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4.18.

Nutrición y obesidad

Antonio Jesús Pérez de la Cruz Rosario Moreno-Torres Herrera


Carmen Mellado Pastor
Capítulo 4.18.

Nutrición y obesidad

1. Introducción

2. Epidemiología
2.1. Prevalencia de la obesidad
2.2. Morbimortalidad y perspectivas

3. Concepto y tipos de obesidad


3.1. Concepto
3.2. Tipos de obesidad

4. Etiopatogenia de la obesidad
4.1. Factores genéticos
4.2. Tejido adiposo y obesidad
4.3. Regulación del peso corporal: balance energético
4.4. Factores predisponentes

5. Consecuencias clínicas de la obesidad


5.1. Diabetes mellitus tipo 2
5.2. Hipertensión arterial
5.3. Dislipemias
5.4. Enfermedad cardiovascular
5.5. Obesidad abdominal visceral y síndrome metabólico
5.6. Cáncer
5.7. Otras complicaciones

6. Tratamiento
6.1. Criterios de intervención terapéutica
6.2. Tratamiento dietético
6.3. Psicoterapia y tratamiento conductual
6.4. Ejercicio físico
6.5. Tratamiento farmacológico
6.6. Cirugía bariátrica
6.7. Otras opciones de tratamiento
7. Resumen

8. Bibliografía

9. Enlaces web

Objetivos

n Analizar la importancia epidemiológica de la obesidad como problema de salud pública.


n Conocer los mecanismos fisiológicos y etiopatogénicos de la obesidad.
n Revisar las repercusiones de la obesidad sobre la salud y análisis de comorbilidades.
n Valorar los distintos grados de obesidad y sus connotaciones.
n Establecer los criterios de intervención a considerar para el tratamiento de la obesidad.
n Estudiar las distintas opciones terapéuticas, con especial referencia a las más utilizadas en la actualidad.
n Conocer los principios básicos de una dieta equilibrada y aprender a elaborar una dieta mediante intercambio
de raciones.
n Analizar los resultados del tratamiento de la obesidad a la luz de la medicina basada en la evidencia.
1. Introducción

E
l término obesidad deriva de la expresión griega ob-edere, que significa “sobre-in-
gesta”, considerándose durante siglos como sinónimo de glotonería y expresión
de un consumo excesivo de alimentos.
Puede definirse como un aumento de grasa corporal, que se traduce en un incre-
mento de peso, debido a un ingreso energético en la alimentación que supera el gasto
calórico (es decir, un balance de energía positivo) a lo largo de un periodo de tiempo
prolongado.
Su etiopatogenia sigue siendo poco conocida y se implican múltiples factores de tipo
social, ambiental, cultural, metabólico y genético que a menudo determinan una carga
hereditaria importante, de modo que los padres obesos suelen tener hijos obesos.
La alta prevalencia en España, su tendencia creciente y los cánones estéticos actua-
les condicionan el carácter social que ha adquirido el problema en el marco de una
sociedad que rinde culto a la imagen. Pero por encima de estas connotaciones que
obedecen a modelos meramente estéticos, y mucho más grave, se encuentran las co-
morbilidades que la acompañan: diabetes, hipertensión, apnea obstructiva del sueño,
osteoartropatías..., que la convierten en un auténtico problema de salud pública; por
ello, la OMS la incluye acertadamente entre las “epidemias del siglo XXI”.
Además, pocas enfermedades son tan resistentes al tratamiento. La explicación tal
vez se encuentre en la mirada a través de la cual se contempla el problema. Cuando se
considera la obesidad como una enfermedad “crónica, incurable y desconocida”, más
que la literalidad de la expresión se hace referencia a las grandes dificultades que su
tratamiento entraña a pesar de la ligereza con que a veces se aborda. De hecho, no hay
enfermedad en la que se frivolice más, con criterios terapéuticos para todos los gustos,
pareceres y opiniones.
En este marco, el tratamiento de la obesidad sigue siendo un auténtico desafío, don-
de los resultados con las mismas pautas pueden ser totalmente diferentes de unos
pacientes a otros, y rotundamente desalentadores cuando se analizan a largo plazo;
de modo que se presenta como una paradoja sorprendente, en la que la aplicación
de un remedio aparentemente tan simple como es el dejar de comer, se convierte en
una experiencia tremendamente penosa en donde las gratificaciones son cortas y los
fracasos incontables.
Por todo ello, la obesidad debe contemplarse como un problema cuyo abordaje
pasa por la instauración de medidas educativas de carácter preventivo desde la época
escolar, y por otro lado, cuando se establece, en simultanear distintas opciones tera-
péuticas, aparentemente muy sencillas como dieta y ejercicio, que junto al tratamiento
conductual y el uso ocasional de fármacos, constituyen el arsenal terapéutico habitual
disponible para abordar el problema, quedando relegada la cirugía, tremendamente
eficaz, para grandes obesidades resistentes a las medidas convencionales.

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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

2. Epidemiología De hecho, más del 70% de los obesos tienen al me-


nos un problema de salud relacionado con su obe-
2.1. Prevalencia de la obesidad sidad: enfermedad cerebrovascular y diabetes tipo 2
fundamentalmente, así como apnea del sueño, proble-
La obesidad es la enfermedad metabólica más pre- mas respiratorios, osteoartritis, colecistopatías, algu-
valente del mundo occidental y constituye una de nos tipos de cáncer, cambios menstruales, esterilidad
las causas fundamentales del incremento de la mor- y alteraciones psicológicas (ver apartado 5).
bimortalidad en los países desarrollados, represen- La mayoría de los trabajos observan que la mortali-
tando un problema importante de salud pública, por dad empieza a aumentar cuando el IMC supera los 25
su impacto negativo sobre la morbilidad colateral kg/m2, de manera que, a mayor valor del IMC, se pro-
asociada y por el coste sanitario derivado de la mis- ducen más casos de muerte súbita, aumentan los índi-
ma, estimado en algunos países entre el 5 y el 7% del ces de mortalidad y disminuye la esperanza de vida.
gasto sanitario total. En consecuencia, es imprescindible el desarrollo
En Europa, más de la mitad de los adultos de entre de programas comunitarios de Educación Nutricio-
35 y 65 años presentan sobrepeso o son obesos, mien- nal, en la mayor parte de los países desarrollados y en
tras que en los Estados Unidos los estudios publicados vías de desarrollo, en los que se promocione el ejerci-
sugieren que aproximadamente una tercera parte de cio físico y la mejora del modelo de consumo alimen-
las personas mayores de 20 años son obesos. tario en todos los grupos de edad y sexo.
Según datos actualizados de la Sociedad Española
para el Estudio de la Obesidad (SEEDO, 2003), la pre-
valencia de la obesidad global en España, en la pobla-
ción adulta, se ha estimado en el 14,5%, siendo mayor 3. Concepto y tipos
en mujeres (15,7%) que en varones (13,3%). La so- de obesidad
brecarga ponderal global, establecida como Índice de
Masa Corporal (IMC)  25 kg/m2, se encuentra entre 3.1. Concepto
el 59% en varones y el 47% en mujeres.
El análisis de los datos de distintos estudios epide- En sentido estricto, la obesidad se define como el
miológicos permite situar la prevalencia de obesidad exceso de peso por acumulación de la masa grasa, ya
en España en un punto intermedio entre los países que en otras situaciones el aumento de peso tiene lu-
del norte de Europa, Francia y Japón, con las menores gar a expensas de la masa magra, como sucede en los
proporciones de obesos, y EE UU y los países del este deportistas.
europeo, actualmente con las mayores cifras. Sin embargo, la cuantificación de la masa grasa es
La prevalencia de obesidad ha aumentado entre un compleja (ver Capítulo 3.5), por lo que clásicamente
10 y un 40% en la mayor parte de los países en la últi- se han utilizado parámetros antropométricos como
ma década. Las proyecciones de futuro realizadas su- el peso corporal y su relación con la talla, considerán-
gieren que si no se actúa inmediatamente, para el año dose como excesivos los valores que se asocien a una
2030 el 100% de la población adulta americana pre- repercusión negativa sobre la salud.
sentará un IMC > 27 kg/m2. En España en el año 2005, Para considerar la obesidad como factor de ries-
con el ritmo de crecimiento observado, la prevalen- go, ésta tiene que reunir tres condiciones: aumento
cia de obesidad podría acercarse al 20% de la pobla- de peso y grasa corporal e incremento de morbi-
ción adulta. mortalidad.

2.2. Morbimortalidad 3.2.Tipos de obesidad


y perspectivas
3.2.1. Clasificación según el Índice
En importantes estudios epidemiológicos se ha de Masa Corporal
puesto de manifiesto que las personas con un IMC >
27 kg/m2 tienen un riesgo relativo 70% mayor de pa- El IMC (peso en kg/talla en m2) es el paráme-
decer patologías relacionadas con la obesidad. tro utilizado por la mayoría de los estudios epi-

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Tabla 1. CLASIFICACIÓN DE LA OBESIDAD SEGÚN LA OMS Y RIESGOS


DE TRASTORNOS ASOCIADOS

Clasificación IMC Riesgo de trastornos


(kg/m2) asociados*

Normalidad 20-25 Medio


Obesidad grado I (sobrepeso) 27-29,9 Aumentado
Obesidad grado II 30-34,9 Moderado
Obesidad grado III 35-39,9 Alto
Obesidad grado IV (mórbida) ≥ 40 Muy alto

*Se incluyen la diabetes mellitus tipo 2, la intolerancia a la glucosa, la hiperinsulinemia, la hiperlipemia y la hipertensión.

demiológicos para la estadificación de la gravedad Como obesidad abdominal se incluyen dos


de la obesidad, ya que es el que mejor se correla- subtipos: obesidad abdominal subcutá-
ciona con el porcentaje de grasa corporal. nea (OAS), con el depósito de grasa en el te-
La Organización Mundial de la Salud (OMS), las jido celular subcutáneo, y obesidad abdo-
sociedades científicas y los grupos de expertos minal visceral (OAV), caracterizada por
aceptan en la actualidad como criterio para defi- un acúmulo más profundo de grasa, de disposi-
nir el sobrepeso, un IMC de 25 a 29,9 kg/m2, y pa- ción perivisceral en el área mesentérica. Esta úl-
ra la obesidad valores de IMC iguales o superio- tima se relaciona con el síndrome metabó-
res a 30 kg/m2 (Tabla 1). lico, mayor riesgo cardiovascular e intolerancia
El Documento de Consenso SEEDO 2000 para el a la glucosa.
Estudio de la Obesidad modifica dichos criterios, 2. Obesidad glúteo-femoral o perifé-
introduciendo un nuevo grado de obesidad extre- rica (ginoide): el acúmulo de tejido adiposo
ma para los pacientes con IMC  50 kg/m2. se produce en la parte inferior del cuerpo: cade-
ras, región glútea y muslos (tipo pera). Se consi-
dera la obesidad como ginoide cuando el ICC
3.2.2. Clasificación morfológica es inferior a 1 en hombres y a 0,85 en mujeres. La
(según la distribución de la grasa) complicación más frecuente de este tipo de obe-
sidad son los trastornos venosos de los miem-
Las mediciones del perímetro de la cintura o bros inferiores.
circunferencia abdominal (CA) o del índice cin-
tura-cadera (ICC) proporcionan una información
importante sobre la distribución de grasa (ver Ca- 3.2.3. Clasificación histológica
pítulo 3.5). Se establece así la clasificación morfoló-
gica de la obesidad, distinguiéndola en androide El número de adipocitos por mm3 de tejido
o en ginoide, por ser características del hombre adiposo en un adulto es del orden de 40-60 x 109,
o de la mujer, aunque las dos se pueden manifestar aumentando más rápidamente al final de la infan-
indistintamente en ambos sexos. cia y en la pubertad, aunque en ciertas condiciones
1. Obesidad abdominal, central o su- pueden proliferar en la época adulta.
perior (androide): la masa grasa se acumula en 1. Obesidad hiperplásica: número total de
la región cervical, tronco, abdomen superior y fa- adipocitos aumentado. Suele comenzar en la infan-
cies (también denominada tipo manzana). La CA es cia, la adolescencia y en los grados extremos de
 102 cm en hombres y  88 cm en mujeres, y el obesidad.
ICC 1 en hombres y  0,85 en mujeres. Este tipo 2. Obesidad hipertrófica: muestra un te-
de obesidad constituye un factor de mayor riesgo jido adiposo en el que está aumentado el tamaño
de diabetes y de morbimortalidad cardiovascular. de los adipocitos, que literalmente se rellenan de

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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

triglicéridos. Ocurre normalmente en la edad adul- Actualmente se considera que existen más de
ta o tras un embarazo. 200 genes implicados en el fenotipo de la obe-
sidad humana y 20 trastornos mendelianos cuya
principal expresión fenotípica es la obesidad. Sin
3.2.4. Clasificación etiológica embargo, sólo se ha demostrado que cinco genes
(que afectan a un número muy pequeño de per-
La mayoría de las obesidades se consideran sonas) causan obesidad en el ser humano. Son ge-
esenciales, aunque un 3-5% pueden ser secundarias nes relacionados con la leptina, el receptor de la
a patologías endocrinológicas (ovario poliquístico, leptina, la propiomelanocortina (POMC), la pro-
hipotiroidismo, etc.), hipotalámicas y genéticas (por hormona convertasa-1 y el receptor de la mela-
ejemplo, síndrome de Prader-Willi), las obesidades nocortina-4, aunque la deficiencia de este último
yatrógenas por fármacos o cirugía hipotalámica y la es la única implicada en algo más que ciertos ca-
pseudoobesidad (lipomatosis y lipodistrofia). sos esporádicos de obesidad grave. También se ha
demostrado que al menos cuatro de dichos ge-
nes dominantes se alojan en el mismo segmento
de DNA, lo que hace pensar que interactúan sus
4. Etiopatogenia funciones y que hay efectos genéticos acumulati-
de la obesidad vos que explicarían la evolución de la obesidad en
el tiempo.
Los mecanismos etiopatogénicos de la obesidad De hecho, los síndromes genéticos asociados
no se conocen con exactitud. Están implicados fac- con obesidad y los cuadros de obesidad secunda-
tores genéticos, endocrinos, neurológicos, psicoló- ria a patologías endocrinas suponen menos del 5%
gicos y ambientales en mayor o menor grado, pe- de todas las formas de obesidad. Del resto, la pre-
ro en definitiva lo que se produce es un desajuste disposición genética se pone de manifiesto por una
crónico del balance energético, por un aumento en mayor susceptibilidad individual a la ganancia de
la ingesta y/o por una disminución sistemática en el peso en un entorno favorable.
gasto de energía (ver Capítulo 1.18). Según la magni- Para otros autores, la predisposición familiar a la
tud del desequilibrio, la obesidad se produciría en obesidad se debería al mantenimiento de los mis-
un plazo más o menos largo, aunque al parecer bas- mos patrones de alimentación y conducta alimen-
tante prolongado, ya que estudios experimentales taria desde el nacimiento, teoría apoyada en el he-
a corto plazo de sobrealimentación de voluntarios cho de que en EE UU y otros países desarrollados,
sanos, muestran que la ganancia de peso es reversi- la prevalencia de obesidad se ha duplicado durante
ble al recuperar una alimentación normal. las dos últimas décadas, un periodo sin trascenden-
cia en el contexto de los cambios genéticos.

4.1. Factores genéticos


4.2.Tejido adiposo y obesidad
Son muchos los estudios que señalan que el ma-
yor riesgo de obesidad tendría una base genética, Hay dos tipos de tejido adiposo que se diferen-
pues en ellos se observa que: cian desde el punto de vista histológico, fisiológico
• Existe una buena relación entre el peso de los y funcional: el blanco (TAB) y el marrón o par-
padres y el de los hijos. do (TAM).
• Sólo el 10% de los niños serán obesos si no lo
es ninguno de los padres, frente al 50% si lo es uno
de ellos y cerca del 80% si lo son ambos. 4.2.1.Tejido adiposo blanco
• La correlación ponderal es mucho mayor en
gemelos homocigotos que en heterocigotos. De localización perivisceral y subcutánea, es el
• Las diferencias de peso entre gemelos, a largo principal reservorio de energía metabólica del or-
plazo, son pequeñas, incluso para hermanos que han ganismo. Está constituido por adipocitos con un
vivido separados y criados en diferentes ambientes. contenido en triglicéridos del 85%, en una trabé-

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cula de proteínas que le sirve de sostén. Sus prin- La respuesta termogénica se origina cuando la
cipales funciones son la captación de lípidos circu- producción basal de calor es insuficiente para cu-
lantes en momentos de exceso de energía (fase brir los requerimientos termogénicos (obligato-
posprandial) y la liberación de ácidos grasos en si- rios o facultativos). El TAM se estimula por el frío y
tuaciones que requieren energía (fases interpran- por la dieta, especialmente por dietas hipercalóri-
diales, ayuno, etc.). cas, debido al efecto térmico de la comida.
La fisiología y la regulación hormonal del te- El TAM es el principal lugar donde se produce la
jido adiposo se caracteriza por una interdepen- termogénesis o disipación de energía en forma de
dencia del metabolismo de hidratos de carbono calor, para lo cual cuenta con una elevada dotación
y de lípidos (ver Capítulos 1.9 y 1.12). A nivel del de mitocondrias ricas en termogenina o UCP (Un-
adipocito se crea un equilibrio dinámico cons- Coupling Protein), que es una proteína desacopla-
tante entre lipogénesis y lipólisis, en función de dora de la fosforilación oxidativa, que funciona co-
la disponibilidad y de las necesidades energéti- mo un canal iónico, de tal forma que el transporte
cas. Entre las principales hormonas que regulan de electrones a lo largo de la cadena respiratoria
este equilibrio se encuentran: la insulina que fa- no ocasiona la síntesis de ATP, sino de calor.
vorece la lipogénesis y bloquea la lipólisis, por in- La UCP, actualmente denominada UCP-1, es
hibición de la lipasa de triglicéridos y por antago- específica del TAM y se induce por la exposición al
nizar el efecto del cortisol y las catecolaminas; el frío o por efecto de la dieta, aumentando el consu-
sistema nervioso simpático (SNS) y las catecola- mo de oxígeno. Se activa por los ácidos grasos y se
minas, que activan la lipólisis por interacción de inhibe por los nucleótidos de adenosina y guanina
los receptores β-adrenérgicos del tejido adipo- (ATP, ADP, GDP y GTP).
so, inhibiéndola en cambio en los receptores A, Durante 1997 se describieron dos nuevas pro-
y la corticotropina (ACTH) y la tiroxina con ac- teínas desacoplantes, la UCP-2 y la UCP-3, situadas
ción lipolítica. en el cromosoma 11 humano, donde se han ma-
Pero el TAB interviene también en otras funcio- peado otros genes relacionados con la hiperinsuli-
nes, actuando como tejido de sostén, almohadilla- nemia y la obesidad.
do y protección, de aislamiento térmico, así como La UCP-2 se expresa en varios tejidos huma-
de productor y reservorio de hormonas (estróge- nos, sobre todo en aquellos ricos en macrófagos,
nos y andrógenos), lipoproteína lipasa (LPL), angio- en TAM y en TAB, donde aumenta en respuesta a
tensinógeno, adipsina, leptina y retinoides funda- las dietas ricas en grasas. La UCP-3, sin embargo,
mentalmente. En este sentido, su principal interés parece expresarse preferentemente en tejido es-
radica en la búsqueda del “adipostato”, es decir, de quelético (regulada por hormonas tiroideas) y en
una molécula reguladora del peso corporal y de la TAM (regulada por hormonas tiroideas y frío), au-
cantidad de grasa y de su mecanismo de acción (ver mentando ambas en el hombre ante la situación
apartado 4.2.3). de ayuno.
El principal modulador de la actividad termogé-
nica del TAM es el SNS. La norepinefrina, mediador
4.2.2.Tejido adiposo marrón fisiológico en respuesta al frío y tras la administra-
y proteínas desacoplantes ción de dietas hipercalóricas, no sólo aumenta la
potencia termogénica del TAM, también produce
El TAM es fundamental para el mantenimien- incremento de la proliferación de las células pre-
to de la temperatura corporal (termogénesis) cursoras del mismo.
y del balance energético, puesto que contribuye a Con respecto a la relación entre TAM y obesi-
la pérdida de energía. En los recién nacidos, cuan- dad, actualmente se sabe que las alteraciones de
titativamente representa una parte importante del la capacidad termogénica del TAM están implica-
tejido adiposo, pero en el adulto queda reducido a das en el desarrollo de la obesidad en roedores. En
un 2-3% del total, localizándose en pequeños de- el hombre, con menor proporción de grasa parda,
pósitos situados en las regiones subescapular, axi- aún no se ha determinado la importancia de este
lar, nuca y a lo largo de los grandes vasos entre las mecanismo. En algunos trabajos se ha observado
costillas. mayor prevalencia de obesidad en individuos con

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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

alteraciones en el gen que codifica los receptores No obstante, todavía no se conocen bien los
adrenérgicos β3, responsables de la activación de mecanismos y sustancias implicados en la regula-
las proteínas desacoplantes, que provocan que la ción de la expresión y la síntesis de leptina. Estu-
energía producida no se acumule y se disipe en for- dios realizados en animales de experimentación y
ma de calor. en humanos, han observado que la modificación
de la magnitud de las reservas grasas mediante
control dietético, tratamiento quirúrgico o esta-
4.2.3.Tejido adiposo como do experimental de sobrealimentación, se tradu-
glándula endocrina cen en cambios importantes en los niveles circu-
lantes de leptina, aunque de menor magnitud que
El tejido adiposo es también un auténtico órga- los esperados.
no endocrino cuyas células producen varios fac- Por ello, parecen existir otros factores modula-
tores que actúan a distancia sobre otros órganos, dores de la expresión y síntesis de esta hormona,
regulando funciones relacionadas con la ingesta y cuyos niveles se verían incrementados en el sexo
el metabolismo energético. La diferenciación de femenino, en casos de obesidad y de adiposidad
los adipocitos se acompaña de la producción y se- subcutánea, situaciones de balance energético po-
creción de múltiples proteínas y moléculas, entre sitivo, inhibición del SNS y ritmos circadianos noc-
ellas la adipsina y la adipoQ o adiponectina. Los turnos.
estrógenos y andrógenos, los retinoides, el angio- 3. Factor de necrosis tumoral α
tensinógeno, la leptina, el TNF-α y la adiponectina (TNF-α): es una citokina secretada por los
son consideradas como las principales hormonas macrófagos y el tejido adiposo, que induce resis-
sintetizadas por el tejido adiposo. tencia a la insulina en las células musculares, inhi-
1. Adipsina: es una proteína que se sintetiza be la lipoproteína lipasa y bloquea la diferencia-
en los adipocitos del TAB y se secreta a la sangre. ción de los adipocitos.
Aunque inicialmente se sugirió que podía funcio- 4. Adiponectina: es una hormona produ-
nar como “adipostato”, no se conocen bien cuáles cida exclusivamente por el tejido adiposo a par-
serían sus funciones en el organismo. En animales tir del mRNA más abundante en los adipocitos.
de experimentación sus niveles correlacionan con Sus niveles están muy bajos en el plasma de los
adiposidad. Insulina e IGF-1 estimulan sus niveles obesos, asociado a una elevada resistencia a la in-
en la diferenciación de los adipocitos (in vitro), in- sulina. Esta adipocitokina tiene receptores en el
hibiéndola en adipocitos diferenciados. También músculo, en el hígado y en otros tejidos donde re-
la suprimen los glucocorticoides y el TNF-α. gula positivamente la oxidación de ácidos grasos,
2. Leptina: es una proteína codificada por el favoreciendo la acción insulínica.
gen ob -los ratones ob/ob son genéticamente obe-
sos-. Este gen (aislado e identificado en 1994 por
Friedman) regula el apetito y el balance energé- 4.3. Regulación del peso corporal:
tico, por lo que podría constituir el “adipostato” balance energético
buscado.
Se produce en el tejido adiposo blanco y actúa Muchos estudios experimentales confirman que
sobre el centro de la saciedad, inhibiendo el ape- la ingesta calórica excesiva y mantenida provocaría
tito en función de la grasa corporal de reserva. un desequilibrio del balance energético y conduci-
Ejerce su acción simultáneamente en los núcleos ría a la aparición de obesidad. Para algunos auto-
hipotalámicos del hambre y la saciedad, inhibien- res, los obesos no siempre consumen más calorías
do el primero y estimulando el segundo. Además que las personas con normopeso, aunque también
de su actuación sobre el sistema nervioso central parece demostrado que, en general, la población
(SNC), tiene también un efecto inductor de la re- obesa tiende a subestimar involuntariamente su in-
sistencia a la insulina. La hiperleptinemia reduce el gesta calórica. Otros trabajos señalan que el obe-
contenido de grasa del adipocito a través de una so come más en respuesta a estímulos sensoriales
disminución del contenido de enzimas lipogénicas que a la propia sensación fisiológica de hambre (ver
y de su factor de transcripción. Capítulo 1.18).

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4.3.1. Regulación de la ingesta gía necesaria en condiciones normales para man-


tener los procesos vitales. Entre otros factores
En la regulación de la ingesta intervienen meca- (edad, sexo, etc.) se relaciona positivamente con la
nismos complejos, que integran SNC, neurotrans- masa magra total, aunque puede estar condiciona-
misores no hormonales, neuropéptidos y sistema do genéticamente.
nervioso autónomo (SNA). Participan básicamen- La termogénesis supone del 15 al 20% del con-
te los centros hipotalámicos del hambre y la sa- sumo de energía y tiene lugar básicamente en el
ciedad, a su vez sometidos a las influencias del tejido adiposo marrón, a través de las proteínas
córtex cerebral (factores psicológicos, sociocul- desacoplantes. De entre ellas, la UCP-3 genera
turales y características de los alimentos). ciclos fútiles, que se inhiben en condiciones que
El centro de la saciedad es estimulado por obligan a un ahorro de energía, de manera que un
dos sistemas: uno de respuesta rápida tras ca- bloqueo erróneo de esta vía favorecería la obe-
da ingesta, aunque de corta duración, consisten- sidad. Además, se ha comprobado que la termo-
te en la liberación al torrente sanguíneo de cole- génesis inducida por la dieta está disminuida en
cistoquinina, péptido análogo al glucagón o GLP-1 obesos.
entre otros péptidos gastrointestinales. Y otro a La actividad física consume el 10-15% del gasto
largo plazo, por la liberación de corticotropina energético diario. Aunque se ha demostrado que
(CRH) debida a estímulos corticales y de lepti- las personas obesas realizan menos ejercicio físico,
na por el tejido adiposo, que actúan sobre el cen- resulta difícil distinguir si este sedentarismo es cau-
tro de la saciedad inhibiendo el apetito de mane- sa o consecuencia de la obesidad.
ra más prolongada.
La leptina actúa por dos mecanismos simultá-
neos: la inhibición en la secreción del neuropépti- 4.4. Factores predisponentes
do Y, que es a su vez el más potente estímulo de
la ingestión alimentaria y del consumo de lípidos; y Entre los múltiples factores que predisponen al
la activación de la secreción de CRH y por tanto desarrollo de la obesidad, cabe citar edad y sexo,
de la saciedad. Paradójicamente, en la obesidad hu- dieta y hábitos alimentarios, factores psicológicos,
mana se han demostrado valores elevados de lep- factores socioeconómicos, culturales y ambienta-
tina, lo que sugiere la existencia de una resistencia les, etc.
a esta hormona. La saciedad se estimula también
por dos neurotransmisores, adrenalina y serotoni-
na, que actuarían disminuyendo el consumo de hi- 4.4.1. Edad y sexo
dratos de carbono.
El centro del hambre es estimulado por el neu- Los índices ponderales y la prevalencia de obesi-
ropéptido Y, sintetizado en el hipotálamo, los opioi- dad aumentan con la edad en hombres y en muje-
des endógenos y la dopamina. Y también por la res, con un valor máximo en torno a los 60 años y
insulina, que actúa inhibiendo la secreción de hor- mayores en mujeres que en hombres.
monas gastrointestinales y estimulando la del neu-
ropéptido Y.
4.4.2. Composición en grasas
de la dieta
4.3.2. Gasto energético
Las interacciones genes-dieta y la evidencia epi-
El balance energético negativo conducente a la demiológica respaldan la asociación del consumo
obesidad puede producirse también por cambios elevado de grasa y alcohol con la prevalencia de
en el gasto energético. El consumo de energía es obesidad. Experimentos con alimentación contro-
debido al metabolismo basal, la termogénesis y la lada apoyan la teoría de que es más difícil restable-
actividad física. cer el equilibrio energético en los periodos en que
Aproximadamente el 70% del gasto energético aumenta el consumo de grasa, cuyo exceso se acu-
del individuo se debe al metabolismo basal o ener- mula entonces en el tejido adiposo.

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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

4.4.3. Alteraciones del OMS de 1998, la industrialización y urbanización


comportamiento alimentario rápida y el abandono del hábitat rural, tienen una
clara repercusión en la sobrecarga ponderal. En Es-
En los obesos son frecuentes alteraciones del paña, sin embargo, no existen resultados conclu-
comportamiento alimentario, entre las que se in- yentes en uno u otro sentido.
cluyen: hábitos inadecuados (por ejemplo, picoteo,
afición a los dulces); la costumbre de comer de-
prisa y de forma compulsiva; la ingesta de grandes 4.4.7. Sedentarismo
cantidades de comida en poco tiempo (binge eating
disorder); el hábito de levantarse a comer durante La disponibilidad de medios de transporte y la
la noche (night eating syndrome); y ciertos trastor- disminución de la actividad física, observada par-
nos cíclicos como el síndrome de hambre de hidra- ticularmente en adolescentes, conlleva un menor
tos de carbono, el síndrome premenstrual y el tras- gasto calórico que favorece la obesidad.
torno afectivo estacional, todos ellos con consumo
compulsivo de hidratos de carbono.

5. Consecuencias clínicas
4.4.4. Factores psicológicos de la obesidad
Las alteraciones emocionales y psicológicas, que La obesidad mórbida (IMC > 40 kg/m2) per se es
podrían influir en la génesis de la obesidad, juegan un factor predictivo de muerte prematura, aunque
un importante papel en la cronificación de la enfer- en gran parte su trascendencia sanitaria radica en su
medad. Se trata de trastornos que pueden prece- asociación con un conjunto de situaciones clínicas
der a la ganancia de peso de forma que, tras la ins- (comorbilidades) (Tabla 2), entre las que destacan
tauración de la obesidad, pueda llegar a cerrarse la diabetes mellitus tipo 2 (DM-2), la hipertensión
un círculo vicioso: sobrepeso → rechazo a la pro- arterial (HTA), la dislipemia, la enfermedad cardio-
pia imagen → depresión y frustración → hiperfagia vascular (ECV) y el síndrome metabólico.
→ mayor sobrepeso.

5.1. Diabetes mellitus tipo 2


4.4.5. Nivel socioeconómico y cultural
La obesidad es el factor de riesgo más impor-
En general, en los países desarrollados la pre- tante para la aparición de DM-2. De hecho, el 80%
valencia de obesidad es mayor en los grupos so- de los pacientes diabéticos presentan sobrepeso u
cioeconómicos más deprimidos; pero en los que obesidad y el 60% de los obesos presentan intole-
están en vías de desarrollo afecta con más frecuen- rancia a los hidratos de carbono. Sin embargo, es-
cia a los más acomodados, particularmente cuando tá demostrado que es posible disminuir conside-
han incorporado estilos de vida occidentales. Asi- rablemente la prevalencia de ambas enfermedades
mismo, se ha observado una relación inversa entre y la de las comorbilidades asociadas, implantando
nivel cultural y obesidad, de manera que en las mu- medidas preventivas adecuadas. La pérdida de peso
jeres, a menor nivel de instrucción, la obesidad es mejora de forma llamativa el riesgo de diabetes en
más frecuente, mientras que en los hombres suce- hombres y mujeres, normaliza el control metabóli-
de al contrario. co y posiblemente las expectativas de vida.
El riesgo de presentar DM-2 se eleva progresi-
vamente a medida que aumenta el IMC, siendo 40
4.4.6. Hábitat veces mayor para las personas con IMC > 35 kg/m2
que para aquellos con un IMC < 23 kg/m2. Además,
En algunos trabajos se ha observado una mayor la obesidad actúa sinérgicamente con otros facto-
prevalencia de obesidad en el entorno rural; por res diabetógenos, en particular con los anteceden-
el contrario, según el estudio de la obesidad de la tes familiares.

536
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Tabla 2. CONSECUENCIAS CLÍNICAS DE LA OBESIDAD

Sistema Consecuencia clínica

Global Incremento de la mortalidad


Muerte súbita
Varios sistemas Síndrome metabólico
Endocrino Diabetes mellitus tipo 2
Cardiovascular Hipertensión arterial (HTA)
Enfermedad cardiovascular (ECV)
Hiperlipemias
Insuficiencia cardiaca congestiva
Insuficiencia venosa
Tromboembolismo pulmonar
Arteriopatía crónica
Respiratorio Hipoventilación alveolar
Apnea del sueño
Disfunción pulmonar
Gastrointestinal Reflujo gastroesofágico
Esteatosis hepática
Litiasis biliar
Músculo-esquelético Fracturas óseas
Artritis degenerativa
Artrosis
Gota
Genitourinario Oligoamenorrea
Toxemia del embarazo
Incontinencia urinaria
Neoplasias Varón: colon, próstata
Mujer: útero, mama, vía biliar

Pero este riesgo no depende solamente del va- dificultad para la captación de glucosa por los teji-
lor del IMC, sino que además está influido por dos, en cuyo desarrollo pueden colaborar mecanis-
otros factores: para un mismo IMC, el riesgo de mos genéticos, adquiridos o mixtos.
padecer DM-2 es más elevado cuanto mayor sea El mecanismo por el que la obesidad predispo-
el tiempo de duración del sobrepeso. Por otro la- ne a la enfermedad es a través de la resistencia a
do, la obesidad abdominal o androide es un fac- la insulina, en la que están implicados, además de la
tor de riesgo mayor que la periférica o ginoide, pa- célula β-pancreática, el hígado y los tejidos muscu-
ra el desarrollo de la enfermedad, particularmente lar y adiposo.
en las mujeres. En presencia de resistencia insulínica, la célula β-
La DM-2 aparece cuando los requerimientos de pancreática incrementa la producción de insulina,
insulina de ciertos individuos predispuestos genéti- produciéndose un hiperinsulinismo, que clínicamen-
camente superan la capacidad secretora de insulina te se acompañará de un espectro que irá desde la
de sus páncreas. Dichos requerimientos se elevan normoglucemia, pasando por la intolerancia a la glu-
con la denominada “resistencia insulínica” o cosa, hasta la hiperglucemia provocada por la DM-2,

537
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

cuando las células β no responden con un aumento 3. Hiperinsulinemia y resistencia insu-


suficiente de la secreción de insulina. línica: diversos estudios experimentales han evi-
El defecto de captación de glucosa por el músculo denciado la relación entre resistencia insulínica,
se considera necesario para el desarrollo del cuadro, HTA y obesidad. La hiperinsulinemia puede contri-
aunque por sí solo es insuficiente para justificar la buir a la elevación de la tensión arterial, ya que la
aparición de hiperglucemia basal. Para ello es necesa- insulina tiene efecto natriurético, activa el SNS, es-
rio que la concentración de insulina descienda a nive- timula la proliferación del endotelio vascular y de la
les a los cuales no es capaz de impedir que el adipoci- musculatura lisa (lo que puede producir hipertro-
to libere glicerol y ácidos grasos no esterificados. fia de la pared vascular) y provoca alteraciones del
El papel del hígado en la regulación homeostáti- transporte iónico de la membrana, favoreciendo el
ca de la glucosa es fundamental, ya que la aparición aumento del calcio y sodio y la disminución del po-
de hiperglucemia basal condiciona un incremento tasio intracelular.
de la producción hepática de glucosa, por el au-
mento de la glucogenólisis y gluconeogénesis (ver
Capítulos 1.2 y 1.9). 5.3. Dislipemias
El adipocito, además de almacenar el exceso de
energía, sintetiza y segrega leptina, proporcional- Las alteraciones lipídicas más prevalentes en el
mente a la cantidad de tejido adiposo. También sin- obeso son la elevación de colesterol total y triglicé-
tetiza y segrega TNF-α, que podría producir insuli- ridos, la disminución de HDL-colesterol y, con me-
norresistencia, estimulando la lipólisis. nor frecuencia, dos anomalías que aumentan el ries-
go cardiovascular: el incremento del LDL-colesterol
y de la oxidación de las lipoproteínas. En estudios
5.2. Hipertensión arterial poblacionales se ha observado que las dislipemias
asociadas a la obesidad, que aparecen desde la in-
Numerosos estudios epidemiológicos han pues- fancia y se incrementan con la edad, se relacionan
to de manifiesto que la prevalencia de HTA en los estrechamente con la incidencia de accidentes ce-
obesos puede llegar a ser del 25-50%, y el riesgo rebrovasculares e infarto agudo de miocardio, par-
de padecerla se correlaciona bien con el exceso de ticularmente en obesos de tipo androide con eleva-
peso, siendo incluso un trastorno reversible a me- das concentraciones plasmáticas de triglicéridos y
dida que se produce una pérdida ponderal. LDL-colesterol. Las alteraciones del perfil lipopro-
La asociación HTA y obesidad no es uniforme, teico representan las consecuencias de la resistencia
sino que varía con la edad, sexo y raza. El peso cor- a la insulina e hiperinsulinismo compensador, cons-
poral parece tener mayor influencia sobre la pre- tituyendo el enlace entre el metabolismo de la insu-
sión en mujeres que en varones, aunque no está lina y la aterogénesis. Observaciones recientes su-
confirmado. Sí está demostrado que la correlación gieren que la resistencia a la insulina per se puede
HTA-obesidad es más fuerte en sujetos con obe- disminuir el metabolismo posprandial de las lipopro-
sidad androide, debido probablemente a su mayor teínas ricas en triglicéridos, con la consiguiente hi-
insulinorresistencia, y en los menores de 40 años, perlipemia posprandial, la cual se asocia con enfer-
especialmente varones. Posiblemente los mecanis- medad cardiaca coronaria. Además, en estados de
mos patogénicos por los que se observa mayor resistencia a la insulina, la lipoproteína de baja densi-
prevalencia de HTA en los individuos obesos son: dad muestra un patrón anormal pequeño, denso, ti-
1. Sensibilidad a la sal: según las evidencias po B, de mayor potencialidad aterogénica.
disponibles, la HTA ligada a la obesidad es sal-sensi-
ble, probablemente por la situación de hiperinsuli-
nemia y activación del SNS. 5.4. Enfermedad cardiovascular
2. Hiperreactividad del SNS: por la aso-
ciación claramente establecida de la sobrealimen- La enfermedad cardiovascular (ECV) es un esta-
tación con el aumento del tono simpático y del do patológico caracterizado por la disfunción del
nivel de noradrenalina, mientras que el ayuno pro- corazón y los vasos sanguíneos. Incluye ateroscle-
duciría los efectos contrarios. rosis, enfermedad cerebrovascular y HTA.

538
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Figura 1. Alteraciones bioquímicas asociadas al síndrome metabólico. AGL: ácidos grasos libres; DM-2: diabetes mellitus
tipo 2; ECV: enfermedad cardiovascular; HTA: hipertensión arterial; LDL: lipoproteínas de baja densidad; VLDL: lipoproteínas
de muy baja densidad.

Estudios observacionales han mostrado la aso- munes que afectan a gran número de individuos en
ciación directa de sobrepeso, obesidad y exceso de los países occidentales. Estos desórdenes aumentan
grasa abdominal con el incremento de morbimor- progresivamente con el avance de la edad. En suje-
talidad por enfermedad cardiovascular (ECV) y con tos jóvenes su frecuencia es baja, pero a la edad de 70
factores de riesgo cardiovascular, incluyendo nive- años la incidencia alcanza proporciones epidémicas.
les elevados de colesterol total, triglicéridos, fibri- Aproximadamente el 45-50% de esos individuos son
nógeno, insulina y presión arterial, y niveles bajos de obesos e hipertensos. La incidencia de DM es más ba-
HDL-colesterol. Investigaciones recientes señalan ja (10-12%). La concurrencia de obesidad abdominal
que el riesgo de muerte por infarto agudo de mio- visceral (OAV), DM-2, HTA, ECV y dislipidemia aso-
cardio (IAM) y ECV se incrementa al aumentar los ciados a hiperinsulinemia, conforman el llamado sín-
valores del IMC, y que el exceso de peso es un fac- drome metabólico, síndrome plurimetabólico, síndro-
tor de riesgo de accidente cerebrovascular, indepen- me de resistencia a la insulina o síndrome X, cuyo
diente de la HTA y la diabetes. El nexo de unión en- denominador común es la insulinorresistencia.
tre el aumento del riesgo cardiovascular y el exceso Las distribución de la grasa corporal es funda-
ponderal, en ausencia de diabetes y/o HTA, parece mental en el desarrollo del síndrome metabólico
ser, sobre todo, la distribución abdominal y, más es- (Figura 1). La grasa perivisceral mesentérica tie-
pecíficamente, visceral, de la grasa corporal. ne mayor actividad lipolítica espontánea que la gra-
sa subcutánea, debido a su mayor contenido en re-
ceptores lipolíticos (en especial β3) y poca cantidad
5.5. Obesidad abdominal visceral de receptores lipogénicos (α e insulina). Ello provo-
y síndrome metabólico ca el predominio de la actividad lipolítica, por lo que
al aumentar el depósito de grasa en dicho tejido, se
Obesidad, DM-2, HTA y enfermedad cardiovascu- produce mayor flujo de ácidos grasos libres (AGL)
lar arterioesclerótica son trastornos metabólicos co- hacia el metabolismo hepático, que es el origen de

539
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

la secuencia de alteraciones bioquímicas asociadas la Sociedad Americana para el Cáncer, en el que


al síndrome metabólico: se siguió a 750.000 personas durante 12 años, en-
• Incremento de la gluconeogénesis hepática y, contrando que el riesgo relativo de morir de cán-
por ello, de glucosa circulante. cer era de 1,33 en obesos varones y de 1,55 en mu-
• Mayor síntesis de triglicéridos, reducción de la jeres obesas.
actividad de la lipoproteína lipasa, incremento de Entre los obesos, los varones tuvieron mayor
niveles plasmáticos de VLDL y menor formación mortalidad por cáncer colorrectal y carcinoma
de HDL. prostático y las mujeres por cáncer de vesícula y
• Hiperinsulinemia periférica, por su menor acla- conductos biliares, mama, útero y ovarios. Las mu-
ramiento a nivel hepático. jeres con obesidad severa presentaron un riesgo
• Insulinorresistencia que, como ya se ha descri- relativo de cáncer de endometrio 5,4 veces mayor
to, da lugar a la aparición de intolerancia a la gluco- que las no obesas.
sa y/o DM-2, HTA y enfermedad cardiovascular. El aumento de incidencia de los tumores hor-
Sin embargo, el depósito de grasa en el área peri- monodependientes se relaciona con el incremen-
visceral no es un hecho aislado, sino que es un ele- to del cociente estrógenos/andrógenos en la obe-
mento más del síndrome metabólico. Aunque su pa- sidad abdominal o central. La aparición de cáncer
togenia no se conoce con exactitud, se piensa que el colorrectal muestra una correlación positiva con el
incremento de la lipólisis vendría determinado por IMC, probablemente porque la dieta rica en grasas
la existencia de un defecto intrínseco en el tejido y pobre en fibra es muy habitual en los obesos.
adiposo, que podría ser una insensibilidad idiopática
de los adipocitos a la insulina, la secreción de hor-
monas factores/hormonas adipocitarias (TNF-α, re- 5.7. Otras complicaciones
sistina, etc.), el mismo aumento de la masa adipoci-
taria o una combinación de todos ellos. La obesidad condiciona una fuerte predisposi-
La resistencia a la insulina puede estar presente ción a sufrir con mayor frecuencia distintas en-
incluso en personas con normopeso y afectar hasta fermedades y alteraciones, muchas de las cua-
al 25% de la población, pudiendo tratarse de un de- les revierten con la pérdida de peso: litiasis biliar
fecto genético. El grado de resistencia insulínica se y esteatosis hepática, hipoventilación pulmonar y
incrementa con ganancias ponderales intensas o de síndrome de apnea del sueño, disminución de la
larga evolución y con la inactividad física, y disminu- testosterona sérica en varones, infertilidad, irre-
ye con pérdidas de peso moderadas pero manteni- gularidades menstruales e hirsutismo en mujeres,
das y con el ejercicio físico regular. hiperuricemia y gota, osteoartritis en articulacio-
Como resumen de la importancia del exceso de nes de carga, fracturas óseas, aumento en la con-
peso en la etiopatogenia del síndrome metabólico, centración de hemoglobina, alteraciones en la res-
cabe señalar que el riesgo cardiovascular (cardiopa- puesta inmune, proteinuria y síndrome nefrótico.
tía isquémica y accidentes cerebrovasculares) aso- El individuo obeso presenta un riesgo quirúrgi-
ciado a obesidad se encuentra directamente relacio- co superior debido a la mayor frecuencia de trom-
nado con la distribución corporal de la masa grasa, boembolismo, infecciones y complicaciones post-
de manera que las alteraciones que tal distribución anestésicas como consecuencia de la prolongación
produce en la secreción de insulina se hallan ligadas del efecto de los anestésicos que se fijan en el teji-
a la aparición de hipertensión, intolerancia a la glu- do adiposo. Durante el embarazo tienen mayor in-
cosa o DM-2 e hiperlipemia, todas ellas situaciones cidencia la HTA, la diabetes mellitus gestacional, la
consideradas individualmente como peligrosas para toxemia gravídica y los problemas obstétricos.
desarrollar enfermedad ateromatosa. Son igualmente importantes la disminución de
la calidad de vida, los problemas de comunicación
social y en la relación de pareja, la incapacidad la-
5.6. Cáncer boral y la dificultad para conseguir un empleo, así
como la reducción de la capacidad intelectual, ob-
Entre los numerosos estudios epidemiológicos servada en un estudio sobre más de 330.000 varo-
que correlacionan obesidad y cáncer, destaca el de nes jóvenes.

540
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

6.Tratamiento • Tratar la causa.


• Promover la pérdida de peso evitando su re-
Más allá de consideraciones estéticas, el trata- cuperación.
miento de la obesidad es de especial importancia • Aplicar las medidas específicas de tratamiento:
por la mejoría que supone de los factores de ries- médicas o quirúrgicas.
go asociados. Efectivamente, el descenso de peso • Tratar las complicaciones.
en el obeso se asocia a unos menores niveles de • Mejorar las comorbilidades asociadas.
glucemia en pacientes con o sin diabetes, disminu- • Estimular el bienestar psicológico.
ción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, Para ello se precisa un esquema de trabajo que
caída de la tensión arterial, y mejoría en el perfil li- incluya:
pídico, entre otros efectos favorables. • Historia clínica general.
Por otro lado, en razón del alto número de fra- • Historia familiar (en especial de obesidad).
casos que a largo plazo representan los tratamien- • Entorno social, familiar, profesional y hábitos.
tos convencionales, especialmente la dieta, los pa- • Historia dietética, con especial atención al pa-
cientes acuden a todo tipo de medidas, a menudo trón de ingesta, incluido el alcohol.
postuladas por personas no expertas y que, inde- • Análisis cronológico de la constitución y desa-
pendientemente de su potencial peligrosidad, só- rrollo de la obesidad, así como tratamientos pre-
lo acaban sembrando desesperanza y hastío. Valga vios, peso alcanzado y distribución de la grasa.
de ejemplo la cantidad de fórmulas magistrales que • Comorbilidades asociadas.
circulan, a veces sin especificar sus principios acti- • Estudio psicológico y de las motivaciones del
vos y cuyos resultados se ven en los efectos rebo- paciente.
te al dejar de tomarlas, cuando no en las urgencias • Valoración analítica, incluyendo hormonas.
de los hospitales, por sus efectos secundarios a ve- A partir de lo cual se plantea la estrategia a seguir,
ces muy graves. que clásicamente se basa en los siguientes pilares:
Del mismo modo se pueden encontrar pautas 1. Dieta.
“infalibles” en revistas de ocio con apariencia cien- 2. Psicoterapia y tratamiento conductual.
tífica, porque a veces los artículos los firman “ex- 3. Ejercicio físico.
pertos”; y también comprobar que el “boca a bo- 4. Fármacos.
ca” del remedio “maravilloso y definitivo” funciona 5. Cirugía.
mejor que a ningún nivel, sin nada ni nadie que vi- 6. Otros: acupuntura, lipectomías...
gile la veracidad y la inocuidad de las medidas que La inclinación hacia una u otra opción depende de
circulan. los factores comentados anteriormente, fundamen-
talmente del grado de obesidad, edad, estado de salud
general, equilibrio mental, nivel sociocultural y moti-
6.1. Criterios de intervención vaciones del paciente, siendo habitual la necesidad de
terapéutica combinar varias alternativas, considerando como ele-
mentos básicos dieta y ejercicio. En otras palabras: el
Nadie pone en duda que el mejor tratamiento tratamiento debe ser individualizado en función de las
de la obesidad es su prevención, de modo que por características de cada paciente. Con carácter orien-
encima de las modas, la imagen y demás connota- tador se puede utilizar el IMC, para decidir la pauta a
ciones superfluas, es necesaria la puesta en marcha seguir a partir de los siguientes puntos:
de programas específicos, empezando por el hogar 1. IMC entre 25 y 26,9 kg/m2 (sobrepe-
y las escuelas, teniendo en cuenta que las campañas so grado I)
realizables en la Universidad pueden ser ineficaces • Consejos dietéticos sobre alimentación equi-
por lo tardías, de ahí la importancia de comenzar librada.
su prevención antes. • Actividad física.
Un enfoque razonable va más allá de entregar 2. IMC entre 27 y 29,9 kg/m2 (sobrepe-
una simple dieta impresa, pues la obesidad es un so grado II)
problema complejo cuyo abordaje requiere la con- • Valoración médica.
sideración de múltiples variables y que pasa por: • Medidas dietéticas.

541
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

• Ejercicio. 6.2.Tratamiento dietético


• Tratamiento conductual.
• Insistir en la educación nutricional. Siempre debe constituir el pilar básico y obliga-
3. IMC entre 30 y 34,9 kg/m2 (obesi- torio, independientemente de otras decisiones te-
dad grado I) rapéuticas adicionales, pues cualesquiera que sean
• Control médico obligatorio. aquéllas deberán acompañarse de medidas dieté-
• Atención a la presencia de comorbilidades. ticas específicas, de modo que la dieta no quede
• Dieta. convertida en el tratamiento, sino en parte de él.
• Ejercicio. Esta “eterna canción” que “todo el mundo co-
• Terapia conductual. noce y domina”, se acompaña con frecuencia de
• Valorar la utilización de fármacos. connotaciones fraudulentas. Así, tópicos como el
4. IMC entre 35 y 39,9 kg/m2 (obesidad “adelgace sin pasar hambre”, “dos tallas menos en
grado II) una semana”, “la dieta definitiva” y mensajes simila-
• Mantener las mismas pautas pero con segui- res, entran dentro del léxico habitual de toda una
miento más estrecho y mayor rigidez en las medi- cohorte de embaucadores que incluye desde per-
das terapéuticas. sonas sin solvencia científica para prescribir, has-
• Excepcionalmente en caso de comorbilidades ta determinadas revistas de ocio, especialmente las
importantes y/o riesgo para la salud, puede valo- dirigidas hacia el público femenino, en las que la
rarse la cirugía bariátrica. mención a métodos maravillosos para perder peso
5. IMC igual o mayor de 40 kg/m2 (obe- ocupa un lugar destacado en la portada, como re-
sidad grado III y obesidad grado IV) clamo para su venta.
• Supone un problema grave de salud que afecta Una premisa esencial es plantear el éxito del tra-
de forma notable a la calidad de vida y suele cursar tamiento como un objetivo a largo plazo, de a ve-
con numerosas comorbilidades sintomáticas. ces años, lo que a menudo supone una ruptura de
• Todas las medidas expresadas en los grados los esquemas preconcebidos por el paciente, que
menores son válidas pero suelen fracasar, por lo deposita sus esperanzas cuando acude a una con-
que puede ser necesario incluso de entrada, recu- sulta en perder peso muy rápidamente, con la idea
rrir a la cirugía bariátrica ilusoria de, a partir de ahí, mantenerlo.
En las Guidelines on the identification, evaluation, and La disminución rápida del peso corporal con-
treatment of overweight and obesity in adults, de 1998, lleva obligatoriamente a una mayor proporción
del National Institute of Health (NIH) de Estados Un- de pérdida de masa muscular, lo cual lógicamen-
idos, se establecen las siguientes conclusiones: te no debe ser el objetivo de ningún programa de
1. La pérdida de peso es recomendada en adultos adelgazamiento. Por eso, teniendo en cuenta que
con obesidad o sobrepeso para disminuir la tensión 1 kg de tejido adiposo supone 9.000 kcal, una die-
arterial elevada, con un Nivel de Evidencia A. ta deficitaria en 1.000 kcal/día, o sea 7.000 kcal/
2. La pérdida de peso es recomendada en adul- semana, determina la pérdida de alrededor de 1 kg
tos con obesidad o sobrepeso que presentan disli- de peso corporal a la semana, no siendo recomen-
pemia, para disminuir los niveles de colesterol to- dables pérdidas mayores.
tal, LDL-colesterol y triglicéridos y aumentar el Un objetivo razonable puede ser la pérdida del
HDL-colesterol, con Nivel de Evidencia A. 10% del peso en seis meses y a partir de aquí re-
3. La pérdida de peso es recomendada en adul- plantearse nuevas metas, con especial énfasis en la
tos con obesidad o sobrepeso para disminuir la no recuperación. Por ello, tras la fase inicial se
glucemia en pacientes con diabetes tipo 2 con Ni- requiere una fase de mantenimiento, en la que es
vel de Evidencia A. especialmente importante que la ingesta calórica
4. La decisión de incluir en los programas de no supere al gasto de energía.
pérdida de peso a los ancianos debe hacerse cuida- Desde el punto de vista práctico, las posibilida-
dosamente evaluando estrechamente las ventajas y des dietéticas son múltiples:
los posibles inconvenientes que se puedan presen- 1. Ayuno total.
tar, especialmente a nivel óseo y muscular. Nivel de 2. Dietas hipocalóricas desequilibradas.
Evidencia D. 3. Dietas hipocalóricas equilibradas.

542
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

4. Ayuno modificado: dietas muy bajas en calorías. Desde el punto de vista filosófico, la dieta ideal
5. Dietas pintorescas. debe ser: hipocalórica, “equilibrada”, variada, pro-
longada, individualizada y distribuida en cuatro o
cinco tomas.
6.2.1. Ayuno total 1. Disminución de la ingesta energéti-
ca: el objetivo de las dietas hipocalóricas y equi-
Se ha utilizado durante algún tiempo, de forma libradas debe ser reducir las calorías totales en
intermitente, en la diabetes tipo 2. Tiene el grave torno a 1/4-1/3 de la ingesta previa, con discreta
problema de que se pierde grasa y masa magra, elevación del contenido proteico (17-20% del con-
lo que unido a las múltiples complicaciones que tenido calórico total) para prevenir pérdidas deri-
puede ocasionar (anemia, cetosis, alteraciones de vadas hacia la gluconeogénesis, descenso de la gra-
la función hepática e incluso muerte súbita) hace sa hasta el 20-30% del total y mantener los hidratos
que actualmente se considere contraindicado. de carbono en torno al 50-60% de las calorías tota-
les. No obstante, el aporte energético debe reajus-
tarse en el transcurso del tratamiento, ya que debi-
6.2.2. Dietas hipocalóricas do a la pérdida de peso que se va produciendo hay
desequilibradas una disminución del metabolismo basal y por tanto
de las necesidades energéticas.
Se caracterizan por el desequilibrio entre ma- Para decidir el grado de descenso de ingesta,
cronutrientes: se puede recurrir al valor del IMC, intentando en
1. Dietas altas en proteínas y grasas y bajas en la medida de lo posible descender el peso hasta
CHO (< 20%): suprimen el apetito, son deficitarias el considerado ideal: así, valores de IMC de 25-
en vitamina C, aumentan el ácido úrico y el coles- 27,9 kg/m2 requieren reducción calórica del 50%;
terol y provocan náuseas, hipotensión y fatiga. para valores en torno a 28-31,9 kg/m2 la reduc-
2. Dietas bajas en grasas (20-25%) y altas en ción recomendable puede ser del 60% y, de mo-
proteínas (40-45%): suelen ser deficitarias en vita- do genérico, deben suponer el aporte diario de
minas A y C, hierro y tiamina. 1.200 kcal. Cuando el IMC es de 32-41,9 kg/m2 se
3. Dietas altas en hidratos de carbono, bajas en requiere reducción calórica del 70-80%, o sea, una
proteínas (25 g) y grasas (< 10%): en general defici- dieta de aproximadamente 1.000 kcal, que nece-
tarias en hierro, ácidos grasos esenciales y vitami- sita monitorización continua. Tanto en estos gra-
nas liposolubles. dos de obesidad como cuando el IMC > 42 kg/
Por otra parte, las evidencias disponibles seña- m2, aportes menores son peligrosos, por lo que
lan que con las dietas hipocalóricas no equilibradas se debe ser tremendamente cautos si se decide
se obtienen menores reducciones de peso que con su utilización.
las equilibradas. De cualquier modo, si se plantea el tratamien-
to de la obesidad como un cambio de mentalidad
a la hora de comer, el nivel de restricción caló-
6.2.3. Dietas hipocalóricas rica seguido escrupulosamente pasa a un segun-
equilibradas do término, debiendo el facultativo centrar sus
esfuerzos más que en el contar a diario las calo-
Deben ser las únicas recomendables. El “coma de rías, en profundizar en el cambio de las conduc-
todo, pero menos”, es la solución más razonable pa- tas alimentarias.
ra perder peso. Entre 1.200-1.500 kcal/día son “no 2. Principios de la dieta equilibrada: la
carenciales” ya que incluyen al menos 60 g de pro- dieta equilibrada es aquella que permite al indivi-
teínas, aunque conviene vigilar el aporte de hierro, duo cubrir todos sus requerimientos nutricionales,
zinc, ácido fólico y vitamina B6. Cuando se deciden aun cuando su contenido energético sea inferior al
dietas más severas, de entre 800-1.000 kcal/día, se recomendado, como sucede en las dietas hipoca-
deben suplementar con vitaminas y minerales; y en lóricas. En estos casos, el aporte alimentario debe
caso de aportes muy bajos, de 500-800 kcal/día, se ser cuantitativamente restringido y cualitativamen-
requiere vigilancia médica estrecha. te equilibrado.

543
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

De manera general se puede decir que en la die- tes: a) alimentos ricos en hidratos de carbono o fa-
ta hipocalórica equilibrada, el 15-20% de las calo- rináceos; b) alimentos proteicos; c) alimentos ricos
rías totales tienen que proceder de proteínas de en grasas; d) vegetales; e) frutas, y f) lácteos.
alto valor biológico, siendo su ingesta mínima de Dentro de cada grupo los alimentos se dividen a
0,8-1 g/kg de peso corporal; el 55% han de pro- su vez en varios tipos (A, B, etc.), de manera que las
ceder de hidratos de carbono, preferentemente cantidades o raciones de los alimentos incluidos en
complejos, con una ingesta mínima de unos 150 g cada tipo tienen similar contenido energético y en
diarios, incluyendo un aporte de fibra dietética de macronutrientes.
20-30 g/día; y con un máximo del 30% de la ener- De este modo, el paciente puede escoger libre-
gía procedente de las grasas, disminuyendo al máxi- mente los alimentos que prefiere de cada uno de
mo el consumo de grasas saturadas y con especial los grupos, lo que le permite mantener una dieta
atención a cubrir los requerimientos de ácidos gra- variada, con la seguridad de que el contenido ener-
sos esenciales. Por último, es importante garantizar gético y la densidad de los distintos nutrientes son
que se alcancen los requerimientos de minerales y los adecuados. En la Tabla 3 se recoge un mo-
vitaminas, así como un aporte mínimo de agua de delo de dieta hipocalórica equilibrada (de 1.200-
1,5-2 litros diarios (ver Capítulos 3.2 y 4.2). 1.300 kcal/día) basada en el sistema de intercam-
Por otra parte, estudios recientes permiten afir- bio de raciones.
mar que el aporte de algunos nutrientes tiene más 4. Dieta prolongada e individualizada: el
importancia que el de otros en el control del apeti- éxito o el fracaso de la dieta hipocalórica balancea-
to y en el desarrollo del tejido adiposo, particular- da se basa en su mantenimiento durante un perio-
mente la grasa y los hidratos de carbono. Las die- do de tiempo prolongado, incluso “para siempre”, ya
tas pobres en grasa son más efectivas en combatir que la obesidad es una enfermedad crónica. Pero es-
la obesidad a medio y corto plazo, con relación a to es difícil de conseguir si el tratamiento dietéti-
lo que ocurre con las dietas hipocalóricas pobres co no forma parte de un seguimiento protocoliza-
en hidratos de carbono y ricas en proteínas. Por el do, que incluya también ejercicio físico y tratamiento
contrario, las dietas ricas en grasa inducen mayor conductual.
apetito y favorecen la deposición de las grasas en Por otra parte, entre los muchos profesionales
el tejido adiposo. que tratan la obesidad los hay que entregan a los pa-
En base a todo lo anterior, para el diseño de las cientes dietas estandarizadas, ya que resulta más có-
dietas hipocalóricas equilibradas deben seguirse modo y simplifica el trabajo de un programa de tra-
los principios siguientes: tamiento. Sin embargo, dichas dietas no responden
• Elegir alimentos con elevado contenido en pro- de manera individualizada a las necesidades particu-
teínas de alto valor biológico, minerales y vitaminas. lares de cada caso, lo que hace difícil que se obten-
• Eliminar o disminuir al máximo las fuentes ri- gan resultados positivos a largo plazo.
cas en calorías.
• Reducir las raciones de alimentos con un conte-
nido calórico importante. 6.2.4. Ayuno modificado: dietas
• Cambiar los métodos de preparación de ali- muy bajas en calorías
mentos.
• Añadir a la dieta alimentos hipocalóricos ricos Las dietas muy bajas en calorías (DMBC o VLCD
en fibra. -Very Low Caloric Diet-) están representadas por
• Conocer el contenido calórico de los alimentos. preparados farmacéuticos formulados básicamen-
• Respetar los horarios de las comidas sin saltar- te con proteínas de alto valor biológico proceden-
se ninguna de ellas. tes de la leche o el huevo, que suministran unas
3. Dieta variada: el sistema de inter- 600-800 kcal/día. Suelen aportar 1,5 g proteína/
cambio de raciones: es el método clásicamen- kg peso ideal, conociéndose también como die-
te utilizado para calcular la dieta de los diabéticos y tas modificadas ahorradoras de proteí-
planear los alimentos más adecuados para la misma. nas y dietas de ayuno modificado. Incluyen al
Los alimentos están organizados en seis grupos o in- menos 100 gramos de hidratos de carbono, para
tercambios, basándose en su contenido de nutrien- reducir la cetosis y la pérdida de nitrógeno, y con-

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Tabla 3. MODELO DE DIETA DE 1.200-1.300 KCAL/DÍA (INTERCAMBIO DE RACIONES)

Dieta de 1.250 kcal/día


Proteínas 65 g (20%); grasas 40 g (28%); hidratos de carbono 165 g (52%)

Desayuno • Una ración a escoger de lácteos:


- 200 ml de leche desnatada
- 2 yogures naturales desnatados
• 30 g de pan blanco o integral
Media mañana • Una ración a escoger de frutas:
- Tipo A (300 g): melón, pomelo, sandía
- Tipo B (150 g): albaricoques, ciruelas, frambuesas, fresas, mandarina, naranja,
piña natural
- Tipo C (120 g): manzana, melocotón, pera
- Tipo D (75 g): chirimoya, cerezas, plátano, níspero, uvas
Comida o cena • Una ración a escoger de verduras:
- Tipo A (300 g): acelgas, apio, berenjenas, brécol, calabaza, champiñones,
endivias, espárragos, espinacas, lechuga, pepinos, pimientos,
rábanos, tomates
- Tipo B (200 g): berros, cebolletas, judías verdes, nabos, puerros
- Tipo C (100 g): alcachofas, cebollas, remolacha, zanahorias
• Una ración a escoger de farináceos:
- Tipo A (120 g): alubias frescas o guisantes
- Tipo B (100 g): boniatos, patatas
- Tipo C (40 g): alubias secas, garbanzos, lentejas, pan blanco o integral
- Tipo D (30 g): arroz, harina, pan tostado, pastas (macarrones, fideos, etc.),
sémola o tapioca
• Una ración a escoger de alimento proteico:
- Tipo A (100 g): carne magra (caza, conejo, liebre, pechuga de pavo, pollo
sin piel, ternera o buey magros)
- Tipo B (130 g): pescado azul o blanco; 2 huevos (1 vez por semana)
• Una ración a escoger de frutas
Merienda • Una ración a escoger de frutas
Antes de acostarse • Una ración a escoger de lácteos
Aceite de oliva: 20 g (2 cucharadas soperas) para todo el día

tienen muy poca cantidad de grasas, pero sí ácidos día por el preparado correspondiente. En el pri-
grasos esenciales y las cantidades recomendadas mer caso la vigilancia tiene que ser estrecha, con
de micronutrientes. especial atención al electrocardiograma. Las in-
En principio no se recomienda su utilización dicaciones, limitaciones y contraindicaciones fun-
más allá de 16 semanas, por el riesgo de com- damentales de su utilización se expresan en la
plicaciones metabólicas que conllevan. Además, Tabla 4.
al tratarse de dietas líquidas artificiales, no pue- Los programas de ayuno modificado deben ser
den ser mantenidas por largos periodos sin con- pactados con los pacientes, pues a veces deposi-
secuencias psicológicas. tan demasiadas esperanzas en ellos; se deben uti-
Pueden utilizarse como dieta exclusiva (tres lizar por periodos cortos, bajo supervisión estre-
sobres al día) o bien sustituyendo una comida del cha, cuando se desean pérdidas rápidas de peso o

545
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

Tabla 4. INDICACIONES, LIMITACIONES Y CONTRAINDICACIONES DEL AYUNO MODIFICADO

VLCD-Ayuno modificado
Indicaciones Limitaciones Contraindicaciones

• Obesos grados III-IV • ↑ Catabolismo proteico • IMC < 30 kg/m2


• A veces, grado II; • ↑ Adaptación metabólica • > 65 años, niños, adolescentes
excepcionalmente, grado I • Efecto rebote • Embarazo, lactancia
• Con factores de riesgo • No permiten reeducación • Diabetes tipo 1
(apnea sueño, DM-2, HTA
y dislipemia graves) • No a largo plazo • Cardiopatías

• 18-65 años • Bastantes casos de muerte • Enfermedades catabólicas

• Fracaso de otras dietas • Complicaciones: • ACV reciente


- Hiperuricemia-gota • Alteraciones hepato-renales
• Preparación para cirugía
- Colelitiasis • Trastornos psiquiátricos
- C. cardiacas
- Hipercolesterolemia

VLCD: dietas muy bajas en calorías; DM-2: diabetes mellitus tipo 2; HTA: hipertensión arterial; IMC: índice de masa
corporal; ACV: accidente cerebrovascular.

por razones de salud en obesidades con IMC > 30 6.2.6. Otros aspectos
kg/m2. Además, deben formar parte de un progra-
ma integral de tratamiento, con especial énfasis en Especial cuidado hay que tener con el tratamien-
la práctica de actividad física, que es la que mejor to del niño obeso, en primer lugar porque es pre-
se relaciona con el mantenimiento de la masa li- cisamente a edades tempranas cuando mayor ga-
bre de grasa. rantía de éxito se puede esperar, pero también
porque no es conveniente “estigmatizar” con die-
tas escritas “prefabricadas” que por lo general al
6.2.5. Dietas pintorescas poco tiempo son abandonadas con lo que supone
empezar a fracasar tan pronto. Tampoco hay que
Dentro del amplio abanico que la vox populi ma- olvidar que la anorexia mental muchas veces apa-
neja, existen multitud de dietas con un denomina- rece en un adolescente con sobrepeso que realiza
dor común: siembran ilusiones y recogen decep- una dieta restrictiva casi siempre autodidacta, que
ciones. Entre ellas está la dieta de la “Clínica Mayo”, actúa como gatillo desencadenante.
que nada tiene que ver con su homónima de Ro- Por ello a estas edades normalmente se centran
chester, la de Hollywood, la de la bailarina Erna Ca- los esfuerzos en medidas fundamentalmente edu-
rise, la dieta para “mejorar la sexualidad”, la die- cativas, que tienen que incluir todo el entorno fa-
ta Rastafari, la de la “leche y el plátano”, la dieta de miliar e incluso escolar, y en donde el comer menos
Victoria Principal, la de Beverly-Hills, la Cronodieta, se viva con naturalidad. Se vuelve, como siempre, a
el Método Pakistaní, la dieta del pomelo, la de Ra- la reeducación a largo plazo, donde no cabe el ago-
faela Carrá y un sinnúmero de engendros que só- bio ni la imposición sino el convencimiento de las
lo sirven para que los pacientes incautos sigan aña- ventajas que conllevan la alimentación sana.
diendo fracasos a sus múltiples intentos de perder Finalmente hay que prestar atención a las perso-
peso, por preferir métodos pintorescos a una es- nas mayores, que casi nunca acuden motu proprio a
trategia rigurosa de autocontrol que supone una las consultas sino remitidos por distintos especialis-
apuesta personal por la disciplina. tas a partir de determinadas enfermedades que en-

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

tran dentro del cortejo de las comorbilidades de la carga, un castigo, una esclavitud, una privación, un
obesidad. Evidentemente intentar cambiar los hábi- intentar, un probar... sino una liberación de la de-
tos de un anciano puede ser tremendamente difí- pendencia de la comida. En otras palabras, es im-
cil y a menudo no es ni tan siquiera aconsejable. No prescindible el planteamiento de una reeducación
se debe olvidar que a partir de los 70 años se sue- nutricional que permita modificar los hábitos ali-
le empezar a perder peso espontáneamente entre menticios con carácter permanente, desposeyen-
otras causas porque se come menos, y privar a una do dichos cambios de todo elemento frustrante o
persona de comer cuando quizá sea de los pocos traumático.
placeres que puede disfrutar puede ser controverti- Ese mensaje de libertad que supone el domi-
do. Además, la disminución de la masa magra, acom- nar los impulsos bulímicos, la costumbre de picar,
pañante con carácter obligatorio a la pérdida de pe- la obsesión por la comida... debe constituir uno de
so, es especialmente perjudicial a estas edades pues los pilares de apoyo fundamentales. Hay que con-
su recuperación es prácticamente imposible, con lo vencer al paciente de que la dieta es “para siem-
que supone de cara al mantenimiento de la fuerza pre”, no para seis meses o un año; y que, al igual
muscular tan necesaria en esta etapa. que la persona que deja el hábito del tabaco no fi-
Por eso se recomienda, más que una dieta estricta, ja excepciones para poder fumar, es decir, no fuma
un control de ingestas sensato, procurando no rom- ni en bodas, ni vacaciones, ni fines de semana, la ac-
per drásticamente con las costumbres del paciente. titud ante las comidas debe tener la misma menta-
Simplemente, que coma de todo... pero menos. lidad, pero siempre con espíritu de victoria y nun-
En las Guidelines on the identification, evaluation, ca vivir “la dieta” como un castigo. Esta búsqueda
and treatment of overweight and obesity in adults, de de encontrar positivo lo que antes se veía negati-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las vo puede servir de ayuda inestimable dentro del
siguientes conclusiones: plan terapéutico, y en donde el énfasis en la pér-
1. Las dietas bajas en calorías son recomenda- dida de peso requiere un cambio de enfoque que
bles para perder peso en los adultos obesos y con considere el peso no como un problema, sino co-
sobrepeso, con un Nivel de Evidencia A. El descenso mo un resultado.
del aporte de grasas dentro de estas dietas es un El apoyo psicológico puede realizarlo el mismo
método eficaz, con un Nivel de Evidencia A. terapeuta que indica la dieta, pero asimismo puede
2. Disminuir la ingesta de grasas sin reducir el ser útil recurrir a profesionales especializados en
aporte calórico total no es suficiente para perder psiquiatría y psicología. Los tratamientos conduc-
peso, pero sí se consigue cuando se acompaña de tuales y las terapias de grupo pueden aportar ele-
una reducción calórica total. Nivel de Evidencia A. mentos positivos dentro del complejo tratamiento
3. Una dieta deficitaria en 1.000 kcal/día deter- de la obesidad.
mina la pérdida de alrededor de 1 kg de peso a la Más allá de la variación mensual del peso, exis-
semana. Nivel de Evidencia A. te un inmenso repertorio de costumbres y hábitos
4. Las DMBC o VLCD determinan inicialmente diarios, que no tienen razón de ser, y de irregulari-
una mayor pérdida de peso que las dietas hipoca- dades de comportamiento, a partir de las cuales se
lóricas convencionales, pero a largo plazo (un año) deberá arrancar toda intervención educacional, pa-
no hay diferencias entre ellas. Nivel de Evidencia A. ra que ésta sea efectiva.
El comportamiento humano no es tan aleato-
rio ni imprevisible como pudiera parecer, sino que
6.3. Psicoterapia y tratamiento es relativamente predecible y mantiene una regula-
conductual ridad con su entorno. Además, forma parte de un
contexto ambiental, en el que concurren circuns-
Al tratarse de un planteamiento a largo plazo, tancias estimulares que le preceden (antecedentes)
casi “de por vida”, se precisa un cambio radical en y circunstancias estimulares que le siguen (conse-
la filosofía que envuelve el acto de comer. Por ello cuencias).
es necesario un apoyo psicológico, especialmen- El proceso educativo en el paciente obeso de-
te en pacientes con acúmulo de fracasos previos, berá tener un enfoque integrador con cada ni-
que les convenza de que la dieta no es una sobre- vel de análisis e intervención de la aplicación de

547
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

un programa de tratamiento cognitivo conduc- Entre los efectos beneficiosos del ejercicio en el
tual. Este paquete terapéutico deberá incluir in- paciente obeso se han descrito:
formación dietética, ejercicio físico, reestructura- • Aumento del HDL-colesterol y disminución de
ción cognitiva, apoyo social, de pareja y de grupo y los triglicéridos.
sesiones grupales, con el objetivo final de conver- • Mejoría de la tolerancia a la glucosa por au-
tir el paciente en agente activo de su propio cam- mento de sensibilidad a insulina, de la captación de
bio, asumiendo que será su propio esfuerzo el que glucosa y descenso de la insulinemia.
modifique los factores que controlan su conducta • Mejoría cardiocirculatoria, por caída de la ten-
(modelo de autocontrol). sión arterial y frecuencia cardiaca.
En las Guidelines on the identification, evaluation, • Aumento del gasto energético basal y total.
and treatment of overweight and obesity in adults, de • Cambios en la composición corporal, con me-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las nor pérdida de masa magra.
siguientes conclusiones: • Modula el apetito y los hábitos alimenticios.
1. El tratamiento conductual puede ayudar al • Mejoría del estado físico y psicológico.
tratamiento para perder peso y mantenerlo. Nivel De cualquier modo, los metaanálisis realiza-
de Evidencia B. dos por Garrow et al. [Eur J Clin Nutr 1995 Jan;
2. Conseguir la motivación del paciente es im- 49 (1): 1-10. Meta-analysis: effect of exercise, with
portante para perder peso. Nivel de Evidencia D. or without dieting, on the body composition of over-
3. La combinación de terapia conductual, dieta weight subjects], y Miller et al. [Int J Obes Relat Me-
hipocalórica y ejercicio es útil en el paciente obeso tab Disord 1997 Oct; 21 (10): 941-7. Comentario
y con sobrepeso. Nivel de Evidencia A. en: Int J Obes Relat Metab Disord 1998 Aug; 22 (8):
825. A meta-analysis of the past 25 years of weight
loss research using diet, exercise or diet plus exercise
6.4. Ejercicio físico intervention], sobre un total de 500 estudios, re-
velan que sólo con ejercicio las pérdidas de peso
Llama la atención la gran esperanza que algunos son modestas (alrededor de 3 kg) e indudable-
pacientes depositan en el ejercicio físico para con- mente insignificantes cuando se trata de grandes
seguir perder peso, y no en la dieta. Por eso con obesidades.
gran frecuencia se ve en las consultas a personas Por todo ello, aunque el ejercicio es un elemen-
que “nuevamente” desean comenzar un programa to importante en el contexto del tratamiento de la
de pérdida de peso y que antes de visitarnos ya se obesidad, a menudo se sobrevalora, y nunca pue-
han apuntado a un gimnasio. de convertirse en la alternativa única o principal,
Evidentemente que el ejercicio físico debe for- sino como una medida adicional que debe siem-
mar parte del tratamiento global de la obesidad. pre ir acompañada de una restricción calórica en
Recomendable para las personas sanas, también la dieta.
lo es para los pacientes obesos, pero siempre En las Guidelines on the identification, evaluation,
adaptado a sus condiciones físicas; lo cual quiere and treatment of overweight and obesity in adults, de
decir que tiene que formar parte de un progra- 1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen las
ma reglado, progresivo y conducido por especia- siguientes conclusiones:
listas con objeto de evitar los problemas, a veces 1. El ejercicio físico contribuye de forma mo-
graves, que pueden conllevar los criterios autodi- desta a la pérdida de peso en el adulto obeso. Ni-
dactas o controlados por personas sin los conoci- vel de Evidencia A.
mientos fisiopatológicos que el ejercicio envuelve 2. El ejercicio físico puede disminuir la grasa ab-
en el obeso. Siempre hay que considerar las limi- dominal en el adulto obeso. Nivel de Evidencia B.
taciones que la propia obesidad confiere a la prác- 3. El ejercicio físico aumenta el rendimiento car-
tica de la actividad física y que van desde la falta diocirculatorio en el adulto obeso. Nivel de Eviden-
de confianza en sus posibilidades, hasta los pro- cia A.
blemas derivados de la sobrecarga osteoarticu- 4. El ejercicio físico puede ayudar al manteni-
lar, pasando por una respuesta cardiorrespirato- miento de peso perdido en el adulto obeso. Nivel
ria deficiente. de Evidencia C.

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

5. El ejercicio físico combinado con dieta es más actuar a través de tres vías: controlar el apetito, dis-
eficaz para perder peso, disminuir la grasa abdomi- minuir la absorción de nutrientes o aumentar el gas-
nal y mejorar el rendimiento cardiocirculatorio. Ni- to metabólico.
vel de Evidencia A. Como norma básica para su prescripción se
precisa que el IMC sea superior a 30 kg/m2 y la
existencia de factores de riesgo como hiperten-
6.5.Tratamiento farmacológico sión y diabetes.
A grandes rasgos, los fármacos a utilizar se pue-
Con frecuencia es demandado por los pacientes den clasificar en (Tabla 5):
como primera y a veces como única opción, con la
intención de que se convierta en la solución mágica
a su problema, de modo que todo el esfuerzo por 6.5.1. Inhibidores de los depósitos
su parte sea el tomarse la “pastilla milagrosa”. de grasa: anorexígenos
En otras ocasiones se trata de un recurso deses-
perado, después de innumerables fracasos con los Este grupo de anorexígenos incluye los fárma-
“regímenes”, que le hacen dudar de las dietas y de cos adrenérgicos, que actúan vía neurotransmi-
las personas que prescriben las dietas, pero sobre- sores catecolamínicos, y los serotoninérgicos,
todo le hace perder la confianza en sí mismo, con que lo hacen a través de la inhibición selectiva de la
lo que ante tanto fracaso abandonan todo y se aco- recaptación de serotonina.
gen a los fármacos como última solución. 1. Los fármacos adrenérgicos tienen
De todos modos su utilización es un tema con- efectos estimulantes y producen habituación. Fue-
trovertido en cuanto a cuándo, cómo y qué fárma- ron en un tiempo muy usados, en especial las an-
cos utilizar. Además, buena parte de los estudios fetaminas.
que describen sus bondades son patrocinados por • Las anfetaminas a dosis de 10 mg/día pro-
la industria farmacéutica, por lo que la valoración ducen anorexia vía central a través de las catecola-
de su eficacia no está exenta de la introducción in- minas: noradrenalina y dopamina. Entre sus efectos
voluntaria de sesgos. colaterales destacan la estimulación central, eufo-
Quizá la limitación fundamental provenga de que ria y excitabilidad cardiovascular. En la actualidad su
a partir de los 6 meses de uso, su efectividad desapa- uso está desaconsejado, por producir habituación,
rece en la mayoría de los casos, existiendo un meta- y no se comercializan en España.
análisis [AJCN 1994; (60): 647-57] que incluye 8.000 • El mazindol, utilizado mucho por las escuelas
pacientes y que así lo demuestra, atribuyéndose ello japonesas a dosis de 0,5-3 mg/día, estimula el sis-
a fenómenos de tolerancia farmacológica. tema catecolamínico a nivel hipotalámico, produ-
Por otro lado, el índice de abandonos del trata- ciendo anorexia. Entre sus efectos secundarios se
miento es elevado, en parte porque en la actualidad cuentan la inhibición de la secreción ácida gástrica,
no son financiados por el Sistema Nacional de Salud de la absorción de glucosa y de la secreción de in-
y también por la modesta pérdida de peso que deter- sulina, al tiempo que aumenta la actividad motora.
minan, sobre todo si no se acompañan de dieta hipo- La pérdida de peso es moderada y se recupera tras
calórica ni se han modificado los hábitos dietéticos. dejar la medicación. En España no se comercializa.
Una excelente revisión acerca de la eficacia de • La fentermina a dosis de 15-30 mg/día es
los fármacos antiobesidad es la de Arterburn et al. bien tolerada, aunque puede provocar insomnio y
(BMJ 2001; 322: 1406-9. Clinical review. Obesity ex- cefalea. En España no se comercializa.
tracts from clinical evidence). • La fenilpropanolamina se une a los recep-
El fármaco ideal debe ser aquel que permita dis- tores α-1, por lo que puede usarse en pacientes hi-
minuir la masa grasa con conservación de la magra, pertensos, pero se han descrito casos de hemorra-
prevenir la reganancia de peso, mejorar su efectivi- gias. La pérdida de peso es mínima, por lo que su
dad en combinación con dieta y ejercicio, no tener utilización es escasa. En España no se comercializa.
efectos secundarios ni producir habituación, y que • El dietilpropión a dosis de 75 mg/día se to-
consiga además mejorar el perfil metabólico (coles- lera bien, pero puede producir insomnio. La pér-
terol, triglicéridos, glucemia, etc.). Para ello se puede dida de peso es pobre, estando recogido en la

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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

Tabla 5. FÁRMACOS EN EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD

Nivel de actuación Acción y mecanismo Fármacos

Inhibidores de Anorexígenos Adrenérgico Anfetaminas


los depósitos Mazindol
de grasa Fentermina
Fenilpropanolamina
Dietilpropión
Serotoninérgico Dexfenfluramina
Fenfluramina
Fluoxetina
Sertralina
Mixto Sibutramina
Inhibidores de Agentes saciantes Fibra vegetal
la absorción Glucomanano
de nutrientes Goma guar
Sustitutos grasos Poliésteres de sacarosa
Perfluoroacetilo
↓ Absorción Inhibición Acarbosa
hidratos de carbono α-glucosidasa Miglitol
↓ Absorción grasas Inhibición lipasas Orlistat
Estimulantes Agentes termogénicos ↑ Lipólisis Hormonas tiroideas
del consumo o lipolíticos Dinitrofenol
energético GH
Simpaticomiméticos Efedrina
β-adrenérgico Sibutramina
Serotoninérgico

literatura algún caso de hipertensión pulmonar y recto, mejoran los índices glucémicos, y no po-
psicosis en pacientes que tomaban este fármaco. En seen efecto anfetamínico, por lo que no generan
España no se comercializa. tolerancia.
• El femproporex y el clobenzorex son de- Son al menos tan efectivos como los catecola-
rivados anfetamínicos poco estudiados. En España mínicos, pero menos peligrosos. Su indicación bási-
no se comercializan. ca es la necesidad de perder peso en poco tiempo.
2. Los fármacos que actúan como se- Los más utilizados son:
rotoninérgicos no son estimulantes ni pro- • La dexfenfluramina a dosis de 30 mg pro-
ducen habituación. Su efecto se basa en la inhi- voca una pérdida escasa de peso (inferior a 2,6 kg
bición selectiva de la recaptación de serotonina. a los 12 meses) y se ha asociado a alteraciones val-
Disminuyen el volumen y el ritmo de las comi- vulares e hipertensión pulmonar primaria. Actual-
das, cambian el patrón de ingestas y las tenden- mente retirada del mercado.
cias bulímicas y parecen reducir selectivamen- • La fenfluramina, a dosis de 60 mg. En los
te la ingesta de hidratos de carbono y proteínas. metaanálisis revisados no parece tener un efecto
Por otro lado poseen un efecto termogénico di- importante en la pérdida de peso. Los efectos se-

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

cundarios son similares a la dexfenfluramina. No producción de aquéllas y por tanto a una elimina-
disponible en la actualidad. ción adicional de colesterol por la bilis.
• La fluoxetina, a dosis de 60 mg/día ha si- Sin embargo, la explosión actual en la utilización
do recomendada como fármaco de elección en de fibra viene dada por su papel en el tratamien-
el obeso deprimido, aunque los resultados no son to de la obesidad, a través fundamentalmente de su
espectaculares, alrededor de 3 kg al año. En la ac- efecto saciante y también por la modificación de
tualidad su utilización como fármaco antiobesi- la deposición de grasa y del estímulo de la lipólisis
dad no goza del reconocimiento de las autorida- que puede producir vía insulina, existiendo un au-
des sanitarias. téntico “mercaderío” alrededor de ella, sin que los
• La sertralina es otro inhibidor de la recapta- estudios científicos avalen más allá de un pequeño
ción de la serotonina que está comercializado, pe- efecto, que no justifica la desproporción de la difu-
ro tampoco se encuentra indicado como fármaco sión de este papel.
antiobesidad. Tal afirmación se basa tanto en nuestra expe-
3. Efecto mixto: adrenérgico y sero- riencia personal como en diversos estudios cien-
toninérgico: sibutramina es el más utiliza- tíficos, como el metaanálisis de Pittler et al. [Am J
do de este primer grupo de fármacos anorexíge- Med 2001 Jun 15; 110 (9): 724-30. Guar gum for body
nos, a dosis de entre 5-35 mg/día, y es, además, weight reduction: meta-analysis of randomized trials],
uno de los pocos medicamentos reconocidos en que analiza 20 ensayos clínicos aleatorizados, do-
la actualidad por las autoridades sanitarias para el ble ciego y con grupo control, y no encuentra a
tratamiento farmacológico de la obesidad, con re- largo plazo diferencias significativas entre el grupo
ducciones de peso a los 6 meses de alrededor de que recibe fibra adicional y el control, con una di-
6 kg. A partir de este tiempo, el beneficio es míni- ferencia de peso de -0,04 kg (95% IC). Además, el
mo. Como efecto secundario se describe la eleva- grupo que recibe fibra presenta mayor número de
ción de la tensión arterial, aunque, cuando se pier- episodios adversos del tipo dolor abdominal, fla-
de peso, disminuye. tulencia, diarrea y calambres, por lo que conclu-
yen que la fibra no constituye una alternativa bá-
sica para la pérdida de peso, sobre todo teniendo
6.5.2. Inhibidores de la absorción en cuenta el efecto coste-beneficio, siempre refi-
de nutrientes riéndonos a obesidades patológicas y no a proble-
mas estéticos.
1. Agentes saciantes: fibra vegetal, Evidentemente, esta afirmación puede sor-
glucomanano y goma guar: aunque la fi- prender ante la gran difusión y publicidad que tie-
bra no es realmente un fármaco, se incluye en es- ne en la actualidad la fibra en el tratamiento de
te apartado a efectos prácticos, dado el amplio eco la obesidad; para ello es suficiente comprobar la
que tiene en la industria farmacéutica y su difusión dimensión adquirida en los medios de comunica-
a través de las oficinas de farmacia. ción, existiendo demasiados intereses comercia-
En tiempos anteriormente, a la fibra alimenti- les basados en la facilidad de tomarse unos com-
cia se la reconocía útil únicamente en la regula- primidos de fibra ante un problema tan difícil de
ción de la fisiología intestinal. Actualmente se le tratar con éxito como es la obesidad, cuando no
reconoce también un papel importante en el tro- aprovechan la desesperación de enfermos graves
fismo de la mucosa digestiva, en especial del co- que recurren a ella ante el reclamo de resultados
lon, a través de la formación de ácidos grasos espectaculares.
de cadena corta (butirato, propionato y aceta- 2. Sustitutos grasos: entre ellos están los
to), procedentes de su fermentación y que cons- poliésteres de la sacarosa y el perfluo-
tituyen un sustrato específico para el colonocito; roacetilo, de dudosa eficacia y no disponibles
igualmente posee un efecto modulador en la re- en España.
gulación de la glucemia, al retrasar la absorción 3. Acarbosa y miglitol: son inhibidores de
de azúcares, y puede disminuir los niveles de co- la α-glucosidasa, que retrasan la absorción intes-
lesterol por las pérdidas de sales biliares que tinal de azúcares y reducen la glucemia pospran-
arrastra con las heces, lo que obliga a una mayor dial. Se suelen utilizar en diabéticos obesos, pe-

551
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

ro su efecto sobre la reducción de peso no está tramina 4,3 kg (5%), con orlistat 3,4 kg (3,4%)
demostrado. y con dietilpropión 1,5 kg (1,5%); o sea, los re-
4. Orlistat (tetrahidrolipstatina): actual- sultados no son nada espectaculares.
mente de moda, es un inhibidor de la lipasa pan- El metaanálisis más reciente es el de McTigue
creática e intestinal que disminuye la absorción de et al. [Ann Inter Med 2003 Dec 2: 139 (11): 133-49.
la grasa alimenticia en un 30%, que se pierde por Screening and interventions for obesity in adults: sum-
heces, lo que equivaldría a una disminución de su mary of the evidence for the U.S. Preventive Services
ingesta en igual proporción. Task Force], en el que concluyen que el tratamien-
Se recomienda siempre junto a una dieta hipo- to farmacológico, junto a las medidas habitua-
calórica. Tiene el inconveniente de que el no se- les de dieta y ejercicio, producen una modesta
guimiento de una dieta pobre en grasa puede pro- pérdida de peso de 3-5 kg a los 12 meses, con
vocar pérdidas involuntarias e indiscretas de ésta, mejoría de algunas comorbilidades como la hi-
vía rectal. pertensión. La sibutramina y el orlistat son
En general, los estudios disponibles con este los más recomendados, pero su efecto más allá
fármaco están patrocinados por la industria y ba- de los tres meses de utilización no está demos-
san su eficacia en los efectos que sobre las co- trado. El mismo estudio remarca la eficacia de la
morbilidades de la diabetes supone una pérdi- cirugía, pero con la connotación de complicacio-
da de alrededor del 10% de peso. Un ejemplo de nes a veces graves.
ello es el metaanálisis reciente de Sharma et al. fi- En la actualidad los fármacos más utilizados son
nanciado por el fabricante [Effect of orlistat-indu- la sibutramina y el orlistat, únicos reconoci-
ced weight loss on blood pressure and heart rate in dos por el Ministerio de Sanidad y Consumo pa-
obese patients with hypertension. Journal of Hyper- ra el tratamiento específico de la obesidad. Las
tension 2002; 20 (9): 1873-8], en el que concluyen investigaciones actuales se centran en la manipu-
que en combinación con dieta hipocalórica pro- lación de los péptidos endógenos que estimulan
duce un descenso significativo de la tensión arte- o inhiben el apetito, siendo los más estudiados el
rial y de la frecuencia cardiaca, acompañantes de neuropéptido Y que estimula la orexia y, so-
la pérdida de peso. bre todo, la leptina, proteína que inhibe al neu-
ropéptido Y (estimulador del apetito) a nivel hi-
potalámico, con lo que disminuye la ingesta, el
6.5.3. Estimulantes peso, la hipercolesterolemia, la insulinemia y la hi-
del consumo energético percorticonemia. Igualmente, se están haciendo
estudios con los factores de trascripción adipoci-
Entre ellos están los agentes termogénicos taria como los PPAR (Peroxisome Proliferator-Ac-
o lipolíticos que determinan un aumento del tivated Receptor), que podrían modificar la dife-
ritmo metabólico y de la utilización grasa como renciación adipocitaria desde los fibroblastos, e
las hormonas tiroideas, el dinitrofenol, la incluso el hoy tan de moda factor de necrosis tu-
hormona de crecimiento y los agentes sim- moral TNF (Tumor Necrosis Factor), que altera la
paticomiméticos como la efedrina. También resistencia insulínica. Finalmente, se están desa-
poseen efectos termogénicos los estimulantes rrollando estudios en torno al papel de los ago-
β-adrenérgicos y algunos serotoninérgi- nistas de la colecistoquinina, que también
cos como la sibutramina, ambos comentados inhiben el apetito.
anteriormente. Desgraciadamente hoy no se dispone del “fár-
Un metaanálisis destacable acerca de la utili- maco definitivo” para el tratamiento de la obesi-
dad a largo plazo de fármacos antiobesidad es de dad, y se asiste a corrientes prescriptoras oscilan-
Glazer et al. [Arch Intern Med 2001 Aug 13-27; 161 tes hacia uno u otro preparado... o ninguno, lo cual
(15): 1814-24. Long-term pharmacotherapy of obesi- no ocurre con otras enfermedades crónicas como
ty 2000: a review of efficacy and safety], en el que la diabetes, en donde aunque con tratamiento me-
los autores estudian seguimientos de 36 a 52 se- dicamentoso no se cura sí que se puede mejorar.
manas, encontrando que los que reciben fenter- Las puertas están abiertas... A que se descubra “la
mina pierden 7,9 kg (8,1% del peso), con sibu- píldora milagrosa”.

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Tabla 6. CIRUGÍA DE LA OBESIDAD: MEJORÍA DE COMORBILIDADES

Comorbilidad Prevalencia (%) Curación (%) Mejoría (%)

Hipertensión arterial 30-60 60-65 90


Dislipemia 15-25 70 85
Diabetes mellitus 2 15-20 90-65 100
Asma 10-15 > 95 100
Fallo cardiaco 10 60 90
Apnea del sueño 2-5 100 100

6.6. Cirugía bariátrica la valoración nutricional del paciente y la prescrip-


ción y seguimiento de la dieta en el preoperatorio
Constituye la solución definitiva para obesida- y sobre todo en el postoperatorio. El último pun-
des mórbidas o supermórbidas, con IMC > 40 kg/ to es clave puesto que tras la cirugía se precisa una
m2; aunque la gran cantidad de efectos secundarios adecuación de la dieta que evite o corrija los pro-
que conlleva obliga a ser tremendamente cautos an- blemas nutricionales postquirúrgicos, que pueden
te una decisión tan trascendental, a veces la más im- revestir especial gravedad en los pacientes con ci-
portante en la vida del paciente. Sólo excepcional- rugía malabsortiva.
mente se trata de una decisión urgente, por lo que El endocrinólogo se encargará del estudio y
todas las medidas son pocas a la hora de evaluar la control de posibles alteraciones hormonales y en-
indicación quirúrgica, e incluso puede ser beneficio- docrinas, así como del tratamiento y seguimiento
so establecer cierta “demora controlada” en el mo- de comorbilidades como la diabetes, el síndrome
mento de la intervención, que permita que los pa- metabólico, etc.
cientes indecisos puedan abandonar el programa. El psiquiatra realizará una valoración prequirúr-
Los objetivos de la cirugía han de incluir obliga- gica que garantice la estabilidad psíquica del pa-
toriamente las siguientes expectativas: descender ciente y su capacidad para asumir los cambios que
el IMC por debajo de 35 kg/m2, disminuir las co- en su vida puede suponer la pérdida de 50 o 70 kg
morbilidades y mejorar la calidad de vida. de peso. La aplicación de una cirugía restrictiva a
Con respecto a la mejora de comorbilidades, un paciente cuya vida gira en torno al placer de la
los resultados son espectaculares (Tabla 6), re- comida abundante, puede ser tremendamente de-
comendándose en las obesidades severas con un letérea para su estabilidad mental, de ahí la impor-
Nivel de Evidencia A [Di Gregorio et al. Quality of tancia de prepararlo para asumir dichos cambios.
life after obesity surgery, an evidence-based medicine También es importante convencer al paciente de
literature review: how to improve systematic searches que se le opera el tubo digestivo pero no “el ce-
for enhanced decision-making and clinical outcomes. rebro para pensar en la comida” ni “las manos pa-
Obes Surg 2001 Jun; 11 (3): 318-26]. ra cogerla”, por lo que si quiere puede seguir sien-
Para asegurar el éxito se deben seguir criterios do obeso. El establecimiento de terapias grupales
rígidos de selección por parte del equipo de facul- puede ser beneficioso para la preparación y segui-
tativos que trate al paciente. Éste tendrá carácter miento de estos enfermos.
multidisciplinar y estará integrado por nutricionis- El cirujano es la pieza clave del grupo y en él re-
tas, endocrinólogos, psiquiatras y cirujanos, quie- cae la decisión final acerca de la conveniencia o no
nes, de acuerdo con el protocolo establecido, se- de la intervención tras el visto bueno del anestesis-
leccionarán qué pacientes son susceptibles de este ta, así como de la técnica quirúrgica a emplear.
tipo de terapia tan agresiva. A la actuación de este equipo básico se pueden
Dentro del programa global de cirugía bariátri- añadir cuantos especialistas se precise como gas-
ca cada cual tiene su papel: el nutricionista realizará troenterólogos, cirujanos plásticos y dietistas.

553
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

6.6.1. Indicaciones La elección de la modalidad quirúrgica va a de-


pender de las características de cada paciente, es-
Se valorará en pacientes con obesidad mór- pecialmente de sus hábitos alimentarios. Las téc-
bida o supermórbida en los que la dieta, psi- nicas restrictivas se aplican a las obesidades no
coterapia, tratamiento conductual, medicación y extremas, a grandes comedores y a aquellos que
ejercicio fracasan; y se basa en dos principios: redu- no controlan la sensación de saciedad; mientras
cir la capacidad del estómago y/o provocar malab- que las malabsortivas, más efectivas, son obligadas
sorción. De cualquier modo hay escuelas que en en las grandes obesidades.
caso de obesidades supermórbidas con IMC > 50
kg/m2, directamente indican la cirugía sin probar 6.6.2.1. Técnicas restrictivas
otras alternativas, dando por seguro el fracaso de
todas las medidas habituales. Su objetivo es la reducción de la capacidad del
1. Criterios de inclusión: estómago, con lo que se produce sensación de sa-
• Peso > 200% o más del 45% del menor peso ciedad con pequeñas ingestas. Dentro de ellas exis-
ideal, o IMC > 40 kg/m2 (durante al menos 5 años). ten numerosas variedades que pueden reducirse
• Edad: 18-60 años. en dos grandes grupos:
• Resistencia al tratamiento dietético y farma- 1. Gastroplastias: existen varias técnicas,
cológico. pero quizá la que más difusión ha tenido ha sido
• Ausencia de enfermedad grave. la gastroplastia vertical anillada de Ma-
• Estabilidad psíquica. son, consistente en practicar un grapaje vertical,
2. Criterios de exclusión: enfermedades en el fundus, con dispositivos de autosutura, y la
graves, embarazo y lactancia, entre otros. colocación de un anillo de silicona o una bandele-
ta de goretex desde el final de éste hasta la curva-
tura menor en un ángulo aproximado de 90 gra-
6.6.2.Técnicas quirúrgicas dos (Figura 2a). Esto supone la creación de un
neorreservorio gástrico reducido, de 15-20 ml,
Las técnicas quirúrgicas se introdujeron a finales cuya distensión provoca sensación de saciedad
de los años 50, por lo que hay multitud de varieda- precoz, por lo que el volumen de las comidas es
des (se hará referencia solamente a las más utiliza- escaso. No obstante, el paciente tiene que acos-
das en el momento actual) que pueden realizarse tumbrarse a comer mucho menos, pues en caso
mediante abordaje abierto o a través de laparosco- de superar el volumen admisible aparece sensa-
pia. Las técnicas laparoscópicas son especialmente ción de nudo, dolor epigástrico y vómitos. Como
útiles en el obeso, más allá de consideraciones es- complicación mecánica merece especial mención
téticas, porque limitan de forma notable la inciden- el desgrapado.
cia de eventraciones, que son una de las compli- Existen otras variantes menos utilizadas como la
caciones más frecuentes en la cirugía del paciente gastroplastia horizontal.
obeso, debido a la inestabilidad de la pared abdo- 2. Bandas gástricas: consisten en la implan-
minal y a las dificultades que se presentan para su tación, bien mediante cirugía abierta o de prefe-
cierre al finalizar el acto quirúrgico. rencia por laparoscopia, de una banda anillada que
Las técnicas a su vez pueden ser: restrictivas, rodea el cuerpo gástrico, que adopta así una for-
que limitan la capacidad del reservorio gástrico, ma que gráficamente recordaría a un reloj de are-
tienen menor riesgo, menos incidencia de secue- na pero con la parte superior mucho más peque-
las y pueden ser reversibles mediante nueva ciru- ña, consiguiéndose así el mismo objetivo de reducir
gía, aunque con la desventaja de que la pérdida de la capacidad del reservorio gástrico (Figura 2b).
peso es menor y que con el tiempo se reinicia una Algunas de estas bandas son hinchables, de modo
recuperación lenta del peso; derivativas, que de- que se puede modificar su volumen mediante la in-
terminan pérdidas mayores de peso, pero a cam- yección de suero fisiológico en su reservorio, que
bio comportan más riesgos y secuelas más inten- se aloja subcutáneamente para poder abordarlo sin
sas, y son difíciles de revertir; y técnicas mixtas maniobra quirúrgica (Figura 2c). Los efectos so-
que combinan ambos efectos. bre la ingesta son similares a las gastroplastias y

554
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

Figura 2. Cirugía bariátrica: técnicas restrictivas.

sus limitaciones las mismas, existiendo por añadi- 6.6.2.3. Técnicas mixtas
dura mayor incidencia de inclusión en la pared gás-
trica del reservorio. Son técnicas radicales, restrictivas y derivativas,
El problema fundamental de las técnicas comen- aplicables a las grandes obesidades, y obligatoria-
tadas es que, a partir del cuarto o quinto año de la mente conllevan malabsorción, con lo que garanti-
intervención, los pacientes pueden comenzar a re- zan mayor porcentaje de pérdida de peso.
cuperar peso, quizás por distensión del reservorio, 1. Bypass gástrico: el más clásico es el bypass
o porque aprenden a comer sin desencadenar el gástrico en “Y de Roux”, descrito por Su-
cuadro descrito cuando se supera el límite de in- german y sus variantes como la de Torres y de
gesta. Además de la sensación de nudo, dolor o vó- Oca. Consiste básicamente en crear un reservorio
mitos, se pueden presentar complicaciones menos en el fundus mediante grapado horizontal del estó-
frecuentes como la esofagitis, y los déficit de hie- mago (Figura 4a). A este neorreservorio se le co-
rro, vitamina B12 y/o calcio. necta un asa de yeyuno a la que distalmente entre
uno o dos tercios de su longitud se le anastomosa la
6.6.2.2. Técnicas derivativas

Son más efectivas que las an-


teriores para perder peso al de-
terminar malabsorción. Entre ellas
destacan el bypass yeyuno-có-
lico (Figura 3a) (Payne y DeWind,
1969) y el yeyuno-ileal (Figura
3b) (Payne y DeWind, 1969; Scout y
Dean, 1973).
Estas técnicas, que son puramen-
te derivativas, han sido abandona-
das en muchos centros debido a
los efectos secundarios que de-
terminan: entre otros, pérdida de
minerales y electrólitos, alteracio-
nes intestinales, colelitiasis, artritis,
osteoporosis, etc. Figura 3. Cirugía bariátrica: técnicas derivativas.

555
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

Figura 4. Cirugía bariátrica: técnicas mixtas. GV: gastroplastia vertical anillada; BG: bypass gástrico.

procedente de estómago y duodeno mediante una gunos equipos la amplían o disminuyen en función
yeyuno-yeyunostomía término-lateral. La pérdida de del peso del paciente (Figura 4c). Otras variantes,
peso se produce por la sensación de saciedad pre- como las de Hess-Marceau o Baltasar (Fi-
coz, debida a la distensión del neorreservorio gás- gura 4d), incluyen el cruce duodenal. Algunos au-
trico y por el efecto anorexígeno determinado por tores asocian la colecistectomía profiláctica.
la liberación de péptidos intestinales durante el pa- La clave del éxito de estas técnicas agresivas
so de alimentos a través de la gastroyeyunostomía. radica en la longitud del asa funcionante que es
El componente malabsortivo está en relación con la la única que realmente absorbe, dependiendo de
exclusión inicial de la secreción biliopancreática y la ello una mayor o menor maldigestión-malabsor-
longitud del asa absortiva funcionante. ción, que condiciona la intensidad de la pérdida de
2. Técnica de Salmon: combina la gastro- peso. A cambio, poseen mayores efectos secunda-
plastia vertical anillada y el bypass gástrico. Ha sido rios en forma de distensión abdominal, diarrea, etc.
también bastante utilizada (Figura 4b), aunque Pero, sobre todo, pueden condicionar pérdidas de
en nuestra experiencia presenta mayores efectos nutrientes, especialmente vitaminas, hierro y calcio.
secundarios que otras modalidades. Con frecuencia variable se puede presentar síndro-
3. Diversión biliopancreática: esta opción, me del asa ciega, hepatotoxicidad y nefrotoxicidad.
descrita por Scopinaro y Gianetta en 1996, Un aspecto importantísimo es el seguimiento
combina una gastrectomía parcial con una anasto- ulterior de una dieta correcta tras la cirugía, que
mosis gastroyeyunal en “Y” de Roux, realizando la básicamente se regirá con las siguientes normas:
unión de las dos secciones intestinales para que • Comer despacio.
quede una longitud absortiva de 50 cm, aunque al- • Masticar 25 veces cada bocado.

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

• Usar cuchara pequeña. parece una opción razonable, en primer lugar por-
• Emplear 30 minutos por comida. que, si el paciente quiere, puede “beber” alimen-
• Dejar de comer en cuanto aparezca saciedad. tos hipercalóricos (natillas, flanes, batidos azuca-
• No comer entre comidas ni beber con ellas. rados, etc.) y además porque cuando se le retiran
• Dieta ligera no hipercalórica. las bandas intermaxilares, el paciente vuelve a co-
A veces, sobre todo en los casos de cirugía res- mer como antes y recupera rápidamente el peso.
trictiva, algunos alimentos y especialmente la car-
ne no se pueden tragar, por lo que hay que recu-
rrir a triturar los alimentos. En este sentido cada 6.7.2. Acupuntura
paciente tiene un comportamiento distinto, tanto
desde el punto de vista de la tolerancia, como de Se ha utilizado para modular el apetito en el
la sintomatología intestinal que pueda aparecer. obeso, pero nosotros no tenemos experiencia en
Con respecto al aporte de energía, evidente- esta modalidad terapéutica. Una revisión sobre el
mente hay que huir de dietas hipercalóricas, pe- tema es la de Ernst E [Wien Klin Wochenschr 1997
ro lo mejor es que el paciente aprenda a comer Jan 31; 109 (2): 60-2. Acupuncture/acupressure for
aquello que mejor tolere dentro del concepto de weight reduction? A systematic review].
dieta variada y equilibrada, con cuidado de inge-
rir alimentos ricos en hierro y calcio. En las técni-
cas malabsortivas, al quedar excluidos el duodeno 6.7.3. Globo intragástrico
y yeyuno proximal, lugar de absorción preferente
del hierro, pueden presentarse ferropenias seve- Es un método utilizado a veces con carácter
ras rebeldes a la ferroterapia oral, debiendo recu- transitorio, en las obesidades extremas cuya in-
rrir al aporte periódico vía endovenosa. Y en casos tervención rechaza el equipo de anestesia, por-
de esteatorrea importante será necesaria la suple- que el exceso de peso es tal que la intervención
mentación con vitaminas liposolubles. Un elemen- comporta riesgos excesivos. Consiste en la im-
to clave a incluir en los programas de cirugía se plantación transitoria de un globo intragástrico
refiere a la cirugía plástica, aplicable cuando el des- inflable, que limita la capacidad del estómago, pro-
censo de peso se ha estabilizado para eliminar to- vocando sensación de saciedad precoz. Con ello
dos los colgajos cutáneos residuales, especialmen- se consigue la reducción de peso hasta el límite
te en abdomen, cara interna de muslos y brazos, así que el anestesista considera necesario para po-
como para la reconstrucción mamaria si procede. der afrontar la intervención con menos peligros.
En las Guidelines on the identification, evaluation, A pesar de ser un método muy eficaz, que podría
and treatment of overweight and obesity in adults, de utilizarse para evitar la cirugía, tiene la gran limi-
1998, del NIH de Estados Unidos, se establecen tación de que una vez que se retira, se recupera
las siguientes conclusiones: el peso perdido.
• La cirugía es una opción válida en pacientes
con obesidad severa (IMC > 40 kg/m2 o IMC > 35
kg/m2 en presencia de comorbilidades) cuidado- 6.7.4. Lipectomías y sustitutos
samente seleccionados, cuando los demás méto-
dos han fallado y existe un alto riesgo de morbi- Las primeras intervenciones para reducir las
mortalidad asociada. Nivel de Evidencia B. acumulaciones grasas locales fueron las lipec-
tomías abiertas, que conllevaban la extirpa-
ción de grasa junto a piel y tejido celular subcutá-
6.7. Otras opciones neo, lo que suponía unos buenos resultados desde
de tratamiento el punto de vista del contorno corporal, a cam-
bio de cicatrices y deformaciones inaceptables. Es-
6.7.1. Cerclaje mandibular tas técnicas han sido sustituidas por otras que, ba-
jo denominaciones diversas como liposucción,
Entra dentro del terreno de lo pintoresco, pues lipoplasia, lipoaspiración o lipoescultura,
“coser la boca” para no comer, evidentemente no conllevan la aspiración de grasa en distintas zonas

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Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

Tabla 7. OPCIONES TERAPÉUTICAS PARA DIVERSOS GRADOS DE OBESIDAD

IMC (kg/m2)
25-30 30-35 35-40 > 40
Dieta hipocalórica Sí Sí Sí Posible
Ayuno modificado (VLCD) No Posible Sí Sí
Ejercicio físico Sí Sí Sí Posible
Tratamiento conductual Sí Sí Sí Sí
Tratamiento farmacológico Posible Sí Sí Posible
Cirugía bariátrica No No Posible Sí

IMC: índice de masa corporal; VLCD: dietas muy bajas en calorías.

corporales, mediante cánulas especiales de distinto calórica, baja en grasas, junto con ejercicio aeró-
tamaño, que se introducen a través de pequeñas in- bico de moderada intensidad y duración. Ello per-
cisiones en piel. El abordaje puede ser superficial o mite perder masa corporal y grasa, preservando la
profundo y la succión mediante jeringa, sistemas de masa libre de grasa. El apoyo psicológico adecuado
vacío o con los modernos liposuctores ultrasóni- y la reeducación de los hábitos alimentarios facili-
cos, que facilitan la ruptura del adipocito y la absor- tan la terapia.
ción de su contenido graso. Se han descrito com- Dieta y ejercicio deberán constituir un objetivo
plicaciones locales y excepcionalmente de carácter a muy largo plazo (“para siempre”). La utilización
grave como el embolismo graso. de fármacos está indicada en pacientes selecciona-
Como resumen de todo lo expuesto (Tabla 7), dos, y durante periodos cortos, quedando la ciru-
se puede concluir que el mejor tratamiento para la gía limitada a grandes obesidades en las que fraca-
obesidad consiste en la combinación de dieta hipo- san otras opciones terapéuticas.

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A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

7. Resumen
 La prevalencia de obesidad va en aumento en orlistat, y su prescripción debe quedar limitada
los países desarrollados, situándose España en a grupos seleccionados de pacientes, al igual
un punto intermedio entre el norte de Europa, que ocurre con la dieta muy baja en calorías
Francia y Japón, con las menores proporciones (DMBC, VLCD). La cirugía se reserva para
de obesos, y EE UU y los países del este europeo, grandes obesidades, teniendo en cuenta que
actualmente con mayor número de casos. junto a su gran eficacia, hay que contraponer
los inconvenientes a veces graves y difíciles de
 Su importancia va más allá de connotaciones controlar que conlleva. Las técnicas mixtas se
estéticas, siendo considerada por la OMS un han impuesto sobre las restrictivas y derivati-
problema de salud pública, en razón del alto vas, por su mayor eficacia.
número de comorbilidades que conlleva, en
especial diabetes mellitus tipo 2, hipertensión  El mejor tratamiento para la obesidad consiste
arterial, dislipemias, enfermedad cardiovascular en la combinación de dieta hipocalórica, baja en
y el llamado síndrome metabólico. grasas, junto con ejercicio aeróbico de mode-
rada intensidad y duración. Ello permite perder
 En su etiopatogenia influyen factores genéti- masa corporal y grasa, preservando la masa li-
cos, endocrinos, neurológicos, psicológicos, bre de grasa. El apoyo psicológico adecuado y la
ambientales y conductuales, que determinan un reeducación de los hábitos alimentarios facilitan
desequilibrio crónico del balance energético la terapia.
con predominio del ingreso sobre el gasto de
energía.  Nuevas vías de investigación se abren para
intentar controlar la enfermedad, siendo espe-
 Según la distribución de la grasa acumulada se cialmente interesantes las que atañen al papel
distingue: la obesidad androide “tipo manzana”, de la leptina y el neuropéptido Y, así como los
donde el acúmulo de tejido adiposo se localiza estudios de modulación génica.
principalmente en abdomen y tronco, de más in-
cidencia en hombres y asociada a mayor riesgo
cardiovascular; y la obesidad ginoide “tipo pera”,
en la que la grasa se localiza de preferencia en
la parte inferior del cuerpo -caderas, glúteos y
muslos-, es característica de las mujeres y se
asocia a trastornos venosos periféricos.

 Con el nombre de síndrome metabólico, sín-


drome plurimetabólico, síndrome de resistencia
a la insulina o síndrome X, se reconoce una
entidad de especial interés en la que concu-
rren obesidad abdominal-visceral (tipo “pera”),
diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial,
enfermedad cardiovascular, dislipemia e hiperin-
sulinemia.

 El tratamiento de la obesidad es a veces tre-


mendamente difícil, pues la restricción dietética
representa con frecuencia una sucesión de fra-
casos, al faltar la constancia que debe tener un
proyecto a largo plazo. El ejercicio representa
una ayuda estimable, pero no esencial para per-
der peso. La utilización de fármacos se reduce
en la actualidad a dos opciones: sibutramina y

559
Capítulo 4.18. Nutrición y obesidad

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Libro en que se revisan los conocimientos más actualiza- Monografía cuya lectura continúa siendo de interés, a pesar
dos sobre múltiples aspectos relacionados con la etiopa- del tiempo transcurrido desde su publicación, ya que analiza
togenia, complicaciones, tratamiento y prevención del sín - de manera muy didáctica las bases fisiopatológicas en que se
drome metabólico. fundamenta el tratamiento de la obesidad.

Fairburn CG, Brownell KD. Eating disorders and obesity: a Watson RR, Predy VR. Nutrition and heart disease: causa-
comprehensive handbook. Guilford Press. New York, 2002. tion and prevention. CRC Press. London, 2003.
Libro que revisa de una manera muy completa los conoci- Libro de fácil comprensión en el que se revisa el impacto de
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con especial atención a los aspectos psicobiológicos del con- complicaciones.
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Texto clásico, aunque muy actualizado, para el estudio de la prevención y tratamiento de la obesidad.
nutrición y dietoterapia; proporciona información muy prácti-
ca, tanto para profesionales como para estudiantes.

Moreno B, Monereo S, Álvarez J (eds). Obesidad: la epide-


mia del siglo XXI, 2ª ed. Díaz de Santos. Madrid, 2000.
Libro que cuenta con la colaboración de un grupo multidisciplina-
rio de profesionales sensibles e interesados en el tema de la obe-
sidad, que desde diferentes puntos de vista abordan el problema
en todos sus aspectos, evaluando la magnitud del mismo.

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Lung and Blood Institute): The practical guide on identifi-
cation, evaluation and treatment of overweight and obesi-
ty in adults. NIH Publication 00 - 4088, 2000 (disponible en:
www.nhlbi.nih.gov/guidelines/obesity/practgde.htm).
Guía publicada por el NIH de los Estados Unidos, tras una ex-
haustiva revisión realizada por 1.125 expertos en el tema. Esta-
blece los criterios básicos para la identificación, evaluación y tra-
tamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos, todo ello a la
luz de la medicina basada en la evidencia.

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560
A.J. Pérez de la Cruz | R. Moreno-Torres Herrera | C. Mellado Pastor

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 www.york.ac.uk/ints/crd/obesity.htm
 www.obesity-online.com
 www.obesitysurgery.com

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