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Tema nº 1

LA EDUCACIÓN COMO DERECHO FUNDAMENTAL DEL


CIUDADANO. LA EDUCACIÓN OBLIGATORIA: ORIGEN,
EXTENSIÓN, TENDENCIAS.

ESQUEMA TEMÁTICO
Índice Página
Portada 1
Introducción 2
1.- La Educación como derecho fundamental del ciudadano 3
1.1 El derecho a la educación en el ámbito internacional 3
1.1.1 El derecho a la educación como derecho fundamental 3
1.1.2 Derecho a la educación y libertad de enseñanza 6
1.2 El desarrollo internacional del derecho a la educación 8
1.2.1 La Declaración Mundial de Educación para Todos de Jomtien 8
1.2.2 El Marco de Acción de Dakkar 2000 y la Declaración de Yakarta 11
1.2.3 La Declaración de Incheon y el Marco de Acción Educación 2030 12
1.3 El derecho a la educación en la legislación española 13
1.3.1 Antecedentes 13
1.3.2 El derecho a la educación en la legislación actual 15
2.- La Educación Obligatoria: derecho, extensión, tendencias. 17
2.1 Derecho 18
2.2 Extensión 20
2.3 Tendencias 22
Bibliografía 27
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

1. INTRODUCCIÓN.

Estudiar los procesos que conducen al concepto de educación actual


pasa por la reflexión sobre los acontecimientos políticos-sociales que afectaron
a Europa y al mundo occidental en la primera mitad del siglo XX. Es el período
en el que Europa pierde el papel hegemónico que tenía en el ámbito
internacional y la aparición de nuevas corrientes ideológicas y políticas que
afectarán a los sistemas educativos en general y a la consideración de la
educación como un derecho de la ciudadanía.

Las modificaciones geopolíticas provocadas por la Primera Guerra


Mundial, las profundas transformaciones del período de entre guerras y la
aniquilación del nazismo y el fascismo por las democracias y el socialismo,
junto a las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, supusieron un giro
extraordinario en las concepciones educativas y en las configuraciones de las
instituciones escolares y, por ende, en la concepción del derecho a la
educación.

Como un símbolo, la Declaración de los Derechos Humanos, de 1948,


expresaba en su artículo 26:
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita,
al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La
instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional
habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para
todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad
entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el
desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de
la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que
habrá de darse a sus hijos.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

1. LA EDUCACIÓN COMO DERECHO FUNDAMENTAL DEL


CIUDADANO.

Si los derechos humanos de primera generación (políticos y civiles)


tienen su origen en las revoluciones francesa y norteamericana, hay otros que
constituyen un amplio grupo de derechos laborales, de alimentación, de salud,
de vivienda y de educación que surgen a raíz de las luchas sociales contra la
sobreexplotación de los trabajadores y en el contexto de los efectos de las
grandes revoluciones de comienzos del pasado siglo, especialmente la
revolución rusa. Pero con un matiz fundamental: el derecho a la educación se
entiende como un elemento fundamental sobre el que se construyen otros, ya
que sin educación no resulta posible ejercer derecho alguno, ya sea político,
civil, laboral, etc. de manera plena (Torres Victoria, 2007).

1.1. El derecho a la educación en el ámbito internacional.

Aun cuando, como ha señalado reiteradamente Katarina Tomasevski,


primera Relatora Especial para la educación de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), ni tiene una larga historia ni goza de un
reconocimiento general, el derecho a la educación es uno de los
expresamente reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, cuyo artículo 26 hemos visto antes.

1.1.1. El derecho a la educación como derecho fundamental.

Aunque en la Declaración de los Derechos Humanos se recoge la


Educación, no obstante, es en el Pacto Internacional de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (los llamados derechos humanos
“de segunda generación”), acordado en la Convención de Naciones
Unidas de diciembre de 1966 y en vigor desde 1976, donde encuentra un
mayor desarrollo.
De acuerdo con lo establecido en el artículo 13 de dicho Pacto:
­ La educación ha de orientarse hacia el pleno desarrollo y dignidad
de la persona y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos
y las libertades fundamentales.
­ Los firmantes convienen en que la educación debe capacitar a todas
las personas para participar efectivamente en una sociedad libre,
favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las
naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, así

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

como promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del


mantenimiento de la paz.
­ La "enseñanza primaria debe ser obligatoria y accesible a todos
gratuitamente".
­ La "enseñanza secundaria, en sus diferentes formas, incluso la
enseñanza secundaria técnica y profesional, debe ser generalizada y
hacerse accesible a todos, por cuantos medios sean apropiados, y
en particular por la implantación progresiva de la enseñanza
gratuita".
­ La "enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos,
sobre la base de la capacidad de cada uno, por cuantos medios
sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la
enseñanza gratuita".
­ Debe "fomentarse o intensificarse, en la medida de lo posible, la
educación fundamental para aquellas personas que no hayan
recibido o terminado el ciclo completo de instrucción primaria".
­ Los estados se comprometen a "proseguir activamente el desarrollo
del sistema escolar en todos los ciclos de la enseñanza, implantar un
sistema adecuado de becas, y mejorar continuamente las
condiciones materiales del cuerpo docente".
Se añade, además, que los "Estados Partes en el presente Pacto se
comprometen a respetar la libertad de los padres y, en su caso, de
los tutores legales, de escoger para sus hijos o pupilos escuelas
distintas de las creadas por las autoridades públicas, siempre que
aquéllas satisfagan las normas mínimas que el Estado prescriba o
apruebe en materia de enseñanza, y de hacer que sus hijos o
pupilos reciban la educación religiosa o moral que esté de acuerdo
con sus propias convicciones".
Más recientemente, la Asamblea General de las Naciones
Unidas adoptó, el día 20 de noviembre de 1989, la Convención sobre
los Derechos del Niño, firmada por todos los países miembros salvo
Somalia y los Estados Unidos. Redactada a partir de la Declaración de
Ginebra, de 1924, se fundamenta en el reconocimiento de la especial
necesidad de protección a los derechos del niño, que extiende a su
obligada protección por la sociedad y el gobierno, su derecho a
desarrollarse en medios seguros y su derecho a participar activamente
en la sociedad.
En relación con el tema que nos ocupa, son dos los artículos de
dicha Convención los que nos interesa destacar en este momento.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

En su artículo 28, los Estados reconocen el derecho del niño a la educación y,


a fin de que se pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de
oportunidades ese derecho, se comprometen a:
­ Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos.
­ Fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza
secundaria, incluida la enseñanza general y profesional.
­ Hacer que todos los niños dispongan de ella y tengan acceso a ella.
­ Adoptar medidas apropiadas tales como la implantación de la enseñanza
gratuita y la concesión de asistencia financiera en caso de necesidad.
­ Hacer la enseñanza superior accesible a todos, sobre la base de la
capacidad, por cuantos medios sean apropiados.
­ Hacer que todos los niños dispongan de información y orientación en
cuestiones educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas.
­ Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y
reducir las tasas de deserción escolar.
­ Adoptar medidas para velar por que la disciplina escolar se administre de
modo compatible con la dignidad humana del niño.
­ Alentar la cooperación internacional en cuestiones de educación, en
particular a fin de contribuir a eliminar la ignorancia y el analfabetismo en
todo el mundo y de facilitar el acceso a los conocimientos técnicos y a
los métodos modernos de enseñanza.
A continuación, el artículo 29 establece que la educación del niño deberá
estar encaminada a:
­ Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física
del niño hasta el máximo de sus posibilidades.
­ Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades
fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las
Naciones Unidas.
­ Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural,
de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que
vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la
suya.
­ Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre,
con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y
amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y
personas de origen indígena.
­ Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

Por último, se determina que nada de lo dispuesto en estos artículos se


interpretará como una restricción de la libertad de los particulares y de las
entidades para establecer y dirigir instituciones de enseñanza, a condición de
que se respeten los principios enunciados precedentemente y de que la
educación impartida en tales instituciones se ajuste a las normas mínimas que
prescriba el Estado.
En definitiva, en los tratados internacionales el derecho a la educación se
configura como un derecho fundamental de la persona y, en particular, de la
infancia, que en palabras de Tomasevski, tendría cuatro grandes principios, a
los que suele conocerse como 4-A por sus iniciales en inglés:
­ Availability (Disponibilidad): Para que se pueda ejercer el derecho a la
educación es necesario que existan escuelas o instituciones educativas
que permitan el acceso a la misma a la totalidad de la población.
­ Acceptability (Aceptabilidad): Los programas de estudio tienen que ser
adecuados culturalmente y de buena calidad, aceptables por los titulares
del derecho: alumnos y padres.
­ Adaptability (Adaptabilidad): Los programas educativos deben adecuarse
a las características y necesidades, siempre dinámicas y cambiantes, de
la sociedad.
­ Accesibility (Accesibilidad): De acuerdo con este principio, al ser
“fundamental”, el derecho a la educación requiere que no se pueda
prohibir o limitar de ningún modo el acceso de las personas a la
educación ya sea por razones de color de piel, religión, culturales, físicas
o cualesquiera otras.
De acuerdo con la propia Tomasevski, no obstante, el desarrollo efectivo
del derecho a la educación exigiría "una quinta A": Affordability (que sea
realizable), ya que "ningún gobierno puede ser obligado legalmente a hacer lo
imposible”.

1.1.2. Derecho a la educación y libertad de enseñanza.

Como hemos visto en varios de los artículos comentados, en los


tratados internacionales el derecho a la educación corre siempre en
paralelo con la defensa de la libertad de enseñanza como derecho
complementario.
La Declaración Universal de Derechos Humanos determina en
su artículo 26.3 que “los padres tendrán derecho preferente a escoger el
tipo de educación que habrá de darse a sus hijos", al tiempo que el
artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales establece en su apartado 3 el compromiso de los Estados a

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

respetar la libertad de los padres de escoger para sus hijos escuelas


distintas de las creadas por las autoridades públicas (siempre que
satisfagan las normas mínimas que el Estado prescriba o apruebe en
materia de enseñanza) y de hacer que sus hijos reciban la educación
religiosa o moral acorde con sus propias convicciones.
De forma más taxativa, en su artículo 13.4 determina
expresamente que “nada de lo dispuesto en este artículo se interpretará
como una restricción de la libertad de los particulares y entidades para
establecer y dirigir instituciones de enseñanza, a condición de que se
respeten los principios enunciados en el párrafo 1 y de que la educación
dada en esas instituciones se ajuste a las normas mínimas que prescriba
el Estado".
Atendiendo a estos preceptos, numerosas instituciones jurídicas
han establecido de forma inequívoca esta vinculación entre derecho a la
educación y derecho a la libertad de enseñanza.
En nuestro entorno en particular, el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos, en la conocida como “Sentencia Folgero”, ha
subrayado de forma expresa que las referencias al acceso a la
educación y a la libertad de enseñanza deben “ser leídas”
conjuntamente, en el sentido de que no hay acceso a la educación
independiente de la libertad de enseñanza.
En este contexto, la libertad de enseñanza se entiende como un
medio fundamental para garantizar el pluralismo imprescindible para una
sociedad democrática pluralista, ya que como se afirma en la conocida
como “Sentencia Valsamis”, "la democracia no se reduce a la
supremacía constante de la opinión de la mayoría; ordena un equilibrio
que garantice un trato justo a las minorías y evita el abuso de una
posición dominante".
De acuerdo con este alto tribunal, por tanto, debe entenderse que
es sobre el derecho fundamental a la educación donde se insertan tanto
el derecho de los padres y madres a que se respeten sus creencias
religiosas y filosóficas, como la salvaguarda del pluralismo en la
educación, esencial para la preservación de la sociedad democrática,
aspectos ambos que determinan la existencia de obligaciones jurídicas
de los Estados no sólo hacia las escuelas que dirige, sino hacia todas las
instituciones educativas.

1.2. El desarrollo internacional del derecho a la educación.


Pese a este reconocimiento al más alto nivel, el desarrollo del derecho a
la educación ha sido siempre (y sigue siendo) una tarea compleja e
imperfecta, avances lentos y frecuentes retrocesos.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

Con el fin de impulsarlo, en los últimos decenios se han creado diversas


instituciones internacionales entre las que, sin duda, destaca la UNESCO,
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura, fundada el 16 de noviembre de 1945 (aunque comenzó su
funcionamiento un año más tarde, con la firma de su constitución por parte
de 20 países).
De acuerdo con su Constitución, es un eje esencial de ese organismo
instituir formas de cooperación internacional para fomentar el ideal de
igualdad de oportunidades educativas y para asegurar el acceso pleno e
igual de todos a la educación.
Atendiendo a este mandato, ha promovido a lo largo de los años el
desarrollo de acuerdos internacionales en materia de desarrollo del derecho
a la educación, entre los que podemos citar como un hito fundamental la
Declaración de Jomtien, o Declaración Mundial de Educación para Todos.

1.2.1 La Declaración Mundial de Educación para Todos de Jomtien.

Surge de la Conferencia Mundial sobre Educación Para


Todos de 1990, en Tailandia, donde representantes de 155 países de
unas 150 organizaciones no gubernamentales acordaron el compromiso
de universalizar la educación primaria y reducir masivamente el
analfabetismo para el año 2000, reafirmando el derecho a la educación
consagrado en la Declaración de los Derechos Humanos.
La Declaración establece que toda persona deberá estar en
condiciones de aprovechar las oportunidades educativas para satisfacer
sus necesidades básicas de aprendizaje, que abarcan las herramientas
esenciales de lectura y escritura, expresión oral, cálculo, solución de
problemas, contenidos básicos, conocimientos teóricos y prácticos,
valores y actitudes necesarios para que los seres humanos puedan
sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con
dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de su
vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo.
Para satisfacerlas, la Declaración considera que es preciso
desarrollar una “visión ampliada” de la educación básica, que
comprenda:
­ Universalizar el acceso a la educación y fomentar la equidad:
Proporcionar Educación Básica a todos sin excepción; prestar
especial atención a las necesidades básicas de aprendizaje de
las personas impedidas y garantizarles la igualdad de acceso a la
educación como parte integrante del sistema educativo.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

­ Prestar atención prioritaria al aprendizaje: Ir más allá de las


posibilidades de educación, logrando que los individuos aprendan
verdaderamente como resultado de las mismas, lo que requiere
determinar niveles aceptables de adquisición de conocimientos
mediante el aprendizaje en los planes de educación y aplicar
sistemas mejorados de evaluación de los resultados.
­ Ampliar los medios y el alcance de la Educación Básica: La
diversidad, la complejidad y el carácter cambiante de las
necesidades básicas de aprendizaje exigen ampliar y redefinir el
alcance de la Educación Básica, incluyendo en ella:
• Cuidado temprano y educación inicial de la infancia porque el
aprendizaje comienza con el nacimiento
• Educación primaria. Programas alternativos pueden ayudar a
atender las necesidades de aprendizaje de niños cuyo
acceso a la escolaridad formal es limitado o no existe,
siempre que compartan los mismos niveles de aprendizaje
aplicados a la enseñanza escolar y que dispongan del
adecuado apoyo.
• Sistemas variados para satisfacer las necesidades básicas de
aprendizaje: alfabetización, capacitación técnica, aprendizaje
de oficios, programas de educación formal y no formal en
diversas materias que abarquen los problemas de la sociedad.
• Medios: Además de los tradicionales, pueden movilizarse las
bibliotecas, la televisión y la radio
­ Mejorar las condiciones de aprendizaje: El aprendizaje no se
produce en aislamiento, por lo que se debe conseguir que todos
los que aprenden reciban nutrición, cuidados médicos y el apoyo
físico y afectivo general que necesitan para participar
activamente en su propia educación y beneficiarse de ella.
­ Fortalecer concertación de acciones: En cuanto al suministro de
elementos humanos, financieros y organizativos necesarios para
proporcionar Educación Básica a todos:
• Autoridades nacionales, regionales y locales responsables de
la educación tienen la obligación prioritaria, concertando
acciones entre todos los subsectores y todas las formas de
educación, teniendo en cuenta:
• Papel profesional del papel docente y el de los
administradores y demás personal de educación
• Otros ministerios: planificación, hacienda, salud, comunicación
y otros sectores sociales
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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

• ONG, sector privado, comunidades locales, grupos religiosos,


la familia
• La acción concertada está en la base de “una visión ampliada
y un compromiso renovado”
Como complemento de esta propuesta, en Jomtien se aprobó un
Marco de Acción para satisfacer las necesidades básicas de
aprendizaje, posteriormente desarrollado en el Foro de Dakkar.

1.2.2 El Marco de Dakkar 2000 y la Declaración de Yakarta 2005.

El marco de acción de Dakkar surge del seguimiento de los


resultados de la Declaración de Jomtien tras una década y fue adoptado
por el Foro Mundial de la Educación. Supone un refuerzo del
compromiso internacional de Educación Para Todos, en el que se presta
especial atención a la lucha contra el HIV, la educación en la primera
infancia, la salud en la escuela, la educación de las niñas y las mujeres,
la alfabetización de adultos y la educación en situaciones de crisis.
Básicamente, fue un programa de acción con el que se buscaba
el compromiso para, en el horizonte de 2015, extender la protección y
educación integrales de la primera infancia, garantizar el acceso a y la
finalización de una educación primaria gratuita y de calidad, atender a las
necesidades de jóvenes y adultos de acceso equitativo a un aprendizaje
adecuado y a la preparación para la vida activa, aumentar un 50% el
número de adultos alfabetizados y facilitar el acceso de estos a la
educación básica y permanente, suprimir las desigualdades entre
géneros en la educación y mejorar los parámetros cualitativos de la
educación, en especial en lo que atañe al aprendizaje de la lectura, la
escritura, la aritmética y las competencias prácticas esenciales.
Para alcanzar estas metas, en Dakkar se planteó conseguir un
compromiso sólido con la Educación Para Todos, fomentando ésta en el
marco de políticas integrales de desarrollo y contra la pobreza. También
buscar el compromiso y participación de la sociedad civil con las
estrategias para el desarrollo de la educación; promover programas
educativos que propicien el mutuo entendimiento, la paz y la tolerancia,
estrategias de igualdad entre los sexos y entornos educativos seguros y
sanos, distribuidos de modo equitativo. También un compromiso con la
mejor capacitación de docentes y el aprovechamiento del potencial de
las TICs, entre otras estrategias.
En diciembre de 2005, se acordaron diversas recomendaciones
para el desarrollo de estas medidas en el marco de la Conferencia
Internacional sobre el derecho a la educación básica como un

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

derecho humano fundamental y el marco legal para su financiación,


que adoptó la conocida como Declaración de Yakarta.
En esencia, dicha Declaración –considerada por la UNESCO
como de la máxima importancia en el marco del desarrollo de la
Educación para Todos en el ámbito internacional- realiza las siguientes
recomendaciones:
­ A la UNESCO y a la Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos, realizar un análisis comparativo de las
disposiciones sobre el derecho a la educación básica en los
distintos países, subrayar las “prácticas idóneas” para promover la
educación básica, elaborar una definición práctica de la educación
básica que sea aceptable universalmente y supervisar el
cumplimiento y la observancia de este derecho.
­ A los Estados miembros de la ONU, incardinar el derecho a la
educación básica en sus constituciones y leyes, atribuyendo
especial importancia a la Educación para Todos, y adoptar
medidas para su puesta en práctica eficaz, teniendo en cuenta las
prioridades jurídicas, culturales y del Estado.
­ Crear un banco de datos sobre el derecho a la educación que
comprenda las constituciones, las leyes y los planes políticos y un
glosario de la legislación en materia de educación.
­ Promover la educación de calidad, poniendo el acento en los
resultados del aprendizaje; las escuelas basadas en los derechos
humanos, integradoras y que acojan la diversidad; la mejora de las
condiciones de trabajo de los docentes; y en el pleno respeto de
los derechos de las minorías y los derechos lingüísticos.
­ Promover que los gobiernos elaboren marcos jurídicos para la
financiación de la educación y que el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales de la ONU estudie los medios
adecuados para generalizar este planteamiento.
­ Alentar al sector privado a asociarse con los organismos públicos
para compartir equitativamente las responsabilidades y consagrar
más inversiones a actividades educativas.
­ Proponer a las instituciones financieras dar prioridad a la
financiación de proyectos educativos, especialmente concediendo
incentivos a los países para promover la Educación Para Todos.
En desarrollo de estas propuestas la UNESCO ha realizado
diferentes tareas de seguimiento centradas especialmente en la
definición de unos parámetros de índole jurídica y política que configuren
una educación básica universal (su duración, objetivo, planes de estudio

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

y contenidos, calidad y evaluación de resultados, beneficiarios,


prestaciones y recursos, carácter gratuito y obligatorio…) que se han
venido a valorar en el Acuerdo de Mascate de la Reunión Mundial de la
EPT en 2014 y en el Foro Mundial de la Educación de 2015.

1.2.3 La Declaración de Incheon y el Marco de Acción Educación 2030.


El Foro Mundial de la Educación celebrado en mayo de 2015 en Corea
supone una acentuación del énfasis del movimiento de la Educación para
Todos en la calidad del aprendizaje y en la inclusión como medio para
transformar la vida de las personas y las sociedades, que se traduce en una
serie de objetivos y estrategias de actuación en el horizonte del año 2030.
Partiendo de la revisión de la evolución de la educación para todos en la
última década, la Declaración de Incheon propone reorientar el movimiento de
la EPT y los Objetivos del Milenio hacia el desarrollo de una educación
inclusiva, favorecedora de la igualdad de género, equitativa y de calidad que
promueva el aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos.
Concibiendo la educación como instrumento de transformación y
principal motor del desarrollo, propone una agenda común basada en el
desarrollo de marcos jurídicos y políticos que promuevan la rendición de
cuentas y la transparencia, así como la participación coordinada de todas las
partes interesadas.
Las estrategias para el desarrollo de dicha agenda han sido acordados
posteriormente, en noviembre de 2015, con la aprobación del Marco de
Acción Educación 2030 por la conferencia general de la UNESCO, que
establece un compromiso efectivo con las siguientes metas:
Meta 4.1: Asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la
enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de
calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos
Meta 4.2: Asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a
servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar
de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria
Meta 4.3: Asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a
una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza
universitaria
Meta 4.4: Aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que
tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para
acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento
Meta 4.5: Eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el
acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación
profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de


vulnerabilidad.
Meta 4.6: Asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los
adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones
elementales de aritmética.
Meta 4.7: Asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos
teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre
otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de
vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción
de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la
diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.

1.3. El derecho a la educación en la legislación española.

1.3.1. Antecedentes.
El derecho a la educación en el entorno específicamente español,
aunque cuenta con antecedentes en autores ilustrados, comienza su
andadura en el primer tercio del siglo XIX, de la mano de los pensadores
liberales, que defienden ya no sólo el carácter de “utilidad pública” de la
instrucción que sostenían los ilustrados, sino un concepto de la
educación como derecho del ciudadano, cuyo ejercicio debe garantizar el
Estado: para el liberalismo de principios del diecinueve, el principio de
igualdad exige un ciudadano educado.
Podemos encontrar los orígenes de esta concepción ya en
Jovellanos, quien redacta el primer documento de Bases para la
formación de un plan de instrucción pública en nuestro país, en el que se
habla expresamente de instrucción general y gratuita, se observa la
instrucción de las niñas, se propone una división de las enseñanzas en
primaria, secundaria y universitaria… Se plantea incluso la inspección
del Estado en cada uno de esos niveles. Sin embargo, es en el Título IX
de la Constitución de Cádiz en donde se plasman jurídicamente
determinados principios que nos acercan a la concepción de la
educación como un derecho.
Concretamente, la Constitución de 1812 hace extensiva la
educación primaria a todos los pueblos de la monarquía mediante la
creación de escuelas, especifica las materias que se deben impartir,
establece la uniformidad del plan general de enseñanza en todo el reino
y crea la Dirección General de Estudios para la inspección de la
enseñanza pública. Proclama también la Libertad de Expresión como un
principio fundamental.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

Dicho de otro modo, no se formula en ella plenamente el derecho


a la educación, pero la Constitución de Cádiz abre la puerta a su
desarrollo legislativo, siendo el primer paso en este sentido el Informe
para proponer los medios de proceder al arreglo de los diversos ramos
de instrucción pública presentado por Manuel José Quintana en 1813,
que se convertirá en ley con pocas modificaciones en 1821.
En lo que aquí nos atañe, sus principales planteamientos son los
siguientes:
­ Extensión de la enseñanza primaria a todos los ciudadanos en
virtud del principio constitucional de igualdad.
­ Uniformidad de todos los estudios, adaptándolos a los avances de
la ciencia y de acuerdo con los principios de libertad de imprenta y
de opinión.
­ Enseñanza pública y gratuita en las escuelas de primeras letras,
con obligación del Estado de no negarla a ningún ciudadano.
­ Libertad de elección entre la enseñanza pública y privada.
Como es de suponer, la restauración del absolutismo supondría
una clara regresión en el desarrollo de estos principios, con eliminación
de la gratuidad de la enseñanza primaria incluida. Por más que esta
regresión se suavizase ligeramente con el gobierno de los progresistas y
la promulgación de la conocida como Ley Moyano en 1857, que
estableció la obligatoriedad de la enseñanza primaria para todos los
españoles, habría que esperar hasta la revolución de 1868 y, sobre todo,
hasta el Proyecto de Constitución Federal de la I República para, bajo la
influencia del krausismo, encontrar un nuevo impulso al derecho de la
educación en nuestro país.
Pese a ello, finalmente la Constitución de 1876 se limita a
recoger la libertad de expresión y la libertad de creación de centros, sin
más, lo que unido a la breve duración de este período de apertura
política supuso una nueva situación de “impasse” que se prolongaría
hasta la Constitución de 1931, a pesar de las interesantes aportaciones
de autores como Concepción Arenal, Giner de los Ríos, etc.
Ciertamente, la Constitución de 1931 no dedica a la educación un
capítulo específico, si bien fue el texto legal que se ocupó más
extensamente de los problemas de la educación, proclamando la escuela
única, la gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza primaria, la libertad
de cátedra, la laicidad de la enseñanza y la obligación de legislar el
acceso de los españoles económicamente necesitados a todos los
grados de enseñanza.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

El desarrollo de estos preceptos fue prolijo a lo largo de la etapa


republicana, que resultó especialmente fecunda en la producción de
normativa educativa, al entenderse que el Estado debía promover la
educación del pueblo como requisito para implantar un sistema
democrático… pero no estuvo en absoluto exento de polémica, puesto
que en la normativa educativa se reprodujeron algunos de los conflictos
básicos en la sociedad española del momento, como el relativo a las
lenguas vernáculas de las regiones, el papel de las instituciones
religiosas en la educación y la educación religiosa en las escuelas, etc.

En cualquier caso, fue una experiencia breve y que, como ocurrió


casi un siglo antes, se vio radicalmente frenada, en este caso por la
Guerra Civil y el franquismo, que en sus diferentes normas educativas,
incluida la Ley General de Educación de 1970, en ningún momento se
ocupó ni de la definición ni del desarrollo de este derecho.

1.3.2. El derecho a la educación en la legislación actual


La situación cambia de forma notable con la promulgación de la
Constitución Española de 1978, que dentro de su Capítulo II (De los
derechos y deberes fundamentales) dedica el artículo 27 de forma
específica a esta cuestión, estableciendo:
1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de
enseñanza.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a
los derechos y libertades fundamentales.
3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres
para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de
acuerdo con sus propias convicciones.
4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.
5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación,
mediante una programación general de la enseñanza, con participación
efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros
docentes.
6. Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación
de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales.
7. Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en
el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración
con fondos públicos, en los términos que la ley establezca.

15
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

8. Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema


educativo para garantizar el cumplimiento de las leyes.
9. Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los
requisitos que la ley establezca.
10. Se reconoce la autonomía de las Universidades, en los términos que
la ley establezca.
Este derecho constitucional encuentra su primer desarrollo
orgánico a través de la conocida como LODE, es decir, a través de la
Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la
Educación, que se define en su preámbulo como una Ley “de
programación de la enseñanza, orientada a la racionalización de la oferta
de puestos escolares gratuitos, que a la vez que busca la asignación
racional de los recursos públicos permite la cohonestación de libertad e
igualdad (…), una Ley “que desarrolla el principio de participación
establecido en el artículo 27.7 como salvaguarda de las libertades
individuales y de los derechos del titular y de la comunidad escolar
(…),una Ley de regulación de los centros escolares y de sostenimiento
de los concertados” y “una norma de convivencia basada en los
principios de libertad, tolerancia y pluralismo”.
En sus aspectos esenciales en relación al tema que aquí nos
ocupa, la LODE establece lo siguiente:
Artículo 1.
1. Todos los españoles tienen derecho a una educación básica que les
permita el desarrollo de su propia personalidad y la realización de una
actividad útil a la sociedad. Esta educación será obligatoria y gratuita en
el nivel de Educación General Básica y, en su caso, en la formación
profesional de primer grado, así como en los demás niveles que la Ley
establezca.
--------- ---
Artículo 2. En él se establecen los fines de la actividad educativa.
Artículo 3.
Los profesores tienen garantizada la libertad de cátedra. Su ejercicio se
orientará a la realización de los fines educativos, de conformidad con los
principios establecidos en esta Ley.
Artículo 4 (redacción vigente tras la aprobación de la Ley Orgánica
2/2006, de educación; Disposición Final Primera). Reconoce los
derechos de los padres o tutores, en relación con la educación de sus
hijos o pupilos, al tiempo que establece también sus responsabilidades
en la educación de sus hijos.

16
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

Artículo 5 (redacción vigente tras la aprobación de la Ley Orgánica


2/2006, de educación; Disposición Final Primera). Reconoce la libertad
de asociación de los padres en el ámbito educativo.
Artículo 6 (redacción vigente tras la aprobación de la Ley Orgánica
2/2006, de educación; Disposición Final Primera). Se reconocen los
derechos básicos de los alumnos, al tiempo que se establecen los
deberes básicos de los alumnos.
Artículo 7 (redacción vigente tras la aprobación de la Ley Orgánica
2/2006, de educación; Disposición Final Primera). Recoge el derecho de
los alumnos a asociarse y crear organizaciones de acuerdo con la Ley.
Artículo 8 (redacción vigente tras la aprobación de la Ley Orgánica
2/2006, de educación; Disposición Final Primera). En él se garantiza el
derecho de reunión de los profesores, personal de administración y de
servicios, padres de alumnos y alumnos.

2. LA EDUCACIÓN OBLIGATORIA: DERECHO, EXTENSIÓN,


TENDENCIAS.

Como hemos tenido ocasión de ver en el desarrollo del apartado


anterior, el reconocimiento y definición del derecho a la educación ha ido
acompañado desde sus orígenes del establecimiento de la obligatoriedad de
proporcionar a todos una educación básica de carácter gratuito; aún más, la
obligatoriedad de la educación básica es incluso anterior al concepto mismo de
la educación como un derecho individual, pero basta con leer con detenimiento
los diferentes tratados y declaraciones institucionales para caer en la cuenta de
que existen modos muy diferentes de concebir estas cuestiones.
Así, la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que
"la educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción
elemental y fundamental”, añadiendo que “la instrucción elemental será
obligatoria” y que “los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de
educación que habrá de darse a sus hijos”; por su parte, el Pacto Internacional
de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales dice que “la enseñanza
primaria debe ser obligatoria y accesible a todos gratuitamente", utilizando el
mismo término que la Convención sobre los Derechos del Niño (cuyo artículo
28 afirma que los Estados se comprometen a implantar la enseñanza primaria
obligatoria y gratuita para todos).
Si tenemos en cuenta que, a menudo, se habla también de
“escolarización” obligatoria como concepto equivalente al de educación
obligatoria, mientras que otros (como los partidarios del denominado

17
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

homeschooling o educación en casa) son cuestiones totalmente diferentes, la


complejidad de la cuestión parece evidente.
También su relevancia, ya que afecta a cuestiones tan básicas como la
capacidad del Estado para forzar la asistencia de los niños y niñas a la escuela
contra la voluntad de sus padres o su obligación de proporcionar los medios y
recursos necesarios para la formación básica de todos y cada uno de ellos

2.1. Derecho.
Centrándonos, en primer lugar, en la dimensión legal de la educación
obligatoria, parece evidente por las citas anteriores que no existe un
planteamiento único y claro en relación con esta cuestión, lo que se traduce en
decisiones normativas muy diferentes de unos países a otros. Así, mientras
que la mayor parte de los países en Europa establecen en sus ordenamientos
la escolarización obligatoria, países como Suecia, Francia o Reino Unido, por
citar sólo algunos ejemplos, lo que establecen es la obligación de educar a los
menores, sin una prescripción clara acerca de quién debe hacerlo.

En el caso concreto de nuestro país, la escolarización obligatoria data de


la Ley Moyano de 1857, que determina que los padres o tutores deben enviar a
sus hijos a las escuelas públicas que serán gratuitas para aquellos de entre
seis y nueve años cuyos padres no puedan pagarla, indicando expresamente
que, de no hacerlo habiendo escuela a una distancia que les permita concurrir
a ella, serán amonestados y “castigados con la multa de 2 hasta 20 reales”.

En la actualidad, la obligatoriedad de la enseñanza básica se recoge en


el artículo 27 de la Constitución, cuando prescribe que la enseñanza básica es
obligatoria y gratuita y atribuye a los poderes públicos la programación general
de la enseñanza, la inspección y la homologación del sistema educativo, como
en la LODE, que determina en su Artículo 1 que la educación básica será
obligatoria y gratuita”, y en la LOE, que establece directamente por primera vez
la vinculación entre educación básica y escolarización obligatoria, al determinar
en su preámbulo que la educación básica, “de acuerdo con lo dispuesto en la
Constitución, tiene carácter obligatorio y gratuito para todos los niños y jóvenes
de ambos sexos”, comprendiendo la educación primaria y la educación
secundaria obligatoria, etapas en las que la atención a la diversidad se
establecerá “como principio fundamental que debe regir toda la enseñanza
básica, con el objetivo de proporcionar a todo el alumnado una educación
adecuada a sus características y necesidades”.

Entrando en más detalle al respecto, añade lo siguiente:


− En la etapa primaria se pone el énfasis en la atención a la diversidad del
alumnado y en la prevención de las dificultades de aprendizaje, actuando

18
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

tan pronto como éstas se detecten. Una de las novedades de la Ley


consiste en la realización de una evaluación de diagnóstico de las
competencias básicas alcanzadas por el alumnado al finalizar el segundo
ciclo de esta etapa, que tendrá carácter formativo y orientador,
proporcionará información sobre la situación del alumnado, de los centros y
del propio sistema educativo y permitirá adoptar las medidas pertinentes
para mejorar las posibles deficiencias.
− Otra evaluación similar se llevará a cabo al finalizar el segundo curso de la
educación secundaria obligatoria.
− Para favorecer la transición entre la primaria y la secundaria, el alumnado
recibirá un informe personalizado de su evolución al finalizar la educación
primaria e incorporarse a la etapa siguiente.
− La educación secundaria obligatoria debe combinar el principio de una
educación común con la atención a la diversidad del alumnado, permitiendo
a los centros la adopción de las medidas organizativas y curriculares que
resulten más adecuadas a las características de su alumnado, de manera
flexible y en uso de su autonomía pedagógica. Para lograr estos objetivos,
se propone una concepción de las enseñanzas de carácter más común en
los tres primeros cursos, con programas de refuerzo de las capacidades
básicas para el alumnado que lo requiera, y un cuarto curso de carácter
orientador, tanto para los estudios postobligatorios como para la
incorporación a la vida laboral. En los dos primeros cursos se establece una
limitación del número máximo de materias que deben cursarse y se ofrecen
posibilidades para reducir el número de profesores que dan clase a un
mismo grupo de alumnos. El último curso se concibe con una organización
flexible de las materias comunes y optativas, ofreciendo mayores
posibilidades de elección al alumnado en función de sus expectativas
futuras y de sus intereses.
Artículo 4. La enseñanza básica.
1. La enseñanza básica a la que se refiere el artículo 3.3 de esta Ley es obligatoria y
gratuita para todas las personas.
2. La enseñanza básica comprende diez años de escolaridad y se desarrolla, de forma
regular, entre los seis y los dieciséis años de edad. No obstante, los alumnos tendrán
derecho a permanecer en régimen ordinario cursando la enseñanza básica hasta los
dieciocho años de edad, cumplidos en el año en que finalice el curso, en las
condiciones establecidas en la presente Ley.

3. Sin perjuicio de que a lo largo de la enseñanza básica se garantice una educación


común para los alumnos, se adoptará la atención a la diversidad como principio
fundamental. Cuando tal diversidad lo requiera, se adoptarán las medidas
organizativas y curriculares pertinentes, según lo dispuesto en la presente Ley.

19
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

Este planteamiento se ve reforzado en otras leyes diferentes al


ámbito educativo, como la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de
protección jurídica del menor, que fija un deber general de poner en
conocimiento de la autoridad competente los casos de inasistencia habitual e
injustificada al centro escolar (absentismo).
Del mismo modo, el artículo 154 y siguientes del Código Civil, a partir
del artículo 39 de la Constitución, que impone a los padres un deber de
asistencia a favor de sus hijos menores, encomiendan al Juez, de oficio o a
instancia del menor o de cualquier pariente o del Ministerio Fiscal, que dicte
las medidas convenientes para proveer a las necesidades de aquél si se
detecta la no escolarización o su absentismo reiterado.
Pese a la aparente claridad del derecho español en relación con esta
cuestión, existe un cierto número de familias que han realizado una
interpretación diferente, entendiendo que el artículo 27 de la CE de 1978
ampara su derecho a escolarizar a sus hijos e hijas en casa, de acuerdo con
sus creencias y valores, sin proceder a su escolarización en centros de
titularidad pública o privada.
No obstante, es importante señalar al respecto que la Sentencia
133/2010, de 2 de diciembre de 2010, de la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, frente al recurso de amparo interpuesto por varios ciudadanos
contra Sentencias previas de la Audiencia Provincial de Málaga y un Juzgado
de Primera Instancia determina lo siguiente:
“A la vista del art. 27 CE, no cabe excluir otras opciones legislativas que
incorporen una cierta flexibilidad al sistema educativo y, en particular, a la
enseñanza básica, sin que ello permita dejar de dar satisfacción a la finalidad
que ha de presidir su configuración normativa así como a otros de sus
elementos ya definidos por la propia Constitución. Sin embargo, la de cuáles
deban ser los rasgos de esa regulación alternativa del régimen de la
enseñanza básica obligatoria para resultar conforme a la Constitución es una
cuestión cuyo esclarecimiento en abstracto excede las funciones propias de
este Tribunal Constitucional, que no debe erigirse en un legislador positivo.
Procede, por tanto, concluir que la decisión adoptada por el legislador mediante
el art. 9 LOCE (cfr. actualmente art. 4.2 LOE), en cuya aplicación al caso
concreto se adoptaron las resoluciones judiciales impugnadas en este proceso,
resulta constitucionalmente inobjetable, razón por la cual debemos desestimar
el presente recurso de amparo”.

2.2. Extensión.
Tal y como hemos tenido ocasión de exponer al desarrollar los
contenidos relativos al derecho a la educación, de acuerdo con los tratados
internacionales la concepción más extendida ha sido la de considerar como
etapa de formación básica y obligatoria la de Educación Primaria, entendiendo
20
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

que es en ésta en la que se proporcionará a las niñas y niños los fundamentos


instrumentales y de conocimientos básicos que harán posible su desarrollo
integral y su integración social, económica y cultural en el entorno.
Este es el sentido de la filosofía de Educación Para Todos ya
comentada, que ha supuesto en las dos últimas décadas una seria apuesta
pues garantizar el acceso sin exclusiones a, al menos, esos rudimentos de
formación. Pero sin olvidar que en el mundo actual, cada vez más y en un
mayor número de países, la satisfacción de las denominadas necesidades
básicas de aprendizaje va más allá y exige una escolarización más prolongada.
Así, en la práctica totalidad de las sociedades desarrolladas y en un gran
número de países en desarrollo se ha ido redefiniendo el concepto de
educación básica para incluir, junto a la Primaria, una primera etapa de
educación Secundaria.
Volviendo a la Declaración de Jomtien, la idea actual de una
educación básica como la señalada es la de una escolaridad prolongada que
“es más que un fin en sí misma; es la base para un aprendizaje y un desarrollo
humano permanentes sobre el cual los países pueden construir
sistemáticamente nuevos niveles y nuevos tipos de educación y capacitación”.
Una base que incluiría, como sabemos, las herramientas esenciales
para el aprendizaje y los conocimientos culturales fundamentales para
sobrevivir, desarrollar plenamente las propias capacidades, vivir y trabajar con
dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de vida,
tomar decisiones fundamentadas y seguir aprendiendo.

21
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

Para conseguir este ambicioso objetivo, la educación básica y obligatoria


se ha ido extendiendo en duración de forma paulatina hasta ocupar en la
actualidad, en el ámbito de los países de la OCDE, entre nueve y doce años,
con inicio en la mayor parte de los casos a los 6 años de edad cronológica.

En nuestra actual legislación, como indica el artículo 4.2 de la LOE,


modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de mejora de la calidad educativa, la
educación básica comprende 10 años, entre los 6 y 16, que pueden extenderse hasta
los 18 en régimen ordinario (teniendo en cuenta las opciones de no promoción de
curso) y hasta edades superiores en el caso de alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo asociadas a nee:
LOE, Artículo 74. Escolarización.
1. La escolarización del alumnado que presenta necesidades educativas especiales se
regirá por los principios de normalización e inclusión y asegurará su no discriminación
y la igualdad efectiva en el acceso y la permanencia en el sistema educativo, pudiendo
introducirse medidas de flexibilización de las distintas etapas educativas, cuando se
considere necesario. La escolarización de este alumnado en unidades o centros de
educación especial, que podrá extenderse hasta los veintiún años, sólo se llevará a
cabo cuando sus necesidades no puedan ser atendidas en el marco de las medidas de
atención a la diversidad de los centros ordinarios.
Tal y como establece el Capítulo II de la vigente Ley Orgánica de
educación, de los diez años de duración de la educación básica en régimen
ordinario seis corresponderán a la etapa Primaria, en cada uno de cuyos
cursos se impartirán las áreas troncales de Ciencias de la Naturaleza, Ciencias
Sociales; Lengua castellana y literatura; Lengua extranjera y Matemáticas, así
como las áreas específicas de Educación Física, Religión o Valores Sociales y
Cívicos y Educación Artística o Segunda Lengua Extranjera (que podrán
sustituirse por la no elegida en la elección entre Religión y Valores).
En Las comunidades con lengua propia, se deberá cursar también, en el
bloque de asignaturas de libre configuración autonómica, la de Lengua
Cooficial y Literatura.
Los cuatro años restantes corresponderán a la Educación Secundaria
Obligatoria, que se cursará regularmente entre los 12 y los 16 años, prestando
especial atención a la orientación educativa y profesional del alumnado y
siguiendo los principios de educación común y atención a la diversidad.

2.3. Tendencias.
Como se ha ido viendo en las páginas anteriores, en relación con la
educación obligatoria se han venido dando en los últimos años dos tendencias
principales que podrían considerarse, en principio, contradictorias.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

Por un lado, en el plano internacional se ha venido estableciendo cada


vez con mayor claridad la educación obligatoria como un derecho de la persona
que los estados deben garantizar y hacer efectivo a través tanto de una
legislación apropiada como de la creación de infraestructuras y la dotación de
recursos, con el objetivo de alcanzar la plena escolarización antes de finalizar
el segundo decenio del siglo. Es el movimiento conocido como Educación Para
Todos.
Por otro, en las sociedades más avanzadas, en las que la existencia
de un puesto escolar para la educación básica parece estar garantizado para
todos y cada uno, grupos crecientes de ciudadanos, rechazan la obligatoriedad
de escolarizar a sus hijos e hijas con numerosas y variadas razones, a menudo
de índole religiosa o ideológica.

Citando a Fernández Enguita (Escolarizar es la mejor forma de


educar: http://www.oei.es/noticias/spip.php?article3712): “En este asunto pasa
como con la comida. Mientras millones de personas se mueren de hambre, en
los países ricos el problema es cómo adelgazar. Y lo peor es que en ambos
casos el escándalo de la penuria queda silenciado por los pseudoproblemas de
la opulencia. Insisto, es lamentable tener que defender la escolaridad
obligatoria cuando todavía no ha llegado a existir para todos. Es triste tener que
recordar que los derechos a la educación son iguales para todos los niños:
para los niños ricos y para los niños pobres. Quizá esto mismo demuestre que
hace falta más educación. Si todavía hay que enseñar que los derechos de
todos los seres humanos deben ser los mismos es que hace falta más
educación, mucha más educación”.

A) El movimiento de Educación Para Todos (EPT).

El movimiento de EPT se inserta principalmente en el marco de la


reivindicación de los derechos económicos, sociales y culturales como parte de
los derechos humanos fundamentales, sustentándose sobre la idea de que los
Estados han de constituirse en garantes de la satisfacción de las necesidades
básicas de aprendizaje de todos y cada uno de sus ciudadanos, sin excepción.

Pero garantizar la satisfacción de esas necesidades no consiste sólo,


en el momento actual, en proporcionar un puesto escolar de educación básica,
sino en algo mucho más complejo. Como ha señalado Tomasevski (2002), el
proceso histórico de desarrollo del derecho a la educación comenzó con esa
reivindicación y ese compromiso, pero ha ido avanzando al hilo de las
transformaciones sociales, culturales y económicas en el que podemos
distinguir tres grandes etapas:

23
Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

Dicho de otro modo, en la actualidad no se trata de garantizar que los


alumnos y alumnas reciban una enseñanza básica, sino de garantizar la
satisfacción de sus necesidades básicas de aprendizaje, en los términos ya
señalados en otros momentos de este tema: adquisición de habilidades
instrumentales esenciales, adquisición de los conocimientos culturales básicos
y adquisición de los valores y actitudes necesarios para el desarrollo integral de
la persona y para la convivencia respetuosa y la cooperación con los demás
Se trata también, de forma coherente con este criterio, de proporcionar
ayudas diferenciales a quienes más las necesitan, ya sea por sus condiciones
personales o sociales, culturales y económicas, como puede ser el caso de las
mujeres y de las personas con discapacidad. Sobre todo, en entornos en donde
sufren especial discriminación.

B) El movimiento de Educación en Casa (homeschooling).

Tal y como la define Wikipedia, “educación en el hogar, o educar en


casa, es el proceso mediante el cual se persigue la educación de los niños
exclusivamente en el contexto del hogar familiar o en círculos un poco más
amplios (vecindarios, parroquias, etc.), pero en todo caso fuera de las
instituciones tanto públicas como privadas. Es un fenómeno que ha existido
siempre siendo en tiempos pasados la única forma de instrucción intelectual”.
Por supuesto, existen numerosas y diversas motivaciones para la
educación en el hogar, que incluyen desde razones funcionales (vivir en zonas
aisladas, continuos traslados de domicilio…) al argumento de la inseguridad o

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

de la escasa calidad pedagógica de las escuelas, si bien lo más habitual suele


ser la oposición a las leyes de educación por medio de las que el Estado
impone contenidos de aprendizaje que sus defensores entienden como un
adoctrinamiento y una invasión de los derechos de los padres y madres.
Siendo la forma de educación tradicional hasta la creación de los
sistemas educativos modernos y su extensión, son muchos los países que
incluyen la educación en casa como una opción legal, con algunas
regulaciones mínimas en cuanto a control de logros académicos y otras
cuestiones, pese a lo cual en el último siglo ha sido una opción absolutamente
minoritaria en los países desarrollados, hasta que en los años setenta se
planteó abiertamente su defensa desde ciertos postulados pedagógicos (de la
mano de autores como, por ejemplo, Iván Illich o Johnn C. Holt) y en la década
de 1980 empezó a ser promovida en los EEUU desde diferentes instancias.

EL PAÍS. 16 DE FEBRERO DE 2012


En EE UU, el de los motivos religiosos es el caso más común. Según el estudio de 2007
del Departamento de Educación, mencionado previamente, hay tres razones principales
por las que los padres educan a sus hijos en casa. La primera, elegida por el 36% de
encuestados, es precisamente “proveerles de instrucción moral o religiosa”. La segunda,
por la que opta el 21%, es “preocupación por el entorno escolar”. Y, finalmente, un 17% lo
hace por “insatisfacción con la instrucción académica y sus métodos de escolarización”.
Normalmente, esos padres son evangélicos, pero también hay baptistas y católicos que no
escolarizan a sus niños

Ello implica que, hoy por hoy, la educación en casa no es algo


homogéneo, en absoluto, sino muy diverso en sus motivaciones y en sus
formas, pues incluye tanto formas de educación “natural” o “no formales” (sin
contenidos preestablecidos ni métodos pedagógicos determinados, basándose
en el aprendizaje compartido en actividades cotidianas), a diferentes formas de
educación curricular en el hogar a cargo de la familia y de redes de familias,
pasando por alternativas en donde existe una comunidad religiosa que
determina los contenidos y métodos de enseñanza, supervisa el proceso y, a
menudo, se encarga directamente de la educación de todos los hijos e hijas de
sus miembros adultos.

Desde un punto de vista sociológico, en cualquier caso, se trata de una


tendencia creciente en los países de nuestro entorno, con una estimación de
dos millones de niños, niñas y jóvenes “escolarizados” en casa en el caso de
los EEUU.

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

En España, el tema ha sido objeto de pronunciamiento por el Tribunal


Constitucional, declarando (reseña tomada del diario El País):

El Constitucional excluye la educación de los hijos en


el domicilio familiar sin escolarización (El País, 16-12-2010)

Confirma la decisión de un juez de Málaga de escolarizar


obligatoriamente a unos niños que hablaban cinco idiomas y daban
lecciones de música, ciencias y matemáticas en el domicilio familiar

La Sala primera del Tribunal Constitucional ha denegado a unos padres


la posibilidad de formar a sus hijos en su propio domicilio sin escolarizarlos en
un centro oficial. Según la sentencia, la Constitución no prohíbe que se defina
un sistema de enseñanza básica obligatoria, considerado "como un período de
escolarización de duración determinada", pero durante dicho periodo queda
excluida la posibilidad de enseñar a los hijos en el domicilio familiar en lugar de
escolarizarlos.

Los hijos del matrimonio fueron educados por sus padres en su propio
domicilio sin que los menores acudieran a un centro escolar oficial, motivo por
el cual la Fiscalía presentó un expediente para que el juzgado de Coín
acordara la inmediata escolarización de los niños.

Los padres adujeron que sus hijos hablaban cinco idiomas y recibían
clases de música, lengua, ciencias, así como de matemáticas, con una
educación ética bastante completa. Argumentaron además que la educación
que daban a los menores era mejor que la que se impartía en los colegios
públicos con 30 o 40 alumnos por clase y que los profesionales de los servicios
sociales no habían detectado problemas sociofamiliares.

El juzgado ordenó que los niños en edad escolar de entre 6 y 16 años


fueran escolarizados y sin entrar a valorar la calidad de la enseñanza que
estaban recibiendo, dijo que el artículo 27.4 de la Constitución no permitía a los
padres negar a sus hijos el derecho y la obligación a participar en el sistema
oficial de educación.

La sentencia del Constitucional, de la que ha sido ponente su presidenta,


María Emilia Casas, establece la "facultad de los padres de elegir para sus
hijos una educación ajena al sistema obligatorio" y de enseñar "libremente",
pero fuera del horario escolar, y sin perjuicio del deber de escolarización. Los
padres sí tienen, según la sentencia, "la facultad de crear un centro docente"
cuyo proyecto educativo se ajuste mejor "con sus preferencias pedagógicas".

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Tema nº 1. Parte A La Educación como derecho fundamental

En suma, el fallo destaca que la opción de escolarización obligatoria no


viene requerida por la propia Constitución, sino que es una opción legislativa
que la norma fundamental no prohíbe, por lo que "no cabe descartar otras
opciones legislativas que incorporen una cierta flexibilidad al sistema educativo,
y en particular, a la enseñanza básica, sin que ello permita dejar de dar
satisfacción a la finalidad que ha de presidir su configuración normativa".

BIBLIOGRAFÍA

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en el hogar. La práctica de esta modalidad educativa en España.
http://www.unioviedo.es/site09/Addendas/Belando1.pdf
Conferencia Mundial sobre Educación para Todos (1990). Declaración mundial
sobre educación para todos y marco de acción para satisfacer las Necesidades
Básicas de Aprendizaje. Jomtien.
Fdez. Enguita, M. Escolarizar es la mejor forma de educar. EL PAÍS,
22/10/2008
Gimeno, J. (2005). La educación obligatoria. Su sentido educativo y
social.Madrid: Morata.
Queralt, A. (2012). Los orígenes del derecho a la educación como instrumento
de formación cívica del pueblo español. Congreso ACE 2012.
Singh, K. (2010). El derecho fundamental a la educación: Los derechos y las
obligaciones derivadas de Los instrumentos internacionales. Madrid: Fundación
Ciudadanía y Valores.
Tomasevski, K. (2002) ‘Mission to Turkey 3-10 February 2002’, Report
submitted by Special Rapporteur on the Right to Education, UN Doc.
E/CN.4/2002/60/Add. 2.
UNESCO (2015). Educación 2030. Declaración de Incheon y Marco de Acción.
Hacia una educación inclusiva y equitativa de calidad y un aprendizaje a lo
largo de la vida para todos. ED-2015/Educación2030/1.

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