Casa tomada es un cuento del escritor argentino Julio
Cortázar. Se publicó por primera vez en 1947, en la revista dirigida por Jorge Luis Borges “Los Anales de Buenos Aires” y más tarde en el volumen Bestiario, 1951. El cuento comienza de manera realista e introduce paulatinamente un ambiente de distorsión de las leyes naturales. En la narración uno de los protagonistas nos cuenta la historia de dos hermanos (Irene y el narrador) que siempre han permanecido juntos en una casa colonial muy antigua, a la cual han dedicado su vida para mantenerla y cuidarla. Ninguno de los dos se ha casado bajo el pretexto de cuidar la casa y les asquea la idea de que un día, cuando ellos mueran, primos lejanos la vendan para enriquecerse. Poco a poco escuchan los ruidos, sonidos… y estos dos hermanos tienen que ir abandonando partes de la casa que son tomadas por los intrusos. ¿De qué naturaleza son estos intrusos? Es sorprendente con qué facilidad y resignación los dos hermanos abandonan la casa, su casa, y los intrusos “tomaron” la casa. Casa tomada es uno de los cuentos más conocidos de Julio Cortázar y se centra en la expresión de una sensación de invasión. Sin embargo, se han añadido múltiples análisis de este cuento, como los que incluyen elementos psicoanalíticos al sugerir que la casa representaría para los hermanos el útero materno del cual no quieren salir por miedo al exterior. También puede ser que esos hermanos representen a las generaciones intolerantes con las nuevas generaciones o con la juventud que los desplaza lentamente en el tiempo; o tal vez huyan asustados ante la “presencia” de antepasados que los atormentan. Otra interpretación de este relato es la llamada “hipótesis Sebreli”. El hecho de que los dueños de la casa sean hermanos hablaría a su vez de una relación incestuosa (o, en términos de una clase social, de relaciones endogámicas, propias de las elites que tienden a comportarse más como castas). La imagen de Irene tejiendo incesantemente remite, finalmente, a Penélope en espera de Ulises. En una entrevista Cortázar aceptó esta interpretación simbólica aunque aclaró que no había sido su idea original. Sea como fuere, esa amenaza (ruidos extraños) los lectores, la asumamos como algo interno o externo, coinciden en el elemento dual “invasión-expulsión” como central en el relato. Si quieres saber más de las interpretaciones, en los comentarios están las interpretaciones de los alumnos de Literatura Universal.