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Didáctica de Educación Inicial I

Clase N° 3
El Rol docente en el J.M.:
Dimensiones y modos de intervención.

Queridas alumnas nos encontramos nuevamente en esta clase con el propósito de


continuar trabajando sobre la enseñanza en el Jardín Maternal, específicamente nos
detendremos en un aspecto central vinculado a la misma: el rol del docente.
Entonces… retomando las situaciones que analizaron en la clase n° 1, podemos decir
que en todas las acciones observadas se visualiza un educador que enseña. Enseña
mediante acciones que suponen la construcción de escenarios alfabetizadores; el hacer
“con el otro” y “por el otro”; comparte emociones, expresiones de afecto; observando con
atención a los pequeños y principalmente mediante la disponibilidad corporal.
Esto nos permite caracterizar el rol del docente–educador como figura de sostén,
acompañante afectivo y artesano de la enseñanza. Ello implica reconocer que se
constituye en un “otro significativo” para el niño cuando se hace cargo de acompañar el
desarrollo personal y social. Esto lo logra con las formas de enseñar centradas en el
compartir expresiones mutuas de afecto, el cuidar los vínculos estables, el ofrecer un trato
individualizado, el atender las necesidades de bebés y niños pequeños con una mirada
atenta y amorosa.
Por otra parte, el educador actúa como mediador de la cultura en tanto opera como
intermediario entre el niño y los bienes culturales que pone a su disposición; los bienes
que ofrece en escenarios, lecturas, “decires”, “haceres”, cotidianos, materiales, etc.
El educador ha de diseñar intencionalmente estas actuaciones, estas formas de enseñar
para lograr acompañar y concretar una educación integral. En este sentido, decimos que
el educador es un “artesano” de la enseñanza porque ha de anticipar, planificar su tarea,
pero su propuesta ha de responder artesanalmente a cada situación, grupo, familias,
comunidad, contextos singulares, armando propuestas particulares pensadas para ayudar
a aprender en situaciones de enseñanza enriquecedoras que amplíen los contextos de vida
de los niños.
Pero…. cuáles son estos modos de intervención? ¿Cuáles son las diferentes formas de
enseñar a niños de 45 días a 3 años?
Para responder estos interrogantes es necesario recuperar los aportes que diferentes
autores desarrollan con respecto a qué debemos considerar a la hora de enseñar a niños
menores de tres años:
Goldshmied, E. (2000), afirma que es fundamental satisfacer las necesidades emocionales
de los niños en una escuela infantil, dado que esto tiene implicaciones en todos los
aspectos del desarrollo. Con respecto a la importancia de mantener un vínculo estable con
un adulto en particular, elabora una propuesta que denomina “la persona clave”.
En esta propuesta, se suma a lo dicho por Willis y Riciutti respecto de la necesaria
continuidad de las personas que están a cargo de los niños, el trato individualizado,
afectivo y amoroso. Explica que una persona clave para un niño pequeño es alguien con
quien tenga un trato especial, individualizado, particular todos los días. Propone construir
un espacio al que llama isla de intimidad preparado con almohadones, algunos variados
juguetes y objetos para que el educador destine a cada niño un tiempo de juego
individualizado con cada uno todos los días. Lo interesante es que propone un modo
concreto y práctico de organizar los subgrupos de bebés y niños, los espacios, los tiempos
diarios para actuar en función de un principio enunciado y compartido por todos los
teóricos que se ocupan de la educación infantil, como lo es el lograr construir vínculos
afectivos saludables para acompañar un desarrollo pleno de los niños.

Los autores Willis, A y Ricuitti, H. ( 1985 ) en el texto Orientaciones para la Escuela


Infantil de 0 a 2 años, en su capítulo primero presentan los objetivos y principios a tener
en cuenta para organizar la tarea de enseñanza con los bebés y niños pequeños.
A continuación, se transcriben algunos de los principales enunciados de sus principios, a
saber:

 El cuidado de los niños debe ser individualizado, es decir, las prácticas de


atención deben estar hechas a la medida de cada bebé.
 Debe haber continuidad en las personas que están al cuidado del niño.
 Hay que atender a los niños de una manera afectiva y con calidad para
hacerles sentir que son especiales.
 Debe haber un equilibrio entre la uniformidad y la variedad, tanto en las
prácticas de la educadora como en el ambiente físico que le rodea.
 El entorno físico y social en el que el bebé pasa una buena parte del día debe
proporcionarle las suficientes respuestas para que aprenda que ejerce cierto
control sobre él.
 Toda experiencia sirve de aprendizaje y el niño necesita una atención que le
permita tener buenas oportunidades para aprender y para relacionarse
socialmente a través de las rutinas diarias.
 El bebé necesita ser protegido de la sobre estimulación y el desorden.
 Debe evitarse que el niño este expuesto en exceso a una inquietud profunda o
prologada.
 El bebé puede comenzar muy temprano a adoptar la actitud de que aprender
es algo agradable.
 El niño aprende y disfruta mucho relacionándose con otros bebés. Para hacer
un buen trabajo, la educadora debe disfrutar con su papel.
 En un buen proyecto de educación infantil debe existir un equilibrio entre las
prácticas educativas del centro y las del hogar.

La autora Elizabeth Marotta, ya en el año 1998, reconoce que más allá de los estilos
personales de cada docente hay tres modalidades de organizar la tarea en el maternal que
aparecen siempre. Estas son:

- Acciones y vinculación directa con cada niño en particular;


- Propuesta de la misma actividad a todo el grupo;
- Facilitación de un ambiente y una situación para aprender.

En el siguiente esquema se visualizan las relaciones entre el propósito central de las


instituciones que educan a los niños menores de 3 años (la Educación Integral), los ejes
de experiencias/contenidos a enseñar (Desarrollo personal y social y Alfabetización
cultural), el rol del educador como acompañante afectivo, mediador cultural y artesano
de la enseñanza y las formas de enseñar.
Una Educación Integral supone ofrecer experiencias educativas que
contribuyan a concretar los procesos de…

Desarrollo personal y social.


Alfabetización cultural
(Zabalza 2000) (Zabalza 2000)
Alfabetización (Frabboni 1986)
Socialización (Frabboni 1986)

EL ROL DOCENTE

El educador como acompañante El educador como mediador de


afectivo, figura de sostén, se hace cultura se hace cargo de promover
cargo, se responsabiliza del desarrollo los procesos de alfabetización
personal y social cultural

FORMAS DE ENSEÑAR

Compartiendo expresiones de
Construyendo escenarios
afecto mutuo
Realizando acciones conjuntas al
Ofreciendo disponibilidad
ofrecer bienes de la cultura para
corporal
escuchar, explorar, mirar
Acompañando con la palabra
Observar
Observando

El educador como artesano de la enseñanza ha de planificar, anticipar, qué y cómo enseñar,


atendiendo a las características particulares de los niños, las familias, la comunidad, los
contextos en los que se desarrolla su tarea.

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