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CASO PRÁCTICO

PUNTO

El cambio organizacional es una actividad esporádica. Es decir, comienza en cierto punto, continúa
a través de una serie de etapas y culmina con un resultado que los involucrados esperan sea una
mejoría respecto del punto inicial. Tiene un principio, un punto medio y un final.

El modelo de tres etapas de Lewin representa una ilustración clásica de este punto de vista. El
cambio es visto como una ruptura del equilibrio de la organización. El status quo se ve alterado y
es necesario el cambio a fin de establecer un nuevo estado de equilibrio. El objetivo del
congelamiento es establecer la nueva situación para que balancee las fuerzas impulsoras y
restrictivas.

Algunos expertos afirman que el cambio organizacional debe considerarse como un sistema de
balanceo constituido por cinco variables que interactúan dentro de la organización: personas,
tareas, tecnología, estructura y estrategia. Un cambio en cualquiera de estas variables tiene
repercusiones en una o más de las otras. Este punto de vista es esporádico en el sentido que
caracteriza al cambio organizacional esencialmente como un esfuerzo para guardar el equilibrio. El
cambio en una variable desencadena una serie de eventos que, si se administran de manera
apropiada, requiere que se ajusten las demás variables para lograr un nuevo estado de equilibrio.

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CASO PRÁCTICO

Otra manera de concebir el punto de vista esporádico sobre el cambio es considerar la


administración de éste como el capitanear un barco. La organización es como un buque grande que
viaja por el tranquilo mar Mediterráneo hacia un puerto específico. El capitán de la nave ha hecho
este recorrido cientos de veces antes con la misma tripulación.

Sin embargo, de cuando en cuando se desata una tormenta y los marineros tienen que responder. El
capitán hará los ajustes apropiados –es decir, implementará cambios– y maniobrando en medio de
la tormenta llevará la nave a aguas tranquilas. Igual que esta travesía del barco, la administración
de una organización tiene que verse como una jornada con un comienzo y un final, con la
implementación del cambio sólo en forma ocasional como respuesta a una ruptura del status quo.

CONTRAPUNTO

El enfoque esporádico tal vez sea el paradigma dominante para manejar el cambio organizacional,
pero ya es obsoleto. Se aplica a un mundo de certidumbre y predecible. El enfoque esporádico se
desarrolló en las décadas de 1950 y 1960, y refleja el ambiente de esa época. Trata al cambio como
la perturbación ocasional de un mundo pacífico. Sin embargo, se parece poco al ambiente actual de
cambio constante y caótico.89

Si se desea entender lo que significa administrar el cambio en las organizaciones de hoy, hay que
pensar en él como algo equivalente a un permanente descenso por los rápidos de un río.90 La
organización no es un buque grande sino que se parece más a una balsa de 12 metros. En lugar de
navegar por un mar tranquilo, la balsa debe descender por un río rugiente cuyo flujo forma rápidos
ininterrumpidos.

Para empeorar las cosas, la balsa es tripulada por 10 personas que nunca antes han trabajado ni
viajado juntas por el río, gran parte del viaje se hace en la oscuridad, el río consta de curvas y
obstáculos inesperados, no está claro cuál es el destino exacto y a intervalos regulares es necesario
llevar la balsa a la orilla para que se agreguen nuevos tripulantes y otros se bajen. El cambio es un
estado natural y su administración es un proceso continuo. Es decir, los gerentes nunca pueden
darse el lujo de salir de los rápidos espumosos.

Lo estable y predecible que caracteriza al punto de vista esporádico ya no refleja al mundo en que
vivimos. Las perturbaciones del status quo ya no son ocasionales o temporales ni van seguidas de
la vuelta a un estado de equilibrio. En realidad no hay estado de equilibrio.

Los gerentes de hoy enfrentan un cambio constante que colinda con el caos. Están forzados a jugar
un juego en el que nunca antes habían participado, gobernado por reglas que se dictan a medida que
el juego avanza.

Referencia
1. Robbins, S., Judge T. (2009). Comportamiento organizacional. Pearson: México

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Instrucciones para el desarrollo de la actividad

I. Luego de leer el punto y contrapunto, responda las siguientes interrogantes:

Elija con cuál de las opciones se identifica más a través de una explicación amplia.

Para mi punto de vista me voy con el contrapunto, ya que las empresas deben estar
siempre atentas a los cambios que surgen día a día, no esperar a que suceda un cambio
para ver cómo se puede afrontar, deben de estar listas para cualquier cambio. Ya que
hoy en día por los temas de las tecnologías las empresas viven en un constante
cambio, es ahí donde tienen que estar preparadas, para que en cada cambio siempre
tengan como afrontar, estando preparadas para siempre encontrar su punto de
equilibrio, no esperando a que va a pasar.

Comparta alguna experiencia laboral que justifique el por qué haya elegido el cambio
constante o esporádico.

Una experiencia de caso constante se da en los call center, ya que debido a su


actividad económica, son empresas dadas a mantener un cambio constante, sobre los
procesos y procedimientos a nivel interno. Por ejemplo: el número de personas
asignadas a campañas de venta, el cambio constante de horarios de trabajo debido a la
necesidad que se tenga durante 1 semana o un día en específico, las diferentes
estrategias diarias, semanales o mensuales que se tengan sobre un objetivo o una meta
a cumplir.

Entendiendo que el cambio constante es la tesis y el esporádico es la antítesis, elabore la


síntesis.

Considero que las empresas hoy en día presentan estos dos tipos de puntos, algunas lo
manejan dependiendo de sus empresarios y organizaciones internas, y otras analizando
lo que puede suceder con el pasar del tiempo, es complicado predecir que puede pasar en
el mercado, pero pienso que deben de estar pendientes a los cambios para siempre poder
tener un punto de equilibrio, si que este sea una sorpresa para las compañías.

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