De acuerdo al estudio realizado por Olga Castanyer Mayer-Spiess podemos

extraer que como docentes, para desarrollar la asertividad en los niños y niñas en
general es saber escucharlos a cada uno de ellos, y ser empáticos en diferentes
situaciones cotidianas.

Es importante que en el hogar se incluyan a los niños en las conversaciones

familiares, dejando expresar sus opiniones y emociones vividas en su jornada
escolar, estas instancias ayudan a los niños y niñas a generar confianza y
seguridad en sí mismo, y así poder desenvolverse de mejor manera en su
establecimiento educacional, incluyendo la comunidad educativa, profesores,
compañeros, docentes, et, mejorando la comunicación entre todos los agentes
educativos que lo rodean.

Pick y Vargas (1990) afirman que “para ser asertivo se necesita aceptarse y
valorarse, respetar a los demás, permanecer firmes en las propias
opiniones, comunicar con claridad y directamente, en el lugar y momento
adecuados y de forma apropiada, lo que se quiere o se necesita decir”

Es por esto que para poder generar una buena asertividad en los niños y niñas,
debemos generar instancias de comunicación para hacer partícipes a los niños y
niñas en diferentes problemáticas presentadas, y reforzar conductas débiles y
alagar diferentes conductas positivas, sin llegar a la exageración, puesto que esta
actitud genera incomodidad en los estudiantes.

Según Olga Castanyer Mayer-Spiess explica que en una problemática, nosotras

como docentes debemos mantener un lenguaje positivo y constructivo al
interactuar con nuestros estudiantes, ya que generamos un ambiente propicio y
adecuado para trabajar en el aula, utilizando palabras agradables con un tono
relajado propiciando la comunicación.

También, se plantea que para tener una adecuada conducta asertiva con los niños
debemos tener en cuenta:
 Proyecciones negativas en nuestros estudiantes: Muchas veces, tendemos
a proyectar nuestros propios temores y experiencias en el aula, tendemos a
sobreproteger a un niño por diferentes cualidades que posee, por lo cual
esto genera en el niño inseguridad y poco asertividad al no saber cómo
actuar ante situaciones conflictivas.
 No confundir un error puntual con una característica personal: como
docentes no debemos “tachar”a un niño por alguna cualidad que posea,
afecta personal y socialmente, lo hace un niño inseguro y pierde la
asertividad en sus acciones y relaciones con sus pares.
 Expectativas razonables de acuerdo al nivel y la edad: Debemos tener
conciencia del desarrollo que tiene cada niño de acuerdo a su edad, como
docente debemos ser asertivos en cuanto a la exigencia pedagógica y
personal de forma gradual y acorde a su etapa de desarrollo.