGAR
DE LA CAUSA EN QUE FUNDA LA PRETENSIÓN RESPECTIVA (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE CHIAPAS).

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 268, fracción V, del Código de Procedimientos


Civiles del Estado de Chiapas, el actor debe expresar en el escrito de demanda los hechos en
que funde su petición, numerándolos y narrándolos sucintamente con claridad y precisión, de
tal manera que el demandado pueda preparar su contestación y defensa. Por otro lado, los
artículos 320, fracción I, 324, fracción III y 335 del Código Civil para el Estado de Chiapas
prevén la presunción de que son hijos de los cónyuges los nacidos después de ciento ochenta
días contados desde la celebración del matrimonio, cuya filiación se prueba con la partida de
su nacimiento y con el acta de matrimonio de los padres. Luego, si bien el artículo 326 de esa
misma codificación sustantiva, reconoce el derecho del marido de contradecir que el nacido es
hijo de su matrimonio, resulta necesario expresar en el escrito de demanda las circunstancias
de tiempo, modo y lugar en que tuvo conocimiento de la causa en que funda la pretensión de
desconocimiento de la paternidad, no sólo para que la parte demandada pueda preparar su
contestación y defensa, sino para que tenga oportunidad de ofrecer y rendir pruebas, sin que
esa omisión sea subsanable en el periodo probatorio. Es así, puesto que la pretensión de
desconocimiento de paternidad tiene por sí un efecto destructivo en perjuicio de la familia y
atenta contra el interés superior del menor a quien se pretende desconocer, así como de sus
derechos de identidad familiar y social adecuados, protegidos no sólo por la Constitución
Federal, sino también por la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en Nueva
York, en mil novecientos ochenta y nueve, de la que nuestro país es parte.

TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA SÉPTIMA REGIÓN.

Amparo directo 355/2011. 26 de mayo de 2011. Mayoría de votos. Disidente: Mario Alejandro
Torres Pacheco, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del
Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado. Relator de la
mayoría: Marco Antonio Guzmán González. Secretaria: Norma Paola Cerón Fernández.

Época: Novena Época

Registro: 162536

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXXIII, Marzo de 2011

Materia(s): Civil

Tesis: III.2o.C.188 C

Página: 2379

NULIDAD DE ACTA DE NACIMIENTO. ALCANCE PROBATORIO DE LA CONFESIÓN


FICTA, EN EL JUICIO RELATIVO.
De conformidad con la jurisprudencia sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, 1a./J. 93/2006, de rubro: "CONFESIÓN FICTA, PRUEBA DE LA.
REQUISITOS PARA SU VALORACIÓN (LEGISLACIÓN CIVIL DE LOS ESTADOS DE
MÉXICO, PUEBLA Y JALISCO).", publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXV, febrero de 2007, página 126, por regla general, la
confesión ficta establece una presunción favorable al articulante y contraria a los intereses de
la absolvente, que debe ser destruida con prueba en contrario y en tanto no se advierte algún
elemento de convicción que la desestime, puede adquirir eficacia suficiente para demostrar los
hechos que se pretendan probar en el juicio respectivo. Sin embargo, esa regla admite
excepciones, como la considerada por la referida Sala de ese Alto Tribunal, en la diversa
jurisprudencia 1a./J. 92/2004, de rubro: "DIVORCIO NECESARIO. LA CONFESIÓN FICTA,
POR SÍ MISMA, ES INSUFICIENTE PARA TENER POR ACREDITADOS LOS HECHOS EN
QUE SE FUNDA LA ACCIÓN.", localizable en la página 118, Tomo XXI, febrero de 2005, de la
Época y Semanario en consulta; excepción que, por extensión, se verifica en el supuesto en el
que, mediante la acción de nulidad del acta de nacimiento, se pretende efectuar un
desconocimiento de la paternidad y, por ende, la destrucción de los lazos de parentesco que
en el documento hayan quedado establecidos. Así, por identidad de razón, la sola presunción
que deriva de la confesión ficta generada por la no comparecencia de la parte demandada a
contestar la demanda y absolver posiciones, no puede crear en el juzgador la convicción
necesaria para acreditar la acción, cuenta habida que existe un gran interés del Estado en que
la familia sea preservada como núcleo de la sociedad, como se hace patente en el artículo
4o., primer párrafo, de la Constitución Federal.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.

Amparo directo 727/2010. 28 de enero de 2011. Unanimidad de votos. Ponente: José


Guadalupe Hernández Torres. Secretario: Jesús Antonio Rentería Ceballos.

Época: Novena Época

Registro: 171645

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXVI, Agosto de 2007


Materia(s): Civil

Tesis: I.8o.C.279 C

Página: 1798

RECONOCIMIENTO DE LOS HIJOS. ALCANCE DEL PRINCIPIO DE IRREVOCABILIDAD.

El reconocimiento de un hijo no es revocable por quien lo hizo, en razón de que se trata de


una declaración, una confesión pura y absoluta que la ley acepta en nombre de la sociedad y
que, por lo mismo, no puede revocarse; sin embargo, el carácter irrevocable del
reconocimiento no impide que pueda impugnarse en ciertos casos, toda vez que el término
jurídico "irrevocable" sólo significa que no puede quedar privado de efectos por la simple
voluntad de quien lo llevó a cabo, es decir, que una vez realizado, ya no puede retractarse
quien hizo la manifestación de voluntad, pero no implica que esté exento de la declaración de
nulidad, pues sería antijurídico sostener el reconocimiento a pesar, por ejemplo, de que para
efectuarlo hubiese mediado violencia física o moral, y lo mismo puede decirse en presencia
del error o cualquier otro vicio de la voluntad. En ese sentido, no existe contradicción entre tal
principio de irrevocabilidad y la posibilidad que tiene el autor del acto para pedir su nulidad, ya
que no debe confundirse la anulación decretada por una sentencia judicial con fundamento en
un motivo determinado y legal, con la revocación del reconocimiento a manera de retractación
arbitraria y sin quedar comprobada la exactitud de las razones alegadas. De ahí que aun
cuando el reconocimiento de hijos sea irrevocable, de estar afectado de nulidad pueda ésta
ser reclamada por el que hizo el reconocimiento, cuando el reconocido no es verdaderamente
su hijo. Ahora bien, como el error es falso conocimiento de la realidad y el reconocimiento es
la afirmación de un hecho que consiste en la paternidad, el error versará entonces sobre la
realidad de tal paternidad y es desde luego erróneo el reconocimiento efectuado por creerse
padre biológico sin serlo realmente, y en tal supuesto la prueba del error será la prueba de la
no paternidad, porque atendiendo a la voluntad de declarar la paternidad, se colige que tal
voluntad se forma o se debe formar sobre la creencia en dicha paternidad y que para
entenderla viciosamente formada hace falta probar la existencia del vicio (error) consistente en
haberse creído padre sin serlo. Luego, bastará la no paternidad y su prueba para destruir el
reconocimiento, por no coincidir con la realidad, tanto cuando la no coincidencia de
reconocimiento y realidad proviene de error, como cuando proviene de alguna otra causa que
vicie la voluntad. Lo anterior, independientemente de que el artículo 363 del Código Civil para
el Distrito Federal se refiera a la nulidad del reconocimiento cuando un menor pruebe que
sufrió error o engaño al hacerlo, toda vez que el artículo 1859 del Código Civil, que precisa las
reglas que rigen los actos jurídicos (en tanto que no haya en contrario una disposición expresa
de la ley, o bien, siempre y cuando la naturaleza de estos actos no se oponga a tales normas),
es aplicable a la nulidad del reconocimiento, por lo que éste puede impugnarse cuando hay
violencia, error o dolo, ya que no hay disposición especial de la ley que impida aplicar al
reconocimiento de paternidad el sistema general, en cuanto a vicios de la voluntad, siendo la
única limitante a esa regla, atendiendo a la naturaleza del reconocimiento, que sólo pueda ser
nulificado cuando la paternidad biológica efectivamente no exista.
OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 306/2007. 13 de junio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Abraham S.


Marcos Valdés. Secretaria: María Teresa Lobo Sáenz.

Época: Novena Época

Registro: 174151

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXIV, Octubre de 2006

Materia(s): Civil

Tesis: II.3o.C.68 C

Página: 1336

ACTA DE NACIMIENTO. ES IMPROCEDENTE LA NULIDAD SOLICITADA POR EL


PROGENITOR QUE RECONOCIÓ A UN HIJO COMO SUYO CON EL CONOCIMIENTO
PREVIO DE QUE NO ERA EL PADRE BIOLÓGICO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
HIDALGO).

En aquellos casos en los que se plantea la nulidad de un acta de nacimiento sobre la base de
que el accionante no es padre biológico del menor, es menester atender a dos aspectos
fundamentales: a) Las actas del Registro Civil son de carácter público y sólo procede su
nulidad en casos excepcionales; ello es así, pues el Registro Civil es una institución de
carácter público y de interés social, de manera que el Estado tiene interés en que la
rectificación sólo se haga por vicios formales o sustanciales que son los casos de excepción,
en cuyo último supuesto se encuentra el consentimiento o la voluntad de quien acude ante el
oficial del Registro Civil a registrar a un menor, lo que constituye una presunción legal y
vehemente que prevalece, salvo prueba en contrario; por lo que para invalidar el acta de
nacimiento es preciso demostrar la existencia de algún vicio en ese aspecto sustancial.
Además, esa manifestación de voluntad genera la posesión de estado en favor del menor, por
ser tratado como hijo, por él y sus parientes, así como por la sociedad, ya que el nombre y el
apellido del padre, conforme al acta de nacimiento, es usada a partir del registro, salvo prueba
en contrario. Así, la circunstancia de que una persona se presente a registrar al menor, con el
conocimiento previo de que no es su hijo biológico, implica una conducta dolosa de la cual no
se puede prevaler para hacer prosperar posteriormente la nulidad del acta de nacimiento, de
conformidad con los artículos 1799 y 1806 del Código Civil del Estado de Hidalgo; b) El
segundo aspecto concierne a los derechos que le asisten al niño, conforme a las
disposiciones que regulan su interés superior, considerando que goza de un estatus de hijo de
padre y madre, llevando sus apellidos y recibiendo alimentos, con lo que queda demostrada la
posesión de estado de hijo, cuya circunstancia no sólo tiene efectos jurídicos derivados del
reconocimiento, sino que también incide en la psique del menor y en su relación a nivel
sociedad. En efecto, de conformidad con el principio del interés superior del niño, consagrado
como un derecho fundamental en el artículo 4o. constitucional y en la Convención sobre los
Derechos del Niño y la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes, deriva el derecho a la identidad, que implica no sólo tener nombre y apellido
otorgados por quienes manifiestan ante el Registro Civil su voluntad de registrar al infante,
sino también el derecho a vivir en familia, derivado de esa relación filial creada con el
reconocimiento que produce consecuencias jurídicas en la participación del menor ante la
sociedad y en las actividades o áreas en donde se requiera su identificación de estado civil, de
manera que la nulidad del acta de nacimiento tampoco puede depender de la relación que
guarden las partes, pues ello implicaría anteponer un elemento subjetivo, como es la relación
afectiva entre los que registraron al menor, sobre una declaración ante el Estado, de carácter
objetivo.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 940/2005. 14 de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Carlos
Ortega Castro. Secretaria: Cleotilde Ayala Sandoval.

Época: Novena Época

Registro: 176668

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta


Tomo XXII, Noviembre de 2005

Materia(s): Civil

Tesis: II.2o.C.501 C

Página: 911

PERICIAL EN GENÉTICA. SU DESAHOGO ES PREPONDERANTE EN UN JUICIO DE


DESCONOCIMIENTO O RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD, CON INDEPENDENCIA
DEL DERECHO A LA PRIVACÍA O INTIMIDAD.

Tratándose de la investigación de la paternidad legal para esclarecer lo planteado en un


asunto de desconocimiento o reconocimiento de paternidad, debe prevalecer esa prerrogativa
en orden con la de intimidad o privacía, en razón a que en un conflicto de esa naturaleza
sustantiva, el conocimiento o averiguación dirigida a saber quién es el progenitor deviene
predominante al derivar del supremo derecho del menor a obtener, entre otros, su identidad y
filiación, alimentos, casa, educación, vestido, atención médica, etcétera, así como la
obligación común de ambos padres de proporcionar los medios económicos y condiciones de
vida necesarios para el pleno y armonioso desarrollo intelectual y físico de un menor. Además,
si bien es exacto que la protección a la intimidad se puede afectar con el desahogo de la
prueba pericial en genética, que es la idónea para demostrar científica y biológicamente la
relación paterno filial, e implica la práctica de estudios químicos y exámenes de laboratorio
traducidos en la toma de muestras de tejidos sanguíneos u orgánicos que podrían poner al
descubierto otras características genéticas, como diversos aspectos patológicos o de
conducta que nada tengan que ver con la paternidad que se busca dilucidar, no menos
verídico resulta que para preservar tal derecho a la intimidad el desahogo de dicha probanza
se debe limitar mediante niveles de control y acceso a esa información confidencial, esto es,
que el juzgador ha de velar porque en la práctica dicha pericial se lleve a cabo con las
medidas de discreción, de reserva y sanitarias para salvaguardar el estado de salud de los
progenitores y del propio menor. Incluso es patente que la información que se obtenga de
dicho procedimiento científico será concreta y objetiva, sólo para resolver la cuestión
controvertida. De consiguiente, en tales casos indiscutiblemente deviene preponderante el
derecho de investigación sobre la identidad de la paternidad en el juicio de desconocimiento o
reconocimiento de la misma, en relación con la filiación en cuanto al progenitor, frente a una
invasión a la intimidad o privacía individual.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo en revisión 176/2005. 6 de septiembre de 2005. Unanimidad de votos. Ponente:


Virgilio A. Solorio Campos. Secretaria: Norma Ordóñez Jiménez.
Época: Novena Época

Registro: 201885

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo IV, Julio de 1996

Materia(s): Civil

Tesis: XXI.1o.27 C

Página: 388

DESCONOCIMIENTO DE LA PATERNIDAD, LA CONFESION DE LA CONYUGE NO ES


SUFICIENTE PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCION DE. (LEGISLACION DEL ESTADO
DE GUERRERO).

La confesión de la esposa, respecto de que el actor en determinado tiempo no convivió física


ni moralmente con ella, no constituye prueba suficiente para que prospere la acción de
desconocimiento de la paternidad, debido a que con esa actitud asumida por aquélla, no se
afectan intereses de los cónyuges, sino del hijo, pues de lo dispuesto por el artículo 513 del
Código Civil del Estado de Guerrero, se desprende que, las partes en los juicios de
contradicción de paternidad, tienen intereses opuestos, al ordenar que serán oídos la madre y
el hijo y no admitir su representación sobre éste, por lo que tal confesión no puede surtir
efectos plenos.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 278/96. Timoteo Antúnez Salgado. 6 de junio de 1996. Unanimidad de votos.
Ponente: José Refugio Raya Arredondo. Secretario: Ignacio Cuenca Zamora.
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN – Marcadas

Número de Registro: 2019463

NULIDAD, RECTIFICACIÓN O ANOTACIÓN EN EL ACTA DE NACIMIENTO. ÚNICAMENTE


COMPETE A LAS PERSONAS MENCIONADAS EN ÉSTA, CONFORME AL ARTÍCULO 136
DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, APLICABLE PARA LA CIUDAD DE
MÉXICO.

Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; Gaceta S.J.F.; Libro 64, Marzo de 2019; Tomo III;
Pág. 2700. I.3o.C.347 C (10a.).

Número de Registro: 2018529

ACCIÓN DE DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS


PARA ACREDITAR LA DESVINCULACIÓN FILIAL EN LA QUE AQUÉLLA SE SUSTENTA
(LEGISLACIÓN APLICABLE PARA LA CIUDAD DE MÉXICO).

Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; Gaceta S.J.F.; Libro 61, Diciembre de 2018; Tomo II;
Pág. 960. I.3o.C.338 C (10a.).

Número de Registro: 2017374

RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. ATENTO A LOS DERECHOS DE IGUALDAD Y DE


NO DISCRIMINACIÓN DE LA MUJER, CUANDO SE RECLAME ÉSTE, LOS JUZGADORES
DEBEN DAR VISTA Y HACER DEL CONOCIMIENTO DE LA MADRE DEL MENOR QUE
TIENE LA POSIBILIDAD DE ELEGIR EL ORDEN DE LOS APELLIDOS DEL NUEVO
NOMBRE A DESIGNAR, SIN DEMÉRITO DEL DERECHO DEL INFANTE A PARTICIPAR EN
ESE PROCEDIMIENTO.

Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; Gaceta S.J.F.; Libro 56, Julio de 2018; Tomo II; Pág.
1589. (IV Región)1o.6 C (10a.).

Número de Registro: 2017231

DERECHO A LA IDENTIDAD DE UN MENOR. NO SÓLO LO CONSTITUYE LA POSIBILIDAD


DE RECIBIR INFORMACIÓN SOBRE SU NOMBRE, NACIONALIDAD Y FILIACIÓN, PUES A
PARTIR DEL RECONOCIMIENTO DE ESTOS DERECHOS SE PUEDEN DERIVAR OTROS.

Localización: [TA]; 10a. Época; 1a. Sala; Gaceta S.J.F.; Libro 55, Junio de 2018; Tomo II;
Pág. 956. 1a. LXXV/2018 (10a.).
Número de Registro: 2015577

PRUEBA PERICIAL EN GENÉTICA. SI EL INFANTE SE OPONE A SU ADMISIÓN,


ADUCIENDO TRANSGRESIÓN A SUS DERECHOS A LA DIGNIDAD HUMANA Y A LA
INTIMIDAD, Y ELLO ORIGINA UNA COLISIÓN ENTRE DERECHOS QUE PRETENDEN
TUTELAR EL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO, DEBE PRIORIZARSE SU DERECHO A
CONOCER SU IDENTIDAD BIOLÓGICA SOBRE ÉSTOS.

Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; Gaceta S.J.F.; Libro 48, Noviembre de 2017; Tomo III;
Pág. 2106. III.2o.C.85 C (10a.).

Número de Registro: 2005539

PATERNIDAD. SUJETOS LEGITIMADOS PARA IMPUGNARLA (LEGISLACIÓN DEL


DISTRITO FEDERAL).

Localización: [TA]; 10a. Época; 1a. Sala; Gaceta S.J.F.; Libro 3, Febrero de 2014; Tomo I;
Pág. 676. 1a. XXXV/2014 (10a.).

Número de Registro: 2004367

ACCIÓN DE NULIDAD DE RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. NO PUEDE ESTAR POR


ENCIMA DEL DERECHO DE UN MENOR A CONOCER SU IDENTIDAD.

Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXIV, Septiembre de 2013;
Tomo 3; Pág. 2431. I.3o.C.120 C (10a.).

Número de Registro: 2003551

DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. CORRESPONDE AL ACTOR LA CARGA DE


PROBAR SUS PRETENSIONES, POR LO QUE EL JUZGADOR NO DEBE ACTUAR
OFICIOSAMENTE PARA MANDAR DESAHOGAR, AMPLIAR O PERFECCIONAR LA
PRUEBA EN MATERIA DE GENÉTICA EN ARAS DE RESPETAR EL INTERÉS SUPERIOR
DE LOS MENORES, PUESTO QUE, DE HACERLO, NO OBRARÍA A FAVOR DE ÉSTOS,
SINO DE QUIEN PRETENDE DESCONOCERLOS.

Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XX, Mayo de 2013; Tomo 3;
Pág. 1773. I.11o.C.25 C (10a.).

Número de Registro: 160413


DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. EL ACTOR DEBE EXPRESAR EN LA DEMANDA,
DE MANERA CLARA Y PRECISA, LAS CIRCUNSTANCIAS DE TIEMPO, MODO Y LUGAR
DE LA CAUSA EN QUE FUNDA LA PRETENSIÓN RESPECTIVA (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE CHIAPAS).

Localización: [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro IV, Enero de 2012; Tomo 5;
Pág. 4375. XXI.(VII Región) 2 C (9a.).

Número de Registro: 2000141

RECONOCIMIENTO DE HIJO. DISTINCIÓN ENTRE EL PRINCIPIO DE IRREVOCABILIDAD


CON LA INVESTIGACIÓN DE LA PATERNIDAD (LEGISLACIÓN DEL ESTADO MÉXICO).

Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro IV, Enero de 2012; Tomo 5;
Pág. 4590. II.4o.C.2 C (10a.).

Número de Registro: 162536

NULIDAD DE ACTA DE NACIMIENTO. ALCANCE PROBATORIO DE LA CONFESIÓN


FICTA, EN EL JUICIO RELATIVO.

Localización: [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXXIII, Marzo de 2011; Pág.
2379. III.2o.C.188 C.

Número de Registro: 170275

JUICIOS DE PATERNIDAD. EN LOS CASOS EN QUE A PESAR DE LA IMPOSICIÓN DE


MEDIDAS DE APREMIO LOS PRESUNTOS ASCENDIENTES SE NIEGAN A PRACTICARSE
LA PRUEBA PERICIAL EN MATERIA DE GENÉTICA (ADN), OPERA LA PRESUNCIÓN DE
LA FILIACIÓN CONTROVERTIDA, SALVO PRUEBA EN CONTRARIO (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE VERACRUZ).

Localización: [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXVII, Febrero de 2008; Pág.
2313. VII.2o.C.111 C.

Número de Registro: 171645

RECONOCIMIENTO DE LOS HIJOS. ALCANCE DEL PRINCIPIO DE IRREVOCABILIDAD.

Localización: [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXVI, Agosto de 2007; Pág.
1798. I.8o.C.279 C.
Número de Registro: 174151

ACTA DE NACIMIENTO. ES IMPROCEDENTE LA NULIDAD SOLICITADA POR EL


PROGENITOR QUE RECONOCIÓ A UN HIJO COMO SUYO CON EL CONOCIMIENTO
PREVIO DE QUE NO ERA EL PADRE BIOLÓGICO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
HIDALGO).

Localización: [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXIV, Octubre de 2006; Pág.
1336. II.3o.C.68 C.

Número de Registro: 176668

PERICIAL EN GENÉTICA. SU DESAHOGO ES PREPONDERANTE EN UN JUICIO DE


DESCONOCIMIENTO O RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD, CON INDEPENDENCIA
DEL DERECHO A LA PRIVACÍA O INTIMIDAD.

Localización: [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXII, Noviembre de 2005;
Pág. 911. II.2o.C.501 C.

Número de Registro: 201885

DESCONOCIMIENTO DE LA PATERNIDAD, LA CONFESION DE LA CONYUGE NO ES


SUFICIENTE PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCION DE. (LEGISLACION DEL ESTADO
DE GUERRERO).

Localización: [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo IV, Julio de 1996; Pág. 388.
XXI.1o.27 C.

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