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Enunciado de la actividad

"F., L. D. c/ Provincia de Córdoba - Plena jurisdicción - Recursos


de apelación".
En la ciudad de Córdoba, a los veinticuatro días del mes de agosto de dos mil diez, siendo
las doce horas, se reúnen en Acuerdo Público los Señores Vocales integrantes de la Sala
Contencioso Administrativa del Excmo. Tribunal Superior de Justicia, Doctores Domingo
Juan Sesin, Aída Lucía Teresa Tarditti y Armando Segundo Andruet (h), bajo la
Presidencia del primero, a fin de dictar sentencia en estos autos caratulados: "F., L. D.
C/ Provincia de Córdoba - Plena jurisdicción - Recursos de apelación" (Expte. Letra "F",
N octubre de dos mil ocho), con motivo del recurso de apelación interpuesto por la
demandada (fs. 187 y vta.), fijándose las siguientes cuestiones a resolver:
PRIMERA CUESTION: ¿Es procedente el recurso de apelación?
SEGUNDA CUESTION: ¿Qué pronunciamiento corresponde?
Conforme al sorteo que en este acto se realiza los Señores Vocales votan en el siguiente
orden: Doctores Domingo Juan Sesin, Aída Lucía Teresa Tarditti y Armando Segundo
Andruet (h).
A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA EL SE 1.- A fs. 187 y vta. la demandada interpone
recurso de apelación en contra de la Sentencia Número Ciento ochenta y tres, dictada
por la Cámara Contencioso Administrativa de Primera Nominación el quince de agosto
de dos mil ocho (fs. 171/185), mediante la cual se resolvió: "1) Hacer lugar parcialmente
a la demanda contencioso administrativa de plena jurisdicción incoada por el Sr. L. D. F.
en contra de la Provincia de Córdoba y, en consecuencia, declarar la nulidad de los actos
cuestionados, en cuanto deniegan el reclamo del actor por sus servicios en la Fiscalía de
Estado de la Provincia de Córdoba. 2) Rechazar la demanda respecto de los actos
cuestionados, en cuanto deniegan el reclamo del actor por sus alegados servicios en la
Oficina de Control Anticorrupción de la Provincia de Córdoba. 3) Condenar a la accionada
a abonarle al actor la indemnización referida en el punto "XVII" del presente, con
intereses en la forma y tasas establecidas en el punto "XVIII"; para cuyo pago
espontáneo se establece el plazo de cuatro meses contados a partir de la fecha en que
quede firme la aprobación de la planilla pertinente, debiendo la demandada proponer
liquidación dentro del mes siguiente al momento en que adquiera firmeza la presente
resolución. Al practicar la liquidación, la condenada deberá retener los aportes
previsionales personales correspondiente al actor, debiendo depositarlos juntamente
con la contribución patronal, en el mismo plazo de la condena, en la Caja de Jubilaciones,
Pensiones y Retiros de Córdoba. Igual procedimiento se hará, en su caso, respecto de
aportes y contribuciones con destino a la Administración Provincial del Seguro de Salud
(A.Pro.S.S.). 4) Hacer conocer la presente resolución a la Caja de Jubilaciones, Pensiones
y Retiros de Córdoba y a la Administración Provincial del Seguro de Salud (A.Pro.S.S.). 5)
Imponer las costas por su orden..."
Concedido el recurso por Auto Número Trescientos cincuenta y siete dictado el cinco de
septiembre de dos mil ocho (fs. 188 y vta.), se elevan los autos a este Tribunal (fs. 190).
2.- A fs. 192 se corre traslado a la apelante -parte demandada- para que exprese
agravios, quien lo evacua a fs. 197/199 vta., solicitando se revoque la sentencia, con
costas.
La expresión de agravios admite el siguiente compendio.
Expresa que el Tribunal a quo no tuvo en cuenta el hecho que no existió acto previo de
designación en el cargo que el actor dice haber cumplido, sino que tiene por cierto que
las tareas fueron efectuadas.
Afirma que conforme las funciones que dice haber desempeñado, el accionante no tenía
obligación y responsabilidad alguna en su labor, ya que no existía entre él y su parte
vínculo jurídico que los uniera, por lo que no resulta justo que se vea favorecido con el
pago de un salario que no fue determinado de antemano por medio del instrumento
legal pertinente.
Destaca que la Sentenciante equipara la situación del demandante con la del personal
que se desempeña en forma legal cumpliendo funciones especificadas que le generan
obligaciones y responsabilidades pecuniarias, otorgando al accionante condiciones más
favorables que las que le correspondería a cualquier otro empleado de la Administración
Pública.
Reitera la reserva del caso federal (Artículo 14 de la Ley Nº 48).
3.- A fs. 202 se corre traslado al actor del recurso interpuesto por la contraria, quien lo
evacua a fs. 204/207, solicitando por los motivos que allí expresa se rechace el recurso
y se confirme la sentencia impugnada, con costas.
4.- A fs. 208 se dicta el decreto de autos, el que firme (fs. 209), deja la presente causa
en condiciones de ser resuelta.
5.- El recurso bajo análisis ha sido oportunamente interpuesto, por parte legitimada,
contra una sentencia definitiva, razón por la cual corresponde su tratamiento (Artículos
43 del C.P.C.A. y 366 del C.P.C. y C., aplicable por remisión del Artículo 13 de la Ley Nº
7182).
6.- La sentencia de primera instancia contiene una adecuada relación de causa (Artículo
329 del C.P.C. y C.), la cual debe tenerse por reproducida en la presente a los fines de
evitar su innecesaria reiteración.
7.- Mediante el pronunciamiento recaído en autos, el Tribunal de Mérito hizo
parcialmente lugar a la demanda contencioso administrativa de plena jurisdicción
incoada en contra de la Provincia de Córdoba y, en consecuencia, declaró la nulidad
parcial del Decreto Nº 905 del dieciocho de agosto de dos mil cinco (fs. 6/7) y del Decreto
Nº 527 del ocho de mayo de dos mil seis (fs. 2/4), mediante los cuales se rechazó el
reclamo formulado por el Doctor L. D. F., procurando el pago por el cumplimiento de
funciones inherentes al cargo de Director Clase "A" en la Fiscalía de Estado y en la Oficina
Anticorrupción durante los meses de marzo de dos mil y marzo de dos mil uno.
En consecuencia, condenó a la demandada a reconocer y abonar al actor una
indemnización por las tareas desempeñadas en el ámbito de Fiscalía de Estado desde el
veintisiete de marzo de dos mil hasta el mes de octubre del mismo año.
8.- En esencia, agravia a la recurrente que el Tribunal a-quo desestimó, por considerar
irrelevante, el hecho de que el cargo que el actor dice haber desempeñado como
"Director Clase 'A'", en el ámbito de la Fiscalía de Estado, careció de acto formal de
designación, por lo que -sostiene- no es justo que se vea favorecido por el pago de un
salario que no fue determinado de antemano por medio del instrumento legal
pertinente.
9.- Ingresando al análisis del recurso de apelación interpuesto por la demandada,
corresponde destacar que el actor acreditó haber cumplido funciones de supervisión y
control de la labor de otros profesionales en el ámbito de la "Secretaría Relatora Dos-
SRD02" de la Fiscalía de Estado de la Provincia de Córdoba durante el lapso que el
Tribunal a quo hizo lugar a la demanda.
Tal es la conclusión que se deriva del análisis del informe sobre el movimiento de
expedientes administrativos efectuado por el Señor Director General de Modernización
del Estado, en el que figura un listado de entradas y salidas de expedientes
administrativos remitidos a la oficina que integraba el actor, siendo que la fecha de
entrada más antigua data del día tres de enero de dos mil y las últimas fechas de salidas
del veintisiete de noviembre de dos mil (cfr. fs. 73/82).
A su vez las intervenciones del Doctor F. como integrante de la "Secretaría Relatora Dos-
SRD02" de la Fiscalía de Estado de la Provincia de Córdoba, consta en las "hojas de ruta"
de varios expedientes agregadas a fs. 85/87, 99 y 102, en las que se consigna la fecha de
entrada y salida de cada usuario y dependencia.
Asimismo es dable apuntar que los testigos Señores Oreste José Astegiano (cfr. fs. 58),
Gastón Enrique Valdez Escalera (fs. 59) y Sandra Hunicken (fs. 60) declararon, en forma
coincidente, que durante el período en cuestión, el actor cumplió funciones de
supervisión y control de los dictámenes formulados por otros profesionales de la Fiscalía
de Estado, sin suscribir los mismos por no contar con un acto expreso de designación a
tal efecto.
Finalmente es dable ponderar que se encuentra incorporado en autos un proyecto de
acuerdo entre el actor y la demandada en el que se reconoce al primero, entre otras, las
labores cumplidas en Fiscalía de Estado, se fija el monto de la remuneración a abonar y
el desistimiento de las acciones incoadas por éste, que contó con dictamen favorable de
la Señora Fiscal de Estado Adjunta y que finalmente no se concretó por la falta de la
suscripción de las partes.
10.- Esclarecida la cuestión anterior, resulta trascendente determinar con precisión, si
el actor es titular de un derecho subjetivo administrativo preestablecido en favor de lo
reclamado y, en consecuencia, si al respecto es ajustada a derecho la sentencia apelada
11.- Sabido es que el derecho subjetivo administrativo es concebido en general como el
interés personal, directo y exclusivo que tiene un administrado determinado con
relación a una norma que establece cual es la conducta administrativa debida (JELLINEK
Walter, Verwaltungs recht, 3 Ed. Berlín l931, págs. 201 y ss.; KORMAN Lest, Einfuhrung,
in die praxis, 2 Ed., pág. 250), o en otras palabras como la exigibilidad exclusiva de que
la Administración no exceda sus facultades regladas (conf. entre otras, Sentencias Nº
11/1996 "Linch, Napoleón Justo c/..."; Nº 13/1996 "Jalil, Omar Antonio c/..."; Nº 14/1996
"Romancini, Alfredo Armando c/..."; Nº 14/1999 "Medina, Miguel 12.- En el subexamen,
atento el marco fáctico referido en el punto 9, resultan aplicables los siguientes
principios:
a) El principio de igual remuneración por igual tarea que garantiza el Artículo 14 bis de
la Constitución Nacional, en concordancia con los Artículos 23 inciso 4 y 76 de la
Constitución Provincial.
b) El implícito consentimiento por parte de las autoridades superiores que no pudieron
ignorar la prestación de funciones cumplidas por el actor en la "Secretaría Relatora Dos-
SRD02" de la Fiscalía de Estado de la Provincia de Córdoba.
Tales directrices se tornan operativas en el sub lite como criterio de mesura para
resolver sobre la procedencia de lo reclamado en mérito de la acreditación "fehaciente"
de las tareas desarrolladas por el accionante (conf. doctrina del Tribunal Superior de
Justicia in re: "Palacio de Ferreyra, Blanca Yolanda c/ Superior Gobierno de la Provincia
de Córdoba...", Sent. Nº 8/1996; "Berrotarán, Gabriela c/ Pcia. de Córdoba...", Sent. Nº
75/2000; "Benegas, Antonia Máxima c/ Provincia de Córdoba - P.J.", Sent. Nº 152/2001,
entre otras, conforme con doctrina sustentada en anterior integración in re: "González,
Hipólito c/ Estado Provincial - Plena Jurisdicción - C.A. - Recurso de Apelación", Sent. Nº
26/1994, coincidente con la jurisprudencia elaborada como Vocal de la Cámara
Contencioso Administrativa de Primera Nominación in re: "Villarreal de Manubens, L.a
Romualda c/ Estado Provincial - C.A. - Plena Jurisdicción", Sent. Nº 86/1995; "Molina, L.
A. del C. de J. c/ Provincia de Córdoba - C.A. - Plena Jurisdicción", Sent. Nº 57/1995 de la
Cámara Contencioso Administrativa de Segunda Nom., entre muchas), aún cuando no
haya mediado un acto de designación expreso por la autoridad competente.
13.- Cabe indicar que el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional citado resulta directa
e inmediatamente aplicable al subiudice atento su carácter operativo (cfr.
Jaureguiberry, L. María, "El Artículo nuevo (Constitucionalismo Social)", Librería y
Editorial Castellví S.A., Santa Fe 1957, pág. 19 y Bidart Campos, Germán J., "Derecho
Constitucional III", Editora Comercial, Industrial y Financiera Ediar S.A., Bs. As. 1966, pág.
437) y dado que en su protección alcanza tanto a los trabajadores libres como a los del
Estado (cfr. Jaureguiberry, obra citada, pág. 32).
Esta norma otorga a quien presta servicios el derecho a una retribución justa,
compensatoria del esfuerzo realizado y del rendimiento obtenido, o sea de la utilidad o
provecho logrado con el esfuerzo del empleado (cfr. Linares Quintana, Segundo V.,
"Tratado de la Ciencia del Derecho Constitucional", Editorial Plus Ultra, Bs. As. 1979, T.
V, pág. 471).
Asimismo en el marco de los Tratados de Derechos Humanos con jerarquía
constitucional (Artículo 75 inc. 22 de la Constitución Nacional), es dable puntualizar que:
a) La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre en el Artículo 14 sobre
"Derecho al trabajo y a una justa retribución" preceptúa que: "Toda persona tiene
derecho al trabajo en condiciones dignas y a seguir libremente su vocación, en cuanto
lo permitan las oportunidades existentes de empleo. Toda persona que trabaja tiene
derecho a recibir una remuneración que, en relación con su capacidad y destreza le
asegure un nivel de vida conveniente para sí misma y su familia";
b) La Declaración Universal de Derechos Humanos en el Artículo 23, dispone que "... 2.
Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por igual trabajo";
c) El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales aprobado por la
Ley Nº 23313 (B.O. 13/05/1986), preceptúa en el Artículo 7 "Los Estados Partes en el
presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de condiciones de trabajo
equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial: ... 1) Un salario equitativo e igual
por trabajo de igual valor, sin distinciones de ninguna especie; en particular debe
asegurarse a las mujeres condiciones de trabajo no inferiores a las de los hombres, con
salario igual por trabajo igual..."
d) La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial, aprobada por Ley Nº 17722 (B.O. 08/04/1968), establece en el
Artículo 5 "En conformidad con las obligaciones fundamentales estipuladas en el
Artículo 2 de la presente Convención, los Estados Partes se comprometen a prohibir y
eliminar la discriminación racial en todas sus formas y a garantizar el derecho a toda
persona a la igualdad ante la ley, sin distinción de raza, color y origen nacional o étnico,
particularmente el goce de lo derechos siguientes (...) e) Los derechos económicos,
sociales y culturales, en particular: i) El derecho al trabajo, a la libre elección de trabajo,
a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo, a la protección contra el
desempleo, a igual salario por trabajo igual y a una remuneración equitativa y
satisfactoria..."
En tal contexto, si se tiene en cuenta que el Doctor F. ha acreditado el desempeño
efectivo de funciones similares a un cargo del nivel de fiscalización y control de las tareas
de los abogados dependientes de la Fiscalía de Estado de la Provincia de Córdoba,
equivalentes a las del cargo "Director Clase 'A'" que se encontraba vacante (cfr. Informe
de la Gerencia de Administración y Presupuesto de la Dirección General de
Administración de la Secretaría General de la Gobernación, fs. 47) y, sin embargo, no
percibió las remuneraciones correspondientes a los servicios prestados, es dable
concluir que esta garantía constitucional sería transgredida por el obrar de la
Administración, si no se le reconociera el pago de los haberes reclamados.
Ello es así, por cuanto la demandada no ha desconocido el mayor beneficio derivado de
la actividad desempeñada por el accionante en interés positivo de aquélla.
14.- En definitiva, conforme lo reseñado precedentemente surge en forma nítida e
incontrastable que los actos administrativos cuestionados son ilegítimos, en razón de la
contradicción objetiva entre las circunstancias de hecho y la hipótesis jurídica aplicada.
Esta transgresión fulmina de por sí la validez de los actos impugnados por cuanto se ha
contrariado el orden jurídico vigente por violación de la causa o motivo (cfr. Gordillo, A.,
"Tratado de Derecho Administrativo", T. II-B, págs. 332 y ss.; Fiorini B., "Derecho
Administrativo", T. I, págs. 511 y ss.; Zanobini, G., "Curso de Derecho Administrativo", T.
I., págs. 400 y ss. y Sandulli, A., "Manuale de diritto amministrativo", págs. 470 y ss.).
Por tal motivo, resultó ajustada a derecho la decisión de la Cámara a-quo de declarar la
ilegitimidad parcial de los actos administrativos impugnados, con el consiguiente
reconocimiento de la procedencia de la pretensión articulada por el accionante en lo
que ha sido estimada favorablemente
15.- Conforme las consideraciones hasta aquí desarrolladas, procede no hacer lugar al
recurso de apelación interpuesto por la demandada, con costas (Artículo 130 del C.P.C.
y C., aplicable por remisión expresa del Artículo 13 de la Ley Nº 7182).
Así voto.
A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA LA SE Adhiero al voto del Señor Vocal Doctor
Domingo Juan Sesin, que a mi juicio ha expresado los fundamentos necesarios para
resolver en forma correcta la presente cuestión. Por ello, me expido en igual sentido.
A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA EL SE Considero que las razones dadas por el
Señor Vocal de primer voto, deciden acertadamente la presente cuestión y, para evitar
inútiles repeticiones, compartiendo sus fundamentos y conclusiones, me pronuncio en
igual forma.
A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA EL SE Corresponde: I) No hacer lugar al recurso
de apelación interpuesto por la demandada (fs. 187 y vta.) en contra de la Sentencia
Número Ciento ochenta y tres, dictada por la Cámara Contencioso Administrativa de
Primera Nominación el quince de agosto de dos mil ocho (fs. 171/185) y, en
consecuencia, confirmarla en todas sus partes.
II) Imponer las costas devengadas en esta instancia a la demandada (Artículo 130 del
C.P.C. y C., por remisión del Artículo 13 del C.P.C.A.).
III) Disponer que los honorarios profesionales por la labor desarrollada en la etapa
recursiva de los Doctores Jorge Horacio Gentile y Mariana Torres -parte actora-, sean
regulados por la Cámara a-quo, si correspondiere (Artículos 1 y 26 de la Ley Nº 9459),
en conjunto y proporción de ley, previo emplazamiento en los términos del Artículo 27
ib., en el treinta y dos por ciento (32%) del mínimo de la escala del Artículo 36 de la Ley
Arancelaria (Artículo 40 ib.), teniendo en cuenta las pautas del Artículo 31 ib.
Así voto.
A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA LA SE Comparto en un todo lo expresado por el
Señor Vocal preopinante, votando en consecuencia, de igual forma.
A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA EL SE Voto en igual sentido que el Señor Vocal
Doctor Domingo Juan Sesin, por haber expresado la conclusión que se desprende
lógicamente de los fundamentos vertidos en la respuesta a la primera cuestión
planteada, compartiéndola plenamente.
Por el resultado de los votos emitidos, el Excmo. Tribunal Superior de Justicia, por
intermedio de su Sala Contencioso Administrativa,
RESUELVE:
I) No hacer lugar al recurso de apelación interpuesto por la demandada (fs. 187 y vta.)
en contra de la Sentencia Número Ciento ochenta y tres, dictada por la Cámara
Contencioso Administrativa de Primera Nominación el quince de agosto de dos mil ocho
(fs. 171/185) y, en consecuencia, confirmarla en todas sus partes.
II) Imponer las costas devengadas en esta instancia a la demandada (Artículo 130 del
C.P.C. y C., por remisión del Artículo 13 del C.P.C.A.).
III) Disponer que los honorarios profesionales por la labor desarrollada en la etapa
recursiva de los Doctores Jorge Horacio Gentile y Mariana Torres -parte actora-, sean
regulados por la Cámara a-quo, si correspondiere (Artículos 1 y 26 de la Ley Nº 9459),
en conjunto y proporción de ley, previo emplazamiento en los términos del Artículo 27
ib., en el treinta y dos por ciento (32 %) del mínimo de la escala del Artículo 36 de la Ley
Arancelaria (Artículo 40 ib.), teniendo en cuenta las pautas del Artículo 31 ib.
Protocolizar, dar copiar y bajar.

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