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Epidemiologia
Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia
del sobrepeso o la obesidad. Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la
carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos
cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad. La obesidad constituye un factor
de riesgo importante de las enfermedades cardiovasculares, que constituyen la
primera causa de muerte, con más de 17 millones de defunciones anuales.
Etiologia
Los elementos en este modelo ecológico pueden ser agrupados alrededor de la clásica
tríada epidemiológica: huésped, vector y ambiente.
El agente es el camino final que conduce a la ganancia de peso y que es definido como
un balance energético positivo debido a una ingesta mayor que la consumida. En
relación con la ingesta se define la “sobreconsumición pasiva” como la tendencia a
consumir más energía de la necesaria mediante vectores densos en energía como
ciertos alimentos, generalmente ricos en grasas y pobres en agua y fibra, como los ten-
tempiés o los cereales de desayuno, bebidas con alto contenido en azúcares, como
refrescos o zumos de frutas, así como el incremento en el tamaño de las raciones.
CLÍNICA
Anamnesis
Exploración física
El niño con obesidad simple o exógena, general- mente tienen talla alta (superior al
percentil 50) y
maduración ósea acelerada, mientras que los niños con obesidad endógena suelen
tener tallas inferiores al percentil 5 y maduración ósea retardada.
La adiposidad suele ser generalizada, con pre- dominio troncular en un tercio de los
casos. Ello ori- gina una pseudoginecomastia y el enterramiento de los genitales
externos del varón en la grasa suprapúbica. Frecuentemente se observan estrías en la
piel, de color rosado o blanco, localizadas en abdomen, tórax y cade- ras, lo que puede
plantear en casos exagerados un diag- nóstico diferencial con el síndrome de Cushing.
Los niños con maduración ósea acelerada suelen presentar pubertad anticipada. En
conclusión, se pue- de establecer que los dos parámetros más importan- tes en la
exploración física del niño obeso son la talla y la edad ósea.
DIAGNÓSTICO
Se ha calculado que el IMC se incrementa de forma fisiológica en 0,5 puntos por año
desde aproximadamente los 8 años hasta la adolescencia. Aunque el grado de cambio
que indica riesgo no ha sido definido, un incremento anual de igual o más de 2
unidades de IMC se ha sugerido que identifica un rápido incremento en la grasa
corporal de niños y adolescentes (nivel de evidencia III).
Complicaciones
Algunos estudios de casos y controles así como de cohortes (nivel II-2) han
identificado mayor frecuencia de trastornos depresivos y ansiosos, insatisfacción con
su imagen corporal y baja autoestima en niños obesos. Esta frecuencia es superior en
chicas que en chicos y se incrementa con la edad .
Cardiovascular
Además la tensión arterial presenta una correlación positiva con el IMC . También se
ha descrito mayor frecuencia de alteraciones del ventrículo izquierdo y endoteliales .
Metabólico
A partir de los datos disponibles parece existir en los niños obesos una insulinemia
significativamente superior a la de los menores no obesos y un mayor riesgo de
desarrollo de diabetes tipo , siendo estos resultados difíciles de interpretar ya que el
tipo de estudios (sin controles) no permite concluir formalmente el incremento en el
riesgo para los trastornos del metabolismo de la glucosa(nivelII-3) .
Respiratorio
Osteoarticulares y trastornos
de la estática
No han sido identificados estudios específicos que evalúen la incidencia o pre- valencia
de este tipo de trastornos aunque existen estudios descriptivos de series de casos que
han estimado una mayor prevalencia de obesidad en menores diagnosticados de genu
valgum y de epifisiolisis de la cabeza femoral (nivel III) .
Tratamiento
El objetivo principal del tratamiento es disminuir el peso corporal y la masa grasa, pero
asegurando un crecimiento normal. El peso ideal debe mantenerse a lo largo del
tiempo y para ello es necesario modificar la conducta alimenticia y la actividad física.
Los cambios conductales no sólo deben tener lugar en el niño, ya que para que tengan
éxito deben afectar a los diversos miembros de la familia.
Los planteamientos terapéuticos con más éxito incluyen dietas bajas en calorías,
educación en nutrición, modificación de la conducta y realización de actividad física. En
resumen un tratamiento multidisciplinar, para lo que se requiere un equipo
compuesto por pediatras, dietistas, especialistas en educación física, enfermeras y
psicólogos.
Dieta
En los niños muy obesos es posible la utilización de dietas muy bajas en calorías, si se
controlan adecuadamente. Se utilizan durante un corto período de tiempo y constan
de entre 600 y 900 kcal. por día. Es obligatorio el control del crecimiento, así como las
posibles modificaciones del electrocardiograma, principalmente el ritmo cardiaco y el
acortamiento del intervalo QT.
Actividad física
Terapia conductal
El enfoque conductal en el tratamiento de la obesidad se desarrolló a partir de la
teoría del aprendizaje social. En relación con la alimentación es necesario el
establecimiento de metas intermedias y finales, con objeto de evitar frustraciones.
Debe esperarse recaídas, para las que deben tenerse soluciones ya preparadas. El fin
principal de las estrategias de reforzamiento es compensar las posibles frustraciones
debidas a alteraciones de los planes previstos.
PREVENCION
Cuanto antes sea su comienzo, más notorios y significativos serán los beneficios
que con ésta se pueden lograr. Somos cada vez más conscientes de la importancia
de la prevención de la obesidad a edades tempranas, pero la efectividad de
programas de este tipo es aún limitada.
El afán por prevenir la obesidad y los esfuerzos realizados deben estar
encaminados hacia la prevención puesto que la obesidad no tiene un tratamiento
curativo. El tratamiento suele basarse en la modificación de estilos de vida, los
resultados de este una vez establecida la obesidad son poco gratificantes.
Las medidas preventivas deben iniciarse lo antes posible con el fin de involucrar
a la familia en la corrección de hábitos dietéticos y en el estilo de vida. Las
medidas generales van dirigidas a todos los niños desde recién nacidos, pero deben
intensificarse en niños de riesgo (inicio de sobrepeso en períodos críticos (antes
de los 5-6 años y adolescencia) y en hijos de padres obesos): promoción de la
lactancia materna, introducción de alimentación complementaria a partir de los 6
meses, evitar el picoteo no nutricional entre comidas, promover el ejercicio físico,
evitar la actitud sedentaria, control de peso y talla y cálculo del IMC.
3. Control y seguimiento
1. La presente revisión sistemática demuestra que existe suficiente evidencia para recomendar la
imple- mentación de intervenciones educativas en el ámbito escolar orientadas a la prevención
del sobrepeso y la obesidad en población entre los 5 y 17 años de edad, en países
latinoamericanos. Estas intervenciones de- ben priorizar la promoción del consumo de alimentos
sanos así como la práctica de actividad física.
5. con el género, se encontró que del género femenino, un 37,7% tenían sobrepeso u obesidad, en cuanto al
género masculino, un 34,3% tenían sobrepeso u obesidad.
6. En cuanto a la prevalencia de sobrepeso y obesidad y el tipo de escuela (pública o privada), se encontró que
los niños de escuelas privadas presentaron mayor frecuencia de sobrepeso y obesidad (46,3%) en relación a
las escuelas públicas (33,2%).
7. El contraste del nivel socioeconómico con la obesidad infantil, también se ha evaluado estudios previos en
Honduras como el realizado en el IHSS en el año 200220, en donde se encontró que el 27,7% de los niños
con nivel socioeconómico alto, 58,4% estrato medio y 13,9% estrato bajo con sobrepeso y obesidad.
9. han presentado aumento de la prevalencia nuestro medio. Los estudiantes de escuelas privadas de la
comunidad estudiada presentaron mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad que los de centros educativos
públicos. Así mismo reportaron mayor dinero para la compra de alimentos en la merienda escolar que los
de las escuelas públicas. Los escolares de la comunidad estudiada están consumiendo entre los principales
alimentos productos con alto contenido calórico y azucares refinadas, especialmente en las meriendas
escolares.