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a la educación
Alejandra* comenzó a estudiar cuando tenía 5 años, en la aldea Estancia Grande, municipio de
San Juan Sacatepéquez, cercano a la capital. Todo iba bien en la escuela porque a la niña le
encantaba llevar sus cuadernos y su bolsón bien arreglado. A ella le gustaba conversar con su
maestra y participar en el equipo de futbol femenino.
Pero un día, a su mamá le dio un derrame cerebral y Alejandra tuvo que interrumpir sus estudios para
ayudar en la casa. Había que barrer, encender el fuego, lavar en el río y hacer mandados. La hermana
mayor ya estaba casada y vivía aparte, y los otros hermanos, a excepción de la pequeña, eran va-
rones, así que la responsabilidad recayó en Alejandra hasta que su madre se recuperara. Al cumplir
los 13 años y para pagar la deuda contraída con los servicios médicos, Alejandra se fue a trabajar a
una tortillería de la zona 7 de la capital, donde se venden tortillas “los tres tiempos”. Allí empezaba sus
tareas a las 5 de la mañana y las concluía alrededor de las 6 de la tarde, por una paga mensual de
Q600.00. Su trabajo también incluía lavar la ropa y ayudar a limpiar la casa de la dueña del negocio.
El caso de Alejandra demuestra cómo las niñas indígenas son quienes menos
oportunidades tienen para acceder a la escuela o permanecer en ella. Esta
situación se debe a un entramado de factores socioeconómicos, falta de ser-
vicios públicos y seguridad social, así como el lugar de residencia, algunos
Situación de la niña indígena en Guatemala 30
* Nombre ficticio.
tenía una diferencia del 8% desfavorable para las niñas. Para el 2004,
Las niñas indígenas son quie-
esa diferencia se ubicó en un 4%.
nes menos oportunidades tie-
nen para acceder a la escuela
Existen avances en la expansión de la educación primaria, la que llega
o permanecer en ella. a alcanzar coberturas superiores al 90% a partir de 2004. No obstan-
te, las tasas de deserción y de repitencia escolar hacen que el país se
encuentre lejos de alcanzar la tercera meta de los Objetivos del Milenio:
“velar porque todos los niños y niñas puedan terminar un ciclo completo
de enseñanza primaria”.
Gráfica 1
Estudiantes que comienzan el primer grado
y culminan el sexto grado
Por su parte, la Ley de Educación Nacional, Decreto 12-91, establece los principios y fines de la
educación. En el artículo 1, literal a, se indica que la educación “es un derecho inherente a la per-
sona humana y una obligación del Estado”, y en la b, que la educación debe basarse “en el respe-
to a la dignidad de la persona humana y el cumplimiento efectivo de los Derechos Humanos”.
Beneficios de la primaria
Se ha comprobado que seis años de educación primaria formal le permitirían a la niña:
1. Mejorar las condiciones de salud familiar.
2. Darle una mejor nutrición a los niños y niñas.
3. Reducir la morbilidad y mortalidad infantiles.
4. Aumentar la esperanza de vida.
5. Mejorar el nivel de vida de la población.
6. Desarrollar habilidades y destrezas para proporcionar oportunidades de trabajo, así como
la productividad familiar, comunal y nacional.
7. Promover un cambio de actitudes y comportamientos, tanto de la niña como de las per-
sonas que la rodean.
Otilia Lux de Cotí
* Nombre ficticio.
Los antecedentes educativos La antropóloga Irma Alicia Velásquez ha analizado este fenómeno en
de la madre y del padre de la la comunidad k’iche’, pero que se extiende en otras etnias del país.
niña indígena también deter- Según ella, mientras este esquema patriarcal no sea cuestionado y
cambiado en forma colectiva, por hombres y mujeres, difícilmente se
minan el valor que se le da a la
podrá alcanzar una igualdad plena para las mujeres indígenas.
educación en el seno familiar.
Disparidad escolar
“..un niño de sexo masculino que vive en el área urbana que sólo se dedica a estudiar y es la-
dino, cuyos padres tienen 12 años de escolaridad y no pertenecen al sector más pobre, tiene
un 97% de probabilidades de asistir al sistema escolar. En tanto que una niña del área rural
que trabaja y pertenece a una etnia, cuyos padres son analfabetos y pertenecen al 20% más
pobre de la distribución de ingresos, tiene apenas un 22% de probabilidades de encontrarse
en el sistema escolar”.
Entre los problemas que afronta los niños y jóvenes del país, pero
en particular las niñas y las adolescentes indígenas, para ingresar a
Situación de la niña indígena en Guatemala 36
ción y puede estar relacionada con una mala nutrición en sus primeros
cinco años de vida. Otra razón de mucho peso es el choque cultural
experimentado por la niña indígena a su ingreso a la escuela. Existen pro-
blemas de comunicación lingüística y cultural entre la niña y su maestro
que no están resueltos. Si los materiales de estudio son poco atractivos
o utilizan como ejemplos objetos y situaciones que no pertenecen a la
cultura indígena o que le son muy ajenos, es probable que ella pierda el
interés en sus estudios