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MI MISION COMO DOCENTE EN TIEMPO DE CRISIS

-Algunas circunstancias por las que los estudiantes no aprenden pueden ser: pobreza, bajo
nivel de asistencia o influencias negativas de los compañeros.

-El valor e importancia de la conexión humana (las relaciones) en el proceso educativo es


fundamental e indiscutible.

-Por lo tanto, debo esforzarme para establecer una óptima conexión humana con mi
estudiante: Conocer si vino desayunando, indagar por qué razón se duerme durante las
clases o falta recurrentemente, observar si presenta evidencias de maltrato, su
desenvolvimiento social con el grupo de compañeros, entre muchos otros aspectos y toar
acciones positivas y constructivas ante ello.

-Equivocarnos, reconocer nuestros errores y disculparnos con nuestros estudiantes no nos


hace menos al contrario nos evidencia ante ellos como seres humanos susceptible al error,
pero con una gran capacidad de corregir y mejorar. Ellos aprenderán del ejemplo más que
de las palabras.

-Necesitamos con ellos un alto grado de motivación constante que nos ayude a fortalecer su
autoestima y hacerlos conscientes de sus capacidades, todo lo que les digamos se quedará
sembrado en ellos como una semilla y germinará; así que los frutos dependerán de lo que
hayamos sembrado, positivo o negativo.

-Analizar siempre lo que decimos y como lo decimos a nuestros estudiantes casi siempre el
error no está en el fondo sino en la forma como lo comunicamos.

-Quizá con el pasar del tiempo algún estudiante de los que cursaron nuestras clases al
reencontrarnos no recuerde un contenido o que materia impartimos, pero jamás olvidará
un trato afable, un gesto alegre, un consejo, una palabra amable de su maestro.

Esta es la maravillosa forma de trascender que tenemos el privilegio los maestros.

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