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Nutrición y obesidad
Nutrición y obesidad
1. Introducción
2. Epidemiología
2.1. Prevalencia de la obesidad
2.2. Morbimortalidad y perspectivas
4. Etiopatogenia de la obesidad
4.1. Factores genéticos
4.2. Tejido adiposo y obesidad
4.3. Regulación del peso corporal: balance energético
4.4. Factores predisponentes
6. Tratamiento
6.1. Criterios de intervención terapéutica
6.2. Tratamiento dietético
6.3. Psicoterapia y tratamiento conductual
6.4. Ejercicio físico
6.5. Tratamiento farmacológico
6.6. Cirugía bariátrica
6.7. Otras opciones de tratamiento
7. Resumen
8. Bibliografía
9. Enlaces web
Objetivos
E
l término obesidad deriva de la expresión griega ob-edere, que significa “sobre-in-
gesta”, considerándose durante siglos como sinónimo de glotonería y expresión
de un consumo excesivo de alimentos.
Puede definirse como un aumento de grasa corporal, que se traduce en un incre-
mento de peso, debido a un ingreso energético en la alimentación que supera el gasto
calórico (es decir, un balance de energía positivo) a lo largo de un periodo de tiempo
prolongado.
Su etiopatogenia sigue siendo poco conocida y se implican múltiples factores de tipo
social, ambiental, cultural, metabólico y genético que a menudo determinan una carga
hereditaria importante, de modo que los padres obesos suelen tener hijos obesos.
La alta prevalencia en España, su tendencia creciente y los cánones estéticos actua-
les condicionan el carácter social que ha adquirido el problema en el marco de una
sociedad que rinde culto a la imagen. Pero por encima de estas connotaciones que
obedecen a modelos meramente estéticos, y mucho más grave, se encuentran las co-
morbilidades que la acompañan: diabetes, hipertensión, apnea obstructiva del sueño,
osteoartropatías..., que la convierten en un auténtico problema de salud pública; por
ello, la OMS la incluye acertadamente entre las “epidemias del siglo XXI”.
Además, pocas enfermedades son tan resistentes al tratamiento. La explicación tal
vez se encuentre en la mirada a través de la cual se contempla el problema. Cuando se
considera la obesidad como una enfermedad “crónica, incurable y desconocida”, más
que la literalidad de la expresión se hace referencia a las grandes dificultades que su
tratamiento entraña a pesar de la ligereza con que a veces se aborda. De hecho, no hay
enfermedad en la que se frivolice más, con criterios terapéuticos para todos los gustos,
pareceres y opiniones.
En este marco, el tratamiento de la obesidad sigue siendo un auténtico desafío, don-
de los resultados con las mismas pautas pueden ser totalmente diferentes de unos
pacientes a otros, y rotundamente desalentadores cuando se analizan a largo plazo;
de modo que se presenta como una paradoja sorprendente, en la que la aplicación
de un remedio aparentemente tan simple como es el dejar de comer, se convierte en
una experiencia tremendamente penosa en donde las gratificaciones son cortas y los
fracasos incontables.
Por todo ello, la obesidad debe contemplarse como un problema cuyo abordaje
pasa por la instauración de medidas educativas de carácter preventivo desde la época
escolar, y por otro lado, cuando se establece, en simultanear distintas opciones tera-
péuticas, aparentemente muy sencillas como dieta y ejercicio, que junto al tratamiento
conductual y el uso ocasional de fármacos, constituyen el arsenal terapéutico habitual
disponible para abordar el problema, quedando relegada la cirugía, tremendamente
eficaz, para grandes obesidades resistentes a las medidas convencionales.
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*Se incluyen la diabetes mellitus tipo 2, la intolerancia a la glucosa, la hiperinsulinemia, la hiperlipemia y la hipertensión.
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triglicéridos. Ocurre normalmente en la edad adul- Actualmente se considera que existen más de
ta o tras un embarazo. 200 genes implicados en el fenotipo de la obe-
sidad humana y 20 trastornos mendelianos cuya
principal expresión fenotípica es la obesidad. Sin
3.2.4. Clasificación etiológica embargo, sólo se ha demostrado que cinco genes
(que afectan a un número muy pequeño de per-
La mayoría de las obesidades se consideran sonas) causan obesidad en el ser humano. Son ge-
esenciales, aunque un 3-5% pueden ser secundarias nes relacionados con la leptina, el receptor de la
a patologías endocrinológicas (ovario poliquístico, leptina, la propiomelanocortina (POMC), la pro-
hipotiroidismo, etc.), hipotalámicas y genéticas (por hormona convertasa-1 y el receptor de la mela-
ejemplo, síndrome de Prader-Willi), las obesidades nocortina-4, aunque la deficiencia de este último
yatrógenas por fármacos o cirugía hipotalámica y la es la única implicada en algo más que ciertos ca-
pseudoobesidad (lipomatosis y lipodistrofia). sos esporádicos de obesidad grave. También se ha
demostrado que al menos cuatro de dichos ge-
nes dominantes se alojan en el mismo segmento
de DNA, lo que hace pensar que interactúan sus
4. Etiopatogenia funciones y que hay efectos genéticos acumulati-
de la obesidad vos que explicarían la evolución de la obesidad en
el tiempo.
Los mecanismos etiopatogénicos de la obesidad De hecho, los síndromes genéticos asociados
no se conocen con exactitud. Están implicados fac- con obesidad y los cuadros de obesidad secunda-
tores genéticos, endocrinos, neurológicos, psicoló- ria a patologías endocrinas suponen menos del 5%
gicos y ambientales en mayor o menor grado, pe- de todas las formas de obesidad. Del resto, la pre-
ro en definitiva lo que se produce es un desajuste disposición genética se pone de manifiesto por una
crónico del balance energético, por un aumento en mayor susceptibilidad individual a la ganancia de
la ingesta y/o por una disminución sistemática en el peso en un entorno favorable.
gasto de energía (ver Capítulo 1.18). Según la magni- Para otros autores, la predisposición familiar a la
tud del desequilibrio, la obesidad se produciría en obesidad se debería al mantenimiento de los mis-
un plazo más o menos largo, aunque al parecer bas- mos patrones de alimentación y conducta alimen-
tante prolongado, ya que estudios experimentales taria desde el nacimiento, teoría apoyada en el he-
a corto plazo de sobrealimentación de voluntarios cho de que en EE UU y otros países desarrollados,
sanos, muestran que la ganancia de peso es reversi- la prevalencia de obesidad se ha duplicado durante
ble al recuperar una alimentación normal. las dos últimas décadas, un periodo sin trascenden-
cia en el contexto de los cambios genéticos.
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cula de proteínas que le sirve de sostén. Sus prin- La respuesta termogénica se origina cuando la
cipales funciones son la captación de lípidos circu- producción basal de calor es insuficiente para cu-
lantes en momentos de exceso de energía (fase brir los requerimientos termogénicos (obligato-
posprandial) y la liberación de ácidos grasos en si- rios o facultativos). El TAM se estimula por el frío y
tuaciones que requieren energía (fases interpran- por la dieta, especialmente por dietas hipercalóri-
diales, ayuno, etc.). cas, debido al efecto térmico de la comida.
La fisiología y la regulación hormonal del te- El TAM es el principal lugar donde se produce la
jido adiposo se caracteriza por una interdepen- termogénesis o disipación de energía en forma de
dencia del metabolismo de hidratos de carbono calor, para lo cual cuenta con una elevada dotación
y de lípidos (ver Capítulos 1.9 y 1.12). A nivel del de mitocondrias ricas en termogenina o UCP (Un-
adipocito se crea un equilibrio dinámico cons- Coupling Protein), que es una proteína desacopla-
tante entre lipogénesis y lipólisis, en función de dora de la fosforilación oxidativa, que funciona co-
la disponibilidad y de las necesidades energéti- mo un canal iónico, de tal forma que el transporte
cas. Entre las principales hormonas que regulan de electrones a lo largo de la cadena respiratoria
este equilibrio se encuentran: la insulina que fa- no ocasiona la síntesis de ATP, sino de calor.
vorece la lipogénesis y bloquea la lipólisis, por in- La UCP, actualmente denominada UCP-1, es
hibición de la lipasa de triglicéridos y por antago- específica del TAM y se induce por la exposición al
nizar el efecto del cortisol y las catecolaminas; el frío o por efecto de la dieta, aumentando el consu-
sistema nervioso simpático (SNS) y las catecola- mo de oxígeno. Se activa por los ácidos grasos y se
minas, que activan la lipólisis por interacción de inhibe por los nucleótidos de adenosina y guanina
los receptores β-adrenérgicos del tejido adipo- (ATP, ADP, GDP y GTP).
so, inhibiéndola en cambio en los receptores A, Durante 1997 se describieron dos nuevas pro-
y la corticotropina (ACTH) y la tiroxina con ac- teínas desacoplantes, la UCP-2 y la UCP-3, situadas
ción lipolítica. en el cromosoma 11 humano, donde se han ma-
Pero el TAB interviene también en otras funcio- peado otros genes relacionados con la hiperinsuli-
nes, actuando como tejido de sostén, almohadilla- nemia y la obesidad.
do y protección, de aislamiento térmico, así como La UCP-2 se expresa en varios tejidos huma-
de productor y reservorio de hormonas (estróge- nos, sobre todo en aquellos ricos en macrófagos,
nos y andrógenos), lipoproteína lipasa (LPL), angio- en TAM y en TAB, donde aumenta en respuesta a
tensinógeno, adipsina, leptina y retinoides funda- las dietas ricas en grasas. La UCP-3, sin embargo,
mentalmente. En este sentido, su principal interés parece expresarse preferentemente en tejido es-
radica en la búsqueda del “adipostato”, es decir, de quelético (regulada por hormonas tiroideas) y en
una molécula reguladora del peso corporal y de la TAM (regulada por hormonas tiroideas y frío), au-
cantidad de grasa y de su mecanismo de acción (ver mentando ambas en el hombre ante la situación
apartado 4.2.3). de ayuno.
El principal modulador de la actividad termogé-
nica del TAM es el SNS. La norepinefrina, mediador
4.2.2.Tejido adiposo marrón fisiológico en respuesta al frío y tras la administra-
y proteínas desacoplantes ción de dietas hipercalóricas, no sólo aumenta la
potencia termogénica del TAM, también produce
El TAM es fundamental para el mantenimien- incremento de la proliferación de las células pre-
to de la temperatura corporal (termogénesis) cursoras del mismo.
y del balance energético, puesto que contribuye a Con respecto a la relación entre TAM y obesi-
la pérdida de energía. En los recién nacidos, cuan- dad, actualmente se sabe que las alteraciones de
titativamente representa una parte importante del la capacidad termogénica del TAM están implica-
tejido adiposo, pero en el adulto queda reducido a das en el desarrollo de la obesidad en roedores. En
un 2-3% del total, localizándose en pequeños de- el hombre, con menor proporción de grasa parda,
pósitos situados en las regiones subescapular, axi- aún no se ha determinado la importancia de este
lar, nuca y a lo largo de los grandes vasos entre las mecanismo. En algunos trabajos se ha observado
costillas. mayor prevalencia de obesidad en individuos con
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alteraciones en el gen que codifica los receptores No obstante, todavía no se conocen bien los
adrenérgicos β3, responsables de la activación de mecanismos y sustancias implicados en la regula-
las proteínas desacoplantes, que provocan que la ción de la expresión y la síntesis de leptina. Estu-
energía producida no se acumule y se disipe en for- dios realizados en animales de experimentación y
ma de calor. en humanos, han observado que la modificación
de la magnitud de las reservas grasas mediante
control dietético, tratamiento quirúrgico o esta-
4.2.3.Tejido adiposo como do experimental de sobrealimentación, se tradu-
glándula endocrina cen en cambios importantes en los niveles circu-
lantes de leptina, aunque de menor magnitud que
El tejido adiposo es también un auténtico órga- los esperados.
no endocrino cuyas células producen varios fac- Por ello, parecen existir otros factores modula-
tores que actúan a distancia sobre otros órganos, dores de la expresión y síntesis de esta hormona,
regulando funciones relacionadas con la ingesta y cuyos niveles se verían incrementados en el sexo
el metabolismo energético. La diferenciación de femenino, en casos de obesidad y de adiposidad
los adipocitos se acompaña de la producción y se- subcutánea, situaciones de balance energético po-
creción de múltiples proteínas y moléculas, entre sitivo, inhibición del SNS y ritmos circadianos noc-
ellas la adipsina y la adipoQ o adiponectina. Los turnos.
estrógenos y andrógenos, los retinoides, el angio- 3. Factor de necrosis tumoral α
tensinógeno, la leptina, el TNF-α y la adiponectina (TNF-α): es una citokina secretada por los
son consideradas como las principales hormonas macrófagos y el tejido adiposo, que induce resis-
sintetizadas por el tejido adiposo. tencia a la insulina en las células musculares, inhi-
1. Adipsina: es una proteína que se sintetiza be la lipoproteína lipasa y bloquea la diferencia-
en los adipocitos del TAB y se secreta a la sangre. ción de los adipocitos.
Aunque inicialmente se sugirió que podía funcio- 4. Adiponectina: es una hormona produ-
nar como “adipostato”, no se conocen bien cuáles cida exclusivamente por el tejido adiposo a par-
serían sus funciones en el organismo. En animales tir del mRNA más abundante en los adipocitos.
de experimentación sus niveles correlacionan con Sus niveles están muy bajos en el plasma de los
adiposidad. Insulina e IGF-1 estimulan sus niveles obesos, asociado a una elevada resistencia a la in-
en la diferenciación de los adipocitos (in vitro), in- sulina. Esta adipocitokina tiene receptores en el
hibiéndola en adipocitos diferenciados. También músculo, en el hígado y en otros tejidos donde re-
la suprimen los glucocorticoides y el TNF-α. gula positivamente la oxidación de ácidos grasos,
2. Leptina: es una proteína codificada por el favoreciendo la acción insulínica.
gen ob -los ratones ob/ob son genéticamente obe-
sos-. Este gen (aislado e identificado en 1994 por
Friedman) regula el apetito y el balance energé- 4.3. Regulación del peso corporal:
tico, por lo que podría constituir el “adipostato” balance energético
buscado.
Se produce en el tejido adiposo blanco y actúa Muchos estudios experimentales confirman que
sobre el centro de la saciedad, inhibiendo el ape- la ingesta calórica excesiva y mantenida provocaría
tito en función de la grasa corporal de reserva. un desequilibrio del balance energético y conduci-
Ejerce su acción simultáneamente en los núcleos ría a la aparición de obesidad. Para algunos auto-
hipotalámicos del hambre y la saciedad, inhibien- res, los obesos no siempre consumen más calorías
do el primero y estimulando el segundo. Además que las personas con normopeso, aunque también
de su actuación sobre el sistema nervioso central parece demostrado que, en general, la población
(SNC), tiene también un efecto inductor de la re- obesa tiende a subestimar involuntariamente su in-
sistencia a la insulina. La hiperleptinemia reduce el gesta calórica. Otros trabajos señalan que el obe-
contenido de grasa del adipocito a través de una so come más en respuesta a estímulos sensoriales
disminución del contenido de enzimas lipogénicas que a la propia sensación fisiológica de hambre (ver
y de su factor de transcripción. Capítulo 1.18).
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5. Consecuencias clínicas
4.4.4. Factores psicológicos de la obesidad
Las alteraciones emocionales y psicológicas, que La obesidad mórbida (IMC > 40 kg/m2) per se es
podrían influir en la génesis de la obesidad, juegan un factor predictivo de muerte prematura, aunque
un importante papel en la cronificación de la enfer- en gran parte su trascendencia sanitaria radica en su
medad. Se trata de trastornos que pueden prece- asociación con un conjunto de situaciones clínicas
der a la ganancia de peso de forma que, tras la ins- (comorbilidades) (Tabla 2), entre las que destacan
tauración de la obesidad, pueda llegar a cerrarse la diabetes mellitus tipo 2 (DM-2), la hipertensión
un círculo vicioso: sobrepeso → rechazo a la pro- arterial (HTA), la dislipemia, la enfermedad cardio-
pia imagen → depresión y frustración → hiperfagia vascular (ECV) y el síndrome metabólico.
→ mayor sobrepeso.
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Pero este riesgo no depende solamente del va- dificultad para la captación de glucosa por los teji-
lor del IMC, sino que además está influido por dos, en cuyo desarrollo pueden colaborar mecanis-
otros factores: para un mismo IMC, el riesgo de mos genéticos, adquiridos o mixtos.
padecer DM-2 es más elevado cuanto mayor sea El mecanismo por el que la obesidad predispo-
el tiempo de duración del sobrepeso. Por otro la- ne a la enfermedad es a través de la resistencia a
do, la obesidad abdominal o androide es un fac- la insulina, en la que están implicados, además de la
tor de riesgo mayor que la periférica o ginoide, pa- célula β-pancreática, el hígado y los tejidos muscu-
ra el desarrollo de la enfermedad, particularmente lar y adiposo.
en las mujeres. En presencia de resistencia insulínica, la célula β-
La DM-2 aparece cuando los requerimientos de pancreática incrementa la producción de insulina,
insulina de ciertos individuos predispuestos genéti- produciéndose un hiperinsulinismo, que clínicamen-
camente superan la capacidad secretora de insulina te se acompañará de un espectro que irá desde la
de sus páncreas. Dichos requerimientos se elevan normoglucemia, pasando por la intolerancia a la glu-
con la denominada “resistencia insulínica” o cosa, hasta la hiperglucemia provocada por la DM-2,
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Figura 1. Alteraciones bioquímicas asociadas al síndrome metabólico. AGL: ácidos grasos libres; DM-2: diabetes mellitus
tipo 2; ECV: enfermedad cardiovascular; HTA: hipertensión arterial; LDL: lipoproteínas de baja densidad; VLDL: lipoproteínas
de muy baja densidad.
Estudios observacionales han mostrado la aso- munes que afectan a gran número de individuos en
ciación directa de sobrepeso, obesidad y exceso de los países occidentales. Estos desórdenes aumentan
grasa abdominal con el incremento de morbimor- progresivamente con el avance de la edad. En suje-
talidad por enfermedad cardiovascular (ECV) y con tos jóvenes su frecuencia es baja, pero a la edad de 70
factores de riesgo cardiovascular, incluyendo nive- años la incidencia alcanza proporciones epidémicas.
les elevados de colesterol total, triglicéridos, fibri- Aproximadamente el 45-50% de esos individuos son
nógeno, insulina y presión arterial, y niveles bajos de obesos e hipertensos. La incidencia de DM es más ba-
HDL-colesterol. Investigaciones recientes señalan ja (10-12%). La concurrencia de obesidad abdominal
que el riesgo de muerte por infarto agudo de mio- visceral (OAV), DM-2, HTA, ECV y dislipidemia aso-
cardio (IAM) y ECV se incrementa al aumentar los ciados a hiperinsulinemia, conforman el llamado sín-
valores del IMC, y que el exceso de peso es un fac- drome metabólico, síndrome plurimetabólico, síndro-
tor de riesgo de accidente cerebrovascular, indepen- me de resistencia a la insulina o síndrome X, cuyo
diente de la HTA y la diabetes. El nexo de unión en- denominador común es la insulinorresistencia.
tre el aumento del riesgo cardiovascular y el exceso Las distribución de la grasa corporal es funda-
ponderal, en ausencia de diabetes y/o HTA, parece mental en el desarrollo del síndrome metabólico
ser, sobre todo, la distribución abdominal y, más es- (Figura 1). La grasa perivisceral mesentérica tie-
pecíficamente, visceral, de la grasa corporal. ne mayor actividad lipolítica espontánea que la gra-
sa subcutánea, debido a su mayor contenido en re-
ceptores lipolíticos (en especial β3) y poca cantidad
5.5. Obesidad abdominal visceral de receptores lipogénicos (α e insulina). Ello provo-
y síndrome metabólico ca el predominio de la actividad lipolítica, por lo que
al aumentar el depósito de grasa en dicho tejido, se
Obesidad, DM-2, HTA y enfermedad cardiovascu- produce mayor flujo de ácidos grasos libres (AGL)
lar arterioesclerótica son trastornos metabólicos co- hacia el metabolismo hepático, que es el origen de
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4. Ayuno modificado: dietas muy bajas en calorías. Desde el punto de vista filosófico, la dieta ideal
5. Dietas pintorescas. debe ser: hipocalórica, “equilibrada”, variada, pro-
longada, individualizada y distribuida en cuatro o
cinco tomas.
6.2.1. Ayuno total 1. Disminución de la ingesta energéti-
ca: el objetivo de las dietas hipocalóricas y equi-
Se ha utilizado durante algún tiempo, de forma libradas debe ser reducir las calorías totales en
intermitente, en la diabetes tipo 2. Tiene el grave torno a 1/4-1/3 de la ingesta previa, con discreta
problema de que se pierde grasa y masa magra, elevación del contenido proteico (17-20% del con-
lo que unido a las múltiples complicaciones que tenido calórico total) para prevenir pérdidas deri-
puede ocasionar (anemia, cetosis, alteraciones de vadas hacia la gluconeogénesis, descenso de la gra-
la función hepática e incluso muerte súbita) hace sa hasta el 20-30% del total y mantener los hidratos
que actualmente se considere contraindicado. de carbono en torno al 50-60% de las calorías tota-
les. No obstante, el aporte energético debe reajus-
tarse en el transcurso del tratamiento, ya que debi-
6.2.2. Dietas hipocalóricas do a la pérdida de peso que se va produciendo hay
desequilibradas una disminución del metabolismo basal y por tanto
de las necesidades energéticas.
Se caracterizan por el desequilibrio entre ma- Para decidir el grado de descenso de ingesta,
cronutrientes: se puede recurrir al valor del IMC, intentando en
1. Dietas altas en proteínas y grasas y bajas en la medida de lo posible descender el peso hasta
CHO (< 20%): suprimen el apetito, son deficitarias el considerado ideal: así, valores de IMC de 25-
en vitamina C, aumentan el ácido úrico y el coles- 27,9 kg/m2 requieren reducción calórica del 50%;
terol y provocan náuseas, hipotensión y fatiga. para valores en torno a 28-31,9 kg/m2 la reduc-
2. Dietas bajas en grasas (20-25%) y altas en ción recomendable puede ser del 60% y, de mo-
proteínas (40-45%): suelen ser deficitarias en vita- do genérico, deben suponer el aporte diario de
minas A y C, hierro y tiamina. 1.200 kcal. Cuando el IMC es de 32-41,9 kg/m2 se
3. Dietas altas en hidratos de carbono, bajas en requiere reducción calórica del 70-80%, o sea, una
proteínas (25 g) y grasas (< 10%): en general defici- dieta de aproximadamente 1.000 kcal, que nece-
tarias en hierro, ácidos grasos esenciales y vitami- sita monitorización continua. Tanto en estos gra-
nas liposolubles. dos de obesidad como cuando el IMC > 42 kg/
Por otra parte, las evidencias disponibles seña- m2, aportes menores son peligrosos, por lo que
lan que con las dietas hipocalóricas no equilibradas se debe ser tremendamente cautos si se decide
se obtienen menores reducciones de peso que con su utilización.
las equilibradas. De cualquier modo, si se plantea el tratamien-
to de la obesidad como un cambio de mentalidad
a la hora de comer, el nivel de restricción caló-
6.2.3. Dietas hipocalóricas rica seguido escrupulosamente pasa a un segun-
equilibradas do término, debiendo el facultativo centrar sus
esfuerzos más que en el contar a diario las calo-
Deben ser las únicas recomendables. El “coma de rías, en profundizar en el cambio de las conduc-
todo, pero menos”, es la solución más razonable pa- tas alimentarias.
ra perder peso. Entre 1.200-1.500 kcal/día son “no 2. Principios de la dieta equilibrada: la
carenciales” ya que incluyen al menos 60 g de pro- dieta equilibrada es aquella que permite al indivi-
teínas, aunque conviene vigilar el aporte de hierro, duo cubrir todos sus requerimientos nutricionales,
zinc, ácido fólico y vitamina B6. Cuando se deciden aun cuando su contenido energético sea inferior al
dietas más severas, de entre 800-1.000 kcal/día, se recomendado, como sucede en las dietas hipoca-
deben suplementar con vitaminas y minerales; y en lóricas. En estos casos, el aporte alimentario debe
caso de aportes muy bajos, de 500-800 kcal/día, se ser cuantitativamente restringido y cualitativamen-
requiere vigilancia médica estrecha. te equilibrado.
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De manera general se puede decir que en la die- tes: a) alimentos ricos en hidratos de carbono o fa-
ta hipocalórica equilibrada, el 15-20% de las calo- rináceos; b) alimentos proteicos; c) alimentos ricos
rías totales tienen que proceder de proteínas de en grasas; d) vegetales; e) frutas, y f) lácteos.
alto valor biológico, siendo su ingesta mínima de Dentro de cada grupo los alimentos se dividen a
0,8-1 g/kg de peso corporal; el 55% han de pro- su vez en varios tipos (A, B, etc.), de manera que las
ceder de hidratos de carbono, preferentemente cantidades o raciones de los alimentos incluidos en
complejos, con una ingesta mínima de unos 150 g cada tipo tienen similar contenido energético y en
diarios, incluyendo un aporte de fibra dietética de macronutrientes.
20-30 g/día; y con un máximo del 30% de la ener- De este modo, el paciente puede escoger libre-
gía procedente de las grasas, disminuyendo al máxi- mente los alimentos que prefiere de cada uno de
mo el consumo de grasas saturadas y con especial los grupos, lo que le permite mantener una dieta
atención a cubrir los requerimientos de ácidos gra- variada, con la seguridad de que el contenido ener-
sos esenciales. Por último, es importante garantizar gético y la densidad de los distintos nutrientes son
que se alcancen los requerimientos de minerales y los adecuados. En la Tabla 3 se recoge un mo-
vitaminas, así como un aporte mínimo de agua de delo de dieta hipocalórica equilibrada (de 1.200-
1,5-2 litros diarios (ver Capítulos 3.2 y 4.2). 1.300 kcal/día) basada en el sistema de intercam-
Por otra parte, estudios recientes permiten afir- bio de raciones.
mar que el aporte de algunos nutrientes tiene más 4. Dieta prolongada e individualizada: el
importancia que el de otros en el control del apeti- éxito o el fracaso de la dieta hipocalórica balancea-
to y en el desarrollo del tejido adiposo, particular- da se basa en su mantenimiento durante un perio-
mente la grasa y los hidratos de carbono. Las die- do de tiempo prolongado, incluso “para siempre”, ya
tas pobres en grasa son más efectivas en combatir que la obesidad es una enfermedad crónica. Pero es-
la obesidad a medio y corto plazo, con relación a to es difícil de conseguir si el tratamiento dietéti-
lo que ocurre con las dietas hipocalóricas pobres co no forma parte de un seguimiento protocoliza-
en hidratos de carbono y ricas en proteínas. Por el do, que incluya también ejercicio físico y tratamiento
contrario, las dietas ricas en grasa inducen mayor conductual.
apetito y favorecen la deposición de las grasas en Por otra parte, entre los muchos profesionales
el tejido adiposo. que tratan la obesidad los hay que entregan a los pa-
En base a todo lo anterior, para el diseño de las cientes dietas estandarizadas, ya que resulta más có-
dietas hipocalóricas equilibradas deben seguirse modo y simplifica el trabajo de un programa de tra-
los principios siguientes: tamiento. Sin embargo, dichas dietas no responden
• Elegir alimentos con elevado contenido en pro- de manera individualizada a las necesidades particu-
teínas de alto valor biológico, minerales y vitaminas. lares de cada caso, lo que hace difícil que se obten-
• Eliminar o disminuir al máximo las fuentes ri- gan resultados positivos a largo plazo.
cas en calorías.
• Reducir las raciones de alimentos con un conte-
nido calórico importante. 6.2.4. Ayuno modificado: dietas
• Cambiar los métodos de preparación de ali- muy bajas en calorías
mentos.
• Añadir a la dieta alimentos hipocalóricos ricos Las dietas muy bajas en calorías (DMBC o VLCD
en fibra. -Very Low Caloric Diet-) están representadas por
• Conocer el contenido calórico de los alimentos. preparados farmacéuticos formulados básicamen-
• Respetar los horarios de las comidas sin saltar- te con proteínas de alto valor biológico proceden-
se ninguna de ellas. tes de la leche o el huevo, que suministran unas
3. Dieta variada: el sistema de inter- 600-800 kcal/día. Suelen aportar 1,5 g proteína/
cambio de raciones: es el método clásicamen- kg peso ideal, conociéndose también como die-
te utilizado para calcular la dieta de los diabéticos y tas modificadas ahorradoras de proteí-
planear los alimentos más adecuados para la misma. nas y dietas de ayuno modificado. Incluyen al
Los alimentos están organizados en seis grupos o in- menos 100 gramos de hidratos de carbono, para
tercambios, basándose en su contenido de nutrien- reducir la cetosis y la pérdida de nitrógeno, y con-
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tienen muy poca cantidad de grasas, pero sí ácidos día por el preparado correspondiente. En el pri-
grasos esenciales y las cantidades recomendadas mer caso la vigilancia tiene que ser estrecha, con
de micronutrientes. especial atención al electrocardiograma. Las in-
En principio no se recomienda su utilización dicaciones, limitaciones y contraindicaciones fun-
más allá de 16 semanas, por el riesgo de com- damentales de su utilización se expresan en la
plicaciones metabólicas que conllevan. Además, Tabla 4.
al tratarse de dietas líquidas artificiales, no pue- Los programas de ayuno modificado deben ser
den ser mantenidas por largos periodos sin con- pactados con los pacientes, pues a veces deposi-
secuencias psicológicas. tan demasiadas esperanzas en ellos; se deben uti-
Pueden utilizarse como dieta exclusiva (tres lizar por periodos cortos, bajo supervisión estre-
sobres al día) o bien sustituyendo una comida del cha, cuando se desean pérdidas rápidas de peso o
545
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad
VLCD-Ayuno modificado
Indicaciones Limitaciones Contraindicaciones
VLCD: dietas muy bajas en calorías; DM-2: diabetes mellitus tipo 2; HTA: hipertensión arterial; IMC: índice de masa
corporal; ACV: accidente cerebrovascular.
por razones de salud en obesidades con IMC > 30 6.2.6. Otros aspectos
kg/m2. Además, deben formar parte de un progra-
ma integral de tratamiento, con especial énfasis en Especial cuidado hay que tener con el tratamien-
la práctica de actividad física, que es la que mejor to del niño obeso, en primer lugar porque es pre-
se relaciona con el mantenimiento de la masa li- cisamente a edades tempranas cuando mayor ga-
bre de grasa. rantía de éxito se puede esperar, pero también
porque no es conveniente “estigmatizar” con die-
tas escritas “prefabricadas” que por lo general al
6.2.5. Dietas pintorescas poco tiempo son abandonadas con lo que supone
empezar a fracasar tan pronto. Tampoco hay que
Dentro del amplio abanico que la vox populi ma- olvidar que la anorexia mental muchas veces apa-
neja, existen multitud de dietas con un denomina- rece en un adolescente con sobrepeso que realiza
dor común: siembran ilusiones y recogen decep- una dieta restrictiva casi siempre autodidacta, que
ciones. Entre ellas está la dieta de la “Clínica Mayo”, actúa como gatillo desencadenante.
que nada tiene que ver con su homónima de Ro- Por ello a estas edades normalmente se centran
chester, la de Hollywood, la de la bailarina Erna Ca- los esfuerzos en medidas fundamentalmente edu-
rise, la dieta para “mejorar la sexualidad”, la die- cativas, que tienen que incluir todo el entorno fa-
ta Rastafari, la de la “leche y el plátano”, la dieta de miliar e incluso escolar, y en donde el comer menos
Victoria Principal, la de Beverly-Hills, la Cronodieta, se viva con naturalidad. Se vuelve, como siempre, a
el Método Pakistaní, la dieta del pomelo, la de Ra- la reeducación a largo plazo, donde no cabe el ago-
faela Carrá y un sinnúmero de engendros que só- bio ni la imposición sino el convencimiento de las
lo sirven para que los pacientes incautos sigan aña- ventajas que conllevan la alimentación sana.
diendo fracasos a sus múltiples intentos de perder Finalmente hay que prestar atención a las perso-
peso, por preferir métodos pintorescos a una es- nas mayores, que casi nunca acuden motu proprio a
trategia rigurosa de autocontrol que supone una las consultas sino remitidos por distintos especialis-
apuesta personal por la disciplina. tas a partir de determinadas enfermedades que en-
546
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor
tran dentro del cortejo de las comorbilidades de la carga, un castigo, una esclavitud, una privación, un
obesidad. Evidentemente intentar cambiar los hábi- intentar, un probar... sino una liberación de la de-
tos de un anciano puede ser tremendamente difí- pendencia de la comida. En otras palabras, es im-
cil y a menudo no es ni tan siquiera aconsejable. No prescindible el planteamiento de una reeducación
se debe olvidar que a partir de los 70 años se sue- nutricional que permita modificar los hábitos ali-
le empezar a perder peso espontáneamente entre menticios con carácter permanente, desposeyen-
otras causas porque se come menos, y privar a una do dichos cambios de todo elemento frustrante o
persona de comer cuando quizá sea de los pocos traumático.
placeres que puede disfrutar puede ser controverti- Ese mensaje de libertad que supone el domi-
do. Además, la disminución de la masa magra, acom- nar los impulsos bulímicos, la costumbre de picar,
pañante con carácter obligatorio a la pérdida de pe- la obsesión por la comida... debe constituir uno de
so, es especialmente perjudicial a estas edades pues los pilares de apoyo fundamentales. Hay que con-
su recuperación es prácticamente imposible, con lo vencer al paciente de que la dieta es “para siem-
que supone de cara al mantenimiento de la fuerza pre”, no para seis meses o un año; y que, al igual
muscular tan necesaria en esta etapa. que la persona que deja el hábito del tabaco no fi-
Por eso se recomienda, más que una dieta estricta, ja excepciones para poder fumar, es decir, no fuma
un control de ingestas sensato, procurando no rom- ni en bodas, ni vacaciones, ni fines de semana, la ac-
per drásticamente con las costumbres del paciente. titud ante las comidas debe tener la misma menta-
Simplemente, que coma de todo... pero menos. lidad, pero siempre con espíritu de victoria y nun-
En las Guidelines on the identification, evaluation, ca vivir “la dieta” como un castigo. Esta búsqueda
and treatment of overweight and obesity in adults, de de encontrar positivo lo que antes se veía negati-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las vo puede servir de ayuda inestimable dentro del
siguientes conclusiones: plan terapéutico, y en donde el énfasis en la pér-
1. Las dietas bajas en calorías son recomenda- dida de peso requiere un cambio de enfoque que
bles para perder peso en los adultos obesos y con considere el peso no como un problema, sino co-
sobrepeso, con un Nivel de Evidencia A. El descenso mo un resultado.
del aporte de grasas dentro de estas dietas es un El apoyo psicológico puede realizarlo el mismo
método eficaz, con un Nivel de Evidencia A. terapeuta que indica la dieta, pero asimismo puede
2. Disminuir la ingesta de grasas sin reducir el ser útil recurrir a profesionales especializados en
aporte calórico total no es suficiente para perder psiquiatría y psicología. Los tratamientos conduc-
peso, pero sí se consigue cuando se acompaña de tuales y las terapias de grupo pueden aportar ele-
una reducción calórica total. Nivel de Evidencia A. mentos positivos dentro del complejo tratamiento
3. Una dieta deficitaria en 1.000 kcal/día deter- de la obesidad.
mina la pérdida de alrededor de 1 kg de peso a la Más allá de la variación mensual del peso, exis-
semana. Nivel de Evidencia A. te un inmenso repertorio de costumbres y hábitos
4. Las DMBC o VLCD determinan inicialmente diarios, que no tienen razón de ser, y de irregulari-
una mayor pérdida de peso que las dietas hipoca- dades de comportamiento, a partir de las cuales se
lóricas convencionales, pero a largo plazo (un año) deberá arrancar toda intervención educacional, pa-
no hay diferencias entre ellas. Nivel de Evidencia A. ra que ésta sea efectiva.
El comportamiento humano no es tan aleato-
rio ni imprevisible como pudiera parecer, sino que
6.3. Psicoterapia y tratamiento es relativamente predecible y mantiene una regula-
conductual ridad con su entorno. Además, forma parte de un
contexto ambiental, en el que concurren circuns-
Al tratarse de un planteamiento a largo plazo, tancias estimulares que le preceden (antecedentes)
casi “de por vida”, se precisa un cambio radical en y circunstancias estimulares que le siguen (conse-
la filosofía que envuelve el acto de comer. Por ello cuencias).
es necesario un apoyo psicológico, especialmen- El proceso educativo en el paciente obeso de-
te en pacientes con acúmulo de fracasos previos, berá tener un enfoque integrador con cada ni-
que les convenza de que la dieta no es una sobre- vel de análisis e intervención de la aplicación de
547
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad
un programa de tratamiento cognitivo conduc- Entre los efectos beneficiosos del ejercicio en el
tual. Este paquete terapéutico deberá incluir in- paciente obeso se han descrito:
formación dietética, ejercicio físico, reestructura- • Aumento del HDL-colesterol y disminución de
ción cognitiva, apoyo social, de pareja y de grupo y los triglicéridos.
sesiones grupales, con el objetivo final de conver- • Mejoría de la tolerancia a la glucosa por au-
tir el paciente en agente activo de su propio cam- mento de sensibilidad a insulina, de la captación de
bio, asumiendo que será su propio esfuerzo el que glucosa y descenso de la insulinemia.
modifique los factores que controlan su conducta • Mejoría cardiocirculatoria, por caída de la ten-
(modelo de autocontrol). sión arterial y frecuencia cardiaca.
En las Guidelines on the identification, evaluation, • Aumento del gasto energético basal y total.
and treatment of overweight and obesity in adults, de • Cambios en la composición corporal, con me-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las nor pérdida de masa magra.
siguientes conclusiones: • Modula el apetito y los hábitos alimenticios.
1. El tratamiento conductual puede ayudar al • Mejoría del estado físico y psicológico.
tratamiento para perder peso y mantenerlo. Nivel De cualquier modo, los metaanálisis realiza-
de Evidencia B. dos por Garrow et al. [Eur J Clin Nutr 1995 Jan;
2. Conseguir la motivación del paciente es im- 49 (1): 1-10. Meta-analysis: effect of exercise, with
portante para perder peso. Nivel de Evidencia D. or without dieting, on the body composition of over-
3. La combinación de terapia conductual, dieta weight subjects], y Miller et al. [Int J Obes Relat Me-
hipocalórica y ejercicio es útil en el paciente obeso tab Disord 1997 Oct; 21 (10): 941-7. Comentario
y con sobrepeso. Nivel de Evidencia A. en: Int J Obes Relat Metab Disord 1998 Aug; 22 (8):
825. A meta-analysis of the past 25 years of weight
loss research using diet, exercise or diet plus exercise
6.4. Ejercicio físico intervention], sobre un total de 500 estudios, re-
velan que sólo con ejercicio las pérdidas de peso
Llama la atención la gran esperanza que algunos son modestas (alrededor de 3 kg) e indudable-
pacientes depositan en el ejercicio físico para con- mente insignificantes cuando se trata de grandes
seguir perder peso, y no en la dieta. Por eso con obesidades.
gran frecuencia se ve en las consultas a personas Por todo ello, aunque el ejercicio es un elemen-
que “nuevamente” desean comenzar un programa to importante en el contexto del tratamiento de la
de pérdida de peso y que antes de visitarnos ya se obesidad, a menudo se sobrevalora, y nunca pue-
han apuntado a un gimnasio. de convertirse en la alternativa única o principal,
Evidentemente que el ejercicio físico debe for- sino como una medida adicional que debe siem-
mar parte del tratamiento global de la obesidad. pre ir acompañada de una restricción calórica en
Recomendable para las personas sanas, también la dieta.
lo es para los pacientes obesos, pero siempre En las Guidelines on the identification, evaluation,
adaptado a sus condiciones físicas; lo cual quiere and treatment of overweight and obesity in adults, de
decir que tiene que formar parte de un progra- 1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las
ma reglado, progresivo y conducido por especia- siguientes conclusiones:
listas con objeto de evitar los problemas, a veces 1. El ejercicio físico contribuye de forma mo-
graves, que pueden conllevar los criterios autodi- desta a la pérdida de peso en el adulto obeso. Ni-
dactas o controlados por personas sin los conoci- vel de Evidencia A.
mientos fisiopatológicos que el ejercicio envuelve 2. El ejercicio físico puede disminuir la grasa ab-
en el obeso. Siempre hay que considerar las limi- dominal en el adulto obeso. Nivel de Evidencia B.
taciones que la propia obesidad confiere a la prác- 3. El ejercicio físico aumenta el rendimiento car-
tica de la actividad física y que van desde la falta diocirculatorio en el adulto obeso. Nivel de Eviden-
de confianza en sus posibilidades, hasta los pro- cia A.
blemas derivados de la sobrecarga osteoarticu- 4. El ejercicio físico puede ayudar al manteni-
lar, pasando por una respuesta cardiorrespirato- miento de peso perdido en el adulto obeso. Nivel
ria deficiente. de Evidencia C.
548
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor
5. El ejercicio físico combinado con dieta es más actuar a través de tres vías: controlar el apetito, dis-
eficaz para perder peso, disminuir la grasa abdomi- minuir la absorción de nutrientes o aumentar el gas-
nal y mejorar el rendimiento cardiocirculatorio. Ni- to metabólico.
vel de Evidencia A. Como norma básica para su prescripción se
precisa que el IMC sea superior a 30 kg/m2 y la
existencia de factores de riesgo como hiperten-
6.5.Tratamiento farmacológico sión y diabetes.
A grandes rasgos, los fármacos a utilizar se pue-
Con frecuencia es demandado por los pacientes den clasificar en (Tabla 5):
como primera y a veces como única opción, con la
intención de que se convierta en la solución mágica
a su problema, de modo que todo el esfuerzo por 6.5.1. Inhibidores de los depósitos
su parte sea el tomarse la “pastilla milagrosa”. de grasa: anorexígenos
En otras ocasiones se trata de un recurso deses-
perado, después de innumerables fracasos con los Este grupo de anorexígenos incluye los fárma-
“regímenes”, que le hacen dudar de las dietas y de cos adrenérgicos, que actúan vía neurotransmi-
las personas que prescriben las dietas, pero sobre- sores catecolamínicos, y los serotoninérgicos,
todo le hace perder la confianza en sí mismo, con que lo hacen a través de la inhibición selectiva de la
lo que ante tanto fracaso abandonan todo y se aco- recaptación de serotonina.
gen a los fármacos como última solución. 1. Los fármacos adrenérgicos tienen
De todos modos su utilización es un tema con- efectos estimulantes y producen habituación. Fue-
trovertido en cuanto a cuándo, cómo y qué fárma- ron en un tiempo muy usados, en especial las an-
cos utilizar. Además, buena parte de los estudios fetaminas.
que describen sus bondades son patrocinados por • Las anfetaminas a dosis de 10 mg/día pro-
la industria farmacéutica, por lo que la valoración ducen anorexia vía central a través de las catecola-
de su eficacia no está exenta de la introducción in- minas: noradrenalina y dopamina. Entre sus efectos
voluntaria de sesgos. colaterales destacan la estimulación central, eufo-
Quizá la limitación fundamental provenga de que ria y excitabilidad cardiovascular. En la actualidad su
a partir de los 6 meses de uso, su efectividad desapa- uso está desaconsejado, por producir habituación,
rece en la mayoría de los casos, existiendo un meta- y no se comercializan en España.
análisis [AJCN 1994; (60): 647-57] que incluye 8.000 • El mazindol, utilizado mucho por las escuelas
pacientes y que así lo demuestra, atribuyéndose ello japonesas a dosis de 0,5-3 mg/día, estimula el sis-
a fenómenos de tolerancia farmacológica. tema catecolamínico a nivel hipotalámico, produ-
Por otro lado, el índice de abandonos del trata- ciendo anorexia. Entre sus efectos secundarios se
miento es elevado, en parte porque en la actualidad cuentan la inhibición de la secreción ácida gástrica,
no son financiados por el Sistema Nacional de Salud de la absorción de glucosa y de la secreción de in-
y también por la modesta pérdida de peso que deter- sulina, al tiempo que aumenta la actividad motora.
minan, sobre todo si no se acompañan de dieta hipo- La pérdida de peso es moderada y se recupera tras
calórica ni se han modificado los hábitos dietéticos. dejar la medicación. En España no se comercializa.
Una excelente revisión acerca de la eficacia de • La fentermina a dosis de 15-30 mg/día es
los fármacos antiobesidad es la de Arterburn et al. bien tolerada, aunque puede provocar insomnio y
(BMJ 2001; 322: 1406-9. Clinical review. Obesity ex- cefalea. En España no se comercializa.
tracts from clinical evidence). • La fenilpropanolamina se une a los recep-
El fármaco ideal debe ser aquel que permita dis- tores α-1, por lo que puede usarse en pacientes hi-
minuir la masa grasa con conservación de la magra, pertensos, pero se han descrito casos de hemorra-
prevenir la reganancia de peso, mejorar su efectivi- gias. La pérdida de peso es mínima, por lo que su
dad en combinación con dieta y ejercicio, no tener utilización es escasa. En España no se comercializa.
efectos secundarios ni producir habituación, y que • El dietilpropión a dosis de 75 mg/día se to-
consiga además mejorar el perfil metabólico (coles- lera bien, pero puede producir insomnio. La pér-
terol, triglicéridos, glucemia, etc.). Para ello se puede dida de peso es pobre, estando recogido en la
549
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad
literatura algún caso de hipertensión pulmonar y recto, mejoran los índices glucémicos, y no po-
psicosis en pacientes que tomaban este fármaco. En seen efecto anfetamínico, por lo que no generan
España no se comercializa. tolerancia.
• El femproporex y el clobenzorex son de- Son al menos tan efectivos como los catecola-
rivados anfetamínicos poco estudiados. En España mínicos, pero menos peligrosos. Su indicación bási-
no se comercializan. ca es la necesidad de perder peso en poco tiempo.
2. Los fármacos que actúan como se- Los más utilizados son:
rotoninérgicos no son estimulantes ni pro- • La dexfenfluramina a dosis de 30 mg pro-
ducen habituación. Su efecto se basa en la inhi- voca una pérdida escasa de peso (inferior a 2,6 kg
bición selectiva de la recaptación de serotonina. a los 12 meses) y se ha asociado a alteraciones val-
Disminuyen el volumen y el ritmo de las comi- vulares e hipertensión pulmonar primaria. Actual-
das, cambian el patrón de ingestas y las tenden- mente retirada del mercado.
cias bulímicas y parecen reducir selectivamen- • La fenfluramina, a dosis de 60 mg. En los
te la ingesta de hidratos de carbono y proteínas. metaanálisis revisados no parece tener un efecto
Por otro lado poseen un efecto termogénico di- importante en la pérdida de peso. Los efectos se-
550
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor
cundarios son similares a la dexfenfluramina. No producción de aquéllas y por tanto a una elimina-
disponible en la actualidad. ción adicional de colesterol por la bilis.
• La fluoxetina, a dosis de 60 mg/día ha si- Sin embargo, la explosión actual en la utilización
do recomendada como fármaco de elección en de fibra viene dada por su papel en el tratamien-
el obeso deprimido, aunque los resultados no son to de la obesidad, a través fundamentalmente de su
espectaculares, alrededor de 3 kg al año. En la ac- efecto saciante y también por la modificación de
tualidad su utilización como fármaco antiobesi- la deposición de grasa y del estímulo de la lipólisis
dad no goza del reconocimiento de las autorida- que puede producir vía insulina, existiendo un au-
des sanitarias. téntico “mercaderío” alrededor de ella, sin que los
• La sertralina es otro inhibidor de la recapta- estudios científicos avalen más allá de un pequeño
ción de la serotonina que está comercializado, pe- efecto, que no justifica la desproporción de la difu-
ro tampoco se encuentra indicado como fármaco sión de este papel.
antiobesidad. Tal afirmación se basa tanto en nuestra expe-
3. Efecto mixto: adrenérgico y sero- riencia personal como en diversos estudios cien-
toninérgico: sibutramina es el más utiliza- tíficos, como el metaanálisis de Pittler et al. [Am J
do de este primer grupo de fármacos anorexíge- Med 2001 Jun 15; 110 (9): 724-30. Guar gum for body
nos, a dosis de entre 5-35 mg/día, y es, además, weight reduction: meta-analysis of randomized trials],
uno de los pocos medicamentos reconocidos en que analiza 20 ensayos clínicos aleatorizados, do-
la actualidad por las autoridades sanitarias para el ble ciego y con grupo control, y no encuentra a
tratamiento farmacológico de la obesidad, con re- largo plazo diferencias significativas entre el grupo
ducciones de peso a los 6 meses de alrededor de que recibe fibra adicional y el control, con una di-
6 kg. A partir de este tiempo, el beneficio es míni- ferencia de peso de -0,04 kg (95% IC). Además, el
mo. Como efecto secundario se describe la eleva- grupo que recibe fibra presenta mayor número de
ción de la tensión arterial, aunque, cuando se pier- episodios adversos del tipo dolor abdominal, fla-
de peso, disminuye. tulencia, diarrea y calambres, por lo que conclu-
yen que la fibra no constituye una alternativa bá-
sica para la pérdida de peso, sobre todo teniendo
6.5.2. Inhibidores de la absorción en cuenta el efecto coste-beneficio, siempre refi-
de nutrientes riéndonos a obesidades patológicas y no a proble-
mas estéticos.
1. Agentes saciantes: fibra vegetal, Evidentemente, esta afirmación puede sor-
glucomanano y goma guar: aunque la fi- prender ante la gran difusión y publicidad que tie-
bra no es realmente un fármaco, se incluye en es- ne en la actualidad la fibra en el tratamiento de
te apartado a efectos prácticos, dado el amplio eco la obesidad; para ello es suficiente comprobar la
que tiene en la industria farmacéutica y su difusión dimensión adquirida en los medios de comunica-
a través de las oficinas de farmacia. ción, existiendo demasiados intereses comercia-
En tiempos anteriormente, a la fibra alimenti- les basados en la facilidad de tomarse unos com-
cia se la reconocía útil únicamente en la regula- primidos de fibra ante un problema tan difícil de
ción de la fisiología intestinal. Actualmente se le tratar con éxito como es la obesidad, cuando no
reconoce también un papel importante en el tro- aprovechan la desesperación de enfermos graves
fismo de la mucosa digestiva, en especial del co- que recurren a ella ante el reclamo de resultados
lon, a través de la formación de ácidos grasos espectaculares.
de cadena corta (butirato, propionato y aceta- 2. Sustitutos grasos: entre ellos están los
to), procedentes de su fermentación y que cons- poliésteres de la sacarosa y el perfluo-
tituyen un sustrato específico para el colonocito; roacetilo, de dudosa eficacia y no disponibles
igualmente posee un efecto modulador en la re- en España.
gulación de la glucemia, al retrasar la absorción 3. Acarbosa y miglitol: son inhibidores de
de azúcares, y puede disminuir los niveles de co- la α-glucosidasa, que retrasan la absorción intes-
lesterol por las pérdidas de sales biliares que tinal de azúcares y reducen la glucemia pospran-
arrastra con las heces, lo que obliga a una mayor dial. Se suelen utilizar en diabéticos obesos, pe-
551
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad
ro su efecto sobre la reducción de peso no está tramina 4,3 kg (5%), con orlistat 3,4 kg (3,4%)
demostrado. y con dietilpropión 1,5 kg (1,5%); o sea, los re-
4. Orlistat (tetrahidrolipstatina): actual- sultados no son nada espectaculares.
mente de moda, es un inhibidor de la lipasa pan- El metaanálisis más reciente es el de McTigue
creática e intestinal que disminuye la absorción de et al. [Ann Inter Med 2003 Dec 2: 139 (11): 133-49.
la grasa alimenticia en un 30%, que se pierde por Screening and interventions for obesity in adults: sum-
heces, lo que equivaldría a una disminución de su mary of the evidence for the U.S. Preventive Services
ingesta en igual proporción. Task Force], en el que concluyen que el tratamien-
Se recomienda siempre junto a una dieta hipo- to farmacológico, junto a las medidas habitua-
calórica. Tiene el inconveniente de que el no se- les de dieta y ejercicio, producen una modesta
guimiento de una dieta pobre en grasa puede pro- pérdida de peso de 3-5 kg a los 12 meses, con
vocar pérdidas involuntarias e indiscretas de ésta, mejoría de algunas comorbilidades como la hi-
vía rectal. pertensión. La sibutramina y el orlistat son
En general, los estudios disponibles con este los más recomendados, pero su efecto más allá
fármaco están patrocinados por la industria y ba- de los tres meses de utilización no está demos-
san su eficacia en los efectos que sobre las co- trado. El mismo estudio remarca la eficacia de la
morbilidades de la diabetes supone una pérdi- cirugía, pero con la connotación de complicacio-
da de alrededor del 10% de peso. Un ejemplo de nes a veces graves.
ello es el metaanálisis reciente de Sharma et al. fi- En la actualidad los fármacos más utilizados son
nanciado por el fabricante [Effect of orlistat-indu- la sibutramina y el orlistat, únicos reconoci-
ced weight loss on blood pressure and heart rate in dos por el Ministerio de Sanidad y Consumo pa-
obese patients with hypertension. Journal of Hyper- ra el tratamiento específico de la obesidad. Las
tension 2002; 20 (9): 1873-8], en el que concluyen investigaciones actuales se centran en la manipu-
que en combinación con dieta hipocalórica pro- lación de los péptidos endógenos que estimulan
duce un descenso significativo de la tensión arte- o inhiben el apetito, siendo los más estudiados el
rial y de la frecuencia cardiaca, acompañantes de neuropéptido Y que estimula la orexia y, so-
la pérdida de peso. bre todo, la leptina, proteína que inhibe al neu-
ropéptido Y (estimulador del apetito) a nivel hi-
potalámico, con lo que disminuye la ingesta, el
6.5.3. Estimulantes peso, la hipercolesterolemia, la insulinemia y la hi-
del consumo energético percorticonemia. Igualmente, se están haciendo
estudios con los factores de trascripción adipoci-
Entre ellos están los agentes termogénicos taria como los PPAR (Peroxisome Proliferator-Ac-
o lipolíticos que determinan un aumento del tivated Receptor), que podrían modificar la dife-
ritmo metabólico y de la utilización grasa como renciación adipocitaria desde los fibroblastos, e
las hormonas tiroideas, el dinitrofenol, la incluso el hoy tan de moda factor de necrosis tu-
hormona de crecimiento y los agentes sim- moral TNF (Tumor Necrosis Factor), que altera la
paticomiméticos como la efedrina. También resistencia insulínica. Finalmente, se están desa-
poseen efectos termogénicos los estimulantes rrollando estudios en torno al papel de los ago-
β-adrenérgicos y algunos serotoninérgi- nistas de la colecistoquinina, que también
cos como la sibutramina, ambos comentados inhiben el apetito.
anteriormente. Desgraciadamente hoy no se dispone del “fár-
Un metaanálisis destacable acerca de la utili- maco definitivo” para el tratamiento de la obesi-
dad a largo plazo de fármacos antiobesidad es de dad, y se asiste a corrientes prescriptoras oscilan-
Glazer et al. [Arch Intern Med 2001 Aug 13-27; 161 tes hacia uno u otro preparado... o ninguno, lo cual
(15): 1814-24. Long-term pharmacotherapy of obesi- no ocurre con otras enfermedades crónicas como
ty 2000: a review of efficacy and safety], en el que la diabetes, en donde aunque con tratamiento me-
los autores estudian seguimientos de 36 a 52 se- dicamentoso no se cura sí que se puede mejorar.
manas, encontrando que los que reciben fenter- Las puertas están abiertas... A que se descubra “la
mina pierden 7,9 kg (8,1% del peso), con sibu- píldora milagrosa”.
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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad
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sus limitaciones las mismas, existiendo por añadi- 6.6.2.3. Técnicas mixtas
dura mayor incidencia de inclusión en la pared gás-
trica del reservorio. Son técnicas radicales, restrictivas y derivativas,
El problema fundamental de las técnicas comen- aplicables a las grandes obesidades, y obligatoria-
tadas es que, a partir del cuarto o quinto año de la mente conllevan malabsorción, con lo que garanti-
intervención, los pacientes pueden comenzar a re- zan mayor porcentaje de pérdida de peso.
cuperar peso, quizás por distensión del reservorio, 1. Bypass gástrico: el más clásico es el bypass
o porque aprenden a comer sin desencadenar el gástrico en “Y de Roux”, descrito por Su-
cuadro descrito cuando se supera el límite de in- german y sus variantes como la de Torres y de
gesta. Además de la sensación de nudo, dolor o vó- Oca. Consiste básicamente en crear un reservorio
mitos, se pueden presentar complicaciones menos en el fundus mediante grapado horizontal del estó-
frecuentes como la esofagitis, y los déficit de hie- mago (Figura 4a). A este neorreservorio se le co-
rro, vitamina B12 y/o calcio. necta un asa de yeyuno a la que distalmente entre
uno o dos tercios de su longitud se le anastomosa la
6.6.2.2. Técnicas derivativas
555
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad
Figura 4. Cirugía bariátrica: técnicas mixtas. GV: gastroplastia vertical anillada; BG: bypass gástrico.
procedente de estómago y duodeno mediante una gunos equipos la amplían o disminuyen en función
yeyuno-yeyunostomía término-lateral. La pérdida de del peso del paciente (Figura 4c). Otras variantes,
peso se produce por la sensación de saciedad pre- como las de Hess-Marceau o Baltasar (Fi-
coz, debida a la distensión del neorreservorio gás- gura 4d), incluyen el cruce duodenal. Algunos au-
trico y por el efecto anorexígeno determinado por tores asocian la colecistectomía profiláctica.
la liberación de péptidos intestinales durante el pa- La clave del éxito de estas técnicas agresivas
so de alimentos a través de la gastroyeyunostomía. radica en la longitud del asa funcionante que es
El componente malabsortivo está en relación con la la única que realmente absorbe, dependiendo de
exclusión inicial de la secreción biliopancreática y la ello una mayor o menor maldigestión-malabsor-
longitud del asa absortiva funcionante. ción, que condiciona la intensidad de la pérdida de
2. Técnica de Salmon: combina la gastro- peso. A cambio, poseen mayores efectos secunda-
plastia vertical anillada y el bypass gástrico. Ha sido rios en forma de distensión abdominal, diarrea, etc.
también bastante utilizada (Figura 4b), aunque Pero, sobre todo, pueden condicionar pérdidas de
en nuestra experiencia presenta mayores efectos nutrientes, especialmente vitaminas, hierro y calcio.
secundarios que otras modalidades. Con frecuencia variable se puede presentar síndro-
3. Diversión biliopancreática: esta opción, me del asa ciega, hepatotoxicidad y nefrotoxicidad.
descrita por Scopinaro y Gianetta en 1996, Un aspecto importantísimo es el seguimiento
combina una gastrectomía parcial con una anasto- ulterior de una dieta correcta tras la cirugía, que
mosis gastroyeyunal en “Y” de Roux, realizando la básicamente se regirá con las siguientes normas:
unión de las dos secciones intestinales para que • Comer despacio.
quede una longitud absortiva de 50 cm, aunque al- • Masticar 25 veces cada bocado.
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• Usar cuchara pequeña. parece una opción razonable, en primer lugar por-
• Emplear 30 minutos por comida. que, si el paciente quiere, puede “beber” alimen-
• Dejar de comer en cuanto aparezca saciedad. tos hipercalóricos (natillas, flanes, batidos azuca-
• No comer entre comidas ni beber con ellas. rados, etc.) y además porque cuando se le retiran
• Dieta ligera no hipercalórica. las bandas intermaxilares, el paciente vuelve a co-
A veces, sobre todo en los casos de cirugía res- mer como antes y recupera rápidamente el peso.
trictiva, algunos alimentos y especialmente la car-
ne no se pueden tragar, por lo que hay que recu-
rrir a triturar los alimentos. En este sentido cada 6.7.2. Acupuntura
paciente tiene un comportamiento distinto, tanto
desde el punto de vista de la tolerancia, como de Se ha utilizado para modular el apetito en el
la sintomatología intestinal que pueda aparecer. obeso, pero nosotros no tenemos experiencia en
Con respecto al aporte de energía, evidente- esta modalidad terapéutica. Una revisión sobre el
mente hay que huir de dietas hipercalóricas, pe- tema es la de Ernst E [Wien Klin Wochenschr 1997
ro lo mejor es que el paciente aprenda a comer Jan 31; 109 (2): 60-2. Acupuncture/acupressure for
aquello que mejor tolere dentro del concepto de weight reduction? A systematic review].
dieta variada y equilibrada, con cuidado de inge-
rir alimentos ricos en hierro y calcio. En las técni-
cas malabsortivas, al quedar excluidos el duodeno 6.7.3. Globo intragástrico
y yeyuno proximal, lugar de absorción preferente
del hierro, pueden presentarse ferropenias seve- Es un método utilizado a veces con carácter
ras rebeldes a la ferroterapia oral, debiendo recu- transitorio, en las obesidades extremas cuya in-
rrir al aporte periódico vía endovenosa. Y en casos tervención rechaza el equipo de anestesia, por-
de esteatorrea importante será necesaria la suple- que el exceso de peso es tal que la intervención
mentación con vitaminas liposolubles. Un elemen- comporta riesgos excesivos. Consiste en la im-
to clave a incluir en los programas de cirugía se plantación transitoria de un globo intragástrico
refiere a la cirugía plástica, aplicable cuando el des- inflable, que limita la capacidad del estómago, pro-
censo de peso se ha estabilizado para eliminar to- vocando sensación de saciedad precoz. Con ello
dos los colgajos cutáneos residuales, especialmen- se consigue la reducción de peso hasta el límite
te en abdomen, cara interna de muslos y brazos, así que el anestesista considera necesario para po-
como para la reconstrucción mamaria si procede. der afrontar la intervención con menos peligros.
En las Guidelines on the identification, evaluation, A pesar de ser un método muy eficaz, que podría
and treatment of overweight and obesity in adults, de utilizarse para evitar la cirugía, tiene la gran limi-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen tación de que una vez que se retira, se recupera
las siguientes conclusiones: el peso perdido.
• La cirugía es una opción válida en pacientes
con obesidad severa (IMC > 40 kg/m2 o IMC > 35
kg/m2 en presencia de comorbilidades) cuidado- 6.7.4. Lipectomías y sustitutos
samente seleccionados, cuando los demás méto-
dos han fallado y existe un alto riesgo de morbi- Las primeras intervenciones para reducir las
mortalidad asociada. Nivel de Evidencia B. acumulaciones grasas locales fueron las lipec-
tomías abiertas, que conllevaban la extirpa-
ción de grasa junto a piel y tejido celular subcutá-
6.7. Otras opciones neo, lo que suponía unos buenos resultados desde
de tratamiento el punto de vista del contorno corporal, a cam-
bio de cicatrices y deformaciones inaceptables. Es-
6.7.1. Cerclaje mandibular tas técnicas han sido sustituidas por otras que, ba-
jo denominaciones diversas como liposucción,
Entra dentro del terreno de lo pintoresco, pues lipoplasia, lipoaspiración o lipoescultura,
“coser la boca” para no comer, evidentemente no conllevan la aspiración de grasa en distintas zonas
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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad
IMC (kg/m2)
25-30 30-35 35-40 > 40
Dieta hipocalórica Sí Sí Sí Posible
Ayuno modificado (VLCD) No Posible Sí Sí
Ejercicio físico Sí Sí Sí Posible
Tratamiento conductual Sí Sí Sí Sí
Tratamiento farmacológico Posible Sí Sí Posible
Cirugía bariátrica No No Posible Sí
corporales, mediante cánulas especiales de distinto calórica, baja en grasas, junto con ejercicio aeró-
tamaño, que se introducen a través de pequeñas in- bico de moderada intensidad y duración. Ello per-
cisiones en piel. El abordaje puede ser superficial o mite perder masa corporal y grasa, preservando la
profundo y la succión mediante jeringa, sistemas de masa libre de grasa. El apoyo psicológico adecuado
vacío o con los modernos liposuctores ultrasóni- y la reeducación de los hábitos alimentarios facili-
cos, que facilitan la ruptura del adipocito y la absor- tan la terapia.
ción de su contenido graso. Se han descrito com- Dieta y ejercicio deberán constituir un objetivo
plicaciones locales y excepcionalmente de carácter a muy largo plazo (“para siempre”). La utilización
grave como el embolismo graso. de fármacos está indicada en pacientes selecciona-
Como resumen de todo lo expuesto (Tabla 7), dos, y durante periodos cortos, quedando la ciru-
se puede concluir que el mejor tratamiento para la gía limitada a grandes obesidades en las que fraca-
obesidad consiste en la combinación de dieta hipo- san otras opciones terapéuticas.
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7. Resumen
La prevalencia de obesidad va en aumento en orlistat, y su prescripción debe quedar limitada
los países desarrollados, situándose España en a grupos seleccionados de pacientes, al igual
un punto intermedio entre el norte de Europa, que ocurre con la dieta muy baja en calorías
Francia y Japón, con las menores proporciones (DMBC, VLCD). La cirugía se reserva para
de obesos, y EE UU y los países del este europeo, grandes obesidades, teniendo en cuenta que
actualmente con mayor número de casos. junto a su gran eficacia, hay que contraponer
los inconvenientes a veces graves y difíciles de
Su importancia va más allá de connotaciones controlar que conlleva. Las técnicas mixtas se
estéticas, siendo considerada por la OMS un han impuesto sobre las restrictivas y derivati-
problema de salud pública, en razón del alto vas, por su mayor eficacia.
número de comorbilidades que conlleva, en
especial diabetes mellitus tipo 2, hipertensión El mejor tratamiento para la obesidad consiste
arterial, dislipemias, enfermedad cardiovascular en la combinación de dieta hipocalórica, baja en
y el llamado síndrome metabólico. grasas, junto con ejercicio aeróbico de mode-
rada intensidad y duración. Ello permite perder
En su etiopatogenia influyen factores genéti- masa corporal y grasa, preservando la masa li-
cos, endocrinos, neurológicos, psicológicos, bre de grasa. El apoyo psicológico adecuado y la
ambientales y conductuales, que determinan un reeducación de los hábitos alimentarios facilitan
desequilibrio crónico del balance energético la terapia.
con predominio del ingreso sobre el gasto de
energía. Nuevas vías de investigación se abren para
intentar controlar la enfermedad, siendo espe-
Según la distribución de la grasa acumulada se cialmente interesantes las que atañen al papel
distingue: la obesidad androide “tipo manzana”, de la leptina y el neuropéptido Y, así como los
donde el acúmulo de tejido adiposo se localiza estudios de modulación génica.
principalmente en abdomen y tronco, de más in-
cidencia en hombres y asociada a mayor riesgo
cardiovascular; y la obesidad ginoide “tipo pera”,
en la que la grasa se localiza de preferencia en
la parte inferior del cuerpo -caderas, glúteos y
muslos-, es característica de las mujeres y se
asocia a trastornos venosos periféricos.
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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad
8. Bibliografía
Bjorntrop P (ed). International textbook of obesity. John Los autores revisan diferentes aspectos relacionados con el
Wiley & Sons. England, 2001. estado nutricional de individuos con sobrepeso y obesidad, así
Tratado muy completo, realizado bajo la supervisión de uno como las recomendaciones dietéticas y las medidas para es-
de los principales expertos en la materia, que responde a las tablecer un modelo personalizado de intervención nutricional
cuestiones de mayor interés en relación con la obesidad: epi- en situaciones de obesidad.
demiología, diagnóstico, prevención, causas y tipos, complica-
ciones, clínica, estado actual y perspectivas futuras. Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).
Consenso SEEDO 2000 para la evaluación del sobrepeso y
Bray GA (ed). Handbook of obesity: clinical applications, la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención
2nd ed. Marcel Dekker. London, 2003. terapéutica. Med Clin (Barc) 2000; 115: 587-97.
Libro que analiza en detalle los métodos y técnicas más ac- Documento de la Sociedad Española para el estudio de la
tualizados para la evaluación, prevención y tratamiento de la obesidad en el que se establecen los criterios para su diagnós-
obesidad. tico y tratamiento.
Crepaldi G, Tiengo A, Avogaro A (eds). The metabolic syn- Soriguer-Escofet FJC. La obesidad. Monografía de la Socie-
drome: diabetes, obesity, hyperlipidemia and hypertension. dad Española de Endocrinología. Díaz de Santos. Madrid,
Elsevier International, 2003. 1994.
Libro en que se revisan los conocimientos más actualiza- Monografía cuya lectura continúa siendo de interés, a pesar
dos sobre múltiples aspectos relacionados con la etiopa- del tiempo transcurrido desde su publicación, ya que analiza
togenia, complicaciones, tratamiento y prevención del sín - de manera muy didáctica las bases fisiopatológicas en que se
drome metabólico. fundamenta el tratamiento de la obesidad.
Fairburn CG, Brownell KD. Eating disorders and obesity: a Watson RR, Predy VR. Nutrition and heart disease: causa-
comprehensive handbook. Guilford Press. New York, 2002. tion and prevention. CRC Press. London, 2003.
Libro que revisa de una manera muy completa los conoci- Libro de fácil comprensión en el que se revisa el impacto de
mientos actuales sobre desórdenes alimentarios y obesidad, la nutrición y la dieta en la enfermedad cardiovascular y sus
con especial atención a los aspectos psicobiológicos del con- complicaciones.
trol del peso corporal.
WHO. Obesity: preventing and managing the global epi-
Mahan LK, Escott-Stump S (eds). Krause’s food, nutrition demic (Geneva, 3-5 june 1997). WHO, NUT, NCD/98.1.
and diet therapy, 11th ed. WB Saunders Company. Philadel- Ginebra, 1998.
phia, 2004. Indicaciones de la Organización Mundial de la Salud para la
Texto clásico, aunque muy actualizado, para el estudio de la prevención y tratamiento de la obesidad.
nutrición y dietoterapia; proporciona información muy prácti-
ca, tanto para profesionales como para estudiantes.
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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor
9. Enlaces web
www.asbs.org
www.indexmedico.com/english/obesity/obreview.htm
www.nlm.nih.gov/medlineplus/obesity.html
www.nutrition.org
www.obesidad.net/english/2002
www.obesity.org
www.york.ac.uk/ints/crd/obesity.htm
www.obesity-online.com
www.obesitysurgery.com
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