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Antal Leyva Pulido.

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Historia 8. Respuesta a la pregunta tres del examen.


¿Por qué consideró Heidegger que la “hermenéutica de la facticidad” era una
ciencia “preteórica originaria”? Señala en qué aspectos esta propuesta implica
una crítica a la filosofía trascendental centrada en la figura de la subjetividad
pura.

Al mentar “hermenéutica de la facticidad” es esencial despejar los conceptos de


hermenéutica y facticidad para exponer de qué se está hablando y con ello poder dilucidar
en qué sentido esta es una ciencia que se distancia de la idea de ciencia natural por ser
precisamente preteórica originaria.
A partir de un análisis de la teoría hermenéutica de Friedrich Schleiermacher, quien
propone la hermenéutica como un arte de entender el habla de otro 1, Guillermo Dilthey
despliega una teoría que le da independencia a las ciencias del espíritu de las ciencias
naturales tomando la hermenéutica como una doctrina del arte de la interpretación de
textos. Esta teoría propone un fundamento gnoseológico de las ciencias del espíritu basado
en la hermenéutica como una tarea particular de la filosofía. La hermenéutica que Dilthey
desarrolla tiene un punto de vista temático, como metodología de las ciencias
hermenéuticas del espíritu. Heidegger, frente a esto, considera que la hermenéutica no debe
entenderse sólo como una tarea particular, sino que la comprensión es un fenómeno, y en
tanto es un fenómeno determina ontológicamente al humano. La filosofía, por ello, debe ser
propiamente hermenéutica.
Hermenéutica, en los términos en que la toma Heidegger, no refiere a una teoría de
la interpretación, sino a un modo de comunicar, interpretar y explorar la facticidad. Esto es
considerado por él como su significado originario, aludiendo a su génesis terminológica. Al
hacer un recuento de lo que mienta ‘hermenéutica’ a lo largo de la historia, desde la
1
Martin Heidegger, Ontología: hermenéutica de la facticidad, trad. Jaime Aspiunza (Madrid: Alianza, 2000).
P.31
etimología como guía, su significado originario se remonta a ἑρμηνευτικὴ ,en relación con
el dios Έρμῆς [Hermes], dios del oOimpo, intérprete y mensajero que cruza las fronteras.
En la antigüedad ,la hermenéutica es puesta en relación con la voz y la transmisión, aspecto
que para Heidegger es importante por tratarse en las diferentes interpretaciones como una
función “que hace accesible algo en cuanto estando aquí presente, mostrándose
abiertamente”.2 A la filosofía aristotélica le es propio un tipo de conocimiento como
desocultamiento, expresado en griego como ‘αλήθεια’. Este sentido ‘originario’ le permite
asimilar que la hermenéutica concibe que su objeto a interpretar está de algún modo ya
interpretado y al mismo tiempo abierto a su interpretación. Este carácter señala que la
hermenéutica no está incidida primariamente por una intencionalidad, sino que esta es un
modo del existir. Es aquí donde facticidad y hermenéutica cobran su relación intrínseca. La
“(f)acticidad es el nombre que le damos al carácter de ser de ‘nuestro’ existir ‘propio’. Más
exactamente, la expresión significa: ese existir en cada ocasión (fenómeno de la
‘ocasionalidad’; véase ‘demorarse’, ‘no tener prisa’, ‘estar-en-ello’, ‘estar aquí’) en tanto
que en su carácter de ser existe o está ‘aquí’ por lo que toca a su ser”.3 La existencia es
posibilidad y en tanto existir ‘es’ posibilidad (siendo que el existir como un existir en cada
ocasión es la existencia presente como posibilidad histórica), en esta se sitúa la facticidad
como aquello que viene de antemano y por ello de algún modo esboza el porvenir.
“Fáctico, por consiguiente, se llama a algo que ‘es’ articulándose por sí mismo sobre un carácter de
ser, el cual es de ese modo. Si se toma el ‘vivir’ por un modo de ‘ser’, entonces ‘vivir fáctico’ quiere
decir: nuestro propio existir o estar-aquí en cuanto ‘aquí’ en cualquier expresión abierta, por lo que
toca al ser, de su carácter de ser.”4
Desde la facticidad se interpreta la existencia y los conceptos que se esbozan de esta
interpretación son llamados existenciarios. Pero antes de poner en la mesa los conceptos de
existencia y existenciario, es menester terminar de desarrollar la relación entre
hermenéutica y facticidad que ya se ha esbozado.
Dirá Heidegger que “el interpretar mismo es un cómo posible distintivo del carácter
de ser de la facticidad. La interpretación es algo cuyo ser es el del propio vivir fáctico”. 5 La
interpretación es un modo del existir y la facticidad refiere al carácter de ‘existir en cada
2
Ibid, p.29
3
Ibid. P.25
4
Ibid. P.26

5
Ibid. P33
ocasión’. El carácter fáctico de la interpretación no puede estar presente de modo temático,
ya que viene de antemano y esboza un porvenir. Su modo de ser es el ser-posible, variable
en cada situación. La hermenéutica no puede, pues, poner un objeto ante sí, sino que el
cuestionar hermenéutico debe estar abierto a la marcha y a su carácter de ser-posible. Su
objetivo es un conocer existencial. La hermenéutica es en relación con la facticidad porque
su quehacer está puesto en la existencia, pero este objetivo al considerarse desde la
facticidad alerta de “cuándo y hasta qué punto aquella pide la interpretación propuesta” 6.
Estas premisas señalan de forma sintética tres hechos: 1° El carácter de ser de ‘nuestro’
existir ‘propio refiere a la posibilidad que acaece por tener algo ya de antemano que esboza
un porvenir. En este sentido la interpretación tiene el carácter de tener algo de antemano
que no puede ser tematizado, sino que ‘es’ posibilidad. 2° La hermenéutica debe tener en
cuenta este carácter de la interpretación y a esto se refiere tener en cuenta en su objetivo la
facticidad. Su cuestionar se dirige con respecto al ser-posible de la interpretación que no
puede ignorar. “La hermenéutica habla desde lo ya-interpretado y para lo ya-interpretado”. 7
3° En tanto la hermenéutica tiene como objetivo la existencia y en su interpretación toma la
facticidad, tiene la tarea de un entendimiento nombrado por Heidegger como: “el estar
despierto del existir para consigo mismo”.8 Esto quiere decir que hace accesible al existir
mismo su propia alienación, esto es, que la existencia propia, ‘siendo’, se articula sobre sí
misma teniendo algo que viene de antemano esbozando el porvenir. Esta posibilidad que
acaece en la hermenéutica podría entenderse como una posibilidad de autoconciencia.
Ahora, para explicar en qué sentido Heidegger comprende la hermenéutica fáctica
como una ciencia preteórica originaria, es necesario explicar cada una de las nociones que
constituyen este concepto. Por un lado, desarrollaré en qué medida es esta una ciencia, y su
diferencia con la ciencia natural. Por otro, expondré la comprensión heideggeriana de la
fenomenología como método de investigación. Esto permitirá entender que la
fenomenología es el método adecuado de la hermenéutica fáctica ya que interroga fuera de
presupuestos; incluso pone en cuestión que su pretensión de interrogación radical es
realizable. Esto aclara de igual forma el porqué de la ya expuesta descripción de aquello
que se entiende por originario con respecto a la hermenéutica, que he desarrollado al inicio.

6
Ibid. P.33
7
Ibid. P.37
8
Ibid. P.33
¿Qué modo de interpretar es propio de las ciencias naturales? La ciencia natural
tiende a tomar el fenómeno desde su manifestación, desde su mostrarse. Esto se entiende
como tomar algo desde su presencia, como un objeto para un sujeto. ¿Qué conlleva esta
interpretación? Determinar lo ente como se muestra a la experiencia y que ha sido un
rumbo tomado en cierta medida por la filosofía. Esta orientación se ve marcada en la
filosofía por la teoría del conocimiento que busca condiciones de este conocimiento en la
conciencia. Heidegger considera que esta orientación no se dirige a una reflexión profunda
del objeto de la filosofía por rechazar otros modos de ser-objeto de lo ente. La ciencia a la
que alude Heidegger es una ciencia no teórica, “una tematización capaz de evitar instalarse
en modos de consideración y estados de cosas no originarios, sino constituidos por la
misma pretensión de conocer algo”.9 Esta pretensión se relaciona con el método que
Heidegger utiliza, que es el fenomenológico. Este modo de proceder se denota en su modo
de tematizar, por ejemplo, el mundo circundante, la espacialidad, la vivencia, etc., en sus
libros y cursos que van de 1919 a su obra magna Ser y tiempo, de 1927. La ciencia propia
de la hermenéutica fáctica concibe a esta como la idea de una investigación libre de
presupuestos.
La fenomenología viene a ser la vía, el método de investigación de la hermenéutica
de la facticidad, ya que guía la investigación a evaluar cómo son tomados los objetos desde
un determinado mirar. Esto es contrario a tomar el objeto desde la familiaridad, desde una
certidumbre de lo verdadero, que no se reconoce a sí misma como tomando una
representación. La pretensión en este método es aprehender algo libre de encubrimientos en
tanto se supera un punto de partida mientras se evalúa la historia de su encubrimiento. Este
proceso se asemeja a la hermenéutica nietzscheana que escudriña en la historia los
prejuicios que se han establecido y mantenidos intactos. La fenomenología sin historicidad
tomaría su estudio desde una evidencia, desde la superficialidad. El carácter preteórico y
científico de la filosofía como hermenéutica fáctica hasta este punto ha quedado
ligeramente claro, pero la relación entre estos caracteres y por qué la filosofía para

9
Lara, Francisco, "¿CIENCIA ORIGINARIA O CIENCIA DEL ORIGEN? UNA DISCUSIÓN DE LA FILOSOFÍA DE
HEIDEGGER EN SUS CURSOS DE 1919 A 1921." Revista de Humanidades, vol. , no. 30, 2014, Redalyc,
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=321232867003 P. 58
Heidegger debe plantearse como una ciencia preteórica originaria se denota en qué se
comprende por originario.
Para Heidegger, el problema de cómo fundar un conocimiento en la filosofía como
hermenéutica fáctica, que no proceda del modo en que lo hace la teoría del conocimiento o
del fundamento de la condición de posibilidad de la filosofía trascendental, se encuentra en
la interpretación de lo originario. Xolocotzi Angel abre la cuestión con esta frase, que
denota ya la dirección de su desarrollo : “Si entendemos la cientificidad en relación con el
conocimiento, entonces también debemos entender la cientificidad originaria en relación
con un conocimiento originario.”10 Y es que la ciencia originaria no tiene un conocimiento
fundado sino que “se refiere a la actitud fundadora comprendedora, es decir,
hermenéutica”.11 El carácter científico de la ciencia, lo que constituye su cientificidad, no
está en el ámbito teórico, sino en su aspecto hermenéutico preteórico. Es importante
recordar aquí que la hermenéutica, tal como la plantea Heidegger, concibe que su objeto a
interpretar está de algún modo ya interpretado y que al mismo tiempo está abierto a su
interpretación; no es intencionada y por ende teorética sino que es un modo de existir.
Tiene por único objeto aquello en lo que ya estamos siempre. Lo pretende desvelar, abrirlo
y se abstiene de ponerlo ante sí como objeto posicionándose fuera de él. Este carácter
circular de la hermenéutica con respecto a la existencia está presente en la explicación que
previamente expuse de ‘el estar despierto del existir’ para consigo mismo y que en
Ontología: hermenéutica de la facticidad Heidegger lo plantea de la siguiente forma:
“La hermenéutica tiene la labor de hacer el existir propio de cada momento accesible en su carácter de
ser al existir mismo, de comunicárselo, de tratar de aclarar esa alienación de sí mismo de que está
afectado el existir. En la hermenéutica fáctica se configura para el existir una posibilidad de llegar a
entenderse y de ser ese entender.”12
Con este párrafo ha quedado clara la idea de por qué la filosofía como hermenéutica de la
facticidad es una ciencia “preteórica originaria. Ahora falta desarrollar su crítica hacia la
filosofía trascendental centrada en la figura de la subjetividad pura.
Para contestar esto hay que tener en cuenta lo que he desarrollado hasta ahora con
respecto a la fenomenología hermenéutica de Heidegger. Como se ha expresado, el modo

10
Angel Xolocotzi Yáñez, Fenomenología de la vida fáctica: Heidegger a ser y tiempo (México: Universidad
Iberoamericana, Plantel Santa Fe ; Plaza y Valdés, Editores, 2004). P.48
11
Ibid. P.49
12
Heidegger, Ontología: hermenéutica de la facticidad P.33
de tratar los fenómenos parte de la hermenéutica como modo de acceso a las vivencias;
pero no sólo esto, sino que la hermenéutica tiene un carácter circular. Aquello que acarrea
este carácter circular es la expresión de un modo de acceso que tematiza la vida de forma
preteórica originaria. Pretende ir a dar con el fenómeno de la vida desde el trato con esta y
no desde su teorización. Heidegger se aleja de la conciencia como campo temático de la
investigación fenomenológica que pone en práctica Husserl, y también de lo que él concibe
como una preocupación por la certeza (presente en la ontología tradicional). Esta
preocupación por la certeza tiene el respecto de llegar a fin con una cuestión por medio de
la adecuación a una idea. Husserl, según Heidegger, radicaliza esto al ignorar una pregunta
por el carácter de ser de la conciencia y desarrollar más bien una ciencia fundamental que
considera al ente desde la adecuación con respecto al tema de esta ciencia fundamental,
esto es desde la conciencia. 13 La conciencia pura de Husserl es determinada a partir una
ontología ajena a la conciencia, sobre este respecto Heidegger escribe:
“El ámbito de la conciencia pura es, en la medida en que se alcanza mediante el proceso de
reducción trascendental, primero, en tanto que conciencia pura, simplemente la unicidad de la corriente
de conciencia de un determinado ser individual. Pero, así, no es todavía propiamente el ámbito posible
de una ciencia. Lo que interesa es obtener proposiciones científicas, y no proposiciones que hablen de
esta o de aquella conciencia pura.”
La división metódica se guía por determinaciones ontológicas como género, especie,
singularidad eidética, diferencia específica, etc., las cuales no mientan nada del ser de la
conciencia.
La conciencia como campo temático de la investigación fenomenológica que pone
en práctica Husserl se distingue en el modo de tratar los fenómenos y acceder a ellos de
aquel propuesto por Heidegger. Mientras, como se ha visto, el tratamiento y acceso tiene un
modo unitario desde la hermenéutica, Husserl trata la fenomenología como reflexión y su
acceso a la esfera fenomenológica y trascendental es por medio de la ἐποχή y de la
reducción. Este tratamiento y acceso son teoréticos, aspecto crucial de diferencia entre
ambos pensamientos, el heideggeriano y husserliano. Ya he planteado antes la insistencia
de Heidegger por evitar un tratamiento teórico. Dice Xolocotzi respecto a el tratamiento y
acceso propuesto por Husserl:

13
Martin Heidegger, Introducción a la investigación fenomenológica, trad. Juan José García Norro, 2008.
P.270
“La reflexión trata todos los fenómenos reflexivamente como lo objetual, en la medida en que sólo es
posible acceder a ellos al hacerlos objeto (…) o como una determinada contemplación teórica del
objeto (…). En la reflexión en sentido amplio la vivencia pasa a ser una vivencia contemplada y
correspondientemente el yo reflexionante se modifica: ya no vive más en la vivencia prerreflexiva sino
en la vivencia reflexionada.”14
Mediante la ἐποχή y la reducción, se accede a una esfera trascendental
fenomenológica abandonando una actitud natural y trascendental. Esto pertenece al ámbito
de lo teorético en tanto el mundo perceptible se suspende y se hace objeto de la vivencia
contempladora. La fenomenología de Husserl está determinada teoréticamente. El origen
comprendido por Husserl, como origen precientífico, es una proposición definitiva desde lo
cual todo es deducible; asimismo cumple la pretensión de fundamentar la ciencia. Tal
comprensión es contraria al ‘origen’ heideggeriano como vida y vivencia. Por un lado, el
origen precientífico puede ser indagado desde la comprensión de la fenomenología en
sentido reflexivo pretrascendental o trascendental (esto es descubrir la vida trascendental de
la conciencia por medio de la ἐποχή y la reducción 15) y por otro, el origen Heideggeriano es
buscado desde la fenomenología hermenéutica.
El modelo filosófico de Husserl es dirigido por la conciencia manteniendo una
dicotomía entre sujeto y objeto en relación con el conocimiento. La subjetividad
trascendental de Husserl tiene limitaciones importantes para Heidegger que lo impulsan a
reformular el modo de tratar y acceder a los fenómenos, apostando por una filosofía como
hermenéutica de la facticidad.

14
Angel Xolocotzi Yáñez, Fenomenología de la vida fáctica: p. 125
15
Angel Xolocotzi Yáñez, Fenomenología de la vida fáctica P.62

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